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Una disciplina, cuatro caminos : Antropología británica, Fredrik Barth

alemana, francesa y estadounidense 1 Andre Gingrich


Frederik Barth ... [et.al.] . - la ed. - Buenos Aires : Roben Parkin
Prometeo Libros, 2012 . Sydel Silverman
480 p . ; 21x15 cm.

Traducido por: Gabriel Merlino


Las conferencias de La Haya Con prólogo de Chris Hann
ISBN 978-987-574-446-2

l. Antropología. l. Barth, Frederik II . Merlino , Gabriel ,


trad.
CDD 301

UNA DISCIPLINA,
CUATRO CAMINOS:
ANTROPOLOGÍA BRITÁNICA,
ALEMANA, FRANCESA
Cuidado de la edición: Magalí C. Álvarez Howlin
Y ESTADOUNIDENSE
© 2005 by the University of Chicago Press
Chicago, U. S. A.

©De esta edición, Prometeo libros, 2012


Pringles 521 (Cll83AEI), Ciudad Autónoma de Buenos Aires
República Argentina
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1Pf?T~:e~ >
l. Los boasianos y la invención de la antropología
cultural

Mi tarea, el trazado de la historia de la antropología en Estados Unidos en


cinco conferencias, es de enormes proporciones, tan sólo por mera magnitud
del tema. Quizás existan en la actualidad veinte mil personas en Estados Uni-
dos que profesen la antropología de alguna forma o se dediquen a ser antropó-
logos. Su trabajo e intereses abarcan un enorme abanico de temas y cuentan
con el respaldo de un siglo de antecedentes, con variaciones equivalentes.
Supera mis posibilidades hacer justicia para todos ellos. No obstante, les pro-
pongo subyugar mis cuestiones con varias salvedades.
En primer término, a pesar de que los antropólogos estadounidenses se
dividen en al menos cuatro variedades (las subespecialidades de la antropo-
logía cultural o social a la que cada vez con menos frecuencia en nuestros días
se la llama etnología, la antropología física o biológica, la arqueología y la an-
tropología lingüística), me concentraré principalmente en la variante socio-
cultural, dado el énfasis de este instituto . N o obstante, tendré oportunidad
· de hacer referencia al resto de las subespecialidades y espero poder explicar
el motivo por el cual la antropología estadounidense tiene una configuración
peculiar y la razón por la que algunos de nosotros, al menos, consideramos
que ello aún es útil.
En segundo lugar, trataré de brindar una noción de las principales corrien-
tes y desarrollos en la especialidad, pero ello lo haré desde mi propia perspec-
tiva y pondré énfasis en aquello que considero lo más significativo o lo más
imponante. Dado que la tradición estadounidense es la más reciente de nue{;-
tras cuatro tradiciones y cuenta con una historia más breve pero con más temas
para comentar durante el siglo XX, comenzaré en un punto posterior al de mis
colegas y me concentraré en el siglo que apenas pasó . La organización de mis
cinco conferencias sigue una secuencia más o menos cronológica, pero luego
de los primeros dos retrocederé en el tiempo a fin de considerar algo de inte-

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SydelSilvennan Los boasianos y la invención de la antropología cultural

rés estadounidense en particular en la antropología de las sociedades com- luego quedó afianzada bajo un fundamento teórico . Y con Boas desde el ini-
plejas, lo que me lleva a seguirlas en la década de 1970. Las dos últimas con- cio apareció el uso de la cultura como el concepto central, en oposición al én-
ferencias continuarán a partir de esa década. fasis social y socioestructural de la antropología social británica, a l¡:¡.
Tercero, no trataré a esta historia como una secuencia de ideas vacías (los etnología de noción despectiva de A. R. Radcliffe-Brown y, especialmente, a
"ismos") sino que trataré de conectarlas con los relatos de las instituciones y las explicaciones basadas en la raza o la biología.
las relaciones sociales y las circunstancias externas que las afectan. Es en tales Todo esto es cierto, pero la antropología estadounidense no se trató de un
contextos sociales e institucionales que las ideas emergen y tienen sus efec- despliegue sistemático, controlado y unificado por una escuela compuesta
tos. Aunque mi visión fuera parcial, dando prioridad a lo que conozco mejor, de seguidores de Boas, para excluir otras voces que estaban guiadas por un
espero que les habré brindado una perspectiva de la antropología estadouni- prolijo marco teórico. En cambio, sí era un ruedo de debate, de conflictos y
dense como fenómeno social. diferencias de numerosas clases: teóricas, sociales, políticas, culturales e ins-
Finalmente, no propongo presentar esta historia como una progresión titucionales.
ordenada que se desarrolla sobre una acumulación sistemática de conoci- El paisaje antropológico estadounidense en el cual se insertó Boas no es-
miento. No creo que sea la forma en que funcione cualquier tipo de disci- taba ni vacante y a la espera de su influencia ni sin potenciales competidores .
plina y no tengo ningún interés en volver a darle forma al pasado para que sea En consecuencia, nuestra primera pregunta es dónde comenzar. Las cuestio-
una versión triunfal de la antropología estadounidense que avanza hacia ade- nes que serían temas centrales de la antropología una vez profesionalizada
lante y en forma ascendente a través del siglo XX. Una gran parte de nuestra habían sido debatidas por políticos, hombres de letras y científicos de diversa
historia se encuentra marcada por la discordia y la agresión, no del todo ama- estirpe al menos desde el comienzo del siglo XX: cuestiones tales como los
bles. A pesar de que se le podría reprochar a nuestros ancestros y colegas sus orígenes y el estado cultural de los indios y qué significaba eso durante la ex-
errores ad hominem, considero que es por medio de dicha discordia que pansión hacia el oeste de la frontera, el significado de las diferencias raciales
aprendemos la mayor parte de las cosas. Sin embargo, formularé algunos de y la forma en que se relacionó con las políticas sobre la esclavitud, y la natu-
mis comentarios alrededor de las controversias y conflictos. Espero que hacia raleza de los nuevos grupos de inmigrantes y la cuestión del lugar que les co-
el final los haya persuadido de que somos un grupo alegre y revoltoso y que rrespondía en la sociedad. Existían viajeros que recolectaban artefactos e
la antropología estadounidense continúa creciendo con fuerza en su peculiar información etnológica de los indios, filólogos que describían o especulaban
mezcla de apasionado compromiso y discrepancia. sobre los idiomas indios americanos, frenólogos que realizaban estudios an-
tropométricos y arqueólogos aficionados intrigados por los montículos del
este de Estados Unidos y las ruinas de Pueblo en el sudoeste, como así tam-
Inicios bién existieron sociedades cultas en las que se perseguían estos intereses. En
la era postdarwiniana, las interpretaciones en general cumplían esquemas
La composición de los libros de texto habituales sobre los inicios de la an- evolutivos de una u otra especie.
tropología estadounidense es algo así: su padre fue Franz Boas, quien capa- Desde nuestro actual punto de vista, Lewis Henry Morgan era el más im-
citó a las figuras más importantes de la primera mitad del siglo XX. Con Boas portante de los eruditos del siglo XIX. Morgan, abogado que se había ente.,-
llegó la crítica antievolucionista, el historicismo de la variedad de la distribu- rado de la existencia de la tribu seneca cuando los representó en un litigio por
ción por rasgos y la institucionalización de la antropología en los departa- tierras, se interesó por el parentesco de los iroqueses (1851) y siguió adelante
mentos de las universidades, museos y entidades profesionales. También para publicar un extenso estudio comparativo de los sistemas de parentesco
con Boas llegó la estructura de las cuatro especialidades, que inicialmente se (1870) que, algunos argumentaron, marcó la invención de la noción antopo-
trató de un dispositivo metodológico para el estudio de los amerindios pero lógica del parentesco. En consecuencia, Morgan utilizó el parentesco como

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punto de entrada a una teoría de evolución social más amplia, que explayó en siendo etnólogo. Al volver a su Alemania natal por un año, trabajó a las órde-
Ancient Society (La SociedadAntigua-1877). Esta obra llamó la atención de nes de Adolf Bastian en el Museo Real de Etnología de Berlín. Posterior-
Marx y Engels y tuvo un papel estratégico en la antropología estadounidense mente, transpuso las nociones de Bastian y Rudolph Virchow a su tratado
a mediados del siglo XX. cultural en un contexto estadounidense. Tras otro viaje de campo, esta vez a
Dada la presión ejercida con la expansión hacia el oeste, se presentaron la costa noroeste de América del Norte, Boas decidió asentarse en Estados
razones tanto prácticas como intelectuales para conocer a los indígenas.John Unidos, donde aceptó hacer una serie de editoriales y puestos de curador de
Wesley Powell, explorador y héroe de la Guerra Civil al que le faltaba un museos. Logró afianzarse en la antropología estadounidense cuando, alre-
brazo, fue un infatigable compilador de las costumbres y el idioma de los in- dedor de 189 5, adquirió una base institucional tanto en el AMNH como en
dios y se lo nombró para que encabezara un Estudio de geología en Estados la Universidad de Columbia.
Unidos y, posteriormente en 18 79, para que hiciera lo propio en la reciente- En la última década del siglo XIX, el centro de gravedad en lo que se re-
mente establecida Oficina de Etnología de Estados Unidos. En la oficina, Po- fiere a la antropología estadounidense era Washington. Los hombres de la
well tuvo la enorme responsabilidad de profesionalizar el estudio de los Oficina de Etnología de Estados Unidos, del Estudio de geología y del Museo
amerindios dentro de un marco interpretativo-evolutivo. Los etnólogos de Nacional formaron la Sociedad Antropológica de Washington hasta el año
la oficina, algunos de ellos llevando a cabo venturosas investigaciones de 1902, en el que se transfirió a la recientemente creada Asociación Estadouni-
campo en la frontera, siguieron trazando un curso diferente al de Boas. De dense de Antropología de Estados Unidos. (La Sociedad de Etnología Esta-
hecho, una de las críticas a Boas ha sido que ha negado (incluso borrado de la dounidense, con sede en Nueva York, en realidad fue anterior a la sociedad
memoria de la antropología) tales antecedentes y competidores, incluido de Washington con mayor influencia). La clase dirigente de Washington es-
Morgan, a la vez que él continuaba su proyecto para desarrollar una nueva taba dominada por una tradición de tipo evolutiva, como lo eran la mayoría
disciplina. de los escritos y muestras de museo sobre etnología de la época.
La antropología institucional tuvo sus inicios en los museos y en los orga- Boas descubrió que la tradición evolucionista contenía también antropo-
nismos gubernamentales. El Museo Nacional del Smithsoniano, el Mueso Pe- logía del orden tipológico y físico-racial, que fue encabezada por Ales
abody en Harvard y el Museo Estadounidense de Historia Natural (AMNH) de Hrdlicka en el Museo Nacional (y posteriormente por Earnest A. Otón en
Nueva York se fundaron poco después de mediados de siglo y pronto se esta- Harvard). Los que pronto iban a aliarse contra Boas fueron los arqueólogos
blecieron las divisiones arqueológicas y etnológicas para reunir y cuidar colec- del Museo Peabody de Harvard y el Instituto Carnegie de Washington. Su
ciones. Asimismo, instituyeron la investigación: por ejemplo, la expedición de rama de la arqueología, esencialmente descriptiva y que por mucho tiempo
jesup delAMNH del año 1894 fue anterior y fue m.ás explícita a nivel antropo- negó la antigüedad de la existencia humana en el continente americano, con-
lógico que la expedición al Estrecho Torres que hicieron los británicos. Alrede- trastaba con el historicismo de Boas. No obstante, otro actor en la escena de
dor de esa época, la Exposición Universal de Chicago, esa gran feria mundial la antropología contra el cual luchó Boas fue el movimiento eugenésico lide-
de 1893, hizo surgir al Museo Field. La figura clave para el desarrollo de la an- rado por Charles B. Davenport.
tropología en los museos fue Frederick Ward Putnam, que continuó su labor Estas fuerzas, que casi tenían la misma fuerza en Harvard y en Washing-
estableciendo los primeros departamentos académicos también, en las univer- ton, llegaron a ser conocidas como el eje Washington/Cambridge . Su oposi-
sidades de Colombia, Harvard, Chicago y Berkeley. Gracias a Putnam, que se ción a Boas en Columbia y a los boasianos que pronto se esparcieron en todo
convirtió en el mentor de Boas, éste encontró trabajo en la exposición de Chi- el país marcaba una continua falla y las relaciones entre las facciones no era
cago en primera instancia y luego enelAMNH. amigable. Se enfrentaron por el dominio del Consejo Nacional de Investiga-
Boas entró en la escena de la antropología en 1883 cuando fue a la isla Baf- ciones y otras fuentes de recursos para investigación, el control de la Asocia-
fin, en la zona esquimal central, para realizar un estudio geográfico y terminó ción Estadounidense de Antropología, la dirección del boletín American
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Anthropologisty las citas en los departamentos de reciente fundación . La di- En forma superficial, se pareció a la definición de Edward Burnett Tylor, pero
visión era teórica y contraponía los modelos evolucionistas a los historicistas, Boas intentaba algo bastante distinto. Su paradigma usaba al término cultura
los racialistas con el determinismo cultural y los modelos preestablecidos a la no como sinónimo de civilización , como los había hecho Tylor, sino en sen~
plasticidad; era una divergencia cultural con predominio de la antigua elite es- ti do plural, enfatizando la diversidad cultural y viendo a las culturas como
tadounidense conformada por blancos, anglosajones y protestantes (WASP) contextos del comportamiento del aprendizaje humano . (En esto, contras-
por una parte y de los inmigrantes boasianos, con frecuencia judíos, de la taba con la psicología de la época, que ponía el acento en el instinto) . Esta no-
otra. A menudo estas divergencias correspondían a diferencias políticas en ción de cultura también convocaba a tomar postura en relación al relativismo
relación con cuestiones de la política de inmigración, de las relaciones de las cultural en su idea de que es necesario comprender las culturas en sus pro-
razas, del nacionalismo y el aislacionismo durante la Primera Guerra Mundial, pios términos y en sus propios contextos históricos antes de intentar genera-
el separatismo de los amerindios y el asirnilacionismo, entre otros temas. lizaciones. El paradigma boasiano ofrecía una estrategia de particularismo
histórico como alternativa al evolucionismo ontogenético que criticaba: es
decir, el concepto de que el progreso cultural consiste en un despliegue de es-
Boas y los boasianos hasta la Primera Guerra Mundial tadios de desarrollo predeterminados. A pesar de que la difusión y el contacto
entre culturas eran vistos como los mecanismos históricos primarios, a la larga
En la década de 1890, Boas comenzó a publicar críticas del pensamiento la estrategia abrió paso al interés sobre la forma en que se fijaron patrones a
evolucionista, tales como su famoso artículo sobre "The Limitations of the nivel interno en las culturas, interés que surgió de los estudios difusionistas
Comparative Method" ("Las limitaciones del método comparativo" -1896); dado que tales patrones afectaron la forma en que estos rasgos se advertían en
lo que quiso decir con método comparativo refería a los procedimientos espe- una situación de contacto . Asimismo, dicho cambio comprendió una cre-
cíficos que seguían los evolucionistas. Utilizó cada crítica para señalar el én- ciente preocupación con respecto a la relación entre la cultura y el individuo.
fasis alternativo, no siempre lográndolo con consistencia. Aunque no creó El paradigma de Boas afirmaba la autonomía relativa del fenómeno cul-
una sistemática obra maestra teórica, hacia el momento en que publicó The tural. La clave de su enfoque era la separación que hacía de la raza, el idioma
Mind ofPrimitive Man (La mente del hombre primitivo -1911 b), libro dirigido y la cultura, de los que insistía que eran fenómenos distintos y sujetos a la
tanto para un lego como para una audiencia profesional, los perfiles del pa- causación independiente. Esta perspectiva conformó su búsqueda de la an-
radigma eran claros. tropología física, que se concentraba menos en la biología que en el signifi-
Los paradigmas de Boas llevaron adelante el estudio empírico de lo que se cado del desafío de tipologías raciales de la época con el supuesto de fijación
consideraba que sería la prioridad de la antropología: la rápida desaparición de a nivel rr:tental y los atributos físicos de las razas. Boas cuestionó la fijación de
las culturas nativas. La investigación de campo fue la clave para tal estudio, incluso los rasgos antropométricos clásicos en su estudio comparativo sobre
aunque ello en general significara la narración de los hechos por parte de losan- la medida de la cabeza de los inmigrantes con aquellos descendientes naci-
cianos y el registro de textos en lugar de la observación del participante del la dos en Estados Unidos, los cuales demostraron la plasticidad de esos rasgos,
etnografía posterior. Se veía a las cuatro subespecialidades de la antropología presuntamente en respuesta a las condiciones del medioambiente ( 1911 a).
como un medio complementario del estudio y la reconstrucción histórica de En este paradigma, se observan las dos líneas de pensamiento de Boas ~
las culturas no alfabetizadas. Se ponía el énfasis en el lenguaje, tanto en la insis- que fueron recogidas por sus estudiantes de formas distintas y entre las cua-
tencia de que se trabajara con textos en los idiomas nativos como en la idea de les él mismo variaba: la histórica, que se relacionaba especialmente con los
que el idioma era la puerta de entrada a los estados mentales de los nativos. procesos identificables que podrían representar la distribución de los rasgos
Este paradigma indicaba un cambio en el concepto de cultura. Definía a culturales, y la psicológica, que incluía tanto intereses mentalistas que se re-
la cultura inclusivamente para abarcar las esferas material, social y simbólica. lacionan con lo que diferencia a las mentes de las personas de diferentes cul-

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Sydel Silverman los boasianos y la invención de la antropología cultural

turas como inquietudes integracionistas sobre la forma en que se ajustan los tarista de cuestiones públicas con la convicción de que el conocimiento an-
rasgos en su totalidad. De manera aproximada, estas dos líneas correspon- tropológico señalaría la forma de encontrar soluciones a nivel sociaL
dían también a dos aspectos epistemológicos de Boas, el histórico y el cientí- Aunque a los estudiantes de Boas se los denomina frecuentemente como ·
fico . En general, la primera generación de estudiantes de Boas, los que se boasianos, existieron marcadas diferencias entre ellos. (Debemos mencionar
prepararon antes de la Primera Guerra Mundial, pusieron énfasis en la pri- que el mismo Boas era autocrítico, a menudo cambiando sus puntos de vista
mera línea; sin embargo, se diferenciaban claramente entre sí y con Boas en y retractándose de opiniones anteriores .) Dentro de la primera generación,
el significado de la historia cultural y la forma en que debería estudiarse. se diferenciaron con respecto a la forma en que debía cumplirse el programa
La segunda generación, que estudió con Boas en la década de 1920, tomó de Boas. George Stockingj r. ha establecido divisiones entre los boasianos es-
la segunda línea, que buscaba los principios de la integración cultural sincró- trictos y rebeldes (Stocking 1974, 17). Entre los de la primera categoría, se
nica y la enculturación individual. Una tercera generación, la de Co}umbia encontraban Lowie, Leslie Spier, Herskovits, Wisslery Speck. La segunda ca-
durante la década de 1930, mezcló ambas líneas, aunque su retomo a la his- tegoría abarcaba a Kroeber, que investigaba su propia rama del historicismo ,
toria cultural tomó la forma de foco sobre los hechos reales (en oposición a y Sapir, que tomó una dirección que se concentraba sobre los enfoques indi-
las relaciones históricas inferidas a partir de la distribución de los rasgos) , in- viduales y lingüísticos desarrollados que se diferenciaban cada vez más de los
cluyendo las respuestas de los nativos a las condiciones externas y la atención de Boas. Stocking incluso observa una tercera categoría, los boasianos evo-
en contextos más amplios en los cuales se insertaban las culturas nativas. lucionados, entre los que se encuentran Benedict y Margaret Mead.
Como creador de una institución, Boas logró grandes avances. Comen- Paul Radin fue un boasiano rebelde . Siendo casi el polo opuesto a nivel
zando conAlfred Kroeber, que recibió su doctorado en filosofía bajo la direc- temperamental a Boas y aún más a Kroeber e incondicionalmente crítico de
ción de Boas en 1901 y siguió su.camino para construir el departamento de sus estudios de distribución y métodos estadísticos, la inquietud principal
antropología de la Universidad de California en Berkeley, la primera genera- de Radin era la visión del mundo de los "filósofos primitivos". Un tema de su
ción de estudiantes de Boas estableció oficinas departamentales en todo el obra fue la forma en que figuras recurrentes como los chamanes y arquetipos
país: Roben Lowie Qunto a Kroeber) en Berkeley, Frank Speck en la Univer- místicos revelaron las verdades universales sobre la sociedad primitiva y su
sidad de Pensilvania, Fay-Cooper Cole y Edward Sapir en la Universidad de contraste con la civilización (por ejemplo, la de 192 7). Para Radin, la historia
Chicago (y posteriormente Sapir lo hizo en Yale), Melville Herskovits en la residía en la experiencia humana. Él fue el primero en presentar un método
Universidad Northwestem, Alexander Goldenweiser en la Nueva Escuela de de historia vital centrado sobre la experiencia individual y publicó una auto-
Investigación Social (donde fue profesor de Leslie White y Ruth Benedict), y biografía de un indio winnebago (1920) . Posteriormente, apareció Golden-
tantos otros. La .mayoría de estos departamentos incorporaron el modelo de weiser, que se alió con Sapir y Radin en ciertos aspectos (por ejemplo, les
cuatro especialidades en antropología de Boas, aunque el mismo Boas (y la concedió a las personas ejercer influencia creativa sobre la cultura) pero dis-
gente de Columbia) se concentró principalmente en la etnología y la lingüís- crepaba con ellos sobre otras cuestiones.
tica. Una gran parte de la investigación antropológica de la época aún se ba- Las divisiones dentro de la primera generación de boasianos alcanzaron
saba en los museos; Boas fomentó la profesionalización de los museos y un punto de crisis con la publicación hecha por Kroeber de "The Su perorga-
colocó a sus estudiantes en puestos clave (como por ejemplo a Clark Wissler nic" ("Los superorgánko" -191 7) . Otros miembros del grupo se alinearon en.....
en el AMNH) . Asimismo, Boas se mantenía activo para crear las asociacio- ambos bandos y cada uno de éstos acusaba al otro de traicionar las intencio-
nes profesionales, incluyendo a la Asociación Estadounidense de Antropo- nes de Boas. Unos años después Sapir desencadenó otra tormenta de fuego
logía en 1902 (aunque no se convirtió en su presidente hasta 1907), para al rechazar la idea de cultura "técnica y etnológica" de la mayoría de los boa-
fundar publicaciones informativas y garantizár la representación anivelan- sianos y proponer en su lugar una teoría de la cultura como las "posesiones
tropológico en las organizaciones nacionales. Además, era frecuente comen- espirituales" de un grupo, que era la elaboración de la noción de Boas del

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"genio de las personas". En esto, Sapir ofrecía el primer enunciado de la "in- ristas , continuó la búsqueda de la organización de patrones entre los rasgos,
tegración cultural", que observó como la confección de patrones de valores. utilizando un método que él denominó integración conceptual. Inició el en-
Esbozó un contraste entre las culturas integradas "genuinas", que eran armo- foque área-cultura para clasificar las regiones significativas a nivel etnológico
niosas, vitales, orgánicas y se encontraban en sintonía con la creatividad in- de los nativos de América del Norte ( 1939) y continuó para escribir las con-
dividual, y las culturas "espurias": híbridas, discordantes e impuestas a las figuraciones del desarrollo cultural y los ciclos de desarrollo y, con el tiempo,
personas en forma artificial (192 4) . del "estilo" (1944, 1957). Esperaba lograr grandes síntesis, desde su pro-
Pero estas disensiones en el campo de lo boasiano eran menores en compa- yecto integral de Distribución del Elemento Cultural a sus lineamientos de
ración con los desafíos presentados a Boas por sus numerosos adversarios. Los los amplios procesos de civilización dirigidos por el concepto de progreso .
antropólogos que no pertenecían a su círculo albergaban resentimiento por su El proyecto Elemento Cultural terminó en un fiasco que revela la perso-
dominio de la disciplina y su abierta forma de hablar lo convirtió en alguien nalidad de Kroeber. Durante la década de 1930, Kroeber había iniciado esta
odioso a los ojos de la administración senior de Columbia. Sus enemigos no ambiciosa serie de estudios, los que pensaba que producirían un análisis de-
perdían oportunidad para atacarlo. Su oportunidad llegó cuando Boas se finitivo del proceso cultural de la zona oeste de América del Norte, y había
opuso a que Estados Unidos entrara en la Primera Guerra Mundial, no porque puesto a una docena de sus estudiantes o más a trabajar en ello. Luego , en
estuviera a favor de los alemanes (como se lo acusó) sino porque siempre fue una reunión de la Asociación Estadounidense de Antropología, repentina-
pacifista. En 1919, publicó en The Nation, una revista conocida, una carta titu- mente anunció que los estudios fueron un fracaso dado que no se había ob-
lada "Científicos como espías", condenando a aquellos personajes anónimos tenido ningún tipo de patrón. Las personas que habían invertido años de
que, denunciaba él, utilizaban como pantalla la investigación antropológica trabajo y recopilado grandes cantidades de información estaban desoladas
para trabajar como agentes del gobierno (él pensaba en los arqueólogos de Car- (Gene Weltfish, en Silverman 1981, 60) .
negie). La alianza entre Washington y Cambridge utilizaron la carta para hacer En cierto sentido, Kroeber era más boasiano que el mismo Boas en el sen-
que la Asociación Estadounidense de Antropología lo censurase y lo quitara de tido de que su explicación consistió únicamente en procesos internos de la
varios cargos clave. No obstante, su excomunión no duró mucho. cultura para excluir factores externos. Por ejemplo, su tipología con respecto
al área y la cultura reconocía factores medioambientales (que tomaba por
sentado) pero cesó al poco tiempo de sugerir la causación medioambiental.
Período entre guerras En forma similar, en sus famosos estudios Qunto a j ane Richardson) sobre los
cambios en la moda femenina durante el curso del siglo , al principió trató de
Kroeber y Sapir fueron los más destacados de la primera generación de re- correlacionar los cambios con las tensiones sociales , pero al poco tiempo
beldes. Kroeber, que luego del fallecimiento de Boas en 1942 fue el indiscu- haría de lado dicho esfuerzo en pos de un análisis cuantitativo, a partir del
tido gran sabio de la antropología estadounidense, iba a mantener el poder cual concluyó que las formas culturales obedecen un ritmo de variación in-
hasta su muerte en 1960, produciendo un enorme caudal de trabajo (que as- herente (Richardson y Kroeber, 1940). Como hemos observado, Kroeber fue
cendía a más de 700 artículos) y organizando investigaciones en la totalidad más lejos que Boas en cuanto a su afirmación del determinismo cultural en el
de las subespecialidades. Kroeber avanzó hacia el aspecto histórico del para- concepto de lo superorgánico, a partir del cual (a diferencia de Boas) aparro
digma boasiano pero con su propio giro que se diferenciaba cada vez más de todo tipo de participación para la persona o para la psicología. No dudó en
Boas . Sus intereses primordiales eran las formas culturales, la cohesión de desafiar a Boas en forma directa, como en la ocasión en que lo acusó de no
patrones y la creatividad cultural. Él los investigaba por medio de métodos tener ningún interés en la historia. Boas hizo caso omiso de los ataques.
formales históricos, enfatizando la clasificación y la cuantificación. Comen- Nunca había sido admirador de Kroeber, habiendo dicho alguna vez que "a
zando con la observación de los rasgos culturales en sus matrices particula- éljamásse le ocurre nada" (Lesser 1981, 29).

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Sapircreó menos instituciones que Kroeber, pero tenía una profunda in- Whorf. Su idea era que las estructuras sem ánticas de diferentes lenguajes (es-
fluencia por la fuerza de su brillantez. Tras pasar quince años en el museo na- pecialmente del gramatical) son fun damentalmente inconmensurables y
cional canadiense de Ottawa, Sapirimpartió clases durante poco tiempo en dan forma a la manera en que los hablantes perciben el lenguaje y clasifican a
Chicago y luego se mudó a Yale . Yale había atrapado su atención debido a la la experiencia en el mundo. El paso siguiente (que tomó WhorO consistía en
posibilidad de colaborar con psicólogos afines a él (entre ellos, Harry Stack ver estas estructuras lingüísticas con respeto a las consecuencias que tenían
Sullivan), pero cuando llegó se encontró que la psicología conductual y la so- en cuanto al pensamiento y la cultura, de forma tal que cada idioma se asocia
ciología evolucionista, que le eran antipáticas, se habían apoderado del Ins- con una perspectiva del mundo distinta. La hipótesis tuvo gran nivel de in-
tituto Interdisciplinario de Relaciones Humanas (Damell200 1, 130-32). A fluencia durante un tiempo, aunque recibió cada vez más críticas y fue des-
pesar de ello, sus años en Yale, que fueron interrumpidos en forma prema- acreditada en la década de 1960, sólo para surgir en forma reciente con un
tura por su enfermedad y su fallecimiento temprano, tuvieron un significa- renovado interés en la relatividad lingüística (ver, por ejemplo, Gumperz y
tivo impacto en el desarrollo de la lingüística antropológica por medio de la Levinson 1996).
formación que le impartió a un importante grupo de estudiantes que se espe- Durante la década de 1920, la segunda generación de estudiantes de Boas
cializó en idiomas amerindios. maduró. El difusionismo y el historicismo con lista de rasgos estaban pa-
Hacia 1920, Sapir se encontraba en las antípodas de Boas con respecto a sando de moda y la corriente psicológicalintegracionista de Boas tuvo pro-
los modelos apropiados para el cambio lingüístico y cultural; el conflicto ver- minencia, ahora influenciada por el psicoanálisis y la psicología de la Gestalt.
saba sobre la mismísima definición de historia. Con la aplicación de métodos Entre los que siguieron a esta corriente boasiana, reformándola mientras
de la filología a las lenguas de los amerindios y continuando a partir de ello avanzaba junto a lo que se daría en llamar escuela de cultura y personalidad,
con el desarrollo de reconstrucciones históricas de las culturas en base de la se encontraban Benedict, Mead, lrving Hallowell (estudiante de Speck) y
evidencia lingüística, Sapir hizo énfasis en las relaciones genéticas del len- Clyde Kluckhohn. Ralph Linton, de la rama de Harvard, adhirió a esta tradi-
guaje por sobre la difusión. Incluso, empleó términos prohibidos como orí- ción, a la cual le fusionó la influencia de la antropología social británica. Entre
genes y la noción de "residuos arcaicos" a partir de un pasado histórico en los que participaban de esta escuela, no había virtualmente un interés en la
comün. A Sapir le interesaba cada vez más la relación de la cultura en las per~ historia. El historicismo boasiano continuó a lo largo de esta corriente , con
sanas, proponiendo que la cultura no era simplemente una limitación sino frecuencia muy crítica de ello, pero incluso los boasianos se hartaron del for-
que las personas desvían lo dado a nivel cultural hacia sus propios fines . malismo y los crecientes vínculos forzados con los movimientos comparati-
Desde esta perspectiva:, también discutió con su amigo fntimo Benedict. Las vos y funcionalistas que se introducían en Estados Unidos desde Inglaterra.
disputas de Sapir con los boasianos lo acercaron a la lingüística. En un prin- Por ejemplo, Lowie , siempre vigoroso defensor de la agenda histórica de
cipio era aliado de Leonard Bloomfield pero luego se separó de él. Dado que Boas y crítico incansable del evolucionismo, era uno de los precursores de los
Bloomfield tenía mayor peso en la lingüística debido a que se desarrollaba en estadounidenses en escribir un trabajo general sobre la organización social
un campo autónomo, Sapir llegó a ser un tanto marginado también en esos desde un punto de vista analítico y comparativo (1920). Posteriormente, re~
círculos. cogió el tema de la cultura y la personalidad con un estudio del carácter na-
Incluso, mientras Sapir disputaba sobre la lingüística y la historia de la cional de los alemanes ( 1945). Incluso Kroeber se sintió afectado . Por lo que
cultura segün los boasianos en lo que se decfa que era un conflicto entre hemos visto, su preocupación por las áreas culturales y los estudios de distri-
Nueva York y New Haven, siguió siendo la figura guía de dicha segunda ge- bución cambiaron cada vez más las configuraciones de la cultura.
neración de boasianos al igual que Benedict y Mead. Los antropólogos que Boas parece haberse suavizado para esa época; ahora él era Papá Franz
no son lingüistas posiblemente conozcan mejor a Sapir por su colaboración para su circulo. Esta cohorte de estudiantes abarcaba una cantidad sustancial
con su estudiante Benjamín Whorf en lo que se llamó la hipótesis Sapir- de mujeres (algunas de las cuales comenzaron siendo sus secretarias) . Él ele-

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gía sus temas de investigación y aseguraba el financiamiento en su campo de Bunzel, Reo Fortune, Mead y otros le brindaron un respaldo para lo que se
trabajo, aunque rara vez les encontraba trabajo: ninguna de estas mujeres al- convirtió en el documento Ur-configuracionista: sus Patems of Culture (Pa-
canzó un puesto académico regular durante la vida de Boas. Benedict se con- trones de cultura -1934). (Boas, en una presentación ambivalente, reconoció
virtió en su mano derecha en la parte administrativa, pero ella pasó por alto que el "antiguo" interés en la reconstrucción histórica había dado paso al pro-
su sillón al retirarse Boas y no se convirtió en profesora de tiempo completo blema de la integración y a los esfuerzos en "una penetración profunda en el
en Columbia sino hasta dos meses antes de fallecer. La década de 1920 fue genio de la cultura", aunque advirtió que la idea no debía llevarse demasiado
una época para la etnografía del tipo romántico , "cálida y confusa" que enfa- lejos [ 1934, xv] .) Escribió Benedict que cada cultura se selecciona y se ela-
tizaba la coherencia y lo comunitario. Los Pueblos (como el Zuni) brindaron bora sobre ciertas partes del "arco" de posibilidades del ser humano; que
los primeros ejemplos, pero el caso tipo pronto llegaba a ser la Samoa de cada cultura podría ser vista como "un gran escrito de la personalidad" , inte-
Mead (1928). Mead hizo su primer viaje de campo a Samoa en 1926 con el grado en ciertos temas dominantes. Las diferentes culturas descriptas se vin-
espíritu del costado científico de Boas. Había decidido que quería hacer in- culan a síndromes psicológicos y el destino del hombre (ya sea que se
vestigaciones de campo en la Polinesia y Boas lo había aceptado de no muy convierta en alguien admirado y exitoso o que se lo defina como anormal)
buen grado. Seleccionó para ella un tema de investigación que pensó sería . dependía de las condiciones de su personalidad con los valores devaluados
coherente con su edad u personalidad: la fuerza relativa de la pubertad bio- o desacreditados por la cultura.
lógica y los patrones culturales en la adolescencia. Dada la creencia de los bo- A esta altura, esto se trataba de relativismo cultural. Ese concepto puede en-
asianos de que las culturas son contextos de diversidad para el desarrollo y el tenderse en sentido endeble o sólido. En un sentido endeble, era una premisa
comportamiento del hombre, el estudio cuestionaría la suposición general básica de la antropología boasiana (y así han sido el resto de las antropologías a
en Estados Unidos de que la etapa de la adolescencia era inevitablemente tor- partir de entonces) : la idea de que las culturas y los procesos culturales deben
mentosa por los sucesos a nivel hormonal y biológico. Mead pensaba que si entenderse en sus propios términos en primera instancia, además de las nor-
encontraba un solo caso negativo, podría probar lo contrario a lo que se ha mas etnocéntricas del observador. En sentido sólido, el relativismo cultural
considerado como algo universal. El estudio también perseguía los intereses observa las culturas como algo inconmensurable, cada persona en sí misma
psicológicos de Boas, un intento, según comentó en el prólogo de su libro, e integrable sólo en sus propios términos. Esta clase sólida de relativismo no
"por entrar en la vida mental de una sociedad primitiva" (1928). El trabajo en desapareció con Benedict: en décadas recientes tuvo un resurgimiento .
Samoa de Mead fue probablemente el primer trabajo de etnografía de Estados El determinismo cultural es otra cuestión. Ni Boas ni ninguno de sus es-
Unidos en un sentido integral y malinowskiano, basado en la observación del tudiantes creyeron en el "determinismo cultural absoluto", tal como De re k
participante.Asimismo, abrió diferentes nichos para la antropología, inclu- Freeman afirmó cuando publicó su crítica sobre el estudio de Mead en
yendo nuevos intereses en la zona del Pacífico, la adolescencia y el papel de Samoa cincuenta años más tarde (1983) . Freeman aseveró que Boas le había
los sexos. Además, luego de que Mead accediera a la sugerencia de su publi- ordenado a Mead encontrar un adolescente que no padeciera tensiones en
cista en cuanto a que agregaran un capítulo sobre las implicancias para la so- Samoa, de acuerdo con sus propias convicciones, y que todos los estadouni-
ciedad estadounidense, el libro se convirtió en referente enlo que pronto denses habían aceptado su versión, dando lugar a medio siglo de permisivi-
sería su papel público particular. dad. (Si alguno de los boasianos era vulnerable a la acusación de Freem'an,
N o obstante, fue Benedit quien llevó el interés integracionista de Boas a ése era Kroeber, que había argumentado que los fenómenos culturales eran
su última expresión. Se había visto influida por los puntos de vista de Sapir sui generis, pero los estudios de Kroeber de los diseños de canastas y clanes no
sobre la cultura y la individualidad, pero aunque el énfasis de Sapir estaba alimentaron la ira de Freeman.)
puesto en la persona, el de ella se ubicaba sobre la cultura. Las propias incur- La premisa de la antropología de Boas trataba sobre la interacción de los
siones de Benedict en la etnografía de los pueblos y sus contactos con Ruth fenómenos culturales y él fue pionero en cuatro ramas de la antropología en
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forma parcial sobre esa base . No obstante, también luchó continuamente amerindios. Entre este grupo se encontraban Osear Lewis, que escribió sobre
contra el determinismo racial, especialmente contra la creencia de que las los efectos del comercio de pieles en la cultura de la tribu pies negros e1942);
"razas" tenían diferentes capacidades mentales. Blandía el arma del determi- Bernard Moshkin, que analizó los rangos y las tácticas de guerra de la cultura
nismo cultural que insistía que el comportamiento y la mentalidad eran pro- de los indios plain (l940);jane Richardson, que estudió las leyes y el esta tus
ductos del aprendizaje dentro de determinados entornos culturales. Boas entre los kiowa e1940); y Alexander Lesser, cuyo estudio del cambio cultural
comenzó a hacer declaraciones públicas sobre la raza a principios de 1906 y que reveló el juego de manos de la Danza de los Fantasmas de los indios paw-
se dice que sus últimas palabras mientras se desmayaba y fallecía en brazos nee ( 1933) se convirtió en un clásico. También se encontraban Gene Welt-
de Claude Lévi-Strauss fueron acerca de la raza. fiche Irving Glodman. Lesser encabezó una expedición de capacitación en
El punto de Mead, y el de otros antropólogos de la época, consistía en la campo entre los kiowa en 1935 que dio como resultado una serie de diserta-
lección fundamental de la variabilidad cultural. Freeman y otros críticos en ciones a partir de puntos de vista similares, como los de Presten Holder sobre
boga la distorsionaron con crueldad, pero es un mensaje al que los antropó- el rol de los horticultores caddoan en la historia de la cultura de los indios
logos tienen que volver a recurrir durante el siglo XX: desde las respuestas del plain e1951) y la dejosephjablow sobre la participación de los indios che-
círculo de Boas a las ideas nazis sobre la raza y la eugenesia, a las múltiples re- yenne en las relaciones comerciales a principios del siglo XIX (1951). El
apariciones de reclamos racistas en libros como The Bell Cu.rve eHerrnstein y mismo Lesser fue el autor de varios esfuerzos desafiantes para demostrar que
Murray, 1994) y a los usos incorrectos de la palabra "cultura" como justifica- la historia cultural era compatible con otros enfoques teóricos, como el fun-
ción por la violencia étnica. Esta tarea propia de los antropólogos aún nos cionalismo y el evolucionismo, y estuvo entre los primeros en desafiar las no-
pertenece. ciones de sociedades primitivas como algo aislado, brindando el concepto
Los años treinta fueron una época de depresión y política inestable. Los de "campos sociales" como alternativa e1961). Tras estos esfuerzos, se lo trató
programas de recuperación económica y social conocidos como New De al con desdén.
brindaban apoyo a los estudios antropológicos en Estados Unidos, por for- Varios integrantes de esta generación boasiana criticaron la etnografía ro-
tuna, ya que no había puestos ni en universidades ni en museos además de mántica de la década de 1920. Desafiaron las descripciones de integración y
los que ya estaban asegurados. Durante estos años y hasta el final de la Segunda armonía, viendo en su lugar disenso, inequidad y conflictos en los llamados
Guerra Mundial, la mayoría de los trabajos en antropología se desarrollaban pueblos con armonía y en otros entornos que se habían descrito con térmi-
bajo el auspicio estatal en lugar del académico. Luego de la aprobación de la nos idílicos. Es notable que en este lazo hubiera algunas de las mujeres ins-
Ley de Reorganización de los Indios en 19 34, que instaba a revertir las polí- truidas por Boas, especialmente Bunzel y Esther Goldfrank.
ticas asimilacionistas anteriores y fomentaba una mayor autonomía tribal, Cuando Boas se retiró en 1936, el presidente de la Universidad de Co-
muchos antropólogos se encontraban empleados en el servicio para indios. lumbia estaba decidido a que Boas no nombrara un sucesor y se designó a
Se lanzaban proyectos arqueológicos de mayor envergadura. Asimismo, se Linton para que ocupara su lugar. La antipatía entre Linton y Benedict fue le-
contrataba a antropólogos para hacer estudios de las relaciones de la raza y gendaria y continuó durante los diez años que Linton estuvo en Columbia.
las comunidades rurales. Tras la muerte de Benedict, Linton hizo alardes sobre que él la había llevado
Los políticos radicales eran moneda común, especialmente en Nueva a la tumba usando sus hechizos mágicos que adquirió durante su investiga-
York, y esta tercera generación de estudiantes de Boas estaba más comprome- ción de campo en Madagascar, hechizos que aún llevaba consigo en una bol-
tida a nivel político que sus predecesores. Esto se reflejaba en sus proyectos sita de cuero eMintz 1981, 161).
de investigación, que con frecuencia comenzaban como estudios boasianos La designación de Linton fue una desgracia por partida doble para la tra-
formales pero después incorporaban temas económicos e historia: una his- dición boasiana en Columbia porque marginó a Benedict y porque llevó a la
toria que ahora tenía sentido en el contacto real de las experien~s de los antropología a ser una "ciencia social" interdisciplinaria, noción que Boas

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aborrecía, ya que se practicaban ciencias conductistas. La orientación de Un- sus ambiciones en la antrop ología para jugar un rol más importan te en lapo-
ton hacia las ciencias sociales ya era evidente en su libro The Study ofMan (El lítica n acional y cada vez m ás se acercab a a la arena p olítica.
estudio del hombre-1936) , uno de los primeros libros de texto de antropolo- El sentido de la fe de Mead en el poder de la antropología puede vislum-
gía, en el cual introdujo conceptos claves como estatus y rol. Su interés coin- brarse en una carta que ella le escribió a Eleanor Roosevelt en agosto de 1939.
cidía con el ascenso de las ciencias sociales en el país, fomentado por las Al mencionar su "experiencia en el campo con un sistema social más simple"
nuevas fuentes de financiamiento como el Consejo de Investigación de Cien- y referirse a ciertos escritos psicoanalíticos, ofreció realizar una breve reseña
cias Sociales (establecido en 1925) y las fundaciones creadas por la familia de la composición psicológica de Hitler. Luego instó a la Sra. Roosevelt a co-
Rockefeller. Untan mostró el camino entre los antropólogos al vincularse mentarle a su esposo que él podría "desviar [a Hitler] de un curso indeseable
con la aculturación, un paradigma clave favorecido por los financistas y em- a uno deseado" al poner los actos del Führer "en un entorno moral" y redirigir
prendiendo una iniciativa interdisciplinaria sobre el tema. su deseo de gloria en pos de un esfuerzo por construir la paz mundial (Yans-
En Columbia, Linton tomó el interés sobre la cultura y la personalidad Mclaughlin 1986, 194-95) . Una semana después , Hitler invadió Polonia .
que habían desarrollado Mead,junto con su enfoque sobre la enculturación, Más allá de la Universidad de Columbia y de la posición de avanzada de los
y Benedict, cuyo énfasis se centraba en el arco, el abanico de culturas con per- boasianos , la antropología estadounidense estaba tomando otra dirección
sonalidades distintas, aunque Linton les dio una nueva dirección. Organizó hacia la década de 1930. Por separado , el eje Washington/Cambridge con ti-
un seminario con el psicoanalista Abran Kardinei que comenzó en 1938 y si- nuaba existiendo. La antropología física quedaba dominada por los enfoques
guió por varios años. Los antropólogos que volvían de sus investigaciones de tipo lógicos. Surgió una alternativa en la forma de biología humana, pero sólo
· campo presentaban datos a nivel psicológico que habían recopilado que eran se dio con la novedosa teoría evolucionista sintética en el área de la biología a
analizados en el seminario para sacar inferencias sobre la cultura. Entre los principios de la década de 1940, más que con una antropología física más di-
etnógrafos participantes estaban Linton con los datos de Tanala, Kluckhohn \ námica que llegó a la palestra . En arqueología, la nueva estratigrafía del sud-
con los del pueblo navajo, Cara DuBois sobre el pueblo de alar, Carl Withers oeste y el descubrimiento de Folsom dieron descanso al larguísimo
con datos de Plainville (una ciudad estadounidense de la parte central del escepticismo sobre la antigüedad del hombre en el continente americano y el
país) y Francis Hsu sobre la aldea de los hunan. Este esfuerzo colectivo pro- énfasis descriptivo abrió paso a un trabajo más orientado hacia el problema.
dujo modelos de interacción entre culturas, crianza de los hijos y personali- La Universidad de Chicago siempre fue un mundo en sí misma y ahora
dad individual y dio como resultado que tales conceptos se tomasen como era la sede con mayor influencia en la antropología estadounidense, a saber,
estructura básica de la personalidad, dando mayor ímpetu a los campos la estadía allí de Radcliffe-Browndesde 1931 hasta 1937. El impacto de Rad-
emergentes. La lista de los casos del seminario indica otra tendencia en este cliffe-Brown, conjuntamente con la tradición única de la sociología urbana
período de la antropología estadounidense: su tentadora expansión pasando de Chicago, generó una base continua para una rama particular de la antro-
las fronteras de los amerindios hacia nuevas tierras de África, Asia y Oceanía. pología, con solidez socio-estructural y orientada a las ciencias sociales. (Pos-
Hacia esa época, la antropología había ganado un perfil público significa- teriormente, este énfasis llevaría al casi desahucio de la arqueología, los
tivo, gracias a la popularidad de los libros de Mead y Benedict. Mead, al prin- estudios sobre primates y la antropología física del departamento.) Fred
cipio celebrada como la chica de la ciencia entre los salvajes, fue más allá de Eggan y Sol Tax intentaron acercar las tradiciones de Radcliffe-Brown yios
su papel de relatora sobre la cultura de Estados Unidos desde un punto de boasianos a su investigación sobre los amerindios, pero con éxito parcial. La
vista de una observadora capacitada en cuestiones exóticas . Su mensaje pri- estancia de Radcliffe-Brown y la pronta visita posterior en paralelo de Mali-
mordial era el relativismo cultural, del cual es la culpable, o no , de un período nowski a Yale inyectaron contenidos de la antropología social inglesa en la
de permisividad en las actitudes de los estadounidenses con respecto al gé- disciplina estadounidense, con efectos duraderos. Entre otras cosas, le dio la
nero, la crianza de los hijos y demás prácticas culturales. Asimismo, amplió etnología a un cierto círculo arcaico, y se prefería cada vez más el término an-

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tropología cultural, que subrayaban la centralidad del con cepto de cultura y los enemigos y los aliad os de Estados Unidos. En una serie de estudios del
la distinción de la tradición estadounidense . "carácter nacional" , aplicaron enfoques a partir del movimiento de la cultura
. Otras fuerzas estaban surgiendo en la década de 1930 cuyo impacto se sen- y la personalidad de la década de 1930 y desarrollaron m étodos de análisis
tiría luego de la guerra. Dos renegados boasianos cultivaban nuevas agendas. para culturas inaccesibles , que denominaban estudio de culturas a distan cia
Julian Steward (estudiante de Kroebery Lowie que también se vio influenciado (ver Mead y Métraux 19 53). Tuvieron su mayor impacto con su asesoramiento
por V Gordon Childe, luego residente en Berkely) estaba trabajando en a\- sobre la manera en que los aliados se manejarían con el emperador japonés al
queología y etnología de Great Basin y explorando las relaciones ambientales finalizar la guerra. La guerra solidificó la participación de los antropólogos es-
.y ecológicas. Leslie White (boasiano que cursaba la senda de Goldenweiser, tadounidenses en la arena política y con los organismos del estado . Esto
Sapir y Cole) realizaba etnología de los Pueblos pero comenzó a trabajar marcó, entre otras cosas, los inicios de la antropología aplicada.
hacia una teoría de la evolución de la cultura que invocaba la béte naire de los El final de la guerra marcó una división en la antropología de Estados Uni-
boasianos: Morgan. Ambos se harían oír en breve . dos. Una nueva generación se incorporó a la disciplina, incluidos endurecidos
veteranos cuyos estudios se financiaron mediante subsidios denominados GI
Bill ofRights. Ocurrió una explosión demográfica en el campo y la apertura la-
Segunda Guerra Mundial boral (no demasiada al principio, pero ciertamente mayor que durante los
años de la depresión). Este crecimiento se correspondía con una expansión
Tras el ataque a Pearl Harbor, los antropólogos estadounidenses, como la de intereses, enfoques y teorías. En 1946 se reorganizó la Asociación Esta-
mayoría de los estadounidenses, estaban ansiosos por unirse al esfuerzo por dounidense de Antropología con el compromiso de resolver la contienda
pelear esta guerra. El problema radicaba en que nadie en el gobierno les pres- prolongada sobre si debía existir una sociedad de profesionales o si debía ser
taba mucha atención y debían demostrar que eran útiles. Muchos antropó- más inclusiva. Dos clases de membresía se instituyeron: había colegas, que
logos de la época y a futuro pertenecieron a las fuerzas armadas, lo que los tenían derecho a voto y podían mantener un cargo, y miembros sin derecho
llevó a nuevas partes del planeta. En varios casos, muchos volverían a esas a voto. Tras un largo debate, se acordó también que se mantendría como una
zonas para investigarlas. Una veintena de antropólogos se incorporó para asociación con cuatro ramas. Aunque la creciente especialización ya estaba
hacer análisis del tipo social en los diez campos de detención para japoneses. desafiando a la integración disciplinaria, el argumento triunfante se trató de
Un grupo de antropólogos tenía sede en las oficinas de los Servicios Estraté- un cuerpo mayor y unido de antropólogos tendría más fuerza para manejar
gicos o de Información de Guerra haciendo trabajo de inteligencia, mientras las fuentes de financiamiento y a los políticos. En esta reorganización, el
que otros les daban cursos de idioma y del área a los militares, aportando co- mayor de los campos era ahora denominado antropología cultural, una afir-
nocimientos sobre lugares exóticos que repentinamente ahora eran estraté- mación del cambio proveniente de la etnología que se había manifestado du-
gicos. Posteriormente, estas experiencias ayudarían a crear florecientes rante años. La antropología se encontraba lista para una nueva era.
programas de estudios del área en las universidades, como también base de
datos sobre antropología como los Archivos del Área de Relaciones Humanas
que existe en Yale, que comenzó una compilación de datos antropológicos
sobre la zona del Pacífico para uso de los militares.
La mayor participación antropológica a nivel específico con la guerra se
trató del empleo del análisis cultural para su potencial uso en la guerra psico-
lógica. Mead y Benedict se encontraban al frente de un grupo de antropólo-
gos que usó sus capacidades para proporcionar descripciones culturales de

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