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LECTURA DE LA CONVERSACION DE BORDEAUX: LOS EMBROLLOS DEL

CUERPO
Al final de los noventa, las Secciones Clínicas francesas celebraron varias conversaciones
que introdujeron una actualización de la clínica psicoanalítica tan precisa y rigurosa como
necesaria. Aún recuerdo con emoción el momento que encontré en la librería de las
Jornadas de la ECF de 1997 los volúmenes, recién salidos de imprenta, que publicaban
las dos primeras. Se trataba del Conciliábulo de Angers, de 1996, sobre los efectos de
sorpresa en la psicosis, y de la Conversación de Arcachón, de 1997, acerca de los
inclasificables –compilados ambos en la edición castellana de 1999 con el título de la
última: Los inclasificables de la clínica analítica.
A estas dos joyas clínicas les siguieron pronto otras dos: en 1998, la Convención de
Antibes, que introdujo la categoría de psicosis ordinaria y, en 1999, la Conversación de
Bordeaux sobre el cuerpo (1), de la que hoy presentamos una nueva edición en castellano
(2). Tenemos que agradecer a Jacques-Alain Miller y a las Secciones Clínicas francesas
estos trabajos. Hay un antes y un después de ellos. La serie que constituyeron introdujo lo
serio y precipitó la entrada de la clínica psicoanalítica en el siglo XXI.
Les embrouilles du corps fue el título de la cuarta conversación que hemos mencionado.
En francés, un embrouille es un embrollo, es decir, un enredo, una maraña, pero también
una situación embarazosa, hasta un embuste. De hecho, “embrollo” en castellano tiene su
etimología directa en el francés “embrouille”.
Éste es el término que Lacan utiliza al final de su enseñanza para referirse a la relación
con lo real, a cómo lo real resiste a ser dominado por lo simbólico y por lo imaginario. “Lo
real se encuentra en los embrollos de lo verdadero”, señala en el Seminario XXIII (Paidós:
Buenos Aires, 2005, p. 83).
Hay que leer el título Les embrouilles du corps poniendo atención en el equívoco del
genitivo: se trata de los embrollos producidos por el cuerpo, del cuerpo que embrolla, pero
también de los embrollos del propio cuerpo que se embrolla. Es el “cuerpo que sufre”,
como señalan Carole Dewambrechies-La Sagna y Jean-Pierre Deffieux en la página 7 del
volumen en castellano. Al recorrerlo, encontramos el dolor del síntoma histérico, de la
hipocondría, el dolor psíquico de la melancolía… Pero también encontramos “el cuerpo
del ser vivo que lucha con la enfermedad orgánica (…), la muerte, lo real que no se deja
metaforizar, transformar por el significante hasta tornarse soportable, aceptable por un
sujeto”.
En esta Conversación, se debatió en torno a trece textos de otros tantos colegas. J.-A.
Miller pone de relieve, en la página 95, la unidad de estilo de su conjunto y alaba el uso
ponderado que cada autor hace de los matemas de Lacan, los cuales dan su armadura al
texto con discreción.
En cuanto al contenido, todos ellos testimonian de la inserción de la perspectiva
psicoanalítica en la práctica médica. Recordemos que, en 1966, Lacan situó dicha
inserción como necesaria para que la posición propiamente médica, subvertida por la
ciencia, pudiera sobrevivir. En su intervención Psicoanálisis y medicina, señaló asimismo
dos cuestiones a tener en cuenta como puntos de referencia para dicha tarea: la
modalidad de respuesta a la demanda y el goce del cuerpo excluido por la ciencia, el cual
introduce la dimensión ética.
La última definición de síntoma que Freud plantea en su artículo Inhibición, síntoma y
angustia, de 1925, acentúa su vertiente pulsional en lugar de la vertiente de significación
puesta de relieve en las primeras. La idea de que el síntoma esconde una excitación
corporal, será retomada por J. Lacan en su última enseñanza para situarlo como un
acontecimiento de cuerpo -lo que no niega el elemento significante de todo síntoma, su
envoltorio formal, sino que subraya su núcleo de goce.
En la página 104 del volumen, J.-A. Miller hace hincapié en la diferencia existente entre el
“acontecimiento de cuerpo”, que como vemos remite a una definición general del síntoma,
y los llamados “fenómenos de cuerpo”, que encontramos en los casos de esta
Conversación. Estos últimos desbordan la dimensión significante, no están subjetivados.
Los fenómenos pueden ser transitorios, como eclipses, o instalarse permanentemente, a
modo de sinthomes que ordenan la vida del sujeto. En la Conversación, encontramos
ejemplos de unos y de otros. Se trata en todos los casos de sujetos embrollados por su
cuerpo, al punto de que para muchos se plantea la pregunta por su analizabilidad. No se
puede estar excesivamente embrollado por el cuerpo para hacer un análisis propiamente
dicho –señala J.-A. Miller en la página 97-, al menos hace falta que el sujeto pueda
desembrollarse, que el embrollo pase a la simbolización, para lo cual es necesario un
trabajo preliminar orientado por el psicoanálisis. Para decirlo en términos más actuales
-trece años después de esta Conversación-, se necesita siempre, en unos casos u otros,
que “haya analista en el clínico”, tal como nos enseña el trabajo preparatorio de PIPOL 6.
Así, el hecho de que un fenómeno de cuerpo desborde la dimensión significante –
responde J.-A. Miller en la página 108- no quiere decir que no se inscriba en una lógica.
La lección que nos enseñó Lacan es que “no debemos omitir referir el fenómeno al
proceso simbólico anterior”.
El volumen recoge sus frutos: una conversación magnífica, de lectura imperdible.
Medicina y psicoanálisis, lo real y su amo, el instrumento simbólico, la muerte y la
demanda, las rupturas de equilibrio, el rechazo del cuerpo y el retorno en lo real son
algunos de los temas sobre los que se pudo conversar a partir de los casos propuestos.
Para finalizar, solo me queda agradecer a todos aquellos que la han hecho posible, con
una mención especial para la Sección Clínica de Bordeaux que lleva ya algunas décadas
desarrollando una investigación rigurosa en el campo del psicoanálisis y la medicina. Eso,
señala Miller en la página 102, constituye su excepcionalidad en el Campo freudiano.
(*) Reseña publicada originalmente en Colofón 33, boletín de la Federación Internacional
de Bibliotecas de la Orientación Lacaniana, 2013.

Nota:

1. Section Clinique de Bordeaux: "Les embrouilles du corps". En: Ornicar? Revue du


Champ Freudien nº 50. Paris: Navarin Éditeur, diffusion Seuil, 2002.
2. J.-A. Miller - Sección Clínica de Bordeaux: Los enredos del cuerpo. Caracas: Pomaire,
col. "Mundo psicoanalítico", 2012.
Hay otra edición de Paidós-Argentina, y el título se ha traducido como: Los embrollos del
cuerpo.

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