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El cáncer óseo primario es un tipo de cáncer poco común que afecta al esqueleto humano.

A
diferencia del secundario, se origina en el hueso y no es consecuencia de un cáncer de otra parte
del cuerpo diseminado al hueso. ...

El cáncer en los huesos de la columna vertebral puede presionar los nervios, ocasionando
entumecimiento y hormigueo o incluso debilidad.

El cáncer puede causar pérdida de peso y agotamiento. Si el cáncer se propaga a los órganos
internos, también puede causar otros síntomas. Por ejemplo, si el cáncer se propaga al pulmón, es
posible que cause problemas para respirar.

Cualquiera de estos síntomas son más frecuentemente causados por afecciones distintas al
cáncer, como lesiones o artritis. Aun así, si estos problemas perduran un tiempo prolongado sin un
motivo aparente, debe consultar con su médico.

Dependiendo del tipo y la etapa del cáncer, puede que necesite más de un tipo de tratamiento.
Los médicos en su equipo de atención al cáncer pueden incluir:

 Un cirujano ortopédico: un médico que emplea la cirugía para tratar problemas con los
huesos y las articulaciones.

 Un oncólogo ortopédico: un cirujano ortopédico que se especializa en tratar el cáncer de


los huesos y las articulaciones.

 Un oncólogo especialista en radioterapia: un médico que usa radiación para tratar el


cáncer.

 Un médico oncólogo: un médico que usa quimioterapia y otras medicinas para tratar el
cáncer.

Puede que muchos otros especialistas también participen en su atención, incluyendo enfermeras
practicantes, enfermeras, sicólogos, trabajadores sociales, especialistas en rehabilitación y otros
profesionales de la salud.

Los tipos principales de tratamiento para el cáncer de hueso son:

 Cirugía

 Radiación

 Quimioterapia

 Terapia dirigida
A menudo, se usa más de un tipo de tratamiento. Para información sobre algunos de los métodos
más comunes usados según la extensión de la enfermedad, consulte la sección “ Tratamiento
contra los tipos específicos de cáncer de hueso”.

Es importante hablar con el médico sobre todas sus opciones de tratamiento, incluyendo sus
objetivos y posibles efectos secundarios, para ayudarle a tomar la decisión que mejor se ajuste a
sus necesidades.

Situaciones químicas utilizadas

Cirugía

El objetivo de la cirugía es extraer el cáncer de huesos por completo. En la mayoría de los casos,
esto incluye técnicas especiales para extraer todo el tumor, junto con una pequeña área de tejido
sano que lo rodea. Algunos tipos de cirugía empleados para tratar el cáncer de huesos son:

 Cirugía para extraer el cáncer y conservar la extremidad. Si un cáncer de huesos puede


separarse de los nervios y de otro tejido, el cirujano puede extirpar el cáncer y conservar
la extremidad. Ya que parte del hueso se extrae con el cáncer, el cirujano debe reemplazar
la parte extraída con parte de un hueso de otra área del cuerpo, con material de un banco
de huesos o con una prótesis de un metal especial.

 Cirugía para el cáncer que no afecta las extremidades. Si el cáncer de huesos se presenta
en huesos de partes del cuerpo que no sean las piernas ni los brazos, los cirujanos pueden
extraer el hueso y parte del tejido circundante, como el cáncer que afecta una costilla, o
pueden extraer el cáncer y conservar la mayor cantidad de hueso que sea posible, como
en el caso del cáncer que afecta la columna vertebral. Los huesos extraídos durante la
cirugía pueden reemplazarse con parte de un hueso de otra área del cuerpo, con material
de un banco de huesos o con una prótesis de un metal especial.

 Cirugía para extraer una extremidad. Un cáncer de hueso de gran tamaño o ubicado en
un punto complicado en el hueso puede requerir cirugía para extirpar toda la extremidad
o parte de ella (amputación). Debido al desarrollo de otros tratamientos, este
procedimiento es cada vez menos frecuente. Es probable que te coloquen una extremidad
artificial después de la cirugía y que debas hacer rehabilitación para aprender a realizar tus
tareas diarias utilizando la nueva extremidad.

Quimioterapia

La quimioterapia es un tratamiento con medicamentos en el que se utilizan sustancias químicas


para destruir las células cancerosas. La quimioterapia se administra generalmente a través de una
vena (vía intravenosa). Los medicamentos de la quimioterapia se desplazan por el cuerpo.

La quimioterapia también puede utilizarse en personas con cáncer de huesos que se ha extendido
desde los huesos hacia otras zonas del cuerpo.
Radioterapia

La radioterapia utiliza haces de energía de gran potencia, como rayos X, para destruir las células
cancerosas. Durante la radioterapia, debes permanecer recostado en una camilla mientras una
máquina especial se mueve a tu alrededor y apunta los haces de energía hacia puntos precisos del
cuerpo.

La radioterapia, que generalmente se combina con quimioterapia, con frecuencia se utiliza antes
de una operación. Esto puede aumentar la posibilidad de que la amputación no sea necesaria.

Tecnologías utilizadas para el cáncer

Radiofármacos

Los radiofármacos son un grupo de medicamentos que poseen elementos radiactivos. Estos
medicamentos se inyectan en una vena y se asientan en áreas de hueso con recambio
(metabolismo) activo (como las que contienen propagación del cáncer). Una vez allí, la radiación
que emiten elimina a las células cancerosas.

Si el cáncer se ha extendido a numerosos huesos, los radiofármacos funcionan mejor que tratar de
dirigir la radiación externa a cada hueso afectado. (La radiación externa se aborda más adelante
como tratamiento local). En algunos casos, se pueden usar los radiofármacos con la radiación de
rayos externos dirigida a las metástasis óseas más dolorosas.

Algunos de los radiofármacos aprobados para ser usados en los Estados Unidos son:

 Estroncio-89 (Metastron®)

 Samario-153 (Quadramet®)

 Radio- 223 (Xofigo®)

Bifosfonatos
Los bifosfonatos son un grupo de medicamentos que se pueden usar
para tratar el cáncer que se ha propagado a los huesos. Estos
medicamentos funcionan al desacelerar la acción de los osteoclastos.
Estas células óseas normalmente disuelven pequeños fragmentos de los
huesos para ayudar a remodelarlos y mantenerlos fuertes. Pero los
osteoclastos a menudo son muy activos cuando el cáncer se propaga a
los huesos, lo que puede causar problemas.
Los bifosfonatos pueden ser útiles para el cáncer que se ha propagado a
los huesos, ya que:

 Reducen el dolor de huesos


 Retardan el daño óseo causado por el cáncer
 Reducen los altos niveles de calcio en la sangre (hipercalcemia)
 Reducen el riesgo de fracturas

Radioterapia externa

La radioterapia utiliza partículas o rayos de alta energía para destruir las células cancerosas o para
disminuir su crecimiento. Cuando un cáncer se propagó a un pequeño número de puntos en los
huesos, se puede usar la radiación para ayudar a aliviar síntomas, como el dolor. Si se trata el
hueso con radiación antes de que se vuelva muy débil, puede que esto también ayude a prevenir
una fractura más adelante.

La forma más común de administrar radiación para metástasis en los huesos es emitiendo un haz
de radiación desde una máquina situada fuera del cuerpo, Esto también se llama radiación de haz
externo.

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