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Universidad Técnica del Norte

Facultad de Ciencias Administrativas y Económicas


Contabilidad Superior y Auditoria
Gerencia

Nombre: Andrea Paz Curso: 9º “C1”


Fecha: 04 de enero del 2018

Deber Nº 20

1. El estilo de dirección o Modelo del Grid Gerencial

El modelo del Grid gerencial trata de situar, en una rejilla de dos dimensiones, la preocupación que
un líder o gestor siente, hacia la tarea (eje x) y hacia la persona (eje y).

Para conseguir esto, se presenta una batería de preguntas, y en base a las respuestas ofrecidas se
asigna una puntuación, entre 1 y 9, para cada eje. Dando como resultado 81 estilos distintos de
liderazgo. Dependiendo de donde estemos situados, se entiende que ejerceremos el liderazgo de una
forma determinada. Para ejemplificar esto, se determinaron cinco tipos de liderazgo “puros”.
Tipo 1.1 – Indiferente. No hay jefe.

Este tipo de líder, no tiene preocupación alguna en conseguir que se alcancen los objetivos de la
organización. Como es lógico, tampoco le preocupan los problemas, o expectativas, de su personal.

Sigue la ley del mínimo esfuerzo, haciendo sólo lo justo e indispensable para que todo se mantenga,
más o menos, en su sitio. Su filosofía es la de protegerse ellos mismos, evitando cualquier cosa que
les pueda dar problemas.

Esta indiferencia hacia la tarea y su equipo, y su falta de implicación, lo llevará a situarse, de forma
inevitable, en una pésima posición como líder.

Tipo 1.9 – Complaciente. El club social.

Centra su preocupación en sus personas que forman su equipo, intentando satisfacer todas sus
necesidades y expectativas. Da una gran libertad de acción a su personal, también les deja decidir la
mejor manera de hacer la cosas.

Para este tipo de líder, lo más importante es crear un buen ambiente de trabajo, donde todos estén a
gusto, en la esperanza de que esto llevara aparejado, un mayor rendimiento del equipo.

La tarea a ejecutar se encuentra en un segundo orden de importancia, en caso de que pueda suponer
un problema para el personal.

Tipo 9.1 – Dictatorial. Produce o muere.

Lo principal es conseguir que la tarea se lleve a cabo, de forma eficaz y eficiente, las personas que
forman su equipo no son más que herramientas que se deben de calibrar de forma adecuada.

Las necesidades de las personas que forman su equipo se encuentran, muy por debajo, de la
necesidad de terminar la tarea en tiempo, y bien.

Entiende que su posición de líder le exige planear, coordinar y controlar la ejecución del trabajo de
sus subordinados.

Tipo 5.5 – Punto medio. Algo corriente.

Se encuentra en un punto intermedio en todos los aspectos. Si bien es cierto, que tiene una visión
muy equilibrada, de la importancia relativa de la tarea y de su personal. También es verdad que, ni
siente una preocupación excesiva por la tarea, ni por las personas de su equipo.

Este líder espera alcanzar los objetivos planteados, creando un ambiente de trabajo en el que, se
presiona ligeramente para conseguir resultados, pero también intenta cumplir ciertas expectativas,
para tenerlos “contentos”, siempre y cuando esto no le cause muchos problemas.

Tipo 9.9 – Ideal. Creador de equipos.

Blake y Mouton, identificaban este líder con la Teoría Y de Douglas McGregor. En la que se
fomenta el trabajo en equipo, y la colaboración entre trabajadores. Intentando crear la
interdependencia entre las expectativas de su personal, y las de la organización.
Al igual que en el anterior tipo, la preocupación por la tarea y por las personas está equilibrada. La
diferencia radica en su nivel de implicación. Esto hace que su equipo se involucre también, y sean
conscientes de que, la consecución del objetivo se debe a su trabajo.

Este líder entiende que, además de llevar a cabo tareas directivas, debe alinear los objetivos de las
personas que forman su equipo, con los objetivos de la organización, y conseguir que sientan que
forman parte de ésta.

2. Cómo prepara reuniones de trabajo

En cualquier equipo de trabajo, las reuniones son una parte fundamental en la consolidación del
grupo, en la transmisión de información, en el avance de los proyectos, en la motivación del equipo y
en desarrollar procesos eficientes en la estructura de cualquier organización. Sin embargo, pese a la
importancia que casi todos le dan a tener reuniones efectivas de trabajo, suele ser común que se den
ciertos problemas a la hora de establecer reuniones. Los más habituales son:

 Se convierten en rutinarias y no sirven para nada.


 El jefe habla y los demás decimos a todo que sí.
 Se trata sólo de reuniones de información.
 Cada vez se hacen menos… y más por obligación que por ser útiles.

Las reuniones, llevadas a buen puerto pueden ser grandes aliadas en nuestro día a día, pero para ello
han de darse, como mínimo los siguientes aspectos:

1. Participación: Se debe procurar que los asistentes no sólo participen en la reunión en sí, sino que
hay que invitarlos a que preparen puntos del orden del día y que sean parte de la toma de decisiones.

2. Eficacia: Debe estar bien organizada, estableciendo tiempos límites, objetivos y aprovecharse no
sólo el tiempo utilizado sino la capacidad de todos los presentes.

3. Productividad: Las reuniones deben servir para algo. Deben tomarse decisiones y elaborar
conclusiones que puedan motivar a la acción una vez que se salga de la reunión.

4. Integración: Si se hacen reuniones es porque creemos que todos los participantes tienen algo que
aportar. Es por ello que hay que conseguir integrar las opiniones y llevar a un ambiente de trabajo en
equipo.

5. Creatividad: Cada reunión debe ser un elemento motivador, por lo que es un buen momento para
buscar elementos nuevos y fomentando la creación colectiva que se da a través de la
complementariedad del grupo.

Las reuniones hay que prepararlas, pero hay que prepararlas bien. Es una irresponsabilidad convocar
una reunión sin saber bien lo que se va a tratar. Previamente hay que saber si la reunión es necesaria
o si se pueden alcanzar los objetivos propuestos por medio de otros procedimientos más simples.
Una vez que esto lo tenemos claro, podemos hablar de tres momentos que son necesarios trabajar a la
hora de conseguir reuniones efectivas.

a. ¿Cómo sacarle provecho a una reunión de trabajo?


Tiempo: Los expertos aconsejan que la duración de las reuniones de trabajo no supere los 40
minutos. Por muy interesante que sea el tema, a partir de ese momento, la capacidad de atención
disminuye.

Objetivos de la reunión: Qué puntos vamos a tocar para asignarles un tiempo en función de la
importancia de cada uno. Lo recomendable es realizar previamente una lista con el temario para que
no se escape ningún punto.

Envía la información previa de un modo abreviado: Es aconsejable mandar información de manera


abreviada para que, si los participantes tiene que prepararse algo, lo puedan leer con tranquilidad y
detenimiento.

Asumir los roles: Cada persona tiene un rol y una función en la reunión que hay que asumirlos y
respetarlos, especialmente el del moderador. El líder debe decir por qué se hace la reunión y qué
necesita y escuchar la opinión de los participantes.

Un acta de la reunión en la que conste todo lo que se ha tratado para poder hacer un seguimiento.

Plan de acción: Al finalizar la reunión cada asistente ha de saber con claridad qué ha de hacer y
cuándo y por ello, quien ha tomado acta debería leer las decisiones a adoptar y verificar que las
personas se comprometen y después enviarlo por escrito.

10 cosas que conviene evitar en una reunión de trabajo:

1. Olvidar el nombre de tu interlocutor.


2. Ser impuntual.
3. Que la reunión discurra hacia derroteros que nada tienen que ver con los propios del análisis
conjunto de la situación.
4. Olvidarse de apagar el móvil.
5. Gestionar mal el tiempo de duración de la reunión.
6. Convocar la reunión en horas no productivas.
7. Abusar del número y la extensión de tus intervenciones como persona moderadora.
8. Atender llamadas externas.
9. Interrumpir a tu interlocutor. Mejor dejarle terminar.
10. No llevar ningún soporte impreso.

Una vez finalizada la reunión es recomendable plantearse algunas cuestiones para poder evaluarla y
establecer acciones de mejora: ¿Cómo transcurrió? ¿Se ajustó al tiempo preestablecido? ¿Qué
incidencias han surgido? ¿Se ha establecido una asignación de tareas? ¿Ha habido una participación
equilibrada? o ¿Han sido expuestas las ideas con claridad? son algunas de las preguntas que debemos
plantearnos. Y recuerda que una de las causas por las que las reuniones no suelen ser efectivas es la
pérdida de tiempo. Una adecuada gestión del tiempo mediante la organización y priorización a la
hora de planificarla será la clave.

3. ¿Qué hacer antes, durante y después de una reunión de trabajo?

1. ANTES DE LA REUNIÓN
a. Convoca a los asistentes con el tiempo necesario, no sólo para que puedan asistir, sino también
para que puedan prepararse ellos también la reunión.

b. Redacta un orden del día. Este debe girar en torno a los objetivos que queremos cumplir en la
reunión. Pídeles a los asistentes si quieren incluir algún punto en el orden del día.

c. Prepara el material y el contenido de la convocatoria.

d. Prepara algo diferente para crear un clima agradable y que consiga establecer espíritu de equipo.
Una dinámica de grupo que vaya en relación a los temas a tratar puede ser una buena forma de
comenzar la reunión.

2. DURANTE LA REUNIÓN

a. Haz un primer acto de acogida. Tomad un café de manera informal, charlar un rato.

b. Iniciar la reunión presentando los temas a abordar. Siempre es interesante ver los resultados de las
reuniones anteriores. Esto ayudará a evitar desfases, corregir errores y felicitarse por las cosas bien
hechas.

c. Desarrollo de cada uno de los puntos del Orden del día. Hay que procurar orientar la reunión a
resultados. Para ello recordad que lo importante no es tener la razón sino llegar a acuerdos
productivos para el proyecto. Siguiendo el esquema de Análisis + Diálogo + Discusión + Animación
+ Conclusiones

d. Final de la reunión, recordando los compromisos adquiridos en la misma.

3. TRAS LA REUNIÓN

a. La persona encargada debe redactar lo antes posible el acta de la reunión y enviársela a los
asistentes.

b. La persona que ha realizado la reunión debe analizar cómo se ha desarrollado y qué elementos
pueden mejorarse.

c. Comunicar los compromisos adquiridos, hacer un seguimiento intermedio de los mismos y


asegurarse de que se llevan a cabo las acciones que así se han establecido.

Preparar reuniones de trabajo y hacerlas productivas es uno de los momentos más importantes de un
manager. De ellas en muchos casos dependerá la motivación o frustración del equipo, por lo que hay
que dedicarles el tiempo necesario para lograr que sean un elemento de avance para el equipo y no lo
contrario.

4. ¿Qué es la gestión de calidad Normas ISO?

Norma ISO 9001 - Gestión de la Calidad


ISO 9001 es la norma sobre gestión de la calidad con mayor reconocimiento en todo el mundo.
Pertenece a la familia ISO 9000 de normas de sistemas de gestión de la calidad (junto con ISO
9004), y ayuda a las organizaciones a cumplir con las expectativas y necesidades de sus clientes,
entre otros beneficios.

Un sistema de gestión ISO 9001 le ayudará a gestionar y controlar de manera continua la calidad en
todos los procesos. Como norma de gestión de la calidad de mayor reconocimiento en el mundo, así
como el standard de referencia, describe cómo alcanzar un desempeño y servicio consistentes.

¿Cuáles son los beneficios de la norma ISO 9001 de Gestión de la Calidad?

 Le permitirá convertirse en un competidor más consistente en el mercado


 Mejorará la Gestión de la Calidad que le ayudará a satisfacer las necesidades de sus clientes
 Tendrá métodos más eficaces de trabajo que le ahorrarán tiempo, dinero y recursos
 Mejorará su desempeño operativo, lo cual reducirá errores y aumentará los beneficios
 Motivará y aumentará el nivel de compromiso del personal a través de procesos internos más
eficientes
 Aumentará el número de clientes valiosos a través de un mejor servicio de atención al cliente
 Ampliará las oportunidades de negocio demostrando conformidad con las normas

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