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Existen condiciones geológicas de carácter interno y externo, que pueden generar riesgos en el
trazado de una obra. En relación a las de carácter interno encontramos: terremotos y volcanes.
Terremotos: identificar zonas que poseen ciertos problemas debido a que en el tiempo han
ocurrido desastres de una magnitud e intensidad definida, principalmente las más comunes
se producen por la fricción en el borde de placas tectónicas, la actividad de fallas geológicas
y procesos volcánicos. Es de gran importancia tener en cuenta el riesgo sísmico ya que
ayuda a planificar de mejor forma el diseño de la obra, sobre todo en Chile que es uno de
los países más propensos a actividades Sísmicas.
Volcanes: es importante entender la tipología de los volcanes ya que nos permiten realizar
una análisis más completo de la zona a estudiar, los materiales volcánicos que existen
alrededor y/o en el mismo sector de la obra, ya que por ejemplo una formación de lahar
que pase por el trazado de una carretera podría ocasionar grandes inconvenientes en la
obra. Es por eso la gran importancia de prevenir el riego volcánico.
En relación a las condiciones geológicas que puedan generar riesgo de carácter externo
encontramos: Inundaciones, Movimientos de ladera, Riesgos asociados a la mecánica de rocas y
suelos, Subsidencia, Riesgos Costeros y asociados a la fuerza eólica.
Es de gran importancia que en el trazado de una obra vial se identifiquen todos estos inconvenientes
ya sea de carácter interno como externo, podemos encontrar estos problemas previo a la obra y/o
en el transcurso de ésta. Un diseño de obra que tenga en cuenta todos estos factores permitirá que
el proyecto se realice de buena manera. Hay amenazas que hay que considerarlas siempre aunque
actualmente no estén presentes (erupciones volcánicas, tsunamis, terremotos, precipitaciones de
gran intensidad y tiempo). Para que la obra pueda cumplir su vida útil sin necesidad de modificar
alguna parte del trazado, se necesita una buena planificación del proyecto y un diseño adecuado a
las condiciones geológicas que puedan afectar el futuro de la obra, con el fin de evitar pérdidas tanto
humanas, daños medioambientales y perdidas económicas en la obra.