Sie sind auf Seite 1von 23

.

Alfredo Bryce Echenique


Un mundo para Julius

Publicada en 1970, esta novela del escritor peruano Alfredo Bryce


Echenique es el resultado del desarrollo de un relato que en un
principio no había de rebasar las diez páginas. Esta obra describe,
con profunda sutileza, el mundo de la oligarquía limeña, aunque el
ambiente, los personajes y las situaciones podrían desarrollarse
perfectamente en cualquier ciudad latinoamericana. La obra
constituye una crítica mordaz, aunque amortiguada por la ironía, el
humor y la ternura presentes en el texto, de esa oligarquía.

En el seno de esta clase social privilegiada, el protagonista de la


novela, Julius, un niño de una extrema sensibilidad y, en cierta
medida, triste y melancólico ("sabes que tu vida estará llena de esos
momentos, de esa amenaza de pena que ya es tristeza"), intentará
encontrar su lugar, creciendo a caballo de dos mundos opuestos: el
de la extrema indiferencia y frialdad de su familia, y el del afecto y el
calor de la servidumbre.

A lo largo del libro vemos cómo Julius vive su infancia entre los cinco
y los once años inmerso en un mundo de lujo, de exquisito buen
gusto (simbolizado por el club de golf), pero sumamente frágil y
poblado de "gente bronceada, de deportistas ricos, donde nadie era
feo o desagradable", unos personajes superficiales y vacíos. Su
madre, Susan, simplemente "linda", es una peruana de origen inglés
educada en Inglaterra, frívola, y superficial, incapaz de sentir ni
mantener ninguna relación afectiva auténtica ni con sus hijos ni con
nadie de su entorno, pero siempre con un darling a punto en sus
perfectos labios.

Juan Lucas, padrastro de Julius y segundo esposo de Susan ("nadie


tan feliz como Juan Lucas; bueno, él siempre estaba feliz o a punto
de irse al golf o a una de sus haciendas [...] o a un cóctel") es un ser
frío que vive volcado en su intensa vida social, y que desprecia
profundamente todo aquello que rezume una cierta sensibilidad o
ternura, como el mismo Julius, de quien opina que "era un imbécil
nato", o la servidumbre: "Nunca veía a la gente que le abría la
puerta, era parte de su elegancia".

Sus hermanos mayores Bobby y Santiago, víctimas y reflejo de su


entorno, son fríos y materialistas. Bobby es un adolescente
caprichoso y emocionalmente inestable, que tiene como héroe y
modelo a Santiago, el mayor de los hermanos, un "mártir de la
táctica", por quien su madre "a duras penas recordaba que en los
Estados Unidos había un rubio igualito a ella, Santiago, que pedía y
Alfredo Bryce Echenique
pedía dólares en cartas que empezaban de amor maternal y
terminaban de negocios, de amor a Juan Lucas". En la mirada de
Santiago, Julius descubrirá el reflejo del vacío absoluto. Con su
hermana Cinthia, un ser frágil y sensible, Julius establece una
relación y una complicidad que van más allá de su prematura muerte
a causa de una afección pulmonar.

Por otra parte, Julius crecerá rodeado de otro mundo bien distinto:
"la sección servidumbre ejerció siempre una extraña fascinación
sobre Julius, la fascinación de "no lo toques, amor; por ahí no se
va, darling". Julius se refugiará en la servidumbre para obtener el
afecto que su familia -su madre-, casi siempre ausente, es incapaz de
proporcionarle; unos personajes que gozan con el simple espectáculo
de ver comer al pequeño Julius en su comedor infantil, que rebosan
amor como bien reconoce la misma Susan: "En todo están cuando se
trata de... ¡qué bárbaros para querer!".

Así pues, Julius se sentirá atraído y ligado a estos personajes: Vilma,


"la chola hermosa", su niñera adorada, que acabará siendo la víctima
del capricho de su hermano Santiago; Nilda, "la Selvática, la
cocinera, la del olor a ajos", que fascina a Julius con sus relatos de la
selva, y acabará en la calle por sus formas poco al gusto del señor
Juan Lucas; Arminda, la lavandera de la familia; los mayordomos
Daniel y Celso, este último admirado por Julius por tener la custodia
de la caja del Club de Amigos de Huarocondo (un lugar tan mítico
para Julius como la Tambopata de las historias de Nilda); y por último
Flora, la encargada de los niños en el nuevo palacio, y de apodo
"Decidida", por su desparpajo y seguridad en sí misma.

Completarán esta galería de héroes singulares Gumersindo Quiñones,


el conductor del autocar escolar, un negro descendiente de esclavos,
"todo un señor", con quien establece una peculiar amistad; y
Blanquillo, uno de los obreros de la construcción de su nuevo palacio,
con quien vivirá una experiencia excitante (compartiendo su primera
cerveza y colaborando en el trabajo de la obra) y por los cuales
llegará a interceder delante de su padrastro para conseguirles una
paga extra.

La admiración y la estima que Julius siente hacia ese mundo se


plasma en uno de los pasajes más emotivos del libro, cuando el niño,
con sus estratagemas, consigue que el ataúd de Arminda,
contradiciendo las órdenes de Juan Lucas, salga, con todos los
honores, por la puerta principal del palacio, vengando así, a modo de
recuerdo hacia su hermana, el entierro de segunda que tuvo el ama
de Cinthia.
Alfredo Bryce Echenique
Pero en alguna situación el niño Julius entrará en contradicción con
este ambiente con el cual está emocionalmente tan implicado, pero
que por posición social le es ajeno. De ahí el engorro y la turbación
que le produce la aparición de la pobre Arminda el día de su
cumpleaños con "el regalo de una mujer pobre a un niño millonario",
quedando como contagiado de la reacción de sus padres: la mirada
indiferente de Juan Lucas, para quien "Arminda no importaba",
mientras Susan "interesadísima [...] seguía la apertura del paquete
con un delicioso y falso entusiasmo".

El libro nos relata también sus primeros años de escuela, en un


colegio de "monjitas americanas y realmente buenas" en el que se
refleja la estructura de esta sociedad, vislumbrándose en la relación
entre los niños el germen de la injusticia que la rige. Julius, una vez
más, se comportará al margen de esta sociedad clasista: ya sea con
su vínculo de amistad con el personaje más menospreciado por el
resto de sus compañeros por su origen humilde, como por el
sentimiento de pena y remordimiento que le provocarán las bromas
crueles de sus colegas a los compañeros pobres, o con la venganza
sutil e inteligente urdida por Julius contra el matón de la clase.

El humor y la ternura nos acompañan en las innumerables anécdotas


que pueblan esta novela, desde las más entrañables (como la
decisión de Nilda de pegar las orejas de Julius a su cabeza con cinta
adhesiva para intentar corregir su defecto) a las más tristes (como la
de su sórdida profesora alemana de piano, nieta del mismísimo
Beethoven según Juan Lucas), pasando por las escenas casi
esperpénticas, como la descripción de los personajes y el ambiente
taurino de la ciudad de Lima. Se trata de una novela en el más puro
estilo tragicómico, que invita a la reflexión sobre la injusticia, la
frivolidad y la falta de estima desde la aparentemente ingenua mirada
de un niño.

Alfredo Bryce Echenique

Alfredo Bryce Echenique


Alfredo Bryce Echenique
Alfredo Bryce Echenique
Tiempo de Adviento 2016-Navidad

Alfredo Bryce Echenique


Tiempo de Adviento 2016-Navidad

Alfredo Bryce Echenique


Tiempo de Adviento 2016-Navidad

Alfredo Bryce Echenique


Tiempo de Adviento 2016-Navidad

Alfredo Bryce Echenique


Tiempo de Adviento 2016-Navidad

Alfredo Bryce Echenique


Estado Peruano

Poder Ejecutivo

Alfredo Bryce Echenique


LOS MINISTERIOS EN EL PERÚ

EL PODER JUDICIAL

Alfredo Bryce Echenique


Alfredo Bryce Echenique
Presidente del JNE

Alfredo Bryce Echenique


Padres se reunieron con bebé raptado hace un año
en Arequipa

¿Final feliz? Virgilio Cuéllar y Rosa Casquina visitaron al pequeño en


un albergue de niños. Aunque pasaron un momento de alegria, menor
seguirá en refugio hasta que trámites concluyan. Raptora fingió que
tuvo bebé para engañar a su pareja.

Alfredo Bryce Echenique


Después de 13 meses de angustia y dolor, Virgilio Cuéllar y Rosa
Casquina se reencontraron ayer con el pequeño Juan Pablo, el bebé que
les fue robado la mañana del 2 de octubre del 2015 en el centro de
salud del distrito arequipeño de Mariano Melgar, cuando solo tenía dos
días de nacido.
PUEDES VER: Incendio en Larcomar: la Sala 10 fue una trampa mortal
Los padres llegaron por la mañana al albergue de niños Chávez de la
Rosa, ubicado en el Cercado de Arequipa, y pudieron ver a su hijo solo
por 30 minutos después de 409 días de ansiosa espera.
Terminado el reencuentro, que se realizó en privado, Virgilio Cuéllar dijo
a la prensa que se trató de un momento muy especial y alegre para la
familia. Esta visita se realizó bajo la supervisión del personal de
la Unidad de Investigación Tutelar del Ministerio de la Mujer y
Poblaciones Vulnerables (MIMP).
Aunque este primer acercamiento les devolvió la sonrisa a Virgilio y a
Rosa, tendrán que esperar aún a que el pequeño les sea entregado
definitivamente, pues las diligencias para recuperar su patria potestad
aún no culminan.
"Todo está en proceso de evaluación y al parecer va a demorar, pero lo
vamos a seguir visitando", dijo el padre.
Alfredo Bryce Echenique
Es que el pequeño Juan Pablo ya había sido inscrito previamente por
la falsa obstetraMaría Angélica Flores Dueñas y su pareja, Luis Ángel
Martínez Antúnez, con el nombre de Nicolo Benjamín.
Antes de llegar al albergue de niños, Rosa Casquina y Virgilio Cuéllar
acudieron por separado a la Unidad de Investigación Tutelar, para
someterse a las evaluaciones que realiza un equipo multidisciplinario, el
cual determinará la fecha de la entrega formal del menor.
Durante el tiempo que demore el trámite, los padres podrán seguir
visitando a Juan Pablo a fin de lograr un vínculo mayor con el pequeño.

Raptora fingió parto


Dos meses antes de que el pequeño Juan Pablo desapareciera del
centro de salud de Mariano Melgar, la acusada de su rapto, María
Angélica Flores Dueñas (49), ya buscaba hacerse de un bebé ajeno.
"Yo iba a los hospitales o centros médicos a ver a las mujeres que
estaban gestando, les preguntaba si querían dar a su bebé en adopción.
Incluso cuando veía a una mujer embarazada en la calle le preguntaba”,
consta en la evaluación psiquiátrica a la que La República tuvo acceso.
La falsa obstetra contó también que su última pareja, Luis Martínez
Antúnez, le pedía tener un hijo. Por lo que empezó a armar un plan
para lograr este objetivo. Y aunque en la audiencia asumió la
responsabilidad del robo del menor, durante la entrevista psicológica dijo
que fue Rosa Casquina quien se lo regaló.
Dijo, además, que al salir del centro de salud pasó por una farmacia y
compró cloruro de sodio, jeringas, gasas y agujas para fingir que tuvo
un parto.
"Les hice creer a todos que el bebé nació en mi casa (...) Me saqué
sangre del brazo y la diluí con el cloruro para empaparla en las gasas,
haciendo una simulación", relató.

Pareja se entregó
En tanto, Luis Ángel Martínez Antúnez, pareja de la raptora, se entregó
ayer a las autoridades. Él era buscado por la Policía Nacional desde el
viernes pasado cuando María Flores fue capturada en su vivienda del
distrito de José Luis Bustamante y Rivero.
Si bien se presumía que era cómplice en el rapto y posterior inscripción
del bebé, a través de su abogado aseguró desconocer todo lo que hizo
su pareja. El joven presentó fotografías que acreditarían que María
Flores le hizo creer que estaba embarazada.

Alfredo Bryce Echenique


Por ello, la titular de la Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa,
Katherine Salazar, quien lleva el caso, decidió variar su pedido inicial de
prisión preventiva por el de comparecencia restringida.
Esta solicitud fue aceptada por el Juez de Investigación Preparatoria del
Módulo de Justicia de Mariano Melgar, quien además ordenó a Martínez
Antúnez el pago de una caución de 5 mil soles en un plazo de 48 horas.

Claves
Una prueba de ADN confirmó el lunes que el niño encontrado es el
mismo que fue robado hace más de un año en Arequipa.
La falsa obstetra permanecerá en la cárcel los siguientes nueve meses
mientras se realizan las investigaciones. La fiscalía ha solicitado la
cadena perpetua.

Edición Impresa del 17 de Noviembre de 2016

Alfredo Bryce Echenique


RESUMEN DE UNA ROSA PARA EMILY
Quizás quieras echar un vistazo al escenario de la novela antes de entrar en
este punto, o quizás quieras saber que el mismo está disponible para ayudarte
si te enredas con la alocada cronología de esta historia. Recuerda también que
el narrador de esta historia representa a varias generaciones de hombres y
mujeres del pueblo.
La historia comienza con el gran funeral de la señorita Emily Grierson. Nadie ha
entrado a su casa en diez años, excepto por su sirviente. Su casa es antigua,
pero una vez fue la mejor casa del área. El pueblo creó una relación especial
con la señorita Emily desde que decidieron no cobrarle impuestos en 1894.
Pero, la "nueva generación" estaba descontenta con este arreglo, por ello
decidieron visitar a la señorita Emily para solicitarle que pagara la deuda. Ella
se negó a considerar que el antiguo arreglo podría no estar vigente, y
simplemente se negó a pagar.
Treinta años atrás, los empleados del pueblo que recolectaban los impuestos
tuvieron un encuentro extraño con la señorita Emily debido al mal olor que
existía en su propiedad. Esto fue aproximadamente dos años después de la
muerte de su padre, y un poco después de la desaparición de su prometido. De
alguna forma, el olor se volvió más intenso y aparecieron más quejas, pero las
autoridades no quisieron enfrentar a la señorita Emily acerca de este problema.
Entonces, esparcieron cal alrededor de la casa y eventualmente el olor
desapareció.
Todo el mundo se compadeció de Emily cuando su padre murió. El le dejo la
casa, pero no le dejó dinero. Cuando él falleció, Emily se negó a aceptarlo
durante tres días. El pueblo no creía que ella "estaba loca", pero asumieron
que simplemente no quería dejar partir a su padre, (aunque podríamos
considerar que él robó su juventud).
A continuación, la historia retrocede en el tiempo y nos encontramos que poco
después de la muerte del padre de Emily, ella comienza a salir con Homer
Barron, quien llegó al pueblo para llevar a cabo un proyecto de construcción de
aceras. El pueblo desaprueba fervientemente el romance y llaman a las primas
de Emily para que detengan esa relación. Un día, Emily es vista en la droguería
comprando arsénico, y en el pueblo se rumora que Homero la ha dejado y que
ella planea acabar con su vida.
Cuando Emily compra una gran cantidad de artículos de hombre, ellos piensan
que ella y Homer se van a casar. Homer abandona el pueblo, luego sus primas
hacen lo mismo, y Homer regresa. La última que vez que se ve a Homer es
entrando a la casa de Emily. Después de esto, ella rara vez sale de la casa,
excepto por un periodo de seis años durante el cual dictaba clases de pintura.
Su pelo se vuelve gris, aumenta de peso, y eventualmente muere en una
habitación de la plata principal de la casa, donde la luz no ha entrado en años.
La historia regresa al momento donde comenzó, en su funeral. Tobe, el
sirviente de la señorita Emily, deja entrar en la casa a las mujeres del pueblo y
luego sale de la casa, para siempre, por la puerta trasera. Después del funeral,
y después del entierro de Emily, la gente del pueblo sube al segundo piso de la
casa y entran a la habitación que ellos saben ha estado cerrada por 40 años.
Alfredo Bryce Echenique
Adentro, encuentran el cuerpo sin vida de Homer Barron, pudriéndose en la
cama. En la almohada cubierta de polvo, al lado de Homer, se aprecia la
hendidura producida por una cabeza, y ahí, ven como reposa un cabello largo y
gris sobre la misma.

Alfredo Bryce Echenique


Enrique López Albújar - Piurano Escritor

Alfredo Bryce Echenique


El sueño del Pongo

Alfredo Bryce Echenique

Das könnte Ihnen auch gefallen