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MEDIOS
IMPUGNATORIOS
Problemas de aplicación
del Código Procesal Penal de 2004
GACETA
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MEDIOS
IMPUGNATORIOS
Problemas de aplicación
del Código Procesal Penal de 2004
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MEDIOS IMPUGNATORIOS.
Problemas de aplicación del
código Procesal Penal de 2004
PriMera edición
Junio 2011
4,320 ejemplares
Prohibida su reProducción
total o Parcial
derechos reserVados
d.leg. nº 822
diagraMación de carÁtula
Martha hidalgo rivero
diagraMación de interiores
José rivera ramos
Y parece que hasta ahora esto es así, porque no obstante sus po-
cos años, la casación penal ha generado ya un fructífero debate en
la doctrina nacional, así como varios pronunciamientos en los que la
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Medios Impugnatorios
Pero con esto no quiere decirse que la regulación de los medios im-
pugnatorios que hace el código Procesal Penal de 2004 esté exenta
de problemas. Por el contrario, la intención de este libro es ayudar a
descubrir o a resolver tempranamente dichas dificultades, ya sea con
base en el cuestionamiento teórico de las disposiciones de ese cuerpo
normativo, o en la experiencia real en algún distrito judicial en el que
este ya haya sido aplicado.
con ese criterio, los diversos autores que aquí intervienen realizan un
análisis crítico y exhaustivo de los medios impugnatorios en el código
Procesal Penal de 2004, con especial referencia a la doctrina nacional
y extranjera, así como a la jurisprudencia.
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I. A MODO DE APROXIMACIÓN
[*] Profesor de la academia de la magistratura. magíster en ciencias penales por la universidad Nacional mayor
de San marcos.
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Los medios de impugnación en el nuevo CPP y los principios acusatorio y dispositivo
Por tanto, un debido proceso penal, como pretende garantizar el nuevo cor-
pus adjetivo, supone no solo poner de relieve los intereses del imputado,
como sujeto pasivo de la persecución penal, como correspondió en la refor-
ma procesal penal traída a más en el sistema mixto[3], sino también el resto
[1] aLVaRaDO VELLOSO, adolfo. “Los sistemas procesales”. En: Derecho procesal contemporáneo. el debido
proceso. aLVaRaDO VELLOSO, adolfo y ZORZOLI, Oscar (Dir.), Ediar, Buenos aires, 2007, p. 80.
[2] GÓmEZ COLOmER, Juan Luis. “El significado actual del llamado principio acusatorio”. En: Terrorismo y pro-
ceso penal acusatorio. GÓmEZ COLOmER, Juan Luis y GONZÁLEZ CuSSaC, José Luis (Coord.) Tirant lo
blanch, Valencia, 2006, p. 320.
[3] Conforme a este modelo procesal se produce un viraje en la cualidad misma del sujeto objeto de persecución,
el “imputado”, reconociéndose una serie de derechos que habrían de revestirlo de una serie de derechos,
como la presunción de inocencia, el nemo tenetur sea ipso accusare, la prueba prohibida, el derecho de
defensa y de contradicción, la prohibición de condena en ausencia, la carga de la prueba que recae sobre
el persecutor público, que la condena sea fruto de una actuación probatoria bajo las reglas de la oralidad,
inmediación, publicidad, debate, contradicción y bilateralidad, etc.; todo un abanico de garantías que de forma
conjunta configuran la idea del debido proceso y la tutela jurisdiccional efectiva. De esta forma se erradican las
formas inquisitivas de investigación, persecución y juzgamiento, propias del antiguo Régimen, donde el impu-
tado era un objeto, desprovisto de cualquier garantía que haya de servir como límite a una persecución penal
prepotente y arbitraria. En opinión de alvarado Velloso se ha llegado en la historia al sistema mixto, a su juicio,
por varias razones determinantes de la actual coexistencia de sistemas antagónicos: la secular tradición del
Santo Oficio y la abundante literatura jurídica que fundamentó y justificó la actuación de la inquisición española
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Medios Impugnatorios
durante casi seiscientos años, así como la fascinación que el sistema provoca en regímenes totalitarios que,
al normar para el proceso, dejan de lado al hombre común para erigir al propio Estado como centro y eje del
sistema. aLVaRaDO VELLOSO, adolfo. Ob. cit., p. 89.
[4] GÓmEZ COLOmER, Juan Luis. Ob. cit., p. 325.
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Los medios de impugnación en el nuevo CPP y los principios acusatorio y dispositivo
[5] maIER, Julio. Derecho procesal penal. Fundamentos. T. I. Editores del Puerto, Buenos aires, 2003, pp. 705 y 706.
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Medios Impugnatorios
[6] De acuerdo a esta declaración, anota armenta Deu, el derecho al recurso, conformado con arreglo a unos de-
terminados límites, forma parte del contenido del derecho a la tutela efectiva y es una de las garantías del pro-
ceso penal. aRmENTa DEu, Teresa. principio acusatorio y Derecho penal. Editorial J.m. Bosch, Barcelona,
1995, p. 105.
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Los medios de impugnación en el nuevo CPP y los principios acusatorio y dispositivo
del condenado, que tiene derecho a que su sentencia sea revisada por un
tribunal superior, y, al mismo tiempo, perder por completo su carácter de
medio de control estatal de los órganos judiciales superiores del Estado so-
bre sus inferiores (justice retenue)[7].
Los cometidos político criminales que Maier asigna a los recursos en el pro-
ceso penal, resultan en principio legítimos, en el sentido de que la sanción
punitiva deba ser fiel reflejo de un dictado jurisdiccional debidamente razo-
nado y motivado, sobre todo con arreglo a Derecho, como un medio de in-
terdicción a la arbitrariedad pública y, para que la libertad del condenado no
se vea injustamente afectada[8]. Objetivo loable que se engarza plenamente
con la idea de una coacción estatal desprovista de actuaciones jurisdiccio-
nales injustas e ilegales, que hallan de mellar innecesariamente la libertad
ciudadana. Entonces se entiende como un mecanismo de control, que per-
mite remover las resoluciones jurisdiccionales de condena, que por injustas
deben ser reformadas, reivindicando con ello, la libertad del condenado así
como su honor e inviolabilidad personal.
Todos los medios arbitrados con que cuenta el Estado, para descargar vio-
lencia institucional, deben estar sometidos a control, fiscalización y revisión,
de forma concreta todas aquellas resoluciones jurisdiccionales que se orien-
tan a la privación, restricción y/o limitación de derechos fundamentales. Es
de verse que el régimen de los recursos atenta contra el principio de “cele-
ridad procesal”, de que el Proceso Penal sea resuelto de forma oportuna, en
un plazo razonable, a fin de que las pretensiones de las partes sean obje-
tos de dirimencia con prontitud, necesario para una debida realización de
la justicia. Sin embargo, explica Bacigalupo, el doble examen de la misma
cuestión se justifica mediante otra finalidad del proceso: la aplicación de
una pena justa, es decir materialmente correcta[9].
[7] maIER, Julio. Ob. cit., pp. 708 y 709. Ver al respecto, HORVITZ LENNON, maría Inés y LÓPEZ maSLE,
Julián. Derecho procesal penal. T. II. Editorial jurídica de Chile, Santiago de Chile, 2004, pp. 350 y 351;
mONTERO aROCa, Juan, et ál. Derecho jurisdiccional: proceso penal. T. III. Tirant lo blanch, Valencia, 2007.
pp. 340 y 341.
[8] En palabras de Obligado, desde la perspectiva del llamado “Derecho Penal liberal”, que implica que el orden
jurídico accione como valladar del poder coactivo estatal, las garantías, necesariamente deberán estar del
lado del más débil, esto es, el sujeto imputado. OBLIGaDO, Daniel Horacio. “Las impugnaciones en el proceso
penal. medios impugnativos del proceso penal: presentación y opinión”. En: Garantías, Medidas Cautelares e
Impugnaciones en el proceso penal. Nova tesis, Buenos aires, 2005, p. 658.
[9] BaCIGaLuPO, Enrique. “El derecho a recurrir ante un tribunal superior”. En: el debido proceso penal. Editorial
Hammurabi, Buenos aires, 2005, pp. 132 y 133.
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Medios Impugnatorios
[10] maIER, Julio. Ob. cit. p. 713; Obligado escribe que esta posibilidad no deja de sorprender. En primer lugar:
¿por qué habría que presuponer una segunda decisión más justa que la primera? Si la razón radicara en una
supuesta mayor capacidad intelectual de los jueces revisores, cabe preguntar cuál es el motivo para que no se
pretendan mayores exigencias de igual tenor para los primeros jueces. Si la explicación pretendiera descansar
en el mayor número de jueces que intervienen en la resolución del caso, también puede argumentarse que
resultaría más eficiente que los tribunales, en determinados casos, se integraran con una mayor cantidad de
jueces. además, si la segunda decisión fuera en un sentido totalmente diferente a la primera ¿por qué no
procurar una tercera que así desempate la cuestión?, OBLIGaDO, Daniel Horacio. Ob. cit., p. 655.
[11] HORVITZ LENNON, maría Inés y LÓPEZ maSLE, Julián. Ob. cit., pp. 359 y 360.
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Los medios de impugnación en el nuevo CPP y los principios acusatorio y dispositivo
que trae a colación una diversidad de aspectos que deben ser garantiza-
dos en todo proceso judicial.
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Medios Impugnatorios
Carnelutti, escribe al respecto, que (…) no quiere decir que baste la posibi-
lidad del error para provocar la crítica de la decisión; si bastase, puesto que
tal posibilidad no se puede excluir nunca, no solo la crítica de la decisión
sería siempre necesaria, sino que el proceso no terminaría nunca, porque
también la crítica debería ser criticada y así sucesivamente, sin fin[16].
No perdamos de vista que tanto el proceso penal como la acción penal son
de naturaleza pública[17], por lo que deben ser resguardados debidamente,
[14] FaIRÉN GuILLEN, Víctor. “Tipos de errores o vicios”. En: Teoría general del Derecho procesal. universidad
Nacional autónoma de méxico, mexivo D. F., 1992, p. 133.
[15] GImENO SENDRa, Vicente et ál. Derecho procesal. penal, Colex, madrid, 1996, p. 633.
[16] CaRNELuTTI, Francesco. principios del proceso penal. T. II. Ediciones Jurídicas Europa-américa, Buenos
aires, 1971, traducción de Santiago Santis melendo, p. 290.
[17] La necesidad de la justicia, los propios dictados que de forma coactiva se ejecutan en el proceso penal, no
tendrían sostén legitimador, si es que no reposarían en un interés superior, esto es, de la sociedad, de que el
delito sea efectivamente perseguido y adecuadamente sancionado. De no ser así, no sería lícito que en un
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Los medios de impugnación en el nuevo CPP y los principios acusatorio y dispositivo
Tal vez para algunos, la posición adoptada puede ir en contra de ciertos pos-
tulados que se basan en una reducción de la violencia institucionalizada,
que se colige del Derecho Penal y del Derecho Procesal Penal; pero en rea-
lidad no es así. Somos fieles partidarios de una concepción garantística de
la persona humana frente al sistema penal en su conjunto, no obstante, de-
bemos concebir que el proceso penal es la vía reglada que ha previsto la ley
para que se sancionen las conductas penalmente antijurídicas, aquellas que
manifiestan un alto contenido de dañosidad social. Por consiguiente, no
se puede permitir, que so pretexto de un exacerbado garantismo, eviden-
tes comportamientos delictivos se queden sin sanción, siempre y cuando
obren en autos medios probatorios más que suficientes, que puedan acre-
ditar de forma indiscutible, –tanto la punibilidad de la conducta como la
responsabilidad penal del imputado–, y de que estas han sido obtenidas en
respeto irrestricto con el contenido esencial de los derechos fundamentales
(proscripción de la prueba prohibida).
proceso penal se puedan ver afectados derechos fundamentales, bajo el corsé del principio de presunción de
inocencia.
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Medios Impugnatorios
criminal del Estado de sancionar las conductas punibles, logrando así los co-
metidos preventivo-generales y preventivo-especiales, que se desprenden
de la sanción punitiva, como una guía de coherencia sistemática entre el
Derecho Penal y el Derecho Procesal Penal.
Requiere, dice Ortells Ramos, en el proceso ya iniciado, que a las partes, situa-
das ante un juez imparcial, se concedan iguales posibilidades y derechos (de
alegar, de probar, de recurrir, etc.), se las someta a las mismas cargas (pérdida
de oportunidades por no cumplir diligentemente la ley procesal) y que se re-
parta entre ellas de modo igualitario el riesgo del resultado del proceso[18].
[18] ORTELLS RamOS, manuel et ál. Derecho procesal. Introducción. Tirant lo blanch, Valencia, 2006, p. 262.
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Los medios de impugnación en el nuevo CPP y los principios acusatorio y dispositivo
Cabe referirse que la igualdad de los ciudadanos ante la ley procesal se vul-
neraría cuando, sin razones objetivas, la ley dispusiera que unas personas
recibieran un trato distinto a la hora de ser juzgadas, siendo indiferente que
ese trato distinto sea perjudicial o beneficioso, señala Gómez Colomer. Se
trata de un aspecto parcial del principio general de igualdad de los ciuda-
danos ante la ley[19].
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Medios Impugnatorios
Sin embargo, en este punto debe señalarse que el fiscal solo podrá impug-
nar el extremo de la sanción punitiva, en caso de sentencia condenatoria,
cuando el Tribunal impuso una pena por debajo a la solicitada en su acu-
sación, en la medida que si el Colegiado no fijó una pena igual a la reque-
rida por el persecutor público, no habría congruencia con lo solicitado en
el escrito de acusación y lo decidido, lo que podría parecer a todas luces
incompatible con el principio acusatorio y con el de congruencia procesal.
Por último, podrá impugnar ambos extremos de la resolución jurisdiccio-
nal que causa el agravio. Lo paradigmático, resulta de la facultad a recurrir
que se le concede al fiscal a favor del imputado, lo que de cierta forma
hace sujetar su actuación a los principios de imparcialidad y de objetivi-
dad[22].
[22] Vide, al respecto mi artículo denominado “La posición del ministerio Público en el Código Procesal Penal de
2004”. En: Actualidad Jurídica. Tomo 149, Gaceta Jurídica, Lima, abril de 2006. pp. 115-123.
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Los medios de impugnación en el nuevo CPP y los principios acusatorio y dispositivo
[23] Solo se admitirán los siguientes medios de prueba: a) Los que no se pudo proponer en primera instancia por
desconocimiento de su existencia; b) Los propuestos que fueron indebidamente denegados, siempre que hu-
biera formulado en su momento la oportuna reserva; y, c) Los admitidos que no fueron practicados por causas
no imputables a él.
[24] Solo se admitirían medios de prueba cuando se impugne el juicio de culpabilidad o de inocencia.
[25] artículos 356 y ss. del nuevo CPP (Principios del juicio).
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Medios Impugnatorios
[26] LÓPEZ BaRJa DE QuIROGa, Jacobo. “La motivación de las sentencias”. En: La sentencia penal. Revista del
Consejo General del Poder Judicial, Consejo General del Poder Judicial, madrid, 1992, p. 103.
[27] así, el artículo 301 del Código de Procedimientos Penales.
[28] DELGaDO maRTÍN, Joaquín. “Los recursos en la nueva ley de `Juicios Rápidos´ ”. En: Los juicios rápidos.
Análisis de la nueva ley sobre procedimiento abreviado, juicios rápidos y juicios de falta. Editorial COLEX,
madrid, 2002, pp. 394 y 395.
[29] CaRmONa RuaNO, miguel. Revisión de la prueba por los Tribunales de apelación y de casación. Cuadernos
de Derecho Judicial, Consejo General del Poder Judicial, madrid, 1995, p. 177.
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1. El principio acusatorio
Como premisa fundamental el principio acusatorio supone la delimitación
estricta de las funciones acusadoras y estrictamente decisorias. Clave del
sistema acusatorio –apunta Guzmán Fluja– es que la función de acusar no
puede ser desarrollada por esta persona que tiene la función de juzgar. Asi-
mismo, es inherente a un sistema acusatorio que la persona encargada de
investigar o instruir no puede desarrollar la función de juzgar y decidir[30].
[30] GuZmÁN FLuJa, Vicente. Anticipación y preconstitución de la prueba en el proceso penal. Tirant lo Blanch,
Valencia, 2006, p. 156.
[31] ORTELLS RamOS, manuel et ál. Ob. cit., p. 278.
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Medios Impugnatorios
No existe un derecho punitivo del fiscal, de que su pretensión deba ser obli-
gatoriamente acogida; eso sí, no puede introducir nuevos hechos, al relato
fáctico que incida en una nueva calificación jurídico-penal, según el princi-
pio acusatorio[32]. De manera tal que el órgano jurisdiccional podrá imponer
una pena, sobre la base de una figura delictiva distinta a la sostenida por
el persecutor público, siempre y cuando las partes hayan podido debatir y
contradecir la nueva imputación delictiva en el juicio oral, de acuerdo a lo
previsto en el artículo 373 del nuevo CPP.
[32] GÓmEZ COLOmER, Juan Luis. “Trazos de la mal llamada segunda instancia penal”. En: el proceso penal en
el estado de Derecho. Diez estudios doctrinales. Palestra Editores, Lima, 1999, pp. 188 y 189.
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Los medios de impugnación en el nuevo CPP y los principios acusatorio y dispositivo
punitiva, por lo que no cabría una posición imparcial del fiscal, pues este es-
tará siempre interesado en la condena. Sin embargo, el nuevo CPP (artículo
405.1, literal a), le reconoce la potestad de recurrir a favor del imputado, lo
cual resulta paradigmático.
Debemos asumir que el persecutor público es una parte sui géneris, si bien
representa a la sociedad en el proceso, no es menos cierto que como defen-
sor de la legalidad, ha de claudicar de una persecución que no se ajusta a los
parámetros de la ley, en lo que a los factores de imputación jurídico-penal me
refiero. Esta facultad recursiva a favor del imputado en realidad es limitada a
ciertas incidencias propias del proceso penal, concretamente determinados
mecanismos de defensa (excepciones, cuestiones previas, etc.); pues es de
verse que todas aquellas medidas (coercitivas) que importan afectación, res-
tricción y limitación de derechos fundamentales, solo pueden ser impuestas
por el juzgador, previa solicitud del fiscal (principio de rogación), por lo que el
persecutor no puede impugnar una medida que el mismo solicitó.
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Medios Impugnatorios
2. El principio dispositivo
El proceso civil, a diferencia del proceso penal, solo puede iniciarse a ins-
tancia de la parte interesada, a cuyo efecto, debe presentar una demanda
ante el Poder Judicial, mediando una concreta pretensión de tutela jurisdic-
cional, para lo cual deberá invocar el precepto legal (material), que sostiene
su acción, indicando contra quien se dirige (demandado). Así lo expresa el
artículo IV del Título Preliminar del CPC, al señalar que el proceso se promue-
ve solo a iniciativa de parte, la que invocará interés y legitimidad para obrar.
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Los medios de impugnación en el nuevo CPP y los principios acusatorio y dispositivo
afirma Gimeno Sendra, que dicho principio esté presente en todos los pro-
cesos en donde se discutan relaciones jurídico-privadas (proceso civil y la-
boral) e incluso en aquéllos de Derecho Público en los que puedan estar
comprometidos derechos e intereses de la titularidad de los particulares
(proceso contencioso-administrativo)[36].
En este caso, por tanto, existe una plena identidad entre los titulares del
derecho material, con la relación jurídico-procesal que se entabla en el pro-
ceso. Y, si las partes son titulares del derecho material, ha de convenirse en
el proceso, la existencia de instituciones que garanticen la plena disponibi-
lidad del objeto de este; (…) las partes no solo son dueñas del ejercicio de
la acción o de la incoacción del proceso, sino que lo son también de la pre-
tensión y del proceso mismo, pudiendo disponer de él a través de toda una
serie de actos que, con la fuerza de la cosa juzgada (allanamiento, renuncia
y transacción) o sin ella (desistimiento y caducidad) ocasionan la termina-
ción anormal, sin sentencia y con anterioridad a ella, del procedimiento[37].
El CPC, en los artículos 321 y 322, regula una serie de instituciones cuya in-
vocación permite una conclusión anticipada del proceso (con o sin declara-
ción sobre el fondo); estas resultan ser una manifestación clara del principio
dispositivo; por ejemplo: desistimiento, transacción, conciliación, allana-
miento, etc.,[38] este poder de disposición, únicamente ha de encontrar un
límite cuando de derechos indisponibles se trata.
No obstante lo anotado, vemos que el artículo VII del Título Preliminar del
[36] GImENO SENDRa, Vicente. Introducción al Derecho procesal. Editorial Colex, madrid, 2010, p. 246.
[37] Ibídem, p. 246.
[38] así, ORTELLS RamOS, manuel et ál. Ob. cit., pp. 269 y 270.
[39] ORTELLS RamOS, manuel et ál. Ob. cit., p. 269.
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Medios Impugnatorios
CPC, concede a los jueces la potestad del iura novit curia, al disponer que el
juez debe aplicar el Derecho que corresponda al proceso, aunque no haya
sido invocado por las partes o la haya sido erróneamente. Sin embargo, no
puede ir más allá del petitorio ni fundar su decisión en hechos diversos de
los que han sido alegados por las partes.
[40] SÁNCHEZ VELaRDE, Pablo. Manual de Derecho procesal penal. Idemsa, Lima, 2004, p. 858.
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Los medios de impugnación en el nuevo CPP y los principios acusatorio y dispositivo
Resulta positivo que un proceso penal no solo regido por el principio de le-
galidad procesal, sino también por los principios de celeridad y eficacia pro-
cesal, pueda poner fin a un recurso, privilegiando con ello la calidad de cosa
juzgada de la resolución de primera instancia; (…) limitando así razonable-
mente la vigencia de un principio de legalidad procesal desmesurado[41].
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Medios Impugnatorios
Del nuevo CPP se desprenden preceptos que guardan similitud, con las normas
del CPC –antes anotadas–, al haberse previsto en el artículo 409.1, que “la im-
pugnación confiere al Tribunal, competencia solamente para resolver la materia
impugnada, así como para declarar la nulidad en casos de nulidades absolutas o
sustanciales[43] no advertidas por el impugnante”. Mientras que el artículo 409.3,
dispone que “la impugnación del Ministerio Público permitirá revocar o modi-
ficar la responsabilidad aún a favor del imputado. La impugnación interpuesta
exclusivamente por el imputado no permite modificación en su perjuicio”[44].
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Los medios de impugnación en el nuevo CPP y los principios acusatorio y dispositivo
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Medios Impugnatorios
[51] RamOS mÉNDEZ, Francisco. el proceso penal. Tercera lectura constitucional. José maría Bosch Editor,
Barcelona, 1993, p. 411; SÁNCHEZ VELaRDE, Pablo. Ob. cit., p. 859; PEÑa CaBRERa FREYRE, alonso
Raúl. exégesis del nuevo Código procesal penal. Editorial Rodhas, Lima, 2007, pp. 842 y 843.
[52] así, aRmENTa DEu, Teresa. Ob. cit., pp. 104 y 105; GImENO SENDRa, Vicente. Introducción al Derecho
procesal. Ob. cit. p. 250.
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Los medios de impugnación en el nuevo CPP y los principios acusatorio y dispositivo
En el proceso penal, a diferencia del proceso civil, ocurre algo muy particu-
lar, pues en caso la resolución de primera instancia –una condena a pena
suspensiva, por ejemplo– haya sido únicamente impugnada por el fiscal, el
ad quem, puede en esta hipótesis, absolver al imputado o reducir significa-
tivamente la pena impuesta, a pesar de que este no la haya impugnado[53].
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Medios Impugnatorios
El numeral b) del artículo 425.3, estipula que la segunda instancia, sin per-
juicio de lo dispuesto en el artículo 409, puede dictar sentencia absolutoria,
si la sentencia de primera instancia es condenatoria.
2. El principio de congruencia
[57] RÍOS, Ramón Teodoro. Ob. cit., p. 380; así, HORVITZ LENNON, maría Inés y LÓPEZ maSLE, Julián. Derecho
procesal penal. T. I. Ob. cit., p. 238.
[58] FLORIaN, Eugene. Ob. cit., p. 433.
[59] a decir de Ortells Ramos, lo que importa para la efectiva vigencia del principio acusatorio es que el hecho
concreto del que se acusa y la persona a quien se acusa sean determinados por sujetos distintos al órgano
jurisdiccional, y esto no en el momento de las conclusiones definitivas (al terminar el juicio oral), sino en la
acusación que da lugar a la apertura del juicio oral. ORTELLS RamOS, manuel et ál. Ob. cit., p. 280.
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Los medios de impugnación en el nuevo CPP y los principios acusatorio y dispositivo
Por otro lado, surge la figura de la adhesión a los recursos. El tercer párrafo
del artículo 373 del CPC, prevé “que al contestar el traslado, la otra parte po-
drá adherirse al recurso, fundamentando sus agravios, de lo que se correrá
traslado a la otra parte”.
Así, ha de verse en el artículo 404.4 del nuevo CPP, al fijarse que los sujetos
procesales, cuando tengan derecho de recurrir, podrán adherirse, antes que
el expediente se eleve al juez que corresponda, al recurso interpuesto por
cualquiera de ellos, siempre que cumpla las formalidades de interposición.
En efecto, la adhesión no supone allanarse a los fundamentos de impugna-
ción de la otra parte, sino que deberá sustentarla conforme a sus propios
argumentos, precisando el agravio que le produce la resolución de primera
instancia.
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[61] CHIOVENDa, Giuseppe. Instituciones de Derecho procesal Civil. Vol. I, Editorial Revista de Derecho Privado,
madrid, 1948, p. 185.
[62] aLCaLa-ZamORa Y CaSTILLO, Niceto y LEVENE, Ricardo (h); Derecho procesal penal. T. II., Editorial
Guillermo Kraft Ltda., Buenos aires, 1945, p. 19.
[63] así, mONTERO aROCa, Juan, et ál. Ob. cit., p. 345.
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Los medios de impugnación en el nuevo CPP y los principios acusatorio y dispositivo
Dicho lo anterior, cabe concluir que en un proceso civil los efectos de la re-
solución de segunda instancia solo han de recaer en aquellos que incoaron
el recurso impugnativo respectivo, pero en definitiva, tratándose de pre-
tensiones homogéneas (coincidentes), no cabe duda que estos también
se extenderán a los otros actores, que sin haber recurrido la resolución de
primera instancia se verán beneficiados o perjudicados por los efectos de la
sentencia de alzada.
Ahora bien, en el ámbito del proceso penal, la reforma traída a más con el
nuevo CPP, propone nuevas perspectivas en cuanto al principio de persona-
lidad[64] en sede impugnativa, la misma que ha de contemplarse conforme la
regulación prevista en el artículo 408 del corpus adjetivo[65] que dispone la
extensión del recurso. Así, lo expresan los tres incisos, que se glosan en el ar-
ticulado en cuestión: primero, cuando señala que en un procedimiento hay
coimputados, la impugnación de uno favorece a los demás, siempre que los
motivos en que se funde no sean exclusivamente personales.
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VIII. BIBLIOGRAFÍA
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Los medios de impugnación en el nuevo CPP y los principios acusatorio y dispositivo
• PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso Raúl. Exégesis del nuevo Código Procesal
Penal. Editorial Rodhas, Lima, 2007.
• PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso Raúl. “La posición del Ministerio Público
en el Código Procesal Penal de 2004”. En: Actualidad Jurídica. Tomo 149,
Gaceta Jurídica, Lima, abril de 2006.
• RAMOS MÉNDEZ, Francisco. El Proceso Penal. Tercera lectura constitucio-
nal. José María Bosch Editor, Barcelona, 1993.
• RÍOS, Ramón Teodoro. “Influencia de los principios acusatorio y legali-
dad en la impugnación penal”. En: Revista de Derecho Procesal 3: Medios
de Impugnación. Recursos-II. Rubinzal – Culzoni Editores, Buenos Aires,
1999.
• SÁNCHEZ VELARDE, Pablo. Manual de Derecho Procesal Penal. Idemsa,
Lima, 2004.
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El recurso de reposición
I. INTRODUCCIÓN
[*] mi especial agradecimiento al Dr. Ricardo Luperdi Gamboa, amigo y colega por sus valiosas opiniones, apo-
yo y facilidades para escribir el presente trabajo. Igualmente, a los Drs. Irma Rivertte Chico y Fermín Caro
Rodríguez, insignes magistrados del Poder Judicial y del ministerio Publico, respectivamente, por el material
facilitado en el punto final del presente trabajo.
[**] Abogado egresado de la Universidad Privada Antenor Orrego de Trujillo. Abogado de Muñiz, Ramírez, Pérez-
Taiman & Olaya. abogados - Trujillo. Docente de la universidad Privada antenor Orrego de Trujillo en los cur-
sos Derecho Penal II y Derecho Penal III. maestría en Derecho Penal y Ciencias Criminológicas de la Escuela
de Posgrado de la universidad Nacional de Trujillo.
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Medios Impugnatorios
Fue precisamente esta la razón que nos animó a recopilar información e ini-
ciar un estudio sobre el recurso de reposición, tomando en cuenta además
que el Código Procesal Penal de 2004 –que, en definitiva, se orienta en el
camino hacia un nuevo modelo de justicia penal–, además de acoger dicho
recurso, le otorga un plus adicional.
50
El recurso de reposición
[1] Entre otros autores, consultar: VÉLEZ maRICONDE, alfredo. Derecho procesal penal. Tomo I, Lerner,
Buenos aires, 1969, p. 15.
[2] maIER, Julio B. J. “acerca de la garantía procesal del recurso contra la condena penal en las convenciones
internacionales sobre derechos humanos”. En: Antología. el proceso penal contemporáneo. Palestra - Instituto
de Ciencias Penales de la universidad Privada antenor Orrego de Trujillo, Lima, 2008, p. 722 y ss.
[3] un interesante y exhaustivo estudio acerca de las trasformaciones actuales del sistema penal, producto de la
evolución experimentada en las tensiones propias de la inquisición y composición –como modos diferentes
de resolver conflictos sociales– y donde se da cuenta de las principales características del régimen inquisitivo,
véase en: maIER, Julio B. J. “Entre la inquisición y la composición”. En: Homenaje al Dr. Marino Barbero
Santos. In memoriam. arroyo Zapatero, Luis y Berdugo Gómez De La Torre, Ignacio. (editores), Volumen II,
Ediciones de la universidad de Castilla-La mancha - Ediciones de la universidad de Salamanca, Cuenca,
2001, p. 801 y ss.
[4] Y es dentro de esta tramitación revisora que se desarrolla y desprende el llamado “efecto devolutivo” del recur-
so, pues una vez examinados y controlados los actuados, estos retornaban a la instancia inferior (el inquisidor).
CLaRIÁ OLmEDO, Jorge. Tratado de Derecho procesal penal. Tomo V, Ediar, Buenos aires, 1960, p. 443 y ss.
51
Medios Impugnatorios
[5] SÁNCHEZ VELaRDE, Pablo. Manual de Derecho procesal penal. Idemsa, Lima, 2004, p. 890.
52
El recurso de reposición
[6] SaN maRTÍN CaSTRO, César. Derecho procesal penal. Volumen II, Grijley, Lima, 1999, p. 692 y ss.
[7] CÁCERES JuLCa, Roberto e IPaRRaGuIRRE NaVaRRO, Ronald. Código Procesal Penal Comentado.
Concordancias-Jurisprudencia-Índice Analítico. Jurista Editores, Lima, 2005, p. 474.
[8] Véase que todas las denominaciones hacen alusión al carácter invocatorio para que el mismo órgano jurisdic-
cional subsane agravios incurridos. así, por ejemplo, la primera acepción del Diccionario de la Real academia
Española para la palabra retractarse: “Revocar expresamente lo que se ha dicho, desdecirse de ello”; en
tanto que al vocablo reconsiderar le asigna el significado de “volver a considerar”, y en lo referido a súplica,
contempla una locución adverbial interesante: “mediante ruego o instancia”. Diccionario de la Real Academia
española, 22ª edición, Espasa-Calpe, madrid, 2001. Por otro lado, la denominación de recurso de súplica a
nuestro entender emerge de la intención de invocar más bien a la “bondad del juzgador” que a la razón y a la
53
Medios Impugnatorios
justicia que le asiste a la parte que lo plantea, esperando que la indulgencia de sus actos motive al propio juez a
“volver tras sus pasos”, enmendando sus propios errores, situación que humanamente no es muy común –por
decirlo menos– conforme más adelante se expondrá.
[9] uLPIaNO, Domicio: “Nihil tam naturale est, qua meo genere quidque disolveré, quo colligatum est” (Nada es tan
natural como que cada cosa se la disuelva del mismo modo como se la ligó). Digesto, libro I, título III, ley 37.
[10] GaCETa PENaL & PROCESaL PENaL. Medios impugnatorios: Lo nuevo del Código procesal penal de 2004
sobre los medios impugnatorios. Gaceta Jurídica, Lima, 2010, p. 37.
[11] LEVITÁN, José. Recursos en el proceso civil y comercial. astrea, Buenos aires, 1986, p. 15. De similar opinión,
Francisco Ramos, para quien “(…) el recurso de reposición es un recurso ordinario, no devolutivo (remedio)
contra las resoluciones interlocutorias dictadas por un órgano jurisdiccional unipersonal. mediante este reme-
dio se persigue la revocación de la resolución recurrida y su sustitución por otra, sin limitaciones en cuanto a
los motivos de impugnación”. RamOS mÉNDEZ, Francisco. Derecho procesal Civil. Tomo II. 5ª edición, José
maría Bosch Editor, Barcelona, 1992, p. 717. En similar postura Gernaert Willmar: “(…) por este medio técnico
se pretende que el mismo tribunal, unipersonal o colegiado, que dictó la resolución impugnada (...) la modifique
o revoque por contrario imperio: todo ello tendiente a evitar el recurso por ante un tribunal de superior jerar-
quía, favoreciéndose la celeridad y economía procesal” GERNaERT WILLmaR citado por DE SaNTO, Víctor.
el proceso civil. Tomo VIII-a, Buenos aires, universidad, 1987, p. 197.
[12] HORVITZ LENNON, maría Inés y LÓPEZ maSLE, Julián. Derecho procesal penal chileno. Tomo II, Editorial
Jurídica de Chile, Santiago de Chile, 2004, p. 366.
54
El recurso de reposición
San Martín Castro, cinco antes de la vigencia del Código Procesal Penal de
2004, definió el recurso de reposición –siguiendo a Véscovi– como aquél “(…)
tendiente a obtener que en la misma instancia donde una resolución fue emi-
tida, se subsanen, por contrario imperio, los agravios que aquella pudo haber
inferido”. De este modo, precisa que su fundamento reside en la economía
procesal, representada por la conveniencia de evitar una doble instancia, a
través del expediente de otorgarle al tribunal autor de una resolución, la opor-
tunidad de corregirla luego de un nuevo estudio de la cuestión[16].
[13] De ahí que también se le conoce con los nombres de providencia simple o providencia de trámite, PaLaCIO,
Lino Enrique. Tratado de Derecho procesal Civil, citado por GÓmEZ PRETTO, Hernán. “una introducción al
estudio del recurso de reposición en sede civil (análisis de la legislación peruana y comparada)”. En: Revista
peruana de Derecho procesal. Nº 13, Año XIII, Communitas, Lima, 2009.
[14] a decir de Carrión Lugo, los decretos son las “(…) resoluciones judiciales que no tienen en su estructura los
fundamentos de la decisión que la contienen (…) denominadas indistintamente decretos de sustanciación o
providencias de trámite o resoluciones de impulso procesal”. CaRRIÓN LuGO, Jorge. Tratado de Derecho
procesal Civil. Volumen II, 2ª edición, Grijley, Lima, 2000, p. 354.
[15] En opinión de Gómez Pretto, los decretos tienen como característica principal que su dictado no requiere con-
tradicción entre las partes o con terceros, además el autor hace mención a la carencia de contenido reflexivo
por parte del juez que los dicta, es decir, que requieren una elaboración lógica-jurídica. GÓmEZ PRETTO,
Enrique. Ob. cit., p. 3.
[16] SaN maRTÍN CaSTRO, César. Ob. cit., p. 691 y ss.
[17] El efecto devolutivo hace referencia a que la tramitación y resolución del recurso corresponde al órgano supe-
rior jerárquico al que dictó la resolución recurrida. CORTES DOmÍNGuEZ, Valentín. “Los recursos, recursos
contra las resoluciones interlocutorias”. En: GImENO SENDRa, Vicente et ál. Derecho procesal Civil. Colex,
madrid, 1996, p. 635.
55
Medios Impugnatorios
Ello es entendible, por cierto, toda vez que si la propia resolución que se
cuestiona (decreto) es de “impulso procesal”, mal se haría con que el úni-
co recurso tendiente a revocarla sea más bien un obstáculo que consagre
la lentitud, trastocando así la propulsión pretendida. En esta línea de abre-
viación, el legislador ha consagrado –siguiendo la tendencia en el Derecho
comparado– la inimpugnabilidad del auto que resuelve la reposición, no
solo por referirse a cuestiones no trascendentales, sino por cuanto, ya reexa-
minado el decreto expedido, carecería del agravio necesario.
Roland Arazi sostiene que el recurso de reposición “(...) tiene como finalidad
que el mismo juez o tribunal que dictó una resolución la revoque o enmien-
de, dictando en su lugar otra nueva por contrario imperio”; fórmula esta que
apunta a que la revocatoria emerja por propia obra del órgano que la dictó
y no por imperativo del superior jerárquico[18].
En primer lugar, el interés propio de la parte que lo plantea por cuanto pretende
la modificación o revocación del decreto dictado por el propio juzgador que lo
expide –de allí precisamente se desprende la fórmula “contra imperio”–. De ser
fundada la pretensión, se entenderá que “repone”, pero no a un estado anterior o
inicial, sino más bien al postulado por el propio justiciable, con lo cual el concep-
to “repone” adquiere más bien una significación consonante con revocatoria,
[18] aRaZI, Roland. elementos de Derecho procesal. 2ª edición, astrea, Buenos aires, 1991. p. 307.
[19] CaBaNELLaS DE TORRES, Guillermo. Diccionario enciclopédico de Derecho Usual. Tomo VII, 21ª edición
revisada, actualizada y ampliada, Heliasta, Buenos aires, p. 63.
56
El recurso de reposición
Ahora bien, ya desde el inicio se hizo mención que no todas las resoluciones
pueden ser atacadas mediante reposición, sino tan solo aquellas expresamen-
te señaladas por la ley, esto es: solo los decretos. Y es que la única forma que se
admite que el juzgador “vuelva tras sus pasos” y revoque su propia decisión, es
la contenida en el recurso de reposición; empero, ello únicamente por cuanto
se trata de “la forma más simple de las resoluciones judiciales”[20].
Otro principio que merece ser destacado, y con justa razón debe ser aplica-
ble al recurso de reposición, es el principio de la prohibición de la reformatio
in peius, (o de interdicción de la reforma peyorativa), pues si el derecho a
recurrir por el justiciable obedece a considerarse afectado por una determi-
nada resolución y en la procura de eliminar o aminorar el agravio ocasiona-
do –en el caso que nos ocupa, por un decreto–, sería injusto y arbitrario que,
al resolverse su petición, su situación se vea empeorada o agravada[21], en
contra de lo pretendido.
[20] Entendido, de conformidad al artículo 121 del Código Procesal Civil, como aquella resolución que impulsa el
desarrollo del proceso disponiendo actos procesales de simple trámite.
[21] Si bien es cierto, la interdicción de la reforma peyorativa ha sido acogida por la parte in fine del artículo 409.3
del Código Procesal Penal de 2004 al delimitar la competencia del Tribunal Revisor, no es menos cierto que
dicha normativa le resulta también extensiva a la facultad de las partes intervinientes en un conflicto social vía
recurso de reposición, y ello en la medida que el propio juez que dictó el decreto, al reexaminar su actuación,
se convierte en revisor de sus propias decisiones.
57
Medios Impugnatorios
[22] Con ciertas excepciones claro está. así, por ejemplo, el auto de apertura de instrucción era apelable solo en
el extremo de la medida coercitiva, pero no en la decisión jurisdiccional de instaurar judicialmente el proceso
(o instrucción como se le denominaba); sin embargo, al ser atacable vía hábeas corpus, podíamos hablar de
que en sentido lato sí resultaba recurrible.
58
El recurso de reposición
de 2004 (artículo 415), así como los previstos en la Sección I (Preceptos ge-
nerales) y la Sección II (Los recursos) del mencionado Libro (artículos 404 a
414). Conforme queda consagrado en el Código Procesal Penal de 2004, po-
demos distinguir cuatro características saltantes del recurso de reposición:
[23] BINDER, alberto. Introducción al Derecho procesal penal. ad-Hoc, Buenos aires, 1993, p. 99.
[24] Al amparo de la primera disposición final del Código Procesal Civil, dicha normativa es de aplicación supletoria
a los demás ordenamientos procesales si son compatibles con su naturaleza.
59
Medios Impugnatorios
Ello con mucha más razón en el nuevo ordenamiento procesal penal, cuya
dinámica preconiza en forma superlativa los principios de oralidad, publi-
cidad, inmediación, contradicción, economía y concentración, en abierta
oposición a los fríos formalismos que caracterizaban la pretérita normati-
vidad de corte inquisitivo y que contribuía más bien a la morosidad y buro-
cracia judicial.
[25] NEYRa FLORES, José antonio. “manual de juzgamiento, prueba y litigación oral en el nuevo modelo procesal
penal”. En: Código procesal penal. Manuales operativos. academia de la magistratura, Lima, 2007, p. 36.
60
El recurso de reposición
61
Medios Impugnatorios
62
El recurso de reposición
[26] GImENO SENDRa, Vicente et ál. Derecho procesal penal. 2ª edición, Colex, madrid, 1997, p. 640.
[27] marcada tendencia acusatoria y adversarial que presentan su mayor exponencial en el juicio, donde se ex-
plicitan de especial manera las características esenciales del sistema procesal penal, manifestadas en el
reconocimiento de igualdad de armas a las partes. Ver, entre otros: aVELLa FRaNCO, Pedro Oriol. estructura
del proceso penal acusatorio. Fiscalía General de la Nación, Imprenta Nacional de Colombia, Bogotá, 2007,
p. 88 y ss.
63
Medios Impugnatorios
64
El recurso de reposición
que este pertenece, o por el mismo tribunal, los agravios que aquella pudo
haber inferido”[31].
Por regla general, se entiende que posee efectos no suspensivos, sin embar-
go, la excepción se ocasiona si se trata de una interposición subsidiaria a la
del recurso de apelación (artículo 362 in fine). En el caso de tratarse de reso-
luciones que emanan del acto de una audiencia, la interposición del recurso
es en forma oral y precedida de un debate –esto último como exigencia,
bajo sanción de inadmisibilidad–, luego del cual el juez procede a resolver
(fallo) igualmente en forma oral, siendo esta última resolución inimpugna-
ble, ya que carece del agravio necesario.
[31] PaLaCIO, Lino Enrique. Los recursos en el proceso penal. abeledo-Perrot, Buenos aires, 1998.
[32] La diferencia entre estos yace en el artículo 158 del Código Procesal Civil chileno: “Las resoluciones judiciales
se denominarán sentencias definitivas, sentencias interlocutorias, autos y decretos. Es sentencia definitiva
la que pone fin a la instancia, resolviendo la cuestión o asunto que ha sido objeto del juicio. Es sentencia
interlocutoria la que falla un incidente del juicio, estableciendo derechos permanentes a favor de las partes,
o resuelve sobre algún trámite que debe servir de base en el pronunciamiento de una sentencia definitiva o
interlocutoria. Se llama auto la resolución que recae en un incidente no comprendido en el inciso anterior. Se
llama decreto, providencia o proveído el que, sin fallar sobre incidentes o sobre trámites que sirvan de base
para el pronunciamiento de una sentencia, tiene solo por objeto determinar o arreglar la substanciación del
proceso”.
[33] Se trata de un plazo de días corridos, fatal e improrrogable que, si venciere en día feriado, debe entenderse
ampliando hasta las veinticuatro horas del día siguiente que no fuere feriado (artículos 14 y 16 del CPP),
HORVITZ LENNON, maría Inés y LÓPEZ maSLE, Julián. Ob. cit., p. 368.
[34] Ídem.
65
Medios Impugnatorios
Otro punto que merece un análisis particular es el que emerge del artículo
420.4 del Código Procesal Penal de 2004, el cual prescribe: “(…) El auto en
el que la Sala declara inadmisible el recurso podrá ser objeto de recurso de
reposición, que se tramitará conforme al artículo 415”. Y ello no solo por una
exigencia taxativa que el propio código acoge, sino también porque –en la
mayoría de estos casos– dicha resolución es expedida en forma oral por el
colegiado.
[35] Tal situación se verifica en el día a día de administrar justicia y es puesta en relevancia por la jueza de investi-
gación preparatoria RIVERTTE CHICO, Irma. “La facultad de recurrir y el recurso de reposición en el Código
Procesal Penal”, en: http://agendamagna.wordpress.com/2009/06/11/la-facultad-de-recurrir-y-el-recurso-de-
reposicion-en-el-codigo-procesal-penal/.
[36] Ciertamente, con meritorias excepciones, conforme se verifica en una de las resoluciones que se anexan al
punto final del presente trabajo.
66
El recurso de reposición
[37] Dicha sentencia se anexa también en el punto final del presente trabajo. El texto de esta sentencia puede
encontrarse también en: http://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2010/00073-2010-HC%20Resolucion.html.
67
Medios Impugnatorios
destinado a lograr la admisión del recurso que haya sido negado por una
instancia inferior, ya sea de nulidad, apelación o casación”[38] (atacando en
forma exclusiva estos recursos), podría ser mal utilizado para intentar su
interposición contra la resolución que declara improcedente el recurso de
apelación, que pretende atacar el auto que haya resuelto –se entiende de-
clarando infundada– una reposición planteada.
Sin duda alguna, una apelación en ese sentido será desestimada por el órga-
no jurisdiccional (que ya sometiera a un reexamen su propia resolución), sin
embargo, planteando el recurso de queja por denegatoria podría generarse el
concesorio, habida cuenta que formalmente se trata de la denegatoria de un
recurso de apelación (situación prevista en la norma), empero, el trasfondo de
ello sería la dilación del proceso, lo que es incompatible con el recurso de re-
posición y los principios de economía y celeridad procesal que lo gobiernan.
Siendo así, y en la medida que tales malos artificios siguen siendo –entre
otros– una constante en el ejercicio profesional de la abogacía, con directa
incidencia en la administración de justicia[39] y que merecen ser desterra-
dos, los órganos jurisdiccionales son los llamados a intervenir imponiendo
multas a los abogados por el ejercicio indebido de la profesión e infringir el
Código de Ética de los Colegios de Abogados del Perú[40], pudiendo además
remitir copias a la Orden respectiva donde se encuentre inscrito, para el pro-
cedimiento disciplinario o sancionatorio correspondiente.
[38] VILLa STEIN, Javier. Los recursos procesales penales. Gaceta Jurídica, Lima, 2010, p. 71.
[39] Las consecuencias del tipo de desempeño profesional predominante sobre la administración de justicia son:
congestión, dilación y corrupción. Se lleva al sistema casos que no lo requieren; se litiga promoviendo inci-
dentes y apelaciones inconducentes que entrampan los procesos; y corromper al funcionario es un recurso
importante. Este desempeño se vale de la creación de expectativas falsas en el cliente y, por consiguiente,
alimenta el descrédito social de la justicia. PÁSaRa, Luis. La enseñanza del Derecho en el perú: Su impacto
sobre la administración de justicia. ministerio de Justicia, Lima, 2004, p. 15.
[40] El artículo 5 del Código de Ética de los Colegios de abogados del Perú prohíbe promover recursos y formalida-
des innecesarias y toda gestión dilatoria que entorpezca el normal desarrollo del proceso. Sobre el particular,
el profesor Pásara acertadamente afirmó: “(…) la falta de ética en el ejercicio es un género dentro del cual
la corrupción es una especie”, PÁSaRa, Luis. Los abogados de Lima en la administración de justicia. Una
aproximación preliminar. Consorcio Justicia Viva, Lima, 2005, p. 75.
68
El recurso de reposición
Exp. Nº 073-2010-PHC/TC
La Libertad
Rafael Eduardo Castro Luján
Resolución del Tribunal Constitucional
Visto:
El recurso de agravio constitucional interpuesto por don Rafael Eduardo
Castro Luján contra la resolución de la Primera Sala Penal de Apelaciones
de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, de fojas 95, su fecha 2 de no-
viembre de 2009, que declaró improcedente la demanda de autos; y,
Atendiendo a:
1. Que, con fecha 2 de octubre de 2009, el recurrente interpone deman-
da de hábeas corpus contra los Jueces integrantes de la Segunda Sala
69
Medios Impugnatorios
70
El recurso de reposición
5. Que en ese sentido, se aprecia que tenía expedita la vía para utilizar los
medios impugnatorios correspondientes; actuación que no se eviden-
cia en autos toda vez que no impugnó dicha resolución, careciendo así
de la condición de resolución judicial firme. Siendo así, al no configurar-
se el requisito de procedibilidad, cabe la aplicación a contrario sensu,
del artículo 4 del Código Procesal Constitucional.
Resuelve:
Publíquese y notifíquese.
71
Medios Impugnatorios
I. Introducción
En la ciudad de Trujillo, siendo las 09:41 a.m. del día 21 de enero del año
2011, en la Sala de Audiencias del Sexto Juzgado de Investigación Prepa-
ratoria de Trujillo, dirigida por la señora Juez Irma Marina Rivertte Chico, se
realiza la audiencia de amonestación, en el proceso seguido contra Francis-
co Antenor Ulloa Bohuytron por el delito de Omisión a la asistencia familiar,
tipificado en el primer párrafo del artículo 149 del Código Penal, en agravio
de Pedro Rafael Ulloa Riveros, dirige la audiencia la Dra. Irma Rivertte Chico,
juez del Sexto Juzgado de Investigación Preparatoria.
II. Acreditación
III. Debate
- Fiscal: Muchas gracias señora juez. Con fecha 6 de octubre del año
2009, se dictó una sentencia condenatoria al señor Francisco Antenor
[41] El presente documento (acta de registro de audiencia de amonestación) ha sido complementado con la trans-
cripción del audio del Exp. Nº 00057-2009, ello para una mejor comprensión del tema materia de análisis.
72
El recurso de reposición
73
Medios Impugnatorios
que se le pague al hijo sino a la madre, señora juez. Esto es una burla,
me parece, al mandato judicial. Es cierto que el agraviado aquí, es el
señor Francis Pedro Rafael Ulloa Riveros, pero la demanda fue iniciada
por la madre del menor alimentista, no fue iniciada por él (agraviado),
por tanto esta declaración o ese recibo que ha hecho el señor no se
estaría ajustando a la realidad de los hechos, a lo dispuesto, tanto en la
demanda civil dado que el menor estuvo en poder de la mama durante
el tiempo en que se generó la obligación alimentaria y yo no sé hasta
qué punto esa declaración jurada sea válida.
IV. Resolución
(Se tiene por cerrado el debate y dicta la resolución Número cinco)
74
El recurso de reposición
75
Medios Impugnatorios
V. Notificación
- Juez: Notifica con la resolución dictada en este acto a los sujetos proce-
sales asistentes y/o citados a la audiencia.
VI. Impugnación
76
El recurso de reposición
77
Medios Impugnatorios
VII. Conclusión
78
El recurso de reposición
X. BIBLIOGRAFÍA
79
Medios Impugnatorios
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El recurso de apelación:
Problemas de aplicación derivados
de la reforma procesal penal
Juan humberto SÁNcHEZ cÓRDOVA[*]
I. INTRODUCCIÓN
En esta nueva lógica el código regula con mayor claridad (respecto al entra-
mado y confuso sistema de regulación del Código de Procedimientos Pena-
les) el sistema de recursos, así, se reúne en un solo libro: “la impugnación”,
los diversos medios de impugnación, además de su respectivo trámite.
[*] Coordinador del Área de Investigación de Derecho Procesal Penal del Instituto de Investigación de Derecho
Público. miembro del Área Penal de Gaceta Jurídica.
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Medios Impugnatorios
[1] CaFFERaTa NORES, José. proceso penal y derechos humanos. Editores del Puerto, Buenos aires, 2000,
pp. 157-158.
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El recurso de apelación: Problemas de aplicación derivados de la reforma procesal penal
Por ello es que cabe la interpretación que se haga del derecho al recurso
en los instrumentos internacionales ratificados por el Perú. Así, la interpre-
tación de este derecho, en el sistema regional de protección de derechos
humanos, debe ser acorde con el artículo 8. 2. de la Convención Americana
de Derechos Humanos que señala que: “Toda persona inculpada de delito
tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se establezca le-
galmente su culpabilidad. Durante el proceso, toda persona tiene derecho,
en plena igualdad, a las siguientes garantías mínimas: h) derecho de recurrir
del fallo ante juez o tribunal superior”.
Luego, el texto refiere que una de las garantías en el proceso penal es el de-
recho a recurrir el fallo del juez de primera instancia ante un tribunal supe-
rior. Reconoce el derecho al recurso y reconoce que la revisión se haga tanto
de la sentencia como del auto, pues de la redacción del texto no se infiere
que solo se aplique a las sentencias.
1. Concepto
85
Medios Impugnatorios
[2] BINDER, alberto. Introducción al Derecho procesal penal. Editorial ad-Hoc, Buenos aires, 1993, p. 268.
[3] Ibídem, p. 267.
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El recurso de apelación: Problemas de aplicación derivados de la reforma procesal penal
[4] PaLaCIO, Lino Enrique. Los recursos en el proceso penal. Editorial abeledo-Perrot, Buenos aires, 1998, p. 55.
[5] Ibídem, p. 56.
[6] CLaRIÁ OLmEDO, Jorge a. Tratado de Derecho procesal penal. Tomo V. Editorial abeledo-Perrot, Buenos
aires, 1966, p. 442.
87
Medios Impugnatorios
ubicación debe de ser el de un tercero entre las partes, ajeno y sin intereses
por lo que se discute dentro del proceso.
En la segunda parte del artículo que hemos hecho referencia se señala, res-
pecto a la legitimad para recurrir: “Si la ley no distingue entre los diversos
sujetos procesales, el derecho corresponde a cualquiera de ellos”.
Sin embargo, esto es relativo, pues cada sujeto procesal debe primero de
acreditar que ha sido afectado con la resolución emitida por el juez. Por ello,
si el imputado es absuelto no tendrá legitimidad para recurrir a la absolu-
ción, toda vez que, se entiende que no existe agravio, pues su inicial interés
es que lo absolvieran de los cargos[7].
Esto tiene reconocimiento legal en el artículo 405 que determina que para la
admisión del recurso se requiere que sea presentado por quien resulte agra-
viado por la resolución, quien debe tener interés directo y debe de hallarse
facultado legalmente para ello.
Entonces hay dos aspectos que se deben de tomar en cuenta para determi-
nar quien se encuentra legitimado: 1) que el sujeto sea parte en el proceso y
2) que exista un agravio determinado.
[7] Señala Doig Díaz que carece de legitimación la parte que haya visto satisfecha su pretensión. DOIG DÍAZ,
Yolanda. “El recurso de apelación contra sentencias”. En: Cubas Villanueva, Víctor y otros. el nuevo proceso
penal. estudios fundamentales. Palestra Editores, Lima, 2005, p. 550.
88
El recurso de apelación: Problemas de aplicación derivados de la reforma procesal penal
El artículo 407 señala que el actor civil solo podrá recurrir respecto al objeto
civil de la resolución. En ese sentido, vemos que el Código ha establecido
plenamente que el objeto del agravio del actor civil viene a ser el monto de
la reparación civil.
Cabe preguntarnos, si el actor civil, una vez que el imputado ha sido absuelto,
¿puede impugnar la absolución? Pues pareciera que no puede impugnar la
condena, lo cual es correcto, pues una de las mejoras de este nuevo código es
que se diferencia claramente la acción civil de la acción penal, en ese sentido,
el actor civil tiene la posibilidad de impugnar únicamente el agravio produ-
cido a su persona, la cual es la reparación civil. Pues como lo establece
el artículo 12.3, “la sentencia absolutoria o el auto de sobreseimiento no im-
pedirá al órgano jurisdiccional pronunciarse sobre la acción civil derivada del
hecho punible válidamente ejercida”, la cual debe de ser concordada con el
artículo 407.2 que señala que el actor civil solo podrá recurrir respecto al obje-
to civil de la resolución. Lo cual no implica que no pueda establecer los hechos
dañosos a efectos de solicitar la correspondiente reparación civil.
[8] DEL VaLLE RaNDICH, Luis. Derecho procesal penal. parte general. Tomo II, Imprenta editorial Pérez
Pacussich, Lima, [S.a.], p. 151.
[9] Ibídem, p. 152.
89
Medios Impugnatorios
Esto es correcto, pues el juez no puede pronunciarse por una petición distin-
ta a la solicitada (extra petita, ultra petita, citra petita) por la parte recurrente,
más aún cuando en materia de recursos rige el principio dispositivo, por el
cual el recurrente tiene la facultad de imponer un determinado recurso y
desistirse de él.
90
El recurso de apelación: Problemas de aplicación derivados de la reforma procesal penal
La norma del artículo 409.1 señala que declarará la nulidad solo en caso de
nulidad[10] absoluta o sustancial. Ambos en esencia vienen a ser lo mismo.
Pues en la teoría de las nulidades procesales se entiende que existen dos
tipos de nulidades: absolutas y relativas.
Las nulidades relativas son aquellas que por el principio de conservación se
pueden convalidar, o las que son susceptibles de subsanar, es decir, a pesar
de existir un acto procesal que afectó las normas o principios del proceso y
que causó indefensión, por diversas razones se tiene por válido.
Esto no pasa con las nulidades absolutas, pues estas no pueden ser conva-
lidadas, en atención a que la afectación de los principios o normas son de
rango constitucional. Siendo esto de la máxima importancia y afectando el
proceso desde sus bases, por ello el juez cumpliendo su función debe ga-
rante de la legalidad, debe declarar la nulidad, incluso de oficio.
Siguiendo esta lógica en el apartado 2 de esta norma se señala que los erro-
res de derecho en la fundamentación de la decisión recurrida que no hayan
influido en la parte resolutiva no la anulará, pero serán corregidos. Este ven-
dría a ser un error convalidable o subsanable. De igual manera se procederá
en los casos de error material en la denominación o el cómputo de las penas.
En el tercer apartado señala la norma que la impugnación del Ministerio Pú-
blico permitirá revocar o modificar la resolución aun a favor del imputado,
en ese sentido no existe lo que se denomina la prohibición de la reforma en
peor para los casos del Ministerio Público.
4. Admisibilidad y procedencia
[10] La nulidad procesal es un instrumento procesal que consiste en “evaluar” y “valorar” la adecuación entre un
acto procesal o varios actos procesales, en relación directa con las normas legales que regulan su proceso de
formación.
91
Medios Impugnatorios
La tercera implica una decisión sobre el fondo del asunto, pero no se debe
equiparar asunto con pretensión, en ese sentido, no solo se declara funda-
da la sentencia, sino cualquier otra cuestión anterior, como una excepción
o una medida cautelar, pues cada cuestión tiene un fondo por el cual se
deben de pronunciar, así como tienen requisitos de procedibilidad y admi-
sibilidad que determinan su viabilidad procesal, como requisito previo de la
declaración de fundabilidad[11].
[11] mONROY PaLaCIOS, Juan José. “admisibilidad, procedencia y fundabilidad en el ordenamiento procesal civil
peruano”. En: Revista Oficial del Poder Judicial. Corte Suprema de Justicia de la República. Nº 1/1, año 2007,
pp. 299-302.
[12] Ídem.
[13] La distinción entre procedencia y admisibilidad es tan sutil que solo existe en el plano negativo y no está
referida al aspecto sobre el cual inciden (la validez de la cuestión o del procedimiento que le sirve de soporte),
sino a las consecuencias procedimentales que cada una acarrea. mientras la improcedencia constituye una
declaración de invalidez con carácter insubsanable pues la cuestión y, a menos que la decisión sea recurri-
ble, el procedimiento que lo contiene habrán concluido indefectiblemente; la inadmisibilidad es también una
declaración de invalidez, pero provisional, es decir, denuncia la existencia de un vicio subsanable y, por tanto,
sin concluir la cuestión, permite al juzgador otorgar un plazo a la parte interesada para que elimine el defecto.
Superada la inadmisibilidad nace el derecho de la parte a un pronunciamiento fondal; viceversa, concluida
la etapa de subsanación sin que esta se haya producido corresponderá, naturalmente, una declaración de
improcedencia. Ídem.
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El recurso de apelación: Problemas de aplicación derivados de la reforma procesal penal
Estos son requisitos de forma totalmente necesarios para que sea eficaz
el recurso. Sin embargo, el hecho de presentar un recurso sin la forma
establecida (escrito) implicaría la inadmisibilidad del recurso, pues ca-
bría subsanar esta omisión, pero, ¿en qué casos se produciría esto?, lo
cierto es que sería muy difícil que se cree una situación de esta natura-
leza –a menos que se cuente con el tiempo necesario para subsanarlo–,
pues al llegar el abogado a la mesa de partes la única forma de presen-
tar el recurso es mediante un escrito, no se puede hacer de forma oral
(excepto en el supuesto que analizaremos luego).
En el caso del plazo la situación es distinta, pues estamos ante una cau-
sal de improcedencia clara, si no se interpone en el plazo indicado, sim-
plemente se perdió la oportunidad de interponerlo, el juez no podrá
otorgar un plazo adicional.
93
Medios Impugnatorios
a) Las sentencias.
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El recurso de apelación: Problemas de aplicación derivados de la reforma procesal penal
c) Los autos que revoquen la condena condicional, la reserva del fallo con-
denatorio o la conversión de la pena.
Por último debemos de referir que el inciso e) es una cláusula abierta para
así proteger el derecho al recurso, pues en su segunda parte establece que
es apelable aquel auto que causa un gravamen irreparable.
Esta norma sirvió de base para admitir el recurso contra la resolución que
aprueba el acuerdo de terminación anticipada. Así, el Acuerdo Plenario
05-2009/CJ-116 señaló:
95
Medios Impugnatorios
5. Competencia
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El recurso de apelación: Problemas de aplicación derivados de la reforma procesal penal
Estos mismos sujetos procesales, una vez recibido este escrito, pueden ab-
solver este traslado, por ello, una vez absuelto el traslado o vencido el plazo
para hacerlo, la Sala de Apelaciones puede: Si lo estima inadmisible lo re-
chazará de plano[16], si lo estima admisible la causa quedará expedita para
ser resuelta, debiéndose señalar día y hora para llevar a cabo la audiencia
de apelación.
[16] artículo 420.4: “El auto en el que la Sala declara inadmisible el recurso podrá ser objeto de recurso de reposi-
ción, que se tramitará conforme al artículo 415”.
97
Medios Impugnatorios
Las opiniones han estado dividas, por ello, los jueces que aplican el NCPP
realizaron un Pleno Regional en Arequipa en julio de 2009. Ahí se debatió
dos posiciones diametralmente opuestas:
- Primera posición: Se aplica el artículo 423, inciso 3[17] del NCPP para to-
dos los casos de audiencia en segunda instancia, pues rige como crite-
rio de interpretación sistemática la aplicación de los principios genera-
les del Título Preliminar del Código, en el sentido de cautelar la vigencia
del contradictorio y la oralidad de la audiencia. En ese sentido se aplica
una norma de la apelación de sentencias a este caso.
[17] Norma que regula la audiencia de apelación de sentencias que señala: “Si el acusado recurrente no concurre
injustificadamente a la audiencia, se declarará la inadmisibilidad del recurso que interpuso. De igual manera
se procederá si no concurre el Fiscal cuando es parte recurrente”.
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El recurso de apelación: Problemas de aplicación derivados de la reforma procesal penal
Esto tiene su razón de ser en que si se hiciera de otra forma el órgano juris-
diccional podría resolver sobre la base de lectura del expediente judicial,
como en el antiguo sistema inquisitivo[19].
[18] NEYRa FLORES, José antonio. “análisis de cuatro problemas, fundamentos y conclusiones del nuevo
Código Procesal Penal. a raíz del Pleno Jurisdiccional Regional del NCPP arequipa-julio 2009”. En: Revista
Institucional de la AMAG. Tomo II. Nº 9, 2009, pp. 70 y 71.
[19] Si la parte recurrente no concurre a la audiencia de apelación para fundamentar su recurso no puede hablarse
de audiencia, pues la misma implica un escenario donde las partes ejercen sus derechos mediante la discu-
sión, donde los intervinientes presentan oralmente sus peticiones argumentos y tiene la posibilidad de contro-
vertir la opinión de su oponente. mONCaDa CaSaFRaNCa, Vanessa Ivonne. “Inadmisibilidad del recurso por
inasistencia de la parte recurrente a la audiencia de apelación de auto”. En: Gaceta penal y procesal penal.
Tomo 9, marzo de 2010, p. 248. En el mismo sentido: BuRGOS maRIÑOS, Víctor. “Las nuevas y buenas
prácticas en el proceso de implementación del NCPP y la contrarreforma”. Disponible en: <http://www.incipp.
org.pe/index.php?mod=documento&com=documento-busqueda&secID=1&search=burgos&catID=0&button=
Buscar>.
[20] BERDICHEVSKY adrián. “Reposición y apelación”. En: maIER, Julio; BOVINO, alberto y DÍaZ CaNTÓN,
Fernando (comp.). Los recursos en el procedimiento penal. 2a edición, Editores del Puerto, Buenos aires, 1999,
p 131. mONCaDa CaSaFRaNCa, Vanessa Ivonne. Ob. cit., p. 249.
[21] Esta afirmación encuentra asidero en la legislación comparada, concretamente en el Código Procesal Penal
de la República de Argentina, que regula en su artículo 446 la figura del desistimiento tácito cuando la parte
recurrente –al interponer el recurso– o el fiscal de Cámara –al expedirse acerca del mantenimiento del recurso
interpuesto por el inferior– expresaren su voluntad de informar oralmente, y no asistieren a la audiencia de-
signada para tal efecto por el presidente de la Cámara. mONCaDa CaSaFRaNCa, Vanessa Ivonne. Ob. cit.,
pp. 249 y 250.
99
Medios Impugnatorios
Esto no ocurre con la apelación de autos que solo se da en los siguientes casos:
1) autos de sobreseimiento, 2) autos que resuelvan cuestiones previas, cuestio-
nes prejudiciales y excepciones, o que declaren extinguida la acción penal o
pongan fin al procedimiento o la instancia, 3) autos que revoquen la condena
condicional, la reserva del fallo condenatorio o la conversión de la pena,
4) autos que se pronuncien sobre la constitución de las partes y sobre aplica-
ción de medidas coercitivas o de cesación de la prisión preventiva, 5) autos
expresamente declarados apelables o que causen gravamen irreparable.
Es decir son autos que deciden sobre materias que no implican la responsa-
bilidad o no del procesado a través de un razonamiento basado en pruebas
sino en actos de investigación.
[22] En ese sentido refieren Jerí y Zorrilla que como las actuaciones en esta audiencia son documentales, no se
requerirá inmediación y por tanto la presencia de las partes. JERÍ CISNEROS, Julián Genaro y ZORRILLa
aLIaGa, Dick Stens. “La impugnación: los recursos, el recurso de reposición y el recurso de apelación.
artículos 413 a 146 del Código Procesal Penal”. En: aa. VV. Comentarios al nuevo Código procesal penal.
ara editores, Lima, 2009, p. 466.
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El recurso de apelación: Problemas de aplicación derivados de la reforma procesal penal
Sin embargo, creemos que en una época de reforma procesal penal, cuan-
do esta aún es incipiente, se debe de tratar de reforzar las posiciones que
promuevan los principios en las que se inspira, así se hace necesario apli-
car en toda su dimensión estos principios, por ello desde un punto de vista
político-criminal se hace necesario declarar la admisibilidad del recursos por
que el recurrente no fue a la audiencia de apelación de auto. Por estos mo-
tivos las consideraciones contrarias (que no es necesaria la realización de la
audiencia) no son políticamente correctas.
101
Medios Impugnatorios
Cumplido con esto o vencido el plazo para hacerlo, (así como en el trámite
de apelación de autos) si la Sala estima inadmisible el recurso lo rechazará
de plano[23], de no ser así comunicará a las partes que pueden ofrecer me-
dios probatorios en el plazo de 5 días.
Así, el artículo 422 establece una serie de reglas para la efectiva práctica
de la prueba en segunda instancia. Primero el escrito en el cual se ofrece
pruebas debe de indicar específicamente (bajo sanción de inadmisibilidad)
el aporte de la prueba ofrecida, es decir, cual es su pertinencia en el caso[24].
[23] En este caso también este auto que declara inadmisible el recurso podrá ser objeto de recurso de reposición,
que se tramitará conforme al artículo 415.
[24] Se señala que esto constituye una formalidad imprescindible para la admisibilidad de las pruebas, caso con-
trario deberá rechazarse su ofrecimiento. JERÍ CISNEROS, Julián Genaro y ZORRILLa aLIaGa, Dick Stens.
Ob. cit., p. 470.
[25] Sobre la admisibilidad y actuación de pruebas puede verse mi trabajo: “Problemas de aplicación de la for-
mación de la prueba en el juicio oral del NCPP”. En: aa. VV. Juicio oral: problemas de aplicación del Código
procesal penal de 2004. Gaceta Jurídica, Lima. 2010.
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El recurso de apelación: Problemas de aplicación derivados de la reforma procesal penal
[26] Para ver en extenso esto: DÍaZ, Yolanda. Ob. cit., p. 555.
[27] DOIG DÍaZ, Yolanda. “El Sistema de recursos en el proceso penal peruano: hacia la generalización de la
doble instancia y la instauración de la casación”. En: Anuario de Derecho penal: la reforma del proceso penal
peruano. Fondo editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, 2004, p. 202.
[28] NEYRa FLORES, José antonio. Manual del nuevo proceso penal & litigación oral. Idemsa, Lima, 2010, p. 386.
[29] DOIG DÍaZ, Yolanda. “El Sistema de recursos en el proceso penal peruano: hacia la generalización de la doble
instancia y la instauración de la casación”. Ob. cit., p.201.
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Medios Impugnatorios
Pero ¿ocurre lo mismo con los recursos?, lo cierto es que no, pues si bien
existe el derecho a una segunda instancia, el conocimiento que tienen los
tribunales de segunda instancia es totalmente limitado, pues no existe
[30] NEYRa FLORES, José antonio. Manual del nuevo proceso penal & litigación oral. Ob. cit., p. 387.
[31] JaÉN VaLLEJO nos dice que es en el juicio oral donde hay que practicar las pruebas, porque solo lo que ha sido
oralmente debatido en el juicio puede ser fundamento legítimo de la sentencia; así lo exige tanto el carácter públi-
co del proceso, como el derecho de defensa. JaÉN VaLLEJO, manuel. “Los Principios de la Prueba en el Proceso
Penal Español”. Disponible en línea: <http://www.unifr.ch/ddp1/derechopenal/articulos/html/artjae1.htm>.
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El recurso de apelación: Problemas de aplicación derivados de la reforma procesal penal
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Medios Impugnatorios
Si la apelación solo se refiere al objeto civil del proceso, rigen los límites es-
tipulados en el artículo 374 del Código Procesal Civil:
Por ello señala la sentencia de apelación 02-2009, que solo se aplicará este
artículo (422.5) cuando las declaraciones de los testigos –incluidos los agra-
viados– adolezcan de sensibles defectos legales o déficit de información
que impide el necesario esclarecimiento de los hechos objeto del debate.
Es de tener en claro que el principio rector de la apelación penal contra
[32] JERÍ CISNEROS, Julián Genaro y ZORRILLa aLIaGa, Dick Stens. Ob. cit., pp. 473 y 474.
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2. Audiencia de apelación
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Medios Impugnatorios
Como reglas de la dación de esta resolución que causa estado, se tiene que
la sentencia de segunda instancia se pronunciará siempre en audiencia pú-
blica, notificándose a las partes la fecha de la audiencia. No es necesario
que todas las partes asistan, ni tampoco es posible aplazarla bajo ninguna
circunstancia.
Para ello debemos de analizar el sentido del artículo 14.5 del Pacto Inter-
nacional de Derechos Civiles y Políticos, pues el recurso definido como un
derecho fundamental, tiene una relación directa con este artículo. Además,
se ha debatido en nuestro medio que siendo un derecho del imputado el
recurso contra la condena es necesario declarar la inconstitucionalidad de
esta norma. En sentido contrario otra interpretación dirá que no se afecta
ningún derecho, pues esta norma debe de ser entendida en su aspecto his-
tórico.
112
El recurso de apelación: Problemas de aplicación derivados de la reforma procesal penal
Así, los doctrinarios europeos explican esta situación usando como argu-
mento la influencia norteamericana en la redacción de esta norma, pues
en el sistema procesal penal de ese país existe la prohibición de double jeo-
pardy, es decir la prohibición de correr el riesgo de ser condenado luego que
una sentencia absolutoria dada por el jurado ya puso fin a la controversia en
torno a la no culpabilidad del procesado, es decir, no correr ese riesgo dos
veces. En Estados Unidos el único sujeto procesal legitimado para impugnar
una sentencia es el acusado y actual condenado, por tanto el representante
del Ministerio Público no lo podrá hacer.
[35] En el mismo sentido el Protocolo Nº 7 al Convenio Europeo de Derechos Humanos señala que toda persona
declarada culpable de una infracción penal por un tribunal tiene derecho a que la declaración de culpabilidad
o la condena sean examinadas por un tribunal superior. El ejercicio de este derecho, que incluye los motivos
por los que puede ser ejercitado, serán regulados por la ley.
[36] mONTERO aROCa, Juan. proceso penal y libertad: ensayo polémico sobre el nuevo proceso penal. Civitas,
Pamplona, 2008, pp. 474 y 475.
113
Medios Impugnatorios
Por ello los autores que propugnan esta interpretación señalan que el
NCPP, cuando en su artículo 404.2 dice: “El derecho de impugnación co-
rresponde solo a quien la ley se lo confiere expresamente. Si la ley no
distingue entre los diversos sujetos procesales, el derecho corresponde
a cualquiera de ellos”, deja abierta la posibilidad que el representante del
Ministerio Público pueda recurrir una sentencia absolutoria o aquella que
le cause agravio.
[37] mONTERO aROCa, Juan, et ál. Derecho jurisdiccional: proceso penal. Tomo III, Tirant lo Blanch, Valencia,
2007, p. 370.
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El recurso de apelación: Problemas de aplicación derivados de la reforma procesal penal
[38] Se explica más en el fundamento noveno: Que, siendo así y en atención a que existen plenos jurisdiccionales
en el cual se señala que en esta clase de delitos cuando la verificación o la afirmación de la menor es continua,
persistente, uniforme y permanente en el tiempo y que esta no ha sufrido ninguna enmendadura, siendo así
se deberá tener por ciertas las aseveraciones vertidas por la víctima, más aún cuando se trata de una criatura
que no se ha demostrado que tenga habilidades para exagerar o ser manipulada o tratarse de una mitómana;
sin embargo el a quo la valora afirmando que esta adolece de coherencia y solidez; sin embargo no ha tenido
en cuenta de que existe una pericia psicológica, cuyo perito fue examinado por ellos mismos, donde les hacen
ver el trauma que padece la menor; aunado a que al momento de oralizarse el acta de la inspección fiscal,
y del registro domiciliario (donde se encontró la piñata) la que constituye una prueba Indiciaria, no han sido
valorados en su debida extensión de manera conjunta, quedando en mera circunstancia referencial de que si el
hecho de haberse encontrado una piñata se pueda relacionar a la presencia de globos ya que no se ha acredi-
tado que días antes de la inspección fiscal en dicha vivienda se haya producido una fiesta infantil en su interior;
sin embargo la existencia de dichos globos como ya se ha esbozado lo ha repetido no solo en la audiencia
sino también ante la psicóloga, por lo que esto queda como un indicio corroborado con el relato uniforme
de la menor; con la acusación persistente de esta; al acreditarse que la menor presenta trauma psicológico
evidente ante la presencia de su agresor; que ante la recreación de la forma como la menor narró los hechos
en su agravio en la Inspección Fiscal, aunado a que no se ha acreditado que de parte de la familia de la menor
la existencia de algún grado de enemistad suficiente para una acusación tan grave que no viene de la madre
sino de la propia menor afectada; más aún cuando el acusado presuntamente habría sufragado los gastos de
los daños ocasionados a la propiedad de la familia de la víctima, y siendo que aunque esta persona tuvo la
oportunidad de defenderse tanto en los juicios de primera instancia como en la audiencia de apelación, en
lugar de esclarecer la forma y explique del por qué la familia le tendría un odio gratuito a su persona; o explique
del por qué de la presencia de la piñata colgada dentro de su vivienda; decidió guardar silencio; siendo así se
tiene que la presunción de inocencia se ha quebrado en este caso particular por el sinnúmero de pruebas y el
único indicio ya señalados líneas arriba que nos llevan a la convicción de la responsabilidad penal del acusado
Canchari melgar.
115
Medios Impugnatorios
La segunda interpretación respecto a este artículo tiene que ver con autores
argentinos que tienen una forma particular de analizarlo, así como algunos
autores peruanos que han adoptado esta interpretación para decir que no
se puede condenar al absuelto.
Bajo este razonamiento se señala que al no existir en nuestro NCPP una instancia
superior que revise esta condena del absuelto se afecta la pluralidad de instancias,
pues las legislaciones tributarias de este pacto exigen que toda persona condena-
da tiene el derecho que su condena sea revisada por una instancia superior.
En ese sentido señala Oré Guardia[39] que parte del contenido del artículo
425. 3, literal b, le niega al procesado la interposición de un recurso ordina-
rio que habilite la revisión de la que es en realidad, la primera condena, por
lo que esto resulta un procedimiento inconstitucional y, por ende, contrario
a la orientación acusatorio garantista del nuevo modelo.
Maier, además, señala que esta garantía procesal (...) debe conducir necesa-
riamente a la exigencia de que para ejecutar una pena contra una persona,
se necesite una doble conformidad judicial, si el condenado la requiere[40].
Esto trae como consecuencia que: primero, solo serían recurribles las sen-
tencias penales condenatorias; y, segundo, que tal derecho solo le corres-
ponda al condenado[41]. La concepción del recurso del imputado contra la
condena como una de las garantías procesales en su persecución penal,
según lo proponen las convenciones internacionales sobre derechos huma-
nos, es incompatible con la concesión al acusador de un recurso contra las
sentencias de los tribunales de juicio –sistema “bilateral” de recursos–, pre-
cisamente porque implica la renovación de la persecución penal fracasada,
[39] ORÉ GuaRDIa, arsenio. “Opinión para el VI Pleno Jurisdiccional de la Corte Suprema: La Condena del
absuelto” En: Materiales del VI pleno Jurisdiccional. p. 103.
[40] maIER, Julio B. Derecho procesal penal. Tomo I. Editores del Puerto, Buenos aires, 2003, p. 714.
[41] NEYRa FLORES, José antonio. Manual del nuevo proceso penal & litigación oral. Ob. cit., pp. 368 y 369.
116
El recurso de apelación: Problemas de aplicación derivados de la reforma procesal penal
Sin embargo, el recurso de apelación no posee los mismo límites del recurso
de casación, así relatando la experiencia española señala Doig Díaz[43] que el
Estado español (ante una demanda por sus sistema de recursos ante el Co-
mité de Derechos Humanos, órgano que da las líneas de interpretación del
PIDCyP), alegó que la casación como único recurso en los casos de delitos gra-
ves, constituía prácticamente una segunda instancia; sin embargo, el Comité
entendió de la información y los documentos presentados por el Estado Parte
que no quedaba desvirtuada la denuncia del autor de que su fallo condenato-
rio y la pena que le fue impuesta no fueran revisados íntegramente. El Comité
concluyó que la inexistencia de la posibilidad de que el fallo condenatorio y la
pena del autor fueran revisadas íntegramente, limitando dicha revisión a los
aspectos formales o legales de la sentencia, no cumplía con las garantías que
exige el párrafo 5, artículo 14, del Pacto. Por lo que la casación es inútil a estos
efectos, lo que se requiere es un recurso de apelación.
[42] JauCHEN, Eduardo. Derechos del imputado. Rubinzal-Culzoni Editores, Buenos aires, 2005, p. 451.
[43] DOIG DÍaZ, Yolanda. “El Sistema de Recursos en el Proceso Penal Peruano: Hacia la Generalización de la
Doble Instancia y la Instauración de la Casación”. Ob. cit., p. 195.
117
Medios Impugnatorios
Así Maier[44], señala desde una posición particular, que el principio ne bis in
ídem, correctamente interpretado debería conducir, por sí mismo, a impedir
que el Estado, una vez que ha decidido provocar un juicio contra una per-
sona ante sus propios tribunales de justicia; realice una nueva persecución
penal en pos de la condena o de una condena más grave, pues esto somete
al imputado a un nuevo riesgo de condena y eventualmente, a un nuevo
juicio, habiendo ya una decisión sobre este punto.
118
El recurso de apelación: Problemas de aplicación derivados de la reforma procesal penal
119
Medios Impugnatorios
3. Nuestra postura
[45] PROaÑO CuEVa, César augusto. “Doble instancia, reformatio in peius y otros conceptos mal entendidos: a
propósito de la condena del absuelto”. En: Materiales del VI pleno Jurisdiccional. p. 111.
120
El recurso de apelación: Problemas de aplicación derivados de la reforma procesal penal
Sin embargo, debemos de acotar que esto también debe de ser concorda-
do con el artículo 14.5 del PIDCyP (y no quedarse en el examen sesgado
que se hace) el cual debe de ser analizado sobre la base de criterios obje-
tivos. Así, cuando los doctrinarios euro continentales establecen el origen
de esta norma, no establecen un criterio que pueda ser usado legislativa o
jurisprudencialmente, pues es sabido que la interpretación histórica es una
interpretación que busca argumentar para fundamentar teorías o recabar
el sentido de alguna institución desde el campo teórico, mas no así para
aplicar normas, pues la interpretación histórica no sirve para esto, sino la
sistemática, la lógica y otras.
Esto desde un punto de vista formal puede ser correcto. Toda vez que hay
dos partes y ambas merecen los mismos derechos; sin embargo, el acusado
siempre tiene más derechos que otro sujeto procesal y no por eso se rompe
la igualdad. Es claro que la Sala que ha emitido esta resolución no conoce el
121
Medios Impugnatorios
Derecho Penal y Procesal Penal (es una sala social y constitucional integrada
por jueces civiles y previsionales), pues no puede decir libremente que el
Ministerio Público e imputado estén en igualdad de condiciones, sino que el
primero es una institución estatal que goza de derechos, recursos que nadie
más goza en el proceso penal, así este referido principio de igualdad no es
tal, pues no se puede tratar igual a los desiguales eso crea más desigualdad.
Otros abogan por su inconstitucionalidad, toda vez que señalan que exis-
te una afectación al artículo 14.5 del Pacto, lo cual como vimos no es ne-
cesariamente cierto; sin embargo, lo que no se puede negar es que el
Ministerio Público es un ente de persecución que tiene a su favor todo el
aparato estatal y por el principio de igualdad no debe de dársele las mismas
facultades que al imputado, pero esto es una análisis más allá del Pacto, de
política criminal.
[46] SÁNCHEZ CÓRDOVA, Juan Humberto. “El papel de la inmediación en la configuración del recurso de casa-
ción penal”. En: Gaceta penal y procesal penal. Tomo 2, agosto de 2009, p. 295 in fine.
[47] Según la exposición de motivos del Código de Procedimientos Penales, la Sala Penal de la Corte Suprema de
la República que conoce de un recurso de nulidad presentado contra la absolución del acusado, no podrá pro-
nunciar sentencia condenatoria debido a que carece de inmediación; así, para la doctrina que subyace al viejo
código “la condenación solo es posible alrededor y el influjo del acusado, mediante la defensa y disponiendo
de los demás elementos constructivos de los que se carece en la vista de la causa por la Corte Suprema”.
VELÁSQuEZ DELGaDO, Percy. “¿Condena en segunda instancia? a propósito del principio de inmediación”.
En: Actualidad Jurídica. Tomo 178, setiembre de 2008, p. 139 y ss.
122
El recurso de apelación: Problemas de aplicación derivados de la reforma procesal penal
Por ello, el recurso para las sentencias definitivas por excelencia debería ser
uno como el recurso de nulidad de Chile, recurso extraordinario que se inter-
pone por la parte agraviada por una sentencia definitiva, ante el tribunal que
la dictó, con el objeto que el superior jerárquico que sea competente, en con-
formidad a la ley invalide el juicio oral y la sentencia, o solamente esta última,
cuando en la tramitación del juicio o en el pronunciamiento de la sentencia se
hubieren infringido sustancialmente derechos o garantías asegurados por la
Constitución o por los tratados internacionales ratificados por el Estado que
se encuentran vigentes o cuando, en el pronunciamiento de la sentencia, se
hubiere hecho una errónea aplicación del derecho que hubiere influido en lo
dispositivo del fallo[48]. Solo de este modo se puede proteger la inmediación y
una correcta comprensión y debate en sede recursiva.
Es claro que los problemas acerca de este punto se deben a la mala regu-
lación de los recursos, así en un sistema de nulidades el absuelto no tiene
por qué ser condenado en un segunda instancia, como se ve en alguna ju-
risprudencia que causa afectación a la inmediación. Es por ello que la mejor
solución es, en caso de que el tribunal ad quem vea que no está arreglada a
derecho la absolución del imputado, disponer la nulidad del proceso como
se hacía en el anterior sistema[49].
[48] HORVITZ LENNON maría Inés y LÓPEZ maSLE Julián. Derecho procesal penal. Tomo II. Editorial jurídica de
Chile, Santiago de Chile, 2004, pp. 402 y 403.
[49] mixan mass, expresa que en el fondo de la prohibición de condenar al que fue absuelto anteriormente subyace
el temor de que la Corte Suprema incurra en un grave error de apreciación que ponga en peligro la inocencia
de muchos procesados, pues, los supremos no han visto ni han oído al procesado, no han visto las incidencias,
el cúmulo de impresiones habidas en el juicio oral; y condenando en forma fría, solo en mérito de los actuados,
a quien fue absuelto, podrían cometer en muchos casos verdaderas injusticias. mIXaN maSS, Florencio.
Juicio oral. marsol, Trujillo, 1994. pp. 561 y 562. (cit) VELÁSQuEZ DELGaDO, Percy. Op. cit., p. 141.
[50] Ibídem, p. 140.
123
Medios Impugnatorios
VIII. CONCLUSIONES
4. A la audiencia tiene que ir el procesado para que esta cumpla sus fines,
sin embargo, si esto puede afectar sus derechos su presencia no será
necesaria.
IX. BIBLIOGRAFÍA
124
El recurso de apelación: Problemas de aplicación derivados de la reforma procesal penal
• DEL VALLE RANDICH, Luis. Derecho Procesal Penal: parte general. Segun-
do tomo, Imprenta editorial Pérez Pacussich, Lima, (S.A.).
• DOIG DÍAZ, Yolanda. “El Sistema de recursos en el proceso penal perua-
no: hacia la generalización de la doble instancia y la instauración de la
casación”. En: Anuario de Derecho Penal: la reforma del proceso penal pe-
ruano. Lima, 2004.
• HORVITZ LENNON, María Inés y LÓPEZ MASLE, Julián. Derecho Procesal
Penal. Tomo II, Editorial Jurídica de Chile, Santiago de Chile, 2004.
• JAÉN VALLEJO, Manuel. “Los Principios de la Prueba en el Proceso Penal
Español”. En línea: <http://www.unifr.ch/ddp1/derechopenal/articulos/
html/artjae1.htm>.
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pugnación: los recursos, el recurso de reposición y el recurso de apela-
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• MAIER, Julio B. Derecho Procesal Penal. Tomo I, Editores del Puerto, Bue-
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por inasistencia de la parte recurrente a la audiencia de apelación de
auto”. En: Gaceta Penal y Procesal Penal. Tomo 9, marzo de 2010.
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• NEYRA FLORES, José Antonio. Manual del nuevo proceso penal & litiga-
ción oral. IDEMSA, Lima, 2010.
125
Medios Impugnatorios
126
4
I. INTRODUCCIÓN
[*] abogado por la universidad mayor de San marcos. Especialista en Derecho Procesal Penal (argentina).
magíster en Derecho Penal (Perú) y candidato a doctor en Derecho por la universidad autónoma del Estado
de méxico. Docente universitario en méxico, Perú y Chile. miembro del Centro de Investigación en Seguridad
Pública y Justicia Penal de la universidad autónoma del Estado de méxico.
129
Medios Impugnatorios
Al respecto, el numeral 1 del artículo 409 del CPP precisa que: “La impug-
nación confiere al Tribunal competencia solamente para resolver la materia
impugnada, así como para declarar la nulidad en caso de nulidades absolu-
tas o sustanciales no advertidas por el impugnante”.
Como se aprecia, la única facultad oficiosa del órgano revisor es advertir las
nulidades absolutas o sustanciales no señaladas por el impugnante, lo que
nos lleva a preguntar si esto es suficiente o si, por el contrario, no ha tomado
en cuenta lo regulado en otros sistemas normativos como el mexicano, que
ha extendido la competencia del órgano revisor a toda vulneración de de-
rechos fundamentales, aun si no ha sido advertida por el impugnante. Esto
es lo que en doctrina se conoce como la suplencia de la queja en materia de
impugnación.
En efecto, el numeral 6 del artículo 420 del CPP señala que: “En cualquier
momento de la audiencia, la Sala podrá formular preguntas al fiscal o a los
abogados de los demás sujetos procesales, o pedirles que profundicen su
argumentación o la refieran a algún aspecto específico de la cuestión de-
batida”.
130
La expresión de agravios en el recurso de apelación: La suplencia de queja y la ampliación de agravios
Dentro del marco jurídico constitucional que genera la figura de los medios
impugnatorios, nos centraremos en la apelación.
[1] Según Armenta Deu, la facultad de establecer los recursos como el legislador estime conveniente, fijando los
requisitos y presupuestos para su ejercicio, está limitada puesto que debe tener en cuenta las restricciones
impuestas por el principio de igualdad en el proceso, el que no puede quedar desvirtuado por un sistema de
recursos en el que prima, irrazonablemente, una parte sobre la otra. Cfr. aRmENTa DEu, Teresa. “El derecho
a los recursos: su configuración constitucional”. En: Revista General de Derecho. N°s 598-599, madrid, 1994,
p. 8108.
131
Medios Impugnatorios
Durante la Baja Edad Media se termina una práctica de la Alta Edad Media,
impidiéndose que el mismo juez examine el asunto impugnado.
La Constitución de Cádiz dio origen a las garantías procesales a favor del reo.
Una de ellas era la apelación, de cuya resolución se ocupaba la audiencia
territorial, sin importar que la sentencia hubiere sido apelada o no.
[2] Cfr. JERÍ CISNEROS, Julián Genaro. Teoría general de la impugnación penal y la problemática de la apelación
del auto de no ha lugar a la apertura de instrucción por el agraviado. Tesis para optar el grado de magíster en
Derecho, mención en Ciencias Penales por la universidad Nacional mayor de San marcos. Lima, 2002, p.77.
132
La expresión de agravios en el recurso de apelación: La suplencia de queja y la ampliación de agravios
Para Rafael Gallinal, por apelación –voz que proviene del latín apellatio–, se
entiende el llamamiento o reclamación, es un recurso ordinario que entabla
el que se cree perjudicado o agraviado por la resolución de un juez o tribu-
nal, para ante el superior, con el fin de que la revoque o reforme[3].
[3] Cfr. Citado por: JERÍ CISNEROS, Julián Genaro. Ob. cit., p. 77.
[4] Cfr. PaLaCIOS, Lino Enrique. Derecho procesal Civil. Tomo V. Buenos aires, 1974, p. 79.
[5] Cfr. FaLCÓN, Enrique. Código procesal Civil y Comercial de la Nación. Anotado, concordado y comentado.
Tomo II. Buenos aires, 1983, p. 373.
[6] Cfr. HINOSTROZa mÍNGuEZ, alberto. Medios Impugnatorios. Gaceta Jurídica. Lima, 1999, p. 105.
[7] Citado: TaWIL, Guido Santiago. Recurso ordinario de apelación ante la Corte Suprema de Justicia. Depalma,
Buenos aires, 1990, p. 40.
133
Medios Impugnatorios
Para Jerí la apelación aparece, en la mayoría de los sistemas, solo como una
revisión de la sentencia y no como la renovación de todo el juicio; además
que se admite por una sola vez (suprimiéndose la tercera instancia, susti-
tuida por la casación en la mayoría de los países), y se proclama el principio
dispositivo que lleva a la abolición de la regla de los comuni remedii, esta-
bleciéndose el principio de la personalidad de la apelación. Y la regla de
limitación de los poderes del tribunal a lo apelado por las partes (expresión
de agravio, escritos de sustentación de la apelación). Nuestro sistema y la
doctrina no precisan a cuál de estas posiciones se allana. Nos inclinamos
a favor de la primera y admitimos la posibilidad de permitir determinados
elementos probatorios o nuevas argumentaciones orales para sustentar el
planteamiento de las partes, pero relacionados con el objeto del recurso.
La segunda posición configura al órgano jurisdiccional superior como un
controlador de lo que ocurre en la tramitación de la causa cada vez que co-
nozca de un incidente promovido en ella, cuando la oportunidad procesal
se presenta al tomar conocimiento del proceso principal[10].
[8] Cfr. aLZamORa VaLDÉZ, mario. Derecho procesal Civil. 2ª edición. Lima, 1968, p. 271.
[9] Cfr. DEL VaLLE RaNDICH, Luís. Derecho procesal penal. Tomo II. Editorial Pérez Pacussich, Lima, 1969, p. 177.
[10] Cfr. JERÍ CISNEROS, Julián. Ob. cit., pp. 84 y 85.
134
La expresión de agravios en el recurso de apelación: La suplencia de queja y la ampliación de agravios
135
Medios Impugnatorios
terminada con la sentencia del primer juez, sino que, a instancia de la parte
condenada, debe recorrer un segundo estadío y sufrir un nuevo examen, y
una nueva decisión del juez de apelación, jerárquicamente, superior al pri-
mero[12].
136
La expresión de agravios en el recurso de apelación: La suplencia de queja y la ampliación de agravios
pronunciamiento dictado, y que esta haya de ser instada por la parte perju-
dicada y no de oficio.
[16] Al respecto, Calderón afirma que: “Si el fundamento de los medios de impugnación en sentido estricto, además
unánimemente aceptado, no es otro que la posibilidad de errores en la aplicación de las normas procesales y
materiales y en los juicios de hecho que el juzgador debe realizar, la sobrecarga de trabajo de un determinado
órgano jurisdiccional si bien justificarla una limitación en el número de recursos posibles, no puede, creemos,
convertirse en criterio rector de la configuración de un concreto régimen de impugnación”. Cfr. CALDERÓN
CuaDRaDO, maría Pía. “La doctrina constitucional sobre el derecho al recurso en el proceso penal, el doble
grado de jurisdicción y la instancia única. en relación al sistema de impugnación de la ley orgánica 7/1998”. En:
Revista General de Derecho. madrid, 1997, p. 3872.
[17] Cfr. JERÍ CISNEROS, Julián. Ob. cit., pp. 89 y 90.
137
Medios Impugnatorios
138
La expresión de agravios en el recurso de apelación: La suplencia de queja y la ampliación de agravios
[18] Tenemos a Jaime Guasp, Garberí Llobregat, Álvarez abundancia y González Poveda. al respecto, consúltese:
OROmI VaLL-LLOVERa, Susanna. partes, intervinientes y terceros en el recurso de apelación civil. Tesis
doctoral, universitat de Girona, 1999, p. 39.
139
Medios Impugnatorios
[19] Cfr. mONROY GÁLVEZ, Juan. “Los medios impugnativos en el Código Procesal Civil”. En: Ius et Veritas.
Año III, Nº 05. Lima, 1992, p. 25.
140
La expresión de agravios en el recurso de apelación: La suplencia de queja y la ampliación de agravios
141
Medios Impugnatorios
Según el artículo 416 del Código Procesal Penal, el recurso de apelación pro-
cederá contra:
a) Las sentencias;
b) Los autos de sobreseimiento y los que resuelvan cuestiones previas,
cuestiones prejudiciales y excepciones, o que declaren extinguida la
acción penal o pongan fin al procedimiento o la instancia;
c) Los autos que revoquen la condena condicional, la reserva del fallo con-
denatorio o la conversión de la pena;
d) Los autos que se pronuncien sobre la constitución de las partes y sobre
aplicación de medidas coercitivas o de cesación de la prisión preventiva;
e) Los autos expresamente declarados apelables o que causen gravamen
irreparable.
De este modo, contra las decisiones emitidas por el juez de la investigación
preparatoria, así como contra las expedidas por el juzgado penal –uniperso-
nal o colegiado–, conoce el recurso la Sala Penal Superior. Contra las senten-
cias emitidas por el juzgado de paz letrado, conoce del recurso el juzgado
penal unipersonal.
142
La expresión de agravios en el recurso de apelación: La suplencia de queja y la ampliación de agravios
Por otro lado, el artículo 420 regula el trámite de la apelación de autos, me-
diante el cual, recibidos los autos –salvo los casos expresamente previstos
en el Código Procesal Penal–, la Sala trasladará el escrito que fundamenta el
recurso al Ministerio Público y a los demás sujetos procesales por el plazo
de cinco días.
143
Medios Impugnatorios
Finalmente, los artículos 421 al 425 del Código regulan el trámite de la ape-
lación de sentencias, el cual consiste en que, recibidos los autos, la Sala co-
rrerá traslado del escrito de fundamentación del recurso de apelación por el
plazo de cinco días.
También serán citados aquellos testigos –incluidos los agraviados– que han
declarado en primera instancia, siempre que la Sala, por exigencias de inme-
diación y contradicción, considere indispensable su concurrencia para sus-
tentar el juicio de hecho de la sentencia, a menos que las partes no hayan
insistido en su presencia, en cuyo caso se estará a lo que aparece trascrito
en el acta del juicio.
144
La expresión de agravios en el recurso de apelación: La suplencia de queja y la ampliación de agravios
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Medios Impugnatorios
146
La expresión de agravios en el recurso de apelación: La suplencia de queja y la ampliación de agravios
Por otro lado, una constelación de casos que puede alegarse como agra-
viantes, es aquella que gira en torno al error. En efecto, uno de los motivos
que causan agravio y que impulsan a interponer un recurso ocurre cuando
el demandante considera que una resolución judicial no se ajustó a Dere-
cho, y que ello agravia su posición en el proceso al pretender o contrapre-
tender. Es decir, el motivo que hace procedente el recurso en este caso es
el presunto error en que, a juicio de la parte, ha incurrido el juez, un error
judicial a corregir.
[21] Cfr. COLOmBO CamPBELL, Juan. Los actos procesales. Tomo I. Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 1997,
p. 261.
147
Medios Impugnatorios
[22] En efecto, no podría reconocerse una debida fundamentación a un pronunciamiento judicial que utilice térmi-
nos o palabras que puedan entenderse de varios modos o admitir distintas interpretaciones y dar, por consi-
guiente, motivo a dudas, incertidumbre o confusión. En el pronunciamiento aparente se produce una utilización
del discurso que vela, o no define claramente, el camino a la conclusión, con sustento en enunciados impreci-
sos o indeterminados.
148
La expresión de agravios en el recurso de apelación: La suplencia de queja y la ampliación de agravios
Por otro lado, el segundo tipo de agravios es aquel que gira en torno a la
presencia de un vicio, que de acuerdo con el impugnante es insubsanable,
incorregible e inconvalidable, que denota la anulación del acto procesal vi-
ciado, así como sus conexos.
Así las cosas, los conceptos de violación o agravios deben referirse en primer
lugar a la pretensión, esto es, qué se reclama; y, en segundo lugar, a la causa
petendi o causa de pedir, referida al porqué de la pretensión, incluyendo los
fundamentos o razones y los hechos de la demanda, así como las pruebas
(que son la base de lo debatido). La conexión o relación de estas últimas
solo debe darse con los hechos, que son determinantes y relevantes para
fines de la pretensión, pues es el único extremo que amerita ser probado
para el éxito de la acción deducida.
149
Medios Impugnatorios
Por otro lado, se aprecia que hay impugnantes que al presentar su recurso
no lo fundamentan, sino que, por el contrario, invocan la existencia de un
agravio genérico, sin expresar los motivos del agravio y las peticiones con-
cretas que se formulan. En ese sentido, el tribunal revisor no conoce con
certeza en qué medida las partes agraviadas deseaban la reforma de la reso-
lución judicial recurrida.
Ramiro Podeti precisa al respecto que, cuando menos, debe exigirse a quien
intenta la revisión de un fallo –mejor, resolución judicial– que exprese las ra-
zones por las cuales esa decisión judicial no lo conforma, poniendo de mani-
fiesto lo que considera errores de hecho o de Derecho, omisiones, defectos,
vicios o excesos. Procediendo así, cumple con los deberes de colaboración
y de respeto a la justicia y al adversario, facilitando al tribunal de alzada el
examen de la sentencia sometida a recurso, al adversario su contestación y
limita el ámbito de su reclamo[23].
En ese sentido, la fundamentación del recurso no es un problema de su
extensión o brevedad, sino de precisión y claridad, lo que demanda un
estudio acucioso de la resolución judicial a recurrir. La falta de esta di-
ligencia por parte del recurrente puede originar la desestimación del
recurso por la inoperatividad de los agravios, tema que será analizado
más adelante.
No es suficiente hacer alegaciones generales o reproducir las del órgano
jurisdiccional que emitió la resolución a impugnar, porque esta tiene que
analizarse y revisarse en concreto.
Resultan inoperantes los agravios cuando no se aduce algo en relación con
los fundamentos de la sentencia recurrida, ni se pone de manifiesto el por
qué, en concepto del inconforme, es indebida la valoración de las pruebas
que hizo el a quo.
[23] Citado por: PIEDRaBuENa RICHaRD, Guillermo. el recurso de apelación y la consulta. Editorial Jurídica de
Chile, Santiago, 1999. p. 73.
150
La expresión de agravios en el recurso de apelación: La suplencia de queja y la ampliación de agravios
- Que sean fundados, esto es, que demuestren que efectivamente se co-
metió la violación de la norma.
151
Medios Impugnatorios
3. Suplencia de la queja
Suplir implica en este caso integrar lo que falta, o subsanar una imperfec-
ción, completar lo parcial o incompleto, y únicamente opera sobre concep-
tos de violación o agravios en el caso que estos sean materia de estudio ante
la inexistencia de una causa de improcedencia, por lo que la suplencia solo
opera una vez que es procedente el juicio o recurso, pero no significa actuar
al margen de la ley declarando procedente lo improcedente. Ahora bien, la
152
La expresión de agravios en el recurso de apelación: La suplencia de queja y la ampliación de agravios
Si se toma en cuenta el literal “c” del artículo 405.1 del Código Procesal Penal,
para que el recurso de apelación interpuesto sea admitido, deberá precisar
las partes de la decisión a las que se refiere la impugnación, así como ex-
presar los fundamentos –con indicación específica de los fundamentos de
hecho y de Derecho– que lo apoyan, concluyendo en la formulación de una
pretensión concreta.
153
Medios Impugnatorios
La necesidad de normas que regulen los problemas surgidos por una apli-
cación incorrecta del Derecho Penal, realizada por quienes se encargan de
esta función o por el propio Estado, fundamentan el surgimiento de los
medios de impugnación previstos en la ley procesal penal, los que podrán
corregir el curso del proceso penal, protegiendo a los que intervienen en
él, logrando así el fin último del Derecho y de sus principios rectores, tales
como la legalidad, obligatoriedad, inmediación, concentración, identidad
del juez, publicidad, entre otros.
154
La expresión de agravios en el recurso de apelación: La suplencia de queja y la ampliación de agravios
Los recursos son instrumentos que las partes tienen para defenderse de au-
tos o resoluciones lesivas de leyes fundamentales o secundarias que causan
agravio a las partes en juicio, siendo además un derecho constitucional de
todo ciudadano, a fin de salvaguardar el debido proceso y otros derechos
para lograr una exacta aplicación de la ley al caso concreto.
Este dispositivo concuerda con el artículo 405.1 del mismo Código, pues
solo se puede tramitar una apelación cuando contenga una expresión de
agravios. Sin embargo, así como es factible que de oficio el órgano revisor
profundice su examen de la resolución impugnada, lo mismo debería ocu-
rrir en el caso que el recurrente, en la audiencia, desee ampliar sus agravios,
máxime si se está invocando la función tuitiva de los derechos constitucio-
nales –como la tutela judicial efectiva–, los que también fundamentan la
suplencia de la queja.
IV. BIBLIOGRAFÍA
155
Medios Impugnatorios
156
La casación excepcional
Víctor YAIPEN ZAPATA[∗]
I. INTRODUCCIÓN
Para que la Corte Suprema conozca una decisión judicial en casación, debido
a la naturaleza extraordinaria de este recurso, previamente deben cumplirse
determinados presupuestos objetivos, subjetivos y formales, sin importar
la modalidad de casación que nuestra legislación prevé: ordinaria o excep-
cional. En la corta vigencia temporal y amplia vigencia espacial que tiene
[*] Docente de la academia de la magistratura y Fiscal Titular de Lima adscrito a la Segunda Fiscalía Suprema
Penal.
159
Medios Impugnatorios
[1] CaLamaNDREI, Piero. La casación penal. Vol. 2. Oxford university Press, méxico, 2000, p. 325. asimismo,
aLSINa, Hugo. Tratado teórico - práctico de Derecho procesal Civil y Comercial. T. IV, Ediar, Buenos aires,
1961, p. 318.
[2] VECINa CIFuENTES, Javier. La casación penal. Tecnos, madrid, 2003, p. 41.
160
La casación excepcional
Sin embargo, la casación con los caracteres que hoy presenta en los distin-
tos países que la regulan es un instituto complejo que resulta de la com-
binación o fusión de dos elementos recíprocamente complementarios, uno
de los cuales pertenece al ordenamiento judicial: el Tribunal de casación;
161
Medios Impugnatorios
162
La casación excepcional
163
Medios Impugnatorios
Para conocer los orígenes de la revisión alemana, según informa Nieva Fe-
noll, hay que remontarse al proceso prusiano de finales del siglo XVIII. En
esta coyuntura, las ideas ilustradas también penetraron en los Estados ale-
manes y, por lo tanto, el paradigma de la ley perfecta, igualmente, se intro-
dujo en algunos de estos Estados. El primero de esos Estados fue precisa-
mente Prusia, que si bien en 1793 concibió un sistema de recursos anclado
aún en el derecho común –con querella nullitatis incluida–, exigía que para
interponer este último recurso debía alegarse la violación de ley clara: esta
regulación fue el primer antecedente de la revisión germánica[12].
El citado autor señala también que años más tarde, hacia 1832, en plena
época prelegislativa, la práctica, ante la sobrecarga de trabajo del Tribunal
Superior, propuso que este limitara su cognición a las cuestiones de Dere-
cho. Así nació, en esta zona europea, la división entre hecho y Derecho, re-
ferida a la cognición de un alto tribunal. Fruto de todo ese debate prelegis-
lativo, surgió en Prusia, en el ámbito civil, el Reglamento sobre el recurso de
revisión y la nichtigkeitsbeschwerde o kassation (casación), de 14 diciembre
de 1833. El primero como un recurso de instancia superior de hecho y Dere-
cho, mientras que el segundo estaba limitado al Derecho. Este reglamento
es precisamente el origen de todo el sistema de recursos alemán. Mientras
tanto, el proceso penal quedó en un segundo plano hasta el año 1844, cuan-
do Savigny propuso la introducción en el ámbito penal de un sistema de
recursos, similar al dispuesto para el proceso civil en 1833. La propuesta
se materializó en la Ley de 17 de julio de 1846 y utilizó, por primera vez,
la denominación de revisión para un recurso similar a la casación francesa
–se rechazó la expresión nichtigkeitsbeschwerde o kassation, utilizadas en el
ámbito civil–; esta revisión tenía excluida de su cognición el análisis de la
prueba practicada por el juez a quo. Finalmente, el Código Procesal Penal
164
La casación excepcional
165
Medios Impugnatorios
Expuesto así, puede concluirse, además, que la casación persigue una fina-
lidad extrajurisdiccional, una finalidad pública que es el resguardo de la ley,
controlar que los jueces resuelvan conforme a ley, lo que conlleva necesaria-
mente a uniformar la jurisprudencia. Señala López Barja de Quiroga que la
función de conseguir una aplicación uniforme de la ley constituye la esencia
y misión primordial de la casación. Se trata, a nuestro juicio, –continúa el
autor–, de una finalidad eminentemente pública, dirigida a la obtención de
la seguridad jurídica mediante la certeza de la aplicación uniforme del De-
recho . Debe resaltarse y reiterarse –anota Nieva Fenoll– que la finalidad
principal es la protección del ordenamiento jurídico, para lo cual se vale de
la jurisprudencia; en otras palabras, la jurisprudencia es el medio a través del
cual se garantiza la protección de la norma .
166
La casación excepcional
[21] Cfr. GuaSP, Jaime. Derecho procesal Civil. Tomo II, Instituto de Estudios Políticos, madrid, 1968, p. 802.
[22] El carácter extraordinario de este recurso se constata al revisar su regulación, pues concurren las dos ca-
racterísticas que, doctrinalmente, se atribuyen a los recursos extraordinarios, tales como: a) Los motivos de
interposición están legalmente tasados, y b) el ámbito de conocimiento de la Corte Suprema es limitado (Vide,
GImENO SENDRa, Vicente/CONDE-PumPIDO TOuRÓN, Candido/GaRBERÍ LLOBREGaT, José. Los pro-
cesos penales. Vol. VII, Bosch, Barcelona, 2000, p. 197).
[23] aLSINa, Hugo. Ob. cit., p. 318.
167
Medios Impugnatorios
1. La finalidad nomofiláctica
Uno de los elementos que más peso tuvo en la configuración originaria del
recurso de casación por la Asamblea Constituyente francesa en 1790, fue la
constante rebelión de los Parlaments a la hora de aplicar las leyes dictadas
por el soberano, haciendo de ellas una interpretación libre. Ello unido a la
creencia –bajo el imperio de los postulados positivistas de Rousseau y Mon-
tesquieu– de la absoluta plenitud de la ley, cuya interpretación era innece-
saria, condujo a sancionar –a través de la casación– cualquier contravención
expresa al texto de la ley que pudieran cometer los órganos judiciales al
aplicar las leyes. De esta manera, se atribuye el fundamento político del re-
curso de casación, de preservar la autoridad del legislador y la jerarquía del
emperador, impidiendo la rebelión del juez.
168
La casación excepcional
Este fin busca proteger el ius constitutionis , pues exige que la ley deba
cumplirse por todos, y si quien debe cuidar que se cumpla no lo hace, en-
tonces existe un mecanismo para custodiar al custodio .
[26] Cfr. CaRRIÓN LuGO, Jorge. el recurso de casación en el perú. Vol. I, Grijley, Lima, 2003, p. 65.
[27] Es decir, el cuidado en la aplicación de la norma interesa más a la sociedad que a los litigantes en concreto.
[28] La casación es una pretensión nomofiláctica, mediante la cual un órgano especial (Tribunal de Casación)
aprovechándose de la iniciativa privada, vigila y fiscaliza la observancia de las leyes por parte de los tribuna-
les, a efectos de que prevalezca la ley. La casación, en virtud de este fin, busca la adecuada aplicación de la
ley en los fallos judiciales y con ello garantizar la seguridad jurídica, entendiéndola como la estabilidad de las
instituciones y la vigencia auténtica de la ley, con respecto a derechos proclamados y su amparo eficaz ante
desconocimientos o transgresiones, por medio de la acción restablecedor de la justicia.
169
Medios Impugnatorios
Monroy Gálvez considera que otro fin del recurso de casación es lograr la
uniformización de la jurisprudencia nacional. La casación pretende que
las decisiones judiciales, al organizarse alrededor de las pautas que el Tri-
bunal de Casación proporciona, encuentren organicidad y unicidad, lo que
a su vez debe producir varios efectos secundarios. Así, la uniformidad de
la jurisprudencia permitirá que no se inicien procesos que, de antemano,
se advierte no tendrán acogida en los órganos jurisdiccionales; incluso, si
mientras se sigue un proceso se expide una decisión casatoria en otro con
elementos idénticos, se podrá alegar a favor en este –y con considerable
contundencia– el criterio del Tribunal de Casación .
[29] GuZmÁN FLuJa, Vicente. el recurso de casación civil. Tirant lo Blanch, Valencia, 1996, pp. 25 y 26.
[30] Cfr. maRCHESE QuINTaNa, Bruno. “La casación civil”. En: La formación del proceso civil peruano. Palestra,
Lima, 2004, p. 60.
[31] Cfr. mONROY GÁLVEZ, Juan. “Los medios impugnatorios en el Código Procesal Civil”. En: Revista Ius et
veritas. Nº 5, Lima, 1993, p. 21.
170
La casación excepcional
3. La finalidad dikelógica
Esta finalidad atiende a la defensa del ius litigatoris, pues se orienta a salva-
guardar el interés de la parte procesal, que busca la justicia evitando resolu-
ciones absurdas y arbitrarias, y en esta tarea coadyuva, además, a la interdic-
ción de la arbitrariedad .
171
Medios Impugnatorios
[36] Cfr. mONROY GÁLVEZ, Juan. “apuntes para un estudio sobre el recurso de casación en el proceso civil
peruano”. Ob. cit., p. 27.
[37] VECINa CIFuENTES, Javier. Ob. cit., p. 41.
[38] En la doctrina se ha postulado que la función uniformadora de la jurisprudencia se ha redefinido, y ahora la ca-
sación es apta para defender los derechos a la igualdad ante la ley y a la seguridad jurídica. En consecuencia,
de la defensa del ius litigatoris (Vide, LÓPEZ SÁNCHEZ, Javier. el interés casacional. Ob. cit., p. 37).
[39] GuZmÁN FLuJa, Vicente. Ob. cit., p. 53.
172
La casación excepcional
Cuando se invoque el numeral 4 del artículo 427 del CPP, sin perjuicio de
señalarse y justificarse la causal que corresponda, de conformidad con el ar-
tículo 429 del CPP, el recurrente deberá consignar adicional y puntualmente
las razones que justifiquen el desarrollo de la doctrina jurisprudencial que
pretende. En este supuesto la Sala Superior constatará la existencia de fun-
damentación específica exigida en estos casos.
Una vez admitido el recurso de casación por la Sala Penal Superior, esta ele-
vará el expediente a la Sala Penal de la Corte Suprema, la cual correrá trasla-
do del recurso a las demás partes por el plazo de diez días. Acto seguido, y
sin trámite alguno –tal como lo prevé el numeral 6 del artículo 430 del CPP–,
la Sala Penal de la Corte Suprema, atendiendo a los supuestos previstos en
el artículo 428 del CPP, decidirá si el recurso está bien concedido y si procede
conocer el fondo. El auto de calificación del recurso de casación se expedirá
en el plazo de veinte días, y bastan tres votos para decidir si procede cono-
cer el fondo del asunto.
173
Medios Impugnatorios
El numeral 4 del artículo 427 del CPP prevé la modalidad excepcional del
recurso de casación en los siguientes términos: “Excepcionalmente, será
procedente el recurso de casación en casos distintos de los arriba men-
cionados, cuando la Sala Penal de la Corte Suprema, discrecionalmente,
lo considere necesario para el desarrollo de la doctrina jurisprudencial”.
Con esta normativa se introduce la llamada casación excepcional, que es
autónoma en su configuración como supuesto de procedencia indepen-
diente y que, además, no está condicionada ni a la summa poena ni a la
summa gravaminis.
174
La casación excepcional
[40] Auto de calificación de la Cas. N° 54-2009-La Libertad, de 4 de marzo de 2010, tercer considerando; auto de
calificación de la Cas. N° 60-2009-La Libertad, de 5 de marzo de 2010, tercer considerando; auto de califica-
ción de la Cas. N° 08-2010-La Libertad, de 19 de abril de 2010, tercer considerando.
[41] Conviene mencionar que en otros autos de calificación de casación, la Corte Suprema ha identificado el
llamado interés casacional con el cumplimiento de los motivos del recurso de casación; por ejemplo, en el
auto de calificación de la Cas. N° 38-2009-Huaura, de 4 de setiembre de 2009, en su cuarto considerando,
señaló: “Que para definir la presencia de un interés casacional fundado, es de rigor analizar los motivos del
recurso de casación, ante ello se advierte que la resolución de vista (…), a) no ha inobservado las garantías
constitucionales de carácter procesal y material (…); b) no ha efectuado una errónea interpretación de la ley
o falta de aplicación de la ley (…); c) no se observa ilogicidad en la motivación del auto de vista (…)”. En este
caso, motivos de casación se asimila a causales de interposición del recurso de casación, establecidos en
el artículo 429 del CPP. En otros pronunciamientos, a los denominados motivos del recurso de casación, se
les proporciona otro contenido, y además confunde interés casacional como un supuesto de procedencia que
depende, a su vez, de la verificación de otros supuestos previstos en el numeral 1 del artículo 427 del CPP, tal
como se aprecia en el auto de calificación de la Cas. N° 52-2008-Tacna, de 30 de enero de 2009, que expresa
lo siguiente: “Tercero: Que para definir la presencia de un interés casacional fundado, es de rigor analizar los
motivos del recurso de casación, ante ello se advierte que la resolución de vista de fojas ochenta y cuatro,
no se encuentra dentro de los supuestos descritos en el artículo cuatrocientos veintisiete del nuevo Código
Procesal Penal (…)”. Llama la atención que el órgano encargado de unificar criterios interpretativos no precise
el contenido o el significado a un mismo término; quizá resulte comprensible debido a lo novedoso de este
instituto procesal.
175
Medios Impugnatorios
al de las partes, por lo tanto, más allá del ius litigatoris, es el criterio o los
criterios de política legislativa que establece el legislador para acceder al
recurso de casación. Este criterio no debe ser confundido con motivo de la
casación –por ejemplo, infracción de la norma jurídica aplicable– ni con su
objeto –verbigracia, sentencia de segunda instancia– .
[42] BLaSCO GaSCÓ, Francisco De Paula. el interés casacional. aranzandi, Navarra, 2002, pp. 35 y 36.
[43] Similar criterio introdujo el artículo 477.3 de la Ley de Enjuiciamiento Civil española que, a criterio de Blasco
Gascó, podría permitir un ilimitado acceso la casación, lo que traería como consecuencia, contrariamente a
dicho interés, impedir la formación de esa doctrina jurisprudencial debido, precisamente, al número de asuntos
que acceden a la casación (Ibídem. 36).
[44] Ibídem, pp. 36 y 37.
176
La casación excepcional
177
Medios Impugnatorios
[49] Auto de calificación de la Cas. Nº 12-2010-Huaura, de 26 de abril de 2010, sexto y décimo tercer considerando.
[50] Auto de calificación de la Cas. Nº 52-2009-arequipa, de 20 de noviembre de 2009, cuarto considerando.
[51] En otros autos de calificación se han admitido casaciones excepcionales sin que el órgano supremo haya he-
cho mención expresa a la exigencia de fundamentación adicional. Vide, por ejemplo, el auto de calificación de
la Cas. Nº 30-2008-Huaura, de 22 de octubre de 2008; el auto de calificación de la Cas. Nº 28-2008-Huaura,
de 26 de setiembre de 2008.
[52] Cappelletti sostiene que una de las principales manifestaciones del principio dispositivo se verifica en el ámbito
de la impugnación. En este solamente las partes interesadas, o en algún caso los terceros también interesa-
dos, pueden impugnar una decisión; el poder de impugnación, agrega el autor italiano, no puede nunca ser
178
La casación excepcional
debe ser introducida por la parte que recurre; por ende, su fundamento
debe venir propuesto por aquella; y por el otro, contraviene la “voluntad
legislativa” contenida en la normativa que regula la casación excepcional en
orden al principio de configuración legal que rige el derecho al recurso.
Así, los fundamentos que exige la norma procesal en forma abstracta no
deben confundirse con el propio contenido propuesto por la parte en un
caso concreto, con lo que se cumple el requisito normativo, aspecto este
último que, en tanto se ha cumplido, queda dentro del ámbito del principio
iura novit curia.
ejercido de oficio por el juez, ni siquiera por un juez superior ni por el órgano supremo de determinado ordena-
miento jurídico. asimismo, continúa, el juez de la impugnación está vinculado normalmente a decidir dentro de
los límites de la impugnación misma: ne eat judex ultra petita partium. CaPPELLETTI, mauro. el proceso civil
en el Derecho Comparado. Traducción de Santiago Sentís melendo. aRa, Lima, 2006, pp. 44 y 45.
[53] El fundamento de la pretensión es la llamada alegación de hechos o los acaecimientos concretos de la vida en
que se apoya la pretensión para acotarla o particularizarla, es decir, para delimitar el trozo concreto de la rea-
lidad al que la pretensión se refiere y que permite al juez no a pronunciarse a favor de la petición, sino conocer
el ámbito particular de la vida que la pretensión trata de asignarle (YaIPEN ZaPaTa, Víctor. “La pretensión
procesal. Introducción al estudio de la pretensión y la acción penal”. En: Gaceta penal & procesal penal. Tomo
5, Gaceta Jurídica, Lima, noviembre de 2009, p. 221).
[54] Vide, auto de calificación de la Cas. Nº 12-2010-Huaura, de 26 de abril de 2010, sexto y décimo tercer consi-
derandos.
[55] En un anterior trabajo nos hemos referido a estas causales como finalidades de la casación. En el presente
trabajo corregimos dicha postura y asumimos la que ahora se expone (Vide, YaIPEN ZaPaTa, Víctor. “La
casación penal. Finalidades”. En: Jus Jurisprudencia. Nº 7, Grijley, Lima, julio de 2008, pp. 214-218).
179
Medios Impugnatorios
[56] El maestro español Gimeno Sendra resalta la función de cumplimiento de las garantías constitucionales en el
procedimiento y enjuiciamiento en la casación (GImENO SENDRa, Vicente. Los procesos penales. Vol. VII.
Ob. cit., p. 62).
[57] Cfr. GuZmÁN FLuJa, Vicente. Ob. cit., p. 55.
180
La casación excepcional
[58] Cfr. SERRERa CONTRERaS, Pedro Luis. “La protección ordinaria de los derechos fundamentales”. En:
Actualidad Jurídica Aranzadi. Nº 173, madrid, 1994, p. 4.
[59] CaLamaNDREI, Piero. La casación civil. Vol. 2, Ob. cit., pp. 33-35.
181
Medios Impugnatorios
Invocar esta causal exige que se señale la norma penal mal interpretada
o dejada de aplicar, así como cuál sería la correcta interpretación de
la norma o la aplicación que se pretende de ella. La causal solo tendrá
trascendencia casacional en tanto la errónea interpretación, la falta o
indebida aplicación, sean decisivas en el fallo.
[60] En este sentido se ha pronunciado la Corte Suprema de la República de Colombia en la Cas. Nº 31573, de
fecha 27 de julio de 2009.
[61] mORELLO, augusto. La casación. Un modelo intermedio eficiente. abeledo-Perrot, Buenos aires, 1993, p. 169.
[62] CaRRIÓN LuGO, Jorge. Ob. cit., p. 80.
182
La casación excepcional
[63] Auto de calificación de la Cas. Nº 6-2010-La Libertad, de 19 de abril de 2010, sétimo considerando.
183
Medios Impugnatorios
184
La casación excepcional
(…). Si se equivoca al respecto no sufre perjuicio por eso (…). Sería burlarse
de la justicia si un Tribunal Supremo tuviera que mantener una sentencia
evidentemente falsa solo porque la parte se ha equivocado en su concep-
ción jurídica” .
[67] WaCH, adolf. Conferencias sobre la Ordenanza procesal Civil Alemana. Ob. cit., p. 293. La presente obra es
una traducción del libro alemán original: Vorträgeüber die Reichs–Civilprocessordung, publicado por Bei adolf
marcus, Bonn, 1879.
[68] Auto de calificación de la Cas. Nº 01-2007-Huaura, de 17 de mayo de 2007, tercer considerando.
[69] Vide supra, apartado número 5 del presente.
185
Medios Impugnatorios
186
La casación excepcional
[74] Este tema se desarrolla ampliamente en el apartado siguiente, signado con el número VIII en este trabajo, al
que nos remitimos como sustento de nuestra posición.
[75] El Código Procesal Penal, asimismo, ha fijado en el numeral 5 del artículo 429, como causal para formular
recurso de casación, el apartamiento de la doctrina jurisprudencial establecida por la Corte Suprema y el
Tribunal Constitucional.
[76] CaRRIÓN LuGO, Jorge. el recurso de casación en el perú. Ob. cit., pp. 192 y 193.
187
Medios Impugnatorios
Por otro lado, San Martín Castro, siguiendo las doctrinas italiana y española,
sostiene que la Corte Suprema de la República, en su labor de interpreta-
ción y aplicación de la ley, tiene tres funciones en orden a la creación de la
doctrina jurisprudencial o legal: a) la depuración y control de la aplicación
del Derecho por los tribunales de instancia, asegurando el indispensable
sometimiento de sus decisiones a la ley; b) la unificación jurisprudencial,
garantizando la seguridad jurídica y la igualdad en la aplicación de la ley; y
c) la verificación de la correcta determinación de la premisa menor de la jus-
tificación de la decisión . Entender estas tres funciones del máximo órgano
jurisdiccional pasa primero por resaltar la función de la jurisprudencia en la
creación del Derecho, la que parte de la aplicación de la ley .
Alf Ross sostiene que esta función creadora, a la que llama “creación ex novo”,
se manifiesta como aplicación del Derecho en tres supuestos: a) cuando la
norma en cuestión haya obtenido en otra instancia una determinación ple-
na, de modo que solo se produce una reiteración del sentido precedente;
b) cuando la norma recién obtiene su determinación final en la propia de-
cisión judicial; y c) cuando la decisión judicial se sale del marco establecido
en el nivel superior . Tres aspectos deben destacarse de este planteamiento
esbozado por el extinto profesor alemán: primero, la existencia de un caso
concreto judicializado, del que se parte o constituye el insumo para la futura
jurisprudencia; segundo, una acción reflexiva obligada, por la interpretación
de la norma, que en muchos casos –no en todos– es apoyada por decisiones
judiciales anteriores; y tercero, como consecuencia lógica de la aplicación de
la norma, una nueva decisión judicial adoptada por determinadas razones.
[77] SaN maRTÍN CaSTRO, César Eugenio. precedentes vinculantes en materia penal. Reforma, Lima, 2008, p. 11.
[78] Para Pérez Luño la función de la jurisprudencia es dar uniformidad a la interpretación judicial de las normas
para preservar el principio de igualdad ante la ley y garantizar la seguridad jurídica (PÉREZ LuÑO, antonio-
Enrique. Teoría del Derecho. Una concepción de la experiencia jurídica. Tecnos, madrid, 2002, p. 208).
[79] ROSS, alf. Teorías de las fuentes del Derecho. Traducción de José Luis de Baena Simón, aurelio de Prada
García y Pablo López Pietsch. Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, madrid, 2007, p. 494.
188
La casación excepcional
[80] BOBBIO, Norberto. Teoría general del Derecho. Traducción de Jorge Guerrero R. Temis, Bogotá, 2005, p. 182.
[81] Taruffo sostiene, por un lado, que el precedente es un fenómeno extremadamente difundido, presente e importante
en los ordenamientos del civil law –como lo es en el ordenamiento peruano–; y, por el otro, que la doctrina del civil
law aún carece de una teoría general del precedente. agrega que dicha teoría no debe ser solo una versión adaptada
de la teoría (o de una teoría) del precedente del common law, sino que aquella, para que aspire a ser general y, por
lo tanto, a tener alguna utilidad heurística, debería partir de la premisa de que el precedente existe en ordenamientos
histórica y estructuralmente disímiles, y que este presenta características diferentes en los distintos ordenamientos
(TaRuFFO, michele. “Dimensiones del precedente judicial”. En: Jus Constitucional. Nº 1, Grijley, Lima, enero de 2008,
pp. 26-29). Lo expuesto por el ilustre profesor italiano no hace más que confirmar la falta de claridad de los efectos
del precedente, tema que no es unánime en la doctrina peruana y, más aún, se ha distorsionado en la jurisprudencia
del Tribunal Constitucional. Véase, por ejemplo, la STC Exp. N° 006-2006-PC/TC, de fecha 13 de febrero del 2007,
en el que el Tribunal, partiendo de una lógica rígida y estática del precedente, llega a la errónea conclusión de que
jerárquicamente está por encima del Poder Judicial.
189
Medios Impugnatorios
Si bien se puede afirmar que las sentencias plenarias y los acuerdos ple-
narios, al igual que las sentencias casatorias plenarias, no son jurispru-
dencia en sentido estricto, en tanto no son decisiones jurisdiccionales emi-
tidas en un caso concreto judicializado o que resuelvan un hecho social con
relevancia jurídica individualizado; sin embargo, conforme con la segunda
característica citada, sí están comprendidas en la doctrina jurisprudencial,
en tanto partiendo de aquellos casos o hechos (insumos) fijan principios o
[82] Para Castillo Alva, las sentencias plenarias son una forma cualificada de precedentes vinculantes que tratan
de armonizar e imprimir uniformidad a los criterios de los miembros de una sala o las diversas Salas Penales
de la Corte Suprema que tienen pareceres disímiles y/o contradictorios sobre un tema o asunto jurídico some-
tido a su competencia (CaSTILLO aLVa, José Luis. “Los precedentes vinculantes en materia penal expedidos
por la Corte Suprema de Justicia”. En: Comentarios a los precedentes vinculantes en materia penal de la Corte
Suprema. Castillo alva, José Luis (director). Grijley, Lima, 2008, p. 47).
[83] Los llamados acuerdos plenarios que regula el artículo 22 de la Ley Orgánica del Poder Judicial son una se-
lección de “sentencias precedentes”, a las que, por decisión del Pleno Jurisdiccional de la Salas Penales de la
Corte Suprema, se les otorga la fuerza de precedente vinculante. así operan tales plenos; por ejemplo, en el
primer acuerdo plenario (Nº 1-2005/ESV-22, de fecha 30 de setiembre de 2005) se acordó, en el numeral 10,
lo siguiente: “En consecuencia, constituyen precedente vinculante: 1) Recurso de Nulidad Nº 224-2005, tercer
fundamento jurídico; 2) Recurso de Nulidad Nº 1091-2004, cuarto fundamento jurídico; 3) Recurso de Nulidad
Nº 948-2005, tercer fundamento jurídico; 4) Recurso de Nulidad N° 1538-2005, cuarto fundamento jurídico”.
190
La casación excepcional
Sustentar una respuesta exige seguir la línea trazada por la doctrina y ju-
risprudencia constitucionales en el ámbito del derecho a la igualdad, en su
manifestación de la igualdad en la aplicación de la ley, y de la seguridad
jurídica, que sostiene que solo se permite un cambio de criterio –esto es,
cambiar la línea constante o doctrinal precedente–, en la resolución de un
nuevo caso, sustancialmente igual, por el mismo órgano, cuando se justifica
objetiva y razonablemente . Adaptando este planteamiento, coincidimos
con San Martín Castro , en el sentido que, en tanto algunas decisiones de
la Corte Suprema, atendiendo a la profundidad y calidad de su razonamien-
to, adopten una línea jurisprudencial definida, es decir, reitere y consolide
sistemáticamente su propio criterio interpretativo precedente , deberá ser
[84] Entre los muchos ejemplos, cabe citar la sentencia plenaria Nº 1-2005/DJ-301-a, del 30 de setiembre del
2005, adoptada en cumplimiento del artículo 301-A del Código de Procedimientos Penales, en la que se fijó
doctrina jurisprudencial, partiendo del análisis de la ejecutoria suprema del 17 de febrero de 2005, recaída en
el Exp. Nº 3932-2004, emitida por la Segunda Sala Penal Transitoria, y de la ejecutoria suprema del 11 de abril
de 2005, recaída en el Exp. Nº 102-2005, emitida por la Sala Penal Permanente, ambas son Salas de la Corte
Suprema de la República (antecedente 2). Del mismo modo, el acuerdo Plenario Nº 2-2006/CJ-116, del 13 de
octubre de 2006, adoptado de conformidad con lo dispuesto en el artículo 116 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial, tuvo como insumos las ejecutorias recaídas en los Exps. Nº 69-2005-ayacucho, del 11 de junio de
2005 y Nº 110-2005-Puno, del 28 de abril de 2006 (antecedente 3).
[85] Verbigracia, en el acuerdo Plenario Nº 5-2008/CJ-116, del 13 de noviembre de 2009, adoptado al amparo de lo
dispuesto en el artículo 116 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, se fijó doctrina jurisprudencial, partiendo del
estudio de las distintas resoluciones de los tribunales superiores relacionadas con la terminación anticipada
(antecedente 3).
[86] En un anterior trabajo expusimos las razones doctrinarias y jurisprudenciales del derecho a la igualdad en la
aplicación de la ley, cuyo contenido exige delimitar los siguientes conceptos: a) Identidad sustancial,
b) Identidad de órgano, c) alteridad y arbitrariedad, y c) Tertium comparationis (término de comparación). Vide,
YaIPEN ZaPaTa, Víctor. “La igualdad jurídica. aspectos de la igualdad en la aplicación de la ley”. En: Revista
Jurídica del perú. N° 102, Gaceta Jurídica, Lima, agosto de 2009, pp. 57-63.
[87] SaN maRTÍN CaSTRO, César. Ob. cit., p. 14.
[88] En similar sentido, en el ámbito constitucional, abad Yupanqui, siguiendo doctrina especializada, sostiene que
la jurisprudencia constitucional, a diferencia del precedente, no hace alusión a una norma con efecto vinculan-
te general, sino a una repetición de criterios normativos contenidos en sentencias que deben ser observados
por todos los jueces y tribunales. agrega, respecto al precedente, que mientras este se encuentre expresado
191
Medios Impugnatorios
en términos precisos como reglas puntuales y coincidan, o deban coincidir, con el núcleo de los argumentos
de la decisión, la vinculación de la doctrina jurisprudencial queda sujeta a la distinción entre el obiter y la ratio
decidenci (aBaD YuPaNQuI, Samuel. “El precedente en el Derecho Procesal Constitucional peruano”. En:
Jus Constitucional. N° 1, Grijley, Lima, enero de 2008, p. 47).
[89] Es pertinente anotar lo señalado por Rojas Amandi respecto a la fuerza jurídica de la sentencia precedente:
“La decisión de un tribunal que debe servir de precedente para resolver en el futuro casos similares, no tiene
la misma fuerza que la podría tener la disposición de una ley de un país de la familia de Derecho neorromá-
nica. aquella, solo tendrá fuerza legal cuando un tribunal, que en el futuro conozca de un caso similar quiera
reconocer su validez, aplicándola como fundamento de su decisión, pues de no hacerlo, la priva de validez
legal –overruled– (…) cuando se trabaja con un precedente el criterio de decisión general, hay que buscarlo
mediante una reflexión, que va de lo particular a lo general. Esto trae como consecuencia que los efectos
jurídicos de los precedentes con relación a otros casos, queden condicionados al reconocimiento expreso que
se haga de ellos para casos futuros” (ROJaS aRmaNDI, Víctor. Las fuentes del Derecho en el sistema jurídico
angloamericano. Porrúa, méxico, 2005, pp. 42 y 43).
[90] NINO, Carlos Santiago. Introducción al análisis del Derecho. astrea, Buenos aires, 1998, p. 151.
[91] CaSTILLO aLVa, José Luis. Ob. cit., p. 29.
[92] TaRuFFO, michele. Ob. cit., pp. 33 y 34.
192
La casación excepcional
la norma jurídica general (regla, principio, etc.) con base en la que se re-
suelve el caso; también nombra a la norma general contextualizada, es
decir, no solo la norma en sí, sino unida a los argumentos que la sustentan
y la descripción del caso al cual se aplica; y finalmente, designa a cualquier
elemento esencial de la argumentación (sea o no una norma jurídica ge-
neral o una norma jurídica general contextualizada) utilizado por el juez
para motivar su decisión sobre el caso. De estas tres acepciones, a juicio del
citado autor, la segunda goza de extendido uso .
[93] IGaRTua SaLaVERRÍa, Juan. “La fuerza vinculante del precedente judicial”. En: Jus Constitucional. Nº 1,
Grijley, Lima, enero de 2008, p. 103. El autor también se refiere a las acepciones de la palabra precedente
judicial, así refiere que, en primer lugar, puede entenderse como una sentencia proveniente de un órgano judi-
cial; en segundo lugar, puede utilizarse para denotar no una sentencia en su conjunto, sino una parte de esta,
en donde se expresa la decisión del caso concreto; y, en tercer lugar, se utiliza para designar no una sentencia
entera, sino una parte de esta, pero, a diferencia del uso anterior, aquella que contiene la ratio decidendi del
caso. Finalmente, agrega que esta última acepción es la prevalente.
[94] Taruffo anota que la determinación de la ratio decidendi depende, en gran medida, de la interpretación del pre-
cedente que realiza el juez del caso sucesivo, lo que introduce un irreducible elemento ulterior de variabilidad; el
objeto del precedente cambia dependiendo de la idea de ratio decidendi que se asuma, también implícitamente,
y varía con el cambio de significado que se le atribuye al concepto relativo (TARUFFO, Michele. Ob. cit., p. 34).
[95] Ibídem, p. 34.
[96] Cfr. ROJaS aRmaNDI, Víctor. Ob. cit., p. 45.
193
Medios Impugnatorios
Una buena praxis judicial exige que en las sentencias emitidas en las casa-
ciones excepcionales deba establecerse la doctrina jurisprudencial de ma-
nera expresa en la parte dispositiva del fallo, al margen de amparar o no las
causales invocadas por la parte procesal impugnante. Con ello, el Tribunal
de Casación además realizará una eficiente función pedagógica, al consig-
nar la ratio decidendi que justifica su fallo, y no remitirla a su parte conside-
rativa, cuya ubicación, muchas veces, puede dificultarse por la complejidad
[97] Se trata de la sentencia casatoria Nº 28-2008-Huaura, emitida el 19 de febrero de 2009. Véase sus funda-
mentos primero, tercero y cuarto. De este último, es posible deducir la poco clara doctrina jurisprudencial que
pretendió establecer la Corte Suprema con esta casación excepcional.
194
La casación excepcional
Situación distinta al ejemplo anterior, pero que grafica una aceptable prácti-
ca judicial, se aprecia en la sentencia casatoria N° 02-2008, la que en su parte
dispositiva estableció como doctrina jurisprudencial, de manera expresa, lo
siguiente: “(…) las diligencias preliminares, de veinte días naturales y el que
se concede al fiscal para fijar uno distinto según las características, comple-
jidad y circunstancias de los hechos objeto de investigación son diferentes y
no se hallan comprendidos en los ciento veinte días naturales más la prórro-
ga a la que alude la norma pertinente, que corresponden a la investigación
preparatoria propiamente dicha; conforme a los argumentos que se señalan
en la parte considerativa de la presente resolución” .
[98] Es parte del fallo de la sentencia casatoria Nº 02-2008-La Libertad, emitida el 3 de junio de 2008.
[99] San martín Castro sostiene que son dos las modalidades de ejecutorias vinculantes que reconoce nuestro
ordenamiento judicial. La primera es la que contempla el artículo 22 de la LOPJ y que introduce una suerte
de vinculación u obligatoriedad relativa, en cuya virtud los jueces pueden apartarse, a condición que motiven
adecuadamente la razón de su discrepancia y citen expresamente la ratio decidendi con la que no concuerdan.
La segunda es la que contemplan las demás normas (artículos 80.4 y 116 de la Ley Orgánica del Poder Judicial
y artículo 301-A, apartados 1 y 2, del C. de P. P.) que afirman una obligatoriedad absoluta, sin posibilidad de
inaplicación por los jueces de todas las instancias (SaN maRTÍN CaSTRO, César. Ob. cit., p. 15).
195
Medios Impugnatorios
parte, y el artículo 433.4 del CPP–. Esta postura, inclusive, no tiene reflejo en
la realidad, en el ámbito mismo de la Corte Suprema. En el Acuerdo Plenario
Nº 5-2008/CJ-116, del 13 de noviembre de 2009, pese a que fue adoptado
en mérito al artículo 116 de la LOPJ, sin embargo, se permite su aparta-
miento, de conformidad con lo regulado en el segundo párrafo del artículo
22 de la LOPJ ; más aún, una reciente sentencia emitida por el Juzgado de
Investigación Preparatoria de José Leonardo Ortiz, distrito judicial de Lam-
bayeque, se ha apartado de la doctrina legal establecida en el mencionado
acuerdo plenario .
196
La casación excepcional
fijar o proyectar las razones de las que se desprenda las reglas o los princi-
pios que solucionan el caso, las que, incluso, podrían, en el futuro, sustentar
el cambio de la doctrina jurisprudencial –overruling[105]–.
197
Medios Impugnatorios
[107] Hasta la culminación de este trabajo, a mediados de abril de 2011, aún no se emitía la sentencia casatoria.
[108] Conviene indicar que en el auto de calificación del recurso de Cas. N° 118-2010-Cusco, y en el auto de cali-
ficación del recurso de Cas. Nº 116-2010, ambos del 16 de diciembre de 2010, se ha admitido, en cada uno
de ellos, la casación excepcional para establecer el criterio hermenéutico de esta misma norma relacionada
con la ejecución de sentencia. aunque, conviene aclarar, que en estas no se hace mención al anterior criterio
establecido en la sentencia casatoria Nº 79-2009-Piura, del 17 de setiembre de 2010. Pese a esta omisión, es
manifiesto que, igualmente, en estas casaciones se buscará reiterar aquel criterio precedente.
198
6
El recurso de queja
I. INTRODUCCIÓN
[*] Juez Superior Titular. Presidente de la Tercera Sala Penal con Reos Libres de la Corte Superior de Justicia de
Lima. Profesor de Derecho Penal en la universidad Inca Garcilaso de la Vega.
201
Medios Impugnatorios
No está demás señalar que la queja como palabra de uso diario significa,
como señala la Real Academia de la Lengua Española, expresión de dolor,
pena o sentimiento, así como resentimiento y desazón.
a) Medios de impugnación
[1] HINOSTROZa mÍNGuEZ, alberto. Medios impugnatorios en el proceso civil: doctrina y jurisprudencia. Gaceta
Jurídica, Lima, 1999, p. 37.
202
El recurso de queja
i) La oposición
203
Medios Impugnatorios
ii) La tacha
• El absolutamente incapaz.
204
El recurso de queja
[3] Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de la República, R.N.N° 3424-2006-Lima, del 21 de febrero de
2008. En: Diálogo con la Jurisprudencia. Gaceta Jurídica. N° 126, Año 14, p. 252.
205
Medios Impugnatorios
iii) La nulidad
[4] LOuRIDO RICO, ana maría. La nulidad de actuaciones. Una perspectiva procesal. Comares, Granada, 2002,
p. 71. Cit. SÁNCHEZ CÓRDOVa, Juan Humberto. “La tutela de derechos en la investigación preparatoria”. En:
aa. VV. Investigación preparatoria y etapa intermedia. Gaceta Jurídica, Lima, 2010, p. 85.
206
El recurso de queja
207
Medios Impugnatorios
b) Recursos
Desde una perspectiva más formal, Lino refiere que se entiende por re-
cursos a aquellos actos procesales en cuya virtud la parte que se consi-
dera agraviada por una resolución judicial solicita, en el mismo proceso
y dentro de determinados plazos computados a partir de la notificación
de aquella, que el mismo órgano que la dictó, u otro superior en grado,
la reforme, modifique, amplíe o anule[6].
[5] HORVITZ LENNON, maría Inés y LÓPEZ maSLE, Julián. Derecho procesal penal. T. II. Editorial jurídica de
Chile, Santiago de Chile, 2004, p. 350.
[6] PaLaCIO, Lino Enrique. Los recursos en el proceso penal. abeledo-Perrot, Buenos aires, 1998, p. 11.
208
El recurso de queja
Este recurso se encuentra previsto tanto para los autos como para las
sentencias. Los autos susceptibles de ser recurridos son los autos de
sobreseimiento y los que resuelvan cuestiones previas, prejudiciales y
excepciones, o que declaren extinguida la acción penal o pongan fin al
procedimiento o la instancia; los autos que revoquen la condena con-
dicional, la reserva del fallo condenatorio o la conversión de la pena;
los autos que se pronuncien sobre la constitución de las partes y sobre
aplicación de medidas coercitivas o de cesación de la prisión preventiva
y los autos expresamente declarados apelables o que causen gravamen
irreparable.
209
Medios Impugnatorios
Como hemos visto existen diversos tipos de recursos, los cuales están pen-
sados en otras diversas situaciones, sin embargo, comparten ciertas carac-
terísticas que los unifican en el término recurso, en ese sentido, siguiendo a
Lino[7] podemos mencionarlas respectivamente:
2°) Los recursos tienen que ser necesariamente interpuestos por una
de las partes, pues como se sabe responden al principio dispositi-
vo. No está demás recordar que en los procesos inquisitivos los re-
cursos eran vistos como mecanismos de revisión de las resolucio-
nes emitidas por los órganos de menor jerarquía. Por ello, señala
Lino[8], no cabe considerar recursos a la actividad oficiosa del juez
exteriorizada a través de la invalidación de actos decisorios directa
o indirectamente portadores de una nulidad absoluta o de la recti-
ficación de ciertos defectos que pueden afectar a las resoluciones
judiciales.
4°) Hay un plazo para interponer los recursos, siendo este plazo indi-
vidual, esto se da como lógica consecuencia de la anterior carac-
terística. Ahora, es individual toda vez que los plazos si bien están
previstos en la ley y su respeto es en virtud de que es una norma de
Derecho Público, sin embargo, se debe de recordar que en muchas
210
El recurso de queja
En ese sentido, cumple con todas las características que hemos referido,
pues se dirige contra una resolución, que si bien no se pronuncia sobre el
fondo de algún asunto, es de todas formas una resolución, pues contempla
la decisión de un juez (en este caso, la admisibilidad de un recurso).
Para poder dar trámite a este se tiene que haber interpuesto por una de las
partes, pues no cabe una revisión de oficio por una queja (como sí podría ser
el caso de una nulidad absoluta). Se interpone, además, dentro del transcur-
so del proceso, antes que la resolución adquiera la calidad de cosa juzgada.
Este recurso se interpone en un plazo determinado.
211
Medios Impugnatorios
Por ello, Couture[10] señala que “no puede quedar al arbitrio del juez que dic-
tó la sentencia, el otorgamiento o la denegación del recurso. Si el andamien-
to de la apelación quedara subordinado a la voluntad del juez apelado, lo
probable es que el instituto quedara desnaturalizado. Por un lado, el amor
propio excesivo conduciría a la conclusión de considerar justa la sentencia
y no someterse a la autoridad de un mayor juez. Por otro, en un plano mo-
ral superior, existe la posibilidad de que el juez, sin amor propio excesivo
pero con sincero convencimiento, crea que es beneficioso para la causa de
la justicia no suspender los efectos de su fallo y niegue el recurso por sincera
convicción de hacer el bien”.
[10] COuTuRE, Eduardo. Fundamentos del Derecho procesal Civil. Ediciones Depalma (3ª ed., 11ª reimp.),
Buenos aires, 1981, p. 353.
[11] HINOSTROZa mÍNGuEZ, alberto. Ob. cit., pp. 258-260.
[12] COuTuRE, Eduardo. Ob. cit., p. 354.
212
El recurso de queja
3. Efectos
En el tema de los recursos siempre se tiene en cuenta cuál es el efecto que es-
tos ocasionan y cuál es la consecuencia que se deriva para la situación jurídica
de cada uno de los sujetos procesales y sus pretensiones.
El efecto devolutivo incide en que los recursos deben ser revisados por el
órgano superior en grado. Se expresa que un recurso tiene efecto devoluti-
vo cuando el contralor de lo resuelto corresponde a un tribunal de alzada[15].
213
Medios Impugnatorios
Señala Vásquez Rossi[17] que este efecto se trata de una excepción a la regla
de la personalidad de los recursos, por lo cual debe ser expresa y taxativa. En
el campo penal se establece el beneficio del imputado en función de la no
disponibilidad del contenido sustancial del proceso.
[17] Ídem.
214
El recurso de queja
Como vimos líneas arriba, existen varios recursos en sede penal: reposi-
ción, apelación, casación y queja. Este recurso de queja fiscal es similar al
recurso de apelación, toda vez que el fiscal superior al momento de revi-
sar el archivamiento que hace del caso el fiscal provincial analiza tanto las
formas procesales como la cuestión de fondo (si hay indicios de la comi-
sión del delito), de ahí que al tener una extensión grande y no ser limitada
en cuanto a su admisibilidad se parece a un recurso ordinario, siendo así,
como hemos señalado, similar al recurso de apelación.
2. Queja funcional
215
Medios Impugnatorios
Lo cierto es que esta queja de hecho es una acción que se presenta ante el
órgano de control, es decir, representa la vía judicial para conocer los indi-
cios de irregularidades de conducta funcional de magistrados y auxiliares
jurisdiccionales, en otras palabras, es un procedimiento para denunciar la
inconducta funcional del magistrado.
Como vemos, estamos ante una acción que apertura un procedimiento para
determinar la responsabilidad de un magistrado y no ante un recurso. El
problema se da al momento de determinar el nombre, pues ambos tienen
el rótulo de “queja”.
Sin embargo, son totalmente distintos desde que uno es un recurso y el otro
no. Es por eso que señala San Martín que se agrega el vocablo “derecho”, no
es sino un intento de diferenciar esta queja, en cuanto recurso devolutivo,
con la queja de hecho, que es una denuncia de carácter disciplinaria que se
formula contra los magistrados que no cumplen sus funciones y que, en el
desempeño de un procedimiento concreto, han afectado ilegal o indebida-
mente los derechos de las partes[18].
[18] SaN maRTÍN CaSTRO, César. Derecho procesal penal. Vol. II. Grijley, Lima, 2005, p. 1055.
216
El recurso de queja
2. Queja ordinaria
217
Medios Impugnatorios
Como señala Yaipen Zapata[23], estamos ante un recurso que es un acto pro-
cesal interpuesto por el sujeto procesal que se estima agraviado por una
resolución judicial, orientada a anularlo o reformarlo jurisdiccionalmente,
por el mismo juez u otro superior. Dentro de esta concepción sostiene que
la queja ordinaria, en tanto busca la admisibilidad de otro recurso, cuestio-
nando la decisión judicial denegatoria y recurriendo a un juez superior para
que revise, reforme y admita el recurso formulado, estaremos ante una que-
ja de recurso.
a) Queja de apelación
i) Admisibilidad y procedibilidad
[19] Señala Lino que un recurso es admisible cuando posibilita el examen de los agravios invocados por el re-
currente y, por consiguiente, la emisión de un pronunciamiento acerca del fondo o mérito de las cuestiones
sobre que aquellos versan; y que es, en cambio, fundado cuando, en virtud de su contenido sustancial, resulta
apropiado para la obtención de una resolución que, por vía de reforma, modificación, ampliación o anulación,
sustituya a la impugnada. PaLaCIO, Lino Enrique. Ob. cit., p. 14.
[20] Señala Lino que la admisibilidad es objeto de un doble examen, originariamente efectuado por el órgano que
dictó la resolución recurrida y posteriormente revisado por el órgano superior, al cual incumbe con carácter
privativo el examen de fundabilidad. Ibídem, p. 20.
[21] HINOSTROZa mÍNGuEZ, alberto. Ob. cit., p. 258.
[22] Ibídem, p. 269.
[23] YaIPEN ZaPaTa, Víctor. “El recurso de queja en el Código de Procedimientos Penales. La necesidad de
reformar la queja excepcional”. En: Actualidad Jurídica, T. 157, diciembre de 2006, p. 120.
218
El recurso de queja
ii) Fundabilidad
b) Queja de nulidad
i) Admisibilidad y procedibilidad
219
Medios Impugnatorios
Entonces, la resolución que fue denegada tiene que ser una de las
referidas, sino no se podrá tramitar este recurso de queja.
ii) Fundabilidad
[24] CRuZ VEGaS, Guillermo alexander. “El recurso de queja en el proceso penal. a propósito del artículo 26 inci-
so 2 del Código Procesal Penal de 2004”. En: Diálogo con la Jurisprudencia, Nº 138, Año 15, marzo de 2010,
p. 236.
220
El recurso de queja
3. Queja extraordinaria
Es por ello que Yaipen Zapata señala que en este caso solamente se trata
de un procedimiento para llegar al recurso de nulidad, pues propiamente
no cuestiona ni busca anular o reformar la decisión que deniega el recurso,
sino, solamente, sigue el camino que ha fijado la norma procesal para conse-
guir el recurso de nulidad, por ello es una queja-procedimiento[26].
a) Admisibilidad y procedibilidad
• Sentencias.
221
Medios Impugnatorios
Por ello es que este artículo en su inciso 4 señala que la Sala Penal
Superior solo podrá declarar inadmisible el recurso de queja si se
vulneran la formalidad y el plazo previstos en este Código.
b) Fundabilidad
Debemos de señalar que una de las razones por las que esta regulación
resulta mejor y más desarrollada se debe al ordenamiento de los procesos
llamados por la doctrina ordinarios, así el proceso sumario y ordinario se
convirtieron en uno: el proceso común.
Habiendo un solo proceso es fácil determinar el papel que cada recurso tie-
ne dentro del proceso penal.
222
El recurso de queja
En ese sentido, se tiene que el recurso de reposición está regulado con nor-
mas especiales dentro del NCPP y no como en la anterior regulación que se
tenía que recurrir a las normas del Código Procesal Civil.
2. Queja de apelación
223
Medios Impugnatorios
a) Admisibilidad y procedibilidad
224
El recurso de queja
Por último, se debe de tener en cuenta que este recurso debe de inter-
ponerse antes de tres días de notificada la resolución.
b) Fundabilidad
225
Medios Impugnatorios
Entonces, para ser fundado un recurso de queja por inadmisión del re-
curso de apelación se debe de haber vulnerado alguna de estas nor-
mas, es decir, inadmitir la resolución por alguna razón distinta de las ahí
descritas.
3. Queja de casación
a) Admisibilidad y procedibilidad
b) Fundabilidad
En ese sentido, el artículo 427 del NCPP señala cuándo será procedente
el recurso de casación, así este artículo señala que será procedente:
[33] SÁNCHEZ CÓRDOVA, Juan Humberto. “El papel de la inmediación en la configuración del recurso de casa-
ción penal”. En: Gaceta penal y procesal penal. Tomo 2, agosto de 2009, p. 303.
226
El recurso de queja
VI. CONCLUSIONES
El recurso de queja es uno que busca que se admita aquel recurso que no ha
sido concedido injustamente. De ello tenemos que configura, en puridad,
un recurso y no un remedio u otro acto de defensa.
227
Medios Impugnatorios
VII. BIBLIOGRAFÍA
• SAN MARTÍN CASTRO, César. Derecho Procesal Penal. Vol. II. Grijley, Lima,
2005.
228
Índice General
Índice General
Presentación .................................................................................................................................... 5
231
Medios Impugnatorios
EL RECURSO DE REPOSICIÓN
Daniel Ernesto CERNA SALAZAR
I. Introducción ........................................................................................................................... 49
II. Antecedentes del recurso de reposición ..................................................................... 50
III. Concepto y naturaleza del recurso de reposición .................................................... 53
IV. Finalidad y principios del recurso de reposición....................................................... 56
V. El recurso de reposición en la legislación procesal penal ...................................... 58
VI. Procedencia y requisitos del recurso de reposición ................................................ 61
VII. El recurso de reposición en el Derecho Comparado ............................................... 62
VIII. Aspectos problemáticos en la aplicación del recurso de reposición en el
ordenamiento procesal vigente ...................................................................................... 66
IX. Casuística referencial sobre la materia ......................................................................... 69
Exp. Nº 073-2010-PHC/TC .................................................................................................. 69
X. Bibliografía .............................................................................................................................. 79
232
Índice general
EL RECURSO DE APELACIÓN:
PROBLEMAS DE APLICACIÓN DERIVADOS DE
LA REFORMA PROCESAL PENAL
Juan Humberto SÁNCHEZ CÓRDOVA
I. Introducción ........................................................................................................................... 83
II. Derecho al recurso como derecho fundamental ...................................................... 84
III. El recurso de apelación....................................................................................................... 85
1. Concepto.......................................................................................................................... 85
2. Sujetos legitimados para recurrir ............................................................................ 87
3. Competencia del tribunal revisor ........................................................................... 90
4. Admisibilidad y procedencia .................................................................................... 91
a) Sea presentado por quien resulte agraviado por la resolución, ten-
ga interés directo y se halle facultado legalmente para ello. ............... 92
b) Sea interpuesto por escrito y en el plazo previsto por la ley. ............... 93
c) Se precise las partes o puntos de la decisión a los que se refiere la
impugnación, y se expresen los fundamentos, con indicación es-
pecífica de los fundamentos de hecho y de derecho que lo apoyen.
El recurso deberá concluir formulando una pretensión concreta. ......... 93
5. Competencia .................................................................................................................. 96
IV. La apelación de autos ......................................................................................................... 96
V. La inadmisión del recurso de apelación de autos por inasistencia del recu-
rrente a la audiencia ............................................................................................................ 98
VI. La apelación de sentencias ............................................................................................... 102
1. Pruebas en segunda instancia ................................................................................. 102
2. Audiencia de apelación .............................................................................................. 107
3. Sentencia de segunda instancia .............................................................................. 110
233
Medios Impugnatorios
234
Índice general
LA CASACIÓN EXCEPCIONAL
Víctor YAIPEN ZAPATA
235
Medios Impugnatorios
EL RECURSO DE QUEJA
Jorge Alberto EGOAVIL ABAD
236
Índice general
237