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La última etapa en la evolución del ser humano es la ancianidad. El envejecimiento es un proceso biológico que
Al estudiar los maxilares desdentados, deberá considerarse un aspecto especial de la fisiología de las estructuras
anatómicas.
Como la pérdida del diente implica casi totalidad de los casos un trauma quirúrgico y la aparición de una brecha
Se debe a traumatismos, Infecciones, lamentablemente el ritmo de envejecimiento parece ser muy acelerado en la
cavidad bucal y no siempre la causa de debe buscarse en alteraciones de la salud; influyen factores económicos,
La eficiencia masticatoria del individuo suele quedar prematuramente disminuida, sea porque le faltan las piezas
dentarias, porque las remanentes se hayan en un mal estado y ocasionar dolor o porque es portador de un prótesis
que no funciona normalmente. Comer en tales condiciones puede llegar a hacer una tortura y no un placer. Al
estudiar los maxilares desdentados se deberá considerar un aspecto especial de la fisiología de las estructuras
anatómicas: su comportamiento ante las reposiciones protéticas, ya que, salvo escasas excepciones, el desdentado
total o parcial será, en un futuro lejano próximo portador de una prótesis dentaria. Si bien en un maxilar desdentado
es posible efectuar otras maniobras quirúrgicas, en la gran mayoría de los casos la aplicación de los conocimientos
de su anatomía tiene como finalidad la confección, instalación y posterior contralor de la prótesis. Cada maxilar
posee estructuras blandas y duras diferenciadas destinadas a la recepción y sujeción de las piezas dentarias que
epitelial desaparecen como tales, ya que, al no haber función específica que cumplir, su existencia no se justifica. Se
producirá una primera fase, notoria en sus manifestaciones, de cicatrización alveolar o su posextracción y de
reparación de tejidos blandos, y otra menos evidente, lenta, que corresponde a la neomodelación ósea. En este
aspecto el detalle más ostensible es el déficit dimensional que experimentan los procesos alveolares, transformados
La carencia de las piezas dentarias y la necesidad de rehabilitar con medios protéticos las funciones pérdidas o
disminuidas y la reducción de tamaño que se registra en los maxilares determinan que una serie de elementos óseos
y blandos adquieran importancia en la realización de los aparatos de prótesis; es así como aparece la fisiología de los
En la apófisis alveolo gingivodentarias las mutaciones que se producen con la perdida de los dientes pueden
1. Proceso de cicatrización
2. Proceso de neomodelacion
PROCESO DE CICATRIZACIÓN
Inmediatamente después de la avulsión de las piezas dentarias se desarrolla un fenómeno biológico que conduce
B. Segundo periodo de las manifestaciones menos notarias que termina con la reconstrucción definitiva del
hueco alveolar
El primer periodo se inicia inmediatamente después de la caída de la diente, comprende la formación retracción
y del coagulo; epitelizacion, cuando comienza el fenómeno de reptación que realizan los bordes de la herida de
la mucosa; organización del coagulo y calcificación endoconjuntiva; resorción de las tablas determinadas por el
tironeamiento que efectúa la trama colágena, y diferenciación de la encía, que adopta las características de la
encía adherente.
En el segundo periodo no se observa manifestaciones visibles por cuanto la mucosa ha cicatrizado sin embargo,
Esto va corresponder a la transformación lenta que sufre el hueso con el proceso de la edad.
MODIFICACIONES ESTRUCTURALES
Los cambios estructurales que resultan de la perdida de los dientes se producen en todos los elementos que
Se acentúan con el transcurso del tiempo, sobre todo cuando mayor haya sido la demora en reponer
protéticamente la dentición.
Así ocurren modificaciones óseas, gingivales, musculares, articulares, que repercuten en las funciones
Hemos de considerar ahora las modificaciones óseas en general, para explicar posteriormente la influencia que
ejercen los factores que determinan la pérdida de las piezas, así como la coincidencia o no en el tiempo de la
MODIFICACIONES ÓSEAS
El hueso dentado presenta la apófisis alveolar, destinada a alojar los dientes y a recibir las fuerzas de tracción
que le trasmiten las fibras periodónticas cuando se producen los movimientos fisiológicos de las piezas dentarias,
sobre todo los de intrusión. Por ello es que aparece una formación peculiar, tanto en las corticales como en él
esponjoso de tablas y tabiques. Pero dichas fuerzas no son absorbidas exclusivamente por la porción alveolar,
sino que son trasmitidas al resto del hueso y aun, de acuerdo con lo estudiado en arquitectura de los maxilares, a
huesos vecinos
De modo, pues, que no, es sólo la porción alveolar la que se estructura en función de la presencia y actividad del
diente, es todo el maxilar. Es así como, cuando los dientes caen, las apófisis alveolares se modifican y
El proceso de cicatrización ósea que hemos esbozado determina cambios no solamente en la estructura, sino
también en las dimensiones del hueso. En dicho proceso se señala un fenómeno de resorción, que evoluciona
aceleradamente en los 2 ó 3 Primeros meses subsiguientes a la exodoncia, pero que continúa con un ritmo más
lento hasta dos años después, que es cuando se considera que el hueso está razonablemente estabilizado. En
otro sentido, las fuerzas de tracción, para cuya recepción estaba preparado el maxilar, han desaparecido. El
desdentado sin prótesis, aunque dificultosamente, realiza un acto masticatorio que produce fuerzas de presión
de pequeña intensidad, que obligan a que se diferencie una nueva "modalidad trabecular", según la
denominación dada por Applegate. Esta condición se cumple más aceleradamente cuando el sujeto es portador
de prótesis.
El hueso residual comienza a presentar características similares a las de la masa ósea a que pertenece.
cervical y medio del alvéolo, y vertical en el tercio apical. En la trama ósea supra o infraalveolar, según el maxilar,
que es la que en el desdentado pasará a constituir el sustrato de la zona principal de soporte, hay un predominio
del trabeculado horizontal, representado por lo que en arquitectura de los maxilares se denomina arco basal; es
justamente en esta zona de trabeculado horizontal donde en el desdentado se van a producir presiones
verticales.
En el aspecto dimensional, el reborde residual pierde volumen paulatinamente y, si bien se reduce en todo
sentido, lo más notable es la pérdida de altura. Sufre un proceso de atrofia, más acentuado en aquellos sujetos
que no han efectuado la reposición protética de sus dientes o que han demorado en hacerlo, atrofia atribuible en
Como consecuencia de estos procesos, en distintos sujetos suele notarse una diferencia en cuanto a densidad
ósea. La determinación de esta densidad debe hacerse en la zona de soporte principal para ambos maxilares, por
1. porque es la porción ósea que sufre más intensamente las modificaciones previas y posteriores a la
exodoncía,
2. porque en ella es donde se instalará la reposición protética.
De acuerdo con ciertas condiciones determinadas por la edad del paciente, su metabolismo, mayor o menor
vascularización, etc., se tiene la posibilidad de que aparezca una híper, normo o hipomineralización del reborde
en reparación. Este detalle no parece ser de gran importancia en lo que se refiere al pronóstico de una prótesis,
pues no parece cabalmente demostrado que la existencia de una hiper o hipocalcemia pueda producir un hueso
que esté en mejores o peores condiciones para adaptarse a la recepción de una sobrecarga y, como
Por el contrario, algunos autores opinan que el hueso de poca densidad, dentro de términos normales, es el que
mejor soporta la prótesis. Un método utilizado para determinar esa densidad es el registro radiográfico, pese a
Entre las causas que determinan pérdidas dentarias, dos son las predominantes: la caries y la paradontitis . Los
En los casos de extracciones provocadas por caries sin complicaciones periapicales, al no haber sido alterada la
estructura ósea el único elemento que se añade es el trauma quirúrgico. El proceso cicatrizal se lleva a cabo en el
tejido sano, pudiendo preverse que la resorción ósea será de poco volumen, y la reparación de los tejidos
Idéntico concepto se aplica para los casos en que no existan complicaciones apicales encapsuladas, tales como
quistes y granulomas de pequeño tamaño, por cuanto éstos se extraen junto con el diente o mediante maniobras
quirúrgicas muy limitadas y que, en general, no afectan la estructura de tablas y tabiques. En los casos de
extracciones determinadas por lesiones peridentarias de considerable volumen, que ya han producido pérdida
de sustancia ósea alveolar, durante el proceso de reparación se producirá una gran disminución de los diámetros
En los abscesos, lesiones fistulizadas y en las parodontosis se han producido, antes del trauma quirúrgico,
destrucciones óseas o resorciones; por ello la cicatrización deberá comprender dos aspectos: el descombro de las
La pérdida de sustancia que sufrirá el reborde residual ha de ser de gran magnitud. El cuadro es más notorio en
los casos de parodontosis, por cuanto esta afección se produce a nivel de todas o gran parte de las piezas
EXTRACCIONES.
Es preciso señalar las distintas consecuencias derivadas del hecho que las extracciones dentarias hayan sido
En el primer caso, todo el maxilar va realizando el proceso cicatrizal y resorbiéndose simultáneamente; por lo
tanto, la pérdida de dimensión es uniforme. Para facilitar este fenómeno es conveniente, en caso de practicar
exodoncia múltiple, proceder en el mismo acto quirúrgico a la resección de las porciones óseas que puedan
determinar la aparición de prominencias. Estas áreas de prominencias se localizan a nivel de las crestas de los
tabiques interalveolares, que alcanzan mayor altura que las respectivas tablas. Como, por otra parte, los
movimientos de luxación se efectúan a expensas de las tablas vestibulares y palatinas o linguales, son ellas las
más afectadas. Por esas dos condiciones es que la resorción resulta mayor en las tablas que en los tabiques.
Cuando las extracciones han sido realizadas espaciadamente, puede ocurrir que, junto a una zona desdentada
desde antiguo, persista un área dentada; en tanto que en la primera el reborde residual ha perdido volumen, la
segunda mantiene aún sus dimensiones, que exceden las de la anterior por todos sus planos. Al practicarse
nuevas extracciones se establecerá, entre la reciente zona desdentada y la primitiva, una notoria diferencia de