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Síntesis

Cuentan los acontecimientos que inquietan a algunas jóvenes, como lo son las rivalidades, el
amor, la primera menstruación, el primer beso, la separación de los padres, la hipocresía entre
amigas, en el que dirán los demás etc.
En este libro se narra capítulo a capítulo la historia de tres primas de la misma edad cada una
contándola desde su punto de vista. Tres personalidades diferentes Juliana la mayor la que se cree
la mas adulta, Valeria la del medio y la más insegura, Lucia la menor y la más infantil.

capítulo 1

Juliana: Es la mayor, ella pensaba que era adoptada, porque sus padres no le quisieron decir a que
hora ella nació.

Valeria: Ella dice que es el relleno del sándwich, que la mitad de todo.Es reservada con lo que
piensa y siente.

Lucia: Es la menor, ella nació después de la muerte de su hermano Manuel, y su mamá siempre
le decía a ella "un hijo no lo reemplaza nadie" y cargo con toda su tristeza y
su indiferencia hacia ella, en cambio su padre, era el único que estaba feliz y emocionado de su
nacimiento quien le cantaba que era la luz de sus ojos.

Capítulo 2

Juliana: Hay competencias desiguales en las que un no debería participar, uno va aprendiendo
poquito a poco, pensaran que esto es una idiotez; pero para mí significaba mucho, de esto no se
hablaba y en mi casa siempre ha existido la ilusión de que solo existe, lo que se ve, lo que se toca y
lo que se puede decir en voz alta. Esto que se llama envidia no se puede tocar y además era un
pecado.

Valeria: Que triste es tener nuevo años, más me valieron noventa, este año he sufrido tanto, que
casi pierdo la cuenta..... la abuela en la finca no las enseño, se trataba de una niña de nueve años,
que no cuadraba en ninguna parte. Con los niños no, porque ya no era una niña, y, con los adultos
se sentía como mosca en leche. Cada vez que iba a opinar o a meterse en una conversación, la
mandaban acallarse o a jugar. La verdad a veces me sentía como la niña de la historia.

La prueba era que estaba ahí, en medio de tanta gente, y nadie se metía conmigo.

Lucia: Llegaban las vacaciones y yo me sacudía del olor a guardado de mi casa, de las faldas
oscuras de mamá y de su cara larga y mi iba a vivir a la finca de mi abuela. A los nueve años yo
sabía que necesitaba cariño. Chupaba afecto como una esponja.necesitaba abrazos y
disimulaba dándomelas de fuerte. Era mandona y dominante. Fui siempre la mas alta, la mejor
deportista, la más consentida, la de voz mas chillona.

Capítulo 3

Juliana: Un día te vuelves monotemática. Te salen pelos en las axilas, te compran desodorante.
Tu mamá busca momentos para hablar contigo de mujer a mujer. Te hablan de los secretos de la
vida. La primera señal verdadera fueron mis tacones con plataforma, y la segunda fue una
miniteca donde mi amiga Paula, donde baile toda la noche con su hermana Juan Esteban, quien la
verdad me encanto mucho.

Valeria: A veces me parece que, en vez de hija, soy un osito de peluche. piensa por mi, decide por
mi, me pregunta y ella misma se contesta. A los trece, la familia, deja de ser la familia ideal. Uno se
pregunta que tiene que ver con toda esa gente.

Lucia: Un domingo te lo anuncian en la mesa del comedor, hemos decidido separarnos, siento que
un relámpago lo destruye todo de repente. las cosas no se pueden acabar asi, solo que nosotros
no somos cosas, peor que eso: somos gente.

Capítulo 4

Juliana: Ella estaba esperando la llamada de Juan Esteban, quien le dijo que fuera su novia. Pero
no la llamó, ella se encierra en su cuarto muy triste y escucha música duro. En el cual pelea con su
madre por el ruido y ella no aguanta y se pone a llorar.

Valeria: no encaja con su mamá y sus hermanos, con su padre si, los dos somos de pocas palabras,
nos importa lo real y lo concreto, como comentar mi experimento para la feria de la ciencia o el
partido de fútbol o la película que vimos. tome la decision de no entrar en ese juego de
competencias entre mis primas, eso es tener personalidad.

Lucia: Estaba muy asustada, porque le había lly egado la regla, en la cual su madre la felicita, eso
significa que te estas volviendo una mujer. En la cual ella muy contenta llama a su prima Juliana y
le dice la contraseña que habian dicho ente las tres "tengo el problema de matemáticas".

Capítulo 5

Juliana: Tengo un collar de pelas, un vestido negro de seda y toda la vida por delante. Hoy estoy
cumpliendo quince años. mezclar la gente de la familia con los amigos puede ser peor que
el cóctel mas peligroso. la champaña me hizo efecto y con Juan Esteban ya no sentía lo mismo.

Valeria: Que prefieres para tus quince un viaje o una fiesta, en el cual para mi me daba igual, al fin
y al cabo mi papá nos llevo a almorzar a un restaurante fino y mis tias de metida me mandaran
perfumes y joyas de regalo.

Lucia: Como puede atreverse a ser feliz, sabiendo que tanta gente sufriendo a su alrededor. No me
voy a enamorar nunca, jamas me voy a casar ni voy a tener hijos, no voy a ser tan irresponsable
de involucrar tanta gente inocente en mis decisiones. Leo en el diario de Juliana que el papá de
Lucia tiene una novia que se llama Connie.

Capítulo 6

Juliana: Un día se me acabaron las viejas palabras de amor y tuve que despedirme de Juan Esteban
. Creo del cielo pase al infierno ahora salgo con Daniel Botero. Yo a veces creo que no es un ángel,
sino un demonio que me empuja donde él.

Valeria: Los adultos se sienten amenazados con el silencio porque callarse es la mejor forma de
decir, me reservo mis opiniones y mis pensamientos. Conoce a Gabriela, quien se convierte en su
mejor amiga y la ayuda a tomar sus propias decisiones.
Lucia: A pesar de que hice lo posible por odiar todo el tiempo a connie, no pudo caerme mal, lo
juro.

Capítulo 7

Juliana: Su novio Daniel Botero le pide que se vaya con él cuando se gradué del colegio

Valeria: Su mamá no esta de acuerdo con la actitud de su amiga Gabriela, le dice que ella no sabe
nada de la vida de ella. En la cual ella la deja sin dejar rastro.

Lucia: De repente de daba por preguntarme que quería hacer cuando grande, me cancé de tanto
de pelear en batallas ajenas, me olvide de dar mis propios batallas.

Capítulo 8

Juliana: Paso para estudiar comunicación social, pero ella no quiere y decide irse de intercambio a
cuidar un bebe a cambio de comida y dormida, por estar al lado de su amor Juan Esteban.

Valeria: Estudiare sistemas, un día después de mucho tiempo Gabriela le escribió y le dijo que fue
la mejor amiga que nunca había tenido y la amaba.

Lucia: Conoció bien a connie en la cual se la llevaron muy bien, viajaron y se volvieron las mejores
amigas.

Conclusión

La familia es la base, nuestro alrededor, es el medio en el cual compartimos día a día, aprendiendo
cada uno de los mas mínimos detalles para el mañana, en donde debemos compartir llenos de
mucha armonía, comprensión y lo mas importantes una excelente comunicación. En la cual el libro
me enseña que no debemos "compararnos" entre todos para ver quien es el mas importante o el
mas pobre; sino por el contrario siempre estar ahí para apoyarnos los unos y los otros para
apostarle siempre al éxito y el bienestar para todos.

Yolanda Reyes
(Bucaramanga, 1959) Escritora colombiana. Inclinada desde muy temprana
edad al cultivo de la creación literaria, estudió ciencias de la educación en la
Universidad Javeriana de Bogotá y amplió sus estudios en España, en el
Instituto de Cooperación Iberoamericana.

Yolanda Reyes

En el campo de la pedagogía centró sus esfuerzos en la enseñanza y


desarrollo del gusto por la lectura en la primera infancia, tema sobre el que
ha impartido conferencias y publicado diversos ensayos, como La casa
imaginaria: lectura y literatura en la primera infancia (2007); en esa misma dirección,
Yolanda Reyes ha desarrollado importantes labores de promoción y
animación cultural en agrupaciones como el colectivo Espantapájaros, del
que es fundadora y directora.
Especializada desde sus inicios en literatura infantil y juvenil, entre sus obras
cabe resaltar títulos como El terror de sexto B (1994) y María de los
Dinosaurios (1998). Uno de sus libros, Los agujeros negros (2000), fue
seleccionado por la editorial española Alfaguara para su colección "Los
Derechos del Niño", creada por prestigiosos escritores e ilustradores de
distintos países de habla hispana para mostrar a los niños y niñas cuáles son
sus principales derechos y cómo lograr un mundo más solidario y más justo.
Los agujeros negros cuenta la historia de Juan, un muchacho que no ha
regresado a San Juan del Sumapaz desde que murieron sus padres. Entre
los recuerdos que guarda de aquel enigmático lugar -al que le llevaban a
pasear cuando era muy pequeño-, ocupan un lugar primordial unos extraños
agujeros negros que le han hecho perder el sueño desde que los vio. Como
regalo de cumpleaños, Juan consigue que su abuela le lleve de nuevo hasta
allí. A su regreso a la ciudad, ya puede apagar la luz del pasillo mientras
duerme: los agujeros negros han desaparecido.
Con posterioridad ha publicado Los años terribles (2000), novela de sarcástico
humor sobre la adolescencia, Una cama para tres (2003), El libro que canta (2005)
y Pasajera en tránsito (2006), su primera obra dirigida al público adulto. Volvió
luego a la literatura infantil con nuevos títulos: Cucú (2010), Ernestina la
gallina(2010) y Mi mascota (2011). Colaboradora habitual de diversos
periódicos y revistas, actualmente ejerce también como directora de
colecciones de literatura infantil para la editorial Alfaguara.

Yolanda Reyes

Nació en Bucaramanga en 1959. Hizo estudios en educación con especialización


en filología y Literatura en la Universidad Javeriana de Bogotá y especialización
en lengua y literatura española en el Instituto de Cooperación Iberoamericana de
Madrid. En 1986, participó en la iniciación del proyecto de la Fundación Rafael
Pombo como coordinadora de la Biblioteca Infantil, desarrollando talleres de
animación a la lectura para niños y profesores. Profesora universitaria en las
áreas de literatura y lectoescritura. Es una de las fundadoras de Espantapájaros,
taller donde desarrolla un trabajo especializado en formación literaria con los
niños más pequeños. Ha escrito en diferentes revistas especializadas en el tema
de la literatura y el libro infantiles como |Hojas de Lectura, publicada por
Fundalectura,|Revista latinoamericana de literatura infantil y juvenil,
publicación de los IBBY de América Latina y |El libro en América Latina y el
Caribe, del Cerlalc. Es coautora de |El libro de los días, agenda para el colegio y
las vacaciones, junto con Clarisa y Pedro Ruiz. Ha escrito libros de texto en el
área de español y literatura. En cuanto al trabajo de animación a la lectura para
adultos, ha publicado |La aventura de leer, uno de los módulos sobre lectura del
proyecto Cerlalc-ICBF, con madres comunitarias. Recibió Mención de Honor en
el Concurso Internacional de Cuentos Raimundo Susaeta, 1993, y en el Concurso
Nacional de Literatura Infantil de Comfamiliar del Atlántico, 1993. En 1994,
ganó el Premio de Literatura Infantil “Noveles Talentos” de Fundalectura con su
libro |El terror de sexto B y otras historias de colegio, publicado por Editorial
Santillana, 1995

Frida (cuento de Yolanda Reyes)


Posted on 13/4/2014 por Luis Beltrán

Frida
De regreso al estudio. Otra vez, primer día de colegio. Faltan tres meses, veinte
días y cinco horas para las próximas vacaciones. El profesor no preparó clase.
Parece que el nuevo curso lo toma de sorpresa. Para salir del paso, ordena con
una voz aprendida de memoria:

–Saquen el cuaderno y escriban con esfero azul y buena letra, una composición
sobre las vacaciones. Mínimo una pági-na por lado y lado, sin saltar renglón. Ojo
con la ortografía, y la puntuación. Tienen cuarenta y cinco minutos. ¿Hay
preguntas?

Nadie tiene preguntas. Ni respuestas. Sólo una mano que no obedece órdenes
porque viene de vacaciones. Y un cuaderno rayado de cien páginas, que hoy se
estrena con el viejo tema de todos los años: “¿Qué hice en mis vacaciones?”

“En mis vacaciones conocí a una sueca. Se llama Frida y vino desde muy lejos a
visitar a sus abuelos colombianos. Tiene el pelo más largo, más liso y más blanco
que he conocido. Las cejas y las pestañas también son blancas. Los ojos son de
color cielo y, cuando se ríe, se le arruga la nariz. Es un poco más alta que yo, y
eso que es un año menor. Es lindísima.

Para venir desde Estocolmo, capital de Suecia, hasta Cartagena, ciudad de


Colombia, tuvo que atravesar prácticamente la mitad del mundo. Pasó tres días
cambiando de aviones y de horarios. Me contó que en un avión le sirvieron el
desayuno a la hora del almuerzo y el almuerzo a la hora de la comida y que luego
apagaron las luces del avión para hacer dormir a los pasajeros, porque en el cielo
del país por donde volaban era de noche.

Así, de tan lejos, es ella y yo no puedo dejar de pensarla un solo minuto. Cierro
los ojos para repasar todos los momentos de estas vacaciones, para volver a pasar
la película de Frida por mi cabeza.

Cuando me concentro bien, puedo oír su voz y sus palabras enredando el español.
Yo le enseñé a decir camarón con chipichipi, chévere, zapote y otras cosas que
no puedo repetir. Ella me enseñó a besar. Fuimos al muelle y me preguntó si
había besado a alguien, como en las películas. Yo le dije que sí, para no quedar
como un inmaduro, pero no tenía ni idea y las piernas me temblaban y me puse
del color de este papel.

Ella tomó la iniciativa. Me besó. No fue tan fácil como yo creía. Además fue tan
rápido que no tuve tiempo de pensar “qué hago”, como pasa en el cine, con esos
besos larguísimos. Pero fue suficiente para no olvidarla nunca. Nunca jamás, así
me pasen muchas cosas de ahora en adelante.

Casi no pudimos estar solos Frida y yo. Siempre estaban mis primas por ahí, con
sus risitas y sus secretos, molestando a “los novios”. Sólo el último día, para la
despedida, nos dejaron en paz. Tuvimos tiempo de comer raspados y de caminar
a la orilla del mar, tomados de la mano y sin decir ni una palabra, para que la voz
no nos temblara.

Un negrito pasó por la playa vendiendo anillos de carey y compramos uno para
cada uno. Alcanzamos a hacer un trato: no quitarnos los anillos hasta el día en
que volvamos a encontrarnos. Después aparecieron otra vez las primas y ya no se
volvieron a ir. Nos tocó decirnos adiós, como si apenas fuéramos conocidos, para
no ir a llorar ahí, delante de todo el mundo.

Ahora está muy lejos. En “esto es el colmo de lo lejos”, ¡en Suecia! y yo ni


siquiera puedo imaginarla allá porque no conozco ni su cuarto, ni su casa, ni su
horario. Seguro está dormida mientras yo escribo aquí, esta composición.

Para mí la vida se divide en dos: antes y después de Frida. No sé cómo pude vivir
estos once años de mi vida sin ella. No sé cómo hacer para vivir de ahora en
adelante. No existe nadie mejor para mí. Paso revista, una por una, a todas las
niñas de mi clase (¿las habrá besado alguien?).

Anoche me dormí llorando y debí llorar en sueños porque la almohada amaneció


mojada. “Esto de enamorarse es muy duro…”.
Levanto la cabeza del cuaderno y me encuentro con los ojos del profesor
clavados en los míos.

– A ver, Santiago. Léanos en voz alta lo que escribió tan concentrado.

Y yo empiezo a leer, con una voz automática, la misma composición de todos los
años:

“En mis vacaciones no hice nada especial. No salí a ninguna parte, me quedé en
la casa, ordené el cuarto, jugué fútbol, leí muchos libros, monté en bicicleta,
etcétera, etcétera”.

El profesor me mira con una mirada lejana, incrédula, distraída. ¿Será que él
también se enamoró en estas vacaciones?

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