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INGENIERO INDUSTRIAL
APETITO AL RIESGO
Madrid
Junio 2014
Resumen ii
Susana Ortiz
APETITO AL RIESGO
Como consecuencia de ello, tanto los reguladores como las entidades han repensado el
papel del riesgo en la entidad de manera global, implantando un sistema de gestión y
control de riesgo del apetito al riesgo.
El apetito al riesgo es el nivel de riesgo que las entidades están dispuestas a asumir en el
desarrollo de su actividad para cumplir con los objetivos fijados. Actualmente su
definición es esencial para las entidades financieras no solo por el exhaustivo control
sobre su perfil de riesgo sino por la visión de futuro que aporta mediante la integración
del riesgo como una herramienta más de decisión en la planificación de la estrategia, la
financiación y la fijación de los objetivos.
3. Caso práctico
Motivación y planteamiento
El apetito al riesgo se define sobre un conjunto de métricas que recogen los diferentes
tipos de riesgos en los que la entidad incurre a través de su actividad (solvencia,
liquidez, concentración).
Sin embargo, la concreción del apetito al riesgo es una característica particular de cada
entidad, es una información que las entidades no están interesadas en compartir por su
carácter estratégico. Únicamente se hacen públicas aquellas métricas que están bajo el
control del regulador, como pueden ser el ratio de solvencia, el coeficiente de cobertura
de liquidez o el ratio de apalancamiento.
Entre los datos publicados por las entidades en sus informes periódicos, la métrica que
ofrece mayor información sobre el apetito al riesgo de una entidad es el ratio de
solvencia, que representa el capital que posee una en una entidad en función de sus
activos ponderados por riesgo, es decir, en función del riesgo que está asumiendo en su
negocio. Por su definición, el ratio de solvencia de una entidad refleja cómo de cubierta
quiere estar, siendo una buena imagen de su apetito.
Metodología
Para poder estimar el modelo, el primer paso ha sido definir las causas de la variación
del ratio de solvencia de las entidades durante la crisis, detectando un fuerte impacto de
factores externos (coyuntura macroeconómica y cambios regulatorios) además del
efecto causado por las acciones idiosincráticas de cada entidad.
Dentro de las acciones propias realizadas por cada entidad se distingue un subgrupo que
destaca por su claro carácter de apetito al riesgo. Por ejemplo, a la hora de tomar una
decisión sobre si llevar a cabo o no una adquisición, la dirección de la entidad tendrá
que valorar si el riesgo que se asume en la operación es coherente con su definición de
apetito al riesgo, es decir, si tiene margen suficiente para absorber los nuevos riesgos
siendo fiel a su apetito.
El segundo, y último paso antes de estimar el modelo, ha sido transformar los factores
que afectan a la variación del ratio de solvencia en variables cuantitativas que se puedan
utilizar para construir el modelo. Los factores macroeconómicos se han representado a
Resumen vi
través de variables continuas mientras que para los cambios regulatorios y las acciones
con carácter de apetito al riesgo se han creado variables nulas (variables dicotómicas)
que adoptan el valor unidad en los periodos que ocurre un evento relacionado.
Resultado
El modelo final elegido que representa la variación conjunta del ratio de capital de las 5
entidades es:
( ) ( )
A partir de este modelo se han calculado los pesos relativos de cada una de las
variables, pudiendo decir que el peso de cada uno de los factores definidos en un primer
momento es:
20% 17%
13%
15%
10%
5%
0%
Factores macro Cambios Apetito al
regulatorios riesgo
Conclusiones
Del grupo de métricas de primer nivel utilizado para definir el apetito al riesgo, el ratio
de solvencia es la más importante ya que sintetiza la posición de una entidad ante los
riesgos que está asumiendo en su actividad, siendo así un buen indicador del apetito.
A través del estudio realizado sobre esta métrica, se ha podido detectar un impacto
significativo del apetito al riesgo en la gestión de las entidades dentro del sector
financiero español aun en periodo de crisis, donde su actividad se ha visto retraída por la
situación macroeconómica y por la presión regulatoria.
Los cambios y la evolución que ha sufrido el apetito al riesgo desde la crisis financiera
no han sido hechos puntuales y, en el futuro adquirirá aún más importancia. Los
cambios regulatorios que se han venido produciendo están dirigidos a estabilizar la
situación del sector, por lo que la tendencia será que las entidades sean menos sensibles
al entorno macroeconómico aumentando la relevancia de su apetito al riesgo.
RISK APPETITE
Since late 2007, following the international financial crisis, the concern of financial
institutions for their operating risk has acquired a new dimension, leading to a
significant change in the risk management models and the risk control now with a more
global, comprehensive and business integrated approach.
During the financial crisis, some entities motivated by the blind quest for profitability
and ignoring the risk associated with their operations, assumed a higher aggregated risk
that its capital structure and its ability to manage risk could take.
As a result, both regulators and financial entities have reassessed the role of risk within
the entity, developing a new system of risk management and risk appetite control.
The risk appetite is the level of risk that financial entities are willing to take in the
course of business to meet their objectives. Nowadays its definition is essential for
financial institutions not only for an exhaustive control of the risk profile but for far-
sighted approach it brings by integrating risk as a decision tool in the strategy and
funding planning and in the establishment of objectives.
This project is divided into three sections: the risk appetite in the financial sector, the
implementation of risk appetite and its framework and a case study.
Presents the situation of risk appetite in the financial sector, describing the evolution
undergone over time, its main promoters, its situation within regulation and the
advantages for a financial institution of its implementation. In addition, basic
terminology that will deepen throughout the paper is introduced.
Top management is responsible to specify the level of risk that the company considers
acceptable and must include in it the interests of all stakeholders so that a balance
between profitability and risk assumed is achieved. The risk position is determined
Summary ix
The risk appetite framework is the structural basis that supports the defined risk appetite
to ensure its performance and efficiency across the organization.
Metrics and indicators: identify and measure the risk assumed by the institution
during the development of the business. Constitute the key part of the framework as
on them is determined the risk appetite defined by the entity.
Measuring and control: system that continuously compares the current risk profile
with the defined risk appetite, reporting the breach of the limits and implementing
contingency plans in case of overexposure.
Risk corporate culture: seeks to instill in all the staff the importance of risk in the
value creation process and the danger posed by excessive risk assumption (training
courses on risk and remuneration systems to motivate the staff).
Tools and technological support: periodic calculation of the indicators and reports
for the various managers of the risk function. Allows to obtain, in a timely manner,
flexible reports with reliable and consistent information between the risk department
and the different business lines
6. Case study
The risk appetite is defined on a set of metrics that cover the different types of risks that
an entity incurs through its activity (solvency, liquidity, concentration).
However, the realization of risk appetite is a particular feature of each financial entity,
information that institutions are not interested in sharing given its strategic nature. Only
those metrics that are under the control of the regulator, such as the solvency ratio, the
liquidity coverage ratio or the leverage ratio, are made public.
Among the information published by institutions in their periodic reports, the metric
that provides more information on the risk appetite of an entity is the solvency ratio,
which represents the capital held by an entity in terms of their risk-weighted assets ie.
Summary x
depending on the risk assumed in its operation. By definition, the solvency ratio of an
entity reflects the level of coverage pursued, being a good image of its risk appetite.
In this section we analyse the weight of risk appetite in the Spanish financial sector,
studying its effect on the solvency ratio of the 5 major financial institutions in the
country (Banco Santander, BBVA, CaixaBank, Banco Sabadell and Banco Popular
Spanish) through an econometric model that explains its evolution throughout the 2007-
2013 crisis.
Methodology
In order to build the model, the first step was to define the causes of the variation of the
ratio of solvency of financial institutions during the crisis, detecting a strong impact of
external factors (macroeconomic conditions, regulatory changes) in addition to the
effect caused by the idiosyncratic actions each entity.
Among the actions taken by each entity there is a subgroup noted for its clear nature of
risk appetite (capital increases, mergers, expansion projects, dividend policies, etc.). For
example, when deciding whether to pursue or not an acquisition, the management of the
entity shall assess whether the risk assumed in the transaction is consistent with the
defined risk appetite, ie. if the entity has enough margin to absorb new risks maintaining
the same risk appetite.
The second and final step has been to transform the factors affecting the solvency ratio
in quantitative variables that can be used to build the model. Macroeconomic factors are
represented by continuous variables while for regulatory changes and actions with risk
appetite nature null variables (dichotomous variables) have created that takes on one of
only two possible values (0,1) when in the periods a related event occurs.
Results
The final model chosen to represent the joint variation of the solvency ratio of the 5
entities is:
( ) ( )
With this model we have calculated the relative weights of each of the variables,
resulting in that the weight of each of the initial factors identified is:
Summary xi
20% 17%
13%
15%
10%
5%
0%
Macro Regulatory Risk
factors changes Appetite
Results presented in Figura 1 state indicate that risk appetite is a significant driver of the
solvency ratio evolution. And, despite having been under major macroeconomic and
regulatory pressure during crisis, the Spanish financial sector has still had room to
develop its business through the use of risk appetite.
Summary xii
Conclusions
The risk appetite is a management tool whose formal use is recent, but its relevance has
evolved tremendously over the years. The financial sector has been pioneer in the use of
this concept which is starting to be applied in other sectors such as energy and
telecommunications.
Within the risk appetite a set of quantitative aspects, such as the identification and
measurement of risk, calculation models and metrics, and a set of qualitative aspects,
such as the government and the organization, distribution of responsibilities and risk
culture there can be differentiated.
Quantitative aspects are mainly summarized in the metric system composed by the core
of risk appetite, which is of vital importance considering that is the base an entity uses
to determine the level of risk that is willing to assume to develop its strategy and
achieve its objectives. In contrast, qualitative aspects provide support for this definition,
ensuring an effective communication and implementation of the risk appetite
throughout the entity.
Out of the first-level variables used to define risk appetite, solvency ratio is the most
important as it summarizes the position of an entity towards the risk assumed in its
operations, making it a good indicator of risk appetite.
As a result of the study of this metric, we have detected a significant impact of risk
appetite in the management of the entities within the Spanish financial sector even in
times of crisis, when their activity has been reduced by the macroeconomic situation
and regulatory pressure.
Changes and evolution experienced by risk appetite since the financial crisis have not
been isolated events and in the future will become even more important. Recent
regulatory changes are aimed at stabilizing the situation of the sector. The trend is
towards entities less sensitive to the macroeconomic environment, but increased
relevance of their appetite for risk.
In the future we must continue to monitor the solvency ratio of the financial entities, as
taking into consideration the trend observed in the industry, this metric will become
even more relevant in the management of the entity and more representative of their risk
appetite.
Índice xiii
Índice
Índice de Figuras
Figura 1: Evolución del modelo de gestión del riesgo. Fuente: elaboración propia. .................... 2
Figura 2: Capacidad al riesgo. Fuente: Elaboración propia ......................................................... 8
Figura 3: Concepto de apetito al riesgo. Fuente: Elaboración propia ......................................... 9
Figura 4: Ejemplo conceptos apetito al riesgo. Fuente: Elaboración propia .............................. 11
Figura 5: Enfoques top-down y bottom-up. Fuente: Management Solutions ............................ 16
Figura 6: Capital económico y apetito al riesgo 1. Fuente: Management Solutions. Elaboración
propia ..................................................................................................................................... 18
Figura 7: Capital económico y apetito al riesgo 1. Fuente: Management Solutions. Elaboración
propia ..................................................................................................................................... 19
Figura 8: Evaluación Impacto-Probabilidad. Fuente: Elaboración Propia .................................. 24
Figura 9: Mapa de métricas e indicadores. Fuente: Management Solutions ............................. 25
Figura 10: Métricas de capital. Fuente: Elaboración propia...................................................... 27
Figura 11: Métricas de Pérdidas y Calidad de Cartera. Fuente: Elaboración propia .................. 28
Figura 12: Métricas de liquidez. Fuente: Elaboración propia .................................................... 30
Figura 13: Métricas de concentración. Fuente: Elaboración propia .......................................... 31
Figura 14: Esquema del sistema de seguimiento y control. Fuente: Management Solutions .... 33
Figura 15: Seguimiento y control Banco Santander. Fuente: Elaboración propia ...................... 34
Figura 16: Organización de Riesgo. Fuente: Elaboración propia ............................................... 36
Figura 17: Estructura de las tres líneas de defensa. Fuente: Elaboración propia....................... 37
Figura 18: Organigrama de riesgos. Fuente: Elaboración propia .............................................. 38
Figura 19: Composición Comité General de Riesgo. Fuente: Elaboración propia ...................... 40
Figura 20: Principios de Cultura Corporativa de Caixabank. Fuente: Informe Anual 2012,
Elaboración propia .................................................................................................................. 44
Figura 21: Esquema de los Sistemas IT. Fuente: Management Solutions, Elaboración propia ... 48
Figura 22: Contexto del ratio de solvencia. Fuente: Elaboración propia. .................................. 53
Figura 23: Evolución del ratio de solvencia en las entidades de estudio. Fuente: Informes
financieros. Elaboración propia. .............................................................................................. 54
Figura 24: Activos totales del sector financiero español. Fuente. Elaboración propia. .............. 54
Figura 25: Recursos propios computables como capital. Fuente: Management Solutions. ....... 55
Figura 26: Causas de la variación de capital. Fuente: Elaboración propia. ................................ 56
Figura 27: Esquema datos de panel. Fuente: Elaboración propia. ............................................ 61
Figura 28: Escenarios Test de Resistencia del Banco de España al sistema financiero español.
Fuente: Publicación de Roland Berger. .................................................................................... 63
Figura 29: Factores macroeconómicos. Fuente: Elaboración propia......................................... 65
Figura 30: Resumen de los cambios regulatorios. Fuente: Banco de España, elaboración propia.
............................................................................................................................................... 67
Figura 31: Fechas de adaptación de Circular 3/2008. Fuente: Elaboración propia. ................... 68
Figura 32: Aplicación de la normativa BIS II. Fuente: Informe trimestral Banco Sabadell (2T08).
............................................................................................................................................... 69
Figura 33: Realización de provisiones de los RDL 2/2102 y 18/2012. Fuente: Elaboración propia.
............................................................................................................................................... 70
Figura 34: Esquema de fusiones/adquisiciones. Fuente: Elaboración propia. ........................... 72
Figura 35: Ampliaciones de capital. Fuente: Elaboración propia. ............................................. 74
Índice xvi
1
El apetito al riesgo
en el sector financiero
El apetito al riesgo en el sector financiero 2
1.1 Introducción
Una de las lecciones principales derivadas de la crisis financiera es que algunas entidades
habían asumido un riesgo agregado mayor del que podían soportar según su capital y
capacidad para gestionar el riesgo. El origen del problema fue que las entidades no estaban
siendo conscientes del riesgo que estaban asumiendo en su confiada búsqueda de
rentabilidad.
En consecuencia, tanto los reguladores como las entidades han repensado el papel del riesgo
en la entidad de manera global, de forma que la Alta Dirección debe tener una implicación
total en el control de los riesgos incurridos en su actividad, y estos deben tenerse en cuenta en
otros aspectos de la gestión de la organización, como la planificación de la estrategia o la
fijación de objetivos.
Figura 3: Evolución del modelo de gestión del riesgo. Fuente: elaboración propia.
Para promover esta evolución de forma global se crearon organismos tanto consultivos como
reguladores, con el objetivo de ejercer un mayor control sobre los riesgos financieros y no
financieros de las entidades. Así, se pueden citar organismos supranacionales (BIS, EBA…),
reguladores locales (Banco de España, SBS, Fed, PRA...) así como asociaciones de banca, el
mundo académico e instituciones independientes. La posición de todos estos organismos es
El apetito al riesgo en el sector financiero 3
convergente, defendiendo cada uno sus intereses, y apunta hacia una mayor organización,
control e independencia de los riesgos en las entidades financieras.
El apetito al riesgo se define como el nivel de riesgo que las entidades están dispuestas a
asumir en el desarrollo de su actividad para cumplir con los objetivos fijados y, actualmente, se
ha convertido en una necesidad esencial para las entidades financieras en la gestión y control
de los riesgos. El apetito y su marco forman un modelo de gestión integral que introduce el
riesgo como un nuevo factor a tener en cuenta en la planificación de la estrategia, la
financiación y la toma de decisiones.
A pesar de que las entidades se están viendo obligadas a instaurar el apetito al riesgo debido a
la presión regulatoria de las distintas autoridades, las que más han evolucionado son aquellas
en las que se considera valioso para la Dirección la necesidad de adoptar un marco de apetito
al riesgo y realmente se han interesado en hacer el mayor esfuerzo para implantarlo y que sea
beneficioso para la propia entidad.
Hay que destacar la variedad de puntos de vista y estructuras que tienen las entidades a la
hora de implantar su marco de apetito al riesgo provocado por los distintos modelos de
negocio, estructuras y grados de complejidad que tienen. Esta diversidad en el enfoque es
inevitable y no debe ser desalentada. En concreto, los supervisores deben estar atentos y
evitar regular un modelo rígido que luego no se pueda aplicar a distintas entidades.
Para poder continuar, se van a definir los principales objetivos del proyecto.
Más allá de la regulación, las entidades financieras están impulsando una gestión mejorada de
sus riesgos, lo que pasa por la definición de un marco de apetito al riesgo que permita
identificar, medir y planificar el riesgo de acuerdo con una estrategia propia, con lo que se
cubre la necesidad esencial de cara a la gestión integral del riesgo de las entidades.
El interés mostrado por las entidades no viene motivado solo por la regulación y la necesidad
de ser conscientes del riesgo asumido, sino que también se debe a las grandes ventajas que
ofrece tener un apetito al riesgo definido con un marco de apoyo efectivo que beneficie al
negocio.
El apetito al riesgo ayuda a planificar una estrategia definiendo unos objetivos que sean
coherentes con el riesgo que la entidad está dispuesta a asumir. Además, con el apetito al
riesgo la Alta Dirección define unas “reglas” (límites de riesgo) bajo las que llevar acabo la
actividad que afectarán a la toma de decisiones en todos los niveles de la organización
(entidad, división, unidad de negocio…), resultando una manera práctica para discernir los
riesgos y decisiones que son asumibles de los que no lo son.
La idea del apetito al riesgo se basa en identificar y medir todos los riesgos de forma individual
para luego conocer el riesgo agregado que la entidad está asumiendo y definir unos límites
El apetito al riesgo en el sector financiero 5
dentro de los cuáles se moverá el negocio de la entidad para facilitar su gestión. Para la
correcta utilización de estos términos hay que diseñar un marco que los apoye en todos y cada
uno de los niveles de la entidad. Este marco se estructura en unos principios generales básicos
para asegurar un buen funcionamiento y una implantación efectiva.
El primero, que conforma la base del marco sobre la que se alimentan el resto de elementos,
son las métricas e indicadores utilizados para determinar y cuantificar cada uno de los riesgos
a los que está expuesta la entidad. En el sector financiero, la técnica de medición de riesgos se
encuentra en una fase muy avanzada cuando se habla de riesgos cuantitativos (riesgo de
crédito, mercado…) pero en lo relativo a aquellos que no se pueden cuantificar (riesgo
reputacional o riesgo regulatorio) todavía existe todavía existe campo de mejora, siendo en
general medidos y limitados de forma cualitativa. Dentro del apetito al riesgo las métricas e
indicadores conforman su “núcleo” y se rodea de otros aspectos le dan soporte para su
seguimiento, gobierno y organización de responsabilidades, soporte tecnológico e integración
en la cultura corporativa.
Una vez los riesgos son identificados con las métricas y los indicadores, estos deben de ser
monitorizados de forma continua a través de toda la entidad y en cada una de las líneas de
negocio. La función de riesgos debe llevar a cabo una gestión eficaz y un control interno que
permita manejar los posibles cambios que sufra el perfil de riesgo de la entidad, definiendo
alertas y procedimientos de actuación ante situaciones asociadas con un riesgo excesivo.
Dentro del seguimiento y control del apetito hay que destacar la importancia de los test de
estrés con los que disponer de una cuenta de resultados y de las métricas de apetito
proyectadas bajo diferentes escenarios.
Otro de los pilares del marco del apetito al riesgo es la cultura corporativa de riesgos donde se
busca inculcar en todo el personal la importancia del riesgo en la creación de valor y el peligro
que conlleva un exceso. Una buena cultura de riesgo es aquella en la que se tiene en cuenta el
apetito al riesgo en cada una de las acciones llevadas a cabo y a lo largo de todos los niveles de
la entidad. La cultura al riesgo no se centra solo en entender el apetito al riesgo sino que
también recoge el saber el porqué de su uso y los beneficios que aporta en la consecución de
los objetivos de la entidad. La cultura al riesgo se considera un aspecto básico para llevar a
cabo una implantación eficiente del marco del apetito al riesgo.
Y por último, para una correcta implantación y desarrollo del marco del apetito al riesgo es
necesario disponer de datos, herramientas y de un marco completo de información que
alimenten y den soporte a todo el proceso. El soporte tecnológico aportará la información
apropiada a los responsables de la toma de decisiones para dirigir la estrategia de la entidad,
contribuir en el apetito al riesgo y poder reaccionar rápido ante posibles cambios de la
economía o del mercado.
El apetito al riesgo en el sector financiero 6
A continuación, se prestan una serie de conceptos básicos necesarios para poder seguir
profundizando en el estudio del apetito al riesgo y su marco de apoyo.
Hace tiempo que el sector financiero habla del apetito al riesgo y de cómo las entidades están
implantado sus marcos dentro de sus organizaciones. De forma habitual, se habla del apetito al
riesgo de una entidad, de cuáles son sus límites o de la capacidad que esta tiene. El problema
es que, hasta hace relativamente poco tiempo, estas definiciones diferían dependiendo de la
jurisdicción o del sector al que la entidad pertenecía. Ni siquiera dentro del sector financiero se
podía encontrar una terminología común. Esto ha provocado ineficiencias a la hora de debatir
sobre el apetito al riesgo y su marco, tanto en términos consultivos, como desde el punto de
vista del regulador.
Por ello, se hacía necesario establecer una serie de términos a los que se hacen referencia
continuamente en la descripción del sistema integral de control y gestión de riesgos que
forman el apetito al riesgo y su marco. Con este objetivo, varias asociaciones han tratado de
establecer unas definiciones comunes que faciliten la comunicación entre las diferentes partes
interesadas (entidades, reguladores nacionales y supranacionales, organismos consultivos…).
El Financial Stability Board1, conocido por sus siglas en inglés como FSB, publica en noviembre
de 2013, “Principles for an effective Risk Appetite Framework”. En este documento la FSB trata
de dar a conocer al sector financiero los principios fundamentales sobre los que se deben
basar los marcos de apetito al riesgo de las entidades. Además, el organismo internacional
propone una nomenclatura común dirigida al sector financiero relativa al apetito al riesgo con
la intención maximizar la eficiencia en la comunicación entre los agentes del sector.
El concepto de apetito al riesgo pude aplicarse a cualquier sector, y en este ámbito existe el
COSO. El FSB, sin embargo, centra su público objetivo en el mundo financiero debido a las
características propias de las entidades financieras y el carácter sistémico del sector. Es por
ello que en este documento se tienda a utilizar esos términos.
De todas formas, se exponen también las definiciones del COSO para comprobar cómo ambos
organismos convergen al hablar de los mismos conceptos, a pesar de que algunas veces se
utilice una nomenclatura distinta.
1
El Financial Stability Board es un organismo internacional que publica documentos consultivos sobre el
sistema financiero global. Se funda en la cumbre del G-20 de Londres, en 2009, como sucesora del
Financial Stability Forum.
2
El Committee of Sponsoring Organizations of Tread Commission es una iniciativa conjunta de cinco
organizaciones privadas que se formó para mejorar la calidad de los reportes financieros mediante la
ética en los negocios, con el objeto de tener controles internos y gobierno corporativo efectivos.
El apetito al riesgo en el sector financiero 7
Como describen ambos organismos, la capacidad es una característica del apetito al riesgo que
depende directamente de los recursos actuales que tiene una entidad para afrontar la
exposición a los riesgos que asume durante su actividad.
Aunque la capacidad dependa de los recursos y la estructura de la entidad, es decir, sea una
característica de perfil proactivo, esta tiene la restricción de ser superior a los límites que
marca el regulador tanto en capital reglamentario como en necesidades de liquidez.
Cuando se habla de capacidad, se habla del margen máximo disponible que tiene una
organización para llevar a cabo su estrategia y cumplir con sus objetivos. Este margen está
acotado por un máximo de los recursos disponibles de la entidad y por un mínimo (Figura 4).
En las principales medidas del riesgo, como puede ser el capital, la liquidez o la concentración,
el mínimo está regulado. Aquellas entidades que no cumplan con el mínimo requerido serán
penalizadas por el respectivo regulador. Por ejemplo, en relación al capital, se le niega el
derecho de repartir dividendos a sus accionistas a aquellas entidades que no cumplan con el
capital mínimo requerido.
3
“Principles for an effective Risk Appetite Framework”, publicado por el FSB en 2013.
4
“Internal Control – Integrated Framework”, publicado por el COSO en 2013.
El apetito al riesgo en el sector financiero 8
Esto no significa que el apetito sea una medida de moderación ante el riesgo asumido, es
igualmente factible la elección de un apetito elevado siempre que sea coherente con los
objetivos fijados y teniendo en cuenta las posibles consecuencias que acarrea tal exposición.
Como se ve en la Figura 5 el apetito se define dentro del rango de exposición máxima. Dentro
de este rango hay dos zonas conflictivas. La primera es aquella en la que la exposición se
encuentra relativamente cerca de la capacidad, poniendo en peligro la continuación de la
actividad ordinaria de la entidad en caso de una materialización de los riesgos asumidos. Esta
zona representa una exposición por encima de las posibilidades/capacidades/intereses de la
entidad. Por otro lado, tampoco es aconsejable definir un apetito demasiado bajo ya que se
correría el riesgo de una menor de rentabilidad sobre la inversión de la que se espera.
5
Principles for an effective Risk Appetite Framework”, publicado por el FSB en 2013.
6
“Internal Control – Integrated Framework”, publicado por el COSO en 2013.
El apetito al riesgo en el sector financiero 9
A pesar de todo, el apetito de una entidad es único y personal, no existe un apetito modelo
que sirva como referencia para un sector o tipo de entidad. Este debe de ser determinado
únicamente por la entidad siendo coherente con su estrategia, sus objetivos y consciente del
riesgo que asume.
En este caso, el término que utilizan el FSB y el COSO son diferentes, pero el concepto
transmiten con él, es el mismo. Se trata de definir un margen adicional al apetito al riesgo, que
la entidad siga considerando aceptable y asumible en la consecución de sus objetivos antes de
tener que tomar medidas excepcionales para revertir la situación.
En el caso del FSB no se habla de un margen, sino que directamente se delimita la actuación de
la entidad con una línea que no se debe cruzar en cuanto a exposición asumida por la entidad.
La definición del COSO, sin embargo, no se fija tanto en el límite sino en el margen de variación
que la entidad tiene alrededor del apetito para llevar a cabo su modelo de negocio. En
conclusión, la idea que se quiere transmitir es exactamente la misma diferenciándose en la
forma de expresarlo.
Con los límites, o tolerancia, se pretende dar al apetito al riesgo una visión de futuro que tenga
en cuenta posibles cambios en los escenarios en los que la entidad desarrolla sus actividades
financieras. Estas causas pueden ser tanto externas, como los factores macroeconómicos o los
7
Principles for an effective Risk Appetite Framework”, publicado por el FSB en 2013.
8
“Internal Control – Integrated Framework”, publicado por el COSO en 2013.
El apetito al riesgo en el sector financiero 10
El perfil de riesgo representa la exposición actual de una entidad, es decir, es una foto de la
situación de la entidad donde se pueden ver todos y cada uno de los riesgos que está
asumiendo en sus actividades y la distribución que estos siguen.
La estructura y el cálculo del perfil de riesgo adquieren una importancia vital, ya que de ser
incompletos o incorrectos el apetito perdería efectividad.
A continuación se expone un ejemplo que ayude a entender las definiciones básicas que se
acaban de presentar.
1.4.5 Ejemplo
Se trata de una entidad X que acude a la subasta de una entidad nacionalizada por el FROB.
Comienza la subasta y la primera puja de la entidad X es de 500 millones, una cifra que está
dentro de la exposición que desea asumir considerando la posición estratégica y la reducción
de costes por sinergias que le ofrecerá la nueva adquisición.
9
Principles for an effective Risk Appetite Framework”, publicado por el FSB en 2013.
10
“Internal Control – Integrated Framework”, publicado por el COSO en 2013.
El apetito al riesgo en el sector financiero 11
La subasta continúa, y tras varias pujas uno de los competidores presentes ofrece 800 millones
de euros. Esta puja supera el apetito al riesgo definido por la entidad X, por lo que, tendrán
que decidir si hacer una oferta superior, sobrepasado la exposición deseada inicialmente.
Finalmente, la entidad X decide pujar por 850 millones de euros, asumiendo una exposición
mayor de la deseada pero admisible en este tipo de situaciones.
A pesar de haber realizado una puja por encima de lo que se había considerado como óptimo
(apetito al riesgo), la entidad X concluye que pueden asumir un poco más de riesgo antes de
encontrarse en una situación preocupante, realizando un puja que se encuentra de la
tolerancia de apetito al riesgo.
Los competidores siguen pujando hasta que una entidad llega hasta los 1000 millones de
euros. La entidad X sabe que los recursos máximos que tiene son 1100 millones de euros
(capacidad de riesgo). Si puja por tercera vez, estaría asumiendo el máximo riesgo que sus
actuales fondos le permiten, quedándose al límite de sus recursos. Al final, la entidad X decide
retirarse de la puja.
EL RAF es la base sobre la que se apoya el apetito al riesgo para su uso eficiente a través de
toda la institución financiera. El RAF debe de estar alineado con el desarrollo de la estrategia,
el plan de negocios, la planificación de capital y financiación de la entidad. Debe proporcionar
un sistema de identificación, medición y control que abarque todos los riesgo de la entidad y
los comunique de manera efectiva y, así, poder reaccionar ante situaciones adversas, o
incrementar la agresividad en la actividad en caso de tener un perfil bajo. El marco debe lograr
un sistema de organización y responsabilidades que permita transmitir el apetito al riesgo, sus
límites, la capacidad y el perfil de riesgo con una relevancia significativa a la actividad de las
filiales y líneas de negocios. Para conseguir todo esto, el RAF debe estar vinculado al desarrollo
de la tecnología de la información, sistemas de manejo de datos y reporting de los mismos.
La declaración del apetito al riesgo se encarga de poner por escrito el apetito definido y de
trasladarlo a través de la entidad de forma efectiva. Para ello, el RAS debe de ser fácil de
comunicar, y por lo tanto, fácil de entender para todos los agentes involucrados. Debe estar
directamente vinculada a la estrategia teniendo en cuenta diferentes escenarios
macroeconómicos y de mercado a los que se pueda enfrentar.
11
Acrónimo de su término en inglés, Risk Appetite Framework.
12
Principles for an effective Risk Appetite Framework”, publicado por el FSB en 2013.
13
Acrónimo de su término en inglés, Risk Appetite Statements.
14
Principles for an effective Risk Appetite Framework”, publicado por el FSB en 2013.
El apetito al riesgo en el sector financiero 13
El RAS sirve como una guía de actuación frente a la toma de decisiones relacionadas con el
riesgo de la entidad. A través de las métricas cuantitativas que, complementadas por las
cualitativas, ofrecen unos límites generales que transmiten el apetito a través de la entidad.
Esta guía se concreta en su forma más granular posteriormente a través de los límites del
apetito al riesgo.
El apetito al riesgo en el sector financiero 14
Implantación del apetito al riesgo y su marco 15
2
Implantacion del
apetito al riesgo y su marco
Implantación del apetito al riesgo y su marco 16
La idea principal del sistema del apetito al riesgo en el sector financiero es clara: las entidades
deben definir el nivel de riesgo que están dispuestas a asumir al desarrollar su actividad,
utilizando esa preferencia por el riesgo en la toma de decisiones, la asignación de recursos y el
alineamiento de la entidad. Este concepto puede parecer relativamente sencillo a la hora de
comprenderlo, sin embargo, su aplicación es muy compleja debido su integración a través de
toda entidad. Su implantación pasa por realizar una definición que englobe los intereses de
todas las partes relacionadas (Consejo de Administración, Alta Dirección, accionistas, clientes,
etc.) y que esté apoyada por un marco que asegure su eficacia a través de los diferentes
niveles de la entidad.
Para llegar a una definición eficiente es preciso tener en cuenta la información procedente del
enfoque “top-down” y del enfoque “bottom-up” de forma combinada. El enfoque “top-down”
se encarga de diseñar la primera definición del apetito al riesgo, el núcleo de sistema de
gestión de riesgo, teniendo en cuenta la entidad consolidada y asegurando la coherencia con el
plan estratégico a seguir. Y, el enfoque “bottom-up” aporta una mayor concreción sobre los
riesgos asumidos de forma individual, trasladando mejor las necesidades de las unidades y
líneas de negocio.
El proceso “top-down” se caracteriza por definir el apetito al riesgo desde una perspectiva
global y general de la entidad, para luego desagregarlo a lo largo de las diferentes unidades y
líneas de negocio.
Normalmente, el apetito de la entidad se define a partir de la capacidad que ésta tiene para
absorber las pérdidas derivadas de la posible materialización de los riesgos que está
asumiendo. Una vez se tenga claro cuál es esta capacidad, se concreta la posición de riesgo en
la que la entidad se sienta cómoda para desarrollar su actividad fuera de peligro.
Con frecuencia, habrá diferentes opiniones sobre el margen de seguridad que se deba
concretar tomando vital importancia las discusiones de las diferentes partes involucradas en la
definición del apetito.
El siguiente paso del proceso top-down es la desagregación del apetito al riesgo elegido a
través de toda la entidad. Para ello, se va desglosando dicho apetito a nivel unidad de negocio,
división o línea de actividad, llegando incluso a diferenciar los tipos de riesgo o los tipos de
producto.
Hay que destacar la importancia del enfoque top-down en la definición del apetito al riesgo ya
que se realiza desde visión global de la entidad llegando a detectar riesgos que afectan
transversalmente a la compañía, como es el riesgo reputacional, que podrían no ser tenidos en
cuenta desde el enfoque “bottom-up”.
Este segundo enfoque consiste en definir el apetito al mínimo nivel de decisión para ir
agregándolo hasta llegar a un apetito consolidado de la entidad. Por ejemplo, determinando el
nivel de riesgo considerado aceptable de la concesión de un crédito se podría determinar el
apetito correspondiente de una cartera, de manera que, agregando cada uno de los riesgos
asumidos por la entidad se llegaría a definir el apetito al riesgo global de la organización.
Se trata de una definición más simple donde el flujo de información se transmite en dirección
ascendente captando mejor las necesidades que las unidades y líneas de negocio tienen para
llevar a cabo su actividad. Este enfoque, aprovecha el máximo conocimiento de las unidades
sobre sus negocios, para optimizar la definición del apetito y, así, conseguir una mayor
rentabilidad.
Con este enfoque se consigue una definición del apetito al riesgo más simple y concreta, como
puede ser la cuantificación de los riesgos cualitativos. Pero, por otro lado, se pierde la visión de
conjunto utilizada como punto de unión entre la estrategia y la gestión del riesgo,
Implantación del apetito al riesgo y su marco 18
En conclusión, y como se decía al principio del apartado, la definición del apetito al riesgo más
eficiente es aquella que complementa el enfoque “top-down” con el “bottom-up”, aquella que
junta la visión global con la concreción, permitiendo el flujo de información en ambas
direcciones y resultando en un proceso iterativo de mejora continua.
A través del enfoque “top-down”, la entidad determina cuál será la planificación de capital
económico diseñado para cubrir los riesgos materiales asumidos en su negocio. Esta
planificación indica la previsión futura de capital disponible (Figura 8), es decir, la capacidad de
capital que se tendrá para poder desarrollar la actividad.
Figura 8: Capital económico y apetito al riesgo 1. Fuente: Management Solutions. Elaboración propia
Por otro lado, desde el enfoque “bottom-up”, la entidad traslada las necesidades agregadas de
sus unidades y líneas de negocio previstas según el plan de negocio propuesto a futuro. En la
Figura 8, la representación de estas necesidades se traduce en el capital económico
Implantación del apetito al riesgo y su marco 19
Dado este contexto (Figura 8), la entidad se da cuenta de que su definición de apetito al riesgo
presente (Figura 8, Zona 1) está lejos del desarrollo de su actividad actual y de la previsión
efectuada y, por lo tanto, no es coherente con la estrategia que está llevando acabo. En
consecuencia, decide actualizar su apetito.
La nueva definición (Figura 8, Zona 2) muestra una preferencia por el riesgo dentro de la
capacidad definida por el enfoque “top-down” ajustándose en mayor grado a las necesidades
del negocio tendidas en cuenta en el enfoque “bottom-up”. Además, de esta forma, el nuevo
apetito de la entidad sirve de guía en la estrategia, por ejemplo, tomando las respectivas
acciones en aquellos momentos que se prevé que el capital económico supere al apetito al
riesgo.
Figura 9: Capital económico y apetito al riesgo 1. Fuente: Management Solutions. Elaboración propia
Para que el apetito al riesgo sea realmente significativo en la búsqueda de valor de una
entidad a través de una gestión de riesgo eficaz que contribuya a la planificación estratégica,
este de debe seguir unos principios básicos:
Consistencia:
El apetito al riesgo tiene que mantener una estrecha relación con la estrategia de la entidad, la
planificación de los objetivos y la financiación. Como ya se ha comentado, el RAF tiene que
servir para ayudar a guiar a la entidad financiera hacia la consecución de sus objetivos de
forma que no se traspase la línea de exposición marcada por el apetito al riesgo.
equilibrio dónde la entidad financiera se encuentre cómoda, pero siempre siendo coherente
con las tres decisiones.
Concreción:
Una vez definidos el riesgo que la entidad está dispuesta a asumir, la estrategia y la
planificación de la financiación, se hace necesario transmitirlos a lo largo de toda la entidad en
un proceso “top-down”. El apetito al riesgo se trasmite por medio de la declaración del apetito
(RAS) y los límites fijados. La concreción representa la acción de desagregar el apetito
definiendo límites y objetivos sobre cada una de las métricas e indicadores cuantitativos y
cualitativos sobre los riesgos materiales en todos los niveles de la entidad. De esta forma, se
concretan las condiciones de trabajo de todo el personal manteniendo un seguimiento y
control continuo de cada una de las actividades de la entidad.
Contingencia:
Es necesario diseñar planes de acción ante posibles situaciones adversas a las que se pueda
enfrentar la entidad con la finalidad de controlar o reducir el impacto de la materialización del
riesgo. El primer paso es identificar aquellos escenarios que suponen una amenaza para la
entidad, a continuación, se realiza un análisis de la situación y de cómo afecta a la entidad y,
por último, se idea el plan de contingencia basándose en el estudio realizado.
Los escenarios se detectan a través de las pruebas de resistencia, en las cuales se someten las
diferentes carteras a escenarios macroeconómicos adversos o a situaciones de mercado
desfavorables para conocer sus reacciones. También se utilizan las pruebas de resistencia
inversas, en las que lo que se supone es una situación adversa de las carteras, obteniendo
escenarios que podrían provocar esa situación.
Los planes de contingencia están directamente interconectados con el apetito al riesgo, por
ello, un mayor apetito conlleva planes de contingencia más complejos y concretos.
Continuidad:
El apetito al riesgo está diseñado, en gran parte, para introducir al riesgo en la planificación de
la estrategia. Por ello, es necesario que el apetito tenga una continuidad en el tiempo y pueda,
así, llegar a afectar a la toma de decisiones de forma consistente.
El RAF de una entidad es útil en todos los niveles de la organización para dar un contexto a las
discusiones y guiar la toma de decisiones sobre la dirección estratégica a seguir, incluyendo las
deliberaciones sobre una posible adquisición, el inicio de una nueva línea de negocio o incluso
la oferta de un nuevo producto. En muchas ocasiones, este tipo de oportunidades estratégicas
no se pueden anticipar, y la decisión de aprovecharlas puede no encajar en el apetito al riesgo
definido o en el marco desarrollado. Por este motivo, es importante que el RAF sea flexible y
que el apetito al riesgo se articule de forma iterativa, permitiendo que la entidad responda
ante situaciones cambiantes e imprevisibles.
Implantación del apetito al riesgo y su marco 21
Sin embargo, el RAF claramente pierde utilidad si cambiamos los límites constantemente ante
cualquier oportunidad que se presente. El marco del apetito debe recordar a la Dirección y al
Consejo de Administración la estrategia de riesgo original.
Implantación del apetito al riesgo y su marco 22
El marco de gestión de riesgos de una entidad deberá incluir políticas, procedimientos, límites
y controles que establezcan procesos eficaces, oportunos y constantes para la identificación,
edición o evaluación, control, mitigación y comunicación de los riesgos que plantean sus
actividades en las líneas de negocio y en todos los niveles de la entidad.
El apetito al riesgo de la entidad es diseñado por el CRO, con la ayuda del CEO del CFO, y
aprobado por el Consejo de Administración. Su implantación está dirigida y motivada en todo
momento por la alta Dirección, lo que se conoce como “tone from the top”. El CEO es el
encargado de la comunicación y educación de toda la entidad en el apetito al riesgo,
delegando en los directores de las líneas de negocio, y sobre todo, en el CRO, lo que se conoce
como proceso “top-down”.
La implantación efectiva del apetito al riesgo está fuertemente relacionada con la cultura al
riesgo que haya en la entidad. Toda la entidad debe conocer qué es RAF, el motivo de su
implantación y cuáles son los beneficios. Todo el personal debe saber cuál es su aportación a la
gestión del riesgo de la entidad y cuáles son sus responsabilidades. De esta manera, el RAF
proporciona al staff una pauta de cómo debe ser su comportamiento, sabiendo qué es lo que
tienen que hacer y por qué en cada momento, en vez de limitarse a seguir puras instrucciones.
El RAF establece una visión explícita de futuro sometiendo el apetito al riesgo definido a
distintos escenarios, concretando las acciones a realizar en caso de estar bajo esa situación.
Establece unas prácticas que transmiten los deseos del Consejo de Administración y de la alta
Dirección a las acciones de cada individuo de la entidad, controlando que el perfil de riesgo de
la entidad es el deseado.
Se empieza típicamente con la declaración del apetito al riesgo que establece los límites
deseados para el desarrollo del negocio y articula los deseos del Consejo de Administración y
de la alta Dirección a todas las líneas de negocios, a zonas específicas de riesgo o, en algunos
casos, a un conjunto de productos concretos. El RAS es fundamentalmente una filosofía sobre
el riesgo que hay que cumplir a lo largo de toda la entidad. Una vez esté definida y aprobada
Implantación del apetito al riesgo y su marco 23
por el Consejo de Administración, proporciona a los directores ejecutivos una guía y unos
límite, es decir, un contexto en el que cumplir los objetivos fijados.
El RAS se controla a través de métricas o indicadores, que representan a cada uno de los
riesgos a los que está expuesto la entidad. Se pone especial interés en los riesgos cualitativos,
aquellos que son más difíciles de cuantificar y controlar, pero que son igual de importantes y
que requieren la misma atención que los puramente cuantitativos. Las métricas del apetito al
riesgo se encuentran en todos los niveles de la entidad, desde cada una de las líneas de
negocio hasta la cuantificación del riesgo agregado de toda la entidad.
El RAF debe ser flexible y capaz de responder los cambios externos a los que pueda estar
expuesta la entidad. Sin embargo, el apetito al riesgo debe ser definitivo y suficientemente
consistente como para seguir funcionando como guía a largo plazo, es decir, teniendo efecto
en la estrategia y en la toma de decisiones.
El uso del apetito al riesgo en el día a día de una entidad se traduce en comprobar que el perfil
de riesgo se mueve dentro del apetito definido por la alta Dirección. En consecuencia, el perfil
de riesgo adquiere vital importancia en el funcionamiento del sistema integral de gestión de
riesgo de la entidad.
El perfil de riesgo de la entidad debe recoger cada uno de los riesgos que ésta está asumiendo
en el desarrollo de su modelo negocio y, agregarlos de forma que represente la posición global
de riesgo de la entidad. Cada uno de estos riesgos se identifica, mide y controla a través de las
métricas e indicadores. Así como el perfil de riesgo simboliza el riesgo asumido por la entidad
de forma agregada, las métricas representan cada uno de los riesgos de forma individual.
Las métricas e indicadores forman el núcleo del apetito al riesgo ya que son la base para el
desarrollo y uso del RAF. Se encargan de plasmar los objetivos del apetito a un nivel superficial
en la entidad: identificar, medir y controlar que el riesgo asumido se encuentre dentro de los
límites definidos.
principal del apetito al riesgo que es concienciarse de todo el riesgo que se está asumiendo,
pero de forma individual.
Además, a través de las métricas se determina la posición de la entidad en relación con cada
uno de los riesgos, permitiendo discernir las situaciones en las que la entidad puede
desarrollar su actividad de forma cómoda de aquellas en las que el riesgo asumido excede al
apetito. Se trata de conocer la exposición de la entidad en caso de que se materialicen los
riesgos que se está asumiendo, comparando con los límites definidos por el apetito al riesgo y
aplicando las respectivas políticas y procedimientos en caso de que fuera necesario. Se pueden
distinguir dos tipos de riesgo según la forma en que se evalúan: los riesgos cuantitativos y los
cualitativos.
Los riesgos cualitativos son aquellos que se pueden representar de forma numérica. Dentro de
este grupo estaría, por ejemplo, el riesgo de crédito, de mercado, de liquidez o incluso el
riesgo operacional. Este tipo de riesgos permiten una mayor concreción en su identificación y
medición, pudiendo determinar unos límites de forma más directa y clara. En general, esto son
los riesgos a los que se dan más importancia, no solo por volumen sino también la facilidad de
manejo que presentan, pero en ocasiones se llega a abusar de su uso dando al sistema del
apetito un exceso de rigidez. Por este motivo, a pesar de que se traten de riesgo cuantitativos,
la definición de sus límites se debe combinar con declaraciones cualitativas que aporten
flexibilidad al sistema.
Una vez los riesgos son identificados y medidos, las métricas sirven para controlar los niveles
de riesgo asumidos definiéndose unos límites dentro de los cuales realizar la actividad
financiera ordinaria frente a la ocurrencia de eventos inesperados. Se trata de la concreción
del RAS, crear unos límites definidos que sirvan para guiar la entidad en todos los niveles y en
cada una de sus operaciones, de manera que se desagregue el apetito al riesgo de forma
eficiente a lo largo de toda la entidad.
A día de hoy las entidades tienen una gran batería de métricas para contabilizar cada uno de
los riesgos. Pero todavía hay un gran margen de mejora cuando se habla de las métricas e
Implantación del apetito al riesgo y su marco 25
indicadores al nivel de las líneas de negocio. La desagregación del apetito requiere un proceso
iterativo que combine los enfoques “top-down” y “bottom-up”.
Por un lado, se pretende trasladar el apetito al riesgo definido a nivel corporativo a cada una
de las líneas de negocio, intentando desagregar cada una de las métricas o indicadores de ese
nivel en un grupo de métricas e indicadores equivalente correspondientes a niveles inferiores.
Pero, por otro lado, también es necesario un enfoque “bottom-up” ya que son las líneas de
negocio las que mejor conocen su actividad y, por tanto, pueden definir unos límites más
eficientes que maximicen la relación rentabilidad-riesgo del modelo de negocio.
El proceso de trasladar la idea de apetito planteada a nivel corporativo a cada una de las líneas
de negocio debe diseñarse cuidosamente. En ocasiones, las entidades centran todos sus
esfuerzos en las métricas cuantitativas definiendo estrictos límites para cada una de ellas. De
esta forma, las entidades se encierran en una única línea de actuación en su negocio,
imposibilitando cualquier cambio en su actividad. Es por esto por lo que se debe encontrar un
equilibrio entre las métricas cuantitativas y los indicadores cualitativos. Añadiendo estos
últimos, la entidad conseguirá un RAF mucho más dinámico que le permita adaptarse a los
cambios del entorno, además de a los posibles cambios de estrategia de la propia entidad.
Para dar un mayor dinamismo a las estructura de límites, las entidades someten las métricas
e indicadores a escenarios estresados. El uso de esta técnica ayuda de dos formas diferentes a
definir unos límites efectivos y dinámicos. La primera es que ayuda a concretar los niveles de
alerta con sus debidos planes de contingencia. Y la segunda, es que también supone escenarios
Implantación del apetito al riesgo y su marco 26
que aporten flexibilidad a los límites ante situaciones que no ocurren con una frecuencia
elevada pero que son comunes dentro del negocio, como puede ser la oportunidad de la
compra de un negocio u ofrecer al mercado un nuevo producto.
2.2.2.1 Clasificación
A pesar de que cada entidad define su mapa de métricas de riesgo según su modelo de
negocio y de tal forma que mejor traslade y defina los límites de su apetito al riesgo, se puede
observar todas las entidades siguen el mismo patrón.
El mapa de métricas (Figura 11) se divide principalmente en cuatro categorías que representan
los pilares fundamentales sobre los que se asienta el negocio financiero: el capital, que
representa la solvencia de la entidad; las pérdidas/calidad de cartera, que representa la calidad
del resultado del negocio de la entidad; la liquidez, con la que se mide la calidad de la
financiación; y, la concentración del riesgo.
En cada una de estas categorías, el apetito al riesgo se expresará a través de unas métricas
cuantitativas (primarias y complementarias), dónde se definen los límites, y unos indicadores
cualitativos que se encargan de representar los principios en los que se traduce el apetito al
riesgo.
Las métricas primarias son aquellas que se han definido para traducir el apetito al riesgo a
nivel corporativo. Se trata de un grupo de métricas reducido que englobe el perfil de riesgo de
la entidad de forma simple y directa. El Consejo de Administración se servirá de las métricas
primarias para conocer y supervisar la situación actual de la entidad y poder tomar las medidas
necesarias que permitan mantener el apetito al riesgo definido y alcanzar los objetivos
deseados.
Las métricas complementarias son un desglose de las métricas primarias, a las que también se
unen otras métricas adicionales de seguimiento a un segundo nivel o inferior. Con estas
métricas se busca representar riesgos más específicos sobre los que plasmar el apetito al
riesgo. Este tipo de métricas está más enfocado a la gestión y control del riesgo de las
unidades y líneas de negocio.
2.2.2.1.1 Capital
El capital es la métrica que representa la solvencia de las entidades. Además de por la
necesidad de cumplir con los requisitos regulatorios, las entidades deben mostrar su fortaleza
de capital a través de estos ratios para dar confianza al público y atraer inversores. Además, el
nivel de capital sirve también como signo de seguridad hacia los depositantes.
Las entidades no se limitan, simplemente, a cumplir con los requisitos mínimos demandados
por el regulador, sino que se fijan objetivos superiores para dar una buena imagen de cara al
exterior. De ahí que la métrica principal sea el Ratio Core Capital y no el Ratio de Capital.
Implantación del apetito al riesgo y su marco 27
El objetivo de estas métricas es medir las pérdidas que puede sufrir la entidad ante la
exposición de los diferentes riesgos (crédito, mercado, operacional…) en el desarrollo ordinario
de su negocio. Para determinar los límites de estas métricas es imprescindible tener en cuenta
diferentes escenarios adversos a los que se pueda enfrentar la entidad. Además, para que
éstos sean eficaces, habrá que considerar situaciones cuya probabilidad de ocurrencia sea baja
pero posible.
Con las métricas complementarias se controla la calidad de las carteras, las fuentes de
ingresos de la actividad ordinaria, según el riesgo al que estén expuestos para asegurarse de
que son coherentes con el apetito y los objetivos fijados por la estrategia.
2.2.2.1.3 Liquidez
La financiación de una entidad financiera es un proceso complicado que requiere un
seguimiento continuado de la estructura de balance, por plazo de vencimiento, para detectar
de forma anticipada la eventualidad de estructuras inadecuadas de liquidez a corto y medio
plazo.
Implantación del apetito al riesgo y su marco 30
2.2.2.1.4 Concentración
Las tres primeras categorías de métricas se referían a la gestión y el control de riesgos
verticales asumidos en la actividad ordinaria de una entidad. Sin embargo, la categoría de
concentración está formada por una serie de métricas transversales destinadas a limitar la
excesiva concentración del perfil de riesgo, tanto por factores de riesgo como desde la
perspectiva de los clientes, negocios, geografías y productos.
Una vez que se han definido las métricas y los respectivos límites del apetito al riesgo dentro
de los cuáles se ha decidido desarrollar la actividad, se hace necesario plantear una función de
seguimiento y control. Esta función se encargará realizar una comparación continua del perfil
Implantación del apetito al riesgo y su marco 32
La monitorización del perfil de riesgo debe ser periódica, realizándose diferentes informes que
comuniquen la situación actual de la entidad respecto al apetito definido a la alta Dirección, al
Consejo de Administración y a las direcciones de las líneas de negocio. En estos informes se
deben incluir tanto elementos cuantitativos como cualitativos. A pesar de que la medida
cuantitativa es unos de los componentes clave de la gestión del riesgo, centrarse demasiado
en la cuantificación de los riesgos en detrimento de otras actividades de la gestión del riesgo
puede crear una excesiva dependencia en las estimaciones que pueden no mostrar la
exposición real de la entidad.
Los informes de análisis del perfil de riesgo actual deben incluir las métricas necesarias
teniendo en cuenta la audiencia a la que se dirigen. Como es lógico, no se utilizarán las mismas
métricas para controlar el riesgo agregado de la entidad al nivel del Consejo de Administración,
que aquellas utilizadas medir y limitar los riesgos al nivel de las líneas de negocio.
En general, las métricas incluidas en los informes del Consejo de Administración son las
primarias dónde se reflejan las principales vulnerabilidades de la entidad. A través de estos
informes el Consejo realiza su tarea de supervisión, controlando que el perfil de riesgo
permanezca dentro del margen estratégico planificado.
A medida que se desciende en los niveles de la entidad, los informes sobre el perfil de riesgos
incorporarán métricas más concretas que representen aspectos más detallados de la actividad
ordinaria.
Por otro lado, además de la monitorización periódica del perfil de riesgo de la entidad, el
análisis de las métricas incluye un sistema de alarmas que identifican las variaciones de las
métricas que superan los límites definidos, informando de forma automática a través de
informes específicos a la función de riesgo, y ésta a su vez a los niveles superiores si fuera
necesario.
Para realizar una gestión efectiva del riesgo se requiere que haya un sistema robusto de
comunicación sobre el riesgo a través de la entidad, manteniendo informados a la alta
Dirección y al Consejo de Administración de la situación del perfil de riesgo, siendo necesario
documentar los procesos de monitorización y comunicación, y los sistemas de alarma, en
políticas concretas diseñadas por la función de riesgo.
Implantación del apetito al riesgo y su marco 33
Figura 16: Esquema del sistema de seguimiento y control. Fuente: Management Solutions
La finalidad de estos estudios es determinar cuáles han sido las causas que han provocado la
desviación, su progresión, y analizar el impacto en la planificación de la estrategia y en el
cumplimiento de los objetivos de la entidad, para desarrollar un plan de acción adicional al de
contingencia. Este análisis debe ser dinámico, automatizando el proceso en la medida de lo
posible y contando con la intervención de expertos de las áreas implicadas (Riesgos, Finanzas o
Negocio), para poder maximizar la capacidad de reacción reduciendo las posibles pérdidas
provocadas de la desviación en caso de que el plan de contingencia no sea suficiente.
Los planes de contingencia son una medida preventiva y predictiva que se pone en marcha
como reacción ante una situación dónde alguna métrica sobrepasa un límite. Presentan una
estructura estratégica y operativa con el objetivo de controlar una situación de riesgo excesivo
Implantación del apetito al riesgo y su marco 34
y minimizar las posibles pérdidas en caso de que se llegase a materializar. Los planes de
contingencia deben ser dinámicos y tienen que permitir la inclusión de alternativas para poder
adaptarse a variaciones en el escenario de actuación.
Los planes de contingencia se desarrollan a partir de las debilidades detectadas a través de los
análisis de escenarios y de las pruebas de resistencia. Con estas técnicas se prevé el
comportamiento del balance y del resultado ante un escenario hipotético previamente
establecido.
2.2.3.3 Ejemplo: Seguimiento y control del riesgo de crédito del Banco Santander
En este apartado se expone un caso real dónde se pueden apreciar los procedimientos
explicados de la función de seguimiento y control. En concreto, se trata de la función de
seguimiento y control del riesgo de crédito del Banco Santander15.
El Banco Santander divide su función en tres partes: seguimiento, medición y control, y gestión
recuperatoria.
2.2.3.3.1 Seguimiento
El Banco Santander define la función de seguimiento como “una función que se fundamenta en
un proceso de observación continua, que permite detectar anticipadamente las variaciones que
se pudieran llegar a producir en la calidad crediticia de los clientes con el fin de emprender
acciones encaminadas a corregir las desviaciones que impacten negativamente”.
15
La información utilizada en el caso se ha adquirido del “Informe Anual” de 2013 del Banco Santander.
Implantación del apetito al riesgo y su marco 35
En esta fase de control, el banco utiliza dos métricas adicionales a las normalmente utilizadas:
VMG (Variación de Mora de Gestión): mide cómo varía la mora durante un período. Se
trata de una métrica agregada a nivel de cartera que mide la evolución de la
morosidad.
PE (Pérdida Esperada) y capital: la pérdida esperada es la estimación de la pérdida
económica que se producirá durante el próximo año de la cartera existente en un
momento dado.
A través de estas métricas el Banco Santander mide la magnitud de las desviaciones de sus
carteras de créditos y el impacto que tienen sobre la planificación de capital.
“Para llevar a cabo una adecuada gestión recuperatoria se actúa en cuatro fases principales:
irregularidad o impago temprano, recuperación de deudas morosas, recuperación de créditos
fallidos y gestión de los bienes adjudicados “…”El Grupo cuenta con un modelo corporativo de
gestión que establece las directrices y pautas generales de actuación “…” Este modelo
corporativo está sujeto a una permanente revisión y mejora de los procesos y metodología de
gestión que lo sustentan. La gestión recuperatoria supone, para Santander, la implicación
directa de todas las áreas de gestión (comerciales, tecnología y operaciones, recursos humanos
y riesgos), lo que ha contribuido a incorporar soluciones que mejoran la eficacia y la eficiencia
de dicho modelo.”
Implantación del apetito al riesgo y su marco 36
En esta última fase de la función de seguimiento y control el Banco Santander presenta una
serie de planes de actuación a aplicar en caso de necesitar mitigar el riesgo de crédito en
diferentes situaciones.
2.2.4.1 Organización
Una vez se ha definido el apetito al riesgo y su marco, se hace necesario trasladarlo al resto de
la entidad asegurando la correcta implantación de cada uno de sus elementos. La estructura
que vertebra la organización de Riesgos son las tres líneas de defensa (Figura 19) que
certificarán la creación de valor a través de uso efectivo de la gestión del riesgo.
Como primera línea de defensa, los directores de las unidades y líneas de negocio poseen y
gestionan los riesgos, ellos son los responsables de implementar acciones correctivas para
abordar el proceso y las deficiencias de control. Ellos se encargan del mantenimiento efectivo
de controles internos, de ejecutar procedimientos de riesgo y control sobre una base del día a
día. La gestión de las unidades identifica, evalúa, controla y mitiga los riesgos, cumpliendo con
las políticas y procedimientos internos establecidos, y asegurando que las actividades sean
compatibles con las metas y objetivos.
Por otro lado, las unidades de gestión de riesgo son las responsables de desarrollar las políticas
propias de su dominio (la gestión del riesgo) y los procedimientos a utilizar siguiendo las
directrices de la 2ª línea de defensa. Estas unidades deben colaborar con los equipos de
tecnología de la información (IT) en el desarrollo e implantación de herramientas de gestión y
sistemas de información de riesgo que permitan monitorizar la evolución de los riesgos
identificados. Son las unidades de riesgo las que ejecutan este control de primer nivel
asegurando el cumplimiento de las políticas establecidas en las unidades y líneas de negocio.
Por lo tanto, la primera línea será la formada por la gestión del riesgo de las unidades y líneas
de negocio ya que los controles están diseñados en los sistemas y procesos bajo una guía de
gestión de unidad de negocio. Además debe haber una gestión de control y planes
establecidos para asegurar el cumplimiento y poder hacer frente a procesos inadecuados o
acontecimientos inesperados.
Implantación del apetito al riesgo y su marco 37
Figura 19: Estructura de las tres líneas de defensa. Fuente: Elaboración propia
Por un lado, se define una función de gestión de riesgo, encabezada por el CRO, que facilita y
supervisa la gestión eficaz de los riesgos, prácticas de gestión operativa y da asistencia de
riesgos a las unidades y líneas de negocio en la definición de los límites del apetito en su nivel,
asegurando una coherencia con la estrategia y con el apetito definido al nivel de la entidad
global.
Se encargan de revisar de forma independiente los procesos para asegurar que existe una
función efectiva de gestión y control del riesgo implantada en la entidad, a través de la revisión
de las otras dos líneas de defensa. Dentro de su función, la auditoria interna incluye la
propuesta de recomendaciones y da un seguimiento con las áreas implicadas hasta su cierre.
nivel que asume la entidad y, por otro, la supervisión necesaria para asegurar la correcta
implantación y funcionamiento del RAF.
El Consejo debe tener en cuenta el apetito y sus límites en la planificación de la estrategia y los
objetivos fijados asegurando que ambos sean coherentes. Además debe tener en cuenta al
apetito en todas las discusiones relacionadas con operaciones estratégicas que impliquen una
elevada asunción de riesgo, como pueden ser una fusión, adquisición, el crecimiento de una
línea de negocio o un nuevo producto. Por otro lado, el Consejo participará en las discusiones
sobre la estrategia que se deben llevar a cabo cuando hay un incumplimiento de los límites del
apetito al riesgo.
En la segunda línea, el Consejo se encarga de supervisar el papel del CEO y de la alta Dirección
en el uso íntegro del RAF, incluyendo la debida identificación, gestión y comunicación de los
incumplimientos del apetito definido. El propio Consejo debe realizar un seguimiento
exhaustivo y continuo del perfil de riesgo de la entidad, asegurando que su concordancia con
el apetito al riesgo definido. Debe asegurar la existencia de sistemas para monitorizar y
gestionar el riesgo (incluyendo riesgos cualitativos como el reputacional o el legal). Esta
función de supervisión incluye también revisar periódicamente las propias operaciones y
procesos del Consejo, en concreto, es conveniente que se revisen la interacción entre el
Consejo, la alta Dirección y las líneas de negocio en temas relacionados con el apetito al riesgo.
Para llevar a cabo todas sus responsabilidades con el riesgo, el Consejo de Administración
cuenta con el apoyo de diferentes comités que le asesoran en temas específicos.
Entre estos comités hay que destacar el Comité General de Riesgo del que se servirá para
discutir las decisiones relacionadas con el riesgo asumido por entidad. La existencia de este
comité tiene una gran utilidad, pero una excesiva dependencia puede conducir al Consejo a
delegar sus responsabilidades con más frecuencia de la debida.
El comité General de Riesgo depende únicamente del Consejo de Administración. Debe estar
presidido por un NED16. El CRO es un miembro obligatorio dentro de una estructura dónde
debe haber una mayoría de NEDs. El CFO no tiene por qué ser miembro, pero sí debe ser, al
menos, participante en las discusiones que se lleven a cabo en el comité.
16
NED: Non-executive director, miembro asesor del Consejo de Administración, cuya independencia de
la entidad debe estar asegurada
Implantación del apetito al riesgo y su marco 40
Funciones:
La función del Comité General de Riesgo es asesorar al Consejo en definir el apetito y sus
límites para planificar la estrategia futura de la entidad, teniendo en cuenta el punto de vista
que tiene el consejo sobre el riesgo agregado asumido, la situación financiera actual de la
entidad (análisis realizado por el Comité de Auditoria) y su capacidad para gestionar y
controlar el riesgo dentro de la estrategia definida. Es responsable de la aprobación del RAF,
que posteriormente debe ser ratificado por el Consejo de Administración.
Por otro lado, el comité tiene una función de supervisión sobre los mecanismos de control de
riesgo, revisando los aspectos más relevantes escalados por el función de control de riesgos de
la entidad y su principal representante, el CRO. Dentro de esta función de supervisión, el
comité revisa los escenarios, diseñados por la función de riesgos, utilizados en los stress test y
analiza sus resultados obtenidos.
Además, el comité tiene funciones secundarias como puede ser el asesorar al comité de
remuneración en la concreción de los incentivos por objetivos según la gestión del riesgo
realizada, o la transmisión de la de una cultura corporativa de riesgos a través de la entidad.
El comité debe realizar sus funciones según las políticas definidas por el Consejo de
Administración, documentando sus reuniones, los temas que se han debatido y las
conclusiones y resultados, realizando un Informe Anual de Gobierno de Riesgo.
Comité de Auditoría:
Comité de Remuneración:
2.2.4.2.2 CEO
El CEO juega un papel clave en la implantación del RAF y su función se centra en trasladar y
asegurar el correcto funcionamiento del apetito al riesgo y sus límites a través de la entidad. Se
trata del el punto de conexión entre el Consejo de Administración y las unidades y líneas de
negocio.
Debe ser consciente de la importancia de inculcar una cultura de riesgo a través de la entidad
en la implantación del RAF, guiando la discusión sobre el apetito al riesgo en las unidades y
líneas de negocio y recalcando la importancia de tenerlo en cuenta en la planificación de la
estrategia y la fijación de los objetivos, y haciendo ver los beneficios que se obtienen. Para
aumentar la cultura y aceptación del apetito al riesgo, el CEO debe dar ejemplo aumentando
las responsabilidades y apoyando las funciones del CRO y el CFO e incorporando el apetito en
su proceso de toma de decisiones.
17
La función de cumplimiento gestiona el riesgo actual o futuro para las ganancias y el capital derivado
de las infracción o el incumplimiento de una ley, regla, normativa, acuerdo, práctica prescrita o pautas
éticas.
Implantación del apetito al riesgo y su marco 42
Dentro de sus funciones, el CEO debe asegurar que las unidades y líneas de negocio diseñen,
con la ayuda de la función de riesgos y del CRO, una estructura de límites personaliza a su
modelo de negocio que permita ser un factor en la toma de decisiones estratégicas
representando los objetivos fijados. Además, el CEO debe supervisar que esta estructura de
límites es coherente con el apetito definido al nivel de la entidad y que los procesos utilizados
identifican, miden, monitorizan y controlan los riesgos materiales asumidos de forma eficiente.
Para ello, es importante que el CEO dedique suficientes recursos y expertos en la gestión de
riesgo, la auditoría interna y los sistemas de tecnología de información consiguiendo una
mayor efectividad en la implantación del apetito en las unidades de negocio.
Por último, otra de las principales funciones del CEO en relación al apetito al riesgo y su marco
es realizar un informe, de forma periódica, dirigido al Consejo de Administración sobre el
estado del perfil de riesgo actual de la entidad. Además, el CEO debe acudir al Consejo de
Administración en caso del incumplimiento grave de alguno de los límites del apetito
definidos. Estos informes deben estar recogidos adecuadamente dentro de las políticas de la
entidad en relación al marco de apetito al riesgo.
2.2.4.2.3 CRO
Dentro del apetito al riesgo y su marco destaca, sobretodo, la figura del CRO, a la que se dota
de un carácter global con independencia total de las unidades y líneas de negocio. El CRO
lidera la segunda línea de defensa de la organización de riesgo de la entidad asegurando al
Consejo de Administración que todos los riesgos materiales son identificados, medidos y
controlados debidamente.
Destaca por ser quien define, junto con el CEO y la colaboración del CFO, el apetito al riesgo y
sus límites. Encabeza el diseño del RAF dentro de la función de riesgo, encargándose de su
implantación en la entidad, y de su desarrollo y asegurando su cumplimiento a lo largo del
tiempo.
El CRO ejecuta una supervisión total, continua y de forma independiente del perfil de riesgo de
la entidad en todos sus niveles, siendo el responsable de la validación interna de los modelos y
las metodologías utilizadas en el control de la primera línea de defensa.
2.2.4.2.4 CFO
El CFO también participa en la definición del apetito de la entidad y la concreción de sus
límites, asegurando la convergencia con la planificación de capital y de financiación de la
entidad. Trabando con el CRO y el CEO, el CFO comparte la responsabilidad de implantar el
RAF a través de la entidad monitorizando el perfil de riesgo de forma continua.
Debe asegurar una gestión, con la debida mitigación si fuera necesario, de las exposiciones a
los riesgos materiales y, en particular, de aquellos que excedan los límites definidos por el
apetito, dentro de sus funciones de dirección financiera en la entidad.
En caso de existir algún incumplimiento que pusiera en riesgo las condiciones financieras de la
entidad, el CFO deberá reportar rápidamente al CEO, y al Comité General de Riesgo en el que
participa en su caso.
Las líneas de negocio pueden definir sus propios límites de apetito de forma que se adapten
mejor a su estructura y modelo de negocio, por lo que sus directores deben asegurar que estos
nuevos límites cumplen con el apetito definido a nivel entidad y con la capacidad de asunción
de riesgo que les han sido asignados a sus unidades.
Los directores también deben asegurar la cooperación de sus unidades o líneas de negocio con
la supervisión realizada por el CRO y la función de riesgo asegurando su factor de
independencia. Siendo El CRO a quien tienen que reportar en caso del incumplimiento grave
de alguno de los límites.
Dado que las actividades de una entidad básicamente implican la asunción de riesgos de forma
inherente, es fundamental que estos se gestionen correctamente. Un elemento clave para la
gestión eficaz de los riesgos y del funcionamiento del RAF es la existencia de una cultura de
riesgo sólida y coherente en toda la entidad. Por lo que, se debe desarrollar una cultura
integrada, basada en una total compresión de los riesgos a los que se enfrenta y la forma en
las que el apetito al riesgo y su marco los gestionan. Todos los empleados deben comprender
el porqué del uso del apetito al riesgo, cómo funciona, cuáles son las ventajas que ofrece y cuál
es su lugar y sus responsabilidades dentro del RAF.
Implantación del apetito al riesgo y su marco 44
El Institute of International Finance18 (IIF) define la cultura de riesgo como “las normas y
tradiciones de comportamiento de los grupos e individuales dentro de una organización que
determinan la forma de identificar, entender, discutir y actuar en consecuencia a los riesgo que
la entidad afronta y los riesgos que asume”. En su documento “Implementing Robust Risk
Appetite Frameworks to Strenghten Financial Institutions”, el IIF destaca la fuerte conexión
que hay entre el apetito al riesgo y la cultura de riesgo de las entidades. El apetito al riesgo
trata de aumentar la transparencia de las entidades, dejando claro cuál es su preferencia de
riesgo. Por ejemplo, aunque la toma de decisiones sigue limitada por los límites definidos por
el apetito, con una fuerte cultura de riesgo se comprende mejor por qué las políticas y los
límites son como son, entendiendo como a través de ellos se toman mejores decisiones.
Las entidades utilizan valores internos que sirven para reforzar la cultura. Estos valores no
deben ser puros ejemplos de mandatos directivos, tales como la declaración del apetito y sus
límites, ya que podrían llegar a ser contraproducentes. Sin embargo, si estos valores son un
conjunto de mensajes y comportamientos que ofrecen al personal una guía sobre cómo deben
actuar, entonces pueden llegar a ser la base en la que se apoyen los empleados en su día a día.
En la Figura 22 se presentan como ejemplo algunos de los principios de la cultura de
Caixabank.
Figura 22: Principios de Cultura Corporativa de Caixabank. Fuente: Informe Anual 2012, Elaboración propia
En general, se sabe que una entidad tiene una fuerte cultura de riesgo cuando las referencias
al riesgo y al apetito se convierten en parte del día a día del personal en todos los niveles de la
entidad.
Para conseguir maximizar esta cultura de riesgo, las entidades deben poner en marcha
sistemas de formación sobre riesgo, que aumenten los conocimientos de los empleados y les
permitan aplicarlos en la práctica, y un sistema de retribución que motive a la plantilla a hacer
un buen uso del apetito y la gestión del riesgo.
18
El Institute of International Finance es la asociación global de la industria financiera. Dentro de sus
miembros se incluyen bancos (tanto comerciales como de inversión), gestoras financieras, compañías de
seguros, fondos soberanos, fondos de cobertura, bancos centrales y bancos en desarrollo. En la
actualidad, cuenta con cerca de 500 instituciones financieras, de 70 países diferentes como miembros.
Implantación del apetito al riesgo y su marco 45
Este sistema debe ser la base para potenciar el liderazgo del banco en materia de gestión de
riesgos, reforzando continuamente las capacidades de los directivos y profesionales de riesgos.
Además, también se debe impartir formación a los profesionales de las líneas de negocio, y
particularmente del área comercial, alineando la exigencia del apetito al riesgo con los
objetivos del negocio.
Se deben impartir sesiones de formación de riesgo tanto periódicas como puntuales. Por
ejemplo, la formación dirigida al Consejo de Administración se realizará en ocasiones
puntuales cuando surja la necesidad de profundizar en alguna materia de riesgo relaciona con
sus funciones. Sin embargo, las sesiones serán periódicas en los programas de formación de
nuevas incorporaciones, o para el personal específico de la función de riesgos.
La política global de remuneración de una entidad deberá ser acorde con sus valores,
estrategia de negocio, apetito al riesgo e intereses a largo plazo. No deberá fomentar la
asunción de riesgos excesivos. En el caso del personal cuyas actividades profesionales puedan
llegar a tener un alto impacto en el perfil de riesgo de la entidad, con los miembros del Consejo
de Administración, la alta dirección, o personal de la función de riesgos, la política deberá
garantizar que su remuneración se acorde con una gestión de riesgos eficaz y sólida. La
retribución debe tener en cuenta los riesgos asumidos a largo plazo, diseñando un calendario
de incentivos sensible al horizonte temporal del riesgo asumido.
El personal de las funciones de control deberá ser debidamente retribuido de acuerdo con sus
objetivos y desempeño y no con relación al desempeño de las unidades de negocio que
controlan.
En ocasiones, las entidades poseen sistemas IT inapropiados que dificultan su propia habilidad
para gestionar amplios riesgos ante las situaciones cambiantes e imprevisibles del mercado.
Esta falta de eficiencia en el soporte tecnológico se debe, en muchos casos, a infravalorar su
importancia en acciones comunes como, por ejemplo, la falta de consistencia entre la
planificación de la estrategia y la gestión de IT provocando disputas para conseguir recursos o
la reducción del presupuesto para la implantación y mejora de los sistemas IT en beneficio de
proyectos que aumenten los ingresos a corto plazo.
Las entidades que más han avanzado en este campo, consiguen involucrar a las funciones de IT
en la planificación de la estrategia de las unidades y líneas de negocio. De esta forma, desde un
inicio se distribuye una parte del presupuesto para el desarrollo y mantenimiento de los
sistemas IT con el mismo nivel de prioridad que se financian de los proyectos enfocados a
generar beneficios y tener un impacto rápido en el mercado.
Para facilitar la automatización en los sistemas IT las entidades deben utilizar plataformas y
almacenes de datos con la misma taxonomía, de forma que se permita una rápida e
ininterrumpida manipulación y transferencia de datos facilitando la visión del riesgo global
que la entidad está asumiendo en cada momento.
Estos sistemas deben de ser capaces, en la medida de lo posible, de agregar el riesgo de forma
automática, no solo a nivel entidad sino también a niveles inferiores para poder distinguir el
riesgo de las diferentes líneas de negocio, geografías o sectores de actividad.
Con una taxonomía común a través de toda la entidad, como ya se ha descrito, las entidades
pueden facilitar la integración de nuevos sistemas y plataformas IT en su existente
arquitectura tecnológica, abordando con mayor habilidad la difícil tarea de integrar sistemas IT
heredados.
Las entidades deben establecer una planificación, unas políticas y unas pruebas apropiadas
para asegurar una capacidad suficiente en ambas situaciones. Todos estos procedimientos
deben ser diseñados por la colaboración de las líneas de negocio, la función de control de
riesgo y el personal de IT de forma que se tenga una visión global del negocio en el análisis de
la capacidad de los sistemas.
Para asegurar su adecuación, también se deben hacer previsiones sobre el volumen de datos
que se pudiera llegar a gestionar en el futuro, definiendo una capacidad máxima relativa al
fallo del sistema para conocer cuál es la posición actual y qué situaciones puede soportar el
sistema IT.
2.2.6.2 Sistemas IT
El apetito al riesgo se cristaliza en una herramienta ofimática que permite calcular de forma
periódica los indicadores y generar informes para el reporting a los diferentes destinatarios del
apetito al riego. Los sistemas IT están compuestos principalmente por tres partes (Figura 23):
una base de datos, los modelos y algoritmos de cálculo, la herramienta de reporting.
Figura 23: Esquema de los Sistemas IT. Fuente: Management Solutions, Elaboración propia
La capa input del sistema es una base de datos que está formada por toda la información
necesaria para producir los indicadores del apetito al riesgo. Este almacén de datos es la base
de todo el sistema IT, por lo que debe estar estructurada de forma ordenada de manera que se
facilite su uso y manejo para el cálculo de las métricas o para agregar información en niveles
superiores de la entidad.
trasladaría en los informes a través de toda la entidad. Por este motivo, esta capa debe de
estar sometida a revisiones periódicas asegurando su correcta estructura y funcionamiento.
Y, por último, la capa output de reporting, en la que se recogen los resultados de las métricas
de apetito al riesgo formadas a partir de las dos capas anteriores. Esta capa se encarga de
realizar los diferentes informes ofimáticos personalizados para su audiencia dependiendo del
nivel de responsabilidad al que se dirija.
19
ETL (Extract, Transform and Load): es el proceso que permite a las organizaciones mover datos desde
múltiples fuentes, transformarlos, y cargarlos en otra base de datos para analizar o en otro sistema
operacional para apoyar un proceso de negocio.
Implantación del apetito al riesgo y su marco 50
Caso práctico 51
3
Caso Practico
Caso práctico 52
3 Caso práctico
3.1 Introducción
A lo largo de este proyecto se ha llevado a cabo un análisis exhaustivo del apetito al riesgo en
las entidades financieras, su continua evolución, las presiones a las que está sometido, su
definición, la estructura de su marco de apoyo y los beneficios que aporta al sistema
financiero.
En el sector financiero todavía existen entidades que no han definido su marco de apetito al
riesgo y aquellas que lo han hecho no muestran interés en hacerlo público. Es por ello, que el
estudio del apetito al riesgo se convierte en una ardua tarea, disponiendo únicamente de la los
informes financieros que las entidades se ven obligadas a publicar debido a la presión
regulatoria.
Entre los datos publicados por las entidades en sus informes periódicos, la métrica que ofrece
mayor información sobre el apetito al riesgo de una entidad es el ratio de solvencia. En ella, se
representa el capital que posee una en una entidad en función de sus activos ponderados por
riesgo, es decir, en función del riesgo que está asumiendo en su negocio. Por su definición, el
ratio de solvencia de una entidad refleja cómo de cubierta quiere estar, siendo una buena
imagen de su apetito.
El ratio de solvencia es una métrica que varía a lo largo del tiempo y sus fluctuaciones se deben
a diversos motivos que no siempre dependen de la voluntad propia de la entidad. Entre los
principales factores que afectan al ratio se pueden destacan tres grupos: la coyuntura
macroeconómica, los eventos regulatorios y las acciones idiosincráticas del desarrollo de la
actividad de la entidad.
Caso práctico 53
Además, el sector financiero se ha visto expuesto a una gran cantidad de cambios normativos
promovidos por los organismos reguladores con el objetivo de reconducir la situación
provocada por la crisis. Dentro de estos cambios regulatorios, se ha tenido especial ímpetu en
aquellos que ayudaran a recuperar la confianza en el sector traduciéndose principalmente en
requerimientos de capital a través del ratio de solvencia.
Y, por otro lado, el ratio de solvencia también se ve afectado por las propias acciones de la
entidad con el fin de llevar a cabo su estrategia y cumplir con sus objetivos. Dentro de este tipo
de acciones se pueden diferenciar un grupo destacado por tener un claro carácter de apetito al
riesgo. Por ejemplo, a la hora de tomar una decisión sobre si llevar a cabo o no una
adquisición, la dirección de la entidad tendrá que valorar si el riesgo que se asume en la
operación es coherente con su definición de apetito al riesgo, es decir, si tiene margen
suficiente para absorber los nuevos riesgos siendo fiel a su apetito. Este mismo carácter se
puede aplicar a otras acciones, como son los cambios en el modelo de negocio, la venta de
carteras o los procesos de expansión de la actividad.
En este apartado se va a analizar cuál es el peso del apetito al riesgo en el sector financiero (en
concreto en las entidades de depósito20), teniendo en cuenta esta situación de crisis
macroeconómica y de continua presión regulatoria que rodea al sector desde 2007. Para ello,
se va a estudiar qué parte de la variación del ratio de solvencia, en cinco de las principales
entidades españolas, se ve causado por acciones llevadas a cabo dentro del apetito al riesgo de
cada una de las entidades.
20
Subgrupo de las entidades de crédito formado por bancos, cajas de ahorros y cooperativas de crédito.
Son las únicas con capacidad para captar depósitos del público. Fuente: www.bde.es.
Caso práctico 54
El estudio englobará el análisis del ratio de capital del Banco Santander, el Banco Bilbao
Vizcaya Argentaria (BBVA), Caixabank, Banco Popular Español y Banco de Sabadell.
Figura 25: Evolución del ratio de solvencia en las entidades de estudio. Fuente: Informes financieros. Elaboración
propia.
En su conjunto, el grupo de las 5 entidades reúne un 78% de los activos totales de las
entidades de depósito, por lo que se puede considerar una buena representación del global de
las entidades españolas.
BANCO SANTANDER
22%
37% BBVA
5% CAIXABANK
5% POPULAR
11% SABADELL
20% RESTO DE ENTIDADES
Figura 26: Activos totales del sector financiero español. Fuente21. Elaboración propia.
21
Los activos totales de cada una de las entidades se han obtenido en los respectivos informes anuales
de 2013. Y, en el caso de los activos totales del sector, la información se ha obtenido en el Boletín
Estadístico de Diciembre de 2013 que publica el Banco de España.
Caso práctico 55
Para poder empezar con el estudio se hace una breve introducción de la métrica del ratio de
solvencia para entender mejor cuáles son sus causas y cómo afectan.
Ratio de solvencia
El ratio de solvencia se define de forma sencilla como el capital del que dispone una entidad
financiera para afrontar las pérdidas de la posible materialización de los riesgos que asume
para desarrollar su actividad. Su cálculo se determina dividiendo el capital del que dispone una
entidad entre sus activos ponderados por riesgo.
22
23
Se trata de una métrica supervisada por el regulador, por lo que su cálculo está condicionado
por los requerimientos normativos.
Figura 27: Recursos propios computables como capital. Fuente: Management Solutions.
Y los RWA se calculan a partir de la valoración del riesgo de crédito, mercado y operacional
que conllevan los activos de la entidad. Esta valoración se lleva a cabo a través del uso de
calificaciones y modelos de riesgo, que pueden ser de tipo estándar, propuestos por el
regulador o de tipo interno.
Llegados a este punto, se puede apreciar de forma más clara la significación de la regulación y
la coyuntura macroeconómica en el ratio de solvencia.
22
El nombre de ratio BIS proviene del nombre de la organización que lo implanto como métrica
regulatoria, Bank for International Settlements
23
Risk weighted assets: acrónimo en inglés para referirse a los activos ponderados por riesgo.
Caso práctico 56
ponderación de los activos según los riesgos en los que incurre y de forma indirecta en el
capital a través del resultado (reservas).
Una vez definido, en líneas generales, el ratio de solvencia, se puede comenzar el estudio
planteado el estudio del modelo.
Partiendo de las variables en las que se basará el estudio y el objetivo del mismo, es fácil
determinar la característica principal que se requiere del modelo: un buen ajuste en el tiempo
de la métrica del ratio de solvencia, basada en las variables macroeconómicas, regulatorias e
idiosincráticas de cada una de las entidades.
Destacar que, además de intentar conseguir un buen ajuste, el modelo debe ser lo más sencillo
posible. Realizando un modelo complejo de forma innecesaria solo hace que el estudio pierda
claridad y las conclusiones sean menos intuitivas.
Para conseguir una buena representación de la métrica del ratio de solvencia se va a construir
un modelo híbrido, conocido como ARMAX. Este tipo de modelos une los modelos cásicos de
regresión lineal múltiple y los modelos dinámicos de autorregresión (ARMA).
∑ ( ) ( )
( ) ( ∑ )
( )
Caso práctico 57
A través del modelo clásico de regresión lineal se representará el efecto de variables externas
en el ratio de capital. Mientras que la parte ARMA del modelo analiza la componente no
sistemática de carácter aparentemente aleatorio para identificar algún patrón de interés en la
evolución temporal del ratio.
Para estimar el modelo anterior, se hace necesario estimar el valor de los coeficientes β 0, β1,…,
βk. La linealidad en parámetros posibilita la interpretación correcta de los parámetros del
modelo. Los parámetros miden la intensidad media de los efectos de las variables explicativas
sobre la variable a explicar la variable a explicar.
El objetivo es asigna valores numéricos a los parámetros coeficientes β0, β1,…, βk. Es decir,
trataremos de estimar el modelo de manera que, los valores ajustados de la variable
dependiente resulten tan próximos a los valores realmente observados como sea posible.
Para poder determinar los estimadores a través de distintos métodos de estimación y realizar
diferentes contrastes, se hace necesario especificar un conjunto de hipótesis sobre el modelo
de regresión lineal múltiple. Existen tres grupos: las hipótesis sobre el término del residuo (ε t),
las hipótesis sobre las variables explicativas, y las hipótesis sobre los parámetros del modelo.
Dado el valor de Xit, la media o el valor esperado del término de perturbación aleatoria ε es
cero. Simbólicamente, tenemos que
( | )
para cada t.
( ) [ ( | )] ( | )
Dados dos valores cualesquiera de Xi, Xij y Xir (j≠r), la correlación entre dos εj y εr cualesquiera
(j≠r) es cero. En decir, estas observaciones se muestran de manera independiente.
( | )
d) Normalidad:
( )
La única hipótesis que se hace sobre los parámetros β0, β1,…, βk es la de linealidad. Es decir,
que se mantengan constantes a lo largo de toda la muestra de forma que se asegure la
permanencia estructural.
Los modelos de series temporales son aquellos que trabajan con un conjunto de observaciones
recogidas a lo largo del tiempo (días, meses, trimestres, años…). Estos datos presentan una
característica peculiar y es su ordenamiento natural, ya que las observaciones están ordenadas
de acuerdo al momento del tiempo en que han sido observadas.
El modelo de serie temporal más habitual en la práctica es el lineal, conocido como ARMA. En
un modelo ARMA la serie temporal queda definida por una componente autorregresiva,
AR(),una componente de medias móviles, MA(), y por una perturbación εt.
Caso práctico 59
El modelo de medias móviles de orden q, representado como MA(q), también se define como
un modelo de regresión lineal donde la variable dependiente Yt se representa con las
observaciones presentes y anteriores de la perturbación:
A través de los modelo ARMA (p, q) se conoce la especificación dinámica del modelo que se
está estimando, reconociendo si el residuo del modelo posee algún tipo de estructura del que
se pueda extraer información, eliminando así la presencia de correlación serial en el término
del error.
3.2.3 Metodología
1) Análisis de datos
En primer lugar hay que realizar un estudio sobre las posibles variables independientes que
puedan explicar el modelo. El objetivo de este apartado es reunir el máximo número de
variables que puedan tener un efecto en la variable a explicar, asegurando que no se deja
fuera del estudio ninguna variable importante.
Partiendo del grupo variables iniciales que se han considerado al inicio del estudio se deben
eliminar aquellas que no sean significativas, escogiendo las restantes que son las que formarán
el modelo.
El método Forward, en el cuál se empieza con una variable que sea significativa y se
van añadiendo para mejorar el modelo.
Y el método Stepwise que es una mezcla de los dos anteriores, donde en cada entran
y salen variables en cada paso según sean o no significativas para el modelo.
Se considera que el modelo que el modelo es válido cuando se cumplan las siguientes
condiciones:
Sentido numérico: además de que todas las variables deben ser significativas, tanto
de forma individual como de forma colectiva, el modelo debe coseguir un R2 que se
considere aceptable (en general > 60%).
Sentido económico: el modelo deberá ser intuitivo y razonable, es decir, las variables
introducidas en el modelo deberán tener cierta justificación teórica siendo coherentes
con los signos de las constantes obtenidas.
Validación de las hipótesis realizadas comprobando principalmente que los residuos
cumplan cuatro propiedades:
En este apartado se presentan las principales características de los datos de partida con los
que se construirá el modelo:
Durante este espacio temporal, la observación de las variables que van a intervenir en el
modelo se realiza con una periodicidad trimestral. Se considera que esta frecuencia es la
adecuada para captar la evolución de la métrica y sus causas, y lograr la profundidad suficiente
que el ejercicio requiere.
Caso práctico 61
Este conjunto de variables, que se concretarán más adelante, forma una base de datos de
panel. Los datos de panel se caracterizan por combinar una dimensión temporal con otra
transversal, que en el caso de este estudio es la distinción del ratio según.
Según los grupos de variables presentados, las variables que simbolizan los factores macro y
los cambios regulatorios afectan por igual a todas las entidades variando con el tiempo. Sin
embargo, el tercer grupo representa una característica propia de cada una de las entidades
que, además, también varía con el tiempo.
Los datos de panel proporcionan una información muy válida de las entidades siguiéndolas a
través del tiempo, lo que ofrece una visión más completa del problema, interpretando mejor la
dinámica de la variación del ratio de capital.
Caso práctico 62
24
Los datos de cada una de las variables se encuentran los Anexos en el apartado de datos
macroeconómicos.
Caso práctico 63
Figura 30: Escenarios Test de Resistencia del Banco de España al sistema financiero español. Fuente: Publicación
de Roland Berger.
Este grupo de variables representa los siguientes factores que influyen en la actividad ordinaria
de las entidades que se quieren estudiar y, por lo tanto, en su ratio de solvencia:
Para la representación de este indicador se van a utilizar dos variables: el PIB Real 25 y el PIB
Nominal26, siendo su principal diferencia la valoración de los bienes y servicios a al precio del
año corriente o al precio de determinado año base.
Dentro de este apartado se tienen en cuenta dos variables. Por un lado, el IPC27 que
representa el valor del costo de la vida de la población y, por el otro, el Deflactor del PIB28, que
se utiliza para evaluar el crecimiento económico real de una economía eliminando el factor de
la inflación.
La evolución de los precios significará, en general, un mayor coste de vida que se traduce,
entre otros, en una reducción en la capacidad de compra de la población provocando un
descenso en la actividad crediticia y un aumento en el riesgo asumido.
25
Fuente: Boletín estadístico del Banco de España (www.bde.es).
26
Fuente: Boletín estadístico del Banco de España (www.bde.es).
27
Fuente: Boletín Estadístico del Banco de España (www.bde.es).
28
Fuente: Boletín Estadístico del Banco de España (www.bde.es).
Caso práctico 64
Desempleo
Este factor se representa a través de la Tasa de Paro29 que indica la proporción de la población
activa que se está desempleada.
Este es un factor un poco más concreto, pero igual de importante ya que representa el efecto
de un sector, como es el inmobiliario, que ha tendido tanto protagonismo en la crisis
financiera y especialmente en España. El efecto en la banca ha sido enorme, debido a la gran
cantidad de carteras relacionadas con el sector, no solo en cuanto a inversión crediticia
(hipotecas), sino que también en relación a otras líneas de negocio como la inversión en
activos inmobiliarios (filiales inmobiliarias).
Se consideran dos variables en referencia a este factor: el precio de la vivienda30 y el precio del
suelo31. LA primera mide la evolución de los precios de la compraventa de las viviendas de
precio libre, tanto nuevas como de segunda mano, y la segunda mide la evolución del precio
del metro cuadrado de suelo urbano.
Tipos de interés
El tipo de interés es, grosso modo, el coste de financiación. Hace referencia bien al coste que
tiene un crédito o bien a la rentabilidad de unos ahorros. Este factor se refiere a la principal
fuente de ingresos de sector bancario, por lo que se le deberá tener en cuenta en el estudio.
Las variables que simbolizan el efecto de este factor son: el Euribor a 3 y 12 meses32, y el
rendimiento de la deuda pública a 10 años 33.
Tipo de cambio
Factor clave en la valoración del negocio internacional de las entidades. Cualquier variación en
la relación cambiaria entre dos monedas se percibe automáticamente como una variación del
precio percibido por los importadores aun cuando el precio en el país de origen permanece
invariante. Este factor afecta a aquellas entidades que tiene parte de su negocio en el
extranjero.
29
Fuente: Instituto Nacional de Estadística (www.ine.es).
30
Fuente: Boletín Estadístico del Banco de España. Estadísticas económicas generales. Precios. Índice de
coste de la construcción. Precio metro cuadrado de la vivienda libre. (www.bde.es).
31
Fuente: Boletín estadístico del Ministerio de Fomento, Gobierno de España (www.fomento.es).
32
Fuente: Boletín Estadístico del Banco de España. Principales indicadores económicos de la zona Euro.
Tipos de interés. Euribor a tres y doce meses (www.bde.es)
33
Fuente: Boletín Estadístico del Banco de España. Economía Internacional. Rendimientos de la deuda
pública a largo plazo. España (www.bde.es).
Caso práctico 65
En representación este factor, se incluye entre las variables de estudio el tipo de cambio
euro/dólar34 como tipo de cambio más global y que mayor efecto puede tener sobre las
entidades que se van a analizar.
El impacto de este factor se distribuye en dos variables de forma que se capte mejor su
variación: crédito a empresas no financieras35 y crédito a hogares36.
Bolsa de valores
34
Fuente: Boletín Estadístico del Banco de España. Tipos de cambio e índices de competitividad. Tipos
de cambio del euro. Dólar estadounidense (www.bde.es).
35
Fuente Boletín Estadístico del Banco de España. Entidades de crédito. Total crédito residentes.
Financiación de actividades productivas (www.bde.es).
36
Fuente Boletín Estadístico del Banco de España. Entidades de crédito. Total crédito residentes. Crédito
para otras financiaciones a hogares por funciones de gasto (www.bde.es).
37
Fuente: Boletín Estadístico del Banco de España. Mercados secundarios de valores. Índice de
cotización de acciones. Índice general de la Bolsa de Madrid (www.bde.es).
Caso práctico 66
Naturaleza de la variable
Por este motivo, los cambios regulatorios se tratan como una variable cualitativa. Este tipo de
variables toman valores que son nombres o etiquetas. En el caso de la variable regulación, las
etiquetas son: cambio en la normativa durante el periodo observado, o la no ocurrencia tal
suceso. Y, su adaptación a la naturaleza matemática del modelo se llevará a cabo adoptando el
valor 1 en el caso de ocurrir un cambio regulatorio y, un 0 en el caso contrario. Lo que se
conoce como una variable dicotómica.
Para ver qué cambios regulatorios debían verse reflejados en el modelo se ha seguido un una
selección gradual. Primero se ha recogido todas aquellos cambios normativos relacionados con
el ratio de solvencia que se han dado en desde enero de 2007, y luego se ha comprobado
cuáles de ellas han tenido un efecto suficientemente significativo para ser tenidas en cuenta
en el modelo.
Esta ha sido la principal fuente para averiguar qué cambios normativos ha habido durante el
periodo de estudio del modelo. En el apartado de normativa de su página web, el Banco de
España publica los cambios regulatorios que se dan a lo largo del tiempo y que están bajo su
supervisión, especificando el sector o la temática a la que afectan.
Dentro de esta normativa, el Banco de España agrupa los cambios legislativos relativos a la
solvencia de las entidades de crédito (Figura 32).
38
Los datos de las variables de regulación se encuentran en los Anexos. Las variables tienen distintos
valores para cada una de las entidades ya que han reaccionado a los cambios regulatorios en diferentes
periodos.
Caso práctico 67
Figura 32: Resumen de los cambios regulatorios. Fuente: Banco de España, elaboración propia.
Es verdad que todos los cambios afectan a las entidades que estamos estudiando pero, no
todos ellos influyen de forma significativa en la variación del ratio de capital. Por ello, se ha
realizado un estudio en el que se han determinado cuáles merecen ser tenidas en cuenta en la
variable de regulación que se va a considerar al estimar el modelo. Este análisis se ha llevado a
cabo a través de la revisión de los informes financieros que publica cada entidad y de la propia
normativa.
Del análisis realizado se ha determinado que las normativas que han sido significativas para las
entidades a la hora de calcular sus ratios de solvencia han sido aquellas que se encuentran,
resaltadas en oscuro, en el Figura 32 del resumen normativo.
39
No es objeto de este proyecto entrar en la descripción detallada de la normativa, por lo que la
descripción será breve, destacando los puntos más significativos en cuento al impacto en el ratio de
solvencia.
Caso práctico 68
El efecto de este cambio se basa en el momento que las entidades empiezan a utilizar sus
modelos internos, por lo que su impacto se da en diferentes momentos para cada una de las
entidades. A partir del análisis de los informes se han detectado los periodos en los que cada
entidad empieza a calcular su ratio con la nueva normativa. Por ejemplo, el Banco Sabadell
realiza el cambio en el segundo trimestre de 2008. En la Figura 34 se puede observar como en
la columna de la derecha se aplica la nueva normativa.
Banco Fecha
Banco Santander 2T08
BBVA 1T08
Caixabank 2T08
Banco Popular 4T08
Banco Sabadell 2T08
Figura 34: Aplicación de la normativa BIS II. Fuente: Informe trimestral Banco Sabadell (2T08).
Las medidas incluidas en el Real Decreto-Ley se articulan en torno a dos ejes fundamentales: el
reforzamiento de los requisitos de capital de las entidades de crédito, la reforma del Fondo de
Reestructuración Bancaria (FROB) como apoyo para facilitar la capitalización exigida y,
adicionalmente, se introducen otras medidas destinadas a reforzar las anteriores.
Dentro los cambios más significativos se destaca el cambio del ratio de solvencia mínimo que
tienen que tener las entidades haciendo una distinción:
Esta nueva normativa no afecto de forma significativa a las entidades bancarias, pero sí afecto
la antigua La Caixa (caja de ahorros previa a Caixabank) que prefirió llevar a cabo una
reorganización completa del grupo trasladando su negocio financiero y bancario a una filial,
Caixabank.
Por lo que en el caso de Caixabank también se tendrá en cuenta este real decreto en la
variable de regulación en el periodo del primer trimestre, que es cuando se llevó a cabo la
reorganización.
Caso práctico 70
La segunda fase de la reforma del sistema financiero, materializada en el RDL 18/2012, eleva
los requerimientos de provisiones de los activos sanos del sector promotor y constructor e
incorpora otras modificaciones.
El plazo para realizar las provisiones requeridas por los reales decretos se fijó en enero de
2013, por lo que las entidades de prácticamente un año para ir realizando las provisiones.
Como excepción, aquellas entidades que se encuentren involucradas en un proceso de fusión
durante 2012 han visto aumentado su plazo para realizar las debidas provisiones requeridas
(este es el caso del Caixabank).
Banco Fecha
Banco Santander 2T12-3T12-4T12
BBVA 2T12-3T12-4T12
Caixabank 1T12-3T12-1T13
Banco Popular 3T12-4T12
Banco Sabadell 2T12
Figura 35: Realización de provisiones de los RDL 2/2102 y 18/2012. Fuente: Elaboración propia.
Definición de variables:
Por este motivo, se ha considerado este suceso como una arbitrariedad, representándolo de
manera se parada al resto de la regulación:
Dentro de este tipo de acciones que reflejan el apetito al riesgo de las entidades se pueden
destacar las fusiones y adquisiciones, las ampliaciones de capital, los cambios de modelo de
negocio, las ventas de carteras, las grandes titulizaciones, las expansiones de negocio o la
misma política de reparto de dividendos.
Todas las acciones que se acaban de presentar tienen un claro carácter de apetito al riesgo,
pero su impacto en el ratio de solvencia no siempre se significativo. Por ejemplo, la decisión de
expandir el negocio comercial abriendo nuevas sucursales en un territorio nuevo tendrá que
valorar si el riesgo que se asume en la operación es coherente con los límites del apetito al
riesgo a nivel comercial y con la estrategia definida en un inicio. Pero el efecto de esta acción
apenas afectará al ratio de solvencia de la entidad consolidada. Por otro lado, otras de las
acciones de carácter de apetito al riesgo, como las titulizaciones o la venta de carteras,
requerirían un estudio realmente profundo de las cuentas y estados financieros de cada una
de las entidades.
Por estos motivos, se ha juzgado que las actividades más relevantes en cuanto a apetito al
riesgo se refieren, que serán incluidas en las variables del modelo y sobre las que se han
planteado los objetivos del ejercicio, son: las fusiones/adquisiciones y las ampliaciones de
capital. A continuación se especifican cada una de ella con mayor detenimiento.
40
Los datos de las variables se encuentran en el Anexo de cada entidad.
Caso práctico 72
Fusiones/adquisiciones41
El efecto del apetito al riesgo sobre este tipo de acciones es más que evidente. A la hora de
tomar la decisión de llevar a cabo o no la operación, primero se deberá comprobar cuál es el
riesgo que se asume y el impacto que este tiene sobre el ratio de solvencia. Se debe tener en
cuenta el riesgo de los activos que se adquieren: el estado de las carteras, la experiencia propia
en las líneas de negocio, la región en la que se desarrolla la actividad, etc. Pero también se
deben se deben tener en cuenta los recursos (capital, liquidez…) con los que se afronta la
operación, y de los que se dispondría posteriormente. Es por ello que este tipo de acciones
requieren una alta gestión del apetito al riesgo.
A continuación se observa un esquema con todas las operaciones llevadas a cabo desde por las
cinco entidades incluidas en el estudio, desde 2012 hasta 2013.
Bradford &
Bingley
Banco Pastor
BMN-Penedes
Lloyds Bank
41
La información recogida en las variables de fusión/adquisición se ha adquirido a partir de los informes
financieros periódicos y los hechos relevantes que publican las entidades.
Caso práctico 73
Por lo tanto, entre las variables que se van a añadir al modelo debido a las operaciones de
fusión/adquisición son dos:
La segunda recoge aquellas operaciones que han recibido ayudas públicas. (Fusión-
EPA).
Ambas variables son cualitativas por lo que se representarán a través de variables dicotómicas,
como las utilizadas para representar los cambios regulatorios.
Ampliaciones de capital43
Las ampliaciones de capital son otro claro ejemplo de acciones con carácter de apetito al
riesgo. Una ampliación de capital es, grosso modo, una operación de financiación empresarial
que consiste en aumentar los fondos propios de la entidad, es decir, incrementar su capital
social.
Su relación con el ratio de solvencia es directa, ya que el nuevo capital se incluiría en el capital
computable del ratio. A su vez, el incremento del ratio permite a la entidad aumentar el
margen de riesgo que tiene sobre su apetito al riesgo pudiendo realizar nuevas inversiones que
conlleven un riesgo asumido que, quizás, antes de la ampliación no hubiera sido posible.
Entre las principales causas más comunes de realizar una ampliación de capital se encuentran:
financiar adquisiciones, proyectos de expansión u otras inversiones; introducir nuevos
accionistas como inversores en la empresa; o simplemente fortalecer el la solvencia de la
compañía.
Para representar el impacto de las ampliaciones de capital se van a utilizar también dos
variables donde se diferencien las operaciones por el tamaño de capital ampliado. Además,
este tipo de variables, se va a tratar de forma cualitativa a través de variables dicotómicas, al
igual que las variables de regulación y de fusión/adquisición.
42
Se trata de un aval otorgado por el FROB a los bancos que adquieren alguna entidad financiera en
problemas para cubrir potenciales pérdidas en la cartera de créditos del banco adquirido.
43
La información recogida en las variables de ampliación de capital se ha adquirido a partir de los
informes financieros periódicos y los hechos relevantes que publican las entidades.
Caso práctico 74
En la Figura 37 se presentan las ampliaciones que se han tenido y la clasificación de los dos
niveles, siendo AMP1 la variable que recoge las que han tenido un tamaño relativo a la entidad
significativamente más grande que el resto.
Para cumplir con el objetivo de analizar el peso del apetito al riesgo en el sector financiero, el
análisis se va a realizar de forma conjunta sobre las cinco entidades ya mencionadas. El modelo
deberá recoger la variación de todos sus ratios en una sola ecuación. Este efecto se consigue
estudiando una única serie de observaciones, colocando los datos de cada entidad en serie de
forma que se repita el periodo de tiempo de estudio cinco veces (Figura 38).
Destacar que en los datos de Caixabank no se han podido encontrar los ratios de solvencia del
primer y tercer trimestre de los años 2008, 2009 y 2010. Por este motivo, se han omitido esos
periodos de tiempo para la entidad de Caixabank en todas las muestras.
Los datos observados de las variables continuas se pueden representar de diversas formas: por
niveles, por diferencias, por diferencias relativas o incluso realizando transformaciones más
complejas. El objetivo de las diferentes representaciones es expresar mejor el significado y el
movimiento de la variable a través de tiempo. A continuación se determina la forma en la que
se va a representar cada una de las variables con las que se estimará el modelo del ratio de
solvencia:
Figura 40: Resumen del formato de las variables continuas. Fuente: Elaboración propia.
Una vez estudiado los diferentes factores que pueden afectar a la métrica objeto del estudio,
el ratio de solvencia, y concretadas las variables de partida para la estimación del modelo, se
hace necesario determina cuáles de ellas son más significativas y, por lo tanto, cuáles de ellas
explicarán mejor al variable dependiente.
En cada paso solo se introduce aquella variable que cumple con unos criterios de
entrada.
Una vez introducida, en cada paso se valora si alguna de las variables cumplen con los
criterios de salida.
En cada paso se valora la bondad de ajuste de los datos al modelo de regresión lineal.
Estadístico t y su P-valor
H 0:
Estadístico F y su P-valor
Hay que fijarse en este estadístico y es en su probabilidad para analizar si el las variables
explicativas (una vez introducida o eliminada una de las variables) son en su conjunto
significativas. Sus valores se encuentran posicionados en el cuadro 2 de la Figura 41.
H0:
Caso práctico 78
Coeficiente βi
Son los coeficientes que multiplican a las variables independientes en el modelo de regresión.
Su signo indica la relación entre la variable dependiente y la variable independiente. Su
importancia en la valoración de la significación de una variable es el sentido económico de la
misma. Sus valores están en el cuadro 1 de la Figura 41. Además, destacar que su estimación
se hace a través del procedimiento de mínimos de cuadrados de Eviews.
En la Figura 42 se exponen los criterios a seguir sobre los estadísticos recién explicados para
determinar si dejar la variable introducida en un paso o si hay que eliminar alguna otra.
Figura 42: Criterios de significación de las variables explicativas. Fuente: Elaboración propia.
Los que también se deben revisar de forma, pero sobre los que no se presentan unos criterios
fijos de entrada y salida son:
Además, estos estadísticos sirven para realizar comparaciones entre diferentes modelos que
ya han sido validados y decidir así cual es el final.
Estadístico de Durbin-Watson
Caso práctico 79
Una vez realizada la selección de variables a través del método Stepwise siguiendo la
metodología descrita se llega a una última estimación. En la Figura 43 se presenta el output del
software Eviews, donde se describen las principales características.
Definición Unidades
ΔBIS Ratio de solvencia % Variación trimestral
IPC Índice de Precios al Consumidor % Variación interanual relativa
PARO Tasa de Paro % Valores por niveles
EURI Euribor a 3 meses % Valores por niveles
AMP1 Ampliación de Capital de Nivel 1 Variable dicotómica
AMP2 Ampliación de Capital de Nivel 2 Variable dicotómica
REG1 Regulación Variable dicotómica
REG2 Particularidad de la regularición Variable dicotómica
FUS Fusiones/adquisiciones Variable dicotómica
FUS_EPA Fusiones con ayudas Variable dicotómica
Caso práctico 80
De los resultados ofrecidos por Eviews se puede como la mayoría de estadísticos tiene los
resultados pretendidos (se entrará en su valoración más tarde). Pero destaca el valor del
Durbin-Watson de 2.5 que se encuentra relativamente lejos de valor ideal de 2. Este valor
conduce a pensar que puede existir autocorrelación en el residuo del modelo.
Esta característica era de esperar, como se explicó en el Series temporales este tipo de series
presentan un comportamiento peculiar debido a la ordenación de sus observación en función
del tiempo. Por lo que, en general, se pueden estas observaciones suelen estar
correlacionadas.
Para que el modelo sea robusto no puede existir correlación su residuo. Por tanto se realiza un
análisis con el objetivo de determinar si existe o no correlación, y el caso de que la hay
corregirla.
Estos datos presentan una característica peculiar y es su ordenamiento natural, ya que las
observaciones están ordenadas de acuerdo al momento del tiempo en que han sido
observadas.
Test de Durbin-Watson:
H0: ( )
H1:
∑ ( ˆt ˆt 1 )
∑ ˆt
Para poder tomar una decisión sobre la hipótesis realizada hay que determinar los valores
críticos del DW. Estos valores han sido tomados de la tabla estadística de Durbin-Watson con
intercepto (Anexo 5.7), entrando con el tamaño de muestra n=129 y el número de variables
regresoras, exceptuando el intercepto.
Prueba de Breusch-Godfrey
Se trata de un contraste más general que el DW, que permite que la hipótesis alternativa tenga
procesos estocásticos más generales de orden p, AR(p), o medias móviles de orden q, MA(q).
Para realizar el contraste se plantea la siguiente hipótesis:
H0: ( )
H1: ( ) ó ( )
bajo H0
A continuación se presentan los resultados del contraste BG que arroja Eviews para analizar la
autocorrelación del residuo de primer orden, AR(1) o MA(1):
Se obtiene una probabilidad de 0,35% de rechazar la hipótesis nula cuando esta es cierta, por
lo tanto se rechaza H0 con un nivel de significancia del 5%, afirmando que existe
autocorrelación de primer orden en el residuo.
De los resultados obtenidos por Eviews (Figura 48) se puede afirmar que también existe una
autocorrelación de orden 4 en la variable residuo.
Corrección de la autocorrelación
Para corregir el error de estimación del modelo por autocorrelación del residuo se introducen
unos componentes autorregresivos al modelo estimado previamente, uno de orden 1 y otro de
orden 4.
Figura 49: Corrección de la autocorrelación de primer Figura 50: Corrección de la autocorrelación de primer
orden, AR(1). Fuente: Eviews. orden, MA(1). Fuente: Eviews.
Caso práctico 83
Como podemos ver en la Figura 49 y en Figura 50 el modelo de medias móviles, MA(1), los
valores de Schwarz y de Akaike son menores. Además, se puede ver como el término de
medias móviles es más significativo, Pα=0,03%, proporcionando también un mayor R2 ajustado
de 0,604 frente al 0,599 del modelo con el término AR(1).
Para corregir la autocorrelación de orden 4, detectada a través del contraste BG, se sigue el
mismo proceso.
Figura 52: Corrección de la autocorrelación de primer Figura 51: Corrección de la autocorrelación de primer
orden, MA(4). Fuente: Eviews. orden, AR(4). Fuente: Eviews.
En este caso la valoración no es tan clara como en la correlación de orden 1, ya que los valores
de Schwarz y Akaike son menores en el modelo de regresión de medias móviles, sin embargo,
se puede apreciar como el término MA(4) no es representativo en el modelo, Pα=15,28%
(Figura 51), mientras que el AR(1) sí lo es, Pα=3,19% (Figura 52). Además con el nuevo término
también se consigue aumentar el R2 hasta un 0,611.
Caso práctico 84
( ) ( )
( ) [ (
)]
( )
Para asegurar la robustez del modelo final, hay que realizar una serie de validaciones. Por un
lado, se analizan las variables independientes que se han incluido en el modelo comprobando
tanto su significancia matemática como el sentido de su relación con la variable dependiente
según la teoría económica que rige la métrica. Además, es importante también realizar una
comprobación de que las hipótesis supuestas a la hora de concretar el modelo de regresión
lineal se cumplen.
A través del estadístico t y de su P-valor, se puede comprobar como todas las variables
superan la prueba de significación con un amplio margen, siendo el término de autorregresión
de orden 4 la que “peor” se adapta pero siendo significativa de todas maneras (P=3.2% < 5%).
Además también se cumple la condición de obtener una explicación mayor del 60% sobre la
variable dependiente (R2 =64.55%).
Ampliaciones de capital
Ambas variables tienen un coeficiente con un signo positivo. Matemáticamente, esto indica
que cuando la variable de ampliación de capital es positiva (siempre, ya que es una variable
dicotómica) el ratio de solvencia aumenta.
Esta relación directa es fácil de explicar, ya que a través de las ampliaciones de capital las
entidades amplían sus fondos propios, lo que a su vez aumenta su capacidad para absorber las
pérdidas inesperadas de una posible materialización de los riesgos que está asumiendo en su
actividad.
Regulación
El signo del coeficiente que se ha estimado para la variable que representa los cambios
normativos es negativo. Esta relación también es coherente con la realidad económica ya que,
a través de los cambios normativos los organismos reguladores buscan mejorar la situación de
solvencia y la fortaleza de las entidades ante las posibles situaciones de estrés a las que se
puedan afrontar. Y, para llevar a cabo este objetivo, el regulador aumenta la exigencia sobre
los requerimientos relacionados con la solvencia. Por ejemplo, a lo largo de los años los
Caso práctico 86
organismos de regulación del sector han ido exigiendo una mayor calidad del tipo de capital
que las entidades reservan para hacer frente a las pérdidas, reduciendo de esta manera el
valor del ratio.
Fusiones/adquisiciones
Tanto en las fusiones/adquisiciones normales con en las que se ha recibido ayuda pública, el
signo de sus coeficientes es negativo, es decir, en caso de darse ese evento, el ratio de capital
disminuiría. Ambos coinciden con la realidad.
En el caso de las adquisiciones, cuando una entidad incurre en este tipo de operaciones, en
general, está intercambiando parte de su capital por una serie de activos.
En cuanto a aquellas operaciones que reciben ayudas, el sentido también es evidente a pesar
de las condiciones de los EPA o de las ampliaciones previas de capital el estado realiza. Esto se
explica partiendo de la mala situación en la que se encuentran las entidades que son
adquiridas en estas operaciones, siendo las ayudas solo incentivo que anime a los
compradores. En realidad, las cuando una entidad absorbe a otra a través de estas
operaciones, está adquiriendo todos sus activos en la mala situación en la que se encuentran y
por lo tanto, el riesgo que asumen en su actividad aumenta enormemente.
Variables macroeconómicas
Los pasos de este proceso se van a realizar de forma simultánea con las tres variables
macroeconómicas del modelo (tasa de paro, Euribor e IPC).
Viendo los coeficientes de las variables en la Figura 53, se observa como la relación del IPC y de
la tasa de paro con el ratio de solvencia, según el modelo, es justo al contrario de lo supuesto
teóricamente. ¿Significa esto que el modelo no representa la realidad? No, simplemente, esto
indica que el razonamiento teórico no está teniendo en cuenta toda la realidad.
Como se ha dejado claro desde el principio, el modelo construido tiene una finalidad
explicativa y como tal, se limita a observar. A partir de los datos históricos, el modelo percibe
que dados unos determinados valores de un factor macroeconómico el ratio de solvencia
reacciona de una determinada forma. Se trata de una relación objetiva (causa-efecto) que,
como ya se ha visto, tiene una alta significación matemática en los tres casos. Entonces, ¿cómo
se explica la relación entre las variables macroeconómicas y el ratio de solvencia que
reproduce el modelo?
Los métodos que principalmente se utilizan para contrarrestar estas situaciones son: las
ampliaciones de capital, y la optimización del mismo y de los RWA. Como las ampliaciones ya
han sido representadas en el modelo a través de otras variables, se puede decir que el efecto
de reacción que recogen las variables macroeconómicas se debe a la técnica de optimización
del capital y de los RWA.
Esta técnica tiene como objetivo aumentar el capital actual (o disminuir los RWA) para
contrarrestar el efecto macroeconómico negativo. A continuación se describen diferentes tipos
de vías de optimización que las entidades han utilizado de forma habitual:
IPC y tasa de paro: como se ha visto, la relación que tienen con el ratio de
solvencia según el modelo es contraria a la supuesta teóricamente. Esto quiere
decir que las entidades han toman medidas cuando estos factores han intentado
perjudicar el ratio de solvencia.
Euribor: en este caso, la interpretación es que las entidades no han reaccionado
ante la variación del Euribor y que este afecta de manera positiva.
En conclusión, teniendo en cuenta la reacción de las entidades, se puede decir que el signo
neto del coeficiente de cada variable macroeconómica (y su respectiva reacción) es
impredecible, pero sí puede ser interpretado. Por este motivo, el modelo no es válido para
realizar predicciones, pero sí lo es para representar la realidad, que es lo que se pretende de él
en este ejercicio.
Pruebas gráficas
En las siguientes gráficas se compara el valor del cuadrado del residuo (SQUAREDRESID, Figura
54) y su valor absoluto (ABSRESID, Figura 55) con la estimación del ratio de capital regulatorio
(BIS) y las variables regresoras continuas.
No se ha realizado la comparación con las variables dicotómicas ya que los gráficos resultarían
inservibles debido a que sólo pueden tomar dos valores.
Caso práctico 89
2.0 2.0
1.6 1.6
SQUAREDRESID
SQUAREDRESID
1.2 1.2
0.8 0.8
0.4 0.4
0.0 0.0
-2 -1 0 1 2 3 0 1 2 3 4 5 6
BISF EURI
2.0 2.0
1.6 1.6
SQUAREDRESID
SQUAREDRESID
1.2 1.2
0.8 0.8
0.4 0.4
0.0 0.0
-2 -1 0 1 2 3 4 5 5 10 15 20 25 30
IPC PARO
Figura 54: Prueba gráfica de heteroscedasticidad con el cuadrado del residuo. Fuente:
Eviews.
De la comparación del cuadrado del residuo con el Ratio de Capital Regulatorio (BIS), se puede
observar cómo se agrupa el error entorno al valor nulo del Ratio, esto podría ser un indicador
de heteroscedasticidad.
Por otro lado, de la comparación con el IPC y el Paro se determina que el cuadrado del residuo
se comporta de forma aleatoria y, por lo tanto, no propician indicios de heteroscedasticidad.
A pesar de que la comparación con el Euribor y con la estimación del Ratio de Capital no sea
completamente aleatoria, tampoco se puede afirmar la presencia de heteroscedasticidad ya
que los patrones que se contemplan no están totalmente definidos.
Caso práctico 90
1.6 1.6
1.2 1.2
ABSRESID
ABSRESID
0.8 0.8
0.4 0.4
0.0 0.0
-2 -1 0 1 2 3 0 1 2 3 4 5 6
BISF EURI
1.6 1.6
1.2 1.2
ABSRESID
ABSRESID
0.8 0.8
0.4 0.4
0.0 0.0
-2 -1 0 1 2 3 4 5 5 10 15 20 25 30
IPC PARO
Figura 55: Prueba gráfica de heteroscedasticidad con el residuo en valor absoluto.
Fuente: Eviews.
En las comparaciones de las variables continuas del modelo con el valor absoluto del residuo
se observan los mismos factores que en la comparación con el cuadrado de los residuos. Las
gráficas de comparación con la estimación del Ratio de Capital y con el Euribor presentan un
pequeño patrón que hacen desconfiar del supuesto de varianza constante del residuo.
Sin embargo, las pruebas gráficas no son concluyentes, por lo que se aplicarán otro tipo de
pruebas con un perfil más formal que aporten más objetividad al análisis de la
heteroscedasticidad del residuo del modelo.
Test de Breusch-Pagan-Godfrey
Dado un modelo de regresión lineal múltiple, como el que se ha trabajado en este documento,
el contraste se ha realizado según los siguientes pasos:
donde
(∑ )
Test de White
Además también se realiza el test de White para obtener una mayor seguridad de que el
modelo cumple con la hipótesis de homocedasticidad. Este contraste es más general por que
no especifica concretamente la heteroscedasticidad. Para llevarlo a cabo se siguen los
siguientes pasos:
2.-Con el cuadrado de los residuos del modelo original se hace la regresión sobre las variables
regresoras originales Xi, sobre sus valores al cuadrado y sobre los productos cruzados de las
regresoras.
ˆt
( )
3.- Según la hipótesis nula de que no hay heteroscedasticidad, puede demostrarse que el
tamaño de la muestra, n, multiplicado por R2 obtenido de la regresión auxiliar asintóticamente
sigue la distribución ji cuadrada con grados de libertad igual al número de regresoras (sin el
término constante) en la regresión auxiliar. Es decir,
A la vista de los resultados, situados en la parte superior de la Figura 57, el test de White
expresa que existe una probabilidad del 11,14% de rechazar la hipótesis nula cuando esta es
correcta por lo que aun nivel de significancia del 5% no se rechaza H 0 y, entonces, se considera
que no hay heteroscedasticidad.
1.2 RESID
1.5
0.8
1.0
Quantiles of Normal
0.4
0.5
0.0
0.0
-0.4
-0.5
-0.8
-1.0
-1.2
-1.5 -1.0 -0.5 0.0 0.5 1.0 1.5
-1.5
Quantiles of RESID
Figura 59: Diagrama de caja y
Figura 58: Gráfico Cuantil-Cuantil. Fuente: Eviews. bigotes. Fuente: Eviews.
Para comprobar la normalidad del residuo del modelo, se han representado la serie a través de
la gráfica Cuantil-Cuantil (Figura 58) y el diagrama de caja y bigotes (Figura 59).
Como se aprecia en la Figura 58, todas todos los valores del residuo se sitúan sobre la recta,
por lo que se puede decir que se distribuye de forma normal.
Con el diagrama de caja y bigotes se obtiene la misma conclusión. Se puede ver que la media
está en la mitad de la caja y los “bigotes” tienen una longitud muy similar, por lo que también
se puede decir que el residuo de comporta como una distribución normal.
Test de Jarque-Bera
A través del estadístico de Jarque-Bera podemos se comprueba la normalidad del residuo del
modelo planteando la siguiente hipótesis de decisión:
( )
[ ]
K: kurtosis S: asimetría
Caso práctico 95
16
Series: RESID
14 Sample 1 129
Observations 125
12
Mean -3.74e-05
10 Median 0.008749
Maximum 1.096605
8 Minimum -1.317860
Std. Dev. 0.439772
6 Skewness -0.177188
Kurtosis 3.313166
4
Jarque-Bera 1.164867
2 Probability 0.558538
0
-1.0 -0.5 0.0 0.5 1.0
Realizando el test de Jarque-Bera con Eviews obtenemos la Figura 60. De los resultados que
ofrece el sofware utilizado se puede apreciar como la asimetría tiende a cero y la kurtosis se
acerca a 3, ambos valores nominales de la distribución normal. Pero, el dato más importante
es la probabilidad de rechazar la hipótesis nula cuando esta es cierta. El test determina una
probabilidad del 55,85%, por lo que, a un nivel de confianza estándar del 5%, no se puede
rechazar la hipótesis nula y, por lo tanto, se puede decir que el residuo, εt, se distribuye de
forma normal.
Prueba gráfica
Se trata de realizar un diagrama de dispersión entre los residuos (eje Y) y el orden en que se
tomaron las observaciones (ejeX), es decir, el tiempo.
RESID
1.5
1.0
0.5
0.0
-0.5
-1.0
-1.5
10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 110 120
En la Figura 61 no se observa ningún patrón característico por lo que, en principio, indica que
los residuos se encuentran independientes o aleatoriamente distribuidos.
A partir del conjunto de datos (ε1, ε2,…, εt) del residuo del modelo se plante el contraste:
Teniendo en cuenta las rachas del residuo por encima y por debajo de la mediana, la
distribución en el muestreo del número total de rachas, estadístico R, se puede aproximar
mediante una normal con
( )
( )
( )
( ) ( )
( )
√ ( )
bajo la hipótesis nula H0 (si es que el residuo en verdad es aleatorio), se distribuirá N(0,1). De
manera que, a un nivel de significación α, y supuesto que el estadístico Z ha tomado el valor Z 0,
la regla de decisión es:
Aceptar si H0 si | | ⁄
Rechazar si H0 si | | ⁄
| | ⁄
por lo que se acepta la hipótesis nula, pudiendo decir que los residuos del modelo son
aleatorios.
Antes de determinar los pesos relativos de las diferentes variables explicativas, llama la
atención que el R2 del modelo no parece excesivamente alto. Por lo que se hace necesario
responder a la pregunta de si se puede considerar suficiente un R2 = 64.55%.
La cuestión tiene una repuesta directa: en econometría, en general, los modelos se pueden
consideran significativos cuando son capaces de explicar, al menos, un 60% de la variable
independiente.
De hecho, la representación que realiza el modelo de la métrica del ratio de solvencia es aún
más significativa de los que indica su R2. Esta afirmación puede parecer en un inicio algo
ilógico, pero una vez sea explicado, se verá de forma más evidente.
BIS1 BIS1
MODELO
En la Figura 62, describe de forma gráfica el proceso que se sigue. Para estimar el modelo se ha
cogido la serie de datos observados y se ha transformado a sus diferencias. Después, se ha
construido el modelo con el que se estiman las variaciones del ratio obteniendo un R2 =0.6455.
Pero si transformamos la serie estimada otra vez al formato inicial de niveles y la comparamos
con la serie inicialmente observada en el mismo formato, entonces obtenemos que el ajuste
del modelo tiene un R2 =0.8052.
Para determinar los pesos relativos de cada una de las variables se calculan los coeficientes
estandarizados, también conocidos como coeficientes beta, de cada una de las variables
regresoras. A través de esta herramienta, se permite que los coeficientes sean comparables y,
por lo tanto, se pueda obtener el peso relativo de cada variable dentro de la especificación, sin
importar la unidad de medida en que se encuentren expresadas.
El software Eviews ofrece una aplicación que da directamente los coeficientes estandarizados
de cada una de las variables independientes:
44
Término en latín usado en el análisis económico para variar un factor mientras el resto de factores se
mantienen constantes.
Caso práctico 99
De esta forma se puede comparar los pesos relativos de cada una de las variables, pudiendo
afirmar que el impacto de la variable AMP2 es prácticamente igual, en valor absoluto, al
impacto de REG1 (0.2987-0.2845).
Aplicando ese mismo criterio entre todas las variables, se puede decir que la relación del
coeficiente estandarizado de cada variable con la suma de todos los coeficientes
estandarizados, representa la proporción de R2 debida a esa variable:
De esta forma se calcula el peso relativo de cada una de las variables, a partir de los cuáles se
determina el peso de los diferentes grupos que afectaban al ratio de solvencia: factores
macroeconómicos45, cambios regulatorios46 y acciones con carácter de apetito al riesgo47.
Por lo que los pesos de los diferentes grupos de variables sobre la variación del ratio de
solvencia son:
REG 13.57%
17.61%
Apetito
MACRO 33.38%
45
Dentro del grupo de factores macroeconómicos se incluyen las variables EURI, PARO e IPC.
46
Dentro del grupo de cambios regulatorios se incluyen las variables REG1 y REG2.
47
Dentro de este grupo se incluyen las variables de AMP1, AMP2, FUS y FUS_EPA.
Caso práctico 100
3.4 Conclusiones
Es de sobra conocida por el público, en general, la grave situación a la que se ha enfrentado el
sector financiero con la crisis financiera global que se vive desde 2007 y que, en concreto, ha
adoptado una especial intensidad en España.
Durante este periodo, la actividad bancaria se ha visto afectada por una gran variedad de
factores externos, viéndose obligadas las entidades a adaptar su negocio en este nuevo
entorno. Entre las estrategias que se han utilizado en el sector, en este documento ha querido
destacar el uso del apetito al riesgo como nuevo input en la gestión y en la fijación de los
objetivos.
Pero, dentro de este entorno hostil, donde la situación macroeconómica y los cambios
normativos han ejercido una gran presión sobre el sector, ¿se podría considerar que el uso del
apetito al riesgo ha sido característico en la gestión del negocio de las entidades españolas?
Desde el inicio, se preveía un fuerte impacto de los factores externos de coyuntura económica
y evolución de la normativa, y durante el análisis de las causas de la variación del ratio de
solvencia se pudo confirmar esta premisa. Analizando la información financiera que publican
las entidades se comprobó cómo destacan, a lo largo de todo el periodo de estudio, la fuerte
presión de estos factores externos.
“Durante el año 2010 la situación económica ha “El ejercicio 2013 ha sido un año
continuado afectando significativamente a las complejo y desafiante desde el
entidades de crédito al consumo. La actividad en este punto de vista macroeconómico y
sector se ha visto contraída, aunque en menor medida regulatorio, aunque con una
con respecto a ejercicios precedentes. La presión sobre apreciable mejora de la economía
los márgenes y las altas tasas de morosidad están en el segundo semestre.”
condicionando la evolución del sector.”
Informe anual 2013, Banco Popular
Informe anual 2010, Caixabank
20% 17%
13%
15%
10%
5%
0%
Factores Cambios Apetito al
macro regulatorios riesgo
Teniendo en cuenta que no se han representado todas aquellas acciones de las entidades con
carácter de apetito al riesgo (ventas de carteras, titulizaciones, políticas de dividendos, etc.),
se puede afirmar que: el apetito al riesgo tiene un impacto de, al menos, un 17% en la
variación de la métrica del ratio de solvencia en las entidades bancarias del sector financiero
español.
Como conclusión, y a pesar de esa primera idea donde se pensaba que los factores externos de
la regulación y la coyuntura económica iban a representar la gran mayoría de le la variación de
la métrica, se puede decir que el sector financiero, a través del apetito al riesgo, aun ha tenido
espacio para desarrollar su actividad.
Caso práctico 102
Conclusiones 103
4
Conclusiones
Conclusiones 104
4 Conclusiones
El apetito al riesgo surge a partir de las necesidades de mejorar los sistemas de control y
gestión del riesgo desveladas por la crisis financiera que inicia a finales del año 2007. La
principal evolución ha sido que el apetito al riesgo y su marco no se encasillan únicamente en
el control de los riesgos asumidos por la entidad, sino que da un paso más, introduciendo el
riesgo de forma activa en la gestión del negocio.
Este nuevo sistema aporta el punto de vista del riesgo que asume la entidad enriqueciendo la
planificación de su actividad a medio y largo plazo, y facilitando que la planificación de la
estrategia sea coherente con la definición del riesgo que se ha considerado asumible.
Dentro del apetito al riesgo se pueden diferenciar un conjunto de aspectos cuantitativos, como
son la identificación y medición de riesgo, los modelos de cálculo o las métricas; y, un conjunto
de aspectos cualitativos, como el gobierno y la organización, la distribución de
responsabilidades o la cultura de riesgo.
Los aspectos cuantitativos se resumen principalmente en las métricas formando el núcleo del
sistema de apetito al riesgo. Su importancia es vital, ya que sobre ellas se define el nivel de
riesgo que la entidad está dispuesta a asumir para desarrollar su estrategia y cumplir con sus
objetivos. Mientras que los aspectos cualitativos aportan un apoyo a esta definición,
encargándose de asegurar una comunicación e implantación eficaz del apetito a través de toda
la entidad.
Las entidades definen su apetito al riesgo sobre una serie de métricas a nivel entidad, de forma
que se recojan los diferentes riesgos en los que la entidad incurre a través de su actividad. Se
trata de una definición multidimensional que tiene en cuenta las diferentes formas en las que
se traduce el riesgo: solvencia, liquidez, concentración…
La declaración del apetito al riesgo es una característica particular de cada entidad, una
información que las entidades no están interesadas en compartir debido a su carácter
estratégico. Únicamente se hacen público aquellas métricas que están bajo el control del
regulador, como pueden ser el ratio de solvencia, el coeficiente de cobertura de liquidez o el
ratio de apalancamiento.
Entre los datos publicados por las entidades en sus informes periódicos, la métrica que ofrece
mayor información sobre el apetito al riesgo de una entidad es el ratio de solvencia, ya que
refleja los riesgos que está asumiendo la entidad y la posición que esta toma ante ellos.
A través del estudio realizado sobre esta métrica, se ha podido detectar el impacto del apetito
al riesgo en la gestión de las entidades dentro del sector financiero español.
Conclusiones 105
Este mismo estudio se podría aplicar a otros países y geografías para valorar cuál efecto de
apetito al riesgo de forma global pudiéndose utilizar, además, otras el análisis de otras
métricas que complementen la información sobre el apetito.
La evolución que ha sufrido el apetito al riesgo desde la crisis financiera no ha sido un hecho
puntual y, en el futuro adquirirá aún más importancia. Los cambios regulatorios que se han
venido produciendo están dirigidos a estabilizar la situación del sector, por lo que la tendencia
será que las entidades sean menos sensibles al entorno macroeconómico aumentando la
significancia de su apetito al riesgo.
En el futuro hay que seguir vigilando el ratio de solvencia de las entidades ya que, ante la
tendencia que sigue el sector, esta métrica se volverá aún más representativa de su apetito.
Como conclusión final, se destaca la evolución del apetito al riesgo en el sector financiero que
ha adquirido un papel significativamente importante en la gestión de la actividad de las
entidades y que promete seguir aumentando.
Conclusiones 106
Anexos 107
5
Anexos
Anexos 108
5 Anexos
Variación del
Ratio de
ratio de Regulación Fusión-EPA Fusión Amp1 Amp2
solvencia
solvencia
1T07 13.22 - 0 0 0 0 0
2T07 13.09 -0.13 0 0 0 0 0
3T07 12.79 -0.3 0 0 0 0 0
4T07 12.66 -0.13 0 0 0 0 0
1T08 12.15 -0.51 0 0 0 0 0
2T08 11.43 -0.72 1 0 0 0 0
3T08 11.42 -0.01 0 0 0 0 0
4T08 13.3 1.88 0 0 0 1 0
1T09 13.5 0.2 0 0 0 0 1
2T09 13.3 -0.2 0 0 0 0 0
3T09 13.6 0.3 0 0 0 0 0
4T09 14.2 0.6 0 0 0 0 1
1T10 14.02 -0.18 0 0 0 0 0
2T10 13.48 -0.54 0 0 0 0 0
3T10 12.98 -0.5 0 0 0 0 0
4T10 13.1 0.12 0 0 0 0 0
1T11 13.74 0.64 0 0 0 0 0
2T11 13.1 -0.64 0 0 0 0 0
3T11 13.24 0.14 0 0 0 0 0
4T11 13.56 0.32 0 0 0 0 0
1T12 13.5 -0.06 0 0 0 0 0
2T12 13.5 0 1 0 0 0 0
3T12 13.26 -0.24 1 0 0 0 0
4T12 13.09 -0.17 1 0 0 0 0
1T13 13.35 0.26 0 0 0 0 0
2T13 13.89 0.54 0 0 0 0 0
3T13 14.3 0.41 0 0 0 0 0
4T13 14.59 0.29 0 0 0 0 0
Conclusiones 113
Variación del
Ratio de
ratio de Regulación Fusión-EPA Fusión Amp1 Amp2
solvencia
solvencia
1T07 11.6 0 0 0 0 0
2T07 11.8 0.2 0 0 0 0 0
3T07 10.8 -1 0 0 0 0 1
4T07 10.7 -0.1 0 0 0 0 0
1T08 12.9 2.2 1 0 0 0 0
2T08 12.5 -0.4 0 0 0 0 0
3T08 12.3 -0.2 0 0 0 0 0
4T08 12.2 -0.1 0 0 0 0 0
1T09 11.5 -0.7 0 0 0 0 0
2T09 12.3 0.8 0 0 0 0 0
3T09 13.4 1.1 0 0 0 0 1
4T09 13.6 0.2 0 0 0 0 0
1T10 13.4 -0.2 0 0 0 0 0
2T10 12.7 -0.7 0 0 0 0 0
3T10 12.8 0.1 0 0 0 0 0
4T10 13.7 0.9 0 0 0 0 1
1T11 13 -0.7 0 0 0 0 0
2T11 12.8 -0.2 0 0 0 0 0
3T11 12.6 -0.2 0 0 0 0 0
4T11 12.9 0.3 0 0 0 0 0
1T12 13.2 0.3 0 0 0 0 0
2T12 12.9 -0.3 1 0 0 0 0
3T12 13.3 0.4 1 1 0 0 0
4T12 13 -0.3 1 0 0 0 0
1T13 13.5 0.5 0 0 0 0 0
2T13 13.5 0 0 0 0 0 0
3T13 13.6 0.1 0 0 0 0 0
4T13 14.9 1.3 0 0 0 0 0
Conclusiones 114
Variación del
Ratio de
ratio de Regulación Fusión-EPA Fusión Amp1 Amp2
solvencia
solvencia
1T07 11 0 0 0 0 0
2T07 10.9 0.1 0 0 0 0 0
3T07 10.7 0.2 0 0 0 0 0
4T07 13.7 -3 0 0 0 1 0
1T08 - - - - - - -
2T08 11.9 -1.8 1 0 0 0 0
3T08 - - - - - - -
4T08 11 -0.9 0 0 0 0 0
1T09 - - - - - - -
2T09 12.6 1.6 0 0 0 0 0
3T09 - - - - - - -
4T09 11 1.6 0 0 0 0 0
1T10 - - - - - - -
2T10 11.6 0.6 0 0 0 0 0
3T10 - - - - - - -
4T10 11.8 0.2 0 0 1 0 0
1T11 11.1 -0.7 0 0 0 0 0
2T11 12.6 1.5 1 0 0 0 1
3T11 12.8 0.2 0 0 0 0 0
4T11 12.6 -0.2 0 0 0 0 0
1T12 13.09 0.49 1 0 0 0 0
2T12 13.8 0.71 0 0 0 0 0
3T12 11.62 -2.18 1 0 1 0 0
4T12 11.56 -0.06 0 0 0 0 0
1T13 11 -0.56 1 1 0 0 0
2T13 12.5 1.5 0 0 0 0 0
3T13 13.4 0.9 0 0 0 0 0
4T13 14.53 1.13 0 0 0 0 0
Conclusiones 115
Variación del
Ratio de
ratio de Regulación Fusión-EPA Fusión Amp1 Amp2
solvencia
solvencia
1T07 9.98 0 0 0 0 0
2T07 9.92 -0.06 0 0 0 0 0
3T07 9.94 0.02 0 0 0 0 0
4T07 9.67 -0.27 0 0 0 0 0
1T08 9.75 0.08 0 0 0 0 0
2T08 9.76 0.01 0 0 0 0 0
3T08 9.63 -0.13 0 0 0 0 0
4T08 9.1 -0.53 1 0 0 0 0
1T09 9.25 0.15 0 0 0 0 0
2T09 9.3 0.05 0 0 0 0 0
3T09 9.68 0.38 0 0 0 0 1
4T09 9.66 -0.02 0 0 0 0 0
1T10 9.61 -0.05 0 0 0 0 0
2T10 9.46 -0.15 0 0 0 0 0
3T10 9.35 -0.11 0 0 0 0 1
4T10 9.76 0.41 0 0 0 0 0
1T11 9.93 0.17 0 0 0 0 0
2T11 9.9 -0.03 0 0 0 0 0
3T11 10.01 0.11 0 0 0 0 0
4T11 10.18 0.17 0 0 0 0 0
1T12 10.23 0.05 0 0 1 0 0
2T12 11.29 1.06 0 0 0 0 0
3T12 11.3 0.01 1 0 0 0 0
4T12 11.03 -0.27 1 0 0 0 1
1T13 11.01 -0.02 0 0 0 0 0
2T13 11.25 0.24 0 0 0 0 0
3T13 11.93 0.68 0 0 0 0 0
4T13 12.26 0.33 0 0 0 0 0
Conclusiones 116
Variación del
Ratio de
ratio de Regulación Fusión-EPA Fusión Amp1 Amp2
solvencia
solvencia
1T07 11.25 0 0 0 0 0
2T07 11.34 0.09 0 0 0 0 0
3T07 10.95 -0.39 0 0 0 0 0
4T07 10.87 -0.08 0 0 0 0 0
1T08 10.17 -0.7 0 0 0 0 0
2T08 9.33 -0.84 1 0 0 0 0
3T08 9.69 0.36 0 0 0 0 0
4T08 9.78 0.09 0 0 0 0 0
1T09 10.24 0.46 0 0 0 0 0
2T09 10.05 -0.19 0 0 0 0 0
3T09 11.19 1.14 0 0 0 0 1
4T09 10.8 -0.39 0 0 0 0 0
1T10 10.82 0.02 0 0 0 0 0
2T10 10.38 -0.44 0 0 0 0 0
3T10 10.91 0.53 0 0 0 0 0
4T10 11.08 0.17 0 0 1 0 1
1T11 11.84 0.76 0 0 0 0 1
2T11 10.47 -1.37 0 0 0 0 0
3T11 10.99 0.52 0 0 0 0 0
4T11 10.95 -0.04 0 0 0 0 0
1T12 12.19 1.24 0 0 0 0 1
2T12 10.85 -1.34 1 1 0 0 0
3T12 10.66 -0.19 0 0 0 0 0
4T12 11.39 0.73 0 0 0 0 0
1T13 11.44 0.05 0 0 0 0 0
2T13 10.33 -1.11 0 0 1 0 0
3T13 12.08 1.75 0 0 0 0 1
4T13 12.76 0.68 0 1 0 0 0
Conclusiones 117
6
Bibliografía
Bibliografía 120
6 Bibliografía
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