Tutor: Marit C. Acuña G. . En la actualidad, el rol de los profesionales organizacionales o administradores es sometido a grandes exigencias, las mismas pueden surgir del entorno global y/o de la necesidad de mantener la competitividad de las organizaciones en su entorno de acción. Hoy más que nunca, estos profesionales deben enfrentar los desafíos propios de sus cargos y la toma de decisiones. Esto implica determinar qué recursos se destinarán, cuándo hacerlo, cómo se hará y cuál será el alcance de estas inversiones; considerando la productividad, la sostenibilidad, y en especial los aspectos éticos y morales.
En consecuencia, poder determinar los aspectos que puedan afectar a la
organización en sus diferentes ámbitos, con el fin de lograr un equilibrio entre la estrategia planteada y los resultados deseados. A menudo, esta situación plantea un cambio de paradigma, donde las viejas creencias que el éxito organizacional y el lucro riñen con los aspectos éticos. Surgiendo un devenir antagónico entre la razón y la moral, en tal sentido; podemos resaltar la necesidad de las empresas o instituciones en desarrollar una cultura de ética organizacional, establecer un programa de acción y lineamientos que permitan mejores decisiones, de manera que el aspecto ético sea parte de la misma como un atributo más de su misión. Al pensar en una empresa u organización, sea cual sea su razón o su modelo; las mismas y los recursos que utilizan a diario, pueden verse ante situaciones que demandan la toma de decisiones. Para llegar a la toma de decisiones requiere un proceso de análisis del contenido e importancia de la toma de las decisiones y acciones que se estimen convenientes. En tal sentido, las mismas pueden crear beneficios para determinados grupos o individuos, como también pueden causar efectos no deseados que perjudiquen a otras personas y grupos. Resolver estas situaciones, requiere tomar decisiones cuando las leyes, los reglamentos y/o los estatutos no pueden dar la pauta. Delinear políticas enmarcadas en estándares éticos y morales estimula la actuación social más allá del hecho noticioso o de cumplimiento legal. Promueve la responsabilidad social de las organizaciones que buscan retornar a la comunidad un valor agregado a cambio de lo que obtienen en su interacción. Desarrollar y mantener una cultura organizacional sólida puede ser clave para una organización. En este sentido, es recomendable conocer y adoptar los métodos y las prácticas gerenciales contemporáneas enmarcadas en una filosofía ética. Entendiendo la importancia de la ética, no como una obligación, sino como una filosofía que nutre a las instituciones, derivando beneficios como fortaleza y posicionamiento de la imagen, asociada a los aspectos positivos en la colectividad. En este contexto, estimula el desarrollo de la toma de decisiones dentro de un ámbito ético. Por tanto, favorece el fortalecimiento de una cultura organizacional ética sustentable y duradera en el tiempo. En la actualidad; el comercio electrónico, y la ética en Internet plantean un nuevo desafío: tomar en cuenta las relaciones entre los participantes, la diferencia cultural y los distintos aspectos legales de sus países de origen. Sin embargo; la cultura comercial y tecnológica de Latinoamérica tiene mucho camino por recorrer, a pesar que gran parte de sus integrantes tienen un perfil de educación media –alta y poseen un creciente conocimiento tecnológico, no manifiestan una cultura de consumo en la región ajustadas con las estándares de ventas que ofrece Internet en el resto del mundo. Esto obedece a la falta información, aun cuando el mercadeo y publicidad anime a consumir los productos y/o servicios y además los consumidores tengan los recursos, carecen de confianza en los procesos. Esta situación puede darse por diversas razones, entre ella es preciso resaltar las malas prácticas y las conductas poco éticas de algunos participantes. En la actualidad, esta realidad está siendo superada gracias a las campañas de información y las actuaciones éticas por parte de los participantes, que ven en internet un medio rentable y seguro para el desarrollo de modelos de negocios sostenibles. Por tanto, se debe reconocer el esfuerzo de los modelos de negocios B2B en el creciente desarrollo de los negocios en internet. En este sentido, se puede entender el aumento de la confianza por parte de los integrantes, dándose el caso donde algunos pasan de ser demandantes de productos y/o servicios a ofertantes de los mismos. De seguir la tendencia de negocios operando éticamente en la red, donde se brinde seguridad y calidad, el futuro es promisorio. Referencia Bibliográfica: Pineda, E. & Cardenas, J. Ética en las organizaciones, (2007) Mc Graw Hill.