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SEMINARIO DE HISTOLOGIA

RENOVACIÓN, MIGRACIÓN Y DIFERENCIACIÓN DE LAS CÉLULAS EPITELIA-


LES. IMPLICANCIAS MÉDICAS

AUTORES:
 Alarcón Pejerrey Romina
 Cevallos Vargas Almendra Fariding
 Granados Perez Aleiska
 Pariatanta Guevara Karen
 Verastegui Bezzolo Luis Angelo
 Verastegui Bezzolo Renzo

HORARIO:
Martes 19:15 –20:45

DOCENTE:
Dra. Gardena Mamani Rakel

2018
INTRODUCCIÓN
En el presente trabajo se desarrollará como tema principal el tejido epitelial. El
tejido epitelial es uno de los cuatro tipos básicos de tejido. También se suele
referir a él como epitelio y es el tejido que actúa de superficie en el cuerpo, tanto
superficies externas como cavidades y conductos internos. Por ejemplo, piel,
mucosas y glándulas. En algunos órganos, como el hígado, forma el parén-
quima (tejido que lo rodea) y en cavidades internas suele conocerse como en-
dotelio (por ejemplo, el endotelio vascular es tejido epitelial). Dentro del tejido
epitelial podemos encontrar varios tipos y subtipos, cada uno con unas caracte-
rísticas específicas. Los epitelios están involucrados en numerosas funciones
entre las que podemos destacar la protección, absorción y difusión de sustan-
cias, la percepción sensorial o la secreción.

Se explicará la polaridad de celulas epiteliales, diferenciaciones apicales, cilios,


cilios móviles y monocilios, microvellosidades, estereocilios. A continuación tra-
taremos las uniones celulares y moléculas que ello implica.

Se desarrollará información sobre la membrana basal. el citoesqueleto, también


será explicado debido a su actuación como andamio de la célula.

Finalizando desarrollaremos las implicancias medicas: fármacos contra los mi-


crotúbulos y la esterilidad, y enfermedades ampollosas de la piel.

OBJETIVOS
 Analizar la clasificación de epitelios, polaridad, renovación, migración y
diferenciación.

 Reconocer los tipos de uniones celulares.

 Identificar las implicancias médicas, importancia clínica y fármacos rela-


cionados con los epitelios
Marco teórico

Clasificacion general de los epitelios


El epitelio es una lámina cohesiva que recubre las superficies corporales y
configura las unidades funcionales de las glándulas secretoras.
La clasificación de los epitelios se basa en:
A. La morfología de las células que los integran:
 Células epiteliales escamosas
 Células epiteliales cubicas
 Células epiteliales cilíndricas

B. La disposición de las células en una o más capas:


o Epitelio simple: formado por una sola capa de células
▪ Epitelio escamoso simple
▪ Epitelio cubico simple
▪ Epitelio cilíndrico simple

o Epitelio estratificado: compuesto por dos o más capas celulares, se


componen de células basales, las cuales poseen actividad miotica
▪ Epitelio escamoso estratificado: Es el tipo más frecuente
y se subdivide en:
 Moderadamente queratinizado: (o no queratini-
zado) conservan su núcleo.
 Muy queratinizado: carecen de núcleo.
▪ Epitelio cubico estratificado
▪ Epitelio cilíndrico estratificado

 Epitelio seudoestratificado: compuesto por células basales y cilíndri-


cas, solo las cilíndricas estarán en la superficie.
▪ Epitelio cilíndrico seudoestratificado ciliado
▪ Epitelio seudoestratificado con estereocilios
 Epitelio urotelio: formado por células basales, células intermedias, y
células cilíndricas cupuloformes.

Polaridad de las células epiteliales


Está determinada por la distribución de proteínas, lípidos y el reordenamiento
del citoesqueleto.
Poseen tres dominios:
1) Dominio apical: (más superficial) presenta diferenciaciones apicales.
2) Dominio lateral: en contacto con las células epiteliales adyacentes.
3) Dominio basal: se asocia con la lámina basal que separa al endotelio
del tejido conjuntivo, el complejo formado por la lámina basal y tejido
conjuntivo se llama membrana basal.

Diferenciaciones apicales
1) Cilios
2) Microvellosidades
3) Estereocilios
Cilios
Ciliogenesis proceso por el cual se ensamblan ambos tipos de cilios, este pro-
ceso se inicia por el cuerpo basal, en un precursor, el centrosoma.
El precursor sufre un proceso de diferenciación controlado por seis micro-ARN,
los cuales inhiben la transcripción proteica del ARNm de la proteína centrosomal.
Esto provoca que los cuerpos basales no puedan anclarse a la membrana apical,
y la citogénesis se interrumpe produciendo enfermedades respiratorias y disci-
nesia ciliar idiopática.

a) Cilios móviles:
Su función es coordinar la circulación de fluidos. Provienen de los cuerpos
basales anclados por medio de raicillas a la porción apical del citoplasma.
El cilio está compuesto por un axonema, formado por un par central de
microtúbulos rodeado de nueve pares de microtubulos (9+2).
Forma parte de la cola de los espermatozoides y del revestimiento de la
traquea y el oviducto, importantes en la defensa del aparato respiratoria y
el transporte del ovulo fecundado.
b) Monocilios o cilios primarios inmóviles:
Transmiten información a la célula sobre el ambiente externo. Participan
en las primeras etapas del desarrollo embrionario conduciendo a la orga-
nogenia. Presentan señales de hedgebog. El cinetocilio (posición de la
célula ciliada del órgano de Corti) importantes en los órganos sensoriales
del oído y el equilibrio.
Moléculas de adhesión molecular
Unión de células similares entre sí y la lámina basal .Las moléculas de adhesión
molecular permiten el contacto entre células epiteliales a través de uniones ce-
lulares especializadas
Las células no epiteliales también utilizan estas moléculas y uniones ejemplo:
Músculo cardíaco
Tipos
1. Moléculas dependientes de Ca2: Cadherinas y Selectinas
2. Moléculas independientes de Ca2: La supe familia de las inmunoglobulinas y
integrinas

Cadherinas
Familia de moléculas dependientes de Ca2 .EL proceso de transición epitelio-
mesénquima (TEM) es un indicador de la importancia de las cadherinas en las
enfermedades humanas, durante la TEM la cadherina epitelial, los crumbs y las
citoqueratinas se regulan a la baja, mientras que los marcadores mesenquima-
tosos como la vimentina incrementan.
Se conoce más de 40 cadherinas diferentes

La E-cadherina forma dímeros cis-homófilos que se unen a los dímeros de la


misma o distina clase de cadherina de la membrana celular
La N-cadherina en el sistema nervioso central, cristalino del ojo y músculos es-
quelético y cardíaco
La P-cadherina en la placenta
Complejo de las cateninas: Dominio citoplasmático de las cadherinas se unen a
la actina a través de proteínas intermedias esto influye:
- Las cateninas establecen enlaces directos con filamentos de actina

- Interaccionan con moléculas reguladoras del citoesqueleto de actina

- Controlan el estado de adhesión del dominio extracelular de las cadheri-


nas

Selectinas
Son moléculas de adhesión celular dependiente de de Ca2 .Se unen a los hidra-
tos de carbono y se engloban en el grupo de lectinas C.
Cada selectina posee un dominio de reconocimento de hidratos de carbono CRD
con afinidad por un oligosacárido específico unido a una proteína o lípido
Las selectinas intervienen en la migración de los leucocitos desde el torrente
circulatorio hacia los tejidos mediante la extravación
Clases
1. P- selectina presente en plaquetas y células endoteliales activadas que revis-
ten vasos sanguíneos
2. E-selectina en células endoteliales activadas
3. L-selectina presente en leucocitos
Integrinas
Las integrinas se diferencian de las cadherinas, las selectinas y las moléculas
pertenecientes a la superfamilia de las Ig en su estructura heterodimérica for-
mada por dos subunidades α y β asociadas, las cuales son codificadas por genes
diferentes. Se conocen unos 22 heterodímeros de integrinas formados por 17
variantes de la subunidad α y β formas de la β. Casi todas las células expresan
una o más integrinas. De manera similar a las cadherinas, el dominio citoplás-
mico de las β-integrinas se une a filamentos de actina a través de proteínas de
conexión. El dominio extracelular de las subunidades β de las integrinas se une
a la secuencia tripeptido RGD presente en la laminina y la fibronectina, dos com-
ponentes destacados de la membrana basal, un tipo específico de matriz extra-
celular. La laminina y la fibronectina interaccionan con diversos tipos de colá-
geno, proteoglucano perlecano de tipo heparano sulfato y entactina. La relación
entre las integrinas y la matriz extracelular reviste una enorme importancia para
la migración celular a zonas determinadas durante la embriogénesis y es sus-
ceptible de regulación cuando la motilidad celular es necesaria Además de inter-
venir en las interacciones entre celular y matriz, las integrinas también participan
en la interacción intercelular. Aquellas con subunidades β2 se expresan en la
superficie de los leucocitos y están implicadas en la unión intercelular como pre-
paración para la extravasación. Un ejemplo de estas moléculas es la integrina α2
y β2 en el proceso de adhesión leucocítica que se une a ligandos de las superfi-
cies de las células endoteliales y produce la activación del proceso de extrava-
sación leucocítica en el transcurso de la fase de homing. Las integrinas son re-
ceptores de señales bidireccionales y pueden activarse cuando las proteínas se
unen a los dominios extracelulares e intracelulares. Cuando las integrinas se
unen a las moléculas de la matriz extracelular también lo hace un complejo pro-
teico al citoesqueleto y se activan varias vías de transmisión de señales.
La trombastenia de Glanzmann, las alteraciones de la adhesión leucocítica y las
enfermedades de la piel están asociadas con las mutaciones genéticas de las
integrinas o de los reguladores de las integrinas

Uniones Celulares
A pesar de que las moléculas de adhesión celular son responsables de la adhe-
sión de una célula con otra, las uniones celulares son necesarias para potenciar
la estabilidad. Por otra parte, el movimiento de solutos, iones y agua a través de
una capa epitelial tiene lugar a través de y entre los componentes de la célula.
Un gran número de canales y moléculas transportadoras controla la vía de trans-
porte transcelular. La vía paracelular está controlada por un contacto intercelular
continuo o uniones celulares. La alteración de estas uniones origina enfermeda-
des adquiridas y hereditarias debido a unas barreras epiteliales ineficientes. Las
uniones celulares son estructuras simétricas formadas entre dos células adya-
centes. Se distinguen tres clases principales de uniones celulares simétricas

Uniones Herméticas
Las uniones herméticas llevan a cabo dos funciones principales
 Definen la polaridad de las celular epiteliales al separar el dominio apical
del basolateral y evitar la difusión libre de lípidos y proteínas entre ellos.
 Impiden el paso libre de moléculas a través de una capa epitelial.
Uniones de anclaje
Las uniones de anclaje se disponen por debajo de las uniones herméticas, por
lo general en las proximidades de la superficie apical del epitelio. Se han identi-
ficado tres clases de uniones de anclaje
1. La zónula adherente o desmosoma en cinturón.
2. La mácula adherente o desmosoma puntual.
3. El hemidesmosoma.

Zonula adherente
De forma similar a las uniones herméticas, la zónula adherente presenta una
morfología de cinturón. La zónula adherente se asocia a microfilamentos de ac-
tina, asociación que se sustenta en la interacción de las cadherinas con las ca-
teninas. Las principales desmogleínas que se expresan en la epidermis de la piel
son las desmogleínas

Macula adherente
La mácula adherente es una unión puntual asociada a filamentos intermedios de
queratina que se extienden desde un punto a otro de las superficies lateral y
basal de las células epiteliales. Los desmosomas puntuales confieren resistencia
y rigidez a la capa de células epiteliales. Asimismo, aparecen en los discos inter-
calados que unen miocardiocitos adyacentes en el corazón y las meninges que
tapizan las superficies externas del encéfalo y la médula espinal. A diferencia de
las uniones oclusivas, las membranas de células adyacentes unidas por zónulas
y maculas adherentes se separan por un espacio intercelular relativamente am-
plio Este espacio está ocupado por la porción glucosiladas de unas proteínas
pertenecientes a la familia de las cadherinas, las desmogleínas y las desmocoli-
nas, que se anclan a placas citoplásmicas que contienen desmoplaquina, placo-
globina y placofilina. Las placas citoplásmicas se unen a la cara interna de la
membrana plasmática. El entrecruzamiento de cadherinas similares supone la
aproximación de las células a través de una interacción homófila o heterófila de-
pendiente de Ca2+. Los genes correspondientes a las cadherinas desmosómicas
humanas codifican cuatro desmogleínas y tres desmocolinas, cuyos dominios
citoplasmicos interaccionan con la placoglobina y la placofilina. La desmopla-
quina interacciona con filamentos intermedios de queratina en la epidermis, la
desmina en los discos intercalados y la vimentina en las meninges. La desmo-
gleína I y la desmogleína 3 mantienen la capacidad de cohesión de la epidermis,
un epitelio escamoso estratificado. La síntesis de autoanticuerpos contra la des-
mogleína I produce una enfermedad ampollosa de la piel denominada pénfigo
foliáceo.

Hemidesmosoma
Los hemidesmosomas son estructuras asimétricas que anclan el dominio basal
de una célula epitelial con la lámina basal subyacente. La organización del os
hemidesmosomas difiere respecto a la de la mácula adherente o el desmosoma.
El hemidesmosoma se compone de:
1. Una placa citoplásmica interna asociada a filamentos intermedios
2. Una placa de membrana externa que une el hemidesmosoma a la lámina
basal por medio de filamentos de anclaje e integrina α2 y β2
A pesar de que los hemidesmosomas presentan el aspecto de medio desmo-
soma, ninguno de los componentes bioquímicos del desmosoma está presente
en los primeros. Los hemidesmosomas incrementan la estabilidad global de los
tejidos epiteliales a través de la unión de los filamentos intermedios del citoes-
queleto a los elementos que forman parte de la lámina basal.

UNIONES COMUNICANTES
Las uniones comunicantes (maculae communicantes), también llamadas unio-
nes de hendidura o nexos, son las únicas estructuras celulares conocidas que
permiten el paso directo de moléculas de señal de una célula a otra. Están en
una gran variedad de tejidos, incluidos los epitelios, el músculo liso y cardíaco y
los nervios. Las uniones de hendidura son importantes en los tejidos en los cua-
les la actividad de las células contiguas debe estar coordinada, como en los epi-
telios ocupados en el transporte de líquidos y electrolitos, en el músculo liso vas-
cular e intestinal y en el músculo cardíaco. Una macula communicans consiste
en una acumulación de poros o canales transmembrana dispuestos muy juntos.
Estas uniones permiten que las células intercambien iones, moléculas regulado-
ras y metabolitos pequeños a través de los poros. La cantidad de poros en una
unión comunicante puede variar mucho, al igual que puede variar la cantidad de
uniones comunicantes entre las células contiguas.
Las uniones de hendidura están formadas por 12 subunidades de proteínas per-
tenecientes a la familia de las conexinas. Cuando se examina con el MET, la
unión de hendidura aparece como una región de contacto entre las membranas
plasmáticas de células contiguas. Para
estudiar la estructura de este tipo de unio-
nes, se han utilizado técnicas de genera-
ción de imágenes de alta resolución,
como la microscopia crioelectrónica. Los
estudios de este tipo permiten ver grupos
de canales muy juntos, cada uno formado
por dos hemicanales llamados conexo-
nes, que están incluidos en las membra-
nas enfrentadas. Estos canales están for-
mados por pares de conexones que cru-
zan el espacio extracelular entre las célu-
las contiguas. El conexón de una mem-
brana celular está alineado con precisión para acoplarse a un conexón coinci-
dente en la membrana de la célula contigua y así, como el nombre lo implica,
permitir la comunicación entre las células.
Cada conexón tiene seis subunidades simétricas de una proteína integral de la
membrana llamada conexina (Cx), que se aparea con una proteína similar pro-
veniente de la membrana contigua. En consecuencia, el canal completo está
compuesto por 12 subunidades que adoptan una distribución circular para formar
un canal cilíndrico de 10 nm de longitud y 2,8 nm de diámetro a través de la
membrana.
MEMBRANA BASAL
Una estructura especializada que esta junto a la superficie basal de las células
epiteliales y la estroma de tejido conjuntivo subyacente.
Estructura y función
El término membrana basal fue acuñado originalmente para designar una capa
amorfa y densa, de espesor variable, adosada a la superficie basal de los epite-
lios. Aunque una estructura prominente llamada “membrana basal” se ve con la
tinción de hematoxilina y eosina (H-E) en unos pocos sitios, como la tráquea y.
a veces, en la vejiga urinaria y en los uréteres, la membrana basal necesita tin-
ciones especiales para que pueda verse con el microscopio óptico. Este reque-
rimiento es consecuencia, en parte, de su delgadez y del efecto de la eosina,
que la torna indistinguible del tejido conjuntivo contiguo. En la tráquea, la estruc-
tura que con frecuencia se designa como membrana basal incluye no sólo la
verdadera membrana basal, sino también una capa adicional de fibrillas coláge-
nas poco espaciadas y bien alineadas que pertenecen al tejido conjuntivo.
Que la mayor parte de las células conjuntivas no estén rodeadas de material de
membrana basal concuerda con su falta de adhesión a las fibras del tejido con-
juntivo. En efecto, para funcionar, tienen que migrar dentro del tejido en res-
puesta a los estímulos adecuados.
La lámina basal es el sitio de adhesión estructural para las células que están
encima y el tejido conjuntivo que está debajo.
El examen del sitio de las membranas basales epiteliales con el ME permite
comprobar la existencia de una capa bien definida de material de matriz electro-
denso, de 40 a 60 nm de espesor, entre el epitelio y el tejido conjuntivo subya-
cente (Fig. 5.28), llamada lámina basal o, a veces, lámina densa. Vista con alta
resolución, esta capa exhibe una red de filamentos finos de 3 a 4 nm, compues-
tos por lamininas, moléculas de co-
lágeno tipo IV y diversos proteoglu-
canos y glucoproteínas asociados.
Entre la lámina basal y la célula,
hay un espacio que es relativa-
mente claro o electrolúcido, la lá-
mina lúcida (también de alrededor
de 40 nm de espesor).
Este espacio contiene las regiones
extracelulares de las moléculas de
adhesión celular, en su mayoría
son receptores de fibronectina y de
laminina. Estos receptores son
miembros de la gran familia de pro-
teínas transmembrana conocidas
como “integrinas”.

CITOESQUELETO
El citoesqueleto es propio de las células eucarióticas. Es una estructura tridimen-
sional dinámica que se extiende a través del citoplasma. Por lo tanto la idea de
que el citoplasma de la célula es una masa amorfa y gelatinosa es equivocada.
Esta matriz fibrosa de proteínas se extiende por el citoplasma entre el núcleo y
la cara interna de la membrana plasmática, ayudando a definir la forma de la
célula e interviniendo en la locomoción y división celular. Es decir que el citoes-
queleto no sólo da estabilidad a la célula como un esqueleto, sino que es también
como el músculo interviene en el movimiento celular. Por lo tanto podríamos lla-
marlo también “citomusculatura”. Podemos agregar que el citoesqueleto condi-
ciona el movimiento de las organelas del interior de la célula y tiene gran impor-
tancia metabólica, dando un andamiaje a los procesos moleculares que se rea-
lizan en el citoplasma. Compuesto por filamentos de actina, microtúbulos y fila-
mentos intermedios.
El citoesqueleto es característico de las células eucariontes ya que está ausente
en los procariontes. Por lo que podría ser un factor esencial en la evolución de
los eucariotas
De esta forma podemos enunciar las siguientes funciones del citoesqueleto:
 Estabilidad celular y forma celular
 Locomoción celular
 División celular
 Movimiento de los orgánulos internos
 Regulación metabólica

MICROFILAMENTOS (FILAMENTOS DE ACTINA)


Son las fibras más delgadas, del citoesqueleto, de 3-6 nm, están formados por
la proteína actina. La actina es una proteína con funciones contráctiles, es tam-
bién la proteína celular más abundante. La asociación de estos microfilamentos
de actina con la proteína miosina es la responsable de la contracción muscular.
Los microfilamentos también pueden llevar a cabo los movimientos celulares,
incluyendo desplazamiento, contracción y citiocinesis.

Polimerización y despolimerización de los filamentos de actina. (a) actina


G, (b) nucleación, (c) polimerización y despolimerización.
La actina es la proteína base de los microfilamentos. El monómero es conocido
como actina G, o actina globular. En presencia de ATP, se polimeriza formando
largas hélices dobles, denominadas actina F, o actina filamentosa. Para que se
lleve a cabo esta polimerización el ATP debe convertirse en ADP, liberando la
energía necesaria para el proceso. La actina, presenta polaridad, tiende a poli-
merizarse (alargarse) y despolimerizarse (acortarse) a gran velocidad por un ex-
tremo más (el extremo positivo), y a realizar los mismos procesos por el otro
extremo, menos (extremo negativo), a menor velocidad.
Distribución celular
1. Filamentos Transcelulares (atraviesan el citoplasma en todas las direccio-
nes).
2. Filamentos Corticales (por debajo de la membrana plasmática)
En las células epiteliales, los filamentos transcelulares transportan organoides,
asociados a la proteína motora miosina I.
En las células del tejido conectivo los filamentos de actina transcelulares se lla-
man fibras tensoras y están asociadas a la proteína motora miosina II.
Los filamentos de actina cumplen un rol principal en la motilidad celular , decisiva
en el desarrollo embrionario. En las células musculares los filamentos de actina
no se acortan ni se alargan.
La droga citocalasina B provoca la despolimerización de los filamentos de actina,
debido a que se une a sus dos extremos y bloquea su crecimiento.

Microtúbulos
Los microtúbulos están formados de dímeros de tubulina, cada uno de estos dí-
meros se compone de dos moléculas de tubulina unidas de forma estrecha: α-
tubulina, β-tubulina. Las subunidades de tubulina se disponen en hileras llama-
das protofilamentos. La asociación de 13 protofilamentos, da lugar a un cilindro
de microtúbulos con un eje hueco.
La estructura de los microtubulos esta polarizada, poseen un extremo positivo
que se alarga con mayor rapidez que el negativo.
Casi todos los microtubulos individuales sufren etapas alternas de crecimiento
lento y despolimerización rápida. Este proceso, conocido como inestabilidad di-
námica, englobas pasos fundamentales:
• Fase de polimerización, donde se añaden subunidades de GRP-tubulina al ex-
tremo positivo del microtúbulo unido con una caperuza de GTP que facilita el
alargamiento posterior.
• Liberación de fosfato hidrolizado, del GTP unido a la tubulina.
• Fase de despolimerización de subunidades de GTP-tubulina del extremo ne-
gativo a velocidad alta.

Proteínas asociadas a microtúbulos (MAP)


Modifican la estabilidad de estas estructuras. Las MAP se dividen en dos grupos:
• MAP clásicas, como MAP1A, MAP1B, MAP2 y tau
• MAP no clásicas, como miembros de familias Lis1 y DCX. Las MAP estabilizan
a microtúbulos mediante la fosforilación/desfosforilación.

Centrosoma
Principales centros organizadores de microtúbulos, compuestos de un par de
centriolos rodeados de material pericentriolar, una sustancia amorfa electro-
densa en la que abundan diversas proteínas como la pericentrina y la γ-tubulina.
Tienen cuatro funciones principales:
• Nuclea la polimerización de subunidades de tubulina para formar microtúbulos.
• Organiza los microtúbulos en unidades funcionales.
• Se duplica una vez en cada ciclo celular como preparación para la división ce-
lular.
• Da lugar a precursores de cuerpos basales de donde parten los cilios móviles
como los primarios.

Las anomalías en el centrosoma son clave en la oncogénesis humana y presen-


tan una relación con el cáncer en estadio avanzado y las metástasis, la amplifi-
cación del centrosoma se trata de una anomalía mortal ya que impide el ensam-
blaje de células del huso mitótico.

Los centrosomas pertenecen al centro mitótico el cual forma el aparato mitótico


junto con el huso mitótico, el centriolo es un cilindro pequeño formado por nueve
tripletes de microtúbulos, se replican antes de la mitosis y forman dos pares, en
el transcurso de la mitosis los pares se localizan en los extremos opuestos de
las células y dirigen la formación del huso mitótico.

Tipos de microtubulos que parten de los centrosomas.


1. Microtúbulos radiados o astrales, anclan el centrosoma a la membrana plas-
matica.
2. Microtúbulos cinéticóricos, unen el cinetocoro cromosomico a los centroso-
mas.
3. Microtúbulos polares, se extienden desde ambos polos del huso.
Los cinetocoros están formados por varias proteínas ensambladas en el ADN
durante el transcurso de la mitosis y meiosis, se ensamblan en el centromero;
los cromosomas no se pueden separar si los cinetocoros no se han ensamblado.
El material pericentriolar contiene el complejo anular de γ-tubulina y la proteína
pericentrina, cada complejo tiene un lugar para el ensamblaje y el alargamiento
de un microtúbulo.
El extremo negativo de cada microtúbulo va al centrosoma y el positivo hacia
afuera (citoplasma).

Axonema de los cilios y flagelos


Los cilios un flagelos contienen un eje de microtúbulos denominado axonema,
este consta de 9 dobletes alrededor de un par central (9+2), cada doblete se
compone de un microtúbulo completo (túbulo A con 13 protofilamentos), junto
con un segundo microtúbulo parcialmente completo (túbulo B con 10-11 protofi-
lamentos). Los dobletes periféricos adyacentes se unen a través de la proteína
nexina, los túbulos A tienen dos brazos proteicos; brazos internos y externos de
dineína.
En presencia de ATP los cilios y flagelos se inclinan.
Cilopatías:
1. Aumento de la proteína CP110 impide la unión de los cuerpos basales a la
membrana plasmática.
2. Transporte de proteinas durante el ensamblaje de cilios y flagelos da lugar al
sindrome de Bardet-Biedl.

Implicancias medicas: mutaciones de las conexinas.


• Mutación de la conexina 26, se asocia con hipoacusia.
• Mutación del gen conexiona 32, se observan en la neurópata desmielinizante
de CharcotMarie-Tooth, causando degeneración de los nervios periféricos (de-
bilidad y atrofia muscular)
• Mutación del gen conexiona 50, asociado a cataratas congénitas.
• La delección del gen conexina 53, condiciona anomalías esqueléticas y retraso
en la mineralización ósea.

FILAMENTOS INTERMEDIOS
Los filamentos intermedios son componentes del citoesqueleto cuya principal mi-
sión es permitir a las células o estructuras celulares soportar tensiones mecáni-
cas. Esta función es obvia en las células animales, pero no en las células de las
plantas donde el papel de resistencia mecánica lo llevan a cabo las paredes ce-
lulares. En las células de las plantas se han detectado proteínas similares a los
filamentos intermedios pero su papel es desconocido. Se denominan intermedios
porque su diámetro es de aproximadamente 8 a 15 nm, que se encuentra entre
el de los filamentos de actina (7 a 8 nm) y el de los microtúbulos (25 nm). Apa-
recen en las células animales, aunque no en todas. Forman una red que con-
tacta con el núcleo y se extiende hasta la periferia celular.
Normalmente están anclados a los complejos de unión (desmosomas, hemides-
mosomas, las uniones focales) que se establecen entre células vecinas y entre
las células y la matriz extracelular (hemidesmosomas) a través de proteínas de
unión. También se han encontrado filamentos intermedios en el nú-
cleo donde forman la lámina nuclear, un entramado que da forma y aporta cohe-
sión a la envuelta nuclear. Abundan los filamentos intermedios en las células que
están sometidas a tensiones mecánicas. Por ejemplo en los axones de las célu-
las nerviosas, en las musculares y en las epiteliales.

IMPORTANCIA CLÍNICA: FÁRMACOS CONTRA LOS MICROTÚBULOS Y LA


ESTERILIDAD
Se dispone en dos grupos de fármacos antiminióticos que actúan sobre los mi-
crotúbulos:
1. Compuestos desestabilizadores de los microtúbulos, los cuales inhiben
su polimerización.

2. Compuestos estabilizadores de los microtúbulos que influyen en su fun-


ción al eliminar la inestabilidad dinámica.

El primer grupo engloba la colchicina, la colcemida, la vincristina y la vinblastina,


que se unen a la tubulina para inhibir la polimerización de los microtúbulos, lo
que supone la pared de la mitosis.
El segundo grupo figura el paclitaxel y su efecto es el contrario: estabiliza los
microtúbulos en lugar de inhibir su ensamblaje. El paclitaxel se ha utilizado de
forma frecuente como tratamiento del cáncer de mama y ovárico.
El síndrome de Kartagener es una discinesia ciliar de herencia autosómica rece-
siva que suele cursar con bronquiectasia y esterilidad en el hombre. Este sín-
drome se debe a la existencia de anomalías estructurales en el axonema que
impiden el aclaramiento mucociliar en las vías respiratorias y reduce la movilidad
de los espermatozoides y el transporte del óvulo en el oviducto.

Renovación celular epitelial


La renovación celular epitelial es la capacidad de las células de reproducirse y
producir células genéticamente idénticas que sustituyen funcional y fisiológica-
mente a las células madre originales.

Los epitelios de revestimiento están sometidos a repetidos traumas, por lo que se hace
necesaria la renovación:

En los epitelios planos estratificados queratinizados, las células muertas comple-


tamente queratinizadas se descaman de forma continua y son reemplazadas por células
basales, las que se queratinizan paulatinamente a medida que se desplazan hacia la su-
perficie.

La tasa de renovación de los epitelios es variable:

• En el sistema digestivo, las células epiteliales lesionadas o que alcanzan su ciclo vital
se desprenden y son sustituidas por células procedentes de la división de células de
segmentos basales en ciclos de 3 días.

• La piel presenta ciclos de 28 días.

• Los epitelios respiratorios y glandulares experimentan raramente degeneración celular


y estas son de ciclos vitales muy largos.

• Los epitelios que revisten superficies corporales, están sometidos al desgaste, como en
el intestino o la epidermis, de forma que este desgaste debe ser compensado con la
producción de nuevas células, existe una renovación celular.

Migración de células epiteliales


La migración celular es un proceso importante en el desarrollo y el manteni-
miento de los organismos pluricelulares.

La formación de tejido durante el desarrollo embrionario, la cicatrización y la res-


puesta inmune requieren de movimientos celulares sincronizados en una direc-
ción particular y hacia sitios específicos. Los errores durante este proceso tienen
consecuencias serias, incluyendo retraso mental, enfermedades cardiovascula-
res y formación de tumores y metástasis

La principal fuerza motora para la migración celular está dada por la extensión
del borde de avance (lamelipodio), el establecimiento de nuevos sitios de adhe-
sión en el frente, la contracción del cuerpo celular y la desunión de los sitios de
adhesión posteriores.

• Extensión.- La polimerización de actina en el frente de migración empuja la


membrana hacia delante.

• Adhesión.- Forman contactos focales firmes.

• Translocación del cuerpo celular.- Mueven hacia delante por mecanismos aún
no bien definidos que implican a la miosina.
• Despegue.- Del extremo posterior de la célula que se retrae sobre el cuerpo
celular (a veces deja tras de sí fragmentos de membrana).

Tipos de migración celular

• Migración celular orientada por galvanotaxis.- Es la capacidad celular para re-


conocer una diferencia de potencial de un campo eléctrico.

• Migración celular orientada por haptotaxis: Es la capacidad de la célula para


detectar y responder en forma selectiva al contacto con áreas de diferente
grado de adhesividad, con lo cual se establecen vías migratorias y/o zonas de
colonización de ciertas poblaciones celulares.

• Migración celular orientada por quimiotaxis: Se basa en el reconocimiento de


una gradiente de concentración de factores solubles presentes en el microam-
biente celular, que induce como respuesta un cambio en la dirección de su
movimiento.

• Migracion celular orientada por temotaxis.- Mecanismo recientemente obser-


vados en espermatozoides que orientan su movimiento siguiendo una gra-
diente de concentración.

Diferenciacion celular
Son las variaciones de la actividad del material genético entre las células de un
mismo organismo, por lo cual se generan diferencias entre las células de un in-
dividuo. La especialización de las células implica la síntesis de proteínas espe-
cificas. Para lograr esto se deben desactivar determinados genes y activar otros
( en la activación y desactivación de genes se hace referencia a algún tipo de
estímulo sobre los mismos que promueva o reprima la acción)

Capas germinales

• El endodermo es la capa de tejido más interno de las tres capas en las que
se divide los tejidos del embrión animal (o capas germinativas) y da origen a
Intestino primitivo, Traquea, bronquios, pulmones, faringe oido medio, paratiroides,
tiroides, tubo digestivo, higado, pancreas, alantoides y vejiga urinaria.
• Mesodermo: forma estructuras asociadas con las funciones de movimiento
y soporte, da origen al cráneo, esqueleto axial, músculos, conductos de
Muller, oviducto, útero, vagina, epidídimo, capas de la piel, uréteres, corteza
adrenal, pelvis renal, vasos sanguíneos, corazón.
• Ectodermo: Glándulas mamarias, glándulas sudoríparas, glándulas
cebáceas, ano, esmalte de dientes, epitelio nasal, epitelio oral, cristalino del
ojo, cerebro, nervios motores, hipófisis, retina, medula espinal, ganglios
espinales.
Enfermedades de tejido epitelial

Queratinitis: Es una inflamación que afecta a la córnea, es decir la porción ante-


rior y transparente del ojo. Puede estar originada por múltiples causas, una de
las más frecuentes es una infección bacteriana o vírica. Suele producir intenso
dolor ocular, enrojecimiento del polo anterior de ojo, lagrimeo y fotofobia.

Las queratinitis se clasifican en:

Superficiales: Afectan simplemente al epitelio corneal.

Queratinitis filamentosa: Existen pequeños filamentos unidos a la porción


superficial del epitelio corneal

Queratinitis punctata o punteada: Es la más frecuente y se caracteriza por


pequeñas lesiones dispersas diseminadas por la superficie de la córnea.

Profundas: Generalmente revisten más gravedad.

Queratinitis ulcerativas: Se forma una úlcera, que en realidad no es más


que una solución de continuidad en la superficie de la córnea.

Dermatitis psoriasiforme: psoriasis.


La psoriasis es una enfermedad cutánea crónica frecuente, persistente o con
recaídas, con descamación.

Foliculitis y perifoliculitis: acné


La acné se presenta con mayor frecuencia como comedones basados en folícu-
los, pápulas inflamatorias, o pústulas en la cara, el cuello, el pecho y la espalda.

Urticairia
La urticaria es un tipo de reacción cutánea caracterizada por una erupción eva-
nescente en forma de habones, producidas por vasodilatación y aumento de la
permeabilidad vascular con el consiguiente edema dérmico.

El tipo e intensidad del infiltrado inflamatorio en la urticarias es bastante variable


y depende de la antigüedad de la lesión biopsiada y del estímulo etiológico. Un
dato histológico constante es la presencia de edema en la dermis reticular, que
se manifiesta por separación de los haces de colágeno.

Se aprecia edema de la dermis reticular en forma de espacios claros entre los


haces de colágeno. Los vasos presentan hinchazón endotelial. Hay escaso nú-
mero de células inflamatorias intersticiales.

Cancer de piel
Melanoma: Puede desarrollarse en un tejido fuertemente pigmentado, como un
lunar o manchas en la piel de nacimiento.

Quemaduras de sol: Las quemaduras producidas por acción de los rayos sola-
res, son padecidas más frecuentemente por personas con clases de piel clara.
Se caracteriza por una piel que va del color rojizo al púrpura y está caliente al
tacto.

Eczemas: Manifestación alérgica crónica caracterizada por comezón e


inflamación de la piel. La zona afectada normalmente se seca y se descama.

Dermatitis de contacto: Alergia de la piel producida por el contacto directo con


elementos irritantes, como cosméticos, detergentes, jabones, etc.

ENFERMEDADES AMPOLLOSAS DE LA PIEL


Las enfermedades ampollares comprenden un grupo de diversos procesos oca-
sionados por anticuerpos frente a los elementos de la unión de las células epi-
teliales o frente al complejo de unión dermo-epidérmica. La mayoría de ellas
cursa con ampollas y/o erosiones en piel y o mucosas en algún momento de su
evolución. El pronóstico de las distintas enfermedades es diferente pero los pro-
cedimientos diagnósticos son similares en todas ellas con pequeñas variaciones
según la orientación diagnóstica y previsión de tratamiento.
Penfigoide ampollar
Es la enfermedad ampollar autoinmune más frecuente. Esta causada por anti-
cuerpos dirigidos frente a los componentes de la unión de la dermis con la epi-
dermis. Ocurre mayoritariamente en pacientes de la tercera edad, a menudo con
otras enfermedades de base y que reciben múltiples medicaciones, las cuales a
veces pueden tener un papel causal (diuréticos, antidiabéticos, entre otros)

En ocasiones, precede a la aparición de las lesiones, de forma que en la piel solo


se aprecian excoriaciones de rascado. Más tarde aparecen placas eritematosas
sobreelevadas y ampollas grandes y tensas de contenido amarillento en diferen-
tes localizaciones. Es muy poco frecuente la afectación de las mucosas (boca,
faringe, genitales, etc.). La ruptura de las ampollas ocasiona erosiones que pue-
den infectarse y cuando se resuelven dejan manchas violáceas o pigmentadas
y, en ocasiones, pequeños quistes (milium) que desaparecen lenta-
mente.
Penfigoide de mucosas
Es menos frecuente que el penfigoide ampollar. Afecta principalmente la boca
pero puede dañar otras mucosas como la conjuntiva, la faringe, la laringe y el
ano. Suele ser poco sensible al tratamiento y la cicatrización que sigue a la infla-
mación puede ocasionar importantes secuelas especialmente en los
ojos.
Las manifestaciones varían según la localización, siendo lo mas frecuente la pre-
sencia de erosiones y zonas blanquecinas. La afectación ocular se inicia como
una conjuntivitis rebelde, con enrojecimiento ocular y cambios inflamatorios.
También puede ocurrir la inversión del crecimiento de las pestañas (triquiasis)
que puede ocasionar úlceras y cicatri-
ces.
Epidermólisis ampollar adquirida
Es una enfermedad poco frecuente. Se debe a la producción de anticuerpos
frente al colágeno VII, una proteína situada por debajo de la capa inferior de la
epidermis (Fig. 1). Su diagnóstico es más complejo que el de las otras enferme-
dades ampollares autoinmunes y requiere de unidades especializadas. Es más
frecuente entre la 4ª y 5ª década de vida aunque puede ocurrir a cualquier edad.
Existen diversas formas clínicas; la llamada forma clásica que cursa con fragili-
dad cutánea y, por ello, las ampollas suelen asentar en las zonas de roce que
al curar ocasionan cicatrices atróficas; la forma inflamatoria es muy semejante
al penfigoide ampollar. Es muy frecuente la afectación de mucosas que se ca-
racteriza por ampollas y erosiones y, tal como se ha descrito en el penfigoide de
mucosas, puede producir secuelas en forma de cicatrices. Es bastante rebelde
al tratamiento y este se elegirá dependiendo del grado de afectación cutánea y
mucosa.

CONCLUSIONES

Los diversos tipos de células madres tienen un tiempo de vida media determi-
nado; conforme mueren estas células se generan nuevas gracias a la prolifera-
ción y diferenciación de diversos tipos de células progenitoras.

La salud de un individuo depende significativamente de la cantidad de células


madre adultas que circulan en su torrente sanguíneo en un momento dado.
Los tejidos con capacidad de regeneración y reparación conservan un grupo de
células madre llamadas células troncales, a partir de las cuales se originan las
células especializadas que constituyen el tejido ,y junto con la migración celular
interviene en la formación, crecimiento, renovación y reparación de los tejidos y
órganos de un individuo.

REFERENCIAS

1. Abraham L. Kierszenbaum (2008). Histologia y Biologia celular: Introducción


a la anatomia patológica. Editorial Elsevier-Mosby. Fecha de consulta:
25/03/18.
2. Ross, Michael H. Histología: texto y atlas color con biología celular y molecular
6a ed. - Buenos Aires. Editorial Médica Panamericana, 2012.
3. Alberts, B. et al; (1996) Biología Molecular de la Célula; 3° Edición; Ediciones
Omega S.A. Barcelona.
Karp, G.; (1998) Biología Celular y Molecular; Ed. Mc Graw Hill Interamericana.
México

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