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El medio o commodity especial que llamamos moneda tiene una historia larga e
interesante. Y puesto que somos tan dependientes de nuestro uso de la misma y estamos
tan controlados y motivados por el deseo de tener más o de no perder la que tenemos,
podemos volvernos irracionales al pensar acerca de ella, y fallar en la capacidad de
razonar a su respecto del modo que lo haríamos acerca de una tecnología como la radio,
a ser utilizada más o menos eficientemente.
En la clase de teoría de los juegos que estudian y aplican los economistas, el concepto
de "utilidad" es muy fundamental y esencial. Von Neumann y Morgenstern le dan un
tratamiento notablemente bueno y concienzudo en su libro sobre teoría de los juegos y
comportamiento económico. El concepto de utilidad (matemática) precede, por cierto, al
libro de Von Neumann y Morgenstern. Y por ejemplo, como concepto, la utilidad
matemática puede ser rastreada hasta un paper publicado en 1886 en Pisa por G. B.
Antonelli.
Consideremos una sociedad en la cual la moneda en uso esté sujeta a una rápida e
impredecible tasa de inflación, de modo tal que la moneda que hoy vale 100 podría valer
entre 50 y 10 dentro de un año. ¿Quién querría prestar moneda por un año?
En este contexto, podemos ver cómo la "calidad" de un patrón monetario puede influir
fuertemente en áreas de la economía que involucren financiamiento con créditos de largo
plazo.
"Keynesianos"
Y por cierto, un muy famoso dicho de Keynes fue "... en el largo plazo estaremos todos
muertos..."
Observaciones Históricas
La historia del "patrón oro" es muy interesante. Se la puede rastrear hasta 1717,
cuando Isaac Newton, como "Director de la Casa de la Moneda" en Londres, estableció
que una cantidad standard de oro correspondía al circulante llamado "libra esterlina". Y en
1931 este standard finalmente no pudo sustentarse más, y eso ocurrió en una época en
que el gobierno de Londres se había desplazado políticamente a la izquierda, y también
de restricciones económicas globales.
El dólar estadounidense había sido puesto imitativamente en una relación fija con el
oro, como otros varios circulantes en momentos diversos. Esa relación ya no se sustentó
después de 1933, de manera similar al caso de la libra británica. Y otro circulante
vinculado de modo similar fue el franco suizo. En su caso, la relación standard original con
el oro fue discontinuada en 1936.
Si el "euro" se establece, entonces Roma y París ya no podrán jugar los mismos roles
que en pasado como "perdonadores". Los "perdonadores" nacionales se volverán
inefectivos dentro del área del "euro", salvo que se separen del bloque donde el circulante
es el euro. En su lugar, el perdón dependerá de las acciones de una especie de
"Emperador Romano" en Frankfurt, que podría perdonar en conjunto a todos los
pecadores endeudados en el bloque del euro.
Los habitantes del UK, que en el pasado tuvieron el mejor y más dominante de todos
los circulantes, así como el mayor "imperio" colonial, pueden sentirse tan reluctantes a
aceptar la "pérdida de rango" de aceptar ser regidos por un Emperador Romano
(colectivo) en Frankfurt, que declinen aceptar la membresía en el bloque del euro.
Técnicamente, sería posible que se las arreglaran para tener una moneda propia, de
calidad no menor que la del "euro". (Presumiblemente ésta sería la estrategia suiza.)
Moneda Ideal
Así que la perspectiva de la euro-moneda abre muchas potencialidades interesantes
de juegos de alineamiento. En general, la membresía en un "club social" es deseable sólo
si hay no-miembros. Una buena alianza puede ser reducida a un absurdo si se vuelve
demasiado ampliamente inclusiva. Pero un patrón monetario global podría tener un valor
similar al de las medidas standard, como las del "sistema métrico".
El hecho histórico parece ser que el "patrón oro" fue, en su tiempo, una base que
favorecieo la prosperidad del U.K. y de otros estados como los EEUU y Suiza que
adoptaron el concepto del standard. Pero actualmente pocos propondrían un retorno al
uso simple del metal oro como standard. Se pueden mencionar varios factores: (1) el
costo de la extracción del oro efectivamente depende de la tecnología. Técnicas recientes
de leaching con cianuro han vuelto a hacer posible la extracción provechosa de oro en
sitios antes abandonados de los EEUU, así que ahora los EEUU son un gran productor.
Pero la impredecibilidad del costo es un factor negativo. (2) La ubicación de potenciales
minas de oro puede no ser "políticamente atractiva" por lo que podría parecer indeseable
tomar la decisión política de aumentar la importancia económica de esas áreas en
particular. (3) Hay cierta disposición psicológica negativa alrededor del oro, así que aún si
fuera la elección más lógica, después de todo, la impopularidad de la idea podría ser muy
obstructiva.
A nosotros, en la Tierra, se nos podría decir cómo tener sistemas monetarios ideales, si
hubiera extra-terrestres inteligentes y benévolos que nos "tomaran a su cargo" y
administrasen nuestros sistemas monetarios nacionales de manera análoga a como los
británicos administraban recientemente el circulante de Hong Kong.
En la mayor parte de los estados con una "economía avanzada" hay estadísticas
preparadas por las autoridades, comparables con el "índice de precios al consumidor" de
los EEUU. (En los EEUU., esta estadística se remonta a los tiempos en que el dólar era
un circulante patrón oro.) A medida que la inflación se ha vuelto un fenómeno más
standard y esperado, el IPC ha sido utilizado e interpretado como la medida más realista y
práctica de la tasa real de inflación. Cuando está en el 2% o 3%, actualmente es de buen
tono que los comentaristas económicos y financieros digan que "la inflación no es un
problema" o que "la inflación está bajo control". Esto involucra por supuesto cierto tipo de
psicología. A lo largo de la duración esperada actual de la vida humana, de 70 años, una
unidad de circulante del valor del momento del nacimiento de una persona valdría más de
4 unidades del valor al momento de la muerte de esa persona.
Un Standard de Valor no-Político
Una posible base no-política para un standard de valor para la moneda sería una
buena estadística "IPCI" - sigla que refiere a "índice de precios de consumo industrial". El
mismo podría ser calculado a partir de los precios internacionales de las commodities,
como el cobre, plata, tungsteno, etc. empleadas en las actividades industriales.
Otro costo básico que podría ser utilizado sería un costo standard de transporte, el
costo de despachar una cantidad unitaria de algo a través de largas distancias
internacionales.
Así que parece que un índice IPCI como el descripto podría ser calculado de un modo
esencialmente "científico", una vez tomadas algunas decisiones prácticas iniciales. Y este
standard, como base para la estandarización del valor de la unidad internacional de
moneda, eliminaría, allí donde fuera utilizado, los roles políticos de los "grandes
perdonadores", las autoridades del estado que pueden disculpar las deudas de los
deudores incluyendo, en particular, las de ellos mismos. (la "deuda nacional" de un estado
puede, en principio, ser "trivializada" por una cantidad suficiente de inflación.)
Índices Refinados
Por ejemplo, los precios del cobre y del niquel podrían muy bien representar, sobre
largos períodos de tiempo, los costos reales de la producción industrial, y los precios de la
plata y el oro podrían tender a variar, comparativamente, mucho más "suavemente" que
los de los metales básicos. Se puede construir un índice de precios, basado en
"promedios móviles", que tuviera la suavidad de evolución de los precios del oro y la plata
y aún así, a lo largo de largos períodos de tiempo, siguiera básicamente los valores de los
metales básicos. Esto se podría lograr calculando un "promedio móvil" del índice de
metales básicos computado asignándoles precio módulo el índice de los metales
preciosos.
Así que empleando este enfoque puede evitarse la tentación de incluir cosas que
parezcan inadecuadas, sólo para obtener estabilidad o suavidad.
Y por supuesto el principio fundamental sigue siendo que si existió una base política
para los cambios en un índice standard, no es improbable que aparezca alguna forma de
"corrupción". Esto es comparable con la cuestión planteada recientemente en los EEUU,
donde ciertos intereses querían devaluar el IPC original calculado por el Departamento de
Trabajo para tener más dinero disponible en el presupuesto federal para reducir
impuestos o para otros propósitos, dándole menos a los beneficiarios de la Seguridad
Social.
Pero sólo para mejorar las condiciones bajo las cuales se hacen los acuerdos de
otorgamiento y toma de préstamos a largo plazo, una moneda sería más o menos
equivalentemente buena si tuviera una tasa de inflación completamente estable y
constante. Luego esta tasa de inflación podría ser agregada a todos los contratos de
otorgamiento y toma de préstamos. Así que el problema de una moneda "DEMASIADO
BUENA" es evitable.
La tendencia de largo plazo del valor de cualquier índice of precios dependerá, a veces
predeciblemente, de la elección de la composición de ese índice. La naturaleza inherente
a la minería y la tecnología minera hacen posible que los precios de ciertos commodities
producidos como resultado de la dedicación de trabajo y capital al esfuerzo minero
aumenten menos (o decrezcan más) de lo que podría esperarse. Hay una "paradoja de la
dimensión", los productos agrícolas se producen empleando el recurso bi-dimensional de
la superficie de la tierra, así que la "frontera" crea una limitación. Pero en contraste cierta
minería, en particular la de metales elementales, es esencialmente capaz de operar en 3
dimensiones, aunque por supuesto hay costos crecientes al profundizar la excavación. Así
que en realidad hay montones y montones de oro, plata, platino, tungsteno, etc. ahí
afuera, y se puede encontrar más cavando más hondo.
Luego, se puede elegir un índice tal que su valor no suba como, digamos, el de un
"Rembrandt típico" o como la proporción de la población humana a la superficie total de la
Tierra. Si la tendencia de valor de una moneda es tal que una tasa de interés natural no
es negativa, entonces no es tarea inatractiva para la autoridad monetaria central emitir el
circulante físico que debería circular. Luego, el emisor del circulante estaría parcialmente
en la posición de un tomador de crédito que no paga interés por el dinero.
El texto que antecede deriva originalmente de mis apuntes para las lecturas dadas en
diversas locaciones de la "European School of Economics" en Italia durante Octubre de
1997. Luego de ellas, tras consultas en la facultad de economía de Princeton, me enteré
del trabajo y publicaciones de Friedrich Hayek. Debo decir que mi pensamiento parece ser
totalmente paralelo al suyo en relación con la moneda y en particular con respecto al
punto de vista no típico en relación con las funciones de las autoridades que han sido
fuentes de circulante en los últimos tiempos (antes "acuñadoras").