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Según la Direccion General de Servicio Civil de Costa Rica: La microelectrónica es la

aplicación de la ingeniería electrónica a componentes y circuitos de dimensiones muy


pequeñas, microscópicas y hasta de nivel molecular para producir dispositivos y equipos
electrónicos de dimensiones reducidas, pero altamente funcionales. [1]

Según Tomas Santamaria: La palabra «microelectrónica» alude a la «electrónica» en


tamaño «micro», es decir, a la configuración miniaturizada de los circuitos electrónicos.
La finalidad de la microelectrónica es configurar un circuito digital específico en el
interior de un circuito integrado (es decir, «insertar nuestro diseño en un integrado») y los
circuitos integrados programables ofrecen una posibilidad de realizar este objetivo. [2]

Según Luis Cortes: Se puede afirmar que la microelectrónica es la piedra angular de las
tecnologías informáticas que penetran cada aspecto de la vida contemporánea. A su vez,
estas tecnologías de computación y comunicaciones son la base de desarrollos tales como:
automatización, conservación de energía y control de la polución de fábricas, automóviles
y hogares; supercomputadores para aplicaciones desde la predicción del clima hasta
investigación en vastas áreas; nuevas posibilidades en servicios financieros; nuevos
medios de almacenamiento de audio y vídeo; sistemas telefónicos y de televisión
avanzados; y sistemas militares de defensa entre otros. [3]

Definición propia:

La tecnología que permite pasar de fabricar circuitos integrados con unos pocos
transistores en 1958 a circuitos con 4.500 transistores en 1974, es la microelectrónica. La
microelectrónica es el conjunto de conocimientos, aspectos, tecnologías, tendencias,
técnicas, productos, etc., que persiguen la miniaturización de la Electrónica, hablando en
la escala de los micrómetros, tratando de obtener sistemas robustos y confiables en estas
escalas de medida.

IMPORTANCIA

El último medio siglo se ha definido como la época de los plásticos (polímeros), pero
también como la de los semiconductores y la microelectrónica. Pues bien, la
superposición de ambas áreas será, con toda probabilidad, uno de los soportes básicos
sobre los que se asiente la tecnología más avanzada del siglo XXI. [4]
El crecimiento exponencial que predijo Gordon Moore así como su pervivencia a lo largo
del tiempo, se pueden comprobar fácilmente representando la complejidad en número de
transistores de los procesadores diseñados por Intel desde el 4004. Desde 1971 la
complejidad de los microprocesadores se duplica cada dos años llegando a los 1.900
millones de transistores en la actualidad 22. La Ley de Moore es una ley empírica,
deducida de la observación. No hay ninguna causa física o tecnológica que la provoque
y, sin embargo, se ha mantenido inalterable desde el momento en el que fue comprobada
hace más de 50 años. Es una ley que se sustenta exclusivamente en la voluntad humana.
Se trata, por lo tanto, de una ley auto-cumplida. Una voluntad que surge de la posibilidad
de acceder al mercado con productos cada vez más potentes, más económicos y más
competitivos, provocando una carrera en la que ninguna empresa ni quiere ni puede
quedarse atrás. Una evolución tecnológica que abre la puerta a nuevos productos y
convierte en obsoletos los existentes.

Cada vez que compramos un producto electrónico sabemos que en un plazo de dos, tres,
como mucho cuatro años, lo vamos a tener que renovar. No porque se haya estropeado,
sino porque se ha quedado obsoleto. Y esto es así porque en este plazo surgen productos
con un mejor precio y una funcionalidad mejorada. En muchos casos las nuevas
aplicaciones ya no se ejecutan satisfactoriamente en los productos anteriores. Dada la
influencia múltiple que la Electrónica tiene en el mundo actual, esta evolución
exponencial afecta a todos los sectores económicos. Es la tecnología microelectrónica la
que está detrás de esa sensación de ritmo acelerado, de evolución continua que venimos
experimentando desde finales del siglo pasado. No ha existido nunca en la historia de la
humanidad una tecnología que haya evolucionado ni tanto, ni en tan breve espacio de
tiempo. El motor de explosión, como símbolo de la 2ª Revolución Industrial ha ido
mejorando significativamente desde su invención durante la segunda mitad del siglo XIX,
pero ni de lejos, con el avance espectacular experimentado por la microelectrónica. [5]

La moderna era de la electrónica ha constituido el punto de partida de una segunda


revolución industrial ... Sus efectos sobre la sociedad podrían resultar de un alcance aún
mucho mayor que los de la primera revolución industrial". [6]

Mientras los circuitos continúan encogiéndose y empiezan a notarse limitaciones en su


estructura física, las herramientas de diseño son cada vez más poderosas y, en
consecuencia, la flexibilidad del diseño crece rápidamente. En el pasado, los usuarios
habían estado limitados a construir sistemas con los estándares y otros componentes.
Ahora, los complejos sistemas de diseño, junto con las capacidades avanzadas de
manufactura, les permiten a los usuarios diseñar chips para la realización de tareas
específicas. Como las capacidades de las herramientas de diseño y de las redes que las
comunican se expanden, un ingeniero podrá diseñar un el para una necesidad específica
desde una estación de trabajo, transmitir su diseño a la foundry de silicio, y recibir el chip
en muy corto tiempo y con bajo costo. Este nivel de flexibilidad podría abrir las puertas
para un nuevo género de capacidades electrónicas. Adicionalmente, los diseñadores han
mejorado notablemente las arquitecturas de los sistemas, lo cual, junto con los progresos
en procesos de fabricación, ha permitido el desarrollo de circuitos microelectrónicos con
altísimos niveles de desempeño. [3]

BIBLIOGRAFÍA

[1 «Direccion general de servicio civil,» 27 Octubre 2017. [En línea]. Available:


] http://www.dgsc.go.cr/sitio1/clase_docente/Especialidades%20Docentes/Microelect
ronica.pdf.

[2 T. P. Santamaría, «Departamento de Ingenieria Y Comunicaciones de la


] universidad de Zaragoza,» Julio 2007. [En línea]. Available:
http://diec.unizar.es/~tpollan/.

[3 L. A. Cortés, «Presente y futuro de la microelectrónica,» Revista Ingenieria e


] Investigación, nº 41, pp. 64-67, 1998.

[4 C. T. Torres, Nanoquímica y nanotecnología: nuevos materiales, polímeros y


] máquinas moleculares, Madrid: Fundación General de la Universidad Autónoma de
Madrid,, 2009.

[5 B. E. Villar, La revolución electrónica, Cantabria: Editorial de la Universidad de


] Cantabria, 2017.

[6 «"MicroesbUcture Science, Engineering and Technology",,» National Academy of


] Science, 1979.

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