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CAPITULO 3

PRIMEROS PLANTAMIIENTOS PSICOLOGICOS EN LAS CIENCIAS DEL


ESPIRITU

3.1. Grandes trazos de la Psicología filosófica pre-renacentista

Suele entenderse por psicología filosófica, al menos operacionalmente, entendido


este como iniciador formal de la psicología científica. Trata de una psicología que
desarrolla, el marco de la filosofía pero que progresivamente fue ganando influjo de
las ciencias empíricas, hasta la tercera mitad de siglo XIX dio paso definitivo a su
constitución como CIENCIA EXPERIMENTAL asumiendo el método de las ciencias
naturales en análisis de los fenómenos de la vida mental.

Aristóteles con su arranque tópico y su libro sobre el alma. Este, hace referencia a
concepciones Animistas o Mitológicas incluso se refiera a su admirado Platón, quien
fue el primero en hacer un estudio sistemático de esa realidad sustancial que se le
llama psique o alma y que para él pertenece al mundo de la naturaleza, y por tanto
es objeto de conocimiento empírico, sus planteamientos dominaron el pensamiento
occidental durante siglos, en lo que fueron apareciendo filosofías más centradas en
problemas humanos, muchas veces llamadas filosofías de la Felicidad, hasta que
el neoplatonismo agustiniano los hicieran tambalearse.

Vida y conocimiento son las dimensiones en que se sitúa la psique griega, son dos
fenómenos que requieren principios peculiares paras su comprensión. Con una
estructura definitiva, dibujada por la razón, que apunta a una pluralidad defunciones.

El problema de la relación alma-materia o mente-cuerpo, se torna en un centro de


divergencia entre platón y Aristóteles: ¿Cabe cualquier alma en cualquier cuerpo –
platónico-, o cada alma es la actualidad misma del cuerpo –energeia aristotélica-?,
¿es el alma separable del cuerpo, o talvez ella, o no toda ella podrá serlo?, ¿hasta
qué punto son realidades diferentes?, ¿mantienen un tipo de comercio entre ellas?
Se dibuja una tensión que, de un modo u otro, se ha mantenido a lo largo de los
siglos, entre una mente biologicista y otra epistémica, si cabe llamarla así, tensión
que se vuelve a encontrar con nuevas expresiones en el mundo medieval, entre san
Agustín y santo tomas, y en el ya moderno, entre Descartes y Bacon, o entre
racionalistas y empiristas o idealistas y asociacionistas.

La filosofía medieval, el primer problema es la existencia del mundo mismo, el que


haya cosas; es decir el hecho de que Dios haya creado cuanto existe, el problema
existe en comprender la realidad de la criatura ante Dios. Dios es una realidad muy
peculiar, de la que lo primero lo que hay que decir es que no aparece, que no está
ahí, como una cosa más. Por eso, la forma en que se manifiesta es la revelación.

Esta realidad divina se hace patente de alguna manera en la intimidad, en el alma


humana, y el mundo considerado con un todo creado. De ahí que el hombre
medieval reflexione sobre sí mismo, y que busque en el mundo los rastros del plan
creador de Dios. La filosofía medieval siguió dos orientaciones diferenciadas bajo el
impacto de la filosofía neoplatónica y de la aristotélica: la de Agustín de Hipona y la
de tomas de Aquino.

La agustiniana es una Psicología humana que no mira al exterior, a la naturaleza,


que no recurre a la observación exterior para descubrir que es el hombre. Si no que
se postula en la propia interioridad humana para desvelar su verdadera realidad.
Cuyo objetivo es una sustancia espiritual que tiene totalmente independencia del
cuerpo. Acentuando la independencia del alma en relación con el cuerpo.

Sto. Tomas supera el dualismo espiritualista al señalar que el alma es subsistente,


inmortal, pero que en si misma lleva una relación con la materia sin la cual no puede
existir. La unión alma-cuerpo es un bien y fuente de bienes, de ningún modo
consecuencia de ninguna caída o castigo. La persona no se constituye por
emergencia exclusiva si no por la unión de cuerpo alma.

El compuesto sustancial humana es el único sujeto de todas sus operaciones, a un


las más espirituales. No es el alma quien piensa, ni el cuerpo quien siente. Es la
persona quien piensa, quiere, siente, actúa, trabaja… cuerpo, alma no son sujetos
reales, de forma que cada una de ellas posee por si solo su propio existir y de obrar,
con el simple acondicionamiento del otro, forman un solo sujeto de ser y obrar,
entendiendo que el alma racional, el intelecto, la forma sustancial del cuerpo.
El sustancialismo que arranca para muchos con Aristóteles, tuvo su momento de
giro en el renacimiento. Cuando inicia la modernidad, de la que forma parte la
Psicología científica. Existieron ideas psicológicas que pueden ser historiadas, pero,
al no haber para una concepción natural generalizada del hombre, difícilmente
puede haber una autentica preocupación psicológica. Una razón ahora natural será
iniciar una autentica reflexión filosófica sobre el ser humano, y ello las exigencias
de una posición trascendental.

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