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El propósito de la cruz

Isaías 53:1-12
INTRODUCCIÓN:
JESUCRISTO como hombre vivió 33 años, y en los últimos 3 años y medio
hizo muchas cosa buenas y muchos milagros, sanó a los enfermos, dio
vista a los ciegos, levantó paralíticos y resucitó muertos, pero con su
muerte en la cruz consiguió muchos más beneficios para la humanidad los
cuales hoy si ponemos nuestra fe en Él los podremos disfrutar. Este texto
que leímos es la más conocida profecía de la crucifixión en la Biblia, y tanto
Mateo (Mateo 8:17) como Pedro (1 Pedro 2:24) la citan. Ocho siglos antes
de Cristo, Isaías se refirió de una forma increíblemente certera a los
hechos de la crucifixión; pero más importante aún, habló del propósito de
la cruz.
1. TRAER SANIDAD:
Cristo cargó algo más que nuestros pecados en su sufrimiento y muerte.
La paga del pecado es muerte, pero Cristo no tenía que sufrir como lo hizo
para expiar nuestras culpas. Este capítulo nos habla del porqué de su
sufrimiento: sufrió para llevar nuestros dolores y enfermedades, y para
ofrecernos paz y sanidad.
A. SANIDAD FÍSICA: Isaías 53 claramente enseña que la sanidad
corporal está incluida en la obra expiatoria, el sufrimiento y la cruz de
Cristo. Las palabras hebreas para «dolores» y «enfermedades» (v. 4) se
refieren específicamente a la aflicción física. Esto se verifica en el hecho
de que Mat 8:17 dice que este texto de Isaías se cumple ejemplarmente
en los actos de sanidad que efectuó Jesús. Pero luego cuando moría en
la cruz estaba cargando su enfermedad y mi enfermedad (Isaías 53:5b).
por esto hoy cada que un enfermo pone su fe en Jesucristo y es sanado,
vuelve a cumplirse la profecía de Isaías el profeta.
B. SANIDAD DEL ALMA: Estas palabras aluden a enfermedades, tanto
espirituales como físicas. Existen muchas personas que no están
enfermas del cuerpo, pero tienen grandes heridas en el ALMA. Esposas
abandonadas, hijos rechazados, padres despreciados. JESUSA en la cruz
consiguió sanidad para su alma herida. Jesús sintió ese dolor del alma (V.
3) despreciado (V. 7).
2. DAR LIBERTAD DEL PECADO:
La causa de su sacrificio fueron nuestros pecados, cuando dice:
“NUESTROS PECADOS” el pronombre es enfático: sufrió por los pecados
y enfermedades de la humanidad. Isaías 53:6 nos enseña que:
A. TODOS HEMOS PECADO: “todos nosotros nos descarriamos como
ovejas…” el pecado que cada uno hemos cometido, daño nuestras vidas
y nos desvió del camino hacia Dios.
B. EL PECADO NOS APARTO DE DIOS: “cada cual se aparto por su
camino…” aunque tenga religión, cada vez que el hombre peca, se aparta
mas de Dios.
C. JESÚS CARGO NUESTROS PECADOS: “Jesús cargó en Él el pecado
de todos nosotros…” (Vr 8 y 9) “Aunque nunca hizo maldad” quiere decir
que Cristo era inocente y esto podría verse como una gran injusticia. La
muerte de Cristo en la cruz constituyo una infinita ofrenda, la única que
podía expiar los pecados de la humanidad. JESUCRISTO nunca pecó,
pero por amor en la cruz tomo nuestro lugar, y cargo sus pecados y mis
pecados como si Él los hubiera cometido. Al cargar sobre si las
iniquidades de la humanidad, Cristo logro restaurar ante Dios a todos
aquellos que creen en Él y en su obra en la cruz (Romanos 5:1).
3. DARNOS PAZ: (V. 5) “… el castigo de nuestra paz fue sobre Él,…”.
A. NOS AMISTO CON DIOS: Para que un delincuente quede en PAZ con
el gobierno, por los delitos cometidos, debe antes RECIBIR un CASTIGO.
Para que usted vuelva a estar en PAZ con DIOS, JESUCRISTO recibió el
castigo que usted merece por sus pecados.
B. NOS CONSIGUIÓ LA PAZ DE DIOS: La falta de paz interior es
consecuencia del PECADO. Nadie que sea culpable ante Dios, puede
disfrutar la paz de Dios. Hoy Dios nos ofrece su perdón, cuando el lo
perdona a usted, lo confirma llenando de paz su corazón.
4. VIDA ETERNA: (V. 10) “vivirá por largos días” se trata de una obvia
referencia a la resurrección de Cristo.
El hecho más certero del poder de JESÚS y que realmente es el hijo de
Dios… Fue su resurrección si Cristo no hubiera resucitado toda su obra
hubiera sido en vano pero su resurrección nos dio una esperanza que si el
pudo resucitar un día también nosotros resucitaremos juntamente con Él
esto quiere decir que el nos ofrece VIDA ETERNA… que si morimos con
nuestra fe puesta en Cristo un día resucitaremos y estaremos con Él por
la Eternidad.

CONCLUSIÓN:
Ciertamente, la expiación de nuestros pecados constituye nuestra mayor
necesidad, pero Dios, al enviar a su Hijo a sufrir y morir, proveyó más que
una forma de escapar al juicio: Dispuso el inmediato comienzo de una vida
abundante.

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