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Referencia Bibliográfica:
Desde luego Mutis no era un santo como lo canonizó cierto texto de historia
patria. Tremendamente celoso de su prestigio y vengativo contra sus adversarios,
no dio paz a Sebastián José López Ruiz, quien por medio de intrigas se le
adelantó a recibir el título de descubridor de la quina septentrional, el de botánico
de S. M. y "buen vasallo". Lo fustigó hasta verlo depuesto de honores, privado de
sueldo y confinado a Lima.
Por otra parte algunos biógrafos parecen suponer que Mutis fue un favorito de
las cortes real y virreinal y que, cuando llegó la aprobación real a sus planes de
Historia Natural de América Septentrional, lo que siguió fue miel sobre hojuelas,
dinero, ocupación a placer, prerrogativas sin tasa. La verdad fue otra.
Veintidos años (1761 al 83), esperando en vano el apoyo real para el plan
científico mejor fundamentado; el que produciría más honra a ]a corona y más
utilidades al real erario; más inmediato bienestar a los vasallos y mayor
desarrollo a la América, hubieran bastado para el desengaño. Pero, sobre mojado
llovieron otros tan serios. Descubre Mutis la quina septentrional y otro, Salvador
José López-Ruiz, se alza con su mérito y sus gajes; presenta, ya bajo el Virrey
Caballero y. Góngora, su plan del estanco de las quinas y de una exportación en
grande de ellas, beneficiándolas
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en la Nueva Granada; canjea muestras para cerciorarse sobre cuál era la quina
deseada por la Real Botica de Madrid; monta una maquinaria de cosecheros,
factorías, empaques y un gran despacho de ellas y logra de final, que sus quinas
fueran declaradas ineficaces, prohibidos sus ulteriores despachos y quemadas sus
cortezas para calentar los alambiques en que los reales boticarios destilaban sus
engañifas. Mutis se enteró de dónde le venían los tiros que eran, nada menos, de
Don Casimiro Gómez-Ortega, Director del Jardín Botánico del Prado y de los
botánicos enviados al Perú, Don Hipólito Ruiz y Don José Pavón, regresados ya a
la península, hospedados en el mismo jardín y, para colmo, emparentado Don
Casimiro con Don Hipólito por casamiento de éste con una sobrina del viejo
Ortega.
De tal maquinaria y tan bien acoplada nacieron para Mutis dos grandes
tribulaciones: el traslado de la Expedición Mariquita a Santa Fé por orden del
Virrey Ezpeleta y una reprimenda inconsiderada, originaria, nada menos que del
Consejo de Indias. El gaditano a todos hizo tascar el freno: al tozudo del catalán
Ezpeleta sirviéndose de él para reorganizar, con más recursos, la expedición; a
los consejeros, entre los cuales se sentaba Gómez Ortega, mostrándoles que lejos
de haberse descuidado el perfeccionamiento de la flora cualquier atraso de ella se
debía a las muchas comisiones que con carácter urgente le habían echado encima
ambas cortes, la de Madrid y la de Santa Fé; que él había entrado al real servicio
rogado y no porque lo necesitara; finalmente -y este era el argumento Aquiles
para que no se le exigiera el prematuro envío de la Flora a Madrid- que él, en
servicio del Rey, había sacrificado su salud y agotado su vida. Al que-eso da, no
le queda más que dar ni tampoco se le puede exigir más.
octubre de 1791; fue enviado por Mutis a Fusagasugá con la misión de recolectar
plantas; escribió una quinología basada en ideas de su maestro, quien no pudo -es
su expresión- "librarlo de la quema", pues en octubre de 1 7 9 5 debió salir
prisionero para el castillo de San Sebastián de Cádiz, declarado culpable con
Narjño en la revolución de los pasquines.
Sobreseída su causa en junio de 1799 salió de la cárcel y fue enviado a París a
proseguir estudios. De allí regresó a Madrid; como ser afrancesado era
recomendación en aquellos años aciagos, en 18 O 5 fue elegido para suceder a
otro de los tales el abate José Antonio Cavanilles en la dirección de Botánico
matritense. Sin embargo, si hemos de ser francos, al calificar la obra botánica de
Zea deberemos decir que fue mediocre, sobre todo si se tienen en cuenta las
oportunidades de que disfrutó para hacerla grande. El antioqueño era más político
que científico.
Sinforoso Mutis, sobrino del sabio y bumangués, nació en 1778. Su obra
botánica fue meritoria. Formado al lado de su tío sufrió prisiones en la península
junto con Zea y Nariño desde 1795 al 802, cuando regresó muy ajuiciado a Santa
Fé. Fue enviado a Cuba hacia fines del 803 para que vendiera un lote de quinas de
las que habían restado en Honda cuando se interrumpieron los envíos del real
estanco. Desde allí envió a Madrid colecciones de exicados botánicos que los
directores de El Prado aprobaron y estimularon. Regresó a Santa Fé pocos días
antes de la muerte de su tío, el 27 de octubre de 1803, es decir a los cinco años de
su salida para las Antillas. Por el testamento científico de Don Celestino se halló
Sinforoso, de la noche a la mañana, elegido para suceder a su tío en la
continuación de la parte botánica de la expedición. Sus primeras actividades,
como tal se dirigieron a copiar y completar para el Rey en tres ejemplares de la
parte literaria y dos de la iconográfica, la Historia de los Árboles de Quina con su
parte cuarta sistemática. Para esta labor se sirvió de textos y láminas elaborados
desde la época mariquitense y de otros preparados por Caldas. Otros méritos
botánicos de Don Sinforoso fueron, continuar las recolecciones, los dibujos de
plantas y de sus anatomías; estampar bajo las láminas de su tío, el nombre
específico o al menos el genérico. No se puede negar por una parte, que bajo
Sinforoso y por disposición del Virrey Amar y Borbón, la Expedición se mantuvo
organizada y activa, por otra, que las actividades políticas de Sinforoso debieron
de frenar el desarrollo normal de su trabajo científico. El fogoso bumangués tomó
parte muy activa en la revolución del 20 de julio de 1810 y cuando Bolívar entró
por primera vez a Santa Fé, Sinforoso Mutis hubo de lanzarse por entre los
soldados, alojados en la Casa Botánica, para impedirles que destruyeran sus
colecciones y aparatos como amenazaban hacerlo.
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1772, Octubre.
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1777, Enero.
Salida definitiva para minas de El Sapo, en jurisdicción
de Ibagué.
1781, Febrero 24.
Visita del Arzobispo Caballero y Góngora a Mutis en
El Sapo. Mutis vive en palacio.
1783, Abril 1 Fundación por el Virrey-Arzobispo de la Expedición
Botánica.
1783, Abril 29 . Salida para La Mesa.
1783, Noviembre 1? Aprobación por Carlos II de los planes científicos.
1783, Junio 29. 1787, Salida de La Mesa para fijarse en Mariquita. Fecha del
Proyecto de Estanco de la Quina. Dispone el Rey que
Febrero 6. 1790,
se suspendan los envíos a Madrid de quinas
Noviembre 7.
santafereñas.
Mutis, instalado en Santa Fé por orden del Virrey
1791, Octubre 27.
Ezpeleta le propone cómo reorganizar la Expedición.
Zarpa Alejandro de Humbolt de Cuba para Cartagena.
1801, Marzo 14. Hace su entrada a Santa Fé.
Su salida para el sur por la vía de Fusagasugá, Ibagué,
Quindío, Cartago, Popayán, Pasto. Salida de la
1801, Julio 15. 1801,
presidencia de Santa Fé a la de Quito. Rechaza el
Septiembre 8.
Barón la compañía de Caldas. Regreso de Sinforoso
Mutis de su primer destierro de Cádiz.
1801, Diciembre 31.
Mutis solicita pasaporte para que Sinforosoviaje a
1802, Abril3. 1802. Cuba, venda un lote de quina y de allá traiga la vacuna
viva.
180.3, Octubre 25.
LlegaCáldas a Santafé y recibe la dirección dei
Observatorio.
Aparece el primer número del semanario.
1806, Diciembre 10.
J. C. Mutis dicta su testamento y nombra albacea
. a Salvador Rizo.
1808, Enero 3.
Sinforoso Mutis y, tal vez su señora Angela Gama,
1808, Julio 1
llegan a Santa Fé desde Cuba.
Testamento científico de J. C. Mutis. .. Muerte del
1808, Agosto.
Dr.. Mutis.
1808, Septiembre 10.
1808, Septiembre 11.
LAS CIENCIAS BOTANICAS EN COLOMBIA
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d) Humboldt reprobó la conducta que con Mutis y con las quinas del
Nuevo Reino siguieron los botánicos de Madrid.
e) El sabio tudesco recibió de Mutis, cien láminas que el segundo sospechaba ser
de especies nuevas. Fue el primero que dio a conocer en
Europa la prodigiosa iconografía.
f) Humboldt y Bonpland, facilitaron a Caldas su aprendizaje botánico
a nivel europeo.
g) Humboldt hizo ciencia, aumentó y reveló al mundo las observaciones
de Mutis y de Caldas sobre la tercera dimensión fitogeográfica, que
se ha dado como el mejor fruto botánico de sus viajes equinocciales.
h) En su cuantiosa obra bibliográfica, en sus herbarios, Humboldt hace frecuentes
citas de la flora colombiana y de las localidades de esas especies. Para él y
por sus estudios florales, nuestro país era el grupo humano más culto de
suramérica.
con la misión de vigilar y salvar para el Rey lo que quedara del jardín botánico
de Mutis en Mariquita, la de sembrar canelos y propagar la otoba. Nada sabemos
de los pasos que diera Rieux en cumplimiento de su cometido.
155 LAS CIENCIAS BOTANICAS EN COlOMBIA
El salvó la crisis deparada por el doctor Luis López de Mesa cuando ordenó,
como Ministro de Educación, que el bello edificio construído para el Instituto
Botánico se dedicara a facultad de farmacia. Dugand logró que se hiciera efectiva
la promesa de otro edificio más amplio para el Herbario y que se le convirtiera en
Instituto de Ciencias Naturales. Tal indiscriminación, anacrónica si se considera
la práctica de otros países, ha traído dolores de cabeza, sobre todo porque se
convirtió en galigó que limitó el desarrollo armónico de las demás especialidades
que miran la botánica que limitó la investigación ]¡minal de sistemática~
Para guijar a los botánicos nacionales y para llamar la colaboración extranjera,
con prestigio para Colombia y para el Instituto, Dugand fundó las revistas
Caldasia, Mutisia, y Lozania, que por su estabilidad y elevado nivel científico
constituyeron el mejor exponente del progreso botánico y zoológico, o~iginado
en el Instituto. En la historia de Colombia, como promotor del herbario y de las
colecciones zoológicas, se debe mirar a Dugand como al hombre que ha elevado
nuestras ciencias naturales al nivel de los países más documentados en
suramérica. Todo esto~ a pesar de las estrecheces del presupuesto y de las cargas
intrusas con que se ha aumentado la responsabilidad de un personal que se señala
exclusivamente investigador de la botánica y zoología colombianas.
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Las principales obras de Fernández Pérez son dos volúmenes, impresos por los
Institutos de Cultura Hispánica de Madrid y Bogotá, sobre las Orquídeas de la
Real Expedición, que Mutis dejó en Icones. Tiene preparados en manuscritos
otros dos tomos de esa obra monumental, la más importante obra botánica que,
según crítico internacional está saliendo de las. imprentas del mundo.
Lorenzo Uribe Uribe. Natural de Sonsón; hijo' de Joaquín Antonio Uribe, el
insigne pedagogo, autor de libros para divulgar la naturaleza, escritor del grueso
volumen Flora de Antioquia (384 páginas) se pudo decir de él que circulaban por
sus venas la botánica y la docencia como imperativos genéticos y hogareños.
Ingresó a la Compañía de Jesús, coronó sus estudios de Filosofía y Teología en
Valkenburg (Holanda), lo que le condujo a ocupar, regresado a Colombia, la
cátedra de cosmología, ciencia filosófica íntimamente relacionada con las
naturales, en las facultades eclesiásticas de la Universidad Javeriana. El Padre
Lorenzo, con esos antecedentes, fue promovido a la Academia de Ciencias
Naturales en Bogotá.
Como botánico, a raíz de su grado, se dedicó a ordenar, pulir y ampliar los
originales que su padre había dejado manuscritos para la Flora de Antioquia,
libro, con ayuda de la Gobernación de Antioquia, entregó al público.
.
Pero la obra cúspide del padre Uribe con su Pasifloras de la Real Expedición,
para cuyo acabado y determinación de los insuperables icones mutisianos, de sus
descripciones literarias, se impuso el trabajo no sólo de agotar la bibliografía a su
respecto, sino el de colectar, una a una, las especies en las localidades donde las
hallaron los herbarios del sabio gaditano. -Si a este proceso se ciñeran cuantos
escritores han de revisar los icones por familias taxonómicas, la publicación de la
flora de Mutis correspondería a los adelantos de nuestro siglo en sistemática, a la
angustia que nos produce la desaparición de especies determinada por los
desmontes y a la magnificencia con que la obra se edita por Rivadeneira en
Madrid.
Seguro de su ideal y de su método, el padre Uribe los siguió en la elaboración,
ya terminada, de varios tomos requeridos por las melastomáceas de la Real
Expedición. En esta familia, que nuestros suelos y climas despliegan con
generosidad extraordinaria, los herbolarios y pintores de Mutis hicieron derroches,
y su intérprete, el padre Lorenzo Uribe Uribe, realizó maravillas de su talento.
reivindicarIo para nosotros como investigador que nos ha favorecido con estudios
fundamentales sobre plantas del Amazonas, sobre todo cauchos del género
Hevea. También tiene muchas publicaciones en Caldasia donde ha dilucidado el
problema de nuestras plantas narcóticas y mágicas. Actualmente trabaja en su
país, los Estados Unidos, pero no deja de ayudar al Herbario Nacional con sus
consejos y con trabajos fundamentales.
Daniel Mesa Bernal. - El doctor Mesa Bernal, que actualmente trabaja en
Montevideo en la ALAC dedicó un tiempo de sus esfuerzos al Herbario Nacional
y publicó en la Revista de la Academia sobre plantas diagnóstico de suelos, sector
que otros autores no han cultivado, pero que es de gran utilidad para el mundo de
nuestros agricultores.
Rafael Romero Castañeda. - Es un caso extraordinario de autoformado en el
medio colombiano que después ha completado sus estudios merced a varias becas
Gargenheim. Tiene a su favor en botánica varios libros muy densos y doctos,
como son Frutas Silvestres de Colombia y Flora de la Región Central del
Departamento de Bolívar; persuadido de que la coronación de la obra científica es
la impresión de obras, trabaja actualmente en sacar luz varias de su pluma que
merecerán puesto de honor en la secuencia de la botánica colombiana.
Gustavo Huertas G. - Escogió para sí un sector por demás olvidado por los
botánicos colombianos anteriores que son los fóciles de plantas hallados en
nuestro territorio, recogidos con una acuciosidad admirable. Ha descubierto en
sus investigaciones, plátanos, (Musa) y cacao (Toebroma) que nos revelan en
Colombia una vegetación primitiva insospechada.
Luis A. Camargo. - Como el anterior, religioso, ha producido publicaciones
muy interesantes sobre especies nuevas del género Serberis de Colombia,
Ecuador y Venezuela. .