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En nuestro país, hay un nuevo fenómeno social: el feminicidio o asesinato de mujeres por razones de género. Durante el 2009,
fueron asesinadas en Perú 276 mujeres, de las cuales 135 fueron víctimas del feminicidio. El 69,6% de los crímenes fue
cometido por la pareja o expareja. Según la Encuesta Nacional de Demografía y de Salud (Endes), realizada en 2008, un 38,7%
de varones alguna vez casados o convivientes considera que la violencia física hacia la mujer está justificada si ella es infiel, si
descuida a los niños (12,9%), si sale sin decirle a él adónde va (8,3%) y si ella discute con él (5°/0).
El impacto que tiene este tipo de violencia a nivel económico es notable. Así, las mujeres que vi ven en hogares violentos
generan menos ingresos laborales que las que no son víctimas de violencia familiar. Esta diferencia fluctúa entre S/.1 150 soles
y S/.1 500 anuales, que multiplicada por el número de mujeres afectadas por violencia doméstica a nivel nacional da un
aproximado de entre S/.14 000 y S/.19 000 millones. Asimismo, la violencia contra la mujer genera costos directos de servicios
para la atención y apoyo a las víctimas, así como para enjuiciar a sus agresores. Los costos indirectos tienen que ver con la
pérdida de empleo, una menor productividad, y el impacto que el dolor y el sufrimiento tienen en la salud mental de la
población. Por estas razones, invertir en la lucha contra la violencia hacia las mujeres generará beneficios económicos además
de los sociales intangibles que se ganan a largo plazo.
TEXTO 2
En primer lugar, esta red social ha logrado interesar a los jóvenes en la política. Esto es fundamen tal, sobre todo, en aquellas
naciones donde las votaciones no tienen carácter obligatorio. Por otro lado, Facebook, que alienta la comunicación entre las
partes conectadas, permite estrechar el vínculo con los votantes y establecer mejores condiciones para la negociación política.
Pero, sobre todo, Facebook ha demostrado ser una fuente privilegiada para recaudar fondos para las campañas elec torales. La
solicitud de donaciones por este medio es una forma eficiente de elevar el presupuesto. Por todo lo expuesto, considero central
el uso de la red social Facebook en la realización de campañas políticas presidenciales.
TEXTO 3
Hay un juego de tiempos y espacios que Updike ha querido muchas veces establecer en sus relatos y que en Lo que queda por
vivir está logrado magistralmente: narrar una historia desde el presente –colocando a los protagonistas en un escenario de su
vida previa– para desde allí reconstruir el pasado como si se tratase de un presente nuevamente instaurado. Por ejemplo, en
“La casa de arenisca” –cuento de esta colección que en 1991 ganó el prestigioso O. Henry Prize–, un hombre vuelve a la casa
de su infancia y allí se encuentra con los vestigios de su extraviada biografía; a partir de ellos reedifica su memoria y de pronto
se halla instalado en ella, sintiendo otra vez los pesares de una familia conflictiva, los atascaderos de su adolescencia, los
desasosiegos de un amor maternal enrarecido y prepotente. Pero, como en esta segunda incursión por su pasado él no solo es
el niño que fue, sino que es también un adulto introspectivo y abocado a la racionalidad, el anacrónico paseo le permite
descubrir los mecanismos que, en su niñez, lo condicionaron para ser un hombre taciturno y quebradizo. Descubrirlos, pero no
variarlos ni solucionarlos: en esa intersección entre el presente y el pasado, los hombres son únicamente observadores.
Tal búsqueda del tiempo perdido, descaradamente proustiana en los libros de Updike desde su célebre tetralogía novelesca –
Corre, Conejo; El regreso de Conejo; Conejo es rico y Conejo en paz –, que es un aspecto recurrente, algo así como un aire de
familia, en muchos cuentos de Lo que queda por vivir, tiene aquí, además, una figura central: la madre, como personaje
castrador, frustrante, origen íntimo y primero de todas las desgracias, pero a quien sus hijos se niegan a culpar y prefieren
encubrir o, incluso, reemplazar por ellos mismos, asumiendo sus costumbres, su personalidad, sus culpas (ver el notable relato
“Su madre dentro”).
La otra veta que John Updike ha explorado en esta colección es la del diletante burgués: sus cuentos son una especie de
coronación del hombre común que se transmuta en esteta, que encuentra la belleza en todas partes y es, incluso, capaz de
mitificar la mayor trivialidad hasta convertirla en una historia modélica. (En el relato “Tristán e Isolda”, el romance libresco se
ve rebajado al consultorio de un dentista y luego súbitamente sublimado hasta colocarse en la posición de un irónico contraste
con el original). Sus temas vienen de la aparente vacuidad de la clase media: la familia como territorio para la soledad
encubierta, la medianía de los empleos alimenticios, la insatisfacción: Updike cree que es, al menos, una impertinencia convertir
la propia vida en una acumulación de vacíos, y sus personajes, en perpetua sublevación contra ese status, parecen empeñarse
en una lucha destinada al fracaso, ciertamente, pero también a la más amable consolidación.
7. En el texto anterior, el significado de “anacrónico” podría equivaler, con más probabilidad, al de:
A. simultáneo B. irrepetible C. prematuro D. desfasado
8.
I. En Lo que queda por vivir, la atención a la madre como personaje generador de problemas es un rasgo que, como
otros, procede de la célebre tetralogía novelesca de Updike.
II. Lo que queda por vivir, el cuento que da título al conjunto, obtuvo, en 1991, el premio O. Henry Prize.
III. En Lo que queda por vivir , la atención al pasado tiene su equivalente en una intención prospectiva que, como la
anterior, se engendra en el presente.
Son correctas:
A. Solo I y III C. Solo I
B. Solo II D. Solo III
9.
I. En Lo que queda por vivir, los personajes intentan trascender su vivencia anodina.
II. En “La casa de arenisca”, el desarrollo narrativo y la memoria misma son accionados únicamente por el súbito
recuerdo de la casa de la infancia.
III. Lo que queda por vivir fue escrito durante la redacción de la última novela de la célebre tetralogía de Updike.
Son correctas:
A. Solo I B. Solo III
C. Solo I y III D. Solo I y II
TEXTO 4
Las muertes ocasionadas por el consumo de tabaco superan en un 30 por ciento, aproximadamente, a las defunciones por VIH
Sida, accidentes y suicidios en las Américas, alertó hoy el Ministerio de Salud (MINSA), en el marco del taller de sensibilización
dirigido a periodistas, organizado por la Comisión Sectorial Antitabaco. La doctora Desilú León Chempén, presidenta de la
Comisión Sectorial Antitabaco, informó que, en nuestro país, el cigarrillo aún es la droga más consumi da después del alcohol,
en la población urbana de 12 a 64 años, y recordó que, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), se estima que
el 12 por ciento de hombres y 8 por ciento de mujeres peruanas entre los 15 y 65 años son adictos al tabaco. Como se busca
ser un país 100 % libre de tabaco, la Dra. León destacó la importancia de dar cumplimiento a las leyes contra el tabaco por
parte de las municipalidades, empresas tabacaleras y población en general. Recordó, asimismo, que disponer de ambientes
100% libres de humo de tabaco, conforme lo establece la Ley N 29517, permite fortalecer el cuidado de la salud de las
personas que viven o trabajan en los espacios cerrados y más aun de los niños, adultos mayores y personas con enfermedades
respiratorias así como el de la población en general.
TEXTO 5
Hay un juego de tiempos y espacios que Updike ha querido muchas veces establecer en sus relatos y que en Lo que queda por
vivir está logrado magistralmente: narrar una historia desde el presente –colocando a los protagonistas en un escenario de su
vida previa– para desde allí reconstruir el pasado como si se tratase de un presente nuevamente instaurado. Por ejemplo, en
“La casa de arenisca” –cuento de esta colección que en 1991 ganó el prestigioso O. Henry Prize–, un hombre vuelve a la casa
de su infancia y allí se encuentra con los vestigios de su extraviada biografía; a partir de ellos reedifica su memoria y de pronto
se halla instalado en ella, sintiendo otra vez los pesares de una familia conflictiva, los atascaderos de su adolescencia, los
desasosiegos de un amor maternal enrarecido y prepotente. Pero, como en esta segunda incursión por su pasado él no solo es
el niño que fue, sino que es también un adulto introspectivo y abocado a la racionalidad, el anacrónico paseo le permite
descubrir los mecanismos que, en su niñez, lo condicionaron para ser un hombre taciturno y quebradizo. Descubrirlos, pero no
variarlos ni solucionarlos: en esa intersección entre el presente y el pasado, los hombres son únicamente observadores.
Tal búsqueda del tiempo perdido, descaradamente proustiana en los libros de Updike desde su célebre tetralogía novelesca –
Corre, Conejo; El regreso de Conejo; Conejo es rico y Conejo en paz –, que es un aspecto recurrente, algo así como un aire de
familia, en muchos cuentos de Lo que queda por vivir, tiene aquí, además, una figura central: la madre, como personaje
castrador, frustrante, origen íntimo y primero de todas las desgracias, pero a quien sus hijos se niegan a culpar y prefieren
encubrir o, incluso, reemplazar por ellos mismos, asumiendo sus costumbres, su personalidad, sus culpas (ver el notable relato
“Su madre dentro”).
La otra veta que John Updike ha explorado en esta colección es la del diletante burgués: sus cuentos son una especie de
coronación del hombre común que se transmuta en esteta, que encuentra la belleza en todas partes y es, incluso, capaz de
mitificar la mayor trivialidad hasta convertirla en una historia modélica. (En el relato “Tristán e Isolda”, el romance libresco se
ve rebajado al consultorio de un dentista y luego súbitamente sublimado hasta colocarse en la posición de un irónico contraste
con el original). Sus temas vienen de la aparente vacuidad de la clase media: la familia como territorio para la soledad
encubierta, la medianía de los empleos alimenticios, la insatisfacción: Updike cree que es, al menos, una impertinencia convertir
la propia vida en una acumulación de vacíos, y sus personajes, en perpetua sublevación contra ese status, parecen empeñarse
en una lucha destinada al fracaso, ciertamente, pero también a la más amable consolidación.
14.
IV. En Lo que queda por vivir, los personajes intentan trascender su vivencia anodina.
V. En “La casa de arenisca”, el desarrollo narrativo y la memoria misma son accionados únicamente por el súbito
recuerdo de la casa de la infancia.
VI. Lo que queda por vivir fue escrito durante la redacción de la última novela de la célebre tetralogía de Updike.
Son correctas:
B. Solo I B. Solo III
C. Solo I y III D. Solo I y II
15. El autor del texto anterior pretende centralmente:
A. Destacar la importancia de la madre como personaje castrador en varios relatos, de Lo que queda por vivir.
B. Señalar que la presencia del pasado que se reinstala en el presente y el hurgar en ciertos temas de la clase media son
rasgos notorios de Lo que queda por vivir.
C. Subrayar la presencia del artificio proustiano, consistente en la recuperación del tiempo perdido, como procedimiento
modélico en la elaboración de Lo que queda por vivir.
D. Ninguna de las anteriores.
16. En el texto anterior, el significado de “anacrónico” podría equivaler, con más probabilidad, al de:
B. simultáneo B. desfasado C. prematuro D. irrepetible
18.
I. En Lo que queda por vivir, la atención a la madre como personaje generador de problemas es un rasgo que, como
otros, procede de la célebre tetralogía novelesca de Updike.
II. Lo que queda por vivir, el cuento que da título al conjunto, obtuvo, en 1991, el premio O. Henry Prize.
III. En Lo que queda por vivir , la atención al pasado tiene su equivalente en una intención prospectiva que, como la
anterior, se engendra en el presente.
Son correctas:
C. Solo I y III C. Solo I
D. Solo II D. Solo III
TEXTO 6
Perseo, Andrómeda y Pegaso, antiguos dioses de la mitología griega, fueron convertidos en sendas constelaciones del
hemisferio boreal. Perseo tiene forra de campana; por su espacio pasean las estrellas fugaces (meteoritos), llamadas Perseidas.
En la constelación de Andrómeda, cuya figura aparece con los brazos en cruz, se encuentra La Gran Nebulosa de Andrómeda, el
cuerpo celeste más alejado de la Tierra que puede divisarse a simple vista. Pegaso se distingue por las cuatro estrellas
brillantes que forman El Cuadrado de Pegaso.
Texto 7
Hay diversas variables que miden la humedad del aire; la más significativa es la humedad relativa (HR), que se define como la
cantidad de vapor que lo saturaría. Ahora explicamos qué es eso de saturar; si a una porción de aire le metemos más y más
vapor, por ejemplo hirviendo agua dentro de un cuarto, llegará un momento en que ya no admita más; lo cual significa que el
agua suspendida en el aire deja de ser vapor; que es un gas invisible, y toma la forma de gotitas (líquidos), que sí son visibles
(como niebla). El inicio de la formación de niebla marca el punto de saturación del aire por vapor de agua; este cambio de fase
de gas a líquido se llama condensación.
Ahora bien, la capacidad del aire para contener vapor de agua depende directamente de la temperatura: es decir, a mayor
temperatura, el aire requiere más vapor para iniciar la condensación. Por esta razón sólo en días muy fríos vemos la humedad
expelida por la boca.
En la troposfera, donde la temperatura disminuye con la altura, hay un nivel a partir del cual el vapor atmosférico se condensa;
este nivel señala la base de las nubes, y cuando hace mucho frío puede bajar hasta la superficie, entonces el aire está saturado
al nivel del suelo y tenemos niebla. Claro que si esta misma temperatura se presenta en un nivel superior, no siempre se
forman nubes allí, pues la cantidad de agua contenida en la atmósfera disminuye fuertemente con la altura. O sea que el nivel
de condensación depende de los perfiles verticales de humedad y de temperatura; sobre un desierto, ese nivel simplemente no
existe.