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República Bolivariana De Venezuela

Universidad “Fermín Toro”


Vicerrectorado Académico
Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas
Escuela de Derecho

Alumna: María T. Gómez T.

C.I. Nº 11.081.259

Asignatura: Oratoria Jurídica -


2017/B

Tutor: Abg. Alirio Meléndez

Marzo del 2018


ENSAYO SOBRE EL PROCESO DE COMUNICACIÓN DEL ORADOR

Existe una frase que se hizo muy célebre del pensador ateniense
Pericles que dice "El que sabe pensar pero no sabe expresar lo que piensa,
está en el mismo nivel del que no sabe pensar". Son escasas las personas que
tienen la habilidad de hablar con efectividad y firmeza, a fin de transmitir sus
pensamientos e impresiones sin que el miedo les paralice el cuerpo, cuando
están frente a un público numeroso y variado. Es importante recordar que el
hombre es el único ser viviente que habla y que la palabra es uno de los dones
más extraordinarios que posee, éste le permite manifestar la prodigiosa riqueza
de su alma y establecer relación con sus semejantes. Vale decir, que hablar en
público no es algo imposible o inalcanzable, la facultad elocutiva requiere como
cualquier otra facultad del hombre, cultivo y educación; para así dominar el arte
de la elocuencia y sobresalir y triunfar en todas las esferas de su vida.
El arte de la palabra oral se ha constituido paulatinamente y a través de
los siglos en un patrimonio cultural sin dueños ni fórmulas mágicas, de tal
forma que ha sido conceptualizada acertadamente como "el arte de hablar en
público" toda vez que el orador es un artista que combina armoniosamente;
ademanes, gestos, expresión verbal y corporal, encausando todo ello a cumplir
cabalmente los fines que ella conlleva, es decir; persuadir, educar, conmover y
agradar.
Existen distintos aspectos importantes en el proceso de comunicación
del Orador. Un conjunto de principios y técnicas que le permiten expresarse
con claridad, desenvoltura y sin desconfianza ante un público. Asimismo, el
orador debe poseer cualidades físicas como el aseo personal, el vestido, la
actitud mental positiva, gozar de buena salud física y gozar de buena salud
psíquica, también cualidades intelectuales como: la memoria, imaginación,
sensibilidad e iniciativa, así como cualidades morales como: honradez,
puntualidad, sinceridad, congruencia y lealtad.
En este sentido, el Orador debe crear un buen ambiente, que sea
cómodo tanto para los espectadores como para él, adecuándose al público al
que se va a dirigir, conociéndolo con anterioridad al discurso, saber sus
costumbres, su historia, dialecto. Esto es muy utilizado sobre todo en el medio
artístico para ganarse al público.
Ahora bien, existe un espacio virtual que rodea a las personas,
denominado “espacio personal". Este espacio permite interactuar con las
demás personas de manera cómoda y adecuada en función de las
circunstancias. Se debe destacar que dicha distancia varía en función de cada
persona, la cultura y la sociedad del individuo. Es por este motivo que el Orador
se puede encontrar con circunstancias que no dependen de él, como por
ejemplo el grado de instrucción de las personas que integran el auditorio, o la
edad de estos; pues debe ser bien difícil mantener la atención de un grupo de
adolescentes al hablarles de economía.
El conocimiento de las características del público al que se dirige es
esencial. No obstante cada técnica se puede ajustar a las circunstancias o
condiciones según el momento al hablar en público. De cada quien dependerá
el correcto uso de las diferentes técnicas de oratoria que existen.
Igualmente, el “interpretar” el papel de orador con credibilidad es una
forma convincente de que el mensaje sea recibido, en este caso, ¿Cómo
hacerlo llegar? es la interrogante que debe plantearse a la hora de captar y
mantener la atención de una audiencia. Una idea la cual este carente de
pensamiento no germinará en la mente de las personas. Un orador puede ser
juzgado no sólo por lo que dice sino también por la forma como lo dice, por ello,
sea cual sea la técnica favorita la cual se emplee para hablar en público,
resulta importante nunca olvidar que hablar correctamente requiere de una
planificación previa; en otras palabras: tener establecido con anterioridad el
objetivo del discurso a presentar, de esta manera se conseguirá una mayor
compresión al público.
Una vez que se tiene claro todo lo anterior, es de importancia destacar
que parte del éxito ante un público oyente, radica en practicar y practicar lo que
se va a decir. En todo ello debe tenerse en cuenta otro elemento importante: la
voz. Se debe cuidar la entonación, modular y dirigir bien la voz. Debe tener un
tono de voz claro y relajado, con un volumen adecuado el cual no sea bajo pero
que a su vez no se grite, de ser así podría atemorizar al público.
Así mismo, el ritmo en la velocidad del discurso es de cuidado ya que
este no debe ser pausado ni muy rápido, por ello el orador deberá practicar
constantemente a fin de lograr el equilibrio adecuado; por último entre más
correctamente se pronuncien las palabras, estas serán mejor entendidas por la
audiencia, para esto es de vital importancia cuidar la entonación y la correcta
modulación de las mismas, evitando también siempre las pausas prolongadas
(no deseadas), tartamudeos, vacilaciones y alargamiento de las palabras.
Para hablar en público se requiere en primer lugar definir los objetivos a
alcanzar y tratar de ser, en la medida de lo posible, consecuente con ello.
Además de esto, se requiere ser claro, conciso, organizado y entender al
público que se desea convencer o conmover.
Además, el Orador debe poseer una serie de cualidades. Las cualidades
físicas se refieren al cumplimiento de una serie de pautas sencillas que le
permitan resaltar su personalidad, de tal forma que constituya un conjunto
armonioso y estético ante los ojos de los demás. Aquí se incluye el aseo
personal, que es la limpieza, cuidado, compostura y buena disposición de
nuestro cuerpo; así como el vestido, el cual debe ser elegante, limpio y una
correcta combinación de prendas y/o colores, para así resaltar nuestra
personalidad, formalidad y pulcritud. Igualmente, se debe tener una actitud
mental positiva, gozar de buena salud física y gozar de buena salud psíquica.
En lo que respecta a las cualidades intelectuales, están relacionadas con
la facultad para conocer, comprender y razonar; implican un conjunto de
características inherentes que todo orador debe desarrollar y utilizar con
eficacia. Entre ellas se encuentra la Memoria que permite recordar nombres,
rostros, situaciones y la ubicación exacta de documentos o cosas, constituye
un requisito indispensable en la labor del orador, ello le permite evocar con
facilidad, información que se necesita en lo inmediato. Por ejemplo llamar a las
personas por su nombre es muy utilizado para lograr una conexión positiva con
las personas. Pero también se encuentran la Imaginación, la Sensibilidad y la
Iniciativa.
En cuanto a las cualidades morales, la cual está relacionada a las
costumbres y a las normas de conducta de una determinada sociedad. El
Orador debe cumplir con un conjunto de normas de comportamiento para que
exista congruencia entre lo que predica y hace, en el ejercicio de su labor
profesional. Debe tratarse de una persona de conocida Honradez; Puntual,
pues es de muy mal gusto hacer esperar a la gente y para el profesional del
derecho es intolerable ya que muchos actos están fijados a una hora
determinada. Está también la Sinceridad, la Congruencia y la Lealtad.
BIBLIOGRAFÍA

https://www.slideshare.net/HenryUpla/oratoria-56593397

http://www.monografias.com/trabajos100/oratoria-y-cualidades-orador/oratoria-
y-cualidades-orador.shtml

Material suministrado en el aula virtual SAIA-UFT.

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