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El hueso es tejido duro que constituye la mayor parte del esqueleto y consta de
elementos orgánicos (células y matriz) e inorgánicos (minerales). Sus
componentes son:
Cartílago. Tejido firme, pero flexible, que cubre los extremos de los huesos en
una articulación.
Disco epifisiario. Se sitúa en los huesos largos e indica el sitio de unión entre
epífisis (extremo del hueso) y diáfisis (porción cilíndrica), y está presente sólo
en los huesos en crecimiento.
Periostio. Membrana externa que contiene nervios y vasos sanguíneos que
nutren al hueso.
Hueso compacto. Parte superficial lisa y muy dura del esqueleto.
Hueso esponjoso. Se encuentra dentro del hueso compacto y aunque no es
tan duro como éste, tiene cierta resistencia.
Endostio. Tejido que cubre la pared interna de la cavidad medular del hueso.
Cavidad medular. Espacio que contiene la médula ósea en la diáfisis de un
hueso largo.
Médula ósea. Sustancia espesa cuya función consiste en producir células
sanguíneas.
Abertura. Permite la entrada de vasos nutrientes.
Vasos nutrientes. Conducen sustancias al interior del hueso para
proporcionar nutrientes y permite la salida de las células que se forman en él.
Todos los tejidos del cuerpo tienen capacidad de regenerarse ante una
lesión, sustituyendo los tejidos perjudicados por tejidos nuevos que
deben tener la misma forma y características del tejido
sano. El hueso es un tejido que a pesar de su dureza tiene
una capacidad de regeneración importante y un tiempo determinado
para su reparación. Al proceso de reparación del hueso después de
una fractura le llamamos también consolidación ósea. En este texto
se van a describir los diferentes procesos de reparación del hueso
cuando se produce una fractura y qué sucede cuando éste proceso se
retarda.
Fase de remodelación
El proceso de consolidación finaliza con un remodelamiento
adaptativo, que puede durar meses o incluso años.
En este proceso de consolidación intervienen diversos factores: el
celular, de vascularización, los bioquímicos del organismo (hormonas,
vitaminas), factores bioquímicos locales (factores de crecimiento) y
factores biofísicos (mecánicos).
Si la zona lesionada no está vascularizada nunca se producirá
regeneración, ya que la elevada actividad metabólica que implica la
reparación tisular no puede llevarse a cabo sin el oxígeno contenido
en la sangre. Por ello, en ocasiones es necesario realizar injertos de
hueso vascularizado.
Además, existen hormonas (como la paratohormona, hormona del
crecimiento, estrógenos…), que tienen una influencia definitiva en la
formación del cayo de fractura; igual que ciertas vitaminas como la C
y la D.
Alteraciones de la consolidación
La tendencia espontánea tras la aparición de una fractura es a la
reparación. El proceso de consolidación de la fractura comienza
inmediatamente, aunque en ocasiones se retrasa, produciéndose una
complicación conocida como el retraso o retardo en la
consolidación; o se detiene, produciéndose la falta de consolidación.
Una fractura se considera curada cuando clínicamente el paciente ya
no tiene movilidad de los fragmentos, cuando ya no hay posibilidad de
que tenga dolor al manipular el foco de fractura y cua ndo al realizar
una radiografía se encuentra que alrededor del foco de fractura hay
suficiente hueso nuevo.
Cuando se detiene a destiempo la consolidación no solo se detienen
todos los procesos celulares, sino que se cierra la medula de los
extremos de la fractura en los que comienza a formarse un tejido
fibroso denso, que puede conectar los dos extremos no consolidados,
formando una cavidad recubierta por una membrana que contiene
líquido sinovial. Esto es lo que se conoce como pseudoartrosis, por
tener la forma de una falsa articulación. Se puede observar el
movimiento de los extremos del foco de fractura.
Minerales beneficiosos para los huesos
Calcio
Fósforo
Es un mineral que se convierte en un componente estructural tanto del hueso
como de los dientes, a la vez que forma parte de las membranas celulares como
los fosfolípidos (esenciales para nuestro cerebro).
Magnesio
Flúor
Es un mineral que, al igual que los minerales indicados en las líneas anteriores,
forma parte de los huesos, además de dientes y ligamentos. De hecho, es útil
porque ayuda a fortalecer huesos y ligamentos, y a fijar el calcio a dientes y
huesos.
Zinc
Boro