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DOCTRINA 129

LOS DERECHOS HUMANOS Y


LA PENA DE MUERTE*
DR. MIGUEL ÁNGEL CONTRERAS NIETO

Sumario: I. Definición; II. Breve Reseña Histórica; III. Discusiones Doctrinarias;


IV. Reflexiones Filosóficas sobre la Pena de Muerte.

I. DEFINICIÓN para evitar las reacciones de compasión que


pudiera originar la publicidad de la ejecución.
La pena de muerte es la sanción jurídica ca- La legislación de Solón, en cambio, mucho
pital, la más rigurosa de todas, consistente más benévola, restringió notablemente el ca-
en quitar la vida a un condenado mediante tálogo de delitos sancionables con pena
los procedimientos y órganos de ejecución capital, reduciéndolos a los de sacrilegio y
establecidos por el orden jurídico que la ins- profanación, atentados contra el orden políti-
tituye. co y homicidio doloso, la ejecución tenía lugar
por medio del hacha, la cuerda, el despeña-
Por sus caracteres esenciales puede ser defi- miento o la aplicación de veneno.
nida como: Destructiva, en cuanto que al
eliminar de modo radical e inmediato la exis- El Derecho Romano instituyó también la pena
tencia humana, no permite enmienda, de muerte. El delito de traición contra el Es-
reeducación ni resocialización alguna del tado (perduellio), fue quizás el primero en ser
condenado; irreparable, en cuanto su aplica- objeto de aquella sanción. Más tarde, al
ción, en el supuesto de ser injusta, impide toda promulgarse la Ley de las XII Tablas, se re-
posterior reparación; y rígida, toda vez que glamentó la pena capital, estableciéndola
no puede ser graduada, ni condicionada, ni también con relación a los delitos de sedición,
dividida. concusión de árbitros o jueces, atentados con-
tra la vida, profanación de templos y murallas,
II.- BREVE RESEÑA HISTÓRICA. deshonestidad de las vestales, desobediencia
a los mandatos de los augures, homicidio in-
La pena de muerte era aplicada en ocasiones tencional, parricidio, falso testimonio, incendio
en forma discrecional en los pueblos de la intencional, robo nocturno, etc. La aplica-
antigüedad. Entre los egipcios aparejaba, a bilidad de la pena de muerte fue también
la vez que una sanción jurídica, una de ca- reglamentada por leyes posteriores.
rácter religioso.
La pena de muerte adoptó, entre los roma-
Entre los hebreos la pena de muerte era im- nos, diversas modalidades: Se generalizó en
puesta principalmente en los casos de delitos un principio la de despeñamiento, que hizo
de idolatría, homicidio, sodomia, incesto, etc. famosa a la roca Tarpeya, desde la cual se
De un modo general se aplicaban la de lapi- arrojaba a los reos. Más tarde se utilizó la
dación (apedreamiento) y la de decapitación. estrangulación, cuya ejecución tenía lugar en
los calabozos. En tiempos de la república, los
En Esparta, la pena de muerte era utilizada * Ponencia disertada en
cónsules establecieron la decapitación que, el Salón de Usos Múlti-
para reprimir en principio los delitos contra al principio, era aplicable a todo condenado a ples de la Comisión de
el orden público y la seguridad de los indivi- muerte y, más tarde, sólo a los militares. Derechos Humanos del
duos, así las legislaciones de Dracón y de Estado de México, dirigi-
Además de estas formas, se aplicaron oca- da a estudiantes de la
Licurgo la instituían expresamente. Los reos sionalmente la pena de ahogamiento, que Licenciatura en Derecho,
eran generalmente ejecutados por estrangu- consistía en encerrar en un saco al reo y arro-
del Centro Universitario
Didáskalos, el 6 de mayo
lación o por horca, en sus celdas y de noche jarlo al río, y la de azotes, que se ejecuta de 1999.
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flagelando al reo atado a un poste hasta que de la territorialidad estricta de la misma.


dejase de existir. Los esclavos tenían, por lo
general, una específica y conocida forma de En este sistema, la pena de muerte era con-
morir cuando eran condenados a la pena ca- siderada como la consecuencia inevitable de
pital: La crucifixión. Era ésta la sanción más un status jurídico muy especial: El que co-
infamante por cierto. En ocasiones se fijaba rrespondía a la “pérdida de la paz”.
al reo en la cruz y se le abandonaba hasta que
muriese; en otras, se asfixiaba con humo al El privado de la paz a causa de un delito cuya
crucificado, y en otras, las menos, algún sol- gravedad estaba determinada por el orden ju-
dado piadoso quitaba la vida al reo de un rídico de cada feudo, era proscrito y
lanzazo en el pecho. Por respeto a Jesucristo, considerado como enemigo de todos. El ofen-
quien también sufrió dicha condena, el empe- dido o sus parientes ponían frecuentemente
rador Constantino abolió esta forma de pena precio a la vida del ofensor y cualquiera
capital. podía perseguirlo y matarlo a título sancio-
natorio, excepto cuando el proscrito recibía
Con la consolidación de los grupos étnicos el asilo de una iglesia.
germanos y eslavos, cuya invasión a Europa
central y meridional trajo como consecuencia Pero además de esta modalidad de venganza
la caída del imperio romano de Occidente en privada, la pena capital era impuesta en la
el siglo V de nuestra era, se difundió y gene- época también por el poder público. En este
ralizó el principio talional que era aplicado caso la condenación se cumplía en las plazas
desde época inmemorial por casi todos los centrales de las ciudades, frecuentemente por
pueblos de Oriente. decapitación u horca. Los traidores al Estado
y los convictos de cobardía en acciones béli-
La ausencia de un poder político centralizador, cas solían ser ejecutados por inmersión en
como había sido el del imperio, implicaba, en lagunas y fangales.
ese momento histórico, una necesaria descen-
tralización jurisdiccional e, incluso a veces, Paralelamente se difundió, también en la épo-
con el sistema personalista introducido por ca feudal, el sistema composicional, aplicable
los germanos, la disolución misma del poder sólo a los delitos comunes de sangre. Los deu-
jurisdiccional que quedaba, por así decirlo, dos de una víctima de homicidio pactaban con
“delegado” a los propios individuos. Es así el victimario un precio o composión cuyo pago
como la venganza de sangre señala en Euro- liberaba a éste de su sanción y sólo en el caso
pa un período de retroceso en la evolución de no cumplirla el reo era ejecutado.
del Derecho penal y, sobre todo, con relación
a la calificación de los delitos, juzgamiento La reaparición en Europa del Derecho Ro-
de los mismos y aplicación de las penas por mano a partir del siglo XII, produjo una
parte de un órgano estatal. Es el hijo quien sensible transformación en los sistemas pe-
vengará con su propia mano la muerte de su nales de origen germano. Paulatinamente la
padre. Son los derechohabientes o los allega- venganza privada fue cediendo lugar a la apli-
dos a una víctima de homicidio quienes cación exclusiva del poder sancionatorio por
ejecutarán, a su vez, al homicida. La pena de parte del Estado.
muerte transfórmase, así, en una institución
jurídica de aplicación peligrosamente discre- Con la generalización de las guerras religio-
cional. sas, la pena de muerte afloró con un doble
carácter: Jurídico y religioso. El suplicio de
La organización del sistema feudal trajo apa- la hoguera, tan difundido en la época, tuvo
rejada, entre los germanos, la institución de simultáneamente un sentido jurisdiccional-
un régimen penal más estable. El principio de punitivo y, a la vez, expiatorio.
la personalidad de la ley es sustituido por el
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El Fuero Juzgo español instituyó la pena ca- cuentas; a los seductores de mujeres de otros;
pital tanto para “delitos enormes y de a los que cambiaban de sitio mojones
consecuencias funestas” como “para peca- demarcatorios, etc.
dos torpes y afrentosos”. El libro VII, título
IV, ley 7ª del Fuero, prescribió asimismo de Durante la Edad Moderna, la aplicación de
modo expreso la publicidad de la ejecución. la pena capital fue monopolio exclusivo del
Estado en los países europeos.
En los fueros municipales existía gran diver-
sidad de criterios sobre la imposición de la Dos estados se distinguían por su extraordi-
pena de muerte, pues ciertos delitos que en nario rigor sancionatorio: Francia e Inglaterra.
unos municipios eran sancionados con aqué-
lla, en otros quedaban impunes o eran materia La primera llegó a instituir diferentes formas
de composición. de ejecución, como: la decapitación, general-
mente aplicada a los nobles y militares, la
Fueron variados en España los medios de eje- hoguera, comúnmente empleada para los de-
cución. En general se usaba la decapitación litos de herejía, la rueda, la horca, para los
por hacha o la hoguera. Pero se caracteriza- delincuentes comunes y el descuartizamien-
ba Toledo por la lapidación; Salamanca y to, para algunos delincuentes políticos.
Cáceres, por la horca, y Cuenca, por el des- Durante la revolución -con fines piadosos- se
peñamiento. puso en práctica la guillotina a fin de acele-
rar las ejecuciones en masa. Con el tiempo
Las Siete Partidas que instituían también la esta última forma fue la adoptada para todas
pena de muerte para numerosos delitos, uni- las ejecuciones, excepto las relativas a deli-
ficaban la aplicación de medios. Según sus tos políticos y militares.
prescripciones el condenado a muerte debía
ser ejecutado por decapitación con cuchillo o En cuanto a Inglaterra, la pena capital fue
espada, o por la horca u hoguera o por las generalizada a una serie de delitos cuyo catá-
fieras, pero no podía ser apedreado, crucifi- logo oscilaba en función de cada época. En
cado ni despeñado. La ejecución debía ser los casos de delitos de felonía, la pena capital
pública, en el lugar indicado (por el rollo o (frecuentemente la horca) llevaba anexa la de
piedra jurisdiccional) y el cadáver del reo era confiscación de todos los bienes del reo. En
entregado a los parientes o religiosos. los casos de delitos de traición, el reo, des-
pués de ser ahorcado, era descuartizado y se
El mismo principio de las Partidas se aplicó, le aplicaba, además, la pena accesoria de in-
en general, a la legislación de Indias. Pero los famia o envilecimiento de la sangre. Para los
medios de ejecución utilizados por los espa- delitos comunes la sanción capital consistía
ñoles en América excedieron en mucho el en la horca. Y desde la Reforma, los delitos
marco legal. de herejía, sacrilegio y brujería eran penados
con la hoguera.
En las civilizaciones americanas precolom-
binas, la pena de muerte era una Institución Después cuando Samuel Ronully y Roberto
eminentemente jurídico-religiosa. Peel se abocaron a la reforma del derecho
penal inglés, la pena de muerte fue suprimida
Entre los aztecas el rigor sancionatorio era con relación a un número original de aproxi-
de tal magnitud que superaba al Código Dra- madamente doscientos delitos, siendo
coniano. Las más leves faltas y la menor mantenida únicamente para los de traición,
transgresión a ellas eran penadas con la muer- homicidio y su tentativa, rapto, incendio, es-
te, llegándose al extremo de ejecutar a los trago, piratería y asalto con violencia.
hombres que vistiesen con ropas femeninas;
a los tutores que falseaban su rendición de La época contemporánea, con una concepción
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más humanista y notablemente influenciada ira”. Pero la fundamentación de Séneca es


por las ideas de Beccaria y sus continuado- trasladada del plano meramente filosófico al
res, señala el comienzo de la gran polémica plano psicobiológico, ya que los criminales son
doctrinaria en torno a la necesidad y congruen- considerados por este autor como la resultan-
cia social de la institución de la pena de te de un conjunto de anomalías mentales
muerte. Y la polémica, llevada a la esfera le- ideológicas cuya extirpación sólo es posible
gislativa, produjo como consecuencia notables conseguir mediante la muerte. No resulta del
movimientos de revisión de los supuestos fi- todo extraña la argumentación de Séneca a la
losóficos y políticos en que se fundamenta esa que realizó Garófalo en su obra titulada “Contro
institución. la Corrente”, aparecida en Nápoles en 1888.

Como resultado de este proceso muchos es- Por su parte, Santo Tomás de Aquino teorizó
tados contemporáneos han abolido la pena de también sobre el problema, confiriendo al
muerte de su legislación penal ordinaria, con- derecho que el Príncipe tiene para aplicar
servándola sólo con relación a algunos delitos la sanción capital, una fundamentación
de orden político o militar. jusfilosófica y, a la vez, teológica. En su
“Summa Theologicae”, Santo Tomás expre-
Entre los países abolicionistas figuran Italia, só que todo poder correctivo y sancionatorio
Portugal, Rumania, Grecia, Suiza, Bélgica, proviene de Dios, dueño de la vida y de la
Holanda, Noruega, Rusia, Alemania, Luxem- muerte, quien lo delega a la sociedad huma-
burgo, Brasil, Mónaco, Venezuela, Costa na. El poder público puede, pues, como
Rica, Argentina, Uruguay y, recientemente, representante de Dios, imponer toda especie
Inglaterra. de sanciones jurídicas debidamente institui-
das con el objeto de sanear los males sociales
Entre los no abolicionistas se cuentan la ma- y defender la salud de la sociedad misma.
yoría de los países asiáticos, algunos africanos, Decía con un cuestionable espíritu cristiano
Francia, España, Estados Unidos de Améri- que, de la misma manera que es lícito y con-
ca del Norte, Canadá, México, Guatemala, veniente amputar un miembro putrefacto para
Turquía, Chile, Perú, Haití, etc. salvar la salud del resto del cuerpo, lo es tam-
bién eliminar al criminal pervertido mediante
III.- DISCUSIONES DOCTRINARIAS. la pena capital para salvar el resto de la so-
ciedad. La misma orientación es seguida con
La antigüedad no promovió ninguna clase de algunas variantes, por los teólogos españoles
polémica doctrinaria en torno a la licitud y Alfonso de Castro y Francisco de Vittoria.
necesidad de la pena de muerte. Quizás el que
primero teorizó sobre ésta fue Platón, quien la La pena de muerte ha sido admitida, asimis-
admitió y discutió como un medio político para mo, por los sostenedores de la Escuela Clásica
eliminar de la sociedad a un elemento nocivo y del Derecho Natural. Con variantes en sus
pernicioso. La fundamentación de Platón es, argumentaciones, Hugo Groccio, Juan Bodin
desde luego, más filosófica que jurídica. Pues y Samuel Puffendorf coinciden en afirmar la
considera que el delincuente incorregible es un necesidad de esta institución como instrumen-
enfermo anímico incurable y que por serlo to de represión. Es particularmente interesante
constituye el germen de aberraciones y pertur- la fundamentación desarrollada por el último
baciones de otros individuos. Siendo ello así, la de los autores nombrados, quien expresa que
vida no constituye para esta especie de hom- no existe contradicción alguna entre el prin-
bres una situación ideal ni ventajosa, por lo cipio del pacto social y la pena de muerte.
cual la muerte es el único recurso que existe Pues un cuerpo social que se forma y organi-
para solucionar socialmente el problema. La za a través de la unión de una multiplicidad
doctrina Platónica fue en cierto modo, conti- de individuos, tiene una organización, una
nuada por Lucio Anneo Séneca en su obra “De voluntad y un conjunto de necesidades distin-
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tas y, por cierto, superiores al de los indivi- vés de sus enfoques antropológico, psicológi-
duos que lo componen. Es entonces -decía- co y sociológico. Son notables en este sentido
admisible que en función de las necesidades los trabajos de Lombroso, Ferri y Garófalo, y
sociales, como la de defender la vida y la se- no menos interesantes las argumentaciones
guridad de todos los individuos, tenga a veces desarrolladas por Romagnosi con un cierto
que sacrificarse la vida de uno solo de ellos. criterio prevalentemente político-social.

Quien inició la corriente abolicionista de la El estado actual de la discusión doctrinaria


pena de muerte desde un punto de vista doc- permite delimitar dos series contrapuestas de
trinario, fue Beccaria, cuya obra titulada “De argumentaciones en torno a la necesidad so-
los delitos y las penas” alcanzó extraordina- cial de la pena de muerte.
ria difusión. Según este autor, ningún poder
terreno ni ultraterreno puede conceder a un En favor del mantenimiento de la misma se
hombre el derecho de matar a un semejante. formulan las siguientes consideraciones:
Pues la publicidad a veces terrorífica de una
ejecución no produce las saludables conse- 1º Que es una institución de necesidad impe-
cuencias que desde un punto de vista político riosa para lograr el orden y la seguridad
pueden perseguirse con la institución de la sociales, por la tremenda fuerza inhibitoria
pena capital. Incluso, la vanidad o el fanatis- que genera.
mo de muchos criminales se transforma en
una especie de fuerza moral que hace que és- 2º Que es un medio insustituible para elimi-
tos se conduzcan heroicamente frente al nar radicalmente a individuos cuya
patíbulo y adopten actitudes de serenidad y personalidad aberrante no ofrezca posibi-
valentía que generalizan la confusión cuando lidad alguna de readaptación social.
no suscitan la admiración de los espectado-
res. Beccaria admite, sin embargo, dos 3º Que, a pesar de su rigor, evita a los con-
excepciones al principio abolicionista que denados inadaptables los sufrimientos
sostiene: La primera es el caso relativo al pe- físicos y espirituales implicados en una pri-
ligro que implica para la estabilidad de un sión a perpetuidad.
gobierno constituido, la vida de un hombre
que ejerce una profunda influencia política; En favor de la abolición de la pena de muerte
la segunda es la hipótesis en que la elimina- se alega:
ción de un peligroso delincuente sea el único
freno que pueda oponerse al crimen organi- 1º La inviolabilidad de la existencia
zado. Cabe recordar que el propio Beccaria, humana.
siendo consejero de José II, votó por la insti-
tución de la pena de muerte para el delito de 2º La irreparabilidad de los efectos de la
conspiración contra el poder del monarca. sanción en los casos de condenaciones in-
justas.
En los comienzos del siglo XIX el problema
de la congruencia político-jurídica de la pena 3º La rigidez de la pena, es decir, su imposi-
capital se transforma en el objeto de numero- bilidad de ser graduada, condicionada o
sos debates doctrinarios. Mittermaier se dividida.
refirió a esta cuestión en una serie de
monografías en las que expuso sus puntos de IV.- REFLEXIONES FILOSÓFICAS
vista sobre la abolición de la pena de muerte SOBRE LA PENA DE MUERTE.
en los Estados Unidos, Italia, Francia y Ale-
Antes de analizar el sentido axiológico jurí-
mania. En tanto que la escuela positivista
dico que tiene la pena capital, es menester
aumentó el caudal de argumentaciones en pro
contestar a la profunda interrogante que nos
de la institución de la pena de muerte a tra-
plantea la muerte de un hombre producida
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consciente y voluntariamente por otro.


La muerte se alza como un horizonte inde-
Más, ¿Cómo responder a esta interrogante si terminado pero, a la vez, como una barrera
no nos referimos previamente al significado infranqueable para la vida. Y aun siendo,
que tiene la vida humana como sustrato ab- como ésta, suprema realidad, la muerte se nos
soluto del mundo y como fundamento último presenta como la propia negación de toda rea-
de toda realidad? lidad; como la antítesis del no ser frente a la
tesis absoluta del ser.
Nuestra indagación nos exige, pues,
remontarnos al origen ontológico de la cultu- Y así como cada vida que comienza es todo
ra misma. Nos exige seguir el camino un mundo de posibilidades que se adviene,
metódico que nos impone el propio carácter así también cada vida que se extingue es un
esencial de esa realidad suprema que, preci- mundo de realizaciones que desaparece.
samente, termina y se diluye con la muerte:
La existencia. Pues bien: Si la vida humana es realidad ab-
soluta, incesante autocreación, estructura
¿Qué es la vida? ¿Cuál es su sentido metafí- espiritual y material; si es un complejo de
sico? deseos, valoraciones, intereses y preferencias;
si es devenir de pensamiento y de acción,
La vida humana es la más radical de las rea- ¿Qué significado tiene el suprimirla a volun-
lidades. Es la infinita dimensión del espíritu tad?
en la limitada condición de un cuerpo. Es el
centro de la creación humana que se mani- Prescindamos un instante de toda considera-
fiesta y exterioriza en pensamiento y acción ción ética, prescindamos, incluso, de toda
individual o colectiva. Es un mundo de senti- calificación impregnada de matiz sentimen-
dos donde la idea y el espíritu se desarrollan tal. Reflexionemos sobre el sentido que
y perpetúan. Es un mundo sensible donde todo adquiere la muerte del hombre por el hombre,
lo percibido deja su huella afectiva. Todo lo a tenor de una lógica existencial un tanto des-
que es y existe sólo en la vida tiene esencia y nuda, como si la existencia humana no
existencia; todo lo que algo significa, sólo en estuviese regulada por normas de conducta.
ella tiene significación.
¿Qué significa matar?
Vivir es un constante querer y un constante
hacer; un crear situaciones y condiciones En primer lugar, significa una destrucción. La
siempre nuevas en la inacabable dinámica destrucción de un universo de sentido. La des-
social; es un tender hacia el futuro para plas- trucción de un mundo de posibilidades y
marlo en el presente a través de la trama sutil realizaciones. La destrucción de una realidad de
de relaciones intersubjetivas; es un incesante la cual participa incluso aquél que la destruye.
crear valores para proyectarnos hacia el infi-
nito y formar con ellos nuevos sistemas de En segundo lugar, es un acto antinatural. Pues
vida, nuevas formas de evolución. Pero en matar es interrumpir y aniquilar el proceso
medio de ese dinámico acontecer, de ese mun- evolutivo de un orden natural al que también
do pleno de posibilidades y realizaciones que pertenece el que mata.
es la vida, corre, como un telón de fondo,
como un hilo obscuro, una perspectiva trági- En tercer lugar, matar es un acto antisocial
ca: Es la eterna ansiedad, la indefinida angustia en cuanto el equilibrio dinámico de la socie-
del hombre frente a la negación de los valo- dad humana, se afecta en virtud de la
res; frente a la frustración de los fines supresión de uno de sus elementos por la vo-
propuestos y, en última instancia, frente a la luntad y la acción de otro.
extinción de la vida misma.
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Y en cuarto y último lugar es una contradic- los fenómenos sociales parecía moverse como
ción. Contradicción por afirmar de una parte a través de una concatenación de fuerzas
una realidad que se aniquila por otra. Contra- ocultas de misterioso origen y fatal finalidad.
dicción por destruir en otros el sumo bien que
se reclama y exige para sí. En aberrante forma de imputación, las pri-
meras sociedades sacrificaban al individuo,
Sólo un extremo justifica esta contradicción: aniquilaban la vida humana para evitar o para
El dramático extremo en que un hombre mata aplacar la ira de los dioses, ya cuando el má-
a otro por salvar su vida o la de su semejante. gico hechizo lo ordenaba, ya cuando el
Sólo así el inefable valor del vivir reemplaza ancestral tabú era violado. Las primitivas
y acaso supera al irreparable desvalor del modalidades de ilicitud no establecían vincu-
matar. Sin embargo esta es una hipótesis di- lación alguna entre el hombre y su conducta,
versa a la que estamos tratando. ni entre el medio criminoso y el fin social. La
vida humana carecía de sentido autónomo.
Si la sociedad jurídicamente organizada va- Sólo tenía el valor secundario que le asigna-
lora en grado sumo la integridad de su propia ba la caprichosa y complicada construcción
existencia; si en esa valoración está incita la de una cultura incipiente, fuertemente impreg-
estimación de la vida del individuo que la in- nada de superstición. Y, como consecuencia,
tegra, y si, por valorarla, instituye duras penas la pena de muerte tenía en ella un significado
para quien aniquila y suprime esa vida, que trascendente: Un marcado carácter mágico-
es en parte la suya propia, cabe formular esta religioso.
interrogante: ¿Con qué fundamento racional,
con qué facultad inmanente, esa sociedad pos- Cuando los pueblos se sedentarizan; cuando
tula destruir como un mal lo que ella misma las sociedades humanas comienzan a organi-
valora, defiende y tutela como el supremo zar sus poderes y a sistematizar sus
bien? ¿No hay también en el fondo de esto sanciones, la pena de muerte adquiere en-
una irreductible, una trágica contradicción? tonces, un señalado carácter retributivo. La
venganza privada que es su medio más ge-
Enfoquemos ahora desde un punto de vista neralizado de ejecución, se asienta ahora
axiológico el significado que tiene la pena sobre la idea de que el castigo por la ilicitud
capital como acto de cultura. debe equivaler al daño causado por el
ofensor. Tal es el sentido de la vieja prescrip-
Puesto que la cultura humana es un proceso ción mosaica: “Ojo por ojo; diente por diente”.
dinámico, un proceso de desarrollo de ese es- Es la dura, la inflexible concepción talional
píritu transmutable de generación en que va a presidir y orientar al derecho penal
generación, debe enfocarse a esa pena capital durante toda la antigüedad.
con el sentido normativo que ella ha tenido en
las grandes etapas del camino recorrido por La misma Roma fue un exponente cabal de
la humanidad que someramente se han anali- esa concepción. Y aún cuando la excedió en
zado en el presente trabajo. magnitud; aún cuando la vida humana care-
ció de significado frente al poder absorbente
La mente del hombre primitivo, ruda e inflexi- del Imperio y la arbitrariedad de muchos em-
ble, no tenía, por cierto, estructurada al modo peradores, Roma fijó un punto de apoyo cierto,
del hombre actual una rigurosa lógica nor- un punto de partida que más tarde permitió
mativa que delimitase con precisión las despojar a la sanción jurídica de su primitivo
distintas modalidades del obrar. sentido de venganza: Es el señalado carácter
público que tuvo en Roma el Derecho Penal.
El hombre primitivo vivía y actuaba en fun-
ción de impulsos incontrolados, de Posteriormente el Derecho germano,
necesidades inmediatas. Y la producción de en incesante evolución, introdujo por vía con-
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suetudinaria, según hemos visto, una notable generalizado un concepto restrictivo para la
innovación que constituyó a su manera, todo incriminación. El principio “nullum crimen
un progreso en la rigidez de la pena capital. sine lege”, que veda imponer una sanción pe-
Fue el sistema composicional, que permitió nal sin la preexistencia de una norma que
al condenado salvar la vida y hasta recuperar establezca la ilicitud condicionante, constitu-
la libertad mediante el pago de una indemni- ye hoy un límite infranqueable para la
zación equivalente al daño causado. arbitrariedad y el capricho incriminatorios.

Hoy calificaríamos ese sistema de injusto e La pena ha dejado de ser por otra parte la
inmoral. Injusto, porque la vida del delincuen- manifestación de una venganza o la adminis-
te no era perdonada, por muy justificado que tración de un martirio equivalente en
estuviese su delito, si carecía de medios para intensidad al daño causado.
resarcir el daño. Inmoral, porque la vida hu-
mana y la profunda significación de la sanción La creciente humanización de los métodos
capital eran estimadas según modelos pecunia- punitivos ha llevado a caracterizar a la san-
rios y al tenor de valores económicos. Pero, en ción penal no como la exacta reproducción
su época, la composición representó un avan- de un mal, sino como la restricción de un bien;
ce por la mayor importancia que se concedió a restricción que encierra un sentido
la vida del hombre. Fue la primera forma legal correctivo y contiene una marcada orienta-
de superación de la cruenta institución de la ción socializadora.
pena de muerte.
Sin embargo, pese a este concepto, clarifica-
Una nueva época y con ella una nueva con- do, pese a esta tendencia humanizadora, la
cepción sobre los valores inmanentes de la pena de muerte subsiste.
vida humana, han de iniciarse con el adveni-
miento y difusión del cristianismo en Europa. Subsiste como acto punitivo allí donde el in-
Contra la venganza de sangre, fundada en el dividuo ha vulnerado bienes que son objeto
sistema talional, el Derecho Canónico opuso de una mayor tutela jurídico-estatal, a saber:
su derecho de asilo. Contra la extensión de la El orden y la seguridad social; la vida y el
venganza a toda la estirpe del transgresor, el honor de los individuos.
cristianismo opuso la tregua de Dios.
Subsiste como cabal expresión de
Bajo la influencia del cristianismo y tras el la facticidad humana allí donde el individuo
proceso de formación de los estados, iniciase ha demostrado su incapacidad para adecuar
a fines de la Edad Moderna un paralelo pro- su conducta a las formas que rigen el com-
ceso de humanización del castigo jurídico. Se portamiento jurídico.
advierte así que la pena de muerte va adqui-
riendo con el tiempo un carácter excepcional Subsiste allí donde el individuo se ha consti-
en materia de delitos comunes. Y este proce- tuido en un elemento moral y jurídicamente
so de humanización se patentiza, incluso, en negativo, en un peligro latente o efectivo para
los propios métodos de ejecución de la pena la armónica convivencia social.
capital. Al hacha del verdugo y al lento supli-
cio de la hoguera han de suceder la guillotina Congruente o incongruente, necesaria o inne-
y el proyectil. Es como si cada vida que se cesaria, piadosa o despiadada, la pena de
elimina suscitase una imagen de terror en los muerte subsiste. Y subsiste, como ha subsis-
propios ejecutores de la sentencia de muerte. tido a través del tiempo porque se la
fundamenta con mayor o menor extensión en
Uno de los aportes más significativos de nues- el supremo, en el inefable valor jurídico: La
tra época contemporánea en el ámbito del justicia.
derecho penal ha sido, sin duda, el de haber
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Pero aquí, en este punto, se apodera del espí- miento del vencedor circunstancial fuesen los
ritu una duda profunda: ¿Es y ha sido en únicos valederos, los únicos capaces de pre-
realidad la pena capital una concreción del valecer y perpetuarse, los únicos que
valor justicia? traducen la verdad.

En caso de serlo, porque los fines sociales Pero retomemos nuevamente el hilo de nues-
deban prevalecer sobre los fines individua- tra meditación en lo que hace a la institución
les, ¿Cabe fundamentar de igual modo la de la pena de muerte con relación a los deli-
eliminación de una vida humana cuando en tos comunes.
esa eliminación gravita, abierta o veladamen-
te, una concepción política? La intensa corriente mundial de opiniones
contrarias en torno al gran número de ejecu-
Superaría a la imaginación más extraordina- ciones realizadas en el presente siglo en
ria si puntualizásemos cuántas ejecuciones se Europa, y sobre todo en los Estados Unidos
han realizado a través del tiempo, ocultándo- de América del Norte, invita a reflexionar
se bajo la solemne invocación de la justicia acerca de la inmediata y acaso subconsciente
un conjunto de intereses políticos. desaprobación con que el hombre de mundo
observa una ejecución cuando no gravitan en
Aunque resulte crudo decirlo y doloroso re- él, de un modo profundo y central, pasiones
conocerlo, la pena de muerte por delitos ni prejuicios que perturben su neutralidad
políticos no ha seguido la misma curva de expectativa.
humanización que la pena de muerte por deli-
tos comunes. Casi todas las teorías y opiniones que se de-
sarrollan o ensayan en la actualidad con el
Con la extraordinaria proliferación de doc- objeto de fundamentar el mantenimiento de
trinas e ideologías políticas, parecería haberse la pena de muerte suelen coincidir en un pun-
afirmado el concepto de que los delitos co- to: El de que la institución jurídica de la pena
munes afectan mucho menos a los intereses capital constituye, más que un medio especí-
sociales que los delitos políticos, cuyo cabal fico de sanción, un método para preservar por
sentido jurídico muy pocas veces se ha logra- vía de inhibición psicológica el orden y la se-
do fundamentar con pulcritud. guridad sociales. Otras argumentaciones
sostienen, con una reminiscencia de la doctri-
¿Qué principio de justicia puede justificar la na de la peligrosidad acuñada en el siglo XIX
muerte humana cuando, por ejemplo, para la por el positivismo, que la peligrosidad demos-
ideología política del vencedor que la admi- trada por ciertos delincuentes excluye toda
nistra es antijurídica y constituye delito aquella posibilidad de readaptación de éstos y justifi-
acción que para la ideología del vencido es ca, por tanto, el mantenimiento de la sanción
un acto heroico? capital.

Allí donde debiera invocarse con un sentido Estas consideraciones no tienen, a nuestro
muy relativo el valor justicia; allí donde de- juicio, el asidero lógico que parecieran ofre-
biera manejarse la administración de la pena cer. En efecto: Las estadísticas formuladas
con mayor cautela, con mayor cuidado, puesto durante la primera mitad del presente siglo
que ese manejo está siempre impregnado de demuestran fehacientemente que la pena de
pasiones y preconceptos, de intereses y pre- muerte no ejerce, como método de inhibición
ferencias, allí precisamente es donde la pena psicológica, la influencia prevista. Antes bien,
de muerte ha tenido en todos los tiempos y aunque parezca paradójico, la ola de delin-
tiene aún hoy su mayor arraigo, su cuencia se ha recrudecido en aquellos
incondicionada justificación, su irracional períodos en que con mayor profusión se apli-
sentido de razón; como si la idea y el senti- caron sanciones capitales. Ello conduciría, por
138 DERECHOS HUMANOS CODHEM

lo tanto, a la conclusión de que antes de acu- lizar al individuo antisocial.


dir a métodos inhibitorios o represivos hay
que acudir a métodos educacionales y pro- ¿Qué castigo puede cumplir su función so-
gramas positivos de orientación social. cial después de extinguida la existencia? ¿Qué
corrección puede ser posible más allá de la
Por otra parte, no debe olvidarse el carácter vida misma?
doblemente funcional que la pena tiene en la
moderna concepción jurídica: Por una parte Finalmente, en lo que concierne a la argumen-
sancionar y por la otra corregir. tación central del positivismo que aflora en
las concepciones no abolicionistas, en el sen-
Sancionar significa en nuestra moderna teo- tido de que la pena de muerte es un recurso
ría penalista privar al que delinque, en necesario y eficaz para eliminar de la socie-
proporción y condiciones adecuadas, del bien dad al delincuente peligroso o incorregible,
que más importancia adquiere en la vida hu- creemos que tal argumentación no coincide
mana y no por cierto fuera de ella. Ese bien, con el criterio humanista con que son enfoca-
indiscutiblemente, es la libertad. Corregir sig- dos los problemas sociales en el mundo actual,
nifica, en materia humana, reconstruir un ya que la sociedad cuenta con los medios su-
orden de vida; reorientar un proceso vital des- ficientes para preservarse de aquella
orientado; reeducar un espíritu inadaptado a peligrosidad mediante una internación y un
las exigencias culturales. En síntesis: Socia- tratamiento verdaderamente adecuados.

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