Los expertos recomiendan la terapia cognitivo-conductual como el tratamiento
de primera elección para el trastorno depresivo leve y moderado, el trastorno de angustia, el trastorno obsesivo-compulsivo, el trastorno de ansiedad generalizada y las fobias específicas pues ha demostrado ser una alternativa más eficaz y económica que los fármacos para el tratamiento de la ansiedad y de la depresión y, a diferencia del tratamiento farmacológico, no supone ningún riesgo para la salud y no presenta ningún efecto secundario adverso. Este tipo de tratamiento es eficaz porque puede reducir los síntomas de ansiedad y depresión y mantener estos cambios terapéuticos a largo plazo también proporciona otros beneficios en comparación con el tratamiento farmacológico, tales como una mayor adherencia al tratamiento, una disminución significativa del riesgo de recaídas. Otras razones son: La Terapia Cognitivo Conductual constituye un enfoque científico. Esto significa que tanto las teorías de las cuales se nutre como los procedimientos técnicos que aplica han recibido avales empíricos en investigaciones rigurosamente controladas. No se basa en la intuición o la interpretación personal del psicólogo o psicóloga que la dirige, sino en una metodología, un sistema definido, cuya eficacia y garantías clínicas, por estudios científicos. Utiliza un modelo explicativo en el que se detalla la relación entre los principales procesos que están interviniendo en el problema, una serie de objetivos específicos y valorables. Se establece un plan de tratamiento con unos objetivos, cada cierto tiempo Se eligen aquellas técnicas y herramientas clínicas, que han demostrado ser más eficaces para cambiar los procesos disfuncionales que se han identificado en la fase de entrevista y evaluación. El paciente adquiere habilidades que puede utilizar por sí mismo en el futuro es decir, los procedimientos se van enseñando de modo tal de potenciar recursos de afrontamiento generales en situaciones problemáticas que puedan presentarse en un momento posterior al tratamiento. Fomenta una mejora global en el manejo de las emociones, lo cual se traduce en beneficios en otros espacios: laboral, social, salud, relaciones interpersonales. TCC está muy estructurada, así que se puede proporcionar en una variedad de formatos, incluyendo la terapia de grupo y la autoayuda.