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TEMA 1.

PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES

SALUD Y TRABAJO
¿Qué es la salud?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud como “un completo estado de bienestar
en los aspectos físicos, mentales y sociales” y no solamente la ausencia de enfermedad.
De esta definición podemos destacar los siguientes aspectos:
• Igualdad de los conceptos de bienestar y de salud.
• Integración de los aspectos sociales, psíquicos y físicos en un todo armónico.
• Adopción de un marco común para el desarrollo de políticas de salud por parte de los países
firmantes.
La salud debe entenderse como un estado que siempre es posible de mejorar y que implica
considerar la totalidad de los individuos, relacionados entre sí y con el medio ambiental en que
viven y trabajan.

Relación del trabajo con la salud


– El trabajo es fuente de salud. (Aspectos positivos) Mediante el trabajo, las personas logramos
acceder a una serie de cuestiones favorables para la mantención de un buen estado de salud. Una
comunidad o un país mejoran el nivel de salud de su población cuando aseguran que todas las
personas en condiciones de trabajar puedan acceder a un empleo que satisfaga no sólo sus
necesidades económicas básicas, sino que llene también los otros aspectos positivos del trabajo,
de los cuales aquí sólo se enumeran algunos.
• Salario: el salario permite a su vez la adquisición de bienes necesarios para la mantención y
mejoramiento del bienestar individual y grupal; en las formas de trabajo no asalariado, el producto
del trabajo puede servir directamente una necesidad o ser intercambiado por otros bienes.
• Actividad física y mental: los seres humanos necesitamos mantenernos en un adecuado nivel de
actividad física y mental, en forma integrada y armónica, para mantener nuestro nivel de salud; en
ese sentido, cualquier trabajo es mejor para la salud que la falta de trabajo.
• Contacto social: un adecuado bienestar social es imposible sin un contacto con otros, que a su
vez tiene múltiples beneficios: cooperación frente a necesidades básicas, apoyo emocional,
desarrollo afectivo, etc.
• Desarrollo de una actividad con sentido: el trabajo permite que las personas podamos “ser
útiles” haciendo algo que estamos en condiciones de hacer y que sirve a una finalidad social;
desde ese punto de vista, el trabajo permite “pertenecer” a la comunidad y sentirse satisfecho con
sus resultados.
• Producción de bienes y servicios necesarios para el bienestar de otros individuos y grupos:
todos los trabajos producen algo para otros, por lo tanto, mejoran el bienestar de los demás.
– El trabajo puede causar daño a la salud. (Aspectos negativos). Las condiciones sociales y
materiales en que se realiza el trabajo pueden afectar el estado de bienestar de las personas en
forma negativa. Los daños a la salud más evidentes y visibles son los accidentes del trabajo.
De igual importancia son las enfermedades profesionales, aunque se sepa menos de ellas. Los
daños a la salud por efecto del trabajo resultan de la combinación de diversos factores y
mecanismos.
Los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales constituyen la patología específica del
trabajo, puesto que es evidente la relación causa-efecto entre el trabajo y la lesión, pero también
veremos que el trabajo puede ocasionar fatiga menta, insatisfacción laboral y múltiples trastornos
para la salud derivados del estrés laboral que constituyen la patología inespecífica, puesto que no
es tan clara la relación de causalidad entre el trabajo y la lesión.
– El trabajo puede agravar problemas de salud. El trabajo también puede agravar un problema de
salud previamente existente. Por ejemplo características del trabajo como los turnos de noche, la
jornada extensa o el exceso de calor o de frío pueden ser agravantes del problema.

Si tenemos en cuenta los elevados índices de siniestralidad laboral de nuestro país la prevención
de riesgos laborales debería considerarse como algo prioritario.
El principal problema radica en la falta de concienciación por parte de empresas y trabajadores
sobre la importancia de prevenir los riesgos laborales.

Podemos afirmar que la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (Ley 31/1995) y su normativa de
desarrollo marcan un antes y un después en lo que a la prevención de riesgos se refiere.

Esta ley propone un modelo activo que obliga a ir por delante de los problemas y a integrar la
gestión de la prevención en el sistema de gestión de la empresa, en todas sus actividades y en
todos los niveles jerárquicos.

Una de las obligaciones básicas de la empresa es proteger a sus trabajadores frente a los riesgos
laborales, y esta protección exige una actuación en la empresa que no se limita el mero
cumplimiento formal de un conjunto de deberes y obligaciones empresariales y, más aún, la simple
corrección a posteriori de situaciones de riesgo ya manifestadas.

En este sentido, la empresa debe planificar la prevención desde el momento mismo del diseño del
proyecto empresarial, llevar a cabo una evaluación inicial de los riesgos inherentes al trabajo y
actualizar esta evaluación periódicamente, a medida que se alteren las circunstancias. A partir de
los resultados de esta evaluación de riesgos, debe prever un conjunto de medidas de acción
preventiva adecuadas a la naturaleza de los riesgos detectados y debe controlar la efectividad de
estas medidas.
Junto a todo esto, la empresa está obligada a proporcionar información y formación a los
trabajadores en materia de prevención de riesgos laborales, con el objeto de que estos tengan un
mejor conocimiento tanto del alcance real de los riesgos derivados del trabajo como de la forma
de prevenirlos y evitarlos.
De acuerdo con lo establecido en esta ley, la prevención debe integrarse en el sistema de gestión
de la empresa, en todas sus actividades y en todos los niveles jerárquicos.

El sistema de gestión de la prevención de RL es la parte del sistema general de gestión de la


organización que define la política de prevención y que incluye la estructura organizativa, las
responsabilidades, las prácticas, los procedimientos, los procesos y recursos para llevar a cabo
dicha política.
Es decir, un sistema de gestión de la prevención de RL es, simplemente, un conjunto de acciones
sistemáticas, dentro de otras acciones de gestión de la empresa, que permite un cumplimiento de
las obligaciones legales en materia de prevención de RL.

Es fundamental que exista un compromiso por parte de la dirección de la empresa y de todos los
niveles jerárquicos para poder establecer un sistema de gestión de la prevención de RL. Es
necesario que la dirección sea consciente de sus responsabilidades y obligaciones, que establezca
y mantenga al día un sistema de gestión de la prevención, y que se asignen los recursos humanos y
materiales precisos para ponerla en práctica.

CONCEPTOS BÁSICOS

Se entenderá por prevención el conjunto de actividades o medidas adoptadas o previstas en todas


las fases de actividad de la empresa con el fin de evitar o disminuir los riesgos derivados del
trabajo.
Se entenderá como riesgo laboral la posibilidad de que un trabajador sufra un determinado daño
derivado del trabajo. Para calificar un riesgo desde el punto de vista de su gravedad, se valorarán
conjuntamente la probabilidad de que se produzca el daño y la severidad del mismo.
Se considerarán como daños derivados del trabajo las enfermedades, patologías o lesiones
sufridas con motivo u ocasión del trabajo.
Se entenderá como riesgo laboral grave e inminente aquel que resulte probable racionalmente
que se materialice en un futuro inmediato y pueda suponer un daño grave para la salud de los
trabajadores.
En el caso de exposición a agentes susceptibles de causar daños graves a la salud de los
trabajadores, se considerará que existe un riesgo grave e inminente cuando sea probable
racionalmente que se materialice en un futuro inmediato una exposición a dichos agentes de la
que puedan derivarse daños graves para la salud, aun cuando éstos no se manifiesten de forma
inmediata.
ALGUNOS ELEMENTOS FUNDAMENTALES QUE COMPONEN UN SISTEMA DE
GESTIÓN DE LA PREVENCIÓN DE RL

1. POLÍTICA DE PREVENCIÓN DE RL.

Toda empresa debe diseñar e implantar una política de prevención de riesgos laborales.
Esta política de prevención de los riesgos laborales ha de incluir un compromiso de alcanzar un
alto nivel de seguridad y salud en el trabajo, cumpliendo como mínimo la normativa vigente y
ha de basarse en el principio de la mejora continua de la acción preventiva.

La política también ha de incluir una garantía de participación y de información de todos los


trabajadores de la organización, así como su derecho de consulta.

Al cumplir la empresa este elemento del sistema de gestión, el diseño e implantación de la


política de prevención de RL se eliminará uno de los problemas que ha tenido la prevención de
RL en nuestro país; la falta de compromiso serio de la alta dirección de la empresa con la
prevención de RL. Tradicionalmente la gestión de la prevención ha sido un tema extraño para la
dirección que, o bien la ha olvidado, o bien la ha dejado en manos del servicio de prevención.

En la Ley de Prevención de Riesgos Laborales se establece de manera muy clara que la


prevención de riesgos deberá integrarse en el sistema general de gestión de a empresa.

2. EVALUACIÓN DE RIESGOS.

Es el elemento clave de una actuación activa en prevención.


Una vez se ha procedido a la identificación de los riesgos laborales, deben evaluarse aquellos
riesgos que no se hayan podido eliminar.

EJEMPLO:
En un taller mecánico se ha identificado, entre otros riesgos, suelo resbaladizo a causa de la
falta de limpieza del taller (suelen haber manchas de aceite y no hay costumbre de
limpiarlas…). También se ha identificado niveles de ruido elevados debido a la utilización
simultánea de varias máquinas ruidosas.

El hecho de que el suelo sea resbaladizo es fácilmente eliminable, estableciendo la


obligatoriedad y un protocolo que asegure una limpieza adecuada del taller. Por tanto, este
riesgo no hace falta evaluarlo, pues se ha podido eliminar.
Respecto a los niveles de ruido sí es necesario llevar a cabo una evaluación, pues dependiendo
del nivel (decibelios) deberá aplicarse una medida preventiva u otra.
La evaluación, por tanto, es el proceso dirigido a estimar la magnitud de los riesgos que no se
hayan podido evitar.
La información obtenida a partir de la evaluación servirá de base para decidir las medidas
preventivas y/o de protección que deben adoptarse.

El empresario debe decidir un procedimiento para la evaluación de riesgos, previa consulta a


los trabajadores o a sus representantes.

Para los puestos de trabajo cuya evaluación de riesgos ponga de manifiesto la necesidad de
adoptar una medida preventiva, ha de documentarse la evaluación y mantenerse a disposición
de la autoridad laboral.

Esta documentación debe contener:

-La identificación del puesto de trabajo.


-El riesgo/s existentes y la relación de trabajadores afectados.
-El resultado de la evaluación y las medidas preventivas que proceden.
-La referencia de los criterios y procedimientos de evaluación y los métodos de medición o
análisis utilizados.

3. PLANIFICACIÓN DE LA ACTIVIDAD PREVENTIVA:

Con la evaluación de riesgos se obtiene la información necesaria para planificar la actividad


preventiva.

La planificación es un proceso mediante el cual se define:

ü ¿Qué hay que hacer en materia de prevención de RL?


ü ¿Quién es el responsable de hacerlo?
ü ¿Cuándo hay que hacerlo?
ü ¿Cuál es el objetivo a alcanzar?
ü ¿Qué recursos humanos y materiales hay que destinar?

Es necesario planificar:

ü Medidas preventivas a adoptar para eliminar o controlar el riesgo.


ü Prioridad en la adopción de medidas.
ü Medios para controlar la eficacia de las medidas adoptadas.
ü Información y formación en materia preventiva a los trabajadores.
ü Medidas de emergencia.
ü Vigilancia del estado de salud de los trabajadores.

La planificación debe hacerse para un período de tiempo determinado, estableciendo fases y


prioridades en su desarrollo. Cuando el período sea superior a un año, deberá elaborarse un
programa anual de actividades.

4. RESPONSABILIDADES.

La LPRL obliga a integrar la prevención de RL en todas las actividades, decisiones y en todos los
niveles jerárquicos de la empresa.

Por tanto, todos los niveles jerárquicos de la empresa están obligados a incluir la prevención de
RL en todas las actividades que se realicen u ordenen y en todas las decisiones que se adopten.

5. FORMACIÓN.

De entre las obligaciones para la empresa en materia preventiva que establece la Ley de
Prevención de Riesgos Laborales, encontramos la obligación de proporcionar una formación
teórica y práctica al trabajador en materia de prevención de riesgos laborales. Formación que
debe estar centrada en los riesgos inherentes a las tareas a desempeñar por el trabajador.
Para ofrecer una formación adecuada a cada trabajador en materia preventiva, se deben
establecer y mantener al día procedimientos para:

ü Identificar las necesidades de formación y establecer el plan de formación en


materia preventiva.
ü Ofrecer una formación adecuada y centrada en el puesto de trabajo o función de
cada trabajador.

6. DOCUMENTACIÓN.

De acuerdo con lo establecido en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, la empresa deberá


elaborar y conservar a disposición de la autoridad laboral la siguiente documentación:
a. Plan de prevención de riesgos laborales.
b. Evaluación de los riesgos para la seguridad y la salud en el trabajo, incluido el resultado de
los controles periódicos de las condiciones de trabajo.
c. Planificación de la actividad preventiva, incluidas las medidas de protección y de prevención
a adoptar y, en su caso, material de protección que deba utilizarse.
d. Práctica de los controles del estado de salud de los trabajadores.
e. Relación de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales que hayan causado al
trabajador una incapacidad laboral superior a un día de trabajo.

7. EL CONTROL DE LAS ACTUACIONES.

Además de evaluar riesgos y planificar e implantar las actividades preventivas adecuadas, es


esencial valorar la eficacia de estas medidas preventivas.

Si se desea comprobar si la política de prevención de RL definida por la empresa está


verdaderamente implantada y es eficiente no basta con tomar como indicador un bajo índice
de accidentes de trabajo. Tener pocos accidentes de trabajo no garantiza que se tengan
controlados todos los riesgos ni que el sistema de gestión de la prevención de RL funcione bien.

Para asegurar que la política de prevención de RL está bien implantada y es eficiente hay que
efectuar dos tipos de actuaciones de control; activo y reactivo.

El control activo:

Mediante este tipo de control se obtiene información esencial sobre el cumplimiento de las
actividades de PRL antes de que se produzcan los incidentes, accidentes y enfermedades
profesionales.

Entre las actividades más importantes del control activo están:

ü Control de la consecución de objetivos (mediante informes, estadísticas).


ü La inspección sistemática por parte de supervisores o del personal de mantenimiento, de
locales, instalaciones y equipos, para asegurar su correcto funcionamiento.
ü Controles ambientales (medida de la exposición a contaminantes físicos o químicos).
ü Vigilancia médica de los trabajadores para comprobar la eficacia de las medidas adoptadas
y para detectar precozmente signos de daños para la salud.
ü Observación sistemática del trabajo para comprobar si se cumplen los procedimientos e
instrucciones de trabajo.
ü Análisis de la documentación y los registros.
El control reactivo:

Mediante este tipo de control se obtiene información y se investigan fallos en el sistema de gestión
de la PRL que han conducido a incidentes, accidentes o enfermedades profesionales con el fin de:
ü Investigar las causas.
ü Remitir la información a las personas de la organización con autoridad para iniciar las
medidas correctoras que sean precisas, incluyendo, si procede, cambios en la
organización o en la política.
ü Remitir la información a las autoridades laborales.

Existen diversos tipos de riesgo que pueden afectar a la salud de los trabajadores. Dependiendo de
las tareas que se desarrollen y de las condiciones en que se realize el trabajo estarán presentes
unos u otros riesgos.

CLASIFICACIÓN DE LOS FACTORES DE RIESGO

FACTORES DE RIESGO DERIVADOS DE LAS CONDICIONES DE SEGURIDAD:

A) Estructurales:

- Superficies de tránsito.
- Escaleras.
- Instalaciones (eléctricas, gases...)
- Espacios de trabajo.

EJEMPLO 1. La barandilla de una de las escaleras del centro de trabajo está rota. Se
trata de un riesgo estructural derivado de las condiciones de seguridad.

B) Manejo de equipos de trabajo.

- Herramientas.
- Máquinas.
- Manejo de vehículos.
- Cualquier útil de trabajo.
EJEMPLO 2.
Utilización de herramientas cortantes en el desarrollo de la tarea. Se trata de un
riesgo derivado del manejo de equipos.

Posibles daños derivados de este tipo de factores de riesgo:

Caídas de personas o de objetos, quemaduras, cortes, atrapamientos, golpes, contactos eléctricos,


lesiones oculares... (ACCIDENTE DE TRABAJO)

FACTORES DE RIESGO DERIVADOS DE LAS CONDICIONES MEDIOAMBIENTALES.

Los factores de riesgo derivados de las condiciones medioambientales podemos clasificarlos en


agentes de riesgo o contaminantes físicos, químicos y biológicos.

Contaminantes físicos:

- Ruido.
- Humedad.
- Temperatura.
- Electricidad.
- Radiaciones.
- Vibraciones.
- Iluminación.

EJEMPLO 3. Taller de confección en el cual se emplean diversas máquinas ruidosas.


La iluminación es insuficiente.
Encontramos dos riesgos físicos derivados de las condiciones medioambientales;
ruido e iluminación insuficiente. Habrá que proceder a medir tanto el nivel de ruido
como el nivel de iluminación para valorar la magnitud del riesgo.

Posibles daños derivados de este tipo de factores de riesgo:

Ruido: distracción (posible lesión por accidente), dolores de cabeza, lesiones auditivas.
Temperatura, humedad: deshidratación, golpe de calor, hipotermia (si la temperatura corporal
desciende por debajo de los 34º.C , dolores musculares.
Electricidad: Quemaduras, agarrotamientos, parada cardiorespiratoria.
Radiaciones: Quemaduras y, en caso de exposición a radiaciones ionizantes, enfermedades
cancerígenas.
Vibraciones: Lesiones musculoesqueléticas.
Iluminación: Dolor de cabeza, mareos, pérdida de visión a medio y largo plazo.

Contaminantes químicos:

Sustancias y preparados irritantes, tóxicos, anestésicos, corrosivos, asfixiantes...

EJEMPLO 4. Trabajador de una empresa de limpieza que debe utilizar diversos disolventes y
productos de limpieza.

Posibles daños derivados de este tipo de factores de riesgo, dependiendo de la vía de entrada del
contaminante en el organismo (dérmica, respiratoria, digestiva, parentenal a través de heridas).

Afecciones respiratorias, enfermedades de la piel, enfermedades infecciosas ...

Contaminantes biológicos:

- Bacterias.
- Virus.
- Hongos.
- Parásitos.
EJEMPLO 5. Trabajador de una planta de eliminación de residuos urbanos. Está
expuesto a contraer alguna enfermedad infecciosa a causa de la inhalación o
manipulación de estos residuos.

Posibles daños derivados de este tipo de factores de riesgo:


Enfermedades infecciosas y parasitarias.

FACTORES DE RIESGO PSICOSOCIALES Y DERIVADOS DE LA ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO.

Este tipo de riesgos son los que pueden causar insatisfacción laboral, fatiga mental y estrés laboral.
Algunos de ellos son los siguientes:

- Trabajo nocturno
- Trabajo a turnos
- Trabajo monótono y repetitivo
- Inestabilidad en el empleo
- Ambigüedad de la tarea; no tener claras tus funciones o tus responsabilidades.
- Ritmo de trabajo excesivo
- Estilo de dirección autoritario
- Falta de autonomía en el desempeño del trabajo
- Clima laboral; conflictos entre compañeros o con superiores.

En la medida en que determinadas condiciones de trabajo o relativas a su organización interactúan


con las características individuales del trabajador, sus necesidades, sus expectativas y
motivaciones, pueden provocar estrés laboral y dar lugar a toda una serie de trastornos físicos y
psíquicos que están asociados al estrés.
Conviene tener presente que una determinada condición laboral o relativa a la organización del
trabajo, por ejemplo, un trabajador con experiencia, con los conocimientos y habilidades
necesarias para el desarrollo de la tarea y que prefiere trabajar con un cierto nivel de autonomía,
la falta de autonomía en el desempeño del trabajo , puede constituir un factor de riesgo
(psicosocial).
Para este trabajador el hecho de que le dejen trabajar con un cierto margen de autonomía a la
hora de tomar decisiones relativas a su tarea, por ejemplo, es un factor motivador.
Esta misma autonomía, para un trabajador inexperto e inseguro, quizá por su corta edad o por su
falta de experiencia, constituye un factor de riesgo psicosocial, pues el hecho de tener que tomar
él solo decisiones acerca de a realización de su trabajo, puede provocarle estrés.

EJEMPLO 6. Trabajador de una gestoría que debe cumplir unos plazos para la liquidación de ciertos
impuestos. Su compañero está enfermo y la empresa en lugar de contratar un sustituto decide
repartir del trabajador que está de baja médica entre el resto de empleados. Jornadas de trabajo
interminables para acabar el trabajo a tiempo, ritmo de trabajo excesivo, el jefe constantemente
metiendo prisa…
En este supuesto encontramos la sobrecarga de trabajo y el ritmo de trabajo como factores de
riesgo psicosociales, derivados de la organización del trabajo.

Posibles daños derivados de este tipo de factores de riesgo:

Fatiga mental.
Insatisfacción laboral.
Transtornos físicos y psíquicos derivados del estrés.
Transtornos musculoesqueléticos, enfermedades cardiovasculares, insomnio, ansiedad, estados
depresivos, etc.
FACTORES DE RIESGO DERIVADOS DE LA CARGA DE TRABAJO:

El trabajo conlleva siempre exigencias físicas y mentales, pero a nivel teórico, para favorecer el
análisis, diferenciamos trabajo físico de trabajo mental según el tipo de actividad que predomine.
Si el trabajo es predominantemente muscular se habla de "carga física", si, por el contrario, implica
un mayor esfuerzo intelectual hablaremos de "carga mental".
El desarrollo tecnológico conlleva, al mismo tiempo que una reducción paulatina de la actividad
física en muchos puestos de trabajo, la creación de nuevos puestos en los que predomina la
actividad mental (control de procesos automáticos, informatización...). La disminución del esfuerzo
muscular va asociada en muchos casos a un aumento de la información que se maneja.

Carga de trabajo física:

- Esfuerzo físico.
- Posturas de trabajo inadecuadas o incómodas.
- Postura sedentaria; postura de trabajo de pie o sentado mantenida durante un
período prolongado de tiempo.
- Manipulación y transporte de cargas.

EJEMPLO 7 Trabajador de una empresa de alimentación Su tarea consiste en la carga y descarga de


mercancías cuando llegan los camiones.
Encontramos la carga física como riesgo, no solo por el esfuerzo físico que implica la tarea, sino
también por la manipulación manual de cargas, que deberá hacerse de forma adecuada para evitar
lesiones musculoesqueléticas.

Posibles daños derivados de este tipo de factores de riesgo:


Dolores musculares, lesiones musculoesqueléticas, transtornos vasculares...

Carga de trabajo mental:


La carga de trabajo mental es un concepto que se utiliza para referirse al conjunto de tensiones
inducidas en una persona por la exigencias del trabajo mental que realiza; procesamiento de
información del entorno a partir de conocimientos previos, actividad de rememoración, de
razonamiento y búsqueda de soluciones, etc

La carga de trabajo mental se puede dar en tareas que implican una actividad cognitiva, sobre todo
aquellas tareas que requieren cierta intensidad y duración del esfuerzo mental de la persona en
términos de concentración, atención, memoria, coordinación de ideas y toma de decisiones.

Posibles daños derivados de este tipo de factores de riesgo: El daño derivado de estos factores de
riesgo es la fatiga mental cuyos síntomas son dolor de cabeza, irritabilidad, insomnio, ansiedad,
depresión...

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