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El último Pleno tuvo como origen la controversia que existía sobre la forma en la que los jueces
deben aplicar el artículo 220 del Código Civil, respecto a la declaración de oficio por parte del
juez sobre la invalidez de un acto jurídico. Asimismo, de la revisión del último Pleno, se aprecia
que se han modificado los precedentes contenidos en el Primer y Cuarto Pleno Casatorio, en el
siguiente sentido:
2) Se modifica el precedente vinculante contenido en el punto 5.3. del Cuarto Pleno Casa-
torio Civil (sobre desalojo por precario), debiéndose entender en lo sucesivo que: Si en el
trámite de un proceso de desalojo, el Juez advierte la invalidez absoluta y evidente del tí-
tulo posesorio, conforme lo prevé el artículo 220 del código civil, previa promoción del con-
tradictorio entre las partes, declarará dicha situación en la parte resolutiva de la sentencia
y, adicionalmente, declarará fundada o infundada la demanda de Desalojo, dependiendo
de cuál de los títulos presentados por las partes es el que adolece de nulidad manifiesta.
Uno de los fundamentos de la parte que interpuso el recurso de casación, consistió en señalar
que la transacción que se había realizado era nula. En el Primer Pleno se sostuvo que resultaba
equivocado sostener a priori, que no se puede dar cabida a la transacción extrajudicial como
medio de defensa de forma porque puede adolecer de nulidad o anulabilidad; y, que mantener tal
presunción, sería cuestionar la validez de cuanto acto jurídico se celebre en nuestro medio. Por
eso, en el fundamento 39 del Primer Pleno, se indicaba lo siguiente:
Dicho razonamiento, ha sido modificado por el último Pleno Casatorio, al señalarse que, en lo
sucesivo, la Corte Suprema, puede advertir una nulidad manifiesta aun cuando las instancias de
mérito no lo hayan advertido en su oportunidad, y aun cuando no haya sido invocada como agra-
vio en el recurso de casación; en cuyo caso, en decisión motivada y con expresa indicación de la
causal de nulidad que podría haberse configurado en la celebración del negocio jurídico, se de-
clarará la nulidad de la sentencia de vista, la insubsistencia de la sentencia apelada y se ordena-
rá al Juez de primera instancia, previa promoción del contradictorio entre las partes, emita pro-
nunciamiento sobre la posible nulidad manifiesta.
En el Cuarto Pleno Casatorio Civil (Casación 2195-2011, Ucayali), uno de los temas controverti-
dos fue el de conceptualizar la figura de poseedor precario, en base a lo regulado en el artículo
911 del Código Civil, que señala: “la posesión precaria es la que se ejerce sin título alguno o
cuando el que se tenía ha fenecido”.
En ese Pleno se estableció como precedente que “una persona tiene la calidad de precaria
cuando ocupe un inmueble ajeno, sin pago de renta o sin título para ello, o cuando dicho título no
genere ningún efecto de protección para quien lo ostente, frente al reclamante, por haberse ex-
tinguido el mismo”.
En la sentencia del IV Pleno, se hace referencia que el hecho que la persona no tenga título para
poseer o que este ha fenecido, “se puede establecer como consecuencia de la valoración de las
pruebas presentadas, de dicha valoración es que surge en el juez la convicción de la no existen-
cia del título o que el acto jurídico que lo originó contiene algún vicio que lo invalida, como es la
nulidad manifiesta prevista por alguna de las causales del artículo 219 del código civil, o en todo
caso, cuando siendo válido el negocio jurídico, éste ha dejado de surtir efectos por alguna causal
de resolución o rescisión, pero sin que el juez del desalojo se encuentra autorizado para declarar
la invalidez, nulidad, ineficacia, etc. de dicho acto jurídico, por cuanto ello corresponde al juez
donde se discuta tal situación” (fundamento 56).
Los fundamentos para la modificación del Cuarto Pleno Casatorio, han sido los siguientes (fun-
damento 65 y 66 del IX Pleno):
1) En nuestro sistema jurídico, respecto a la forma en que el Juez debe ejercer el poder
que le confiere el artículo 220 del Código Civil, en el Cuarto Pleno Casatorio Civil (Casa-
ción 2195-2011-Ucayali), se estableció que el Juez no “declarará” la nulidad manifiesta, es
decir, no emitirá pronunciamiento sobre el particular en la parte resolutiva de la sentencia,
sino que sólo la analizará en la parte considerativa, lo que conlleva a que aquello que se
decida no tendrá la calidad de cosa juzgada, dejándose abierta la posibilidad de que se
inicie un nuevo proceso en el que se peticione que se declare la validez del negocio jurídi-
co que otro órgano jurisdiccional ya consideró manifiestamente nulo; asimismo, no se su-
pedita el ejercicio del poder en cuestión a la promoción del contradictorio entre las partes.
2) Replanteado el tema de la forma en que el Juez debe ejercer el poder que le confiere el
artículo 220 del Código Civil, se advierte que por la necesidad de conciliar en la mayor
medida posible la tutela de los intereses generales que se ven perjudicados con la nulidad
y la tutela de las garantías procesales de las partes del proceso, las ventajas que, en cohe-
rencia y economía procesal, determina la “declaración” de la nulidad manifiesta, que posi-
bilita que aquélla adquiera la calidad de cosa juzgada, la concordancia con la literalidad del
artículo 220 del Código Civil que hace referencia a la “declaración” y no a la (sola) “apre-
ciación; este Supremo Tribunal considera que corresponde modificar el citado precedente
vinculante contenido en el punto 5.3. del Cuarto Pleno Casatorio, debiéndose entender en
lo sucesivo que si el Juez advierte la invalidez absoluta y evidente del título posesorio, con-
forme lo prevé el artículo 220 del código civil, declarará dicha situación en la parte resoluti-
va de la sentencia y, adicionalmente, declarará fundada o infundada la demanda de desa-
lojo.
Como se aprecia, en la última sentencia de Pleno Casatorio, la Corte Suprema no solo ha esta-
blecido precedentes judiciales, sino que también se han modificado precedentes contenidos en
el Primer y Cuarto Pleno Casatorio; ello en aplicación del artículo 400 del Código Procesal Civil,
que señala: “La decisión que se tome en mayoría absoluta de los asistentes al pleno casatorio
constituye precedente judicial y vincula a los órganos jurisdiccionales de la República, hasta que
sea modificada por otro precedente”.
Finalmente, como indica la Corte Suprema, “los precitados cambios en los precedentes vinculan-
tes serán de aplicación para los casos en los que aún no existe cosa juzgada, es decir, no afec-
tarán lo decidido conforme a los precedentes vinculantes preexistentes”.