Universidad Cooperativa de Colombia. Sociología Jurídica. Hernán Sigifredo Rubio Vivas. hernan.rubio@campusucc.edu.co.

Análisis de la película “El Señor de las Moscas”

desde la perspectiva de Jeremías Bentham.

«todo acto humano, norma o institución, deben ser juzgados según la utilidad que tienen, esto es, según el
placer o el sufrimiento que producen en las personas»

Niños púberes, náufragos, sobrevivientes en una isla… inicio con este referente, para no perder ni la
perspectiva ni el contexto. Al hombre, la sociedad le justifica todo, cuando su existencia se pone en riesgo
ante situaciones extremas y adversas. Esta ha sido una máxima y una regla que ha imperado desde tiempos
inmemoriales. Y por supuesto en este caso no puede ser la excepción, aún más tratándose de un caso de
inimputables.

No obstante, lo anterior, es importante resaltar que este grupo de niños, dadas las circunstancias, siempre estuvo
en procura de alcanzar el bien máximo para todos o la mayoría. Cuando se encontró el riachuelo, Quien lo
halló no procuró quedárselo para el o para unos pocos, lo comunicó de inmediato para que todos se beneficiaran
y en consecuencia lograsen un estado de bienestar, igual situación se sucedió cuando se cazó al cerdo, cuando
se logró hacer fuego o cuando se recolectó la fruta. Sin embargo, y ante el cumulo de reglas impuestas por
Ralph, el colectivo entendió que éstas, traídas de otras latitudes, no eran tan vigentes si se tenía la opción de
hacer unas propias, acordes a la realidad. Cuidar el fuego para probablemente ser vistos, pasa a un segundo
plano ante la opción de vivir la aventura de hacerse cazador, de constituir una comunidad con identidad propia.
El bien, el goce, el placer, la felicidad, común es lo que interesa y sobre esta base se construye su
fundamentación ética y moral. El adulto enfermo, no genera bienestar, genera obligaciones, limites,
restricciones, por tanto, ante la posibilidad de abandonarlo, de dejarlo morir, no se creó conflicto moral y
máxime cuando lo justificaba el hecho que, este individuo no era consciente de sus actos, lo asumían como un
desquiciado y por lo tanto deshumanizado. Prueba de ello es que, al colectivo, en general, no le afectó mucho
su desaparición y la presunción de haberse ahogado, todo lo contrario, fue tomado como una solución que les
habría prodigado el azar. En el cálculo felicífico, quien más felicidad les provee es Jack, con él, hay libertad,
aventura, comida, bienestar y si hace falta algo, se puede tomar sin restricción alguna. Verbigracia el cuchillo
y las gafas… No tiene sentido que estos elementos estén en posesión de pocos, cuando lo requieren muchos.
Jack, es un niño que ha sido estigmatizado por los adultos, la muerte de sus padres, si bien fue provocada por
él, fue producto de un accidente. La muerte del niño, también es un accidente, irrumpió en medio del jolgorio,
la oscuridad no permitía definir su silueta y el miedo al “monstruo” despertó el instinto natural de
autoconservación, y de autodefensa que, culminó en tan fatal desenlace. “el monstruo toma diferentes formas
para engañarlos”, asintió Jack. De este acto, no se excluyen ni Piggy, ni Ralph, ellos también participan. Sin
embargo y en caso de Ralph, cuando le dan muerte al cerdo, al clavar, éste, su lanza sobre el animal, expresa
placer, denotando más poder que supervivencia. La muerte de Piggy, es otro accidente. Fue producto de su
imprudencia, ¿cómo pretende irrumpir de esa manera en sus predios? Ellos solo buscaban ahuyentarlos. Jack,
no se le impuso al grupo, éste de manera voluntaria lo ha reconocido como líder, sabían cómo era, les interesa,
porque este les garantiza bienestar, felicidad, placer, ausencia de dolor. Saben que él es osado, temerario y que
puede enfrentarse a todo, hasta a los seres del más allá, como al “monstruo”, a quien hasta le brinda una ofrenda
a manera de reconocimiento y respeto y en compensación por haberle cazado una de las criaturas que habitan
su isla.