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Grupo 1

ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA INTEGRACIÓN REGIONAL DE CENTRO AMÉRICA

La integración en América Latina ha evolucionado en forma dinámica desde mil novecientos


sesenta, bajo la producción y el cambio que pueden crecer en mayor medida si se usan
economías de escala, con la unión de los mercados centroamericanos.
Se ha impuesto la creencia de que los países no pueden rezagarse en las tendencias de
Globalización Económica y que los beneficios del comercio exterior pueden distribuirse
equitativamente entre los países participantes. Este argumento justifica en gran medida la
tendencia generalizada en América Latina, de realizar acuerdos bilaterales y multilaterales que
dinamicen el flujo de comercio y de capitales entre los países del continente, con miras a la
creación de una zona de libre comercio que vaya desde Alaska hasta la Patagonia.

Desde la Independencia de Centro América por periodos.

El proceso de integración centroamericano adquiere importancia por su ubicación estratégica


frente a los mercados del Norte y Suramérica. El proceso de integración en Centroamérica, tuvo
como antecedente, desde el siglo pasado, la conformación de las denominadas Provincias Unidas
de Centroamérica, en 1821, a través de la cual los 5 países de Centroamérica, se unieron
después de la independencia de España y la fallida unión a México. Desgraciadamente, la
organización federal propuesta para la unión de provincias, no logró consolidar el poder, de
manera coherente, y terminó desapareciendo, ante la deserción de las autoridades locales de los
Estados.
En los años siguientes, varios intentos de reunificación se produjeron sin resultados positivos,
incluyendo el ensayo de Francisco Morazán, quien, desde Costa Rica inició una campaña por la
reunificación, que ha sido calificada de forzada y violenta, lo cual le costó la muerte por
fusilamiento, en 1842.
En 1847, la amenaza extranjera en territorio de Nicaragua, motivó un intento más por la unión de
los países, con un gobierno provisional, cuyo objeto fundamental sería el de "prestarse
recíprocamente auxilio para la conservación de su independencia y soberanía y
consecuentemente a auxiliarse mutuamente para conservar las formas de gobierno popular y
representativo".
Como nace la Federación
El proceso de integración económica y comercial en Centroamérica, nació con objetivos muy
ambiciosos en términos de intercambio comercial, social y cultural, ha experimentado graves
problemas a lo largo de su historia. La crisis de la subregión centroamericana en la década del 80,
hacía pensar que el proceso se dirigiría hacía el fracaso, ya que no se daban las condiciones
económicas ni políticas que permitieran vislumbrar su continuidad. Después de terminados los
procesos de estabilización y reforma estructural propuestos por las agencias multilaterales, está
claro que los países de la Subregión tienen voluntad política para llevar el proceso de integración
hacia etapas más avanzadas, involucrando no solo el intercambio comercial y facilidades para el
flujo de capitales, sino también temas como la armonización de políticas comerciales y
macroeconómicas, y la consolidación de la democracia
Primera etapa (1961-1980): Creación del Mercado Común Centroamericano.

Antes de constituirse el Mercado Común Centroamericano, entre Costa Rica, Honduras,


Nicaragua, El Salvador y Guatemala, la subregión venía intentando la integración a través de
acuerdos bilaterales, que proporcionaran las primeras experiencias formales.
Desde 1951 se venía configurando el denominado Programa Centroamericano de Integración, con
el apoyo de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL), a fin de promover
la integración gradual y progresiva de las economías de los países del Istmo y la coordinación de
los programas de desarrollo económico.
Diez años más tarde, el 4 de junio de 1961 se firmó el tratado General de Integración Económica
Centroamericana, con el cual se validó el Mercado Común Centroamericano, involucrando a los
países mencionados en un proyecto de integración con aspiraciones no solo económicas sino
también políticas, ya que gracias a la influencia de la CEPAL, los programas comerciales e
industriales (al mejor estilo de planificación de la entidad), incluían la coordinación de las políticas
de desarrollo de cada uno de los países.

Segunda Etapa (1981-1990): Crisis de la integración centroamericana


Es bien conocida la crisis que afectó la economía mundial en la década del ochenta, por lo que
aquí solo se mencionarán los aspectos más relevantes para la crisis de la subregión
centroamericana. Entre dichos aspectos están los de la inflación mundial, la devaluación del dólar
y la crisis de la deuda externa latinoamericana, gracias a la continuidad que tuvo la Secretaría
Permanente (SIECA), se dieron algunas iniciativas desde este organismo para lograr la
reactivación de la integración. En 1984 se realizó un estudio de la situación, con la colaboración
de la CEPAL, y se llegó a la conclusión de que los problemas del mercado común requerían
acciones en el campo político, especialmente en lo que se refería a los aspectos institucionales de
la integración.

Tercera Etapa (1990-1998):

La década de los noventa ha representado, para los países centroamericanos, el logro de las
metas de estabilización económica y reforma estructural. Las medidas de estabilización que
empezaron a ser aplicadas hacia finales de la década anterior, tenían como finalidad reducir y
eliminar los desequilibrios más evidentes, mientras que el ajuste tenía como propósito modificar la
estructura económica, eliminando de una vez por todas las deficiencias más notorias del sistema
económico, tales como la inflación y el débil crecimiento. En términos concretos, se logró reducir la
inflación de la subregión significativamente. En conjunto, hasta 1990 la inflación de la subregión
era bastante alta por la influencia que ejercía la altísima variación de precios en Nicaragua.
Después de 1995 la inflación de la subregión oscila en torno al 13% y la mayoría de naciones ha
reducido el déficit público, de manera importante.

Integración de países Centroamericanos

Los esfuerzos de los países miembros del Mercado Común Centroamericano, están dirigidos
hacia la conformación de la Comunidad Económica Centroamericana (CEC), la cual implica libre
movimiento de bienes y servicios, factores y la correspondiente armonización de políticas.
Estabilización macroeconómica y armonización de políticas, Perfeccionamiento de la zona de libre
comercio centroamericana, Arancel externo común, Modernización de las aduanas, Mejoramiento
de la Infraestructura, Atracción de Inversiones, Aseguramiento del Financiamiento, Coordinación
de una política conjunta de relaciones comerciales externas

Para llegar al actual esquema de integración, los países de Centroamérica han tenido que sortear
una gran cantidad de obstáculos en todos los órdenes, y sobretodo han visto sus expectativas de
integración aplazadas a través del tiempo, por diversas razones.

Sistemas de Integración Económica

SICA Sistema de Integración Centroamericana organismo internacional creado por los Estados de
las Repúblicas de El Salvador, Honduras, Nicaragua, Guatemala, Costa Rica y Panamá, en
octubre del año 1,951 El sistema de Integración Centroamericana, se inicia en la reunión de los
Ministros de Gobernación de los países centroamericanos, para su organización se tomó en
cuenta algunos hechos históricos dados en la línea de integrar a la región como lo fue la
Federación Centroamericana, siempre con el interés de encontrar solución a los problemas que se
tienen como lo es la crisis política y los conflictos, sociales, económicos derivados de las malas
políticas de Gobierno. El objetivo fundamental, de la integración de Centroamérica, es poder
constituirla el territorio centroamericano en una región de Paz, Libertad, Democracia y Desarrollo,
sustentada firmemente en el respeto, tutela y promoción de los derechos humanos, a través de la
existencia de regímenes de gobiernos democráticos.

INTENTOS DE INTEGRACIÓN

En la primera generación de acuerdos de integración de los años sesenta, el ámbito de los


acuerdos se refería fundamentalmente al comercio de bienes y por ello las negociaciones se
centraban preferentemente en los aranceles, listas de excepción, salvaguardias etc.
En algunos casos se trató de avanzar a la programación sectorial para asignar concertadamente
una actividad económica a un país determinado, pero en la realidad ello no avanzó como se
esperaba. La constitución de instituciones comunitarias (Parlamentos, Cortes de Justicia, Fondos
de Reservas, Consejos Laborales y empresariales) tuvo poca eficacia en razón del lento desarrollo
del proceso de integración, de la escasa voluntad política de conceder espacios decisorios de
participación a los actores sociales o debido al rechazo a cualquier cesión de soberanía, necesaria
si se desea que los procesos comunitarios avancen.
En los años ochenta se reactivan las negociaciones de acuerdos subregionales (Nafta, Mercosur,
Grupo de los Tres), pero la agenda de negociaciones se ha ampliado y además de los temas
referidos al comercio, surgen nuevos temas en la agenda: a) Tratamiento al capital internacional,
orientado a facilitar las inversiones y el flujo de capitales sin limitaciones ni controles.
b) Protección a la propiedad intelectual, asegurando el reconocimiento de las patentes y el
adecuado pago de regalías por su utilización.
C. Definición de normas de origen que aseguren un componente nacional en los bienes que van a
beneficiarse del espacio económico ampliado.
D. Apertura de las compras estatales a los oferentes extranjeros eliminando el privilegio a los
proveedores locales.

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