El uso del cannabis, o marihuana, con fines medicinales está profundamente arraigado a lo largo de la

historia, y se remonta a tiempos remotos. Una vez ocupó una posición prominente en la historia de la
medicina, recomendada por muchos médicos eminentes para numerosas enfermedades,
particularmente dolor de cabeza y migraña. A través de las décadas, esta planta ha emprendido un
fascinante viaje desde un estatus legal y frecuentemente prescrito hasta ilegal, impulsado por factores
políticos y sociales más que por la ciencia. Sin embargo, con un apoyo cada vez mayor a su multitud de
usos medicinales, el estigma erróneo del cannabis está desapareciendo, y ha habido un empuje
dramático para legalizar el cannabis medicinal y la investigación. Casi la mitad de los Estados Unidos ya
ha legalizado el cannabis medicinal, varios estados han legalizado el uso recreativo y otros han legalizado
el uso exclusivo del cannabidiol, que es uno de los muchos cannabinoides terapéuticos extraídos del
cannabis. Los médicos necesitan ser educados en la historia, la farmacología, las indicaciones clínicas y el
uso clínico apropiado del cannabis, ya que los pacientes inevitablemente preguntarán acerca de muchas
enfermedades, incluyendo el dolor crónico y los trastornos de dolor de cabeza para los cuales existe
alguna evidencia intrigante de apoyo. Revisar la historia del consumo de cannabis medicinal, discutir la
farmacología y fisiología del sistema endocannabinoide y de los cannabinoides derivados del cannabis,
realizar una revisión completa de la literatura sobre los usos clínicos del cannabis medicinal y de los
cannabinoides con un enfoque en la migraña y otros trastornos del dolor de cabeza, y esbozar las pautas
generales de la práctica clínica. La literatura sugiere que el uso medicinal del cannabis puede tener un
papel terapéutico para una multitud de enfermedades, particularmente los trastornos de dolor crónico
incluyendo el dolor de cabeza. La literatura de apoyo sugiere un papel para el cannabis medicinal y los
cannabinoides en varios tipos de trastornos de dolor de cabeza, incluyendo migraña y cefalea en racimo,
aunque se limita principalmente a la investigación científica basada en casos, anecdótica o de
laboratorio. El cannabis contiene un gran número de compuestos farmacológicos y bioquímicos, de los
cuales sólo se entiende una minoría, por lo que es probable que sigan sin descubrirse muchos posibles
usos terapéuticos. Los cannabinoides parecen modularse e interactuar en muchas vías inherentes a la
migraña, mecanismos de acción de triptanos y las vías de los opiáceos, lo que sugiere un potencial
sinérgico o similar. La modulación del sistema endocannabinoide a través del agonismo o antagonismo
de sus receptores, apuntando a sus vías metabólicas, o combinando cannabinoides con otros analgésicos
para efectos sinérgicos, puede proporcionar la base para muchas clases nuevas de medicamentos. A
pesar de las pruebas e investigaciones limitadas que sugieren un papel para el cannabis y los
cannabinoides en algunos trastornos del dolor de cabeza, faltan ensayos clínicos aleatorios y son
necesarios para la confirmación y la evaluación adicional.