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 Antología oficial del curso

XE0156 - Introducción a la Economía (para no economistas)


Primer Semestre 2018
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Por último, recordarles que el único fin de esta antología es su uso educativo por parte de
profesores y estudiantes en el curso Introducción a la Economía para no economistas tanto en la
co

sede Rodrigo Facio como en las demás sedes de la Universidad de Costa Rica.
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antología de textos

Tema 1

La sociedad económica y la eficiencia del


mercado: El papel de los precios
3

CAPÍTULO

EL PROBLEMA
ECONÓMICO

os
iv
at
Ahora que decidimos cuál será nuestro curso de estudio, sería conveniente poder empezar de
inmediato a analizar nuestro pasado económico; pero no todavía. Antes de recordar la historia

uc
económica, necesitamos saber qué es historia económica; y esto, a su vez, requiere de que nos
detengamos a aclarar lo que queremos decir con economía y con el problema económico mi·smo.
ed
La respuesta no es complicada. En su sentido más amplio, economía es el estudio de un
proceso que encontramos en todas las sociedades humanas: el proceso para lograr el bienestar
material de la sociedad. En sus términos más sencillos, la economía es el estudio de la forma en
que los seres humanos se ganan el sustento de todos los días.
es
Ésta no parece ser una materia emocionante para realizar un escrutinio histórico. De hecho,
al regresar a los inicios de ese espectáculo maravilloso que llamamos "historia", el humilde tema
del sustento pasa casi inadvertido. El poder y la gloria, la fe y el fanatismo, las ideas e ideologías
fin

son los aspectos de la crónica de la humanidad que llenan las páginas de los libros sobre historia.
Si la simple búsqueda del sustento es una fuerza motriz en el destino de la humanidad, el hecho se
encuentra oculto detrás de lo que un filósofo llamó "ese relato de crímenes internacionales y
n

asesinatos masivos que se anuncia como la historia de la humanidad". 1 ·


Si bien es cierto que no sólo de pan vive el hombre, resulta obvio que tampoco pue~e viyir
co

sin éste. Al igual que cualquier ser viviente, el hombre debe alimentarse: la primera regla
imperativa para la continuación de la existencia. Este pdmer requisito no tiene tan poca impor:..
tancia como parece a simple vista, pues el organismo humano no es un mecanismo muy efi-
so

ciente de supervivencia. De cada lOO calorías de alimento que consume, produce sólo alre9edor
de 20 calorías de energía mecánica. Siguiendo una dieta decente, los seres humanos producen
tan sólo un caballo de fuerza por hora de trabajo todos los días, y después de esto, su cuerpo
U

exhausto se tiene que recuperar. Con lo que les queda, son libres de crear una civilización.
· Como resultado de ello, en muchos países, es muy difícil asegurar la continuidad de la exis-
tencia humana. En los vastos continentes de Asia y África, en el Cercano Oriente, incluso en
algunos países de América del Sur, la supervi vencía bruta es el problema que enfrenta la humani-
dad. Millones de seres humanos mueren de inanición o desnutrición en esta época, y cientos de
millones han muerto en el pasado. Naciones enteras están conscientes de lo que significa enfr~n­
tar el hambre como una condición de la vida diaria; se dice, por ejemplo, que un campes~no

1Karl Popper, The Open Society and Its Enemies, 3" edición. (Londres, Routledge, 1957), II, 270. ·
-1-
1
4
2 CAPÍTULO 1 El problema económico

de Bangladesh, desde el día de su nacimiento hasta que muere, no sabe lo que es tener el
estómago lleno. En muchos de los países en vías de desarrollo, el tiempo de vida de una perso-
na promedio es de menos de la mitad que en Estados Unidos. No hace muchos años, un
demógrafo hindú hizo el estremecedor cálculo de que, de un grupo de 100 niños· asiáticos y 100
niños estadounidenses, ¡más estadounidenses habrían llegado a la edad de sesenta y cinco años
que asiáticos a los cinco años! Las esta,dí~ticas, no de vida sino de muerte prematura en la
mayor parte del mundo, son sobrecogedoras y sorprendentes.

EL INDMDUO Y LA SOCIEDAD

os
De esta manera, podemos ver que la historia económica debe enfocarse en el problema central de
la supervivencia y en la forma en que la humanidad lo resuelve. Para la mayoría de los estadouni-

iv
denses, esto hará que la economía parezca muy remota. Pocos de nosotros estamos conscientes de

at
lo que es una lucha de vida o muerte por la existencia. La posibilidad de experimentar una nece-
sidad severa, de que nuestro cuerpo sufra los tormentos del hambre que experimenta un aldeano
de la India o un peón boliviano, es una idea que no podríamos considerar en forma seria. 2

uc
A menos de que se presentara una guerra catastrófica, es muy poco probable que la mayoría
de nosotros conozcamos el verdadero significado de la lucha por la existencia. No obstante,
ed
incluso en nuestra sociedad próspera y segura, está presente, aunque pasa desapercibido, un
aspecto de la incertidumbre de la vida, un recordatorio del problema subyacente de la supervi-
vencia. Es nuestro desamparo como individuos económicos.
Resulta curioso el hecho de que, a medida que nos ~lejamos de los pueblos más primitivos
es
del mundo, nos damos cuenta de que la inseguridad económica del individuo se multiplica varias
veces. El solitario esquimal, el bosquimano, el campesino indonesio o nigeriano, abandonados a
su propia suerte, sobreviven un tiempo considerable. Por vivir cerca de la tierra o de sus presas de
fin

caza, un individuo así puede mantenerse vivo, al menos por un tiempo, sin ninguna ayuda. Las
comunidades de unos cuantos cientos de individuos pueden subsistir por tiempo indefinido. De
hecho, en la actualidad, un porcentaje considerable de seres humanos vive de esta manera: ~n pe-
n

queñas comunidades campesinas aisladas que sobreviven virtualmente por sí mismas y tienen un ·
contacto mínimo con el mundo exterior. Este alto porcentaje de seres humanos sufre una. gran
co

pobreza, pero también conoce cierta independencia económica. De lo contrario, habría desapare-'.
cido hace siglos. 3
Por otra parte, al observar a un neoyorquino o a un habitante de Chicago, nos sorprende
so

encontrar la condición opuesta, en la que prevalece una vida material cómoda aunada a una
dependencia extrema de los demás. Ya no podemos imaginar al individuo solitario o a la pequeña
comunidad que sobrevive sin ayuda en las grandes áreas metropolitanas en las que vive la mayo-
U

ría de los estadounidenses; a menos que asalten los almacenes o tiendas de alimentos y hurten
artículos de primera nece:sidad. La gran mayoría de los estadounidenses nunca han cultivado
alimentos, cazado animales, criado ganado, molido granos para obtener harina, ni siquiera han
amasado la harina para preparar pan. Si enfrentaran el desafío de hacer su ropa o construir su

2Aunque la imagen de personas sin hogar que duermen en las banquetas de nuestras principales ciudades nos indica q4e

·incluso en los países ricos existe la pobreza. '·


3Las investigaciones antropológicas demuestran que las sociedades prirnitivas.tarnbién gozaban de cierta afluencia, en

el aspecto de que pasaban muchas horas descansando, en lugar de cazar o recolectar. Véase Marshall Sahlins, Stone Age .
Economics (Nueva York, Aldine, 1972).
-2-
5
CAPÍTULO 1 El problema económico 3
casa, se darían cuenta de que no tienen la capacidad ni la preparación necesarias para llevarlas
a cabo. Incluso para hacer reparaciones menores a las máquinas que les rodean, tienen que recu-
rrir a otros miembros de la comunidad que se dedican a arreglar automóviles o reparar tuberías,
por ejemplo. Quizá de manera paradójica, cuanto más rico sea un país, mayor será la incapacidad
de los habitantes promedio para sobrevivir solos y sin ayuda.

División del trabajo


Desde luego, existe una respuesta a esta paradoja. Sobrevivimos en los países ricos porque las
tareas que no somos capaces de realizar nosotros, las llevan a cabo otras personas a las que

os
pedimos ayuda. Si no podemos cultivar los alimentos, podemos comprarlos; si no podemos cu-
brir nuestras necesidades solos, popemos contratar los servicios de alguien que sí pueda. Esta
gran división del trabajo aumenta ·nuestro potencial en gran medida, puesto que nos permite

iv
beneficiamos de las habilidades de otras personas, así como de las nuestras. En el capítulo si-
guiente, esta división desempeña un papel central.

at
Sin embargo, junto con este beneficio invaluable., surge cierto riesgo. Por ejemplo, no es muy
tranquilizador pensar que dependemos de los servicios de apenas unas 200 000 personas, de

uc
una fuerza laboral nacional de 130 millones, para contar con un producto básico como el car-
bón. Una cantidad mucho menor (alrededor de 60 000) constituye el total de pilotos de líneas
aéreas. Y una cantidad aun menor de trabajadores son responsables del manejo de las locomoto~
ed
ras que transportan la carga de toda la nación. Si uno de estos grupos no llevara a cabo sus
funciones, nos afectaría a todos. Como sabemos, cuando nos enfrentamos a una huelga prolon-
gada, es probable que toda la economía se vea afectada debido a que unos cuantos elementos
estratégicos (incluso los recolectores de basura) dejan de realizar sus tareas acostumbradas.
es

De esta manera, junto con la abundancia material como la conocemos, viene una vulnerabi-
lidad oculta: nuestra abundancia estará segura sólo en el caso de contar con la cooperación orga-
fin

nizada de enormes ejércitos de personas. De hecho, nuestra existencia continua como un país rico
se basa en la condición tácita de que el mecanismo de la organización social continúe funcionan.,.
do de manera efectiva. Somos ricos, no como individuos, sino como miembros de una sociedad
rica; y nuestro sencillo supuesto de un abastecimiento material suficiente, en realidad es sólo tan
n

confiable como los lazos que nos unen en un todo social.


co

Economía y escasez
Así, por muy extraño que parezca, encontramos que la humanidad, y no la naturaleza, es la fuent~.
so

de la mayor parte de nuestros problemas económicos, al menos aquellos que se encuentrao. por
encima del nivel de la subsistencia. Sin duda, el problema económico en sí (es decir, la necesidad·
de luchar por la existencia) se deriva en última instancia de la naturaleza. Si los bienes fueran
U

libres como el aire, la economía, al menos en uno de los sentidos de la palabra, dejaría de existir
, como preocupación social.
· Sin embargo, aunque el rigor de la naturaleza prepara el escenario para el problema econó-
mico, no impone las únicas limitaciones en contra de las que debe luchar la gente, puesto que la
escasez, como condición vigente, no es sólo culpa de la naturaleza. Por ejemplo, si los estado- \
unidenses se conformaran con vivir en el nivel de los campesinos mexicanos, todos nuestrps
deseos materiales se podrían satisfacer con sólo una o dos horas de trabajo diario. Experimen~a­
ríamos poca o ninguna escasez, y nuestros problemas económicos desaparecerían casi por com-
pleto. En vez de ello, encontramos que en Estados Unidos, como en casi todas las soéiedades
industriales, a medida que se incrementa el potencial para aumentar la producción natural, lo
-3-
6
4 CAPÍTULO 1 El problema económico

mismo ocurre con los deseos del ser humano. De hecho, en sociedades como la nuestra, en las
que la posición social relativa se relaciona de manera importante con la posesión de bienes mate-
riales, a menudo encontramos que la "escasez" como experiencia psicológica se vuelve más
pronunciada conforme adquirimos mayor riqueza: nuestro deseo de poseer los frutos de la natu-
.raleza aumentan con mayor rapidez que nuestra capacidad para producir bienes.
··· ·· ····· De esta manera, los "deseos y necesidades" 'queJa naturaleza debe satisfacer no son
fijos. Adicionalmente, la producción de la naturaleza no es constante. Varía en gran medida,
dependiendo de la aplicación social de la energía y de las habilidades del ser humano. Por
tanto, la escasez no se debe atribuir sólo a la naturaleza, sino también a la "naturaleza huma-
na"; y la economía en última instancia, se ocupa no sólo de la insuficiencia del ambiente físico,

os
sino del apetito de los seres humanos.y de la capacidad productiva de la comunidad.

Las tareas de la sociedad económica

iv
Por tanto, debemos iniciar un análisis sistemático de la economía señalando las funciones que la

at
organización social debe llevar a cabo a fin de incluir la naturaleza humana en el contexto social. Y al
centrar nuestra atención en este problema f.mdamental, nos damos cuenta con rapidez de que com-

uc
prende la solución de dos tareas elementales relacionadas, pero independientes. Una sociedad debe:
l. organizar un sistema para asegurar la producción de bienes y servicios suficientes para su
supervivencia, y
ed
2. organizar la distribución de los frutos de su producción de modo que tenga lugar más pro-
ducción.

Estas dos tareas para la continuidad económica son, a primera vista, muy sencillas. Pero se
es

trata de una sencillez engañosa. Gran parte de la historia ec~nómica se ocupa de la forma en que
las distintas sociedades enfrentan estos problemas elementales; y lo que nos sorprende al estudiar
estos intentos es que la mayor parte de ellos fuerort fracasos parciales. (No podrían hab~r sido
fin

fracasos totales, pues la sociedad no habría sobrevivido.) De modo que será mejor observar con
mayor detenimiento las dos tareas económicas más importantes para conocer las dificultad~s que
tal vez oculten. \
n
co

, ,
PRODUCCION Y DISTRIBUCION
so

Esfuerzos de movilización
¿Qué obstáculos enfrenta una sociedad al organizar un sistema que produzca los bienes y servi-
U

cios que necesita?


Puesto que la naturaleza casi siempre es limitante, parece que el problema de producción es,
en esencia, la aplicación de las habilidades técnicas o de ingeniería a los recursos que están
disponibles, evitar el desperdicio y utilizar el esfuerzo social en la forma más eficaz posible..
De hecho, ésta es una tar:ea importante para cualquier sociedad, y gran parte del pensamiento
económico formal, como lo sugiere el término mismo, está dedicado a economizar. Sin embargo,
éste no es el centro del problema de la producció~. Mucho antes de que una sociedad se preocupe
por emplear sus energías "de manera ecomSmica", debe utilizarlas para llevar a cabo el proceso
productivo mismo. Es decir, el problema básico de la producción es la creación de instituciones
sociales que movilicen la energía del ser humano para propósitos productivos . .
-4-
7
CAPÍTULO 1 El problema económico 5
Este requisito básico no siempre se logra con facilidad. Por ejemplo, en Estados Unidos
en 1933, las energías de casi una cuarta parte de la fuerza laboral, por alguna razón no pudie-
ron integrarse al proceso de producción. Aunque millones de mujeres y hombres desempleados
estaban ansiosos por trabajar, aunque estaban disponibles fábricas con capacidad ociosa para
que trabajaran en ellas y a pesar de la existencia de necesidades imperiosas, un terrible y
desconcertante colapso interrumpió el proceso de producción, dando como resultado la desapa- .
rición de una tercera parte de lo que había sido la producción anual previa de bienes y
servicios.
Estados Unidos no es, de ninguna manera, el único país que no ha podido dar empleo a un
gran número de personas dispuestas a trabajar. En las naciones más pobres, en las cuales la

os
producción se necesita con mayor urgencia, a menudo encontramos que el desempleo masivo
es una condición crónica. Las cal:les de muchas ciudades asiáticas están llenas de gente que
no encuentra trabajo. Pero ésta tampoco es una condición impuesta por la escasez de la naturaleza.

iv
Después de todo, existe una cantidad infinita de tareas que se deben hacer, aun cuando sea
limpiar las calles o reparar las casas de la gente pobre, construir caminos o cavar zanjas. Lo que

at
hace falta es un mecanismo social que movilice la ~hergía humana para propósitos de produc-
ción. Éste es el caso,1o mismo cuando los desempleados representan un pequeño porcentaje de

uc
la fuerza laboral que cuando constituyen un verdadero ejército.
Estos ejemplos nos indiCan que el problema de1a producción no es sólo una lucha física
y técnica con la naturaleza. De estos aspectos del problema dependerán la facilidad con que
ed
un país pueda salir adelante y el nivel de bienestar que alcance con un esfuerzo determinado.
Pero la movilización original del esfuerzo productivo es un desafío para la organización.
social, y del éxito o fracaso de ésta dependerá el volumen de esfuerzo humano que se dirija
es
a la naturaleza.
fin

Esfuerzo de distribución
Pero dar empleo a hombres y mujeres es sólo el primer paso en la solución del problema de la
producción. No sólo deben ponerse ·a trabajar, sino que deben trabajar en el lugar adecuado
n

para producidos bienes y servicios que la sociedad necesita. De modo que, además de, asegu-
co

rar una gran cantidad de esfuerzo social, las instituciones económicas de la sociedad iamb(én
deben asegurar una asignación viable de ese esfuerzo social.
En un país como la India o Bolivia, donde la gran m~yoría de la población nace en aldeas de
campesinos y, al crecer, se convierten en agricultores, ia solución a este problema no ofrece
so

muchas dificultades. Las necesidades básicas de la sociedad (alimentos y telas) son los biene.s
que esta población campesina produce "en forma natural". Pero en una sociedad industrial, la
asignación apropiada del esfuerzo se convierte en una tarea muy complicada. La gente en Esta-
U

dos Unidos exige mucho más que alimentos y telas de algodón. Necesitan bienes como los auto-
m~viles; sin embargo, nadie produce un automóvil "en forma natural''. Por el contrario, a fin de
producir uno, es necesario llevar a cabo una extraordinaria variedad de tareas especiales. Algunas
personas deben producir acero; otras deben producir caucho. Otras más deben coordinar el pro~
ceso de ensamblaje. Y éste es sólo un pequeño ejemplo de las tareas poco "naturales" que depen
realizarse para fabricar un automóvil. . :,
Al igual que en el caso de la movilización 'del esfuerzo de producción total, la sociedad no
siempre tiene éxito en la asignación adecuada de su esfuerzo. Por ejemplo, es probable que·se
produzcan demasiados automóviles, o bien muy pocos. Un hecho aún más importante es que
quizá destine la energía a la producción de artículos de lujo, mientras que muchas personas mue-
-5-
8
6 CAPÍTULO 1 El problema económico
ren de hambre. Tal vez enfrente el desastre por la incapacidad de canalizar su esfuerzo productivo
hacia áreas de importancia crucial.
Estas fallas en la asignación pueden afectar el problema de la producción tanto como una falla
para movilizar una cantidad de esfuerzo adecuada, puesto que una sociedad viable debe producir no
sólo bienes, sino los bienes correctos, y la cuestión de la asignación nos pone en alerta sobre una
conclusión aún más amplia; Nos demuestra que el acto de la producción por sí mismo no cubre
por completo los requisitos para sobrevivir. Despué~ de producir suficientes bienes correctos, la socie-
dad debe distribuir esos bienes de modo que el proceso de la producción continúe.

Distribución de la producción

os
Una vez más, en el caso de la familia ~e campesinos que se alimenta con su propia cosecha, este
requisito de una distribución adecuada puede parecer muy sencillo. Pero cuando vamos más allá

iv
de la sociedad más primitiva, el problema no siempre se resuelve con facilidad. En muchos de los
países más pobres de Oriente y del hemisferio sur, a menudo los trabajadores urbanos no pueden

at
aportar su caballo de fuerza por hora de trabajo diario porque no reciben la producción suficiente
de la sociedad para alimentarse y trabajar a toda su capacidad. Peor aún, con frecuencia languide-

uc
cen en su empleo mientras los graneros están llenos de cereales y los ricos se quejan de la
inextirpable holgazanería de las masas. En la otra cara de la moneda, es probable que el mecanis-
mo de distribución fracase debido a que los incentivos que ofrece no convencen a las personas
ed
para realizar sus tareas. Poco después de la Revolución Rusa en 1917, algunas fábricas se organi-
zaron en comunas, en las que desde los administradores hasta el personal de limpieza unían sus
salarios y todos obtenían partes iguales. El resultado fue un alto índice de ausentismo entre los
es
trabajadores que antes recibían mejor salario y una reducción amenazante en la producción in-
dustrial. No fue sino hasta que se instituyeron los antiguos salarios desiguales que la producción
volvió a tomar el curso anterior. .
fin

Al igual que en el caso de los fracasos en el proceso de producción, las fallas en la distribu-
ción no implican un colapso económico total. Las sociedades pueden existir, y de hecho la mayo-
ría de ellas existe, con esfuerzos de producción y distribución terriblemente distorsionados, Sólo
en contadas ocasiones, como en el ejemplo que mencionamos antes, la distribución inadecuada:
n

interfiere con la capacidad real de una sociedad para establecer las bases de su producción:. Con
co

mayor frecuencia, una solución inadecuada al problema de la distribución se revela en ei des~


acuerdo social y político o incluso en una revolución. · ·
No obstante, éste también es un aspecto del problema económico total. Puesto que si una'
sociedad desea asegurar la renovación constante de materiales, debe repartir su producción de
so

manera que mantenga no sólo la capacidad sino también la disposición de seguir trabajando. Y .
una vez más, encontramos .que el enfoque de las investigaciones económicas se dirige al estudio
U

de las institucion~s humanas, puesto que, como vemos ahora, una sociedad económica viable no
,sólo debe superar las limitaciones de la naturaleza, sino contener y controlar la intransigencia de
·la naturaleza humana.

,
TRES SOLUCIONES AL PROBLEMA ECONOMICO

Por tanto, para el economista, la rociedad se presenta en un aspecto que, para el resto de noso-
tros, es poco común. Más allá de los problemas de la pobreza, la contaminación o la inflación,
el economista ve un proceso que es preciso entender antes de centrar la atención en los proble-
-6-
9
CAPÍTULO 1 El problema económico 1
mas del día, sin importar cuán apremiantes sean. Ese proceso es el mecanismo básico de la
sociedad para realizar las complicadas tareas de la producción y distribución necesarias para su
propia continuidad.
Pero el economista ve todavía algo más, algo que a primera vista parece sorprendente.
Observando la diversidad de las sociedades contemporáneas y revisando el curso de la historia,
se dácuenta de que la humanidad ha tenido éxito en la solución de los problemas de producción
y distribución siguiendo tres caminos. Es decir, dentro de la gran diversidad de las instituciones
sociales que guían y dan forma al proceso económico, el economista detecta tres tipos de siste-
mas que, separados o combinados, penniten a la humanidad resolver su desafío económico. Estos
tres importantes tipos sistémicos pueden identificarse como economías dirigidas por la tradición,

os
la autoridad y el mercado. A continuación, conoceremos en forma breve lo que caracteriza a cada
uno de ellos.

iv
Tradición

at
Quizá la más antigua, y hasta hace pocos años la inás común, forma de solucionar el problema
económico haya sido la tradición. Ésta constituye mi modo de organización social en el que tanto

uc
la producción como la distribución se basan en procedimientos que se crearon en el pasado dis-
tante, se ratificaron por un largo proceso de ensayos históricos y se mantuvieron gracias a las
poderosas fuerzas de la costumbre y las creencias.
ed
Las sociedades que se basan en la tradición resuelven los problemas económicos en forma.
muy pragmática. Primero, se enfrentan al problema de la producción (asegurarse de que se lleven
a cabo las tareas necesarias) asignando las tareas de los padres a sus hijos. De esta manera, una
cadena hereditaria asegura que las habilidades y los empleos se transmitan de generación en
es

generación. Adam Smith, el primer gran economista, escribió que en el antiguo Egipto "cada
hombre estaba obligado, por un principio religioso, a seguir la ocupación de su padre y cometía el
fin

sacrilegio más terrible si cambiaba de actividad" .4 Y no sólo en la antigüedad la tradición conser-


vó un orden productivo dentro de la sociedad. En nuestra cultura occidental, hasta los siglos xv o
XVI, la distribución hereditaria de las ocupaciones era la principal fuerza estabilizad9ra en la
sociedad. Aunque existían algunos cambios del campo a la ciudad y de una ocupación 'a otra, el
n

papel que una persona tendría en la vida casi siempre quedaba determinado desde el nacimiento.
co

Algunos nacían para trabajar la tierra o para el comercio; y en la tierra o en el comercio; seguJan
los pasos de la familia. .
De esta manera, la tradición ha sido la fuerza estabilizadora e impulsora que se encuentra
detrás de un gran ciclo repetitivo de la sociedad, asegurando que las tareas de ésta se realicen
so

cada día en forma muy similar a como se llevaban a cabo en el pasado. Incluso en la actualidad,
en los países menos industrializados del mundo, la tradición sigue teniendo un papel muy
U

importante de organización. En la India, por ejemplo, hasta hace muy poco tiempo, cada perso-
na nacía dentro de una casta que tenía una ocupación propia. "Es mejor realizar el trabajo
propio, aunque te equivoques", decía el Bhagavad-Gita, el gran poema moral de la India, "que
realizar el trabajo de otros, aunque sea en forma excelente."
La tradición no sólo ofrece una solución al problema de la producción en la sociedad;, sino
que regula de igual manera el problema de: la distribución. Tomemos como ejemplo ~ los
bosquimanos del.desierto del Kalahari en Áfriqa del Sur, cuya subsistencia depende de su li~bili­
dad para cazar. Elizabeth Marshall Thomas, una observadora sensible de estos pueblos, relata la

4La riqueza de las naciones (Nueva York, Modern Library, 1937), p. 62.
-7-
10
8 CAPÍTULO 1 El problema económico

forma en que la tradición resuelve el problema de distribuir el producto de la cacería, aplicando


las "reglas" del parentesco:

El antílope desapareció ... Gai se quedó con dos patas traseras y una delantera. Tsetchwe se quedó con
la carne del lomo, Ukwane se quedó con la otra pata delantera, su esposa con uno de los pies y el
··estómago, los pequeños recibieron partes del intestino. Twikwerecibió la cabeza y Dasina la ubre.
La forma en que los bosquimanos dividen la presa parece poco equitativa, sin embargo es su sistema y,
al final, nadie come más que otro. Ese día, Ukwane dio a Gai otra pieza porque era su amigo, Gai le dio
carne a Dasina porque era la madre de su esposa... Desde luego, nadie se quejó por el hecho de que Gai
recibiera la mayor parte, debido a que él había sido el cazador y, por ley, esa parte le pertenecía. Nadie

os
dudó en que compartiría su porción con los demás, y no se equivocaron: así lo hizo. 5

iv
La forma en que la tradición divide un producto social puede ser, como muestra el ejemplo,
muy sutil e ingeniosa. También puede ser muy cruda y, de acuerdo con nuestras normas, muy

at
severa. Por lo regular, la tradición en las sociedades no industriales distribuye a las mujeres la
porción más pequeña del producto social. Pero sin importar si el producto final de la tradición va
de acuerdo o no con nuestra perspectiva moral, debemos entender que es un método práctico de

uc
dividir la producción de la sociedad.

El costo de la tradición
ed
Las soluciones tradicionales a los problemas económicos de la producción y la distribución se
encuentran con mayor frecuencia en las sociedades agrarias primitivas o no industriales en las
es

que, además de tener una función económica, la aceptación incuestionable del pasado ofrece la
perseverancia y resistencia necesarias para hacer frente a los destinos difíciles. Sin embargo,
fin

incluso en nuestra sociedad, la tradición sigue desempeñando un papel importante en la solúción


del problema económico. Lleva a cabo su rol menos importante al determinar la distribución de
nuestra· producción social, aunque la persistencia de pagos tradicionales como las propinas a los
meseros, las mesadas a los niños o los bonos por antigüedad son vestigios de formas más antiguas
n

de distribuir los bienes, como lo son las diferencias entre los salarios de hombres y mujeres por ·
co

un trabajo lgua].. l
Más importante aún es la continuada confianza en la tradición, incluso en Estados Unidos,·
como un medio para solucionar el problema de la producción; es decir, para asignar el desempe- '· ·
ño de las tareas. Gran parte del proceso real de selección de empleos en nuestra sociedad recibe
so

gran influencia de la tradición. Todos conocemos familias en las que los hijos siguen a su padre_en
una profesión o negocio. En una escala más amplia, la tradición también nos aleja de ciertos
empleos. Por ejemplo, los hijos de las familias estadounidenses de clase media por lo general no ·
U

buscan empleo en las fábricas, aunque quizá en este tipo de labores reciban un mejor salario que ·
en los empleos de oficina, porque el empleo como obreros no es una tradición en la clase media.
En otras palabras, aun en nuestra sociedad, que evidentemente no es "tradicional", la cos-
tumbre proporciona un mecanismo importante para solucionar el problema económico. Pero
ahora debemos hacer notar una consecuencia muy important~ del mecanismo de la tradició~.
Su solución a los problemas de la producción y (a distribución es estática. Una sociedad que

The Harmless People (Nueva York, Knopf, 1959), pp. 49-50.


5

-8-
11
CAPÍTULO 1 El problema económico 9
sigue el camino de la tradición en la regulación de los asuntos económicos lo hace a expensas
de un cambio social y económico rápido a gran escala.
De esta manera, en muchos aspectos, la economía de una tribu de beduinos o de una aldea
birmana permanece sin cambios en comparación con lo que era hace cien e incluso mil años. La
gran mayoría de los pueblos que viven en sociedades tradicionales repiten, en los patrones coti-
dianos de su vída económica, gran parte de la rutina que los caracterizaba en tih pasado distante.
Es probable que esas sociedades progresen y decaigan, aparezcan y desaparezcan, pero son even-
tos externos (guerras, clima, aventuras y desventuras políticas) los principales responsables de
,su destino cambiante. El cambio económico interno no es más que un factor en la historia de la
mayor parte de las naciones que se guían por la tradición. La tradición resuelve el problema

os
económico, pero lo hace a costa del progreso económico.

Mando centralizado

iv
Una segunda manera de resolver el problema de la continuidad económica tiene también un

at
linaje muy antiguo. S<? trata del método de la autoridadimpuesta, del mando centralizado económi-
co. Es una solución que se basa no tanto en perpetuar un sistema viable mediante la reproducción

uc
sin cambios de sus formas, sino en la organización de un sistema de acuerdo con las órdenes de
un comandante en jefe económico.
Con frecuencia, encontramos este método autoritario de control económico impuesto sobre
ed
la base de' una sociedad tradicional. De esta manera, los faraones de Egipto ejercían sus dictados
económicos con base en el ciclo sin tiempo de la práctica agrícola tradicional en la cual se basaba
la economía egipcia. Mediante sus órdenes, los gobernadores supremos de Egipto dieron lugar al
es
grandioso esfuerzo económico que construyó las pirámides, los templos y los caminos. Herodoto,
el historiador griego, nos relata la forma en que el faraón Keops organizó la tarea.

Ordenó que todos los egipcios trabajaran para él. En forma correspondiente, algunos fueron a~ignados
fin

para arrastrar piedras desde las canteras en las montañas arábigas hasta el Nilo, mientras que a otros el
faraón les ordenó que recibieran las piedras que eran transportadas en embarcaciones por el río ... Y
trabajaban hasta cien mil hombres al mismo tiempo, y cada tumo duraba tres meses. El periodo dUran-
n

te el que la gente estaba obligada a trabajar sin descanso era de 10 años en los caminos que construían,
co

a lo largo de los cuales arrastraban las piedras; Uli trabajo que, en mi opinión, no era mucho menos
fatigante que el de la Pirámide.6

El modo de la organización económica autoritaria de ninguna manera es exclusivo del anti-


so

guo Egipto. Lo encontramos en los despotismos de la China medieval y clásica que produjeron,.
entre otras cosas, la colosal Gran Muralla, o en el trabajo de los esclavos con el que se construye- ·
U

ron muchas de las grandes obras públicas de la Roma antigua, o bien .en cualquier economía
basada en la esclavitud, como la de Estados Unidos antes de la Guerra. Civil. Hace apenas unos
. cuantos años, lo hubiéramos encontrado en los mandatos de las autoridades económicas soviéti-
cas. En una forma menos drástica, lo encontramos en nuestra sociedad; por ejemplo, en forma
de impuestos (es decir, en la apropiación por parte de las autoridades de un porcentaje de nues~o
ingreso para propósitos públicos). i

, El mando centralizado económico, al igual que la tradición, ofrece soluciones a.los probk-
mas gemelos de la producción y la distribución. En épocas de crisis, como una guerra o hambruna,

6Histories, trad. de Cary (Londres, 1901), libro 11, p. 124.


-9-
12
1O CAPÍTULO 1 El problema económico

quizá sea la única forma en que una sociedad puede organizar su fuerza laboral o distribuir sus
bienes de manera efectiva. Incluso en Estados Unidos, por lo general se declara la ley marcial
cuando un área se encuentra devastada por un desastre natural. En esas ocasiones, se obliga a la
gente a prestar sus servicios, se requisan hogares, se imponen restricciones en el uso de la propie-
dad privada, como en el caso de los automóviles, e incluso se limita la cantidad de bienes que una
familia puede consumir. ·
Independientemente de su utilidad obvia en ,casos de emergencia, el mando centralizado
tiene una utilidad adicional en la solución del problema económico. A diferencia de la tradición,
el ejercicio del mando no tiene ningún efecto inherente que haga más lento el cambio económico.
De hecho, el ejercicio de la autoridad es el instrumento más poderoso que tiene la sociedad para

os
llevar a cabo el cambio económico. Por ejemplo, la autoridad en la China comunista o en Rusia
producía alteraciones radicales en sus s~stemas de producción y distribución. Una vez más, inclu-
so en nuestra sociedad, en ocasiones es necesario que la autoridad económica intervenga en el

iv
flujo normal de la vida económica para acelerar o provocar el cambio. Por ejemplo, es probable
que el gobierno utilice los impuestos para construir ur:ta red de carreteras que incorpore a una

at
comunidad lejana en el flujo de la vida económica activa. Quizá construya un sistema de riego
que cambie en forma dramática la vida económica de una vasta región. Tal vez altere, en forma

uc
intencional, la distribución del ingreso entre las clases sociales.

El impacto del mando centralizado ed


Sin duda, el mando económico que se ejerce dentro del marco de un proceso político democrático
es muy diferente al que se ejerce en una dictadura: existe una inmensa distancia social entre un
es
sistema fiscal controlado por un congreso y la expropiación directa o la requisición laboral por parte
de un dictador supremo y a quien nadie se atreve a desafiar. Sin embargo, aunque los medios son
mucho menos severos, el mecanismo es el mismo. En ambos casos, el mando centralizado dirige el
fin

esfuerzo económico hacia objetivos que elige una autoridad más alta. En ambos casos, intefflere
con el orden de producción y distribución existente para crear uno nuevo impuesto desde "arriba".
Esto por sí mismo no sirve para ensalzar ni para condenar el ejercicio del mando centralizado.
El nuevo orden que imponen las autoridades puede ofender o agradar a nuestro sentido de justicia .
n

social, al igual que puede mejorar o disminuir la eficiencia económica de la sociedad. Es evidente .
co

que el mando centralizado puede ser un instrumento democrático, así como una voluntad totalitaria. ;
No existe ningún juicio moral implícito en el segundo de los grandes mecanismos de control econó- ·
mico. En vez de ello, es importante hacer notar que ninguna sociedad, sobre todo ninguna sociedad
moderna, carece de elementos de mando, así como ninguna evita la influencia de la tradición. Si la
so

tradición es el gran freno para el cambio social y económico, el mando centralizado económico
puede ser el gran estímulo al cambio. Como mecanismos para asegurar la solución exitosa del
U

problema económiyo, ambos cumplen con sus propósitos, ambos tienen sus utilidades y desventa-
jas. Entre ellos, la tradición y el mando centralizado representan la mayor parte de los esfuerzos
económicos de la humanidad a través de la historia por enfrentarse a su entorno y a sí misma. El
hecho de que la sociedad humana haya sobrevivido es testimonio de su efectividad.
;

El mercado
¡
Pero existe una tercera solución al problema económico, una tercera forma de mantener patrones
de producción y distribución socialmente viables. Se trata de la organización de la sociedad a
través del mercado; una organización que, de manera sobresaliente, permite que ·la sóciedad
asegure el abastecimiento recurriendo en un grado mínimo a la tradición o el mando centralizado.
-10-
13
CAPÍTULO 1 El problema económico 11
Puesto que vivimos en una sociedad regulada por el mercado, damos por hecho la naturaleza
confusa, e incluso paradójica, de la solución del mercado al problema económico. Pero suponga-
mos por un momento que actuamos como asesores económicos para una sociedad que todavía no
decide su modo de organización económica. Supongamos, por ejemplo, que se nos pide que
actuemos como asesores para un país que surge de una historia en que su organización ha estado
basada en 111 tradiCión.
Podríamos imaginar a los líderes de ese·país diciendo: "Siempre hemos conocido una for-
ma de vida muy apegada a las tradiciones. Nuestros hombres cazan y nuestras mujeres recolec-
tan fruta, de acuerdo con lo que se les enseñó con el ejemplo y la educación de sus antepasados.
Así mismo, sabemos algo de lo que se puede hacer con el mando centralizado económico. En

os
caso necesario, estamos preparados para firmar un decreto que obligue a muchos de nuestros
hombres a trabajar en proyectos i;le la comunidad destinados al desarrollo nacional. ¿Acaso
existe otra forma de organizar la sociedad a fin de que funcione con éxito, o mejor aún, con

iv
más éxito?"

at
Supongamos que les respondemos: "Bueno, hay otra forma. Es posible organizar una socie-
dad siguiendo las líneas de una economía de mercado."
-Ya vemos -dicen los líderes-, entonces, ¿qué pediríamos a la gente que hiciera? ¿Cómo

uc
asignaríamos las distintas tareas?
-Ése es el punto -respondemos-. En una economía de mercado, a nadie se le asigna
ed
ninguna tarea. De hecho, la idea principal en una sociedad de mercado es que cada persona pueda
decidir qué hacer.
Hay consternación entre los líderes.
-¿Significa que no existen asignaciones para que unos hombres se dediquen a la agricultura
es

y otros a la minería? ¿No hay forma de asignar a algunas mujeres las labores de recolección y a
otras las de tejido? ¿Permiten que la gente decida por sí misma? Pero, ¿qué sucede si no d~ciden
en forma correcta? ¿Qué sucede si nadie se ofrece como voluntario para trabajar en las-'ininas o
fin

nadie quiere trabajar como conductor de autobús?


-Pueden estar seguros -decimos a los líderes- de que nada de esto sucederá. En una
sociedad de mercado, todos los puestos se ocuparán porque a la gente le conviene ocuparlos.
n

Nuestros interlocutores aceptan esto con expresiones de duda. -Veamos -dice uno-:-,
supongamos que aceptamos su consejo y permitimos que nuestra gente haga lo queiquiera.
co

Hablemos de algo específico, como la producción de ropa. ¿De qué manera establecemos 'el
nivel correcto de producción de ropa en esta "sociedad ,de mercado" de que nos hablan?
-No lo establecen --contestamos. ·
so

-¡No lo establecemos! Entonces, ¿cómo sabemos que se producirá suficiente ropa? -


-Así será -explicamos-. El mercado se encargará de ello.
-Entonces, ¿cómo sabemos que no se producirá demasiada ropa? -preguntan en tono triunfal.
U

-¡Ah, el mercado se encargará también de eso!


-¿Pero de qué se trata ese mercado, que hace todas esas cosas maravillosas? ¿Quién lo maneja?
-Oh, nadie maneja el mercado -respondemos-. Se maneja solo. De hecho, no existe algo
concreto llamado "mercado". Es sólo un término que empleamos para describir la forma en que
la gente se comporta.
-¡Pero creíamos que la gente se comportaba como quería! ,
-Y así es -decimos-. P~ro no teman. La gente querrá comportarse de la misma for~a
que ustedes desean que lo haga.
-Temo -dice el jefe de la delegaci6n-, que estemos perdiendo·el tiempo. Pensámos que
tenían en mente una propuesta seria. Lo que sugieren es inconcebible. Buen día.
-11-
14
12 CAPÍTULO 1 El problema económico

¿Podríamos sugerir de manera seria a ese país naciente que confíe en una solución de merca-
do para el problema económico? Ése será un problema al que volveremos más tarde. Pero la
confusión que la idea del mercado despierta en la mente de quien no está familiarizado con ella
podría servir para aumentar nuestra adniiración por el mecanismo económico más avanzado e
interesante de todos. ¿De qué manera el sistema de mercado asegura que nuestras minas contarán
·· coi:rmineros y nuestras fábricas con obreros? ¿Cómo controla la producción de ropa? ¿Córno.es
posible que en un país con una economía de rner.cado cada persona pueda hacer lo que quiera y,
aún así, cubra las necesidades que demanda la sociedad corno un fodo?

La economía y el sistema de mercado

os
La economía, como casi siempre la concebimos y como la estudiaremos en gran parte de este
libro, se ocupa sobre todo de estos problemas. Las sociedades que dependen primordialmente de

iv
la tradición para solucionar sus problemas económicos son menos interesantes para el economis-
ta profesional que para el antropólogo cultural o el sociólogo. Las sociedades que resuelven sus

at
problemas económicos sobre todo mediante el ejercicio del mando centralizado ofrecen
interrogantes económicas interesantes, pero en estos casos el estudio de la economía es sobre

uc
todo corno instrumento útil para el análisis de la política ydel ejercicio del poder.
Es la sociedad organizada por el proceso de.rnercado la que resulta de especial interés para el
.economista. Muchos de los problemas (si bien no todos) que enfrentamos en Estados Unidos en
ed
la actualidad se relacionan con los aciertos o errores del sistema de mercado; y precisamente
debido a que nuestros problemas contemporáneos surgen a menudo de las operaciones del mer-
cado, estudiamos economía. A diferencia de los casos de la tradición y el mando centralizado, en
es
los que comprendemos cmi rapidez la naturaleza de los mecanismos de producción y distribución ·
de la sociedad, cuando se trata de una sociedad de mercado estamos perdidos si no sabemos econo-
mía. Esto se debe a que, en una sociedad de mercado, no resulta evidente que incluso los proble-
fin

mas más sencillos de producción y distribución se solucionen mediante la libre interacción de los
individuos; como tampoco es evidente de qué manera y hasta qué grado debemos culpar al meca-
nismo de mercado por los males de la sociedad; después de todo, ¡también encontramos poJ>reza,
distribución inadecuada y cont~nación en las economías que no son de mercado! 1
n

En partes subsecuentes de este libro, analizaremos con más detalle estas dudas. Pero, por el
co

momento, debe quedar clara la tarea de nuestra investigación inicial. Como sugiere nuestra entre~
vista imaginaria con los líderes de un país que surge, la solución de mercado parece muy extraña
para una persona que creció en una economía con base en la tradición o el mando centralizado.' ·
Por tanto, surgen las preguntas: ¿Cómo surgió la solución de mercado? ¿Se impuso en nuestra
so

sociedad desde hace tiempo? ¿O apareció de manera espontánea e irreflexiva? Ésta es la CJ.IeS-.
tión central de la historia económica a la que nos dedicaremos ahora, a medida que estudiemos
U

la evolución de n.uestro sistema de mercado a partir de las sociedades dominadas por la tradi-
' ción y el mando.

Conceptos y palabras clave


Necesidades l. La economía es en esencia el estudio de la forma en que el ser humano asegura una suficiencia ma-
de suministros terial, de cómo las sociedades procuran su SJP11inistro de bienes materiales. ·
Escasez 2. Los problemas económicos surgen debido a que las necesidades de la mayor parte de las sociedad~s
exceden los dones de la naturaleza, dando l!Jgar a la condición general de escasez. , ·
3. La escasez, por su parte (ya sea que surja de las limitaciones de la naturaleza o del apetito de los
pueblos), impone a la sociedad dos tareas severas:
-12-
{ - .
, t~sta obra es proph:-;dad del
l Si ~ D §
15
ue
R ''"'*" CAPÍTULO 1 El problema económico
>M 13
Producción • Debe movilizar sus energías para la producción: producir no sólo bienes suficientes, sino los
bienes adecuados; y
Distribución • Debe solucionar el problema de la distribución, buscando una solución satisfactoria para el pro-
blema de, ¿quién obtiene qué?
División 4. Estos problemas existen en todas las sociedades, pero son muy difíciles de resolver sobre todo en las
del trabajo sociedades en las que existe una división del trabajo extendida. En las sociedades ricas, la gente es
en
mucho más interdependiente el aspecto social que la gente
en las sociedades sendi1as~ ....... .
5. A lo largo de, la historia, han evolucionado tres tipos de soluciones a los dos grandes problemas
económicos. Estos son la tradición, el mando centralizado y el sistema de mercado.
Tradición 6. La tradición resuelve los problemas de la producción y la distribución poniendo en práctica una
· continuidad de las condiciones y recompensas a través de instituciones sociales como el sistema del

os
parentesco. Por lo regular, la solución económica que ofrece la tradición es estática, y en ésta
ocurren pocos cambios en pt}riodos prolongados.
Mando 7. El mando centralizado resuelve el problema económico al imponer una distribución del esfuerzo o

iv
centralizado las recompensas mediante la autoridad reguladora. El mando puede ser un medio para lograr un
cambio económico rápido y de largo alcance. Puede adoptar formas totalitarias extremas o democrá-
ticas ligeras. ·

at
Mercado 8. El sistema de mercado es un modo complejo de ~rganizat la sociedad, en él tanto el orden como la
eficiencia surgen "de manera espontánea" de una sociedad que, al parecer, no está controlada. En los

uc
capítulos siguientes investigaremos el sistema de mercado con mlis detalle.

Preguntas ed
l. Si pudiéramos producir todos los alimentos que necesitamos en nuestro jardín, y si la tecnología
estuviera tan avanzada que nos permitiera producir todo lo necesario en el sótano de nuestra casa,
es
¿existiría un "problema económico"?
2. Supongamos que todos somos totalmente versátiles (capaces de hacer el trabajo de los demás con
la misma eficiencia con que hacemos el nuestro). ¿Aun así resultaría útil una división deltrabajo
fin

en la sociedad? ¿Por qué?


3. En ocasiones, la sociedad económica moderna se describe como dependiente de los "burócratas", quie-
nes permiten que las grandes corporaciones o los organismos gubernamentales para los que trabajan
n

dirijan sus vidas. Suponiendo que esta descripción tuviera algo de cierto, ¿piensa que la sociedad
moderna se podría describir como una sociedad basada en la tradición, el mando o el mercad<?? _
co

4. ¿De qué manera sus planes para el futuro coinciden o se alejan de las ocupaciones de sus padres?
¿Considera que la llamada brecha generacional está presente en todas las sociedades modernas?
5. A menudo, la economía se conoce como la ciencia de la escasez. ¿De qué manera podemos aplicar
so

este concepto a una sociedad de considerables riquezas como la nuestra? _


6. ¿Qué elementos de tradición y mando piensa que son indispensables en una sociedad industrial
moderna? ¿Cree que la sociedad moderna podría existir sin depender de la tradición ni del ejercicio
U

de la autoridad?
7. Gran parte de la producción y la distribución comprende la creación o el manejo de las cosas. ¿Por qué
la producción y la distribución son problemas sociales en lugar de problemas de ingeniería o de física?
8. ¿Considera que los deseos del ser humano son insaciables? ¿Esto implica que la escasez exis_tirá
siempre?
9. Tomemos como ejemplo algunos de los problemas más importantes que nos aquejan en Estados
Unidos en la actualidad: negligencia, pobreza, inflación, contaminación, discriminación racial. ¿Hasta
qué grado encuentra esos problemas en las sociedades que se basan en la tradición? ¿En el marido
centralizado? ¿Qué piensa de la responsabilidad que el sistema de mercado tiene en relación con
estos problemas en Estados Unidos? -
-13-
1

17

4ít·1:Jiill!·· 3

Oferta v demanda
~ CIÓN TRISTE POR LOS
QU~ APRENDEREMOS
1 PA-NTALONES VAQUEROS EN ESTE CAPiTULO

os
J Qué es un mercado competitivo y
cómo se describe con el modelo de
oferta y demanda.
J Qué son la curva de demanda y la

iv
curva de oferta.
t La diferencia entre movimientos a lo

at
largo de una curva y desplazamientos
de una curva.

uc
) Cómo las curvas de oferta y de
demanda determinan el precio y la
cantidad de equilibrio de un mercado.

ed J Cómo el precio devuelve el mercado


a la posición de equilibrio cuando hay
un exceso de demanda o un exceso de
oferta de bienes.
es

Las inundaciones que sufrió Pakist án arruinaron la cosecha de


algodón. ¿cómo influyó este hecho en el aumento del precio de los
vaqueros y en el aumento del contenido de poliéster de las camisetas?
fin

1 COMPRASTE UN PAR DE VAQUEROS EN que alectaron a la producción mundial de Umdos. Jos cultivadores de algodón no
S2011. puede que te 1mpres10nara su algodón. Sobre todo. Pakistán, el cuarto pro- habían tenido mal clima y estaban dts·
n

prec1o. O quizás no. las modas cambian. y ductor de algodón mayor del mundo, su(ríó frutando de vender a precios más altos.
quizás pensaste que estabas pagando el unas devastadoras inundaciones que anega- Por ello. respondieron a la escalada de
co

precio de ir a la moda. Pero no era así -esta- ron una quinta parte de su territorio y destru- los precios aumentando el tamaño de sus
bas pagando por el algodórt Los vaqueros yeron práctlcameme su cosecha de algodón explotaciones dedicadas al algodón. Nada
están confeccionados con denim. que es Temiendo que los consumidores tuvie- de esto, sm embargo, fue sufic1ente para
un tipo de hilado de algodón. y a hnales de ran un limtte en su ~oleranCJa a los aumen- bajar enseguida el precio del algodón
2010. cuando los fabocantes de vaqueros tos del prec1o de la ropa de algodón. Un momento: ¿de qué manera e~cla
so

eslaban haciendo sus pedidos para el año los fabncantes se lanzaron rápidamente a se uaslada una inundaCJón en Pak1stán a
siguiente, el mvel de los preCIOS del algodón buscar formas de reducir costes Sill ofen- precios más altos de los pantalones vaque-
era más del triple que el nivel de 2008. En der el sentido de la moda de los consurru- ros y a más poliéster en tus cam1se~.as?
diciembre de 2010, el preciO de un kilo de dores Adoptaron camb1os como botones Es un asunto de oferta y demanda - pero,
U

algodón había alcanzado su máximo en 140 más pequeños. disenos más baratos y -en ¿qué quiere decir esto? Mucha gente uti-
años, el precio más alto desde que se empe- efecto- poliéster, dudando que los con- liza "oferta y demanda" como una frase
zaron a registrar sus datos en 1870. sumidores estuvieran dispuestos a pagar hecha quenendo decir "las leyes del mercado
Y ¿por qué eran tan altos los precios más por las prendas de algodón. De hecho, están en acción". Para los economistas, sin
del algodón? algunos expertos del mercado de algodón embargo, el concepto de oferta y demanda
Por un lado, estaba creciendo la demanda advirtieron que los altísimos precios del tiene un significado concreto es un modelo
de ropa de todo tipo. En el penado 2008- algodón de 2010·2011 podria tener como del comportamientO de un mercado que es
2009. mientras el mundo luchaba con los consecuencia un cambio permanente de extremadamente útil para entender la mayo·
efectOS de la crisis tinanctera. los consu.rru- gustos. de modo que a los consúmidores ría - aunque no todos- de los mercados
dores asustados redujeron sus compras de les gustara más vest1r con tejidos sintéti· En este capítulo, exponemos las piezas
ropa Pero en 2010. con lo peor de la cristS cos aunque bajase el precio del algodón. que forman el modelo de oferta y demanda. las
aparentemente superado. los compradores Al mismo tiempo, no todo eran malas juntamos. y mostramos cómo puede utilizarse
volvteron con ganas. Desde el lado de la noticias para todos los que intervienen este modelo para entender cómo funcionan
oferta, hubo graves alterac1ones climáticas en el mercado del algodón. En Estados muchos mercados -aunque no todos.

69
1
70 PAR TE 2 OFERTA Y DEMANDA 18

Un mercado competitivo es un
mercado en el que hay muchos Oferta y demanda : un modelo de un
compradores y muchos vendedores
de un mismo bien o servicio. ninguno mercado competitivo
de los cuales puede inrtuír en el precio
al que se vende el bien o servicio.
os vendedores y los compradores de algodón constituyen un mercado - un con-
junto de producwrcs y consumidores que intercambian un bien o un servicio
El modelo de oferta y demanda por un pago. En este capíwlo estudiaremos un tipo de mercado concreto: d mer-
explica la forma en que funciona un
cado competitivo. Un mercado competitivo es. grosso modo, un mercado en el que
mercado competitivo.
hay muchos compradores y muchos vendedores de un mismo b ien . Más exactamente,
el aspecto crucial de un mercado compelitivo es que ni ngu na acción de ningú n ind i-
viduo p uede influir de forma no10ria sobre el precio al que se vende el bien o servicio.
De todos modos, es importante comprender que esta no es una definición apropiada
para cualquier mercado.

os
Por ejemplo, no es una descripción apropiada del mercado de refrescos de cola.
¿Por qué? Porque, en ese mercado, a Coca-Cola y a Pepsi les corresponden proporcio-
nu
nes ta n grandes de las ventas tota les. que cualquiera de e llas puede in ir en el prec.io
a l que se compran y se vende n los refrescos de cola. Pero sí es una descripción vá lida

iv
pa ra el mercado de a lgodón. El mercado globa l de a lgodón es tan enorme que, incluso
a un productor de pantalones vaqueros tan grande corno Lcvi Strauss, le corresponde

at
solo una par·ticipación minúscula en el total de Lransacciones, por lo que carece de
poder para int1uir en el pr·ecio al que se compra y se vende el algodón.
Hasla que no hayamos visto cómo funciona un mercado competitivo, es un poco

uc
difícil explicar por qué los mercados compet itivos son diferentes de otros mercados.
Por e llo vamos a nplazm- de momento el tema -volveremos sobre él a l fina l del capítu-
lo. De momento digamos sola mente que es más fácil entender el modelo del mercado
competilivo que el de otros tipos de mercado. Cuando hacemos u n examen, siempre es
ed
una buena estrategia empezar por las preguntas más sencillas. En este libro haremos
lo mismo. Por lo tanto, empezaremos con los mercados competitivos.
El comporLamicnto de un mercado competitiYO se describe muy bien mediante el
modelo de ofe~:ta y demanda. Y, puesto que existen muchos mercados competiti-
es
vos, el modelo de oferta y demanda es muy útil.
Hay cinco elementos básicos en este modelo:
• La curva de clemGII(/a
fin

• La curva de oferta
• El conjunLo de factores que provocan desplazamientos de la cur-va de demanda y
el conjunto de factores que provocan desplazamientos de la curva de oferta
• El equilibrio de/mercado, que incluye el precio de equilibrio y la ca11tidad de equi-
n

librio.
• De qué form:1 ca mbia el equ ili brio cua ndo se despl ~tza n la c urva de oferta o la
co

curva de dcmnnda.
Para entender· el modelo de oferta y demanda examinaremos uno por uno estos
cinco elementos.
so

La curva de demanda
U

Cuámas toneladas de algodón, en forma de panLaloncs vaqueros, quieren com-


prar Jos consumidores de todo el mundo un año cualquiera? Podríamos pensar
que se puede comestar a esta pr-egunta contando todos los pantalones vaqueros
que se compran en wdo el mundo cadn dfa, multiplicando esa c ifra por la cantidad de
a lgodón necesaria para hacer un vaque ro. y multiplica ndo d resultado por 365. Pero
csn es insu ficiente pa ra contesta r a la pregunta, porque el número de vaque ros -en
otras pala bras, los ki los de a lgodón- que los consum idores desean comprar, dependen
del precio de un ki lo de a lgodón.
Cuando el precio del algodón sube. como ocurrió en 2010, algunas personas res-
ponden al aumento de precio comprando menos prendas de vestir· hechas con algodón
o, quizás, sustituyendo totalmente las prendas de algodón por ropa hecha con otros
mate riales, como lino o fi bras s inté ticas. En general, la cantidad de ropa de a lgodón,
o de cua lquier otro bien o servicio que la gente quiere compra r, depende del precio.
19
CAPÍ TULO 3 OFERTA Y DEMANDA 71

Cuanto mayor es el precio, menor es la cantidad que se quiere comprar: allenJativa- Un plan de demanda muestra la
mcntc, a menor precio, más en nlidad se quiere compra r. cantidad de u, bien o servicio que tos
Así que la respuesta a la pregunta "¿cuántos kilos de algodón quieren comprar los consumidores desean comprar a cada
consumidores?" depende del precio del kilo de algodón. Si a(ll1 no sabemos cuál \ '3 a ser uno de vanos precios.
el precio. podemos empezar construyendo una tabla en la que riguren los kilos de algodón La cantidad demandada es la
que los consum idores desearían comprar a un cier to n(t mero de precios diferentes. Esta cantidad de un bien o servicio que los
wbla se denomina plau de de111anda. A su vez, este pla n puede usarse para dibujar una consumidores desean comprar a un
cun•a de de111allda, que es uno de los elementos básicos del modelo de ofcna y demanda. precio concreto.

El plan de demanda y la curva de demanda


Un plan de demanda es una tabla que muestra b cantidad ck un bien o servicio que
lo consumidores desean comprar a cad::~ ttno de va rios precios difere ntes. A la dere-

os
cho de la Figura 3-J vemos un plan hipotél ico de demando de algodón. Es hipo tético
porque no contiene datos reales de la demanda mundial de algodón y porque supone
que todo el algodón tiene la misma calid:-td.
Según la tabla, si un kilo de algodón cuesta 1 $. los consumidores de todo el

iv
mundo querrün comprar lO.OOO millones de ki los de a lgodón al año. Si el precio es
1.25 $por kilo. querr:.'in comprar solo 8.900 millones de kilos: si el pn·cio es 0,75 $por

at
kilo, querrán comprar 11.500 millones de kilos; y así sucesivamente. Cuanto mayor
sea el precio. menos ki los de a lgodón querrán comprar los cons umidores. Es decir, al
aumentar el precio, In cantid ad dema nda da de algodón - la cantidad LOLal que los

uc
consumidores desean comprar a cada precio concreto- disminuye.
El gráfico de la Figura 3-1 es una representación gráfica de la información de la
tabla. (Puede que qu ic ras repasar el análisis relativo a las representaciones g ráficas en
Economía éO el apéudice del capítulo 2). En el eje de ordenadas se mide c1 precio de
ed
un kilo de algodón, y en el eje de abscisas. la cantidad de algodón expresada en kilos.

3-1 El plan de demanda y la curva de demanda


es
FIGURA

Precio del
algodón
fin

(por kilo) Plan de demanda de algodón


Cantidad
Precio del demandada
algodón de algodón (miles
(por kilo} de millones de kilos
n

2,00 $ .................... : .................... . ...... ~2,00$ 1 7, 1

l
co

1,75 .. . . ...... . ....................................... 1,75 7,5

1,50 ............... . • ...... ..... . . . . . .. . . .... ... .... 1,50 8,1

................ .... .. ..... ......... . ...... .. 1,25 8,9


so

1,25

1,00 ........... . ................... . .......... 1,00 10,0


A medido que ....................................0,75 11,5
U

0,75
aumento el predo, Curva de demanda, D
disminuye lo can- ...... . ...............•.. ..0,50 14,2
0,50
tidad demandado

Cantidad de algodón
(miles de millones de kilos)

A partlr del plan de demanda de algodón se obtiene de la demanda: cuando el precio sube, la cantidad
la correspondiente curva de demanda, que muestra demandada baja, y cuando el precio baja, la cantidad
la cantidad de un bien o servicio que los consu - demandada sube. Como consecuencia, la curva de
midores quieren comprar a cada precio. La curva demanda es decreciente.
de demanda y el plan de demanda reflejan la ley
72 PARTE 2 OFERTA Y DEMANDA 20

-CUANTO- MÁS
~ ~ - -
~ -- ~ ~ - - ---
SE PAGA, MENOS SE REPOSTA
-- - ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ - - -
~ ~

Para poner un ejemplo real de la ley d e la demanda, con-


sideremos cómo varía el consumo de gasolina de acuer- Precio de
do con los precios que pagan los consumidores en la la gasolina
(por galón) Italia
gasolinera. Debido a los elevados impuestos, la gasolina Francia/ Al .
y el gasóleo son casi el doble d e caros en Europa que 7S ~ ¡ _.-
emama
en los Estados Unidos. Según la ley de la demanda, esto 6 . . -Reina Unido
debería llevar a los consumidores europeos a comprar
5

os
menos gasolina que los americanos -y así es. Como se
puede apreciar en el gráfico, el consumo de combustible 4
'
España ._____Jopon
.
Canadá
por persona en Europa es menos de la mitad que en los
3 ~
Estados Unidos; principalmente porque los europeos
~

iv
conducen coches más pequeños y más eficientes en el 2 Estadas Unidos
consumo.
1
Los precios no son el único factor que influye en el

at
consumo d e combustible, pero probablemente son la pri n-
cipal causa de la diferencia entre el consumo por persona o 0,2 0,4 0,6 0,8 1,0 1.2 1,4
Consumo de gasolina

uc
de los europeos y los estadounidenses.
(galones diarios per cápíta)

Fuente: Administración de Información Energética de EE. UU., 2009.


ed
Cada punto del gráfico corresponde a una de las entradas de la tabla. La curva que
une esos puntos es la curva de demanda. La curva de demanda es una representa-
es
ción gráfica del plan de demanda, una forma distinta de mostrar la relación entre la
cantidad demandada y el precio.
Fíjate en que la curva de demanda representada en la Figura 3-1 tiene pendiente
fin

negativa. Esto refleja la regla general de que cuando el precio a umenta, la cantidad
demandada disminuye. Por ejemplo, los fabricantes de pantalones vaqueros saben que
venderán menos pantalones cuando el precio de estos suba, reflejando un precio del
algodón d.e 2 $, comparado con los pantalones que venderían si el precio del a lgodón
fuera de 1 $. igualmente, alguien que compra un par de vaqueros de algodón cuando
n

su precio es relativamente bajo, se pasará a pantalones de lino o de fibras sintéticas


cuando el precio de los vaqueros de algodón sea relativamente a lto. Así pues, en el
co

mundo real, las curvas de demanda casi s iempre tienen pendiente negativa. (Las
excepciones son tan raras que en la práctica podemos ignorarlas). En general, la pro-
posición de que el aumento del precio de un bien, si todo lo demás es igual, lleva a los
consumidores a dism inuir la cantidad demandada de ese bien es tan fiable que los
so

econom is tas consideran que es una "ley": la ley de la demanda.

Desplazamientos de la curva de demanda


U

A pesar de que los precios del algodón eran mucho más altos en 2010 que en 2007, el
consumo mundial de a lgodón fue mayor en 20 10. ¿Cómo encaja este hecho con la ley
de la demanda, que dice que un aumento del precio reduce la cantidad demandada si
todo lo demás es igual?
Una curva de demanda es una La respuesta está en la frase crucial: todo lo demás es igual. En este caso había
representación gráfica del plan de otras cosas que no eran iguales: el mundo había cambiado entre 2007 y 20 10, de
demanda. Muestra la relación entre la manera que había aumentado la cantidad de algodón demandada a cualquier precio.
cantidad demandada y el precio. Por un lado. había crecido la población mundia l, y por tanto el número de usuarios
La ley de la demanda establece potenciales de ropa de algodón. Además, la popularidad creciente de la ropa de a lgo-
que el aumento del precio de un bien dón, así como los aumentos de renta en países como China, que permitían que la gente
o servicio, si todo lo demás es igual, comprara más ropa que antes, provocaron que aumentara la cantidad de a lgodón
lleva a los consumidores a disminuir demandada a cualquier precio. La figura 3-2 muestra este fenómeno usando el plan
la cantidad demandada de ese bien o de demanda y la curva de demanda de algodón. (Igual que antes, los datos de esta
servicio. figura son imaginarios).
21 CAPÍTULO 3 OFERTA Y D E MAN DA 73

FIGURA 3-2 Un aumento de la demanda

Precio
del algodón
Planes de demanda de algodón
(por kilo)
Cantidad demandada
$2,00 • de algodón (miles
Precio de millones de kilos)
1,75 del algodón
(por kilo) en 2007 en 2010
1,50 2,00 $ 7,1 8,5
1,75 7,5 9,0
1,25 • 1,50 8,1 9,7

¡·

os
1,25 8,9 10,7
1,00
1,00 10,0 12,0
0,75 0,75 11,5 13,8
0,50 14,2 17,0

iv
Curva de demanda
o.5P en 2007

at
Cantidad de algodón
(miles de millones de kilos)

uc
Un aumento de la población es uno de los factores muestra la demanda en 2007, antes del aumento de la
ed
que generan un aumento de la demanda; es decir, una
mayor cantidad demandada a cada precio. Esto se
representa mediante los dos planes de demanda -uno
población, y el otro, el de 2010, después del aumento
de la población. Este aumento de la demanda despla-
za la curva hacia la derecha.
es

La labia de la Figura 3-2 muestra dos planes de demanda. El prin1cro corresponde


fin

a 2007, el mismo que ya vimos en la Figura 3-1. El segundo es el pla n de demanda de


20 10. DiFiere del de 2007 a causa de factores como la mayor po blac ió n mundial y la
mayor popularidad ele la ropa de algodón, que hacen que la ca ntidad dema ndada a
cada precio sea mayor. Por ello, a cada precio, e l plan de 20 10 muestra una ca ntidad
n

demandada mayor que el plan de 2007. Por ejemplo, la ca ntidad de a lgodón que los
consumido res quer ían comprar a 1 $ por kilo aumentó de 10.000 a 12.000 millones de
co

kilos cada año, y la ca nlid ad demandada a 1,25$ por kilo aumentó de 8.900 a 10.700
millones de kilos, y así sucesivamente.
Lo que muestra clarame nte el ejemplo es que los cambios que tuvieron lugar entre
2007 y 20 10 generaron un nuevo plan de demanda. en e l que la cantidad demandada
a cada precio era mayor que en el plan anterior. Las dos c urvas de la Figura 3-2 mues-
so

tran gráficamente la misma información. Como se puede ver, el plan de demanda de


20 10 se corresponde con una nueva curva de demanda, D2 , s ituada a la derecha de la
curva de 2007, D1• Este desplazamiento d e la curva de demanda muestra la var-ia-
U

ción de la cantidad demandada a cada precio, variación representada por el cambio


de posición de la c w·va de demanda inicial, D1, a su nueva posición, D 2•
Es muy importante distinguir entre estos desplazamientos de la ctu·va de deman- Un desplazamiento de la c urva
da y los movimJentos a lo largo de la curva de demanda . los cambios de la can- de demanda es un cambio de la
tidad demandada de un bien que son consecuencia de la variación del precio de ese cantidad demandada a cada precio,
bien. La Figura 3-3 ilustra esta diferencia. representado por el traslado de la
El movimiento del punto A al punto B es un movimiento a lo largo de In curva de curva de demanda original a una
demanda: la cantidad demandada a ume nta como consecuencia de una disminución nueva posición, lo que implica una
del precio, a medida que nos movemos a lo largo de D 1• En este caso, una caída del nueva curva de demanda.
precio del a lgodón de 1,50 $ a 1 $ genera un aumento de la cantidad dema ndada de Un movimiento a lo largo de la
8.100 a 10.000 millones de kilos a l año. Pero la cantidad demandada también puede curva de demanda es la variación
aumen tar cua ndo los precios permanecen constantes, si se produce un arnne1110 de de la cantidad demandada de un bien
la de11 randtr - un desplazamiento hacia la derecha de la cur·va de de manda. Esto se que surge como consecuencia de un
reprcscnt e1 e n la Figura 3-3 por un desplazam iento de la curva de demanda de 0 1 cambio del precio del bien.
74 P ARTE 2 OFERTA Y DEMANDA 22

Movimientos a lo largo de la curva de demanda y desplazamientos de la curva


FIGURA 3-3 de demanda

El aumen to de la cantidad demandada cuando vamos Predo del


del punto A al punto B refleja un movimiento a lo largo algodón
de la curva de demanda: es el resultado de una dismi- ( por kilo)
nución del precio del bien. El aumento de la cantidad
Un desplazamiento de
lo curvo de demando ...
demandada cuando vamos del punto A al punto C
refleja un desplazamiento de la curva de demanda: es 2.00 $
el resultado de un aumento de la cantidad demandada
a cada precio. 1,75 \
. .. no es lo mismo
1,50 que un movimiento
o lo largo de lo curva

os
1,25 de demando.

1,00

iv
0,75

at
0,50

~r·--~~--~~----~l[r-------'L---~'----~~---
1

uc
0 7 8,1 9,7 10 13 15 17
Cantidad de algodón
(miles de millones de kilos)

ed
a D2• Mamenicndo constante el precio en 1,50 $. la cantidad demandada aumenta de
8. 100 millones de kilos -punto A, en 0 1- a 9.700 millones de kilos -punto C. en 0 2 .
Cuando los economistas afirman que '' la demanda de X ha aumentado" o que "la
es
demanda de Y ha disminuido", quie1·cn decir que la c urva de demanda de X o de Y se
ha desplazado - 110 que la cantidad demandada ha aumemado o ha disminuido debido
a una variación del precio.
fin

¡TRAMPAS! . . - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
DEMANDA FRENTE A CANTIDAD podría decir que "la demanda de viajes en da (ver la Figura 3-3 para entenderlo).
n

DEMANDADA avión se ha duplicado en los últimos 15 Algunas veces, los estudiantes escriben
Cuando los economistas hablan de "un años, debido en parte al descenso de las fra ses como esta: "Si la demanda aumen-
co

aumento de la demanda" se refieren a un tarifas aéreas". cuando lo que en realidad ta, el precio sube, lo que provoca que
desplazamiento a la derecha de la curva está queriendo decir es que se ha dupli- caiga la demanda, lo que a su vez hace
de demanda, y cuando hablan de "una cado la cantidad demandada. bajar los precios.. ." y el argumento cir-
disminución de la demanda" se refieren No está mal ser un poco descuidado cular puede ser inacabable. Si hacemos
a un desplazamiento de la curva hacia la en una conversación normal. Pero cuando una clara distinción entre los cambios de
so

izquierda -esto es asf cuando están sien- hacemos análisis económico es impor1an- la demanda, que son desplazamientos
do cuidadosos. En el lenguaje cotidiano, te hacer la distinción entre los cambios de la curva, y los cambios de la cantidad
mucha gente, incluidos economistas pro- de la cantidad demandada, que implican demandada, que son movimientos a lo
fesionales, usan descuidadamente la pala- movimientos a lo largo de la curva, y los largo de la curva, podemos evitar muchas
U

bra demanda. Por ejemplo, un economista desplazamientos de la curva de deman- confusiones.

Interpretación de los desplazamientos de la curva


de demanda
La Figura 3· 4 ilustra las dos formas básicas en b s que una curva de de manda se
puede desplazar. Cuando los economistas hablan dt.: un "aumento de la demanda"
quieren decir un desplazamiento de la c urva de demanda lwcia la derecha: a cualquier
precio, los consumidores demandan una cantidad del bien o servicio mayor que antes.
Esto es lo que muestra el despla7.amicnto de la c urva de demanda original hacia la
derecha, desde D1 hasta 0 2 . Cuando lo economis tas hablan de una "disminución de
la demanda" se refieren a un desplaza miento de la curva de demanda hacia In izquier-
da: a cualquier precio, los consumidores demandan una cantidad del bien o se¡·vicio
menor que antes. Esto es lo que muestra el movimiento de la curva de demanda ori-
ginal hacia la izquierda, desde 0 1 has ta 0 3.
23 CAPÍTULO 3 OFER T A Y DEMANDA 75

FIGURA 3-4 Desplazamientos de la curva de demanda

Cualquier acontecimiento que aumente la Precio


demanda, desplaza la c urva de demanda a la
derecha, reflejando el aumento de la cantidad
demandada a cada precio. Y cualquier aconte-
cimiento q ue reduzca la demanda, desplaza la
curva de demanda a la izquierda, reflejando la Aumento de
disminución de la cantidad demandada a cada demanda
precio.

os
Disminución
de demanda

iv
at
Cantidad

uc
¿Qué es lo que provocó que se desplazara la curva de demanda de algodón hacia la
derecha? Ya hemos mencionado dos razones: cambios de la población y un aumento
ed
de la popularidad de la ropa de algodón. Si piensas en e.llo, pronto encontrarás otros
motivos que podrían desplazar la c urva de demanda de algodón. Por ejemplo, supon-
gamos que aumenta el precio del poliéster. Esto induc irá a algunas personas que
antes compraban prendas fabricadas con poliéster a dejar de usarlas y sustituirlas por
prendas de algodón, aumentando la demanda de a lgodón.
es
Los economistas creen que hay cinco factores principales que desplazan la curva
de demanda de un bien o servicio:
• Cambios ele los precios de los bienes o ele los servicios relacionados
fin

• Cambios de la renta
• Cambios de los gustos o preferencias
• Cambios de las expectativas
• Cambios del número de consumidores
n

Aunque no es una lista exhaustiva, contiene los cinco factores más importantes
co

que pueden desplazar las curva ~e demanda. Por tanto, cuando decimos que la can-
tidad demandada de un bien baja si su precio sube, si todo lo demás es igual, lo que
en realidad estamos d iciendo, es que no varían los factores que desplazan la curva
de demanda . Analicemos a continuación, con más detalle, como influye cada uno de
estos factores en los desplazamientos de la curva.
so

Cambios de precios de Jos bienes o de los servicios relacionados Aunque


no hay nada comparable a un cómodo par de pantalones vaqueros, para a lgunos pro-
U

pósitos unos pantalones "chinos" -generalmente hechos de mezclas de poliéster- pue~


den no ser una mala alternativa. Los "chinos" son en este caso lo que los economistas
llaman un sustitutivo de los vaqueros. Dos bienes son sustitutivos si la subida del
precio de uno de ellos (los vaqueros) hace que los consumidores quieran comprar más
del otro (los "chinos"). Dos bienes sustitutivos son normalmente bienes que, de alguna
forma, cumplen la misma función : café y té, bollos y rosquillas, viajes en tren y viajes
en avión. Una subida del precio del bien alternativo induce a alg unos consumidores a Dos bienes son sustitutivos cuando
no comprarlo y a comprar el bien original en su lugar, desplazando la curva de deman- el aumento del precio de uno de los
da del bien original hacia la derecha. bienes provoca un aumento de la
Sin embargo, en algunas ocasiones un aumento del precio de un bien provoca demanda del otro bien.
que los consumidores quieran comprar menos cantidad de otro bien. Los pares de Dos bienes son complementarios
bienes como estos se llaman complementarios. Los bienes complementarios son cuando el aumento del precio de
normalmeme bienes que, en algún sentido, se consume n conju ntamente: ordenadores uno de los bienes provoca una
y programas informáticos, café con leche y galletas, coches y gasolina. Como a los disminución de la demanda del otro
consumidores les gusta consumir estos bienes juntos, el cambio de precio de uno de bien.
76 PAR TE 2 OFERTA Y DEMANDA 24

C uando un aumento de la renta ellos afecta a la demanda del otro. En concreto, cuando el precio de un bien sube,
aumenta la demanda de un bien -el disminuye la demanda de su complementario, desplazando su curva de demanda a la
caso general- se trata de un bien izquierda. Asf, por ejemplo, cuando subió el precio de la gasolina en 2007-2008, d is-
normal. minuyó la demanda de los automóviles con u n alto consumo de gasolina.
C uando un aumento de la renta Cambios de la renta Cuando los individuos tienen más ingresos, en general están
disminuye la demanda de un bien, se
más dispuestos a comprar más cantidad de u n bien a cualquier precio. Por ejemplo, si la
trata de un b ien inferior.
renta de una familia aumenta, es más probable que en verano hagan ese viaje a Disney
World que deseaban hace tiempo -y, por tanto, también es más probable que compren
b illetes de avión. Así pues, un aumento de los ingresos de los consumidores provocará
un desplazamiento hacia la derecha de la curva de demanda de la mayoría de los bienes.
¿Por qué decimos "la mayoría de los bienes" en lugar de "todos los bienes"? Porque la
mayoría de los bienes son bienes nor maJes -aquellos cuya demanda aumenta cuando
aumenta la renta del consumidor. Sin embargo, la demanda d·e a lgu nos productos dismi-

os
nuye cuando aumenta la renta. Los bienes cuya demanda disminuye al aumentar la renta
se llaman bienes inferiores. En general, un bien inferior es un bien que se considera
menos deseable que otras alternativas más caras - como un viaje en autobús respecto a

iv
un viaje en taxi. Cuando se lo pueden permitir, los ind ividuos dejan de consumir ese bien
inferior y cambian su consumo a la a lternativa preferida y más cara. Por tanto, cuando un
bien es inferior, un aumento de la renta desplaza su curva de demanda hacia la izquierda.

at
Y, natw·almente, una disminución de Ja renta desplaza la curva demanda a la derecha.
Un ejemplo de la distinción entre bienes normales y bienes inferiores al que la
prensa económ ica ha prestado mucha atención es la diferencia entre los restaurantes

uc
llamados de comida informal y las cadenas de com ida rápida, hamburgueserias y
similares. Cuando los ingresos de los estadoun idenses aumentan, tienden a salir más
a cenar a restaurantes informales. Sin embargo, a lgu nas de esas cenas en restauran-
ed
tes informales se hacen a costa deJas hamburgueserías -hasta cierto punto, la gente
va menos a esas cadenas de comida rápida cuando se puede permitir un escalón supe-
rior. Así pues, las cenas en restaurantes informales son un bien normal, mientras que
el consumo en las cadenas de com ida rápida es un bien inferior.
Cambios de los gustos o preferencias ¿Por qué la gente quiere Jo que quiere?
es

Afortunadamente no tenemos que responder a esta pregunta -solo tenemos que dar-
nos cuenta de que la gente tiene ciertas preferencias o gustos que determinan lo que
eligen consumir, y de que esos gustos pueden variar. Los economistas suelen englobar
fin

los cambios de la demanda debidos a modas, creencias, cambios culturales, y cosas


de este tipo bajo la etiqueta de cambios de gustos o prejére11cias.
Por ejemplo, antiguamente los hombres llevaban sombrero. Hasta la Segunda Guerra
Mund ia l aproximadamente, un hombre respetable no vestía correctameme si no llevaba
un sombrero acorde con su traje. Sin embargo, quizá por la crudeza de la contienda, los
n

soldados estadounidenses que regresaban de la guerra adoptaron un estilo más informal.


Y el presidente Eisenhower, que había sido el comandante en jefe de las fuerzas áreas alia-
co

das antes de ser presidente, iba a menudo sin sombrero. Después de la Segunda Guerra
Mundial, estaba claro que la curva de demanda de sombreros se había desplazado hacia
la izquierda, reflejando una disminución ele la demanda de sombreros. .
Los economistas no tienen mucho que decir sobre l.as fuerzas que influyen en los
so

gustos de los consumidores. (Aunque los publicistas y los expertos en marketing ¡sí tienen
mucho qué decir!). Sin embargo, un cambio de los gustos tiene un impacto predecible en
la demanda. Cuando los gustos cambian a favor de un bien, hay más personas dispues-
tas a comprarlo a cada precio, de modo que la curva de demanda se desplaza hacia la
U

derecha. Cuando Jos gustos cambian en contra de un bien, hay menos gente que desea
comprarlo a cada precio, por lo que la curva de demanda se desplaza hacia la izquierda.
Cambios de las expectativas Cuando los consumidores pueden elegir cuándo
van a hacer una compra, la demanda actua l de un bien muchas veces se ve afecta-
da por las expectativas sobre s u precio futuro. Por ejemplo, los compradores más
ahorradores esperan a las rebajas de cada estación - comprando, por ejemplo, los
regalos de las próximas navidades en las rebajas que hay después ele esta Navidad .
En este caso, la expectativa de una futura caída del precio reduce la demanda actual.
Alternativamente, la expecta tiva ele un aumento futuro del precio es p robable que pro-
voque un aumento de la demanda actual. Por ejemplo, cuando el precio del algodón
empezó a subir en 20 10, muchas fábricas textiles empezaron a comprar más algodón
y a almacenarlo en previsión de que el precio s iguie ra subiendo.
Los cambios esperados en la renta futura también pueden causar cambios de la
demanda: si esperamos que nuestra renta aumente en el Futuro, es normal que nos endeu-
25
CAP iT ULO 3 OFERTA Y DEMANDA 77

d~m~s ho ' Yaumenremos la demanda de ciertos bienes. Y, si esperamos que nuestra renta Una curva de demanda individual
d rsmrnuya, probablemente ahorremos a hora y reduzcamos la demanda de a lgunos bienes. iluslra la relación en tre el precio
y la canlldad demandada por un
Cambios del número de consumidores Como ya hemos scrialado, una de las
consumidor individual.
razones del aumento deJa demanda de algodón entre 2007 y 2010 fue el creci miemo
ele la población mundial. Como consecuencia del aumen to de población, la demando
global de a lgodón ha bría aumentado incluso a unque In demanda individu a l de cada
consumidor· hubicr·a perm~lnecido cons tante.
Vamos a introducir· un nuevo concepto: Ja c u rva d e demanda individua l . que mues-
tra la reb ción entn· el precio y la canlidod dema ndada por un consun'flidor individual. Por·
ejemplo, imaginemos que Da rla es una consumidora de panta lones vaqueros de algodón;
supongamos también que todos los vaqueros son iguales, de modo que se venden lodos a l
mismo precio. El panel (a) de la Figura 3-5 muestra cuántos pantalones vaqueros compra-
na Da.r\a a\ año a cada precio. Entonces. Doar/11 es la curva de demanda individual de Dada.

os
FIGURA 3-5 La curva de demanda individual y la curva de demanda del mercado

iv
(a) Curva de demanda (b) Curva de demanda

at
individual de Darla individual de Dino (e) Curva de demanda de mercado
Predo Precio Precio
de los de los de tos

uc
vaqueros vaqueros vaqueros
(por par) (por par) (por par)

30 S · · • · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · • · ·30 S ed
· · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · ·30 S
es

D!Jur/Q Doino
o 3 o 2 o 5
fin

Cantidad de vaqueros Cantidad de vaqueros Cantidad de vaqueros


(pares) (pares) (pares)

Darla y Dino son los dos únicos consumidores de pantalo· demandados por todos los consumidores a cada precio, es
n

nes vaqueros en el mercado. El panel (a) mueslra la curva la representada en el panel (e). La curva de demanda del
de demanda individual de Darla: el número de vaqueros mercado es la suma horizontal de las curvas de demanda
co

que comprará al ai'lo a cada precio. El panel (b} muestra la individuales de todos los consumidores. En esle caso, a
curva de demanda individual de Dino. Como Darla y Dino cada precio, la cantidad demandada en el mercado es la
son los únicos dos consumidores, la curva de demanda suma de las cantidades demandadas por Darla y Dino.
del mercado, que muestra la cantidad pantalones vaqueros
so

La C11rva de demanda de/ m ercado muestra cómo la ca ntidad tota l demandada por
todos los consu midores depende del precio de mercado. (l a mayorfa de la veces,
U

cuando los economistas hablan de la curva de demanda se refiere n a la demanda del


mercado). La curva de dema nda del m ercado es la suma horizontal de las curvas de
demanda individua les de todos los consum idores de ese mercado. Para ver qut! quere-
mos decir con el término SIIIIIO lzorizot~ta/, supongamos de momento que solo hay dos
consumidores de vaquer·os, Da rla y Dino. La curva de demanda individua l de Dino,
0 0 , 0 , estú representada en d panel (b). El panel (e) contiene la c urva de demanda
del mcrcndo. A cada precio, la canlid ad demandada por el mercado es la su ma de las
cantidades demandadas po r Darla y por Di no. Por ejemplo, a un precio de 30 S por
cada par, Darla demanda 3 pares de vaqueros al año, y Di no demanda 2. Por ta nto, la
ca ntidad demandada en el m ercado es 5 vaqueros al afio.
Es ev idente que la cantidad demandada en el mercado a cada precio es mayot·
cuando está Dino que cuando Darla es la única consumidora. Y sería aún mayor s i
añadiéramos un tercer consumido r, y después un cuarto, y as í sucesivame nte. Por
tanto, un a umen to del número de consumidores lleva a un a ume nto de la de manda.
La Tabla 3-1 resume los factores que desplazan la curva de demanda.
78 PART E 2 OFE TA Y DEMANDA 26

TABLA 3-1 Factores que desplazan la demanda


Cuando sucede Pero cuando
esto ... . . . la demanda aumenta sucede esto ... ... la demanda disminuye

Precio Precio

Cuando el precio de
un bien sustitutivo
aumenta ... -\ Dz
Cantidad
... la demanda
del bien original
aumenta.
Cuando el precio de
un bien sustitutivo
disminuye ...

Cantidad
... la demanda
del bien original
disminuye.

Precio Precio

os
Cuando el precio
de un bien
complementario
disminuye . ..
-\ ... la demanda
del bien original
aumenta.
Cuando el precio
de un bien
complementario
aumenta ...
\- ... la demanda
del bien original
disminuye.

iv
01 02 Oz O¡
Cantidad Cantidad

at
Precio Precio

-\ \-
uc
Cuando la renta ... la demanda Cuando la renta ... la demanda
sube . .. de un bien normal disminuye ... de un bien normal
aumenta. disminuye.
01 02
Cantidad
ed Cantidad

Precio Precio

\-
es

Cuando la renta ..• la demanda Cuando la renta ... la demanda de


disminuye ... de un bien inferior aumenta ... un bien inferior
aumenta. disminuye.
fin

Oz D¡
Cantidad Cantidad

Precio Precio
n

Cuando los gustos ... la demanda del Cuando los gustos


\- ... la demanda
co

cambian a favor bien aumenta. cambian en contra del bien disminuye.


de un bien ... de un bien ...

Cantidad Cantidad
so

Precio Precio

Cuando se espera
-\ ... la demanda Cuando se espera que
\- ... la demanda actual
U

que el precio aumente actual del bien el precio disminuya del bien disminuye.
en el futuro .. . aumenta. en el futuro ...
Oz
Cantidad Cantidad

Precio Precio

Cuando el número de .. . la demanda Cuando el número de ... la demanda de


consumidores de mercado del consumidores mercado del
aumenta ... bien aumenta. disminuye ... bien disminuye.
o,
Cantidad Cantidad
27
CAPÍTULO 3 OFERTA Y DEMANDA 79

[IQ«•l:r•1:1t§BH•lll
LUCHANDO CONTRA EL TRÁFICO

T odas las grandes ciudades tienen problemas de tráfico y muchas autoridades


locales intentan disuad ir del uso del coche privado en el centro urbano congestio-
nado. Si pensamos en el desplazamiento en coche hacia el centro como un bien que
los indiv.i duos consumen, podemos usar la economía de la demanda para analizar las
políticas "antiatascos".
Una estrategia frecuente para reducir la demanda de viajes en coche es bajar el
precio de los sustitutivos. En muchas áreas metropol itanas, el autobús y el metro reci-
ben subvenciones con la esperanza de que los usuarios habituales del coche dejen de
utilizarlo. Una estrategia alternativa es aumentar el precio de los complementarios: en

os
algunas grandes ciudades de los Estados Unidos, el ayuntam iento establece impues-
tos altos a los aparcamientos en garajes y reduce el tiempo de aparcamiento en la calle
controlado por parquímetros, tratando tanto de aumentar los ingresos municipales
como de disuadir a los ciudadanos ·de ir en coche a la ciudad .

iv
Algunas ciudades importantes ' - entre las que están Singapur, Londres, Oslo,
Estocolmo y Milán- han tratado de adoptar una estrategia más directa y política-

at
mente más controvertida: reducir el tráfico aumentando el precio de conducir. Con
el ndmbre de "precio de congestión" (o "recargo de congestión" en el Reino Unido)
se estableció una tasa que se aplica a los coches que entran al centro de la ciudad Las ciudades pu eden red ucir la conges-

uc
durante el horario laboral. Los conductores compran vales que se van gastando tión del tráfico aumentando el precio
elecLrónicamente a med ida que pasan conduciendo delante de ciertos puestos de de conducir.
control. El cumplimiento está supervisado por cámaras automáticas que fotogra-
fían las matrículas de Jos coches. Moscú está estudiando en la actualidad imponer
ed
un recargo de congestión para abordar la peor congestión de tráfico de todas las
grandes ciudades, donde los conductores afirman que soportan atascos de tráfico El modelo de oferta y demanda es
de más de tres horas. un modelo de un mercado compe-
Actualmente, el coste diario de conducir en Londres va desde las 9 hasta las 12 libras titivo - un mercado en el que hay
es
(entre 14 $y 19 $aprox imadamente). Y los conductores que no pagan y son descubier- muchos compradores y muchos ven·
de dores de un mismo bien o servicio.
tos, pagan una multa de 120 libras (alrededor de 180 $)por cada transgresión.
No es sorprendente que los estudios realizados hayan demostrado que después de El plan de demanda muestra cómo
cambia la cantidad demandada
aplicarse estas políticas, el tráfico ha disminuido, por supuesto. En la década de 1990
fin

cuando cambia el precio. Una curva


Londres tenía uno de los peores tráficos de Europa. La introducción de este recargo de demanda ilustra esta relació n.
de congestión en 2003 redujo inmediatamente el tráfico en el centro de Lo ndres en
La ley de l a demanda afirma que
un 15% aproximadamente. Y el tráfico total descendió en un 21% entre 2002 y 2006. cuando el precio aumen ta, disminu-
Y también hubo un aumento en la utilización de servicios sustitutivos, tales como ye la cantidad demandada. Así pues,
n

bicicletas, motos y automóviles compartidos por varios usuarios. las curvas de demanda son normal·
En Estados Unidos, el Departamento ele Transportes ha implantado en cinco ciu- mente decrecientes.
co

dades programas piloto para estudiar el "precio de congestión". Algunos expertos en Un aumento de la demanda provoca
transporte han sugerido incluso utilizar precios de congestión variables, elevándolos un desplazamiento de l a curva de
en las horas punta de la c iudad. Así pues, aunque imponer un precio a la congestión demanda hacia la derecha: aumenta
puede ser una c uestión contravenida, parece que está ganando adeptos lentamente. la cantidad demandada a cada pre·
cio. Una disminución de la demanda
so

provoca un desplazamiento hacia la


izquierda: la cantidad demandada a
cada precio es menor. Un cambio del
COMPRUEBA SI LO HAS ENTENDIDO 3-1 precio da lugar a una variación de la
U

cantidad demandada y a un movi-


1. Explica si cada uno de los siguien tes sucesos representa (i) un desplazamiento de la curva
miento a lo largo de la curva.
de demanda o (ii) un movimiento a lo largo de la curva de demanda.
Los cinco factores principales
a. El propietario de una tienda descubre que sus c lientes están dispuestos a pagar más por que pueden desplazar la curva de
un paraguas los días de lluvia. demanda son los cambios en (t) el
b. Cuando XYZ Telecom, un operador telefónico d e larga distancia, ofreció tarifas más bajas precio de un bien relacionado, tal
durante los fines de semana, el volumen de llamadas durante el fin de semana se disparó como un sustitutivo o un comple·
mentario, (2) la renta, (3) los gustos
bruscamente.
o preferencias, (4) las expectativas y
c. La gente compra más rosas durante el dfa de San Valentín, aunque los precios son más (5) el número de consum idores.
altos que cualquier otro día del año. La curva de demanda del mercado es
d. Un brusco incremento del precio de la gasolina fomentó el uso compartido de los vehícu- la suma horizontal de las curvas de
los p rivados para reducir sus compras de gasolina. demanda individuales de todos los
Las soluciones están al final del libro. consumidores que hay en el mercado.
80 RTE 2 OFERTA Y O DA 28

La ca ntfdad ofrecida es la cantidad


de un b1en o un servicio que los La curva de oferta
productores están dispuestas a
lgunas partes del mundo es tá n especialmente bien dotadas para el c ultivo de
vender a un precio concreto.
algodón, y Estados Unidos es una de ellas. Pero incluso en Es tados Unidos hay
Un plan de oferta muestra la a lgunas tierras mejores que otras para el cultivo del algodón. Que los agricul-
cantidad de un bien o un servicio tores estadounidenses se limiten a producir algodón solo en las mejores tierras, o que
que se ofrecería a cada uno de varios expandan su cultivo a otras me nos a propiadas . depende del precio que esperen obte-
precios.
ner por su algodón. Además, hay otros much os lugares en el mundo donde se podría
Una curva de oferta muestra la cultivar algodón - como Pakistán, Brasil, Turquía y China. El que los gra njeros de esos
relación entre la cantidad ofrecida y países cultiven algodón, depende otra vez de l pr·ecio.
el precio. Así pues, lo mismo que la cantidad de a lgodón que los consumidores desean comprar
depende del precio que tienen que pagar, la cantidad que los agricultores están dispuestos
a producir y vender - la cantidad ofrecida- depende del precio que pueden cobrar.

os
El plan de oferta y la curva de oferta
La tabla de la Figura 3-6 muestra cómo varía la cantidad ofrecida de a lgodó n cuando

iv
cambia el precio -es decir, muestra un posible plan de oferta para el a lgodón.
Un plan de oferta funciona igu a l que el plan de demanda que vimos en la
Figura 3-1. En este caso, la tabla muestra la cantidad de kilos de algodón que los gran-

at
jeros están dispuestos a vender a diferentes precios. A un precio de 0,50 $ por kilo,
los granjeros solo está n dispuestos a vender 8.000 millones de kilos a l año. A 0,75 $

uc
por kilo, quieren vender 9.100 miUones de kilos. A 1 $ por kilo, quieren vende r 10.000
millones de kilos, y asf sucesivamente.
De la misma forma que un plan de demanda se puede representar gráficamente
media nte una curva de demanda, un plan de oferta se puede representar mediante
ed
una curva de oferta, tal y como se muestra en la Figura 3-6. Cada punto de la curva
representa una entrada de la tabla.
Supongamos que el precio del algodón sube de 1 $ a 1.25 $; podemos ver que la
cantidad d e ca fé que los g ra njeros quieren vender aumenta de 10.000 a 10.700 millo -
es

3-6 El plan de oferta y la curva de oferta


FIGURA
.___ -- ---
fin

Precio del
algodón
(por kilo) Plan de oferta de algodón
Precio del Cantidad ofrecida
n

algodón de algodón(miles
Curva de (por kilo) de millones de kilos)
co

oferta, 5
2,00 S .. . .. 2,00 $ 11,6

.. .. .. .1,75 11,5
1,75 A medida que
aumenta el predo, ..... .1,50 11,2
1,50
so

aumenta la
1,25
cantidad ofredda . . ... .1,25 10,7

1,00 ......1.00 10,0


U

0,75 ......0,75 9, 1

0,50 .... ..0,50 8,0

~~~--~--~~--~--~
o 7 9 11 13 15 17
Cantidad de algodón
(miles de millones de kilos)

El plan de oferta del algodón se representa gráfi- de oferta y el plan de oferta reflejan el hecho de que
camente y se obtiene la correspondiente curva de las curvas de oferta son generalmente crecientes:
oferta, que muestra la cantidad de un bien que quie- la cantidad ofrecida aumenta cuando aumenta el
ren vender los productores a cada precio. La curva precio.
29 CAPÍTULO 3 OFERTA Y DEMANDA 81

ncs de kilos. E sto es lo normal en una curva de oferta, que un p1·ecio más elevado lleve Un desplazamiento de la curva de
a una ca ntidad ofrecida mayor. Así pues, mientras que las curvas de demanda tienen oferta es un cambio de la cantidad
normalmente pendiente negativa, las curvas de oferta tienen normalmente pendiente ofrecida de un bien o un servicio
positiva: cuanto mayor es el prec io ofrecido, mayor es la cantidad de cualquier bien o a cualquier precio. Se representa
servicio que los productores estarán dispuestos a vender. mediante el desplazamiento de la
curva de oferta hacia una nueva
posición, es la que define una nueva
Desplazamientos de la curva de oferta curva de oferta.
Has ta hace poco tiempo. y durante varias décadas, el algodón era relativamente barato. Un movimiento a lo largo de la
Una de las razones fue que Ja extensión de tierra ded icada al cultivo de algodón aumen- curva de oferta es un cambio de la
tó un 35% e ntre 1945 y 2007. Sin embargo, enlre los factores determinantes de los bajos cantidad ofrecida de un bien como
precios relativos del algodón, el más importante fue el avance en la tecnologfa de su pro- consecuencia de un cambio del precio
ducción. Gracias a este avance tecnológico, la cantidad de algodón cosechada por acre del bien.

os
en 2007 fue más de cuatro veces mayor que la cosechada en 1945. La Figura 3-7 ílustra
ese acontecimiento en términos del plan de ofet·ta y de la curva de oferta del algodón.
La tabla de la Fig ura 3-7 muestra dos planes de oferta. El correspondiente a la
oferta antes de que mejorara la tecnología en el cultivo del algodón, es el mismo de la

iv
Fig ura 3-6. El segu ndo plan muestra la oferta después de adoptar la nueva tecnología.
Lo mismo que un cambio ele los planes ele demanda origina un desplazamiento de la

at
curva de demanda, un cambio de Los p lanes de oferta provoca un desplazamiento
de la curva de oferta -u n cambio de la cantidad ofrecida a cada precio. E sto queda
re rlejado en la Figura 3-7 mediante el desplazamiento de la cw-va de oferta antes de

uc
la mejora tecnológica, St. hasta su nueva posición después de la adopción de la nueva
tec nologfa . 5 2 • Ffjate e n que 5 2 está situada a la de recha de 5 1• reflejando el hecho de
que aumenta la cantidad ofrecida a cada precio.
Lo mis mo que en el análisis de la de manda, es muy importante señalar la diferen-
ed
cia entre los desplazamientos de la c urva de oferta y los movimientos a lo largo de
la curva de oferta - que son las variaciones de la cant iclad ofrecida que su.rgen por
cambios del precio. Podemos apreciar esta diferencia en la Figura 3-8. El movimiento
desde el punto A hasta el punto 8 es un movimiento a lo largo de la curva de ofena;
es
la cantidad ofrecida aumenta a lo largo de 5 1 porque ha aumentado el precio. Aquí,
un aumento del precio de 1 $a 1,50 $da lugar a un aumento de la cantidad ofrecida
fin

FIGURA 3-7 Un aumento de la oferta

Precio del algodón


(por kilo)
n

51 52 Planes de oferta de algodón


2,00 $ • Cantidad ofrecida de algodón
co

1,75 Curvo de oferto Precio del (miles de millones de kilos)


antes de lo algodón Antes de la nueva Después de la
1,50 nuevo tecnologi~ • (por kilo) tecnologfa nueva tecnologia
2,00 S 11,6 13,9

so

1,25
1,75 11,5 13,8
1,50 11.2 13,4
1,00
• Curvo de oferto 1,25 10,7 12,8
U

0,75
• después de lo
nuevo tecnología
1,00
0,75
10,0
9,1
12,0
10,9
0,50 • 0,50 8,0 9,6
'Lr
o 7 9 11 13 15 17
Cantidad de algodón
(miles de millones de k1los)

La adopción de mejores lecnologlas en el cultivo del nologla, y el otro que muestra la oferta después de adop-
algodón generó un aumento de la oferta -un aumento tarse- y por las dos curvas de oferta correspondientes.
de la cantidad ofrecida a cada precio. Este hecho está El aumento de la oferta desplaza la curva de oferta hacia
representado por los dos planes de oferta -uno que la derecha.
muestra la oferta antes de que se adoptara la nueva lec-
~------~
8=2~~P~A
~ R~
T~E~2 ___0~F=E~R~T~A~Y~O~E~M~A~N~D~A 30

Movimientos a lo largo de t,a curva de oferta y desplazamientos de la


FIGURA 3-8 curva de oferta

El aumento de la cantidad ofrecida c uando


/
Precio del
pasamos del punto A al punto B refleja un algodón
movimiento a lo largo de la c urva de oferta: (por kilo)
es el resultado de un aumento del precio Un movimiento a S1
del bien. El aumento de la cantidad ofrecida 2,00$
la largo de la curva
cuando pasamos del punto A al punto C 1,75 de oferta ...

·· · ··· · ·· · ······~· ··~ 8


refleja un desplazamiento de la curva de ofer-
ta: es el resultado del aumento de la cantidad 1,50
ofrecida a c ualquier precio.
1,25
X

os
1,00 ................... ........ e
... no es lo ~

mismo que un
0,75 desplazamiento
de la curva

iv
0,50 de oferta
~r-~----~-L~----~--~
o

at
7 10 11, 2 12 15 17
Cantidad de algodón
(miles de millones de kilos)

uc
de 10.000 a 11.200 millones de kilos de algodón. Pero la cantidad ofrecida también
ed
puede aumentar cuando el precio no varía si hay un aumento de la oferta -un despla-
zamiento de la curva de oferta hacia la derecha. Esto se representa en la Figura 3-8
mediante el desplazamiento hacia la derecha de .la curva, de S 1 a S 2 • Manteniendo el
precio constante en 1 $,la cantidad ofrecida aumenta de 10.000 millones de kilos en
el punto A de S 1 a 12.000 millones de kilos en el punto C de S 2 .
es

Interpretación de los desplazamientos de la curva de oferta


La Figura 3-9 muestra las dos formas básicas en las que puede desplazarse la curva
fin

de oferta. Cuando los economistas hablan de un "aumento de la oferta" quieren decir


un desplazamiento de la curva de oferta hacia la derecha: a cada precio, los produc-
tores ofrecen una cantidad del bien mayor que antes. Esto está representado en la
Figura 3-9 mediante el traslado hacia la derecha de la curva de oferta inicial, desde
n

S, a 5 2 • Y cuando los economistas hablan de una "disminución de la oferta", quieren


decir un desplazamiento de la curva de oferta hacia la izquierda: a cada precio, los
co

productores ofrecen una cantidad del bien menor que antes. En la Figura 3-9 esto se
representa med iante el desplazamiento hacia la izquierda des, a s3·

FIGURA 3-9 Desplazamientos de la curva de oferta


so

Cualquier acontecimiento que aumente la Precio


oferta, desplaza la curva de oferta a la dere-
cha, reflejando un aumento de la cantidad
U

ofrecida a cada precio. C ualquier aconte-


cim iento que reduzca la oferta, desplaza la
curva de oferta a la izquierda, reflejando la
disminución de la cantidad ofrecida a cada
precio.

Cantidad
31
CAPiTULO 3 OFERTA Y DEMANDA 83

Los econom istas creen que l-os desplazamientos de la curva de oferta de un bien o Un input es un bien o servicio que se
de un servicio se deben principa lmente a cinco factores (aunque: como en el caso de usa para producir otro bien o servicio.
la demanda, hay otras causas posibles):
• Cambios de los precios de los inputs
• Cambios de los precios de los bienes y los servicios relacionados
• Cambios de la tecnología
• Cambios de las expectativas
• Cambios del número de productores

Cambios de los precios de los inputs Para producir algo -output- hacen fa lta
inputs. Por ejemplo, para hacer un helado de vainilla se necesitan granos de vaini-
lla, leche, azúcar y otros ingredientes. Un input es un bien o servicio que se utiliza

os
para producir otro bien o servicio. Los inputs, como el outpu t, tienen un precio. Y un
aumento del precio de un input da lugar a que la producción del b ien final sea más
costosa para quienes lo producen y lo venden. En consecuencia, los productores esta-

iv
rán dispuestos a ofrecer menos cantidad del bien a cada precio y la curva de oferta se
desplazará hacia la izquierda. Por ejemplo, el combustible es el principal coste de las
compañías aéreas. Cuando los precios del petróleo subieron en 2007-2008, las aero-

at
líneas empezaron a cancelar vuelos y algunas abandonaron el mercado. Igualmente,
la caída del precio de un input hace que los costes de producción del bien fina l sean

uc
menores para los vendedores. Estos esta rán dispuestos a ofrecer una mayor cantidad
del bien a cada precio, y la curva de oferta se desplazará hacia la derecha.
Cambios de los precios de bienes o servicios relacionados Un productot-
ed
individual muchas veces produce un conjunto de bienes, en lugar de uno solo. Por
ejemplo, una refinería de petróleo produce gasolina a partir del petróleo, pero también
produce combustibles para calefacción y otros productos a partir de la misma materia
prima. Cuando un productor vende varios bienes, la cantidad de uno de ellos que está
dispuesto a vender a cada precio depende de los precios de los otros bienes que produce.
es
Este efecto puede funcionar en cualquiera de los dos sentidos. Una refinería ofre-
cerá menos gasolina a cada precio si aumenta el precio del combustible para calefac-
c ión, desplazándose la curva de oferta de gasol ina hacia la izqu ierda. Pero ofrecerá
más gasolina a cada precio cuando baje el precio del combustible para calefacción,
fin

con lo que la curva de oferta de gasolina se dcspla7.ará hacia la derecha. Esto significa
que la gasolina y los otros derivados del petróleo que se producen con ella son, para
las refinerías, sustitutivos en la producción.
Por el contrario, debido a la naturaleza del proceso productivo, otros bienes pueden
n

ser complementarios en la producción. Por ejemplo, los productores de petróleo en crudo


- los perforadores de pozos petrolíferos- con frecuencia producen también gas natural
co

como subproducto de la extracción de petróleo. Cuanto más elevado sea el precio al que
el extractor de petróleo puede vender su gas natural, más pozos de petróleo perforará
y mayor será la cantidad de petróleo que ofrecerá a cad a precio del petróleo. En conse-
cuencia, el gas natural es un bien complementario en la producción del petróleo.
so

Cambios de la tecnología Cuando los economistas hablan de "tecnología" no se


refieren necesariamente a tecnología punta - se refieren a todos los métodos que se
pueden usar para convertir los inputs e n bienes y serv ic ios útiles. En este sentido, la
compleja secuencia completa de actividades que transforman el algodón de Pakistán
U

en el par de vaqueros que está colgado en tu armario, es tecnología.


Las mejoras de la tecnología permiten que los productores gasten menos en inputs
aunque sigan produciendo la misma cantidad. Cuando se dispone de una tecnología
mejor, que reduce los costes de producción, la oferta aumenta y la curva de oferta se
desplaza hacia la derecha. Como ya hemos mencionado a ntes, una mejora tecnológica
permitió a los agricultores a lo largo de varias décadas, cuadruplicar la producción
de a lgodón por acre plantado. Las mejoras tecnológicas son la principal razón de
que, hasta hace poco tiempo. el algodón fuera relativamente barato a pesar de que la
demanda mundial creciera.
Cambios de las expectativas De la misma manera que los cambios de las expec-
tativas pueden desplazar la curva de demanda, también pueden desplazar la curva
de ofena. Cuando Jos productores pueden elegir la fecha en que ponen a la venta su
producto, los cambios del precio futuro esperado del bien pueden llevar a un oferente
a ofrecer hoy una cantidad menor o mayor.
84 PART E 2 OFERTA Y DEMA NDA 32

Una curva de oferta individual Consideremos, por ejemplo, el hecho de que la gasolina y otros de.-ivados del
Ilustra la relación en tre el precio y la petróleo muchas veces permanecen almacenados largos períodos de tiempo anlt:li de
cantidad ofrecida por un productor ser vendidos a los consumidores. De hecho, el almacenamiento es una pa rte normal
individual. de la estrmegia del negocio. Sabiendo que la demanda de gasolina crece en verano.
las refinerías de petróleo suelen a lmacenar parte de la gasolina que producen en pri-
mavera para venderla en verano. Del mismo modo, como saben que la demanda de
combustible para calefacción se dispara en invierno, normalmente almacenan parte
del combustible para calefacción que producen en 010ño para vcndcda en invierno. En
cada caso, ha~· que tomar una decisión sobre si se vende la producción ahora o si se
a lmacena parn venderla más adela nte. La GICcción hecha por el productor depende de
la comparación entTe el precio actua l y los precios esperados para el fu turo. Este ejem-
plo ilustra cómo pueden afectar a la oferta los cambios de las expectativas: un aumento
del precio fuwro esperado de un bien o servicio reduc~ la ofenn hoy, desplazando la

os
curva de oferta hacia la izquierda. Pero, si se espera que el precio de un bien baje en
el futuro, la oferta actual aumenta y la curva de oferta se desplaza hacia la derecha.

Cambios del número de productores Lo mismo que los cambios del número de de

iv
consum idores afectan a la curva de demanda . los cambios del número de productores
nfectan a la oferta. Ana licemos la c urva de oferta individual, observando el panel

at
(a) de la Figura 3-10. La curva de oferta individual rnuesu·a la relación entre el precio
y la ca ntidad ofrecida por un producLOr individual. Por ejemplo, imagi nemos que e l
seiior Silva es un g ranjero brasileño q ue cult iva algodón y que el panel (a) de la figu-

uc
ra 3- 10 muestra cuántos kilos de algodón ofrece en un año a cada precio. En ese caso
la s .•;,/va es su curva de oferta individual.
La curl'a de o(erta de/ mercado muestra cómo la ca ntidad tota l ofrecida por todos
los productores individuales depende del precio que ese bien tiene en el mercado. Y,
ed
así como la curva de demanda del mercado es la suma horizontal de las cun,as de
demanda individuales de todos los consumidores, la curva de oferta del mercado
es la suma horizontal de las curvas de oferta individua les de lodos los productores.
Supongamos por un momento que solo bay dos productores individuales de algodón,
es
el scñot· Silva y el señor Liu, un productor de algodón chino. En el panel (b) está
representada la c urva de ofena individua l del señor Liu, S1.;,. El panel (e) muestra la
curva de oferta del mercado. A cada precio. la canl idad ofrecida en el mercado es la
suma de las cantidades ofrecidas por Silva y Liu. Po1· ejemplo, a un precio de 2 por
fin

kilo, el señor Silva frece 3.000 kilos de algodón al año y el señor Liu ofrece 2.000, de
modo que la ca ntidad ofrecida en el mercado son 5.000 kilos.
n

FIGURA 3-10 La curva de oferta individual y la curva de oferta del mercado


co

(a) Curva de oferta individual (b) Curva de oferta individual (e) Curva de oferta de mercado
del señor Silva del señor Liu

.....
Precio del Precio del Precio del
algodón algodón algodón
(por kilo) (por kil.o} (por kilo)
so

2S · · · · · · · · · · ·2 S ·· ··· ······•····· 2 S 75~


U

. . . . . . . . . . . . . . .... ·> ... ' .... .. .. 1 .... . . ·> .. . ............... ·1 . . . . . . ... . . . ..


.. ..

o 1 2 3 o l 2 o
Cantidad de algodón Cantidad de algodón Cantidad de algodón
(miles de kilos) (miles de kilos) (miles de kilos)

El panel (a) muestra la curva de oferta individual del sei'lor indica la cantidad de algodón ofrecida por todos los pro-
Silva, Sswa• que Indica la cantidad de algodón que venderla ductores a cada precio, se muestra en el panel (e). La curva
a cada precio. El panel (b) muestra la curva de oferta indivi· de oferta del mercado es la suma horizontal de las curvas
dual del sei'lor Liu, SLiu· La curva de oferta del mercado, que de oferta individuales de todos los productores.
33
C AP Í TULO 3 OFERTA Y DEMANDA 85

Es evidente que la ca ntidad ofTccida en el mercado a cada precio es mayor cuando


está presente el señor Liu que si el señor Silva fuera era eJ único proveedor. La canti-
dad sería aun mayor si añadiéramos un tercer productor, y después un cuarto. y así
sucesiva mente. Por ta nto. un auml!nlo del númct·o de producton~s provoca un aumen-
to de la oferta y un desplazamiento de la curva de oferta hacia la derecha.
La Tabla 3-2 resume los factores que desplaza n la curva de oferta.

TABLA 3-2 Factores que desplazan la oferta


Cuando sucede Pero cuando
esto .. • ••• la ofert a aumenta sucede esto . •• 1 · . . la oferta disminuye

os
Precio Precio

Cuando el precio
-1 ... la oferta Cuando el precio

1- ... la oferta

iv
de un input del bien de un input del bien
disminuye ... aumenta. au menta .. . disminuye.
S¡ Sz Sz S¡

at
Cantidad Cantidad

uc
Precio Precio
Cuando el precio
de un sustitutivo en
la producción
disminuye ...
SI
-1Sz
Cantidad
... la oferta
del bien original
aumenta. ed Cuando el precio
de un sustitutivo
en la producción
aumenta ...
1-
Sz S¡
Cantidad
..• la oferta
del bien original
disminuye.
es

Precio Precio
Cuando el precio de
un complementario en
-1 . .. La oferta
del bien original
Cuando el precio de
un complementario
1- ... la oferta
del bien origi nal
fin

la producción en la producción
aumenta. disminuye.
disminuye ... disminuye . .. S¡
SI Sz Sz
Cantidad Cantidad
n

Precio Precio

-1 1-
co

Cuando la tecnología ... la oferta Cuando la mejor ... la oferta


utilizada en del bien tecnología utilizada del bien
la producción del aumenta. en la producción disminuye.
bien mejora . • . S¡ Sz del bien deja de Sz 5¡
estar disponible • ..
Cantidad Cantidad
so

Precio Precio

-1 1-
U

Cuando se espera ... la oferta Cuando se espera ... la demanda


que el precio disminuya actual del que el precio disminuya del bien disminuye
en el futuro ... bien au menta. en el futuro ... hoy.
51 Sz Sz s,
Cantidad Cantidad

Precio Precio

Cuando el número
de productores
aumenta ...
s,
-1Sz
Cantidad
. . . la oferta de
mercado del
bien aumenta.
Cuando el número
de productores
disminuye . . . 1-
52 5¡
Cantidad
... la oferta de
mercado del
bien disminuye.
..
34
86 PA RTE 2 OFER TA Y DEMA NDA

flt1«•l:[•l:lt!J#MK•1ll
SOLO CRIATURAS PE UEÑAS Y MIMADAS

e
n la década de 1970 fue muy popular en la televisión britán ica un programa titu-
lado Todas las críatt1ras, gm ndes y pequeñas. Se basaba en la vid:l real de James
Hcrriot, un veterinario de pueblo que atendía a vac.."\S, cerdos. ovejas, caballos, y algu-
nas veces a mascotas, a menudo en condiciones muy duras,
en l a I nglaterra rura l de la década de 1930. El programa deja-
ba claro que en aquellos tiempos el veterinario local era una
figura esencial en las zonas agr fcolas, cuidando de valiosos
animales y ayudando a los granjeros a sobrevivir. Y también

os
quedaba claro que James Herriot estaba muy satisfecho de
dedicar su vida a esta actividad.
Pero eso era entonces. y ahora es ahora . Según un
reciente artículo del Nell' York Ti111es, Estados Unidos ha

iv
ex perimentado a lo largo de las dos últimas décadas una
importante disminución del número de veterinarios rurales.

at
El origen del problema es la competencia. A medida que ha
aumentado el n(unero de mascotas y que han crecido las
rentas de sus dueños, la demanda ck veterinarios para mas-

uc
cotas se ha disparado. Como consecuencia, muchos veteri-
narios están abandonando In práctica rural para dedicarse
Un mayor gasto en la atención de mascotas implica que hay menos
a l c uidado de mascotas, que cs mucho más lucnllivo. Como
veterinarios disponibles para atender a animales de granja. comaba un veterinario, él empezó dedicándose a los ani ma-
ed
les de granja. pero cambió de opinión después de compro-
bar que "hacer una cesárea a una vaca son 50$, y que hacérsela a un chihuahua son
300 $. Odio decido pero ... es el d inero".
El plan de oferta muestra la forma en ¿Cómo podemos trasladar esto a curvas de oferta y de demanda? Los servicios
rurales de lo veterinarios y los servicios de veterinarios para mascotas son como
es
que la cantidad ofrecida depende del
precio. la curva de oferta ilustra esta la gasolina y d combustible para calefacción: están relacionados entre sí, suslitu-
relación. tivos en la producción. Un veterinario norma lmen te se especial iza e n una de estas
Normalmente las curvas de oferta áreas o en la otra, y esa decisión depende del precio de cada uno de los servicios. El
fin

son crecientes: a un precio más ele- aumento del n(rmero de mascotas en Estados Unidos, unido al creciente deseo de
vado, los productores están dispues· sus amorosos dueños de gastar dinero en cuidarlas ha elevado el pr'ecio de los servi-
tos a vender una mayor cantidad de cios veterinarios para mascotas. Como consecue nc in, cada vez hay menos veterina-
un bien o de un servicio. rios que se dediquen a la práctica rural. Por ello. la clll-va de oferta de veterinarios
Un cambio en el precio provoca un rurales se ha desplazado a la izquierda -a cada precio hay menos vcterinar-ios que
n

movimiento a lo largo de la curva ofrez.ca n sus servicios.


de oferta y un cambio de la cantidad Al [inal los granjeros emienden que todo es un problema de dólares y cent~wos, y
co

ofrecida.
que tienen menos veterinarios por·que no quieren paga rles más. Como decía un gana-
los aumentos o disminuciones de la dero que acababa de perder una vaca muy va liosa por la incapacidad de encontrar un
oferta se corresponden con despla· veterinario: ''El hecho es que no hay nada que hacer, que hoy en día tienes que acep-
zamientos de la curva de oferta. Un
tarlo como un coste más del negocio. Antes no er·a así. Si tienes ganado vivo, antes
aumento de la oferta es un despta·
so

zamiento hacia la derecha: a cada


o después tendrás ganado muerto." (Aunque deberfamos saber que este ganadero
precio le corresponde una cantidad
podría haber elegido pagar más a u n veterinario y hubiera sa lvado a su vaca).
ofrecida mayor. Una disminución de
la oferta es un desplazamiento hacia
U

la izquierda: a cada precio le corres·


pon de una ca ntidad ofrecida menor
Los cinco factores que pueden des· 3-2
plazar la curva de oferta son los cam·
bios en: (t) los precios de los inputs, 1. Explica si cada uno de los siguientes acontecimientos representa (i) un desplazamiento de fa
(2) los precios de los bienes o servi· cu rva de oferta o (ii) un movimiento a lo largo de la cu rva de oferta.
cios relacionados. (3) la tecnología. a. Durante un boom inmobiliario aumenta el numero de viviendas en venta, lo que provoca
(4) las expectativas y (S) el número una subida de los precios de las viviendas.
de productores.
b. Muchos g ranjeros productores de fresas abren puestos de venta en las carreteras durante
la curva de oferta del mercado es la temporada de recolección , aunque los precios sean generalmente bajos en esa época.
la suma horizontal de las curvas de
c. Inmediatamente después de empezar el curso universitario, los restaurantes de comida
oferta individuales de todos los pro·
rápida tienen que subir los salarios, que son el precio del trabajo, para atraer a los traba-
ductores del mercado.
jadores.
35
CAPÍ TUL O 3 OFERT A Y DE M ANDA 87

d. Muchos trabajadores de la c onstrucción se trasladan temporalmente a las zonas que han Un mercado competitivo está en
sufrido los efectos d e un hurac án, atraídos por los altos salarios. equilibrio cu ando el precio ha
e. Desd e que hay nuevas tecnologías que permiten construir cruceros más grandes (que son alcanzado un nivel al que la cantidad
más baratos para los pasajeros), las líneas de cruceros caribeñas ofrecen un mayor núme- demandada de un bien o de un
servicio es igual a la cantidad ofrecida
ro de plazas a un precio menor que antes.
de dicho bien o servicio. El precio
Las soluciones están al final del libro.
al que ocurre esto es el precio de
equilibrio, también c onocido como
el precio que vacía el mercado.
La cantidad del bien o del servicio
Oferta, demanda y equilibrio comprada y vendida a ese precio es la
cantidad de equilibrio.
asta el momento hemos tra ta do los p r imeros tres co nceptos clave del m odelo
de oferta y dema nda: la cu rva de demanda, la c urva de oferta, y el conjunto

os
de fac tores que d esplazan cad a curva . El siguiente paso consiste en unir estos
elementos y most rar cómo podemos utilizarlos para pred ecir el precio real al que se
compra y vende el bien, así como la cantidad que se intercambia .

iv
¿Qué es lo que de ter mina e l precio al que se compra y se vende un bien? ¿Qué
determina la cantidad intercambiada del b ien o servicio? En el capítulo l aprendimos
el princ ipio general de que los mercados tienden a.l equilibrio. una situació n a parti r

at
de la cua l nadie podría mejor ar actuando de o tra forma. En el caso de un mercado
compe titivo podemos ser más precisos: un mercado competitivo está en equilibr io

uc
cua ndo el precio ha alcan zado un nivel tal que la cantida d d emandada de un bien
es igua l a la cantidad ofrecida de ese bien. A ese precio, ningún vendedor individua l
podría esta r mejor vend iendo una cantidad del bien mayor o menor, y ningún com-
prador individua l p od r ía esta r mejor comprando más o menos cantidad del bien. E n
ed
otras pa la bras, en el equilibr io del me rcado compe titivo, el precio ha a lca n zado el
nivel pa ra el que la cantidad demandada por los consumidores y la cantidad o frecida
por los vendedo res coinc iden exacta mente .
El precio que igua la la cantidad o frecida y la ca ntidad demandad a es el precio
de equilibrio; y la cantidad comprada y vendida a ese precio es la cantidad de
es
equilibrio. El precio de equilibr io se conoce también como el precio que vacía
el mercado: el precio a l que "el mercado se vacía" porque ga rantiza que cada com-
prador q ue está dispuesto a pagar ese pr ecio, encontrará a un vendedor que quiera
fin

vender a ese precio, y viceversa. Veamos qué podemos hacer para encontrar el precio
y la cantid ad de equilibrio.

Cómo encontrar el precio y la cantidad de equilibrio


n

La ma nera m ás fácil de determina r el precio y la cantidad de equilibrio de un merca-


co

do es representando en un mismo gráfico la curva de o ferta y la curva de demanda .


Puesto que la cu rva d e o fer ta muestra la cantidad ofrecida a cada precio y la cu r va de
demanda muestra la cantidad demandada a cad a precio, el precio a l que se cortan las
dos curvas es el precio de equilibr io: el precio a l que la cantidad dema ndada es igua l
a la cantidad ofTecida .
so
U

_ _¡TRAMPAS! , . - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

¿COMPRADO Y VENDIDO? En realidad, suele haber un interme- molinos (que son los que, en última instan·
Hemos hablado del precio al que un bien o diario - alguien que pone en contacto a cía, reciben sus balas de algodón). No hay
un servicio es comprado y vendido, como si los compradores y los vendedores. Este ningún misterio aquí: esa diferencia es el
se tratara del mismo precio. Pero ¿no debe· intermediario compra a los oferentes y medio de vida de los agentes comerciales
ríamos hacer una distinción entre el precio vende a los consumidores con un margen del algodón y de los demás intermediarios.
recibido por los vendedores y el precio de ganancia - por ejemplo, los agentes del Por lo tanto, no es aproximación tan mala
pagado por los compradores? En principio comercio de algodón, que compran a los pensar que el precio pagado por los com·
sí; pero en este punto es útil sacrificar un granjeros que lo cultivan y que venden a prado res es igual que el precio recibido
poquito de realismo en favor de la sencillez las empresas textiles- consumidores que, por los vendedores. Y es te es el supuesto
- suponiendo que no hay diferencia entre los a su vez, convierten el algodón en la ropa que hacemos en este capítulo.
precios recibidos por los vendedores y los que compramos. Normalmente, los gran·
precios pagados por los compradore s. jeros reciben menos de lo que pagan los
36
88 P ARTE 2 OFERTA Y DEMANDA

FIGURA r3-11 Equilibrio del mercado

El equilibrio del mercado tiene lugar en Precio del


el punto E, donde las curvas de oferta y algodón
de demanda se cortan. En el equilibrio, (por kilo)
la cantidad demandada es igual a la Oferta
cantidad ofrecida . ..En este mercado, el 2,00 $
precio de equilibrio es 1 $ por ki lo, y la
cantidad de equilibrio es 10.000 millo- 1,75
nes d e kilos al año.
1,50

1,25

os
Precio de _ 1 00
equilibrio '
0,75

iv
0,50 Demanda

at
Cantidad de algodón

uc
Cantidad (miles de millones de kilos)
de equilibrio

ed
La Figu ra 3-11 combina la curva de demanda de la Figura 3-1 con la curva de
oferta de la Figura 3-6. Las cmvas se cortan en el punto E, que es el equilibrio de este
es

mercado; 1 $ es el precio de equilibrio y 10.000 millon es de kilos es la cantidad de


equi librio.
Vamos a comprobar que el punto E de la Figura 3.1.1 se ajusta a nuestra definición
fin

del equil ibrio. Cuando el precio es 1 $ por kilo, los cultivadores de algodón desean
vender 10.000 millones de kilos al ai'ío y los consumidores de algodón desean
comprar 10.000 millones de kilos al año. Así que cuando el precio es 1 $ por
sí. YA SÉ QUE ES MUY CARA, k ilo, la cantidad ofrecida de algodón es igual a la cantidad demandada. Observa
PERO SOLO VOY A VENDER
que con cualquier otro precio, el mercado no se vacía: no todos los compradores
n

UN VASO Y ME JUBILO.
potenciales podrían encontrar u n vendedor, y viceversa. Más concretamente, si
el precio fuese mayor que 1 $, la cantidad ofrecida serfa mayor que la cantidad
co

demandada; si el precio fuese menor que 1 $,la cantidad demandada sería mayor
que la cantidad ofrecida.
Por tanto, el modelo de oferta y demanda determina que, dadas las curvas
de oferta y demanda representadas en la Figura 3-J 1, a un precio ele 1 $ por
so

kilo, 10.000 m illones de kilos de algodón cambiarían ele mano. Ahora bien,
¿cómo podemos estar seguros de que el mercado llegará a l precio de equilibrio?
Empezamos respondiendo a estas tres sencill as preguntas:
U

l. ¿Por qué todas las compras y ventas del mercado se realizan a l mismo precio?
2 . ¿Por qué el precio del mercado disminuye si es mayor que el precio de equili-
brio?

3 . ¿Por qué el precio de mercado aumenta si es menor que el precio de equilibrio?

¿Por qué todas las ventas y las compras del mercado se


realizan al mismo precio?
Hay muchos mercados en los que el mismo bien se puede vender a precios muy dife-
rentes, dependiendo de qu ién sea el comprador y de quién sea el vendedor. Por ejem-
plo, ¿no has visto nunca que, después de h aber comprado un recuerdo en una "tienda
37
CAPÍTUL O 3 OFERTA Y DEM A N DA 89

para turistas'', el m ismo artículo se vende a un precio menor en otro sitio -a lo mejor, Hay un excedente o exceso de
incluso en la tiend a de al iado? Como los tur istas no saben cuáles son las tiendas que oferta de un bien o servicio cuando
ofrecen mejores precios y no tienen tie mpo pa ra h acer compa raciones, lo::; vended ores la can tidad ofrecida es mayor que
de los zonas turísticas pueden vende r d mismo articu lo a precios di ferentes. la cantidad demandada. El exceso
Pero en cua lquier mercado en el que los compradores y los vendedores ha n parti- de oferta surge cuando el precio es
cipado durante a lgún tiempo, las compraventas tienden a converger a un precio gene- mayor que su nivel de equilibrio.
ra lmente uniforme, p or lo que p odemos ha blar sin problemas del p recio del mercado.
Es fácil ver po r qué . Imaginemos q ue un vendedo r le ofrece a un comprador potencia l
un precio sensiblemente mayor que el que el comprador sabe que está n pagando otros
compradores. El comprador estaría claramen te mejor comprando en otro sitio -a no
ser que el vendedor estuviera d ispuesto a ofrecerle un traLO mejor. A su vez, u n vende-
dor no esta ría dispuesto a vender a un precio consider ablemente inferior a l que está
pagando la mayoría de los compradores; estada mejor si espera ra h asta encontra r un

os
comprador más razonable. Por ello, en un mercado establecido que fu nciona razona-
blemente bien, todos los vendedores reciben y todos los compradores pagan a proxima-
damente el m ismo p recio. Este es el que conocem os como precio del mercado.

iv
¿Por qué disminuye el precio de mercado si es mayor

at
que el precio de equilibrio?
Consideremos que las c urvas de oferta y de dema nda son las rep resentadas en la

uc
Figura 3-11 . pero que el precio de me1·cado es mayor que 1 $ -por ejemplo, 1,50 $.
Esta situación se ilustra en la F igura 3-12. ¿Por qué no puede mantenerse el precio
en ese nivel?
ed
Como se observa en el g ráfico , a un precio ele 1,50 $, hobrfa disponibles más ki los
de algodón del que los consu midores desearían compra r: 11.200 millones de kilos
frente a 8. 100. La diferencia de 3. 100 miiJoncs de kilos es el excedente - también lla-
mado exceso de oferta- de algodón a l precio de 1,50 $.
Este exceso ele oferta implica que a lgunos productores de a lgodó n está n frustra-
es
dos: a l p recio corriente no pued en encontrar consum idores q ue quiera n compra r su
algodón. El exceso de oferta es un incenth·o para que los vendedores frustrados bajen
sus precios con la intención de arrebatar parte del negocio a otros p roductores y con-
segui r más consum idores par a su prod uc to. E l res ulta do de esta reducció n de precios
fin

FIGURA 3-12 Un precio superior al nivel de equilibrio crea un exceso d e oferta


n

El precio de mercado de 1,50 $ es Predo del


co

mayor que el precio de equilibrio, q ue algodón


es 1 $. Esto crea un exceso de oferta: (por kilo)
al precio de 1,50 $ , los productores Oferta
querrfan vender 11.200 millones de 2,00 $
kilos, pero los consumidores solo están
so

dispuestos a comprar 8.1 00 millones. 1,75


Asf pues, hay un exceso de oferta de
3 .100 millones Este excedente empujará
1,50
el precio hacia abajo hasta que alcance
U

el nivel de equilibrio, 1 $.
1,25

1,00

0,75

0,50 Demanda

7 8,1 10 11,2 13 15 17
Cantidad de algodón
1 1
(miles de millones
Cantidad Cantidad de kilos)
demandado ofreddo
38
90 PA R TE 2 OFERTA Y DEMANDA

Se produce escasez o exceso de es una presió n a la baja sobre el precio hasta que alcance el nivel de equilibrio. Así
demanda de un bien o de un servicio pues, el precio de un bien caerá siempre que exista un exceso de oferta -siempre que
cuando la cantidad demandada es e l precio del mercado esl6 pot· e nc ima de su nivel de equilibrio.
mayor que la cantidad ofrecida. Los
excesos de demanda se producen
siempre que el precio esta por debajo ¿Por qué aumenta el precio del mercado si es menor que
de su n.vel de equilibrio.
el precio de equilibrio?
Aho ra supongamos que e l prec io es inferior a su nivel de equi librio -por ejemplo,
0,75 $ pot· kilo, como ocurre en la Figura 3-13. E.n este caso, la cantidad demandada,
11.500 millones de kilos, es mayor que la cantidad orrecida, 9. 100 millones, lo que
implica que hay compradores pote nc iales que no enc uentran algodón: en este caso
se dice que hay escas ez, también llamada exceso de demanda. en una cuantía de

os
2.400 millones de kilos.
Cuando hay exceso de demanda, hay compradores potenciales frustrados -gente
que quiere comprar algodón pero que no encuentra vendedores que deseen vender
a ese precio. En esa situación, o bien los compradores ofrecen pagar un precio más

iv
aiLO o bien los vendedores se dan cuenta de que puede n cobra r precios mayores. En
c ualquier caso, la consecuencia es que el precio tenderá a subir. Esta tendencia al alza

at
de los prec ios se produce siempre que h:wa excesos de demanda -y ha brá excesos de
demanda siempre que el precio tenga un nivel inferio r a l de equ il ibrio. Por lo tanto. el
precio de met·cado subirá siempre que sea menor que el precio de equilibrio.

uc
Cómo usar el equilibrio para describir mercados
ed
Acabamos de vet· que un mercado tiende a tener un único precio: el precio cl¡;: equi li-
brio. Si el precio del mercado e mayor que el de equilibrio, el exceso de oferta resul-
ta nte hace que los compradores y los ve ndedores aCLLten de forma que el precio baje.
Si el precio del mercado es menor que el de equilibl"io, el exceso de demanda resul-
tame lle\'a a los compradores y a los vendedores a actuar de forma que el precio suba.
es
En de finitiva, el precio del mercado siempre se 11weve hacia el precio de equilibrio, el
precio al que no hay ni exceso de oferta ni exceso de demanda.
fin

FIGURA 3-1 3 Un precio inferior al nivel de equilibrio crea un exceso de demanda

El precio de mercado de 0,75 $es Predo del


n

menor que el precio de equilibrio, que algodón


es 1 $. Esto crea un exceso de deman· {por kilo)
co

da: al precio de 0.75 $, los consumido- Oferta


res querrfan comprar 11.500 millones de 2,00 $
kilos, pero los productores solo están
dispuestos a vender 9.100 millones. Asl 1,75
so

pues, hay un exceso de demanda de


2.400 millones. Esta escasez empujará 1,50
hacia el precio hacia arriba hasta que
alcance el nivel de equilibrio, 1 $.
1,25
U

1,00

0.75

0,50 Demanda
~~~--~~--~--~--~--~
o 7 9,1 10 11,5 13 15 17
Cantidad de algodón
1 1
{miles de millones
Cantidad Cantidad de kilos)
ofrecido demandado
39
CAPITULO 3 OFERTA Y DEMANDA 91

[JQ«•l:t•1~1t!!#Uil•JD
EL PRECIO DE LAS ENTRADAS

E 1equilibrio del mercado, a l menos en tcorfa, es muy igualitario, porque el precio


de equilibrio se aplica a todos por igu a l. Es decir, todos los compradores pagan
el m ismo precio -el precio d e equilibrio- y todos los vendedores reciben ese mismo
precio. ¿Pero es esto realista?
El mercado de ent radas para conciertos es un ejemplo q ue, aparentemente, con-
tradice la teoría - para un mis mo concierto hay un precio en La taquHla y otro precio
(generalme nte mucho más alto) en Inte rnet, en porta les corno StubHum.com o e Bay,
donde las personas que ya tienen entradas las revende n. Po •· ejemplo.
compara el precio de taquilla para un con cierto de Dn1ke en Miami,

os
Flo rida, con el precio de las entradas para el mismo concierto en
StubHub.com: 88,50 $ fren te a 155 $.
Aunque p<1rezca sorprendente, no hay contradicc ión si tenemos

iv
en cuenta los costes de oportunidad y los gustos. Para los conciertos
imponantes. comprar la entrada en taquilla implica hacer largas
colas. Los compradores que utilizan la reventa de Internet han deci-

at
dido que el coste de oportunidad de su tiempo es d emasiado alto
parn perderlo esperando en una cola. Y las entrad as de los g randes

uc
eventos que se venden e n la red a l mis mo precio que en la taquilla .
suelen agota rse en pocos minutos. En este caso, a lgunas personas
que quieren ir a l concierto a wda costa. pero que no llegaron a tiem-
po para sacar las entradas po•· interne t a Lln precio bajo, estará n
ed
dispuestas a paga r el precio más elevado de la reventa en lntem el.
Y no solo eso -si se examina con atención el sitio StubHub.com,
se puede ver que los mer·cados realme nte tie nden a l eq u ilibrio. Se
puede comprobar que los precios pedidos por d i(erentcs vendedores
para asientos próximos entre s í, son muy pa recidos: 184,99 $y 185 $
es

pa ra los asie ntos de butnca en e l concierto de Drake. Como prevé e l


modelo del mercado competitivo, todas las unidades de un mismo
bien acaban vendiéndost: al mismo precio. Y los precios varfan en El modelo de mercado competitivo determina el precio que
fin

respuesta a la demanda y la oferta. Segú n un artículo del Ne\V York pagas por las entradas de conciertos.
Times, en el ponal StubHub.com se pueden comprar entradas a un
precio inferior al de taq ui lla para aco ntecimientos poco atractivos, mientras que los
precios de los eventos que tienen gran dema nda pueden d ispar arsc (el artículo men -
ciona un precio de 3.530 $para un conc ierto de Madonna). 1ncluso el responsable de
n

StubH ub.com dice que su porta l es ''la personificac ió n de la economía de la o(crta y


la demanda".
co

Así pues, la tcoria de los mercados competitivos no es una mer·a especulación. Si


quieres compro barlo por ti mismo, intenta comprar entradas para un concierto. En un mercado competitivo, el precio
se mueve hacia el precio de equili-

• brio o precio que vacfa el mercado.


so

en el que la cantidad ofrecida y la


demandada se igualan. Esta canti·
COMPRUEBA SI LO HAS ENTENDIDO 3-3 dad es la cantidad de equilibrio.
Todas las ventas y las compras de un
U

1. En las tres situaciones siguientes, el mercado está inicialmente en equilibrio. Explica los mercado se llevan a cabo al mismo
cambios de la oferta o de la d emanda que provoca cada uno de los acontecimientos mencio- precio. Si el precio está por encima
nados. D espués de cada uno d e ellos, ¿hay un exceso de ofer ta o un exceso de demanda al de su nivel de equilibrio. se produce
precio de equilibrio inicial? ¿Qué pasará, como consecuencia, con el precio de equilibrio? un exceso de oferta que empuja
el precio a la baja hasta llegar al
a. 20 12 fue un aM muy bueno para los viticultores d e California, que produjeron una gran
de equilibrio. Si el precio está por
cosecha. debajo de su nivel de equilibrio. se
b. Después de un huracán, los hoteleros de Florida se encuentran frecuentemente con que produce un exceso de demanda que
mucha gente decide cancelar sus reservas para las siguientes vacaciones, con lo que les empuj a el precio al alza hasta llegar
quedan habitaciones vacías. al de equilibrio.

c. Después de una gran nevada mucha gente quiere comprar trineos de segunda mano en la
tienda local de artículos d eportivos.
Las soluciones están al final del hbro.
92 PART E 2 OFERTA Y DEMANDA 40

CaTf'bics dP 1a ofpr-t:::¡ ' de l~ demanda


n 2010 las inundaciones de Pakistán fueron una sorpresa. pero el aumento del
precio del algodón que tuvo lugar como consecuencia no fue sorpresa en absolu-
to. Hubo una repentina caídn de la oferta: disminuyó la cantidad disponible de
algodón a cada precio. De forma totalmente predecible. una disminución de la oferta
aumenta el precio de equilibrio.
Las inundaciones de Pa kistán son un ejemplo del tipo de sucesos que de:;plazan
la curva de oferta de un bien sin :1fectar de manera relevante a la cu rva de deman-
da. Hay muchos sucesos como este. También hay hechos que desplazan la curva de
demanda s in desplazar la curva de oferta. Por ejemplo, un e:;tudio médico que infor-
me de que el chocolate es bueno paro la salud. aumenta kl demanda de chocolnte pero
no afecta a su oferta. En general, hay acontecimiento que provocan desplazamientos

os
de la curva de oferta o de la curva de demanda, pero no de ambas. Por ello es apro-
piado analizar qué ocurre en cada caso.
He mos visto q ue. cuando una curva se despla:r.a, el precio y la cantidad de equ il i-
brio cambian . Ahora nos centruremos cn cómo a fecta n exacta mente al precio y a la

iv
cantidad de equilibr io esos dcsplazam icntos.

at
¿Qué sucede cuando se desplaza la curva de demanda?
El algodón y el poliés ter son bienes ~u:.tillltivos: si el precio del poliéster sube, la

uc
demanda de algodón aumemará, y s i el precio del poliéste¡· cae, la demanda de algo-
dón disminuirá. Pero, ¿cómo a[ecta el precio del pol iéster a l equilibrio delmerctldO
de algodón?
ed
La figura 3-14 muesu-a d efecto que tiene en el mercado de a lgodón una ·ubida
del precio del poli~ster. El aumento del precio del poliéster aumenta la demanda de
algodón. El punto E 1 muestra el equilibrio correspondiente a la curva de demanda
original. con P 1 como rrccio de equilibrio) Q 1 como cantidad de equilibrio comprnda
y vendida.
es
Un aumento de la demanda se representa mediante el desplazamiento lwcia la
derecha de la curva de demanda , d~.: 0 1 u 0 2 • Al precio de mercado in icial, P 1, el merca-
do ya no está en equilibrio: hay un excc::.o de demanda porque la cantidad demandada
fin

es mayor que la cantidad ofrecida. Por tanto, el precio del algodón sube. generando
un aumento de la cantidad ofrecid~t. representado mediante el movimierrto hacia

3-14 Equilibrio y desplazamientos de la curva de demanda


n

FIGURA
co

El equilibrio inicial del mercado de algodón Predo del


esta en E., la intersección de la curva de algodón Un aumento
oferta y de la curva de demanda inicial, O,. de demando ... Oferta
Una subida del precio del poliéster. un bien
sustitutivo. desplaza la curva de demanda \
so

hacia la derecha hasta 0 2• Al precio inicial


... llevo o un movimiento
P., hay un excoso de demanda, que provoca a lo largo de lo curva de
que el precio y la cantidad ofrecida aumen- oferto hasta un predo
ten en un movimiento a lo largo de ta curva de equilibrio más alto
U

de oferta. Se alcanu un nuevo equilibrio en El precio y uno cantidad de


E,, con un precio de equilibrio mayor, P2 , y aumento equilibrio mayor.
con una cantidad de equilibrio mayor, 0 7 •
Cuando la demanda de un bien o un servicio
aumenta, aumentan tanto el precio de equi-
librio como la cantidad de equilibrio de ese
bien o servicio.

a1- a2 Cantidad de algodón


La cantidad aumenta
J
41 C APÍTULO 3 OF ER TA Y DEMAND A 93

arriba a lo largo de la curva de oferta. En el punto E 2 , se a lcanza un nuevo equilibrio,


con un precio de equilibrio mayor, P2• y con una cantidad de equil ibrio, Q 2• mayor.
Esta secuencia de hechos refleja un principio gene¡·al: cuando la demalllla de Lm bier1
o de un servicio aumenra, el precio ele equilibrio y la cantidad de equilibrio de ese bien
o servicio au mentan ambos.
¿Qué pasaría en el caso contrario, si cayera el precio del poliéster? Una dismi-
nución del precio del pol iéster reduce la demanda de algodón, desplazando la curva
de dema nda hacia la izquierda. Al precio original hay un exceso de ofer ta porq ue la
cantidad ofrecida es mayor que la cantidad demandada. El precio cae y provoca una
disminución de la cantidad ofrecida, lo que resulta en un precio de equilibrio menor
y en una cantidad de equ ilibr io menor. Este hecho ilustra otro pr incipio genera l:
c11ando la demanda de un bieu o de u11 servicio disminuye, el precio de equilibrio y la
ca11tidad de equilibrio de ese bien o sen,icio disminuyen ambos.

os
Resumamos cómo respo nde un mercado a u n cambio de la demanda: un aumento
de 1(1 demanda provoca un alimento lanto del precio como de la canlidad de equilibrio.
Una disminución de la dema11da provoca una disminució11 tamo del precio como de In
cantidad de equilibrio.

iv
¿Qué sucede cuando se desplaza la curva de oferta?

at
En el mundo real son a lgo más fáciles de prever los cambios de la oferta q ue los cam -
bios de la demanda. Los fac to res físicos que afectan a la oferta, como el clima o la

uc
dis ponibi lidau de los inputs . son más fáciles de controlar que las veleidosas pre reren-
cias que afectan a la demanda. Además, t eniendo en cuenta la oferta y la demanda,
también podemos prever mejor los efectos de los desplazamiento de la curva de oferta.
Como vimos en la historia con la empezamos es te capítulo, unas inundaciones
ed
devastadoras en Pakistá n redujeron drásticamente la ofer ta de a lgodón en 2010. La
Figura 3-15 muestra cómo afectó este cambio al equi librio del mercado. El equi librio
inicial está en el punto E 1• el punto de intersección dt' la curva de oferta original, S 1,y
de la curva de dem anda, con un precio de equi librio P 1 y una la cantidad de equi librio
es
Q 1• Como consecuencia del mal tiempo, la oferta se reduce y S 1 se desplaza hacia la
izquierda hasta S 2 • Al precio inicial, P 1, ahora hay un exceso de demanda y el mercado
ya no está en equil ibrio. El exceso de demanda provoca un a umento del precio y una
dism inución de la cantidad demandada, siguiendo un movimiento hacia a tTiba a lo
fin

largo de la c urva de demanda. El nuevo equilibrio está en E2, con un precio de equi-
librio P 2 y una cantidad de equilibrio Q2 . En e l nuevo equ ilibrio, E 2 , el precio es más
n

3-15 Equilibrio y desplazamientos de la curva de oferta


FIGURA
-- -- -- --
co

El equilibrio inicial del mercado de algo· Predo del


dón está en E, . Las malas condiciones algodón
meteorológicas en las zonas en las que
se cultiva algodón provocan una dis-
minución de la oferta de algodón y un
so

desplazamiento de la curva de oferta


hacia la izquierda, desde S 1 hasta S 2 •
Se establece un nuevo equilibrio en E,., Pz .................... .

l
U

con un precio de equilibrio más alto, P2 ,


y una cantidad de equilibrio menor, 0 2 • El predo
aumento
P, . . . . . . . . . . . . . . .

Demanda

Qz-Ql Cantidad de algodón


Lo cantidad disminuye
:.:- _ _ _.=:
9 ...::
4 :.___:P_:A..:..:..:R...:.T-=E:.....::.2_ _O=..:..._F.=E.:..:R:...:T.:..:A:._:_
Y_:D:::..;E::..:..:.;
M.:..A:..:.N:..:D:.:A
__. 42

alto y la cantidad de equilibrio es menor que antes. Esto se puede enunciar


~ ¡TRAMPAS! como un principio genera l: Cl/{llldo la oferw de 1111 bien o de un servicio dis-
minuye, el precio de equilibrio de ese bien o servicio aumenta y la cantidad
PERO, ENTONCES, ¿DE QUÉ CURVA SE de equilibrio disminuye.
TRATA? ¿Qué le ocurre al mercado c uando aumenta la oferta? Un aumento de
Cuando cambia el precio de un bien o de un la oferta provoca un desplazam iento hacia la derecha de la cur\'a de ofer-
servicio, podemos decir, en general, que ese ta. Al precio inicial ahora hay un exceso de oferta: como consecuencia. el
cambio es consecuencia de un cambio de la precio de eqtúlibrio cae y la cantidad demandada aumenta. EsLa secuencia
oferta o de un cambio de la demanda. Pero es de hechos describe lo que ocurrió en el mercado de algodón c uando las
fácil confu ndirse sobre cuál de las dos ha cam- nuevas tecnologías permit ieron aumentar el rendimiento de los campos de
biado. Una pista útil es el sentido del cambio en algodón. Podemos formular un principio general: cuando la oferta de U/1
la cantidad. Si la cantidad vendida cambia en el
bien o de 1111 servicio aume111a, el precio de equilibrio de ese bien o servicio
mismo sentido que el precio -por ejemplo, cuan- dismil111ye y la camidad de equilibrio aumema.
do tanto el precio como la cantidad aumentan-,

os
Resu mamos cómo responde el mercado a un cambio de la oferta: un
esto nos sugiere que es la curva de demanda la
que se ha desplazado. Si la cantidad y el precio
aumellto de la oferca provoca una disminució11 del precio de equilibrio y un
cambian en sentido opuesto, lo más probable es awne11to de la camidad de equilibrio. Una dismÍIILición de la oferta provoca
que la causa haya sido un desplazamiento de la un awnwto del precio ele equilibrio y una dismin11ción de la cm11idad de

iv
curva de oferta. equilibrio.

at
Desplazamientos simultáneos de las curvas de oferta y
de demanda

uc
Por último, a veces se producen acontecimientos que desplazan ambas curvas, la de
orerta y la de demanda, a l mismo tiempo. Esto no es infrec uente: en la vida real,
las curvas de oferta y de demanda de muchos bie nes y servicios se despla'l.an muy
a menudo porque é l entorno económico cambia continuamente. La Fig ura 3-16
ed
muestra dos ejemplo:; de desplazam ientos s imultáneos. En ambos pane les hay un

FIGURA 3-16 Desplazamientos simultáneos de las curvas de oferta y de demanda


es

(a) Un resultado posible: El precio (b) Otro resultado posible: El precio


aumenta, la cantidad aumenta aumenta, la cantidad disminuye
fin

Precio del Precio del


algodón algodón
n

Pequeño
co

Pz disminución Pz
de lo oferto Pequeño

o~
1 aumento de

~'
1 pl .... . ......... . .
so

Pt ..... ... . ........ .


o,
Gran oumento 01 Dz
U

de lo demando

Q¡ +- Qz Cantidad de algodón az-Q¡ Cantidad de algodón

En el panel (a) hay un desplazamientos simultáneo de la panel (b) también hay un desplazamiento simultáneo de la
curva de demanda a la derecha y de la curva de oferta a la curva de demanda a la derecha y de la curva de oferta a la
izquierda. Aqu f el aumento de la demanda es relativamente izquierda. Aquf la disminución de la oferta es relativamente
mayor que la disminución de la oferta, por lo que aumen- mayor que el aumento de la demanda. por lo que el precio
tan tanto el precio como la cantidad de equilibrio. En el de equilibrio aumenta y la cantidad de equilibrio disminuye.
43
CAPiTULO 3 OF ERTA Y DEMANDA 95

aumento de la demanda -es decir, un desplazamiento hacia la derecba de la curva


de demanda, de D 1 a Dr que representa, por ejemplo, un aumento de la demanda de
algodón debido a un cambio de los gustos. Observa que el desplazamiento hacia la
derecha en el panel (a) es mayor que e1 del panel (b): pode rnos suponer que el panel
(<1) representa un año en el que mucha más gente qt•e la ha bitual eligió comprar
panialo nes vaqueros y cam isetas de algodón, y qLIC e l panel (b) representa L111 año
normal. Ambos paneles muestra n tambié n un descenso de la oferta -es decir, un
desplazam iento ele la curva de oferta hacia la izquierda. de S 1 as~. Observa también
que desplazam iento hacia la iz.qu .i erda en el panel (b) es relativamente mayor que
el del panel (a): podemos suponer que el panel (b) representa el erecLO de un clima
especialmente malo en Paquis tán y que el panel {a) representa el efecto de unas
condiciones meteorológica mucho menos graves.
En ambos casos, el precio de equi librio aumenta, de P1 a P2 , porque el equilibrio se

os
mueve desde E 1 hasta E1 • Pe ro ¿qué le sucede a la cantidad ele equilibrio, la cantidad
de a lgodón comprada y vendida? En el panel (a), el aumento ele la demanda es grande
en relación a la disminuc ión de la oferta, y como consecuencia, la ca ntidad de equi-
li brio aumenta. En el panel (b), la disminución de la of..:t·ta es grande en relación a l

iv
aumento de la demanda y. como consecuencia, b ca ntidad de equilibrio disminuye.
Es decir, cuando la demanda aumenta y la oferta disminuye, la cantidad comprada y

at
vendida puede variar en cua lquic::r sentido, dependiendo de:: cudmo se hayan despla'l.a-
do las cunras de oferta y de demanda .

uc
PARA MENTES INQUIETAS
TRIBULACIONES EN LA PASARELA
J ed
Seguramente no dedicas mucho tiempo a represen larse en el mercado de modelos
es
preocuparte por los problemas que tienen por un desplazamiento hacia la derecha
las modelos. La mayoria de ellas no tienen de la curva de oferta, lo que ya hace
vidas glamurosas; de hecho, excepto para bajar el precio pagado a las modelos. Y
unas cuantas afortunadas, la vida de una ese no fue el único cambio del mercado.
fin

modelo puede ser hoy muy dura y no muy Por desgracia para Bianca y para otras
lucrativa. Y todo se debe a la oferta y la como ella, también han cambiado los
demanda. gustos de muchos de los que contratan
Recordemos el caso de Bianca modelos. En los ultimas años, las revistas
Gomez, una esbelta chica de Los de moda prefieren exhibir en sus páginas
n

Angeles de 18 años, con ojos verdes, a celebridades como Ang elina Jolie, en
cabello color de miel y piel perfecta, cuya lugar de a modelos desconocidas, cre-
co

experiencia fue relatada en un articulo en yendo que sus lectores conectan mejor
el W all Street Journal. Bianca empezó a con una cara conocida. Esto equivale a
deslilar como modelo cuando aún estaba un desplazamiento hacia la izquierda de
en el instituto y, durante su ultimo curso, la curva de demanda de modelos -con
ganó unos 30.000 dólares haciendo una nueva caída del precio de equilibrio
so

de modelo. C omo llamó la atención de que se les paga.


algunos grandes diseñadores de Nueva Esto ha sido corroborado por la expe-
Bianca Gomez sobre la pasarela, antes de que la
York, se mudó a esa ciudad después de riencia de Bianca. Después de pagar su
intensa competen cía global le hidera pensar en
graduarse, con la esperanza de trabajar abandonar la carrera. alquiler, su transporte, todos sus gastos
U

en las empresas lideres de la moda y en profesionales, y el 20% de sus ingresos a


hacer sesiones fotográficas para las prin- la agencia de modelos -que se ocupa de
cipales revistas de moda. convertirse en modelos. Aunque las más buscarle clientes y trabajos-, Bianca se
Pero una vez en Nueva York, Bianca numerosas son rusas, o de otros paises dio cuenta de que estaba prácticamente
entró en el mercado global de las mode- de Europa del Este, o brasileñas, algu- en bancarrota. Algunas veces incluso tenia
los. Y las cosas no fueron tan bien. nas llegan de sitios como Kazajistán o que echar mano de los ahorros hechos en
Gracias a lo fácil que resulta enviar fotos Mozambique. Un diseñador dijo: " Hay sus anos estudiantiles. Para ahorrar, comia
por interne! y al coste relativamente bajo tantas modelos ahora ... son miles todos macarrones y perritos calientes; viajaba
de los vuelos internacionales, los gran- los años". en metro cuatro o cinco veces al dia para
des centros de la moda, como Nueva Volviendo a nuestro modelo de oferta ir a las audiciones. Como contaba el Wal/
York o Milán están hoy desbordados y demanda (mucho menos glamuroso), Street Journal, Bianca estaba consideran-
de bellas jóvenes procedentes de todo la afluencia de aspirantes a modelo do seriamente abandonar la profesión de
el mundo, que tratan afanosamente de procedentes de todo el mundo puede modelo.
44

En general. cuando las curvas de oferta y de demanda se desplazan en sentidos


opuestos, no se puede predecir cuál será el efecto final sobre la cantidad comprada y
vendida. Lo que sí podemos afirmar es que una curva cuyo desplazamiento sea rela-
tivamente mayor que el de la otra curva, tendrá un efecto relativamente mavor sobre
la cantidad intercambiada. Dicho esto, podemos hace¡· las siguientes predicciones
respecto a lo que ocurrirá cuando las curvas de oferta y de dema nda se desplazan en
sentidos opuestos.

• Cuando la demanda aumema y la ofetl.a disminuye, d precio de equilibrio aumen-


ta, pero el cambio de la cantidad de equilibrio es ambiguo.
• Cuando la demanda disminuye y la oferta aumenta, el precio de equilibrio dismi-
nuye, pero el cambio de la cantidad de equilibrio es ambiguo.

os
Pero supongamos ahora que las curvas ele demanda y de oferta se desplazan en
el mismo sentido. Antes de 2010, esto es Jo que ocurría en el mercado ele algodón. en
el que tanto la orerta como la demanda habf:.ln aumentado durante la década pasa-
da. ¿Podemos hacer predicciones seguras sobre los cambios de los precios y de las

iv
cantidades? En esta situación se puede predecir el cambio de la cantidad comprada
y vendida, pero el cambio del precio es ambiguo. Lo dos posibles resultados cuando

at
ambas curvas se desplazan en el mismo sentido (que deberías comprobar tú mismo)
son estos:

uc
• Cuando aumentan tanto la demanda como la oferta, la cantidad de equilibl-io
aumenta, pero el cambio del precio de l:quilibrio es ambiguo.
• Cuando dismi nuyen tanto la demanda como la o fe rta, la cantidad de equi librio
disminuye, pero el cambio del precio de equilibrio es ambiguo.
ed
u tl(i•l:t•l~!tQU&fiil•1D
es

LA VERTIGINOSA SUBIDA DEL ARROZ EN 2008

e n abril de 2008, el precio del arroz exportado desde Tailandia -el nivel de referen-
fin

cia para el precio del arroz en los mercados internacionales- alcanzó los 950 $
por tonelada, partiendo de los 360 $ de princ ipios de 2008. En cuestión ele horas, los
precios del arroz en los principales met·cados de todo el mundo llegaron a niveles
récord. Los factores que subyacían a esta escalada del precio del arroz estaban rela-
n

cionados tanto con la demanda como con la oferta: rentas crecientes en China e I ndia.
tradic ionalmente grandes consumidores de arroz; una sequía en Australia; y una
co

plaga en Vietnam. Pero fue eJ acaparamiento de los ag1·icultores, las compras de los
consumidores en estado de pánico y una ley que prohibía las expo1·taciones en India,
uno ele los princ ipales exportadores de arroz, lo que explicó la vertiginosa subida del
precio del arroz.
En gran parte de Asia, los gobiernos son grandes compradores de arroz. Se lo
so

compran a los agriculLores, a Jos que pagan un precio fijado por el gobierno, y después
se lo venden a los pobres a un precio subvencionado {precios menores que e l precio de
equilibrio del mercado). En el pasado, los precios fijados por el gobierno eran mejores
U

que los que los agricultores pod!an conseguir en el mercado privado.


Ahora, hasta los agricultores de las zonas rurales de Asia tie nen acceso a
Internet y pueden ver las cotizaciones en los mercados mundiales ele arroz. Y, a
medida que crecía el precio del arroz como respuesta a los cambios de la ofeda y
de la demanda, los agricultores se iban s intiendo cada vez más insatisfechos con el
precio que les pagaba el gobiemo por lo que, en lugar de venderle el arroz, empe-
zaron a acapararlo convencidos de que en e l futuro conseguirían mejores precios.
Esto era una profecía que tendía a autocumplirse, puesto que el acaparamjento
trasladaba la curva de oferta hacia la izquierda y contribuía a l aumento del precio
del arroz.
Al mismo tiempo, india, uno de los mayores cu ltivadores de arroz, prohibfa las
exportaciones de arroz panl proteger a sus consumidores, provocando otro despla-
zamiento hacia la izquierda de la curva de ofcna y p1·esionando al alza aun más a l
precio del arroz.
45 CAPÍTULO 3 OFERTA Y DEMANDA 97

El aumento de los precios del arroz en Estados


FIGURA 3-17 Unidos, 2003-2011
Predo
(por libra) El predo del arroz
tuvo un pico en
0,90$ Estados Unidos
en 2008

0,80

0.70

0,60

os
0,50

iv
0,40

at
2003 2005 2007 2009 2011
Año

uc
Fuente: Oficina de Estadísticas Laborales de EE. UU.

Como se muestra en la Figura 3-17, los efectos se extendieron también por Estados
ed
Unidos, que no había sufrido ninguna disminución de su producción de arroz. Los
consumidores estadounidenses de arroz se alarmaron cuando las grandes tiendas Los cambios del precio y de la canti-
dad de equilibrio en un mercado se
minoristas respondieron a las turbulencias del mercado global de arroz poniendo
deben a desplazamientos de la curva
límites al volumen de las compras de los consumidores, de oferta, a desplazamientos de la
es
Temerosos de pagar precios todavía más a ltos en el futuro, el pánico se apoderó de curva de demanda o a desplazamien·
los compradores. Como decía una mujer que estaba tratando de comprar 30 kilos de tos simultáneos de ambas curvas.
arroz: "Nosotros ni siquiera comemos mucho arroz. Pero he leído los periódicos y he Un aumento de la demanda provoca
decidido venir a comprar". En San Francisco, algunos mercados asiáticos contaban que aumenten tanto el precio de
fin

que tenían una enorme demanda. Y, como era de esperar, esto llevó a precios todavía equilibrio como la cantidad de equili-
más altos a medida que el pánico de los vendedores trasladaba hacia la derecha la brio. Una disminución de la demanda
curva de demanda, alimentando cada vez más el frenesí de las compras. Tal como provoca que disminuyan tanto el
afirmaba un propietario de un mercado: "La gente está asustada. Nosotros les deci- precio de equilibrio como la cantidad
mos que todavía no hay escasez, pero hay locura ahí". de equilibrio.
n

O• Un aumento de la oferta hace bajar


co

el precio de equilibrio pero aumenta


la cantidad de equilibrio. Una dismi·
COMPRUEBA SI LO HAS ENTENDIDO 3-4 nución de la oferta aumenta el precio
de equilibrio pero disminuye la canti·
1. Para cada uno de los siguientes ejemplos, determina (i) de qué mercado se trata; (ii) s i se ha
dad de equilibrio.
producido un desplazamiento de la oferta o de la demanda, el sentido del desplazamiento y
so

Muchas veces las fluctuaciones de los


la causa que provocó el desplazamiento; y (iii) el efecto del desplazamiento en el precio de
mercados se deben a desplazamien·
equilibrio y en la cantidad de equilibrio.
tos de ambas curvas, la de oferta y la
a. Como en los Estados Unidos el precio de la gasolina d isminuyó durante la década de los de demanda. Cuando ambas curvas
U

noventa, mucha gente compró automóviles grandes. se desplazan en el mismo sentido,


b. Como la innovación tecnológica redujo el coste de reciclaje del papel usado, aumentó la se puede predecir la variación de la
utilización de papel reciclado para producir nuevo papel. cantidad de equilibrio, pero no la
c. Desde que una emisora de televisión local por cable ofrece películas de pago más del precio de equilibrio. Cuando se
baratas, las salas de cine tienen más asientos vacíos. desplazan en sentidos opuestos, se
puede prever la variación del precio
2. Cuando aparece un procesador para ordenador más rápido que los existentes, d isminuye la
de equilibrio, pero no la de la canti-
demanda de ordenadores equipados con procesadores antiguos, más lentos. Al mismo tiem- dad de equilibrio. Cuando se produ·
po, los fabricantes de ordenadores aumentan su producción de ordenadores con el procesa- cen desplazamientos simultáneos de
dor antiguo para agotar sus existencias de esos procesadores. la curva de demanda y de la curva de
Dibuja dos gráficos del mercado de ordenadores equipados con procesadores antiguos: oferta, la curva cuyo desplazamien·
a. uno en el que la cantidad de equilibrio disminuye como consecuencia de estos hechos, y toes mayor es la que tiene mayor
b . uno en el que la cantidad de equilibrio aumenta. ¿Qué le ocurre al precio de equilibrio en influencia sobre los cambios del pre·
cada g ráfico? cio y de la cantidad de equilibrio.
Las soluciones están al !inal del libro.
46
.~'-----'9
::..8
::;__.:_P.:..A.;..;R..;..T
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E ....;2::...____;0::..F....;E::..R
__;_T;A
...;_Y;_;:Dc..:E::..M
;.;.;...;
A.;..;N..;;;D.:...A

Mercrldos comTletitivo' -y otr0s mprrarlos


1 principio del capítulo definimos e l mercado competitivo y explicamos que
el esquema de la ofena y ladem a nd t~ es un mode lo adecuado para los merca-
dos competitivos. Per o deja mos para más adelante la cuestión de por qué es
importante saber si un mercado es competitivo o no lo es. Ahora que ya conocemos
el funci ona miento de l modelo de oferta y demanda, podemos dar alguna explicación.
Para entender por qué son dife r·enles los mercados competitivos de otros merca-
dos. compa1·emos los pro blemas a los que se enfrentan dos individuos: un agricultor
cultivúdor de trigo que tiene que decidir s i s ie mbra más trigo y d presidente de una
e mpresa me talúrgica giga ntesca - por ejemplo A!coa- que tiene que dec idir si produce
una cantidad de a luminio mayor.

os
Para el agric ultor. la cuestión es s implemente si podrá ve nder la cantidad adic io-
nal de trigo a un precio su ficientemente elevado como para compe nsarle el coste extra
de producción. El granjero no necesita preocuparse s obre si el aumento de su produc-
ción de trigo cambiará el precio del trigo al que ya estaba planeando producir. Esto es

iv
a sr porque el mt:rcado del trigo es un mercado competitivo. Hay miles de agricu ltores
cultivando trigo. y las decisiones de n ingü n ag rictrltor influyen prác l'icamentc en el

at
precio de mercado.
Para el ejecutivo de Alcoú, las cosas no son tan senci llas, po rque e l mercado del
aluminio no es competitivo. Solo hay algunas pocas empresas de gran tamaf10, inclui-

uc
da Alcoa- y cada una de ellas es muy consciente de que sus decisiones sí tienen un
impacto notable en el precio de l mercado. .Esto añade un nuevo nivel de complejidad a
las dec isiones que tienen que tomar· los productores. Alcoa no puede decidir si produ-
ce o no una mayor ca ntida d de alumin io pla nte::índose únicamente si podrá vender el
ed
producto adicional a un precio m ayor que e l coste de producirlo. La empresa ta mbién
tiene que preguntarse s i la producción de una mayor cantidad de a luminio bajará el
precio del mercado y si esto disminuirá su beneficio. que es la gananc ia neta obtenida
por producir y vender su produc to.
Cuando un mercado es competitivo, los ind ividuos pueden basar sus dec isiont!S
es

en a ná lisis más senci llos que los necesarios en un mercado no competitivo. Esto, a
su vez, s ign ifica que es más fáci l para los economistas construir un modelo de un
mercado competitivo que uno de un mercado no competitivo.
fin

Pero esto no debe interpretarse como que el aná lisis económico no tiene nada que
decir sobre Jos mercados no competitivos. Por el contrario, los economistas pueden
ofrecer puntos de vista muy importantes sobre el funcionamiento de o tros tipos de
mer·cados. Pero esos punlos de vista requieren otros modelos. que analizaremos más
adelante en este libm.
n
co

PROBLEMA I;IJjiiJ51•j
so

El pacto para la estabilización del precio de las


tortillas
U

"Miles de personas protestan e n México DF' por la subida de los precios de los a limen-
tos". Este era el titular del New York 1imes del 1 de febrero de 2007. En concre to, los
ma nifestantes se quejaban del fuerte aumento del precio de las tortillas, un alimento
básico para los mexicanos po bres, que en pocos meses había pasado de 0,25 $a estar
comprendido entre 0,35 $y 0.45 $ la libra.
(.Por qué subía así e l precio de las tOrtillas? Fue un ejemplo típico de lo que pasa con
los precios de equilibrio cuando disminuye la oferta. Las toniiJas se hacen con maíz;
bue na parte del maíz de México se importa de los Estados Unidos. y el precio del maíz
en a mbos países se fija bás icamente en el mercado de mafz de los Estados Unido:->. Y los
precios del maíz en los Estados Unidos habían s ubido rápida mente ante la creciente
de manda de un nuevo m ercado: el mercado de etanoL
4 1-
Controles de precios y de cantidades :
intromisiones en los mercados
UNA GRAN CIUDAD CON IDEAS POCO QUÉ APRENDEREMOS
EN ESTE CAPÍTULO
BRILLANTES

os
J El significado de excedente del .
consumidor y su relación con la curva
de demanda.

iv
J El significado de excedente del
productor y su relación con la curva de

at
oferta.
J El significado y la importancia del

uc
excedente total y cómo usarlo para
medir las ganancias del comercio.
J Cómo los cont roles de precios y los
ed cont roles de cantidad crean problemas
y pueden hacer que el mercado sea
ineficiente.
J Qué es la pérdida irrecuperable de
eficienci a.
es

J Quién gana y quién pierde con la


intervención en los mercados, y por
qué se sigue practicando a pesar de
1
fin

los conocidos problemas que crea.

11111..1 UEVA YORK ES UNA CIUDAD EN LA QUE ridades intentan desafiar a la oferta y a la tema trataba Inicialmente de proteger los
F'lll puedes encontrar casi de todo -eso demanda demuestra lo útil y potente que Intereses tamo de los conductores como
n

sí, casi de todo menos un taxi cuando lo es el análisis de la oferta y la demanda. de los pasajeros. ha provocado escasez de
necesitas o un piso digno con un alqui· La escasez de pisos y de tax1s en Nueva taxis en la ciudad. El número de medallo-
co

ler razonable. Se podría pensar que esta York son ejemplos concretos que explican nes se mantuvo fijo durante cas1 sesenta
notable· escasez de taxis o de viviendas lo que pasa cuando se desafía la lógtca del años. sin que haya habido un aumento
en Nueva York es el precio que inevitable- mercado. La escasez de viviendas en Nueva significativo hasta 2004.
mente hay que pagar por vivir en una gran York es el resultado del control de Jos alqui- Empezaremos este capítulo analizando
so

ciudad. Sin embargo es. en gran parte, el leres. una ley que impide a los propietarios el excedente del consumidor, que es la
resultado de politicas públicas - concreta- de viviendas subir el precio del alquiler, ganancia que se obtiene por poder com-
mente, de unas politicas púbhcas que, de excepto si tienen un permiso especial. El prar un bien o un servicio. Seguidamente
un modo u otro. han intentado 1mponerse cont-rol de alqUileres se implantó durante haremos lo mismo con una medida simé-
U

a las fuerzas del mercado, de la oferta y la la Segunda Guerra Mundial para proteger trica, el excedente del productor. que es la
demanda. los intereses de los inquilinos y aún está ganancia que se obtiene por poder vender
En el capitulo 3 aprendimos el principio en vigor. Muchas otras ciudades estadou- un bien. Después analizaremos qué pasa
de que un mercado tiende al equilibrio nidenses han tenido, en un momento u cuando las autoridades intentan controlar
-que el precio del mercado aumenta o otro, controles de alquileres. pero con las los precios de un mercado competitivo.
disminuye hasta alcanzar el nivel al que se notables excepciones de Nueva York y manteniendo el precio del mercado en
igualan la cantidad que algunos quieren San Francisco, esos controles hace mucho un nivel inferior al nivel de equilibrio -un
ofrecer y la cantidad que otros demandan. tiempo que desaparecieron. precio máximo, como en el control de
Pero a veces Jos gobiernos intentan De la misma forma, la oferta limitada alquileres- o en un nivel superior - un pre-
desafiar ese principio. Siempre que un de taxis en Nueva York es la consecuencia cio mínimo, como el salario minímo que se
gobierno trata de fijar una cantidad o del sistema de licencias que se introdujo paga a Jos trabajadores en muchos paises.
un precio de mercado diferentes a los de en Jos años treinta. Las licencias de taxis Entonces volveremos a los Sistemas, como
equilibrio. el mercado cont-raataca de fm- de Nueva York se llaman "medallones". y el de las licencias de taxis. que Intentan
mas predecibles. Nuestra capacidad 'para sólo los taxis con medallón están autoriza- ruar ra cantrdad comp.ada y "ndida de 1
predecir lo que ocurrírá cuando las auto- dos a recoger pasajeros. Aunque este sis- un bien.

105
106 PAR TE 2 OFERTA Y DEMANDA

La disposición a pagar por un bien


de un consumidor es el precio máximo El excedente del consumidor y la curva
al que estada dispuesto a comprar
ese bien. de demanda
1 mercado de libros de texto usados es un gran negocio en Es[ados Unidos -ha
movido aproximadamente 2.900 millones de dólares en 20 11. Y lo ~ue es más
importante para nosotros, es un punto de partida adecuado para desarrollar los
conceptos de excedente del consumidor y ele excedent.e del productor. Utilizaremos
estos dos conceptos para en te nder exactamente cómo se beneficia n los compradores
y los vendedores de partic ipar en un mercado competitivo y c uá l es la cuantía de sus
ganancias. Además. estos conceptos desempeñan un papel importante en el análi is
de lo que ocurre cuando los mercados competitivos no fu nc ionan bien o cuando hay
una interferenc ia en el mercado.

os
Por tanto, empecemos por estudiar el me rcado de libros de texto usados, y come n-
cemos por los compradores. Como veremos e nsegu ida, el pumo esencial radica en que
la c urva ele demanda se deriva ele los gustos o las preferencias de los consum idores

iv
-y que esas preferenc ias también determ inan c uánto ga nan por tener la o portunidad
de comprar libros usados.

at
La disposición a pagar y la curva de demanda
Un libt'O usado no es tan bueno como un libro nuevo -esta rá más desgastado y con man-

uc
chas de café, puede estar subrayado y quizá no esté totalmente actualizado. En qué medida
le molest.a esto a l comprador depende de sus preferencias. Algunos compradores poten-
ciales preferirían comprar el libro usndo aunque solo sea ligeramente más barato qtle el
nuevo, pero otros solo lo comprarán si es considerablemente más barato. Vamos a deñnir
ed
la disposición a pagar de un comprador potencial como el precio máximo a l que com-
pt-aría un bien, en este caso un libro de texto usado. Un individuo no compra rá el libro si
cuesta más que dicho precio, pero está dispuesto a hacerlo si cuesta menos. S i el precio es
exactnmente igual a la disposición a pagar de un individuo. a este le dnrá igual comprar o
es
no comprar. Por simplicidad, supondremos que en este caso, el individuo compra el bien.
La Tabla 4-1 muestra c inco posibles compradores ele un libro usado que, cuando
es nuevo, cuesta 100 $. ordenados por su disposición a pagar. En un extre mo está
Aleisha, que compraría un libro de segunda mano aunque su precio fuera tan alto
fin

como 59$. Brad tiene menos ganas de tener un libro usado y compraría uno si cuesta
45 $ o menos. Claud ia solo está dispuesta
TABLA 4-1 Excedente del consumidor cuando el precio de a pagar 35 $; Darren solo 25 $. Y Edwina,
un libro usado es 30 $ a quien en realidad no le gusta la idea de
Excedente individual del consumidor =
n

tener un libro usado, solo lo compraría si


Comprador Disposición Precio Disposición a pagar - precio pagado e l libro no costara más de 10 $.
co

potencial a pagar ($) pagado ($) ($) De estos cinco a lumnos, ¿quiénes
Aleisha 59 30 29 comprarán realmente un libro usado?
Depende del prec io. Si el precio del libro
Brad 45 30 15
usado es 55 $. solo lo comprará Aleisha;
Claudia 35 30 5 si el precio es 40 $. lo comprarán Aleisha
so

Darrel'\ 25 y Brad, y así sucesivamente. Por tanto, la


i n for ma ció n de la tabla sobre la dispo-
Edwina 10
s ic ión a pagar define también el p la11 de
Todos los compradores Excedente total del consumidor = 49 $ demanda de libros de texto u ados.
U

La disposición a pagar y el excedente del consumidor


Supongamos que la librería del campus universitario vende los libros de texto usados
a 30 $. En ese caso. Aleisha, Brad y Claudia comprará n libros. ¿Ganan con su compra?
Y, s i es así, ¿cuánto ganan?
La respuesta, que también se muestra en la Tabla 4-l. es que cada estudiante que
compra un libro obtiene una ganancia neta. pe1·o que el montante de dicha ganancia
es distinto para cada a lumno.
Aleis ha habría estado dispuesta a pagar 59 $, por lo que su ganancia neta es
59 $ - 30 $ = 29 $. Brad habría e tado dispuesto a pagnr 45 •. así que su ganancia
neta es 45 $-30 $ = 15 $.Claudia habría estado dispuesta a pagar 35 $,de modo que
obtiene una ganancia neto de 35 $ - 30 $ = 5 $.Sin embargo, Darren y Edwina no que-
rrán com prar un libro usado a un precio de 30$, por lo que ellos ni ganan ni pierden.
CAP ÍT ULO 4 CONTROLES DE PRECIOS Y DE CANTIDADES: INTROMIS I ONES EN LOS MERCADOS 107

La ganancia neta que un comprador obtiene por Ja compra de un bien se denomi- El excedente individual del
na excedente individual del consumidor. Lo que aprendemos con este ejemplo es consumidor es la ganancia neta
que s ie mpre que un comprador paga por un bien un precio inferior a su disposición a que un comprador individual obtiene
pagar, el comprador obtiene un exceden te individual del consumidor. por comprar un bien. Es igual a la
La suma de los excedentes individuales del consumidor obtenidos por todos los diferencia entre la disposición a pagar
compradores de un bien se denomina excedente total del consumidor en el mer- del consumidor y el precio pagado.
cado. En la Tabla 4-1, el excedente total del consumidor es la suma de los excedentes El excedente total del consumidor
individuales del consumidor o btenidos por Aleisha, Brad y Claudia: 29 + 15 + 5 = 49 $. es la suma de los excedentes
Los economistas utilizan muchas veces e l término excedente del consumidor individuales del consumidor de todos
para referi rse tanto al excedente individual del consumidor como al exceden te total. los compradores de un bien en un
Aquí seguire mos esa práctica; a partir del contexto quedará claro si nos referimos mercado.
a l excede nte del consumidor obtenido por un individuo o a l obtenido por todos los El término excedente del

os
compradores. consumidor se usa generalmente
El exceden te total del consumidor se puede representar gráficamente. Como para referirse tanto al excedente
vimos en el Capítulo 3, podemos util izar el plan de demanda para obten.er la curva de individual del consumidor como al
demanda que aparece en la Fig ura 4-.1. Como estamos considera ndo solo un pequeño excedente total.

iv
número de consumidores, esta cu r va no se parece a las curvas de demanda suaves
del Capítulo 3, donde en los mercados había cientos o m iles de consumidores. Esta

at
curva de demanda tiene forma escalonada con segmentos que son, a lternativamente,
horizontales y verticales. A cada segmento hori?-ontal - cada escalón- le corresponde
la disposición a pagar de un comprador potencial. La anchura de cad a escalón de esta

uc
curva de demanda corresponde a un libro y representa a un consumidor. Por ejemplo,
la altura del escalón de Ale isha es 59$. su disposición a pagar. Este escalón es la parte
superior de un rectángulo del que 30 $-el precio que Aleisha paga en realidad por el
libro- es la parte inferior. El área del rectángulo de Aleisha, (59 $ - 30 $) x 1 = 29 $,
ed
es su excedente del consum idor, que obtiene al comprar un libro a 30 $. Por tanto,
el excedente individual del consumidor que obtiene Aleis ha es el área del rectángulo de
color awl oscuro de la Figura 4-1.
Además de Aleisha, Brad y Claudia también compran un libro cada uno cuando
el precio es 30 $. Como Aleisha, ellos también se benefician de sus compras, au nque
es

no tanto, ya que ambos tienen una disposición a pagar menor. La Figura 4-1 tam-
bién muestra los excedentes del consumidor de Brad y de Claudia; también aquí este
excedente se puede medir a partir de las áreas de los correspondientes rectángulos.
fin

Darren y Edwina. como no compran libros a 30 $,no o btienen excedente del consu-
midor.
n

FI GURA 4-1 Excedente del consumidor en el mercado de libros de texto usados


co

A un precio igual a 30 $, Aleisha, Brad y Claudia Precio de


compran un libro cada uno, pero Darren y Edwina no un libro
compran ninguno. Aleisha, Brad y Claudia obtienen Excedente del consumidor de Aleisha:
59$ - 30 S = 29 $
excedentes individuales del consumidor iguales a la
so

diferencia entre sus disposiciones a pagar y el precio, 59$


representados por las áreas de los rectángulos colorea- Excedente del consumidor de Brad:
dos. Tanto Darren como Edwina tienen una disposición 45$-30$ = 15$
a pagar menor que 30 $, por lo que no quieren comprar
U

un libro en este mercado; reciben un excedente del 45 Excedente del consumidor de Claudia:
consumidor nulo. El excedente total del consumidor 35 S - 30$ = 5$
está representado por el área total coloreada
- la suma de los excedentes individuales del consumi- 35
dor de Aleisha, de Brad y de Claudia; es decir, 30 ~------~--~------------- Precio =. 30 $
29$+15$+5$-49$. '
25

10 Edwina

o
o 1 2 3 4 5 Cantidad de libros
108 PARTE 2 OFERTA Y DEMANDA

FIGURA 4-2 Excedente del consumidor El excedente total del consumidor qut: se
obtiene en este mercado es justo la suma de los
t:xcedentes individuales del consumidor reci -
Precio de bidos por Aleisha , por Brad y por Claudia. Así,
un iPad el excedente total del consumidor es igual a la
suma de las áreas de los tres rectángulos -el
área total coloreada de la Figura 4-1. En otras
palabras, el excedente total del consumidor
es igual al á rea situ ada debajo de la wrva de
demanda, pero encima del precio.
La Figura 4-1 ilustra el siguiente princtpto
general : el excedente total del couswnidor obteui-
do por comprar 1111 bieu a un precio derermiuado

os
es igual al área situadtJ debajo de la curva de
demanda pero euci111a de ese precio. Este pri nci-
pio se cumple independientemente del número
o de consumi dores que haya.

iv
Cuando estudiamos mercados grandes, esta
representación g ráfica es extremadamente íttil.
o 1 millón

at
Consideremos, por ejemplo, l as ventas de i Pads a ·
. Cantidad de iPads
millones de compradores potenciales. Cada posi-
ble comprador potencial tiene un precio máximo

uc
La curva de demanda de iPads es suave porque hay muchos comprado- que está dispuesto a pagar. Con tantos posibles
res potenciales. A un precio de 500 $ se demandan un millón de iPads. compradores, la curva de demanda sería suave,
El excedente del consumidor a ese precio es igual al área coloreada: el como la rept·esentada t:n la Figur·a 4-2.
área situada debajo de la curva g_e demanda y encima del precio. Esta es
ed Supongamos que a un precio de 500 $ se
la ganancia neta total de los consumidores obtenida por comprar iPads compran en total de un miUón de iPads. ¿Cuánto
cuando el precio es 500 $. ganan los consumidot·es por poder comprar ese
millón de iPads? Podríamos responder a esta
pregunta calculando el excédente del consu-
es
midor de cad a comprador individual y sumando después esas c ifras para obtener
el total. Pero es mucho más fácil observar la Figura 4-2 y api icar el hecho de que el
excedente total del consumidor es igual al área coloreada. Como ocurre en nue tro
ejcmplo anterior. el excedente del consumidor es igual a l área situada debajo de l a
fin

curva de demanda y encima del precio. (Puedes refrescar tu memoria sobre cómo
c<tlcul ar el :hea de un triángulo rectáng ulo revisando el Apéndice al Capítulo 2).
n

PARA MENTES INQUIETAS J


co

CUESTIÓN DE VIDA O MUERTE

En 2010, en los Estados Unidos murieron joven de 25 aí'ios que espera desde hace alrededor de 44.000 años de vida adicio-
alrededor de 3.900 personas mientras 6 meses, a pesar de que es probable que nales, mientras que con las nuevas nor-
esperaban un trasplante de riiión. Al el de 25 años viva más y se beneficie del mas el número de años extra saltarla hasta
so

empezar 201 1 habla casi 90.000 per- órgano trasplantado durante un periodo 55.000. La proporción de riñones que
sonas en lista de espera. Puesto que el más largo de tiempo. se destinarían a personas de veintitantos
número de personas que necesitan un Para reconducir esta situación, UNOS años se triplicaría; la proporción que iría a
riñón excede tan ampliamente la dispo- está estudiando un cambio de normas personas de más de 60 años se reducirá
U

nibilidad, ¿cuál es la mejor manera de basado en un concepto que llama "ganan- a la mitad.
asignar los órganos disponibles? No se cia neta". Según este nuevo criterio, los ¿Qué tiene que ver esto con el
puede utilizar el mercado. Por razones riñones se asignarían leniendo en cuen ta exceden te del consumidor? Como habrás
obvias, la venta de una parle del cuerpo quien recibirá una ganancia neta mayor, intuido, el concepto de ganancia neta de
humano es ilegal. Por eso la organización donde la ganancia neta se mide por el UNOS es muy parecido al de excedente
sin ánimo de lucro United Network for aumento de vida esperado del receptor del consumidor -es el excedenle indi-
Organ Sharing (UNOS) se ha encargado como consecuencia del trasplante. Y la vidual generado por el hecho de tener
de establecer un protocolo para estas edad es claramente el mejor indicador de un riñón nuevo. En esencia, el UNOS ha
siluaciones. cuánto tiempo vivirá alguien después de diseñado un sistema que asigna los riño-
Bajo las directrices actuales de UNOS, un trasplanle. Por ejemplo, un diabélíco nes donados en función de la persona que
un riñón donado se destina a la persona típico de 25 años ganará 8,7 años de vida obtenga del trasplante el mayor excedente
que lleva más tiempo en la lista de espera. adicionales, pero un diabético tfpico de individual del con sumidor. En lérminos de
Según este ststema, un riñón dispontble 55 anos solo ganará 3,6 años extras. resultados, por tanto, esta propuesta de
irla a parar a un anciano de 75 años que Con el sistema actual, basado en el "ganancia neta• funciona de modo muy
lleva 2 años esperando, en vez de a un tiempo de espera, los trasplantes generan parecido a un mercado compelitivo.
~C_A~P__ÍT~U~L~0~4--~C~O~N~T~R~O~L~E~S~D~E~P_R~E~C~I~O~S~Y_D~E_C~A~N~T~I~D~A~D~E~S~:~I~N~T~R~O~M~I~S~IO~N~E~S~E~N~L~O~S~M~E~R~C~A~O~O~S____10~9-------i:-

El excedente del productor y La curva de


aferra
o mismo que a lgunos compradores de un bien habrían estado dispuestos a pagar
por su compra más que el precio que de verdad pagan, a lgunos ,·cndedorcs de un
bien habrfan estado dispuestos a venderlo por un precio in fe rior a l que en reali-
dad reciben. Po r tanto, lo mis mo que h<lY consumidores que recibe n un excedente del
consumidor por el hecho de comprar en un mercado. hay productores que reciben un
excedente del productor por d hecho de vender en un mercado.

Los costes y el excedente del productor

os
Consideremos un grupo de estudia ntes que son
vendedores potenciales de libros de texto usa- TABLA 4-2 Excedente del productor cuando el
dos. Puesto que i ienen dis tintas preferencias, precio de l:'n libro usado es 30 $

iv
son diferentes los precios a los que está n dis-
Vendedor Coste Precio Excedente Individual del productor =
puestos a vender sus libros. La Tabla 4-2 mues-
potencial ($) reci bido ($) Coste - precio recibido ($)

at
tra los precios a los que cada estudiante estaría
dispuesto a vender. Andrew qu iere vender su Andrew 5 30 25
libro siempre que obtenga por lo me nos 5 $; Betty 15 30 15

uc
Belly no lo venderá a no--ser que obtenga 15 S Carlos 25 30 5
como mínimo; Carlos tiene que obtener por lo
Donna 35
menos 25 $; Don na lo vende solo si obtiene 35 $
o más; Engelbert no lo vende a menos que pueda Engelbert 45
conscgu ir 45 $.
El precio más bajo a l que un vendedor
ed
Todos l os vendedores Excedente total del productor = 45 $

potencial está dispuesto a vender recibe un


nombre específico en economía: se denomina el coste del vendedor. Así, el coste de
es
Andrew es 5 $.el de Betty es 15 $,y así sucesivame nt e.
Utilizar e l térm ino coste, que norma lme nte se a ocia con el coste monetario de
producir un bien, puede sonar un poco extraño cuando se aplica a vendedo1·cs de
libros de tex to usados. Los alumnos no tienen que fabricar los libros, así que a l estu-
fin

diant e que vende Lrn libro no le c uesta nada consegu ir que el libro se pueda vender.
¿no es así?
Sí. sí que le cuesta. Un a lumno que vende un libro dejará do.: tenerlo en el futu-
ro como parte de su biblioteca pel-sonal. Por tanto, vender e l libro tiene un coste
n

de oport1111idad, au nque el propietario haya aprobado la asi g nallrra p a ra la que lo


compró. Y recuerda que uno de los princ ipios básicos de la Economía es que la
co

verdadera medida del coste de hacer algo es s iempre su coste de o portunidad. Es


decir, el verdadero coste de a lgo es aquello a lo que hay que renunciar para obte-
nerlo.
Po r eso es correcto en Economía deno minar "coste" de vender un bien a l precio
mínimo a l que a lguien vende r:'\ ese bie n. a unque e l vendedor no tenga que gastar nin-
so

glln dinero para conseguir que el bien esté disponible para la venta. Por supuesto, en
El coste de un vendedor es el precio
la mayoría de los mercados del mundo real los vendedores son también los produc-
más bajo al que está dispuesto a
tores del bien, por lo que sf ga~ t n n dine ro para poder ponerlo a la venta. En ese caso,
vender un bien.
U

el coste de poner a la venta un bien i11cl11ye costes monetarios, pero también puede
incluir otros costes de oportunidad. El excedente individual del
Volviendo a l ejemplo, supongamos que Andrew vende su libro por 30 $. Es evi- productor es la ganancia neta que
dente que se ha beneficiado de la tJ·ansacción: habría estado dispuesto a venderlo por obtiene un vendedor indiv1dual por
solo 5 $, por lo que ha gan:1d0 25 $. Es ta ga nancia net.a: la dife re ncia entre el precio vender un bien. Es igual a la diferencia
en tre el precio recibido y el coste del
que o btiene realme nte y su coste -el precio m ínimo a l que habrfa estado dispuesto a
vendedor.
\'ender- se llama e xc edente individu a l del produc tor.
Como en el caso del excedente del consum idor. podemos sumar los excedentes El excedente total del productor
individuales de todos los productores para ca lcular el excedente total del produc- en un mercado es la suma de los
tor; es decir, la ga na ncia neta total de todos los vctrdcdores de este mercado. Los excedentes Individuales del productor
economistas utilizan el término excedente del productor para t·eferirse tanto al de todos los vendedores de un bien.
excedente Lota] como al excedente individual del productor. La Tabla 4-2 muestra la El término excedente del productor
ganancia neta de cada uno de los estudi a ntes que venderían un libro usado a un pre- se utiliza tanto para referirse al
cio de 30 $: 25 $pa ra Andre\v, 15 $ para Betty y 5 $ pa ra Carlos. El exceden te total del excedente individual como al
productor es 25 + 15 + 5 = 45 $ excedente total del productor.
110 PARTE 2 OFERTA Y DEMA N DA

Lo mismo que el excedentt: del consumidor, t:l excedente del produc10r obtenido
por los vendedores de Libros puede reprcsentm·se gráricamente. lgual que obtuvimos
la curva de de manda a pan ir de la disposición a pagar de diferentes consumidores.
emp<.:zamos obten iendo la c11rva de ofcna a panir del coste de diferentes produc-
rores. La curva en forma de escalera de la Figura 4-3 es la c urva de ofcna corres-
pondiente a los costes que aparecen en la Tabla 4-2. La anchura de cada escalón de
la cut·va corresponde a un libro de texto y representa a un vendedor. La a ltura del
escalón de Andrew es S$, u coste. Este es la pane inferior de un rectá ng ulo cuya
par k superior son 30 $, el precio que en realidad recibe por la venta de s u 1ibro. El
án:a de este n:ctángulo. (30 $- 5 $) x 1 - 2S $,es su exced en te del productor. Así, el
excedente del productor que Andrew consigue por vender su libro es el área del rec-
tállgiiiO rojo OSC11ro de la rigura.
Surongamos que la librerfa del campus eslá dispuesta a comprar, a 30 $el ejem-

os
pla r, todos los ejemplares usados de este libro que los estudiantes quiera 11 vender. En
ese caso, además de Andrew también venderán sus ejemplares Beuy y Carlos. Ellos
también se benerician de sus ventas, aunque no tamo como Andrcw. porque sus costes
son mayores. Andrew, como hemos visto, ga na 25 $. Bctty gana menos: como su coste

iv
es 15 $,ga na solo LS $. Carlos ga na me nos todavía, 5 $.
De nuevo, como en el caso del excedente del consum idor, tenemos uno regla gene-

at
ral para determinar el excedente total del productor obtenido por las venta de un
bien: El excedente total del productor obrenido por vender w1 bien a 1111 precio dado es
igual td área situada e11Ci11/(/ de la curva de o(e.na pero debajo del precio.

uc
Esta regla se aplica tant o a ejemplos como e l dl! la Figura 4-3, donde hay pocos
productores y una curva de oferta con forma de escalera, como a ejemplos más realis-
tas, donde hay muchos productores y 1.:~ curva de oferta es más o menos suave.
Consideremos, por ejemplo, la oferta de trigo. La Fig ura 4-4 muestra cómo el exce-
ed
dente del produc to r depende J el precio por fanega. Supongamos que, como se ve en
la figura, el precio es 5 $ por fanega y los agricu liores ofrecen un millón de fanegas.
¿Cuál es la ganancia que obtienen los granjeros por vender su trigo un precio igual a
5 S? Su excedente del productor es igua 1a 1área coloreada de la figura -el á rea situada
encima de la c 11 rva de oferta pero debajo del p rec io de S $ por !'a nega.
es
fin

FIGURA 4-3 Excedente del productor en el mercado de libros de texto usados


n

A un precio de 30 $, Andrew, Betty y Carlos venden Precio de


un libro cada uno, pero Donna y Engelbert no venden un libro
S
co

ninguno. Andrew, Betty y Carlos obtienen exceden tes


del productor iguales a la diferencia entre el precio y
su cos te, representado por las áreas de los rectángu-
45 $
los coloreados. Tanto Donna como Engelbert tienen
un coste mayor que el precio (30 $), por lo que no
so

están dispuestos a vender un libro y reciben un exce·


deñte del productor nulo. El excedente total del pro· 35
ductor es tá representado por el área total coloreada,
que es la suma de los excedentes individuales del 30 ~----------4----------------- Precio .. 30 $
U

productor de Andrew, de Betty y de Carlos, y que es Excedente


25
igual a 25$ + 15 $ + 5 $ - 45$. del productor
de Carlos

15 Excedente
del productor
1:--:---:--~--.:_ Excedente de Betty
del productor
5 de Andrew

o 1 2 3 4 5 Cantidad de libros
CAPÍTULO 4 CONTROLES DE PRECIOS Y DE CANTIDADES INTROMISIONES EN LOS MERCADOS 111

FIGURA 4-4 Excedente del productor

Esta es la curva de la oferta de trigo. A un precio de Predo


5 $ , los agncultores ofrecen un millón de fanegas. El del trigo S
excedente del productor a este precio es igual al área (por fanega)
coloreada: el área situada encima de la curva de oferta
pero deba1o del precio. Representa la ganancia total
de los productores -granjeros en este caso- genera-
da por vender su producto cuando el precio es igual
a 5$.

os
iv
at
o 1 millón
Predo de equilibrio

uc
ed
oh·amo-. al mercado de libros de texto usado , pero considerando ahora un
mercado mucho mayor -por ejemplo, el de una gran uni\'er-.idad c~ta t al. H a~
mucho:. compradores ) muchos ,·endedores potenciales. por lo que el merca-
do es compct it i\'O. En primer lugar ordenemos a todo~ los est udiante~ nue\'Os -que
es

son los compradores potenciales de un libro- en función de su dispo:,ición a pagar,


de manera que el estudiante que te nga la dispos ición a pagar más a lt a e:, e l primer
comprador potencinl. el estud bnte con la siguiente dbposición a pagar má~ alta e~
fin

d segundo. v a:,í sucesivamente. A continuación podemos usar e as tli~posicione~ a


pagar para obtener una cur\'a de demanda como la de la Figura 4-5.
Oc forma ~imilar, podemos ordenar a los estudiantes que dejan la univer~idad
-que son los vendedores potenci::llcs de un libro- en func ión de su coste. empezando
n

FIGURA 4-5 Excedente total


co

En el mercado de libros de texto usados, el precio Predo de


de equ11ibno es 30 $ y la canlldad de equilibrio un libro S
es 1.000 libros. El excedente del consumidor
so

es el área azul, situada debajo de la curva de


demanda pero encima del precio. El excedente
del productor es el área roja, situada encima de la
curva de oferta pero debajo del prec1o. La suma
U

del área azul y ol área ro¡a es el excedente total,


Precio de
la gananc1a total que obtiene la sociedad por la equilibrio - 30 S
producc1ón y el consumo del b1en.

o
o 1.000 Cantidad de libros
1
Cantidad de equilibrio
.. 112 PART E 2 OFER TA Y DE MANDA
~·,..,. ---_;,;=-_::....:..;~:....::.-=---=-.:....=.:...:.:-"...:......;_.:;;..:::.:..:.:..:_;.,;_;~·

El excedente total generado en pm· d estudiante con menor coste, a continuación el de siguicme coste más bajo, y así
un mercado es la ganancia total sucesivameme. Seguida mente usa mos esos costes para obte núr la curva de oferta de
que obtienen los consumidores y la misma fig ura.
los productores por comerciar en el Ta l como hemos dibujado las curvas, el mercado alcanza el equilibrio a un precio
mercado. Es la suma del excedente igual a 30 $por libro, y a ese precio se compran y se venden 1.000 libros. Los dos trián-
del consumidor y el excedente del gulos coloreados representan el excedente del consumidor (en azul) y el exceden te del
produc tor.
productor (en rojo) generados por este mercado. La sutna del excedente del consumidor
y el excedente del productOr se d eno mjna el exced e nte total generado en un mercado.

[I!!J((•]:t•1:1D#&M•RI
COJA LAS LLAVES, POR FAVOR

os
S
in lugar a dudas, los libros de historia (o los lectores dig ita les) algún día c ita rán
a eBay, el servicio de subastas online, como una de las innovaciones estadou-
nidenses más g randes del siglo XX. Fundada en 1995. esta compañía afirma que su
mis ió n es "ayudar a prác ticame nte cualquier persona a interca mbiar prácticamente

iv
c ualquier cosa sobre la Tierra". Ofrece un medio para que comprado-
res y vendedores potenciales -a veces de objetos únicos o de segunda

at
mano- se e ncue mren unos a otros. Y las ga na nc ias que obtuvieron
los usuarios de eBay por el intercambio fu eron evide ntemente gran-
des: en 2010. eBay declaró h aber comprado y vendido en su portal de

uc
[nternet bienes por un valor de 53.500 millones de dólares.
Y el intercambio por Inte rnet no se ha d elenido aq u í. Están sur-
g iendo páginas de Interne t que pe rmit en que la gente a lquile s us
p.-opiedades persona les -objetos como automóviles, máquinas herra-
ed
mientas, objetos electrónicos pet-sona les, y ha bitaciones sobrantes.
Lo mismo que hizo cBay con los compt·adores y los vendedores, estas
nuevas páginas d e Internet proporc iona n una plataforma para que los
propietarios y los arrendata rios se encuentre n unos con otros.
es
Un reciente a rtículo de la revista Business Week describe cómo
una pareja de Boston utilizó la página web RelayRides para a lquilar
- Lo con st•g¡¡¡' a Lmvés ele eBay. un automóvil que tenían y que no usaba n desde hacía mucho tiempo,
ganando lo suficiente para costear su seguro y su mantenimiento . Y,
fin

d e acuerdo con el fund ador de Re layRides. Shelby Cln rk, las personas que alquilan
au 1o móv iles a través d<.: su pág ina web ga nan, como med ia, unos 250 $al mes.
Judith Chevalier, una economista de la Escuela d e Empresariales de Yale dijo,
"Estas compañías te permiten ex traer un poco de va lor a ... bienes •quc están olvida-
n

d os".
RclayRides y compatiías s imila res está n deseando pode r obtener una gana ncia
co

ayudando a la gente a generar un poco más de plusvalía a partir de sus propiedades.


El excedente individual del consumi·
dor es la ganancia neta que obtiene
un consum idor por comprar un bien.
El excedente total del consumidor en
so

un mercado es igual al área situada


debajo de la curva de demanda del
mercado pero encima del precio.
La diferencia entre el precio y el
U

coste de un vendedor es el exceden·


te individual del productor.
El excedente tota l del productor es
igual al área situada debajo del pre-
cio pero encima de la curva de oferta
del mercado.
El excedente total mide las ganan·
cías totales derivadas de participar
en un mercado.
7 1
La competencia perfecta y
la curva de oferta
QUÉ APRENDEREMOS
EN ESTE CAPÍTULO
HACER LO NATURAL

1 Qué es un mercado perfectamente

os
competitivo y las características
de una industria perfectamente
competitiva.

iv
1 Cómo un productor precio-aceptante
determina la cantidad de output que
maximiza su benef icio.

at
1 Cómo valorar si una empresa puede
tener beneficios o no, y por qué una

uc
empresa que no tiene beneficios
puede continuar produciendo a corto
plazo.

ed 1 Por qué las dist intas industrias se


comportan de forma diferente a corto
plazo que a largo plazo.
t Qué determina la curva de oferta de
una industria a corto plazo y a largo
es

plazo.

Tanto si cultivas fresas ecológicas como si construyes satélites, la manera de producir un


fin

bien determina su coste de producción.

OS CONSUMIDORES DE LOS ESTADOS convencionales entrarían en el negoc10 que dan lugar a una industna perfec-
n

Umdos se preocupan por los temas de de los alimentos orgánicos. Así pues, el tamente cornpellttva. Después veremos
salud. La demanda de alimentos y bebidas aumento de la cantidad ofrecida en res- cómo dectde cuánto pwducná un produc-
co

naturales. como el agua mmeral y las fru· puesta al aumento del precio sería mucho tor que opera en competencia per fecta
tas y verduras cullivadas ecológicamente, mayor a largo plazo que a corto plazo Por último, utilizaremos las curvas de cos-
aumentó ráptdamente durante las dos úlll· ¿De dónde sale la curva de ofena? ¿Por tes de los p10ductores mdivlduales para
mas décadas, a una tasa de crecnniento qué son d iferentes las curvas de oferta obtener la curva de ofena de la mdustna
medio del 20% anual El pequeño grupo a corto plazo y a largo plazo? En este en competencia perfecta. El anáhs1s de
so

de agricultores pioneros en los cultivos capítu lo u tilizaremos el conocimiento de la evolución de una mdustria competitiva
ecológicos prosperó gractas a la elevactón los costes desarrollado en el capítulo 6 a lo largo del tiempo nos hará entender la
de Jos precios de sus productos. como base para el análisis de la curva de diferencia entre los efectos a corto plazo
Pero todo el mundo sabía que Jos altos oferta. Como veremos, esto exiguá que y a largo plazo de las variaCiones de la
U

prec1os de los productos orgámcos era entendamos el comportamiento tanto de demanda en una industria competitiva
improbable que duraran. aunque contí· las empresas indiViduales como el de una - como por e1emplo, el efecto que uene en
nuara la fuerte demanda de ahmentos mdustria completa, compuesta por esas la industria de la agricultura orgánica la
producidos de manera natural: la ofena empresas individuales nueva preferencia de los estadoumdenses
de ahmentos ecológicos. aunque relativa - Nuestro anál1s1s en este capítulo por los productos ecológicos. Acabaremos
mente inelástica respecto al prec1o a corto supone que la mdustna en cuesllón se con un anáhs1s más detallado de las con
plazo. seguramente era elásuca a largo
plazo. Pasado cierto tiempo, las granjas
que ya producían ahmentos ecológicos
caracteriza por la competencia perfec·
ta. Empezaremos explicando el concepto
de competenCJa perfecta, proporcionando
tna sea pe<lectamente compeuu" _j
diciones necesarias para que una 1ndus

aumentarían su capacidad y los granjeros una breve introducción a las condiciones

209
210 PAR TE 3 L A DECISIÓ N DE PRODUC I R

Un productor precio-aceptante es
un productor cuyas acciones no tienen La competencia perfecta
ningún efec to en el precio de mercado upongamos que Yvcs y Zoe son agricultores del mismo pueblo, y q ue a mbos
del bien o servicio que vende. cultivan tomates ecológicos. Los dos vend en su produc to a la misma cadena ele
Un consumidor precio-aceptante tiendas de a limentación especia lizada en produc tos ecológicos; por lo tanto. en
es un consumidor cuyas acciones rea 1idad Y ves y Zoe está n compitie ndo entre ellos.
no tienen ningún efec to en el precio ¿Quiere esto decir que Yves deber ía intentar que Zoe dejara de producir tomates,
de mercado del bien o servicio que o que Yves y Zoe deberían llegar a un acuerdo para producir menos? Casi con certe-
compra. za. la respuesta es no: ex iste n cientos o miles ele agricultores que producen tomates
Un mercado perfectamente ecológicos, de modo que Yves y Zoe compiten con todos esos agricultores además
competitivo es un mercado en el de entre sí. Puesto que hay tantos agric ultores vendie ndo to mates ecológicos, el que
que todos los participantes son cua lquie ra de ellos produzca más o menos no tendría ningún efecto observable sobre

os
prec io-aceptantes. los precios de mercado.
Una industria perfectamente Cuando la gente habla de competencia entre empresas, la imagen que a menu-
competitiva es una industria en do se tiene en mente es una s ituación en la que dos o tres empresas rivales pelean
intensa mente entre sí para aventajarse unas a otras. Pero los econo mistas saben que

iv
la que todos los productores son
precio-aceptantes. cua ndo una industria está formada por unos pocos competidores impor tantes, eso
es en realidad una señal de que la competencia está muy limitada. Como sugiere el

at
ejemplo de los tomates ecológicos, cuando hay bastante competencia, no tiene sentido
identificar a los r ivales: hay tantos competidores que no se puede aislar a n.i nguno de
ellos como rival.

uc
Dicho de otra forma: Yves y Zoe son productores precio-aceptantes. Un pro-
ductor es precio-aceptante c uando sus acciones no pueden a fectar al precio de me rca-
do del bien o servicio que vende. Como consecuencia, un productor precio-aceptante
toma e l precio de mercado como dado. Cuando hay basta nte competenc ia -cuando la
ed
competencia es la que los economis tas califican como "perfecta"- todos los produc-
tores son precio-aceptantes. Y hay una definición s imilar para los consumidores: un
consumidor precio-aceptante es un consumidor que con sus acciones no puede
influir en el precio de mercado d el bien o ser vicio. Es d ecir, el precio de mercado no
es
se ve afectado por lo mucho o lo poco que un consumidor compre de ese bien.

Definición de competencia perfecta


fin

En un mercado perfectamente competitivo todos los pa rticipantes del mercado.


t~ n to consumidores corno produc tores, son precio-aceptantes. Es decir, ni las decisio-
nes de consumo de los consumidores individuales ni las decisiones de pro ducción de
los productores individua les afecta n a l precio de mercado d el bien.
El modelo de oferta y demanda que vimos en el capítulo 3, y que hemos utilizado
n

repetidamente desde entonces, es un mod elo de un mercado perfecta mente competi-


co

tivo. Depende fundam enta lme nte del su puesto de que ningú n comprador o vendedor
individual de un bien. como el café en g rano o los tomates ecológicos, cree que es
posible influir en el precio a l que compra o vende el bie n.
Como regla general, los consumidores son efectivamente precio-aceptantes. Los
casos en los que el consumido r es capaz de in fluir en los precios que paga son esca-
so

sos. Es, sin embargo, bastante común que los productores tenga n una capacid ad
considerable de influir en los precios que reciben, un fenómeno que estudiaremos en
el capítulo 8. Por tanto, el modelo de competencia perfecta es adecuado para algu-
nos, pero no para todos los mercados. Una industria en la que los productores son
U

pr·ecio-aceptantes se de nomina industria perfectamente competitiva. Es evidente


que algunas industrias no son perfecta mente competitivas; en capítu los posteriores
aprenderemos a analizar las industrias que no se ajustan a l modelo de competencia
perfecta .
¿En qué circuns tancias serán precio-acepta ntes tod os los productores? En la
siguiente sección veremos q ue hay dos condic iones necesarias pa ra que una indus tria
sea perfecta mente competitiva, y ta mbién suele estar presente una tercera condición.

Dos condiciones necesarias para la competencia perfecta


Los mercados de los principa les cereales, como el tr.igo y el maíz. son perfectamente
competitivos: los granjeros individua les que cuhivan trigo o maíz, así como los com-
pradores individuales de estos dos cereales, toman los precios como dados. Por el
contrario, los mercados de algunos alimentos elaborados a partir de estos cereales
CAPI T ULO 7 L A C O MPE TE N CI A P ER F EC T A Y L A C URVA DE O FE RTA 211

-concretamente, los cereales para el desayuno- no son en absoluto perfectamente La cuota de mercado de un
competitivos. Exis te u na fucn e competencia entre las marcas de cereales. pero no productor es el porcenta¡e del output
competencia perfecta. Entender la diferencia entre el mercado del trigo y el mercado total de la industria que representa el
del trigo tra nsfor mado en cereales para el desayuno es entender la importanc ia de la s output de ese productor.
dos condiciones necesarias para la competencia perfecta. Un bien es un producto homogéneo
En primer lugar, para qu e u11a i11d us1ria sea perfectam ente competitiva debe tener cuando los consumidores consideran
much os productores, ni11guno de cuales puede 1e11er u na c u o ta d e mer cado gra11de. que los productos que ofrecen
La cuo ta de mercado de un producto r es el porcentaje del outputtotal de la indus tria diferentes productores son el mismo
que produce ese produc tor. La clis Lribución de las cuotas de mercado con stituye una b1en.
di fe re ncia fundame ntal entre la industria del cereal y la industria de los cer eales para Una industria tiene libertad de
el desay uno. Hay miles de productores de trigo. ninguno de los cua les produce más entrada y salida cuando pueden
que una fracción diminuta de las ventas totales de trigo. entrar fácilmente nuevos productores
La industria de los cereales pa ra el desayuno, s in e mba rgo, est.á do minada por y cuando los productores exisientes

os
cua l ro empresas: Kellogg's, General Milis . Post y Quaker Foods. Solo Kellogg's pro- pueden abandonarla fácilmente.
duce un terc io d o: todas las vent as de cereales para el desayuno. Los ejecutivos de
Kellogg's sa ben que. si inte ntan aumentnr sus ventas, es muy proba ble que el pr e-
cio de los c~::rca les para el desayuno caiga . Es decir, sabe n que sus accio nes tienen

iv
influencia en los prec ios de mercado, por la sencilla razón de q ue representan una
parte ta n grande del mercado que cualquier variación de su producción afectará

at
considera ble mt&l te a la cantida d tota l ofrecida. El supuesto de que los producto res
son precio-aceptantes solo tiene sentido c uando en una indus tria 110 hay ningún g ran
pm ductor como Kellogg's .

uc
En segundo lugar, una indus tria solo será perfectamente competitiva si los consu-
m idore considera n equivale ntes los productos de todos los producto res. Cla ra me nte,
esto no es c ie r to t:n el mercado de cereales pa ra el desayuno: los co nsumidores no
consideran q ue Cap'n Crunch, los cereales de maíz y avena de Qua kcr, sea un buen
ed
sustitutivo de Wheaties, los cereales de trigo integra l de Ge nera l Milis. Como con-
secuencia, el productor de Whe:uies c ie rt a capac idad pa ra aumentar su precio sin
miedo a que todos sus clientes se pasen a l fabricante de Ca p'n Crunch.
Compa ra esto con el caso de un p rodu cto homogén eo, que es un producto que
es
los consumidores considera n que es el mismo bien, aunq ue lo pm duzcan d iferentes
producto res. Como e l trigo es un pro ducto homogé neo, los co nsumidores conside ran
que e l trigo de un agricultor e · un s ustit utivo pe r fecto del tr igo de otro agric ultor.
Como consecuenc ia , un agric ultor no puede a u mentar el prec io de su trigo s in perder
fin

todas sus ventas. q ue pasarían a o tros productores. Por ta nto, la seg1mda condició11
necesaric1 para que 1111a i11du stria sea competitiva es que el outplll de la indu slria sea w1
prod11cto homogéueo. (Lec la siguie nte "Pa t·a mentes inqu ietas").
n

Libertad de entrada y salida


co

Todas las industrias pcr fecta mt:ntc compe titi va s tienen muchos produc to res con
cuo tas de mercado pequeñas y que producen un produc to homogéneo. La mayoría de
las industrias compe titivas se carac terizan también por otro rasgo: es fácil entrar e n
la industria para las nuevas e mpresas, o salir de la industria pa ra las empresas que
está n en ella actua lmente. Es decir. no existe n obstáculos, ta les como regulaciones
so

del gobierno o accesos limitados a rccur os clave, que impida n la e ntrada de nuevos
produc tores en el mercado. Y no hay costes adicionales asociados a cerra r una empre-
sa y a bandonar la industria. Los economistas lla ma n el// mda a la llegada de nueva s
U

empresas a una indus tria; y se rcfie1·en a l abando no de la indus tria por parte de una
empresa como salida. Cua ndo no hay obstáculos pa ra entrar o salir de una industria,
decimos que hay libe1·tad d e entra d a y salid a .
La libre entrada y sa lida no es estr ictamente necesa ria para que haya co mpe-
te ncia perfecta. En el capítulo 4 describimos el caso de la pesca de almeja de ueva
Jersey, donde las regulacio nes limita n el núme ro de ba rcos pesqueros, de modo que
la e ntrada e n la indus tria está restringida. A pesat· de ello, hay los sufic ientes ba rcos
op~: ra ndo como pura que los pescado res sean precio aceptantes. No obstante, la liber-
tad de e nlrad::t y salida es un fac to r clave en la mm•oría de Las industrias competitivas.
Gan111tiza que ~1 n(m,c ro de productores de u na i~dustr ia se puecb ajustar o los cam-
bios e n las condic iones dd me rcado. Y, en concreto, a segura que los producto res de
una indus tria no puedan impedir la entrada a nuevas empres as.
En resumen. la competenc ia per fec ta depende de dos condicio nes necesa rias.
Primero, en la industria tie ne que haber muchos produc tores. cada uno de ellos con
212 PAR T E 3 L A DEC I SIÓ N D E PR O D U C I R

PARA MENTES INQUIETAS J


¿QUÉ ES UN PRODUCTO HOMOGÉNEO?

Una industria perfectamente competitiva narse "champán". Si está producido en


tiene que producir un producto homogé- algún otro sitio, lo más que puede hacer
neo. Pero ¿basta con que los productos el vendedor es decir que se ha producido
de diferentes empresas sean rea lmente siguiendo el método champenoise. Esto
iguales? No, la gente tiene ademá& que crea una diferen ciación en la mente de los
creer que los productos son iguales. Y consumidores y permite a los productores
los productores muchas veces hacen de Champagne cobrar precios más altos.
grandes esfuerzos para convencer a los De la misma forma, los productores

os
consumidores de que producen un output coreanos de kimchi, la col fermentada
distinto o diferenciado, incluso aunque no picante que es el acompañamiento típico
sea verd ad. de la cocina de Corea, están intentando
Consideremos, por ejemplo, el cham - convencer a los consumidores de que el

iv
pán - no el champan extremadamente mismo produc to envasado por empresas
caro, sino el champán más corriente. La japonesas no es exactamente el auténtico.
mayoría de la gente no puede apreciar la Su objetivo es, por supuesto, asegurar

at
diferencia entre el champán producido precios más altos para el kimchi coreano.
en la región francesa de Champagne, Por tanto, ¿es perfectamente compe-
en Francia, de donde es originario ese titiva una industria que vende productos

uc
producto, y los productos similares pro- que no se diferencian en nada excepto
cedentes de España o California. Pero el en el nombre, pero que los consumido-
Gobierno francés solicitó y obtuvo protec- res, por la razón que sea, no piensan que
ción legal para las empresas de la región En últíma instancia, solo los consumidores de son homogéneos? La respuesta es "no".
de Champagne, asegurándose de que
en tod o el mundo solo el vino espumoso
producido en esa región podría denomi-
ed
kimchi pueden decir si existe una verdadera
diferenci a entre el kimchi producido en Co rea y
la variedad produci da en lapón.
Cuando se trata de definir la naturaleza
de la competencia, el con sumidor siempre
tiene la razón.
es

una cuota de mercado pequeña. Segundo, el produc to 1iene que ser homogéneo.
Adem ás, las industria s per fec ta m ente competiti vas n orm almente se ca rac terizan por
la l ibertad de entrada y sal ida.
fin

¿Có mo se comporta una i ndustri a q ue sati sface estos tres c r iteri os? Corno primet·
paso para r e ponder a es1a pregunta, an alicem os cóm o max i m iza sus beneficios un
productor indiv idual en una i ndustria per fec ta m ente competiti va.
n

[1!,1(<•l: [e) ~lt§Rtjit•RI


co

LA COMPETENCIA ES DURA
Las patentes con ced en a los fabrica n-
tes d e medícamentos el monop olío
legal de las nuevas medícinas d urante
A veces es posible ver cómo una industri a se hace perfect am ente competitiva. D e
hecho, esto ocu r r e con f recuencia en el caso de la industri a farmacéuticn cuando
so

expira la p atent e de un m edicamento muy u t i lizado.


20 años.
Cua ndo u na empresa cr ea un nuevo m ed icam ento. lo no r-
m al es q ue obtenga una patente, que le da un mo11opolio legal -el
der echo exclusivo a vender el medicam ento- durante 20 años
U

desde la fecha ele su r egistro . L egal m ente, nadie puede vender


ese m edicamento si n el per miso del propietari o de la patente.
Cuando la patente expira, se abre el m ercado par a que otras
empresas vendan sus propias ver sio nes del med icam ento, cono-
cidas com o genér icos. Lo genéricos son productos hom ogéneos.
com o la aspirina, y suelen venderlos muchos productores.
E l paso de u n m er cado con u n solo vendedo r n la com-
petenc ia per fect a va aco mpañado, no casua l m ente, ele una
brusca ca íd a del precio de mercado. Po r ejemplo, cua ndo expi-
r ó la paten te del analgésico Tbuprofeno y se introdujer on los
genél"icos, su preció acabó cayendo un 75% aproxi madam ente;
el precio d el analgésico N aproxen coyó un 90% . E n pro m edio,
los precios de los m ed icam entos bajan un 40% cua ndo un
genéri co entra en el m erca do . ·
CAPÍTULO 7 LA CO MP ETE NC I A PERFECTA Y LA C URVA DE OFERTA 2 13

o es sorprendente que Jos productores de medicamentos protegidos por patentes


traten a LOda costa de imped ir la entrada de productores de genéricos competidores
y haya n probado varias estrategias. Una táctica que ha ten ido un éxito espec ial con- Ni las acciones de un productor pre-
s iste en que el produc to r original de l medicamento hace un acuerdo con el produc tor cio-aceptante ni las acciones de un
del genérico potencialme nl e compet idor, que consiste esencia lmente en pagarle para consumidor precio·aceptante pue·
que retrase su entrada en el me rcado. Como consecuenc ia, e l produc tor original d el den innuir en el precio de mercado
medicamento continúa cobra ndo precios altos y cosecha ndo elevados beneficios. de un bien.
Estos acue rdos han s ido duramente impugnados por los gobiernos, que los ven como En un mercado perfectamente com·
prácticas a nti-competit ivas que dañan a los consum idores. En e l momento ele escribir petítivo, todos los productores y los
este libro, los producto res de medicamentos, los consumidores y los representantes consumidores son precio·aceptan·
tes. Los consumidores casi siempre
del gobierno de los Estados Unidos estaban esperando que e l Tribuna l Supremo de
son precio-aceptantes, pero muchas
ese país revisara la legalid ad de dichos acuerdos.
veces no ocurre lo mismo con los
O• productores. Una industria en la que

os
los productores son precio-aceptan·
tes es una industria perfectamente
competitiva.
ENTENDIDO 7-1
En una industria perfectamente com·

iv
1. En las siguientes situaciones, ¿crees que la industria descrit a será perfeclamente competitiva petitiva hay muchos produ cto res.
o no? Justifica tu respuesta. ca da uno de los cua les produce un

at
a. En el mundo hay dos productores de aluminio; sin embargo, es un b ien que se vende en bien hom ogéneo. pero ninguno de
ellos tiene una cuota de mercado
muchos sitios.
grande.
b. El precio del gas natural está determinado por la oferta y la demanda mundiales. Una

uc
La mayoría de las industrias perfec·
pequena fracción de la producción mundial la producen unas pocas empresas situadas
tamente competitivas también se
en el Mar del N orte.
caracterizan por la libertad de entra·
c. Docenas de disenadores venden ropa d e alta costura. Cada disenador tiene un estilo pro-
da y salida.
pio y una clientela fiel. ed
d. En Estados Unidos existen muchos equipos d e béisbol, uno o dos en cada ciu dad impor-
tante, y cada uno vende entradas para los partidos que juegan en su propio estadio.

Las soluciones están al final del libro.


es

La producción y los beneficios


fin

o nsidera a Jennifcr y Jason, que son son los propietarios de una g ranja d e toma-
tes ecológicos. Supo nga mos que e l precio de mercado de los tomates ecológicos
es 18 $ por caja y que .Jcnnifcr y Jason son precio-acl!ptan-
n

lcs - pueden vender todo lo que quie ra n a ese precio. Podemos TABLA 7-1 Beneficio de la granja de Jennifer
utiliza r los datos de la Ta bla 7-1 para ca lcular direc tamente e l y Jason cuando el precio de mercado es
co

nivel de producción que maximiza sus beneficios.


18 dólares
La primera columna muestra la cantidad de output med ida
e n cajas, y la segunda muestra el ingreso total que Jennifcr y Cantidad de
tom ates Ingreso to tal Coste total Beneficio
Jason obtienen po r la venta de su producción: el va lor de merca-
do de su output. El ingreso to ta l, IT. es igual a l precio de merca-
a IT CT IT - CT
so

(cajas) ($) ($) ($)


do multiplicado por nivel de p•·oducción.
o o 14 - 14
(7-1 ) IT ~ p X Q 1 18 30 - 12
U

2 36 36 o
En este ejemplo. el ingreso tota l es igual a 18 $por cajn multi pli-
3 54 44 10
cado por la cantid ad de cajas de to ma tes vendidas.
La tercera columna de la Tabla 7- 1 muestra el coste to ta l de 4 72 56 16
Jennifer y Jason. La cuarta columna muestra su benefi cio, igua l 5 90 72 18
a l ingreso total menos el coste to ta l: 6 108 92 16
7 126 116 10
(7·2) Bene[icio = IT- CT

Como se ve por los datos d e la tabla, el beneficio se maximiz.a con una producción de
S cajas de tomates, donde el beneficio es 18 $. Pero pod emos profundizar e n la elec-
c ió n de la producció n que max imiza el beneficio consid erándola como un pr·oble ma
de análisis marginal, a lgo que hacemos a continuación.
Economics. The Remarkable Story of How Economy Works
Ben Mathew, 2013.

Traducido para la Cátedra de Introducción a la Economía de la Universidad de Costa Rica


por Karina Cabezas (revisión de Leonardo Garnier).

Mathew: Capítulo 7
El Precio es el Correcto

os
Todo el mundo está lidiando con el teje y maneje de una economía de libre mercado. Pero
¿conduce todo ese teje y maneje y la toma de decisiones personales a una economía bien
gestionada o a una que abunde en ineficiencias? ¿Será el resultado armonioso o caótico?

iv
at
Parece poco probable que eso funcione. Cuando usted está pensando en si trabajar para la
Ford o para la Toyota, no está pensando en qué resulta mejor para la economía, solo piensa
en lo que es mejor para usted. Pero lo que es mejor para usted no necesariamente resulta

uc
ser lo mejor para la economía. Tal vez el no ir a trabajar a la Toyota afectó su línea de
producción y destruyó miles de carros. Tal vez la banda que quiso alquilarle su sótano fue
ed
Pink Floyd, y ahora no pueden grabar Wish You Were Here. Tal vez debió comprar calabacín
y no brócoli, pues usted es indiferente a ambos y hay escasez de brócoli. Así que perdimos
miles de carros, todo mundo está escuchando ´N Sync y ya no hay brócoli, porque usted
pensó únicamente en usted y no en el resto de la economía.
es

Pero no se preocupe. Asombrosamente, usted hizo todas las cosas correctas. Tuvo razón en
fin

pasar su día diseñando carros para la Ford (y no llevando la contabilidad de la Toyota). Tuvo
razón en alquilar su sótano a un estudiante universitario (y no a Pink Floyd). Tuvo razón en
consumir brócoli (y no calabacín). Todas sus decisiones fueron eficientes. ¿No es eso
asombroso? ¿Cómo fue que usted terminó tomando todas las decisiones correctas sin darse
n

cuenta? Es como si hubiese pintado la Mona Lisa mientras dormía.


co

Veamos lo que sucedió. Cuando decidió cuál trabajo tomar, a quién alquilarle su sótano y
cuál bien de consumo comprar, sí, estaba pensando solo en usted. Pero, involuntariamente,
también actuó correctamente en el contexto de la sociedad como un todo, a causa de un
so

detalle muy pequeño: el precio al que las personas le ofrecieron sus intercambios. En una
economía con un mercado perfectamente libre – libre de interferencias en forma de
U

impuestos, subsidios, monopolios, carteles y otros distorsionantes – el precio será


realmente el correcto. Será el correcto en el sentido en el que conduce a que se tome la
decisión correcta. El precio lo va a guiar a la decisión eficiente que se esconde entre el
conjunto de los miles de opciones ineficientes.

Veamos su decisión de consumir brócoli y no calabacín en la cena. Tal decisión se vio


influenciada por el hecho de que el brócoli costaba solo $0.99 la libra en comparación con
el calabacín que costaba $1.25 la libra. Si el brócoli hubiese sido lo suficientemente más
caro y el calabacín lo suficientemente más barato, usted hubiera escogido cenar calabacín.
Es así como los precios lo guiaron a tal decisión.

Pero, ¿lo estaban guiando correctamente? Me tomará dos capítulos más para probar que
sí, que los precios nos llevan a tomar las decisiones correctas. Pero, por el momento, para
mostrar que los precios nos empujan hacia la dirección correcta, veamos que pasó tras
bambalinas cuando usted estaba tomando tales decisiones.

Suponga que el brócoli se vuelve escaso como consecuencia de una mala cosecha. ¿Qué

os
pasará con el precio del brócoli? Se va a disparar hacía arriba, ¿cierto? Un mayor precio lo
va a persuadir a sustituir brócoli con calabacín, lo cual es la decisión correcta cuando no hay
brócoli. Pero hoy, el brócoli era suficientemente barato, lo cual significa que la cosecha

iv
estaba bien. El precio bajo le dijo, sí, consuma brócoli en lugar de calabacín en la cena de
hoy. Y eso fue lo que usted hizo.

at
Así mismo, usted no echó a perder la línea de producción de la Toyota cuando decidió no

uc
trabajar para esa empresa. Si usted hubiese sido tan importante para ellos, la Toyota le
habría ofrecido un sueldo suficientemente alto para convencerlo de trabajar con ellos.
Habría tenido sentido para ellos pagarle cantidades enormes de dinero con tal de evitar
ed
pérdidas millonarias en sus ventas de carros. El que no le hayan ofrecido sumas de dinero
más elevadas implica que usted no era tan indispensable para ellos.
es

Y Pink Floyd no tenía que grabar el disco en su sótano. Ellos encontraron un estudio de
grabación en alguna parte. Si no lo hubieran encontrado, y su sótano hubiese sido esencial
en la creación de Wish You Were Here, ellos le hubieran ofrecido un monto de alquiler lo
fin

suficientemente alto como para que a usted soportara el ruido. No hubiesen dejado que
algunos miles de dólares adicionales les costaran millones de dólares en ventas de discos.
n

¿Ve como los precios lo empujaron hacia la dirección correcta en todas las situaciones
mencionadas? Me tomaré dos capítulos más para probado, pero los precios acertaron en
co

todo. Actuaron como conductores silenciosos que lo sincronizaron perfectamente con el


resto de la sociedad. Sin que se diera cuenta, lo hicieron tocar todas las notas correctas en
la gran sinfonía de la economía – una sinfonía que ni usted ni yo tenemos la esperanza de
so

comprender.

Los precios son un resumen perfecto que nos dicen todo lo que debemos saber y nada de
U

lo que no. El precio del brócoli que observó en el supermercado le brindó toda la
información necesaria para la situación del brócoli. Si algo tuviese que suceder para que
usted consumiera menos brócoli, todo lo que tendría que pasar desde su perspectiva sería
un incremento en el precio del brócoli como para que usted decida consumir menos de ese
bien. El precio no le dirá por qué debe consumir menos brócoli. Puede ser que una peste
haya infestado toda la cosecha en California, o que los camiones que transportan el
fertilizante se volcaron en una carretera en China o bien que el vecino de al lado decidió
comer de manera más saludable y ahora come más brócoli. El precio no se lo dirá y tampoco
hace falta saberlo. Lo único que debe saber es que debe consumir menos brócoli. Y el
aumento del precio se lo dice sin cargarlo con detalles innecesarios.

¿De dónde salen estos asombrosos precios? ¿Cómo fue que el precio del brócoli resultó ser
$0,99 por libra en lugar de $0,50 o $3,99? ¿Por qué un monitor de computadora cuesta
$200 y no $20 o $20,000? Nuestro primer instinto es pensar que el vendedor estableció ese
precio. El brócoli vale $0.99 porque el dueño del supermercado decidió poner ese monto
en la etiqueta. Un monitor Samsung cuesta $200 porque un ejecutivo de Samsung lo
decidió. Pero, aunque que esas sean las razones inmediatas, dan sin embargo una

os
descripción errónea de cómo se fijó el precio. Piénselo de esta manera: si el vendedor fue
en efecto el que decidió el precio, ¿por qué razón no lo fijó más alto? Seguramente a cada
vendedor le encantaría vender la libra de brócoli a $50. A Samsung le gustaría vender sus

iv
monitores a $3,000. Entonces ¿por qué no lo hicieron? La respuesta es que el vendedor no
determina por sí solo el precio de un bien. Un vendedor individual es tan solo una pequeña

at
parte de la ecuación. El precio de un bien es determinado por miles de millones de personas
que de alguna manera están involucradas en la producción o el consumo del mismo bien.

uc
Resolveremos este misterio muy pronto. Pero por el momento, tomemos un segundo para
apreciar la maravilla del precio. Ya sea que se refieran al brócoli en el supermercado, a los
ed
muffins de arándano en la repostería, a los apartamentos de un solo cuarto en Oslo o a
trabajos de enfermería en Nigeria, los precios son una fuente poderosa de información que
conduce magistralmente la gran sinfonía de producción y consumo que constituyen nuestra
es

economía.
fin

Mathew: Capítulo 8
Las Tres Grandes Preguntas
n

Nos estamos acercando al misterio del mercado. ¿Cómo surge el precio y hace que las
personas actúen precisamente de la forma correcta? ¿Cuál es la maquinaria detrás de la
co

magia? Para mostrar cómo funciona todo esto, voy a enfocarme en una de los millones de
cosas que una economía tiene que hacer: la producción y consumo de bolitas de queso.
so

En el amplio ballet económico, hay una pequeña parte que tiene que ver con las bolitas de
queso. Una cierta porción de los recursos económicos debe ser usada en la producción de
una cantidad específica de bolitas de queso, que luego deben ser consumidas por cierta
U

cantidad de personas. Esto hace surgir tres grandes preguntas. En primer lugar, ¿cuántas
bolitas de queso deben ser producidas y consumidas? Segundo, ¿cómo deben ser
producidas las bolitas de queso – cuánto trabajo y cuando capital debe ser usado en su
producción? Tercero, ¿quiénes deberían consumir estas bolitas de queso?

En este capítulo, vamos a descubrir las respuestas correctas a las tres preguntas anteriores.
Eso nos dirá exactamente lo que se debe hacer. En el próximo capítulo, vamos a ver cómo
lo hacen economías centralmente planificadas y economías de libre mercado. La historia
sobre las bolitas de queso podrá ser aplicada a todo lo que se produce y se consume en una
economía, ya sean cortes de pelo, helicópteros o implantes de cadera.

Así que las tres preguntas a las que nos estamos enfrentando son: ¿Cuántas bolitas de
queso? ¿Cómo se producen? ¿Quiénes deben consumirlas? Vamos a trabajar hacia atrás,
empezando por la última pregunta.

Pregunta 1: ¿Quién consume las bolitas de queso?

os
La economía ha producido una cierta cantidad de bolitas de queso, digamos 300 unidades.
¿Quién debería consumir estas 300 bolitas de queso? A algunas personas no les gustan las
bolitas de queso – claramente no deberían consumir ninguna. No obstante, eso aun deja

iv
muchas personas más. ¿Quiénes entre los amantes de las bolitas de queso deberían
consumirlas?

at
¿Qué tal si le damos las bolitas de queso a las personas que más aman las bolitas de queso?

uc
Eso parece ser bastante lógico, pero, sorprendentemente, resulta ser lo incorrecto. La
repartición de bolitas de queso basada únicamente en los deseos es ineficiente. La manera
correcta de llevar acabo tal repartición se basa en una pregunta distinta: ¿qué tanto de
ed
otros bienes estamos dispuestos a sacrificar con tal de obtener una bolita de queso?
¿Cuántos zapatos, relojes, conos de helado y películas está dispuesto a sacrificar por una
bolita de queso? A eso se le llama la disposición de pago por una bolita de queso.
es

Podemos medir dicha disposición de pago en términos de conos de helados o sombreros


de piel, pero es mucho más conveniente usar dólares Si alguien está dispuesto a pagar $7
fin

por una bolita de queso, significa que él o ella están dispuestas a sacrificar el equivalente a
$7 de otros bienes con el fin de consumir una bolita de queso.
n

Obviamente, la disposición de pago de una persona por bolitas de queso o cualquier otro
bien no puede exceder su riqueza total. En realidad, será bastante menos que su riqueza
co

total, pues va a querer algún sobrante de dinero para el consumo de otros bienes. Esto
enfatiza el hecho de que la disposición de pago depende no solo del deseo por algo, sino
también de la riqueza de la persona. Un rico heredero con un gusto pasajero por las bolitas
so

de queso podría estar dispuesto a pagar una mayor cantidad de dinero por las bolitas que
una apasionada de las bolitas de queso que acaba de perder su empleo. Pronto explicaré
por qué es que la disposición de pago, y no únicamente el gusto por las bolitas de queso, lo
U

que debería determinar quiénes comen bolitas de queso. Pero primero, hablemos un poco
de terminología.

Los economistas suelen llamar a esa disposición de pago el valor que una persona le
atribuye al bien. Resulta ser un término conveniente y lo vamos a utilizar. Pero tenga
cuidado pues es un término que resulta ser un poco engañoso que podría llevar a
malentendidos. De acuerdo a esta definición, las personas ricas le atribuyen mayor valor al
aire puro que las personas pobres, pues las primeras estarían dispuestas a pagar por él
montos mayores (porque su riqueza es mayor). Un indigente que se está muriendo de
hambre no valora la comida porque él no está dispuesto a sacrificar nada por ella (pues no
tiene nada que sacrificar). Claramente en el sentido técnico con el cual los economistas usan
el término "valor" difiere del uso normal que le damos a la misma palabra. Es importante
tener en mente que, en la economía, el valor que le atribuye una persona a algún bien se
refiere únicamente a la cantidad de otros bienes que esa persona está en capacidad y
disposición de sacrificar por él – nada más.

Ahora de vuelta a la historia central. He hecho la afirmación controversial de que las

os
personas que valoran más las bolitas de queso deberían ser quienes las consuman. Si hay
300 bolitas de queso, entonces las personas que más las valoren deberían ser quienes las
consuman. No importa si fue un gran deseo o una gran riqueza lo que los llevó a una

iv
disposición de pago alta. Si la bola de queso va a cualquier otra persona, la economía ha
fallado. Déjeme explicarle por qué.

at
Considere el caso de Lars y Lisa. Lars es un apasionado de las bolitas de queso. Pero él es un

uc
estudiante universitario con un ingreso mínimo, subsistiendo con fideos y repollo mientras
escribe su tesis sobre las visiones distópicas en la poesía moderna finlandesa. No obstante,
ama tanto las bolitas de queso que está dispuesto a pagar $4 por una de ellas. Tendrá que
ed
reducir sus compras de repollo por una semana, pero está dispuesto hacerlo por una bolita
de queso. A Lisa también le gustan las bolitas de queso, pero no tanto como a Lars. Pero a
diferencia de Lars, elle es una CEO de una gran corporación y recientemente ha recibido un
es

bono equivalente a $20 millones. Sus deseos no son tan grandes, pero su cuenta bancaria
es mucho mayor y está dispuesta a pagar $50 por una bolita de queso. Esto convierte a Lisa
en una de las top 300 personas en el ranking de la disposición de pago por una bolita de
fin

queso. Lars no llega siquiera a estar incluido en ese grupo.

Ahora bien, he afirmado que Lisa debe ser quien se coma la bolita de queso, y no Lars,
n

aunque es Lars quien es más amante de las bolitas de queso. ¿Qué pasaría si nos guiamos
por el amor en lugar por la disposición de pago, y dejamos que sea Lars quien se coma la
co

bolita de queso en lugar de Lisa? Eso habría sido ineficiente porque la situación hubiera
podido ser mejorada sin ambigüedad alguna. Veamos cómo: tome la bolita de queso de Lars
y se la da a Lisa, y tome $20 de Lisa y se los da a Lars. Ahora Lisa estaría mejor porque ella
so

valora la bolita de queso que obtuvo en más de lo que valora la cantidad de dinero que
perdió. Lars también estaría mejor, pues el valora más el dinero que recibió que la bolita de
queso que perdió. Entonces habría sido posible mejorar la situación de ambos sin empeorar
U

la de nadie. Una economía que funciona bien no puede dejar una oportunidad así sobre la
mesa. Entonces, en una economía que funcione bien, Lisa se va a comer la bolita de queso
y Lars no.

¡Pero eso no es justo! – reclama usted. ¿Solo porque es rica, Lisa va a obtener la bolita de
queso además de todo lo demás? Para nada. Mientras que la bolita de queso debería ir a
Lisa, estamos en perfecta libertad de tomar otras cosas de ella. Podemos ser tan justos
como queramos tomando tanto como se quiera de Lisa y dándoselo a Lars y a otras personas
menos afortunadas.

Entonces podemos decir, sin ser tan fríos de corazón, que las 300 bolitas de queso deberían
ir a las personas que, ya sea por deseo o riqueza, estén en mayor disposición a renunciar a
otros bienes por ellas.

Pregunta 2: ¿Cómo producir bolitas de queso?

os
¿Cómo debería resolver la economía la pregunta de cómo producir las bolitas de queso? Si
se deben producir 300 bolitas de queso, ¿cuáles de los recursos de la economía deberían
ser usados en su producción? ¿Qué tanto trabajo y capital deberá ser utilizado? ¿Deberá

iv
Jim hacer bolitas de queso mientras Jody teje abrigos de lana? O, más bien, ¿Deberá Jody
hacer bolitas de queso mientras es Jim quien teje abrigos de lana? ¿Deberá la leche ser

at
batida con cucharas de madera en grandes ollas de aluminio o más bien con cucharas de
aluminio en pequeñas ollas de madera?

uc
Para determinar cuáles recursos deben ir hacia la producción de las bolitas de queso, la
pregunta correcta es: ¿cuánto se pierde de otras cosas cuando se utilizan ciertos recursos
ed
en la producción de bolitas de queso? Si ponemos a Jim a trabajar haciendo bolitas de
queso, él no puede tejer abrigos de lana. ¿Cuántos abrigos se pierden? Si la olla de aluminio
se utiliza para hacer bolitas de queso no puede ser utilizada para hacer salsa de tomate.
es

¿Cuánta salsa de tomate se pierde? Esta pérdida de abrigos y de salsa es llamada el costo
de usar ese recurso. Es lo que la economía pierde por usar un recurso produciendo bolitas
de queso en lugar de algún otro bien. El costo de usar a Jim es la pérdida de tres abrigos de
fin

lana. El costo de usar una olla de aluminio es la pérdida de cuatro galones de salsa de
tomate.
n

Podemos medir el costo en términos de abrigos o salsa de tomate, pero resulta más
conveniente expresarlo en términos de dólares. Si el costo del recurso es de $10, eso
co

significa que se perdió un valor equivalente a los $10 de otras cosas por asignarlo a la
producción de bolitas de queso en lugar de asignarlo a producir alguna otra cosa.
so

De esta manera es obvio que cualquiera que sea la cantidad de bolitas de queso se
produzcan, se deben producir con los recursos cuyos costos sean menores. Esto es solo otra
forma de decir que la economía debería renunciar a la menor cantidad posible de otros
U

bienes con el fin de producir las 300 bolitas de queso. Por tanto, empiece con el recurso
que cueste menos –la menor cantidad de abrigos de lana y salsa de tomate que se pierde
por cada bolita de queso. Continúe hacia recursos de mayor costo hasta que tengamos lo
suficiente como para producir las 300 bolitas de queso. De esta manera, la economía pierde
la menor cantidad de abrigos de lana y salsa de tomate en su búsqueda de producir la
cantidad requerida de bolitas de queso.
Ahora veamos una posible fuente de confusión. En esta historia, el costo de producir una
bolita de queso sigue aumentando conforme se produzca una mayor cantidad de las mismas
pues, cada vez, estamos forzados a usar recursos más costosos. Pero existe otra fuerza que
estoy ignorando: producir la primera bolita de queso implica algunos costos fijos – como
aprenderse la receta y definir los ingredientes – que no serán necesarios para producir las
siguientes bolitas de queso. Así que las siguientes bolitas de queso, en realidad, serán más
baratas de producir que las primeras. Estas son las economías de escala con las cuales
estamos familiarizados. Pero las estoy ignorando porque los costos fijos, aunque nos
parezcan grandes, en realidad son pequeños en la escala en la cual la mayoría de industrias

os
operan. Para convencerse de esto, piense en qué pasaría si el mundo tuviera que producir
el doble de carros que actualmente produce. ¿Se volvería más barato producir carros
porque los costos fijos se repartirían entre una mayor cantidad de carros? ¿O se volvería

iv
más caro porque es difícil conseguir las cantidades adicionales de aluminio, caucho y
trabajadores capacitados? Más caro, ¿verdad? A estas escalas, el ahorro en costos fijos es

at
insignificante en comparación con la escasez de los recursos apropiados. Así que no nos
preocuparemos por eso en nuestra historia.

uc
Pregunta 3: ¿Cuántas Bolitas de Queso?
ed
La única pregunta que queda es ¿cuántas bolitas de queso deberían ser producidas y
consumidas? ¿Tres? ¿Trescientas? ¿Tres millones?
es

Para responder esta pregunta trabajemos en una bolita de queso a la vez. ¿Debería la
economía producir esa primera bolita de queso? Se hará utilizando el recurso de menor
costo posible, de manera que la economía solo perderá el equivalente a $2 de otras cosas.
fin

Y la bolita de queso va a ir a la persona que le atribuya el mayor valor: Antwone, el millonario


amante de las bolitas de queso, que está dispuesto a renunciar al equivalente a $200 en
otros bienes por una bolita de queso. El costo de producir una bolita de queso es menor a
n

lo que Antwone está dispuesto a sacrificar por la misma. Esto significa que se le puede quitar
lo suficiente a Antwone como para que se le pueda compensar a quien haya perdido los
co

abrigos de lana y la salsa de tomate, y aun así obtener algún sobrante. Así, es obvio que hay
que producir la primera bolita de queso.
so

¿Qué pasa con la segunda bolita de queso? Esta va a costar más ($3) pues los recursos con
menores costos ya fueron utilizados en la producción de la primera bolita de queso. La
economía se ve forzada a usar recursos con mayores costos. Una mayor cantidad de abrigos
U

de lana y salsa de tomate se perderán con la producción de la segunda bolita de queso que
con la primera. Más aun, esta irá a una persona que la valore menos: Bethany, la millonaria
que solo está dispuesta a pagar $150 por cada bolita de queso. Pero el valor sigue
excediendo el costo, así que en efecto se debe producir esta segunda unidad.

Y se sigue así. Con cada bolita de queso adicional, el costo de producirla incrementa y el
valor de consumirla disminuye. Eventualmente el costo será mayor que el valor. En otras
palabras, en algún punto, lo que la sociedad debe sacrificar por una bolita de queso
adicional (el costo) es mayor que lo que está dispuesto a sacrificar por esa bolita de queso
adicional (el valor). Es ahí precisamente donde debemos parar. Si el valor es mayor al costo
para la bolita de queso número 300 pero no para la 301, entonces la economía no produce
más allá de las 300 bolitas de queso.

Es así como, tenemos las respuestas de las tres grandes preguntas sobre las bolitas de
queso: se producen usando los recursos con menores costos, se distribuyen entregándolas
a los consumidores que les atribuyan mayor valor y se dejan de producir cuando el costo
sobrepasa el valor. Eso es lo que resulta eficiente. Así que esto es lo que una economía que

os
funciona bien debe cumplir cuando se refiere a bolitas de queso. Y lo mismo cuando se
refiere a bicicletas, colchones, obras de teatro y todo lo demás que se produce y consume
en una economía.

iv
Mathew: Capítulo 9

at
Planeadores y Mercados en Acción

uc
Ahora sabemos que se debe producir usando Ios recursos que tienen un menor costo, dar
lo producido a los consumidores que atribuyan mayor valor a esos bienes y dejar de
producir en el punto en el cual el costo sea mayor al valor. Veamos cómo ocurre esto en un
ed
sistema de planeación central y en uno de libre mercado.

En una economía de planificación centralizada, Cindy, la planeadora encargada del proceso


es

de Iácteos, se pone a trabajar en esto. Cindy pone a sus asistentes a enviar encuestas a
todas las personas, en las cuales se les pregunta a qué tanto de otros bienes están
dispuestos a renunciar por una bolita de queso. Ella pone a sus otros asistentes a indagar
fin

sobre la mejor manera de producir dichas bolitas de queso. Estos experimentan con nuevas
técnicas que potencialmente puedan disminuir los costos y mejorar la calidad – no son
planeadores vagabundos. En cuanto toda esta información esté recaudada, Cindy calcula
n

correctamente que la economía debe producir 300 bolitas de queso. Se mandan cartas a las
personas apropiadas para que se reporten a la tarea de producir bolitas de queso. Grandes
co

ollas de aluminio y cucharas de madera son traídas de la división de salsa de tomate. Se


aseguran las fábricas y comienza la producción. Cuando las bolitas de queso están listas,
son repartidas a las personas que indicaron en la encuesta mayor disposición de renunciar
so

a otros bienes por una bolita de queso. Así es como todo se lleva a cabo en una economía
de planificación centralizada.
U

Mientras que la economía de planificación centralizada es gestionada “desde arriba” por


Cindy y sus asistentes, el sistema de libre mercado tiene un enfoque descentralizando que
se las arregla para hacer las cosas bien y sin Cindy o cualquier otra persona a cargo. ¿Cómo
es que esto funciona? En el sistema del libre mercado, todo el trabajo y el capital les
pertenece a personas que están en libertad de hacer lo que quieran con sus recursos. Ellos
los pueden utilizar para producir bolitas de queso o bien para la producción de salsa de
tomate o raquetas de tenis. Es su decisión. Cindy no les va a decir cómo deben actuar. Pero
las personas en su naturaleza buscan hacer lo mejor para sí mismos. Y están pendientes de
los tratos que pueden establecer con otras personas.

Antwone, el millonario amante de las bolitas de queso, está dispuesto a pagar $200 por
cada una. Agustín, el cocinero, solo puede pagar $2. Hay un jugoso trato que puede hacer
aquí: Antwone le puede pagar $100 por bolita de queso a Agustín. Tanto Antwone como
Agustín se verán beneficiados de este trato y estarán dispuestos a hacerlo. Pero, ¿cómo se
van a encontrar en la rebosante masa de la humanidad?

os
Introduzcamos al mercado – una institución que surgió hace miles de años para resolver
este preciso problema. El mercado de bolitas de queso, ubicado dos cuadras al este de la
plaza central del pueblo, es el lugar donde todas las personas llegan a realizar tratos unos

iv
con otros. Consumidores como Antwone llegan buscando comprar. Productores como
Agustín llegan buscando vender. Entonces ahora, todos los posibles consumidores y

at
productores se encuentran en un mismo lugar y empiezan hablar entre ellos. Los
vendedores buscan vender al mayor precio posible, mientras que los compradores buscan

uc
comprar al menor precio posible. Así, comienzan las negociaciones.

Alguien ofrece comprar una bolita de queso por $1. A ese precio, muchas personas están
ed
dispuestas a comprar bolitas de queso porque su valor sobrepasa $1. Hay una demanda alta
por bolitas de queso a un precio tan bajo. Pero solo aquellos pocos productores cuyos
costos están por debajo de $1 están dispuestos a vender a ese precio. Así que hay una oferta
es

baja de bolitas de queso por parte de los vendedores. Hay mucha demanda de bolitas de
queso para la cantidad que es ofrecida. Esto implica que algunos compradores no
obtendrán bolitas de queso.
fin

Algún comprador desesperado ofrece pagar $2 con el fin de agarrar una de las pocas bolitas
de queso para sí mismo. A este mayor precio, algunos compradores se retiran pues el precio
n

está por encima del valor que le atribuyen al bien. Por otro lado, algunos vendedores entran
porque el precio ahora está por encima de sus costos. De manera que el incremento del
co

precio reduce la demanda de bolitas de queso, pero incrementa la oferta.

Si aun así la demanda sigue siendo mayor que la oferta, algún otro comprador desesperado
so

propone un mayor precio con el fin de agarrar alguna bolita de queso, que siguen siendo
escasas. La competencia entre compradores presiona un alza cada vez mayor en el precio.
Dejarán de tratar de mejorar la oferta del otro únicamente cuando el precio alcance un nivel
U

en el cual la oferta se iguale a la demanda. A ese precio, suficientes compradores han sido
disuadidos y suficientes vendedores atraídos, de manera que hay suficientes bolitas de
queso para todas aquellas personas que están dispuestas a pagar tal precio. Digamos que
esto sucede cuando el precio por cada bolita de queso alcanza $5.

Ahora, si el precio aumenta por encima de $5, ocurre lo contrario. La oferta de bolitas de
queso será mayor que la demanda. Ahora la presión recae sobre los vendedores. Tendrán
que competir por los compradores que ahora son escasos. Así que cada vendedor disminuye
su precio de manera que pueda atraer algún comprador para sus bolitas de queso. Esta
reducción en el precio va a detenerse únicamente cuando el precio caiga tanto que de igual
manera la oferta iguale a la demanda – es decir, cuando el precio vuelva a caer a los $5.

En realidad, todo resulta muy sencillo. El precio debe mantenerse en $5 de la misma manera
que la altura natural de un resorte. Presiónelo hacia abajo y brincará hacia arriba; hálelo, y
se contraerá hacia abajo. Si el precio está por debajo de $5, la competencia entre
compradores que cada vez ofrecen un mayor precio para asegurar una bolita de queso
presiona el precio hacia arriba. Si el precio está por encima de $5, la competencia entre

os
vendedores para colocar su producción de bolitas de queso presiona el precio a la baja. Al
precio especial de $5, hay exactamente la misma cantidad de bolitas de queso demandadas
como ofrecidas. Ningún comprador ni vendedor debe competir con otro. Así que ese es el

iv
precio al cual se terminan comerciando las bolitas de queso. Todos aquellos productores
cuyos costos son inferiores a $5 van a producir y vender una bolita de queso. Todos aquellos

at
consumidores cuyo valor exceda los $5 van a comprar y consumir una unidad.

uc
¿Condujo todo esto a que las cosas se hicieran bien? ¿Fueron las bolitas de queso
producidas usando los recursos con menores costos, consumidas por aquellos que le dieron
mayor valor y consumidas y producidas siempre y cuando el valor excediera el costo? Sí, sí
ed
y sí. Como solo los productores con costos inferiores a $5 produjeron bolitas de queso, solo
se utilizaron los recursos de menor costo. Como solo consumidores para los que su valor
fue superior a $5 compraron las bolitas de queso, solo aquellos que le atribuyeron un mayor
es

valor las consumieron. Como todos los productores tenían costos inferiores a $5 y todos los
consumidores le atribuyeron un valor superior a $5, todas las bolitas de queso producidas
y consumidas tenían un valor mayor a su costo. Así que fue correcto producir y consumir
fin

cada una de ellas. Pero cualquier bolita adicional hubiera sido producida utilizando recursos
que costaran más de $5 (porque los recursos de costos bajos ya fueron utilizados), y habría
sido consumida por consumidores que le dan un valor menor a $5 (porque los consumidores
n

que le dieron mayor valor ya han consumido una unidad). Así que no se hubiesen producido
ni consumido más bolitas de queso. El mercado hizo todo exactamente bien. Y lo logró sin
co

supervisión alguna de Cindy y sus asistentes.

Note que el papel central que juega el precio coordina todo lo demás. Fue ese precio de $5
so

el que condujo a las personas hacer exactamente lo que tenían que hacer. Les dijo a los
productores de bajo costos que deberían producir, les dijo a los consumidores de alto valor
que deberían consumir, y le dijo a todos los demás que se mantuvieran a un lado. Podemos
U

ver cómo los precios se asemejan a señales de tránsito para la economía – le dicen a las
personas exactamente lo que tienen que hacer.

Los precios no son determinados por un solo comprador o vendedor, sino que surgen
espontáneamente de la competencia entre todos los potenciales compradores y
vendedores. La competencia entre compradores evita que el precio de las bolitas de queso
caiga por debajo de $5 y la competencia entre vendedores evita que el precio sobrepase
$5. El precio de todo, desde celulares, máquinas de cortar zacate hasta la matrícula
universitaria, se fija así en una economía descentralizada de libre mercado. Las fuerzas del
mercado empujan al precio al preciso punto en donde la oferta de los vendedores iguala la
demanda de los compradores. El precio fue fijado por todas y cada una de las personas que
buscaban vender o comprar algún bien. Por ello es que lleva consigo tanta información y
puede dirigir tan bien la economía.

os
iv
at
uc
ed
es
fin
n
co
so
U
antología de textos

Tema 2

El poder de mercado, la regulación de los


mercados y los impuestos
~C~A~P~i~T~U~L~0~4~~C~O~N~T~R~O~L~E~S~O~E~P~R~E~C~IO~S~Y-=O~E~C~A~N~T~I~O~A~O~E~S~:~IN~T~R~O~M~I~S~I~ON~E~S~E~N~LO~S~M~E~R~C~A~O~O~S--~11~3~----tj
2. Supongamos que UNOS cambia sus normas para la asignación de riñones donados. No Los controles de precios son
se basará sólo en el concepto de "ganancia neta" sino que también dará preferencia a los restricciones legales respecto lo alto
pacientes que tengan hijos pequeños. Si definimos el "excedente total" en este caso como el o lo bajo que puede llegar a ser el
aumento total de años de vida esperado para los receptores de riñones, ¿cómo afecta esta precio en un mercado. Pueden lomar
nueva estrategia al excedente total? ¿Lo aumenta, lo reduce o lo deja igual? ¿Cómo justifica- dos formas: un precio máximo, que
rías este cambio de normas? es el mayor precio que los vendedores
pueden cobrar por un bien o un
Las soluciOnes estan al final del !obro.
servicio, o un precio mínimo. que es
el menor precio que los compradores
tienen que pagar por un bien o
servicio.
¿Por qué controlan Los precios Los

os
gobiernos?
n el capítulo 3 aprendimos que los mercados tienden al equ ilibrio -es decir, que
el precio de mercado se mueve hasta alcanzar d nivel para d que la cantidad

iv
oli·ecid<l es igual a la cantidad demandada. Sin embargo. este precio de equilibrio
no tiene po r qué satisfacer necesariamente ni a los co mpradores ni a los vendedores.

at
Después de todo. a los compradores siempre les gustar-ía pagar un precio menor si
pudieran, y a veces pueden csgdmir poderosos motivos morales o polfl icos para justificar
que debedan pagar precios más bajos. Por ejemplo, ¿qué pasaría s i en una gran ciudad e l

uc
cquilibrio entre la oferta y I:.J demanda dl! pisos se produjese a un precio que el trabajador
medio no pud iera permitirse pagar? En ese caso, un gobierno podda estar sometido a
presiones para imponer límites a Jos a lquileres que pueden fijar los propieta rios.
Los vendedores, sin embargo, siempre desearían cobrar más dine ro por sus ven-
ed
las, y a veces pueden esgrimir poderosos motivos mo ra les o politicos para justifica r
que deberían recibir precios más altos. Por ejemplo, cons ideremos el mercado laboral:
el precio de una hora del tiempo de un trabajador es e l salario. ¿Qué pasaría si e l
equilibrio entre la ofe rta y la demanda de los trabajadores menos c ualificados diera
es
lugar a sala rios que gene •·aran unos ingn.:sos inferiores al umbral de la pobreza? En
ese caso, un gobierno podrfa ve.rse p1·esionado para ex igir a los empresarios el pago
de un salario que no f-uera menor que un salario mínimo determinado.
En otras palabras, muchas veces hay una fuerte demanda política para que los
fin

gobiernos int ervengan en los mercados. Y pueden ex is tir intereses poderosos que
consigan forzar una inter venc ión en el mercado que les favorezca, hac ié ndola parecer
''justa''. Cuando un gobierno inte¡·viene regulando los precios, decimos que impone
con trole s de p r e cio s . Esos controles típicamente consis ten en establecer o bien un
límite supe rior, un p r ecio máximo, o bien un límite inrerior. un 1necio míntmo.
n

Por desgracia no es tan sencillo dec irle a un mercado lo q ue tiene que hacer. Como
co

veremos enseguida, cuando un gobierno intenta regular los precios - ta nto si los regu-
la a la baja mediante un precio máximo como si los regula al ah.a med ia nte un precio
mínimo- hay ciertos efectos secundarios previsibles y no deseados.
so

PreciQS T'flá •fYlos


pane del control de a lquileres. del que vamos a hablar bastant<;.: a conrinuac ión .
U

no hay actualmen te muchos ejemplos de precios máximos en Estados Unidos.


Pe ro en otras épocas fueron muy comunes. Los precios máximos se impone n
sobre todo en tiempos de c risis -guerras, cosechas perdidas, desastres naturales-
porque este tipo de sucesos a menudo dan lugar a repentinas subidas de precios que
perjudican a mucha gente, miemras que pmducen grandes ganancias a unos pocos
afonunados. El gobierno de los Estados Unidos impuso muchos precios máximos
durame la Seg unda Gucrrn Mund ial: la contienda disparó la demanda de mate rias
primas, como el a luminio y el acero. y los controles de precios evilnro n que los que
tenían acceso a estos recursos amasa ran enormes fortunas. En 1973 se controlaron
los precios del petróleo, cuando un embargo impuesto por los países á ra bes exporta-
dores de petróleo parecía que podía generar enormes beneficios para las compañías
petroleras estadounidenses. En 2001 se establecieron controles de precios sobre el
mercado mayorista ele electricidad de California, cuando un exceso de demanda ori-
g inó grandes beneficios paro unas pocas grandes empresas energéticas, mientras que
encarecía la factura eléctrica de los cons umidores.
114 PART E 2 OFERTA Y DEMANDA

El conl rol de alquileres en ueva Yo rk es, se crea o no, un vestigio de la Segunda


Guerra Mundi al: se impuso po rque la producción durante la guerra había causado
un boo111 económ ico que a umentó la demanda de viviendas en un mo mento en el que
el trabajo y las materias primas necesarias para construirlas se estaban Ulilizando
para ganar la guerra. Aunque la mayorfa de los controles de precios se eliminaron
poco después de acabar el conrlic to, los límites sobre los alquileres en ueva York
se mantuvieron, e incluso se ampliaron a viviendas q ue antes estaban excmas de la
regulación. lo que originó alg unas situaciones muy extrañ~1s.
Se puede alquilar muy fáci lmente un piso de u na habitación en Manhattan -siem-
pre que uno pueda y esté dispuesto a pagar varios m iles de dóla res al mes y a vivir e n
una zona no muy atractiva. Sin e mbargo, h a~· algunas personas que pagan solo una
pequcl'ia fracc ió n de esas cantidades por el a lquiler de pisos s imilares, y otros que
paga n muy poco más por pisos más grandes s itllados en mejores zonas.

os
Además de proporcionar suculentas ganancias a a lgunos inquilinos, ¿cuá les son
las principales consecue ncias del siste ma de control de a lquile res en r ueva York?
Para responder a esta pregunta. volvamos al modelo que vimos en e l ca pítulo 3: el

iv
modelo de oferta y de manda.

at
El modelo de un precio máximo
Pa ra ver qué puede func ionar mal c uando un gobierno establece un precio máximo
en un mercado e ficie nte, o bservemos la Figura 4-6. que muestra un modelo simplifi-

uc
cado del mercado de pisos de Nueva York. Para s implificar, suponemos que todos los
pisos son idémicos, por lo que todos se a lquilarían al mismo precio si el mercado no
estuviera regulado. La tabla de la fig ura muestra los planes de demanda y de oferta;
ed
las curvas de demanda y de oferta están representadas a la izquierda. La ca midad
de pisos se representa en el eje de a bsc isas, y el a lqui ler me nsua l de un piso en el de
ordenadas. Se puede ver que, en un mercado no regula do, el equilibrio se siLU<lría en
d punto E: se alquila rían 2 millones de piso paga ndo J.OOO S a l mes por cada uno.
es

FIGURA 4-6 El mercado de pis os sin control de precios


fin

Alquiler mensual
(por piso) Cantidad de pisos
(millones)
l
S
n

1.400 $
Alquiler mensual Cantidad Cantidad
1.300 (por piso) demandada ofredda
co

1.200 1.400 $ 1,6 2,4


1.300 1.7 2,3
1.100
1.200 1,8 2,2
1.000 1.100 1,9 2,1
so

900 1.000 2.0 210


900 2,1 1,9
800 800 2.2 ~ 1,8
U

700 700 2,3 + _2:..7


600
600 2,4 ..L.. 1,6
D

LJ-l-.1.-L--..l---....1--1----..l.--~
o 1,6 1, 7 1,8 1,9 2,0 2.1 2,2 2,3 2.4
Cantidad de pisos (millones)

Sin intervención del gobierno, el mercado de pisos 1.000 $al mes y 2 millones de pisos a!quilados.
alcanza el equilibrio en el punto E, con un alquiler de
CAP Í TULO 4 CONTROLES DE PREC I OS Y DE CANTI D ADES: I NTROM I SIONES EN LOS MERCADOS 115
~:.:.._.:....:..._:::....::~..:::....-..:::...::::...:..:..:....:.:~~::::._:=_.:_:..:..::..:::.:..:::..:~~-=--=~~::.::::.:::...:::..::..:.....:..:.:~~~~~:.!:...:::!....!::..:.:....~~~::..:2=~~-~~---·
-'

FIGURA 4-7 Los efectos de un precio máximo

La linea negra horizontal represen - Alquiler mensual


ta el precio máximo fijado por el (por piso)
gobierno sobre los alquileres, igual
a 800 $ al mes. Este precio máximo S
reduce la cantidad ofrecida de pi sos
1.400 $
a 1,8 millones, punto A, y aumenta la
cantidad demandada a 2,2 millones,
punto 8. Esto crea un exceso de 1.200
demanda permanente de 400.000
pisos: hay 400.000 personas que
quieren alquilar pisos al precio legal 1.000

os
de 800 $, pero no pueden. Precio

iv
Exceso de demanda :
600 de 400.000 pisos
provocado par el D

at
precio máxima

0
~~--~~--~~-
1,6 1,8 2,0 2,2 2,4

uc
Cantidad de pisos (millones)

ed
Supongamos ahora que se rija por· ley un precio máx imo que limita los alqu ileres
a un precio inferior al de equi librio - por ejemplo a no más de 800 $.
es
La Figura 4-7 muestra el efecto del precio máximo, representado por u na línea
horizontal trazada a una altura de 800 $. Al alquiler obligatorio de 800 $, los propie-
tarios de viviendas tienen menos incentivos para a lquilarlas, por lo que no qu'errán
ofrecer ta ntas como las que ofrecerían a l precio de equ ilibrio de 1.000 $. Elegirán
fin

el punto A ele la curva de oferta, ofreciendo para alquilar solo 1,8 millones de pisos,
200.000 menos que en el mercado sin regulación. Al mismo t iempo, a un precio ele
800 $. habrá más gente dispuesta a a lquilar que al precio ele equilibrio de 1.000 $;
como muestra el punto E de la curva de demanda, con un alquiler mensual de 800$,
n

la cantidad de pisos demandados au menta hasta 2,2 millones, 200.000 más que en el
mercado sin regulación, y 400.000 más de los que están disponibles con u n alquiler
co

igual a 800 $. Se p roduce por tanto, un exceso de demanda permanente de viviendas


de alqu iler: a ese p recio qu ieren alqu ilar un piso 400.000 personas más que las que
pueden encontrar uno.
¿Los precios máximos siempre provocan situaciones de exceso de demanda? No.
Si se fija un precio máximo más alto que el precio de equilibrio, no tendrá ningún
so

e fecto. Supongamos que e l alqu.iler de equi librio de los pisos es 1.000 $al mes y que
el gobierno fija un a lq u iler máximo de 1.200 $. ¿Afectará a alguien? En ese caso. el
precio máximo no será vinculame o efectivo -no afectará realmente al comportamien-
to del mercado- y no tendrá ningún efecto.
U

Cómo genera ineficiencia un precio máximo


La escasez de pisos mostrada en la fig u ra 4-7 no es una simple molestia: como LOdo
exceso de demanda provocado por un control de precios, puede tener consecuen-
cias muy graves porque genera ineficiencias. En otras palabras, hay ganancias del
intercambio que no se materializan. E l control de a lquileres, como cualquier precio
máximo, crea ineficiencias a l menos por cuatro vías diferentes. Reduce la cantidad
de pisos alqu ilados por debajo del nivel eficiente; en general, provoca una mala asig-
nación de los pisos entre Jos inquilinos potenc iales; hace perder tiempo y esfuerzo a
las personas que buscan vivienda; e induce a los propietarios a mamener los pisos
116 PART E 2 OFERTA Y DEMANDA

La pérdida irrecuperabl e de e n condiciones ineficientemente malas. Además de causar ineficiencias, los precios
eficie ncia es la pérdida de excedente máximos incentivan comportam ienlos ilega les, ya que a lg\mas person<;~s inten tarán
total que se produce cuando una eludirlos.
acción o una polftica reducen la
cantidad intercambiada por debajo de
la cantidad eficiente de equilibrio del
Cantidad ineficientemente baja Al disminuir el número de pisos ofrecidos,
mercado.
el control de alquileres también reduce la cantidad de pisos alquilados. La Figura
4-8 muestra las implicaciones de esto sobre el excedente total. Recordemos que
e l excedente total es la su ma de las á reas s ituadas encima de la curva de oferta y
debajo de la curva de demanda . Sí e l único efecto del control de alquileres fuera la
d ism inución de los pisos d isponibles, generarfa una pérd ida de excedente ig ual al
área del triángulo coloreado de la figura. El área representada por ese triáng ulo
tiene un nombre especia l en Economía. pérdida irrecuperable de eflclencla: el
excedente que se pierde por las transacciones que no van a producirse a causa de la

os
regulación del mercado. En este ejemplo, la pérdida irrecuperable de eficiencia es
el excedente perdido por los alquileres que no se r ea lizan debido a l precio máximo,
una pérdida que se reparte entre los inquilinos decepc ionados y los propietarios de
viviendas frustrados. Los econom istas a 111enudo se refieren a esa área como trián-

iv
[!. IIIO de la pérdida irrecuperable.
La pérdida irrecuperable de eficiencia es un concepto clave en Economía, que

at
aparecerá siempre que una acción o una política reduzcan la cantidad intercambiada
por debajo de la cantidad eficiente de equilibrio del mercado. Es importante tener
presente que esa pérdida irrecuperable es una pérdida para 10da la sociedad -es

uc
una reducción del excede nte total, una pérdida de excedente que no se convierte en
ga nancia para nadie. No es lo mismo que una pérd ida del excedente de una perso-
na que se convierte en una gana ncia para otra, lo que un economista llamaría una
transferencia de excedente de una persona a otra. Para ver un ejemplo de cómo un
ed
control de alquileres puede producir una pérdida irrecuperable de eficiencia, además
de una transferencia de excedente entre inquilinos y pmpietarios, veamos la siguiente
sección "Para mentes inquietas".
es
fin

FIGURA 4-8 Un precio máximo provoca una cantidad ineficientemente baja


Un precio máximo reduce la cantidad Alquiler mensual
ofrecida por debajo de la cantidad (por piso}
de equilibrio, causando una pérdida Pérdida irrecuperable de
n

irrecuperable de eficiencia. El área


1.400 $
eficiencia provocada por S
del triángulo coloreado corresponde la disminución de pisos
co

al e~cedente total perdido porque la alquilados


cantidad intercambiada es ineficien-
1.200
temente baja.
so

1.000
U

600 o

1.6 1,8 2,0 2,2 2.4


1 1 Cantidad
Cantidad ofrecida Cantidad ofrecida de pisos
con control de sin control de {millones}
alquileres alquileres
CAPÍT U LO 4 CONTROLES DE PREC I OS Y DE CA N TI DA DES: I N T ROMIS I O N ES EN LOS MERCADOS , 117

PARA MENTES INQUIETAS 1


GANADORES Y PERDEDORES Y CONTROL DE ALQUILERES

El control de alquileres crea ganadores y brío de un mercado de pisos sin regula- cado siguiera sin regular, lo que hace muy
perd edores: algunas personas se bene- ción -antes de establecer el control de difícil. cuando no imposible, que algunas
fician de la política pero otras resultan alquileres. Recordemos que el excedente personas encuentren una casa.
perjudicadas. del consumidor, representado por el área Sin hacer cálculos directos de los exce-
En la ciudad de Nueva York, algunos situada debajo de la curva de demanda dentes ganados y perdidos, no está claro,
de los grandes beneficiarios de la regula- y encima del precio, es la ganancia neta en general, si los inquilinos en conjunto
ción de los alquileres son inquilinos ricos total de los consumidores en el equilibrio mejoran o empeoran con el control de
que llevan décadas viviendo en pisos de del mercado. Asimismo, el excedente del alquileres. Lo que sr podemos afirmar es
lujo que hoy tendrian alquileres altísimos. productor, representado por el área situa- que cuánto más grande sea la pérdida
Estos beneficiarios incluyen a celebrida- da encima de la curva de oferta y debajo irrecuperable de eficiencia -cuanto mayor

os
des como Al Pacino y la cantante Cindy del precio, es la ganancia neta total de los sea la disminución de la cantidad de pisos
Lauper; Lauper solo paga 989 $ al mes prod uctores en el equilibrio del mercado. alquilados- mayor es la probabilidad de
por un piso que en un mercado no regula- El panel (b) refleja los excedentes del que los inquilinos en conjunto salgan per-
do costaria 3.750 $.También es conocido consumidor y del productor después de diendo.

iv
el caso clásico del piso de la actri z Mia que se haya impuesto el alquiler máximo En cambio, podemos afirmar sin duda
Farrow, que cuando perdió su estatus de 800 $. Como se puede observar. para alguna que los propietarios empeoran: el
de alquiler regulado, pasó de un precio los consumidores que aún consiguen excedente del productor se ha redu cido

at
de 2.900 $ al mes a otro de 8.000 $. alquilar un piso cuando hay control de claramente. Los propietarios que conti-
Irónicamen te en casos como estos, los alquileres, el excedente del consumidor ha núan alquilando sus pisos, obtienen de
perdedores son los inquilinos de clase aumentado. Estos inquilinos son claramen- su alquiler 200 $ menos al mes, y otros

uc
trabajadora a los que el sistema pretendía te ganadores: obtienen un piso por 800 $ , propietarios retiran completamente sus
ayudar. pagando 200 $ menos que el alquiler pisos del mercado. El triángulo de pérdida
Podemos utilizar los conceptos de del mercado sin regular. Estas personas irrecuperable de eficiencia, en amarillo en
excedente del consumidor y excedente del reciben una transferencia directa de exce- el panel (b), representa el valor perdido
productor para evaluar gráficamente a los
ganadores y a los perdedores del control
de alquileres. El panel (a) de la Figura 4-9
ed
dente procedente de los propietarios, en
form a de disminución del alquiler. Pero
no todos los inquilinos ganan: ahora hay
conjuntamente por los inquilinos y los
propietarios debido a los alquileres que
literalmente se esfuman gracias al control
muestra los dos excedentes en el equili- menos pisos para alquilar que si el mer- de alquileres.
es

FIGURA 4-9 Ganadores y perdedores por el control de alquileres


fin

(a) Antes del control de alquileres (b) Des pués del control de alquileres
Alquiler Alquiler
mens ual mensual Excedente del
(por piso) (por piso) consumidor
n

S S
Excedente del consu-
midor transferido desde
co

1.400 $ 1.400 $
los productores
1.200 1.200

1.000 1.000
so

800

600 600
U

o o
1,8 2,0 2,2 2.4 1,8 2,0 2,2 2,4
Cantidad de pisos (millones) Cantidad de pisos (millones)

El panel (a) muestra los excedentes del consumidor y del de 800 $. Se puede observar que para los consumidores
productor en el equilibrio de un mercado de pisos no regu- que siguen pudiendo alquilar pisos después del control ha
lado - antes del control de alquileres. El panel (b) muestra aumentado el excedente del consumidor, pero que el exce-
los excedentes del consumidor y del productor en el dente del productor y el excedente total han disminuido.
mercado después de haberse impuesto un precio máximo

11
118 PARTE 2 OFERTA Y DEMANDA

Los precios máximos a menudo La pérdida irrecuperable no es el único tipo de ineficiencia que surge de un precio
generan ineficiencia en forma de máximo. Los tipos de ineficiencia creados por el con tro l de a lquileres van más allá
as ignación ineficie nte entre los de la dismin ución de la cantidad d isponible de pisos. Estas ineficiencias adicionales
consumidores: algunas personas - asignación ineficiente entre los consumidores, recursos desaprovechados y ca lidad
que necesitan imperiosamente un ineficientemente baja- hacen que haya una pérdida de excedente adicional, que se
boen y que están dispuestas a pagar suma a la pérdida irrecuperable.
un precio elevado se quedan sin él,
mientras que otras personas a las que Asignación ineficiente entre los consumidores El comrol de alquileres no solo
les importa relativamente poco y que da lugar a que haya menos pisos disponibles. También puede producir una mala asig-
solo pagarían por él un precio bajo, si
nación de los pisos cl isponi bies entre los con su m ido res: personas que necesitan urgen-
lo consig uen.
temente un lugar para vivir pueden no ser capaces de encontrar un piso. mientras que
algunos pisos pueden ser ocupados por gente con necesidades mucho menos urgentes.
En el caso de la Fig ura 4-7, 2,2 millones de personas querrían alquilar un piso a
800 $al mes, pero solo hay 1,8 millones de pisos disponibles. Entre estos 2,2 millo-

os
nes de personas que buscan vivienda. algunas la neces itan con urgencia y están dis-
puestas a pagar un precio elevado para conseguirla. Otros tienen una necesidad de
vivienda menos urgente y solo están dispuestos a paga•· un precio bajo, quizá porque

iv
L icnen o tros alojamientos alternativos. Una asignación e fici ente de los pisos reflejaría

estas diferencias: las personas que rea lmente quieren un piso lo alquilarán y las que
no tengan tanta ansiedad por encontrar un piso, no lo alquilarán. En una asignación

at
ineficiente de las viviendas pasará lo contrario: algunas personas que no están cspe-
cialmcme preocupadas por encomrar un piso, lo conseguirán. mientras que otras que
lo necesitan de verdad se quedarán sin él.

uc
Y puesto que, c uando hay control de a lquileres, las personas generalmente encuen-
1ran una vivienda gracias a la suerte o a las relaciones personales, en general hay una
asign ación ineficien te de los escasos pisos disponibles e ntre los consu m idores.
ed
Para ver la ineficiencia que se produce, supongamos la situación de los Lee, una
familia con dos niños pequeños que no tiene alojamiemo alternativo y que estaría
dispuesta a pagar hasta 1.500 $al mes por un piso -per-o no son capaces de e ncontrar
ninguno. Consideremos también el caso de George, un jubilado que vi\·c la mayor
parte del ailo en Florida, pero que todavía conserva en Nueva York un piso que alqui-
es
ló hace 40 años. Georgc paga 800 $ por este piso pero, si el alqui ler fuese más alto,
incluso solo un poco más a lto -850 $, por ejemplo- lo clejarfa y se quedaría en casa de
sus hijos cuando va a Nueva York.
Esta asignación de pisos -George tiene uno y la familia Lee no lo tiene- es
fin

una oportunidad de aprovechada: hay una forma de conseguir que tanto la fami-
lia Lee como George mejoren su situación sin incurrir en costes adicionales. Los
Lec estarían felices de pagarle a George. por ejemplo 1.200 S al mes por su ba -
rrcndarle el piso, y George aceptaría encanta do, puesto que el piso no vale para
n

é l más de 849 $a l mes. George preferi ría e l dinero el e los Lee en lugar de segui r
usa ndo su p iso; los Lee preferirían tener e l piso en lugar del dinero. Por tanto,
co

ambos mejorarían s u situación con esa transacción - y ninguna ou·a pet·sona


resu ltaría perjudicada por ella.
En general. si las personas que realmente desean alquilar un piso pudieran sub-
arrendado a las personas que no tienen tanto interés en vivir en él. estarían mejor
todos: los que consiguen una vivienda y los que subatTienclan la suya a cambio de
so

dinero. Sin embargo, subarrendar es ilega l en un régimen de control ele a lquileres,


porque la operac ión se produciría a precios su periores al precio máximo.
El hecho ele que subarrendar sea ilega l no significa que no ocurra nunca. De
U

hecho, descubrir los subarrendamientos ilegales es una de las principales ocupacio-


nes de los investigadores privados de Nueva York. Un reportaje del New York Times
describía como estos investigadores usan cámaras ocultas y otros trucos para demos-
trar que los inquilinos legales de los pisos con a lquiler comrolado viven en realidad en
urbanizaciones, o incluso en otros estados, y tienen subarrendados sus pisos a a lqui-
leres que son el doble o el triple del a lquiler máximo. El suba rrendam ie nto ilega l es
un tipo de actividad ilegal que trataremos brevemente más adelante. Por el momento,
simplemente digamos que los propietarios de los pisos y las agencias legales desincen-
tivan activamente la práctica del subarriendo ilegal. Como consecuencia, el problema
de la asignación ineficiente de pisos sigue ex istiendo.

\
CAPÍTULO 4 CONTROLES DE PRECIOS Y DE CANTIDADES: INTROMIS IONES EN L OS MERCADOS 119

Recursos desaprovechados Otra razón por la que los precios máximos c~usan
ineficiencia es que con ellos hay recursos desaprovechados," hay gent..e que gasta
Los precios máximos generalmente
producen ineficiencia en forma de
't
1
dinero, esfuerzos y tiempo para hacer frente a las escaseces originadas por el precio recursos desaprovechados: la
máximo. Volvamos a 1979, cuando el control de los precios de la gasolina dio lugar gente gasta dinero, esfuerzos y
tiempo para hacer frente a la escasez
a una escasez que forzó a millones de estadounidenses a hacer cola muchas horas a
causada por el precio máximo.
la semana en las gasolineras. El coste de oportunidad del tiempo empleado en hacer
cola -los salarios no cobrados, el tiempo de ocio no disfrutado - fueron recursos des- Los precios máximos a menudo
aprovechados desde el punto de vista de los consumidores y desde el punto de vista causan ineficjencia que se manifiesta
del conjunto de la economía. en que los bienes ofrecidos tienen
E l control de los alqu ileres obligará a los Lee a dedicar durante meses parte de su una calidad ineficientemente baja:
tiempo libre a buscar una vivienda, en vez de dedicarlo a trabajar o a disfrutarlo en los vendedores ofrecen bienes de
familia. Es decir, para los Lee la búsqueda prolongada de vivienda tiene un coste de baja calidad a un precio bajo, aunque
muchos compradores preferirían pagar
oportunidad - el tiempo de ocio o los ingresos a los que han ten ido que renunciar. Si
precios más altos para conseguir
el mercado de pisos de a lquiler fuera un mercado libre, los Lee hubieran encontrado

os
mejor calidad.
rápidamente un piso al precio de equilibrio de 1.000 $y habrían tenido tiempo para
ganar más dinero o para divertirse más -una situación en la que habrían estado mejor Un mercado negro es un mercado
sin que nadie hubiera estado peor. De nuevo, el control de precios ha generado opor- en el que hay bienes o servicios que

iv
tunidades desaprovechadas. se compran y se venden ilegalmente
-o porque su venta es ilegal en si
Calidad ineficientemente baja Otra vía por la que los precios máximos causan misma, o porque los precios que .

at
ineficiencia es haciendo que los bienes sean de una calidad ineficientemente baja. La se cobran están prohibidos por la
existencia de un precio máximo.
calidad ineficientemente baja significa que los vendedores ofrecen bienes de baja
calidad a bajo precio, incluso aunque los consu midores estén dispuestos a pagar un

uc
precio más allo por bienes de mejor cal idad.
Consideremos una vez más el control de alquileres. Los propietarios no tienen
incentivos para ofrecer pisos en mejores condiciones porque no pueden subir el
ed
a lquiler para recuperar el coste de las reparaciones y, e n ca mbio, pueden encontrar
inquilinos fácilmente. En muchos casos, los inquilinos estarían dispuestos a pagar
por una mejora de las condiciones del piso mucho más que lo que le costaría la refor-
ma a l propietario - por ejemplo, la reforma de una instalación eléctrica anticuada
que no permite insta lar de forma segura aire acondicionado o usar un ordenador.
es
Pero cualquier pago adicional por tales reformas sería considerado legalmente
como un aumento del alquiler, lo que está prohibido. Por supuesto, las viviepdas
bajo regulación se mantienen en pésimo estado, raramente están pintadas y tienen
fin

frecuentes problemas eléctricos y de fontanería, hasta el punto de que en ocasiones


supone un riesgo vivir en ellas . Como decía un antiguo director de una inmobiliaria
de Manhattan: "En los pisos libres de regulación arreglábamos más cosas de las que
pedían los inquilinos. Pero en las viviendas con alquiler controlado hacíamos única-
mente lo que exigía la ley... Teníamos un incentivo perverso para conseguir que estos
n

inquilinos se encontraran incómodos." ·


Toda esta situación es una oportunidad desaprovechada - a lgunos inquilinos
co

estarían encantados de pagar más para tener mejores condiciones y los propietarios
estarían encantados de hacer las mejoras si se las pagaran. Pero ese intercambio solo
ocurriría si el mercado funcionara libremente.

Mercado negro Y esto nos lleva al último a~pecto de los precios max 1mos: el
so

incel)tivo que genera n para las actividades ilegales, concretamente para que surjan
mercados negros. Ya hemos descrito un tipo de actividad de mercado negro - el
subarrendamiento ilegal hecho por los inquilinos. Pero la cosa no termina ahí.
U

Claramente, existe la tentación de que el propietario de una vivienda le diga a un


inquilino potencial: "Mira, puedes quedarte con el piso si cada mes, además del
a lqui ler legal, me pagas en mano unos cuantos bi lletes de cien" -y a que el inquilino
acepte si es una de esas personas que desearían pagar mucho más que el alquiler
máximo permitido.
¿Qué tiene de malo el mercado negro? En general, está mal que la gente infrinja
cualquier ley, porque eso lleva a una falta de respeto por la ley en general. Peor aún,
en ese caso la actividad ilegal empeora la situación de los que son honrados. Si los Lee
son escrupulosos respetando la ley que controla los alquileres, pero otros -que pueden
necesitan un piso menos que ellos- están dispuestos a sobornar a los propietarios, es
posible que los Lee nunca encuentren piso.
120 PARTE 2 OFERTA Y DEMANDA

Entonces, ¿por qué existen los precios máximos?


Hemos visto tres posibles efectos derivados de la existencia de precios máximos:

• Una escasez persistente del bien


• Ineficiencia deJ-ivada de esta escasez persistente y que se manifiesta en forma de
una cantidad ineficientemente baja - pérdida irrecuperable de eficiencia-, de una
asignación ineficiente de los bienes entre los consumidores, de recursos desapro-
vechados en la búsqueda del bien y de una calidad ineficientemente baja del bien
que se ofrece a la venta
• Aparición de actividades ilegales, de mercado negro

Si existen estas consecuencias tan desagradables. ¿po1· qué las a utoridades lodavia
imponen a veces precios máximos? Y, en concreto, ¿por qué sigue habiendo control

os
de a lquileres en Nueva York?
Una respuesta es que, au nque los precios máximos tienen efectos adversos. tam-
bién benefician a a lgunas personas. En la práctica, las normas de regu lación del

iv
a lquiler en Nueva York - que son mucho más complejas que nuestro senci llo modelo-
pe rjudican a muchos c iudadanos. pero perm iten que un pequeño grupo de inquilinos
pag ue un a lquiler mucho más bajo del que pagarían en un mercado no reg ulado. Y.los

at
que se benefician del control s uele n estar, en gene ra l. mejor organizados y se hacen
oír más que los que se ven pe•·judicados.
Además, cuando los precios máximos han estado vigentes durante tanto tiempo, es

uc
posible que los compradores no tengan una idea muy realista de lo que ocurriría si no
existieran. En el ejemplo anterior, el a lqui ler en un mercado no regulado (Figura 4-6),
seda solo un 25% más alto que en el mercado regulado (Figura 4-7); 1.000 $en Jugar
ed
de 800 $. Pero ¿cómo podrían saber esto los inquilinos? Es cierto que podrían haber
oído habla¡- de transacciones en el mercado negro realizadas a precios mucho mayo-
res -de los Lee o de alguna otra familia que le estuviera pagando a George 1.200 $, o
más- y no darse cuenta de que estos precios del mercado negro son mucho más altos
que el precio que se establecería en un mercado totalmente desregulado.
es
Una última respuesta es que los responsables políticos, generaLmente ¡no entien-
den el análisis de la oferta y la demanda! Es un grave error suponer que los gestores de
la política económica en el mundo real son siempre sensatos y están bien in formados.
fin

EL HAMBRE Y LOS CONTROLES


n

DE PRECIOS EN VENEZUELA
co

A lgo estaba podrido en Venezue la - conc re tamente. 30.000 toneladas de alimentos


descomponiéndose en Puerto Cabello e n junio ele 20 10. El descubrimie nto fue
especialmente embarazoso para e l presidente venez.ola no Hugo Chávez. Chávez fue
e legido en 1998 lidera ndo una coalic ión que denunciaba a las é lites económicas del
país y que prometía políticas económicas destinadas a favorecer a los pobres
so

y a la clase trabajadora. Emre esas polflicas estaban los controles de precios


sobre los a limentos básicos. controles que provocaron escaseces que empeza-
ron en 2003 y que se hicieron muy graves en 2006.
U

Las generosas políticas del gobierno provocaron un aumento del gasto


de los consumidores y fuertes subidas de precio de los bienes no sometidos a
conu·oles de precios, o de los que se compraban en el mercado negro. El resul-
tado fue un gran aumento de la demanda de los bienes que tenían Los precios
controlados. Pem una aguda caída del valor de la divisa venezolana llevó a que
disminuyeran las importaciones de a limentos extranjeros y el resultado fueron
las estanterías vacías en las tiendas de a limentos de todo el país.
A medida que las escaseces se extend fan y que la inflación de los precios de
los alimentos empeoraba (en los primeros c inco meses de 2010, los precios de
los a li mentos y de las bebidas aumentaron un 21%), Chávez declaró la "guerra
económica" a l sector privado ocusándole de "acaparador y contraband is ta".
las escaseces de alimentos de Venezuela es una
buena lección de por qué los precios máximos,
E l gobierno expropió granjas, fá bricas de a li mentos procesados y tiendas de
por muy bien intencionados que sean, en gene- al imentación, sustituyéndo las por otras propiedad del gobierno, que fueron
ral nunca son una buena idea. corruptas e ineficien tes - fue la empresa distribuidora de a li mentos PDVAL,
.C.;:; :A;.;
. P_Í:. T.;:. .;U~L..0___;
: 4_ _ ;:C:. .;O; . ;N.:. .;. T.;. ;R. : O:. .;L; . ;E; . ;S; ;. ;,.;O; . ;E: :. . .;P. . ;Rc.:. .=E. : C:. :.I.;:;O. : S;_;_Y_O~E-C;: . ;. ;A:.N:....T
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::.5.;..;1 t
__

propiedad del gobierno, la que dejó que se pudrieran en los puertos de Venezuela dece-
nas de miles de toneladas de alimentos. La producción de alimentos también cayó.
obligando a Venezuela a importa r d 70% de su comida. · Los controles de precios pueden
No es nada sorprendente que las estanterías de las tiendas de alimentos que eran tomar la forma o bien de techos lega·
propiedad del gobierno estuviera n mucho más vacías que las que aún seguía n en les a tos precios - precios máximos- o
manos privadas. Las escaseces de a limentos fueron ta n g raves que red ujero n fue rte- de suelos legales a los precios - pre·
mente la popula ridad de Chávcz entre los tra bajadores venezolanos y paralizaron sus cios mínimos.
pla nes de exportación. Como dice un viejo refrán venezolano, "El amor con hambre Un precio máximo inferior al precio de
no dura". equilibrio beneficia a tos compradores
afortunados que consiguen el bien.
O• pero causa efectos adversos fácíl·
mente predecibles, como escaseces
duraderas, que genera cuatro tipos de
COMPRUEBA SI LO HAS ENTENDIDO 4-2 ineficiencias: pérdida irrecuperable,

os
asignación ineficiente entre los con·
t . Los días que hay partido, los propietarios de las viviendas próximas al estadio de la Universidad sumidores, recursos desaprovechados
de Middletown solfan alquilar sus plazas de aparcamiento a los aficionados a un precio de 11 $. y calidad .ineficientemente baja.
Una nueva ordenanza municipal establece que lo máximo que se puede cobrar por una plaza Una pérdida irrecuperable es una

iv
son 7 $. Utiliza el gráfico de oferta y demanda que acompaña a este texto para explicar cómo se · pérdida del excedente total que se
corresponde cada una de las siguientes afirmaciones con un concepto de precio máximo. produce siempre que una medida

at
a. Algunos propietarios creen ahora que no merece la pena molestarse en alquilar los apar- o una política económica reduce la
camientos. cantidad intercambiada por debajo de
b. Algunos aficionados que compartlan coche para ir al estadio ahora van cada uno su coche. la cantidad eficiente de equilibrio del
mercado.

uc
c. Algunos aficionados no encuentran aparcamiento y se van sin ver el partido.
Explica cómo cada una de los siguientes efectos adversos es consecuencia del estableci- Los precios máximos también llevan a
miento del precio máximo. la aparición de mercados negros. por
d . Ahora, algunos aficionados llegan unas horas antes del partido para encontrar aparca- el intento de los compradores y los
miento.
e . Los amigos d e los propietarios de las viviendas próximas al estadio van con reg ularidad a
ver los partidos, aunque no sean grand es aficionad os. En cambio, ha habido verdad eros
ed vendedores de eludir los controles el
precio.

aficionados que han renunciado a ir


a los partidos por la situación de los
es

estacionamientos. Tarifa de
t. Algunos propietarios alquilan plazas aparcami ento
por más de 7 $, pero fingen que sus 15 S
fin

clientes son familiares o amigos que


11
no pagan.
2. ¿verdadero o falso? Justifica tu res- 7
pues ta. El establecimiento de un p recio
n

máximo por d ebajo del p recio de equi- 3 D


librio en un mercad o que era eficiente
co

provoca lo siguiente:
a. Aumenta la can tidad ofrecida.
o 3.200 3.600 4.000 4.400 4.800
Cantidad de plazas de aparcamiento
b. Hace que empeoren algunas de las
personas que quieren consumir el bien.
c. Todos los productores empeoran.
so

3. ¿c.uáles de las siguientes situaciones crean una pérdida irrecuperable? ¿cuáles no lo hacen,
y generan simples transferencias de excedente de unas personas a otras? Explica tus res-
puestas.
U

a. Te han expulsado de tu piso de alquiler regulado porque el propietario ha descubierto tu


mascota, una boa constrictor. El piso se vuelve a alquilar inmediatamente por el mismo
precio. El nuevo inquilino y tú no tenéis necesariamente la misma disposición a pagar por
el piso.
b . Ganas en un concurso una entrada para un concierto de jazz. Pero no puedes ir al con-
cierto porque tienes un examen, y las normas del concurso dicen claramente que no
puedes vender ni regalar la entrada. S i no pudieras vender la entrada, pero sí pudieras
regalarla, ¿seria diferente tu respuesta a esta pregunta?
c. El decano de tu facultad , que es partidario de las dietas bajas en calorías, ordena que
dejen de venderse helados en el campus.
d . Se te cae tu helado al suelo y tu perro se lo come. (Tómate la libertad de considerar a tu
perro como parte de la sociedad y supón que, si pudiera, estarfa dispuesto a pagar por un
helado lo mismo que tú).
Las soluciones están al final del libro.
.~":-
122 P A R T E 2 O F E R T A Y DE M A N DA
_ _ _.....:.,:==.._:...:..;~:....::..-=---....::....:-=..:....:.:c..:......:c.......::-=..:.::..:....:.:..:...:::.c..:

Un salario mínimo es un suelo legal


impuesto al salario, que es el precio Precios mínimos
de mercado del trabajo.
veces, los gobiernos intendenen para presionar los precios al alza en lugar de a
la baja. Los precios mínimos se han legislado con mucha frecuencia para pro-
ductos agrícolas como e l trigo y la leche, con el objetivo de mantener el nivel
de renta de los agricultores. Histór icamente también hubo precios mínimos para
el transporte urbano y para el transporte aéreo, aunque en los Estados Unidos se
suprimieron en la década de los setenta. Si has trabajado a lguna vez en una cadena
de restaurantes de comida rápida, es probable que te hayas encontrado con un precio
mínimo: los gobiernos de Estados Unidos y de muchos otros países, mantienen un
límite inferior al salario por hora de un trabajador; es decir, un suelo al precio del
trabajo- llamado salario mínimo.
Exactamente igual que los precios máximos, los precios mínimos se (ijan para

os
ayudar a algunas personas, pero generan efectos colaterales indeseados y previsibles.
La Figura 4-10 muestra unas curvas hipotéticas de oferta y de demanda de mantequi-
lla. Si el mercado fuera libre, alcanzaría el equilibrio en el punto E, con 10 millones
de kilos de mantequilla comprados y vendidos a un precio de 1 $el kilo.

iv
Supongamos ahora que el gobierno, para ayudar a los ganaderos, fija un precio
mínimo a la mantequilla d e 1,20 $el kilo. Sus efectos se muestran en la Figura 4-11,

at
donde la línea que corta el eje de ordenadas en 1,20 $ representa el precio mlnimo. Al
precio de 1,20 $ por kilo, Jos productores querrían ofrecer 12 millones de kilos (punto
B de la curva de oferta), pero los consumidores solo querrían comprar 9 millones de

uc
k ilos (punto A de la curva de demanda). Por tanto, el precio mínimo crea un exceso
de oferta duradero de 3 millones de kilos de mantequilla.
¿Un precio mínimo siempre da lugar a un exceso de oferta no deseado? No. Igua l
que ocurre con un precio máximo, el precio mínimo puede no ser vinculante -es
ed
decir, puede ser irrelevante o no efectivo. Si el precio de equilibrio de la mantequilla
es de 1 $el kilo pero el mínimo se fija en solo 0,80 $,el precio mínimo no tiene nin-
gún efecto.
es

FIGURA 4-10 El mercado de mantequilla sin controles d,el gobierno


fin

Precio de la
mantequilla
(por kilo) Cantidad de mantequilla
Precio de la (millones de kilos)
S mantequilla Cantidad Cantidad
1,40 $
n

(por kilo) demandada ofrecida


1,30
1,40$ 8,0 14,0
co

1,20 - 1,30 8,5 13,0


1,10 1,20 9,0 12,0
1.10 9,5 11,0
1,00
1,00 lb_'lO,O litO.,.. ]
-
so

0,90 0,90 10,5 9,0


0,80 0,80 11,0 8,0
0,70 11,5 7,0
U

0,70 0,60 12,0 6,0


0,60
o

0
Lf--'--.1-l--'-'----'----'----'---'--
6 7 8 9 10 11 12 13 14
Cantidad de mantequilla (millones de kilos}

Sin la intervención del gobierno, el mercado de mantequilla alcanza el equilibrio a un precio de 1 $por kilo con 10' millo-
nes de kilos de mantequilla comprados y vendidos.
::.C...:.A.;.;P:.....;_
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M...:.I::..S.;,.IO:;...;..N..::E:..:S:......::E:..:.N.;....::
L..::O:..:S::.....;.;
M.;.;E=...R
..:...::C..:.A..::O
:....O=--=
S_ __.12. :.=3---+·I
FIGURA 4-11 Los efectos de un precio mínimo

La linea negra horízontal representa Precio de la


el precio mfnimo de 1,20 $ por kilo mantequilla
de mantequilla, lijado por el gobier- (por kilo) Exceso de oferto de
no. A ese precio, la cantidad deman-
3 millones de kilos S
1,40$ provocado por el
dada disminuye hasta 9 millones de
precio mínimo
kilos y la cantidad ofrecida aumenta
hasta 12 millones de kilos, generán-
dose exceso de oferta un persistente
de 3 millones de kilos.

1,00
mínimo

os
0,80

iv
0,60

at
uc
Cantidad de mantequilla (millones de kilos)

ed
Pero supongamos que el precio mínimo es '' inculante, ¿qué le ocurre a ese exce-
dente indeseado? La respuesta depende de la política económica del gobierno. En el
es
caso de precio mínimos de productos agrícolas, los gobierno compran el excedente
no vendido. Como consecuencia, el gobierno estadounidense se ha encontrado a
veces a lmacenando LOneladas de mantequilla, queso y otros productos lácteos. (La
Comisión Europea, que establece precios mínimos para muchos pafses eu ropeos, en
fin

un momento dado se encontró con que era propietaria de una llamada monta iia de
mantequilla, cuyo peso era ig ua l a l de toda la población de Austria.) En esos casos, los
gobiernos tienen que e ncontrar una forma de deshacerse de esos bienes no deseados.
Alg unos pafscs rinanc ia n a los expo rtadores para que vendan, con pérd idas, la
n

mercanda en el extranjero; este es el procedimiento habitual de la Unió n Europea.


En Estados Unidos se da n los excedentes a las escuelas, que los usan e n las com idas
co

escolares. En algunos casos, los gobiernos s implemente destruyen los excesos de pt·o-
ducc ión. Para evitar el proble ma de los excedentes no deseados. e l gobierno estadou-
nide nse suele pagar a los agriculto res para que dejen de producir esos bienes.
Cuando el gobierno no está e n condiciones de comprar los excesos de oferta no
deseados, un precio mínimo implica que hay vendedores potenciales que no encuen-
so

tran compradores. Esto es lo que ocurre cuando se esta blece un suelo a l sa la rio
pagado'por una hora de trabajo, el sala rio mínimo: cuando e l salado mfnimo está
por encima del salario de equilibrio, a lgunas personas que quieren trabajar -es decir,
U

vender trabajo- no consiguen enconu·ar compradores -es decir, empleadores- que


quieran darles un empleo.

Cómo genera ineficiencia un precio mínimo


El exceso de oferta permanente provocado por un precio mínimo genera oponu nida-
des desaprovechadas - ineficiencias- que se parecen a las generadas por el exceso de
demanda resultante de un precio máximo. Estas ineficiencias incluyen una pérdida
itTecuperable debida a una cantidad ine ficientemente baja, a una asig nac ión inefi -
cien te de las ventas e ntre los vendedores, a la existencia de recursos desaprovechados,
a una calidad inefic iente men te a lta y a la tentación de infringir la ley vend ie ndo a un
precio in ferio r a l lcgtl l.
124 PARTE 2 OFERTA Y DEMANDA

_L ¡TRAMPAS! , . . . - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
PRECIOS MÁXIMOS, PRECIOS No, no lo hace. De hecho, tanto los dores los que determinan la cantidad que
MÍNIMOS Y CANTIDADES precios máximos como los precios mini· de verdad se vende, porque los compra·
Un precio máximo empuja el precio de un mos reducen la cantidad comprada y ven· dores no pueden obligarles a vender si no
bien hacia abajo. Un precio mínimo empuja dida. ¿por qué? Cuando la cantidad ofre- quieren. Si los compradores no quieren
el precio de un bien hacia arriba. Por ello cida de un bien no es igual a la cantidad comprar tanto como los vendedores quie-
resulta fácil suponer que los efectos de un demandada, la cantidad realmente vendi- ren vender, son los compradores los que
precio mínimo son los contrarios de los de da viene determinada por el "lado cor to" determ inan la cantid ad vendid a, porque
un precio máximo. En concreto, si un pre· del mercado - la can tidad más pequeña, los vendedores no pueden obli garles a
cio máximo reduce la cantidad comprada sea la que sea. Si los vendedores no comprar si no quieren.
y vendida de un bien, ¿un precio mínimo quieren vender tanto como lo que quieren
aumenta esa cantidad? comprar los compradores, son los vende·

os
Cantidad ineficientemente baja Puesto que un prec io mínimo aumenta e l precio

iv
que tienen que paga r los consumidores por un bien, reduce la cantidad demandada de
ese bien; como los vendedores no pueden vender más unidades de un bien que las que

at
los consumidores qu ieran comprar. un precio mínimo reduce la cantidad comprada
y vendida de un bien hasta un nivel inferior a la cantidad de equilibrio del mercado.
causando una pérdida irrecuperable. Observa que este es el mismo efecto que el del

uc
precio máximo. Se podría tener la tentación de pensar que un precio mínimo y un
precio máximo tienen efectos opuestos, pero ambos tie ne n e l efecto de reducir la can-
tidad que se compra y se vende de un bie n (ver "Tra mpas").
Puesto que el equilibrio de un mercado eficiente max imiza la suma de los exce-
ed
dentes del consumidor y del productor. un pt·ecio mínimo que reduce la cantidad por
debajo de la camidad de equilibrio reduce el excedente total. La Figura 4-12 muestra
las consecuencias sobre el excedente total de un precio mínimo pa1·a la mantequilla.
El excedente total es el á rea situada encima de la curva de la oferta y debajo de la
es
c urva de demanda. Al reducir la cantidad vendida de mantequilla, el precio mínimo
causa una pérdida irrecuperable ig ua l al área del triá ng ulo coloreado de la figura.
Como en el caso del precio máximo, s in embargo, la pérdida irrecuperable es solo una
de las formas de ineficiencia generadas por el control de precios.
fin

FIGURA 4-12 Un precio mínimo provoca una cantidad ineficientemente baja


n

Un precio mfnimo reduce la cantidad Precto de la


demandada por debajo de la can- mantequilla
co

tidad de equilibrio, causando una (por kilo}


pérdida irrecuperable. S
1,40 $
so

1,00
U

0,80

0,60
o

o 6 8 9 10 12 14
1 1 Cantidad de
Cantidad Cantidad mantequilla
demandada con demandada sin (millones
el predo mínimo el precio mfnimo de kilos)
T:. .U: : .: .Lc.0:.:. . . .4;~_ _:C: . :O:;. N:. :. . :.T. :. R:. :O:. :L: .:E=-=.S. . :D: . . : .E. . :P. R:. .:. : Ec. .:C:. :.I. : Oc. .:S:.Y_.:. . .: .D. : E. . . .: .C.:. AcN:. . T:. Ic. :D . :.A :.;D: . .: .E .: S.:.
::.Cc:.A.:.;P:....:..._Í ~5.:. 1
....:.I.:.;N_:T....:.R.:..O::..:..:;Mc;.l O::...:..:N..::E:..:S:....::.E:.:N.:....
. ..::L..::O:..:S::.....:.:M.:.;E::.:R:..:...::C.:..A:..::D:..:O=S-_:;
12 = 5 - - - -t·

Asignación ineficiente de las ventas entre los vendedores Lo mismo que un Los precios mínimos causan una
precio máximo, un precio mínimo puede conducir a una asig11ación ilze(icieme -pero asignación ineficiente de las
en este caso a una asig n a ción ine fici e nte de las ventas entre los ve ndedores , ventas entre los vendedores; los
en luga r de a una asignación ine fic ie nte entre los consumido res. que desearían vender el bien al precio
Un e pisodio de la pelícu la belga Rose/la, una historia de ficción muy r ealista, ilus- más bajo no son siempre los que
consiguen venderlo.
tra bas tante bien el proble ma de la asignación ineficiente de oportunidades de venta .
Como muchos países europeos, Bélgica tiene un salario mínimo elevado, y el empleo Los precios mfnimos a menudo
para los jóvenes escasea. En un momemo dado, Rosetta, una c hica joven que nece- conducen a ineficiencias en el sentido
sita imperiosamente trabajar, pierde su empleo en un restaurante de com ida rápida de que se ofrecen bienes de una
porque el dueño del local la sustituye por su hijo - un joven muy vago. Rosetta estaría calidad ineficientemente alta ; los
dispuesta a tra bajar por menos dinero, • con el dinero que aho rrara, el dueño podría vendedores ofrecen bienes de calidad
da rle a su hijo una renta y dejarle que se dedicara a otra cosa. Pero contratar a Rosetta alta a un precio elevado, aunque los
por un salario me nor que el salario mínimo sería ilegal. compradores prefererlan una calidad

os
menor a un precio más bajo.
Recursos desaprovechados También como un precio máx imo. un precio mínimo
genera ineficiencias por desaprovechamie11to de recursos. El ejemplo más claro es la
compra por el gobierno de los excedentes de produc tos agrícolus provocados por los

iv
precios mfnimos. A veces se acaba destruyendo el excedente de producción lo que es
un completo desperdicio; e n otros casos e l producto almacenado "caduca", tal como
a nunc ian eufemísticamente las fu entes oficiales, y hay que deshacerse de él.

at
Los precios mínimos tambié n causa n pérdidas de tiempo y de trabajo. Consideremos
el salado mínimo. Las personas que desean trabajar y que pierden mucho tiempo

uc
buscando un empleo o haciendo colas con la esperanza de conseguirlo desempeñan
el mismo papel, en el caso de los precios mínjmos, que las familias desesperadas por
encontrar un piso cuando hay precios máximos.
Calidad ineficientemente alta Una vez más igua l que los precios máximos . los ed
prec ios mínimos generan ine fici enc ias en la ca lidad de los bienes producidos.
Ya vimos que, cuando hay un precio máximo, los oferentes producen bienes con
una ca lidad ineficientemente baja: los compradores prefieren productos de m ayor
calidad y es1arían dispuestos a pagar por ellos, pero los vendedores no qu ieren mejo-
es
rar la calid ad de sus produc tos porque el precio máximo les impide recuperar los cos-
tes de la mejora. Esta misma lógica se aplica a los prec ios mínimos, pero en sentido
contrario: los oferentes ofrecen bienes de calidad ineficientem e nte alta.
¿Cómo es posible esto? ¿ o es algo deseable la alta ca lidad de un bien? Sí, pero
fin

solo si compensa su coste. Supongamos que los oferentes gastan mucho en producir
bienes de una calidad muy alta, pero que esta calidad no es muy valorada por los con-
sumido res, que preferirían recibil· el dinero gastado en mejorar la calidad en for ma
de un precio más bajo. Esto re presenta una oportunidad perdida: los oferentes y los
n

compradores se benefic iarfan mutua men te si hicieran un trato por e l que los compra-
dores recibieran bienes de menos ca lidad a un precio mucho menor.
co

Un buen ejemplo de ine fi c iencia provocada por la excesiva calidad es el de los


viajes e n avión tra nsoceán icos l:n una época en la que los precios de los billetes eran
artificialmente altos debido a los tratados internacionales. Los tratados prohibían a
las compañías compei ir por la clien1ela ofTeciéndoles precios más bajos. y en su lugar
las acrolrneas ofrecían servicios de lujo, tales como esplénd idas comidas que muchas
so

veces se desaprovechaban por la falta de apetito de los pasajeros. En cierto mome nto,
los reguladm-es intentaron restringir esta práctica definie ndo está ndares máximos
para los servicios que podían o rrecerse -por ejemplo, el servicio de aperitivos no
U

podía ser más que un sándwich. Entonces, una aerolínea introdujo lo que vino a lla-
marse "el sándwich esca ndinavo", un sucu lento sándwich de varios pisos que forzó a
los reguladores a realiza r o tra conferencia para definir el sándwich. Todo esto era un
derroche de recursos, especia lme nte teniendo en cuenta que lo que realmente desea-
ban los pasajeros era menos comida y billetes más baratos.
Desde que se desregularon las aerolíneas estadounidenses en los años setenta, los
pasajeros norteamericanos 1"\an experimentado una gran reducción de los precios de los
billetes de avión junto a una caída de la calidad de los servicios en vuelo -asientos más
pequeños, comida de menor calidad, y así sucesivamente. Todo el mundo se queja del
servicio - pero gracias a los billetes más baratos, el número de personas que viajan en
avión ha au mentado en varios centena res por cien desde que se produjo la desregulación.
Actividad ilegal Por último, como los precios máx.imos, los prec ios mínimos crean
incen1 ivos a la actividad Uega l. Po r ejemplo, e n países donde el salario mínimo es mucho
mayor que el salario de equilibr io, a lgunos trabajadores desesperados por encontrar
un empleo aceptan trabajar sin contra to para empresarios que ocultan a l gobierno
126 PAR TE 2 OFERTA Y DEMANDA

iECHA UN VISTAZO A NUESTROS BAJOS- BAJOS SALARIOS!


El salario mínimo de los Estados Unidos, como se ve en el
gráfico, es en realidad, bastante bajo comparado con los Australia 15,00 AS • 15,84 USS
de otros países ricos. Puesto que el salario mínimo se fija
en moneda nacional -es decir, el salario mínimo del Reino Francia 8,86 €- 12,80 uss
Unido está fijado en libras, el de Francia, en euros, etc.- la ~----------------
comparación depende del tipo de cambio de cada dia. El Canad~ ' 11,00' C$ • 11,44 US$
15 de abril de 2011 , Australia tenía un salario mínimo que
era más del doble que el de Estados unidos, y Francia, Irlanda 7,65 € • 11,05 US$

os
Canadá e Irlanda no andaban demasiado lejos. Se puede Gran
ver un electo de esta diferencia en las cajas reg istradoras Bretaña 5,93 (- 9.68 uss
de los supermercados. En los Estados Unidos general- Estados
Unidos

iv
mente hay alguien que mete tu compra en bolsas -alguien
que suele cobrar el salario mínimo o poco más. En Europa, o 2 4 6 8 10 . 12 14 16 $
donde contratar a este tipo de empleados es mucho más Salario mínimo (por hora)

at
caro, casi siempre te tienes que llenar las bolsas tú mismo.

uc
Fuente: Autoridad Nacional de los Derechos de los Trabajadores (Irlanda); Ministerio de Trabajo, del Empleo y de la Salud (Francia); Comisión de Retribuciones
Justas (Australia); Depanamento de Negocios, Innovación y Competencias (Reino Unido); Depanamenlo de Recursos Humanos y Desarrollo Profesional
(Canadá); Depanamento de Trabajo (EE. UU.); Banco de la Reserva Federal de San Luis (tipos de cambio del 04/t 5//20 t 1 ).
' El salano mlnimo canadiense varia por provincll!S desde 8 $ canadienses hasta 11 $ canadienses.

ed
esos e mpleos -o que sobornan a los inspectores de trabajo. Esta práctica, conocida en
Europa como "mercado negro de trabajo", es especialmente habitual en pafses del sur
de Europa, como Italia y España (véase "La Economía en acción" más abajo).
es

Entonces, ¿por qué existen los precios mínimos?


fin

En resumen, los precios mínimos generan varios efectos colate rales negativos:
• Un exceso de oferta duradero del bien
• Ineficiencia derivada del exceso de oferta duradero y que se manifiesta en forma
de una cantidad ineficientemente baja (pér·dida irrecuperable), una asignación
n

ineficiente de las ventas entre los ve ndedores, recursos desaprovechados y una


calidad indicie ntemente a lta de los productos que se ofrecen
co

• La tentación de emprender a lguna actividad ilega l, especia lme nl e sobornos y


con-upción de fu ncionarios
Entonce;S. s i tienen tamos efectos colatera les negati vos, ¿por qué las a utoridades
s iguen imponiendo precios mínimos? Las razones son similares a las de la fijación
so

de precios máximos. Las auto ridades s ue len desprec iar las advertencias sobre las
consecuenc ias de los precios mínimos. o bien porque creen que el mercado afectado
no está suficientemente bien descrito por el modelo de ofet·t a y demanda o. más a
menudo, porque no e mienden el modelo. Y sobre LOdo porque, así como los precios
U

máximos se im ponen a veces porque beneficia n a algunos influyentes compradores de


un bien, los precios mínimos muchas veces se impone n porque benefic ian a algunos
vendedores innuyentes.

l ltJ((e]Ue]~itjjR+ft•1D
"MERCADO NEGRO DE TRABAJO" EN EL SUR DE EUROPA

e 1 ejemplo mejor conocido de precio mínimo es el salnrio mfnimo. Sin embargo, la


mayoría de los economistas cree que el salario mínimo tiene relativamente pocos eFec-
tos sobre el mercado de trabajo de los Estados Unidos. principalmente debido a que el sala-
r io mínimo eslablecído es muy bajo. En 1968 el salario mínimo era el 53% del sa lario medio
de los trabajadores no cualificados; en 2005 habfa caído hasta el 32% del sala rio medio.
CAPiT ULO 4 CONTROLES DE PRECIOS Y DE CA NT I DADES : INTRO MI S I ONES EN LOS MERCADOS 127

Sin embargo, la situación es diferente en muchos países de Europa,


donde los sa larios mínimos son mucho más a ltos que el de los Estados
Unidos. Esto es así a pesar de que los trabajadores de la mayoda de los
países europeos son algo menos productivos que los estadounidenses, lo
que significa que el sa lario de equilibrio de Europa -el salario que vaciaría
en mercado de u·abajo- es probablemente m ás bajo que el de los Estados
Unidos. Además, en los países europeos los empresarios pagan una parte de
las cotizaciones a la seguridad socia l, con las que se fiJ1ancian la san idad y el
sistema de pensiones, que son más generosos y costosos que sus equivalen-
tes estadounidenses. Estas cotizacio nes obligatorias hacen que e l verdadero
coste de emplear a un trabajador en Europa sea conside rablemen te mayor
que lo que se le paga a l 1rabajador.
La consecuencia es que en Europa el precio mínimo del tra bajo es una

os
restdcción vincu la nte: el sala rio mínimo está muy por encima del salario
que ha ría que la ca ntid ad de trabajo ofrecida por Jos trabajaclm·es ig uala ra
a la cantidad ele 1ra bajo demandada por las empresas.
El exceso de oferta duradero que resu lta ele este precio mínimo a parece

iv
en forma de a lto desempleo: millones de trabajadores, especia lmente jóve-
n~ . busca n tra bajo pero no pueden encontra rlo. En los países e n los que el

at
c umplimiento de las leyes laborales no se vigila demasiado, hay, además, un El generoso sa tario mínimo de muchos países euro·
segundo efecto, perfectamente predecible: u o incumplimiento de la ley muy peos ha contribuido a ta existencia de una elevada
extendido. Tanto en Espai'ía como e n Ita lia, los gobernantes creen que hay tasa de desempleo y al florecimiento de un mercado

uc
de trabajo ilegaL
c ientos de miles, sino millones, de trabajadores e mpleados por empresas
que les pagan un salario inferior a l salario mínimo legal, a los que no se da de alta
en la Seguridad Social y que, por tanto, no cotizan a la misma. En muchos casos,
los empleos simplemente no se comunican al registro ele empleo: los econom istas
ed
españoles estiman que a lrededor de un tercio de los trabajadores que figuran como
desempleados en las estadísticas del mercado de trabajo trabajan en el mercado
Et precio mínimo más conocido es el
negro -es decir, en puestos de trabajo no registrados. De hecho, en las la•·gas colas
que hacen lo trabajadores desempleados españoles en las oficinas de empleo para salario mínimo. Los precios mínimos
también se imponen habitualmente a
es
cobrar su prestación se ha oído a algunos de ellos quejarse de que la cola ¡les impide
los productos agrícolas.
volver pronto a su trabajo!
Los empresarios de esos países también han encontrado formas lega les de eludir Un precio mínimo por encima det
precio de equilibrio beneficia a cier·
el salado mínimo. Po r ejemplo, las regulaciones laborales en Ita lia se aplican solo e n
fin

Los vendedo res, pero causa efectos


las empresas de qu ince o más trabajadores. En términos de costes, esto da una gra n adversos predecibles como los exce-
ventaja a las pequeñas e mpresas, muchas de las cuales no aumentan su tama i'lo para dentes crónicos, que provocan cua·
evita •· pagar sa la rios más a ltos y para no cotizar a la Seg uridad Socia l. Y lo que es tro tipos de ineficiencias: pérdidas
más. e n a lgunas industrias italianas hay una asombrosa prolife ració n ele pequeñas irrecuperables por cantidad ineflcien·
e mpresas. Po r ejemplo, una ele las industrias de más éxito e n Ita lia es la que fabr ica
n

te mente baja, asignación ineficiente


ropa y tejidos de la na, centrada en la región de Prato. La empresa tex til med ia en esta de las ve ntas entre los vendedores,
co

regió n ¡emplea ta n solo a cuatro trabajadores! recursos desaprovechados y calidad


de los bienes ineficientemente alta.
O• Los precios mínimos incentivan la
actividad itegat, como no hacer con-
trato a tos trabajadores, y a menudo
COM UEBA SI LO HAS ENTENDIDO 4-3
so

provocan la corrupción de algunos


1• .El Parlamento fija un precio mínimo para la gasolina igual a PF por galón. Valora las siguien tes funcionarios.
afirmaciones e ilustra tu respuesta usando el gráfico de la izquierda:
a. Los que apoyan la ley argumentan que así aumentará
U

la renta de los propietarios de gasolineras. Los que se


Precio de
oponen argumentan que esta ley p erjudicará a los pro-
la gasolina
p•etarios de gasolineras porque perderán clientes.
b. Los que apoyan la ley argumentan que los consumido- S
res estarán mejor, porque las gasolineras darán mejor
servicio. Los que se oponen a ella argumentan que los
consumidores estarán peor en general porque p referí-
dan pagar más barata la gasolina.
c . Los que apoyan la ley argumentan que están ayudando
a los propietarios de gasolineras sin perjudicar a nadie.
Los que se oponen a ella argumentan que los consumí-
dores salen perdi endo y que al final se irán a comprar o, QE
gasolina al es tado de al lad o o en el mercado negro. Cantidad de gasolina
Las soluciones están al final del libro.
\- _______~1=2~
8~~P~A
~ R~T~E~2___0~F~E~R~T~A~Y~D~E~M~A~N~D~A

Un control de cantidad, o cuota,


es un Hmite superior a la cantidad que EL control de cantidad
se puede intercambiar de un bien. La
n los años treinta la ciudad de Nueva York estableció un sistema de licencias
cantidad total del bien que se puede
para taxis: sólo a los taxis con "medallón" se les permitía recoger pasajeros.
comercializar legalmente es el limite
de la cuota.
Puesto que este s istema pretendía asegurar la calidad del servicio, los propieta·
ríos de m edallón debían ma ntener cier tos estándares de calidad, que incluían segu-
Una licencia otorga a su propietario ridad y limpieza. Se emitieron un total de 11.787 medallones, que los propietarios de
el derecho a ofrecer un bien. taxis pagaron a un precio de 10 $cada uno.
En 1995 seguía habiendo tan solo 11.787 licencias de taxis en ueva York, aunque
la ciudad se había convertido m ientras tanto en el centro financiero del mundo, un
lugar en el que cientos de miles de personas inte ntan desesperadamente encontrar un
taxi a diario. (En 1995 se em itieron 400 medallones más y, después de varias ventas
de medallones adicionales, en la actualidad hay 13.128).

os
La consecuencia de esta restricción al número de taxis fue que un medallón de
taxi de Nueva York se convirtió en algo muy valioso: si una persona quería ser taxista
en Nueva York, tenía que alqu ilarle un medallón a algu ien o comprarlo por un precio

iv
de varios c ie ntos de miles de dólares.
Esto no pasa solo en Nueva York: otras c iudades introdujeron sistemas similares
de licencias en los años treinta y, como en Nueva York, han emitido muy pocos meda-

at
llones nuevos desde entonces. En San Francisco y Boston, como en ueva York, los
medallones de taxis se venden por precios de seis cifras.
El s istema de licencias de taxis es una forma de c o ntrol de c antidad , o cuo tas,

uc
por el que un gobierno regula la cantidad de un bien que se puede compra r y vender,
en lugar de controlar el precio al que se compra y se vende. La cantidad total del bien
que se puede intercambiar cuando hay control de cantidad se llama limite de la
ed
c uota. Habitualmente, los gobiernos limitan la cantidad en un mercado mediante
la em isión de Ucencias; solo las personas que tienen una licencia pueden ofrecer
legalmente ese bien.
Un meda llón de taxi es precisamente una lice ncia. Las autoridades de la ciudad
de Nueva York limitan el número de carreras de taxi que se puede ofrecer restrin-
es
giendo el número de taxis a solo los que tienen licencia. Existen muchos otros casos
de controles de cantidad, que van desde lfmites a la cantidad de moneda extranje-
ra que se puede comprar (por ejemplo, libras esterli nas o pesos mexica nos) hasta
fin

la cantidad de a lmejas que se les permit e capturar a los barcos de Nueva Jersey.
Observa, de paso, que mientras que hay controles de precios a ambos lados del pre-
cio de equilibrio - precios máximos o precios mínimos- . en el mundo real, los con-
troles de cantidad siempre establecen un Hmite máximo, nunca un límite mínimo
a las cantidades. Después de todo. no se puede obligar a nadie a comprar o vender
n

más de lo que desea.


Algunos intentos de controla r las ca ntidades se hacen por buenas razones
co

económicas, pero otros por malas. En muc hos casos, como veremos, los controles
de cantidad introducidos para solucionar un problema temporal acabaron siendo
políticamente difíciles de eliminar porque los beneficiarios no querían que se abo-
1iera n, a unque las razones origina les de su existencia hubieran desaparecido hacía
so

t iempo. Pero, cualesquie ra que sean las t·azones de tales controles, tienen deter-
minadas consecuencias económicas perfectamente predecibles - habitua lmente no
deseables.
U

La anatomía de los controles de cantidad


Para entender por qué vale tanto una licencia de tax i en Nueva York. considere-
mos un a versión simplificada del mercado de carreras de taxi, que se ilus tra en la
Figura 4- 13. Lo mismo que en el anális is del control de alquileres supusimos que
todos los pisos eran iguales, ahora suponemos que todos los trayectos en taxi son
ig uales -ignora ndo la complejidad del mundo rea l, en el que a lgunos trayectos son
más largos, y por tanto, más caros que otros. La tabla de la figura muestra los planes
de oferta y de demanda. El equilibrio - indicado por el punto E en la figura y por las
casillas sombreadas en la tabla- se alcanza a una rarifa de 5 $ por carrera, con un
CAPÍ T U L O 4 CONTROLES D E PRECIOS Y D E CANT I DADES: I N TROMIS I ONES EN LOS MERCADOS 129

FIGURA 1 4-13 1El mercado de carreras de taxis ~uando no hay controles del gobi ~no

Tarifa
(por carrera)
Cantidad de carreras
(millones por año)
7,00$ S Tarifa Cantidad Cantidad
(por carrera) demandada ofrecida
6,50
6,00 7,00 $ 6 14
5,50 6,50 7 13
5,00 6,00 8 12
4,50 5,50 9 11

os
4,00 5,00 10 10
3,50 4,50 11 9
3,0p 4,00 12 8
D 3,50 13 7

iv
3,00 14 6

at
6 7 8 9 10 11 12 13 14
Cantidad de carreras (millones al año)

uc
Sin intervención gubernamental, el mercado alcanza el equilibrio con 10 millones de carreras al año a un precio de
5 $ por año.
ed
es

total de 10 millones de carreras a l año. (Ensegu ida verás por qué presentamos el
equilibrio de esta forma).
El sistema de medallones de Nueva York limita el número de taxis, pero cada
fin

taxista puede ofrecer tantas carreras como pueda y quiera. (¡Por eso los taxistas neo-
yorquinos son tan agresivos!). Sin emb argo, para simplificar el an álisis, supondremos
que este sistema d e licencias limita el número d e carreras que se pued en ofrecer legal-
mente a 8 millones de viajes al año.
Hasta a hora hemos obten ido la curva d e d emanda respondiendo a p reguntas d el
n

tipo: "¿Cuá ntas carreras querrán realizar los pasajeros si el precio es S$ por car rera?"
Sin embargo, se pued e dar la vuelta a la pregunta y preguntar en cambio: "¿A qué
co

precio querrán los consum idores comprar 10 millones de carreras a l año?" El precio
al que los consum id ores quieren comprar una cantid ad d ada - en este caso, 10 millo-
nes de trayectos a S $ cada trayecto- es el p recio de d ema nda de esa cantidad . A
partir del plan de demanda d e la Figura 4-13 se puede ver que el precio de d emanda
so

de 6 millones ele carreras es 7 $ por carrera, el precio de demanda de 7 millones de


carreras es 6,SO $ la carrera, y así sucesivamente.
De la misma forma, la curva de oferta representa la respuesta a preguntas del
tipo: "¿Cuántas carreras ofrecerían los taxistas a una tarifa de S $ la carrera?" Pero
U

también podemos darle la vuelta a la pregu nta y preguntar: "¿A qué precio querrán
ofrecer los taxis tas 10 millones de carreras a l año?" El prec io a l que los oferentes
ofrecerán una can tidad dada -en este caso, 10 millones d e carreras a S$ la carrera-
es el p r ecio de oferta de esa cantidad. A partir del plan de oferta de la Fig ura 4- 13 El precio de demanda de una
se puede ver que el precio de oferta de 6 millones de carreras al año es 3 $ por cantidad determinada es el precio
carrera, el precio de oferta de 7 millones de carreras a l a ño es 3,S $ por carrera, y al qu·e los consumidores demandarán
así sucesivamente. esa cantidad.
Ahora ya estamos preparados p ar a analizar una cuota. Hemos supuesto que el El precio de oferta de una cantidad
ayuntamiento de la ciudad limita la cantidad de carreras d e taxi a 8 millones af año. determinada es el precio al que los
Los medallones, cada uno de los c ua les implica el d erecho a proporcionar cierto productores ofrecerán esa cantidad.
\_· ------~~~~~~~~~~~~~~~
130 PARTE 2 OFERTA Y DEMANDA

FIGURA 4-14 Efecto de una cuota en el mercado de carreras en taxi

Tarifa
(por carrera)
1 Cantidad de carreras
(millones al año)
7,00 S S Tarifa Cantidad Cantidad
6,50
6,00
5,50
5,00
4,50
.~:~~~~: +
( por ca rre ra)
7,00 $
6,50
6,00
5~0
[
demandada
6
7
8
9
ofrecida
14
13
12
11
-

os
4,00 ....... ..... . . 5,0~ 10 10
3,50 4,50 11 9
3,00 o 4,00 12 l 8 J
3,50 13 7

iv
3,00 14 6

at
6 7 8 9 10 11 12 13 14
Cantidad de carreras (millones al año)·

uc
La tabla muestra el precio de demanda y el precio de de 8 millones de earreras es solo 4 $, en el punto 8. La
oferta correspondiente a cada cantidad: el precio al que diferencia entre es tos dos precios es la renta de la cuota
ed
esa cantidad se demandaría y se ofrecerla, respectiva-
mente. 8 gobierno local fija una cuota de 8 millones de
carreras vendiendo licencias que solo permiten realizar
por cada carrera, las ganancias que recibe el propietario
de una licencia. La renta de la cuota genera una "brecha"
entre el precio de demanda y el precio de oferta Y, como
esos 8 millones de carreras, representada por la linea la cuota impide qu e se realicen transacciones mutuamen-
vertical. El precio pagado por los consumidores sube te beneficiosas, erea una pérdida irrecuperable igual al
es
a 6 $ por carrera, que es el precio de demanda de 8 area del triángulo coloreado.
millones de carreras, en el punto A. El precio de oferta
fin
n

número de carrer·as de taxi al ai'io, se e ntregan a los taxistas seleccionados de tal


manera que se ofrezcan un total de 8 m illones de carreras a l año. Los propietarios de
co

Jos medallones pueden conducir su p r·opio taxi o alquilar su medallón a otros cobran-
do una retribución.
La Figura 4-14 muestra el mercado resulta nte de carreras de taxi, donde la línea
vertica l trazada sobre los 8 millones de viajes a l año representa el límite de la cuota.
Como la ca ntidad de carreras está limitada a 8 millones, los consumidores se sitúan
so

en el punto A de la curva de demanda, correspondiente a la casilla sombreada del


plan d e demanda: el precio de demanda de 8 millones de carreras es 6 $.por carrera.
A su vez, los taxistas se sitúan en el punto 8 de la curva de oferta, correspondiente a
U

la casilla sombreada del plan de ofena: el precio de oferta de 8 millones de viajes es


4 S por· viaje.
Pero ¿cómo es posible que el precio recibido por los taxistas sea 4 $ cuando el
precio pagado por los viajeros es 6 $? La respuesta está en que, además del mercado
de viajes en taxi, existe un mercado de medallones. Puede que no todos los dueños de
medallones quieran conducir su taxi: pueden estar enfermos o de vacaciones. Los que
no quieren conducir su tax i venderán a o tra persona el derecho a utilizar su licencia.
Así, debemos considerar dos tipos de transacciones, y por tanto, dos precios: (J) las
transacciones de viajes en taxi y el precio al que se realizan, y (2) las tra nsacciones
de medallones y el precio a l que se realizan. Resulta que si tenemos en cuenta los dos
mercados, ambos precios. 4 $y 6 $. son correctos.
CAPÍT ULO 4 CONTROLES DE PRECIOS Y DE CANTIDADES: INTROMISIONES EN LOS MERCADOS
~~~~~~::....::::.____
131 l
..

Para ver cómo funciona esto, analizaremos el caso de dos taxistas imagina- Un control de cantidad, o cuota,
rios de Nueva York, Su nil y Harrie L. Sunil tiene un medallón p ero no lo pued e crea una brecha en tre el precio de
utilizar porque se está .recuperando de un grave esgui nce d e muñeca. Por tanto, demanda y el precio de oferta de un
se está planteando alquilar su medallón a alguien. Harriet no tiene medallón bien; es decir, el precio pagado por
pero le gustaría alquilar uno. Además, en cualquier momento, hay muchas los compradores termina siendo más
otras personas a las que, como Han-iet, les gustaría alquila r un medallón. al to que el precio recibido por los
Supongamos que Sunil acuerda con Han-iet alquilarle su medallón. Para sim- vendedores.
plificar, sup o ngamos q u e cada conductor solo puede ofrecer una car rera a l día La diferencia entre el precio de
y que Sun il alquila su medal ló n a Harrie t por un día . ¿Qué precio d e a lquiler demanda y el de oferta en el límile de
acord arán Suni l y Ha rriet? la cuota es el alquiler de la cuota,
Para responder a esta cuestió n necesitamos observar las transacciones desde el las ganancias que recibe el propietario
punto de vista de am bos tax istas. Cua ndo Han-iet tenga la 1icenc ia, sabe que puede de la licencia por tener el derecho a
obtener 6 $al día - el precio de demanda de una carrera con la cuota . Y está dispues- vender el bien. Y es igual al precio

os
ta a a lquilar la licencia s i obtiene a l menos 4 $ a l día - el precio de oferta de cada de mercado de la licencia cuando las
lice ncias se comercializan.
ca rrera con la cuota. Por tanto, Sunil no puede pedir un a lquiler de más de 2 $, la
diferencia entre 6 $y 4 $. Y si Harriet ofreciera a Sunil menos de 2 $ - por ejemplo,
1,50 $-,habría otros taxistas deseosos de ofrecer a Sunil un a lquiler mayor, hasta 2 $.

iv
Por tanto, para conseguir el medalló n, Han·iet tiene que oh·ecerle a Sun.il 2 $como
mínimo. Puesto que el alquiler no puede ser mayor que 2 $ ni menor que 2 $, será

at
exactamente 2 $.
No es una coincidencia que 2 $ sea exactamente la diferencia entre 6 $, el precio
ele demanda de 8 millones de carreras, y 4 $, el precio de oferta de esos 8 millones

uc
de carreras. En todos los casos en los que la oferta de un bien está restrin gida por
ley, surge una brecha entre el precio de demanda y el precio de oferta de la cantidad
intercambiada. Esta brecha, representada en la Figura 4-14 con una doble flecha,
tiene un nombre esp ecial: alquiler de la cuota. Es la gana ncia que recibe el dueño
ed
de la licencia como propietario de un bien valioso, la licen cia. En el caso de Sunil
y Han·iet, el alquiler de la cuota de 2 $ va a parar a Sunil porque es el dueño de la
licencia, y los restantes 4 $ del total de los 6 $ que cuesta el viaj e en taxi, se los queda
Harriet.
es
Por tanto, la Figu ra 4-14 representa también el alquiler de la cuota en el mercado
de viajes en taxi en Nueva York. la cuota li mita el total de ca rreras a 8 millones a l
año, una cantidad para la que el precio de demanda, 6 $, excede al precio de oferta,
4 $. La brecha entre los dos precios, 2 $,es el alquiler de la cuota, que surge p or haber
fin

li mitado la cantidad de carreras de ta xi a 8 millones al año.


Pero, un mo mento. ¿Qué pasa s i Sunil no alqu ila su licencia? ¿Qué pasa si lo con-
duce él mismo? ¿No s ign ifica esto que recibe un precio igual a 6 $?No, en realidad,
no. Aunque Sunil no obtenga un alqu iler de su licencia, podría haberlo obten ido, lo
que significa que el medallón tiene un coste de oportunidad de 2 $:si Suni l decide usar
n

s u propio medallón y conducir su taxi en lugar de a lquila rle el medallón a Harriet,


co

los 2 $ representan el coste de oportunidad de no a lquilar su licencia. E s decir, los


2 $ correspondientes al alquiler de la cuota son ahora el a lquiler al que renuncia por
conducir su propio taxi.
En efec to, Suni l participa en dos negocios. -el negocio ele la conducc ión del
taxi y e l negocio d el a lq ui ler de meda llones. Obtiene 4 $ por conducir el taxi y
so

2 $ más por alquilar la licencia. ¡No hay ninguna diferencia porque en este caso
concreto se haya a lquilado la licencia a sí mismo! Por ta nto, indep e ndientemente
de qué el propietario del medallón lo use o se lo alquile a o tro, el medalló n es
un activo valioso . Y eso queda reflejado en el precio que tie ne hoy en día una
U

licencia de taxi en Nueva York: en junio d e 2012 era 704.000 $ . Según Simon
Greenbaum, un agente del mercado de medallones en Nueva York, un propietario
de un medallón que se lo a lquila a un conductor puede esperar ganar 2.500 $ a l
mes, o un 3% de rendimiento - un a atract iva tasa de rendim iento comp arad a con
o tras in versiones.
S eñale mos, ya q ue estamos e n e ll o, que las cuotas - como los precios máxi-
mos y los precios m ín im os- no s iempre tie n en consecu encias. Si la c uota se
hubie ra fij ado e n 12 m illones de v iaj es - es decir, por encima d e la cantidad d e
equ ilib ri o d e l mercado n o r egulado - no tendría ningún efecto porque no sería
vinculante.
132 PARTE 2 OFERTA Y DEMANDA

Los costes de los controles de cantidad


Lo mismo que los controles de precios, los controles de cantidad pueden tene1· algunos
efectos colaterales previsibles y no deseados. El primero es el problema, ya conocido,
de la ineficietJcia derivada de las oportunidades perdidas: los controles de cantidad
crean una pérdida irrecuperable al impedir que se realicen transacciones mutuamen-
te beneficiosas, es decir, transacciones que beneficiarían tanto a los compradores
como a los vendedores. Volviendo a la Figura 4-14 podemos ver que, partiendo de
una cuota de 8 millones de viajes, los neoyorquinos estarían dispuestos a pagar hasta
S,50 $por carrera a cambio de un millón más de viajes al año, y que los taxistas esta-
rían dispuestos a ofrecer esos trayectos adicionales siempre que obtuvieran al menos
4,50 $ por cada trayecto. Esas son carreras que se habrían realizado si no hubiera
u na cuota.
Esto también es cierto para el siguiente millón de trayectos: los neoyorquinos

os
estarían dispuestos a pagar hasta S $ por carrera si el número de viajes al año se
incrementara de 9 a lO millones, y los taxistas estarían dispues tos a ofrecer todas
estas carreras si obtuvieran, como mínimo. S $ por viaje. De nuevo, estos viajes se

iv
habrían hecho si no existie ra una c uota.
Solo cuando el mercado ha a lcanzado la cantidad de equilibrio del mercado no
regulado, 10 millones de viajes, desaparecen las "oportunidades de viaje perdidas". El

at
límite de la cuota de 8 millones de viajes ha provocado 2 millones de "oportunidades
de viaje perdidas'".

uc
En general, siempre que el precio de demanda de ww cantidad deter111inada es
mayor que el precio de oferta, hay una pérdida irrecuperable de e{icie11cia. Un com-
prador estaría dispuesto a comprar e l bien a un precio que el vendedor estarfa
dispuesto a aceptar, pero esa transacción no tiene lugar porque está prohibida por
ed
la cuota. La pérdida irrecuperable que surge de las oportunidades p et·didas por
no hacer 2 millones de viajes, está rcpresemada po1· el triángulo coloreado de la
Figw·a 4-14.
Y al haber transacciones que los individuos querrían hacer, pero que no pue-
den hacer porque la existencia de la cuota no lo permite, los controles de cantidad
es

provocan un incentivo a eludirlos o incluso a sa ltarse la ley. El sector del taxi


en Nueva York proporciona de nuevo ejemplos
claros. La regulación se aplica solo a aquellos
fin

conductores que recogen pasajeros en la calle.


Pero un servicio que se contrata con antelación
no necesita licen cia. El resultado es que esre tipo
de servicios c ubre g ran parte del servicio que en
o tras c irc uns ta ncias proporcionarían los taxis,
n

como ocurre e n o tras ciudades. Además, hay un


núme ro s ign ificativo de taxis sin licencia que sim-
co

plemente incumplen la ley llevando a pasajeros


s in tener medallón. Como estos taxis son ílega lcs,
sus conductores no está n sujetos a ningún tipo de
normas y son los responsables d e un p orcemajc
so

desproporcionadamente alto de los accidentes de


tráfico de Nueva York.
De hecho, en 2004, los problemas causados
por la limitación de la cantidad de taxis, llevaron
U

al ayuntamiento de ueva York a autorizar un


Un coste de los controles de cantidad son la existencia de peligrosos taxis sin incremento del número de licencias. La ciudad
licencia
vendió 900 nuevos medallones, hasta llevar el
número total al actual de 13.128 - un a u mento que ciertamente alegró a los usuarios
de taxi de Nueva York.
Pero los que ya eran propietarios de un medallón, no se alegraron tanto con el
aumento: se dieron cuenta de que los casi 900 nuevos taxis reducirían o eliminarían
la escasez de taxis. Por ello, los taxistas previemn una disminución de sus ingresos ya
que se había acabado la certeza de encon trar siempre un cliente. Y además, el valor
de mercado de una licencia caería. Para aplacar el descontento de los propietarios de
medallones, el ayuntamiento también acordó subir las tarifas: un 25% en 2004 y otra
vez en 2006 -en un porcentaje menor. Aunque a hora es más fáci l encontrar un Laxi,
una carrera es ahora más cara - y ese a ume nto de tarifa d is minuyó algo el optimismo
inicial de los usuarios de tax is de Nueva York.
CAPÍTULO 4 CONTRO L ES DE PRECIOS Y DE CAN TI DADES: I NTROM ISIONES EN LOS MERCADOS 133

En resumen, los controles de cantidad provocan habitualmente los siguie ntes


efectos colaterales no d eseados:
• Una pérdida irrecuperable de eficiencia porque hay algunas transacciones mutua-
mente beneficiosas que no se realizan
• Incentivos para realizar actividades ilegales

[1(1i(tJ:t•1~1 t)>#tCH•1D
LAS ALMEJAS DE NUEVA JERSEY

O lvidémonos de las refinerías situadas

os
a lo largo de la Autopista de Nueva
Jersey, o de los rea l itys de televisión; la
industria que Nueva Jersey domina de ver-
dad es la pesca de la almeja. En 2009 el

iv
Carden State sum inistró el 39% de todas
las a lmejas quahogs del país, que se utilizan

at
para hacer sopa de pescado y e l 7 1% de las
almejas sur{. que se consumen fritas.
S in embargo, e n la década de los ochen-

uc
ta e l exceso de capturas amenazaba con
extinguir la almeja de las costas de Nueva
J e rsey. Para salvar este recurso, e l gobierno
ele los Estados Un idos introdujo una cuota
para las a lmejas, que fijaba un límite global
al número de kilos ele almejas que se podían
capturar, y asignó licenc ias a los propieta-
ed
r ios de barcos pesqueros, basándose en las
Las cuotas ayudaron a proteger los bancos de
es
capturas de cada barco en el pasado. almejas de Nueva Jersey, pero también trans-
Observa que este es un ejemplo de cuota formaron la industria de la pesca de almejas
q ue probablemente está justificado por con- porque los propietarios de barcos descubrieron
sideraciones económicas y medioambienta- que era más rentable alquilar y vender licencias
fin

les, a diferencia d e las licencias de taxis de que salir a pescar.


Nueva York, que hace mucho tiempo que
perdieron cualquier racionalidad económica. Pero sean razonables o no, las cuotas Los controles de cantidad, o cuotas,
para las almejas de Nueva Jersey funcionan ig ual que c ua lquier otra cuota. son límites impuestos por el Estado
Una vez que se estableció e l s istema de cuotas, muchos propietarios de barcos deja- a la cantidad de un bien que se
n

ron de pescar a lmejas. Se dieron cuenta de que, en lugar de faena r a tiempo parcial con puede comprar o vender. La cantidad
su barco, era más beneficioso vender o alquilar s us licencias a otra persona, que enton- máxima que se permite vender es el
co

límite de la cuota. Las autoridades


ces podría acumular un número s uficiente ele licencias para u tilizar su barco a tiempo
emiten una licencia - el derecho a
completo. Hoy e n día hay unos cincuenta pesqueros e n Nueva Jersey dedicados a la vender una cantidad dada de un bien
pesca d e la a lmeja; la licencia exig ida para pescar es más valiosa que e l propio barco. cuando hay una cuota.

• Cuando el límite de la cuota es


so

menor que la cantidad de equilibrio


del mercado no regulado, el precio
de demanda es más alto que el pre-
[tt&IA·i'i4:f.i"JI!·•=t.tJ4aU:J·li·1·1 4-4 cio de oferta -en el límite de la cuota
U

1. Supongamos que la oferta y la demanda de viajes en taxi están dadas en la Figura 4 -13 pero hay una brecha entre ellos.
que el control de cantidad se establece en 6 millones d e carreras en lugar de en 8 millones. Esta brecha es el alquiler de la
Calcula los datos siguientes y represé ntalos en un gráfico s imilar a l de la Figura 4-1 3. cuota: las ganancias que recibe el
a. El precio de una carrera propietario de la licencia por poseer
b. El a lquiler de la cuota el de recho a vender ese bien -tanto
si actúa ofreciendo el bien como si
c. La pérdida irrecuperable de eficiencia.
alquila la licencia a alguien más. El
d. Supón que el limite d e la cuota de carreras de taxi aumenta a 9 millones. ¿Cómo varfa el precio de mercado de una licencia es
a lquiler d e la cuota? ¿y la pérdida irrecuperable de eficiencia? igua l al alqu iler de la cuota.
2. Supongamos que e l límite de la cuota es 8 millones de carre ras. Supongamos también que la Como los controles de precios, los
demanda disminuye por un descenso del turis mo. ¿Cuál sería el mínimo desplazamiento a la controles de cantidad crean una pér·
izquierda de la curva de demanda para que la cuota dejara de tener efectos sobre el me rca- dida irrecuperable e incentivan las
do? Ilus tra la respuesta con un gráfico similar a l de la Figura 4-13. actividades ilegales.
Las soluciones están al final del libro.
A!·1iUill!•a 7 1
Los impuestos ¿QUE VAMOS
A APRENDER
EN ESTE
CAPiTULO?
1 LOS PRIMEROS RECAUDADORES DE IMPUESTOS

l los efectos de los impuestos en la


oferta y la demanda
l Qué determina quién soporta

os
realmente el impuesto
l Los costes e ingresos de los
impuestos y por qué éstos generan un
coste superior al ingreso recaudado

iv
1 La diferencia entre impuestos
progresivos y regresivos y el trade-off

at
entre equidad y eficiencia
J La estructura del sistema fiscal de

uc
Estados Unidos

ed
En 1971 se estableció en Washington un impuesto sobre las destilerías de whisky que distor-
Se pueden sacar dos moralejas de esta
historia. La primera es que los impuestos
sionó los incentivos en el mercado y que fue ampliamente percibido como socialmente injusto. son necesarios, pues todos los gobiernos
La situación desembocó en una rebelión en 1794· necesitan dinero para desarrollar su actlvi·
es
dad Sin impuestos, los gobiernos no serian
capaces de ofrecer Jos serviCIOS que nece-
N 1794, TRAS VARIOS AÑOS DE AGRAVIOS, Sin embargo, la forma en que el impues- sllamos, desde la defensa nac10nal hasta
un grupo de agricultores indignados to se aplicó fue considerada profunda- los parques públicos. Sm embargo, los
fin

se rebeló. La respuesta del gobierno fue mente injusta. Las destilerías tenían que Impuestos tienen un coste que supera la
mortal las fuerzas gubernamentales dis- pagar una cantidad fija o pagar por galón. cam1dad de dinero pagada al gobierno Ello
pararon contra los agricultores matando a Las grandes destilerías podían permitirse se debe a que los impuestos distorsionan
varios antes de restablecer el orden. pagar cantidades fijas, pero las pequeñas los i ncentivos para que se lleven a cabo
Nadie se sor prenderla si le dijeran no podían y pagaban el impuesto por transacciones beneficiosas. Y ello lleva a
n

q ue se trataba de un episodio de la galón. Como consecuencia de ello, las la segunda moraleja: la política fisca l no
Revolución Francesa: pero no. este epi- pequeñas destilerías -agricultores que es fácil, es más, para la salud profesional
co

sodio tuvo lugar al oeste de Pensilvania destilaban w hisky para complementar sus de un político puede ser peligrosa. Esta
-un suceso que sacudió a la nación ingresos- pagaban como impuestos una historia también ilustra algunos aspectos
estadounidense y a su primer presidente, mayor proporción de sus ganancias que las cruc1ales de la política fiscal - aspectos
George Washington. Si b1en la Rebelión grandes destilerías. Además. en la frontera que los modelos económicos pueden clan-
so

del Whisky fue rápidamente reprimida. del oeste de Pensilvania. escaseaba el hcar Uno de los principios empleados para
cambió la política estadoumdense para dinero y el whisky se utilizaba a menudo gUiar la politica fiscal es la ehc1encta los
Siempre. como medio de pago. Al conseguir que las Impuestos deberían estar conceb1dos para
¿Qué provocó la rebelión? Los tmpues- pequeñas destilerías de¡aran de producir distorsionar lo menos posible los incenti-
U

tos Para afrontar una gran deuda tras la whisky, el i mpuesto redujo las ganancias vos. Pero la eficiencia económica no es lo
Guerra de Independencia y siendo incapaz de la economía local y los medios de pago úmco que interesa al diseñar 1mpuesLos.
de subir los i mpuestos de los bienes impor- con los que intercambiar otros bienes. Como la administración de Washington
tados. la administración de Washi ngton A pesar de que la rebelión contra el aprendió de la Rebelión del Whisky, es muy
siguió el consejo del Secretario del Tesoro impuesto del whisky fue finalmente sofoca- importante que un impuesto también sea
Alexander Hamilton y estableció un da. el partido polítiCO que apoyó el impues- considerado justo.
Impuesto sobre las destilelfas de whisky to - el Partido Federalista de Alexander La política fiscal siempre Lmplica un
en 1791 . El whisky era una beb1da muy Hamilton- nunca recuperó del todo su equilibno entre la búsqueda de la eficien-
popular entonces. asi que un impuesto popularidad La Rebelión del Whisky alla- cia y la equidad.
de ese tipo podría recaudar mucho. Al nó el cammo del nac1m1ento de un nuevo En este capítulo observaremos como
m1smo tiempo, el impuesto estimularía un partido poliuco: el Partido Republicano los Impuestos afectan a la efic1enc1a~y a la
comportamiento más responsable en los encabezado por Thomas Jefferson, que equidad, al tiempo que generan ingresos
jóvenes bebedores. eliminó el impuesto en 1800. para el gobierno.

181
182 PARTE 3 IND I V I DUOS Y MERCADOS

Un impuesto sobre el consumo es


un impuesto sobre las ventas de un La Economía de Los impuestos :
bien o servicio.
un primer vistazo
ara comprender en qué consiste la Economía de los impuestos es útil fijarse en
un tipo sencillo de impuesto como puede ser· el impuesto sobre el consumo -un
impuesto que grava cada unidad de bien o servicio vendido. La mayoría de los
ingresos recaudados en Estados Unidos provienen de otros tipos de impuestos, que
analizaremos más adelante en este capítulo. Sin embargo, los impuestos sobre el con-
sumo son muy comunes. Por ejemplo, hay impuestos sobre el consumo que afectan a
la gasolina, a l tabaco, a los camiones fabricados en el extranjero e, incluso, algunos
gobiernos Locales establecen impuestos sobre servicios tales como el alquiler de una
habitación de hotel. Las lecciones que aprendamos al estudiar los impuestos sobre el

os
consumo también se pueden aplicar a otros impuestos más complejos.

El efecto de un impuesto sobre el consumo

iv
en cantidades y precios
Supongamos que la figura 7-1 representa las curvas de oferta y demanda de alquiler

at
de habitaciones de hotel en la ciudad de Potterville y que todas las habitaciones son
iguales. Sin impuestos, el precio de equilibrio de una habitación es de 80 € y la canti-
dad de equilibrio de habitaciones por noche es de 10.000.

uc
El gobierno d e Potterville aplica un impuesto sobre el consumo de 40 € por h abi-
tación cada noche, es decir, cada noche que se alquile una habitación el dueño del
hotel tendrá que pagar al ayuntamiento 40 €. Por ejemplo, si un cliente paga 80 €,
ed
40 € se recaudan como impuesto correspondiendo al hotel los restantes 40 €. Como
consecuencia de ello, los hoteleros están dispuestos a ofrecer un número más bajo de
habitaciones para cualquier precio. '
¿Cómo afecta esto a la curva de oferta de habitaciones en Potterville? Para respon-
der a esta pregunta compararemos los incentivos de los hoteleros pre-impuesto (antes
es
del impuesto) con los incentivos post-impuesto (después del impuesto).
En la figura 7-1 observamos que antes del impuesto los hoteleros estaban dispues-
tos a ofrecer 5.000 habitaciones a un precio de 60 € cada una. Pero después de aplicar
fin

FIGU RA 7-1 La oferta y la demanda de habitaciones de hotel en Potterville

En ausencia de impuestos, el precio de equi- Predo de


n

librio de las habitaciones de hotel es de 80 € habitadón


por noche, y la cantidad de equilibrio es de de hotel
co

10.000 habitaciones alquiladas por noche, 140 e


como muestra el punto E. La curva de ofer-
ta, S, muestra la cantidad ofrecida para cual-
120
quier precio antes de aplicarse el impuesto.
A un precio de 60 € la noche, los propietarios
so

lOO S
del hotel están dispuestos a ofrecer 5.000
habitaciones, como muestra el punto B. Sin Predode _
embargo, una vez aplicado el impuesto, solo 80
equilibrio
U

están dispuestos a ofrecer el mismo numero


de habitaciones a 100 € por cada una: 60 € 60 D
como ingreso propio más 40 € destinados a
pagar el impu esto municipal. 40

20

o 5.000 10.000 15.000


Cantidad de
habitadones
Cantidad de de hotel
equilibrio
CAPITULO 7 I:OS IMPUESTOS 183

e l impuesto de 40 € por habitación estarán dispuestos a ofrecer la misma cantidad


de habitaciones, 5.000, siempre y cuando se paguen 100 e por cada una - 60 € como
ingreso para el hotel y 40 C en concepto de impuesto municipal. En otras palabras,
para que los hoteleros qu icran ofertar después del impuesto el mismo número de
habitaciones que antes del impuesto, deben recibir 40 e ad icionales, la cuantía del
impuesto. Esto implica que después de aplicar el impuesto la curva de oferta se des-
plaza hacia arriba en la c ua ntía del impuesto. Para cua lquier cantidad ofertada, el
precio de oferta (el precio que deben recibir los productores para producir una deter-
minada cantidad) ha aumentado 40 €.
En la figura 7-2 se refleja el desplazamiemo de la curva de oferta debido al
impuesto, donde S 1 es la curva de oferta pre-impuesto y S 2 , la curva post-impuesro.
Como se puede observar, el equilibrio del me1·cado ha pasado de E, con un prec io de
equilibrio de 80 € y 10.000 habitaciones, a A, con un precio de lOO € y sólo 5.000 habi-

os
tacio nes. El punto A evidentemente se encuenu·a tanto en la curva de demanda D
como en la nueva curva de ofena S 2 . En este caso, 100 € es el precio de demanda ele
5.000 habilaciones. aunque en rea lidad el hotel solo recibe 60 € si se tiene en cuenta
que tiene que pagar 40 C por el impuesto. Para los hote leros es como s i se encontraran

iv
en la curva de oferta inic ia l en el punto B.
Comprobémoslo una vez más. ¿Cómo sabemos que se ofertarán 5.000 habita-

at
ciones al precio de 100 <::cada una? Porque el precio neto de impuestos es 60 € y, ele
acuerdo con la curva de oferta origi nal, 5.000 habitac iones se ofertarán al precio de
60 C, tal y como muestra el punto 8 de la figura 7-2.

uc
Esto debería resultarnos familiar. En el capítulo 5 describimos los efectos de
una cuota sobr·e las ventas: una cuota establece una diferencia entre el precio que
pagan los consumidores y el precio que reciben Jos productores. Un impuesto sobre d
consumo hace lo mismo. Como consecuencia de ello los consumidores pagan más y
ed
los productores reciben menos. En nuestro ejemplo los clientes que alqui lan habita-
ciones acaban pagando 100 € por la habitación, 20 (;;más que el precio si no hubiera
impuestos, 80 €. Al mismo tie mpo, los productores (propietarios de los hoteles) reci-
e
ben una cantidad neta ele 60 por habitación, 20 € menos que los 80 € recibidos a ntes
del impuesto. Además, el impuesto s upone oportunidades perdidas: 5.000 potenciales
es

clientes que habrían pagado 80 e por una habitación, pero no 100 €, deciden no alqui-
lar habitación. De la misma manera, 5.000 habitaciones que habrían estado disponi-
bles a un precio de 80 €. dejan de estarlo si el hotel sólo recibe 60 €. Al igual que una
fin

FtGuRA 7-2 Un impuesto indirecto que recae sobre los propietarios de hotel
n

Un impuesto de 40 € que recae sobre Precio de


co

los propietarios de hotel desplaza la habitación


curva de oferta de s, a s2. un despla- de hotel
Lo curvo de oferto se
zamiento hacia arriba de 40 € . El precio t40 e desplazo hado arribo por
de equilibrio de las habitaciones de el importe del impuesto.
hotel sube de 80 € a 100 € por noche,
so

120
y la cantidad de habitaciones alquiladas
baja de 10.000 a 5.000 habitaciones. 100 sl
Aunque los propietarios de hotel son
Impuesto sobre
U

los que pagan el impuesto, en realidad


el consumo- 80
solo soportan la mitad de la carga del 40 € por habitación {
mismo: precio que obtienen por habi-
tación sólo baja 20 €, de 80 € a 60 €. 60 ... ........ ·•:B D
Los clientes soportan la otra mitad de
la carga impositiva: el precio que tienen 40
que pagar sube 20 € , de 80 € a 100 €.
20

o 5.000 10.000 15.000


Cantidad de
habitaciones de hotel
184 PARTE 3 INDIVIDUOS Y MERCADOS

La incidencia de un impuesto es la cuota, este impuesto provoca ineficiencia al distorsionar los incentivos y da lugar a
medida de quién soporta realmente el pérdida de transacciones mutuamente beneficiosas.
impuesto. Es importante reconocer que, tal y como hemos descrito aquí, el impuesto sobre el
hotel de Pottervílle es un impuesto que recae sobre los propietarios de los hoteles (los
productores) pero no sobre sus clientes (los consumidores). Pero el precio que reciben
los productores, neto del impuesto, sólo ha bajado 20 €, la mitad de la cuantía total del
impuesto; el precio que pagan los consumidores ha aumentado en 20 €. En la práctica,
la mitad del impuesto la están pagando los consumidores.
¿Qué pasaría si el ayuntamiento estableciera un impuesto sobre los consumido-
res? Esto es, supongamos que en lugar de que los hoteleros tengan que pagar 40 € por
cada ha bitación ofe1·tada, el ayuntamiento obligara a los consumidores a pagar un
impuesto de 40 € por cada noche que pasaran en el hotel. La respuesta aparece en la
figura 7-3. Si el cliente tiene que pagar un impuesto de 40 € por noche, entonces el pre-

os
cio de la habitación debe disminuir en 40 €, de modo que la cantidad de habitaciones
demandada una vez establecido el impuesto sea la misma que la cantidad demandada
antes de existir el impuesto. Vemos entonces cómo la curva de demanda se desplaza
hacia abajo en la cuantía del impuesto, de D 1 a D 2 .

iv
Para cada cantidad demandada, el precio de demanda (precio que se debe ofre-
cer para que el consumidor demande una cantidad concreta) se ve reducido en 40 €.

at
Ello desplaza el punto de equilibrio E a B, en el que 60 € es el precio de mercado
de las habitaciones y 5.000 es el número de habitaciones contratadas. De hecho, los
consumidores pagan 100 € si incluimos el impuesto. Así que desde el punto de vista

uc
de Jos consumidores, su situación es ig ual a encontrarse en el punto A de su curva de
demanda original. Si comparamos los figuras 7-2 y 7-3, rápidamente observaremos
que muestran el mismo efecto en el precio. En ambos casos los consumidores pagan
LOO € por una habitación, los productores reciben 60 € y las habitaciones contratadas
ed
son 5.000. De hecho, no imp.:>rta quién tenga la obligación legal de pagar el impuesto, el
resultado del equilibrio es el mismo.
Esta idea explica un principio general de la Economía de los impuestos: la inci-
dencia de un impuesto -quién realmente soporta la carga del impuesto- no es nor-
es
malmente una cuestión que se pueda responder preguntando quién paga al gobierno.
En este caso concreto, un impuesto de 40 € sobre una habitación de hotel provoca un
aumento de 20 € en el precio pagado por el consumidor y una reducción de 20 € en el
precio recibido por los productores. En este caso, independientemente de que el pago
fin

del impuesto recaiga legalmente sobre consumidores o productores, la incidencia del


impuesto se r eparte equitativamente entre ellos .

7-3 Un impuesto indirecto que recae sobre los clientes de hotel


n

FIGURA
--- --- ------------------~
co

Un impuesto de 40 € por habitación Predo de


que recae sobre los c lientes de hotel habitación
desplaza la curva de demanda de 0 1 a de hotel
0 2 , un desplazamiento hacia abajo por 140 €
valor de 40 € . El precio de equilibrio de
so

La curva de demanda
las habitaciones cae de 80 € a 60 € 120 se desplaza hacia abajo
por'noche, mientras que la cantidad de
en la cuantfa del impuesto.
habitaciones alquiladas se reduce de S
100
U

{
10.000 a 5.000. Aunque en este caso el
impuesto lo pagan formalmente los con- Impuesto sobre
el consumo- 80
sumidores, mientras que en la figura 7-2
40 € por habitación
el impuesto lo pagaban los productores,
el resultado es el mismo: una vez aplica- 60
do el impuesto, los propietarios de hotel
reciben 60 € por habitación, pero los 40
consumidores pagan 100 € . Este caso
ilustra un principio general: /a incidencia 20
de un impuesto indirecto no depende de
quién lo pague formalmente.
o 5.000 10.000 15.000
Cantidad de
habitaciones de hotel
-.
CAPÍTUL0 -7 LOS IMPUESTOS 185

La elasticidad precio y la incidencia de los impuestos


Acabamos de ver que el efecto de un impuesto sobre el consumo no depende de quien
tenga formalmente que pagarlo. En los ejemplos mostrados en las figuras 7-1 a 7-3,
el impuesto aplicado sobre las habitaciones tenía el mismo efecto en los productores
que en los consumidores, sin importar quién tuviera legalmente que pagarlo. Lo que
sí es necesario saber es que este reparto equitativo entre consumidores y productores
es consecuencia de los supuestos realizados en este ejemplo. En la vida real, la inci-
dencia de los impuestos no afecta en un 50% a ambas partes. Y es que, en general.
los impuestos inciden de manera distinta en cada uno de los grupos, afectando más
a uno de ellos.
¿Qué es lo que determina cómo se distribuye la carga de un impuesto sobre el
consumo entre los productores y los consumidores? La respuesta a esta pregunta
depende de la forma que tengan las curvas de oferta y demanda del bien o servicio

os
gravado. Concretamente, la incidencia de un impuesto sobre el consumo depende de la
elasticidad precio de la oferta y de la elasticidad precio de la demanda. Podemos verlo
estudiando, en primer lugar, el caso de un impuesto soportado fundamentalmente

iv
por los consumidores y, a continuación, el caso de un impuesto soportado principal-
mente por los productores.

at
Cuándo un impuesto sobre el consumo es soportado principalmente por
los consumidores La figura 7-4 muestra un impuesto sobre el consumo de gasoli·
na, de un euro por galón, que recae fundamentalmente sobre los consum idores. (En

uc
Estados Unidos, existe un impuesto federal sobre la gasolina, aunque solo es de 0,18 $.
Además los estados aplican un impuesto sobre el consumo que oscila entre 0,04 $ y
0,38 $ por galón). Tal y como muestra la figura, si no se aplicara ningún impuesto, el
galón de gasolin a se vendería por 2 $. ed
Dos importantes supuestos se reflejan en las formas de las curvas de oferta y
demanda de la figura 7-4. El primero es que la elasticidad precio de la demanda de
la gasolina es muy baja, por lo que la curva de demanda es casi una recta vertical.
Observe que una baja elasticidad pt·ecio de la demanda significa que, ante cualquier
es
cambio en el precio, la cantidad demandada varía muy poco. Y la segunda es que la
elasticidad precio de la oferta de la gasolina es muy alta, por lo que la curva de oferta
es casi plana. Una elevada elasticidad precio de la oferta significa que la cantidad
ofertada varía mucho al cambiar el precio -una característica de las curvas de oferta
fin

relativamente horizontales.
Como hemos aprendido, un impuesto sobre el consumo da lugar a que el precio que
pagan los consumidores y el precio reciben los productores difiera en una cuantía equi-
valente a la cantidad del impuesto. Ello hace que el precio pagado por los consumidores
n

aumente y el precio que reciben los oferentes se reduzca. Pero como se puede observar
co

FIGURA 7-4 Un impuesto sobre el consumo· pagado mayoritariamente por los consumidores

La pendiente pronunciada de la curva de demanda


so

Predo de
refleja una baja elasticidad precio de la demanda de la gasolina
gasolina. La inclinación casi inexistente de la curva (cada galón)
de oferta muestra que la elasticidad precio de la La carga del impuesto
U

oferta es alta. El precio de un galón de gasolina es 2,95 S recae principalmente


de 2 $ antes del impuesto; una vez aplicado, el pre- en Los consumidores.
cio sube 1 $. El precio pagado por los consumidores Impuesta sobre
aumenta 0,95 $ hasta 2,95 $, recayendo sobre ellos el consumo
la mayor parte de la carga del impuesto. Sólo una = 1 $ par galón
pequeña proporción del impuesto es soportada por 2,00
los productore s: el precio que reciben se ve reducido 1,95
sólo en 0,05 $,bajando hasta 1,95 $.

o Cantidad de gasolina (galones)


-------------- -·----
<
186 PARTE 3 IND I VIDUOS Y MERCA D OS

en la figura 7-4, la magnitud de estos dos efectos es muy diferente. El precio que reciben
los productores se reduce mínimamente, de 2 $baja a 1,9S $,pero el precio que pagan
los consumidores aumenta significativamente, en 0,9S $, desde 2 $ a 2,9S $. En este
caso, son los consumidores quienes asumen la mayor carga del impuesto.
Este ejemplo ilustra otro principio impositivo general: cuando la elasticidad precio
de la demanda es baja y la de la oferta es alta, la carga del impuesto recae principalmen-
te sobre los consumidores. ¿Por qué? Porque una elasticidad precio de demanda baja
significa que los consumidores tienen pocos bienes sustitutivos y escasas alternativas
a la gasolina, por lo que tienen que comprarla aunque sea a un precio mayor. Por el
contrario, una elevada elasticidad precio de la oferta significa que los productores tie-
nen muchos sustitutivos de producción de la gasolina (es decir, otros usos del petróleo
crudo del que se refina gasolina). Ello da a los productores una mayor flexibilidad a
la hora de aceptar, o no, precios más bajos por su producto.

os
Y, obviamente, es sobre el grupo con menor flexibilidad, en este caso los con-
sumidores, sobre el que recae la mayor parte de la carga del impuesto. Esto es una
buena descripción de cómo se distribuye la carga de los principales impuestos sobre
el consumo, como el del tabaco o el de las bebidas alcohólicas, entre consumidores y

iv
productores en Estados Unidos en la actualidad.
Cuándo un impuesto sobre el consumo es soportc:-do principalmente por

at
los productores La figura 7-5 muestra un ejemplo de un impuesto sobre el consu-
mo soportado principalmente por los productores, un impuesto de S € por aparcar el
vehículo en el centro de una pequeña ciudad. Si ese impuesto no existiera, el precio

uc
de equ ilibrio del mercado de aparcamiento sería de 6 €.
Suponernos que en este caso la elasticidad precio de la oferta es muy baja debido
a que las plazas de aparcamiento tienen pocas alternativas. Esto hace que la curva
ed
de oferta sea casi vertical. Por el contrario, suponemos que la elastic idad precio de la
demanda es elevada: los consu midores pueden cambiar fácilmente, en lugar de apar-
car en e l centro urbano aparcar en otro lugar, a pocos minutos a pie, y no gravado por
el impuesto. E llo hace que la curva de demanda sea bastante horizontal.
El impuesto abre una brecha entre el precio que pagarán los consumidores y el
es
precio que reciben los oferentes. En este ejemplo, el impuesto es la causa de que el pre-
cio para los consumidores aumente tan solo de 6 € a 6,50 € . Sin embargo, los oferentes
dejarán de recibir más d inero, pues su ingreso se reduce de 6 € a 1,50 €. Al fina l, los
consumidores sólo pagan O,SO € de los S € del impuesto, mientras que los productores
fin

asumen los restantes 4,SO €.


Este ejemplo muestra otro principio general de la teoría impositiva: cuando la
elasticidad precio de la demanda. es elevada y la de la oferta es baja, entonces la. mayor
parte de la carga de un impuesto sobre el consumo recae sobre los productores. Un ejem-
n

plo tomado de la realidad lo proporciona el impuesto sobre la compra de viviendas


usadas. Antes de que el inercado inmobiliario se colapsara en 2007, el precio de las
co

FIGURA 7-5 Un impuesto sobre el consumo pagado mayor!!ariamen!e por los productores
so

la yurva de demanda casi horizontal refleja la alta Predo de


elasticidad precio de la demanda de aparcamiento aparcamiento S
en el centro de la ciudad. Por su parte, la pronuncia-
U

da inclinación de la curva de oferta indica una baja


elasticidad precio de la oferta. Antes del impuesto se 6,50 €
pagaba por aparcar en el centro 6 €, ahora hay que 6,00
añadirle un impuesto de 5 €. El precio que obtienen
los productores cae bastante, hasta 1,50 € , lo que Impuesto sobre
muestra que son ellos quienes pagan la mayor parte el consumo
de la carga impositiva. El precio que pagan los con- = 5 € por
sumidores sube una pequeña cantidad de 0,50 € , aparcamiento
hasta 6,50 €, soportando una parte menor de la
carga impositiva.
1,50

o Cantidad de aparcamientos
<:
CAPÍTULO 7 LOS IMPUESTOS
~--~~~~~~~--~~~~--~~--~
187 ~

viviendas en muchas ciudades estadounidenses se había incrementado considerable-


mente. Ello se debió a que las familias con más recursos comenzaron a mudarse a
lugares más atractivos y a comprar casas ocupadas originalmente por individuos en
peor situación económica. Algunas ciudades aplicaron un impuesto sobre la venta de
viviendas con el objetivo de obtener recursos de los nuevos vecinos. Sin embargo, esta
polftica ignoró el hecho de que la elasticidad precio de la demanda de viviendas suele
ser a lta debido a que los compradores tienen la a lternativa rea l de comprar en otro
luga r. Además, la elasticidad precio de la oferta suele ser baja. ya que muchos vende-
dores de ben vender sus viviendas a nte un cambio de empleo o para obtener fondos
de cara a la jubilación. Como consecuencia de ello, los impuestos sobre la compra de
viviendas usadas suelen ser pagados por vendedores de baja renta, y no, como creen
muchos funcionarios municipales, por compradores ricos.

os
En resumen Ya hemos visto que cua ndo la elasticidad precio de la oferta es alta y la
de la demanda es baja, un impuesto sobre el consumo es pagado principalmente por
los consumidores. Cuando la elas ticidad precio de ofer·ta es baja y la de la demanda
es a lta, entonces son los productores los que soportan la mayor carga del impuesto.

iv
Esto nos lleva a la s igu iente regla general: cuando la elasticidad precio de la demanda
es más alta que la elasticidad precio de la oferta, entonces los impuestos sobre el con -

at
sum o afectan, en mayor medida, a los productores. Cuando la ela sticidad precio de la
oferta es 111ás alta que la elas1icidad precio de la dema11da, eniOIICes los impues1os sobre
el COIISIIIIIO a{ecwn en mayor medida a los consumidores. Es, por tanto, la elasticidad,

uc
y no quién paga el impuesto legalmente, la que deter-mina su incidencia.

[J!l tKm[t]: 1f!i#MM•RI ed


¿QUIÉN PAGA LAS COTIZACIONES A LA SEGURIDAD
SOCIAL?

T odo el que trabaja por cuenta ajena r·ecibe una nóm ina a finnl de mes en la que se
es
detalla no solo el dinero recibido s ino también lo que se le ha deducido para el pago
de distintos impuestos. Para la mayoría de los estadounidenses. uno de estos impues-
tos, que supones una parte muy importante del total de impuestos pagados, es la FTCA
(Federal Insurance Contributions Act}, que son las cotizaciones a la Seguridad Social.
fin

Éstas se descuentan del salario de los trabajadores para financiar la Seguridad Social y
otros programas, como el denominado Medicare (asistencia médica a la ter·cera edad).
En 2010. la mayoría de los trabajadores estadounidenses pagó el 7,65% de sus ingresos
en concepto de cotizaciones a la Seguridad Socia l (en 201 1 se produjo una reducción
temporal en el porcentaje de los trabajadores). Pero esto es sólo la mitad del total de las
n

cotizaciones: los empresarios paga n una cantidad igual.


co

¿Qué debemos pensar, ento nces, sobre el reparto de las cotizac iones a la Seguridad
Socia 1? ¿Están realmente rcpart idas equitativamente entre empresa ríos y trabajadores?
Podernos utilizar nuestro análisis previo pm·a responder a esta pregunta, dado que las
cotizaciones a la Seguridad Social son similares a los impuestos sobre el
consumo-, equivalen a un impuesto sobre la venta y la compra del factor
so

trabajo. La mitad de las cotizaciones t·ecaen sobre los oferentes, es decir, los
trab"ajadm·es, y la otra mitad sobre los demandantes, es decir, los empresa-
rios. Pero ya sabemos que la incidencia del impuesto no depende realmente
de quién desembolse el impuesto. Casi todos los econom istas están de
U

acuerdo en que son los trabajadores y no los empresarios los que soportan
la mayor parte de las cotizaciones a la Seguridad Social. La razón por la
que se ha llegado a esta conclusión se encuentra en la comparación de las
elasticidades precio de la oferta de trabajo por parte de las familias y la de
la demanda de trabajo por parte de las empresas. La evidencia muestra que
la elasticidad precio de la demanda de trabajo es alta, como mínimo 3. Esto
es, un aumento de un 1% en el salario medio de los trabajadores reduciría
en, al menos, el 3% las horas de trabajo demandadas por los empresarios.
Los economistas especializados en el análisis del mercado de u-abajo creen
que la elasticidad precio de la oferta de trabajo es baja. La razón es que, a
pesar de que la bajada de salarios reduce el incentivo a trabajar más horas,
también hace a la gente más pobre y menos capaz de permitirse tiempo de Al contrario de toque se suele pensar, son las cotiza -
ocio. La intensidad de este segu ndo efecto se refleja en los datos: el número ciones a la Seguridad Social, no los impuestos sobre
de horas que la gente está dispuesta a trabajar apenas disminuye. si es que la renta, las que reducen más intensamente la cua ntia
lo hace, cua ndo se reduce el sa lario por hora. de la renta del 70% de los estadounidenses.
V

186 PARTE 3 INDIVIDUOS Y MERCADOS

en la figura 7-4,1a magnitud de estos dos efectos es muy diferente. El precio que reciben
los productores se reduce mínimamente, de 2 $baja a 1,95 $,pero el precio que pagan
los consumidores aumenta significativamente, en 0,95 $, desde 2 $ a 2,95 $. En este
caso, son los consumidores quienes asumen la mayor carga del impuesto.
Este ejemplo ilustra otro principio impositivo general: cuando la elasticidad precio
de la demanda es baja y la de la oferta es alta, la carga del impuesto recae principalmen-
te sobre los consumidores. ¿Por qué? Porque una elasticidad precio de demanda baja
significa que los consumidores tienen pocos bienes sustitutivos y escasas a lternativas
a la gasolina, por lo que tienen que comprarla aunque sea a un precio mayor. Por el
contrario, una elevada elasticidad precio de la oferta significa que los productores tie-
nen muchos sustitutivos de producción de la gasolina (es derJr, otros usos del petróleo
crudo del que se refina gasolina). Ello da a los productores una mayor fl exibi lidad a
la hora de aceptar, o no, precios más bajos por su producto.

os
Y, obviamente. es sobre el grupo con menor flexibilidad, en este caso los con-
sumidores, sobre el que recae la mayor parte de la carga del impuesto. EstO es una
buena descripción de cómo se distribuye la carga de los principales impuestos sobre
e l consumo, como el del tabaco o el de las bebidas alcohó licas, entre consum idores y

iv
productores en Estados Unidos en la actualidad.
Cuándo un impuesto sobre el consumo es soportado principalmente_por

at
los productores La figura 7-5 muestra un ejemplo de un impuesto sobre el consu-
mo soportado principalmente por los productores, un impuesto de 5 € por aparcar el
vehículo en el centro de una pequeña ciudad. Si ese impuesto no existiera, el precio

uc
de equilibrio de l mercado d e apa rcamiento sería de 6 €.
Suponemos que en este caso la elasticidad precio de la oferta es muy baja debido
a que las plazas de aparcamiento tienen pocas alternativas. Esto hace que la curva
ed
de oferta sea casi vertical. Por el contrario, suponemos que la elasticidad precio de la
demanda es elevada: los consumidores pueden cambiar fácilmente, en lugar de apar-
ca r en el centro urbano aparcaren otro lugar. a pocos minutos a pie, y no gravado por
el impuesto_ Ello hace que la CLirva de demanda sea bastante horizontal.
El impuesto abre una brecha entt-e el precio que pagarán los consumidores y el
es
precio que reciben los oferentes. En este ejemplo, el impuesto es la causa de que el pre-
cio para los consumidores aumente tan solo de 6 € a 6,50 €. Sin embargo, los oferentes
dejarán de recibir más dinero, pues su ingreso se reduce de 6 € a 1,50 €. Al final, los
consumidores sólo pagan 0,50 € de los S € del impuesto, mie ntras que los productores
fin

asumen los restantes 4,50 €.


Este ejemplo muestra otro principio general de la teoría impositiva: cuaudo la
elasticidad precio de la demanda es elevada y la de la oferta es baja, emonces la mayor
parte de la carga de 1111 impuesto sobre el consumo recae sobre los productores. Un ejem-
n

plo lomado de la realidad lo proporciona el impuesto sobre la compra de viviendas


usadas. Antes de que el mercado inmobiliario se colapsara en 2007, el precio de las
co

FIGURA 7-5 Un impuesto sobre el consumo pagado mayoritariamente por los productores
so

La curva de demanda casi horizonta.l refleja la alta Predo de


elasticidad precio de la demanda de aparcamiento aparcamiento S
en el centro de la ciudad_ Por su parte, la pronuncia-
U

da inclinación de la curva de oferta indica una baja


elasticidad precio de la oferta. Antes del impuesto se 6,50 E
pagaba por aparcar en el centro 6 €, ahora hay que 6,00
ailadirle un impuesto de 5 € . El precio que obtienen
los productores cae bastante, hasta 1,50 €, lo que Impuesto sobre
muestra que son ellos quienes pagan la mayor parte el consumo
de la carga impositiva. El precio que pagan los con- • 5 E por
sumidores sube una pequel\a cantidad de 0,50 €, aparcamiento
hasta 6,50 €, soportando una parte menor de la
carga impositiva.
1,50

o Cantidad de aparcamientos
CAPÍTULO 7 LOS IMPUESTOS 187

viviendas en muchas ciudades estadounidenses se había incrementado considerable-


mente. Ello se debió a que las familias con más recursos comenzaron a mudarse a
lugares más atractivos y a comprar casas ocupadas originalmente por individuos en
peor situación económica. Algunas ciudades aplicaron un impuesto sobre la venta de
viviendas con el objetivo de obtener recursos de los nuevos vecinos. Sin embargo, esta
política ignoró el hecho de que la elasticidad precio de la demanda de viviendas suele
ser alta debido a que los compradores tienen la alternativa real de comprar en otro
lugar. Además, la elasticidad precio de la oferta suele ser baja. ya que muchos vende-
dores deben vender sus viviendas ante un cambio de empleo o para obtener fondos
de cara a la jubilación. Como consecuencia de ello, los impuestos sobre la compra de
viviendas usadas suelen ser pagados por vendedores de baja renta, y no, como creen
muchos funcionarios municipales, por compradores ricos.
En resumen Ya hemos visto que cuando la elasticidad precio de la oferta es alta y la

os
de la demanda es baja, un impuesto sobre el consumo es pagado principalmente por
los consumidores. Cuando la elasticidad precio de oferta es baja y la de la demanda
es alta, entonces son los productores los que soportan la mayor carga del impuesto.

iv
Esto nos lleva a la siguiente regla general: cuando la elasticidad precio de la demanda
es más alta que la elasticidad precio de la oferta, entonces los impuestos sobre el con-
sumo afectan, en mayor medida, a los productores. Cuando la elasticidad precio de la

at
oferta es más alta que la elasticidad precio de la demanda, entonces los impuestos sobre
el consumo afectan en mayor m.edida a los consumidores. Es, por tanto, la elasticidad,
y no quién paga el impuesto legalmente, la que determina su incidencia.

uc
[1B ((e]: [e]~ tiljiM+fl•liJ
1

iQUIÉN PAGA LAS COTIZACIONES A LA SEGURIDAD


SOCIAL?
ed
T odo el que trabaja por cuenta ajena recibe una nómina a final de mes en la que se
detalla no solo el dinero recibido sino también lo que se le ha deducido para el pago
es
de distintos impuestos. Para la mayoría de los estadounidenses, uno de estos impues-
tos, que supones una parte muy importante del total de impuestos pagados, es,la FICA
(Federal Jnsurance Contributions Act), que son las cotizaciones a la Seguridad Social.
fin

Éstas se descuentan del salario de los trabajadores para financiar la Seguridad Social y
otros programas, como el denominado Medicare (asistencia médica a la tercera edad).
En 2010, la mayoría de los trabajadores estadounidenses pagó el 7,65% de sus ingresos
en concepto de cotizaciones a la Seguridad Social (en 2011 se produjo una reducción
temporal en el porcentaje de los trabajadores). Pero esto es sólo la mitad del total de las
n

cotizaciones: los empresarios pagan una cantidad igual.


¿Qué debemos pensar, entonces, sobre el reparto de las cotizaciones a la Seguridad
co

Social? ¿Están realmente repartidas equitativamente entre empresarios y trabajadores?


Podemos utilizar nuestro análisis previo para responder a esta pregunta, dado que las
cotizaciones a la Seguridad Social son similares a los impuestos sobre el
consumo-, equivalen a un impuesto sobre la ,renta y la compra del factor
so

trabajo. La mitad de las cotizaciones recaen sobre los oferentes, es decir, los
tr.abajadores, y la otra mitad sobre los demandantes, es decir, los empresa-
rios. Pero ya sabemos que la incidencia del impuesto no depende realmente
de quién desembolse el impuesto. Casi todos los economistas están de
U

acuerdo en que son los trabajadores y no los empresarios los que soportan
la mayor parte de las cotizaciones a la Seguridad Social. La razón por la
que se ha llegado a esta conclusión se encuentra en la comparación de las
elasticidades precio de la oferta de trabajo por parte de las familias y la de
la demanda de trabajo por parte de las empresas. La evidencia muestra que
la elasticidad precio de la demanda de trabajo es alta, como mínimo 3. Esto
es, un aumento de un 1% en el salario medio de los trabajadores reducitia
en, al menos, el 3% las horas de trabajo demandadas por los empresarios.
Los economistas especializados en el análisis del mercado de trabajo creen
que la elasticidad preci.o de la oferta de trabajo es baja. La razón es que, a
pesar de que la bajada de salarios reduce el incentivo a trabajar más horas,
también hace a la gente más pobre y menos capaz de permitirse tiempo de
Al contrario de lo que se suele pensar, son las cotiza·
ocio. La intensidad de este segundo efecto se refleja en los datos: el número dones a la Seguridad Social, no los impu estos sobre
de horas que la gente está dispuesta a trabajar apenas disminuye, si es que la renta, las que reducen más intensamente la cuantía
lo hace, cuando se reduce el salario por hora . de la renta del 70% de los estadounidenses.
188 PARTE 3 INDIVIDUOS Y MERCADOS

Nuestra regla general sobre la inc idenc ia del impuesto afi rma que cuando la elas-
ticidad precio de la demand a es mucho más alta que la elasticidad precio de la oferta,
Un impuesto sobre el consumo da la carga de un impuesLO sobre el consumo recae principalmen te en los p roductores.
lugar a una diferencia entre el precio Las cot izaciones a la Seguridad Social no son una excepción, por lo que recaen
que pagan los consumidores y el principalmente en los trabajadores, a pesar de q ue sobre el papel se su ponga que los
precio obtenido por los productores, empresarios pagan la mitad. En otras palabras, las cotizaciones a la Seguridad Social
lo que se traduce en una caída en la
las pagan en su mayor parte Jos trabajadores en forma de salarios más bajos e n lugar
cantidad intercambiada. El impuesto
de los e mpresarios a través de meno res beneficios.
crea ineficiencia al distorsionar los
Esta conclusión nos revela algo impon ante sobre el sistema tributario estadouni-
incentivos y disminuir las transaccio-
nes realizadas.
dense: las cot izaciones a la Seguridad Socia l, en lugar de los ta n denostados impuestos
sobre la renta, son la principal carga fisca l de gran parte de las famiüas. La mayoría de
La incidencia de un impuesto sobre
los trabajadores contri buye a las cotizaciones a la Segu ridad Social en un 15,3% de s us
el consumo no depende de en quien
salarios, unos 106.800 $ a l año (observe que 7,65% + 7,65% = 15,3%). Esto implica que

os
recaiga formalmente, sino de las
elasticidades precio de la oferta y de la mayoría de los trabajadores en Estados Un idos destina el 15,3% de su salario a pagar
la demanda. las cotizacio nes a la Seguddad Socia l. Solo una minoría de familias estadounidenses
Cuánto más alta sea la elasticidad destina más del 15% de sus ingresos a paga r· el impuesto sobre la renta. De hecho, de

iv
precio de la oferta y más baja la de acuerdo con estimacio nes de la Oficina Presupuesta ria del Congreso, para más del 70%
la demanda, la mayor parte de la de fami lias las cotizaciones a la Seguridad Social son la principal exacción.
carga impositiva recaerá sobre los

at
consumidores. Cuánto más baja sea
la elasticidad precio de la oferta y
más alta la de demanda, mayor será

uc
la carga impositiva que recaerá sobre
los productores. 1. Considere el mercado d e mantequilla representado en la fig ura que acompaña este texto.
El gobierno establece un impuesto sobre el consumo de 0,30 € por cada kilo de manteq ui-
ed
lla. ¿Cuál será el precio pagado por los consumidores tras el estab lec imiento del impuesto?
¿c uál será la cantidad de mantequilla intercambiada? ¿cómo incidirá el impuesto sobre con-
sumidores y productores? Expllquelo g ráficamente.
2. La demanda de libros de Economía es muy inelástica pero la oferta
Precio de ta
es algo elástica. ¿Qué supone esto para la inc idenc ia de un impues-
es
mantequilla
(p or kilo) to sobre el consumo de estos libros? Expliquelo g ráficamente.
1,40€ S
3. ¿verd adero o falso? Cuando un sustitutivo d e un b ien está dispo-
1,30 nible para los consumidores y al mismo tiempo los productores tie-
1,20
fin

1,10 nen dificultad es para ajustar la cantidad ofertada d el bi en, entonces


1,00 la incidencia de un impuesto sobre el consumo recae fundamental-
0,90 mente sobre los productores.
0,80
0,70 4. La oferta de agua mineral embotellada es muy inelástica pero su
0.60
n

demanda es bastante elastica. ¿Qué supone esto p ara la inc iden-


~,r'~--LJ~~--~~--L-~~--LJ~-- cia de un impuesto? Expliquelo grá.ficamente.
co

0 6 7 8 9 10 11 12 13 14
5. ¿verdadero o falso? Manteniendo constante el resto de variables, los
Canti dad de mantequilla (millones de ki los)
consumidores preferirían encontrarse con una curva de oferta menos
elastica para un detenninado bien o servicio, cuando se establece un
impuesto sobre el consumo.
so

Puede encontrar las soluciones al final del libro.

.F
., Los ingresos y los costes de Los impuestos
U

1:"
;-;-;-'
••
• t uando el gobierno se plantea aplica r un nuevo impuesto o red iseñar el sistema
fisca l del país, d ebe analizar los ingresos y los costes derivados de las d istin-
tas alternativas. Es cierto que no solemos considerar los impuestos como una
herramienta d iseñada para obtener ingresos, pero e l gobierno necesita d inero para
suministrar a los ciudadanos determinados bienes y scr·vicios, como la defensa nacio-
nal y la asiste ncia sanita d a a los más desfavorecidos. Los impuestos perm iten a los
gobiernos obtener ingresos para poder paga r tales servicios. Desafortunadamente,
estos ingresos suelen generar un coste su perior a la c ua ntía pagad a por consumjd ores
y productores. Echemos primero u n vistazo a los elementos q ue determinan la canti-
dad de d inero que u n impuesto recauda y más a delante el coste q ue genera.

Los ingresos de un impuesto sobre el consumo


¿Oué impues10s le gus10ría ver apli- ¿Cuánto dinero recauda el gobierno con un impuesto sobre el consu mo? En el ejemplo
carlos a otras perso11as? del ho tel, el ingr eso obtenido es igua l a l á rea del rectá ngulo colo reado e n la fi gura 7-6.
CAPiTlJLO 7 LOS IMPUESTOS 189

FIGURA 7-6 El ingreso de un impuesto sobre el consumo

La recaudación que se obtiene de un Precio de


impuesto de 40 € sobre el consumo de habitación
habitaciones de hotel es de 200.000 € . Es de hotel
el resultado de multiplicar 40 € , la diferencia 140 e
entre los precios de oferta y de demanda, por
el número de nabitaciones alquiladas, 5.000. 120
Es igual al área del triángulo sombreado.
100 S
Impuesto sobre el
consumo • 40 E
por hobitad6n { 80

60

os
1 40
D

20

iv
o 5.000 10.000 15.000

at
Cantidad de habitaciones de hotel

uc
ed
Para ver por qué este área representa el ingreso recaudado por un impuesto de
40 € sobre las habitaciones de hotel. debemos observar que la altura del rectángulo es
de 40 €, igual al impuesto por habitación e igual a la diferencia entre el precio de la
orcrta (cantidad recibida por los productores) y el precio de demanda (lo que pagan
los consumidot·es). El ancho del rectángulo es de 5.000 habitaciones, que es la canti-
es

dad de equi librio dado un impuesto de 40 t:. Con esla información podemos realizar
los s iguientes cá lcu los:
El ing reso recaudado es:
fin

Recaudación fiscal= 40 e pot• noche X 5.000 habitaciones= 200.000 e


El área del rcctúngulo es:
n

Área = a lto X ancho = 40 C por habitación X 5.000 ha bitaciones= 200.000 €


co

Recaudación= área coloreada del rectángulo


so

Este C.<; un principio general: la recaudación obtenida por Ll/1 impuesto sobre el
consumo es igual al área del rec1ángulo cuya ai/Ura es la diferencia i111positiva entre las
c urvas de oferta y demanda, y cuyo ancho es la calltidad imercambiada bajo el impuesto.
1
U

Tipos impositivos e ingresos


En la figura 7-6, el impuesto aplicado sobre las habitaciones de ho tel es de 40 €. Un
tipo impositivo indica la ca ntidad de impuesto que recae sobre cada unidad que está
s iendo gravada. En ocasiones e l tipo impositivo se establece en unidades moneta-
rias por unidad d e bien o servic io obje to de gravamen, por ejemplo: 2,46 € por cada
paquete de ta baco vendido. En o tros casos, se de fin e como porcentaje del o bjeto de
g ravamen: en EE. UU. el impuesto sobre la nómina supone el 15,3% de los ingresos
del trabajador hasta 106.800 $a l año.
Existe una relación obvia entre tipos impositivos y recaudación, sin embargo, esta
relación no es de uno-a-uno. En general , duplicar el impuesto sobre el cons umo de
un bien o servicio no duplica rá la ca ntidad recaudada, ya que el impuesto reducirá El tipo impositivo indica la cantidad
la cantidad d emandad a del bien o servicio. l ncluso la relación no tiene por qué ser de impuesto que los individuos deben
positiva: en a lgunos casos, a umenta r e l impuesto pued e llegar a reducir los ingresos pagar por unidad de bien o servicio
recaudad os por el sector público. gravado.
190 PARTE 3 IN DIVIDUOS Y MERCADOS

Podemos explicar esto volviendo al ejemplo de las habitaciones de hotel. La figu-


ra 7-6 muestra el ingreso que el gobierno obtiene a partir de un impuesto de 40 € sobre
el consumo de habitaciones de hotel. La figura 7-7 refleja el ingreso que obtendría el
gobierno a partir de dos cantidades distintas: un impuesto más bajo, de 20 € por cada
habitación, y otro de 60 €.
El gráfico a) de la figura 7-7 muestra el caso de un impuesto de 20 €. Con este
impuesto más bajo, se alquilan 7.500 habitaciones lo que genera una recaudación de:

Recaudación = 20 € por habitación x 7.500 habitaciones = 150.000 €


Observe que la r ecaudación obtenida co~ el impll&!sto de 40 € es de 200.000 €, así
que el ingreso derivado del impuesto de 20 € es sol~ el 75% de la cantidad obtenida
cuando el impuesto es el doble (150.000 €/ 200.000 x 100 = 75%). Para expresarlo de
otra manera, un incremento del 100% en el impuesto, de 20 € a 40 € por habitación,

os
supone solo un tercio, 33%, de incremento en los ingresos, de 150.000 € a 200 000 €
((200.000 €- 150.000 €)/ 150.000 € X 100 = 33,3%).
El gráfico b) muestra qué ocurre si el impuesto pasa a ser de 60 € en lugar de
40 €: el número de habitaciones alquiladas se reduce de 5.000 a 2.500, y el ingreso

iv
recaudado es de:

at
Recaudación = 60 € por habitación x 2.500 habitaciones = 150.000 €.

Esta cantidad es igualmente menor que la recaudada con un impuesto de 40 €,

uc
por lo que subir el tipo de 40 € a 60 € reduce la recaudación. Para ser más exactos, en
este caso, aumentar el impuesto en un 50% ((60 € - 40 €)/ 40 € x 100 = 50%) reduce

ed
FIGURA 7-7 Tipos de gravamen y recaudación
es

(a) Un impuesto sobre el consumo de 20 € (b) Un impuesto sobre el consumo de 60 €


Precio de
. 'de
Precio
habitación habitación
fin

de hotel de hotel
140 € 140 €

120 120

¡
110
n

Impuesto 5 Impuesto 5
sobre el 90 sobre el
{
co

consumo 80 consumo 80
• 20 € por 70 = 60 € por
habitación o habitación D
50
40 40
so

20 20

o 5.000 7.500 10.000 15.000 o


U

2.500 5.000 10.000 15.000


Cantidad de habitaciones de hotel Cantidad de habitaciones de hotel

En térm inos generales, duplicar el impuesto sobre un figura 7-6. El ingreso recaudado, que es igual al área
bien o servicio no supondrá recaudar el doble, dado que del triángulo sombreado, es de 150.000 €, tres cuartas
la subida del impuesto reducirá la cantidad intercam- partes de la recaudación obtenida con un impuesto de
biada. La relación entre el impuesto por habitación y la 40 €. El gráfico b) refleja que la recaudación obtenida
cuantfa recaudada puede incluso no ser positiva. El grá- con un impuesto de 60 € es de 150.000 €. Por lo tanto,
fico a) muestra la recaudación obtenida con un impuesto subir el impuesto de 40 € a 60 € en realidad supone un
de 20 € por habitación, la mitad del aplicado en la descenso en la cantidad recaudada.
CAPiTULO 7 LOS IMPU EST OS 191

la recaudación obten ida e n un 25% (( 150.000 € - 200.000 €)/ 200.000 € x 100= - 25%).
¿Por qué ha s ucedido esto? Po rque la caída de la demanda de habitaciones tiene un
efecto mayor sobre la recaudación que el increm ento del impuesto. Dicho con otras
palabras, establecer un impuesto demasiado alto, puede hacer que la reducción del
número di! transacciones disminuya el ingreso impositivo total.
Incrementar un impuesto sobre el consumo a(ecta a la recaudación del impuesto
de dos maneras. Por un lado, subir el impuesto sig nifica que el gobierno obtendrá
más ingresos por cada unidad vendida, lo que, manteniendo el resto de va riables
constantes, aumen taría la recaudación. Por otro lado, s ubir el impuesto reduce la
cantidad ve ndida, lo que genera una reducción en la recaudación total. El resultado
final depende tanto de las elasticidades precio de la oferta y la demanda, como d el '.
nivel inic ial del impuesto. Si ambas elasticidades son bajas. el inc reme nto del impues-
to no reduc irá demas iado In cantidad de bien vendida, por lo que el ing reso tributario

os
aumenwrá. Si las elastic idades son elevadas, el resultad o está me nos claro: s i son lo
s uficiente mente a ltas, una s ubida del impuesto reducirá bas tan te la ca ntidad vendida
y, por tanto, el ingreso. A s u ve%, s i el impuesto inic ial es bajo, el gob ie rno no perderá
g raneles ing resos si se reduce la cantidad vendida, por lo que una s ubida d el impuesto

iv
aumentará el ingreso recaudado. Si el impuesto es alto, el resu ltad o es inc ie n o. Es
proba ble que la recaudac ión s uba o baje muy poco al aumentar el impuesto, sie mpre

at
que las elasticidades y los impuestos sean elevados.
La posibilidad de que un impuesto más elevado pueda reducir la recaudación, y
la correspondie nte a lte rna ti va de que una bajada del impuesto pueda aumen ta rl a.

uc
es un princ ipio básico de la fisca lidad que los políticos tienen en cuenta a la hora de
establecer los impuestos. En o tras palabras, cuando se estudia la posibilidad de apli-
car un nuevo impuesto con el objeti vo de obtener mayores ingresos (al contrario que
otros impues tos pensados para disuadir comportamientos no deseados. denominados
ed
"impuestos sobre el pecado"), un político bien informado no establecería un impuesto
tan alto que impidiera el aumento de la recaud ación total del impuesto. Es cieno que,
en el mundo real, los políticos no siempre están bien informados. pero genera lmente
no desconocen esta ci rcunstancia. Esta es la razón por la cua l es tan difkil encontrar
es
ejemplos reales de subidas de impuestos que disminuyan la recaudación o ele bajadas
que generen mayores ing resos. 'o obstante, la posibilidad teórica de que una bajada
de impuestos aumen te la ca ntidad recaudada ha tenido una g ran influenc ia en la polí-
tica estadounide nse. Ta l y como se explica en "Para mentes inquietas", un economista
fin

de los años 70 explicó e n una servilleta el impacto positivo sobre los ingresos fisca les
que se podría derivar de una bajada de impuestos. Su análisis tuvo un s ignificativo
impacto e n la política económ ica estadounidense d e los ai'ios ochenta.
n
co

PARA MENTES INQUIETAS 1


LA CURVA DE LAFFER

Una tarde de 1974, el economista Arthur un punto en el que los tipos impositivos ¿ Existe, entonces, la curva de Laffer?
so

Lafler se reunió con Jude Wanniski, un son tan altos que el número de transaccio- Sí; desde el punto de vista teórico es
périodista del Wall Street Journal, y con nes disminuye y con ello, la recaudación perfectamente posible que los impues-
Dick Cheney. por entonces Director impositiva. tos sean tan altos como para que una
General de la Casa Blanca y que luego No habla nada de nuevo en esta idea, bajada de los mismos aumente el ingreso
U

fue vicepresidente, para tomar una copa. pero años más tarde esa servilleta se con- recaudado. Sin embargo, hoy en día muy
En el transcurso de la conversación, Laffer vertiría en toda una leyenda. Los redac- pocos economistas creen que la bajada
dibujó un grálico sobre una servilleta para tores del Wall Street Journal empezaron de impuestos de Reagan aumentara los
explicar cómo un recorte de impuestos a promocionar la "curva de Lafler". como ingresos, y es que es dificil encontrar
podía dar lugar, en determinados casos, justificación teóñca de recortes impositi- ejemplos en la vida real en los que los
a una mayor recaudación. De acuerdo vos. Y cuando Ronald Reagan se convirtió ingresos totales y los tipos impositivos
con el grálico de Laffer, el aumento de los en presidente utilizó la curva de Laffer se comporten de manera inversa. Por
tipos impositi vos incrementa inicialmente para argumentar que los recortes del tipo esta razón es muy complicado encontrar
la recaudación, pero más allá de un cierto impositivo del impuesto de la renta que un tipo impositivo tan alto como para que
nivel, a medida que el tipo de impositivo propon la no reducirlan la cantidad total su reducción genere un incremento de la
sube, la recaudación baja. Esto es, llega recaudada por el gobierno. recaudación.
192 PART E 3 INDIVIDUOS Y M ERCADOS

Los costes de la imposición


¿Qué ente ndemos por el coste ele un impues to? Seguramente Vd. se sienta te ntado a
responder que es el dine ro que los contribuyentes pagan a l gobierno. En otras pa la-
bras, pode mos pensar que e l cost e de un impuesto es igual a la cantida d recaudada.
Pero supongamos que el gobierno utiliza dic ha recaudación para proporcionar a los
contribuyentes los sen•icios que desean. O, incluso, supongamos que el gobierno deci-
de devolver esa cantidad recaudada a los contribuyentes. ¿pl)dríamos decir que en
estos casos el impuest o no ha costado nada?
La respuesta es no. Y es que un impues to. del mismo modo que sucede con las
cuotas, evita que a lgunas transacciones muwamen!\: beneficiosas e produzcan.
Volvamos a la figura 7-6 una vez más. En este caso, con un impuesto de 40 € sobre
las habitacio nes de hotel, los d ien tes pagan 100 € por cada una de ellas, pero los pro-

os
pieta rios solo percibe n 60 C. Gt·ac ias a la direrencia que su pone el impuesto, sabemos
que a lg unas transacciones no tienen lugat· cuando en ausencia de dicho impuesto sí
habrían ocurrido. Para ser más exactos, g racias a las curvas de ofena y demanda,
:sabemos que existen c lientes pote nciales dispue:stos a paga r 90 e por habitació n y

iv
propietarios de hotel dispuestos a o rrecer habitaciones a 70 €. Si a ambos grupos se
les permitiese negociar s in el impuesto de por medio ambos saldrían gana ndo. Pero

at
este tipo de acuerdos sedan ilegales. ya que no se pagaría el impuesto de 40 C legal-
mente establecido. En nuestro ejemplo, 5.000 habitac iones que podrían haber sido
alquiladas en el caso de no existi r e l impuesto, con el _consig uiente benefic io para

uc
propietarios y c lie ntes. se han quedado vacías.
Por lo tanto, un impuesto sobre el consumo genera costes pm· encima de la recau-
dación en forma de inefic iencias que se producen al distorsionar la realización de
transacciones mutu::~me nte bendic iosas. Tal y como aprendimos en el capítulo S, al
ed
coste que SLtpone a la sociedad este tipo de indiciencia (el valor de renunciar a tra n-
saccionc mutuamente beneficios::~s). lo Llama mos pérdida de eficiencia. En realidad
todos los impuestos genera n alguna pérdida de ericiencia, aunque estén bien diseña-
dos. Si lo está n mal , dan lugar a una pérdida todavía mayor.
Para calcular la pérdida de efic iencia de un impuesto, recurrimos a los conceptos
es

de excedente del produc to r y del consumidor. La figura 7-8 muestra los efectos de un
impuesto sobre el consumo e n los excedentes de los productores y de los consumido-
res. Sin e l impuesto, el equilibrio se encue ntra e n el punto E, y e l precio de equilibrio y
fin

la c antidad se encuentra n en P~; y Q¡¡, respectivamente. Un impuesto sobre el consumo


provoca una difere nc ia entre lo que recibe n los producto res y lo que pagan los consu-
midores (dirc rencia equivalente a la cua ntía del impuesto), disminuyendo la cantidad
n

FIGURA 7-8 Un impuesto reduce el excedente de consumidores y productores


co

Antes de aplicar el impuesto, el precio y la Predo


cantidad de equilibrio son PE y OE respec·
tivamente. Tras aplicar un impuesto sobre
el consumo, T por cada unidad, el precio S
so

para los consumidores sube hasta Pe y el


excedente del consumidor disminuye por
valor de la suma del rectángulo azul oscuro, Pe ---
U

designado por la letra A, y del triángulo


azul claro, designado por B. El impuesto Impuesto A
también reduce el precio para los produc- sobre el
consumo PE
tores hasta el punto Pp. El excedente del
-T
productor cae por valor de la suma del
recté.ngulo rojo oscuro, C, y el triángulo rojo Pp ..
claro, F. El gobierno recibe un ingreso por
el impuesto, Orx T. representado por la
suma de las áreas A y C. Las áreas B y F Reducdón del excedente del
productor debído al impuesto D
representan las pérdidas de los excedentes
del consumidor y del productor, respec·
tivamente, que no son recaudadas por el
gobierno. B y F representan la pérdida de Cantidad
eficiencia del impuesto.
CAPi T ULO 7 LOS IMPUESTOS 193

intercambiada. En este caso. en el que el impuesto es de T eur·os por unidad, la canti-


dad vendida se reduce al punto Or. El pr·ecio pagado por los consumidores sube a Pe y
el precio que perciben los pr·oductor·es cae a Pp, el precio de ofena par·a fa cantidad Or.
La diferencia entre los dos pr·ecios, Pe y Pp, es igual al impuesto sobre el consumo, T.
Utilizando los conceptos de excedente del productor· y excedente del consumidor,
podemos mostrar exactamente qué ca ntidad de excedente pierden productores y con-
su midores como eesultado de la apl icación del impuesto. De la figura 4-5 hemos apren-
dido que una caída en el precio de un bien supone un aumento del excedente del consu-
midor igual a la suma de las á rens del rectángulo y del triángulo. De igual manera, una
subida del precio acarrea pérdidas a los consumidores representadas por las suma de
las áreas del rectángulo y del triángulo. Así que no debe sorprendernos que, en el caso
de un impuesto sobre el consumo, la subida del precio para los consumidores supongn
una pérdida igual a la suma de las á reas del rectángulo y del triángulo: el rectángulo

os
azul oscuro, A, y el área del triá ng ulo azul claro, 8, de la fi gur-a 7-8.
Por o tra parte, la caída del precio recibido por los produc to res genera una reducción
del excedente del productor. Éste, a su vez, es igual a la suma de las áreas del rectángulo
y del triángulo. La pérdida del excedente es igual a la suma de las áreas del rectángulo

iv
rojo oscuro e y del triángu lo rojo claro F de la figura 7-8. Por supuesto, a pesar de que
tanto productores como consumidores se han visto afectados por el impuesto, el gobiei·-

at
no obtiene un ingreso positivo. La recaudación obtenida es igual al impuesto aplicado a
cada unidad vendida, T. multiplicado por la cantidad vendida Or. Este ingreso es igual
a l área del rectángulo que forman el ancho de Or y el alto de T. cuya área ya conocemos,

uc
puesto que es La suma de las á reas de los rectángulos A y C. Así que el gobierno obtiene
ingresos derivados de lo que pierden los produc toees y los consumidores al aplicarles
un impuesto sobre e l consumo. Sin embar·go, una parte de lo que pierden los produc-
tores y los consumidores por causa del impuesto no se traduce en un ingreso par·a e l
ed
gobierno: Jos triángulos By F. La pérdida de eficiencia causada por el impuesto es igual
a las áreas de ambos triángu los. La suma de ambas B +F representa la pérdida tota l
de excedente que ha sufrido la sociedad, esto es, la cantidad de excedente que poddan
haber genemdo transacciones que no han ocunido debido a l impuesto.
es
La fígura 7-9 es una versión del gráfico anterior que om ite los rectángulos A (el
excedente de los consumidores que va al gobierno) y el e (el excedente de los pro-
ductores que va al gobierno) y muestra únicamente la pérdida de eficiencia dibujada
como un triángulo amarillo. La base del triángulo es igual al impuesto, T; la altura
fin

del triángulo es igual a la r educció n de la cantidad intercambiada debida al impuesto,


Oc:- Or. Lógicame nte, cua nto más g rande sea el impuesto y la reducción de la canti-
n

FtGuRA 7-9 La pérdida de eficiencia de un impuesto


co

Un impuesto genera una pérdida de eficien- Precio


cia porque muchas transacciones mutua-
mente beneficiosas dejan de realizarse
como consecuencia del mismo, es decir, S
so

O E - Or. El área coloreada representa


el valor de la pérdida de eficiencia: es la
cantidad de excedente total que se habrfa Pe
obtenido de las transacciones O E- Or.
U

Sí el impuesto no hubiera desincentiva- Impuesto


do dichas transacciones -es decir, sí el sobre el PE
número de transacciones se hubiera man- consumo
-T
tenido en O~ no se habrfa producido una
pérdida de eficiencia. Pp

Cantidad
194 PA R TE 3 I ND I V I DUOS Y MERCADOS

Los costes administrativos de un dad intercambiada, mayor será la ineficiencia causada por el impuesto. No olvidemos
impuesto son los recursos utilizados algo importante: si el impuesto no hubiera reducido la cantidad de bienes comprada
por el gobierno para recaudar el y vendida en este mercado, si Ot fuera igual a Qe después de aplicarse el impuesto, el
impuesto y por los contribuyentes triángulo amarillo desaparecería y la pérdida de eficiencia sería cero. Es.ta observa-
para pagarlo, aparte del importe del ción es simplemente la otra parte del principio que vimos previamente en este mismo
impuesto, así como los recursos capítulo: un impuesto causa ineficiencia porque desincentiva transacciones mutua-
empleados para evadirlo. mente beneficiosas entre compradores y vendedores: Por ello, si no desincentivara
esas transacciones no generaría pérdida de eficiencia. En este caso, el impuesto tras-
ladaría el excedente directamente de los productores y los consumidores a l gobierno.
Emplear un triángulo para medir la pérdida de eficiencia es una técnica usada en
muchas aplicaciones económicas. Por ejemplo, los tri~ngulos se usan para medir la
pérdida de eficiencia causada por impuestos distintos a los del consumo. También se
utilizan para medir la pérdida de eficiencia derivada de una situación de monopolio,

os
otra disfunción del mercado. Con frecuencia se utilizan también para evaluar los costes
y los ingresos de las políticas públicas más allá de las impositivas, como por ejemplo,
para imponer estándares de seguridad más estrictos en un determinado producto.
Para tener en cuenta el valor total de la ineficiencia causada por un impuesto debe-

iv
mos tener en cuenta algo que no se recoge en la figura 7-9: los recursos utilizados por
el gobierno para recaudar el impuesto y los de los contribuyentes para pagarlos, más

at
allá de la cantidad del impuesto en sí. Estos recursos perdidos se denominan ·c ostes
adm inistrativos del impuesto. El más conocido coste administrativo del sistema fiscal
estadounidense es el tiempo que los contribuyentes dedican a rellenar los formularios

uc
del impuesto sobre la renta o el dinero que se gastan en asesores para cumplimentar
los distintos documentos (este último supuesto se considera, además, una ineficiencia
desde el punto de vista social ya que, durante ese tiempo, los asesores podrían estar
realizando otro trabajo no relacionado con el pago de impuestos). También se incluyen
ed
en los costes administrativos los r ecursos utilizados por los contribuyentes para evadir
impuestos, ya sea de manera legal o ilegal. En Estados Unidos, Jos costes de mantener la
Oficina del gobierno federal encargada de recaudar los impuestos son bastante meno-
res que los costes administrativos que destinan los contribuyentes a pagarlos.
es
Por lo tanto la ineficiencia total provocada por un impuesto es la suma de la pér-
dida de eficiencia derivada del menor volumen de transacciones realizadas y de los
costes administrativos. Le r egla general de política económica es que, manteniendo el
resto de variables constantes, un sistema fisca l debe estar diseñado para minimizar la
fin

ineficiencia total que causa a la sociedad. Es cierto que, en la práctica, debemos tener
en cuenta otros (actores (como la administración de Washington aprendió con la
Rebelión del Whisky), pero este principio debe servirnos como guía. Los costes admi-
nistrativos normalmente se conocen bien, pues vienen más o menos determinados por
n

la tecnología empleada para recaudados (por ejemplo, rellenar formularios a mano


o hacerlo electrónicamente). Pero, ¿cómo podemos predecir la pérdida de eficiencía
co

que generará un impuesto? No sorprende que, igual que hicimos cuando analizamos
la incidencia de un impuesto, las elasticidades precio de la oferta y la demanda des-
empeñen un papel crucial a la hora de hacer esta predicción.

La elas.ticidad y la pérdida de eficiencia de un impuesto


so

Sabemos que la pérdida de eficiencia de un impuesto sobre el consumo surge por-


que reduce el número de transacciones mutuamente beneficiosas entre oferentes y
demandantes. El excedente del productor y el excedente del consumidor, a los que se
U

renuncia a causa de la disminución de intercambios, miden la pérdida de eficiencia.


Ello implica que cuanto mayor sea la reducción del número de transacciones, mayor
será también la pérdida de eficiencia.
Esto nos permite comprender la relación entre la elasticidad y la pérdida de eficien-
cia derivada de un impuesto. Observe que cuando la demanda o la oferta son elásticas,
la cantidad demandada o la cantidad ofrecida se ven modificadas de manera distinta
si hay una variación en el precio. Por lo tanto, un impuesto sobre un producto con una
demanda o una oferta elásticas dará lugar a una fuerte reducción en la cantidad inter-
cambiada y, con ello, a una pérdida de eficiencia relativamente grande. Cuando decimos
que la demanda o la oferta son inelásticas, nos referimos a que la cantidad demandada
y la cantidad ofertada apenas varían en respuesta a un cambio en el precio. Como con-
secuencia de ello, si se aplica un impuesto sobre un producto caracterizado por tener
una demanda o una oferta, o ambas, inelásticas, se producirá un descenso mínimo en
la cantidad intercambiada y una pérdida de eficiencia relativamente pequeña.
C AP ÍT U LO 7 L OS IMPUESTOS 195

Los cuatro gráficos de la figura 7-10 muestran la relación positiva entre la elasti-
cidad precio de la demanda o de la oferta de un producto y la pérdida de eficiencia
generada a l establecer un impuesto sobre su consumo. E l impuesto es el m ismo en los
cuatro gráficos, la única diferencia es el producto sobre el que se aplica: el valo1: de la
pérdida de eficiencia está representado por el triángulo sombreado. En el gráfico a),
la pérdida de eficiencia es elevada, porque la demanda de este producto es relativa-
mente elástica (lo que provoca que se dejen de realizar un gran número de transac-
ciones). En el gráfico b) la curva de oferta es la misma que en apartado anterior, pero
la demanda de este producto es relativamente inelástica . Como resultado de él lo, el
triángulo es pequeño, ya que el número de transacciones se reduce poco. Los gráficos

FIGURA 7-10 Pérdida de eficiencia y elasticidades

os
(a) Demanda elástica (b) Demanda inelástica

Precio Precio 1

iv
S S
Lo pérdida de efidendo
es mayor cuando lo

at
demanda es elástica Pe .. .. ... • .•......

Impuesto

uc
sobre el
consumo
• T La pérdida de eficiencia
Impuesto es menor cuando la
sobre el
consumo
-r
ed o
Pp ..... • .......... demanda es inelástica.
es

o
Cantidad Cantidad
fin

(e) Oferta elástica ( d) Oferta inelástica

Precio Precio
La pérdida de eficiencia
n

es mayor si la oferta ·
Pe . .. . es elástica
co

Impuesto
sobre el S
consumo
=T Impuesto La pérdida de eficiencia
so

sobre el PE ... . es menor si la oferta


consumo es inelástica.
-r
U

Pp ..... .. . .. . .. . . .

o
Cantidad Cantidad

En el gráfico a) la demanda es elástica y en el b) inelás- precio de la oferta o de la demanda, mayor será la cantidad
tica, pero las curvas de oferta son iguales. En el gráfico de transacciones que se verán afectada por el impuesto.
e) la oferta es elástica y en el d) inelástica, siendo en ellos Sin embargo, cuánto más baja sea la elasticidad precio de
iguales las curvas de demanda. La pérdida de eficiencia es la oferta o de la demanda, menor será la reducción de la
mayor en a) y e), porque cuánto más alta sea la elasticidad cantidad intercambiada y menor la pérdida de eficiencia.
196 PA R TE 3 INDIVIDUOS Y MERCADOS

e) y el) tienen la misma curva de demanda, pero diferentes curvas de oferta. En el


1 gráfico e) u na curva de oferta elástica aumenta el área del triángulo que representa la
pét·dida de eficiencia. Si n embargo, una curva de oferta inelást ica como la del gráfico
d ) origina un tr iá ng ulo más pequeño. ,
La implicación es clara: s i se quiere m inimizar la pérdida de eficiencia derivada de
un impuesto, entonces solo se aplicará sobre productos cuya demanda u oferta sean
relativamente inelásticas. El efecto del impuesto sobre estos pt·oductos es mínimo,
d ado que la cantidad interca mbiada prácticamente no var ía en caso de que el precio
cambie. En el caso extremo de que la c u rva d e demanda sea tota lmente inelástica (una
curva de demanda vert ical). la cantidad demandada no variada aunque se le aplica-
ra cualquier impuesto. Por lo ta nto, el impuesto no generaría pérdida de diciencia
a lguna. De la misma manera, si la curva de oferta es perfectamente inelástica (u na
cu rva de o ferta ver tical), la can tid a d ofertad a permaneccr.fa invaria ble a pesar del

os
impuesto, sin que se p rodujera, de nuevo, ningu na pérdida de eficiencia. Así pues, si
el objetivo es saber sobre quién debe recaer un impuesto para minimi~ar la pérdida
de eficiencia generada, entonces deberían gravarsc aquellos productos y servicios
cuyas respuestas a una variación d el precio sean más inelásticas, o lo que es lo mismo,

iv
aquellos bienes y servic ios por los que los consu m idores o productores modifica rían
menos su componamiento en •·espuesta a la aplicación del impuesto. (A menos que

at
tengan una tendencia a la rebelión, por supuesto). Esta lección, sin embargo, tiene
otra conclusión: u til izar los impuestos pa t·a desincentivar y reducir alguna actividad
d a ñi na , como el consu mo de alcohol en tre menores de ed ad , tendrá un mayor impacto

uc
cuando la actividad tenga una oferta o una demanda elástica.

[)Q!K•lU.ltlrft#I&H•RI ed
EL HOMBRE DE MARLBORO

U no de los impuestos sobre el consumo más importante en Estados Unidos es


el del tabaco. E l gobierno federal a plica un impuesto de 39 centavos de dólar
es
por paquete mien tras que los gobiernos estata les establecen impuestos que oscilan
entre 7 centavos el paquete en Carolina del Sur y 2,46 $en el Rhode Island; y mucha
ciudades establecen más impuestos. En general, los impuestos sobre el tabaco han
Un impuesto sobre el consumo genera ido aumentando con el paso del tiempo, porque cada vez más gobiernos los ven no
fin

unos ingresos iguales al producto del solo como fuente de ingresos sino como u na manera d esincen tiva r el consumo de.:
impuesto por el número de unidades tabaco. Sin embargo, el aumento de impuestos sobre el tabaco no ha sido graduaL
del bien o servicio intercambiadas. Normalmente, cuando el gobiemo de un estado decide subir los impuestos sobre el
pero reduce el excedente del consumi- tabaco, suele hacerlo con mucha intensidad -lo que proporciona a los economistas
n

dor y el excedente del productor. datos ú tiles pnra estudiar los efectos de u na gran subida de impuestos.
El ingreso recaudado por el gobierno
co

es menor que la pérdida del exceden-


te total porque el impuesto genera TABLA 7-1 Resultados de las subida de impuestos sobre el tabaco
ineficiencias al desincentivar algunas
Subida del Nuevo impuesto Variación Variación
transacciones mutuamente benefi- • impuesto estatal de la cantidad
ciosas. de la
Estado Año (por paquete) (por paquete) intercambiada recaudación
so

la diferencia entre la recaudación


obtenida de un impuesto sobre el Utah 1997 0,25 $ 0,52$ - 20,7% +86,2%
consumo y la reducción del excedente Maryland 1999 0,30 0,66 - 15,3 +52,6
total es lo que llamamos pérdida de
U

eficiencia. La cantidad total de inefi- Californ ia 1999 0,50 0,87 - 18,9 +90,7
ciencia generada por un impuesto es Michigan 1994 0,50 0,75 -20,8 +139,9
igual a la pérdida de eficiencia más tos
Nueva York 2000 0,55 1,11 - 20,2 +57,4
costes administrativos del impuesto.
Fuente: M . C. Farrelly. C. T. Nimsch y J. James, 'S tale Cigarelle Exciso l axes: lmplications lar Revenue and Tax
Cuánto más alto sea el número de
Evaslon," RTI lnternational 2003.
transacciones que no se lleven a
cabo por causa del impuesto. mayor
será la pérdida de eficiencia. Como La tabla 7-1 muestra el resultado de un fuene incremento del impuesto sobre el
consecuencia, los impuestos sobre
tabaco. En cada caso, las ventas cayeron tal y como nuestro aná lisis predice. A pesa r
productos con mayores elasticidades
de qLte es teóricamente posible que la recaudación disminuya tras una gran subida de
precio de oferta o de demanda gene-
ran mayor pérdida de eficiencia. No se los impuestos, en la realidad el ingreso fiscal aumentó en todos los casos. Esto ocurre
produce pérdida de eficiencia cuando porque el tabaco tiene una baja elasticidad precio de la demanda.
el número de transacciones no se ve
afectado por el impuesto.
8 1
Monopolio, oligopolio y competencia
monopolística
QUÉ APRENDEREMOS
~O EL MUNDO DEBE EN ESTE CAPÍTUlO

1 COÑSEGUIR PIEDRAS
1 La importancia del monopolio,

os
dónde un solo monopolista es el único
productor de un bien.
1 Cómo determina un monopolista

iv
el nivel de producción y el precio que
maximizan su beneficio.

at
1 El predominio del oligopolio y
por qué los oligopolistas tienen un
incentivo para actuar de forma que se

uc
reduzcan sus beneficios conjuntos.
1 Cómo afrontan los responsables de
la política económica los problemas
ed generados por el monopolio y el
oligopolio.
1 El significado de la competencia
monopolística y por qué las empresas
en competencia monopolística
es

diferencian sus productos.


fin

"lTienes piedras?"
n
co

Parte de la respuesta es una brillante acciones afectan a los precios del mercado
H ACE ALGUNOS AJ\IOS, DE BEEHS, EL
pri ncipal suministrador de diaman-
tes del mundo, patrocinó un anuncio
campaüa de publicidad. Pero. sobre todo,
los diamantes parecen escasos porque De
y t ienen en cuenta este efecto cuando
deciden cuánto van a producir.
urgiendo a los hombres a comprar a sus Beers los hace escasos: la empresa contro- El monopolio es un tipo de estructura
so

esposas joyas de diamantes. "Se casó la la mayoría de las minas de diamantes de mercado en el que las empresas tienen
contigo en la riqueza. en la pobreza", decía del mundo y limita la cantidad de diaman- la capacidad de poder subir los precios. El
el anuncio, "Deja que sepa cómo te va." tes que se ofrecen en el mercado. oligopolio y la competencia monopolista
¿Contundente? Sí. ¿Efectivo? Desde Hasta ahora nos hemos concentrado son otros dos tipos de estructuras de
U

luego. Durante generaciones los diamantes exclusivamente en mercados perfecta- mercado en Jos que las empresas también
han sido un símbolo del lujo, valorados no mente competitivos -mercados en los que pueden llevar a cabo acciones que afectan
solo por su apariencia sino también por su los productores son competidores per- a los precios de mercado. Empezamos
escasez. fectos. Pero De Beers no es como los este capítulo con una breve revisión de los
Pero los geólogos te dirán que Jos dia- productores que hemos estudiado hasta tipos de estructuras de mercado y con un
mantes no son tan escasos. De hecho, de ahora: es un monopolista, el único (o casi sistema para clasificar los mercados y las
acuerdo con la Guía de Piedras Preciosas y el único) productor de un bien. Los mono- industrias según dos carateristicas princi-
Joyas de Dow Jones-!Jwin, los diamantes polistas se comportan de manera diferente pales. Esto nos ayudará a entender. con un
son "más comunes que cualquier otra a la de los productores de las industrias nivel mayor de profundidad. el monopolio.
piedra preciosa. Solamente parecen más perfectamente competitivas: mientras los el oligopolio y la competencia monopolista
escasos ...." competidores perfectos consideran que el y a 'e' DO' qoé los pcodoctocos de estos
r qué los diamantes parecen ser precio al que pueden vender su producto mercados se comportan de forma bastante
casos que otras piedras preciosas? está dado, Jos monopolistas saben que sus diferente.
1

239
240 PARTE 4 MAS ALLA DE LA CO MPE TENCIA PERFECTA

Tipos de estructuras de mercado


n el mundo real existe una variedad a lucina nte de mercados diferentes.
Observamos pautas de conducta muy variadas entre los productore de dis-
tintos mercados: en a lgunos mercados. los productores son extremadamente
compe titivos: en o tros. parece que de a lgún modo coordinan sus acciones para
evitar competir entre sí: ~· como acabamos ele describir, a lgunos mercados son
monopolios, en los que no existe la competencia en absoluto. Para desarrollar prin-
cip1os y hace¡· predicciones sobre los mercados y sobre el comportamiemo de los
productores en esos mercados. los econom ís1as ha n desarrollado cuatro modelos
básicos d e estructuras de mercado: co111pe1e11cia per(ecra, monopolio, oligopolio y
c0111petencia monopolist ica.

os
Este sistema de estructuras de mercado se basa e n dos ca rac ted sticas:
• El número de productores que hny en el mercado (uno, pocos o muc hos)
• Sí los bienes que ofrecen son idénticos o est·á n di(eren ciados

iv
Los bienes diferenciados son bienes d is tintos, pero que los consumidores consideran
que en cierta medida, son sus titutivos - pensemos en Coca-Cola y Pepsí- .

at
La Fig ura 8-1 proporcio na un resumen visual senc illo de los tipos de estruc turas
de mercado clasifi cados según estas dos características. En el monopolio, un ún ico
productor vende un solo bie n, no diferenciado. En el oligopolio, unos pocos producto-

uc
res -más de uno pero no muchos- venden productos que pueden ser idénticos o dife-
renciados. En la competencia IIIOIIOpollstica. muchos productores venden cada uno un
producto di ferenc iado (pensemos en los productores de libros de texto de Economía).

un producto idéntico.
ed
Y finalmente, como sabemos, en la compeTencia pet1ecra muchos productores venden

Podemos preguntarnos qué es lo que determina el número de empresas que hay


en un mercado: si hay una (monopolio). unns pocas (olígopolío) o muchas (compe-
tencia perfecta y competencia monopolístíca). o contestaremos a esta pregunta
es
ahora porque la analizaremos detalladamente más adela nte en este capítulo. Solo
indicaremos brevemente que, a largo pla7.o, depende de que haya condiciones que
hagan difícil la entrada de nuevas empresas e n el me rcado, tales como e l control de
recursos o ínpuls necesa rios, re ndimientos c recientl!s de escala en la pl-oducción ,
fin

su perioridad tecnológica, una ex te rn alid~1d de red, o regulaciones del gobie rno.


Cuando ex isten esas condiciones, las i ndust rins tienden a ser mono poi íos u ol igopo-
lios; si no ex isten, las industrias tienden a ser perfectamente competitivas o mono-
polísticamen te competitivas.
n
co

FIGURA 8-1 Tipos de estructuras de mercado

El comportamiento de una determinada ¿Están diferenciados los productos?


so

empresa y del mercado en el que se


encuen tra se analizan utilizando uno de Sí
No
los cuatro modelos de estructuras de mer-
cado -monopolio, oligopolio, competencia
U

perfecta o competencia monopolistica.


Este sistema para clasificar la estructura Uno Monopolio No aplicable
de mercado se basa en dos característi-
cas: (1) si los productos están diferencia-
dos o son idénticos, y (2) el número de
¿Cuántos
produclores existente en la industria -uno, otigopolio
productores Pocos
pocos o muchos. hay?

Competencia Competencia
Muchos perfecta monopolística
CAP Í TU L O 8 MONOPOL I O. OLIGOPOL I O Y COMPETENCIA MONOPOLiST I CA 241

En la siguiente sección definiremos el monopolio y revisaremos las condiciones Un monopolista es una empresa
que lo hacen posible. Veremos cómo un monopolista puede aumentar su beneficio que es la única productora de un bien
limitando la cantidad que ofrece en el mercado -un comportamiento que es bueno que no tiene sustitutivos cercanos.
para el productor pero malo pa•-a los consum idores. A continuación volveremos a las Una industria controlada por un
otras dos formas de estructuras de mercado, el oligopolio y la competencia monopolís- monopolista se denomina monopolio.
tica. Las mismas condiciones, en una forma menos extrema, que hacen que nazca un
monopolio, también hacen que surja un oligopolio, y ciertas características del monopo-
lio son relevantes también tanto para el oligopolio como para la competencia monopolís-
tica. Finalmente echaremos una ojeada a la forma en que la competencia monopolística
provoca la diferenciación de productos.

EL significado del monopolio

os
1 monopolio de De Beers de Sudáfrica fue creado en la década de 1880 por
Cecil R hodes, un hombre de negocios británico. En aquel la época, las m inas

iv
de Sudáfrica ya dominaban la oferta mundial de diamantes. Sin embargo,
había muchas compañías mineras, compitiendo todas unas con otras. Durante la
década de 1880, R hodes compró la mayoría de esas minas y las fusionó en una sola

at
empresa, De Beers . En 1889, De Beers controlaba casi toda la producción mundial
de d iamantes.

uc
En otras palabras, De Beers se convirtió en un monopolista. ·un productor es
un monopolista si es el único oferente de un bien que no tiene sustitutivos cercanos.
Cuando u na empresa es monopol ista, la industria es un monopolio.

El monopolio: nuestra primera desviación de la


competencia perfecta
ed
Como vimos en la sección ".Definición de competencia perfecta" del capítulo 7, el
es
modelo de oferta y demanda de un mercado no tiene validez u niversal. Al contrario, es
un modelo de la competencia perfecta, que es solamen te u no de los d iferentes tipos de
estructuras de mercado existentes. En el capítulo 7 aprend imos que un mercado será
perfectamente competitivo solo si hay muchos productores, que producen el m ismo
fin

bien. El monopolio es la desviación más extrema de la competencia perfecta.


En la práctica, es difícil encontrar verdaderos monopol ios en las economías
modernas, en parle debido a la existencia de obstácu los legales. Un empresario
contemporáneo que intentara consolidar todas las empresas en una industria como
n

hizo Rodhes, tardaría poco en verse ante la justicia acusado de incumpl ÍI· las leyes
antitrust, cuya fi nalidad es imped ir que surjan monopolios. El oligopolio, una estruc-
co

tu ra de mercado en la que hay un pequeño n úmero de productores de gran tamaño,


es mucho más común. De hecho, la mayoría de los bienes que compramos, desde los
automóviles hasta los billetes de avión, son ofrecidos por o ligopolios.
Sin embargo, los monopolios desempeñan un papel importante en algunas ind us-
trias de la economía, tales como las farmacéuticas. Además, nuestro análisis del
so

monopolio nos proporcio nará la base para estudiar más adelante otras desviaciones
de la competencia perfecta, tales como el ol igopol io y la competen c ia monopolística.
U

¿Qué hacen los monopolistas?


¿Por qué quiso Rhodes consolidar a todos los pmductores sudafricanos de diaman-
tes en u na sola empresa? ¿Qué efectos tuvo su acción en el mercado mundial del
diamante?
La F igura 8-2 ofrece una visión preliminar de los efectos del monopolio. Muestra
una industria en la que la curva de oferta en competencia perfecta corta a la curva
de demanda en e l punto C, lo que lleva a un precio de equilibrio Pe y a un nivel de
producción Oc.
Supongamos que esta industl"ia se rusiona e n u n monopolio. E l monopolista se
mueve hacia arriba a lo largo de la curva de dema11da reduciendo la cantidad ofrecida
hasta un punto como el M, en el que la cantidad producida, QA1, es menor, y el precio,
P,11 , es mayor que en competencia perfecta .
242 PARTE 4 MÁS ALLÁ DE LA COMPETENCIA PERFECTA

FIGURA 8-2 ¿Qué hace un monopolista?

En compe tencia perfecta, el precio y la cantidad Precio


están determinados por la oferta y la demanda.
Aqul, el equilibrio está en el punt.o C, donde el
precio es Pe y la cantidad es Oc. Un monopolista
reduce la cantidad ofrecida a OM, y se mueve
hacia arriba a lo largo de la curva de demanda,
S
desde C hasta M, aumentando el precio a PM.

os
iv
at
Cantidad

uc
1. Comparado con la competencia
perfecta, un monopolista
ed disminuye lo producción ...
es
La capac idad de un monopolista p::~r::t e levar su precio pot· e ncima del nivel com-
petitivo t·eclucie ndo la producció n se denomina podea· d e m erca d o . Y e l poder de
mercado es todo lo q ue es el mo no polio. Un producto r de trigo que es uno de los
100.000 productores de trigo existe ntes e n el mercado, no tiene poder ele mercado:
fin

t icne que vender el trigo a l precio que haya en el mercado. Tu empresa local de sumi-
nistro de agua, en cambio, tiene poder de mercado: puede subir los precios y aun
así conset·var a muchos (aunque no a todos) de sus clie nt es, pot·que estos no pueden
acudir a ninguna otra empresa con la que a bastecerse de agua. En pocas palabras,
n

cs ttn monopolis ta.


La razón pot· la que Ltn monopolista reduce su prodtJcción y eleva el precio respec-
co

to a los niveles de una industria de competencia perfecta, es que a l hacerlo, aumenta


su beneficio. Cecil Rhodes fusionó los productores de diamantes en Oc Bccrs, porque
se dio cuenta de que e l conjunto valdría m<'i.s que la suma de sus partes -el monopolio
generaría más beneficios que la suma de los beneficios de las e mpresas competitivas
individuales. Como vimos en el capítulo 7, en competenc ia perfecta los beneficios
so

económ icos normalme nte desaparecen a la rgo p lazo a medida que entran nuevos
competidores e n el mercado. En e l mo nopolio los benefic ios no desapa rcct:n - un
mo nopolista puede obtener beneficios econó micos a largo plazo.
U

De hecho, los monopolistas no son los únicos tipos de empresas que tienen poder
de mercado. Más adelante en este capítulo, estudiaremos los olígopolisws, empresas
que también pueden tener poder de mercado. Bajo ciertas condiciones. los oligopolis-
las pueden obtener beneficio económico positivo a largo plazo si restringen su nivel
ele producción como hacen los monopolislas.
Pero ¿por qué los beneficios de los monopolistas no desaparecen por la compe-
te nc ia de otras empresas? ¿Qué es lo que permite a tos monopolistas seguir s ie ndo
mono poiislas?

¿Por qué ex isten los monopolios?


Un monopolisl<l que o btie ne beneficios no pasa inadve n ido :1 los demás. (Recuct-da
El poder de mercado es la que se trata de "benefi c io económico", un ingreso por e nc ima de los costes de
capacidad de una empresa para subir oportunidad de los recursos de la e mpresa). ¿Pero no se colarán en la fi esta o tras
los precios. empresas. haciéndose con una parte del pas tel y pres ionando hacia abajo los precios
CAPÍTULO 8 MONOPOLIO. OLIGOPOLIO Y COMPETENCIA MONOPOLISTICA 243

y los beneficios a largo plazo? Para que un monopolista con beneficios perdure, Para obtener beneficios económicos,
debe habe1· "a lgo" que impida que o tms entren en el mis mo negocio: ese ''a lgo" se un monopolista debe estar pro tegido
lla ma barrera d e entrada. Hay c inco tipos fundamenta les de barrerai; a la e ntra- por una barrera de entrada -algo
da: control de un recurso o de un input escaso, re ndimientos crecientes a escala, que impida a otras empresas entrar en
superioridad tecnológica, una externalidad de red, y una barrera a la entrada c reada la industria.
por el gobierno. Existe un monopolio natural cuando
los rendimientos crecientes a escala
1. Control de un recurso o de un input escaso Un monopolista que controla un proporcionan una gran ventaJa de
recurso o un input crucial para una industria puede evit ar que otras emprcsns entren costes a una única empresa que
en el mercado. Po r ejemplo. Cecil Rhodes c1·eó el monopolio DeBeers estableciendo el produce lodo el output do una
control sobre las minas que producían la mayor parle de los diamantes del mundo. industria.

2. Rendimientos crecientes a escala Muchos estadounidenses reciben gas natu-


ral en sus casas. para cocinar y p::~ra la calefacción. Invariablemente, b compañía

os
loca l de gas es un mo nopolista. Pero, ¿por qué no com piten o tras compañías rivales
para suministra r gas?
En los primeros años del siglo diec inueve, cuando la industria del gas acababa de

iv
nacer. las compaiií::ts sí competf:w por los clientes loc.:·des. Pero esta competencia no
duró muc ho; pronto la oferta loca l de gas se convirtió en tln monopolio e n cas.i todas
las ciudades a causa de los altos costes fijos asociados a la provis ión de instalacio-

at
nes para el suministro de gas a una ciudad. El coste de instalar tubcrfas de gas no
dependía ele c uánto gas vendía una empresa, po r lo que una compañía con un mayor

uc
volumen de ventas tenía una ventaja de costes: como podía re partir los costes rijos
entre una can! idad mayor, tenía menores costes totales medios que las e mpresas más
pequeiias.
La oferta loca l de gas es una industria en la que el coste total med io disminuye
ed
a medida que aumen ta la producción. Como aprendimos en el capítulo 6, este fenó -
meno se denomina rendimientos crecientes a escala o ecOIIOIIIía.s de escala. Allí vimos
que c uando el coste total medio disminuye a medida que aume ma la producción, las
empresas tienden a aum~nlar de tama ño. En una indus tria caracte rizada por rendi-
mientos crecie ntes a escala, las empresas más grandes obtienen benefic ios más a ltos
es

y ex pulsan del mercado a las e mpres::~ s más peque11as. Po r la misma razó n, las com-
pañías ya establec idas tienen una ventaja de coste sobre los posibles entrantes - una
potente barrera a la entrada. Por ta nto, los rendimientos crec ientes a esca la pueden
fin

hacer que surja un monopolio, y además lo mantienen.


Un monopolio creado y mamen ido por rendimientos crecientes a escala se deno-
mina monopolio n a tural La caracte rís tica que defi ne un monopolio na tura l es que
n

FIGURA 8-3 Los rendimientos crecientes a escala crean monopolios naturales


co

Un monopolio natural puede surgir cuando Precio,


los costes fijos necesarios para producir coste
son muy altos. Cuando esto ocurre, la
so

curva CTMe de la empresa decrece en el


intervalo de producción en el que el precio
es mayor o igual que el coste total medio.
Esto le genera a la empresa rendimientos Monopolio natural: el coste
total medio es decredente
U

crecientes a escala en todo el intervalo de


producción en el que la empresa tendria, en el ronga de producdones
como mlnimo, benefici os nulos a largo
relevantes
plazo. Como consecuencia, cualquier can-
tidad de producto tiene costes más bajos si
es producida por una empresa grande que
si es producida por dos o más empresas Predo de beneficio nulo
del monopolista natural - · · · · · · · · · · · · · · · · · U Me
más pequel'\as.

Rongo de producciones relevantes


244 P A RTE 4 MÁS ALLÁ DE LA COMPETENCIA PERFECTA

tiene rendimientos crecientes a escala e n los nive les de producció n que son releva ntes
para la indus tria. Esto se ilustra en la Figura 8-3, que muestra la c urva de coste total
medio de la e mpresa y la curva de demanda del mercado. En Ja figura podemos ver
que la curva CT/11/e del mono polis ta natural es d ecrecie nte en el tramo de n iveles de
producción en los que el precio es mayor o igual que el coste total medio. Por ta nto,
el monopolista natura l tien e rendimientos c recientes a escala en todos los niveles de
producción en los que cualquier empresa desearía permanecer en la industria - el
intervalo para el que la empresa tendría, como mínimo, un beneficio nulo a largo
plazo. La razón de esta situación son costes fijos altos: cuando par-a produc ir hace
fa lta incurrir en costes fijos altos, un nivel de producción determinado se obtend rá
con un coste tota l medio menor si es producido por una sola empresa g ra nde que por
dos o más empresas ele menor tamaño.

os
Los monopolios naturales más visibles en la econo mía moderna son los que se
ded ican a l suministro local de ser vicios públicos - agua, gas y, a veces, electric idad .
Tal y como veremos más ad elante en este capítulo, los monopol ios natura les plantean
un reto especial a las políticas públicas.

iv
3. Superioridad tecnológica Un a empresa que ma ntiene una ventaja tecnológica

at
persisten te sobre sus competido res potencia les puede establecerse como monopolis-
ta. Por ejemplo. desde la década de 1970 hasta la de 1990, el fabricante de c hips l ntel
mantuvo una ventaja continua sobre los po te ncia les competidores, tanto en el diseño

uc
como en la producció n de microprocesadores, los chips que utili zan los o rde nadores.
Pero la supe rio ridad tecno lógica genera lmente no es una ba rrera de entrada a largo
plazo: con el tiempo los competidores invertirá n para actual izar sLr tecnología y con-
seguir que esté a la allura de la del líde r tecno lógico. De hecho, en los últimos años
ed
lntel se encontró con que su superioridad tecnológica se había visto erosio nada por
un competidor-, Advanced Mic ro Devices (también conoc ida como AMD), que ahora
produce chips ta n rápidos y potentes como los de lntel.
Sin e mbargo. cabe sei'ialar que en c iertas industrias de a lta tecnología, la supe-
rioridad tecnológica no es una gara ntía de éxito a nte la competencia por las u,rema-
es

lidades de red.

4. Externalidades de red Si fueras la ún ica persona en el mundo que tuviera una


fin

conex ió n a Internet. ¿cuán to va ldría esa conexión para ti? La respuesta, por s upuesto,
es na da . Tu conexión a Tnternel es valiosa solo porque también hay ot ras personas
conectadas. Y en general, cuantas más personas estén conectadas, más va liosa es tu
conex ió n. Como ap r-endimos en e l capítulo 6, este fe nómeno, p or el que el valor· de un
bien o servicio para un individuo es mayor cuando muc has otras personas utilizan
n

el mismo bien o servicio, se llama una externalidad de red -su valor se deriva de que
permite a sus us uarios participar en una red de otros usuarios.
co

La primera forma de externaliclad de red surgió en el transporte, donde el valor


ele una carrete ra o ele un aeropuerto aumenta ba a medida que crecía el número de
personas que tenían acceso a ellos. Pero las externalidades de red está n especia lmente
p r·csentes e n la econo mía en los sectores de la tecnología y las comunicacio nes.
so

Cu a ndo ex iste un a externalidad d e red , la empresa que t ie ne la mayor red


de con sumidores uti liza ndo s u producto tiene una ventaja para a!Taer a nuevos
con s umido res, ventaja q u e le pue de permitir con vertirse en mono po lista . Como
mínimo, la em presa d o min an te pue d e cobrar un precio m ás a Ho y, por e llo,
U

obtene r beneficios más e levados que los comp e t ido r·es . Ad e más, una exle r nalidad
de red proporc iona una ventaja a la e mpresa con los "bols illos más llenos". Las
e mpresas que tienen más d ine ro a mano pue den vender la mayoría d e Jos bienes
con pérdid as con la expectati va de que al hacerlo conseguirá n la mayor cartera
ele cl ien tes.

5. Barreras creadas por el gobierno En 1998, la compañía farmacéutica Merck


introdujo Propecia, un eficaz medicamento contra la calvic ie. A pesa r de que Propecia
era muy rentable y de que otras empresas farma céuticas sabía n cómo producirlo, nin-
g una otra empresa desafió e l monopolio de Mcrck. Esto ocurrió por-que el gobier-no
había conced ido a M c o·ck el deo·ech o lega l exclusivo pa o·a po·oducir e l m ed icamento en
los Estados Unidos. Propecia es un ejemplo de monopolio protegido por las barreras
cread as por el gobierno.
C AP Í TU L O 8 MONOPOL I O. OL I GOPOLJO Y COMPETENCIA MONOPOLISTICA 245

Los monopolios de origen legal más importantes hoy en día surgen a través de las Una p atente le otorga a un inventor el
patellfes y de los derechos de autor. Una p ate nte otorga a un inventor el derecho cxclu- monopolio temporal en la utihzación o
sh·o a fabricar, utilizar o vl:ndcr ese invento durant e un periodo que en la mayoría de la ven ta de un invento.
los países dura entre 16 y 20 aíios. Las pmentes se conceden a los inventores de nuevos los d erechos de auto r le otorgan al
productos, como medicamentos o dispositivos. De manera semejante, los d erech os creador de una obra literaria o artistica
de autor le otorgan al creador de un producto liwrario o arlfstico el derecho exclusi- el derecho exclusivo a los beneficios
vo a benef'iciarse de ese tra bajo, normalmente durante un período igual a la vida del de ese trabajo.
creador más 70 a1ios.
La justificación de las patentes y de los derechos de autor tiene que ver con los
incentivos. Si los inventores no estuvieran protegidos por las patentes, obtendrían una
recompensa muy pequeña por su esfuerzo: en cuanto se hiciera públ ico un invento
valio o, o tros podrían copiarlo y vender productos basados en él. Y, a mes que nada, s i
los invent ores no esperaran benefic iarse de sus inventos. no tendrían incentivos para

os
incurrir en lo:> costes inherentl:s a su invención. Lo mismo ocu rre con los creudorcs
de obras artíst icas o literarias. De manem que la ley concede un monopolio tempon1l
imponiendo derechos de la propiedad temporales que incentivan la invención y la
creación.

iv
Las patentes y los derechos de autor son temporales porque la ley busca un com-
promiso. El precio más elevado que alcanza el bien mientras la protección está vigen-

at
te. compensa a los inventores por el coste de la invención; asimismo, el precio m{1s
bajo que tiene el bien cuando la protección lega l se agota y emerge la competencia,
bcndicia a los consumidores y aumen ta la e ncienda económica.

uc
Puesto que la duración del monopolio temporal no puede diseñarse a la medida de
cada caso especírico, cstl: sistema es imperfecto y hace que se pierdan a lgunas opor-
tunidades. En algunol> casos, puede haber implicaciones considerables e n térm inos de
ed
bienestar. Por ejemplo. la violación de las patentes de medicinas estadounide nses por
parte de empresas farmacéuticas de países pobres ha s ido un asunto muy polémico,
porque confroma las necesidades de los pacientes pobres que no pueden pcrm itirse
pagar los prec ios de los medicamentos, contra los intereses de los fabricantes del
medicamento. que han incurrido e n costes de invest igación elevados para descubrir
es
esos producws. Pa ra resolver c.:ste problema, algunas empresas farmacéu ticas esta-
dounidenses y algunos países pobres han 11egociado acuerdos por los que se res pelan
las patentes, pero a cambio de que las compañí::.s vendan sus medica mentos con
descuentos considerables.
fin
n
co
so
U
CA PÍ TUL O 8 MONOPOLIO . OLIGOPOLIO Y COMPETENC IA M O NOP OLfSTICA 253

Un oligopolio es una industria


Significado del uoligopolio" que solo tiene un pequeño número
productores. Un produc tor en es te
o que hemos aprendido sobre la co mpetencia perfecta y sobre el monopolio es
tipo de industria es un oligopolista.
releva nte para el oligopolio. Sin embargo. el oligopolio también plantea asuntos
totalmente nuevos. En tre o tras cosas, las empresas qLie forman un oligopolio Cuando ninguna empresa tiene el
tienen frecuentemente la tentación de emprender un tipo de conductas que e ntran monopolio. pero a pesar de ello
en conflicto con la ley. Un ejemplo clásico es el ca o de Archer Danicls Mid land los produc tores saben que pueden
Corporal ion (AD1'vl) y s u competidor japo nés, Ajinomo to. influir en los precios del mercado,
El25 de octubre de 1993. algunos ejecuti,·os de ADM y de Ajino moto se reunieron esa 1ndustna se caracteriza por la
competencia i mperfecta.
en el Hotel Marriou de rrvine, Califo rnia, para a nali zar el mercado de lis ina, u n ad i-
tivo usado en la a limentación de animales. En esta reunión y en otras po~ teriorcs, las
d o~ empresas se unieron con va rios de sus competidores pa ra fijar objetivos para el
precio de mercado de la lis ina. un comportamiento denomin ado { ijac i611 d e precios.

os
Todas las compa ñías acordaron limitar su pro ducció n para a lcanzar esos objetivos.
Lo que los part ic ipantes en In reu nión no sabínn es que d FBI había colocado m icró-
fonos en la sala y les estaba filmand o con una cá mara oculta.
Lo qliC esas empl-esas estaban h ~tciendo era ilega 1. J>a ra entender por qué era ilega 1

iv
y por qué lo estaban haciendo a pesar de ello. necesitamos a na lizar las cues tiones
que plantean las indusu-ias en las que solo hay unos pocos vendedores, a las que se

at
denomina oligopolio. Una e mpresa pe rtc necicme a este tipo de indus tria es un oli-
gopoUsta.

uc
El predominio del oligopolio
Obviamente, los o ligopoli slas compite n entre sí para vender. Pero ni ADM ni
ed
Ajinomoto eran como una empresa de una indus tria perfectame nt e competitiva, que
to ma como dado el precio al que puede n vender s u producto. Las dos empresas sabía n
que su decisión sobre c uánto producirbn afectaría al precio de me rcado. Es deci1-. al
igun l que los rr1o nopolistas, cada una de las empresas tenía a lgú n poder de 111erc ado.
Por tanto. la competencia en esta industri a no era "perfectn".
es

Lo economistas denominan compe tencia imperfecta a una s ituación en la que


las empresas compiten, pero ta mbién dispo ne n de c ien o poder de mercado - lo que les
permite inOuir en los precios del me1·cado. En rea lidad , hay dos formas importantes
fin

de compe1enc ia imperfecta: e l oligopolio y la C0111pete11c ia 11/0 ilOpoffstica . De las dos,


probablemente el oligopolio es la más importante en la práctica.
Aunque la lisina es un negocio multimillona1·io, no es exactamente un producto
conocido por la mayoría de los consumidores. S in embargo. muchos de los bienes y
servicios que ha bitualmente consumimos son ofrecidos por unos pocos vendedores
n

que compilen entre ellos, lo que implica que las indLIStrias que los producen son
o ligopolios. Por ejemplo, en la mayoría de las rutas aéreas solo operan dos o tres
co

aerolíneas: en los úh imos aiios el puente aéreo entre Nueva York y Boston, y e ntre
Nueva York y Washing to n DC, solo ha s ido ofrecido por Delta y US Airways. Tres
empresas - Chiquita, Do le y Del Mo nte, que poseen enormes plantnciones de plátanos
en Centroamérica- controla n el 65% de lns exportaciones mund iales de plátanos. La
so

m<l_yor pan e de las bebidas que contiem::n cola son vcndidas por Coca-Cola y Pc psi.
Esta lista podría ocupar muchas páginas.
Es import::~nt e tener en cuent a q ue un oligopolio no está formado necesariamente
por e mpresas g r:mdes. Lo importante no es el tnmaño per se; la cuestió n es cuá ntos
U

competidores hay. Cua ndo e n una pequeña ciudad hay solo dos tiendas de a limenta-
ción, el servic io de a limentac ión es ta n oligopolis ta como el puente aéreo entre ueva
York~· Washingto n.
¿Por q ué hay tantos o ligopol ios? En esenc ia, e l o ligopolio es la co nsecuenc ia
de los mismos fac tores que a \'eces dan lugar a un monopolio, pero en una vers ión
más dé bil. Pro bableme nte la fue nte más impo rtante de o ligopo lios es la exis te ncia
de rendi111ie11/0S crecielltes a escala, que conceden :1 los g1·a ndes productores una
ven taja de costes sobre los pequeiios. Cua ndo estos e fectos son muy fucnes . s urge
un monopol io; y cuando no son ta n fu el'les. dan luga r a una indus tl'ia con un
número pequcf1o dt: empresas. Por ejemplo. las grandes tie ndas de a lime nt ación
tienen habitual me nte menores C<>s tes que las más peque ñas. S in e mbargo. las
ventajas de 1 ~1 mayo r esca la se agota n una \ 'C7. q ue las tiendas de alimentación son
razonablemente grandes, y por eso en las ciudades pequei\os a me nudo sobrev iven
dos o tres Lie ndas.
254 PARTE 4 MAS ALLÁ DE LA COMPETENCIA PERFECTA

Un oligopolio formado por solo dos Si e l oligopolio es tan habitua l, ¿por qué la mayor parte de este libro está dedicada
empresas es un duopolio. Cada a l estud io de la competencia en industrias en las que el nllm..:ro de vendedores es muy
empresa se llama duopolista. elevado? Y ¿por· qué estudiamos el monopolio, que es tan poco habitua l, antes que el
Los vendedores practican la colusión oligopolio? La respuesta tiene dos panes.
cuando cooperan para aumen1ar sus En prime r luga r, mucho de lo que hemos aprendido en e l estudio de los mercados
beneficios conjuntos. Un cárte l es pe rfectame nte competitivos - sobre costes, entrada .v salida, y e fi c iencia- s igue s iendo
un acuerdo entre varios productores vá lido, a pesar de que la mayoría de las industrias no sea n perfectamente competiti-
para cumplir unas restricciones de vas. En segundo lugar. el esLUdio del o ligopolio plantea algunos en igmas que no son
producción con el fin de aumentar los fáciles de resolver. Casi siempre es una buena idea - en los exámenes y en la vida en
beneficios conjuntos. gener·al-u·atar en primer lugar las cuestiones que uno puede responder, y enfrentarse
después a las más difíciles. Simplemente hemos segu ido la misma es trateg i<~ , desarro-
llando e n primer lL1gar las teorías. relativamente sencillas. de la competencia perfecta

os
y dd monopolio y volviendo, solo entonces, a enfrentarnos a los enigmas que plantea
el oligopol io.

Entendiendo el oligopolio

iv
¿Cuánto produce una empresa? Has ta ahora siempre he mos respondido: la cantidad
que maximiza su beneficio. Junto con sus curvas de costes. e l supuesto de que una

at
empresa maximiza beneficios es suficiente para determinnr su nivel de producción
cuando hay competencia perfec ta o monopolio.

uc
Si n embargo, cuando a naliza mos el oligopo lio, nos e ncontramos con <1lgunas
dificu ltades. Por eso los econom is tas suelen describir la conducta de las empresas
o ligopoUstas como un "ro mpecabezas".

ed
Un ejemplo de duopolio Empecemos a analizar el rompecabezas del oligopolio
por su versión más sencilla: unn indus tria con solo dos empresas productoras - un
duopolio- cada una de las c uales se llama duopolis ta.
Volviendo a nuestra historia inic ial. supongnmos que ADM y Ajino mo to son los
dos tmicos productores de lisina. Par-a s implifica r· aún más las cosas, supondremos
es
que una vez que una empresa ha incurrido en los costes fijos necesarios para producir
lisina, el coste marginal de producir un kilo más es cero. Po r tanto, a las empresas
solo les preocupa n los ing resos q ue perciben por sus ventas.
La Tabla 8-2 muestra un plan de demanda imagina rio de lisina y el ingreso total
fin

dt: la industria con cada combinació n precio-cantidad .


Si esta fuera una indus tria perfectamente compet itiva, todas las empresas ten-
drfan un incentivo para producir más siempre que el precio fuera mayor que el coste
m~trginal. Puesto que hemos supuesto que el co te marginal es cero, esto querría decir
n

qu~ e n el equilibrio, la lisina se ofrecería g r~tluitamente. Las e mpresas producirían


h::~s t a que el precio fuera ig ua l n cero, lo que implicada
co

una producció n totnl de 120 millones de kilos y un ingreso


TABLA 8-2 Plan de demanda de lisina nulo para ambas empresas.
Precio de la Cantidad de mandada de Ingreso total Sin cmbargo, seguramente las empresas no serían
lísina ($ por kilo) lisina (millones de kilos) (millones d e $) tan estúpidas. Puesto que solo hay dos empresas en la
industria, cada una de ellas observn ría que a umentar su
so

12 o o
producción hace bajar el precio. Por tamo, igual que un
11 10 110
monopolista, cada empresa se daría cuenta de que sus
10 20 200 beneficios serían mayores si ella y su rival limitaran su
U

9 30 270 producción.
8 40 320
Así que, ¿c uá nto producirán las dos empresas?
Una posibi lidad es que las dos e mpr·esas lleg ue n a
7 50 350 un acuerdo de colusión -coopera ndo para aumentar
6 60 360 su beneficios conjuntos. La forma más fuene de colu-
5 70 350 sión es un cárte l . un acuerdo entre los productores que
4
espec ifica cuánto se le permit e producir a cada uno.
80 320
El cá rle l más fam oso del mundo es la Orga ni zación
3 90 270 de Países Expo rtadores de Pe tró leo (OPEP). Como su
2 100 200 nombr-e indica, en realidad es un acuerdo entre gobier-
110 110
nos más que entre em presas. Hay una r·azón para que
e l cánel más famoso sea un acuerdo entre gobiernos :
o 120 o los cá rce les e ntre e mpresas son ilega les e n los Estados
C AP ÍT ULO 8 MONOPOLIO . OLIGOPOLIO Y COMPETENCIA MONOPOLISTI CA 255

Unidos y e n la mayoría de los países. Pero de momento ignoremos las leyes (que
es, por supuesto, lo que hicieron ADM y Ajinomoto en la vida real-en su propio
perjuicio).
Así pues. supongamos que ADM y Ajinomoto ruc ran n constituir un cártel y
que ese cartel dec idiera comportarse como un monopolista, maxim izando los
beneficios totales de la industria. Es obvio, a partir de la Tabla 8-2, que par<t
max im izar los benefic ios conjun tos de las empresas, e l cártel deberfa ruar la pro -
ducción total de la industria en 60 mi llones de ki los de lis ina, q u e se venderían
a l pr·ec io de 6 $ por kilo, generando un ingreso total de 360 millones de dólares,
el máximo posible. Por tan to. la única cuestión sería decidir qué parte de los 60
millones de kilos produciría cada empresa. Una solución "justa" podría ser· que
cada empresa produjera 30 millones de kilos y que tuviera unos ingresos de 180
millones de dólares.

os
Pero, incluso si las dos emprc as se pusieran de acuerdo, podría haber un pro-
blemn: las dos tendrían un incentivo para faltar a su palabra y para producir una
cantidad mayor a la acordada.

iv
Colusión y competencia Supongamos que los presid entes de ADM y de Aji nomoto
hubieran acordado que cada empresa produjera 30 millones d e ki los de lisina el af'lo

at
próximo. Ambos entendcrfan que este plan maximi'l.a sus beneficios conjuntos. Y los
dos tendrían un incentivo para hacer trampas.
Para ver por qué, considera lo que ocurriría s i Ajinomoto respetase el acuerdo.

uc
produciendo solo sus 30 millones de kilos, p ero ADM ignoras!! su compromiso y
produjera 40 millones de kilos. Este aumento de la producción total haría bajar
los precios de 6 $a 5 $ por kilo. que es el precio al que se demandan 70 millones
de kilos. El ingreso total de la industria dism inuiría desde 360 millones de dó la-
ed
res (6 $ x 60 m illones dc ki los) hasta 350 millones de dólares (5 $ x 70 mi llones
de k ilos). S in embargo, el ing reso total de AD M aw mmtaría, desde 180 mi llones
de dólares a 200 m illones de dóla res. Puesto que estamos supon iendo un coste
margina l ig ual a cero. eso s ign ifica rí<1 que Jos benefic ios de A DM aumentarían en
es
20 mi llones de dólares.
Pero el presidente de Ajinomoto podría hacer exactamente el mismo cálcu lo. Y .
.si las dos empresas produjeran 40 millones de kilos ele lisina. el precio caería hasta
4 ~ por kilo. De este modo. los beneficios de cada empresa disminuirían de ISO a 160
fin

mi !Iones de dólares.
¿Por· qué las empresas individuales tienen un incentivo para producir cantidades
mayores que las que maximizarían sus beneficios conjuntos? Porque ninguna empre-
sa tiene un incentivo para limitar su producción t::~n fuert e como el que tendrfa un
verdadero monopolista.
n

Volvamos por un mi nuto a In teo r ía del monopolio. Sabemos que u n monopol is ta


rnaximizador de benefic ios igualará su coste marginal (qLll! en este caso es cero) al
co

ingreso marginal. Pem, ¿cuá l l!s el ingreso marginal? Rl.!cuerda que producir una
unid::~d adiciona l tiene dos erectos:

l . Un e{ecro cmuidad positivo: cuando se vende una unidad más, aumenta el ingreso
so

total en un importe igual al pn:cio al que se vende esa unidad.


2. Un e{ecro precio negativo: para vender una unidad más, el monopolista tiene que
bajar el precio de me rcado de rodas las unidades que vende.
U

El efecto precio negativo es la causa de q ue el ingreso marginal de un monopolista


sea menor que el precio de mcrc¿ado. En el caso del o ligopolio, cu::ando consideramos
el dccto de aumentar la producc ión, a una empresa solo le preocupa el efecto p recio
sobre sus propias u nidacks de producto, no sobre las de sus colegas oligopolistas.
Ta nto A DM como Ajínomo to SLirren un efecto precio neg::ttivo s i ADM decide producir
una cantidad extra de lis ina y eso h::~ce caer el precio. Pero a ADM solo le preocupa
el efecto precio negativo sobres las unidades que él produce, no le preocupan las pér-
didas de Ajinomoto.
Esto nos indica que una empresa de una indus tda oligopolista se enfrenta, por
unid::~d adicio nal de producto. n un erecto precio menor que un monopolista; por
tanto, el ingreso marginal que calcu la la empresa es mayor. Por eso, a cualquier
empresa pe1·teneciente a un o ligopolio le parecerá bene fi cioso aumentar la prodLac-
ción. inclLISO si ese a u me nto de producció n reduce los beneficios del conjunto dc la
256 PARTE 4 MÁS ALLÁ DE LA COMPETENC I A PERFECTA

Cuando las empresas ignoran los industria. Pero, si todas piensan de esta forma, ¡el resultado es que todas obtienen un
efectos de sus acciones sobre beneficio menor!
los beneficios de las demás, se Hasta ahora hemos podido <.1nalizar el comportam iento del productor preguntán-
dice que tienen una co nducta no donos lo que el productor debería h<.1cer para maximizar s u beneficio. Pero, incluso
cooperativa. si tanto A DM como Ajinomoto están tratando <.1mbos de maximizar beneficios, ¿qué
pred icciones podemos hacer acerc<.1 de su comportamien to? ¿Entrarán en colusión,
alcanzando y respewndo un <.1cuerdo que maximice sus beneficios conjuntos? ¿O
des<.1rrollarán una conducta no cooperativa, en la que c<.1da empres<.1 <.1ctúa per-
siguiendo su propio in terés, aunque esto tenga el efecto de reducir los beneficios de
cada una de ellas? Las dos estrategias suenan a maximización de beneficios. ¿Cuá l de
d las describirá realmente su comportam iento?
Ahora se ve por qué el oligopolio presenta un en igma: hay un n(¡mero reducido de

os
jugadores, por lo que l<.1 colusión es una posibil idad real. Si hubiera docenas o cientos
de empresas. lo más segL1ro sería suponer que se comportarían de modo no cooperati-
vo. Sin embargo, cuando solo hay un puñado de empresas en una industria, es difíc il
determinar si la colusión llegará a materia lizarse en la rea lidad .

iv
Puesto que la colusión es, en ú ltimo término, más beneficiosa que el comporta-
miento no cooperativo, las empresas tienen un incentivo para colud ir cuando pueden

at
hacerlo. Una forma de hacerlo es fot-ma li zarla - firmar un acuerdo (puede ser incluso
un contrato legal), o establecer a lgunos incentivos financieros para que las empresas
mantengan altos los precios. Pem en los Estados Unidos y en muchos otros países, no se

uc
puede hacer esto -a l menos, no lega lmente . .L<.1s empresas no pueden hacer un contrato
legal para mantener <.1 ltos los precios: no solo no se puede obligar a cumplir un contrato
de ese tipo, sino que escribi rlo es sacar un billete s in vuelta para la cárcel. Tampoco está
permitido rirmar un "pacto entre caballeros'" in forma l, que carece de la fue¡-,w de la ley,
ed
pero que suele basarse en la amenaza de represalias -ta mbién es ilegal.
De hecho, los ejecut ivos de empresas rivales rara vez se reúnen sin la presencia
de abogados, para asegL1rarse de que la conversación no se adentra en territorios
inadecuados. rncluso insinuar lo bueno que sería que los precios fueran más altos
puede llevarles a una desagradable entrevista con e l Departamento de Justicia o con
es

la Com isión Federal de Comercio. Por ejemplo, e n 2003 el Departamento de Justicia


abrió un<.1 investigación por fijación de precios contra Monsanto y otros grandes pro-
ductores de semillas mod i ricadas genéticamente. El Departamento tuvo noticias de
fin

una serie de reuniones entre Monsanto y Pioneer Hi-Bred International, dos empresas
que producen el 60% del mercado estadounidense de semi llas de maíz y de soja. Las
dos empresas, que tení<.1n un acuerdo de licencia sobre semillas modificadas, declara-
ron que e n esas reuniones no se había hablado de una Fijación ele precios ilegal. Pero
el hecho de que hubieran hablado de precios como parte del acuerdo de licencia fue
n

s u ficiente para provocar la intervención del Departamemo de Justicia.


A veces, como hemos visto, las empresas o ligopolistas ignoran las normas. Pero lo
co

más frecuente es que encuentren vías para llegar a la col usión s in un acuerdo forma l,
como veremos más adelante e n este capítu lo.

[IQi<•]:t•]~!(:O#ltH•lD
so

iCHOCOLATE AMARGO?

M
U

iliones de amantes del chocolate de todo el mundo han tenido que gastar cada
vez más para satisfacer sus ansias, y los reguladores de Alemania, Canadá y
Estados Un idos empezaron a desconfiar. Están investigando si las siete principalc.s
empresas productoras de chocolate - incluidas Mars, Kraú Foods, Nestlé, Hershey y
Cadbury- se pusieron de acuerdo secretamente para subir los precios. La cantidad
de dinero involucrada puede muy bien alcanzar una cifra de miles de millones de
dólares.
Muchas de las mayores tiendas de a liment<.1ción y vendeclot-es de golosinas de los
Estados Unidos está n convencidas de habet- sido víctimas de una colusión. Aseguran
que, frente <.1 una demanda de consumo estancada, la indusLria del chocolate ha
reaccionado fijando los precios, una acusación que los industriales del chocolate han
negado enérgicamente.
En 20 10, una de estas tiendas, Supervalu, demandó judicialmente a Mars,
Hcrshey, Nestlé y Cadbury, que juntos con trolan a lrededor del 76% del mercado
de chocola te de EE. UU . Supe1·valu acusó a los fabricantes de haber estado fijando
CAPÍTUL O 8 MONOPOLIO. OLIGOPOLIO Y COMPETENCIA MONOPOLISTICA 257

precios dc:sdc 2002. aumentándolos regularmente desd~


c i fras de un díg ito a ci fras de dos dígitos. Supervnlu
también dem1nci6 que l as tiendas de al imentación que se
resistían o st: nega ban a subir los precios, eran sistemáti-
camente penalizadas con retrasos en los suministros de
productos o con suministros insuficientes. En 20 12, una
cooperativa de tiendas de alimentación, la Associated
Wholesale Grocers. planteó una demanda similar. ale-
gando que estas empresas habían practicado la colusión
en tres ocasiones en tre 2002 y 2008, sub iendo ar tifici al-
men te los prec ios del c hocolate.
Lo que está claro es que el precio de l as chocolatinas
se ha disparado . L os fabricantes defienden sus nccioncs

os
argumentando que sencillamente estaban repercutiendo
sus aumentos de costes. El pt·ecio del cacao, el principal
ingrediente del c hocolate, aumentó a más del doble entre
2005 y princirios de 2011. Aunque los precios del cacao iEstán implicados los productores de chocolate en fijacion es de precios?

iv
cayeron después en 20 11 y se estabil izaron en 20 12, los
producLOres de c hocolate continua ro n imponiendo aumentos de precios. Además. los

at
críticos aseguran que el precio del c~1cao se manwvo estable desde 2003 hasta 2007, y
que los preciol> cid azúcar también fueron estables cluramc ese periodo. a excepción
de una bt·eve subida en 2005, momento .::n el que también subiemn los precios del

uc
chocolate.
Pero como señalan l os expertos ant i monopolio, lo colusión de prec ios es rrccuen-
temenle muy difíc i l de pro bar, ya que no es ilega l que las empresas aumenten sus
precios a l mismo t iempo. Para probar que ha habido colusión, debe haber a lg(lll l ipo
de evidencia de conversaciones o de acuerdos escritos. ed
En nuestro caso del chocolate, sí surgieron esn1> evidencias. Según la prensa
canadiense, 13 ejecutivos de Cadbury entregaron volumariamente a lo:. tribunales
información sobre la existencia d e contactos entre las empresas, incluido un episodio
en 2005 en el que un ejecuti vo de Nestlé emregó a un empleado de Cadbury un sobre
es

marrón que cont enía detalles de u na próxima escnh.1da de precios. Y, Jc acuerdo con
la evidencia f'aci litada a un tribun al ca nadiense, a ltos t:jecutivos de H crshey. M ars y
Nestlé se reunieron secr etamente en cafeterías. en restaurantes y en convenciones
fin

para fijar los precios.


Los críticos dt: los fabricantes de chocolate puede que pronto consigan alguna El otigopolio es una estructura de
dulce sal isfacción a sus reivi ncl icuciones. mercado frecuente, en la que la
industria está formada solo por unas
pocas empresas, llamadas oligopo-
n

listas
El oligopolio es una forma de compe-
co

COMPRUEBA SI LO HAS ENTENDIDO 8-2 tencia imperfecta y surge de las mis-


mas fuerzas que llevan al monopolio,
1. Explica por qué cada una de las siguien tes industrias es un oligopolio y no una industria per-
pero más débiles.
fectamente competitiva.
a. La industna mundial del petróleo, en la que unos pocos paises próximos al Golfo Pérsico Algunos de los aspectos claves
so

del oligopolio pueden entenderse


controlan gran parte de las reservas mundiales de petróleo.
analizando su caso más sencillo. un
b. La industria de los microprocesadores, en la que dos empresas, lntel y su principal rival
duopolio - una industria en la que
AMO, dominan la tecnología. solo hay dos empresas. llamadas
c. La industria de construcción de grandes aviones de pasajeros, compuesta por la empresa
U

duopolistas.
estadounidense Boeing y la empresa europea Airbus, cuya producción se caracteriza por Actuando como si fueran un unico
tener costes fijos extremadamente altos. monopolista, los oligopolistas
2. ¿Cuáles de los siguientes factores aumentan la probabilidad de que un oligopolista participe pueden maximizar sus beneficios
en una colusión con el resto de empresas de la industria? ¿Y la probabilidad de que el oligo- conjuntos. Por ello existen incentivos
polisla actue de forma no cooperativa y aumente la producción? Explica las respuestas. para formar cárteles.
a. La cuota inicial de mercado de la empresa es pequer'la. (Pista: piensa en el efecto precio). Sin embargo, todas las empresas
b. La empresa ti ene una ventaja de coste sobre sus rivales. tienen incentivos para hacer trampa
- produdr más de lo que se supone
c. Los clientes de la empresa se enfrentan a costes adicionales cuando dejan de utilizar el
que tendrían que hacer según el
producto de una empresa y pasan a utilizar el de otra empresa.
acuerdo del cártel. Por tanto. hay
d. El oligopolista tiene una gran cantidad de capacidad productiva sin utilizar, pero sabe que dos posibles resultados: la colusión
sus rivales están funcionando actualmente en el máximo de su capacidad productiva, que con éxito y el comportamiento no
no puede ser modificada a corto plazo. cooperativo por trampas.
Las soluciones es1an al final del libro.
258 PARTE 4 MÁS A LLÁ DE LA COMPETENCIA PERFECTA

El monopolio, el oligopolio y las políticas


públicas
s bue no ser un monopol is ta, pero no es tan bueno ser cliente de un monopolista.
Un monopolista, a l reduc ir la producción y aumentar los precios, se benefic ia a
expensas de los cons umidores. Pero Jos compradores y los vendedores s ie mpre
tie nen intereses conflictivos. ¿Es el connic to de intereses en e l mo nopolio diferente
del que ex iste en la competencia per fecta?
La respues ta es "sí", p orque el monopolio es una fuent e de ineficienc ia: las pér-
didas que sufren los consum idores en el monopol io son mayores que .las gana ncias
del monopolista. Puesto que el monopolio genera pérdidas netas para la economía. el

os
gobierno inte nta a menudo impedir que surjan monopolios. o lim itar sus efectos. E n
esta sección veremos pm· qué el monopolio genera inefic ienc ia y exa minaremos las
políticas que adoptan los gobiernos para intentar evita r este inefic iencia.

iv
Efectos del monopolio sobre el bienestar

at
Al restringir la producción por debajo del nivel que igua la el coste margina l a l precio
de mercado, un monopolis ta aumenta su be ne ficio pem perjudica a Jos consumido-
res. Para evaluar s i la sociedad experimenta un beneficio neto o una pérdida neta,

uc
tene mos que comparar la gan ancia en beneficios del monopolista con la pérdida en
excedente del consum idor. Y lo que vemos es que la pérdida de excedente del consu-
midor es mayor que la ganancia del monopolista. El monopol io genera una pérdida
neta a la socied ad. ed
Para ver por qué, volvamos al caso e n que la curva de coste ma rg ina l es horizontal,
como ocurre en los dos pa neles de la Fig ura 8-8. La curva de coste ma rginal es CMg,
la curva de demanda es D, y e n el panel (b), la c urva de ingreso ma rg inal es !Mg
E l panel (a) muestra qué ocurre si esta indus tria es perfectamente competitiva.
es
La producción de equilibrio es Oc; el p•-ecio del bien, Pe. es igual a l coste marg inal
y el coste marginal también es ig ual al coste total med io, porque no hay costes fijos
fin

FIGURA 8-8 El monopolio causa ineficiencia

(a) Excedente total con competencia perfecta (b) Excedente total con monopolio
n

Precio, Precio,
coste coste, Excedente del consumidor
Excedente del consumidor
co

ingreso con monopolio


con competendo perfecto marginal
Benefído
so

EC,
U

Cantidad Cantidad

El panel (a) describe una industria perfec tamente competiti- OMy cobra un precio PM. El excedenle del consumidor (área
va: la producción es Oc, y el precio de mercado, Pe, es igual azul) se ha encogido: una parte de él ha pasado a ser bene -
al CMg. Puesto que el precio es exactamente igual al coste ficio (área verde), y otra parte se ha perdido como pérdida
total medio de cada uno de los productores, no hay beneficio irrecuperable de eficiencia (área amarilla), el valor de las tran-
ni exceden te del productor. En consecuencia, el excedente sacciones mutuamente beneficiosas que no han tenido lugar
total es igual al excedente del consumidor, que es el área debido al com portam iento del monopolio. Como consecuen -
coloreada. El panel (b) muestra la misma industria en situación cia, el excedente total disminuye.
de monopolio: el monopolista disminuye la producción hasta
CAPÍTULO 8 MONOPOLIO. OLIGOPOL I O Y COMPETENCIA MONOPOLISTICA 2 59

v el coste marginal es constante. Cada empresa está ganando exactamente su coste


total medio por unidad de producto, de modo que en el equi librio no hay beneficio
ni excedente del producto r. El excedente del consumidor generado por· e l mercado es
igual al i'trea del triángulo colOrl.'ado en azul, ECc. del panel (a). Puesto que, cuando
la indus tria es competitiva, no hay excedente del produc tor. ECc representa también
el excedente total.
El panel (b) muestra los resultados para e l mismo mercado, pero suponiendo esta
ve~ que la industria es un monopolio. El monopolista produce e l nive l de producción
Q.11 , con el que el coste marg inal es igual al ingreso margina l, y cobra el precio P 11•
Ahora la industria obtiene un beneficio -que es también e l excedente del productor-
igual a l <1rea delr·cctúng ulo verde, EP\t· Obser·va que este bendicio es excedente que
ha sido ex traído de los consumidores, al encogerse el excedeme del consumidor hasta
d ;irca del triángulo awl (EC.\1).

os
Al compa r·ar los paneles (a) y (b) observamos que, además de la redistribución
del cxcl.'dente desde los consumiJores hacia el monopolisw. ha habido otro ca mbio
im¡xwtall!c: la suma del bent!fic io más el excedente de l consum ido r -el excede nte
tota l- es 111enor en monopolio que en competencia perfecla. Es decir, la suma d e ECM

iv
y EPMen el panel ( b) es me no r que e l á rea E Ce del pa ncl (a). En el capítulo 5 a na 1i~a­
mos cómo los impuestos gene raban una pérdida irrecuperable para la sociedad. Aquf

at
mostramos que el monopolio provoca una pérdida irrecuperable para la sociedad
igua l a l área del triángulo amarillo (PI). Por tanlo. el monopolio produce una pérdida
neta para la sociedad.

uc
Esta pér·dida neta surge porque hay a lgunas transacciones beneficiosas para
ambo · participantes que dejan de producirse. Hay algunas personas para las que una
unidad adicional del bien vale más que el coste margina l de producirla, pero que no
la consumen porque no est;:in dispues1as a pagar P~ 1 •
ed
Quienes rec uerde n del capitulo S nues tro a nálisis de la pérdida de eñciencia pro-
vocndo por los impuestos. se darán c ue nta de que la pérdida de e fi cienc ia causada por
el monopolio se le parece bas tan 1e. De hecho, al crea r una brecha entre el precio y
el coste marg inal, e l monopolio acLtla de forma muy s imila r a un impuesto sobre los
consumidores y prod uce el mismo tipo de inefic iencia.
es

Así pues, el mo nopolio reduce el bienestar· d e la sociedad en su conjunto y es una


lucme de fallo de mercado. ¿llay algo que las políticas públicas puedan hacer· al rcs-
pl.'cto?
fin

Prevención del monopolio


Las políticas públicas dirig idas al monopolio dependen fundamcnwlmente de que
la industria en c uestión sen un monopolio natural, uno en e l que los rendimientos
n

crecientes a escala garanti:.-.nn que un productor ele mayor tamano tenga un coste
lc>tal medio menor. Si la indus tria no es un monopolio natural, la mejor polftica eco-
co

nóm ica es evitar que el mo nopolio surja o disgregarlo. si ya exis te. Centrémonos en
c:-lc caso en primer lugar. y volvamos después al pro blem a más difícil d e e nfrenta rse
a un monopolio natural.
El monopolio de diamantes De Beers no tenía que haber existido. La producción
so

de diamantes no es un monopolio natut·al: los costes de la industria no serían más


ahos si esiuviera formada por \'arios productores independientes que compitiera n
en tre ellos (como ocu1-re, por ejemplo, con la producción de o ro).
Po r eso, s i e l gobierno s udafrica no se hubie ra preocupado po r la forma en la que
U

un monopolio iba a afectar a los consumidores, ha bríu impedido a Cecil Rhodes


dominar la industria, o habría clisueiLo su monopolio LlllU vez constituido. Hoy en día,
los gobie rnos tratan frecue nu.:mcntc d e impedir que los mo nopolios se form en y de
disolver los ya existentes.
De Bccrs es un caso excepcional: por razones históricas complicadas. se perm i-
tió que siguiera siendo un monopolio. Pero durante el s ig lo pasado, la mayoría de
los monopolios similares fueron disueltos. El ejemplo mtís conocido en los Estados
Unidos es el de Sta ndard Oil. fundado por John O. Rockcfclle r en 1870. En 1878,
tandn rd Oil contwlabn casi todo el refino de peLróleo de los Estados Un idos; pero en
199 1, un tribunal o rdenó fragme nt ar la empresa e n varias llllidades pequeñas, entre
las que estaban las e mpresas que más tarde se convinieron en Exxon y Mobil (y que
después se fusiona ron pa ra convertirse en ExxonMobil).
260 PARTE 4 MAS ALLA DE LA COMPE T E N C I A PERFECTA

En un monopolio de propiedad Las polfticas públicas util izadas para pr·even ir o eliminar los monopolios se c.ono-
pública, el bien es ofrecido por cen con el nombre de políticas antilrust. que analizaremos enseguida.
el gobierno o por una empresa
propiedad del gobierno.
La regulación de precios limita el
El monopolio natural
precio que puede cobrar el monopolio. Fraccionar un monopolio que no es un monopolio natura l es claramente una buena
idea: las ganancias que recibe el consum idor son mayores que las pérdidas sufridas
por e l productor. Pero no es tan claro si deber·ía disolverse un monopolio natural.
en el que un productor de gran tamaño tiene costes tota les medios me nores que los
productores pequeños, porque esto daría lugar a costes totales medios más a ltos. Por
ejemplo, el gobierno de una ciudad que trate de evita r que una sola empresa dom ine la
oferta local de gas -que, como ya hemos visto, es casi seguro un monopolio natural-

os
aumentaría el coste del suministro de gas a sus residentes.
Incluso en el caso de un monopolio natural , un monopolista maximizador de
beneficios actúa de forma que genera ineficiencia - cobra a los consumido res un
precio más a lto que el coste marg ina l y, al hacerlo, ev ita algunas transacciones que

iv
beneficiarían a ambos participantes. Además, puede parecer injusw que una empresa
que ha consegu ido establecer una posición de monopolio gane un beneficio mayor a

at
costa de los consumidores.
¿Qué pueden hacer a este respecto las polfticas públicas? Hay dos respuestas
habitua les.

uc
Propiedad pública E n muchos países, la respuesta preferida a l problema del
monopolio natura l ha s ido la propiedad pública. En lugm· de permitir que un
monopolista privado contro le una industria, el gobie rno crea una agencia pública
ed
para sumin istrar el bien y proteger los intereses de los consu midores. En Gran
Bretaña, por ejemplo, hasta 1984 e l serv ic io telefón ico lo o frecía Britis h Telecom,
una empresa propiedad del gobierno. y hasta 1987, Britis h Airways, ta mbién de
propiedad estatal, suministra ba e l transporte aé reo. ('Estas empresas todavía exis-
ten, pe ro han s ido privatizadas y compite n con otras e mpresas e n s us respectivas
es

industrias).
En los Estados Un idos hay a lg unos ejemplos de propied ad pública. El tra nsporte
ferroviario de pasajeros está a cargo de la empresa pública Amtrak; el servic io postal
fin

habitual lo sum i.nis tra U.S. Posta l Service; algunas ci udades, e mrc ellas Los Angeles,
tienen compañías eléctricas de l itula ridad pública.

Regulación En los Estados Unidos la ¡·espuesta más frecuen te ha sido dejar· la


industria en manos privadas, pero :;ornete rla a regu lación . En concreto, la mayoría de
n

los servicios locales, como la electric idad, el servic io telefón ico, el gas natura l, etc.,
están somet idas a una re gulación de precios, que li mita los precios que pueden
co

cobrar.
Vimos en el capít ulo 4 que la imposición de un precio tnáxi1110 en una industria
com petitiva es un camino seguro hacia las escaseces, los mercados negros y o tros
efectos colater·ales indeseados. ¿No t iene Jos mis mo efectos la imposición de un límite
so

a l precio que puede cobra r, por ejemplo, una compañía local de gas?
No necesariamente: un precio máximo impuesto a un monopolis ta no tiene por
qué crear un exceso de demanda - s i no existiera precio máximo, un monopolis ta
cobra r ía un precio más a lto que su coste ma rg inal de producción. Por tanto, a unque
U

se le fuerce a cobrar un precio más bajo -siempre que ese precio sea mayor que su
CMg, y el monopolista c ubra por lo menos sus costes to ta les- el monopolista s ig ue
teniendo un incentivo para produc ir la cantidad demandada a ese precio.

Oligopolio: el marco legal


Para entende r la fijación ele precios del o ligopolio e n la práctica, de bemos conocer
las restricciones lega les a las que están sometidas las empresas oligopolfsticas. En los
Estados Unidos, e l o ligopolio empezó a ser un problema durante la segunda mitad
del s iglo diecinueve, cuando la expansió n de los ferrocarriles - que eran una indus-
tria oligopo lística- creó un mercado nacional para muchos bienes. Nacieron grandes
empresas que producía n p etró leo, acero y otros muchos productos. Los emp;esarios
rápidamente se dieron cuenta de que s us beneficios sería n mayores si pud ieran l imi-
CAPÍTULO 8 MONOPOLIO. OL I GOPOLIO Y COMPETE N C IA MONOPO L ÍSTICA 261

tar·la competencia de precios. Por ello, muchas industrias formaron cárteles -es decir, Las políticas antitrust son los
firmaron acuerdos formales para reducir la producción y aumentar los precios. Hasta esfuerzos que hacen los gobiernos
1890, cuando se aprobó la primera legislación federal conu·u tales cárteles, esto eru para impedir que las industrias
perfectamente legal. oligopolisticas se conviertan en
Sin embargo, aunque esos cárteles eran legales, no eran legalmente ejecutables monopolios o se comporten como
-los miembros de un cártel no podían acudir a los tribunales para obl igar a reducir ellos.
su producción a una empresa que estuviera violando los acuerdos. Y las empresas a
menudo violaban sus acuerdos por las razones que ya sugerimos en nuestro ejemplo
del duopolio: cada empresa de un cártel siempre tiene la tentación de producir más
de lo que se supone que debería hacer.
En 1881, var-ios astutos abogados de Standar-d Oil Company de John D. Rockefeller
dieron con la solución -el denominado trust. En un trust, los accionistas de todas las
empresas más importantes de una indus tria depositaban sus acciones en manos de

os
una junta directiva que controlaba las empresas. Esto, en la práctica, fusionaba todas
las empresas en una sola, que fijaba el precio como lo habría hecho un monopol io. De
esta forma, el Standard Oil Trust estableció lo que esencia lmente era un monopolio
en la industr-ia petrolera, y muy pronto fue seguido por trusts en las industrias del

iv
azúcar, el whisky, el plomo, el aceite de sem illa de algodón y el aceite de linaza.
Finalmente hubo una reacción pública motivada, en parte, por la preocupación
acerca de los efectos económicos de la aparición de los trusts y en parte, sencillamen-

at
te por miedo a que los propietarios de los trusts llegaran a ser demasiado poderosos.
El resultado fue la ley Sherman Antitrust de 1890. que perseguía tanto imped ir la

uc
formación de nuevos monopolios como disolver los existentes. Al principio esta ley se
aplicó muy poco. Pero en las décadas siguientes, el gobierno federa l se esforzó cada
vez más para dificultar que las industrias oligopolísticas se convirtieran en mono-
polios o que se comportasen como tales. Esos esfuerzos se conocen en la actualidad
como políticas antitrust. ed
Una de las primeras acciones más llamativas de la política antitrust fue la disolu-
ción de la Standard Oi l en 1911. (Sus integrantes fueron el núcleo de muchas de las
principales empresas petroleras actuales: Standard Oil de Nueva Jersey se convirtió
en Exxon, Standard Oil de Nueva York se transformó en Mobil, y asf suce-
es

sivamente). En la década de 1980, un largo pleito condujo a la disolución de


Bell Telephone, que en su día tenía un monopolio tanto de los servicios telefó-
nicos locales como de los de larga distancia en los Estados Unidos. Como ya
fin

hemos señalado antes, el Departamento de Justicia revisa las propuestas de


fusiones entre empresas de la misma industria e impedirá las que considere
que van a reducir la competencia.
Entre los países avanzados, la larga tradición d e los Estados Un idos en
las políticas de defensa de la competencia es única. Hasta hace poco, otros
n

países carecían de políticas contra la fijación de predos, y a lgunos incluso


habían fomentado la formación de cárteles, creyendo que eso protegería a
co

las empresas propias frente a los rivales extranjeros. Pero la situación ha


cambiado radicalmente en los últimos 25 años, desde que la Unión Europea
(UE) -una institución supra nacional que se ocupa hacer cumplir las polí-
ticas antitrust en sus países miembros- ha aprox imado sus políticas a las
so

de Estados Unidos. Hoy en día, los regu ladores de la UE y de los EE. UU.
persiguen a menudo a las mismas empresas, porque la fijación de precios se "Frmlcal/lente, tengo 111is dudas respecto a
"ha hecho global" a medida que el comercio internacional se ha expand ido. que el conglo111erado de jl111dici6n y refino
A principios de la década de 1990, en los Estados Unidos se aplicó un se declare inocente de s 11 violación de la ley
U

programa de amnistía por el que una empresa que fija el precio es penali- a111itn tsi alegando incapacidad 111enta l.
zada con una multa muy reducida si denuncia a sus compañeros de cons-
piración. E l Congreso, además, aumentó sustancialmente las multas máximas en el
caso de condena. Estas dos nuevas políticas consiguieron obviamente que informar
sobre tus socios del cártel fuera una estrategia dominante, y han valido la pena: en
los úHimos años, ejecutivos de Bégica, Gran Bretaña, Canadá, Francia, Alemania,
Italia, México, Países Bajos, Corea del Sur y Suiza, así como de los Estados Unidos,
han sido condenados por tribunales de los Estados Unidos por delitos de cártel.
Como dijo un abogado, "se hacen carreras hasta los juzgados", en las que cada cons-
pirador trata de ser el primer-o en confesar.
En los últimos años la vida se ha vuelto muy difíci l para los que quieren operar un
cártel. Entonces ¿qué puede hacer un oligopolista?
262 PART E 4 MÁS ALLÁ DE LA COMPETE NC IA PERFECTA

Cuando las empresas reducen la


Colusión tácita y guerras de precios
producctón y suben los precios de
forma que aumentan los beneficios Si una industria real fuera tan sencil la como nuestro ejemplo de la lisina. proba-
de todas ollas, aunque no hayan blemente no sería necesario que los pres identes de las empresas se reunieran o que
hecho mngún acuerdo formal, están hicieran cualqu ier otra cosa que pudiera llevarles a la cárcel. Las dos empresas se
practicando colusión tácita. darían cuenta de que a ambas le · interesaría restringir la producción a 30 millones
de kilos cada una, y que cualquier ga nnncia a cono plazo que pudiera obtener una
de ellas por producir más seda mucho más pequeña que la pérdidas que tenddan
más tarde, cuando la otra empresa reaccionara. A pesa•· de que las empresas no
pueden establecer un acuerdo de obligado cumplí mien to pua reducir la producción
y subir los precios (y de que 1ienen riesgos legales s implemen te por hablar sobre pre-
cios), tenderán a actuar "como s i" ex istiera ese acuerdo. Cuando ocurre esto, deci-
mos que las empresas están en colus ió n t ácila . De forma que, incluso sin acuerdos

os
explícitos, las empresas probablemen te llegaría n a la colusió n táciw necesaria para
maximizar los benefic ios conjunt os.
Las industrias reales no son nunca tan scncill ns. Sin embargo, en la mayoría de l a~

iv
industrias oligopolísticas, las e mpresas pareccn tener éx ito ca~ i siempre en mantener
los niveles de precios por encima de S lt nivel no cooperativo. En o tras palabras, la
colusión tácita es el estado norma l del o ligopolio.

at
Aunque la colus ión tácita es rrecuente, raramcntc permite a la industria establecer
precios a niveles tan a llos como los del monopolio: en general, la colusión dista de
ser perfecta. Como analizaremos a continuación, hay una serie de factores que hacen

uc
dirícil que las empresas de una industria se coordi nen para fijar precios altos.

Menor concentración En una indust ría menos concentrada, la e mpresa típica ten-
ed
drá una cuota de mercado menor que en una industda más concentrada . Esto inclina
a las empresas hacia un comportamiento no coope1·ativo. porque cuando una empre-
sa más pequeña hace trampas y aumenta su producción, se queda pat·a ella todo el
beneficio derivado de ese aumento de producción. Y si sus rivales contraatacaran
aumentando sus outputs, las pérdidas de la empresa sedan pequeñas por ser su cuota
es
de mercado relativamente modesta. Una industria menos concentrada suele ser un
incücador de que hay pocas barreras a la entrada.

Productos complejos y políticas de precios En nuestro ejemplo de la lisina las


fin

dos empresas producen solo un producto. En la rea lidad, sin embargo, los o ligopolis-
tas suelen vender mi les o incluso decenas de m iles de productos diferentes . En estas
circunsta ncias, es difíci l seguir la pista de lo que producen otras empresas y de los
precios que fijan. Esto hace que no sea r{tcil determinar si una empresa está incum-
n

pliendo el acuerdo tácito.


co

Diferencias de intereses En el í.!jemplo de la lis in a, el acuerdo tácito de dividir el


mercado a parles iguales entre ambas empresas es una conclusión natural, y proba-
blemente aceptable para las dos empresas. En las industrias rea les, sin embargo, las
empresas muchas veces tienen difet·entcs percepciones acerca de lo que es justo y de
cuá les son sus verdaderos intereses.
so

Pm· ejemplo. supongamos que Ajinomoto llevara mucho tiempo produciendo lisina
y que ADM acabara de en trar en la industria. Ajinomoto podría pensar que merecía
producir más cantidad que ADM. pero ADM podría pensar que tenía derecho al 50%
del negocio. (Un desacuerdo de este tipo ru e u no de los temas conflictivos que se abor-
U

dó e n las reuniones grabadas por el FBI).


Supongamos, alternativamente, que los costes marginales de ADM fueran meno-
res que los de Ajinomoto. Aunque se pusieran de acuerdo sob•·e ]as cuotas de mercado,
podrían estar en desacuerdo sobre el nivel de producción max.imizador de los bene-
ficios conjuntos.

Poder de negociación de lo~ compradores Frecuentemente los oligopolis-


tas no venden a consumidores individuales. s i no a g randes compradores -otras
empresas industria les. cadenas de tiendas a nivel nacional , y así sucesivamente.
Estos grandes compradores tienen u na posición que les permite negociar con los
oligopoli stas una rebaja d e precios: pueden ped irle un descuento a un o ligo poi ista
y amenazarle con pasarse a un co mpetidor si no lo consig uen. Una razón impor-
tan te d e por qué las g ra ndes cadenas d e dis tribución, como Walmart, pueden
C AP Í TU L O 8 MONOPOLIO. OLIGOPOLIO Y COMPETENC I A MONOPOLfSTICA 263

ofTecer a sus clientes precios más bajos que el pequeño comercio es precisamente Se produce una guerra de precios
por su capacidad de utilizar su tamaño para conseguir de sus proveedores precios cuando la colusión tácita se rompe y
más bajos. los precios se desploman.

Estas d ificultades para asegurar el cumplimiento de la colusión tácita llevan a


veces a las empresas a desafiar la ley y a crear cárteles ilegales. Ya hemos analizado
los casos de las industrias de la lisina y del chocolate. Un ejemplo clásico, más anti-
guo, fue el de la conspiración de los equipos eléctricos en los Estados Un idos en la
década de 1950, que terminó con el procesamiento, y con sentencias de cárcel, para
varios ejecutivos. Era una industria en la que la colusión tácita era especialmente
difícil por todas las razones que hemos visto. Había muchas empresas - fueron inves-
tigadas 40. Producían una variedad muy compleja de productos, a menudo fabricados
más o menos a medida para clientes concretos. Tenían tamaños muy diferentes, desde

os
gigantes como General Electric hasta empresas familiares con solo unas pocas doce-
nas de empleados. Y los clien~es eran en muchos casos grandes compradores, como
los d istribuidores de electricidad que, en genera l, intentaban obligar a Jos proveedores
a competir entre ellos. La colusión tácita no parecía posible - por lo que los ejecutivos

iv
se reunían en secreto e ilega lmente para decidir qu ién iba a ofrecer qué precio y par¡¡
qué contrato.

at
Puesto que la colusión tácita es muchas veces muy difícil de conseguir, la mayor
parLe de los oligopolios cobran precios que están muy por debajo de los que cobraría
la misma industria si estuviera controlada po,- un monopolista -o de los que ellos

uc
mismos cobrarían si fueran capaces de hacer una colusión explícita. Además, muchas
veces la colusión se rompe y se emprende una guerra de precios. Una guerra de
precios a veces implica sencillamente un colapso de los precios hasta su nivel no coo-
perativo. A veces llegan incluso¡¡ estar por debajo de ese nivel, y los vendedores tratan
ed
de echarse unos a otros del negocio o, por lo menos, de castigar lo que consideran un
incun:1plimiento ele un ¡¡cuerdo.
es

[)Q(<•l:t·l~lhQ#I&M•JII
LAS GUERRAS DE PRECIOS DE LAS NAVIDADES
fin

D urante las fiestas navideñas de los ú ltimos años, las estanterías de juguetes de
l.as tiendas estadounidenses han sido el escenario de una competencia salvaje:
en las riestas de Navidad de 2012, Amazon recortó los precios de los juguetes antes de
lo acostumbrado. Como reacción. las tiendas Targel, Toys "R" Us y Best Buy g¡¡ranti-
n

zaron igualar los precios de los productos idénticos a los que estuvieran anunciados
en tiendas online, incluyendo a Amazon. Es tan intenso el
co

recorte de precios que desde 2003, tres vendedores de jugue-


tes - KB Toys, FAO Schwartz y Zany Br¡¡iny- se fueron a la
quiebra.
¿Qué está pasando? La turbulencia puede tener su origen
en problemas de la propia industria de juguetes, así como en
so

la cadena de distribución. Cada año, desde hace varios años,


las ventas de juguetes han disminuido en algunos puntos
porcentuales, a medida que los niños se aficionan más a
U

juegos de vídeo y a I nternet. También han entrado nuevas


empresas en el negocio de juguetería: Walmart y Target han
multiplicado sus tiendas y han hecho recortes de precios
muy agresivos. El resultado es muy parecido a un episodio
de colusión tácita que se manifiesta en interacciones repe-
tidas en sentido contrario: como el conjunto de la industria
está en situación de declive y hay nuevos entrantes, la ventaja
futura de una colusión se está encogiendo. El resultado pre-
decible es una guerra de precios. Las guerras de precios de Navidad, que siempre empezaban nada
Puesto que para los minoristas sus ventas en vacaciones más pasar el Día de Acción de Gracias, cada año empiezan antes.
son casi la mitad de sus ventas anuales, las fiestas son un
periodo de recortes de precios particularmente intensos. Tradicionalmente, el día
de mayores compras del año ha sido "Black Friday", el día siguiente a l ele Acción de
264 PAR TE 4 M ÁS AL L Á DE LA C OMPETENCIA PERFE CTA
..

Gracias. Pe ro e n un esfuerzo por incre me nt a r sus vem as y desbancar a los ri vales, lo:;
vendedo res - sobre todo Walmart- han empezado a reducir sus precios al principio
Reduciendo la producción y subiendo del o to ño. Ahora empieza a principio:. d e noviembre, mucho ames del día de Acción
el precio por encima del coste margi· de Gracias . En 2012. Amazon o rrcció, a pa rtir del lunes muerior al día de Acción d e
nal, un monopolista consigue apro- Gmc ias, nuevas rebajas cad a ho ra hasta llegar a l día Black Friday.
piarse de parte del excedente del Puesto que los restantes vended ores sienten que no tie ne n más remedio que segui r
consumidor convenido en beneficio este perni, ha surgido el Fe nó me no conocido como "aventajamiento navideño" ("cree-
y genera una pérdida irrecuperable. ping Christmas'"): las g uerras de precios de las 1 a\•idades cada año llegan a ntes.
Para evitar esa pérdida de eficiencia,
las políticas públicas intentan coartar
el comportamiento del monopolio.
El monopolio natural plantea un
problema de política económica 8- 3

os
más serio. Dos soluciones son la
1. ¿Qué política debería adoptar el gobierno en los siguien tes casos? Explica la respuesta.
propiedad pública y la regulación de
precios. a. El servicio d e inte rne! en Anytow n, Ohio, es a través de ca ble. Los con sumidores creen
que pagan demasiado. pero la compañia del cab le argumenta que tiene que c obrar pre-

iv
Los oligopolios operan con restrl c·
cione s legales que toman la forma cios que le permitan recuperar los cos tes de instalar la red de cab le.
de políticas antitrust. Pero muchos b. Las d os unicas aerollneas que ac tualmente vu elan a Al aska necesitan autorización guber-

at
tienen éxíto practicando la colusión nativa para fusionarse. Otras aerollneas desean volar a Alaska pero, para hacerlo, necesi-
tácita. tan derechos de aterrizaje y d espegue que asigna el gobierno.
La colusión tácita está limitada por 2. ¿v erdadero o falso? Justifica tu respuesta.

uc
una serie de factores. entre los que a. El bienestar de la sociedad es menor con un monopolio porque una parte del exc ed ente
se cuentan el gran número de empre· del consu mid or se transforma en beneficio del monopolista.
sas, la complejidad de productos b. Un monopolista causa ineficiencia porque hay consumidores que están dispuestos a pagar
y precios. las diferencias en tre tos
un p recio mayor o igual que el coste marginal, pero menor que el precio de monopolio.
intereses de las empresas y el poder
de negociación de los compradores.
Cuando la colusión se rompe, se pro·
ed Las soluaones están al rmal del libro.

duce una guerra de precios.

- El significado de la competencia
es

monopolística
fin

eo dirige el establecimien to Wo ndcrrul Wo k, que está en la zona de res taurantes


de u n gran centro come rc ia l. Es el ún ico que orrece com ida c hina a ll í, pero hay
más de una doce na d e a lterna tivas , desde e l Bodac ious Burguer hasta el Pizza
Paradise. Cua ndo decide el precio que va a cobra r por una comida, Leo sabe que tiene
que te ne¡- en c ue nta estas a lterna tivos: ni siquie ra los que no1·ma lmente prefieren la
n

comid a china come rá n un me nú de Leo de 15 $si p uede n conseguir una ha mburgue-


sa, pata tas fritas y una bebida por 4 $.
co

Pero Leo ta mbié n sabe q ue no perderá a LOdos sus cl ie ntes aunque el prec io de su
co mida sea a lgo superior a l d e su s compl.!l ido res. La com ida china no es igu a l que una
hamburg uesa o una pizza. A a lg u nos les apetecen\ muc ho la com ida china ese día, y
se la co m prm·án a Leo aunque httbicran podido cena ¡· paga ndo me nos en una ham-
so

burgueser ía. Por s upuesto, lo contra rio también e::. cierto: incluso si la comida c hina
fue1·a algo más barata, a lg unos elegirían ir a una ha mburg uesería. En o tras pala bras,
Leo tie ne cierto pode r de mercado: tie ne algu11a capacidad para fijar su propio precio.
¿Cómo d escribirías la situación de Leo? Por s upth.:Sto no es precio-acept a nte, por
U

lo que no oper·a en compete nc ia perrecta. Pe ro ta mpoco le podría mos lla mar exac ta-
mente monopol ista. Aunque es el único vended or de comida china en el centro comer-
cial, se enfrenta a la competencia de los o tros vendedo res d e co mida.
Sin embargo, tambié n scrfa erró neo decir que es un oligopolista. Recordemos
que el ol igo polio impUca compe te ncia e ntre un número pequeño de empresas inde-
pe ndientes en una industria protegida po r a lg unas -aunque limitadas- barreras a la
entrada, y cuyos b enefic ios es tá n muy interrelacionados. E sta a lta interdependencia
l a competencia monopolístlca es de sus bene ficios hace que los oligopo lista s tenga n un incentivo pa ra coludir, tác ita o
una estructura de mercado en la que explícita mente. Pero en el ca so de Leo, hay muchos establecimientos de com ida e n el
hay muchos produc tores compitiendo cen tro comercial. de masiados para que la colusión t~íc ita sea posible.
en una industria , cada produc tor Los econo mis tas describen la situac ió n d..: Leo como compe tencia mon opolís li-
vende un produ cto diferenciado y ca. La competencia mo no polística es especia lmente frecue nte e n industl'ias de servi-
hay libertad para entrar y salir en la cios, como restaura ntes y gasolineras. pero ta mbién existe en a lgunas indus tr ias manu-
industria a largo plazo. fac tureras. Implica tres condic io nes: ttn gra n nú mero de producrores compelido res.
CA P ÍTUL O 8 MONOPOLIO. OLIGOPOLIO Y COMPETENCIA MONOPOL[STICA 265

productos diferenciados. y libre entrada y salida de la industria a largo plazo. En una La diferenciación del producto
industria con competencia monopolística, cada productor tiene cierta capacidad para es un intento de una empresa para
fiiar d precio de su producto diferenciado. Pero el nivel hasta el que puede subirlo exac- convencer a los compradores de
tament e está limitado por la competencia a la que se en fren ta, procedente de otros pro- que su produc to es diferente de los
ductores existentes y potencia le. que producen bienes cercanos, aunque no idénticos. productos de las otras empresas de la
industria.

Grandes números
En una indus tria e n compe te nc ia monopolística hay muc hos productores. Este tipo
de industrias no se parece ni n un monopolio, donde la empresa no se enfrenta a
ninguna competencia. ni a un oligopolio, en el qliC cada empresa tiene unos pocos
dvalcs. En lugar de eso. cada vendedor tiene muchos competidores. Por ejemplo. hay
muchos restaura mcs en un gn:tn centm comercial y de ocio. muchas gasolineras en

os
una autopista, y muchos ho teles en una localidad turística de moda.

Libre entrada y salida a largo plazo

iv
En una industria en competencia monopol ística, los nuevüs producto res. con sus prü-
pios productos diferentes, pueden entrar libremente en la industria a largo plazo. Po r

at
ejemplo, o tros vendedores de com id a abrirían establecim ientos en el ccnu·o comercial
si pensaran que sería rentable hacerlo. Además, las empresas saldrían de la industria
si ~e encontraran con que no están cubriendo s us costes a largo plazo.

uc
Productos diferenciados
En una industria en competencia monopolística, cada productor tiene un producto que
ed
los consumidores consideran de a lguna forma diferente a los de las empresas compelido-
ras: a l mismo Liempo, s in emba rgo, los consumido res ven estos productos rivales como
:>ustilutivos cercanos. Si en el centro comercia l de Leo hubiera 15 estableci mientos que
w ndierrtn comida exactamente del mismo tipo y de la misma calidad, habría compe-
es
tencia perfecta: cua lquier vendedor que intentara cobrar un precio más a lto no tendria
ningún clienle. Sin e mbargo. supongamos que Wonderful Wok es el (mico vendedor de
comida china, que Bodacious Burguer es la (mica hamburguesería, y así sucesivamente.
La consecuencia de esta difenmciación es que cada vendedor tiene cierta capacidad para
fin

fijar su propio p•·ecio: cada productor tiene cieno pode•· de mercado - aunque limitado.
La diferencia c ió n de producto - un intento de una empresa de crear la pe,--
cepción de que su producto es diferente- es la única furma que tienen las empresas
en competencia monopolrs t ica de poder conseguir c ierto poder de mercado. ¿Cómo
pueden las empresas ele un u m isma industria -como los puestos ele com ida rápida, las
n

gasolineras o los fabr ica ntes de c hocola te- d ife renciar sus produc tos? Alg unas veces
la diferencia está principa lme nte en las mentes ele los consumidores más que en l o~>
co

productos mismos. En genern l. sin embargo, las empresas diferencia n sus productos
-¡sorpresa!- haciéndolos diferentes de verdad.
La clave de la diferenciación del producto es que los consumido•·cs tienen distintas
preferencias y que están dispuestos a pagar un poco más por satisfacer estas prefe-
so

rencias. Cada productor puede crearse un nicho de mercado produciendo algo que
alisfaga las preferencias de a lgún grupo de consumido res mejo1· que los productos de
o tras empresas. Hay tres formas importa m es de diferenc iació n del producto: diferen-
c iación por est ilo o tipo, diferenciac ión por loca lizació n y d iferenciación por calidad.
U

Diferenciación por estilo o tipo Los vendedon::s del á rea de restaura ntes del centro
comerc ia l ele Leo ofrecen d iferentes tipos de com ida rápicb: hambu rguesas, pizzas. comi-
da china, comida mexicana, etc. Cada consumidor llega a esa zona con alguna preferen-
cia por una o por otra de esas ofcn as. Es la preferencia puede depender del humor del
consumidor. de su dieta, o de lo que ya ha comido ese dfa. Est~ls preferencias, sin embar-
go, no hacen que el consumidor sea indiferente al precio: si Wonderful Wok cobrara LS
por un rollito de pdmavcra, en lugar de ir a él, todo el mundo ida a Boclacious Burguer
o a PiZ2'.a Pa•·adise. Sin embargo, a lgunos elegirán una comida más ca•·a si este tipo clt!
com ida se ajusta mejor a sus gustos. Por tanto, los productos de los diferentes estableci-
mientos son sustitutivos, pero no son sustitutivos perfectos - son sustitutivos i111per{ectos.
Los restaurantes de un centro comercial no son los (111icos vendedores que diferen-
c ia n su output por el tipo de producto. Las tiendas de ropa se especializan en ropa de
266 PARTE 4 MÁS ALLÁ DE LA COMPETE N CIA PERFECTA

mujer o de hombre, en ropa de vestir o de deporte, en ropa de moda o clásica, y así sucesi-
vamcnLe. Los fabr icantes de coches ofrecen berlinas, monovolúmenes, utilitarios y depor-
tivos, cada tipo de automóvil dirigido a conductores con diferentes necesidades y gustos.
Los libros ofTecen otro ejemplo de diferenciación por tipo y estilo. Los libros de
misterio son diferentes de las novelas de amor; entre los de misterio podemos d iferen-
c iar entre las historias de detectives, las de suspense y las de investigación policíaca.
Y no hay dos escritores de novelas policíacas que sean exactamente iguales: Raymoncl
Chandler y Sue Grafton tienen cada uno sus segu idores incondiciona les.
De hecho, la diferenciación de producto es característica de la mayoría de los bie-
nes de consumo. En la medida en que la gente tiene gustos diferentes, a los producto-
res les resulta posible y beneficioso producir un amplio espectro de bienes.

Diferenciación por localización Las gasolineras que hay en una carretera ofre-

os
cen productos diferenciados. Es verdad que e l combustible puede ser exactamen te e l
mismo. Pero la localización ele la gasolinera es diferente, y la localización importa a
los consumidores: es más cómodo parar para echar gasolina cerca de casa, cerca del

iv
lugar de u-abajo o cerca del lugar donde estemos cuando el ind icador de combustible
avise que se está acabando.
De hecho, muchas industrias en competencia monopolística ofrecen bienes dife-

at
renciados por localización . Esto es especialmen te cierto en las industl"ias de servicios,
desde las tintorerías hasta las peluquerías, en las que los consumidm·es a menudo

uc
el igen el vendedor más cercano en lugar del más barato.

Diferenciación por calidad ¿Tienes antojo de chocolate? ¿Cuánto estás dispuesto a


gastar por comerlo? Veamos, hay chocolates y chocolates: aunque el chocolate corriente
ed
puede no ser muy caro, una tableta de chocolate gourmet puede costar varios euros.
En el chocolate, como en otros muchos bienes, hay una gama de posibles ca lida-
des. Puedes comprar una bicicleta senci lla por menos ele 100 $; y puedes conseguir
una bicicleta mucho más sofisticada por un precio diez veces mayor. Todo depende de
cuánto te importe la ca lidad ad icional y de cuánto vayas a echar ele menos las otras
es
cosas que podrfas haber comprado con ese dinero.
Puesto que los consumidores se diferencian en lo que está n dispuestos a pagar por
una cal id ad mayor, los productores pueden diferenciar sus productos por la calidad
- ofreciendo a lg unos productos de menor ca lidad a bajo precio, y otros productos de
fin

a lta ca lidad a un precio más a lto.

Así pues, la diferenciación de producto puede tomar va1·ias formas. Sin embargo,
cualquiera que sea la forma que tome, las industrias con diferenciación de producto
n

tienen dos características importa n tes: "compe1encia en/re los vendedores" y "valor de
la diversidad".
co

La competencia entre vendedores sign ifica que. aunque los vendedores de los
productos d iferenciados no estén ofreciendo bienes idénticos, en cierto modo están
compitiendo en un mercado acotado. Si entran más empresas en el mercado, cada
una de ellas se dará cuenta de que está vendiendo menos cantidad a cada precio. Por
ejemplo, si se instala una gasolinera nueva en una carretera, todas las gasolineras
so

ex istentes venderán algo menos.


El valor de la diversidad se refiere a la ganancia de los consumidores por la pro-
liferación de productos diferenciados. Un centro de restaurantes con ocho estableci -
U

mientos hace más fe lices a los consumidores que uno en el que solo hay seis, incluso
si los precios son los mismos, po¡·quc a lgunos clientes consegu irán una comida más
parecida a la que tenían en mente. Una carretera en la que hay gasolineras cada dos
kilómetros es más conveniente para los automovilistas que una carretera e n la que las
gasolineras están separadas por cinco kilómetros. Cuando un producto está dispon i-
ble en d iferentes calidades, pocas personas se ven obligadas a pagar por una ca lidad
mayor que la que necesitan, o tienen que conformarse con una cal idad inferior a .la
que desean. En otras palabras, la d isponibilidad de una gran diversidad de productos
disponibles beneficia a los consumidores.
La competencia monopolística es diferente de las otras tres estructuras de mer-
cado que hemos anal izado hasta ahora. No es lo mismo que la competencia perfecta:
las empresas tienen a lgún poder de mercado. No es un monopolio: las emp1·esas
se en frentan a a lguna competencia. Y no es lo mismo que un oligopolio: como h ay
muchas empresas que entran y salen, no existe el potencial para la colusión, que tan
importante es en e l oligopolio.
CAPÍTULO 8 MONOPOLIO. OLIGOPOL I O Y CO MPET ENCIA MONOPOL ISTICA 267

I IQU•lwl~it!iBH•JD
DE CUALQUIER COLOR, SIEMPRE QUE SEA NEGRO

L a historia inicial de la industria del automóvil ofrece una


ilustración clásica del poder de la dife•·enciación de productos.
La industria moderna del automóvil fue creada por Henry
Ford, que fue d primero que introdujo la cadena de montaje en
la producción. Esta técn ica hizo que pudiera ofrecer el famoso -
modelo T a un precio mucho más bajo que el que c ualquie r otro
fabricante podría haber cobrado por un automóvil; hacia 1920,
Ford dominaba el negocio ele los automóviles.
La cst rategia de Ford ru e ofrecer un único tipo de automóvil,

os
lo que max imizaba sus economías de escala en la producció n
pero no hada concesiones a las diferencias e n los gustos d e los
consumidores. Supuestamente, declaró que los consumidores
podrían consegu ir el modelo T en "cualquier color, s iempre que

iv
fuera neg ro".
Esta estrategia fue contestada por Alfred P. Sloan. que habfa

at
fusion ~1do varias pcque1ias e mpresas ele au tomóviles en Ge ne ral
Motors. La estrategia de S loan era la de ofrecer una variedad de El modelo T de Ford en negro básico.
tipos de automóviles, diferenciados por la calidad y por e l precio.

uc
Los Chevrolets eran alllomóvi les básicos que desafiaban directameme a l moddo T,
los Buicks eran mayores y más caros. y así sucesivamente has ta llegar a lo Cadillacs.
Y podías conseguir c ua lquier modelo en distintos colo•·es.
A lo largo dl! la década de 1930 el veredicto fue claro: los consumidores preferían

automóviles dominante para el resto del s iglo \'cinte.


ed
una val'iedad de tipos, y General Motors, no Ford, se convirt ió en el fabricante de
En competencia monopolística hay
muchos productores compitiendo.
cada uno de ellos con un producto
diferenciado, y libre entrada y salida
a largo plazo.
es
La diferenc.iación de producto adop·
LO HAS ENTENDIDO 8-4 ta tres formas principales: por estilo
o tipo, por localización, o por cali·
1. Todos los bienes y servicios siguientes son productos diferenciados. ¿cuáles lo son como
dad. Los productos de los diferentes
fin

consecuencia de la competencia monopolfstica y cuáles no? Explica tus respuestas. vendedores se consideran sustituti·
a. Escaleras de mano vos imperfectos.
b. Bebidas refrescantes Los productores compiten por el
c. Grandes almacenes mismo mercado. por lo que la entra·
d. Acero da de nuevos productores reduce la
n

2. Tienes que determinar cuál de dos tipos de estructuras de mercado describe mejor una cantidad que puede vender a cada
industria, pero solo puedes hacer una pregunta sobre la industria. ¿Qué pregunta harías para precio cada uno de los ya existentes.
co

distinguir si e n una industria hay Además. los consumidores ganan


por el aumento de la diversidad de
a. competencia perfecta o competencia monopolís tica?
productos.
b. monopolio o competencia monopolfstica?
Las solucionas es1án al finnl del lobro.
so
U

PRO 8 LE M A l;l!jlljll•j
Las subidas (y bajadas) de los precios del petróleo
Digamos que es un cártel que no necesita reunirse en secreto. La Organización de Paí-
ses Exportadores de Pet1·óleo (OPEP) incluye 12 gobiernos nacionales (Argelia, Arabia
Saudf, Argelia, Ecuador. Emiratos Árabes Unidos, Irán, Irak, Kuwait, Libia, Nigcria,
Qatar y Venezuela) y controla el 40% de las exportaciones mundiales de petróleo y e l
80% de s us reservas conocidas. Otros dos países exportadores de petróleo, No1·uega y
Méx ico, no son miembros forma les del cártel, pero se comportan como si lo ful!ran.
(Rusia, q ue es otro imporl;mle exportadOJ~ aún no se ha integrado en el club). A diferen-
cia de las e mpresas . a las que los gobie rnos frecuentemen te proh iben por ley a lcanzar
acuerdos sobre producción y precios, los gobiernos nacionales pueden habla r de Lodo
antología de textos

Tema 3

Las fallas del mercado: externalidades y


bienes públicos
120

os
a tiv
uc
ed
es
fin

Externalidades
10
n

L
as empresas que fabrican y venden papel también crean, como subproducto
co

del proceso de manufactura, una sustancia química llamada dioxina. Los


científicos creen que una vez que la dioxina entra al ambiente, aumenta el
riesgo que corre la población de tener cáncer, defectos congénitos y otros
problemas de salud.
so

¿La producción y la liberación de dioxina son un problema para la sociedad? En


los capítulos 4 a 9 examinamos cómo los mercados distribuyen los recursos escasos
con las fuerzas de la oferta y la demanda, y vimos que el equilibrio de la demanda
U

y la oferta es típicamente una distribución eficiente de los recursos. Utilizando la


metáfora famosa de Adam Smith, la “mano invisible” del mercado lleva a com-
pradores y vendedores egoístas del mercado a maximizar el beneficio total que la
sociedad obtiene de dicho mercado. Comprender esto es la base de uno de los Diez
principios de la economía vistos en el capítulo 1: los mercados son por lo general una
buena forma de organizar la actividad económica. ¿Debemos concluir, por tanto,
que la mano invisible impide que las empresas en el mercado del papel emitan
demasiada dioxina?

195
121
196 PARTE IV LA ECONOMÍA DEL SECTOR PÚBLICO

Los mercados hacen bien muchas cosas, pero no lo hacen todo bien. En este
capítulo empezamos nuestro estudio de otro de los Diez principios de la economía: las
acciones del gobierno pueden mejorar los resultados del mercado. Examinamos por
qué los mercados a veces no distribuyen con eficiencia los recursos, cómo las polí-
ticas gubernamentales pueden mejorar la distribución del mercado, y qué tipos de
políticas es más probable que funcionen mejor.
Las fallas del mercado examinadas en este capítulo se clasifican dentro de una
Externalidad categoría general conocida como externalidades. Una externalidad surge cuando
El efecto no compensado de una persona se dedica a una actividad que influye en el bienestar de un tercero al
las acciones de una persona que no se le paga ni se le compensa por dicho efecto. Si el impacto sobre el tercero
sobre el bienestar de un es negativo, se conoce como externalidad negativa. Si le beneficia, se llama externalidad
tercero. positiva. En la presencia de externalidades, el interés de la sociedad en el resultado

os
del mercado va más allá del bienestar de los compradores y vendedores que par-
ticipan en el mercado para incluir el bienestar de terceros que resultan afectados
indirectamente. Debido a que compradores y vendedores desatienden los efectos

tiv
externos de sus acciones cuando deciden cuánto demandar u ofrecer, el equilibrio
del mercado no es eficiente cuando se presentan externalidades. Esto es, el equilibrio
es incapaz de maximizar el beneficio total para la sociedad. La liberación de dioxina

a
al ambiente, por ejemplo, es una externalidad negativa. Las empresas egoístas que
producen papel no toman en consideración el costo total de la contaminación que

uc
generan en su proceso de producción y los consumidores de papel no toman en
consideración el costo total de la contaminación que contribuyen a generar por sus
decisiones de compra. Por tanto, las empresas emitirán mucha contaminación a

ed
menos que el gobierno lo prevenga o las disuada de hacerlo.
Las externalidades se presentan en diferentes formas, al igual que las políticas que
se formulan para corregir las fallas del mercado. He aquí algunos ejemplos:
es
• El tubo de escape de los automóviles es una externalidad negativa porque
genera smog que otras personas tienen que respirar. Como resultado de esta
externalidad, los conductores tienden a contaminar demasiado. El gobierno
fin

federal trata de resolver este problema estableciendo normas para las emisio-
nes de los automóviles. También grava la gasolina para reducir la cantidad de
personas que conducen vehículos automotores.
• Los edificios históricos restaurados constituyen una externalidad positiva,
n

porque las personas que pasan por donde se encuentran disfrutan de su


belleza y el recuerdo de la historia que evocan. Los propietarios de los edifi-
co

cios no obtienen el beneficio total de la restauración y, en consecuencia, tien-


den a deshacerse muy rápido de los edificios viejos. Muchos gobiernos locales
responden a este problema regulando la destrucción de edificios históricos y
ofreciendo exenciones de impuestos a los propietarios que los restauran.
so

• Los perros que ladran crean una externalidad negativa, porque el ruido
molesta a los vecinos. Los dueños de los perros no cubren el costo total del
ruido y, por tanto, tienden a tomar pocas medidas precautorias que impidan
U

que sus perros ladren. Para resolver este problema los gobiernos locales prohí-
ben “alterar el orden público”.
• La investigación de nuevas tecnologías es una externalidad positiva porque
crea conocimiento que otras personas pueden utilizar. Debido a que los inves-
tigadores no pueden captar los beneficios completos de sus inventos, tienden
a destinar pocos recursos a la investigación. El gobierno federal ataca este pro-
blema en parte por medio de un sistema de patentes, el cual da al inventor el
uso exclusivo de sus inventos por tiempo limitado.

En cada uno de estos casos, algún tomador de decisiones no considera los efectos
externos de su comportamiento. En respuesta, el gobierno trata de influir en su com-
portamiento para proteger los intereses de terceros.
122
CAPÍTULO 10 EXTERNALIDADES 197

Externalidades e ineficiencia del mercado


En esta sección utilizamos las herramientas de la economía del bienestar que estudia-
mos en el capítulo 7 para examinar cómo afectan las externalidades el bienestar de
la economía. El análisis muestra precisamente por qué las externalidades son causa
de que los mercados distribuyan los recursos de manera ineficiente. Más adelante en
este mismo capítulo examinaremos varias formas en las cuales los particulares y los
diseñadores de políticas pueden remediar este tipo de fallas en el mercado.

Economía del bienestar:


una recapitulación

os
Empecemos por recordar las lecciones fundamentales de la economía del bienestar
que estudiamos en el capítulo 7. Para hacer más concreto nuestro análisis, considere-
mos un mercado específico: el mercado del aluminio. La figura 1 muestra las curvas

tiv
de la oferta y la demanda de este mercado.
Como recordará del capítulo 7, las curvas de la oferta y la demanda contienen
información importante sobre costos y beneficios. La curva de la demanda de alumi-

a
nio refleja el valor del aluminio para los consumidores, medido éste por el precio que
están dispuestos a pagar. A cualquier cantidad, la altura de la curva de la demanda

uc
muestra la disposición a pagar del comprador marginal. En otras palabras, muestra
el valor para el consumidor de la última unidad de aluminio comprada. Del mismo
modo, la curva de la oferta refleja el costo de producir aluminio. A cualquier canti-

ed
dad, la altura de la curva de la oferta muestra el costo para el vendedor marginal.
En otras palabras, muestra el costo para el productor de la última unidad vendida
de aluminio.
En ausencia de intervención del gobierno, el precio se ajusta para equilibrar la
es
oferta y la demanda de aluminio. Las cantidades producida y consumida en el equi-
librio de mercado, que aparece como QMERCADO en la figura 1, es eficiente en el sentido
que maximiza la suma de los excedentes del productor y del consumidor. Esto es, el
fin

mercado distribuye los recursos en una forma que maximiza el valor total para los
consumidores que compran y usan el aluminio, menos el costo total para los produc-
tores de producir y vender el aluminio.
n
co

Precio del
aluminio Oferta
(costo privado)
Figura 1
so

El mercado del aluminio


La curva de la demanda refleja el valor
para los compradores y la curva de la
U

oferta refleja el costo para los vendedo-


res. La cantidad de equilibrio, QMERCADO,
Equilibrio maximiza el valor total para los com-
pradores menos el costo total para los
vendedores. Por tanto, en ausencia de
externalidades, el equilibrio del mer-
cado es eficiente.
Demanda
(valor privado)

0 QMERCADO Cantidad
de aluminio
123
198 PARTE IV LA ECONOMÍA DEL SECTOR PÚBLICO

Externalidades negativas
Ahora suponga que las fábricas de aluminio emiten contaminación: por cada unidad
de aluminio producida, una cierta cantidad de humo entra a la atmósfera. Debido
a que este humo crea un riesgo para la salud de quienes respiran ese aire, es una
externalidad negativa. ¿Cómo afecta esta externalidad la eficiencia de los resultados
del mercado?
Debido a esta externalidad, el costo para la sociedad de producir aluminio es
mayor que el costo para los productores de aluminio. Por cada unidad de aluminio
producida, el costo social incluye los costos privados de los productores de aluminio,
más los costos de aquellos que están siendo afectados adversamente por la conta-
minación. La figura 2 muestra el costo social de producir aluminio. La curva de
costo social está por encima de la curva de la oferta, porque toma en cuenta el costo

os
externo impuesto a la sociedad por la producción de aluminio. La diferencia entre
estas dos curvas refleja el costo de la contaminación emitida.
¿Qué cantidad de aluminio debe producirse? Para responder esta pregunta, de

tiv
nuevo consideramos qué haría un planificador social benevolente. El planifica-
dor quiere maximizar el excedente total derivado del mercado (el valor para los
consumidores del aluminio menos el costo de producir aluminio). El planificador

a
entiende, sin embargo, que el costo de producir aluminio incluye los costos externos
de la contaminación.

uc
El planificador escogería el nivel de producción de aluminio en el que la curva
de la demanda intersecta la curva de costo social. Esta intersección determina la
cantidad óptima de aluminio desde el punto de vista de la sociedad en su conjunto.

ed
Debajo de este nivel de producción, el valor del aluminio para los consumidores
(medido por la altura de la curva de la demanda) excede el costo social de produ-
cirlo (medido por la altura de la curva de costo social). El planificador no produce
más que este nivel porque el costo social de producir una unidad adicional de alu-
es
minio es superior al valor para los consumidores.
Tenga en cuenta que la cantidad de equilibrio de aluminio, QMERCADO, es mayor
que la cantidad socialmente óptima, QÓPTIMA. La ineficiencia ocurre porque el equili-
fin
n
co

Figura 2 Precio del


aluminio
Costo social (costo privado
y costo de la externalidad)
La contaminación y el Costo
so

óptimo social externo


Oferta
En presencia de una exter- (costo privado)
nalidad negativa, como la
contaminación, el costo social
U

Óptimo
del bien es mayor que el costo
privado. Por tanto, la cantidad Equilibrio
óptima, QÓPTIMA, es menor
que la cantidad de equilibrio,
QMERCADO.

Demanda
(valor privado)

0 QÓPTIMA QMERCADO Cantidad


de aluminio
124
CAPÍTULO 10 EXTERNALIDADES 199

brio del mercado refleja sólo los costos privados de producción. En el equilibrio del
mercado, el consumidor marginal valora menos el aluminio que el costo social de
producirlo. Es decir, en QMERCADO, la curva de la demanda se encuentra por debajo
de la curva de costo social. Así, cuando la producción y el consumo de aluminio se
reducen por debajo del nivel de equilibrio del mercado, el bienestar total de la eco-
nomía aumenta.
¿Cómo puede el planificador social lograr el resultado óptimo? Una forma sería
gravar a los productores de aluminio por cada tonelada de aluminio vendida. El
impuesto desplazaría la curva de la oferta de aluminio hacia arriba en proporción
con el monto del impuesto. Si el impuesto reflejara con certeza el costo externo de
los contaminantes vertidos en la atmósfera, la nueva curva de la oferta coincidiría
con la curva de costo social. En el nuevo equilibrio del mercado, los productores de

os
aluminio producirían la cantidad socialmente óptima de aluminio.
Al uso de un impuesto como el descrito se le conoce como internalizar la exter- Internalizar la
nalidad porque da a los compradores y vendedores del mercado un incentivo para externalidad

tiv
considerar los efectos externos de sus acciones. Los productores de aluminio, en Cambiar los incentivos para
esencia, tomarían en cuenta los costos de contaminar al decidir cuánto aluminio que las personas tomen en
ofrecer, ya que el impuesto los obliga a pagar estos costos externos. De la misma cuenta los efectos externos

a
manera, debido a que el precio de mercado reflejaría el impuesto en los productores, de sus acciones.
los consumidores de aluminio tendrían un incentivo para usar una menor cantidad.

uc
La política se basa en uno de los Diez principios de la economía: las personas responden
a los incentivos. Más adelante en este capítulo veremos con mayor detalle cómo los
diseñadores de políticas pueden ocuparse de las externalidades.

Las externalidades positivas ed


Aunque algunas actividades imponen costos a terceros, otras otorgan beneficios. Por
ejemplo, pensemos en la educación. En gran medida, el beneficio de la educación
es
es privado: el consumidor de educación llega a ser un trabajador más productivo
y, por consiguiente, obtiene más beneficios en la forma de un salario más alto.
Además de estos beneficios privados, la educación también produce externalidades
fin

positivas. Una externalidad es que en una población más educada hay electores más
informados, lo que significa un mejor gobierno para todos. Otra externalidad es que
una población más educada tiende a significar tasas de delincuencia menores. Una
tercera externalidad es que una población más educada estimula el desarrollo y
n

divulgación de avances tecnológicos, lo que da por resultado mayor productividad


y mejores salarios para todos. Debido a estas tres externalidades positivas, una per-
co

sona puede preferir tener vecinos que hayan recibido una buena educación.
El análisis de estas externalidades positivas es similar al análisis de las externa-
lidades negativas. Como muestra la figura 3, la curva de la demanda no refleja el
valor social del bien. Debido a que el valor social es mayor que el valor privado, la
so

curva de valor social se encuentra por encima de la curva de la demanda. La canti-


dad óptima se encuentra donde la curva de valor social y la curva de la oferta (que
representa los costos) se intersectan. Así, la cantidad socialmente óptima es mayor
U

que la cantidad determinada por el mercado privado.


Una vez más, el gobierno puede corregir la falla del mercado si induce a los par-
ticipantes del mercado a internalizar dicha externalidad. La respuesta apropiada en
el caso de las externalidades positivas es exactamente lo contrario que en el caso de
las externalidades negativas. Para acercar el equilibrio de mercado al óptimo social,
una externalidad positiva requeriría de un subsidio. De hecho, ésta es exactamente
la política que sigue el gobierno: la educación está muy subsidiada por medio de
escuelas públicas y becas del gobierno.
En resumen: Las externalidades negativas llevan a los mercados a producir una cantidad
mayor de la que es socialmente deseable. Las externalidades positivas llevan a los mercados a
producir una cantidad menor a la que es socialmente deseable. Para solucionar este problema,
el gobierno puede internalizar la externalidad estableciendo un impuesto sobre los bienes
125
200 PARTE IV LA ECONOMÍA DEL SECTOR PÚBLICO

en las noticias

Las externalidades de la vida en el campo


El economista Ed Glaeser afirma que la urbanización es víctima de
acusaciones injustas

os
fábula del Dr. Seuss empieza a preocuparse por las fábricas son malas. La historia no sólo
El Lórax estaba equivo- la ecología y exhorta a un joven escucha a lle- desacredita los extraordinarios beneficios que
cado: los rascacielos son varse la última semilla de Trúfula para plantar reportó la producción masiva de ropa en las

tiv
un nuevo bosque. ciudades textiles del siglo XIX, sino que envía
ecológicos Algunas de las lecciones de este relato son precisamente el mensaje equivocado sobre el
EDWARD L. GLAESER correctas. Desde un punto de vista puramente ambiente. Contrario al mensaje implícito de la

a
de maximización de beneficios, el Once-ler es historia, vivir en las ciudades es ecológico, en

E n “El Lórax”, la fábula ambientalista del muy inepto, porque mata a la gallina de los tanto que vivir rodeados de bosques no lo es.

uc
Dr. Seuss, el Once-ler, un magnate textil en huevos de oro. Todo buen consultor le habría Cuando el Once-ler construyó edificios
ciernes, tala todos los árboles de Trúfula para advertido que administrara el crecimiento con cada vez más altos, demostró que él era el
tejer “thneeds” (una cosa que todos necesitan). mayor prudencia. Un aspecto del mensaje verdadero ambientalista.
Pese a las enérgicas protestas del ecolo-
gista Lórax, el Once-ler construye una ciudad
industrial que destruye el ambiente, porque
él “tiene que crecer y crecer”. Finalmente, el
ed
ambientalista del relato; a saber, que cosas
malas suceden cuando nos excedemos y pes-
camos de más en un estanque común, también
es correcto.
Matthew Kahn, un economista ambiental
de UCLA, y yo examinamos las zonas metro-
politanas de Estados Unidos y calculamos
las emisiones de carbono asociadas con una
Once-ler se sobrepasa y corta el último árbol
es
Sin embargo, el aspecto desafortunado nueva casa en diferentes partes del país.
de Trúfula, con lo que destruye la fuente de del cuento es que presenta la urbanización Estimamos el consumo esperado de energía
sus ingresos. Castigado, el industrialista de la como algo terrible. Los bosques son buenos; de los automóviles particulares y el transporte
fin
n
co

Figura 3 Precio de la
educación
Oferta
so

Educación y el óptimo (costo privado)


social
En presencia de una exter-
U

nalidad positiva, el valor Beneficio


de la Óptimo
social del bien es superior
al valor privado. Por tanto, externalidad
Equilibrio
la cantidad óptima, QÓPTIMA,
es mayor que la cantidad de
equilibrio, QMERCADO.
Valor social (valor privado y
beneficio de la externalidad)
Demanda
(valor privado)

0 QMERCADO QÓPTIMA Cantidad de


educación
126
CAPÍTULO 10 EXTERNALIDADES 201

público para una familia de tamaño e ingresos y dispersos. Este hecho ofrece cierta esperanza suburbios es también de unas dos toneladas.
fijos. Sumamos las emisiones de carbono del a los ecologistas impacientes por reducir las La diferencia en emisiones provocadas por la
consumo doméstico de electricidad y calefac- emisiones de carbono, puesto que es más fácil calefacción doméstica es de casi tres tonela-
ción… imaginar que los estadounidenses recorran das. En general, estimamos una diferencia de
En casi todas las zonas metropolitanas, menores distancias a que dejen de usar sus siete toneladas en las emisiones de dióxido de
concluimos que los habitantes de las zonas automóviles. carbono entre los habitantes de las zonas urba-
centrales de las ciudades emitían menos dió- Sin embargo, los automóviles representan nas de Manhattan y los buenos burgueses de
xido de carbono que sus homólogos subur- sólo una tercera parte de la diferencia en las Westchester County. Vivir rodeado de concreto
banos. En Nueva York y San Francisco, la emisiones de carbono entre los neoyorquinos es, de hecho, muy ecológico. Vivir rodeado de
familia urbana típica emite más de dos tone- y los habitantes de los suburbios de la gran árboles, no.
ladas menos de carbono al año, porque usa metrópoli. La diferencia en el consumo de elec- La prescripción política que se desprende de

os
menos sus vehículos. En Nashville, la diferencia tricidad entre la ciudad de Nueva York y sus lo anterior es que los ambientalistas deberían
entre las emisiones de carbono producidas en abogar por la proliferación de más rascacielos
la ciudad y en los suburbios es de más de tres y más altos. Cada nueva grúa de la ciudad de

tiv
El
toneladas. A fin de cuentas, la densidad es Nueva York significa menos urbanización de
la característica definitoria de las ciudades. baja densidad. El ideal ecológico debería de ser
Toda esa cercanía significa que las personas un departamento en el centro de San Francisco

a
necesitan recorrer distancias más cortas y eso y no un rancho en Marin County.
se refleja con toda claridad en los datos. Por supuesto, muchos ambientalistas toda-

uc
Aunque no hay duda de que el transporte vía prefieren seguir el ejemplo de Henry David
público consume mucha menos energía por Thoreau, que exaltó las bondades de vivir en
pasajero que los automóviles particulares, es soledad en medio del bosque. Harían muy bien
posible lograr grandes reducciones de emisio-
ed en recordar que Thoreau, en un momento de
© HANDOUT/MCT/NEWSCOM

nes de dióxido de carbono sin tener que dejar descuido cuando preparaba una sopa, quemó
el automóvil para usar autobuses y trenes. 121.4 hectáreas de bosques en Concord. Pocos
Las zonas suburbanas de mayor densidad, comerciantes de Boston causaron tanto daño
que todavía dependen por completo del uso al ambiente como él; lo que da a entender que
es
del automóvil, requieren recorrer trayectos si lo que deseamos es cuidar el ambiente, más
mucho menores que los lugares muy remotos nos vale alejarnos de él y vivir en las ciudades.
fin

Fuente: New York Times, blog Economix, 10 de marzo de 2009.


n

que tienen externalidades negativas y subsidiando los bienes que producen externalidades
co

positivas.

Caso de Derrama tecnológica, política industrial


so

estudio
y protección de patentes

Un tipo potencialmente importante de externalidad positiva se conoce como derrama


U

tecnológica, que es el efecto de los esfuerzos de investigación y producción de una


empresa sobre el acceso de otras empresas a los adelantos tecnológicos. Por ejemplo,
considere el mercado de los robots industriales. Los robots están en la frontera del
rápido cambio tecnológico. Siempre que una empresa construye un robot, existe
cierta probabilidad de que se descubra un nuevo y mejor diseño. Este nuevo diseño
puede beneficiar no sólo a la empresa, sino también a la sociedad, porque el dise-
ño pasa a formar parte de la reserva común de conocimientos tecnológicos de la
sociedad. Esto es, el nuevo diseño puede tener externalidades positivas para otros
productores de la economía.
En este caso, el gobierno puede internalizar la externalidad mediante un subsidio
a la producción de robots. Si el gobierno le pagara un subsidio a las empresas por
cada robot producido, la curva de la oferta se desplazaría hacia abajo en el monto del
127
202 PARTE IV LA ECONOMÍA DEL SECTOR PÚBLICO

subsidio y este desplazamiento aumentaría la cantidad de equilibrio de robots. Para


asegurar que el equilibrio del mercado sea igual al óptimo social, el subsidio debe
ser igual al valor del excedente tecnológico.
¿De qué magnitud son las derramas tecnológicas y qué repercusiones tienen en
las políticas públicas? Ésta es una pregunta importante porque el progreso tecno-
lógico es la clave del porqué aumentan los niveles de vida con el tiempo. No obs-
tante, es una cuestión difícil sobre la cual los economistas no han logrado ponerse
de acuerdo.
Algunos economistas creen que las derramas tecnológicas son generales y que el
gobierno debe incentivar aquellas industrias que producen las mayores derramas.
Por ejemplo, estos economistas sostienen que si fabricar chips de computadora
produce mayores derramas que elaborar papas fritas, entonces el gobierno debe

os
estimular más la producción de chips de computadora que la producción de papas
fritas. Las leyes fiscales de Estados Unidos lo hacen en forma limitada al ofrecer
deducciones tributarias especiales para gastos de investigación y desarrollo. Algu-

tiv
nos países van más allá y subsidian industrias específicas que supuestamente ofre-
cen grandes derramas tecnológicas. La intervención gubernamental en la economía
que tiene el objetivo de promover industrias que mejoran la tecnología se llama

a
política industrial.
Otros economistas tienen sus reservas sobre la política industrial. Incluso si los

uc
excedentes tecnológicos son comunes, el éxito de una política industrial requiere que
el gobierno pueda medir el tamaño de los excedentes de los diferentes mercados.
Este problema de medición es difícil en el mejor de los casos. Además, sin medi-

ed
ciones precisas, el sistema político puede acabar subsidiando industrias con mayor
influencia política, en lugar de subsidiar a las que producen mayores externalidades
positivas.
Otra forma de manejar las derramas tecnológicas es la protección de patentes. Las
es
leyes de patentes protegen los derechos de los inventores y les dan el uso exclusivo
de sus inventos por un tiempo. Cuando una empresa hace una innovación tecnoló-
gica, puede patentar su idea y así captar una gran parte del beneficio económico. La
patente internaliza la externalidad porque otorga a la empresa derechos de propiedad
fin

sobre su invento. Si otras empresas quieren hacer uso de esta nueva tecnología,
tendrían que obtener antes la autorización de la empresa inventora y pagarle algún
tipo de regalía. De esta manera, el sistema de patentes da a las empresas un mayor
incentivo para dedicarse a la investigación y a otras actividades que propician el
n

avance tecnológico. ■
co

EXAMEN RÁPIDO Dé un ejemplo de una externalidad negativa y de una positiva.


Explique por qué los resultados de mercado son ineficientes en presencia de estas exter-
nalidades.
so

Políticas públicas dirigidas a las externalidades


U

Hemos analizado por qué las externalidades llevan a los mercados a distribuir los
recursos de manera ineficiente, pero sólo hemos mencionado brevemente cómo
puede remediarse esta ineficiencia. En la práctica, tanto los diseñadores de políticas
públicas como los particulares responden a las externalidades en formas diferentes.
Todas las soluciones comparten el objetivo de acercar la distribución de los recursos
al óptimo social.
Esta sección considera las soluciones gubernamentales. En general, el gobierno
responde a las externalidades en una de dos formas: las políticas de orden y control
regulan directamente el comportamiento. Las políticas basadas en el mercado ofrecen
incentivos para que los particulares responsables de tomar decisiones resuelvan el
problema por su cuenta.
128
CAPÍTULO 10 EXTERNALIDADES 203

Las políticas de orden y control:


la regulación
Para remediar una externalidad, el gobierno puede exigir o prohibir ciertas conduc-
tas. Por ejemplo, es un delito verter sustancias químicas venenosas en el sistema de
abastecimiento de agua. En este caso, los costos externos para la sociedad exceden
por mucho los beneficios para el que contamina. Por tanto, el gobierno instituye una
política de orden y control que prohíbe este tipo de actos.
Sin embargo, en la mayoría de los casos referentes a la contaminación, la situación
no es así de sencilla. A pesar de los objetivos de algunos ecologistas, sería imposible
prohibir todo tipo de actividad contaminante. Por ejemplo, prácticamente todos los
medios de transporte, incluso los caballos, producen algún tipo de contaminación

os
indeseable. Pero no sería sensato que el gobierno prohibiera todo tipo de transporte.
En vez de tratar de erradicar la contaminación por completo, la sociedad debe pon-
derar los costos y beneficios para decidir qué tipo y cantidades de contaminación
permitirá. En Estados Unidos, la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus

tiv
siglas en inglés) es la dependencia gubernamental que tiene la tarea de formular y
hacer cumplir las normas para proteger el ambiente.
Las regulaciones ambientales pueden adoptar muchas formas. Algunas veces la

a
EPA establece los niveles máximos de contaminación que una fábrica puede emitir.

uc
Otras veces la EPA obliga a las empresas a adoptar una tecnología en particular para
reducir las emisiones. En todos los casos, para diseñar reglas adecuadas, las autori-
dades reguladoras deben conocer los detalles específicos de cada industria y las tec-
nologías alternas que éstas pueden adoptar. A menudo es difícil para las autoridades
gubernamentales obtener esta información.

Política basada en el mercado 1:


ed
impuestos correctivos y subsidios
es
En vez de regular el comportamiento como respuesta a una externalidad, el gobierno
puede establecer políticas basadas en el mercado para alinear los incentivos privados
con la eficiencia social. Por ejemplo, como vimos anteriormente, el gobierno puede
fin

internalizar la externalidad mediante impuestos a las actividades que tienen externa-


lidades negativas y subsidios a las actividades que tienen externalidades positivas.
A los impuestos establecidos para hacer frente a los efectos negativos de las externa-
lidades se les llama impuestos correctivos, que también se conocen como impuestos Impuesto correctivo
n

pigouvianos por el economista Arthur Pigou (1877–1959), uno de los primeros defen- Impuesto que tiene el propó-
co

sores de su uso. Un impuesto correctivo ideal sería igual que el costo externo de la sito de inducir a los particu-
actividad con externalidades negativas y un subsidio correctivo ideal sería igual al lares responsables de tomar
beneficio externo de la actividad con externalidades positivas. decisiones a considerar el
Por lo general, los economistas prefieren los impuestos correctivos a las regula- costo social que surge de
so

ciones como forma de control de la contaminación, porque pueden reducirla con un una externalidad negativa.
costo social menor. Para entender el porqué, analicemos el siguiente ejemplo.
Suponga que hay dos fábricas: una de papel y una de acero, y que cada una vierte
anualmente 500 toneladas de basura en un río. La EPA decide que quiere reducir la
U

cantidad de contaminación y estudia dos soluciones:

• Regulación: la EPA puede ordenar a cada fábrica que reduzca su contamina-


© MARY EVANS PICTURE LIBRARY/ALAMY

ción a 300 toneladas de basura anuales.


• Impuesto correctivo: la EPA puede gravar con un impuesto de $50 000 a cada
fábrica por cada tonelada de basura que produzca.

La regulación establecería un nivel de contaminación, mientras que el impuesto le


daría a los propietarios de las fábricas un incentivo económico para reducir la conta-
minación. ¿Qué solución cree usted que es mejor?
La mayoría de los economistas prefiere el impuesto. Para explicar esta prefe-
rencia, dirían que un impuesto es tan eficaz como una regulación para reducir los Arthur Pigou
129
204 PARTE IV LA ECONOMÍA DEL SECTOR PÚBLICO

niveles totales de contaminación. La EPA puede lograr cualquier nivel de contami-


nación que desea si establece el impuesto en el nivel apropiado. Entre mayor sea el
impuesto, mayor será la reducción de la contaminación. Si el impuesto es suficien-
temente alto, las fábricas cerrarán, con lo que la contaminación se reducirá a cero.
Aunque la regulación y los impuestos correctivos son capaces de reducir la conta-
minación, el impuesto alcanza esta meta en una forma más eficiente. La regulación
requiere que cada fábrica reduzca su nivel de contaminación en la misma cantidad.
Una reducción por igual, sin embargo, no es necesariamente la forma menos costosa
de limpiar las aguas del río. Es posible que la fábrica de papel pueda reducir sus
niveles de contaminación a un costo menor que la fábrica de acero. Si esto sucede,
la fábrica de papel respondería al impuesto reduciendo sustancialmente la contami-
nación para evitar el impuesto, mientras que la fábrica de acero respondería redu-

os
ciendo menos la contaminación y pagaría el impuesto.
En esencia, el impuesto correctivo asigna un precio al derecho de contaminar.
Así como los mercados distribuyen los bienes entre los compradores que más los

tiv
valoran, un impuesto correctivo distribuye la contaminación entre las fábricas que
enfrentan los costos más altos para reducirla. Cualquiera que sea el nivel de conta-
minación establecido por la EPA, ésta puede lograr su objetivo con el menor costo

a
total utilizando un impuesto.
Los economistas también sostienen que los impuestos correctivos son mejores

uc
para el ambiente. Con una política de regulación de orden y control, las fábricas no
tienen motivos para seguir reduciendo las emisiones una vez que llegan al objetivo
de 300 toneladas de basura. En contraste, el impuesto otorga a las fábricas un incen-

ed
tivo para desarrollar tecnologías más limpias, porque éstas reducirían el importe del
impuesto que cada fábrica debe pagar.
Los impuestos correctivos son diferentes a otros impuestos. Como explicamos en
el capítulo 8, casi todos los impuestos distorsionan los incentivos y alejan la distri-
es
bución de los recursos del óptimo social. La disminución del bienestar económico; es
decir, la reducción del excedente del consumidor y del excedente del productor,
es mayor que la cantidad de ingresos que el gobierno recauda y, por tanto, da por
resultado una pérdida de peso muerto. En contraste, cuando hay externalidades, la
fin

sociedad también se preocupa por el bienestar de los terceros que resultan afectados.
Los impuestos correctivos modifican los incentivos para tomar en cuenta la presen-
cia de externalidades y, por tanto, acercar la distribución de los recursos al óptimo
social. Así, aunque los impuestos correctivos recaudan ingresos para el gobierno,
n

también aumentan la eficiencia económica.


co

Caso de
estudio ¿Por qué es tan alto el impuesto a la gasolina?
so

En muchos países, la gasolina es uno de los bienes con mayor carga impositiva. El
impuesto a la gasolina es un impuesto correctivo que tiene el propósito de corregir
tres externalidades negativas asociadas con el uso de vehículos automotores:
U

• Congestionamiento vial: si alguna vez se ha quedado atrapado en un congestio-


namiento vial, es probable que haya deseado que hubiera menos automóviles
en circulación. Un impuesto a la gasolina reduce los niveles de tránsito porque
estimula a las personas a usar el transporte público, compartir el automóvil
más seguido con otras personas y vivir más cerca del trabajo.
• Accidentes: cuando las personas compran automóviles grandes o vehículos
deportivos utilitarios (SUV) aumentan su seguridad personal, pero también
ponen a sus vecinos en riesgo. Según la National Highway Traffic Safety
Administration, una persona que conduce un automóvil típico tiene cinco
veces más probabilidades de morir si choca con un vehículo SUV que si sufre
una colisión con otro automóvil. El impuesto a la gasolina es una forma indi-
recta de hacer pagar a las personas cuando sus vehículos grandes, devoradores
130
CAPÍTULO 10 EXTERNALIDADES 205

TENGO UN PLAN PARA REDUCIR Y ACABAR CON EL


LA DEPENDENCIA DE LAS ¡NO MÁS CONSUMO
IMPORTACIONES DE PETRÓLEO. SANGRE
DISPENDIOSO.
POR
PETRÓLEO
!
¡EXCELENTE! ¿Y CUÁL ES?
© 2005 JOHN TREVER, ALBUQUERQUE JOURNAL. SE REPRODUCE

Y REDUCIR LAS Y PROMOVER ¡BAH, UN ECONOMISTA!

os
ALTO AL ¡AUMENTAR ¡EXPLOTEN LAS RESERVAS
EMISIONES ENERGÍAS
CALENTA- EL PRECIO DE PETRÓLEO! ¡INVESTIGUEN
DE GASES ALTERNATIVAS. A LAS GRANDES COMPAÑÍAS
MIENTO DE LA
INVERNADERO. PETROLERAS!

tiv
GLOBAL GASOLINA!

¡HABLA YA!
CON AUTORIZACIÓN.

a
uc
ed
de gasolina, ponen en riesgo a otros, lo cual hace que tomen en consideración
este riesgo a la hora de decidir qué vehículo comprar.
es
• Contaminación: los automóviles producen smog. Además, comúnmente se cree
que la quema de combustibles fósiles, como la gasolina, es la principal causa
del calentamiento global. Los expertos no se han puesto de acuerdo sobre el
peligro que representa esta amenaza, pero no hay duda de que el impuesto a la
fin

gasolina reduce la amenaza porque disminuye el consumo de gasolina.

Así, dicho impuesto, en lugar de causar pérdidas de peso muerto como casi todos los
impuestos, hace de hecho que la economía funcione mejor. Significa menos conges-
n

tionamiento vial, caminos más seguros y un ambiente más limpio.


co

¿Qué nivel debe alcanzar el impuesto a la gasolina? La mayoría de los países


europeos ha establecido un impuesto que es mucho mayor que el de Estados Uni-
dos. Numerosos observadores han propuesto que Estados Unidos también debería
gravar la gasolina con impuestos más altos. Un estudio de 2007, publicado en Jour-
so

nal of Economic Literature, resume la investigación sobre la magnitud de las diversas


externalidades asociadas con el tránsito vehicular. Concluyó que el impuesto correc-
tivo óptimo sobre la gasolina era de 2.10 dólares por galón, cifra mucho mayor si la
comparamos con el impuesto actual que es de sólo 40 centavos de dólar.
U

Los ingresos que genera el impuesto a la gasolina pueden utilizarse para reducir
los impuestos que distorsionan los incentivos y causan pérdidas de peso muerto,
como el impuesto sobre la renta. Además, algunas de las regulaciones gubernamen-
tales gravosas que requieren que los fabricantes de automóviles produzcan más
unidades que hagan uso más eficiente del combustible serían innecesarias. Esta idea,
sin embargo, nunca ha sido políticamente popular. ■

Política basada en el mercado 2: los permisos


negociables para contaminar
De vuelta a nuestro ejemplo de las fábricas de papel y acero, suponga que a pesar
del consejo de los economistas, la EPA adopta la regulación y obliga a cada fábrica
131
206 PARTE IV LA ECONOMÍA DEL SECTOR PÚBLICO

a reducir su nivel de contaminación a 300 toneladas de basura anuales. Un día,


después de que la regulación entra en vigor y que ambas empresas han cumplido,
las dos presentan a la EPA una propuesta. La fábrica de acero quiere aumentar su
cantidad de desechos a 100 toneladas. La fábrica de papel ha acordado reducir sus
emisiones en la misma cantidad si la fábrica de acero le paga $5 millones. ¿La EPA
debe permitir que ambas fábricas hagan el trato?
Desde el punto de vista de la eficiencia económica, dejar que hagan el trato es
una buena política. El acuerdo debe hacer que los propietarios de ambas fábricas
estén mejor, ya que el trato es voluntario. Además, el acuerdo no tiene ningún efecto
externo porque la cantidad total de contaminación sigue siendo la misma. De este
modo, el bienestar social mejora si se permite que la fábrica de papel venda sus dere-
chos de contaminación a la fábrica de acero.

os
La misma lógica se aplica a cualquier transferencia voluntaria de los derechos a
contaminar de una empresa a otra. Si la EPA permite a las empresas hacer este tipo
de tratos, lo que hará, en esencia, es crear un nuevo recurso escaso: los permisos

tiv
para contaminar. Un mercado para intercambiar estos permisos se desarrollará
con el tiempo y será regulado por las fuerzas de la oferta y la demanda. La mano
invisible asegurará que este nuevo mercado distribuya con eficiencia los derechos a

a
contaminar. Esto significa que los permisos acabarán en manos de las empresas que
los valoran más, a juzgar por su disposición a pagar. La disposición de una empresa

uc
a pagar por el derecho a contaminar, a su vez, dependerá del costo de reducir la
contaminación: cuanto más costoso sea para una empresa reducir la contaminación,
tanto más dispuesta estará a pagar por el permiso.

ed
Una ventaja de aceptar un mercado de permisos para contaminar es que la distri-
bución inicial de estos permisos entre las empresas no es importante desde el punto
de vista de la eficiencia económica. Las empresas que puedan reducir la contamina-
ción a un menor costo venderán los permisos que tengan y las empresas que sólo
es
pueden reducir la contaminación a mayor costo comprarán los permisos que nece-
siten. Mientras exista el libre mercado de derechos para contaminar, la distribución
final será eficiente sin importar cuál haya sido la distribución inicial.
Aunque reducir la contaminación con permisos para contaminar puede parecer
fin

muy diferente a establecer impuestos correctivos, las dos políticas tienen mucho en
común. En ambos casos, las empresas pagan por lo que contaminan. Con los impues-
tos correctivos, las empresas que contaminan deben pagar el impuesto al gobierno.
Con los permisos para contaminar, las empresas contaminantes deben comprar el
n

permiso. (Incluso las empresas que ya cuentan con permisos deben pagar por conta-
co

minar: el costo de oportunidad de contaminar es lo que habrían recibido si hubieran


vendido sus permisos en el mercado abierto.) Tanto los impuestos correctivos como
los permisos para contaminar internalizan la externalidad de la contaminación por-
que hacen que contaminar sea más costoso para las empresas.
La similitud entre las dos políticas se puede entender mejor si consideramos el
so

mercado de la contaminación. Los dos paneles de la figura 4 muestran la curva de la


demanda del derecho a contaminar. Esta curva muestra que mientras más bajo sea el
precio de contaminar, más empresas optarán por contaminar. En el panel a), la EPA
U

usa un impuesto correctivo para establecer el precio de la contaminación. En este


caso, la curva de la oferta de los derechos de contaminación es perfectamente elástica
(porque las empresas pueden contaminar tanto como quieran si pagan el impuesto),
y la posición de la curva de la demanda determina la cantidad de contaminación.
En el panel b) la EPA establece la cantidad de contaminación mediante la emisión
de permisos para contaminar. En este caso, la curva de la oferta de los derechos de
contaminación es perfectamente inelástica (porque el número de permisos fija la can-
tidad de contaminación) y la posición de la curva de la demanda determina el precio
de la contaminación. Por consiguiente, la EPA puede lograr cualquier punto en una
curva de la demanda dada, ya sea si establece el precio con un impuesto correctivo
o una cantidad con permisos para contaminar.
132
CAPÍTULO 10 EXTERNALIDADES 207

En el panel a) la EPA fija el precio de la contaminación con un impuesto correctivo,


y la curva de la demanda determina la cantidad de contaminación. En el panel b) la
EPA limita la cantidad de contaminación, restringiendo el número de permisos de
Figura 4
Equivalencia entre los
contaminación, y la curva de la demanda determina el precio de la contaminación.
impuestos correctivos y los
El precio y la cantidad de contaminación son iguales en los dos casos.
permisos de contaminación

a) Impuesto correctivo b) Permisos de contaminación


Precio de la Precio de la Oferta de permisos
contaminación contaminación de contaminación

os
P Impuesto P
correctivo
1. Un impuesto

tiv
correctivo establece
el precio de la Demanda de derechos Demanda de derechos
contaminación . . . de contaminación de contaminación

a
0 Q Cantidad de 0 Q Cantidad de
contaminación contaminación
2. . . . lo que, junto con

uc
la curva de la demanda, 2. . . . lo que, junto con 1. Los permisos
determina la cantidad la curva de la demanda, de contaminación
de contaminación. determina el precio de la establecen la
contaminación. cantidad de

ed contaminación . . .
es
En algunas circunstancias, sin embargo, vender permisos para contaminar puede
ser mejor que aplicar un impuesto correctivo. Suponga que la EPA no quiere que
fin

se viertan más de 600 toneladas de desechos en el río. Pero debido a que la EPA no
conoce la curva de la demanda de la contaminación, no está segura de qué monto
debe ser el impuesto para lograr su objetivo. En este caso, simplemente puede subas-
tar 600 permisos para contaminar. El precio de la subasta daría el tamaño apropiado
n

del impuesto correctivo.


La idea que el gobierno subaste el derecho a contaminar puede parecer, al princi-
co

pio, una creación de la imaginación de un economista. De hecho, así es como inició


la idea. Sin embargo, cada vez más la EPA ha utilizado el sistema como una manera
de controlar la contaminación. Una historia de éxito notable ha sido la del caso del
dióxido de azufre (SO2), una de las principales causas de la lluvia ácida. En 1990, las
so

reformas hechas a la Ley de Aire Limpio en Estados Unidos obligaron a las centrales
eléctricas a reducir sustancialmente las emisiones de SO2. Al mismo tiempo, las refor-
mas establecieron un sistema que permitía a las plantas vender sus asignaciones de
U

SO2. Aunque inicialmente tanto los representantes de la industria como los ambien-
talistas vieron con escepticismo la propuesta, con el tiempo el sistema ha probado
que puede reducir la contaminación con una distorsión mínima. Los permisos para
contaminar, al igual que los impuestos correctivos, se consideran en la actualidad
una forma rentable de mantener el ambiente limpio.

Objeciones al análisis económico


de la contaminación
“No podemos dar a nadie la opción de contaminar a cambio de un pago.” Este
comentario del finado senador Edmund Muskie refleja el punto de vista de algunos
ambientalistas. El aire y el agua limpios, argumentan, son derechos humanos fun-
damentales que no deben degradarse, lo que sucede si se consideran en términos
133
208 PARTE IV LA ECONOMÍA DEL SECTOR PÚBLICO

económicos. ¿Quién puede poner precio al aire y agua limpios? El ambiente es tan
importante, afirman, que debemos protegerlo lo más posible, sin importar el costo.
Los economistas no se dejan conmover por este tipo de argumentos. Para ellos, las
políticas ambientales adecuadas empiezan por reconocer el primero de los Diez prin-
cipios de la economía del capítulo 1: las personas enfrentan disyuntivas. Ciertamente,
el aire y agua limpios tienen valor. Pero su valor debe compararse con su costo de
oportunidad; esto es, con lo que uno debe sacrificar para obtenerlos. Es imposible
eliminar toda la contaminación. Tratar de hacerlo daría marcha atrás a muchos de los
avances tecnológicos que hacen posible que tengamos un buen nivel de vida. Pocas
personas estarían dispuestas a aceptar desnutrición, atención médica insuficiente o
una vivienda de pésima calidad para tener un ambiente lo más limpio posible.
Los economistas sostienen que algunos activistas ecológicos van en contra de su

os
propia causa por no pensar en términos económicos. Un ambiente limpio es sim-
plemente otro bien. Como todos los bienes normales, tiene una elasticidad ingreso
positiva: los países ricos pueden permitirse tener un ambiente más limpio que los

tiv
pobres y, por tanto, hacen más rigurosa la protección del mismo. Además, como casi
todos los demás bienes, el aire y agua limpios obedecen la ley de la demanda: cuanto

a
uc
en las noticias
ed
es
Fijación de límites máximos y negociación
El presidente Obama ha propuesto una política para resolver el problema
de las externalidades de las emisiones de carbono
fin

bono son lo que los economistas llaman una electoral. Sin embargo, llegó provocativamente
Una oportunidad “externalidad negativa”, es decir, un efecto cerca.
perdida para el cambio secundario que ciertas actividades del mercado Lo que Obama propuso fue un sistema de
n

producen sobre terceros. límites máximos y negociación de derechos


climático La solución de libro de texto para resolver de emisión de dióxido de carbono, en el que
co

N. GREGORY MANKIW el problema de las externalidades negativas todas las asignaciones se subastarían. En
es usar el sistema impositivo para alinear los resumen, el sistema impondría un límite a la

D urante la campaña presidencial de 2008,


Barack Obama se distinguió en el campo
incentivos privados con los costos y beneficios
sociales. Suponga que el gobierno gravara con
cantidad liberada de dióxido de carbono y las
empresas pujarían para adquirir el derecho de
so

de la economía del cambio climático y habló un impuesto los productos que emiten dióxido emitir dicho gas a la atmósfera.
con mucha más sensatez sobre el tema que de carbono y utilizara los ingresos recaudados Tal sistema es equivalente a un impuesto a
la mayoría de sus rivales. Por desgracia, ahora para reducir otros impuestos. Los ciudada- las emisiones de dióxido de carbono. El precio
U

que es presidente, es factible que firme una ley nos tendrían un incentivo para modificar su de subasta de un derecho de emisión es, en
sobre el clima que no está a la altura de sus consumo y usar productos que emiten menos efecto, un impuesto sobre el dióxido de car-
aspiraciones. De hecho, la ley que está a punto dióxido de carbono. Un impuesto a las emisio- bono. Los ingresos recaudados en la subasta
de llegar a su escritorio bien podría ser peor nes de carbono es la solución al cambio climá- proporcionan al gobierno los recursos para
que nada. tico que cuenta con el apoyo de una mayoría reducir otros impuestos que distorsionan el
Empecemos por lo básico. Los científicos aplastante de economistas y politólogos. comportamiento, como el impuesto al ingreso
dicen que el problema fundamental del cambio Cuando aún era candidato, Obama no y el impuesto sobre nóminas.
climático es que los seres humanos emiten apoyó precisamente dicho impuesto. Quería Hasta aquí todo bien. El problema se pre-
demasiado dióxido de carbono a la atmósfera, que lo eligieran y respaldar un impuesto que sentó cuando esta idea sensata se trasladó de
lo que tiende a incrementar las temperaturas afectaría a millones de electores de clase la campaña electoral al proceso legislativo. En
mundiales. Las emisiones de dióxido de car- media no es una receta para alcanzar el éxito lugar de subastar los derechos de emisión de
134
CAPÍTULO 10 EXTERNALIDADES 209

más bajo sea el precio de la protección ambiental, tanto más la querrá el público. El
enfoque económico de usar los permisos para contaminar y los impuestos correcti-
vos reduce el costo de la protección ambiental y, en consecuencia, debe aumentar la
demanda del público de un ambiente limpio.

EXAMEN RÁPIDO Una fábrica de pegamento y una fábrica de acero emiten humo
que contiene una sustancia química que es dañina si se inhala en grandes cantidades.
Describa tres formas en las que el gobierno de la ciudad puede responder a esta exter-
nalidad. ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de cada solución?

Soluciones privadas a las externalidades

os
Aunque las externalidades tienden a hacer ineficientes a los mercados, la acción
gubernamental no siempre es necesaria para resolver el problema. En algunas cir-

tiv
cunstancias, las personas pueden llegar a soluciones privadas.

a
uc
dióxido de carbono, la ley que recientemente motivos políticos, más que económicos, la bandos. Para quienes consideran que el cam-
aprobó la Cámara entregará los derechos a parte “comercial” del sistema de “límites bio climático es una catástrofe inminente y los
intereses poderosos especiales.
Las cifras en juego no son triviales. Con
base en las estimaciones de la oficina de
presupuesto del Congreso, se puede calcu-
ed
máximos y negociación de derechos de emi-
sión” se ocuparía del resto. Las empresas
que más necesiten emitir dióxido de carbono
comprarán los derechos de emisión en bolsas
efectos distorsionadores del sistema imposi-
tivo, un simple fastidio, una ley imperfecta
es mejor que nada. Para quienes no están
plenamente convencidos de la enormidad del
lar que si todos los derechos de emisión se de negociación recién constituidas. Las que problema del calentamiento global, pero se
es
subastaran, el gobierno recaudaría 989 000 no tengan dichas necesidades apremiantes preocupan mucho por los efectos negativos
millones de dólares en los siguientes diez años. venderán los derechos que se les otorguen y de los altos niveles actuales y en perspectiva
Sin embargo, en la ley, como se redactó, los disfrutarán de los beneficios que sean producto de las tasas tributarias, la ley es un paso en la
fin

ingresos ascienden a sólo 276 000 millones. de la generosidad del Congreso. dirección equivocada.
Obama entendía estos riesgos. Cuando le El problema radica en cómo interactúa la En lo que todos deberían estar de acuerdo
preguntaron por el impuesto a las emisiones política sobre el clima con el sistema impositivo es que la ley que está estudiando el Congreso
de dióxido de carbono en una entrevista reali- en general. Como subrayó el presidente, un representa una oportunidad perdida. El presi-
n

zada en julio de 2007, respondió: “Creo que, sistema de límites máximos y negociación de dente Obama sabe de sobra cómo sería una
co

dependiendo de cómo se diseñe, un impuesto derechos de emisión es como un impuesto a buena ley sobre el clima. Sin embargo, pese
a las emisiones de dióxido de carbono logra las emisiones de dióxido de carbono. El pre- a su inmensa popularidad y carisma personal,
prácticamente lo mismo que un programa de cio de los derechos de emisión se trasladará parece ser incapaz de persuadir al Congreso de
límites y negociación de derechos de emisión. finalmente a los consumidores en la forma de que la acepte.
El peligro de un sistema así es que los permisos precios más altos de los productos que emiten
so

para emitir gases de invernadero se regalan mucho dióxido de carbono. Sin embargo, si la
en vez de venderse en una subasta. Uno de mayoría de esos derechos se regala en lugar de
los errores que los europeos cometieron al subastarlos, el gobierno no tendrá los recursos
U

establecer el sistema de límites máximos y para reducir otros impuestos y compensar


negociación de derechos de emisión fue rega- ese incremento de precios. El resultado será
lar muchos de esos permisos.” un incremento en las tasas impositivas que
El Congreso se encuentra ahora en el efectivamente pagan casi todos los estadouni-
proceso de enviar al presidente Obama una ley denses, el cual reducirá el ingreso disponible
que comete exactamente ese mismo error. real, los incentivos laborales y deprimirá la
¿Cuánto importa? Para efectos de distri- actividad económica.
buir con eficiencia los derechos de emisión de La verdadera pregunta que debe plantearse
© DAVID G. KLEIN

dióxido de carbono, no importa en absoluto. es si esta política es buena o mala. En este


Incluso si estos derechos se entregaran por sentido, hay especialistas políticos en ambos

Fuente: New York Times, blog Economix, 9 de agosto de 2009.


135
210 PARTE IV LA ECONOMÍA DEL SECTOR PÚBLICO

Los tipos de soluciones privadas


Algunas veces el problema de las externalidades se resuelve con códigos morales
y sanciones sociales. Considere, por ejemplo, por qué la mayoría de las personas
no arroja basura. Aunque existen leyes que prohíben hacerlo, no siempre se hacen
cumplir con demasiado rigor. La mayoría de las personas no arroja basura porque
no es lo que se debe hacer. La regla de oro que se enseña a la mayoría de los niños
dice: “Trata a los demás como quisieras que ellos te trataran.” Este mandato moral
nos enseña a tomar en cuenta cómo nuestras acciones afectan a otras personas. En
términos económicos, nos indica que internalicemos las externalidades.
Otra solución privada a las externalidades son las instituciones de beneficencia,
muchas de las cuales se establecen para hacer frente a las externalidades. Por ejem-
plo, el Sierra Club, cuyo objetivo es proteger el ambiente, es una organización sin

os
fines de lucro que se financia con donativos privados. Otro ejemplo lo constituyen
las universidades e institutos de educación superior, los cuales reciben donaciones
de ex alumnos, empresas y fundaciones, en parte porque la educación tiene externa-

tiv
lidades positivas para la sociedad. El gobierno incentiva esta solución privada a las
externalidades por medio del sistema impositivo y permite que los donativos a
las sociedades de beneficencia sean deducibles de impuestos.

a
El mercado privado puede resolver, por lo general, el problema de las externali-
dades al confiar en el egoísmo de las partes interesadas. A veces la solución lleva a la

uc
integración de diferentes tipos de empresas. Por ejemplo, considere a un productor
de manzanas y a un apicultor que trabajan muy cerca. Cada negocio confiere una
externalidad positiva al otro. Como las abejas polinizan las flores de los árboles,

ed
ayudan al huerto a producir manzanas. Al mismo tiempo, las abejas usan el néctar
que obtienen de los manzanos para producir miel. Sin embargo, cuando el productor
de manzanas decide cuántos árboles siembra y el apicultor decide cuántas colmenas
tener, no toman en cuenta las externalidades positivas. Como resultado, el productor
es
de manzanas planta pocos árboles y el apicultor tiene pocas abejas. Estas externali-
dades podrían internalizarse si el apicultor comprara el huerto de manzanas o si el
productor de manzanas comprara las colmenas: ambas actividades tendrían lugar
fin

dentro de la misma empresa, y ésta podría decidir el número óptimo de árboles


y abejas. Internalizar las externalidades es una de las razones por las que algunas
empresas se dedican a diferentes tipos de negocios.
Otra forma en la que el mercado privado hace frente a los efectos externos es
n

mediante el contrato entre las partes interesadas. En el ejemplo anterior, un con-


trato entre el productor de manzanas y el apicultor puede resolver el problema de
co

pocos árboles y pocas abejas. El contrato puede especificar el número de árboles, el


número de abejas y quizás el pago de una parte a la otra. Al establecer el número
necesario de árboles y abejas, el contrato puede resolver la ineficiencia que normal-
mente provocan las externalidades y hacer que ambas partes estén mejor.
so

El teorema de Coase
¿Qué tan eficaz es el mercado privado para resolver las externalidades? Un famoso
U

Teorema de Coase resultado, conocido como teorema de Coase por el economista Ronald Coase, indica
Propone que si los particu- que puede ser muy eficaz en algunas circunstancias. Según el teorema de Coase,
lares pueden negociar sin si los particulares pueden negociar la asignación de recursos sin ningún costo, el
costo la asignación mercado privado resolverá siempre el problema de las externalidades y asignará
de recursos, ellos solos eficientemente los recursos.
pueden resolver el problema Para entender cómo funciona el teorema de Coase, considere el siguiente ejemplo.
de las externalidades. Suponga que Dick es dueño de un perro llamado Spot. Spot ladra y esto molesta a
Jane, la vecina de Dick. Dick obtiene un beneficio de tener un perro, pero éste causa
una externalidad negativa que afecta a Jane. ¿Se debe obligar a Dick a mandar a su
perro Spot a la perrera o Jane debe pasar noches sin dormir debido a los ladridos de
Spot?
136
CAPÍTULO 10 EXTERNALIDADES 211

Considere primero cuál es el resultado social eficiente. Un planificador social,


considerando las dos alternativas, compararía el beneficio que Dick obtiene de tener
un perro con el costo para Jane debido a los ladridos. Si el beneficio es mayor que el
costo, es eficiente que Dick conserve al perro y que Jane soporte los ladridos. Pero si
el costo es superior al beneficio, entonces Dick debe deshacerse del perro.
Según el teorema de Coase, el mercado privado llegará al resultado eficiente por sí
mismo. ¿Cómo? Jane puede simplemente ofrecer pagarle a Dick para que se deshaga
del perro. Dick aceptaría el trato si la cantidad de dinero que Jane le ofrece es mayor
que el beneficio que obtiene de quedarse con el perro.
Al regatear sobre el precio, Dick y Jane siempre pueden llegar al resultado efi-
ciente. Por ejemplo, suponga que Dick obtiene un beneficio de $500 de tener un perro
y a Jane le cuesta $800 que el perro ladre. En este caso, Jane le puede ofrecer a Dick

os
$600 para que se deshaga del perro y Dick gustosamente aceptaría el trato. Ambas
partes están mejor que antes y se llegó al resultado eficiente.
Desde luego, es posible que Jane no esté dispuesta a ofrecer ninguna cantidad

tiv
de dinero que Dick estuviera dispuesto a aceptar. Por ejemplo, suponga que Dick
obtiene un beneficio de $1000 de tener perro, mientras que el costo de Jane de
soportar los ladridos es de $800. En este caso, Dick rechazaría cualquier oferta por

a
debajo de $1000 y Jane no ofrecería una cantidad mayor que $800. Así, Dick acaba
quedándose con su perro. Sin embargo, dados estos costos y beneficios, la solución

uc
es eficiente.
Hasta ahora hemos supuesto que Dick tiene el derecho legal de dejar que su
perro ladre. En otras palabras, hemos supuesto que Dick puede quedarse con Spot a

ed
menos que Jane le pague lo suficiente para hacerlo desistir voluntariamente de tener
un perro. Pero, ¿cómo diferiría el resultado si Jane tuviera el derecho legal a la paz
y tranquilidad?
Según el teorema de Coase, la distribución inicial de los derechos no afecta la
es
habilidad del mercado para llegar a un resultado eficiente. Por ejemplo, suponga que
Jane puede obligar legalmente a Dick a deshacerse del perro. Aunque este derecho
funciona a favor de Jane, es probable que no cambie el resultado. En este caso, Dick
puede ofrecer pagarle a Jane para que le permita quedarse con el perro. Si el benefi-
fin

cio para Dick de tener al perro es superior al costo de Jane de oír los ladridos, Dick
y Jane llegarán a un acuerdo y Dick se quedará con su perro.
Aunque Dick y Jane pueden llegar a la solución eficiente, sin importar cómo
se hayan distribuido los derechos en un principio, la distribución de derechos es
n

relevante, ya que determina la distribución del bienestar económico. Si Dick cuenta


co

con el derecho de tener un perro que ladra o Jane tiene derecho a la tranquilidad,
esto determina quién le paga a quién en la negociación final. Pero en cualquiera de
los dos casos, las dos partes pueden negociar entre sí y resolver el problema de la
externalidad. Dick acabaría quedándose con el perro sólo si el beneficio es mayor
que el costo.
so

En resumen: el teorema de Coase dice que los actores económicos privados pueden resol-
ver entre ellos el problema de las externalidades. Sin importar cuál haya sido la distribución
inicial de los derechos, las partes interesadas pueden siempre llegar a un acuerdo en el que
U

todos estén mejor y el resultado sea eficiente.

Por qué las soluciones privadas


no siempre funcionan
A pesar de la lógica convincente del teorema de Coase, los particulares no siempre
pueden resolver los problemas ocasionados por las externalidades. El teorema de
Coase sólo se aplica cuando las partes interesadas no tienen problema alguno en lle-
gar a un acuerdo y hacerlo cumplir. En el mundo real, sin embargo, las negociaciones
no siempre funcionan, incluso cuando es posible llegar a un acuerdo que beneficie
a las partes.
137
212 PARTE IV LA ECONOMÍA DEL SECTOR PÚBLICO

A veces las partes interesadas no pueden resolver un problema de externalidad


Costos de transacción debido a los costos de transacción, que son costos en los que las partes incurren en
Costos en los que incurren el proceso de negociación para llegar a un acuerdo y cumplirlo. En nuestro ejemplo,
las partes en el proceso imagine que Dick y Jane hablan idiomas diferentes, así que para llegar a un acuerdo
de negociación para llegar es necesario que contraten a un traductor. Si el beneficio de resolver el problema de
a un acuerdo y cumplirlo. los ladridos es menor que el costo de contratar un traductor, Dick y Jane podrían
optar por dejar el problema sin resolver. En ejemplos más realistas, los costos de
transacción son los gastos no de los traductores, sino de los abogados que se requie-
ren para preparar y hacer respetar los contratos.
En otros tiempos, las negociaciones simplemente se rompían. Las guerras recu-
rrentes y las huelgas muestran que llegar a un acuerdo puede ser difícil y que el costo
de no llegar a un acuerdo es alto. El problema es que frecuentemente cada parte

os
trata de esperar a ver si puede conseguir un mejor trato. Por ejemplo, suponga que
Dick obtiene un beneficio de $500 de tener perro y Jane soporta los ladridos incu-
rriendo en un costo de $800. Aunque es eficiente que Jane le pague a Dick para que

tiv
se deshaga del perro, existen muchos precios que los pueden llevar a este resultado.
Dick podría pedir $750 y Jane podría ofrecerle sólo $550. Mientras regatean sobre el
precio, el resultado ineficiente de los ladridos del perro persiste.

a
Es muy difícil llegar a una negociación eficiente cuando el número de partes
interesadas es grande, debido a que es costoso coordinarlas. Por ejemplo, considere

uc
una fábrica que contamina un lago cercano. La contaminación es una externalidad
negativa para los pescadores de la zona. Según el teorema de Coase, si la contamina-
ción es ineficiente, la fábrica y los pescadores pueden llegar a un acuerdo en el que

ed
los pescadores le paguen a la fábrica para que no contamine. Sin embargo, si hay
muchos pescadores es casi imposible tratar de coordinarlos para que negocien con
la fábrica.
Cuando la negociación privada no funciona, el gobierno puede intervenir. El
es
gobierno es una institución diseñada para la acción colectiva. En este ejemplo,
el gobierno puede actuar en nombre de los pescadores, aun cuando es poco práctico
que los pescadores actúen por sí mismos.
fin

EXAMEN RÁPIDO Proporcione un ejemplo de una solución privada a una externalidad.


• ¿Qué es el teorema de Coase? • ¿Por qué los participantes económicos privados algunas
veces no pueden resolver los problemas causados por una externalidad?
n
co

Conclusión
La mano invisible es poderosa, pero no omnipotente. El equilibrio del mercado maxi-
miza la suma del excedente del consumidor y el excedente del productor. Cuando
so

los compradores y vendedores del mercado son las únicas partes interesadas, este
resultado es eficiente desde el punto de vista de la sociedad en su conjunto. Pero
cuando hay efectos externos, como la contaminación, evaluar la solución de mercado
U

requiere que también se tome en cuenta el bienestar de terceros. En este caso, la


mano invisible del mercado puede no asignar eficientemente los recursos.
En algunos casos, las personas pueden resolver por sí mismas el problema de las
externalidades. El teorema de Coase indica que las partes interesadas pueden nego-
ciar entre ellas y ponerse de acuerdo en una solución eficiente. Sin embargo, a veces
no se puede alcanzar una solución eficiente, quizá porque entre más grande sea el
número de partes interesadas, más difícil será la negociación.
Cuando las personas no pueden resolver el problema de la externalidad, el
gobierno suele intervenir. Sin embargo, aun con la intervención del gobierno, la
sociedad no debe abandonar por completo las fuerzas del mercado. Más bien, para
resolver el problema, el gobierno puede obligar a los tomadores de decisiones a
que carguen con los costos totales de sus acciones. Los impuestos correctivos sobre
138
CAPÍTULO 10 EXTERNALIDADES 213

las emisiones y los permisos de contaminación, por ejemplo, tienen el propósito de


internalizar la externalidad de la contaminación. Cada vez más, éstas son las políti-
cas que prefieren quienes están interesados en proteger el ambiente. Las fuerzas del
mercado, reorientadas correctamente, son con frecuencia el mejor remedio para las
fallas del mercado.

R E SU
SUME
ME N

os
• Cuando una transacción entre un comprador y el ambiente, el gobierno podría emitir un número
un vendedor afecta directamente a un tercero, el limitado de permisos para contaminar. El resul-
efecto se llama externalidad. Si la actividad pro- tado de esta política es en gran medida el mismo

tiv
duce externalidades negativas, como la conta- que si impusiera impuestos correctivos a los que
minación, la cantidad socialmente óptima en un contaminan.
mercado es menor que la cantidad de equilibrio.
• Los afectados por las externalidades a veces

a
Si la actividad produce externalidades positi-
pueden resolver el problema en privado. Por
vas, como excedentes tecnológicos, la cantidad

uc
ejemplo, cuando una empresa le impone una
socialmente óptima es mayor que la cantidad de
externalidad a otra, ambas pueden internalizar
equilibrio.
la externalidad con una fusión. Por otra parte, las
• Los gobiernos establecen varias políticas públi-
cas para remediar las ineficiencias causadas
por las externalidades. A veces el gobierno
previene las actividades socialmente ineficien-
ed partes interesadas pueden resolver el problema
negociando un contrato. Según el teorema de
Coase, si las personas pueden negociar sin costo
alguno, siempre pueden llegar a un acuerdo
tes mediante la regulación del comportamiento. en el que los recursos se distribuyan eficiente-
es
Otras veces internaliza una externalidad usando mente. Sin embargo, en muchos casos llegar a un
impuestos correctivos. Otra política pública es la acuerdo entre todas las partes interesadas es difí-
emisión de permisos. Por ejemplo, para proteger cil, por lo que no se aplica el teorema de Coase.
fin

CON
NCE
C EP
P TOS
T OS C LA V E
n

Externalidad, p. 196 Impuesto correctivo, p. 203 Costos de transacción, p. 212


co

Internalizar la externalidad, p. 199 Teorema de Coase, p. 210


so

P R EG
G UN
UNTTA
ASS D E R EP ASO
A SO
1. Dé un ejemplo de una externalidad negativa y regulaciones como una forma de proteger al
U

otro de una externalidad positiva. ambiente de la contaminación?


2. Dibuje un diagrama de oferta y demanda para 5. Mencione algunas formas en que los problemas
explicar el efecto de una externalidad negativa causados por las externalidades pueden resol-
que ocurre como resultado del proceso de pro- verse sin la intervención del gobierno.
ducción de una empresa. 6. Imagine que usted no fuma y comparte habi-
3. ¿De qué manera el sistema de patentes ayuda a tación con un fumador. Según el teorema de
la sociedad a resolver un problema de externali- Coase, ¿qué determina que su acompañante
dad? fume en la habitación? ¿Es eficiente este resul-
4. ¿Qué son los impuestos correctivos? ¿Por qué tado? ¿Cómo llegó con su compañero a esta
los economistas prefieren usarlos en vez de las solución?
139

os
a tiv
uc
ed
es
fin

Bienes públicos y
11
n

recursos comunes
co

L
a letra de una vieja canción decía que “las mejores cosas de la vida son gra-
tis”. Tras unos segundos de reflexión, nos viene a la mente una larga lista de
cosas en las que el autor de la canción pudo haber pensado. Por ejemplo, la
so

naturaleza nos permite disfrutar de los ríos, las montañas, las playas, los lagos
y también de los océanos. Asimismo, el gobierno nos provee de parques, diferentes
áreas verdes y desfiles. En cada caso, las personas no tienen que pagar cuando deci-
U

den disfrutar del beneficio de estos bienes.


Los bienes sin precio constituyen un reto especial para el análisis económico. La
mayoría de los bienes en nuestra economía se distribuye por medio de los mercados,
donde los compradores pagan por lo que reciben y los vendedores reciben un pago
por lo que proveen. Para estos bienes, los precios son las señales que guían las deci-
siones de vendedores y compradores, y estas decisiones dan por resultado una dis-
tribución eficiente de los recursos. Sin embargo, cuando los bienes están disponibles
sin costo, las fuerzas del mercado que normalmente distribuyen los recursos están
ausentes.

217
140
218 PARTE IV LA ECONOMÍA DEL SECTOR PÚBLICO

En este capítulo examinaremos los problemas que surgen para la distribución de


recursos cuando hay bienes sin precio de mercado. Nuestro análisis esclarecerá uno
de los Diez principios de la economía del capítulo 1: algunas veces el gobierno puede
mejorar los resultados del mercado. Cuando un bien no tiene precio, los mercados
privados no pueden asegurar que se produzca y consuma en las cantidades apro-
piadas. En estos casos, las políticas gubernamentales pueden remediar la falla del
mercado e incrementar el bienestar económico.

Los diferentes tipos de bienes


¿Qué tan bien funcionan los mercados al momento de proveer los bienes que las per-

os
sonas necesitan? La respuesta a esta pregunta depende del bien a considerar. Como
se explicó en el capítulo 7, el mercado puede proveer la cantidad eficiente de vasos
de helado: el precio de los vasos de helado se ajusta para equilibrar la oferta y la

tiv
demanda, y este equilibrio maximiza la suma de los excedentes del productor y del
consumidor. Sin embargo, como se expuso en el capítulo 10, no se puede esperar que
el mercado evite que los productores de aluminio contaminen el aire que respiramos;

a
típicamente, los compradores y los vendedores en el mercado no toman en cuenta los
efectos externos de sus decisiones. Por tanto, los mercados funcionan bien cuando el

uc
bien es el helado, pero trabajan mal cuando el bien es el aire limpio.
Al pensar en los diferentes bienes en una economía es provechoso agruparlos con
base en dos categorías:

Exclusión
Propiedad de un bien, según bien?
ed
• ¿El bien es excluyente? Esto es, ¿se puede evitar que las personas usen dicho

la cual se puede impedir que • ¿El bien es rival en el consumo? Esto es, ¿el uso del bien por una persona
es
una persona lo use. reduce la capacidad de otra para usarlo?

Rivalidad en el Utilizando estas dos características, la figura 1 divide los bienes en cuatro categorías:
fin

consumo
Propiedad de un bien según
la cual el uso de una persona
1. Bienes privados son tanto excluyentes como rivales en el consumo. Considere,
disminuye el uso que otra
por ejemplo, un vaso de helado. El vaso de helado es excluyente, ya que se
n

persona pueda dar al mismo.


puede evitar que alguien consuma un vaso de helado, simplemente no se le
da uno a esa persona. Un vaso de helado es rival en el consumo, ya que si una
co

Bienes privados persona consume un vaso, no es posible que otra consuma el mismo vaso. La
Bienes que son tanto exclu-
mayoría de los bienes en la economía es como estos vasos; es decir, bienes pri-
yentes como rivales en el
vados. Esto implica que usted no obtiene uno a menos que haya pagado por
consumo.
él, y ya que lo obtiene, usted es el único que puede beneficiarse de él. Cuando
so

analizamos la oferta y la demanda en los capítulos 4, 5 y 6, y la eficiencia de


los mercados en los capítulos 7, 8 y 9, supusimos implícitamente que los bienes
eran tanto excluyentes como rivales en el consumo.
U

Bienes públicos 2. Bienes públicos no son ni excluyentes ni rivales en el consumo. Esto es, no se
Bienes que no son ni exclu- puede evitar que las personas utilicen el bien público, y el uso de este bien por
yentes ni rivales en el con- una persona no reduce la capacidad de otra para usarlo. Por ejemplo, la alarma
sumo. de tornados en un pueblo pequeño es un bien público, ya que cuando suena la
alarma, es imposible impedir que alguien la oiga (es decir, no es excluyente).
Más aún, cuando una persona obtiene el beneficio de la advertencia, no reduce
el beneficio de nadie más (es decir, no es rival en el consumo).
Recursos comunes 3. Recursos comunes son rivales en el consumo, pero no son excluyentes. Por
Bienes que son rivales en el ejemplo, los peces en el océano son rivales en el consumo: cuando una persona
consumo, pero no son exclu- pesca uno, existe una menor cantidad de peces que puede pescar la siguiente
yentes. persona. Sin embargo, estos peces no son excluyentes, ya que dada la vastedad
del océano es difícil que los pescadores ya no puedan extraer más peces.
141
CAPÍTULO 11 BIENES PÚBLICOS Y RECURSOS COMUNES 219


¿Rival en el consumo?
No
Figura 1
Bienes privados Bienes reservados Cuatro tipos de bienes
• Vasos de helado • Protección contra incendios Los bienes pueden agruparse en cua-
Sí • Ropa • Televisión por cable tro categorías con base en dos carac-
• Autopistas de cuota • Autopistas de cuota no terísticas: 1) un bien es excluyente si se
congestionadas congestionadas puede evitar que las personas lo usen.
¿Excluyente? 2) Un bien es rival en el consumo si el
Recursos comunes Bienes públicos
uso de ese bien por parte de una per-
• Peces en el océano • Alarma de tornado sona reduce la capacidad de otra para
No • El ambiente • Defensa nacional usarlo. El diagrama proporciona ejem-

os
• Autopistas libres congestionadas • Autopistas libres sin plos de bienes en cada categoría.
congestionamiento

a tiv
4. Bienes reservados son bienes excluyentes, pero no rivales en el consumo. Por Bienes reservados
ejemplo, considere la protección contra incendios en un pueblo pequeño. Es Bienes que son excluyentes,

uc
fácil excluir a alguien de usar este bien: el departamento de bomberos puede pero no rivales en consumo.
simplemente dejar que el fuego consuma la casa. Sin embargo, la protección
contra incendios no es rival en el consumo: cuando la ciudad ha pagado por

ed
el departamento de bomberos, el costo adicional de proteger una casa es muy
pequeño. (En el capítulo 15 volveremos a hablar de los bienes reservados,
donde veremos que son un tipo de monopolio natural.)
es
Aunque la figura 1 ofrece una clara separación de los bienes en cuatro categorías,
los límites entre estas categorías son confusos en algunas ocasiones. Con frecuencia,
es cuestión de grado si un bien es excluyente o rival en el consumo. Los peces en
el océano pueden no ser excluyentes, ya que monitorear la pesca es muy difícil; sin
fin

embargo, una guardia costera lo suficientemente grande podría hacer que los peces
fueran excluyentes en alguna medida. Del mismo modo, aun cuando los peces gene-
ralmente son rivales en el consumo, esto sería menos cierto si la población de pes-
cadores fuera relativamente pequeña, comparada con la población de peces. (Piense
n

en los lugares de pesca en Estados Unidos antes de la llegada de los colonizadores


co

europeos.) Sin embargo, para efectos de nuestro análisis, será provechoso agrupar
los bienes en estas cuatro categorías.
En este capítulo examinaremos los bienes que no son excluyentes: los bienes
públicos y los recursos comunes. Ya que no es posible evitar que las personas usen
so

estos bienes, éstos están disponibles para todos libres de cargo alguno. El estudio
de los bienes públicos y los recursos comunes está íntimamente relacionado con el
estudio de las externalidades. En estos dos tipos de bienes, las externalidades surgen
porque algo que tiene valor no tiene un precio asociado a él. Si una persona fuera
U

a proporcionar un bien público, como una alarma de tornados, existen otras perso-
nas que estarían mejor que antes, pues recibirían un beneficio sin pagar por él (una
externalidad positiva). Del mismo modo, cuando una persona utiliza un recurso
común, como los peces en el océano, otras personas estarán peor que antes, ya que
habrá menos peces que atrapar. Estas personas sufren una pérdida, pero no son
compensadas por ésta (externalidad negativa). Debido a estos efectos externos, las
decisiones privadas sobre consumo y producción pueden generar una distribución
ineficiente de recursos y la intervención del gobierno puede incrementar el bienestar
económico.

EXAMEN RÁPIDO Defina bienes públicos y recursos comunes, y proporcione un ejem-


plo de cada uno.
142
220 PARTE IV LA ECONOMÍA DEL SECTOR PÚBLICO

Bienes públicos
Para entender cómo difieren los bienes públicos de otros bienes y por qué crean pro-
blemas para la sociedad, considere un ejemplo: un espectáculo de fuegos artificiales.
Este bien no es excluyente, ya que es imposible evitar que alguien vea los fuegos
artificiales; tampoco es rival en el consumo, ya que cuando una persona disfruta del
espectáculo de fuegos artificiales no reduce el disfrute de nadie más.

El problema del parásito (free rider)


A los ciudadanos de Smalltown, Estados Unidos, les gusta ver los fuegos artificiales

os
el 4 de julio, día de la independencia. Cada uno de los 500 habitantes del pueblo
atribuye un valor de $10 a la experiencia, para un beneficio total igual a $5000. El
costo de montar el espectáculo de fuegos pirotécnicos es de $1000. En vista de que

tiv
el beneficio de $5000 es mayor que el costo de $1000, es eficiente para Smalltown
disfrutar de un espectáculo de fuegos artificiales el 4 de julio.
¿El mercado privado produciría un resultado eficiente? Probablemente no. Ima-
gine que Ellen, una empresaria de Smalltown, decide montar la función de fuegos

a
artificiales. De seguro tendrá problemas para vender los boletos del espectáculo,

uc
ya que sus clientes potenciales no tardarán en darse cuenta de que pueden ver los
fuegos artificiales sin necesidad de comprar un boleto. Como los fuegos artificiales
no son excluyentes, los ciudadanos tienen un incentivo para actuar como parásitos.
Parásito (free rider)
Persona que recibe el bene-
ficio de un bien, pero que
evade el pago del mismo.
ed
Un parásito es una persona que recibe el beneficio del bien, pero que no paga por él.
Debido a que las personas tendrían un incentivo para ser parásitos en lugar de ser
compradores de boletos, el mercado no producirá el resultado eficiente.
Una forma de ver esta falla del mercado es que surge debido a una externalidad.
Si Ellen monta el espectáculo de fuegos artificiales, otorga un beneficio externo a
es
quienes ven la función sin pagar. Sin embargo, cuando Ellen decide si debe montar el
espectáculo, no toma en cuenta los beneficios externos. Aun cuando el espectáculo de
fuegos pirotécnicos es deseable socialmente, no es rentable. Así, Ellen toma la decisión
fin

privada, que es racional, pero socialmente ineficiente, de no montar el espectáculo.


Aun cuando el mercado privado no ofrece el espectáculo de fuegos artificiales que
demandan los residentes de Smalltown, la solución de los problemas de Smalltown
es evidente: el gobierno local puede patrocinar la celebración del día de la indepen-
n

dencia. El ayuntamiento podría incrementar los impuestos de todos $2 y usar los


ingresos para contratar a Ellen y que monte el espectáculo. Todos los residentes de
co

Smalltown están mejor por $8: los $10 del valor que atribuyen a los fuegos pirotéc-
nicos menos los $2 que pagaron de impuestos. Ellen puede ayudar a Smalltown a
alcanzar el resultado eficiente como empleada pública, a pesar de no poder hacerlo
como empresaria privada.
so

La historia de Smalltown es simple, pero realista. De hecho, muchos gobiernos


locales de Estados Unidos pagan el espectáculo pirotécnico el 4 de julio, día de la
independencia de ese país. Además, esta historia nos enseña una lección general
U

sobre los bienes públicos: debido a que éstos no son excluyentes, el problema del
parásito impide que el mercado privado los ofrezca. Sin embargo, el gobierno puede
remediar el problema. Si el gobierno decide que los beneficios totales de un bien
público son superiores a los costos, entonces puede proveer el bien público, pagarlo
con los ingresos que recibe de los impuestos y hacer que todos estén mejor.

Algunos bienes públicos importantes


Existen muchos ejemplos de bienes públicos. Aquí consideramos tres de los más
importantes.
Defensa nacional La defensa de un país contra agresores extranjeros es un ejem-
plo clásico de un bien público. Una vez que se defiende al país, es imposible evitar
143
CAPÍTULO 11 BIENES PÚBLICOS Y RECURSOS COMUNES 221

que alguna persona goce del beneficio de esta defensa. Además, cuando una persona
disfruta del beneficio de la defensa nacional, no reduce el beneficio de nadie más.
Entonces, la defensa nacional no es ni excluyente ni rival en el consumo.
La defensa nacional es uno de los bienes públicos más caros. En 2009, el gobierno
federal de Estados Unidos gastó un total de 661 000 millones de dólares en la defensa
nacional, esto es más de $2150 por persona. No existe consenso respecto a si esta can-
tidad es muy grande o muy pequeña, pero casi nadie duda de la necesidad de este
gasto gubernamental. Aun los economistas que abogan por un gobierno pequeño,
están de acuerdo en que la defensa nacional es un bien público que el gobierno debe
proporcionar.

Investigación básica El conocimiento se genera por medio de la investigación.

os
Al evaluar la política pública apropiada sobre la generación de conocimiento, es
importante distinguir el conocimiento general del conocimiento tecnológico espe-
cífico. El conocimiento tecnológico específico, como la invención de las baterías

tiv
de larga duración, un microchip más pequeño o un mejor reproductor digital de
música, se puede patentar. La patente da al inventor el derecho de exclusividad
durante cierto periodo sobre el conocimiento que creó. Cualquier otra persona que

a
quiera usar la información patentada tendrá que pagar al inventor por el derecho de
hacerlo. En otras palabras, la patente hace excluyente el conocimiento creado por el

uc
inventor.
En contraste, el conocimiento general es un bien público. Por ejemplo, un
matemático no puede patentar un teorema. Una vez que se prueba un teorema, el

ed
conocimiento no es excluyente: el teorema pasa a formar parte del acervo general
de conocimientos de la sociedad que cualquiera puede usar sin costo. El teorema
tampoco es rival en el consumo. El que una persona use este teorema no impide que
otra también lo use.
es
Las empresas orientadas al lucro gastan grandes cantidades en investigación tra-
tando de desarrollar nuevos productos que puedan patentar y vender, pero no gas-
tan demasiado en investigación básica. En cambio, su incentivo es aprovechar gratis
el conocimiento general creado por otros. Como resultado, en ausencia de políticas
fin

públicas, la sociedad dedicará muy pocos recursos a la generación de conocimiento


nuevo.
El gobierno trata de proporcionar el bien público del conocimiento general de
varias formas. Las dependencias gubernamentales de Estados Unidos, como Natio-
n

nal Institutes of Health y la National Science Foundation, subsidian la investigación


co

básica en medicina, matemáticas, física, química, biología y hasta economía. Algu-


nas personas justifican el financiamiento gubernamental del programa espacial con
el argumento de que incrementa el acervo de conocimientos de la sociedad (sin
embargo, existen algunos científicos que ven con escepticismo el valor científico de
los viajes espaciales tripulados). Es difícil determinar el nivel apropiado de apoyo
so

gubernamental a estas iniciativas, ya que es complicado medir los beneficios. Ade-


más, los miembros del Congreso que asignan los fondos para la investigación gene-
ralmente tienen poco conocimiento profundo sobre la ciencia, por lo cual no están en
U

la mejor posición para juzgar cuáles son las líneas de investigación que producirán
los mayores beneficios. Por consiguiente, aunque la investigación básica es sin duda
un bien público, no debe sorprendernos que el sector público no pague el monto y
el tipo adecuados.

Combate a la pobreza Muchos de los programas del gobierno tienen el obje-


tivo de ayudar a los pobres. Por ejemplo, en Estados Unidos el sistema de asistencia
social (que oficialmente es un programa llamado Temporary Assistance for Needy
Families) dota de un pequeño ingreso a algunas familias pobres. Del mismo modo, el
programa de vales de comida subsidia la compra de alimentos por personas de bajos
ingresos y existen varios programas gubernamentales que hacen más asequibles los
144
222 PARTE IV LA ECONOMÍA DEL SECTOR PÚBLICO

precios de las viviendas. Estos programas que combaten la pobreza se financian con
los impuestos que pagan las familias más exitosas en términos financieros.
Los economistas discrepan en cuanto al papel que debe desempeñar el gobierno
en el combate a la pobreza. Aun cuando hablaremos detalladamente de este debate en
el capítulo 20, aquí hacemos notar un argumento importante: los defensores de
estos programas aseguran que el combate a la pobreza es un bien público. A pesar
de que todos preferiríamos vivir en una sociedad sin pobreza, el combate a la
pobreza no es un “bien” que las acciones privadas proporcionarían adecuadamente.
Para entender el porqué, suponga que alguien organizara un grupo de personas
adineradas para tratar de eliminar la pobreza. Estarían proporcionando un bien
público. Este bien no sería rival en el consumo: el que una persona disfrutara de
vivir en una sociedad sin pobreza no reduciría el disfrute de otra persona. El bien

os
no sería excluyente: una vez que se eliminara la pobreza, no se podría evitar que
alguien obtuviera placer de este hecho. Como resultado, las personas tenderían a
aprovecharse de la generosidad de otros; es decir, a disfrutar de los beneficios de la

tiv
eliminación de la pobreza sin contribuir a la causa.
Debido al problema del parásito, la eliminación de la pobreza por medio de la
beneficencia privada probablemente no funcionaría. Sin embargo, la acción del

a
gobierno puede resolver este problema. Si establece impuestos que graven a los ricos
para aumentar los niveles de vida de los pobres, puede hacer que todos estén mejor.

uc
Los pobres estarán mejor, ya que ahora disfrutarán de un nivel de vida más alto,
y aquellos que pagan impuestos estarán mejor porque disfrutarán de vivir en una
sociedad con menos pobreza.

Caso de
estudio
ed
¿Los faros son bienes públicos?
es
Algunos bienes pueden alternar entre ser bienes públicos y privados dependiendo
de las circunstancias. Por ejemplo, un espectáculo de fuegos artificiales es un bien
fin

público si se realiza en una ciudad con muchos habitantes. Sin embargo, si se lleva a
cabo en un parque de diversiones de propiedad privada, como Walt Disney World,
el espectáculo se asemeja más a un bien privado, ya que los visitantes del parque
pagan una tarifa de admisión.
n
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Otro ejemplo es un faro. Desde hace mucho tiempo, los economistas han utilizado
a los faros como ejemplo de un bien público. Los faros marcan sitios específicos a lo
co

largo de la costa para que los barcos puedan evitar las aguas peligrosas. El beneficio
que el faro proporciona al capitán del barco no es ni excluyente ni rival en el con-
sumo, por lo que cada capitán tiene el incentivo de hacer de parásito y usar los faros
de navegación sin necesidad de pagar por el servicio. Debido a este problema del
so

parásito, los mercados privados usualmente no ofrecen los faros que los capitanes
de los barcos necesitan. Como resultado, en la actualidad los gobiernos operan la
mayoría de los faros.
U

Sin embargo, en algunos casos, los faros se asemejan más a un bien privado. En
el siglo xix, en la costa de Inglaterra, por ejemplo, algunos faros eran propiedad de
particulares que también los operaban. Sin embargo, en lugar de cobrarle al capitán
del barco por el servicio, el dueño del faro le cobraba al dueño del puerto cercano. Si
el dueño del puerto decidía no pagar, el dueño del faro apagaba la luz y los barcos
evitaban ese puerto.
Al decidir si algo es un bien público, uno debe determinar quiénes son los bene-
ficiarios y si éstos pueden ser excluidos de usar este bien. El problema del parásito
surge cuando el número de beneficiarios es grande y es imposible excluir a ninguno
de ellos. Si el faro beneficia a muchos de los capitanes de los barcos, es un bien
público; pero si beneficia sólo al dueño de un puerto, entonces es más parecido a un
¿Qué tipo de bien es éste? bien privado. ■
145
CAPÍTULO 11 BIENES PÚBLICOS Y RECURSOS COMUNES 223

El difícil trabajo del análisis costo-beneficio


Hasta este momento hemos visto que el gobierno proporciona bienes públicos por-
que el mercado privado no produciría por sí solo la cantidad eficiente. Sin embargo,
decidir que el gobierno intervenga es simplemente el primer paso. El gobierno debe
entonces determinar qué tipo de bienes públicos ofrecer y en qué cantidades.
Suponga que el gobierno está considerando un proyecto público, como la cons-
trucción de una nueva autopista. Para evaluar la construcción de la misma, debe
comparar los beneficios que obtendrían todos los usuarios de la autopista con los
costos de construirla y darle mantenimiento. Para tomar la decisión, el gobierno
podría contratar un grupo de economistas e ingenieros para que realizaran un estu-
dio, conocido como análisis costo-beneficio, cuyo objetivo es estimar los costos y Análisis costo-
beneficios totales de un proyecto para la sociedad. beneficio

os
El análisis costo-beneficio es un trabajo difícil. Puesto que la autopista estará Estudio que compara los
disponible para todos sin costo, no hay un precio con el cual evaluar el valor de la costos y los beneficios para
misma. Preguntar a las personas cuánto la valoran no es confiable: es difícil cuan- la sociedad de proporcionar

tiv
tificar los beneficios con los resultados de un cuestionario y los encuestados tienen un bien público.
pocos incentivos para decir la verdad. Quienes usarán la autopista tienen un incen-
tivo para exagerar el beneficio que obtendrán de la construcción de ésta. Quienes

a
resulten perjudicados por la autopista tienen un incentivo para exagerar sus costos
y evitar la construcción de la misma.

uc
La provisión eficiente de bienes públicos es entonces intrínsecamente más difícil
que la provisión eficiente de bienes privados. Cuando los compradores de un bien
privado entran a un mercado, revelan el valor que atribuyen al bien por medio de

ed
los precios que están dispuestos a pagar. Al mismo tiempo, los vendedores revelan
sus costos con los precios que están dispuestos a aceptar. El equilibrio es entonces
una distribución eficiente de recursos, porque refleja toda esta información. En con-
traste, los analistas del costo-beneficio no pueden observar ninguna señal del precio
es
al evaluar si el gobierno debe o no proporcionar cierto bien público y la cantidad
adecuada. Sus conclusiones sobre los costos y beneficios de los proyectos públicos
son aproximaciones vagas en el mejor de los casos.
fin

Caso de
estudio ¿Cuánto vale una vida?
n
co

Suponga que usted es elegido para servir como miembro del ayuntamiento local. El
ingeniero de la ciudad se acerca a usted con una propuesta: la ciudad puede gastar
$10 000 para construir y operar un semáforo en una intersección que por el momento
sólo tiene un letrero de “alto”. El beneficio de un semáforo es que incrementa la
seguridad. El ingeniero estima, con base en datos de intersecciones similares, que
so

el semáforo reduciría el riesgo de accidentes automovilísticos mortales, durante el


tiempo que funcione el semáforo, de 1.6 a 1.1% ¿Debe usted gastar el dinero en
el nuevo semáforo?
U

Para contestar esta pregunta, debe realizar un análisis costo-beneficio. Sin


embargo, de inmediato se topa con un obstáculo: los costos y los beneficios deben
medirse en las mismas unidades para obtener un resultado significativo. El costo se
mide en unidades monetarias, pero el beneficio (la posibilidad de salvar la vida de
una persona), no es directamente monetario. Para tomar su decisión, tiene que asig-
nar un valor monetario a la vida humana.
En un principio, usted estará tentado a concluir que no se le puede poner precio
a la vida humana. A final de cuentas, probablemente no exista ninguna cantidad de
dinero que puedan pagarle para que usted de manera voluntaria dé por terminada
su vida o la de un ser querido. Esto indica que la vida humana tiene un valor mone-
tario infinito.
146
224 PARTE IV LA ECONOMÍA DEL SECTOR PÚBLICO

Sin embargo, para el propósito del análisis costo-beneficio, esta respuesta produ-
ciría resultados sin sentido. Si verdaderamente asignáramos un valor infinito a la
vida humana, entonces deberíamos colocar semáforos en cada esquina y todos debe-
ríamos conducir automóviles grandes que cuenten con el equipo de seguridad más
avanzado. Sin embargo, no hay semáforos en cada esquina y las personas algunas
veces deciden pagar menos por automóviles compactos que tienen menos caracte-
rísticas de seguridad, como bolsas de aire laterales y frenos ABS. Tanto en nuestras
decisiones públicas como en las privadas, hay ocasiones en que estamos dispuestos
a arriesgar la vida para ahorrar algo de dinero.
Una vez aceptada la idea que la vida de una persona tiene un valor monetario
implícito, ¿cómo podemos determinar cuál es ese valor? Una manera de hacerlo,
que en algunas ocasiones se usa en los tribunales para fijar el monto de la indem-

os
nización por daños y perjuicios en demandas por muerte causada por actos de
negligencia, es calcular la cantidad total de dinero que la persona habría ganado
si continuara con vida. Los economistas critican frecuentemente este método, ya

tiv
que no toma en cuenta el costo de oportunidad por la pérdida de la vida. En con-
secuencia, esto tiene la extraña implicación que la vida de una persona jubilada o
discapacitada no tiene valor.

a
Una mejor manera de valuar la vida humana es analizar los riesgos que las per-
sonas deciden asumir voluntariamente y cuánto debería pagárseles por asumirlos.

uc
Por ejemplo, el riesgo de mortalidad varía entre los diferentes trabajos. Los traba-
jadores de la construcción en edificios altos enfrentan mayor riesgo de muerte que
los empleados de oficina. Mediante la comparación de salarios entre ocupaciones

ed
más y menos riesgosas, tomando en consideración la escolaridad, experiencia y
otras determinantes del salario, los economistas pueden obtener una aproxima-
ción del valor que las personas atribuyen a sus vidas. Los estudios que usan esta
aproximación concluyen que el valor de una vida humana es de aproximadamente
es
$10 millones.
Ahora podemos regresar a nuestro ejemplo original y contestar al ingeniero de la
ciudad. El semáforo reduce 0.5% el riesgo de víctimas mortales. Entonces, el benefi-
cio esperado del semáforo es de 0.005 × $10 millones, o $50 000. Esta estimación del
fin

beneficio es mayor que el costo de $10 000, por lo que debería aprobar el proyecto. ■

EXAMEN RÁPIDO ¿En qué consiste el problema del parásito? ¿Por qué el problema
n

del parásito induce al gobierno a ofrecer bienes públicos? • ¿Cómo debería el gobierno
tomar la decisión de ofrecer o no un bien público?
co

Recursos comunes
so

Los recursos comunes, como los bienes públicos, son no excluyentes: están dispo-
nibles sin ningún costo para cualquiera que desee hacer uso de ellos. Los recursos
U

comunes son, sin embargo, rivales en el consumo: si una persona usa estos recursos,
reduce la capacidad de otra persona para usarlos. Por consiguiente, los recursos
comunes provocan un nuevo problema. Una vez que el bien es proporcionado, los
diseñadores de políticas deben estar al tanto de la cantidad que se utiliza de dicho
Tragedia de los bien. El problema se entiende mejor con la conocida parábola llamada la Tragedia
comunes de los comunes.
Es una parábola que ilustra
por qué los recursos comu-
nes se utilizan más de lo
La tragedia de los comunes
deseable desde el punto de
Considere la vida en un pequeño pueblo medieval. De las muchas actividades eco-
vista de la sociedad.
nómicas que tienen lugar en la localidad, una de las más importantes es la cría de
ovejas. Muchas de las familias de la localidad son dueñas de rebaños de ovejas y se
ganan la vida con la venta de la lana, que se emplea para confeccionar ropa.
147
CAPÍTULO 11 BIENES PÚBLICOS Y RECURSOS COMUNES 225

Al comenzar nuestra historia, las ovejas pasan mucho tiempo pastando en la tierra
aledaña al pueblo, que se llama Town Common. Ninguna familia es propietaria de
la tierra. En su lugar, la tierra es propiedad colectiva de los habitantes del pueblo y
todos ellos tienen permitido que sus ovejas pasten ahí. La propiedad colectiva fun-
ciona bien, ya que la tierra es abundante. Siempre que todos puedan obtener toda la
tierra para pastar que necesiten, Town Common es no rival en el consumo y permitir
que las ovejas de los residentes pasten ahí, sin ningún costo, no causa problemas.
Todos en el pueblo están felices.
Al pasar los años, la población de la localidad crece, lo mismo que la cantidad de
ovejas que pastan en Town Common. Con un número creciente de ovejas y una can-
tidad fija de tierra, ésta empieza a perder su capacidad de recuperarse. Finalmente,
el pastoreo es tan abundante que la tierra se vuelve estéril. Como ya no queda tierra

os
para pastar en Town Common, la cría de ovejas es imposible y la otrora próspera
industria de la lana de este pueblo medieval desaparece. Muchas familias pierden
su fuente de subsistencia.

tiv
¿Qué causó esta tragedia? ¿Por qué los pastores permitieron que creciera tanto la
población de ovejas hasta el punto de destruir Town Common? La razón es que los
incentivos sociales y privados difieren. Impedir la destrucción de las tierras de pas-

a
toreo depende de la acción colectiva de los pastores. Si los pastores hubieran actuado
conjuntamente, podrían haber reducido la población de ovejas hasta un tamaño que

uc
Town Common pudiera aguantar. Sin embargo, ninguna familia tenía el incentivo
para reducir el tamaño de su rebaño, porque cada rebaño representaba sólo una
parte del problema.

ed
En esencia, la tragedia de los comunes ocurrió debido a una externalidad. Cuando
el rebaño de una familia pasta en la tierra común, reduce la calidad de la tierra dis-
ponible para las otras familias. En vista de que los pobladores hacen caso omiso de
esta externalidad al momento de decidir cuántas ovejas deben tener, el resultado es
es
un número excesivo de ovejas.
Si la tragedia se hubiera previsto, el pueblo habría podido resolver el problema
de diferentes maneras. Se podría haber regulado el número de ovejas por familia,
internalizado la externalidad mediante un impuesto por oveja o se hubiera subas-
fin

tado un número limitado de permisos para que las ovejas pudieran pastar. Esto es,
la sociedad medieval habría podido resolver el problema del exceso de pastoreo de la
misma manera en que la sociedad moderna trata el problema de la contaminación.
Sin embargo, en el caso de la tierra, existe una solución mucho más sencilla. El
n

pueblo puede dividir la tierra entre las familias de la comunidad. Cada familia
co

podría cercar su parcela y protegerla del pastoreo excesivo. De este modo, la tierra se
vuelve un bien privado más que un recurso común. De hecho, esto fue lo que ocurrió
durante el movimiento de cercamiento que se dio en Inglaterra en el siglo xvii.
La Tragedia de los comunes es una historia con una moraleja general: cuando una
persona utiliza un recurso común, disminuye el disfrute de otras personas. Debido
so

a esta externalidad negativa, los recursos comunes tienden a usarse en exceso. El


gobierno puede resolver este problema mediante el establecimiento de regulación o
impuestos para reducir el consumo del recurso común. Por otra parte, el gobierno
U

puede también, en ocasiones, transformar el recurso común en un bien privado.


Esta lección se conoce desde hace miles de años. Aristóteles, filósofo de la antigua
Grecia, recalcó el problema de los recursos comunes: “Lo que es común a muchos es
a lo que se le pone menos cuidado, porque todos se preocupan más por lo que les
es propio que por lo que poseen en común con otros.”

Algunos recursos comunes importantes


Existen muchos ejemplos de recursos comunes. En casi todos los casos surge el
mismo problema de la Tragedia de los comunes: los agentes privados usan dema-
siado los recursos comunes. Los gobiernos frecuentemente regulan la conducta o
imponen cuotas para mitigar el problema del exceso de uso.
148
226 PARTE IV LA ECONOMÍA DEL SECTOR PÚBLICO

Aire y agua limpios Como mencionamos en el capítulo 10, los mercados no


protegen adecuadamente el ambiente. La contaminación es una externalidad nega-
tiva que puede corregirse con regulación o impuestos correctivos a las actividades
contaminantes. Esta falla del mercado es un ejemplo del problema de los recursos
comunes. El aire y el agua limpios son recursos comunes como la tierra de pastoreo
abierta, y la contaminación excesiva es igual al exceso de pastoreo. La degradación
ambiental es la moderna tragedia de los comunes.

os
en las noticias

tiv
El caso de las autopistas

a
Muchos economistas piensan que los conductores deberían pagar más
por usar las vías rápidas. Aquí se explica por qué.

uc
Por qué le encantará
pagar por usar
autopistas que antes
ed
buenas ideas respecto a lo que ese algo podría
ser. Como relata Anthony Downs en su exce-
lente libro Still Stuck in Traffic: Coping With
Peak-Hour Traffic Congestion, la mayoría de
ganado con el sudor de su frente. ¿Por qué
los conductores deben pagar para usar los
caminos que sus impuestos ya pagaron? ¿No
se congestionarían las restantes vías rápidas
las soluciones propuestas son muy difíciles de libres a medida que los conductores se vieran
es
eran gratuitas implementar, no funcionarían o las dos cosas. obligados a salir de las autopistas de cuota?
Por fortuna, existe una solución que es ¿Los trabajadores y los pobres no terminarían
ERIC A. MORRIS
viable y su éxito estaría prácticamente garan- siendo las víctimas cuando las rutas de peaje
fin

P ara acabar con el flagelo del congestio-


namiento vial, Julio César prohibió que la
mayoría de las carretas de carga circularan por
tizado. En el transcurso de un año o dos,
podríamos avanzar a gran velocidad por la
interestatal (line interstate) 405 o por la LIE
se conviertan en “carriles para Lexus”?
Además, la adopción de esta política impli-
caría prestar atención a los economistas y,
las calles de Roma durante el día. No funcionó: en el punto más álgido de la hora pico a una ¿quién querría hacer eso?
n

los congestionamientos sólo se trasladaron a la cómoda velocidad de 55 millas por hora. Existe un grave problema con esta lógica,
noche. Dos mil años después, hemos puesto a Sólo hay un pequeño problema con este que es que, en sus propios términos, es perfec-
co

un hombre en la Luna e inventado prendas de remedio mágico para el congestionamiento: al tamente razonable (salvo por lo que se refiere
vestir mucho más prácticas que las túnicas y parecer, muchas personas prefieren al hombre a hacerle caso a los economistas). Quienes se
togas pero, al parecer, estamos igual de lejos lobo. Pese a los méritos de esta política, que oponen al cobro de peaje no son tontos de
de resolver el problema del congestionamiento se conoce como “fijación de precios del con- ninguna manera y sus argumentos merecen
so

vehicular. gestionamiento”, “precio por valor” o “peaje consideración seria. Sin embargo, a fin de
Si usted vive en una ciudad, en especial variable”, no es fácil convencer al público de cuentas, sus preocupaciones son exageradas
en una ciudad grande, es probable que no sea sus bondades. y las ventajas de pagar peaje rebasan los posi-
U

necesario decir más para convencerlo de que el Durante décadas, los economistas y otros bles costos.
congestionamiento vial es frustrante y dispen- especialistas en transporte han abogado por Por desgracia, es difícil explicar todo esto,
dioso. Según el Texas Transportation Institute, imponer cuotas de peaje que varíen según porque la teoría en la que se basa la imposi-
en 2005 en Estados Unidos el viajero urbano los niveles de congestionamiento en las vías ción de derechos de tránsito es un tanto com-
típico perdió 38 horas, casi una semana entera rápidas. En palabras llanas, cuanto más tránsito pleja y contraria a la lógica. Es una verdadera
de trabajo, en el congestionamiento. Además, vehicular haya, tanto más altas serán las cuotas, lástima, porque el peaje variable es una exce-
el congestionamiento empeora cada vez más, hasta que el congestionamiento desaparezca. lente política pública. Le voy a decir por qué:
en lugar de mejorar; los viajeros urbanos de Para muchas personas, esto parece una la teoría económica básica es que cuando uno
1982 perdieron sólo 14 horas ese año. artimaña urdida por burócratas que se retuer- da algo valioso (en este caso, espacio y cal) por
Los estadounidenses quieren que se haga cen los bigotes y sus defensores académicos menos de su verdadero valor, el resultado es la
algo, pero desafortunadamente no hay muchas para despojar a los conductores del dinero escasez.
149
CAPÍTULO 11 BIENES PÚBLICOS Y RECURSOS COMUNES 227

Autopistas congestionadas Las autopistas pueden ser tanto bienes públicos


como recursos comunes. Si una autopista no está congestionada, entonces el que
alguien la use no afecta a otra persona. En este caso, el uso no es rival en el consumo
y la autopista es un bien público. Sin embargo, si una autopista está congestionada,
el uso de ésta produce una externalidad negativa. Cuando una persona usa la auto-
pista, el tránsito vehicular aumenta, por lo que las otras personas deberán conducir
más despacio. En este caso la autopista se vuelve un recurso común.

os
En última instancia, nada es gratis; en que son las principales causas de los conges- los viajes, empezando con las vías rápidas
lugar de pagar con dinero, pagamos con el tionamientos viales. Sin embargo, la fijación libres. Sin embargo, dado que los funcionarios
esfuerzo y el tiempo necesarios para adquirir de precios podría eliminar en gran medida el de elección pública no arden en deseos de

tiv
el bien. Piense en los compradores soviéticos congestionamiento crónico y recurrente. Sin perder su trabajo, una opción más realista,
que se pasaban la vida en filas interminables importar lo alta que sea la demanda de una por el momento, es imponer una cuota sólo
para adquirir bienes cuyo precio se había avenida, existe un nivel de peaje que manten- a algunos carriles de estas vías rápidas que

a
reducido artificialmente, pero que también drá fluida la circulación. sean subutilizados y destinados a vehículos de
eran sumamente escasos. Ahora piense en los Para que el pago del peaje sea verdade- uso colectivo o de nueva capacidad. Los otros

uc
estadounidenses que pueden cumplir casi toda ramente eficaz, el precio tiene que ser justo. carriles seguirían siendo gratuitos y congestio-
fantasía consumista en un instante, pero a un Un precio demasiado alto alejaría a muchos nados. Los conductores podrían elegir entre
costo monetario. Las autopistas libres, pero vehículos y la autopista no funcionaría a su esperar o pagar. Claro, nada de esto es lo
congestionadas, nos han dejado temblando en
las calles de Moscú.
Para considerarlo de otro modo, la tar-
danza es una externalidad que imponen a
ed
capacidad. Un precio demasiado bajo no evita-
ría los congestionamientos.
La mejor solución es variar las cuotas en
tiempo real con base en un análisis de las actua-
ideal, pero en este momento los conductores
no tienen ninguna opción.
¿Qué es lo más importante de esto? El
estado de Washington inauguró hace poco
les condiciones de tránsito. Los proyectos piloto carriles de paga para evitar el congestiona-
es
los conductores sus colegas. Cuando los con-
ductores toman una calle muy transitada y de cobro de peaje en vías rápidas (como la I-394 miento en la ruta estatal 167. La cuota más
contribuyen al congestionamiento, reducen en Minnesota y la I-15 en el sur de California) alta en el primer mes de operación (que se
la velocidad de otros, pero nunca tienen utilizan sensores incrustados en el pavimento alcanzó la tarde del miércoles 21 de mayo)
fin

que pagar por ello, al menos no de manera para monitorear el número y la velocidad de los fue de $5.75. Ya sé, ya sé, uno no pagaría
directa. Al final, desde luego, todos pagan, vehículos que transitan por esas vías públicas. jamás una cantidad tan exorbitante cuando
porque cuando imponemos congestionamiento Un sencillo programa informático deter- en Estados Unidos nos han enseñado que el
a otros, nos lo imponen a nosotros. Esto dege- mina después el número de automóviles cuya libre tránsito es un derecho inalienable. Sin
n

nera en un juego que nadie puede ganar. circulación debería permitirse. La computadora embargo, ese dinero ahorró 27 minutos a los
co

Los mercados funcionan mejor cuando calcula el nivel de la cuota que atraerá a ese conductores de Washington. ¿Acaso media
las externalidades se internalizan; es decir, número de automóviles y no más. Los precios hora de su tiempo no vale $6?
cuando uno paga por las molestias que causa se actualizan cada pocos minutos en letreros Creo saber la respuesta y ésta es:
a otros. […] El uso de cuotas de peaje para de mensajes electrónicos. Los transpondedores “depende”. El valor del tiempo para la mayoría
contribuir a internalizar la externalidad del con- y los sistemas de antenas direccionales de de las personas varía mucho dependiendo de
so

gestionamiento reduciría un poco el número tecnología de punta hacen que la espera en las sus actividades un día cualquiera. ¿Está retra-
de viajes que se realizan en las vías públicas casetas de peaje sea cosa del pasado. sada para ir por los niños a la guardería? Pagar
más congestionadas en las horas pico; algunos Lo esencial es que las velocidades se man- $6 para ahorrar media hora es una ganga
U

viajes se harían a horas y en rutas de menor tengan en niveles altos (más de 45 mph) para increíble. ¿Tiene que limpiar la casa? Cuanto
congestionamiento, y otros simplemente no se que la circulación sea más ágil que cuando se más tiempo tarde en llegar a casa, tanto mejor.
harían. De este modo, reduciríamos los costos permite que los vehículos confluyan todos a la La imposición de cuotas de peaje introducirá
del congestionamiento que nos imponemos vez en las autopistas a la hora pico y ocasionen un nuevo nivel de flexibilidad y libertad en su
mutuamente. que el tránsito avance a vuelta de rueda. vida y le dará el poder de adaptar los costos de
Hay que admitir que las cuotas de peaje no Para maximizar la eficiencia, a los eco- viaje con base en su horario.
pueden evitar los accidentes y otros incidentes, nomistas les gustaría fijar un precio a todos

Fuente: blog Freakonomics, 6 de enero de 2009.


150
228 PARTE IV LA ECONOMÍA DEL SECTOR PÚBLICO

Una forma que tiene el gobierno para afrontar el problema del congestionamiento
vial es cobrar peaje a todos los conductores. Un peaje es, en esencia, un impuesto
correctivo sobre la externalidad del congestionamiento. En algunos casos, como en
el de las avenidas locales, los peajes no son una solución práctica, ya que el costo de
cobrar las cuotas es muy alto. Sin embargo, en varias ciudades importantes, como
Londres y Estocolmo, se ha visto que incrementar los peajes es una manera muy
eficaz de reducir el congestionamiento vehicular.
Algunas veces los embotellamientos son un problema solamente a determinadas
horas del día. Si un puente tiene mucho tránsito en horas pico, entonces la externa-
lidad del congestionamiento es más grande en este lapso. Una manera eficiente de
corregir estas externalidades es cobrar peajes más altos en las horas pico. Este peaje
daría un incentivo a los conductores para modificar sus horarios, reduciendo así el

os
tráfico cuando el congestionamiento es mayor.
Otra política que responde al problema del congestionamiento vial, que se ana-
lizó en un caso de estudio del capítulo anterior, es la del impuesto a la gasolina.

tiv
La gasolina es un bien complementario del automóvil: un incremento en el precio
de la gasolina tiende a reducir la cantidad demandada de uso del automóvil. De
ahí que un impuesto a la gasolina reduce los congestionamientos de tránsito. Sin

a
embargo, un impuesto a la gasolina es una solución imperfecta, ya que afecta otras
decisiones aparte de la cantidad de uso del automóvil en autopistas congestiona-

uc
das. Por ejemplo, un impuesto a la gasolina también desincentiva el tránsito en
autopistas que no están congestionadas, aun cuando no existe esta externalidad
en dichas autopistas.

ed
Los peces, las ballenas y otra fauna silvestre Muchas especies de animales
son recursos comunes. Los peces y las ballenas, por ejemplo, tienen valor comercial
y cualquiera puede ir al mar y pescar lo que esté disponible. Cada persona tiene
poco incentivo para conservar las especies para el año siguiente. Así como el exceso
es
de pastoreo destruyó Town Common, la pesca excesiva de peces y ballenas puede
destruir poblaciones marinas que tienen valor comercial.
Los océanos siguen siendo uno de los recursos comunes menos regulados. Existen
fin

dos problemas que impiden una solución sencilla. Primero, muchos países tienen
acceso a los océanos, por lo que cualquier solución requeriría la cooperación inter-
nacional entre países que tienen diferentes valores. Segundo, ya que el océano es
inmenso, es muy complicado hacer cumplir cualquier arreglo. Como resultado, los
n

derechos de pesca han sido una causa frecuente de tensión internacional entre nacio-
nes que normalmente son amigas.
co

En Estados Unidos, varias leyes intentan proteger a los peces y a otras especies.
Por ejemplo, el gobierno cobra por las licencias de pesca y caza, a la vez que restringe
la duración de las temporadas de pesca y caza. Con frecuencia se exige a los pescado-
res que devuelvan al mar los peces pequeños y los cazadores sólo pueden matar un
so

número limitado de animales. Todas estas leyes reducen el uso del recurso común y
ayudan a conservar las poblaciones animales.
U

Caso de
estudio ¿Por qué no se han extinguido las vacas?

A lo largo de la historia, muchas especies animales han estado en peligro de extin-


ción. Cuando los europeos llegaron por primera vez a América del Norte, más de 60
millones de búfalos habitaban el continente. Sin embargo, su caza fue tan popular
durante el siglo xix que para 1900 su población se había reducido a 400 ejemplares
antes de que el gobierno interviniera para proteger a la especie. Hoy, en algunos paí-
ses africanos, el elefante enfrenta un reto similar, pues los cazadores furtivos matan
a los animales por el marfil de los colmillos.
No obstante, no todos los animales que tienen valor comercial enfrentan esta
amenaza. La vaca, por ejemplo, es una fuente valiosa de alimento, pero a nadie le
151
CAPÍTULO 11 BIENES PÚBLICOS Y RECURSOS COMUNES 229

preocupa que se vaya a extinguir muy pronto. De hecho, la gran demanda de carne
parece asegurar que la especie siga prosperando.
¿Por qué el valor comercial del marfil representa una amenaza para el elefante,
mientras que el valor comercial de la carne protege a la vaca? La razón es que los ele-
fantes son un recurso común, mientras que las vacas son un bien privado. Los elefan-
tes deambulan libremente sin dueño. Cada cazador furtivo tiene un fuerte incentivo

© ROMAOSLO/ISTOCKPHOTO.COM
para matar cuantos elefantes le sea posible encontrar. Debido a que los cazadores
furtivos son numerosos, cada uno tiene sólo un pequeño incentivo para preservar la
población de elefantes. Por el contrario, el ganado vive en ranchos que son de pro-
piedad privada. Cada ranchero hace un gran esfuerzo por mantener la población de
ganado dentro de su rancho, ya que cosecha los beneficios de estos esfuerzos.
Los gobiernos han tratado de resolver el problema del elefante de dos formas. En

os
algunos países, como Kenia, Tanzania y Uganda, la caza de elefantes y la venta de
su marfil están tipificados como delitos. No obstante, ha sido difícil hacer respetar la
ley y la población de elefantes ha seguido a la baja. En contraste, otros países como “¿Me protegerá el mercado?

tiv
Botsuana, Malaui, Namibia y Zimbabue, han convertido a los elefantes en un bien
privado y permiten a las personas matar elefantes, pero sólo aquellos ejemplares que
son de su propiedad. Ahora los terratenientes tienen un incentivo para preservar

a
la especie en su propia tierra y, como resultado, las poblaciones de elefantes han
comenzado a aumentar. Con la propiedad privada y la motivación de lucro ahora

uc
de su lado, el elefante africano algún día estará tan lejos de la extinción como lo está
la vaca. ■

EXAMEN RÁPIDO
nes? ed
¿Por qué los gobiernos tratan de limitar el uso de los recursos comu-
es
Conclusión: la importancia de los derechos de propiedad
En este capítulo y en el anterior hemos visto que hay algunos “bienes” que el mer-
fin

cado no proporciona adecuadamente. Los mercados no aseguran que el aire que res-
piramos esté limpio o que nuestro país esté defendido contra agresores extranjeros.
En cambio, la sociedad confía al gobierno la protección del ambiente y la provisión
de defensa nacional.
n

A pesar de que los problemas que hemos considerado en estos capítulos surgen en
muchos mercados, todos ellos tienen algo en común. En todos los casos, el mercado
co

no distribuye con eficiencia los recursos, ya que los derechos de propiedad no están
bien establecidos. Esto es, algún objeto de valor no tiene un dueño con autoridad
legal para controlarlo. Por ejemplo, a pesar de que nadie duda de que tanto el “bien”
del aire limpio como el de defensa nacional tienen valor, nadie tiene el derecho de
so

fijarles un precio y obtener ganancias de su uso. Una fábrica contamina demasiado,


porque nadie le cobra por la contaminación que emite. El mercado no proporciona
la defensa nacional, porque nadie puede cobrarle a los defendidos el beneficio que
U

reciben.
Cuando la ausencia de derechos de propiedad provoca una falla del mercado, el
gobierno puede resolver el problema. Algunas veces, como con la venta de permisos
de contaminación, la solución es que el gobierno contribuya a definir los derechos de
propiedad y así desate las fuerzas del mercado. En otras ocasiones, como en el caso
de la restricción de las temporadas de caza, la solución es que el gobierno regule el
comportamiento privado. Aun en otros casos, como en la provisión de defensa nacio-
nal, la solución es que el gobierno utilice los ingresos generados por los impuestos
para ofrecer un bien que el mercado no puede proporcionar. En todos los casos, si la
política es planeada y aplicada correctamente, puede lograr que la distribución de los
recursos sea más eficiente y, en consecuencia, incrementar el bienestar económico.
153

CAPÍTULO

A veces el gobierno
permite que algunos
. nos enganen -

os
prec1os

iv
at
uc
Todo nuestro entusiasmo por la maravilla natural que son los precios, la
ed
manera como ellos constituyen el mecanismo espontáneo de información,
cooperación e incentivos más eficiente y barato conocido por la humani-
dad, no impide que seamos conscientes de las veces que fracasan en su
es

misión de informar, promover la cooperación y generar los incentivos co-


rrectos. Cuando este fracaso sucede, el gobierno debe intervenir para corre-
gir la situación en beneficio del bienestar general: es un rol irrenunciable
fin

que le corresponde tomar al Estado.

En este capítulo consideraremos los precios mentirosos y elupecado de


n

omisión" que los gobiernos frecuentemente cometen al permitir que, a ve-


co

ces, los precios nos engañen; al permitir que en los mercados imperen pre-
cios mentirosos. .
so

1.. El viaje en taxi y la vacuna anti-gripal


U

¿Por qué el taxi me cobra $3 para llevarme desde el Ministerio Tal y Tal
hasta el Juzgado Cual y Cual? Por dos razones: Primero, porque yo estoy
dispuesto a pagarle esa cifra debido a la conveniencia de llegar a tiempo a
ver al Juez, a la lejanía para ir caminando y a la molestia de tomar un bus o
de conducir (¡y estacionar!) mi propio auto en las congestionadas calles cén-
tricas. Segundo, porque al taxista también le conviene, habida cuenta de
sus costos de combustible, lubricante, desgaste del auto, etc. Así es que· ... a
$3, ¡todos contentos! ·
-271-
154

98 A veces el gobierno permite que algunos precios nos engañen

¡No! Contentos el taxista y yo, pero ¿alguien les preguntó su opinión a los
demás conductores y peatones que se cruzaron con el taxi? No estamos con
esto emitiendo una opinión sobre la calidad de manejo del taxista ... supon-
gamos que hub.i~ra $ido pe.¡-fe.c~a.~ A':Í!l a.?í, e~tos terceros inocentes hubieran
preferido queese taxi (y muchos otros autos) no drculara a esa hora y por
esas calles. Cuando el taxista y yo estuvimos de acuerdo en que $3 era un
precio adecuado para el viaje, para nada consideramos que los restantes
miles de automovilistas y peatones verían su tránsito entorpecido por la

os
presencia de un auto más, aumentándoles a todos ellos sus tiempos de viaje
debido a la mayor congestión generada por el taxi que tomé. Y su respira-

iv
ción entorpecida por más emisiones de partículas y monóxido de carbo-
no ... Y su capacidad auditiva entorpecida por más ruido de chatarra y

at
bocinazos. Estos son costos sociales -congestión y contaminación acústica
y del aire- que no fueron incluidos entre los costos privados que nos lleva-

uc
ron a tomar la decisión de emprender el viaje en taxi.
Al taxista y a mí tampoco nos gustan el monóxido de carbono ni las partícu-
ed
las respirables, ni los bocinazos; pero la incomodidad de soportarlos fue
tomada en cuenta cuando decidimos, cada cual por su lado, venir al centro
es
fin
n
co
so
U

-272-
155

l. El viaje en taxi y la vacuna anti-gripal 99

de la ciudad. Por lo tanto, este costo fue incluido implícita o explícitamente


en los respectivos cálculos de costos y beneficios que condujeron a la recí-
proca aceptación que $3 era un precio adecuado: dichos costos fueron
"internalizados" .por quienes.tomamosla decisión.
Lo que no fue tomado en cuentq por ninguno de los dos, son las
externalidades -es decir, cosas que no están "internalizadas" en los costos
de quienes toman la decisión- o molestias sobre todos los demás. En la

os
jerga profesional, estos costos que no recaen sobre quienes los provocan se
denominan "externalidades negativas". La presencia de estos fenómenos
hace que el precio de $3 sea mentiroso: a la sociedad le cuesta más que $3 mi

iv
viaje al Juzgado, aunque el taxista esté dispuesto a proveerlo a ese precio.
Una manera de evitar el precio mentiroso asociado a la congestión, sería

at
imponer un peaje para entrar al centro y usar las calles que están congestio-

uc
nadas a esas horas.

Consideremos otro precio mentiroso que encontramos el mismo día~ un


ed
poco más tarde. Al bajar del taxi, antes de entrar al Juzgado, pasé por una
farmacia y me hice aplicar una vacuna anti-gripal que cuesta $10. Ese valor,
obviamente, remunera los costos de producción de la vacuna y la ganancia
del laboratorio que la produce y de la farmacia que la pone a disposición
es

del consumidor. Tmnbién valora mi conveniencia de no contraer gripe, pues


es por ello que estuve dispuesto a pagar ese precio. De manera que ... a $10,
fin

¡todos contentos: el laboratorio, el farmacéutico y yo!

¡No! No solamente el laboratorio, el farmacéutico y yo, sino también varios


n

miles de personas más que ni siquiera conozco y que, gracias a que yo no


seré factor de contagio, tienen una menor probabilidad de contraer gripe
co

este invierno. Ninguno, ni uno solo de estos miles se molestó en agradecér-


melo, ni siquiera ofreció contribuir con algunos centavos a mi costo de $10.
so

Por simetría con el caso anterior, este tipo de fenómenos se denominan


"externalidades positivas" y también hacen que el precio de $10 sea menti-
U

roso: la sociedad valora en más que $10 mi vacunación, aunque yo no hu-


biera estado dispuesto a pagar ni un centavo más que ese valor; dicho de
otra manera, el beneficio social de consumir esa vacuna es mayor que el
beneficio privado (para mí) de consumirla.

Debemos destacar muy enfáticamente que los casos donde ocurren


externalidades" constituyen excepciones, lo cual nos lleva a recordar el
11

refrán de que "las excepciones confirman la regla". Para el caso de algunas


de estas excepciones, es el propio mercado quien puede resolverlas auto - 11

-273-
156

1 00 A veces el gobierno permite que algunos precios nos engañen

máticamente" en presencia de un sistema judicial eficiente y cuando los


u costos de transacción" no son significativos, como se señalará en el apar-
tado II con el ejemplo de la fábrica que emite 100 kilos de "mugre" y del
granjero que se ve afectado por ello. El resultado de que los acuerdos priva-
. dos entre las partes, bajo las condiciones estipuh.'ldaS (6 sea;
que élsisté:riá
judicial sea eficiente, que los derechos de propiedad estén claramente defi-
nidos y que los costos de transacción no sean prohibitivos), dan una solu-
ción satisfactoria a los problemas de externalidades, fue enunciado por

os
primera vez en 1960 por Ronald Coase, y la profesión comenzó a referirse a
este resultado como ~"~El Teorema de Coase".

iv
11. A veces los precios relativos no se "ven"

at
a primera vista: el Teorema de Coase

uc
Una fábrica emite humo cargado de contaminantes que perjudica a una
granja vecina. El granjero ha calculado, con la asistencia de sus ingenieros
ed
agrónomos y otros técnicos, que por cada 100 kilos de contaminantes emiti-
dos por la fábrica, él sutre pérdidas por valor de $ 1 000 y entabla una de-
manda judicial precisamente por$ 1 000 por cada 100 kilos de contaminantes.
es
¿Influirá la decisión del juez en la cantidad de contaminantes emitidos, dán-
dole la razón a uno o a otro? Es decir, ¿influirá en la cantidad de contami-
nantes emitidos lo que el juez determine: (i) que la fábrica tiene derecho a
fin

usar el aire como una manera de deshacerse de sus deshechos, o (ii) que es
el granjero quien tiene derecho a usar el aire como una manera de proveer
aire puro a sus plantas y cultivos?
n

Considere primero lo que sucedería si el juez falla en favor del granjero.


co

Esto significa que por cada 100 kilos de contaminantes emitidos, la:fábrica
deberá pagar $ 1 000 al granjero. En otras palabras, el precio de usar el aire :
para librarse de sus deshechos es $1 000 por cada 100 kilos de contaminan- .
so

tes. Con base en este precio, su dueño decidirá qué cantidad de ésto$ le
conviene emitir; es decir, decidirá la cantidad demandada de servicios del
U

aire como limpiador de sus deshechos.


Considere ahora lo que sucedería si el juez falla en favor de la fábrica. Esto
significa que la fábrica puede contaminar impunemente ... pero, ¡ello no
significa que a la fábrica no le cuesta nada contaminar! Porque su vecino, el
granjero, estaría dispuesto a pagarle hasta $1 000 (o un poquito menos}por
cada 100 kilos de contaminantes que ella no emita. Por lo tanto, el precit;) de
usar el aire para librarse de sus deshechos sigue siendo$ 1 000 por cada·100
kilos; los mismísimos $1 000 que le hubiera pagado al granjero si ella no
-274-
157

11. A veces los precios relativos no se #ven" 101

emitiera esos 100 kilos. Así, el hecho de contaminar tiene siempre un costo
de oportunidad de $1 000 por cada 100 kilos, y la fábrica decidirá emitir la
cantidad que le conviene a ese precio, colocando filtros si el costo de hacer-
lo es menor que el precio que debe pagar por contaminar el aire.
Por lo tanto, el precio de contaminar es el misrri.o en cualquier caso, ya sea
que el juez falle en favor de uno u otro. Dado que el precio de usar el aire como
limpiador de sus deshechos es el mismo, la fábrica tomará idéntica decisión

os
en cualquier caso y emitirá la misma cantidad de contaminantes cualquiera
que sea la decisión ~el juez. Este resultado, que puede no haber sido obvio y
aparente a primera vista, surge claramente apenas uno concentra su pensa-

iv
miento en cuál es el precio de contaminar y si acaso éste depende o no de la

at
decisión judicial. Ciertamente no era ni obvio ni aparente antes de 1960, año
en que Ronald Coase se lo explicó a una veintena de economistas reunidos

uc
en la casa de Aaron Director, entre los cuales se encontraba George Stigler,
quien inmediatamente bautizó "Teorema de Coase" al resultado de que, en
algunas situaciones, la asignación de derechos legales no afecta la asignación
ed
de recursos entre empresas, del cual nuestro ejemplo anterior es un caso par-
ticular. ¡Y el resultado será eficiente en ausencia de precios mentirosos!*
es
¡No se sienta frustrado, su señoría! La decisión del juez no es totalmente
irrelevante. Sólo que no influye en la cantidad emitida de contaminantes~
Pero sí que influye en la distribución del ingreso, ya que si el granjero resul-
fin

ta favorecido, cobrará si la fábrica contamina; mientras que si el juez falla


en favor de la fábrica, el granjero no cobra nada si la fábrica contamina y
deberá pagar para que no lo haga.
n

Como ya lo veremos, el ejemplo de sólo un granjero y sólo una industria


co

contaminante que afecta sus cultivos y excedentes, es un caso en extre~o


conveniente para demostrar que será el merqtdo quien, automáticamente y
sin intervención de autoridad económica alguna, resuelva el problema de
so

asignar eficientemente los recursos, puesto que en este caso la externalidad


generada por el industrial será por este mecanismo internalizada en sus
U

costos de producción. El asunto es que en este ejemplo están claramente iden-


tificados los 'pocos' actores que intervienen en la cuestión, de modo que les
es más fácil ponerse de acuerdo en compensarse por los daños ocasionados
a sus actividades por las actividades del otro. Si bien no estaban definidos
los derechos de propiedad sobre el aire limpio, ha sido el dictamen del juez
quien los ha definido, afectando con ello sólo la distribución personal del
ingreso entre el granjero y el industrial y no la solución que el mercado dará

* Coase, R., "The Problem of Social Cost" Journal of Law and Economics, Vol. 111, 1960 (october).
-275-
158

1 02 A veces el gobierno permite que algunos precios nos engañen

al problema de cómo usar el aire: al problema de la asignación eficiente de


los recursos. Si son 'muchos' los granjeros o 'muchas' las industrias contami-
nantes, el mercado no podrá resolver por sí solo el problema de la externalidad
que induce al establecimiento d.e precios mentirosqs para el aire., porloqu.:e.
surgirá la responsabilidad ineh.idiblé dé lihá autoridad económica para re-
solverlo, so pena de incurrir en un /ípecado de omisión".

os
111. Los costos de transacción
Las historias sobre las externalidades no siempre llegan a un final feliz, acor-

iv
dado libremente entr,e las partes afectadas, como la historia del granjero y el
humo de la fábrica en la sección anterior. Muchas veces las externalidades se

at
parecen más a las historias del taxista o de la vacuna, en las cuales no es fac-
tible un acuerdo entre las partes involucradas.

uc
La sociedad entonces termina con el infeliz resultado de que hay demasia-

lí ed
dos" viajes en taxi; demasiados" en el sentido de que habría menos viajes si
hubiera que pagar por ellos lo que verdaderamente le cuestan a la sociedad.
También nos encontramos con que la sociedad termina con u demasiado
pocas" vacunas; "demasiado pocas" en el sentido que habría más vacunas si
es

pagaran por cada una de ellas todos los que se benefician -directa e indirec-
tamente- de las mismas.
fin

Una de las causas más frecuentes de estos fracasos es la presencia de u altos"


costos de transacción, que hacen prohibitivamente costoso un arreglo priva-
do entre las partes afectadas. Imaginemos que en vez de un granjero, fueran
n

120 los afectados y que en vez de una fábrica fueran 43. ¿Cómo establece el
co

granjero Inocencia Pérez de cuál fábrica proviene la contaminación que afecta


sus cultivos?¿Cómo establece la fábrica Cochinex S.A., que los perjuicios qQ.e
le reclama el granjero Avivado López fueron causados precisamente por sus
so

emanaciones y no por las de Cerdez S.A., u otra?


U

IV. Ejemplos de externalidades por contaminación


Las externalidades se presentan en una enorme variedad de formas; unos de
los quehaceres favoritos de los economistas son identificarlas, descubrir sus
causas (por ejemplo, la falta de derechos de propiedad adecuadamente defi-
nidos) y proponer maneras de resolverlas. La contaminación ambiental, la
disposición de la basura y otros ejemplos completan esta sección, enteramente
reproducida de columnas publicadas por Ernesto R. Fontaine en uEl Mercu-
rio" a lo largo de varios años.
-276-
159

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . .

os
iv
at
uc
ed
es
fin
n
co
so

V. Externalidades por imprevisión


U

Estas externalidades surgen cuando un comportamiento irresponsable se


ve favorecido, o inducido, por el hecho que sus consecuencias adversas
recaerán sobre terceros inocentes que no tuvieron ninguna participación en
tal comportamiento.

El ejemplo familiar más típico es el del jugador empedernido que sabe


que su tía rica le proveerá lo$ fondos para pagar sus deudas de juego. Este
comportamiento impone sobre los restantes miembros de la familia la exter-
nalidad de (1) tener, eventualmente, que socorrer a la tía rica si inesperada-
-277-
160

V. Externalidades por imprevisión 115

mente deja de serlo; o (2) no contar con la ayuda de la tía rica para otros
eventos familiares que pudieran hacer necesario su auxilio .

.. Lª qpligªtorie<:fªd de los sistemas previsional~s tieJ:le su fundamento eco-


nómico, precisamente, en. esta externalidad; Uno podría, quizás, argumen-
tar que los aportes jubilatorios a los sis'temas privados de capitalización
debieran ser voluntarios; al fin y al cabo, cada persona tiene el derecho a
gastar sus ingresos cuándo y cómo mejor le plazca. ¿No sería, acaso, arbi-

os
trario e injustificado obligar a las personas a que gasten menos durante su
vida laboral activa, a fin de ahorrar para la vejez?

iv
La respuesta es terminantemente, ¡no! Porque los comportamientos irres-

at
ponsables durante la vida laboral cuyas consecuencias sean ingresos insufi-
cientes durante la vejez darán lugar, dadas las costumbres y los juicios éticos

uc
prevalecientes, a un costo que recaerá sobre terceros inocentes que no esta-
rán dispuestos a dejar en la indigencia a ningún anciano ... aunque haya
sido un joven próspero pero irresponsable.
ed ·

Estos terceros inocentes no serán solamente sus parientes, sus vecinos com-
padecidos y aún personas desconocidas que acudan en su ayuda con li-
es

mosnas, sino también los contribuyentes que deberán financiar albergues~


hospitales y hasta servicios funerarios.
fin

Las externalidades por imprevisión también dan lugar a la obligatoriedad


de las regulaciones bancari~s sobre provisiones para créditos que podrían
n

llegar a ser incobrables. Con el sistema de reservas fraccionarias que existe


en la mayoría de los países, el sistema financiero no es inmune a las desven'""
co

turas (¡ni a las aventuras!) de cualquiera de sus miembros.

La insolvencia de un banco que no pudo recobrar sus créditos y que no


so

constituyó suficientes provisiones para enfrentar este evento, puede reque-


rir la intervención del Banco Central como prestamista de última instancía,
U

con el consiguiente costo para todo el sistema financiero y para el país. Otra
vez, una actitud imprevisora e irresponsable de un sujeto acarrea costos e
inconvenientes para terceros inocentes. Precisamente, para evitar esta
externalidad en los sistemas bancarios es que todos los países tienen nor-
mas obligatorias de provisiones para créditos incobrables e impiden o limi-
tan los llamados u créditos relacionados" -préstamos a empresas o personas
relacionadas con los dueños de los bancos- pues en más de una ocasión use
han llevado el banco para la casa", a costa de Moya (del pueblo o de las
arcas fiscales).
-278-
161

os
iv
at
uc
ed
es
fin
n
co

v·l. Externalidades por congestión'


so

El ejemplo del taxi, con el cual iniciamos este capítulo, representa la familia
U

de externalidades quizás más común. La experiencia de rutas, puertos, su-


·ministro de electricidad y telefonía, y otras obras de infraestructura gene-
ralmente está plagada de externalidades por congestión. En la práctica,
existen procedimientos de cobranza de precios por los servicios de la infra-
estructura que pueden contribuir a resolver estas externalidades.

Cuando una facilidad (portuaria, caminos, etc.), está ucongestionada", un


nuevo usuario de ella producirá por definición una mayor congestión en
ella y, por lo tanto, afectará negativamente a los otros usuarios de la misma.
-279-
162

120 A veces el gobierno permite que algunos precios nos engañen

En lenguaje económico, el nuevo usuario provocará una externalidatd nega-


tiva (un costo social) sobre los otros usuarios, la cual no es tomada en cuen-
ta al momento que decide utilizarla. Así~ el costo privado de utiilizar la
facilidad es, paréi el nu~V() usuario, menor que el costo social que éste le
irnpone a la comunidad de usuádos. Sflá facilídád rió está congestiionada,
el costo privado de utilizarla será igual a su costo social.

Por ejemplo, digamos que el costo para una persona que viaja en su auto-

os
móvil desde Santiago a Viña del Mar a media mañana de un día cualquiera
de la semana -cuando la carretera no está muy congestionada-, es de $100,

iv
el cual incluye combustible y otros costos de operación del auto durante
el viaje, más el valor de su tiempo de viaje. Este costo será mayor para él

at
mientras más congestionada esté la carretera, pues aumentarán en algo" .11

sus costos de operación y aumentará sensiblemente su tiempo de viaje

uc
y sus costos por "molestias y stress". Así, digamos que el costo del via-
je es de $140 los días domingo por la tarde, cuando la carretera está nor-
ed
malmente bastante congestionada, y de $170 en la tarde de un fin de sema-
na largo, cuando la carretera es un caos. La persona decidirá viajar
en aquellas horas en que el beneficio privado de viajar a Viña compensa
su costo privado de hacerlo. Pero, ¿cuál es el costo social de viajar a esas
es

horas? ·
fin

El hecho de que entre un nuevo automóvil a transitar por la carretera, auto-


máticamente provoca un aumento en los tiempos de viaje -y, quizás,
también en los costos de operación- de los otros vehículos que transitan
n

por ella (se genera una externalidad negativa sobre los otros usuarios), de
co

suerte que el costo total impuesto por el nuevo usuario es sensiblemente


mayor que el costo privado en que éste incurre. Así, si por la carretera tran-
sitan 1.200 vehículos a media mañana y cada uno de ellos se demora un
so

minuto más en su viaje, el nuevo usuario habrá impuesto un costo de 20


horas hombre sobre el resto de los usuarios (si es que viaja un hombre en ·
cada vehículo así afectado); si cada hora hombre vale $4, el costo social del
U

viaje del nuevo auto será de $180 1 , mientras que el costo privado es
de solamente $100. Si los domingos viajan 3.600 vehículos y el nuevo ve-
hículo alarga el tiempo de viaje en dos minutos a cada usuario, la
externalidad provocada por el nuevo entrante será de 120 horas hombre,

1 Por supuesto, el costo social incluye el costo privado, ya que es igual a éste último más la externalidad.
Si el vehículo transitara por una carretera desierta, sin perjudicar a ningún otro vehículo, desaparecería la
externalidad ... pero no el costo social, el cual sería en este caso igual al costo privado.
-280-
163

VI. Externalidades por congestión 121

de modo que el costo social del nuevo entrante a la carretera será de $620
versus el costo privado de $140, y si el número de vehículos en los fines de
semana largos es de 6.600 y el nuevo entrante aumenta el tiempo de viaje de
los otros vehículos en tres minutos, la externalidad asciende a 330 horas
hombre y el costo social será de $1.490 versus un costo privado de sólo
$170.

Sobre la base del ejemplo anterior, será responsabilidad del Estado estable-

os
cer peajes para que con ellos se igualen los costos privados y sociales de
transitar por la carretera: un peaje de $80 para quien transite a media maña-
na durante cualquier día de la semana; uno de $480 para quien transite en

iv
las tardes de los domingos, y uno de $1.320 para quien lo haga en las tardes
de los fines de semana largos. De no hacerlo, el costo de transitar por la

at
carretera constituirá un precio mentiroso.

uc
ed
es
fin
n
co
so
U

-281-
164

os
iv
at
uc
ed
es

VIl. La extinción: los pollos y las ballenas


fin

¿Por qué las ballenas y los carpinchos corren peligro de extinción, mientras
los pollos y las vacas no? .
n

Cada vez que se mata a un pollo o a una vaca, hay un dueño del animal que
co

ya está pensando cuál es el costo de recomponer su inventario de aves o


ganado para seguir en condiciones de abastecer el mercado. Y este costo~ de·
recomponer su inventario estará incluido en el precio del pollo o la vaca~· Si
so

este precio es suficientemente alto, el inventario se recompone y la especie


resulta, automáticamente, libre del peligro de extinción.
U

En cambio, cada vez que se mata a una ballena lo único que es razonable
pensar es: "Encontremos rápido la próxima, antes que la capture algún otro
barco". Ningún ballenero será tan ingenuo de preocuparse por recomponer
el inventario de ballenas, porque no es su inventario, pues las ballenas
'vivitas y coleando' no tienen dueño. Los costos en que él pudiera incurrir
para que existan más ballenas beneficiarían, gratuitamente, a todos los de-
más balleneros actuales o potenciales que operen en los océanos. Pqr lo
tanto, no cabe esperar que alguien incurra en el costo de recomponer el
-283-
165

VIl. La extinción: los pollos y las ballenas 127

inventario, ni que dicho costo intervenga en la determinación de los precios


de los productos de ballena. Dejar de lado este costo en los precios respecti-
vos es análogo a ignorar los costos de congestión y contaminación en el
precio del viaje en taxL Es así como la sociedad se encontrará consumiendo
"demasiados" productos dé ballena porqué sus precios son mentirosos,
haciéndolos aparecer más baratos de lo que realmente son.
Lo que hace mentirosos a estos precios en este caso es la falta de definición

os
de los derechos de propiedad. Un recurso valioso, como las ballenas del
ejemplo, aparece como "gratis" simplemente porque no es de nadie (o por-
que es de todos, que equivale a lo mismo). Esta es también la raíz del pro-

iv
blema en el caso del aire de Santiago y de las fábricas y los granjeros de las

at
secciones anteriores; lo que no tenía derechos de propiedad bien definidos
en aquel ejemplo era el aire ... o mejor dicho, la pureza del aire.

uc
Un lindo ejemplo para mostrar que cuando algo es de todos, no es de nadie,
es lo que ocurría con los damascos (albaricoques) que daba como fruto un
ed
árbol ubicado en la calle del barrio, comparado con lo que ocurría con los
que daba uno que estaba en el jardín de la casa de un amigo. Adivine, buen
adivinador, ¿alcanzaban a madurar 'bien' los que estaban en la calle? ¿Cuán-
es

tos que no estaban bien maduros -sólo "pinteados"- se extraían del árbol
de nuestro amigo el día del cumpleaños de su hijo, donde sus invitados
sabían que no podrían comérselos cuando éstos maduraran?
fin

Cuando los recursos son de una movilidad limitada es más fácil ejercer de-
rechos de propiedad sobre ellos. Por ejemplo, las ostras pueden "domesti-
n

carse" -como las vacas en los corrales y campos alambrados- por lo que
co

ahora crecen en cordeles que cuelgan de balsas cuyos dueños son, obvia-
mente, los dueños de las ostras; así, ya no existen vedas para· ~u
comercialización. Otro ejemplo son las "granjas camaroneras" en la costa
so

ecuatoriana alrededor de Guayaquil. En cambio, las ballenas, los locos


(abalones),las perdices, las vicuñas y los jabalíes, tienen hábitos migratorios
que hacen más difícil su apropiación y, por lo tanto, son más susceptibles de
U

la extinción de la especie si no se controla su tasa de "extracción".

Una "solución de emergencia" para los casos de serio peligro de extinción


es la veda; ya sea en cuanto a ciertos períodos del año (generalmente aso-
ciados a la época de la reproducción) o en cuanto al número de ejemplares
que se pueden cazar o pescar. Si bien este procedimiento es transitoriamen-
te eficaz en reducir la velocidad de extinción de las especies, también es
verdad que es ineficiente, pues· crea incentivos para sobreinvertir ·en su
captura durante la época en que ella se permite, y crea oportunidades muy
-285-
166

128 A veces el gobierno permite que algunos precios nos engañen

rentables de caza clandestina y de corrupción ... ¡más rentables cuanto más


estricta sea la veda! Los precios del marfil y de la piel de tigre albino serán
tanto más altos cuanto más difícil sea violar la veda y burlar los controles
q ue impiden su caza. También
.. ... .. serán mayores las oportunidades de enri-
-··-
. .. ........... , ......................................... ··············-········ ............... .

quecimiento de las autoridades dispuestas a corromperse y aceptar coimas


para "mirar para otro lado" cuando la veda no se cumpla. Los elefantes y
los tigres se transforman, así, en rehenes de quienes se suponía que los cui-
daran pero que, en vez de hacerlo, les ponen precio a sus vidas.

os
iv
VIII. Derechos, transables: el derecho a transformar

at
un pez en pescado se debe comprar y vender

uc
Hoy, se han hecho escasos los recursos que antes no lo fueron: agua limpia,
aire limpio y disponibilidad de peces. Así, la sociedad debe diseñar meca-
ed
nismos eficientes para evitar su uso indiscriminado y eventual destrucción
y extinción.

Para evitar o, al menos, moderar la depredación de sus recursos marinos, el


es

gobierno chileno a fines de la década de los años ochenta prohibió la entra-


da de nuevas embarcaciones en áreas sobreexplotadas. Con esto se preten-
fin

dió limitar el esfuerzo de pesca para proteger la biomasa y evitar su


sobreexplotación. Sin e1nbargo, ello es ineficiente y no protege necesaria-
mente el tamaño de la captura, que es lo que se quiere limitar. En efecto, las
n

naves pueden utilizar tecnologías que, con el mismo número y tamaño de


éstas, capturen más peces.
co

Lo más eficiente, sin duda, es otorgar derechos de propiedad sobre el pez.


La sociedad resolvió así el problema del libre acceso a los ríos cuando los
so

regantes quisieron usar más agua que la disponible para todos ellos_ y se
hizo "escasa" en muchas regiones del mundo -por ejemplo, en la provincia
U

de Mendoza-: se establecieron los llamados u derechos de agua", dando en


propiedad (privada) una proporción de la cantidad que la naturaleza hace
disponible cada año.

Al respecto es interesante leer en el libro Centennial, de James Michener, lo


acontecido en las riberas del río Butte, en Colorado, a medida que fueron
llegando más y más colonizadores a la zona. Al comienzo, el agua era más
que suficiente para todos los que deseaban usarla en regar sus cultivos en
sus propiedades, hasta que llegó un inmigrante ruso que, aguas arriba, cons-
-286-
167

VIII. Derechos transables: el derecho a transformar 129

truyó un canal para regar su predio, provocando así que el río y sus aguas
no fueran ya suficientes para los que cultivaban río abajo. Y, según Michener,
nació ahí la institución de los "derechos de agua" para racionar un recurso
que se hizo escaso, siendo que en Europa ello no era necesario debido a las
grandes extensiones de los predios éxisterités en esa épOca y a qué normal-
mente "llueve cuando debe llover (es decir, cuando los cultivos necesitan
ser regados)", cosa que no ocurría en Colorado, en Mendoza o en el Valle
Central de Chile.

os
Lo lindo del caso es que la comunidad encontró una solución eficiente
-una solución basada en el mecanismo del mercado- para la solución de un

iv
problema de escasez que antes no era tal. Lo mismo ocurrió con la llamada

at
"revolución de las rejas o alambradas" cuando se hizo insostenible el dere-
cho a pastoreo y el dueño del pasto debió protegerse para así evitar su des-

uc
trucción, delimitando la tierra que era suya: "bajo el ojo del amo engorda el
caballo" ... o bien, dicho de otra manera, "no hay peor huaso (gaucho) que
el que monta un caballo ajeno con espuelas propias".
ed
Antes, los peces eran abundantes y su reproducción estaba garantizada,
puesto que sus niveles de extracción eran tales que la supervivencia de la·
es

biomasa no se veía amenazada. Los cambios tecnológicos habidos han sig-


nificado aumentar sensiblemente la capacidad de captura, con lo que la
supervivencia de algunas especies se ha visto seriamente amenazada: se
fin

detecta una disminución en el número de ejemplares capturados y se obser-


va que el tamaño de los peces capturados se hace cada vez menor, provo-
cando desequilibrios que pueden llevar a su extinción: "el pez más grande
n

se come al más chico" ... y éstos se hacen cada vez más chicos. Así, la socie-
co

dad debe encontrar mecanismos eficientes -no sólo eficaces- para resolver
este problema; como norma, éstos deben ser "mecanismos de mércado'~:
otorgar derechos de pesca transables o transferibles.
so
U

-287-
168

os
iv
at
uc
ed
es
fin
n
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so
U

X. Los bienes públicos


Estos son bienes en los cua!es no opera el llamado principio de exclusión;
es decir, en éstos será cierto que mi consumo no excluye tu consumo, ni
el de Pedro, ni el de María, ni el de nadie. Todos consumimos del mismo
bien, sin que el consumo de Pedro reduzca la cantidad disponible para mí,
ni para María. Y todos consumimos en la misma cantidad, sin que haya
lugar a que cada uno elija la cantidad que prefiere. Además, para que se
cumpla la máxima de que para los bienes públicos imperarán _precios men-
-289-
169

X. Los bienes públicos 135

tirosos y que, por lo tanto, su existencia requerirá que el Estado no cometa


un upecado de omisión", debe ser cierto que es 'caro' poner en práctica un
mecanismo que permita la exclusión de algunos que, sin pagar, se benefi-
cian de su consumo: que es caro evitarla acción del llamado u free rider" o
polizón.

Obviamente, este fenómeno no sucede con los alimentos, ni con las ropas,
ni con la vivienda. La manzana que me como yo no se la come nadie más:

os
mi consumo de una manzana excluye tu consumo de la misma manzana;
de igual modo que.mi sweater me abriga a mí y a nadie más, y mi casa no

iv
protege de la intemperie a nadie que no sean mis invitados, yo y mi familia
que habita en ella. Los alimentos, las ropas y la vivienda son ejemplos de

at
bienes privados, no públicos, porque opera la exclusión y porque cada uno
consume de ellos la cantidad que elige según sus precios, sus preferencias y

uc
sus recursos disponibles para comprarlos.

Pero consideremos ahora la defensa nacional y el alumbrado de las calles.


ed
Estos son ejemplos de bienes públicos: el hecho que yo disfrute de una
calle bien iluminada no reduce la cantidad de iluminación disponible para
los otros peatones, como Pedro y María, que transitan por la misma calle.
es

Análogamente, la protección que la defensa nacional les brinda a Pedro y a


María no hace que yo me sienta menos protegido que si ellos no estuvieran
fin

en el país. Asimismo, nadie se siente más protegido cuando ellos se van de


vacaciones al extranjero.
n

Todos, Pedro, María y varios miles de personas disponen de la misma can-


tidad de defensa y alumbrado, sin que ninguno de ellos pueda elegir tener
co

más, o menos, dejando inalterada la cantidad para los demás. ¿Cómo ex-
cluir al señor Frescolín, quien preferiría no pagar por este servicio, o bieh,
quien no quiere pagar por él?
so

Para apreciar la dificultad que presentan los bienes públicos considerare-


U

mos primero un ejemplo en que ésta no existe. Imaginemos un abuelo bon-


dadoso que propone construir una piscina para sus quince nietos en un
terreno de su propiedad, si los nietos pagan la construcción de la piscina, lo
cual les dará a todos el derecho a usarla cuando quieran independiente-
mente del monto contribuido por cada uno.

Estos jóvenes angelicales son incapaces de mentirle a su abuelo o de mentirse


los unos a los otros, y cada uno de ellos revela cuánto estaría dispuesto a
contribuir para distintos tamaños de piscina. El abuelo recoge las contribu-
-291-
170

1 36 A veces el gobierno permite que algunos precios nos engañen

dones y, con esa suma a la vista, encarga la construcción del tamaño ade-
cuado al monto disponible para él.
El mecanismo de los precios condujo, en este ejemplo, a que la cantidad de
bien público (metros cuadrados de piscina) sea el adecuado porque ningu-
no ocultó sus preferencias. Ningún .nieto mintió que él iba a contribuir
muy poco aporque no me gusta ir mucho a la piscina", sabiendo que des-
pués podría ir tanto como quisiera y quizás más que su primo que había

os
contribuido más que él. ·
Pero si hubiera habido algún nieto no dispuesto a revelar su verdadera va-

iv
loración de la piscina, el mecanismo de precios hubiera conducido a una
cantidad insuficiente de metros cuadrados de piscina. Si muchos nietos

at
hubieran actuado así, posiblemente no se construiría la piscina, a pesar de
que todos la querían, y hubiera aparecido la típica dificultad de los bienes

uc
públicos: el accionar del polizonte o free rider.
A diferencia de los bienes privados, para el caso de los bienes públicos los
ed
precios serán generalmente mentirosos, por lo que pueden no ser guías
eficientes para conducir los recursos a producir la cantidad adecuada de
dichos bienes. Hacerles caso conducirá a llegar al extremo de que estos bie-
es

nes no sean provistos en absoluto, a menos que (como veremos más adelan-
te) el gobierno se encargue del financiamiento necesario para proveerlos.
fin

La manera más fácil de entenderlo es con un ejemplo. Tomemos como pun-


to de partida una total oscuridad en las calles. Esta situación es inaceptable
para el Sr. Muymío Rerrico, quien valora en $10 mensuales tener las calles
n

alrededor de su casa algo iluminadas. Sin embargo, por ese precio, la em-
co

presa proveedora de electricidad no tendería las líneas de transmisión de


electricidad necesarias para satisfacer su demanda. ·
Su vecina, la Sra. Vistagu Dapobre, también disfrutaría de la cantidad.de
so

iluminación propuesta por el Sr. Rerrico, aunque sus condiciones persona-


les harían que su valoración de este servicio no hubiera excedido de $6 men-
U

suales. Pero, otra vez, ése no es un precio aceptable para que la compañía
de electricidad provea la iluminación propuesta por el Sr. Rerrico, y que
también recibiría esta señora. De la misma manera, hay varios vecinos más
en una situación setnejante a la de ellos y quedan igualmente frustrados, ya
que valoran la iluminación que recibirían sus calles en $ 5, o $7, o $4, etc.,
que por separado son cantidades insuficientes para que la empresa de elec-
tricidad encuentre rentable proveerles el servicio, si bien podría ser que a la
compañía le conviniera proveerlo si cada uno pagara lo que ellos valor~n el
servicio.
-292-
171

X. Los bienes públicos 137

Si cada uno de ellos pagara a la compañía de electricidad lo que estén dis-


puestos para tener la iluminación que les proveería a sus calles el proyecto
del Sr. Rerrico, esta compañía determinaría si le conviene o no emprender
este proyecto. Si decide hacerlo, estaríamos en la satisfactoria situación de
la piscina del abuelo cori riietós sinceros. Sin embargo, si él vecino Hagarrado
Conganas cree que el proyecto igualmente se ejecutará aunque él declare
no estar dispuesto a pagar ni medio centavo, se convencerá de que no nece-
sitaría gastar nada para disfrutar de una iluminación que le proveen gratui-

os
tamente sus vecinos (aunque, por cierto, puede darse que sin su contribución
la empresa tomaría la decisión óptima de proveer un poco menos de ilumi-

iv
nación a todos). En la jerga profesional se dice que este señor actúa como
"polizonte", ya qué viaja sin pagar.

at
Este comportamiento oportunista de Hagarrado Conganas puede llevar a

uc
que el precio (aporte) total de los otros beneficiados no sea suficiente para
justificar la ejecución del proyecto -que sí es conveniente para el grupo de
ed
consumidores del bien público y para la compañía de electricidad- y final-
mente este proyecto no se lleve a cabo, ¡pues los aportes no cubren el costo
para la compañía de proveerlo!
es
fin

1CIADS LUZ 1
11 1 1 ,--]
n
co
so
U

MUYMIO ~Rf{ICO VISTAGU


~PO~E

-293-
172

138 A veces el gobierno permite que algunos precios nos engañen

¿Qué impediría que cada uno de todos los vecinos actúe como el Sr.
Hagarrado Conganas? Al fin y al cabo, a todos les gustaría no tener que
pagar, aunque la iluminación provista por la compañía sea "un poco" me-
:nos que la cantidad óptima pé}ra el gi'l:lpo que percibe los beneficios y para
la compañía ... y, por lo tanto, para toda esa comunidad. ·
Pero si todos (o varios vecinos) actúan de esta manera, ninguno (o solamen-
te unos pocos vecinos) revelará su verdadera disponibilidad a pagar: la com-

os
pañía de electricidad estará recibiendo, a través de ese precio mentiroso, la
señal de que proveer iluminación a esa zona "no vale nada" (o "casi nada"),
porque el precio (mentiroso) únicamente le informa acerca de la disposi-

iv
ción a pagar de sólo algún o algunos usuarios. Siempre (casi siempre) habrá

at
polizontes, por lo que los precios nunca le informarán a la compañía de
electricidad la verdadera disposición a pagar de usuarios como el Sr.

uc
Hagarrado Conganas y los demás vecinos polizontes.
Para llegar al resultado de que los precios mienten en el caso de los bienes
ed
públicos, no interesa saber quién toma la iniciativa en ese asunto: si al prin-
cipio de esta historia el Sr. Muymío Rerrico (el más entusiasta del alumbra-
do público) hubiera estado de vacaciones en el extranjero y, en su ausencia,
es
varios de sus vecinos hubieran contratado iluminación por un valor cual-
quiera, a su llegada él hubiera considerado satisfactoria la iluminación pro-
vista sin costo para él y, absteniéndose de pagar, él hubiera sido el polizonte.
fin

Sea quien fuere el afortunado que juega el papel de polizonte, la disposi-


ción a pagar por un bien público de algunos beneficiados no será revelada,
por lo que el precio de estos bienes resultará ser mentiroso.
n
co

Guiada por un precio mentiroso, la sociedad estará produciendo y consu-


miendo "demasiado poco" alumbrado público, como en el caso de la vacu-,
na anti-;.;gripal, pues el costo de organizars~ para llegar al óptimo de:
alumbrado es demasiado "alto" y no existe el poder de castigar (excluir del.
so

beneficio) al polizonte por su conducta oportunista. Por esta misma razón,


los parques y plazas públicas serán insuficientes, salvo que una autoridad
U

logre interpretar (medir) la disposición a pagar de todos los beneficiados y


logre -¿mediante impuestos?- cobrarle a todos por el servicio entregado y
buscar los mecanismos para excluir de ellos a quienes no pagan.
Los casos más extremos, y quizás sean los más frecuentes, ocurren cuando
ninguno de los interesados (o ningún sub grupo de ellos) tiene por sí :mis-
mo la suficiente disponibilidad a pagar para inducir a que el bien público
sea provisto. En tales casos, el bien público no sería producido en absoluto,
aunque es beneficioso para todos y, por lo tanto, nadie se beneficiaría. ·
-294-
173

X. Los bienes públicos 139

Debemos admitir que no es frecuente que un vecino esté dispuesto a pagar


todo el alumbrado de un barrio, aunque se trate del Sr. Muymío Rerrico; del
mismo modo que ningún ciudadano, por paranoico y xenófobo que sea,
estaría dispuesto apagarporsímismoJa defens.ª nacional, ni ninguna com-
pañía· naviera estaría dispuesta a pagar por sí sola la instalación de faros en
las costas peligrosas de los países que visita. Hoy, con las nuevas tecnolo-
gías satelitales de navegación -cuyos servicios son pagados por quienes las
usan y, por lo tanto, es posible el principio de exclusión- los faros han per-

os
dido gran parte de su utilidad.

La razón es que todos· ellos -el Sr. Rerrico, el señor xenófobo, la compañía

iv
naviera- advierten que podrían acceder a esos bienes sin tener que pagar

at
nada, si los demás beneficiarios se hicieran cargo del costo de producirlos.
Pero, por supuesto, cada uno de los demás beneficiarios también se da cuenta

uc
de lo mismo. Entonces nadie toma la iniciativa, esperando que los demás lo
hagan, y los bienes públicos no se producirán en absoluto.
ed
Lo que está en juego es la mismísima existencia del bien público, la cual se
justifica si la suma de los beneficios para todos los involucrados supera el
costo de producirlo. ¡Pero ésa es, precisamente, la señal que el precio no trans-
es

mite a los productores de los bienes públicos!: el precio no puede adicionar


la disponibilidad a pagar de cada uno de los beneficiarios que ocultan sus
preferencias con el propósito de transformarse en afortunados polizontes.
fin

Por esta razón, la provisión de bienes públicos es realizada por los gobier-
nos y es financiada por impuestos -ya sea generales o que gravan sólo a los
n

que se benefician de estos bienes (los llamados uuser tax", como se propone
co

en la sección: u ¿Quién construye y paga el camino?")- y no por medio de


un mecanismo abierto de precios. Un asunto todavía no resuelto en la rama .
de la Economía que se ocupa de estos asuntos (la especialidad Finanzas
so

Públicas), es el diseño de un sistema tributario que induzca a los beneficia-


rios a revelar sus preferencias y que a base de ellas le cobre mayores im-
puestos al Sr. Rerrico y al xenófobo que son, al fin y al cabo, quienes más
U

disfrutan (usan o disponen) de los bienes públicos.

-295-
174

os
iv
at
uc
ed
es

XI. La investigación básica: Pitágoras y los polizontes


fin

Un ejemplo de bien público frecuentemente mencionado en los ámbitos


académicos, ¡por obvias razones gremiales!, es el de la investigación cientí-
fica básica. Se entiende por tal a la investigación que genera conocimientos
n

útiles paramúltiples aplicaciones, sin quedar incorporada en un producto


co

en particular.

Por ejemplo, el Teorema de Pitágoras. Éste es, ciertamente, un bien p~blico:


a pesar de lo mucho que yo lo utilice en mis razonamientos, eso no deja
so

"menos teoreman disponible para que lo usen los demás. Una vez. que el
teorema haya sido dado a conocer a un usuario, inmediatamente estará dis-
U

ponible para todos los demás, aunque no hayan pagado nada por él. Nadie
hubiera podido patentarlo, ni siquiera Pitágoras, porque no sería factible
cobrarle a cada persona que utilice este teorema para resolver cualquier
problema.

Cuando el teorema es utilizado en una investigación científica aplicada, su


utilización queda incorporada a algún producto en particular y, a diferen-
cia del teorema mismo, éste sí que puede patentarse. En tal caso los poli-
zontes son los que hacen investigación científica aplicada sin haber
-297-
175

142 A veces el gobierno permite que algunos precios nos engañen

contribuido al financiamiento del teorema, por lo que Pitágoras (o su equi-


valente contemporáneo), como la empresa de electricidad del barrio de
Vistagu Dapobre y sus vecinos, solamente percibirá una remuneración si
acaso alguno de los usuarios le hubiera encargado la investigación básica,
mientras todos los demás tomarán conocimiento delteotei.na sinhaber te-
nido que pagar nada, como el señor Hagarrado Conganas.

Otra vez, como en el ejemplo del alumbrado público, el precio esconde la

os
disponibilidad a pagar de los polizontes e induce a dedicar recursos para
producir conocimiento científico básico en una cuantía menor que la dispo-
nibilidad a pagar de todos los usuarios del mismo. ¿Debe el Estado subsidiar

iv
la investigación que se realiza en la universidades?, ¿en institutos profesio-

at
nales?, ¿en empresas? ¡Piénselo!

uc
ed
es
fin
n
co
so
U

-298-
Economics. The Remarkable Story of How Economy Works
Ben Mathew, 2013.

Traducido para la Cátedra de Introducción a la Economía de la Universidad de Costa Rica


por Karina Cabezas (revisión de Leonardo Garnier).

Mathew: Capítulo 23
Bienes Públicos

os
Los mercados hacen un gran trabajo de dirigir la economía: juntan los recursos adecuados
para producir las cosas correctas y llevarlas a las personas adecuadas. Pero ningún sistema

iv
es perfecto, y el mercado no es la excepción.

at
Los mercados tropiezan cuando se trata de un tipo especial de bien llamado bien público.
Lo que hace distinto un bien público es que es consumido en forma conjunta por un grupo

uc
de personas. No se puede dividir entre ellos. Todos en el grupo tiene que consumir
exactamente lo mismo. Por otra parte, a nadie se le puede impedir consumir el bien, haya
ed
o no haya pagado por ello. Como puedes imaginar, esto produce una situación bastante
loca, lista para funcionar mal. Y funciona mal.

Digamos que queremos instalar farolas en el centro de la ciudad. A todo el mundo le


es

encanta la idea: hará que el centro de la ciudad sea más seguro y agradable para todos. La
ciudad tiene un millón de residentes, cada uno dispuesto a pagar $ 20 por un centro más
fin

seguro y más agradable. Así, en conjunto, las farolas generan un valor de $ 20 millones a
los residentes de la ciudad. Como las farolas solo cuestan $ 10 millones, es evidente que
deben ser instaladas.
n

¿Pero cómo? Podrías tratar de recaudar el dinero necesario persuadiendo a todos a


co

contribuir $ 10 cada uno. Después de todo, valoran las farolas a $ 20, así que debería ser
fácil conseguir que se contribuyan con sólo $ 10, ¿verdad? Pues no, porque si alguna
persona se niega a pagar, lo cierto es que una vez que las farolas estén instaladas, no
habrá manera de impedir que esa persona disfrute de los beneficios. Entonces, sabiendo
so

que su contribución personal no determinará si obtienen o no los beneficios, nadie


contribuye. Así que no se consigue recaudar el dinero y no se instala ninguna farola. Lo
U

que era racional para el individuo era irracional para el grupo.

Desafortunadamente, muchas de las cosas que queremos son bienes públicos. Un ejemplo
simple es el ejército. Si vivimos en el mismo país, debemos compartir una fuerza militar
que pueda protegernos de las invasiones extranjeras. No es como que yo pueda tener mi
propio ejército y tú puedas tener el tuyo. Y una vez que tenemos un ejército, yo no puedo
ser excluido de disfrutar de su protección, incluso aunque yo no pagara por ello. Los
militares no podrían protegerte selectivamente de una invasión y no protegerme a mí. Así
que no me pueden convencer de pagar voluntariamente por un ejército, a pesar de que lo
valoro.

Hay muchos otros ejemplos de bienes públicos: fuentes en la plaza del pueblo, aire limpio,
reparación de la capa de ozono, control de la población, paz mundial y descubrimiento de
las leyes de la Física. Todas estas son cosas importantes que valoro mucho. Yo estaría
dispuesto a pagar miles de dólares por ellas. Pero obtendré exactamente lo mismo si pago
que si no pago. Así que no pago. Y tú tampoco. Y tampoco lo hará nadie más. Y es por eso
que no tenemos suficiente de estos bienes. Terminamos con muy pocas fuentes, muy

os
pocos científicos y demasiada contaminación y guerras y crecimiento de la población.

Hagamos un cálculo muy sencillo. Elige una de las mercancías antedichas y piensa cuánto

iv
estás dispuesto a pagar ella. Si sólo el 10% del mundo la valora tanto como tú, ¿cuánto
estarían todos juntos dispuestos a pagar por ella?

at
Voy primero: yo estoy dispuesto a gastar $ 5.000 para arreglar la capa de ozono. Si el 10%

uc
de la población mundial es como yo, habrá unos 700 millones de personas dispuestas a
pagar tanto por este bien. ¡Si todos nos apuntamos, levantaríamos $ 3.500 millones! En
otras palabras, la reparación de la capa de ozono es un bien muy apreciado y valorado en
ed
$ 3.500 millones por la sociedad. Es probable que se pueda obtener por mucho menos
que eso – mediante la contratación de científicos para averiguar nuevas técnicas
amigables con el ozono, el reacondicionamiento de fábricas existentes, la contratación de
es

abogados para demandar a las empresas que están contaminando ilegalmente, pagando a
las empresas para que reduzcan sus emisiones si legalmente se les permite contaminar,
etc. Pero no va a suceder porque el que yo pague o no pague no va a determinar que me
fin

beneficie con el arreglo de la capa de ozono. Así que no pago. Nadie paga. Y seguimos con
un agujero en el cielo.
n

La solución al problema de los bienes públicos requiere la participación del proceso


político. Yo no voy a pagar voluntariamente $ 10 por instalar farolas en el centro de la
co

ciudad. Pero sí puedo votar para recolectar por la fuerza $ 10 de todo el mundo, incluido
yo, para pagar por ello. En otras palabras, podemos usar el brazo fuerte del gobierno para
recaudar dinero de todos nosotros a través de impuestos obligatorios y gastarlo en los
so

bienes públicos apropiados.

Si bien esta puede ser la mejor solución, no debemos olvidar los peligros involucrados.
U

Recuerda que es virtualmente imposible acertar haciendo cálculos centralizados. ¿Cómo


puede saber el gobierno que instalar farolas vale $ 20 millones? ¿Cómo puede saber que
valoramos la reparación de la capa de ozono en $ 3.500 millones? Las encuestas y
referéndums pueden ayudar a reducir, pero no logran eliminar los errores. Por otra parte,
la política y el cabildeo – y no la racionalidad económica pura – influirán en cuáles
proyectos se financian y qué contratistas se utilizan. Aun así, los beneficios de obtener los
bienes públicos más importantes superarán los costos de usar un gobierno imperfecto
para conseguirlo. Personalmente, siento que el gobierno debe participar en la reducción
de la contaminación, el crecimiento de la población y el financiamiento de la investigación
científica básica. Mi intuición es que el costo de adquirir estos bienes compartidos es
menor que lo que todos nosotros juntos estamos dispuestos a pagar por ellos. Así que así
es como yo votaría. Pero podría estar equivocado. ¿Qué piensas?

Nosotros, como sociedad, tenemos que decidir muchos asuntos importantes como éstos.
Para decidir bien, la gente común como tú y yo necesitamos saber un poco de economía.
Desafortunadamente, la mayoría de la gente no conoce mucho. Es fácil ver por qué: el
conocimiento de la economía es un bien público. Si todo el mundo aprendiera economía,

os
votaríamos por mejores políticas que nos darían una vida mejor. Pero tu aprendizaje
personal de economía no hará la menor diferencia, porque tu voto solitario no afectará
nada. Tú obtienes el mismo sistema si aprendes economía o no. Así que no aprendes eco…

iv
espera un segundo. ¡Estás aprendiendo economía! ¡Qué maravilloso! Ahora sólo tienes
que salir y enseñar a los demás. ¡Buena suerte!

at
uc
ed
es
fin
n
co
so
U

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