Sie sind auf Seite 1von 1

6) En una clase de Educación Física de primaria: 22 estudiantes de sexto

grado mixto.
Como docente solicito 20 minutos antes de finalizar la clase que “la pisen”
para armar dos equipos para un partidito de hándbol, nombrando dos varones
líderes para que sean los primeros en elegir. Mientras tanto voy acomodando
con ayuda de unos chicos los arcos y remarcando el área. Apenas comienzan
con dicha actividad percibo que un alumno dice: “a mí no me eligen nunca”.
Las chicas expresan “siempre eligen los mismos”. Me doy cuenta de que
ciertos alumnos demuestran desinterés corporalmente, por lo que insisto en
que los grupos deben ser mixtos y que todos deben participar.
Finalizado el armado de los equipos, nos ubicamos en la cancha para dar
comienzo al partido. Los chicos preguntan quién va a ser árbitro y les
respondo que se dirijan solxs.
Dos chicas salen de la cancha diciendo “nunca me la pasan”, otras
paulatinamente se suman al lado; Lucas me pide si puede ser árbitro porque
no se la pasan; a su vez, Santiago también me pide lo mismo.
Aclaro que estos niños no demuestran interés por los partidos o juegos
competitivos.
El partido finaliza con 6 jugadorxs menos que deambulan por los alrededores
de la cancha.
En el cierre hablo con el grupo para ver de qué manera podemos revertir esta
situación y lograr que participen todxs. Inmediatamente uno de los líderes
expresa “hagamos dos partidos y que las chicas se vayan a la cancha chica y
Lucas y Rodrigo las dirijan”.
No quedó tiempo para reflexionar sobre otras alternativas.

Considerando los marcos conceptuales desarrollados


¿Cómo intervendrían ante esta situación?

Das könnte Ihnen auch gefallen