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estos guiones en su libro “Curso de catequesis. Libro del profesor”. Ed. Eunsa
GUION PEDAGOGICO
A. OBJETIVOS
- Descubrir el sentido de adoración, acción de gracias, expiación y petición que
tiene la oración.
- Comprender la necesidad y la importancia de la oración, tanto vocal como mental.
- Acostumbrarles a acudir a Dios en todo momento: en las alegrías y tristezas, en
las necesidades y abundancia, etc.
La conversación con Dios puede ser mental, si nos dirigimos a El únicamente con la
mente, y vocal, cuando expresamos nuestros sentimientos interiores con palabras.
2.2. Jesús nos enseña a hacer oración (Explicar detenidamente esta idea)
La oración de Jesús a su Padre es el modelo de nuestra oración:
- Jesús alaba: «Yo te alabo, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado
estas cosas a los sabios e inteligentes, y se las has revelado a los pequeños» (Mt
11, 25).
- Jesús da gracias: «Padre, te doy gracias porque me has escuchado; yo sé que
siempre me escuchas, pero por la muchedumbre que me rodea lo digo, para que
crean que tú me has enviado» (Ioh 11, 41-42).
- Jesús se identifica con el querer del Padre: «Padre mío, si es posible, que pase
de mí este cáliz, pero no sea como yo quiero, sino como quieres tú» (Mt 26, 39).
- Jesús pide, enseñándonos a pedir: «No te pido que los retires del mundo, sino
que los guardes del Maligno (...) santifícalos en la verdad» (Ioh 17, 15-17).
2.4. Dios nos espera en la oración (Hacerles ver cómo Dios no nos hace esperar;
concretar bien cuándo podemos hablar con El)
Generalmente, cuando se quiere ver a un personaje, tenemos que esperar; Dios no
nos hace esperar, antes bien es El quien nos espera. Es un gran honor hablar con Dios en
la oración (Cfr. Amigos de Dios, 251).
Aunque podemos orar siempre, es buena pedagogía señalamos momentos
determinados para hacerlo: al levantarnos y al acostarnos; al hacer una visita al
Santísimo; después de comulgar; al empezar un trabajo... Y no podemos olvidar que la
Santa Misa es el momento cumbre para alabar, dar gracias, pedir perdón por los pecados
y poner en manos de Dios las necesidades de todo el mundo (Cfr. Amigos de Dios, 249).
2.5. Cómo debe ser nuestra oración (Conseguir que hagan examen de cómo rezan)
Al hablar con Dios en la oración debemos cuidar los detalles de respeto y delicadeza,
igual que cuidamos la educación con las personas que tratamos. De ahí que la oración
bien hecha habrá de ser:
- Piadosa. Hemos de acudir a la oración como hijos, porque lo somos.
- Humilde. Siempre necesitamos de Dios, y somos pecadores.
- Confiada. El nos ama como Padre, nos fiamos de El y estamos seguros de que nos
dará lo mejor.
- Perseverante. Pedir una y otra vez, sin cansancio ni desánimo.
A veces tenemos la sensación de que Dios no nos concede lo que pedimos. Habrá que
examinar si lo que pedimos es conveniente para nuestra salvación, o si nuestros rezos
tienen las condiciones expuestas. Porque puede ocurrir que rezamos mal, o nos
portamos malo pedimos cosas no convenientes.
3. Preguntas resumen
¿Qué es orar? ¿Cuántos tipos de oración hay? ¿Tenemos obligación de orar? ¿Cómo
hemos de orar? ¿Oye siempre Dios nuestras oraciones? ¿Para qué sirve la oración?
D. POSIBLES ACTIVIDADES
- Aprender las preguntas correspondientes del Catecismo.
- Hacer en el cuaderno un breve resumen de las ideas más importantes de la sesión.
Pueden ilustrarlo con fotografías o dibujos.
- Mencionar aquellas oraciones más corrientes, en las que pedimos a Dios perdón
por nuestros pecados.
- Dejar que los alumnos expongan en qué lugares u ocasiones dentro de la Santa
Misa pedimos perdón, adoramos, expiamos nuestros pecados, o solicitamos a Dios
alguna ayuda.
- Hacer un pequeño comentario de la siguiente frase del Evangelio: «Es preciso orar
en todo tiempo y no desfallecer».