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Amparo.

- Juicio o proceso que se inicia por la acción que


ejercita cualquier gobernado con base en un interés jurídico o
legítimo, ante los órganos jurisdiccionales competentes contra
todo acto de autoridad (lato sensu) que cree, modifique o
extinga situaciones jurídicas en su perjuicio y le cause un
agravio directo o indirecto en su esfera de derechos por ser
contrario a la Constitución, a los Convenios y Tratados
Internacionales o a la interpretación de los mismos y cuyo
objeto es invalidar dicho acto o despojarlo de su eficacia en el
caso concreto que lo origine o de manera general en los
supuestos en los que la Constitución y la Ley así lo establecen.

PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DEL JUICIO DE AMPARO

Son el conjunto de reglas generales o principios que estructuran


al juicio de amparo, algunos de los cuales admiten excepciones,
atendiendo fundamentalmente a tres factores:

a).- La índole del quejoso.


b).- La naturaleza del acto reclamado.
c).- Los fines del propio juicio de amparo.

Tales principios son:

1).- Iniciativa o instancia de parte.


2).- Existencia del agravio personal y directo. (Interés jurídico)
3).- Factibilidad del agravio indirecto. (Interés legítimo)
4).- Relatividad de las sentencias.
5).- Factibilidad de declaratoria general de inconstitucionalidad.
6).- Definitividad del acto reclamado.
7).- Estricto derecho.
8).- Suplencia de la queja deficiente.
9).- Prosecución judicial.

INICIATIVA DE PARTE.

Conforme a este principio, el juicio de amparo jamás puede


operar oficiosamente, sino que sólo puede surgir a la vida
2

jurídica por el ejercicio de la acción constitucional por parte de


un gobernado.

Está consagrado en el artículo 107, fracción I de la Constitución


Federal que a la letra dice:

I.- El juicio de amparo se seguirá siempre a instancia de parte


agraviada, teniendo tal carácter quien aduce ser titular de un
derecho o de un interés legítimo, individual o colectivo, siempre
que alegue que el acto reclamado viola los derechos reconocidos
por esta Constitución y con ello se afecta su esfera jurídica, ya
sea de manera directa o en virtud de su especial situación
frente al orden jurídico.

Tratándose actos o resoluciones provenientes de tribunales


judiciales, administrativos o del trabajo, el quejoso deberá
aducir ser titular de un derecho subjetivo que se afecte de
manera personal y directa.

…..

El amparo puede ser promovido:

a).- Por si.


b).- Por el representante.
c).- Por el defensor en materia penal.
d).- Por medio de pariente o persona extraña en los casos que
establecían los artículos 17 y 18 de la Ley de Amparo.

AGRAVIO PERSONAL Y DIRECTO.

Este principio lo consagra también el artículo 107 fracción I de


la Constitución.

I.- El juicio de amparo se seguirá siempre a instancia de parte


agraviada, teniendo tal carácter quien aduce ser titular de un
derecho o de un interés legítimo, individual o colectivo, siempre
que alegue que el acto reclamado viola los derechos reconocidos
3

por esta Constitución y con ello se afecta su esfera jurídica, ya


sea de manera directa o en virtud de su especial situación
frente al orden jurídico.

Tratándose actos o resoluciones provenientes de tribunales


judiciales, administrativos o del trabajo, el quejoso deberá
aducir ser titular de un derecho subjetivo que se afecte de
manera personal y directa.

…..

Agravio para los efectos del amparo es el menoscabo u ofensa a


la persona física o moral que puede o no ser patrimonial,
siempre que sea material y apreciable objetivamente. La
afectación debe ser real y no de carácter subjetivo.

El amparo debe ser promovido por la parte a quien la ley o acto


reclamado le perjudique en su interés jurídico o legítimo.

El agravio debe recaer en persona determinada, concretarse en


ésta, no ser abstracto o genérico (carácter personal). Salvo el
caso de los derechos e intereses colectivos.

Debe ser de realización pasada, presente o inminente; es decir,


debe haberse producido, estarse produciendo en el momento de
la promoción del juicio o sea inminente, no simplemente
eventual, aleatorio o hipotético (carácter directo).

Contra los actos futuros de realización incierta no procede el


juicio de amparo.

Los actos probables no engendran agravio.

RELATIVIDAD DE LAS SENTENCIAS.

También se le denomina fórmula Otero, porque fue Mariano


Otero quien lo delineó mas explícitamente en la Constitución
Federal para dejarlo en los términos actuales. Su objeto es que
4

los poderes Ejecutivo y Legislativo no se sientan sometidos


como poderes al Poder Judicial de la Federación.

Fundamento constitucional.- Artículo 107 fracción II de la


Constitución.

“ Las sentencias que se pronuncien en los juicios de amparo


sólo se ocuparán de los quejosos que lo hubieren solicitado,
limitándose a ampararlos y protegerlos, si procediere, en el caso
especial sobre el que verse la demanda.

Cuando en los juicios de amparo indirecto en revisión se


resuelva la inconstitucionalidad de una norma general por
segunda ocasión consecutiva, la Suprema Corte de Justicia de
la Nación lo informará a la autoridad emisora correspondiente.

Cuando los órganos del Poder Judicial de la Federación


establezcan jurisprudencia por reiteración en la cual se
determine la inconstitucionalidad de una norma general, la
Suprema Corte de Justicia de la Nación lo notificará a la
autoridad emisora. Transcurrido el plazo de 90 días naturales
sin que se supere el problema de inconstitucionalidad, la
Suprema Corte de Justicia de la Nación emitirá, siempre que
fuere aprobada por una mayoría de cuando menos 8 votos, la
declaratoria general de inconstitucionalidad, en la cual se
fijarán sus alcances y condiciones en los términos de la Ley
Reglamentaria.

Lo dispuesto en los dos párrafos anteriores no será aplicable a


normas generales en materia tributaria.

Relatividad.- La sentencia que concede la protección de la


Justicia Federal, por regla general, sólo produce efectos en
relación a la parte quejosa en el juicio de amparo. Por tanto,
quien no haya acudido al juicio, ni obtenido la protección contra
determinada ley o acto, no puede beneficiarse con la declaración
de inconstitucionalidad del acto reclamado y por consiguiente,
está obligado a acatarlo, a pesar de que haya sido declarado
inconstitucional por un Tribunal de Amparo.
5

La sentencia de amparo sólo surte efectos respecto de las


autoridades que fueron llamadas como responsables al juicio de
amparo, salvo cuando se trate de autoridades ejecutoras del
acto declarado inconstitucional, las cuales están obligadas a
acatar el fallo, aunque no hayan tenido en el juicio el carácter
de responsables.

Esta regla general admite la excepción prevista en la fracción II


del artículo 107 de la Constitución General de la República,
entratándose de normas generales declaradas
inconstitucionales por la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, supuesto en el cual la declaratoria de
inconstitucionalidad tiene efectos generales y beneficia por
tanto aún a aquellas personas que no promovieron el juicio de
amparo, salvo el caso de las leyes tributarias.

DEFINITIVIDAD DEL ACTO RECLAMADO.

Definitividad.- Antes de acudir al juicio de amparo deben


agotarse los recursos o medios de impugnación previstos por la
ley ordinaria y a través de los cuales el acto reclamado pueda
ser modificado, revocado o nulificado.

Fundamento constitucional.- Artículo 107 fracciones III, inciso


a) y IV.

“III.- …

a).- Contra sentencias definitivas, laudos y resoluciones que


pongan fin al juicio, ya sea que la violación se cometa en ellos o
que, cometida durante el procedimiento, afecte las defensas del
quejoso trascendiendo al resultado del fallo. En relación con el
amparo al que se refiere este inciso y la fracción V de este
artículo, el Tribunal Colegiado de Circuito deberá decidir
respecto de todas las violaciones procesales que se hicieron
valer y aquéllas que, cuando proceda, advierta en suplencia de
la queja, y fijará los términos precisos en que deberá
6

pronunciarse la nueva resolución. Si las violaciones procesales


no se invocaron en un primer amparo, ni el Tribunal Colegiado
correspondiente las hizo valer de oficio en los casos en que
proceda la suplencia de la queja, no podrán ser materia de
concepto de violación, ni de estudio oficioso en juicio de amparo
posterior.

La parte que haya obtenido sentencia favorable y la que tenga


interés jurídico en que subsista el acto reclamado, podrá
presentar amparo en forma adhesiva al que promueva
cualquiera de las partes que intervinieron en el juicio del que
emana el acto reclamado. La ley determinará la forma y
términos en que deberá promoverse.

Para la procedencia del juicio deberán agotarse previamente los


recursos ordinarios que se establezcan en la ley de la materia,
por virtud de los cuales aquellas sentencias definitivas, laudos y
resoluciones puedan ser modificados o revocados, salvo el caso
en que la ley permita la renuncia de los recursos.

Al reclamarse la sentencia definitiva, laudo o resolución que


ponga fin al juicio, deberán hacerse valer las violaciones a las
leyes del procedimiento, siempre y cuando el quejoso las haya
impugnado durante la tramitación del juicio mediante el
recurso o medio de defensa que, en su caso, señale la ley
ordinaria respectiva. Este requisito no será exigible en amparos
contra actos que afecten derechos de menores o incapaces, al
estado civil, o al orden o estabilidad de la familia, ni en los de
naturaleza penal promovidos por el sentenciado.

b).- ...

c).- …

IV.- En materia administrativa el amparo procede, además,


contra actos u omisiones que provengan de autoridades
distintas de los tribunales judiciales, administrativos o del
trabajo y que causen agravio no reparable mediante algún
medio de defensa legal. Será necesario agotar estos medios de
7

defensa siempre que conforme a las mismas leyes se suspendan


los efectos de dichos actos de oficio o mediante la interposición
del juicio, recurso o medio de defensa legal que haga valer el
agraviado, con los mismos alcances que prevé la ley
reglamentaria y sin exigir mayores requisitos que los que la
misma consigna para conceder la suspensión definitiva, ni plazo
mayor que el que establece para el otorgamiento de la
suspensión provisional, independientemente de que el acto en si
mismo considerado sea o no susceptible de ser suspendido de
acuerdo con la ley.

No existe obligación de agotar tales recursos o medios de


defensa si el acto reclamado carece de fundamentación o
cuando sólo se aleguen violaciones directas a esta
Constitución.”

Este principio presenta las siguientes excepciones:


a).- En materia penal.
b).- En formal prisión.
c).- Si el quejoso no fue emplazado a juicio.
d).- Si el quejoso es extraño al procedimiento.
e).- Si el acto carece de fundamentación y motivación.
f).- En materia administrativa si ésta exige mas requisitos que la
Ley de Amparo para conceder la suspensión.
g).- Si se reclama una ley que es la que prevé el recurso que
pudiera hacerse valer.

PRINCIPIO DE ESTRICTO DERECHO.

Consiste en que el juzgador debe concretarse a examinar la


constitucionalidad del acto reclamado, tomando como base los
razonamientos que el quejoso haya expuesto en los conceptos
de violación para justificar la inconstitucionalidad de tal acto,
sin invocar ni tomar en consideración razones distintas a las
contenidas en tales conceptos aunque éstas resulten
manifiestas y evidentes.

Tal principio también se aplica a los agravios expresados en los


recursos.
8

Este principio tiene como excepción la suplencia de la queja


deficiente prevista en el artículo 107, fracción II párrafo quinto
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que
establece que: “… en el juicio de amparo deberá suplirse la
deficiencia de los conceptos de violación o agravios de acuerdo
con lo que disponga la ley reglamentaria”.

La Ley de Amparo consignaba en los artículos 76 bis y 79 las


anotadas excepciones, señalando como tales las siguientes:

a).- La cita errónea de preceptos constitucionales y legales.


b).- En materia penal.
c).- En materia agraria a favor de ejidos, comunidades,
ejidatarios y comuneros.
d).- En materia laboral exclusivamente a favor del trabajador.
e).- En favor de menores e incapaces.
f).- Ante la existencia de una violación manifiesta a la ley en
materias civil y administrativa.

PRINCIPIO DE PROSECUSION JUDICIAL.

Consiste en que el juicio de amparo, en lo relativo a su


substanciación es un verdadero proceso judicial, en el que se
contienen las figuras jurídicas procesales: demanda,
contestación, pruebas, alegatos, sentencia y recursos.

Lo anterior implica la existencia de debate o controversia entre


el promovente del amparo y la autoridad responsable.

Esto es una ventaja respecto de los medios de control de la


constitución que son de orden político en los que sólo existe el
análisis por el tribunal de amparo, sin mediar controversia
entre el promovente y la autoridad.

Por ello la resolución de amparo no tiene repercusiones


políticas, ni incide en la estabilidad del orden jurídico.
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El amparo no implica un ataque al actuar general de la


autoridad sino exclusivamente al acto específico que se reclama.

Su fundamento constitucional se encuentra en el artículo 107


en el que se establece que el juicio de amparo se seguirá
conforme a un procedimiento.

Las características del sistema político de control constitucional


son:

a).- La defensa de la constitución se encomienda a un órgano


distinto de los tres poderes o a uno de ellos.
b).- La petición de inconstitucionalidad la hace un órgano
estatal.
c).-Ante el órgano de control político no se tramita un juicio o
proceso entre el promovente y el órgano a quien se atribuye el
acto.
d).- Las declaraciones del órgano político tienen efectos erga
omnes.

Las características del sistema jurisdiccional de control


constitucional son:

1).- La protección de la constitución se encomienda a un órgano


judicial.
2).- La petición de inconstitucional la hace un gobernado.
3).- Ante el órgano judicial se sustancia un juicio o proceso
contencioso entre el peticionario y la autoridad responsable.
4).- Las decisiones no tienen efectos erga omnes.

LAS PARTES EN EL JUICIO DE AMPARO.

CONCEPTO DE PARTE.- Parte, en general, es la persona que,


teniendo intervención en el juicio, deduce en él una acción, o
pone una defensa o excepción o interpone un recurso.
10

Es la persona en cuyo favor o en contra de quien va a operar la


actuación concreta de ley.

Lo que caracteriza a las partes es su interés en obtener una


sentencia favorable.

Los testigos o peritos no son por tanto parte en el juicio, sino


auxiliares de la administración de justicia.

El artículo 107 de la Constitución Política de los Estados Unidos


Mexicanos establece en su fracción I que para efectos del juicio
de amparo tiene el carácter de parte quien aduce ser titular de
un derecho o de un interés legítimo individual o colectivo,
siempre que se alegue que el acto reclamado viola los derechos
reconocidos por la Constitución, las convenciones o tratados
internacionales o su interpretación y con ello se afecte su esfera
jurídica, ya sea de manera directa o en virtud de su especial
situación frente al orden jurídico.

Entratándose de actos o resoluciones provenientes de


tribunales judiciales, administrativos o del trabajo, el quejoso
deberá aducir ser titular de un derecho subjetivo que se afecte
de manera personal y directa.

Lo anterior implica que en lo relativo a actos jurisdiccionales,


continúa rigiendo el principio de interés jurídico y no resulta
factible por tanto la aplicación del interés legítimo.

El artículo 5º. De la Ley de Amparo establecía que son parte en


el juicio de amparo:

1).- El agraviado o quejoso;


2).- La autoridad responsable;
3).- El tercero perjudicado; y,
4).- El Ministerio Público Federal.

En el proyecto de la nueva Ley de Amparo se establece al


respecto lo siguiente:
11

Artículo 5º. Son partes en el juicio de amparo:

I.- El quejoso, teniendo tal carácter quien aduce ser titular de


un derecho o de un interés legítimo individual o colectivo,
siempre que se alegue que la norma, acto u omisión reclamados
violan los derechos previstos en el artículo 1º. de la presente ley
y con ello se afecte su esfera jurídica, ya sea de manera directa
o en virtud de su especial situación frente al orden jurídico.
(El artículo 1º. Del proyecto de ley señala que el juicio de
amparo tiene por objeto resolver toda controversia que se
suscite: a).- Por normas generales o actos de autoridad que
violen los derechos humanos reconocidos por la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como por los
Tratados Internacionales de los que el Estado Mexicano sea
parte; b).- Por normas generales o actos de la autoridad federal
que vulneren o restrinjan la soberanía de los estados o la esfera
de competencias del Distrito Federal; y, c).- Por normas
generales o actos de las autoridades de los Estados o del
Distrito Federal, que invadan la esfera de competencia de la
autoridad federal.).

El Juicio de Amparo podrá promoverse conjuntamente por dos o


mas quejosos cuando resientan una afectación comun en sus
derechos o intereses, aún en el supuesto de que dicha
afectación derive de actos distintos, si éstos le causan un
perjuicio análogo y provienen de las mismas autoridades.

Tratándose de actos o resoluciones provenientes de Tribunales


Judiciales, Administrativos o del Trabajo, el quejoso deberá
aducir ser titular de un derecho subjetivo que se afecte de
manera personal y directa.

II.- La autoridad responsable, teniendo tal carácter, con


independencia de su naturaleza formal, la que dicta, ordena,
ejecuta o trata de ejecutar el acto que crea, modifica o extingue
situaciones jurídicas en forma unilateral y obligatoria; u omita
el acto que de realizarse crearía, modificaría o extinguiría dichas
situaciones jurídicas.
12

Los particulares podrán tener la calidad de autoridad


responsable en el juicio de amparo cuando actúen en ejercicio
de funciones públicas.

III.- El tercero interesado, pudiendo tener tal carácter:

a).- La persona que haya gestionado el acto reclamado o tenga


interés jurídico en que subsista;

b).- La contraparte del quejoso cuando el acto reclamado emane


de un juicio o controversia del orden judicial, administrativo,
agrario o del trabajo; o tratándose de persona extraña al
procedimiento, la que tenga interés contrario al del quejoso;

c).- El ofendido o quien tenga derecho a la reparación del daño o


a reclamar la responsabilidad civil cuando el acto reclamado
emane de un juicio del orden penal y afecte esa reparación o
responsabilidad;

d).- El indiciado o procesado cuando el acto reclamado sea el no


ejercicio o el desistimiento de la acción penal por el Ministerio
Público;

e).- El Ministerio Público que haya intervenido en el


procedimiento penal del cual derive el acto reclamado, siempre
y cuando no tenga el carácter de autoridad responsable.

IV.- El Ministerio Público Federal, quien podrá intervenir en


todos los juicios e interponer los recursos que señala esta Ley,
inclusive para interponerlos en amparos penales cuando se
reclamen resoluciones de tribunales locales,
independientemente de las obligaciones que la misma ley le
precisa para procurar la pronta y expedita administración de
justicia. Sin embargo, tratándose amparos indirectos en materia
civil y mercantil, en que sólo se afecten intereses particulares,
excluyendo la materia familiar, el Ministerio Público Federal no
podrá interponer los recursos que esta Ley señala.
13

QUEJOSO

El quejoso es quien promueve el juicio de garantías.

Es quien combate un acto de autoridad por estimarlo violatorio


en su perjuicio de los derechos humanos reconocidos por la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, los
Tratados o Convenios Internacionales o su interpretación
jurisprudencial, o porque; proveniente de una autoridad federal,
vulnera en su agravio la soberanía de los estados habiendo sido
emitido por las autoridades de éstos, invaden la competencia de
las autoridades federales.

Es todo gobernado que puede promover, por sí o por interpósita


persona, el juicio de amparo.

El juicio de amparo puede promoverse por la persona física o


moral a quien afecte la norma general o el acto reclamado,
pudiendo hacerlo por sí, por su representante legal, su
apoderado, su defensor o cualquier persona en los casos en que
la ley así lo permita.

La Federación, los Estados, el Distrito Federal, los Municipios o


cualquier persona moral pública podrán solicitar amparo por
conducto de sus representantes legales, cuando la norma
general o el acto u omisión los afecten y se encuentren en un
plano de igualdad con los particulares.

El menor de edad o mayor sujeto a interdicción puede solicitar


amparo sin la intervención de su legítimo representante cuando
este se halle ausente, se ignore quien sea, esté impedido o se
niegue a promoverlo.

En tal supuesto el juez de amparo le nombrará al menor un


representante legal para que intervenga en el juicio,
preferentemente a un familiar cercano, salvo cuando existan al
respecto conflicto de intereses o motivo que justifiquen la
designación de diversa persona.
14

Si el menor ha cumplido catorce años puede hacer por si mismo


la designación de su representante en el escrito de demanda.

El acto de autoridad reúne tres características:

Unilateral.- Porque para su existencia y eficacia no requiere del


concurso o elaboración del particular frente al cual se ejercita.

Imperativo.- Porque supedita la voluntad de dicho particular,


sometiéndolo a su imperio.

Coercitivo.- Porque puede constreñir, forzar al gobernado para


hacerse respetar.

Desprovisto de su imperio, el estado sí puede promover amparo


(compra, venta, arrendamiento, relación laboral, etc.)

AUTORIDADES RESPONSABLES.

Hasta 1997 se establecía que autoridad era toda aquella que


disponía de fuerza pública, en virtud de circunstancias legales o
de hecho y que por lo mismo, estaba en posibilidad de obrar
como individuos que ejercieran actos públicos, por ser pública
la fuerza de la que disponía.

Sin embargo, ese concepto evolucionó y ha sido interrumpido


por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, estableciendo
ahora como base para definir en cada caso concreto si se está
en presencia de una autoridad para efectos del amparo, cuando
ésta dicta, ordena, ejecuta o trata de ejecutar el acto realizado a
través del cual se puedan crear, modificar o extinguir
situaciones jurídicas en agravio del quejoso, u omita el acto que
de realizarse crearía, modificaría o extinguiría dichas
situaciones jurídicas.

No. Registro: 237,026


Tesis aislada
Materia(s): Común
15

Séptima Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
3 Segunda Parte
Tesis:
Página: 13

AUTORIDADES RESPONSABLES EN EL JUICIO DE AMPARO.


CUALES DEBEN CONSIDERARSE COMO TALES.
La autoridad responsable en el juicio de amparo es el órgano
estatal de facto o jure, investido con facultades o poderes de
decisión o ejecución, cuyo ejercicio crea, modifica o extingue
situaciones generales o concretas de hecho o jurídicas, con
trascendencia particular y determinada de una manera
imperativa; en otros términos, señala el artículo 11 de la Ley de
Amparo, que es autoridad responsable la que dicta u ordena,
ejecuta o trata de ejecutar la ley o el acto reclamado. Por tanto,
se considera que un Juez de Distrito, por el hecho de haber
concedido la libertad bajo fianza al inculpado, dentro del
incidente de suspensión del juicio indirecto que promovió en
contra de la sentencia que confirmó el auto de formal prisión
decretado en su contra, no debe ser considerado como
autoridad responsable en el juicio de amparo directo, pues no
cae en su ámbito competencial la ejecución de la sentencia
reclamada y, por tanto, el juicio con respecto a dicha autoridad
es improcedente y debe ser sobreseido con fundamento en los
artículos 166, fracción III, 73, fracción XVIII, y 74, fracción III,
de la Ley de Amparo.

Amparo directo 4267/67. Esther Sánchez Galindo. 12 de marzo


de 1969. Cinco votos. Ponente: Ezequiel Burguete Farrera.

Amparo directo 4265/67. Luciano Cruz Sánchez. 12 de marzo


de 1969. Cinco votos. La publicación no menciona el nombre
del ponente.

No. Registro: 199,460


Tesis aislada
16

Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
V, Febrero de 1997
Tesis: P. XXVIII/97
Página: 119

AUTORIDAD PARA EFECTOS DEL JUICIO DE AMPARO. NO LO


SON LOS FUNCIONARIOS DE UNA UNIVERSIDAD CUANDO EL
ACTO QUE SE LES ATRIBUYE DERIVA DE UNA RELACION
LABORAL.
Los funcionarios de los organismos públicos descentralizados,
en su actuación, con independencia de la disposición directa
que llegaren a tener o no de la fuerza pública, con fundamento
en una norma legal, pueden emitir actos unilaterales a través de
los cuales crean, modifican o extinguen por sí o ante sí
situaciones jurídicas que afecten la esfera legal de los
gobernados; esto es, ejercen facultades decisorias que les están
atribuidas en la ley y que por ende constituyen una potestad
administrativa cuyo ejercicio es irrenunciable y que por tanto se
traducen en verdaderos actos de autoridad al ser de naturaleza
pública la fuente de tal potestad, por ello, el juzgador de
amparo, a fin de establecer si a quien se atribuye el acto es
autoridad para efectos del juicio de garantías, debe atender a la
norma legal y examinar si lo faculta o no para tomar decisiones
o resoluciones que afecten unilateralmente la esfera jurídica del
interesado, y que deben exigirse mediante el uso de la fuerza
pública o bien a través de otras autoridades. Así, las
universidades, como organismos descentralizados, son entes
públicos que forman parte de la administración pública y por
ende del Estado, y si bien presentan una autonomía especial,
que implica autonormación y autogobierno, tal circunstancia
tiende a la necesidad de lograr mayor eficacia en la prestación
del servicio que les está atribuido y que se fundamenta en la
libertad de enseñanza, pero no implica de manera alguna su
disgregación de la estructura estatal, ya que se ejerce en un
marco de principios y reglas predeterminadas por el propio
Estado, y restringida a sus fines, por lo que no se constituye
17

como un obstáculo que impida el ejercicio de las potestades


constitucionales y legales de éste para asegurar el regular y
eficaz funcionamiento del servicio de enseñanza. Por ello, para
analizar si los funcionarios de dichos entes, con fundamento en
una ley de origen público ejercen o no un poder jurídico que
afecte por sí o ante sí y de manera unilateral la esfera jurídica
de los particulares, con independencia de que puedan o no
hacer uso de la fuerza pública, debe atenderse al caso concreto.
En el que se examina, ha de considerarse que la universidad
señalada por el quejoso como responsable, al negar el
otorgamiento y disfrute del año sabático a uno de sus
empleados académicos, actuó con el carácter de patrón en el
ámbito del derecho laboral que rige las relaciones de esa
institución con su personal académico, dentro del marco
constitucional previsto en la fracción VII del artículo 3o. de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y por
ello en este caso no resulta ser autoridad para efectos del juicio
de amparo, lo que desde luego no implica que en otros
supuestos, atendiendo a la naturaleza de los actos emitidos, sí
pueda tener tal carácter.

Amparo en revisión 1195/92. Julio Oscar Trasviña Aguilar. 14


de noviembre de 1996. Unanimidad de diez votos. Ausente:
Humberto Román Palacios. Ponente: Juventino V. Castro y
Castro. Secretario: José Pablo Pérez Villalba.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el diez de


febrero en curso, aprobó, con el número XXVIII/1997, la tesis
aislada que antecede; y determinó que la votación es idónea
para integrar tesis jurisprudencial. México, Distrito Federal, a
diez de febrero de mil novecientos noventa y siete.

Es la parte contra la que se pide la protección federal y a quien


se atribuye la violación de garantías individuales reclamadas.

Sólo puede ser considerada autoridad la que actúa con


imperium.

Existen dos tipos de autoridad:


18

a).- La ordenadora; y,
b).- La ejecutora, es decir, la que emite el acto combatido y la
que lo cumplimenta.

Al formularse la demanda debe especificarse las autoridades


que se señalan como responsables y el carácter que se atribuye
a cada una de ellas, porque tal señalamiento tiene incidencia
directa e inmediata en la procedencia o improcedencia de la
suspensión del acto reclamado e incluso en la existencia o
inexistencia del acto en cita.

Es importante destacar que en el proyecto de Nueva Ley de


Amparo se establece que los particulares también pueden tener
el carácter de autoridad responsable, cuando actúen en
ejercicio de funciones públicas.

Lo anterior no debe ser entendido en el sentido de que el juicio


de amparo puede ser ahora promovido también contra
particulares entendidos como tales, sino exclusivamente como
una ampliación del concepto de autoridad que viene a clarificar
todos aquellos supuestos en los cuales intervienen particulares
en ejercicio de atribuciones que les son otorgadas por la ley y
cuya naturaleza no había sido definida para efectos del juicio de
amparo.

TERCERO INTERESADO.

La ley de amparo establecía la figura del tercero perjudicado,


misma que ha sido sustituida en el proyecto de nueva ley por la
figura del tercero interesado, debiendo considerarse como tal a
aquél que resulta beneficiado con el acto que el quejoso
impugna en el juicio de amparo y tiene por tanto interés en que
tal acto subsista y no sea destruido por la sentencia que se
dicte en el juicio de garantías.

No es enjuiciante, ni enjuiciado, pero tiene interés en la


subsistencia del acto reclamado.
19

Tiene las mismas finalidades y pretensiones de la autoridad


responsable relativas a que se niegue la protección
constitucional o se decrete el sobreseimiento en el juicio.

Tiene todos los derechos procesales del quejoso y de la


autoridad responsable, como son rendir pruebas, formular
alegatos e interponer recursos.

MINISTERIO PUBLICO.

Interviene en el juicio de amparo para vigilar el exacto


cumplimiento del procedimiento e intervendrá cuando, en su
opinión, se afecte al interés público, caso en el cual podrá
interponer los recursos correspondientes.

En materia civil y mercantil no puede interponer recursos, salvo


en materia familiar. No debe sustituir a la partes en el
cumplimiento de sus cargas procesales.

SOBRESEIMIENTO.

Acto procesal proveniente de la potestad jurisdiccional que


concluye una instancia judicial en el amparo, sin decidir sobre
la constitucionalidad o inconstitucionalidad del acto reclamado,
sino atendiendo a circunstancias y hechos diversos de ella.

Es de naturaleza adjetiva, ajeno a las cuestiones


sustantivas, porque ninguna relación tiene con el fondo del
asunto.

Sus efectos son dejar las cosas tal y como se encontraban


antes de la interposición de la demanda.

Es como si no se hubiera pedido el amparo.

Si la causa de improcedencia de la acción de amparo es


notoria, manifiesta o indudable, la demanda de amparo se debe
20

desechar de plano por el Tribunal de Amparo, sin llegar a iniciar


el juicio y sin que obviamente se decrete el sobreseimiento el
mismo, ante su inexistencia.

CAUSAS DE SOBRESEIMIENTO.

El sobreseimiento en el juicio de amparo procede en los


siguientes casos:

I).- Cuando el quejoso desista de la demanda o no la ratifique en


los casos en que la ley establezca esta consecuencia. En caso de
desistimiento se notificará personalmente al quejoso para que
ratifique su escrito en un plazo de tres días, apercibido que de
no hacerlo, se le tendrá por no desistido y se continuará el
juicio.

El desistimiento no implica solamente la pérdida de la


instancia, sino que en realidad trae aparejada la pérdida de la
acción.

Es un acto personalísimo y trascendental, razón por la que


debe ser expreso y ratificado ante el Tribunal de amparo. El
apoderado debe tener facultades expresas para realizarlo.

El representante común no tiene facultades para desistirse


del amparo a nombre de todos los quejosos.

El albacea de la sucesión no puede desistirse de la


demanda sin el acuerdo expreso de los herederos.

II).- Cuando el quejoso no acredite haber entregado los edictos


para su publicación.

III).- Cuando el quejoso muera durante el juicio, si el acto


reclamado sólo afecta a su persona.
21

La muerte del quejoso no provoca el sobreseimiento del


juicio si el acto reclamado afecta intereses patrimoniales o
económicos del quejoso que subsistan post mortem.

IV).- Cuando de las constancias de autos apareciere claramente


demostrado que no existe el acto reclamado o cuando no se
probare su existencia en la audiencia constitucional;

V).- Cuando durante el juicio se advierta o sobrevenga alguna


de las causales de improcedencia previstas por la Ley.

La existencia de la causa de improcedencia puede ser


anterior a la promoción del juicio o superveniente, es decir,
posterior a la iniciación del procedimiento constitucional.

VI).- Sobreseimiento por inactividad procesal.- Si transcurren


trescientos días naturales sin que el juzgador haya emitido
algún acuerdo o resolución en el juicio y sin que el quejoso
haya promovido, se actualiza esta causa de improcedencia,
quedando firme el acto reclamado. Sólo opera en materia
civil o administrativa.-

En revisión, la falta de promoción durante el referido


término provoca la caducidad de la instancia, la cual produce el
efecto de que quede firme la resolución de amparo recurrida.

En materia del trabajo, el sobreseimiento por inactividad


procesal o la caducidad de la instancia sólo opera cuando el
quejoso o recurrente sea el patrón.

No opera en materia penal o agraria, si en este último caso,


quienes promueven son ejidos, comunidades, ejidatarios o
comuneros.

No todas las promociones interrumpen el aludido término,


sino exclusivamente aquéllas que tiendan a impulsar el
procedimiento.
22

Celebrada la audiencia constitucional o listado el asunto


para resolución, no procede el sobreseimiento por inactividad
procesal, ni la caducidad de la instancia.

El sobreseimiento puede ser decretado en la audiencia


constitucional o en el momento en que se actualice de manera
incuestionable, como sería el supuesto del desistimiento de la
demanda.

El sobreseimiento no prejuzga sobre la responsabilidad en


que hubiese incurrido la autoridad responsable al ordenar el
supuesto de una indebida detención y posterior libertad.

IMPROCEDENCIA DEL JUICIO DE AMPARO.

IMPROCEDENCIA.- Eduardo Pallares establece que


improcedencia es la situación procesal en la cual, por no
reunirse todos los presupuestos procesales del juicio
constitucional, no debe admitirse la demanda de amparo ni
tramitarse el juicio.
Sin embargo, es claro que dicha definición no comprende
todos los supuestos de improcedencia del juicio de amparo, ya
que en ocasiones, la misma no se determina al resolver sobre la
admisión de la demanda, sino que puede advertirse durante el
trámite o inclusive generarse dentro de la secuela procesal, caso
en el cual la improcedencia se declara al dictar la resolución
correspondiente.

CLASES DE IMPROCEDENCIA.

Existen tres tipos o clases de improcedencia:

1).- Improcedencia constitucional.- Es aquélla que se


encuentra establecida en el propio texto de la Carta Magna
(artículos 3º. Fracción II 27, fracción XIV, 33, 60 y 111 párrafo
tercero.)
23

2).- Improcedencia legal. Es aquélla que se encuentra


establecida en la Ley Reglamentaria de los artículos 103 y 107
de la Ley de Amparo.

3).- Improcedencia jurisprudencial.- Es aquélla que no se


encuentra en la Constitución, ni en la ley, sino que emana de la
jurisprudencia. (Actos derivados de actos consentidos).

CAUSALES DE IMPROCEDENCIA.

Artículo 61 del proyecto Nueva Ley de Amparo: El juicio de


amparo es improcedente:

I).- Contra actos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación;

II).- Contra actos del Consejo de la Judicatura Federal, salvo los


que afecten derechos de personas ajenas al Poder Judicial de la
Federación y los que sean de materia laboral;

III).- Contra resoluciones dictadas por el Tribunal Electoral del


Poder Judicial de la Federación;

IV).- Contra resoluciones de los tribunales colegiados de


circuito;

V).- Contra las resoluciones o declaraciones del Congreso


Federal o de las Cámaras que lo constituyen, de las Legislaturas
de los Estados o de sus respectivas Comisiones o Diputaciones
Permanentes, en declaración de procedencia y en juicio político,
así como en elección, suspensión o remoción de funcionarios en
los casos en que las Constituciones correspondientes les
confieran la facultad de resolver soberana o discrecionalmente;

VI).- Contra normas generales respecto de las cuales la


Suprema Corte de Justicia haya emitido una declaratoria
general de inconstitucionalidad en términos de lo dispuesto por
el Capítulo VI del Título Cuarto.
24

VII).- Contra resoluciones dictadas en los juicios de amparo o en


ejecución de las mismas;

VIII).- Contra normas generales o actos que sean materia de


otro juicio de amparo pendiente de resolución promovido por el
mismo quejoso, contra las mismas autoridades y por el propio
acto reclamado, aunque las violaciones constitucionales sean
diversas, salvo que se trate de normas generales impugnadas
con motivo de actos de aplicación distintos. En este último caso,
solamente se actualizará esta causal cuando se dicte sentencia
firme en alguno de los juicios en la que se analice la
constitucionalidad de las normas generales; si se declara la
constitucionalidad de la ley, esta causal no se actualiza respecto
de los actos de aplicación, si fueron impugnados por vicios
propios;

IX).- Contra normas generales o actos que hayan sido materia


de una ejecutoria en otro juicio de amparo, en los términos de la
fracción anterior;

X).- Contra actos que no afecten los intereses jurídicos o


legítimos del quejoso, en los términos establecidos en la fracción
I del artículo 5º. De la presente ley, y contra normas generales
que requieran de un acto de aplicación para causarlo en tanto
éste no se concrete;

XI).- Contra actos consentidos expresamente o por


manifestaciones de voluntad que entrañen ese consentimiento;

XII).- Contra normas generales o actos consentidos tácitamente,


entendiéndose por tales aquéllos contra los que no se promueva
el juicio de amparo dentro de los plazos previstos.

No se entenderá consentida una norma general, a pesar de que


siendo impugnable en amparo desde el momento de la
iniciación de su vigencia no se haya reclamado, sino sólo en el
caso de que tampoco se haya promovido amparo contra el
primer acto de su aplicación en perjuicio del quejoso.
25

Cuando contra el primero acto de aplicación proceda algún


recurso o medio de defensa legal por virtud del cual pueda ser
modificada, revocada o nulificado, será optativo para el
interesado hacerlo valer o impugnar desde luego la norma
general en juicio de amparo. En el primer caso, sólo se
entenderá consentida la norma general si no se promueve
contra ella el amparo dentro del plazo legal contado a partir del
día siguiente de aquél al en que surta sus efectos la notificación
de la resolución recaída al recurso o medio de defensa, si no
existieran medios de defensa ordinarios en contra de dicha
resolución, o de la última resolución recaída al medio de
defensa ordinario previsto en ley contra la resolución del
recurso, aún cuando para fundarlo se hayan aducido
exclusivamente motivos de ilegalidad.

Si en contra de dicha resolución procede amparo directo, deberá


estarse a lo dispuesto en el capítulo respectivo a ese
procedimiento;

XIII).- Contra las resoluciones o declaraciones de las


autoridades competentes en materia electoral;

XIV).- Contra actos consumados de modo irreparable;

XV).- Contra actos emanados de un procedimiento judicial o de


un procedimiento administrativo seguido en forma de juicio,
cuando por virtud del cambio de situación jurídica en el mismo
deban considerarse consumadas irreparablemente las
violaciones reclamadas en el procedimiento respectivo, por no
poder decidirse en tal procedimiento sin afectar la nueva
situación jurídica.

Cuando en amparo indirecto se reclamen violaciones a los


artículos 19 o 20 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, solamente la sentencia de primera instancia
hará que se consideren irreparablemente consumadas las
violaciones para los efectos de la improcedencia prevista en este
precepto. La autoridad judicial que conozca del proceso penal,
suspenderá en estos casos el procedimiento en lo que
26

corresponda al quejoso, una vez cerrada la instrucción y hasta


que sea notificada de la resolución que recaída en el juicio de
amparo pendiente;

XVI).- Contra las resoluciones de tribunales judiciales,


administrativos o del trabajo, respecto de las cuales conceda la
ley ordinaria algún recurso o medio de defensa, dentro del
procedimiento, por virtud del cual puedan ser modificadas,
revocadas o nulificadas.

Se exceptúa de lo anterior:

a).- Cuando el acto reclamado importe peligro de privación de la


vida, ataques a la libertad personal fuera de procedimiento
judicial, incomunicación, deportación, destierro o cualquiera de
los prohibidos en el artículo 22 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, así como la incorporación forzosa al
Ejército, Armada o Fuerza Aérea nacionales;

b).- Cuando el acto reclamado consista en órdenes de


aprehensión o reaprehensión, autos de formal prisión o de
sujeción a proceso, resolución que niegue la libertad bajo
caución o que establezca los requisitos para su disfrute,
resolución que decida sobre el incidente de desvanecimiento de
datos, orden de arresto o cualquier otro que afecte la libertad
personal del quejoso, siempre que no se trate de sentencia
definitiva en el proceso penal; y

c).- Cuando se trate de persona extraña al procedimiento.

XVII).- Cuando se esté tramitando ante los tribunales ordinarios


algún recurso o medio de defensa legal propuesto por el quejoso
que pueda tener por efecto modificar, revocar o nulidad el acto
reclamado;

XVIII).- Contra actos de autoridades distintas de los tribunales


judiciales, administrativos o del trabajo, que deban ser
revocados de oficio, conforme a las leyes que los rijan, o proceda
contra ellos algún juicio, recurso o medio de defensa legal por
27

virtud del cual puedan ser modificados, revocados o nulificados,


siempre que conforme a las mismas leyes se suspendan los
efectos de dichos actos de oficio o mediante la interposición del
juicio, recurso o medio de defensa legal que haga valer el
quejoso, con los mismos alcances que los que prevé esta ley y
sin exigir mayores requisitos que los que la misma consigna
para conceder la suspensión definitiva, ni plazo mayor que el
que establece para el otorgamiento de la suspensión provisional,
independientemente de que el acto en si mismo considerado sea
o no susceptible de ser suspendido de acuerdo con esta ley.

No existe obligación de agotar tales recursos o medios de


defensa, si el acto reclamado carece de fundamentación, cuando
sólo se aleguen violaciones directas a la Constitución o cuando
el recurso o medio de defensa se encuentra previsto en un
reglamento sin que la ley aplicable contemple su existencia.

Si en el informe justificado la autoridad responsable señala la


fundamentación y motivación del acto reclamado, operará la
excepción al principio de definitividad contenida en el párrafo
anterior.

XIX).- Cuando hayan cesado los efectos del acto reclamado;

XX).- Cuando subsista el acto reclamado pero no pueda surtir


efecto legal o material alguno por haber dejado de existir el
objeto o la materia del mismo; y

XXI).- En los demás casos en que la improcedencia resulte de


alguna disposición de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, de esta ley, o la que derive de
jurisprudencia.

SUSPENSION DEL ACTO RECLAMADO EN AMPARO


INDIRECTO.
28

El artículo 107 de la Constitución Política de los Estados Unidos


Mexicanos, reformado mediante Decreto publicado en el Diario
Oficial de la Federación de seis de junio de dos mil once
establece en su fracción X que: “Los actos reclamados podrán
ser objeto de suspensión en los casos y mediante las
condiciones que determine la Ley Reglamentaria, para lo cual el
órgano jurisdiccional de amparo, cuando la naturaleza del acto
lo permita, deberá realizar un análisis ponderado de la
apariencia del buen derecho y del interés social.”.

COMENTARIO

La apariencia del buen derecho se establece como un requisito


de procedencia de la suspensión a petición de parte, que no es
otra cosa que asomarse anticipadamente a la cuestión de fondo
debatida en el juicio de amparo, para determinar en un rango
de posibilidades y probabilidades, el derecho que asiste o
pudiera asistir al quejoso y, con base en ello, determinar si
previo a resolver el juicio de amparo, es dable, a fin de
conservar el derecho legítimamente tutelado de quien pide la
suspensión, el cual anticipadamente se considera existente y en
apariencia atribuible al quejoso.

Al respecto, la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de


la Nación ha sustentado la jurisprudencia 2004/2009, del tenor
literal siguiente:

“SUSPENSION. PARA DECIDIR SOBRE SU OTORGAMIENTO EL


JUZGADOR DEBE PONDERAR SIMULTANEAMENTE LA
APARIENCIA DEL BUEN DERECHO CON EL PERJUICIO AL
INTERES SOCIAL O AL ORDEN PUBLICO.- El Tribunal en Pleno
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la
jurisprudencia P./J. 15/96, de rubro: “SUSPENSION. PARA
RESOLVER SOBRE ELLA ES FACTIBLE, SIN DEJAR DE
OBSERVAR LOS REQUISITOS CONTENIDOS EN EL ARTICULO
124 DE LA LEY DE AMPARO, HACER UNA APRECIACION DE
CARÁCTER PROVISIONAL DE LA INCONSTITUCIONALIDAD
DEL ACTO RECLAMADO.”, sostuvo que para el otorgamiento de
la suspensión, sin dejar de observar los requisitos exigidos por
29

el artículo 124 de la Ley de Amparo, basta la comprobación de


la apariencia del buen derecho invocado por el quejoso, de
modo que sea posible anticipar que en la sentencia de amparo
se declarará la inconstitucional del acto reclamado, lo que
deberá sopesarse con el perjuicio que pueda ocasionarse al
interés social o al orden público con la concesión de la medida,
esto es, si el perjuicio al interés social o al orden público es
mayor a los daños y perjuicios de difícil reparación que pueda
sufrir el quejoso. Conforme a lo anterior, el juzgador debe
realizar un estudio simultáneo de la apariencia del buen
derecho y el peligro en la demora con la posible afectación que
pueda ocasionarse al orden público o al interés social con la
suspensión del acto reclamado, supuesto contemplado en la
fracción II del referido artículo 124, estudio que debe ser
concomitante al no ser posible considerar aisladamente que un
acto pudiera tener un vicio de inconstitucionalidad sin
compararlo de manera inmediata con el orden público que
pueda verse afectado con su paralización, y sin haberse
satisfecho previamente los demás requisitos legales para el
otorgamiento de la medida.”

“Dicha suspensión deberá otorgarse respecto de las sentencias


definitivas en materia penal al comunicarse la promoción del
amparo, y en las materias civil, mercantil y administrativa,
mediante garantía que dé el quejoso para responder de los
daños y perjuicios que tal suspensión pudiere ocasionar al
tercero interesado. La suspensión quedará sin efecto si éste
último da contragarantía para asegurar la reposición de las
cosas al estado que guardaban si se concediese el amparo y a
pagar los daños y perjuicios consiguientes.”

La suspensión en el juicio de amparo tiene como objeto


paralizar la ejecución del acto reclamado, deteniendo sus
efectos y consecuencias.

Tiene una vigencia temporal, la cual inicia desde el


decretamiento de la suspensión provisional hasta la resolución
definitiva del juicio.
30

Dictada la sentencia definitiva protectora, el acto no se ejecuta,


pero ello obedece a dicha concesión y no a la suspensión.

Si se niega la suspensión o el amparo, la autoridad puede


ejecutar el acto reclamado.

ACTOS SUSPENDIBLES.

Los actos de autoridad pueden ser positivos o negativos. Sólo


los primeros son suspendibles por traducirse en un actuar de la
autoridad, salvo si los actos negativos tienen efectos positivos.
(Negativa a refrendar licencia).

La suspensión no tiene efectos restitutorios, ni constitutivos,


por ello, por ejemplo, no se puede suspender una clausura si el
quejoso no cuenta con licencia. Tampoco procede contra actos
consumados, por falta de materia y de efectos restitutorios. No
puede ser suspendido el procedimiento.

PROCEDENCIA DE LA SUSPENSION.

El nuevo proyecto de Ley de Amparo establece al efecto lo


siguiente:

Artículo 125.- La suspensión del acto reclamado se decretará de


oficio o a petición de parte.

Artículo 126.- La suspensión se concederá de oficio y de plano


cuando se trate de actos que importen peligro de privación de la
vida, deportación, destierro, alguno de los prohibidos por el
artículo 22 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, así como la incorporación forzosa al ejército, armada
o fuerza aérea nacionales.

En este caso, la suspensión se decretará en el auto de admisión


de la demanda, comunicándose sin demora a la autoridad
responsable, por cualquier medio que permita lograr su
inmediato cumplimiento.
31

Artículo 127.- El incidente de suspensión se abrirá de oficio y se


sujetará en lo conducente al trámite previsto para la suspensión
a instancia de parte, en los siguientes casos:

I.- Deportación o extradición; y,


II.- Siempre que se trate de algún acto que, si llegare a
consumarse, haría físicamente imposible restituir al quejoso en
el goce del derecho reclamado.

Artículo 128.- Con excepción de los casos en que proceda de


oficio, la suspensión se decretará, en todas las materias,
siempre que concurran los requisitos siguientes:

I.- Que la solicite el quejoso;

II.- Que no se siga perjuicio al interés social ni se contravengan


disposiciones de orden público; y

III.- Que de permitirlo la naturaleza del caso, opere en favor del


quejoso la apariencia de buen derecho. En este supuesto, el
órgano jurisdiccional deberá realizar un análisis ponderado del
buen derecho y la no afectación del interés social.

La suspensión se tramitará en incidente por separado y por


duplicado.

Artículo 129.- Se considerará, entre otros casos, que se siguen


perjuicios al interés social o se contravienen disposiciones de
orden público, cuando, de concederse la suspensión;

I.- Continúe el funcionamiento de centros de vicio o de


lenocinio;

II.- Continúe la producción o el comercio de narcóticos;

III.- Se permita la consumación o continuación de delitos o de


sus efectos;
32

IV.- Se permita el alza de precios en relación con artículos de


primera necesidad o de consumo necesario;

V.- Se impida la ejecución de medidas para combatir epidemias


de carácter grave o el peligro de invasión de enfermedades
exóticas en el país;

VI.- Se impida la ejecución de campañas contra el alcoholismo y


la drogadicción;

VII.- Se permita el incumplimiento de las órdenes militares que


tengan como finalidad de defensa de la integridad territorial, la
independencia de la República, la soberanía y seguridad
nacional y el auxilio a la población civil, siempre que el
cumplimiento y ejecución de aquéllas órdenes estén dirigidas a
quienes pertenecen al régimen castrense;

VIII.- Se afecten intereses de menores o incapaces o se les


pueda causar trastorno emocional o psíquico;

IX.- Se impida el pago de alimentos;

X.- Se permita el ingreso en el país de mercancías cuya


introducción esté prohibida en términos de Ley o bien se
encuentre en alguno de los supuestos previstos en el artículo
131 párrafo segundo de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos; se incumplan con las normas relativas a
regulaciones y restricciones no arancelarias a la exportación o
importación, salvo el caso de las cuotas compensatorias, las
cuales se apegarán a lo regulado en el artículo 135 de esta ley;
se incumplan con las Normas Oficiales Mexicanas; se afecte la
producción nacional, o

XI.- Se impida la continuación del procedimiento de extinción


de dominio en cualquiera de sus fases, previsto en el párrafo
segundo del artículo 22 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, salvo en el caso que el quejoso sea
ajeno al procedimiento, situación en la que procederá la
suspensión, sólo sí con la continuación del mismo se dejare
33

irreparablemente consumado el daño o perjuicio que pueda


ocasionarse al quejoso.

El órgano jurisdiccional de amparo excepcionalmente podrá


conceder la suspensión, aún cuando se trate de los casos
previstos en este artículo, si a su juicio con la negativa de la
medida suspensional pueda causarse mayor afectación al
interés social.

Artículo 130.- La suspensión se podrá pedir en cualquier tiempo


mientras no se dicte sentencia ejecutoria.

Artículo 131.- Para conceder la suspensión se exigirá al quejoso


que aporte prueba indiciaria del interés jurídico o del interés
legítimo que le asiste para obtener la medida suspensional.

En ningún caso el otorgamiento de la medida cautelar podrá


tener por efecto constituir derechos que no haya tenido el
quejoso antes de la presentación de la demanda.

Artículo 132.- En los casos en que sea procedente la suspensión


pero pueda ocasionar daño o perjuicio a tercero y la misma se
conceda, el quejoso deberá otorgar garantía bastante para
reparar el daño e indemnizar los perjuicios que con aquélla se
causaren si no obtuviere sentencia favorable en el juicio de
amparo.

Cuando con la suspensión puedan afectarse derechos del


tercero interesado que no sean estimables en dinero, el órgano
jurisdiccional fijará discrecionalmente el importe de la garantía.

La suspensión concedida a los núcleos de población no


requerirá de garantía para que surta sus efectos.

Artículo 133.- La suspensión, en su caso, quedará sin efecto si


el tercero otorga contragarantía para restituir las cosas al
estado que guardaban antes de la violación reclamada y pagar
los daños y perjuicios que sobrevengan al quejoso, en el caso de
que se le conceda el amparo.
34

No se admitirá la contragarantía cuando de ejecutarse el acto


reclamado quede sin materia el juicio de amparo o cuando
resulte en extremo difícil restituir las cosas al estado que
guardaban antes de la violación.

Cuando con la suspensión pueda afectarse derechos del tercero


perjudicado que no sean estimables en dinero, el órgano
jurisdiccional fijará discrecionalmente la garantía.

Artículo 134.- La contragarantía que ofrezca el tercero conforme


al artículo anterior deberá también cubrir el costa de la garantía
que hubiese otorgado el quejoso, que comprenderá:

I.- Los gastos o primas pagados, conforme a la ley, a la empresa


legalmente autorizada que haya otorgado la garantía;

II.- Los gastos legales de la escritura respectiva y su registro, así


como los de la cancelación y su registro, cuando el quejoso
hubiere otorgado garantía hipotecaria; y

III.- Los gastos legales acreditados para constituir el depósito.

Artículo 135.- Cuando el amparo se solicite en contra de actos


relativos a determinación, liquidación, ejecución o cobro de
contribuciones o créditos de naturaleza fiscal, podrá concederse
discrecionalmente la suspensión del acto reclamado, la que
surtirá efectos si se ha constituido o se constituye la garantía
del interés fiscal ante la autoridad exactota por cualquiera de
los medios permitidos por las leyes fiscales aplicables.

El órgano jurisdiccional está facultado para reducir el monto de


la garantía o dispensar su otorgamiento, en los siguientes
casos:

I.- Si el monto de los créditos excediere la capacidad económica


del quejoso; y
35

II.- Si se tratase de tercero distinto al sujeto obligado de manera


directa o solidaria al pago del crédito.

Artículo 136.- La suspensión, cualquiera que sea su naturaleza,


surtirá sus efectos desde el momento en que se pronuncie el
acuerdo relativo, aún cuando sea recurrido.

Los efectos de la suspensión dejarán de surtirse, en su caso, si


dentro del plazo de cinco días siguientes al en que surta efectos
la notificación del acuerdo de suspensión, el quejoso no otorga
la garantía fijada y así lo determina el órgano jurisdiccional. Al
vencimiento del plazo, dicho órgano, de oficio o a instancia de
parte, lo notificará a las autoridades responsables, las que
podrán ejecutar el acto reclamado. No obstante lo anterior,
mientras no se ejecute, el quejoso podrá exhibir la garantía con
lo cual, de inmediato, vuelve a surtir efectos la medida
suspensional.

Artículo 137.- La Federación, los estados, el Distrito Federal y


los municipios estarán exentos de otorgar las garantías que esta
ley exige.

Artículo 138.- Promovida la suspensión del acto reclamado el


órgano jurisdiccional acordará lo siguiente:

I.- Concederá o negará la suspensión provisional; en el primer


caso, fijará los requisitos y efectos de la medida; en el segundo
caso, la autoridad responsable podrá ejecutar el acto
reclamado;

II.- Señalará fecha y hora para la celebración de la audiencia


incidental que deberá efectuarse dentro del plazo de cinco días;
y

III.- Solicitará informe previo a las autoridades responsables,


que deberán rendirlo dentro del plazo de cuarenta y ocho horas,
para lo cual en la notificación correspondiente se les
acompañará copia de la demanda y anexos que estime
pertinentes.
36

En caso de encontrarse en el supuesto establecido en la


fracción III del artículo 128 de esta ley, el órgano jurisdiccional
deberá realizar un análisis ponderado de la apariencia del buen
derecho y la no afectación del interés social.

Artículo 139.- En los casos en que proceda la suspensión


conforme a los artículos 128 y 131 de esta ley, si hubiere peligro
inminente de que se ejecute el acto reclamado con perjuicios de
difícil reparación para el quejoso, el órgano jurisdiccional, con la
presentación de la demanda, deberá ordenar que las cosas se
mantengan en el estado que guarden hasta que se notifique a la
autoridad responsable la resolución que se dicte sobre la
suspensión definitiva, tomando las medidas que estime
convenientes para que no se defrauden derechos de tercero y se
eviten perjuicios a los interesados, hasta donde sea posible, ni
quede sin materia el juicio de amparo.

Cuando en autos surjan elementos que modifiquen la


valoración que se realizó respecto de la afectación que la medida
cautelar puede provocar al interés social y el orden público, el
juzgador, con vista al quejoso por veinticuatro horas, podrá
modificar o revocar la suspensión provisional.

Artículo 140.- En el informe previo la autoridad responsable se


concretará a expresar si son o no ciertos los actos reclamados
que se le atribuyan, podrá expresar las razones que estime
pertinentes sobre la procedencia o improcedencia de la
suspensión y aquéllas que permitan al órgano jurisdiccional
establecer el monto de las garantías correspondientes. Las
partes podrán objetar su contenido en la audiencia.

En casos urgentes se podrá ordenar que se rinda el informe


previo por cualquier medio a disposición de las oficinas públicas
de comunicaciones.

Artículo 141.- Cuando alguna autoridad responsable tenga su


residencia fuera de la jurisdicción del órgano que conoce del
amparo, y no sea posible que rinda su informe previo con la
37

debida oportunidad, por no haberse hecho uso de los medios a


que se refiere el artículo anterior, se celebrará la audiencia
incidental respecto del acto reclamado de las autoridades
residentes en el lugar, a reserva de celebrar la que corresponda
a las autoridades foráneas. La resolución dictada en la primera
audiencia podrá modificarse o revocarse con vista de los nuevos
informes.

Artículo 142.- La falta de informe previo hará presumir cierto el


acto reclamado para el solo efecto de resolver sobre la
suspensión definitiva.

Tratándose de amparo contra normas generales, las autoridades


que hayan intervenido en el refrendo del decreto promulgatorio
de la norma general o en su publicación, únicamente rendirán
el informe previo cuando adviertan que su intervención en el
proceso legislativo o de creación de la norma general, se
impugne por vicios propios.

La falta de informe previo conforme a lo señalado en el párrafo


anterior, no dará lugar a sanción alguna. En la inteligencia que
ello no impide al órgano jurisdiccional examinar los referidos
actos, se advierte un motivo de inconstitucionalidad.

Artículo 143.- El órgano jurisdiccional podrá solicitar


documentos y ordenar las diligencias que considere necesarias,
a efecto de resolver sobre la suspensión definitiva.

En el incidente de suspensión, únicamente se admitirán las


pruebas documental y de inspección judicial. Tratándose de los
casos a que se refiere el artículo 15 de esta ley, será admisible
la prueba testimonial.

Para efectos de este artículo, no serán aplicables las


disposiciones relativas al ofrecimiento y admisión de las
pruebas en el cuaderno principal.

Artículo 144.- En la audiencia incidental, a la cual podrán


comparecer las partes, se dará cuenta con los informes previos;
38

se recibirán las documentales que el órgano jurisdiccional se


hubiere allegado y los resultados de las diligencias que hubiere
ordenado, así como las pruebas ofrecidas por las partes; se
recibirán sus alegatos, y se resolverá sobre la suspensión
definitiva y, en su caso, las medidas y garantías a que estará
sujeta.

Artículo 145.- Cuando apareciere debidamente probado que ya


se resolvió sobre la suspensión en otro juicio de amparo,
promovido con anterioridad por el mismo quejoso o por otra
persona en su nombre o representación, contra el mismo acto
reclamado y contra las propias autoridades, se declarará sin
materia el incidente de suspensión.

Artículo 146.- La resolución que decida sobre la suspensión


definitiva, deberá contener:

I.- La fijación clara y precisa del acto reclamado;

II.- La valoración de las pruebas admitidas y desahogadas;

III.- Las consideraciones y fundamentos legales en que se apoye


para conceder o negar la suspensión. Cuando la naturaleza del
caso lo permita, deberá realizar un análisis ponderado entre los
requisitos a que se refieren las fracciones II y III del artículo 128
y 131 de esta ley; y

IV.- Los puntos resolutivos en los que se exprese el acto o actos


por los que se conceda o niegue la suspensión, en congruencia
con la parte considerativa. Si se concede, deberán precisarse los
efectos para su estricto cumplimiento.

Artículo 147.- En los casos en que la suspensión sea


procedente, el órgano jurisdiccional deberá fijar la situación en
que habrán de quedar las cosas y tomará las medidas
pertinentes para conservar la materia del amparo hasta la
terminación del juicio, pudiendo establecer condiciones de cuyo
cumplimiento dependa el que la medida suspensional siga
surtiendo efectos.
39

Atendiendo a la naturaleza del acto reclamado, ordenará que las


cosas se mantengan en el estado que guarden y, de ser jurídica
y materialmente posible, restablecerá provisionalmente al
quejoso en el goce del derecho violado mientras se dicta
sentencia ejecutoria en el juicio de amparo.

El órgano jurisdiccional tomará las medidas que estime


necesarias para evitar que se defrauden los derechos de los
menores o incapaces, en tanto se dicte sentencia definitiva en el
juicio de amparo.

Artículo 148.- En los juicios de amparo en que se reclame una


norma general autaplicativa sin señalar un acto concreto de
aplicación, la suspensión se otorgará para impedir los efectos y
consecuencias de la norma en la esfera jurídica del quejoso.

En el caso en que se reclame una norma general con motivo del


primer acto de su aplicación, la suspensión, además de los
efectos establecidos en el párrafo anterior, se decretará en
relación con los efectos y consecuencias subsecuentes del acto
de aplicación.

Artículo 149.- Cuando por mandato expreso de una norma


general o de alguna autoridad, un particular tuviere o debiera
tener intervención en la ejecución, efectos o consecuencias del
acto reclamado, el efecto de la suspensión será que la autoridad
responsable ordene a dicho particular la inmediata paralización
de la ejecución, efectos o consecuencias de dicho acto o, en su
caso, que tome las medidas pertinentes para el cumplimiento
estricto de lo establecido en la resolución suspensional.

Artículo 150.- En los casos en que la suspensión sea


procedente, se concederá en forma tal que no impida la
continuación del procedimiento en el asunto que haya motivado
el acto reclamado, hasta dictarse resolución firme en él; a no ser
que la continuación de dicho procedimiento deje
irreparablemente consumado el daño o perjuicio que pueda
ocasionarse al quejoso.
40

Artículo 151.- Cuando se promueva el amparo contra actos o


resoluciones dictadas en un procedimiento de remate de
inmuebles, la suspensión permitirá el curso del procedimiento
hasta antes de que se ordene la escrituración y la entrega de los
bienes al adjudicatario.

Tratándose de bienes muebles, el efecto de la suspensión será el


de impedir su entrega materia al adjudicatario.

Artículo 152.- Tratándose de la última resolución que se dicte


en el procedimiento de ejecución de un laudo en materia laboral
la suspensión se concederá en los casos en que, a juicio del
presidente del tribunal respectivo, no se ponga a la parte que
obtuvo, si es la obrera, en peligro de no poder subsistir
mientras se resuelve el juicio de amparo, en los cuales sólo se
suspenderá la ejecución en cuanto exceda de lo necesario para
asegurar tal subsistencia.

Artículo 153.- La resolución en que se niegue la suspensión


definitiva deja expedita la facultad de la autoridad responsable
para la ejecución del acto reclamado, aunque se interponga
recurso o se promueva el incidente de modificación o
revocación; pero si con motivo del recurso o del incidente se
concede, sus efectos se retrotraerán a la fecha del auto o
interlocutoria correspondiente, siempre que la naturaleza del
acto lo permita.

Artículo 154.- La resolución que conceda o niegue la suspensión


definitiva podrá modificarse o revocarse de oficio a petición de
parte, cuando ocurra un hecho superveniente que lo motive,
mientras no se pronuncie sentencia ejecutoria en el juicio de
amparo, debiendo tramitarse en la misma forma que el
incidente de suspensión.

Se considerará hecho superveniente, entre otros, la


demostración de la falsedad u omisión de datos en el contenido
del informe previo.
41

Artículo 155.- Cuando se interponga contra resoluciones


dictadas en el incidente de suspensión, se remitirá el original al
tribunal colegiado de circuito competente y se dejará el
duplicado en poder del órgano jurisdiccional que conozca del
amparo, sin perjuicio de que se siga actuando en el duplicado.

Artículo 156.- Cuando se trate de hacer efectiva la


responsabilidad proveniente de las garantías y contragarantías
que se otorguen con motivo de la suspensión, se tramitará ante
el órgano jurisdiccional que conozca de ella un incidente en los
términos previstos por esta ley, dentro de los seis meses
siguientes al día en que surta efectos la notificación a las partes
de la resolución que en definitiva ponga fin al juicio. De no
presentarse la reclamación dentro de ese plazo y previa vista a
las partes, se procederá a la devolución o cancelación, en su
caso, de la garantía o contragarantía, sin perjuicio de que pueda
exigirse dicha responsabilidad ante autoridad judicial
competente.

Artículo 157.- En lo conducente, se aplicará al auto que


resuelve sobre la suspensión provisional lo dispuesto para la
resolución que decide sobre la suspensión definitiva.

Artículo 158.- Para la ejecución y cumplimiento del auto de


suspensión se observarán las disposiciones relativas al Título
Quinto de esta ley. En caso de incumplimiento, cuando la
naturaleza del acto lo permita, el órgano jurisdiccional de
amparo podrá hacer cumplir la resolución suspensional o podrá
tomar las medidas para el cumplimiento.

SUSPENSION PROVISIONAL.

Se acuerda el trámite del incidente en el auto admisorio de la


demanda, pero la suspensión se acuerda en el incidente y con la
sola presentación de la demanda y anexos que acrediten, en su
caso, el interés en que se decrete esa medida cautelar.
Tiene por efecto que las cosas se mantengan en el estado en que
se encuentran hasta en tanto se resuelve sobre la suspensión
42

definitiva, tomando las medidas necesarias para evitar


perjuicios a terceros.

SUSPENSION DEFINITIVA.

Se resuelve ya con vista de los informes que rindan las


autoridades responsables y de las pruebas ofrecidas por las
partes.

Tiene vigencia desde que es decretada hasta que el juicio es


resuelto en definitiva. Si se niega, el acto puede ser ejecutado,
aunque se interponga el recurso de revisión contra esa
resolución negativa.

GARANTIA Y CONTRAGARANTIA.

Si la suspensión es procedente pero puede causar perjuicio al


tercero, se concederá si el quejoso otorga garantía suficiente
para reparar el daño e indemnizar los perjuicios que con ella se
causaren, si no obtiene sentencia favorable en cuanto al fondo
del amparo. Si l afectación no es estimable en dinero, el juez
fijará discrecionalmente el importe de la garantía, pero
fundando y motivando su resolución.

La suspensión surte efectos desde luego, pero deja de surtirlos


si el quejoso no otorga la garantía en el término que le fije el
juez. (5 días).

El quejoso puede otorgar la fianza después de concluido el


término concedido, pero si no lo hace en ese término la
autoridad puede ejecutar el acto, pero si no se ha llevado a cabo
la ejecución, puede otorgarse la garantía.
La suspensión concedida puede quedar sin efecto si el tercero
perjudicado otorga a su vez contragarantía, la cual debe ser
bastante para restituir las cosas al estado que tenían antes de
la violación reclamada y pagar los daños y perjuicios que se
causen al quejoso con la ejecución del acto, si éste obtiene
sentencia protectora.
43

Además, el tercero debe cubrir previamente el costo de la


garantía otorgada por el quejoso (primas, estampillas, costos de
libertad de gravámenes, gastos de escritura de garantía,
registro, tratándose de hipotecas y demás gastos).
Si con la ejecución del acto se deja sin materia el amparo o la
afectación de los derechos del tercero no son estimables en
dinero, el juez no admitirá la contrafianza.

REVOCACION O MODIFICACION POR HECHO


SUPERVINIENTE.

El auto que niegue o conceda la suspensión puede ser revocado


o modificado mientras no se resuelva el juicio en definitiva,
cuando ocurra un hecho superveniente que le sirva de
fundamento.

Esta posibilidad no es para corregir errores en el procedimiento,


sino para hacer valer hechos acontecidos con posterioridad al
dictado del auto suspensivo y que cambian las circunstancias
que llevaron a conceder o negar la suspensión. No se trata de
aportar pruebas supervenientes, sino de justificar hechos
supervenientes.

La modificación o revocación se tramita en vía incidental, en el


cual se puede incluso solicitar la suspensión provisional del
hecho superveniente.

RECURSOS.

Contra la resolución que niegue o conceda la suspensión


provisional procede el recurso de queja.

Contra el fallo que niegue o conceda la suspensión definitiva


procede el recurso de revisión.

COBROS FISCALES.
44

Cuando se trate de cobros fiscales, la suspensión se concede si


el quejoso deposita previamente la cantidad que se le cobra ante
la Tesorería respectiva.

Si con la falta de cobro se causa perjuicio al estado, no se


concederá la suspensión, pero siempre y cuando se afecte la
marcha normal de sus funciones públicas.

El depósito no se exige si escapa a las posibilidades del quejoso,


según apreciación del juez, o cuando está garantizado el interés
fiscal, o se trata de persona distinta del causando obligado al
pago.

TRAMITACION DEL INCIDENTE DE SUSPENSION.

1).- Auto inicial en el que se acuerda sobre la suspensión


provisional, se pide informe previo a las autoridades
responsables que deben rendir en 24 horas.

Puede ordenar la notificación vía telegráfica, fija fecha y hora


para la celebración de la audiencia incidental. Fija en su caso
caución. Analiza requisitos de procedencia de la suspensión.

2).- Recibidos los informes, se da vista con ellos a las partes. Si


no rinden el informe y hay constancia de la notificación, se
presume cierto el acto.

3).- Sólo se reciben pruebas documental y de inspección y


excepcionalmente la testimonial.

4).- En la audiencia se reciben las pruebas, los alegatos y se


dicta resolución.

INFORME PREVIO.

Al rendirlo, la autoridad debe expresar:

a).- Si es cierto el acto reclamado.


45

b).- En caso positivo, la cuantía del negocio, si es posible.

c).- Las razones que estime pertinentes respecto a la


procedencia o improcedencia de la suspensión.

d).- Si tiene conocimiento de que en juicio diverso promovido


por el mismo quejoso contra el mismo acto y autoridad, se
resolvió ya sobre la suspensión.

El informe previo se puede rendir por vía telegráfica.

SUSPENSION CONTRA ACTOS QUE AFECTAN LA LIBERTAD


PERSONAL.

El efecto consiste en que el quejoso quede a disposición del juez


de Distrito en cuanto a su libertad personal, quedando a
disposición de la autoridad por lo que respecta a la
continuación del procedimiento.

HIPOTESIS:

a).- Detención por autoridad administrativa distinta del


Ministerio Público.

EFECTOS: Los precisados en el párrafo precedente sin perjuicio


de que sea puesto de inmediato a disposición del Ministerio
Público, para que éste resuelva sobre su libertad, retención o
consignación.

Puede ser puesto en libertad por el juez de Distrito con las


medidas de aseguramiento conducentes.

b).- Detención efectuada por el Ministerio Público.

EFECTOS: Los precisados en el párrafo inicial.


46

Se pone de inmediata libertad al quejoso si del informe previo


rendido por la autoridad no se advierte flagrancia o la urgencia
de la medida o si no se rinde el informe en 24 horas.
Si está justificada la flagrancia o urgencia, se previene al
Ministerio Público para que en el término de 48 o 96 horas,
según sea el caso, lo ponga en libertad o consigne.

c).- Orden de aprehensión, detención o retención.

EFECTOS: Los precisados en el párrafo inicial.


El juez de Distrito debe dictar las medidas que estime
necesarias para el aseguramiento del quejoso, a efecto de que
pueda ser devuelto a la autoridad responsable en caso de que
no obtenga resolución favorable en cuanto al fondo del amparo.

d).- Orden de aprehensión, detención o retención respecto de


delito que no permite la libertad provisional bajo caución.

EFECTO: El quejoso quede a disposición del juez de Distrito en


el lugar que éste le señale, únicamente en cuanto a su libertad
personal, quedando a disposición del juez a quien corresponde
conocer del procedimiento penal por lo que ve a la continuación
del mismo.

e).- Mandato de autoridad judicial del orden penal o auto de


prisión preventiva.

EFECTOS: Los precisados en el párrafo inicial.

El juez de Distrito puede poner en libertad al quejoso bajo


caución en los términos del artículo 20 Constitucional, las leyes
federales o locales, siempre que el juez no se haya pronunciado
ya sobre esta medida.

La libertad bajo caución puede ser revocada si el quejoso no


cumple con las obligaciones impuestas por el juez de Distrito.
Si la autoridad responsable se conduce con falsedad en su
informe previo, el juez de Distrito puede revocar o modificar la
concesión o negativa de la suspensión y dará vista al Ministerio
47

Público Federal para los efectos del artículo 204 de la Ley de


Amparo.

El procedimiento no debe ser suspendido, excepto si con ello se


consuma irreparablemente el daño o perjuicio que pueda
ocasionarse al quejoso.

Cuando la afectación de la libertad personal emane de un


procedimiento penal, el quejoso debe comparecer ante el juez
del conocimiento dentro del plazo de tres días. Si no lo hace,
dejará de surtir efectos la suspensión.

La suspensión concedida surte efectos desde luego, pero dejar


de surtirlos si el agraviado no lleva dentro de los 5 días
siguientes a la notificación, los requisitos que se le hayan fijado
para suspender el acto reclamado.

Si se niega la suspensión definitiva, está expedita la


jurisdicción de la autoridad para ejecutar el acto, aún cuando
se interponga la revisión.

Las autoridades comunes que reciban demandas de amparo en


los términos del artículo 38 de la Ley de Amparo y suspenden
provisionalmente el acto reclamado, deben: (artículo 144)

1).- Formar un expediente por separado relativo a la suspensión


del acto.

2).- Consignar en él un extracto de la demanda de amparo o


una copia de la misma.

3).- Agregar el acuerdo a través del cual se ordenó la suspensión


provisional del acto.

4).- Agregar los oficios que al efecto hubiesen girado y las


constancias de entrega.
48

5).- Agregar las determinaciones emitidas para hacer cumplir su


resolución y vigilar su eficacia, en tanto el juez de Distrito acusa
recibo de la demanda.

RESPONSABILIDAD.
EJECUCION Y CUMPLIMIENTO DE SUSPENSION.

El desacato a la suspensión provisional o definitiva se tramita


vía incidental y de resultar procedente, da margen a las
siguientes sanciones:

a).- Separación inmediata del cargo.

b).- Responsabilidad penal en los términos que establezca la Ley


de Amparo.

SUSPENSION EN AMPARO DIRECTO.

1).- La decide la autoridad responsable.

2).- En materia penal se decreta de plano.

3).- Por virtud de la suspensión, el quejoso queda a


disposición del Tribunal Colegiado, por mediación de
la autoridad que decretó la suspensión.

4).- En materia civil se decreta a petición de parte y surte


efectos si se otorga caución para garantizar los daños
y perjuicios.

LAS SENTENCIAS EN EL AMPARO.

SENTENCIA.- Acto procesal proveniente de la actividad


jurisdiccional que implica la decisión de una cuestión
contenciosa o debativa por las partes dentro de un proceso
incidental o de fondo.
49

CLASIFICACION DE LAS SENTENCIAS.

a).- Definitiva. En cuanto a la índole de la


b).- Interlocutoria. controversia que resuelven.

1).- Sobresee.
2).- Concede En cuanto a su contenido.
3).- Niega.

La que sobresee no resuelve el fondo. (No tiene ejecución)

La que niega, deja firme el acto reclamado. (No tiene ejecución)

La sentencia que concede el amparo tiene por objeto restituir al


quejoso en el pleno goce de las garantías violadas. Es de
condena.

Si el acto es positivo, su efecto es restablecer las cosas al estado


en que se encontraban antes de la violación.
Si el acto es negativo, su efecto es obligar a la autoridad
responsable a que obre en respeto a la garantía reclamada y
cumpla lo exigido por la misma.
La sentencia no sólo debe restituir, pues ello sólo acontece en el
caso de actos producidos o consumados, sino que también debe
mantener o conservar el goce de la garantía amenazada.

En el dictado de la sentencia se aplican las siguientes reglas:

1).- Principio de relatividad.

2).- Principio de estricto derecho.

3).- Suplencia de la queja deficiente.

4).- Apreciación de las pruebas que fueron rendidas ante la


autoridad cuando el acto emana de un procedimiento.
50

RECURSOS EN EL AMPARO.

RECURSOS.

ARTICULO 82.- En los juicios de amparo no se admitirán mas


recursos que los de revisión, queja y reclamación.

ARTICULO 103.- El recurso de reclamación es procedente


contra los acuerdos de trámite dictados por el Presidente de la
Suprema Corte de Justicia o por los Presidentes de sus Salas o
de los Tribunales Colegiados de Circuito.

Dicho recurso se podrá interponer por cualquiera de las


partes, por escrito, en el que se expresan agravios, dentro del
término de tres días siguientes al en que surta sus efectos la
notificación de la resolución impugnada.

El órgano jurisdiccional que deba conocer el fondo del


asunto resolverá de plano este recurso, dentro de los quince
días siguientes a la interposición del mismo.

Si se estima que el recurso fue interpuesto sin motivo, se


interpondrá al recurrente o a su representante, o a su abogado,
o a ambos, una multa de diez a ciento veinte días de salario.

ARTICULO 83.- Procede el recurso de revisión.

I.- Contra las resoluciones de los jueces de distrito o del


superior del tribunal responsable, en su caso, que desechen o
tengan por no interpuesta una demanda de amparo;

II.- Contra las resoluciones de los jueces de distrito o del


superior del tribunal responsable, en su caso, en las cuales;

a).- Concedan o nieguen la suspensión definitiva;

b).- Modifiquen o revoquen el auto en que concedan o


nieguen la suspensión definitiva; y
51

c).- Nieguen la revocación o modificación a que se refiere el


inciso anterior;

III.- Contra los autos de sobreseimiento y las


interlocutorias que se dicten en los incidentes de reposición de
autos;

IV.- Contra las sentencias dictadas en la audiencia


constitucional por los jueces de distrito, o por el superior del
tribunal responsable, en los casos a que se refiere el artículo 37
de esta Ley. Al recurrirse tales sentencias deberán, en su caso,
impugnarse los acuerdos pronunciados en la citada audiencia;
y

V.- Contra las resoluciones que en materia de amparo


directo pronuncien los Tribunales Colegiados de Circuito,
cuando decidan sobre la constitucionalidad de leyes federales o
locales, tratados internacionales, reglamentos expedidos por el
Presidente de la República de acuerdo con la fracción I del
artículo 89 constitucional y reglamentos de leyes locales
expedidos por los gobernadores de los Estados, o cuando
establezcan la interpretación directa de un precepto de la
Constitución.

La materia del recurso se limitará, exclusivamente, a la


decisión de las cuestiones propiamente constitucionales, sin
poder comprender otras.

En todos los casos a que se refiere este artículo, la parte


que obtuvo resolución favorable a sus intereses, puede
adherirse a la revisión interpuesta por el recurrente, dentro del
término de cinco días, contados a partir de la fecha en que se le
notifique la admisión del recurso expresando los agravios
correspondientes; en este caso, la adhesión al recurso sigue la
suerte procesal de éste.

COMPETENCIA PARA CONOCER


DEL RECURSO DE REVISION.
52

SUPREMA CORTE DE JUSTICIA TRIBUNALES COLEGIADOS DE


CIRCUITO.
A).- CONTRA SENTENCIAS DICTADAS A).- CONTRA AUTOS Y
EN LA AUDIENCIA CONSTITUCIONAL RESOLUCIONES QUE DICTEN LOS
POR LOS JUECES DE DISTRITO JUECES DE DISTRITO EN LOS
TRATANDOSE DEL AMPARO CONTRA CASOS DE LAS FRACCIONES I, II Y
LEYES O CUANDO SE ESTABLEZCA III DEL ARTICULO 83.
UNA INTERPRETACION DIRECTA DE UN
PRECEPTO CONSTITUCIONAL. B).- CONTRA SENTENCIAS
TRATANDOSE DE LEYES LOCALES DICTADAS POR LOS JUECES DE
CONOCE EL TRIBUNAL COLEGIADO. DISTRITO EN LA AUDIENCIA
EL REVISION SOLO SE ANALIZA EL CONSTITUCIONAL, SALVO EL CASO
PROBLEMA DE DEL ARTICULO 84, FRACCION I.
INCONSTITUCIONALIDAD DE LA LEY,
NO CUESTIONES DE LEGALIDAD.

B).- TRATANDOSE DE LAS SENTENCIAS


DICTADAS EN AMPARO SOBERANIA.

C).- CONTRA SENTENCIAS QUE EN


AMPARO DIRECTO PRONUNCIEN LOS
TRIBUNALES COLEGIADOS,
TRATANDOSE DE LA FRACCION V DEL
ARTICULO 83.

D).- CUANDO EN REVISION, LA


SUPREMA CORTE DETERMINE
EJERCER LA FACULTAD DE
ATRACCION.- EN ESTE CASO PUEDA
ACTUAR DE OFICIO, A PETICION DEL
TRIBUNAL COLEGIADO O DEL
PROCURADOR GENERAL DE LA
REPUBLICA.

FORMA DE INTERPOSICION DEL RECURSO


DE REVISION.

1.- SE INTERPONE ANTE EL JUEZ DE DISTRITO O AUTORIDAD QUE HAYA


CONOCIDO DEL JUICIO DE AMPARO ANTE EL TRIBUNAL COLEGIADO EN EL
CASO DEL JUICIO DE AMPARO DIRECTO. EL TERMINO PARA INTERPONERLO
ES DE DIEZ DIAS HABILES.
2.- LA INTERPOSICION DEL RECURSO EN FORMA DIRECTA ANTE LA
SUPREMA CORTE O ANTE EL TRIBUNAL COLEGIADO, SEGÚN
CORRESOPONDA, NO INTERRUMPE EL TERMINO PARA HACER VALER EL
RECURSO.
3.- LA AUTORIDAD RESPONSABLE SOLO PUEDA COMBATIR LA PARTE DE LA
SENTENCIA QUE AFECTE AL ACTO QUE DE ELLA SE RECLAMO. EN MATERIA
53

JURISDICCIONAL, LA AUTORIDAD RESPONSABLE CARECE DE FACULTADES


PARA INTERPONER LA REVISION.- EN AMPARO CONTRA LEYES, LA
AUTORIDAD RESPONSABLE SI PUEDE HACER VALER LA REVISION-
4.- SE INTERPONE POR ESCRITO CON COPIA PARA CADA UNA DE LAS PARTES
EN EL JUICIO.
EN EL ESCRITO DEBEN EXPRESARSE LOS AGRAVIOS CORRESPONDIENTES.
TRATANDOSE DE AMPARO DIRECTO DEBE TRANSCRIBIRSE LA PARTE DE LA
SENTENCIA QUE CONTIENE LA CALIFICACION DE INCONSTITUCIONALIDAD
DE LA LEY O LA INTERPRETACION DIRECTA DEL PRECEPTO
CONSTITUCIONAL.
SI NO EXISTE TAL INTERPRETACION, EL TRIBUNAL COLEGIADO LO
CERTIFICARA ASI.
5.- INTERPUESTA EN TIEMPO Y FORMA LA REVISION, SE REMITE EL
ORIGINAL DEL EXPEDIENTE AL TRIBUNAL REVISOR DENTRO DEL TERMINO
DE 24 HORAS, ASI COMO EL ORIGINAL DEL ESCRITO DE AGRVIOS Y LA
COPIA PARA EL MINISTERIO PUBLICO FEDERAL.
6.- AL RECIBIR EL RECURSO, EL ORGANO REVISOR CALIFICARA SU
PROCEDENCIA, ADMITIÉNDOLO O DESECHÁNDOLO.
SI LO ADMITE, DARA VISTA AL MINISTERIO PUBLICO Y DESAHOGADA ESTA,
SE TURNARÁ ALEATORIAMENTE EL RECURSO AL MAGISTRADO QUE
CORRESPONDA PARA QUE FORMULE EL PROYECTO DE RESOLUCION.

REGLAS APLICABLES AL RECURSO


DE REVISION.
A).- CUANDO SE ESTIMEN FUNDADOS LOS AGRAVIOS RELATIVOS, DEBERAN
CONSIDERARSE LOS CONCEPTOS DE VIOLACION CUYO ESTUDIO OMITIO EL
JUEZ. NO EXISTE REENVIO EN REVISION.
B).- SOLO SE TOMAN EN CUENTA LAS PRUEBAS RENDIDAS ANTE EL JUEZ DE
DISTRITO.
C).- SI CONSIDERA INFUNDADA LA CAUSA DE SOBRESEIMIENTO INVOCADA
POR EL JUEZ DE DISTRITO, PODRÁ SOBRESEERSE EN EL JUICIO POR CAUSA
DISTINTA QUE APAREZCA PROBADA, AUNQUE EL JUEZ NO LA HAYA
INVOCADO, O BIEN, REVOCAR EL SOBRESEIMIENTO Y ENTRAR AL ESTUDIO
DEL FONDO DEL ASUNTO.
D).- SI SE ADVIERTEN VIOLACIONES AL PROCEDIMIENTO U OMISIONES QUE
AFECTARON LAS DEFENSAS DEL RECURRENTE O PUDIEREN INFLUIR EN EL
SENTIDO DEL FALLO, SE REVOCARA LA SENTENCIA RECURRIDA Y SE
MANDARA REPONER EL PROCEDIMIENTO. IGUAL SUCEDERA CUANDO SE
ADVIERTE QUE NO SE HA ESCUCHADO A ALGUNA DE LAS PARTES QUE
TENGA DERECHO A INTERVENIR EN EL JUICIO CONFORME A LA LEY.
E).- TRATANDOSE DE MENORES O INCAPACES, SE SUPLIRA DE OFICIO LA
DEFICIENCIA DE LA QUEJA.
CUANDO EN UNA SENTENCIA HAYA CUESTIONES CUYO CONOCIMIENTO
CORRESPONDA A LA SUPREMA CORTE Y OTRAS AL TRIBUNAL COLEGIADO,
SE REMITIRAN LOS AUTOS A AQUELLA Y UNA VEZ QUE RESUELVA, SI FUERA
NECESARIO, SE REMITIRAN AL TRIBUNAL COLEGIADO PARA QUE RESUELVA
LA CUESTION DE SU COMPETENCIA.
SI EL ORGANO REVISOR ADVIERTE QUE EL JUICIO DONDE SE PRONUNCIO
LA SENTENCIA NO SE TRAMITO CORRECTAMENTE PORQUE EL ÓRGANO QUE
54

LA DICTÓ NO DEBIÓ CONOCER DEL MISMO, DEJARA INSUBSISTENTE EL


FALLO Y REMITIRÁ EL EXPEDIENTE AL TRIBUNAL QUE CORRESPONDA, O SE
AVOCARÁ A SU CONOCIMIENTO Y RESOLUCION.

ARTICULO 95.- El recurso de queja es procedente;

I.- Contra los autos dictados por los jueces de distrito o por
el superior del tribunal a quien se impute la violación
reclamada, en que admitan demandas notoriamente
improcedentes;

II.- Contra las autoridades responsables, en los casos a


que se refiere el artículo 107, fracción VII de la Constitución
Federal, por exceso o defecto en la ejecución del auto en que se
haya concedido al quejoso la suspensión provisional o definitiva
del acto reclamado;

III.- Contra las mismas autoridades, por falta de


cumplimiento del auto en que se haya concedido al quejoso su
libertad bajo caución conforme al artículo 136 de esta Ley;

IV.- Contra las mismas autoridades, por exceso o defecto


en la ejecución de la sentencia dictada en los casos a que se
refiere el artículo 107, fracciones VII y IX de la Constitución
Federal, en que se haya concedido al quejoso el amparo;

V.- Contra las resoluciones que dicten los jueces de


distrito, el tribunal que conozca o haya conocido del juicio
conforme al artículo 37, o los Tribunales Colegiados de Circuito
en los casos a que se refiere la fracción IX del artículo 107 de la
Constitución Federal, respecto de las quejas interpuestas ante
ellos conforme al artículo 98;

VI.- Contra las resoluciones que dicten los jueces de


distrito, o el superior del tribunal a quien se impute la violación
en los casos a que se refiere el artículo 37 de esta Ley, durante
la tramitación del juicio de amparo o del incidente de
suspensión, que no admitan expresamente el recurso de
revisión conforme al artículo 83 y que, por su naturaleza
trascendental y grave, puedan causar daño o perjuicio a alguna
55

de las partes, no reparable en la sentencia definitiva; o contra


las que se dicten después de fallado el juicio en primera
instancia cuando no sean reparables por las mismas
autoridades o por la Suprema Corte de Justicia con arreglo a la
Ley;

VII.- Contra las resoluciones definitivas que se dicten en el


incidente de reclamación de daños y perjuicios a que se refiere
el artículo 129 de esta Ley, siempre que el importe de aquéllas
exceda de treinta días de salario;

VIII.- Contra las autoridades responsables con relación a


los juicios de amparo de la competencia de los Tribunales
Colegiados de Circuito, en amparo directo, cuando no provean
sobre la suspensión dentro del término legal o concedan o
nieguen ésta; cuando rehúsen la admisión de fianzas y
contrafianzas; cuando admitan las que no reúnan los requisitos
legales o que puedan resultar insuficientes; cuando nieguen al
quejoso su libertad caucional en el caso a que se refiere el
artículo 172 de esta Ley, o cuando las resoluciones que dicten
las autoridades sobre la misma materia, causen daños o
perjuicios notorios a alguno de los interesados.

IX.- Contra actos de las autoridades responsables en los


casos de la competencia de los Tribunales Colegiados de
Circuito, en amparo directo, por exceso o defecto en la ejecución
de la sentencia en que se haya concedido el amparo al quejoso;

X.- Contra las resoluciones que se dicten en el incidente de


cumplimiento substituto de las sentencias de amparo a que se
refiere el artículo 105 de este ordenamiento, así como contra la
determinación sobre la caducidad en el procedimiento tendiente
al cumplimiento de las sentencias de amparo a que se refiere el
segundo párrafo del artículo 113; y

XI.- Contra las resoluciones de un juez de distrito o del


superior del tribunal responsable, en su caso, en que concedan
o nieguen la suspensión provisional.
56

RECURSO DE QUEJA
TERMINO PARA SU INTERPOSICION.
EN CUALQUIER CINCO DIAS UN AÑO VEINTICUATRO
TIEMPO MIENTRAS NO HORAS.
SE RESUELVA EL
JUICIO EN DEFINITIVA
A).- CASOS PREVISTOS CASOS CASOS CASO PREVISTO
EN LAS FRACCIONES II PREVISTOS EN PREVISTOS EN EN LA
Y III DEL ARTICULO 95. LAS LAS FRACCION XI
FRACCIONES I, FRACCIONES DEL ARTICULO
V, VI, VII, VIII Y IV Y IX DEL 95
X DEL ARTICULO 95
ARTICULO 95
B).- CUMPLIMIENTO DE
SENTENCIA SI EL ACTO
IMPORTA PELIGRO DE
PRIVACION DE LA
VIDA, ATAQUES A LA
LIBERTAD PERSONAL,
DEPORTACION,
DESTIERRO O ACTOS
PROHIBIDOS POR EL
ARTICULO 22
CONSTITUCIONAL.

AUTORIDAD ANTE LA QUE SE


INTERPONE EL RECURSO DE QUEJA.

ANTE EL JUEZ ANTE EL ANTE EL ANTE EL TRIBUNAL


DE DISTRITO O TRIBUNAL TRIBUNAL COLEGIADO O
AUTORIDAD QUE COLEGIADO COLEGIADO QUE SALA DE LA
CONOCIO DEL CONOCIO O SUPREMA CORTE
JUICIO DE DEBIO CONOCER DE JUSTICIA DE LA
AMPARO. DE LA REVISION NACION.
EN LOS CASOS EN LOS CASOS EN LOS CASOS TRATANDOSE DEL
PREVISTOS POR PREVISTOS POR PREVISTOS POR CUMPLIMIENTO
LAS FRACCIONES LAS FRACCIONES LAS FRACCIONES SUSTITUTO DE
II, III Y IV Y XI I Y VI DEL V, VII, VIII Y IX SENTENCIAS DE
DEL ARTICULO ARTICULO 95 DEL ARTICULO AMPARO PREVISTO
95. 95 POR LA FRACCION
X.

FORMA DE INTERPOSICION
DEL RECURSO DE QUEJA.
57

SI SE TRATA DE EXCESO O DEFECTO EN LA EJECUCION DE LA SENTENCIA


DE AMPARO O DEL AUTO DE SUSPENSION, LA QUEJA PUEDE SER
INTERPUESTA POR CUALQUIERA DE LAS PARTES O POR QUIEN JUSTIFIQUE
QUE LE AGRAVIA LA EJECUCION O CUMPLIMIENTO DE ESAS
RESOLUCIONES.
EN LOS DEMAS CASOS SOLO LA PUEDEN INTERPONER LAS PARTES.- EN EL
CASO DE LA FRACCION VII LA PUEDEN INTERPONER LAS PARTES
INTERESADAS EN EL INCIDENTE DE RECLAMACION DE DAÑOS Y PERJUICIOS
Y LA PARTE QUE HAYA PROPUESTO LA FIANZA O CONTRAFIANZA.
SE INTERPONE POR ESCRITO CON COPIA PARA CADA UNA DE LAS PARTES.
ADMITIDO EL RECURSO SE REQUIERE A LA AUTORIDAD CONTRA LA QUE SE
HAYA INTERPUESTO PARA QUE RINDA INFORME CON JUSTIFICACION SOBRE
LA MATERIA DE LA QUEJA DENTRO DEL TERMINO DE TRES DIAS.
TRANSCURRIDO DICHO TERMINO, CON INFORME O SIN EL SE DARÁ VISTA AL
MINISTERIO PÚBLICO PARA IGUAL TÉRMINO Y DENTRO DE LOS TRES DÍAS
SIGUIENTES SE DICTARÁ LA RESOLUCIÓN.
EN EL CASO DE LA FRACCION XI, ADMITIDO EL RECURSO, SE REMITEN DE
INMEDIATO LOS ESCRITOS EN LOS QUE SE FORMULE LA QUEJA AL
TRIBUNAL QUE DEBA CONOCER DE ELLA, CON LAS CONSTANCIAS
PERTINENTES. DENTRO DE LAS 48 HORAS SIGUIENTES EL TRIBUNAL
COLEGIADO DE CIRCUITO RESOLVERÁ DE PLANO LO QUE PROCEDA.
LA FALTA DE INFORME PRESUME LA CERTEZA DEL ACTO Y HACE
ACREEDORA A LA AUTORIDAD OMISA A UNA MULTA DE TRES A TREINTA
DIAS DE SALARIO.
EN EL CASO DE LA FRACCION VI, LA INTERPOSICION DEL RECURSO
INTERRUMPE EL PROCEDIMIENTO, HECHA EXCEPCION DEL INCIDENTE DE
SUSPENSION.
SI SE DESECHA LA QUEJA POR NOTORIAMENTE IMPROCEDENTE O SE
ESTIMA INTERPUESTA SIN RAZON FUNDADA, SE IMPONE AL RECURRENTE, A
SU ABOGADO O A AMBOS MULTA DE DIEZ A CIENTO VEINTE DIAS DE
SALARIO, SALVO QUE VERSE SOBRE LOS CASOS PREVISTOS POR EL
ARTICULO 17 DE LA LEY DE AMPARO.

REGLAS DE LAS SENTENCIAS DE AMPARO.

1).- Principio de la relatividad.

2).- Principio de estricto derecho.

El Juez se limita a examinar los conceptos de violación sin


examinar otras cuestiones de manera oficiosa. (Materia Civil y
Administrativa).

3).- Suplencia de la queja deficiente.-


58

Cuando no opera el principio de estricto derecho, el Juez tiene


la facultad u obligación de suplir las deficiencias u omisiones en
que haya incurrido el quejoso al formular la demanda. Implica
hacer valer conceptos de violación distintos a los invocados por
el quejoso, mas no variar los hechos de la demanda. SE HACE
EXTENSIVA A LOS AGRAVIOS EN RECURSOS.

4.- Apreciación de pruebas.-

Sólo las que se rindieron en el procedimiento. (Sólo cuando se


trata de procedimientos seguidos en forma de juicio).

5.- Sanciones pecuniarias.

PRINCIPIOS.

A).- Deben resolver la cuestión propuesta en su integridad.

B).- Sólo deben resolver sobre constitucionalidad sin substituir


a la autoridad responsable en su criterio discrecional.

C).- Primero deben analizarse los conceptos de violación


formales y luego los materiales.

D).- Si se sobresee respecto de las ordenadoras, también debe


sobreseerse sobre las ejecutoras.

SENTENCIA EJECUTORIADA.- Es aquélla que no puede ser ya


alterada o impugnada por ningún medio jurídico ordinario o
extraordinario y que constituye por tanto la verdad legal o cosa
juzgada.

En amparo, la ejecutoriedad se alcanza por dos motivos:

1).- Por ministerio de ley.- De pleno derecho, sin necesidad de


cualquier acto posterior.
59

Por ejemplo: Sentencias de la Suprema Corte y de los


Tribunales Colegiados en los casos que no admite revisión.

2).- Por declaración judicial.- Cuando no se impugna a través


del recurso conducente y se declara por ello que la sentencia
quedó firme; y, cuando se desiste del recurso.

INCUMPLIMIENTO DE SENTENCIAS.

1).- Incumplimiento absoluto

2).- Repetición del acto reclamado.

3).- Exceso o defecto.

EL CUMPLIMIENTO DE LAS SENTENCIAS DE AMPARO

En el juicio de amparo existen dos tipos de sentencia.

La primera de ellas es la declarativa; la segunda, la de condena.

Por sentencia declarativa se entiende aquélla en la que se


decreta el sobreseimiento en el juicio o se niega al quejoso la
protección constitucional solicitada y en la cual el juez de
amparo se concreta a constatar la improcedencia del juicio o a
establecer la constitucionalidad del acto reclamado.

Dicho fallo, por su naturaleza y contenido, no trae aparejada


ejecución, ni constriñe por tanto a la autoridad responsable a la
realización de acto alguno en cumplimiento del mismo.
60

En cambio, existen las sentencias que otorgan al agraviado la


protección de la justicia federal, las cuales no son simplemente
declarativas, sino que son verdaderas resoluciones de condena
y obligan por consiguiente a la autoridad responsable a
acatarlas, en los términos que consigna la ley de la materia.

A fin de conocer esos términos, resulta necesario puntualizar


que el artículo 80 de la Ley Reglamentaria de los artículos 103 y
107 de la Constitución Federal, establece que la sentencia que
concede el amparo, tiene por objeto restituir al quejoso en el
pleno goce de la garantía individual violada.

Dicha restitución se alcanza restableciendo las cosas al estado


que guardaban antes de la violación reclamada, cuando el acto
combatido es de naturaleza positiva.

En cambio, cuando el acto reclamado es de carácter negativo, el


efecto del fallo protector es obligar a la autoridad responsable a
que obre en el sentido de respetar la garantía transgredida y
cumpla, por su parte, lo que la misma garantía exige.

De lo expuesto con antelación se desprende que las sentencias


de condena vinculan directamente a la autoridad responsable,
porque la obligan a la ejecución de actos en acatamiento a las
mismas, circunstancia que coloca a la autoridad responsable
frente a diversas cuestiones que se plantean en materia de
cumplimiento.

La primera de ellas es el cumplimiento de la sentencias de


amparo frente a terceros extraños al juicio de garantías.

¿Cuál debe ser el comportamiento que observará la autoridad


responsable entratándose del cumplimiento de una sentencia
protectora, cuando existe un tercero extraño a la litis
constitucional que resulta afectado con lo resuelto por la
misma?
61

Hay corrientes que señalan que en las anotadas condiciones, no


puede afectarse al tercero extraño al juicio de amparo, porque
ello implicaría violentar sus garantías constitucionales.

Existen también otras tendencias que consideran que las


causas de improcedencia previstas por el artículo 73, fracciones
I y IV, de la Ley de Amparo, relativas a que el juicio de garantías
es improcedente contra resoluciones dictadas en los juicios de
amparo o en ejecución de las mismas o contra leyes o actos que
hayan sido materia de una ejecutoria en otro juicio de amparo,
sólo son aplicables en lo concerniente a quienes fueron parte en
el juicio de garantías y que por consiguiente, el tercero extraño
a ese procedimiento, sí está en aptitud de impugnar el acto a
través de un diverso juicio de amparo.

Una corriente mas estima que cuando el tercero a que nos


venimos refiriendo tiene el carácter de causahabiente del
quejoso, el fallo de amparo sí puede ser ejecutado en sus
términos, porque su cumplimiento no lesiona los intereses
jurídicos de dicho tercero, en razón de que el mismo fue
escuchado en el juicio constitucional por conducto de su
causante.

Ante la comentada diversidad de opiniones, la Suprema Corte


de Justicia de la Nación ha determinado jurisprudencialmente
que el cumplimiento de una sentencia de amparo es de orden
público y por consiguiente, debe prevalecer sobre cualquier otro
interés de carácter privado, señalando que el tercero extraño al
juicio de amparo, en caso de resultar afectado con la ejecución
del fallo protector, si se trata de exceso o defecto en dicha
ejecución, estará en aptitud de interponer el recurso de queja,
en los términos de los artículos 95, fracciones IV y IX, y 96 de
la Ley de Amparo y fuera de esa hipótesis, podrá deducir sus
acciones y hacer valer sus derechos en la vía y forma que
correspondan y contra la persona que le haya causado ese
perjuicio, pero jamás podrá oponer su interés privado a una
cuestión de orden público, como es el acatamiento de una
sentencia constitucional.
62

Pertinente resulta precisar que en materia de cumplimiento de


sentencias de amparo, también están obligadas a ello aquellas
autoridades que, aún cuando no fueron llamadas al juicio, se
encuentran sin embargo vinculadas legalmente con la ejecución
del acto reclamado, lo cual obedece a que, por la potestad de
una sentencia protectora, los efectos de la misma no pueden ser
discutidos y menos aún ignorados por autoridad alguna, a
condición, desde luego, de que esa autoridad tenga el carácter
de ejecutora, pues si se tratara de una ordenadora, no podría
aplicarse lo antes expuesto, porque ello se traduciría en juzgar
la constitucionalidad de sus actos sin previa audiencia, lo cual
es constitucional y legalmente inadmisible.

Establecido lo anterior, cabe señalar ahora que en materia de


fallos de amparo, existen dos clases de protecciones:

El amparo para efectos y el amparo total o liso y llano.

El amparo para efectos es aquél que sólo genera la


consecuencia relativa a la insubsistencia del acto reclamado,
por la inobservancia de una cuestión de forma o procedimental
y que permite e incluso obliga a la autoridad responsable, a
emitir un nuevo acto, subsanando la omisión o irregularidad en
que hubiese incurrido al dictar el primero y que motivó la
concesión del amparo.

La cuestión anterior, aparentemente simple, no lo es tanto y no


por la complejidad de su contenido, sino por los inexactos
alcances que en ocasiones le otorgan los juzgadores de amparo
a sus fallos, quienes, a manera de ejemplo, en materia de
emplazamientos, para considerar cumplido el fallo protector
respectivo exigen, no sólo que se deje insubsistente el
emplazamiento combatido, como lo indicaría la técnica del juicio
de amparo, sino incluso, que se les remita copia certificada del
nuevo emplazamiento practicado en el juicio, lo cual se
considera absolutamente contrario a lo establecido por el
artículo 80 de la Ley de Amparo, que puntualiza, con toda
claridad, que la sentencia protectora se cumplimenta mediante
la restitución al agraviado en el pleno goce de las garantías
63

individuales violadas, restableciendo las cosas al estado que


guardaban antes de la violación reclamada, finalidad que
indudablemente se alcanza con el sólo hecho de dejar sin efecto
el acto reclamado, puesto que con ello se restituye al quejoso en
el pleno goce de la garantía que le fue transgredida y no es por
tanto necesario que sea nuevamente emplazado para que se
considere realizada la comentada restitución, pues este nuevo
emplazamiento ninguna relación guarda con el acto anterior
que fue combatido, ya que en nada beneficia a los intereses del
quejoso, sino, por el contrario, favorece a las pretensiones del
demandado, porque el interés de aquél no es ser sometido a
juicio, sino el que, si se le obliga a ello, su llamado sea legal, lo
cual implica que con el anotado proceder, los jueces de amparo
están perjudicando al quejoso, al otorgar al fallo protector un
alcance que evidentemente no tiene, situación que se complica
aún mas si se atiende a que en ocasiones, con la comentada
exigencia se obliga a la autoridad responsable a realizar actos
en contravención a la ley de la materia, como sucede en los
juicios ejecutivos mercantiles, donde la citada diligencia sólo
puede ser llevada a cabo a impulso del actor y éste, por
desinterés o por cualquiera otra razón, no comparece ante el
juez del conocimiento a solicitar la práctica de la diligencia
respectiva, situación que coloca a la responsable en la
disyuntiva de cumplir con las formalidades esenciales del
procedimiento y acatar las garantías de legalidad y seguridad
jurídica consignadas en los artículos 14 y 16 de la Constitución
Federal, o bien, dar cumplimiento a una exigencia del juez de
amparo, a pesar de que la misma se aparte manifiestamente de
las formalidades exigidas por la ley de la materia, pero que debe
ser cumplida dentro de un término fatal, so pena de incurrir en
un desacato al fallo protector y de hacerse merecedor con ello
de las sanciones conducentes, cuestión la anterior que sólo
podrá ser resuelta a través de una nueva actitud de la
autoridad responsable, traducida en la impugnación razonada
de las comentadas determinaciones, a través de los recursos
establecidos al efecto por la ley de la materia, circunstancia que
se reflejará en un fortalecimiento a la institución del juicio de
amparo y a la función que dentro del mismo debe desempeñar
la autoridad responsable.
64

Indudablemente existen otros problemas inherentes a los


efectos del fallo protector y a la concesión lisa y llana, a las
razones por las cuales no se acatan debida y oportunamente las
sentencias constitucionales y a las consecuencias que genera
ese incumplimiento, o bien, el exceso o defecto en el mismo o la
repetición del acto reclamado, cuestiones las anteriores que son
merecedoras de un análisis específico y que podrán ser
abordadas en ocasión posterior.
65

CLASIFICACION DE LOS AGRAVIOS.

1).- Fundados.
2).- Infundados.
3).-Fundados pero inoperantes.
4).-Inoperantes.
5).- Insuficientes.
6).-Inatendibles.

Inoperantes o insuficientes.- Son aquéllos agravios que no


combaten en su integridad los razonamientos de la resolución
recurrida.

Inatendibles.- Son aquéllos motivos de agravio que combaten o


proponen cuestiones ajenas a la litis, por no haber sido
planteadas ni objeto de controversia en primera instancia.

Fundados pero inoperantes.- Son aquéllos conceptos de agravio


que a pesar de ser fundados, no resultan bastantes o eficaces
para revocar el fallo apelado.
66

CUMPLIMIENTO DE LAS SENTENCIAS DE AMPARO.


Entratándose de sentencias emanadas de un juicio de amparo,
existen tres tipos de violaciones que pueden conducir al
otorgamiento de la protección de la Justicia Federal:

a).- Violación formal, entendiéndose fundamentalmente por tal


aquélla que se manifiesta en la ausencia absoluta de
fundamentación o motivación del acto reclamado y, por ende,
en la inobservancia directa a lo preceptuado por el artículo 16
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

En ese supuesto, la concesión del amparo es lisa y llana, en


razón de que el acto reclamado debe quedar insubsistente, con
todas sus consecuencias jurídicas, aunque ello debe entenderse
sin perjuicio de la facultad de la autoridad responsable para
emitir un nuevo acto subsanando la expresada irregularidad
formal.

b).- Violación procesal, misma que se actualiza ante la


transgresión por la autoridad responsable de un derecho
procesal de la parte quejosa que haya afectado sus defensas y
trascendido al sentido del fallo.

En tal hipótesis, la autoridad responsable, para dar


cumplimiento al fallo protector, debe reponer el procedimiento,
a partir del acto transgresor, el cual deberá quedar
insubsistente, con todas sus consecuencias jurídicas.

c).- Violación material, misma que se da por haber advertido la


autoridad de amparo que el acto reclamado fue emitido por una
autoridad incompetente; que dicho acto carece de una correcta
fundamentación y motivación o que es inconstitucional en sí
mismo.

En tal supuesto nos encontraremos ante la presencia de una


concesión de fondo o total que destruye en forma absoluta la
existencia y eficacia del acto reclamado, imposibilitando a la
67

autoridad responsable para emitir al efecto uno nuevo en el


mismo sentido.

Establecidos los supuestos que pueden generar la emisión de


un fallo protector, abordaremos ahora la cuestión relativa al
cumplimiento de los mismos.

Para tal efecto resulta pertinente destacar que la Suprema Corte


de Justicia de la Nación señala en el Manual para lograr el
eficaz cumplimiento de las sentencias de amparo, que la Unidad
de Gestión y Dictamen de Cumplimiento de Sentencias,
perteneciente a ese alto Tribunal, recibe mensualmente mas de
cien expedientes de inejecución de sentencias, inconformidades,
denuncias por repetición del acto reclamado y quejas.

Ese elevado número de incumplimientos nos lleva a


preguntarnos la causa por la que la autoridad responsable
incurre frecuentemente en un desacato a las sentencias de
amparo.

La propia Suprema Corte de Justicia de la Nación reconoce que


en este fenómeno existen causas atribuibles a la autoridad de
amparo y desde luego a la autoridad responsable.

Dentro de las primeras encontramos la falta de precisión de los


efectos para los que es otorgado el fallo protector, al no
puntualizar con exactitud los alcances del mismo; la
incongruencia entre las consideraciones de derecho y los efectos
de la concesión; la falta de control en los Tribunales de Amparo
para vigilar el cabal cumplimiento de las sentencias, lo cual
provoca que constantemente y sin razón alguna se estén
realizando al efecto requerimientos generales que incluyen a
aquéllas autoridades que ya han acatado en sus términos la
sentencia protectora, con el consecuente desconcierto para las
mismas, debiendo hacerse notar que tal hecho encuentra su
explicación en la circunstancia relativa a que, según lo reconoce
expresamente el propio alto Tribunal del País, la función de
vigilancia de cumplimiento de sentencias se ha delegado en la
práctica al personal de apoyo, el cual desconoce por lógica la
68

técnica del juicio de amparo, traduciéndose esa situación en un


irregular manejo del proceso de vigilancia del cumplimiento de
las sentencias de amparo.

Existen por supuesto causas de incumplimiento que son


atribuibles exclusivamente a la autoridad responsable,
destacándose dentro de ellas la incorrecta interpretación de los
alcances vinculatorios de la sentencia de amparo; el
desconocimiento de la manera como deben dar cumplimiento a
dicho fallo, problema que se manifiesta con mayor evidencia en
las autoridades administrativas; y, el desconocimiento de las
sanciones aplicables a la autoridad que incumple una sentencia
protectora.

De lo expuesto se puede concluir que el desacato de los fallos de


amparo no es atribuible en verdad a una conducta reticente o
negativa de la autoridad responsable, sino que obedece
fundamentalmente a las causas puntualizadas con antelación,
en las cuales deberán centrarse las medidas que se adopten
para lograr el eficaz cumplimiento de las sentencias de amparo.

Bajo el expresado contexto, analizaremos ahora los diversos


procedimientos vinculados con el incumplimiento de la
sentencia de amparo.

El primer caso es desde luego el incumplimiento total y absoluto


del fallo protector por parte de la autoridad responsable, cuando
el acto es de carácter positivo, hipótesis que da origen a la
instauración del incidente respectivo.
En tal caso, de manera inicial, el juzgador de amparo debe
tomar todas las medidas necesarias para hacer cumplir la
ejecutoria de que se trate y si las ordenes respectivas no fueren
obedecidas, comisionará al secretario o al actuario de su
dependencia para que cumplimenten su ejecutoria, cuando la
naturaleza del acto así lo permita y de ser necesario, el propio
juez o magistrado designado por el Tribunal Colegiado de
Circuito, se constituirá en el lugar en que deba darse
cumplimiento a la sentencia, para ejecutarla por sí mismo.
69

Destacable resulta el hecho de que para lograr el acatamiento


del fallo protector, el tribunal de amparo está facultado para
solicitar el auxilio de la fuerza pública, dado que así lo consigna
el artículo 111 de la Ley Reglamentaria de los artículos 103 y
107 de la Constitución Federal.

Cuando sólo la autoridad responsable pueda dar cumplimiento


a la ejecutoria correspondiente o cuando la protección consista
en obligar a la autoridad a que dicte una nueva resolución en el
expediente de que se trate, no se aplicará lo expuesto con
antelación, sino el procedimiento de incumplimiento absoluto.

Dicho procedimiento está previsto y regulado por el artículo 105


de la Ley de Amparo y se inicia con la notificación a la autoridad
responsable del pronunciamiento del fallo protector,
previniéndosele para que de cumplimiento al mismo o informe
sobre su acatamiento dentro de las veinticuatro horas
siguientes a la notificación.

Si no se rinde tal informe, el Tribunal de Amparo, de oficio o a


petición de parte, requerirá al superior jerárquico de la
autoridad responsable para que la obligue a cumplir sin demora
el fallo y si éste no obedece y tiene a su vez superior jerárquico,
también a este último se le girará el requerimiento respectivo; si
no tuviese superior jerárquico, tal requerimiento se hará en
forma directa.

La omisión en informar sobre el cumplimiento genera la


presunción de incumplimiento, en cuyo caso, se remitirá el
expediente a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para los
efectos del artículo 107, fracción XVI de la Constitución Federal,
y ese alto tribunal, de estimar acreditado el incumplimiento,
ordenará la inmediata separación del cargo de la autoridad
responsable y su consignación al juez de distrito que
corresponda.

Si la Suprema Corte de la Justicia de la Nación considera


excusable el incumplimiento, por existir alguna razón o
circunstancia que lo justifique, requerirá a la responsable y le
70

otorgará un plazo prudente para que ejecute el fallo y si no lo


hiciere, se procederá en los términos antes indicados.

Importante resulta hacer notar que existen casos en los cuales,


por razones de interés público, de afectación grave a la sociedad
o a terceros en mayor proporción de los beneficios económicos
que pudiera obtener el quejoso, el cumplimiento de la sentencia
de amparo puede darse en forma substituta mediante el pago de
los daños y perjuicios que haya sufrido la parte quejosa,
correspondiendo al tribunal de amparo determinar la forma y
cuantía de la restitución.

Si la autoridad responsable informa sobre el cumplimiento de la


sentencia de amparo, el tribunal respectivo dará vista con el
mismo al quejoso para que exprese lo que a sus intereses
convenga. Si está conforme, se ordenará el archivo del
expediente como asunto concluido. Si no está de acuerdo,
expresará las razones de su inconformidad y se dará vista con
ellas a la autoridad responsable para que exprese lo que a sus
intereses convenga, realizado lo cual se dictará la resolución
procedente.

Si se declara que no existió incumplimiento, el quejoso podrá


inconformarse con esa resolución y solicitar que se remitan los
autos a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que ésta
confirme o revoque la declaración de cumplimiento.

Si se declara existente el incumplimiento, se girarán las ordenes


necesarias para que la autoridad acate la sentencia de amparo y
de no ser así, se procederá en los puntualizados términos del
artículo 111 de la Ley de la Materia.

Un segundo procedimiento vinculado con el cumplimiento de


las sentencias de amparo, es el relativo a la repetición del acto
reclamado, debiendo entenderse que existe la misma cuando la
autoridad responsable emite un nuevo acto con igual sentido de
afectación que aquél cuya inconstitucionalidad se declaró,
aunque la fundamentación sea distinta, si con ello sólo varia su
calificación de legalidad y no su esencia.
71

También existe repetición del acto reclamado cuando el emitido


tiene igual sentido que el anterior y no se apoya en elementos
objetivos, sino en la voluntad autoritaria del emisor o cuando el
acto inicial citaba la causa de afectación y el nuevo acto la
suprime.

Es importante hacer mención al caso de repetición del acto


reclamado que opera cuando se declaró la carencia de
facultades de la autoridad responsable para emitir el acto y a
pesar de ello lo reitera, aunque sea en momento procesal
diferente, pues en tal supuesto, a virtud de la expresada
declaración, la responsable no está ya en aptitud de realizar tal
reiteración, ni aún sustentándola en razonamientos diversos a
los que le hubieren servido de apoyo en su determinación
inicial.

No existirá repetición del acto reclamado, aún cuando la


autoridad responsable, al emitir el nuevo acto, reitere el sentido
de aquél cuya inconstitucionalidad fue declarada, si las
constancias y fundamentos que le sirven de apoyo a ese nuevo
acto son diversos a los invocados en el acto inicial, hipótesis
que solamente podrá actualizarse en el supuesto de que al
pronunciarse la sentencia de amparo se haya mantenido la
plenitud de jurisdicción de la autoridad responsable para dictar
una nueva determinación subsanando los vicios de
inconstitucionalidad que motivaron la emisión del fallo
protector.

Tampoco existirá tal repetición cuando en el nuevo acto se


examinen cuestiones que no habían sido analizadas en la
resolución anterior, a virtud del sentido de la misma.

El procedimiento de que se trata se encuentra regulado por el


artículo 108 de la Ley en consulta, sin que se encuentre fijado
en la misma un término para denunciar esa repetición y su
trámite es relativamente sencillo. Se inicia con la denuncia
correspondiente que deberá ser formulada por la parte
interesada ante la autoridad que conoció del amparo, la cual
72

dará vista con la misma, por el término de cinco días, a la


autoridad responsable y a los terceros perjudicados, si los
hubiere, para que expongan lo que a sus intereses convenga,
realizado lo cual se pronunciará el fallo respectivo dentro de un
término de quince días.

Si la determinación fuera en el sentido de que existió repetición


del acto reclamado, la autoridad remitirá de inmediato el
expediente a la Suprema Corte de Justicia para los efectos
precisados anteriormente; en caso contrario, sólo lo hará a
petición de la parte que no estuviere conforme, la cual deberá
expresarlo así dentro del término de cinco días contados a partir
de la notificación correspondiente.

Ante la existencia de la repetición del acto reclamado, el


tribunal de amparo, sin perjuicio de las medidas antes
señaladas, deberá tomar las providencias necesarias a efecto de
que se respete la protección otorgada al quejoso y no se afecte al
mismo con la ejecución del acto repetido.

Un tercer supuesto relacionado con el acatamiento de las


sentencias de amparo, es el exceso o defecto en el cumplimiento
de las mismas.

Para los efectos del procedimiento en estudio, por exceso debe


entenderse el caso en el cual la autoridad responsable, al
cumplimentar el fallo protector rebasa los alcances de la misma
y afecta actos jurídicos de los que no se ocupó la sentencia, ni
están vinculados con los efectos restitutorios del amparo
concedido.

En cambio, el defecto se actualiza cuando la autoridad


responsable, al cumplimentar la sentencia de amparo, omite el
estudio y resolución de algunas de las cuestiones cuyo análisis
estaba obligado a realizar, por así habérsele ordenado en la
ejecutoria correspondiente.

El medio para impugnar el exceso o defecto en la ejecución de la


sentencia de amparo, no es un nuevo juicio de garantías, sino el
73

recurso de queja que establece el artículo 96 de la Ley de


Amparo.

Dicha queja puede ser interpuesta por cualquiera de las partes


en el juicio de garantías o por cualquier persona que justifique
legalmente que le agravia la ejecución.

El plazo para interponerla es de un año, contado a partir del día


siguiente al en que se notifique el auto en el que se haya
mandado cumplir la sentencia o al en que haya tenido
conocimiento de la ejecución la persona extraña afectada.

Se debe interponer ante el Tribunal que conoció del amparo, por


escrito y con copia para cada una de las partes en el juicio.

Admitida la queja, el tribunal de amparo requerirá a la


autoridad responsable para que rinda informe con justificación
sobre la materia de la misma, en el término de tres días,
transcurrido el cual, con informe o sin él, se dará vista por igual
término al Ministerio Público y dentro de los tres días siguientes
se pronunciará la resolución correspondiente.

Si se determina que existió ejecución excesiva, se invalidarán


los actos que extralimitaron los lineamientos del fallo de amparo
y se obligará a la autoridad responsable a que sujete su
cumplimiento a los mismos.

Si lo existente fue la ejecución defectuosa, se obligará a la


autoridad responsable a realizar los actos omitidos, a fin de dar
cabal cumplimiento al fallo protector.

El desacato a la resolución que declara fundada la queja por


exceso o defecto, da lugar al denominado incidente de
desobediencia, a través del cual se puede obligar a la autoridad
a cumplir el fallo protector, conforme a las reglas que en
relación al incumplimiento han sido precisadas con
anterioridad.
74

Lo expresado con antelación constituye el panorama genérico


que prevalece en el juicio de amparo en lo relativo al
cumplimiento de las sentencias protectoras.

Resulta claro que los conceptos antes expuestos no abarcan, ni


tienen la pretensión de hacerlo, todos los aspectos relacionados
con el cumplimiento de las sentencias de amparo, siendo la
única intención al formularlos, el exponer una idea genérica
sobre la cuestión analizada, con el solo ánimo de plantear la
problemática existente al efecto y tratar de encontrar la
adecuada solución para la misma.

JURISPRUDENCIA.

Artículo 192.- La jurisprudencia que establezca la Suprema


Corte de Justicia, funcionando en Pleno o en Salas, es
obligatoria para éstas entratándose de la que decrete el Pleno y
además para los Tribunales Unitarios y Colegiados de Circuito,
los Juzgados de Distrito, los Tribunales Militares y Judiciales
del orden común de los Estados y del Distrito Federal y
Tribunales Administrativos y Del Trabajo, locales o federales.

Las resoluciones constituirán jurisprudencia, siempre que lo


resuelto en ellas se sustenten en cinco sentencias ejecutoras
ininterrumpidas por otra en contrario, que hayan sido
aprobadas por lo menos por ocho Ministros si se trata de
jurisprudencia del Pleno, o por cuatro Ministros, en los casos de
jurisprudencia de las Salas.

También constituyen jurisprudencia las resoluciones que


diluciden las contradicciones de tesis de Salas y de Tribunales
Colegiados.

Artículo 193.- La jurisprudencia que establezca cada uno de los


Tribunales Colegiados de Circuito es obligatoria para los
Tribunales Unitarios, los Juzgados de Distrito, los Tribunales
Militares y Judiciales del fuero común de los Estados y del
75

Distrito Federal, y los Tribunales Administrativos y del Trabajo,


Locales o Federales.

Las resoluciones de los Tribunales Colegiados de Circuito


constituyen jurisprudencia siempre que lo resuelto en ellas se
sustente en cinco sentencias no interrumpidas por otra en
contrario, y que hayan sido aprobadas por unanimidad de votos
de los Magistrados que integran cada Tribunal Colegiado.

Artículo 194.- La jurisprudencia se interrumpe dejando de tener


carácter obligatorio, siempre que se pronuncie ejecutoria en
contrario por ocho Ministros, si se trata de la sustentada por el
Pleno, por cuatro, si es de una Sala, y por unanimidad de votos
tratándose de la de un Tribunal Colegiado de Circuito.

En todo caso, en la ejecutoria respectiva deberán expresarse las


razones en que se apoye la interrupción, las cuales se referirán
a las que se tuvieron en consideración para establecer la
jurisprudencia relativa.

Para la modificación de la jurisprudencia se observarán las


mismas reglas establecidas por esta Ley, para su formación.

Artículo 197.-

Artículo 197 A.-

Artículo 197 B.-

SEMANARIO JUDICIAL DE LA FEDERACION.


SUPREMA CORTE DE JUSTICIA.

Benito Juárez, como presidente de la República, el 8 de


diciembre de 1870 promulgó el decreto por medio del cual el
Congreso de la Unión creó un periódico con el nombre de
Semanario Judicial de la Federación, en el que se publicaron
todas las sentencias definitivas pronunciadas por los Tribunales
76

Federales desde el restablecimiento del orden legal en 1867; los


pedimentos del procurador General de la Nación, del Ministro
Fiscal de la Suprema Corte de Justicia y de los Promotores
Fiscales de los Tribunales de Circuito y Juzgados de Distrito;
así como las actas de acuerdo del Pleno de la Suprema Corte y
los informes pronunciados ante ella, cuando se acordó la
publicación.

Los movimientos políticos y sociales ocurridos en nuestro


país y las reformas constitucionales influyeron en la publicación
del Semanario, lo que originó sus Épocas.

Se ha dividido a las Épocas del Semanario Judicial de la


Federación en dos grandes periodos constitucionales: antes y
después de 1917. Dicha división obedece a que un gran número
de tesis de jurisprudencia que fueron publicadas en la Épocas
Primera a Cuarta (antes de 1917), hoy son inaplicables, no
tienen vigencia, y por ello se agrupan dentro de lo que se ha
llamado “jurisprudencia histórica”. Las Épocas Quinta a Novena
(de 1817 a la fecha) comprenden lo que se considera el catálogo
de la “jurisprudencia aplicable”.

Con el propósito de que los funcionarios de los órganos


jurisdiccionales, litigantes, estudiosos del derecho y público en
general conozcan la integración de los tomos o volúmenes de las
diversas Épocas del Semanario y los periodos que abarcan, la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, a través de la
Coordinación General de Coordinación General de Compilación
y Sistematización de Tesis, elaboró el presente cuadro:

ÉPOCA LAPSO CONTENIDO


PRIMERA 1871-1875 Se integra por 7
ÉPOCA tomos.
PRIMER PRIMERA Las ejecutorias
77

PERIODO SUSPENSIÓN 1876-1880 correspondientes


EDITORIAL a esta
suspensión
fueron
reproducidas,
entre otras
publicaciones,
por El Foro,
periódico de
jurisprudencia y
legislación.
SEGUNDA 1881-1889 Se integra por
ÉPOCA 17 tomos.
TERCERA 1890-1897 Está formado
ÉPOCA por 12 tomos.
CUARTA 1898-1914 Son 52 tomos.
ÉPOCA
SEGUNDA Agosto de El Plan de
SUSPENSION 1914 a Guadalupe, que
EDITORIAL Marzo de 1918 hizo triunfar a
Venustiano
Carranza,
desconoce los
tres Poderes y
clausura la
Corte.
SEGUNDO QUINTA 1º de junio de Se conforma de
ÉPOCA 1917 al 30 de 132 tomos. Su
PERIODO
junio de 1957. ordenación se
presenta en
forma
cronológica. Al
final de cada
tomo aparece
publicado su
78

índice.
1º. De julio de
SEXTA 1957 al 15 de
ÉPOCA diciembre de Se integra por
1968. 138 volúmenes
numerados con
cifras romanas.
Los volúmenes
se componen de
cinco partes
editadas en
cuadernos por
separado (Pleno
y Salas
Numerarias).

SEGUNDO SÉPTIMA 1º de enero de Se forma por


ÉPOCA 1969 al 14 de 228 volúmenes
PERIODO
enero de 1988 identificados
con cifras
arábigas. Por lo
general, los
volúmenes están
compuestos por
siete partes y
editados en
cuadernos
separados,
correspondientes
a Pleno, Salas
(penal,
administrativa,
civil y laboral),
79

Tribunales
Colegiados y
Sala Auxiliar.
OCTAVA 15 de enero de Se compone por
EPOCA 1988 al 3 de 15 tomos
febrero de identificados
1995 con números
romanos. Hasta
el tomo VI la
publicación fue
semestral, a
partir del Tomo
VII la
publicación es
mensual; cada
tomo se integra
con las
publicaciones de
un semestre.
NOVENA 4 de febrero de La publicación
ÉPOCA 1995 a 2011. es mensual; se
conjuntan las
publicaciones
del Semanario
Judicial de la
Federación y su
Gaceta.
80

DECIMA A partir de
EPOCA 2012

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