El 1 de octubre de 1958, en Medellín, nace legitimar el asesinato del padre de un hijo, Héctor Joaquín Abad Faciolince, un que es tal vez el héroe de muchos más, al escritor y periodista colombiano muy representar ese padre que algunos no reconocido en ciertos sectores del país, tuvieron, o el que otros quisiéramos llegar pero completamente desconocido en otros. a ser cuando el llamado de la vida nos lleve Creció bajo la dualidad de una formación a ser los primeros maestros de las nuevas religiosa inculcada por su católica madre generaciones. Cecilia Faciolince, y la formación Sin embargo, esta obra es mucho más de lo científica de su padre Héctor Abad que he anunciado brevemente. Encuentro, Faciolince, como lo relata en una de sus que la real belleza de la obra más allá de la más reconocidas obras “El olvido que relación padre – hijo y como esta termina seremos”, crece rodeado de cinco de manera trágica, está en la capacidad del hermanas, su madre e incluso una monja. autor en mostrar su amor por su padre no Sin embargo, pese a lo anterior, Héctor de manera ideal, sino humana, lo muestra Joaquín ha manifestado abiertamente que como era, lo describe con detalles físicos realmente al familiar que más amor y que se sienten a través de las páginas, estima le tenía era a su padre, a quién temores, miedos, contradicciones, gustos y considera un ejemplo de vida y agradece todos esos detalles que nos hacen reales, por inculcarle el amor por la literatura, el dejando a un lado las idolatrías basadas en estudio y la crítica. mentiras para traer una oda de cruda realidad. En su obra cumbre, mencionada anteriormente (a la que por cierto le fue Abad hijo es uno de esos escritores que se otorgado el premio Casa de América extrañan, aquellos que producen textos Latina de Portugal y el premio Wola-Duke que a diferencia de muchas de las novelas en Derechos Humanos, demostrando la de la actualidad no pierden el sentido genialidad de la obra), el autor se muestra cuando ya sabemos al final. Es que de una manera transparente, honesta, perfectamente podría yo decirle a usted prácticamente desnuda su alma al lector, señor lector que el padre, protagonista de mostrando a lo largo de las páginas sus la historia, morirá, y no habría dañado en pasiones, miedos, triunfos y derrotas absoluto el libro, porque por más que se encaminadas hacia ese adiós prematuro nos hable de esta obra no hay nada que tuvo que decirle a su padre. comparado con leerla, porque es una ley que entra por los ojos para quedarse en el El escritor se muestra de una manera tan alma, que hasta con la lectura más humana que permite al lector la superficial deja grandes preguntas para la identificación con los sentimientos del reflexión y la auto-crítica. autor, incluso rompiendo diferencias entre lector-autor tan fuertes como las políticas, El regalo que nos hace Joaquín es pues por más en contra que se encuentre sumamente valioso, pues la valentía que alguien de la postura del padre, una requiere abrirse de una manera tan natural persona con capacidad crítica y de manera y transparente a este mundo en donde objetiva, pero más importante como una sobra la “criticonería” y se extraña a la crítica, abunda el egoísmo y se extingue la empatía, se señala más de lo que se entiende y se tienen más prejuicios que juicios de razón no es fácil. Sin embargo, él lo hace, con una serenidad digna de aplausos, una sencillez contagiosa y un amor honesto y profundo de esos que ya no se ven en las familias, las parejas ni las amistades. Tal vez, él entendió que tarde o temprano todos quedaremos cubiertos por nuevos hechos, nuevos relatos, nuevas experiencias; y podremos volvernos lagunas en el tiempo. Tal vez, realmente entendió el olvido que seremos.