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“Me has tratado como a una persona.”
Trabajaba como responsable de una tienda de ropa. Ese día estaba ayudando a una cliente a probarse
el corset que llevaría en su boda. Se dio la vuelta entre lágrimas y me dirigió esas palabras.
También tenía una talla superior a lo aceptable según nuestra sociedad. Esto la dejaba fuera de juego:
la habían despreciado en tiendas de ropa, incluso amigos y familiares… Pensaba que la lencería sexy y
delicada estaba fuera de su alcance. Su entorno se lo recordaba de forma constante.
De repente, algo cambió: llegó a un lugar donde no la trataron como una simple talla. Y consiguió
aquello que tanto deseaba: vestirse a su gusto para la esperada boda.
Te estarás preguntando a cuento de qué vengo con esta historia. Cuál es la moraleja.
Tampoco quiero que tus potenciales clientes se echen a llorar. O que esto se convierta en una
telenovela.
Pero estoy segura de que sí quieres conectar con ellos, saltar muros y barreras.
Para entablar una relación con esos clientes te has esforzado, dando lo mejor de ti: Tienes una página
web profesional con un diseño impecable, atiendes tus redes sociales todos los días, cuidas tus
contenidos (blog, newsletter…).
¿Qué es lo que falta? ¿Por qué no se cumplen tus expectativas y el negocio se estanca?
La novia primeriza que se probaba su corset no dijo “has elegido el conjunto perfecto” ni “gracias por
ofrecerme tanta variedad de modelos”. El probador tampoco la debió seducir. Era un desastre:
pequeño, oscuro y destartalado.
Parece obvio.
Quizás ahora mismo te estás planteando si merece la pena leer esta guía. “Esto ya me lo sé.”
O piensas que el mundo offline no tiene nada que ver con la venta por internet: aquí no siempre ves la
cara de la persona que tienes al otro lado. “No es tan sencillo.”
Es cierto: la red puede ser fría e impersonal. Sin contar el bombardeo constante de información que
existe.
Te distingues y creas un mensaje personal atacando la parte estética. Además, en este terreno puedes
dar rienda suelta a tu creatividad y te encanta. Al fin y al cabo, tus productos y servicios son visuales y
una imagen vale más que 1000 palabras.
¿Seguro?
Hace unos meses fui con unos amigos a visitar un centro de exposiciones de arte contemporáneo. Nos
detuvimos un buen rato delante de un cuadro que llamó nuestra atención. La de todos.
Colores intensos y oscuros, trazos gruesos y marcados. Las líneas y figuras se cruzaban y llenaban
toda la superficie, apenas quedaban espacios en blanco.
Es divertido ver como cada uno
tiene su propia interpretación de un
mismo cuadro o instalación.
¿Crees que te interesa dejar al azar la impresión que das a tus potenciales clientes cuando entran a tu
web?
Está claro que el ejemplo que te pongo es drástico. Pero entiendes por dónde voy…
Es poderoso. Al igual que el SEO y otros detalles que estarás cuidando en tu web o publicaciones.
Seguirá cojeando hasta que no la repares. Poner un papelito debajo de las otras patas solo es un
remedio temporal.
Nadie quiere comer encima de una mesa que es inestable. Da mala impresión y sientes que se va a
caer todo lo que pongas encima.
Como tú, que no sabes cómo comunicar el valor de tus productos o servicios para que aumenten las
ventas. Te agotas y la creatividad deja de fluir, no puedes centrarte en lo que de veras te apasiona.
Acabas cansado/a y desmoralizado/a, tras dar muchos palos de ciego probando estrategias de
marketing diversas.
Como yo: Tras abandonar la carrera, perder mi salud y sufrir 8 años y medio de trabajos desastrosos
por cuenta ajena, me lancé por cuenta propia a un mundo nuevo y desconocido.
Vagaba perdida sin saber qué comunicar en internet, a quién dirigirme o qué acciones tomar para
dedicarme a lo que realmente me apasionaba: vender de forma honesta y escribir.
Pero eso es otra historia que te contaré más adelante en nuestro canal secreto por email 😉.
Tú, yo, tus clientes... tenemos algo en común: queremos lograr objetivos que nos acerquen a nuestros
sueños, pero encontramos dificultades por el camino.
A veces, son grandes obstáculos que no sabemos cómo sortear y nos bloquean. Nos crean miedo e
inseguridad. Si no conseguimos superarlos, nos hacen abandonar.
Todo esto está muy bien. Ya veo por dónde vas, Débora.
Pero yo no sé cómo solucionar los problemas de mis clientes a ese nivel. O me atasco al comunicarlo
en mis textos. Esa tarea me viene grande, no sé ni por dónde empezar. Encima el marketing me da una
pereza terrible.
Tranquilo/a.
No te voy a aburrir con teoría ni a saturar con palabrerías. Tanto en lo personal como en lo
profesional, siempre he ido a contracorriente. Huyendo de tecnicismos, guiones y protocolos.
Esta guía de copywriting para creadores está dividida en 4 pasos. Apoyados en 4 ejercicios para
plasmar en el mundo real la teoría en 7 días.
Desde el insignificante planeta Tierra, pondrás rumbo hacia la órbita de destino perfecta para tu
negocio creativo. Una vez allí, conquistarás tu propio planeta y lo poblarás de clientes con los que
conectes al 100%.
Yo reconozco que soy una friki de la ambientación espacial, la ciencia ficción y las expediciones a otros
planetas.
Pero, sobre todo, he usado esta historia para que te diviertas. Mientras aprendes de forma eficaz a
crear mensajes que capten a los clientes indicados y disparen el crecimiento de tu proyecto.
Divertirse y dejar volar la imaginación es necesario. Y sé que contigo me puedo tomar esa licencia,
creador o creadora 😉.
Al confiar en el poder del copywriting y tomar la decisión de mejorar tus mensajes de venta, ya has
dado el primer paso en esta aventura. No hay vuelta atrás.
Es normal que te sientas desmoralizado/a al buscar tu lugar, al posicionarte como profesional o ubicar
tu tienda y productos entre la alta competencia.
Hasta el buscador de Google y sus algoritmos han “cambiado el chip”. Hasta los grandes SEOs (los
profesionales que se dedican a mejorar tu posición en los resultados de búsqueda online) lo han visto
venir.
Seguro que lo has escuchado más de una vez: Encuentra a tu cliente ideal, tu nicho de mercado, el
“buyer persona”.
Incluso puede que hayas hecho el clásico ejercicio. Te preguntaste: ¿A quién me dirijo, a quién estoy
vendiendo mis productos y/o servicios?
No está mal. Has llegado más lejos que la mayoría. Que responde: me dirijo a los que me compran.
Pero cuando escribes los textos en tu web, redes sociales, correos… ¿estas descripciones te solucionan
la vida?
No demasiado, ¿verdad?
Te sigue costando horrores encontrar las palabras adecuadas. Acabas generalizando y hablando para
todo el mundo. Y hablar para todos es como hablarle a la pared.
Necesitas definir detalle a detalle cómo son esas personas que estarán encantadas de formar parte de
tu proyecto y comprar tus creaciones.
Y no solo cómo son. También cuáles son sus aspiraciones, sentimientos y circunstancias.
¿Y esto cómo lo hago? ¿De dónde saco toda esa información? Porque no me la voy a inventar.
Posiblemente la tengas delante. No en vano se dice que la mejor manera de esconder algo es dejarlo a
la vista.
Revisa las opiniones que has recibido por parte de clientes sobre tus productos y servicios, lo que
comentan en tu blog o publicaciones, qué dicen en los correos cuando te escriben… Seguro que ahí
tienes material de sobra.
Y, si no, pregúntales.
Especialmente a los que te compran y aquellos con los que trabajas a gusto. Los más afines, esos con
los que todo fluye. Sabes a qué tipo de cliente me refiero.
Fuera también encontrarás datos: en páginas web que ofrezcan servicios o productos similares, blogs
concurridos de tu temática, grupos en Facebook, foros de preguntas y respuestas… Google todo lo
sabe. Y, ahora, tú también.
Ponte en la piel de esa persona y analiza su mundo. En qué se gasta el dinero, cuáles son sus aficiones,
qué medio de vida lleva (trabajo, estado sentimental, familia, amistades…). Consigue toda la
información posible.
Y, lo más importante: en qué situación se encuentra con respecto a sus aspiraciones y qué obstáculos
ha encontrado en el camino.
Hay una manera de realizar esta tarea de forma visual, divertida… y dando rienda suelta a tu
creatividad.
Si acabas de unirte a nuestro canal secreto de comunicación por email, mañana la vas a descubrir en
tu bandeja de entrada. En caso contrario (si vas “retrasado/a” con el mini curso), el email con la
primera hoja de trabajo ya te está esperando 😉.
Una vez que has fijado tu órbita de destino, conociendo a las personas que valorarán tu trabajo,
empieza la aventura de verdad.
El siguiente hito en tu viaje espacial es aprovechar a tope todos tus recursos. Conocer a fondo el
potencial de tu negocio.
De esta forma, la competencia dejará de ser un problema serio y verás a los demás como
colaboradores y no como adversarios 😉.
DÍA 3
Tras dos días intensos trazando tu ruta, ya sabes en qué órbita están esas personas a las que quieres
cautivar.
Debes elegir tu propio planeta. No vas a conquistar uno que ya haya sido colonizado.
Pensarás que, incluso conociendo bien tu órbita de destino (a los clientes que quieres “atacar”), no es
suficiente.
Que otros se te han adelantado. Y ya poseen productos y servicios similares a los tuyos.
Llevas razón.
Solo tienes que comunicar esa identidad original a tus potenciales clientes.
Elegir y conocer a las personas que comprarán tus soluciones ya te desmarca del resto. Pero ahora
toca hacer un ejercicio de autoconocimiento.
Tus productos y servicios son el planeta que has elegido para desarrollar tu actividad profesional.
Si has sabido situarte correctamente (conociendo la órbita de destino: tus clientes), solo falta destacar
tus características originales para atraer a esas personas.
Quizás mires a los demás y pienses: aquel tiene minerales, este una vegetación fértil, el de allí agua
para alimentar la vida, etc.
A medida que vayas practicando ese ejercicio de conocerte a ti y a tu oferta, más fácil será ver tus
puntos fuertes. Esos que te hacen irrepetible como emprendedor o profesional.
Describe el proceso. Desde que la materia prima llega a tus manos hasta que creas el producto final.
A los seres humanos nos gusta ver lo que hay detrás, entre bambalinas. Somos curiosos por
naturaleza.
Y ese proceso es algo completamente personal e intransferible. Puede que intenten copiarte, pero ellos
no tienen tu mente y tus manos.
Ganarás más de lo que puedes perder. Sobre todo, confianza y empatía con tus potenciales clientes.
Tu poder para conectar con ellos se duplicará.
No pienses que, por ser un profesional freelance, tu creatividad deja de tener valor. Que los servicios
son más “aburridos”.
Tienes una manera única de crear. Aunque te adaptes a las necesidades de tus clientes, el producto
final siempre llevará parte de ti. Tu toque personal.
Por eso es importante la especialización. Hay formatos, diseños, procedimientos… Que encajan más
contigo que otros. Que te resultan naturales.
Analiza todos estos puntos diferenciadores y anótalos.
Después (ahora sí), compárate con profesionales o emprendedores que ofrezcan soluciones similares a
las tuyas. O que se muevan en tu mismo sector.
(A no ser que te hayas leído la guía del tirón, entonces tendrás que esperar al DÍA 3. No me hagas
trampas. :P).
Ya has dado el primer y segundo paso:
2) Identificar tus puntos fuertes, que te diferencian de la competencia (tus recursos planetarios).
El siguiente paso es relacionar la información que has recogido en estos dos ejercicios.
Relacionar los problemas, miedos, necesidades, aficiones de tus clientes… con tus soluciones originales.
Durante los 8 años y medio que trabajé como comercial por cuenta ajena, escuché frases de todo tipo.
Algunas ideas que se repetían eran: Vende el producto a todos, sea como sea el producto o el cliente.
Crea una necesidad. Vende humo si es necesario.
No necesitas “crear” una necesidad en la mente de tus potenciales clientes. Ya no solo porque es
deshonesto. También porque no es efectivo.
La venta no es algo sucio como te han hecho pensar esos a los que yo llamo “vendedores de
enciclopedias”. Ese tipo de personas no saben (y tampoco quieren) hacer marketing del bueno: de
calidad, profesional y transparente.
Relacionar lo que tus clientes ya están buscando o necesitan (pero no conocen) con lo que tú ofreces
de la manera apropiada.
Digo fácil entre comillas porque esta vía es laboriosa, no te voy a engañar. Pero es la correcta para
conquistar a las personas que te comprarán y repetirán. Que valorarán tu trabajo.
Tranquilo/a.
Si vas al ritmo adecuado y ya es el DÍA 5, tendrás en el correo electrónico la siguiente hoja de trabajo
esperándote.
Para terminar, te has equipado de beneficios, tras relacionar las necesidades de tus clientes ideales con
tus soluciones únicas.
Ya estarás deseando plasmar lo que has aprendido en tus textos. Hacer cambios en tu web, tienda
online, redes sociales, campaña de email marketing…
Y precipitarte.
Sé que todavía tendrás algunas incógnitas. Y que no eres un copywriter profesional. Quizás hasta
odies escribir.
No te preocupes: te he preparado una última hoja de trabajo. La tarea final para crear mensajes
irresistibles.
¿Ya es DÍA 6?
Cuando termines con esta tarea final, estarás listo/a para el aterrizaje. Y te estaré esperando en el
siguiente capítulo para iniciar la cuenta atrás 😉.
DÍA 7
Del aterrizaje.
Estás preparado/a para atraer clientes con mensajes convincentes hacia tu astro, ese planeta único y
excepcional que son tus productos y servicios.
Seguro que con estos 4 pasos de copywriting evitarás ir a la deriva cuando creas tus textos de venta.
Como creador o creadora, cuántas veces te habrán dicho eso. Que lo que haces es sencillo, no tiene
misterio.
Pero tú sabes que no es lo mismo ver las cosas desde fuera, observando el producto final, que “entre
bambalinas”. Al ponerse manos a la obra, la cosa de complica.
De nada sirve un mapa si no lo llevas al mundo real. Si no estás sobre el terreno, en el lugar,
avanzando.
Por eso has de meter las manos en el barro. Yo ya lo he hecho al escribir esta guía. Tú no puedes ser
menos. 😉
Si has llegado hasta aquí, doy por hecho que has seguido todo el viaje junto a mi y ya estás testeando
tus nuevos mensajes con personas de carne y hueso.
Lo importante es que has pasado a la acción, dando tus primeros pasos para captar clientes valiosos
que hagan crecer tu negocio creativo.
Un consejo: No intentes cambiar todos tus textos de golpe. Tómate tu tiempo para no agobiarte
pensando en lo que te queda por hacer.
Empieza por algo sencillo y que puedas medir de forma instantánea, que ya tengas creado. Un texto
concreto.
Puede ser una serie de publicaciones en redes sociales, un anuncio dentro de tu campaña de Facebook
ADS, un correo en tu cadena de correo para suscriptores, la ficha de uno de tus productos o alguna
sección en tu página de ventas como profesional… Algo pequeñito y directo.
No pierdas de vista el objetivo: Seguir creando. Sin presiones. Disfrutar con tu trabajo.
Ahora sabes cuáles son los pasos que necesitas seguir para que tus mensajes de venta obtengan
resultados. Ya no tienes excusas.
Una vez que hayas puesto en práctica lo aprendido en esta guía, te espero al otro lado.
Cuéntame qué resultados consigues tras aplicar el copywriting y la estrategia a tus mensajes.
Un abrazo
Débora Rodfer