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UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA

DIRECCIÓN DE INVESTIGACIONES Y POSTGRADO


MAESTRÍA ADMINISTRACIÓN DE NEGOCIOS
MÉTODOS CUANTITATIVOS EN LA GESTIÓN DE LA EMPRESA (984)

Actividad I

Ensayo sobre los elementos de las teorías de decisiones para la


sistematización de la administración científica.

Autores:
Astudillo, José C.I: 5.859.605
Ferraioli, Francisco. C.I: 8.440.379
Mundaray, Odalys C.I: 10.465.273
Asesora: María García de Pernalete, M.Sc.

Cumaná, febrero del 2018


Introducción
Las organizaciones se enfrentan a constantes cambios tecnológicos y creciente
competitividad, obligándolas a ser más flexibles, teniendo que establecer
estrategias para su adaptación al entorno en el desarrollo de sus acciones. No es
factible que se tomen decisiones aceleradas sin tener presente las consecuencias
que estas puedan acarrearle a la organización. Para garantizar el crecimiento y
desarrollo de la organización, el gerente debe realizar un análisis firme y concreto
de las decisiones que se toman a fin de estar seguro de haber seleccionado la mejor
alternativa u opción.
Cualquier proceso y decisión que se efectúe en la organización será
imprescindible para su productividad y éxito. La responsabilidad y el compromiso en
dirigir una organización está en la capacidad, actitud y destreza que tiene todo
gerente, junto con su equipo de trabajo en tomar la más acertada decisión, de
manera que el esfuerzo de todos sea orientado al logro de los objetivos de la
organización.
A pesar de ello, tomar una decisión con el esfuerzo de todos no siempre implica
haber tomado la decisión más acertada. No es suficiente que el gerente tenga
experiencia e intuición en la toma de decisiones. Es fundamental apoyarse en
modelos o métodos cuantitativos que permitan, sobre la base de datos numéricos,
obtener resultados factibles, atender debilidades, maximizar fortalezas, razonar
escenas, pronosticar actuaciones, predecir consecuencias, actuar sobre las
amenazas y aprovechar oportunidades.

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Elementos de las teorías de decisiones
En toda organización se debe tener claro los objetivos que pretenden alcanzar,
para de esta manera prever con precisión los resultados, reducir los riesgos y
despejar incertidumbres que puedan presentarse. Para tal fin, se deben de poner
en práctica ciertos elementos que servirán para solucionar los conflictos o
problemáticas, en caso de que existan.
En este sentido, se debe tener claro qué acción tomar en función de la situación
administrativa; es decir, seleccionar la opción correcta entre diversas opciones para
la solución del problema existente. Podemos decir, entonces, que la toma de
decisiones es el procedimiento mediante el cual el gerente debe elegir la o las
opciones más indicadas para solucionar desde los problemas más sencillos hasta
los más complejos o difíciles de manejar dentro de una organización.
Es por ello que la organización debe contar con gerentes o decisores que reúnan
ciertas condiciones y habilidades de comunicación, con criterios lógicos,
compromiso y honestidad, que posean la capacidad de tomar decisiones para la
solución de conflictos de forma eficaz y con criterio, para el bienestar y satisfacción
de la organización. Tener la capacidad para resolver y analizar las distintas
respuestas ante escenarios de conflicto o incertidumbre, ya que de lo contrario se
cometerán errores perjudiciales para la organización.
Para poder tomar una acertada y confiable decisión se debe definir e identificar
el o los problemas existentes, recopilar datos e información sobre el tema. Es decir,
incluir el análisis y valoración de todos los recursos con los que se cuenta, generar
alternativas para la solución de los mismos, seleccionar y evaluar los cursos de
acción y, por último, ejecutar o poner en práctica la decisión tomada. En este
sentido, se describirán cinco elementos claves para que las tomas de decisiones
sean más efectivas y acertadas posibles.
Primeramente, se debe identificar o reconocer el problema existente. Para
alcanzar este fin, los gerentes deben saber reconocer y tener la capacidad de
identificar la problemática existente. En este sentido, debe efectuar un diagnóstico
de la naturaleza del problema, sus causas y consecuencias. Se debe tener claro

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cuáles serían las medidas correctivas que se deben tomar. Esta parte es la más
significativa del proceso, porque es donde se identifica y reconoce el problema; es
decir, se aclaran y organizan las ideas, se establecen los resultados y las acciones
a seguir. Aquí es importante estudiar las variables y establecer prioridades tomando
siempre en cuenta las necesidades de la organización mediante los diferentes
cursos de acción.
En segundo lugar, se evalúan las alternativas de acción; es decir se realiza un
análisis de las alternativas. Para tal fin, se debe buscar toda la información referente
al problema porque es aquí donde se debe decidir la alternativa más acertada; es
decir, la más acorde e idónea para la solución del problema. La alternativa
seleccionada debe brindar una solución tomando en cuenta el impacto y resultado
final de esta, considerando los beneficios que puede generar en las estrategias de
la empresa. Se debe definir los objetivos y criterios, diseñando las alternativas de
solución más viables, que faciliten soluciones para el planteamiento del problema,
según su factibilidad.
Es aquí donde se pone a prueba la validez y efectividad de la decisión tomada
frente al curso real de los acontecimientos. El gerente lleva la decisión a la acción
la cual debe monitorearse a partir de la implementación de las alternativas. El
gerente lleva un control de la decisión y su acción para dar un informe final por
medio de la implementación de las alternativas y su respectivo progreso. Se
selecciona la alternativa o curso de acción, para esto puede apoyarse en
herramientas de información que calculen y hagan un seguimiento de
consecuencias, costos y oportunidades proporcionadas por cada una de las
alternativas.
Finalmente, se implementan y evalúan las alternativas seleccionadas. En la etapa
de ejecución existe la posibilidad de que la alternativa seleccionada no sea la
idónea, pero en tal caso esto implicaría un proceso de aprendizaje, ya que nos
servirán de base para aprender de los errores y no repetirlos a futuro. Aquí
podríamos detectar los errores, corregirlos y realizar los ajustes necesarios. Es
prácticamente imposible tomar siempre la decisión correcta; sin embargo, el uso de

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procesos, técnicas y herramientas de forma correcta pueden incrementar las
posibilidades de poder elegir la mejor opción.
Para poder perfeccionar todos estos elementos es necesario que el gerente o
decisor implemente un modelo para la representación cuantitativa de la decisión. La
utilización de estos modelos no sólo se traduce en mejores decisiones, sino,
además, ofrece a los administradores amplios conocimientos e información, de esta
manera el gerente o decisor abordará aspectos importantes para cualquier situación
que se le pueda presentar, determinando cuáles son las preguntas esenciales para
diseñar, las alternativas que se deben ajustar a la investigación y dónde concentrar
la atención.
Entre los modelos probabilísticos podemos mencionar: los modelos físicos,
analógicos y los simbólicos. Muchos gerentes trabajan con los tres tipos de
modelos, utilizando los modelos análogos para cuadros y gráficas y los modelos
simbólicos en forma de salidas de hojas de cálculo electrónicas e informes.

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Conclusión
La toma de decisiones es importante para toda organización, ya que la
solución de problemas y situaciones, implica un proceso de evaluación y estudio
de informaciones necesarias para cada situación que se presente. Los gerentes
son los encargados de determinar las reglas, modelos y métodos que deben
utilizarse para cada proceso. Una adecuada toma de decisiones dentro de una
organización resulta significativa, ya que puede representarle éxito, bienestar y
creación de nuevas ventajas competitivas.
Para lograr una eficaz toma de decisiones los gerentes deben entender la
estrategia, técnica y el procedimiento a utilizar para su aplicación. Esto sin olvidar
los problemas habituales que se relacionan con este proceso para poder
evitarlos. Debe cuidar la objetividad, interpretación y transmisión de la
información que se vaya a tomar. Siempre existirán ciertos riesgos, pero es labor
de cada gerente o decisor el tener el valor de aceptar y asumir la responsabilidad
de una decisión, en caso de un fracaso.
Una buena toma de decisiones dependerá de la capacidad, formación, criterio
y experiencia del gerente, la elección y combinación de los elementos que este
considere al momento de decidir.

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Referencias Bibliográficas
Amaya, J. (2.009). Toma de decisiones gerenciales, métodos cuantitativos para la
administración. Bogotá: Segunda Edición, Ecoe Ediciones Pag.160.
Dichter, E. ¿Es usted un buen gerente? Editorial McGraw Hill. Latinoamérica. S.A.
Eppen, G. y Gould, F. (2.000). Investigación de operaciones en la ciencia
administrativa. Prentice Hall. México. Quinta Edición.
Gómez, G. Planeación y organización de empresa. Octava Edición. McGraw Hill
México.
Moody, P. Toma de decisiones gerenciales. Editorial McGraw Hill. Latinoamérica.
S.A.
Murdicck, R. Sistemas de información administrativa. Editorial Prentice-Hall.
Hispanoamérica, s.a. México.

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