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La inducción general en la empresa.

Entre un proceso administrativo y


un fenómeno sociológico
General induction at companies - between
an administrative process and a sociological
phenomenon

A indução geral na empresa. Entre um processo


administrativo e um fenômeno sociológico

Héctor L. Bermúdez Restrepo*

Recibido: enero de 2011. Aceptado: julio de 2011

… Explicar las cosas por el hombre y no el hombre por las cosas


Louis-Claude de San Martin
Des erreurs de la vérité (1775)

Resumen
A partir del ejemplo del proceso de inducción general en la empresa, y utilizando ciertos
recursos sociológicos, se muestra una paradoja en la que se hallan los especialistas en
gestión humana: se pretende cuidar la motivación y el bienestar de los trabajadores para
lograr su alto rendimiento, su fidelidad y su permanencia en la empresa; sin embargo,
las mutaciones actuales de la arquitectura social, en general, y del trabajo, en particular
–como estructura de acción organizada–, obligan a pensar que la lealtad organizacional
Para citar este artículo: Bermúdez Restrepo, Héctor L., “La inducción general en la empresa. Entre un proceso
administrativo y un fenómeno sociológico”, Revista Universidad & Empresa, 2011, 21, pp. 117-142.

*
Universidad HEC-Montréal y UQÀM (Université du Québec à Montréal). Correo electrónico:
bermudez.hector_leonel@courrier.uqam.ca

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tiende a ser cada vez más improbable, y que, por el contrario, ciertos procesos de la ac-
tual administración del personal aparecen elaborados con nociones inadecuadas y parecen
contribuir directamente a las adversidades de los seres humanos en los escenarios organi-
zacionales.

Palabras clave: inducción general, socialización, socialización organizacional, gestión


humana, organizaciones.

Abstract
From the example of the process of general induction into the organization and using cer-
tain sociological resources, shows paradox are specialists in human management: is to care
for the motivation and the welfare of workers to achieve its high performance, their fidelity
and his tenure at the company; However, current mutations of the social architecture
in general and of work in particular –as structure of organized action– force thinking that
organizational loyalty tends to be increasingly unlikely and that, conversely, the cu-
rrent personnel administration processes appear made inappropriate notions and appear to
contribute directly to the adversities of human beings in organizational settings.

Key words: general induction, socialization, organizational socialization, human resour-


ces, organizations.

Resumo
A partir do exemplo do processo de indução geral na empresa, e utilizando alguns recursos
sociológicos, se mostra um paradoxo no qual estão os especialistas em gestão humana:
pretende-se cuidar a motivação e o bem-estar dos trabalhadores para conseguir seu alto
rendimento, sua fidelidade e sua permanência na empresa; no entanto, as mutações atuais
da arquitetura social em geral e do trabalho em particular, como estrutura de ação organiza-
da, obrigam a pensar que a lealdade organizacional tende a ser cada vez mais improvável,
e que, pelo contrario, alguns processos da atual administração do pessoal aparecem elabo-
rados com noções inadequadas e parecem contribuir diretamente às adversidades dos seres
humanos nos cenários organizacionais.

Palavras chave: indução geral, socialização, socialização organizacional, gestão humana,


organizações.

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1. Introducción productividad de los trabajadores–


obedece a una lógica utilitarista.
Sigmund Freud, en El malestar en
la cultura (1929), advierte que el Cuando se examinan los manuales
trabajo es poco apreciado como vía de enseñanza universitaria especia-
hacia la felicidad por los seres hu- lizada en gestión humana, se hace
manos, y señala que “uno no se es- evidente que ciertos académicos
fuerza hacia él como hacia las otras de la administración del personal
posibilidades de satisfacción”, que ignoran muchos de los hallazgos
la gran mayoría de los seres huma- recientes de las ciencias sociales.
nos “sólo trabajan forzados a ello”, Se los observa enfrascados en una
y que, justamente, “de esta natural paradoja perversa: se empecinan en
aversión de los hombres al trabajo proponer modelos estratégicos de
derivan los más difíciles problemas gestión humana que afirman cuidar
sociales” (Freud, 1998, p. 80). Sin la motivación y el bienestar, pero su
duda, los tiempos han cambiado. aplicación contribuye al sufrimien-
Sin embargo, se puede admitir que to de los trabajadores. Lo anterior
en los albores del siglo xxi, esta puede constatarse en la cotidianidad
premisa freudiana continúa vigen- laboral contemporánea: las exigen-
te. Resulta legítima entonces una cias del trabajo actual superan con
de las grandes preocupaciones de creces los recursos psicológicos y
los responsables de la administra- los dispositivos sociales con los
ción del personal en las organiza- cuales la naturaleza y la cultura
ciones contemporáneas: aquella equipan a los individuos (Dejours,
de procurar la satisfacción de las 2010, 2009, Gaulejac, 2009, 2005,
personas en su escenario laboral. Sennett, 2006, 2004, Ehrenberg,
No obstante, interesa investigar 1998, 1995, 1991).
si tal preocupación está orientada
a resolver las adversidades de los La miopía de este tipo de expertos
trabajadores, o si los expertos en la en gestión humana puede consta-
administración del personal se in- tarse en el ejemplo de la inducción
quietan sólo porque la aversión al general en la empresa. Estos espe-
trabajo hace a los trabajadores im- cialistas dan enorme importancia a
productivos. La primera premisa –la la etapa de llegada de los nuevos
de intranquilizarse por las desven- trabajadores, y argumentan hacer-
turas humanas– se justifica desde el lo para “alcanzar compromiso du-
punto de vista ético, en tanto que radero”; se diseñan programas de
la segunda –la inquietud por la im- inducción que se inspiran en los

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procesos de socialización huma- una organización transitoria, a esas


na, con el fin de lograr “sentido de “masas efímeras” que examinaba
pertenencia”; velan por el bienes- Freud en su Psicología de las ma-
tar y la motivación utilizando “mé- sas y análisis del yo (1921).2
todos minuciosos y sistemáticos”,
para obtener a cambio una “contri- Las grandes corporaciones produc-
bución inmediata y permanente”; tivas cambiaron su foco de la cali-
pretenden “reducir el estrés y la an- dad total, hacia la tercerización y la
siedad”, con el objetivo de “evitar externalización de costos laborales.
la rotación de personal”. Obsér- Igualmente, la formación empresa-
vense los conceptos destacados: rial migró de la enseñanza de des-
duradero, pertenencia, permanente trezas y la valoración del servicio,
y rotación. Éstos demuestran que a potenciales mucho más sutiles
dichos expertos en administración como la versatilidad, la polivalen-
del personal insisten en un huma- cia y la movilidad; ya no existen
nismo ingenuo y descontextualiza- los “dueños” de puestos y de ofi-
do. Es evidente que trabajan para cios, sino los encargados de proce-
aferrar a los trabajadores a la em- sos y procedimientos.
presa, para lograr que permanez-
can en ella; centran sus esfuerzos Esto no obedece a una crisis de
en diseñar estratégicamente sus valores, como lo insinúan algunas
modelos de gestión humana para críticas moralistas. Realmente, de
que tal permanencia sea motiva- lo que se trata es de la metamor-
dora, para que haya bienestar. Sin fosis de la cuestión social (Castel,
embargo, en la lógica de la empresa 1995), de la cultura del nuevo capi-
actual, cada vez tiene menos sen- talismo (Sennett, 2006). El trabajo
tido defender la permanencia.1 En y la empresa son protagonistas de
cuanto a sus dinámicas internas esta mutación estructural. ¿Por qué
de cohesión colectiva, la empresa insistir entonces en una socializa-
contemporánea se parece cada vez ción organizacional descontextua-
más a una agrupación temporal, a lizada?

1
No obstante hay que matizar esta idea. Algunos sectores del mercado laboral conocen penurias
que invitan a desplegar estrategias de fidelización de los trabajadores para con las organizaciones.
Es el caso de ciertas profesiones y oficios especializados en algunos países. Véanse como ilustra-
ción los casos de las enfermeras en Francia (Mottay, 2010) y en Québec (Tremblay y colaborado-
res, 2009). Sin embargo, es arriesgado generalizar las ventajas de la lealtad organizacional, como
lo hacen los textos de enseñanza de gestión humana.
2
Véase Freud (1981).

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Reflexionar sobre esta paradoja es contribuir, como ya se advirtió, con


una de las pretensiones de este es- algunos elementos sociológicos, a
crito. Para hacerlo, se propone partir la teorización de ciertas nociones
del ejemplo de un proceso admi- que interesan a la administración
nistrativo, como lo es la inducción del personal. Por último, aparecen
general en la empresa. Esto, en pro- unas consideraciones finales a ma-
cura de enriquecerlo teórica y me- nera de conclusión.
todológicamente con los aportes
de ciertas nociones sociológicas, 2. El proceso de inducción
y además, para contextualizar tal general
proceso, a partir de algunos enfo-
ques contemporáneos, los cuales Numerosas investigaciones per-
contribuyen a imaginar una manera miten inferir que, en general, las
diferente de organización del traba- empresas contemporáneas están de
jo humano. acuerdo en brindar importancia al
hecho de recibir adecuadamente a
El artículo contiene, además de la sus nuevos trabajadores, al comen-
presente introducción, otras cua- zar sus labores, inmediatamente
tro partes. En primer lugar, aparece después de haber firmado su con-
la importancia que se le brinda al trato (Bermúdez, 2010, Bargues,
programa de inducción general y 2008, 2006, Perrot, 2009, 2008,
se muestra la asociación que se hace Boussaguet, 2007, 2005, Riordan
de tal programa con un proceso de y colaboradores, 2001). Allí pudo
socialización en los textos de ense- comprobarse que algunas organi-
ñanza universitaria de la gestión hu- zaciones –incluso antes de la firma
mana. En segundo lugar, se propone del contrato–, invitan a sus candi-
a los especialistas en este campo datos a visitar sus instalaciones, a
que acudan a ciertos hallazgos de hacer breves pasantías, a partici-
las ciencias sociales contemporá- par en “preinducciones”, etc.3 Así
neas, con el fin de que actuali- mismo, tanto los académicos de la
cen su noción de “lo humano” en gestión humana como los consulto-
la organización. En tercer lugar, res especializados en estos temas,
se presentan dos posturas clásicas han argumentado, desde hace ya
en cuanto a la definición de la so- varias décadas, sobre la importan-
cialización se refiere, con el fin de cia de llevar a cabo el recibimiento

3
Para el examen de la “preinducción” como “socialización anticipada”, véase: Van Maanen (1976)
y Riordan y colaboradores (2001).

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de los nuevos trabajadores, a través St-Onge y colaboradores (2004)4


de procesos diseñados, ejecutados consideran que es imprescindible
y evaluados a la medida de sus que la organización diseñe, en la
empresas. Este proceso recibe los etapa de recibimiento, un “proceso
nombres de “inducción general” o de socialización por el cual, el indi-
“socialización organizacional”. viduo, se adhiera a las normas y va-
lores de la organización” (p. 228),
Cuando se interroga a los directivos y explican claramente que es preci-
y a los responsables de la gestión so hacerlo porque “la organización
humana en las organizaciones, en ha invertido tiempo y dinero en el
general, no sólo aprecian la induc- diseño y la implantación de una
ción como un proceso fundamental, dotación eficaz, y tiene interés en
sino que además –según lo que se asegurar la integración armoniosa
pudo validar a partir de entrevistas–, de los nuevos empleados” (p. 227).
se sienten muy orgullosos del pro- Así mismo, indican que el período
grama que aplican en su empresa de llegada es “relativamente estre-
en particular. Igualmente, indican sante” y que por ello hay que orien-
que hay que hacerlo para adaptar y tar bien a los debutantes, quienes al
ajustar al nuevo empleado a la orga- “llegar al puesto de trabajo, deben
nización, para minimizar sus temo- habituarse a los comportamientos
res y ansiedades, y para ir generan- requeridos para cumplir nuevas ta-
do rápidamente sentido de gratitud reas y asumir nuevos roles” (p. 227).
y pertenencia, de esta forma se lo-
gragá su contribución inmediata y Igualmente, algunos textos ya tradi-
efectiva. cionales en América Latina, como
el de Gómez-Mejía, Balkin y Cardy
De la misma manera, los textos (1999), también hacen mención
editados para la enseñanza univer- al programa de inducción general
sitaria de la gestión humana tratan como proceso de socialización de
el tema de la inducción, compren- los nuevos individuos, consideran-
diéndolo como un asunto funda- do la importancia del mencionado
mental para las organizaciones. En proceso como aporte fundamental
diferentes latitudes y desde varias para hacer a la organización más
perspectivas hacen alguna refe- eficiente: “Para retener y maximi-
rencia. Por ejemplo, en Québec, zar los recursos humanos que con

St-Onge es de HEC-Montréal, Audet, de la Universidad Laval, Petit, de la Universidad de Sher-


brooke, y Haines de la Universidad de Montréal.

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tanto cuidado se han seleccionado, socialización de empleados son


las empresas deben prestar especial reducir costes de puesta en mar-
atención a su socialización”, ad- cha, reducir el estrés y la ansiedad,
vierten los autores, y señalan además reducir la rotación de personal, y
la “necesidad de seguir un método ahorrar tiempo a los supervisores y
minucioso y sistemático si queremos compañeros de trabajo” (p. 116).6
que se conviertan en trabajadores efi- En esta dirección, los mismos au-
cientes” (p. 161). También intentan tores advierten acerca de la oportu-
adentrarse en lo que puede causar nidad de generar en los nuevos tra-
en el nuevo empleado el hecho de bajadores, sentido de compromiso
enfrentarse a un trabajo y una orga- por la empresa: “La meta del de-
nización que no conocen. Así mis- partamento de recursos humanos”
mo, definen la inducción general es, según ellos, “crear un sistema
como “el proceso mediante el cual, de orientación que complemente
los nuevos empleados son integrados sus actividades de reclutamien-
en la empresa, en su unidad y en su to y selección, cuyo fin es que los
puesto de trabajo”, y precisan que candidatos que obtengan el puesto
hay que “decirle a los empleados lo sigan motivados y comprometidos
que se espera de ellos en su puesto, con la organización” (p. 117).
ayudándoles a superar las tensiones
de la transición (p. 276).5 Por su parte, en uno de los textos
de mayor divulgación en Améri-
De la misma manera, autores como ca Latina en materia de gestión,
Dolan, Schuler y Valle (1999) invi- La administración una perspectiva
tan a pensar en la introducción de global, de Koontz y Weihrich,7 se
los nuevos individuos a las organi- encuentra una definición de induc-
zaciones, como un “proceso impor- ción semejante a las anteriores. Allí
tante de ubicación y socialización”, también es nombrada como “socia-
para “facilitarles el funcionamiento lización” y se indica que hay que
efectivo” y lograr que sean perso- hacerla para “la adquisición de
nas más productivas: “los princi- aptitudes y capacidades laborales,
pales fines de la orientación y la la adopción de roles apropiados y

5
Cursivas agregadas.
6
Cursivas agregadas.
7
El libro de 2004 es la decimosegunda edición. En la publicidad del portal de la editorial se mues-
tra que el texto ha sido traducido a dieciséis idiomas (puede verse: http://highered.mcgraw-hill.
com/). Para este artículo se ha utilizado la edición en español de 1994.

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la adaptación a las normas y valo- información a los nuevos miembros


res del grupo de trabajo” (1994, p. de la organización o una manera de
385). integrar a las personas, de modo
que se transformen en una parte
productiva de la fuerza laboral, tan-
Por otra parte, Cane (1997), desde
to como sea posible (Cane, 1997,
su experiencia en la consultoría p. 68).9
de empresas, y en su propuesta de
“creación de un programa de recur- Esta autora insiste en que las orga-
sos humanos para ganar competiti- nizaciones necesitan personal que
vidad y rentabilidad” –presentada además de compartir las metas de
en su libro Cómo triunfar a través la empresa, se comprometa a apo-
de las personas–,8 advierte que una yarlas, y que para ello el proceso de
vez seleccionado el nuevo emplea- inducción general es el instrumento
do, las organizaciones saben que perfecto:
deben introducirlo al puesto de
trabajo y entienden como reque- La inducción es un método ideal para
rimiento fundamental que aquél iniciar una nueva manera de pensar
comience desde el principio a ser en la organización. En general, los
una persona productiva; así, enton- nuevos empleados, son entusias-
ces, se considera importante brin- tas, receptivos, y se hallan llenos
darle la orientación básica para que de buena voluntad hacia sus nue-
vaya generando su sentido de com- vos patronos. Esto constituye una
promiso con la empresa: oportunidad ideal para cultivar es-
tos sentimientos con el fin de lograr
beneficios en toda la organización
La inducción es el primer paso para
[…] la primera impresión es fun-
lograr un compromiso duradero
damental no sólo para el futuro del
[…] el objetivo primordial de un
individuo, sino también para el fu-
programa de inducción consiste en
turo de la organización (p. 68).
fomentar un pensamiento positivo
en los nuevos miembros del perso-
nal. Los programas tradicionales Además de estos textos especiali-
de inducción son un medio de dar zados en gestión humana, las in-

8
Se invita a examinar la intención utilitarista expresada taxativamente desde el propio título de la
obra: aquello de “triunfar a través del otro”. El original es: Kaizen strategies for winning through
people: how to create a human resources program for competitiveness & profitability, cuya tra-
ducción deja entrever que es gracias a las otras personas que uno puede triunfar. Véase: Cane
(1996).
9
Cursivas agregadas.

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vestigaciones que soportan este mana como los consultores espe-


artículo determinaron que muchos cializados y los responsables de
consultores, que no documentan la administración del personal en
sus trabajos con fines editoriales, las organizaciones, comparten esta
comparten también las premisas doble premisa: a) la inducción es
de partida de estos autores. Se un proceso de suma importancia
pudo evidenciar en cada una de para la recepción de los trabajado-
las definiciones que hacen, tanto res en el comienzo de sus labores,
los consultores como los autores, y b) tal proceso puede compren-
una enorme preocupación por el derse como una socialización del
asunto de la motivación y el com- nuevo personal.
promiso, un afán por la reducción
del estrés y la ansiedad; se parte
No obstante, a pesar de la importan-
de la premisa de que el empleado
cia que se le da a este proceso de in-
que llega está en constante peligro
ducción, y las pretensiones de darle
de desmotivarse, de estresarse, o
un tratamiento científico, estos ex-
de no encontrar razones para tra-
bajar comprometido. No obstante, pertos en gestión humana han favo-
ninguna de las definiciones de los recido ciertas perspectivas socioló-
textos analizados lleva a cabo una gicas simplistas y han terminado
descripción argumentada del pro- privilegiando una noción reduccio-
grama de inducción, antes bien, de- nista de la socialización.11 Este tipo
finen “el deber ser” del proceso de de nociones, no sólo no alcanza a
orientación del nuevo empleado, explicar las causas de los desajus-
desde el punto de vista exclusiva- tes anímicos en el trabajo, sino que,
mente instrumental de la disciplina por el contrario, su aplicación pare-
administrativa.10 ce contribuir a las desgracias psi-
cológicas y sociales de los trabaja-
Sin embargo, no cabe duda, tanto dores. Es preciso, entonces, buscar
los académicos de la gestión hu- alternativas. Más adelante, en este

10
En ningún texto de enseñanza universitaria de gestión humana logró encontrarse una definición
acertada. Sólo en artículos de revistas especializadas en divulgación de trabajos científicos apa-
recen ciertas caracterizaciones. En este sentido, llaman la atención las investigaciones de Perrot
(2009, 2008, Perrot y Campoy, 2009), sobre la definición, el contenido, los procesos y las escalas
de medida, y las de Notais (2009, 2010), sobre la definición de la socialización organizacional y
sus consecuencias identitarias.
En este contexto, el enfoque de Schein de la socialización organizacional como adoctrinamiento,
11

es sin duda el pionero. Véase Schein (1988, 1971) y Van Maanen y Schein (1979).

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mismo ensayo, se presentarán dos Aquí se insiste: los académicos de


enfoques diferentes sobre la sociali- la gestión humana tendrán que ser
zación, con el fin de ofrecer algunas más audaces si su interés es com-
pistas que pueden resultar útiles a prender el malestar que causa
los especialistas en la administra- el trabajo en las organizaciones
ción del personal en las organizacio- contemporáneas. Tanto la concep-
nes, pero antes se les exhorta para ción de ser humano que se ha te-
que acudan a los hallazgos recientes nido desde Hawthorne, como los
de las ciencias sociales, en procu- estudios que emanan de tal concep-
ra de un correlato imprescindible ción, vienen siendo reevaluados a
para hacer sólidas sus nociones so- partir de otros enfoques epistemo-
bre lo humano de la empresa. lógicos y filosóficos diferentes de
los que comúnmente se han utili-
zado. Estos nuevos aportes se en-
3. El apoyo de las ciencias
cuentran en algunos hallazgos de
sociales
la antropología económica y del
trabajo, y más concretamente, por
El objetivo de las ciencias sociales ejemplo, en la “Antropología de
es comprender al ser humano en la experiencia” (Corin, 2009), o en
relación con las estructuras cul- algunos enfoques de la sociología
turales, económicas y sociales de organizacional, y en los desarrollos
cada momento histórico. Su rol no teóricos de la psicopatología y la
implica, en absoluto, desarrollar “Psicodinámica del trabajo” (De-
teoría (o ideología) tendiente a ga- jours, 2010, 2009), especialmente
rantizar la reproducción de tales es- desde el enfoque psicoanalítico que
tructuras. Sin embargo, cuando se ciertas escuelas francófonas vienen
revisa la literatura especializada en proponiendo desde hace ya varias
gestión humana, se observa que, décadas (Chanlat, 2000).
en general, se parte de unas nocio-
nes de ser humano, de trabajo y de Así mismo, el enfoque de la llama-
empresa, que a pesar de declarar da “sociología clínica” (Enriquez
insistentemente su afán por las di- 2009, 2007, 1999, 1993, Gaulejac
námicas de vanguardia, realmente 2009, 2005, 1999, Sévigny, 2009,
son retardatarias, puesto que apare- Rhéaume, 2009a) puede favorecer
cen determinadas por la ilusión de un diálogo muy fecundo con los
mantener y reproducir el sistema especialistas de la administración
de ideas establecido por el actual del personal en las empresas. Es
modelo económico-managerial. preciso tener en cuenta sus meto-

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dologías y sus desarrollos teóricos el ejercicio de sus actividades pro-


para enriquecer la fundamentación ductivas.
epistemológica de la gestión huma-
na. Igualmente, ciertos enfoques Los ejemplos que se acaban de
de la “sociología del individuo” exponer, relacionados con el reci-
(Rhéaume, 2009b, Martuccelli bimiento de los nuevos trabajado-
2009, 2005, 2002, Martuccelli y res en las organizaciones, ilustran
De Singly 2009, Caradec y Mar- que, en general, el proceso de in-
tuccelli, 2004) tienen mucho que ducción sí se considera importante
aportar para la comprensión del ser en los textos que tratan el tema de
humano en el ejercicio del trabajo la gestión humana en las organiza-
organizado contemporáneo. ciones. Sin embargo, se infiere que
la importancia del proceso para es-
Sin embargo, apoyarse en estas tos autores, radica en lo útil que
nuevas propuestas exige cambiar es para la dirección de las organi-
de mentalidad. En lugar de pen- zaciones aquello de tener trabaja-
sar que hay que disponer de unas dores adaptados y motivados para
técnicas para evitar el estrés y la lograr el máximo de su contribu-
desmotivación, estos enfoques de- ción, a fin de conseguir los objeti-
muestran que es preciso pensar vos de la empresa. De allí resulta
cuáles son las causas de tal estrés preocupante la incomprensión –o
y de tal desmotivación; es decir, la negligencia– de todos los auto-
que en lugar de atender el síntoma, res de los manuales aquí citados, en
hay que ocuparse de su etiología; cuanto a lo que sucede en el ser hu-
más que insistir torpemente en mano como sujeto que al ingresar
magnificar ciertas competencias a un nuevo escenario, está siendo
como aquella de la “capacidad de sometido a un complejo proceso de
trabajar bajo presión”, se requie- transformación biográfica.
re más investigación para indagar
por qué el trabajo contemporáneo También es inquietante constatar
causa tanta presión. Quizás admi- que los programas de las especiali-
tiendo que ciertas figuras actuales zaciones y maestrías en Gestión Hu-
del trabajo –como estructura de ac- mana y Psicología Organizacional
ción organizada– son fuente común están diseñados desde la ideología
de sufrimiento, podrían obtenerse gerencial (Aktouf, 2000, 2008), y
resultados diferentes en cuanto a acuden muy comúnmente, para apo-
la comprensión de las dinámicas yar su fundamentación epistemoló-
complejas de los seres humanos en gica, a ciertas escuelas y posturas ya

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ampliamente superadas por nuevas có– le implica un desgaste mayor


perspectivas teóricas y metodológi- de recursos anímicos y existencia-
cas de las ciencias sociales. les de los que él dispone, lo que le
causa no solamente desmotivación
En el presente estudio se descubrió hacia el trabajo, sino también gra-
que, a pesar de tener “modelos es- ves enfermedades mentales, entre
tratégicos” de gestión humana –y las cuales la depresión es la más
que éstos parezcan de vanguardia recurrente. Ehrenberg (1998), por
porque se utilizan las teorías más ejemplo, en su estudio sobre las
actuales de la administración–, hoy exigencias de la vida cotidiana (La
en día en muchas empresas, si la fatige d’être soi), habla de “muta-
concepción que se tiene de ser hu- ciones de la individualidad a fines
mano y la que se tiene de la manera del siglo xx”, y recuerda que la his-
como se dan las vinculaciones entre teria que estudió Freud a finales del
las personas sigue siendo la misma, siglo xix era una enfermedad a la
estos modelos no solamente son moda, y la compara con la depre-
anticuados, sino que son injustos; sión contemporánea:
son anticuados porque están utili-
zando concepciones de lo humano Así como la neurosis acechaba al
que son realmente “cambios dentro individuo fragmentado por sus con-
del no-cambio” (Muñoz, 2002). Se flictos, desgarrado por la división
está desconociendo una definición entre lo permitido y lo prohibido,
la depresión amenaza a un indivi-
del “agente social singular” que se
duo aparentemente emancipado de
presenta en la sociedad actual, y se
sus prohibiciones, pero ciertamente
está partiendo de modelos sociales dividido entre lo posible y lo im-
que ya no son más validables empí- posible. Si la neurosis era un dra-
ricamente en la contemporaneidad. ma de la culpabilidad, la depresión
es una tragedia de la insuficiencia
Pero, además, estos modelos de (1998, p. 17).
gestión humana son injustos por-
que, al partir de premisas ingenuas Este es únicamente un ejemplo,
(o en desuso) de la noción seres aunque muchas enfermedades men-
humanos que conviven en colec- tales vienen siendo examinadas
tivos organizacionales, terminan con suficientes estudios empíricos
exigiendo una enorme contribución e indicadores cuantitativos que
al trabajador para con su empresa, permiten inferir que en la sociedad
contribución que –como ya se indi- contemporánea es preciso movili-

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zar demasiada energía psíquica en perspectiva y la otra. Aquí se con-


procura de resolver los aspectos sidera necesario continuar la cons-
cotidianos (Dejours, 2010, 2009, trucción de un marco de referencia
Gaulejac, 2005, Aubert, 2003). más ecléctico, más incluyente. La
segunda advertencia es que aquí se
4. La sociología y la mostrarán dos enfoques apoyados
noción de socialización en autores considerados fundado-
res de los estudios sociológicos, y
Como se anunció desde el princi- se invita al experto en gestión hu-
pio del artículo, a continuación se mana a estudiar, igualmente, los
presentan dos enfoques diferentes continuadores y los contemporá-
sobre la socialización, para ofre- neos.12
cer algunas pistas a los expertos
de la administración del personal, 4.1. La socialización:
con el fin de contrastar aquella vi- ¿adaptación al mundo en la
sión reduccionista que ya se cons- comunidad de origen?
tató en el examen de los manuales
especializados. Uno se “hace” sujeto social durante
toda la existencia, pero nadie pue-
Aquí se considera que antes de de lograrlo solo porque la especie
asociar a la etapa de llegada y al humana es colectiva por diseño na-
programa de inducción general tural y cultural; es decir, el ser hu-
con un proceso de socialización, es mano, como especie, ha consegui-
preciso acudir a la sociología para do sobrevivir justamente en la vida
comprender de qué manera esta en grupos. Durkheim, por ejem-
disciplina científica define la so- plo, en La educación moral (1902-
cialización humana. Sin embargo, 1903), considera que un individuo
hay que hacer un par de adverten- “no es verdaderamente él mismo y
cias metodológicas. La primera es no realiza plenamente su naturale-
que para el estudio de una categoría za sino a condición de sujetarse a la
compleja como ésta, resulta perti- sociedad” (Durkheim, 1992, p. 58).
nente pensar al margen de las pola- Y justamente esa “sujeción a la so-
ridades explicativas. El presente ar- ciedad” es lo que suele denominar-
tículo no propone elegir entre una se socialización.

12
Véase por ejemplo: Dubar (2007, 2006) y Martuccelli (2009, 2005, 2002).

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La inducción general en la empresa

Esta premisa básica de la socio- Obsérvese que “la sociedad” es un


logía de Durkheim está presen- escenario que está dado, y los pa-
te desde 1894. En Las reglas del dres y los maestros –y los adultos
método sociológico, al hacer sus en general– son los responsables de
definiciones de los hechos socia- inculcar al niño la ética del colecti-
les, proponiendo “observarlos tal vo, para que la conducta de éste ter-
como ellos son y siempre han sido”, mine en comportamientos habitua-
este autor hace una definición del les, vale decir, “naturalizados” por
proceso de socialización desde la la cultura. Para decirlo en términos
perspectiva de la educación. Según hegelianos, es al interior de este
él, “toda educación consiste en un escenario que la persona (concreta
esfuerzo continuo por imponer al y particular) desarrolla su perso-
niño unas maneras de ver, de sentir nalidad, reflexionando sobre sí mis-
y de actuar, a las cuales él no llega- ma como un yo abstracto, de cara
ría espontáneamente” (Durkheim, a esa universalidad objetiva dada,
1968, p. 7). Al respecto, precisa lo para devenir un sujeto cuya liber-
siguiente: tad de acción es evaluada por la
moral de un colectivo que ha sido
Desde los primeros días de su estructurado, justamente, por unas
vida, le obligamos a comer, a be- instituciones que siguen sirviendo
ber, a dormir, en horas regulares, de mediadoras entre su voluntad
le obligamos a la limpieza y a la libre y lo que ya estaba establecido.
calma, a la obediencia; más tarde,
le exigimos que aprenda a tener en Para esta persona, tanto el mundo
cuenta al otro, a respetar los usos, físico como el mundo social, a pe-
las conveniencias, le obligamos al sar de ser escenarios inmediatos, le
trabajo, etc., etc. Si, con el tiempo, fueron ajenos al nacer y, gracias a
esa obligación deja de ser sentida, que le fueron dados como realida-
es porque ella, poco a poco da na- des objetivas, pudo irlos apropiando
cimiento a unos hábitos, a unas ten-
paulatinamente en los procesos de
dencias internas que la hacen inútil,
adaptación que se fueron presen-
pero que la reemplazan sólo porque
derivaron en ellas […]. Esa presión
tando durante su socialización.
de todos los instantes que el niño
sufre, es la presión del medio social Autores más contemporáneos in-
que tiende a modelarlo a su imagen sisten sobre esta misma manera de
y del cual los padres y maestros no comprender estos asuntos. Giddens
son sino los representantes y los in- (1991), por ejemplo, indica que los
termediarios (pp. 7-8). individuos son “sujetos sociales”,

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Héctor L. Bermúdez Restrepo

porque ellos se han incorporado a en general– que han hecho los es-
la cultura del colectivo en el cual pecialistas en el dominio de la ges-
han nacido. Este autor sostiene que tión humana. Lo anterior, porque
lo consiguen, precisamente, a tra- dio las nociones epistemológicas
vés del proceso de socialización, de base. Nótese que, según este en-
es decir, pasando poco a poco de foque, hay que lograr que el niño (o
niños a adultos: el empleado) interiorice una reali-
dad que le es necesariamente exte-
El niño indefenso se va convirtien- rior y completamente dada. El pro-
do gradualmente en una persona ceso consiste en tomar unas pautas
autoconsciente y capaz de conocer, de actuación y unos escenarios so-
diestra en las formas de la cultura ciales que ya están establecidos y
en la que ella o él han nacido. No es aceptados por la mayoría –que no
un tipo de “programación cultural”
son problematizados en lo funda-
por la cual absorbe, de un modo pa-
sivo, las influencias con las que él o
mental– e inculcarlos en los indi-
ella entran en contacto […] aunque viduos que van naciendo (o en los
el proceso de aprendizaje cultural empleados que van ingresando).
es mucho más intenso durante la
infancia temprana de lo que lo es Desde esta perspectiva, “la cultu-
después, el aprendizaje y el amolda- ra en la que ella o él ha nacido”,
miento continúan durante todo el le precede, los adultos le esperan,
ciclo vital (Giddens, 1991, p. 93). el colectivo le recibe, pero el indi-
viduo deberá integrarse; es preciso
Aquí se quiere llamar la atención so- que se apropie de la realidad exte-
bre una premisa que surge en este rior dada y que la interiorice. Esta
enfoque de la definición de la no- inculcación de la realidad exterior
ción de socialización. Se trata de es el primer paso de integración al
aquello que se espera del compor- mundo en general, pero el escena-
tamiento de los adultos como garan- rio es particular. El adulto conside-
tes del orden social, y cómo para ra que la cultura en la que él nace es
lograr dicho orden social los co- la ideal porque la ha interiorizado
lectivos humanos, en general, han desde la temprana infancia, él se ha
partido de la premisa según la cual identificado a ella en el colectivo
a los niños hay que inculcarles las de origen y no ha imaginado nunca
maneras como los adultos viven. que hubiera otras maneras de ser y
Este tipo de sociología ha resultado de actuar diferentes a aquellas en
muy acertado para las definiciones las que nació. Justamente por ello,
de la empresa –y de la organización procura generacionalmente asegurar

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La inducción general en la empresa

su reproducción. Obsérvese que es en relación con las actividades que


desde este tipo de ideas que puede llevan a cabo los demás.
comprenderse a la empresa como
a una “agencia de socialización” Weber se propone practicar una
(Giddens, 1991)13 o un “sistema ciencia de la realidad, es decir,
social establecido” (Schein, 1988). una ciencia para comprender lo que
Sin embargo, al privilegiar este él llama la vida real:
enfoque, se ha favorecido la ins-
trumentalización del ser humano Nosotros buscamos comprender la
en la organización. Se propone, en originalidad de la realidad, de la
seguida, complementarlo. vida que nos circunda y en el seno
de la cual estamos ubicados, con
4.2. La socialización: el fin de despejar, de una parte la
¿integración a un mundo estructura actual de las relaciones
representado y en construcción? y de la significación cultural de sus
diversas manifestaciones y, de otra
parte, las razones que han hecho
En la perspectiva que acaba de men- que históricamente ellas se hayan
cionarse, se parte de la premisa de desarrollado de esa forma y no de
que el ser humano recibe de la so- otra (1965, pp. 152-53).
ciedad instituida; es decir, recoge
la realidad de aquel colectivo que lo Es claro que para Weber el proble-
estaba esperando. Sin embargo, la so- ma son las manifestaciones y la
cialización puede estudiarse desde
forma de la “realidad que nos cir-
otros enfoques; por ejemplo, lle-
cunda”. Para comprender tal reali-
vando a cabo un ejercicio de con-
dad, pone el énfasis en el sentido
trastación y complementación con
ciertas ideas de Max Weber (1904) que tienen para los individuos los
en cuanto a la sociedad y la socia- actos y actividades que llevan a
lización. Para este último autor, la cabo en la vida social y cultural.
sociedad depende del sentido y la Nótese que para él, la “actividad”
significación que los seres huma- es una acción comprensible que
nos, entendidos como agentes so- implica cierto grado de conciencia
ciales singulares, dan a sus actos y de sentido:

13
Se advierte que Giddens no se refiere a la empresa, sino, en general, “al lugar del trabajo”. Las
otras agencias de socialización, según él, son la familia, la escuela y los medios masivos de co-
municación (1991, p. 112).

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Héctor L. Bermúdez Restrepo

Designaremos siempre por “acti- misa de que es preciso inculcar la


vidad”  (y esto comprende tanto la moral para garantizar la sujeción
omisión voluntaria y la aceptación) de los individuos al colectivo, y lo-
a un comportamiento comprensi- grar un mínimo de orden social,
ble, es decir un comportamiento
las inquietudes de Weber redundan
relativo a los “objetos” que es es-
más en comprender cómo se lleva
pecificado de manera más o menos
consciente por cualquier sentido a cabo tal sujeción de parte del in-
(subjetivo) “elegido” o “pretendi- dividuo, gracias al sentido que tie-
do” (p. 330). ne para cada uno su acción y la de
los otros. En su descripción de la
Sin embargo, para elaborar una no- “comunidad lingüística” o “domés-
ción de socialización acorde con tica”, indica, por ejemplo, que es el
la perspectiva de la sociología “sentido significativamente aná-
comprensiva que propone Weber, logo” lo que la cohesiona, puesto
hay que tener en cuenta que la ac- que en este tipo de comunidades,
tividad que lleva a cabo el agente lo que se presenta es “una multipli-
singular cumple simultáneamente cidad de actos singulares de la acti-
con tres condiciones: “Es relati- vidad comunitaria que se orientan
va al comportamiento del otro, se según la esperanza de alcanzar en el
encuentra co-condicionada por esa otro la ‘comprensión’ de un sentido
relación significativa y, es explica- esperado” (Weber, 1965).
ble de manera comprensible a par-
tir de ese sentido pretendido (sub- Obsérvese que esta perspectiva es
jetivamente)” (p. 330). muy diferente de la anterior; sin
embargo, en lo esencial, la una no
La socialización no se trata, como niega ni destruye a la otra, sino
en el caso de Durkheim, de incul- que pueden complementarse entre
car por la vía de la educación moral sí. En el enfoque anterior, el ethos
unas pautas de conducta; para We- del colectivo determina lo singular.
ber el problema radica en compren- Sin embargo, en la segunda pers-
der tales pautas de conducta, en en- pectiva prima el material autónomo
tender la orientación significativa de la imaginación y de lo anímico,
de la actividad de un individuo en los aportes de lo intrínseco de cada
relación con las expectativas de las uno en la construcción de lo que hay
actividades de los demás. afuera, “el tránsito prodigioso de lo
íntimo a lo exterior”, del que ha-
En resumen, se podría decir que bla Hegel; aquella verdad “que
mientras Durkheim parte de la pre- se oculta en la subjetividad de la

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La inducción general en la empresa

afección y de la representación”; es recodos no porque él fuera desde


decir: siempre igual a él mismo y segu-
ro de sí, sino porque él no es otra
El pasaje de la imaginación y de la cosa que el principio de producción
razón a la realidad, en la que ha la- y recolección de sus diferencias”
borado toda la historia universal (2003, p. 40).14
con un trabajo merced al cual la
humanidad civilizada ha conquis-
tado la realidad y la conciencia de
En este mismo sentido, aunque con
la existencia racional, de las orga- bases epistemológicas muy dife-
nizaciones del Estado y de las leyes rentes de la sociología de Weber (y
(Hegel, 1968, p. 223). de la dialéctica hegeliana), la teoría
psicoanalítica, también contribuye
Los seres humanos no sólo reco- a pensar este tipo de nociones. Esta
lectan lo dado, sino que, simultá- perspectiva considera que el niño,
neamente, también lo están produ- al nacer, no diferencia entre su pro-
ciendo. En este sentido, Habermas, pio cuerpo y la realidad externa; su
por ejemplo, muestra que el actor psiquis no puede distinguir entre
social es a la vez iniciador y pro- ella misma y el mundo exterior;
ducto: “Iniciador de acciones de no es capaz de establecer la dife-
las cuales es responsable, y produc- rencia entre la “percepción” y la
to de tradiciones en las cuales él se “representación”, está en un estado
inscribe, de grupos solidarios de los de “autoerotismo”.15 Justamente, es
que hace parte, y de procesos de en la relación con “el Otro” que el
socialización y de aprendizaje a los estado narcisista se rompe. Paradó-
cuales él se ha sometido” (1987, p. jicamente, la génesis de la sociali-
434). En este mismo sentido, Ker- zación se encuentra en el desarro-
végan recuerda que para Hegel “el llo precoz de la psiquis individual,
espíritu es uno en la diversidad ne- en la separación entre “yo” y “el
cesaria de sus trayectorias y de sus Otro”.

14
Cursivas agregadas.
15
La noción es de Freud. En los Tres ensayos sobre la teoría sexual (1905), Freud distingue dos ti-
pos de autoerotismo (primario y secundario) al examinar otro de sus conceptos: el de “narcisismo
primario”. En este sentido, Schmid-Kitsikis (2005, p. 397) advierte que el autoerotismo primario
“integra la sensualidad que representa de alguna manera su fuente, su carne, su temporalidad,
su soporte fantasmático, preparando la instauración del autoerotismo secundario gracias a una
retención, a una transformación y a una compaginación de la excitación”.

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Héctor L. Bermúdez Restrepo

Sin duda, hay un escenario ante- blemente, no se trate de adaptar al


rior al recién nacido; sin embar- nuevo trabajador a la empresa, por
go, precisamente con su llegada al la vía del adoctrinamiento y la cate-
mundo, o inclusive desde antes de quesis, sino de favorecer también su
nacer, él lo impugna, lo afecta. La proyección, y procurar una relación
comunidad inmediata está atenta a de recursividad entre él y los que ya
su aparición, allí se desarrolla todo estaban al momento de su llegada.
un sentido particular que hay que Quizás la adaptación consista justa-
tener en cuenta. Desde antes de na- mente en la significación y el senti-
cer, el futuro integrante del colecti- do que el nuevo trabajador otorga a
vo ha comenzado a transformarlo; sus propias actividades, en relación
estamos pues, como ya se dijo, ante con los actos de los demás, y a la
un ejercicio bilateral: el individuo esperanza que tiene de alcanzar del
comenzará la recolección de su otro la comprensión pretendida.
afuera inmediato, pero simultánea-
mente estará llevando a cabo una El caso de la inducción general, es
transformación dinámica de su en- tan sólo un ejemplo. Ciertamente,
torno; con su actuar, no sólo está un proceso como éste puede com-
adaptándose, sino también constru- pararse con una socialización; sin
yendo activamente su realidad so- embargo, esto tendría que hacerlo
cial (Berger y Luckmann, 1998). El el experto en gestión humana, apro-
agente singular comienza a habitar vechando los recursos y los hallaz-
un mundo en la medida que este gos de la exploración sociológica.
mundo habita en él: se trata, para Igualmente, muchos otros proce-
insistir en la terminología hegelia- sos inherentes a este dominio de
na, de una síntesis dialéctica.16 la administración del personal (la
selección, la formación, el entre-
Obsérvese que este tipo de ideas namiento) podrían ser enriquecidos
puede resultar muy fecundo si es con la interpretación de la sociolo-
tenido en cuenta por los especia- gía, a la luz de la nueva arquitectura
listas de la gestión humana. Proba- social y de las prácticas laborales

16
En el contexto de la teoría organizacional, un autor como Muñoz, por ejemplo, insiste en una pos-
tura dialéctica. En su amable crítica al presente manuscrito, apoyado en Durkheim, advierte que
la cultura “somete realmente al individuo, pero éste no es un ente pasivo ante ella. El individuo
opone sus recursos intrínsecos y se genera una tensión, digamos, ‘creativa’. La alteridad es un fe-
nómeno bipolar. No es el ‘otro’ totalmente quien determina al sujeto como quisieran los expertos
en Recursos Humanos, ni el sujeto se auto determina (por algo lo de ‘sujeto’) como lo entiende el
romanticismo” (véase: Muñoz, 2008).

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La inducción general en la empresa

contemporáneas. Es preciso con- ciendo con mucha vehemencia por


tinuar con la investigación empí- parte de algunos estudiosos de la
rica y procurar unos desarrollos administración–, es que tanto el es-
teóricos tendientes a debatir la ya tudio como la investigación se han
examinada perspectiva reduccio- hecho siempre desde la intenciona-
nista que los manuales de gestión lidad economicista de la disciplina
humana se empeñan en favorecer. administrativa.18

5. Consideraciones Pero existe un problema en el ori-


finales gen mismo de la importancia que
se concede al factor humano que se
Desde que Elton Mayo señaló la acaba de mencionar, problema que
importancia del factor humano en no siempre resulta evidente y en
las organizaciones, en las primeras el cual, históricamente, los exper-
décadas del siglo pasado, y demos- tos en gestión humana se han visto
tró la importancia de lo que en su atrapados. Por muy benévolo que
momento se denominaron las rela- parezca este modo original de inte-
ciones humanas, los responsables resarse por las personas en la em-
y los expertos de la administración presa, si se observa con detalle lo
del personal no han cesado de es- que ha pasado desde Hawthorne,
tudiar e investigar acerca del tema. es que se fundó una premisa inver-
Salvo raras excepciones, en la his- sa: las organizaciones no cuentan
toria de la teoría administrativa y con ningún factor humano que
organizacional el factor humano haya que cuidar y motivar, porque
siempre ha sido determinante.17 ellas son, humanas, por definición.
Sin embargo, hay que aclarar va- Realmente es todo lo contrario: es
rios asuntos. Algunos resultan muy la empresa, como construcción so-
evidentes, pero otros se ocultan so- cial, la que es una consecuencia de
terradamente. En cuanto a los más la organización humana, y no a la
fáciles de denunciar –de hecho, inversa (Gaulejac, 2005). En otras
hace varias décadas se viene ha- palabras: la empresa no tendría

17
Para un examen de los diferentes enfoques sobre la noción de “factor humano”, véase Dejours
(2010).
18
En este sentido de evidenciar la relación de dependencia de la administración con respecto de la
economía liberal, los esfuerzos de Aktouf (2002, 2008) son destacables. Véase también: Gaulejac
(2009, 2005) y Sennett (2006, 2004).

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Héctor L. Bermúdez Restrepo

que determinar los aspectos huma- Permitir que el incremento de la


nos, sino que está determinada por productividad determine la investi-
ellos. Esto porque ella es una ma- gación a los académicos y las fun-
nera particular de organización del ciones a los ejecutivos, tampoco
trabajo, así como la administración ha servido para resolver los asun-
es un sistema peculiar de organiza- tos complejos del bienestar y la
ción del poder. motivación. Al contrario, esto jus-
tamente les ha tenido distraídos y
Estos asuntos hay que examinar- ocupados en extremo, lo cual les ha
los con mucho cuidado puesto que impedido examinar el problema de
los ejecutivos de la gestión huma- fondo: la sociedad está mutando y
na tienen un rol protagónico en la no se han dado cuenta. Este tipo de
historia de la humanidad que qui- enfoques de la gestión humana, sus
zás no han comprendido en su to- teorías y sus métodos están en des-
talidad. Ellos dirigen a las personas uso.
en aquellos colectivos en donde se
lleva a cabo la materialización de la Mientras el modelo macroeconómi-
mayoría de las transformaciones, co contemporáneo continúa trans-
no únicamente económicas, sino figurando los modos de organiza-
también sociales y culturales, a es- ción del trabajo –como estructura
cala planetaria: las empresas. de acción organizada–, y las gran-
des corporaciones promueven la
Es preciso que el especialista en movilidad y la polivalencia, la ter-
gestión humana utilice otros enfo- cerización y la externalización, los
ques y reconstruya sus nociones: programas de gestión humana y sus
“separar” lo humano de la empresa manuales universitarios promue-
no ha dado hasta ahora resultados ven la “contribución permanente”,
efectivos para todos. Insistir en que el “compromiso duradero” y la
la empresa es un colectivo ajeno al “evitación de la rotación de per-
individuo, una realidad dada, y que sonal”. Mientras el management
al nuevo trabajador hay que reci- financiero destruye las estructuras
birlo como lo hacen los anfitriones sociales y enaltece la ideología de
a un invitado, para que se motive la autonomía y la autorrealización,
a quedarse, es una analogía que no causando en el individuo fatiga e
puede generalizarse y que no resis- incertidumbre existenciales, los es-
te ya la validación empírica en la pecialistas de lo humano insisten
sociedad contemporánea. en nociones ahistóricas e ignoran

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La inducción general en la empresa

las fuentes actuales de la desmoti- los especialistas en gestión humana


vación y el malestar. estén tan enajenados con respecto
de tal violencia y contribuyan con
Las causas de la atomización social tanta ingenuidad y tanta efectivi-
y del sufrimiento en el trabajo son dad, no sólo a reproducirla, sino
pues estructurales. Son desventu- también a enaltecerla y a incre-
ras antropológicas e históricas y no mentarla, en su afán de “socializar”
se resuelven con la vulgarización a los trabajadores para aumentar la
reduccionista de categorías como
productividad.
la de una “socialización organiza-
Referencias
cional” que busca cándidamente la
fidelidad, la motivación y el bien-
estar en las empresas. Aktouf, O. (2008), Halte au gâ-
chis. En finir avec l’économie-
Una salida puede hallarse si se le management à l’américaine,
teme menos a una revolución en Montréal: Liber.
cuanto a la concepción del ser hu- Aktouf, O. (2002), La stratégie de
mano que trabaja en los escenarios l’autruche, Montréal: Écosocié-
organizacionales contemporáneos. té.
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violenta, sino todo lo contrario: es Bargues, E. (2008), “Gérer la socia-
preciso comprender la violencia
lisation organisationnelle pour
implícita en el trabajo actual, para
développer-maintenir la culture
preguntarse si es posible frenarla.
de l’organisation: vers un enri-
Sin embargo, si Sigmund Freud no
se equivoca, quizá sea imposible de- chissement des connaissances
tener tal violencia y eliminarla, pues- des pratiques”. En: Actes XIXe
to que es inherente a lo humano; Congrès AGRH: Dakar: AGRH.
probablemente haya que aprender a Bargues, E. (2006), Pratiques de
soportarla, o inclusive a sublimarla socialisation et attitudes au
y a potenciarla. Eso ya sería un logro travail des nouveaux dans les
inconmensurable. Pero lo que has- TPE. En: Actes XVIIe Congrès
ta ahora resulta inadmisible, es que AGRH: Reims: AGRH.

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