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MEMORISTA:
MARIA JOSE SANTOLAYA COHEN
PROFESOR GUIA:
ROBERTO LADRON DE GUEVARA C.
2
INDICE
Pág.
-INTRODUCCION 3
-CAPITULO PRIMERO
PRINCIPIOS Y CARACTERÍSTICAS FUNDAMENTALES DE LA LETRA DE CAMBIO
1.-Principio de la inoponibilidad de excepciones 6
2.-Principio de la incorporación o documentación 18
3.-Principio de la legitimación 26
4.-Principio de independencia de firmas 32
5.-Principio de la abstracción 41
5.1 De la causa y los actos jurídicos abstractos 42
5.2 Actos abstractos en la legislación chilena 57
5.3 Influencia de la relación fundamental en la relación cambiaria 64
6.-Principio de la literalidad 69
7.-Principales características de la letra de cambio 75
7.1 La letra de cambio. Título de crédito formal 77
7.1.1 Menciones no suplidas o de la esencia 78
7.1.2 Menciones suplidas por la ley 85
-CAPITULO SEGUNDO
EXCEPCIONES Y DEFENSAS EN LA LETRA DE CAMBIO
1.-Excepciones, Alegaciones y Defensas 90
1.1 Clasificaciones 96
1.2 Quién debe alegar la excepción 107
2.-Excepciones Cambiarias y Excepciones Extracambiarias o Causales 108
3.-Excepciones o Defensas Sustantivas 118
3.1 La Novación 118
3.2 Vicios de la Voluntad 128
3.2.1 Oponibilidad de los Vicios 129
3.2.2 El Dolo 129
3.2.3 Violencia o Intimidación 133
3.2.4 El Error 135
3.3 La Simulación 139
4.-Letra de Cambio y Título Ejecutivo 144
5.-Excepciones en su carácter de Título Ejecutivo de la Letra de Cambio 152
5.1 Incompetencia del Tribunal 152
5.2 Falta de capacidad del demandante o de personería o
representación legal del que comparece a su nombre 153
5.3 Litis pendencia y la Ineptitud del libelo 154
5.4 Beneficio de excusión o caducidad de la Fianza 155
5.5 La falsedad del título 155
4
-CAPITULO TERCERO
NECESIDAD, FUNDAMENTO Y REALIDAD DE LA UNIFICACIÓN EN EL DERECHO
CAMBIARIO
1.-Introducción 218
2.-Convención de Ginebra 228
3.-Iniciativa en el ámbito americano para la unificación del Derecho
Cambiario 232
4.-Conclusiones 243
-BIBLIOGRAFIA 248
5
INTRODUCCION
CAPITULO PRIMERO
Los terceros que pueden alegar la inoponibilidad son, por lo general, los
denominados “terceros relativos”, es decir, aquellos que no pueden
considerarse como representantes de las partes y que están o estarán en
relaciones con éstas (causahabientes a título particular, acreedores). En
oposición a los relativos se encuentran los llamados terceros absolutos o
totalmente extraños. No obstante alguno, por excepción, puede hacer valer la
inoponibilidad, como es el caso de la venta de cosa ajena.
8
Es por esta razón que los autores caracterizan a la letra de cambio como
un título abstracto o no causado y, en este sentido, es preciso aclarar que lo
anterior no significa que la letra de cambio carezca de causa, sino que ésta ha
de buscarse en la relación fundamental o negocio causal que le dio origen
(compra-venta, mutuo, etc.).
En Chile no está definida la buena fe, sin embargo, el Código Civil nos da
luces al respecto en su artículo 706 2. Portador de mala fe, para algunos, es
1
En el mismo sentido transcribo aquí el art. 16 inc. 1° de la ley uniforme de Ginebra: “El tenedor de una
letra de cambio es considerado como portador legítimo, si justifica su derecho por una serie
ininterrumpida de endosos, aún cuando el último de ellos sea en blanco. Los endosos borrados se
considerarán a este respecto, como no escritos. Cuando un endoso en blanco es seguido por un endoso
de otra especie, se reputa que el signatario de este último ha adquirido la letra mediante el endoso en
blanco”.
2
Art. 706, C.C.: “La buena fe es la conciencia de haberse adquirido el dominio de la cosa por medios
legítimos, exento de fraude y todo otro vicio.
Así en los títulos traslaticios de dominio la buena fe supone la persuasión de haberse recibido la cosa de
quien tenía la facultad de enajenarla, y de no haber habido fraude ni otro vicio en el acto o contrato.
12
Dos posiciones:
Los que postulan que, de acuerdo al artículo 28 de la Ley 18.092, sólo
beneficiaría al portador legítimo;
Por otra parte, están aquellos que opinan que el artículo 28 de la antes
citada Ley es una copia del artículo 17 de la Ley Uniforme de Ginebra, por lo
estaría impregnada de los mismos principios y, por ende, beneficiaría al
portador legítimo y de buena fe.
Manuel Vargas Vargas opina que, si bien es cierto que se omitió esta
parte, podemos encontrar en la Ley 18.092 otros casos en que es necesaria la
buena fe5. Al respecto, concuerdo con el señor Vargas, sobre todo porque las
Leyes deben ser interpretadas dentro de su contexto y analizarse desde una
perspectiva de su espíritu, el cual es capaz de trascender y ser superior al tenor
literal de las palabras.
Para redundar y aclarar más este punto debo agregar que las
transferencias, mediante cesión de créditos, se hizo insuficiente en estos títulos
valores, ya que en dicho sistema es posible que el deudor haga valer al
cesionario las excepciones del negocio causal que afectaban al cedente. Es por
esta razón que el principio de la abstracción del título se encuentra
íntimamente ligado con el de la inoponibilidad de excepciones. Luego, sólo
podrán oponerse las excepciones cambiarias y extracambiarias de carácter
personal y no aquellas que digan relación con terceros intervinientes en la letra
14
de cambio.
6
Véase, Rubio, Jesús. Derecho cambiario. Madrid, Talleres de Gráficas Ergon, 1973. Pág. 20.
17
7
Véase Davis, Arturo. La letra de cambio. Santiago, Editorial Jurídica de Chile, 1925. t. 1, pág. 35.
8
Me refiero a que no hay tal independencia cuando se encuentran los contratantes directos de la
relación o cuando el derecho es ejercido por un tercero de mala fe.
18
3- Principio de la legitimación
Este principio consiste en que para que el tenedor de una letra de cambio
pueda ejercer el derecho contenido en dicho instrumento y, a su vez, que el
obligado pueda cumplir válidamente su obligación, es decir, su pago, es
requisito imprescindible estar legitimado.
pudiendo ejercitar todos los derechos derivados de la letra de cambio, salvo los
de endosar en dominio o en garantía.9
Según opinión de autores, lo que se produce aquí es una ficción legal, por
la cual a pesar de no ser titular del derecho siempre podrá ejercitarlo y, agregan
que, generalmente la calidad de poseedor acompaña a la calidad de dueño.
Luego, se preferirá en principio la calidad de poseedor en detrimento de la
calidad de propietario.
9
Artículo 29 de la Ley.
10
Véase el artículo 25 Ley 18.092.
11
Véase el artículo 29 Ley 18.092.
21
14
Artículo 26 inciso 2 de la Ley.
23
15
Véanse artículos 33; 46 inc. 2 y art. 7.
26
La causa:
Todo acto consciente de los seres racionales se ejecuta en procura
de un fin cuya consideración anticipada es causa del obrar. Esto, lógico y
obvio, nadie lo discute. Pero ¿es necesario que la causa de los actos jurídicos,
el fin que mueve a realizarlos, se erija en un requisito de validez de los mismos?
Un acto puede encontrar un fundamento en varias causas. ¿Cuál de ellas ha
de estimarse elemento constitutivo del acto jurídico, trayendo su falta o ilicitud
la nulidad de éste?
para indagar los móviles que habían impulsado a las partes a celebrar un
contrato.
20
Lois Civiles… part. I, Libro 1, título 1, sección 1, números 5 y ss.
30
21
Jorge Mera Molina, Exposición de la Doctrina de la Causa, Memoria de prueba, Santiago, 1940.
31
22
Betti, obra citada, Nº24, pp. 157 a 165; Cariota Ferrara, obra citada, números 53 a 57 pp. 158 a 174;
Torrente, obra citada, párrafo 118, pp. 165 y 168; Trabucci, Istituzioni di Diritto Civile, 8ª edizione, Padova,
1954, pp. 148 y 149; Stolfi, Teoría del negocio jurídico, traducción y notas de Jaime Santos Briz, Madrid,
1959, párrafo 13, pp. 57 y 58.
32
comodato.
23
Francisco Ferrara, La simulación de los negocios jurídicos, traducción de Rafael Atard y Juan A. de la
Puente, 3ª edición, Madrid, 1953, p. 127.
33
que se ha cumplido o paralizar los que se van a cumplir, y con este objeto se le
concede o reconoce la acción o la excepción de enriquecimiento sin causa. 24
24
Cariota Ferrada, obra citada, p. 159.
35
con efectos de comercio no produzca novación, aspecto éste que analizaré más
adelante.
En cuanto a la oportunidad en que se puede hacer valer la falta o la
ilicitud de la causa del acto abstracto, la jurisprudencia chilena, por lo que se
refiere a la letra de cambio, ha aceptado dos criterios. Algunas sentencias
resuelven que los efectos de la letra de cambio pueden paralizarse respecto del
librador que no ha provisto de fondos al librado; según esos fallos, el librado y
aceptante de una letra de cambio no provisto de fondos por el librador, aunque
debe pagar a los terceros, puede negarse a hacerlo al mismo librador. 25 Pero
otras sentencias declaran lo contrario; afirman que la obligación del aceptante
de pagar la letra, tenga o no provisión de fondos, no admite distingos y es
aplicable aun a las relaciones entre el librado y el librador que no efectuó la
provisión.26
25
C. de Apelaciones de La Serena, sent. de 19 de julio de 1943, Gaceta de los Tribunales, año 1943, 2º
semestre, Nº40, p. 163, considerando 9º, p. 168; C. Suprema, sent. de 3 de mayo de 1950, Revista de
Derecho y Jurisprudencia, tomo 47, segunda parte, sección 1ª, p. 160; C. de Ap. de Concepción , sent. de
31 de julio de 1953, Revista de Derecho y Jurisprudencia, tomo 50, segunda parte, sec. 2ª, p. 66.
26
C. de Apelaciones de Concepción, sent. de 12 de marzo de 1952, Revista de Derecho y Jurisprudencia,
tomo 49, segunda parte, sec. 2ª, p. 63; C. Suprema, sent. de 13 de abril de 1954, Revista de Derecho y
Jurisprudencia, tomo 51, segunda parte, sec. 1ª, p. 70.
36
- La Delegación
- La estipulación a favor de tercero
- La fianza y demás contratos de garantía por deuda ajena.
- Ciertos títulos de créditos
37
b) La literalidad. El crédito, para la persona que llega a ser titular del mismo,
según las leyes de la circulación del documento, es tal cual resulta
mencionado en éste; dicho de otro modo: el obligado al pago del crédito
incorporado en el documento lo está en los términos escritos en el mismo.
d) Autonomía. Esto quiere decir que el título confiere a cada nuevo titular un
derecho nuevo, independiente del anterior titular; de ahí que el deudor no
pueda oponer al nuevo titular las excepciones que habría podido oponer al
antiguo.
27
De Semo, Elementi di Diritto Privato, Milano, 1960, número 613, p. 434.
28
De Semo, obra citada, p. 435.
38
29
Torrente, obra citada, p. 521, nota 4.
30
Varela, Derecho Comercial, t. II, Editorial Universitaria S.A., Santiago, 1966, p. 125.
39
31
Sentencia de 9 de marzo de 1961, Fallos del mes, Nº28, p. 5 sentencia Nº4. El fallo se logró por una
mayoría de cuatro contra tres. También aparece publicado en la R. de D. y J., tomo 58, sec. 1ª, p. 29.
32
C. de Apelaciones de Valparaíso, 18 de marzo de 1996, Gaceta Jurídica Nº189, sent. 2, p. 93 (cons. 5º,
p. 94).
40
3) Otros piensan que los títulos abstractos están ligados a una causa de
emisión, pero que esta causa queda fuera de la circulación del título,
para hacerla en definitiva más segura y expedita.
7) Por último, hay quienes piensan que tanto la letra de cambio como la
convención de entrega tienen una única causa que sería la relación
fundamental.
33
C. Suprema, 28 de marzo de 1996, Gaceta Jurídica Nº189, sent. 2, p. 93.
41
Criterio erróneo es pensar que los títulos causales son aquellos que
expresan la causa; y abstractos aquellos que no la expresan.
34
Garriguez, Joaquín. Tratado de derecho comercial. Madrid, Imprenta Aguirre, 1955. t. II, pág. 192.
42
Hay autores que han propiciado una tesis extrema con el objeto de
darle preeminencia al fin circulatorio que deben tener los títulos negociables,
postulan que el título abstracto es pura forma, dejando de lado el elemento
causa, de tal manera que la obligación cartácea es constitutiva y existe por sí
misma. Yo me aparto de esta tesis, ya señalé que la causa, tanto para los
títulos considerados abstractos como para los considerados causales, es el
negocio subyacente o relación fundamental.
35
En este sentido se pronuncia el destacado jurista Garriguez, Ob. Cit., pág. 191, quien dice: “La
concesión de crédito que, normalmente, representa la letra arranca no del hecho de la creación de la
misma letra –ésta no puede lógicamente, ser al mismo tiempo causa y efecto de la concesión de crédito-
sino de otro contrato anterior que ha sido motivo o presupuesto para la emisión de la letra”.
43
36
Véase Puelma Accorsi, Alvaro. Letra de Cambio y Pagaré. Ley Nº18.092. Santiago, Editorial Jurídica
de Chile, 1984. pág. 22.
45
37
Véase art. 46, Ley 18.092.
38
Véase art. 31 Ley Uniforme de Ginebra.
46
Por medio de este principio, tanto los derechos como las obligaciones no
pueden limitarse, restringirse o extenderse más allá de lo estrictamente
consignado en el texto de la letra.39
Tanto este principio, como los demás que inspiran los títulos
valores, contribuyen a darle seguridad, certeza y eficacia a la circulación de los
mismos.
a) al contratante directo
b) frente al tercero portador.
48
4º) Es formal, por cuanto los requisitos que debe contener el título al ser
emitido, están claramente reglados en nuestra legislación 40. Formal, no
sólo en cuanto debe contener los requisitos de la Ley 18.092, sino
también, al estar contenido en su emisión y circulación diversos actos
jurídicos, éstos como tales, deben contener los requisitos de validez y de
existencia consagrados por el derecho común.
6º) Es un título de crédito que se garantiza en forma solidaria por todos sus
firmantes. Esta solidaridad es distinta a la del derecho común y reviste
caracteres especiales. Se pone fin a esta vinculación cuando el título es
pagado por el aceptante.
7º) Es un título por excelencia a la orden, de tal manera que su forma regular
de ser transmitido es mediante el endoso.
40
Véase art. 1º de la Ley 18.092.
49
41
Véase art. 1 Nº1 de la Ley 18.092.
50
42
Ripert, Georges, Ob. Cit., pág. 140.
43
Bolaffio-Rocco-Vivante, Ob. Cit. Pág. 113: “Este requisito ha sido exigido por el legislador para eliminar
toda duda sobre la naturaleza de la obligación. Debe resultar, de un modo cierto, que el emitente quiso
obligarse según el rigor cambiario”.
44
Véase art. 1, Nº2, Ley 18.092.
45
Véase Ripert, Ob. Cit., pág. 162.
51
46
Véase art. 1 Nº3 de la ley.
47
Véase art. 6 de la ley.
52
Lo esencial es que haya una orden y que esta orden sea pura y
simple, luego se excluye la posibilidad de estipular condición; el pago no puede
depender de un acontecimiento futuro e incierto.
48
Ripert, Ob. Cit., pág. 161.
49
Véase art. 1 Nº4 y art. 18 de la ley.
53
50
Véase art. 18 de la ley; art. 11 inc. 1 y 2 Ley Uniforme.
51
Véase Vargas Vargas, Manuel. Legislación sobre letra de cambio y pagaré. Santiago, Editorial Jurídica
de Chile, 1982. pág. 24.
54
52
Huguet y Campaña, Ob. Cit., pág. 44 a 47.
53
Véase art. 13 de la ley.
55
a) Lugar de emisión
La Ley Uniforme también exige esta mención en su artículo 1 Nº7 y
en su artículo 2 inciso 4 suple su omisión, en el sentido que se entenderá
creada la letra en el lugar que se indica al lado del nombre del librador.
54
Véase art. 1 Nº6 de la ley.
56
c) Vencimiento
Si en la letra no se contempla la fecha de vencimiento, se entenderá
según dispone el artículo 6 Nº1 de la ley, pagadera a la vista. En nuestra ley
existen sólo cuatro formas de girar la letra: a la vista; a un plazo de la vista; a
un plazo de la fecha del giro, y a día fijo y determinado. En el mismo sentido la
Ley Uniforme suple la omisión, y la considera pagadera a la vista.
Esto no significa que la letra que nació sin sus menciones degenera
en otro acto, ya que como sabemos, cualquier tenedor legítimo podrá
incorporarlas, claro que deberá hacerlo antes del cobro y respetando las
instrucciones de los obligados al pago 56. Algunos apoyándose en que la letra es
un mandato y, entendido este en su aspecto contractual, estimaban que sólo
podía completar las menciones el librador. Actualmente se ha abandonado esta
teoría, ya que es en esencia una “orden de pago”. Por otra parte, es doctrina
universalmente aceptada que el título puede ser completado por el tenedor
legítimo.
55
Véase art. 1444 del Código Civil.
56
Véase art. 11 y art. 2 de la ley; art. 2 y art. 10 Ley Uniforme.
57
CAPITULO SEGUNDO
57
Eduardo Couture. “Fundamentos del Derecho Procesal Civil”. Editorial Depalma. 1958. Tercera
edición. Página 96-97.
58
58
Repertorio C.P.C., Op. Cit. Tomo II. Pág. 69.
59
un juicio debe fundarse en un precepto legal que la establezca como tal, sea en
el carácter de dilatoria, sea en el de perentoria.
Señala el artículo 303 C.P.C. que “sólo son admisibles como excepciones
dilatorias:
3º La litis-pendencia;
5º El beneficio de excusión; y
64
Repertorio. C.P.C., Op. Cit. Tomo II. Pág. 53.
62
Tramitación
Puede presentarse a este respecto, dos situaciones: 1) por regla
general, la indicada disposición (artículo 304 C.P.C.) señala que estas
excepciones podrán tramitarse del mismo modo que las dilatorias; es decir en
forma incidental y el fallo que sobre ellas recaiga, puede ser apelado. Si el
tribunal de alzada acepta la excepción, el juicio termina sin haberse comenzado
a discutir su fondo, dado el carácter de perentoria de la excepción acogida; y b)
si estas excepciones son de “lato conocimiento”, es decir, se necesita cierto
estudio para fallar sobre ellas, después de tramitadas incidentalmente y de
haberse recibido la prueba, si procediere, se “mandará contestar la demanda, y
se reservarán para fallarlas en la sentencia definitiva”.
Pueden ser definidas como “aquéllas que tienen por objeto matar la
acción deducida en la demanda”. Pueden ser absolutas, alegaciones o defensas
y relativas.
Requisitos
Estas excepciones podrán admitirse en cualquier estado de la
causa; pero no se admitirán: 1) si no se alegan por escrito; y 2) antes de la
citación para sentencia en primera instancia, o de la vista de la causa en
segunda.
1.- Aquellos que enumeran las excepciones oponibles, siendo las demás
inadmisibles. Este sistema utiliza una técnica positiva, enumera las
excepciones en forma taxativa y las demás las declara inadmisibles.
¿Qué es la autonomía?
3.1 La Novación
68
Garriguez, Ob. Cit., pág. 257: “si la letra se paga no hay novación hay extinción del crédito causal y del
cambiario”.
75
cobrar sus respectivos créditos, que son: el proveniente del negocio subyacente,
y aquel que proviene del hecho de haberse emitido la letra o título de crédito
para reforzar la situación primitiva 69, además, no es de ningún modo el único
caso en que se es acreedor de un mismo objeto por varios títulos.
Esta postura señala que entre el acto y la letra hay una relación de
documentación, de tal manera que el libramiento de la letra no significa una
nueva obligación, sino que por el contrario, un reforzamiento de la primitiva, la
cual pasará a ser regida por un tratamiento jurídico especial. En el fondo la
letra viene a significar una forma de pago diferido.
derechos, por el contrario, le abre una nueva vía de ejecución mucho más
expedita.
Es una posición ecléctica, los autores que están de acuerdo con ella
propugnan la idea de la interdependencia. En efecto, pagada la letra de
cambio, no se podría exigir el cumplimiento del contrato causal, y en ciertas
oportunidades extinguido este último, no se podrá hacer funcionar la letra de
cambio. Aquí se aplica la doctrina de los actos separables al negocio causal.
Concuerdo con esta postura, porque al existir una sola obligación proveniente
del negocio causal y documentada por acto jurídico en letra de cambio, sería
absurdo concebir una figura jurídica en la cual el crédito se duplique, siendo
que la obligación es una sola.
3.2.2 El dolo
70
Véase art. 1456 inc. 1º del Código Civil.
82
3.2.4 El error
3.3 Simulación
Por regla general lo que las partes quieren es lo que documentan en letra
de cambio, es decir, la voluntad real casi siempre será concordante con la
voluntad declarada. Puede ocurrir, sin embargo, que esta voluntad declarada
no responda a la voluntad real, esto puede tener su causa en el error, fuerza o
dolo.
Entre partes:
71
Sentencia Corte de Apelaciones de Santiago, 26-XII-1977; Revista de Derecho y Jurisprudencia. T. 55,
2ª parte, Sección 12, pág. 188.
72
Rubio, Jesús, Ob. Cit., pág. 159, dice: “Ni la simulación, no la reserva mental serán eficaces frente a
terceros titulares de la letra de cambio”.
73
Alegría, Héctor, Ob. Cit., pág. 96, dice: “Esta protección de la apariencia es la que, en última instancia,
brinda apoyo valorativo y justificación a la teoría de los títulos circulatorios”.
86
Frente a terceros:
74
Fue modificado por el artículo 113 de la Ley 18.092.
91
75
Artículo 108 del Código Orgánico de Tribunales.
76
Artículo 465 inc. 2º del Código de Procedimiento Civil.
92
carácter personal ajena a los principios cambiarios, que estatuyen que cada
obligación es independiente y autónoma.
77
Huguet y Campaña, Pedro. Ob. Cit., pág. 329.
97
1.- Al ser el aceptante obligado principal, él debe ser quien ejercite sus
derechos sin perjuicio que pueda otorgar mandato especial en este sentido.
4.- Por otra parte, el legislador trata de evitar que se impugne la firma
del aceptante y es por esto que establece responsabilidad penal. Luego, no es
conveniente que el protesto se haga a un tercero distinto del aceptante.
efectúan las instituciones financieras. Sin embargo estos últimos son válidos
para mantener la acción regreso.
5.9 La compensación
5.10 La remisión
a.- Una remisión sujeta a contra prestación: en este caso los efectos
serán distintos según se trate:
aceptación. Por último la caducidad sanciona una actitud poco diligente del
acreedor que no ejercita en forma oportuna sus derechos, trata por lo tanto de
no mantener en la incertidumbre a los obligados en vías de regreso.
El artículo 1494 del Código Civil dice: “El plazo es la época que se
fija para el cumplimiento de una obligación, …”. El plazo de vencimiento en la
letra de cambio está claramente señalado en la ley, por lo tanto, no se admiten
plazos tácitos. En el caso que no esté señalado en la letra el vencimiento se
entiende pagadera a la vista. El plazo otorgado a un deudor, reviste el carácter
de plazo suspensivo, es decir, el derecho a exigir el pago de la letra de cambio
tiene su origen al momento de nacer el contrato, el plazo sólo suspende el goce
actual del derecho. El plazo en principio se establece en beneficio del deudor,
de tal manera, se admite la renuncia anticipada. Pero hay casos en que
beneficia el acreedor, en tal circunstancia no podrá haber renuncia. Es así
como el plazo estipulado en una letra de cambio cuyo monto está expresado en
dólares, moneda de los Estados Unidos; su pago anticipado perjudica al
acreedor por los efectos que pueda tener el tipo de cambio en el mercado
internacional. La excepción de plazo podrá ser opuesta sólo por el deudor a
quien se le haya otorgado, a menos que éste haya caducado. Es así que el
acreedor puede exigir el pago anticipado cuando el deudor se haya en estado de
quiebra o insolvencia.
Casos específicos
110
6.5 El dolo: Se puede invocar frente al autor del dolo y frente al tenedor que
adquiere los derechos a sabiendas para perjudicar al deudor. Si el dolo priva al
avalado de un defensa que también podría invocar el avalista, la excepción de
dolo beneficiará a ambos.
6.8 Novación: Es oponible entre contratantes directos, por supuesto que las
partes deben haber manifestado la intención de novar. El avalista no puede
invocar la novación operada ente avalado y portador por cuanto él consintió en
la obligación novada y no ha manifestado su voluntad en el sentido de aceptar
la respectiva novación. Para algunos la novación si puede ser invocada por el
avalista, en definitiva, dicen que se ha producido un incremento de patrimonio
para el acreedor. La novación pienso, no implica un aumento de patrimonio
sino que, la sustitución de una obligación por otra que queda por tanto
extinguida, viene siendo un equivalente y no la adición de una obligación a
otra.
Frente a terceros:
Podrá oponer todas aquellas que son excepciones cambiarias, también las
extra cambiarias cuando el portador esté de mala fe.
Entre partes:
Tanto las cambiarias como las causales, pero en ambos casos deben
estar consideradas dentro de la enumeración taxativa que hace el artículo 464
del Código de Procedimiento Civil.
Frente a terceros:
Podrá oponer las cambiarias siempre, pero frente al portador de mala fe,
puede oponer también las causales con la limitante que establece el Código de
Procedimiento Civil.
9.- La Prescripción
113
He señalado que los efectos entre una y otra institución son distintos; por
la prescripción extintiva se pierde la acción, la pretensión, pero subsiste el
derecho. Por el contrario la caducidad extingue el derecho.
81
Véase art. 2494 inc. 2, Código Civil.
115
- A la vista
116
- A un plazo de la vista
- A un plazo de la fecha del giro
- A un día fijo y determinado.
Si la letra girada a la vista es protestada dentro del año a contar del giro,
la fecha de vencimiento será la del respectivo protesto y a partir de éste se
contarán los plazos de prescripción según sea el que corresponda a la acción
intentada. La falta de pago o de protesto por falta de pago dentro de este año
convertirá a la letra en un acto jurídico distinto.
83
Garrigues, Ob. Cit. Pág. 580, dice: “En los casos en que el portador conserva la acción causal por no
haberse perjudicado la letra, la prescripción de la acción cambiaria no afecta a la subsistencia de la
acción causal que sigue sometida a los plazos propios del derecho civil”.
En el mismo sentido, pág. 407: “En consecuencia, el fabricante tendrá derecho para reclamar el pago del
precio mientras la acción respectiva no haya prescrito en conformidad a las reglas generales; el
comprador no podría asilarse en la prescripción de corto tiempo contemplada especialmente para la letra
de cambio.
120
Se distingue:
85
Véase artículo 2503 del Código Civil.
123
9.8 La suspensión
CAPITULO TERCERO
1.- Introducción
86
Marcos Satanowsky. “Tratado de derecho comercial”, Tipográfica Editora Argentina S.A., 1957. Tomo
II, pág. 136.
128
De tal modo pienso que la solución está en evitar el conflicto de las leyes
mediante una legislación uniforme actual y que sea flexible de tal modo que sea
capaz de solucionar conflictos futuros, es decir, la necesidad de encontrar un
derecho dinámico o derecho previsor.
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Carnelutti, Francesco, en “Crisis del derecho”, pág. 344.
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Entre los años 1868 y 1875 hubo diversos jurisconsultos como asimismo
distintos congresos que se ocuparon del tema. Así, el “Instituto de Derecho
Internacional” en la sesión de Turín en 1882, planteó la necesidad de uniformar
el derecho cambiario, para lo cual se nombró una comisión a la cual se le
encomendó la redacción de un proyecto de ley uniforme cambiaria.
internacional. Los países que más han seguido el Proyecto de Ginebra son,
especialmente, Alemania e Italia que lo han seguido casi al pie de la letra.
I.- En lo que dice relación con las obligaciones que surgen entre los
distintos suscriptores de la letra de cambio, podemos mencionar los siguientes
artículos del título VI de la misma:
Al respecto señalaré los que a mi juicio son los aspectos más importantes
del trabajo del delegado Guillermo de Montagu. Establece el precitado autor
que la uniformidad en materia de letra de cambio no es imposible, no obstante
tener, Estados Unidos, ciertos usos distintos a los de los países
latinoamericanos. Montagu piensa que los principios inspiradores en esta
materia deben ser, especialmente: a) la materialización en el mismo título de los
derechos y créditos; b) su transferencia fácil e ilimitada; c) la oponibilidad de
excepciones causales sólo entre los contratantes originales pudiendo, sin
embargo, oponerse a terceros tenedores las excepciones de falta o vicio del
consentimiento por incapacidad legal absoluta, ausencia notoria de facultades
o violencia; d) la autonomía de las declaraciones cambiarias; y e) el principio de
la literalidad. Asimismo, propone el autor que los requisitos externos de la letra
de cambio se reduzcan sólo a lo indispensable y considera además que se debe
reglar un procedimiento expedito para el ejercicio de la acción ejecutiva que
emana de la letra. Sobre esta base, el autor en comento propone un extenso
articulado que representa un aporte a la labor de entendimiento económico.
4.- Conclusiones:
Es así como a partir del año 1873, con la creación del International Law
Association se lucha en este sentido; luego, en la segunda mitad del siglo XIX
en Amberes y Bruselas se estructuran cuerpos legislativos uniformes en el
mismo sentido. Muchos opinan que la culminación máxima de este afán
unificador se logró con las Convenciones de La Haya y de Ginebra. Por otra
parte, en América la tendencia es igualmente la uniformación, no obstante el
método es distinto, es decir, la solución no se busca sobre la base de una ley
uniforme sino que se propone uniformar reglas de derecho internacional
privado, sea mediante tratados en ciertos casos y, en otros, mediante proyectos
de codificación.
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Hay diversos factores que confabulan por la unificación y que son a la vez
principales: es ella un medio para acercar más a los pueblos y a las naciones;
del punto de vista práctico elimina los obstáculos en materia económica y
soluciona las diferencias existentes entre principios privados.
BIBLIOGRAFIA