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Sec. Juan Quiroz.

Exp. No. 2002-080


Cuaderno Principal.
Escrito No. 03
INTERPONE RECURSO IMPUGNATORIO DE
APELACION.

AL JUZGADO LABORAL DE NAZCA:

ORLANDO ANFILOQUIO TUBILLAS COLLAHUA, con motivo de los autos


seguido con la Empresa Minera Shougang Hierro Perú S.A.A., sobre Pago de
Subsidio, a Ud. respetuosamente digo:

PETITORIO.

Que, estando dentro del término de ley, y de conformidad con lo dispuesto por el
art. 52 de la Ley No. 26636, recurro a su Despacho con la finalidad de interponer
recurso impugnatorio de APELACION contra la sentencia de fecha 30 de
Setiembre del año en curso, notificada a mi parte el 03 de Octubre del actual, por
no encontrarla con arreglo a ley, fundándome en los siguientes:

FUNDAMENTOS DEL AGRAVIO.

ERROR DE HECHO :

1. El señor Juez de la Causa ha cometido errores de hecho al no compulsar en


forma conjunta y razonable los medios probatorios ofrecidos por las partes,
limitándose tan solo a amparar la totalidad de la pretensión de la demandada,
sin haber observado que en anteriores procesos judiciales de similar
naturaleza, cuyas resoluciones de vista se anexan a la demanda, las tachas
interpuesta por la misma emplazada con idéntico argumento fueron
desestimadas por el mismo Juez y que en la presente causa EL PROPIO
JUEZ EMITE UNA RESOLUCION CONTRARIANDO SU PROPIO CRITERIO
SUSTENTADO EN ANTERIORES PROCESOS SIMILARES, SIN QUE
MOTIVE LOS FUNDAMENTOS DEL CAMBIO, DECLARANDO FUNDADA
LA TACHA CONTRA EL CONVENIO COLECTIVO DE TRABAJO DE 1985.
De ello se puede corroborar en los fundamentos cuarto y quinto de la
sentencia apelada, donde el Juez reproduce los argumentos contenido en la
tacha interpuesta por la emplazada, sin analizar los alcances del Decreto Ley
No. 25593 – Ley de Relaciones Laborales y su aplicación a la situación jurídica
del recurrente cuando era obrero, dándole un sentido y orientación que no
corresponde.
2. En lo que respecta al cuarto considerando, el Juez sostiene que:
“ Que el Convenio Colectivo de Obreros celebrado el 21 de Diciembre de
1985, en la que se acordó en elevar de 210 a 300 salarios básicos el subsidio por
retiro de la Empresa para los trabajadores que por cualquier motivo dejen de
prestar servicios para la empresa, siempre que tengan más de 05 años de
antigüedad, ha quedado sin efecto conforme a la Cuarta Disposición Transitoria y
Final del Decreto Ley No. 25593, Ley de Relaciones Colectivas, esto significa que
el citado convenio reviste caducidad, según lo establece el artículo 43 Inciso d) de
la acotada Ley, lo cual implica que resulta inaplicable la carta GRI-91326, al no
existir derecho adquirido alguno al demandante, por cuanto el pacto y convenio
colectivo fueron dejados sin efecto a los existentes de 1993, como se tiene
establecido en la multicitada Ley.”

Es evidente que el Juez de la Causa al haberse pronunciado por la


caducidad del convenio colectivo de trabajo de 1985, lo hace reproduciendo
los argumentos contenidos en la tacha, sin analizar que en anteriores
procesos judiciales similares, ha resuelto de modo firme a favor del
demandante por corresponderle EL DERECHO ADQUIRIDO QUE TIENE
TODO TRABAJADOR AL PAGO DEL SUBSIDIO, CON EL SOLO HECHO
DE HABER CUMPLIDO MAS DE CINCO (5) AÑOS DE ANTIGÜEDAD EN
CONDICION DE OBRERO, EN VIRTUD DEL CONVENIO COLECTIVO DE
TRABAJO DE 1985, LA CARTA GRI91-326 Y LOS DOCUMENTOS DE
CAJA. Es mas, en las mencionadas resoluciones recaídas en los
procesos judiciales similares a que hago mención, el Juez no se
pronunció por la caducidad del referido convenio, muy por el contrario,
le otorgó todo valor probatorio con el agregado de que el trabajador se
encontraba laborando como obrero al momento de la celebración y
vigencia del referido convenio colectivo de 1985, resolución que fue
confirmada por la Sala Civil de la Corte Superior de Ica, quedando firmes
y consentidas.
3. En el mencionado considerando a que me refiero en los párrafos anteriores, el
Juez no ha analizado que durante el periodo de obrero que desempeñaba el
recurrente hasta antes de mi promoción como empleado ocurrido en junio de
1990, se encontraba vigente el convenio colectivo de trabajo de Obreros de
1985 y que con posterioridad a ello, es decir, después de dos años de mi
ascenso, se promulga el Decreto Ley No. 25593 con fecha 26 de junio de
1992, por el cual establece la duración de los convenios colectivos de trabajo
en un plazo no menor de un año conforme lo ordena el inciso c) de su art. 43.
En efecto, el citado Decreto Ley al establecer un plazo de vigencia para
los convenios colectivos de trabajo, el recurrente ya se encontraba
laborando como empleado y no como obrero, habiendo regulado
jurídicamente el convenio colectivo de trabajo del 21-12-85 durante mi
condición de obrero hasta el mes de Mayo de 1990, es decir, antes de
haber sido promovido como empleado, para posteriormente después de
dos años haya quedado sin efecto dicho convenio por mandato del
citado Decreto Ley.
4. Por otro lado, el Quinto considerando sostiene que:
“La Negociación Colectiva de Obreros de 1993 deviene asimismo
inaplicable, ya que el actor a la fecha de celebración del referido convenio,
esto es al 16 de Junio de 1993, no se desempeñaba como Obrero, sino como
Empleado, ya que fue promovido de obrero a empleado desde junio de
1990, según refiere la emplazada al contestar la demanda y que no fue
cuestionada por el actor, es decir con anterioridad a la vigencia del pacto
colectivo consolidado de 1993, en consecuencia, teniendo el actor a la fecha
de suscripción del aludido convenio la condición de Empleado 1993-
1994,que establece las condiciones para la percepción del subsidio por
retiro, como es la incapacidad, jubilación o retiro voluntario con 20 años de
servicios, lo cual como aparece en el documento de caja de fs. 11 se
encuentra abonado por la Empresa.”
Conforme a los argumentos esgrimido en los párrafos anteriores, se puede
apreciar que a la fecha de la celebración del convenio colectivo de trabajo de
1985, el recurrente se desempeñaba como obrero con más de 20 años de
servicios, y que al haberse promulgado el Decreto Ley No. 25593 el 26 de
Junio de 1992 recién la declara sin efecto, estableciendo el plazo de no menor
de un año para los convenios colectivos de trabajo en general, sin embargo; el
recurrente al haber sido promovido como empleado en Junio de 1990, el
convenio colectivo de trabajo de 1985 se encontraba aún vigente, ya que
durante el período como obrero NO EXISTIA NINGUNA LEY QUE
DECLARARA SIN EFECTO AL REFERIDO CONVENIO COLECTIVO DE
OBREROS, por lo que el Juez debió aplicar el citado convenio, ya que si bien
es cierto que el recurrente había ascendido antes del convenio colectivo del 16
de Junio de 1993, resulta aplicable el convenio colectivo de 1985 por
encontrarse vigente cuando el recurrente era obrero. En tal sentido; el
argumento de la sentencia en mención, refleja una apreciación débil y sin
sustento, incurriendo en error de hecho y de objetividad. Es más, el Juez en
dicho considerando ha contravenido lo dispuesto por la Sala Civil de la Corte
Superior mediante sentencias firmes y consentidas que reconoce el pago del
subsidio en virtud de los convenios colectivos de trabajo de obreros de
1985 y de 1993, así como de la carta GRI-91-326 y por ser el derecho del
trabajador irrenunciable en atención al art. 26 de la Constitución Política
del Estado.
5. En lo referido al pago del subsidio por parte de la Empresa, éste corresponde
a la categoría de empleado, conforme lo reconoce la emplazada en el acta de
inspección, al cual se encuentra anexada a la demanda. De lo expuesto se
puede apreciar que el subsidio es un derecho que corresponde tanto a obreros
y empleados, ya que estos estamentos por separado celebraron sus
respectivos convenios colectivos con la emplazada, prueba de ello es que las
condiciones que allí se establecen no son las mismas. En consecuencia, tanto
obreros y empleados han celebrado sus propios convenios con la emplazada
con relación al pago de subsidio, lo que no puede confundirse, como es de
verse del convenio colectivo de 1985, sólo establece el requisito de una
antigüedad de más de cinco años de servicios como obrero, y del convenio de
empleados establece sus propias condiciones como es el caso de la
incapacidad, jubilación o retiro voluntario. En tal sentido; al recurrente le
corresponde el subsidio en virtud del convenio de obreros de 1985, por ser un
derecho adquirido ya que la fecha de su celebración el recurrente se
encontraba laborando como obrero, situación que la sentencia apelada no ha
tenido presente.
6. En cuanto a los incentivos, el Juez incurre en error en forma reiterada al
establecer en el sétimo considerando “que no se encuentra probada en
autos los incentivos para mi renuncia voluntaria de mi centro de trabajo”
sin haber merituado la carta remitida al recurrente con fecha 06 de Febrero del
2002, cuyo texto se desprende que la propia emplazada ha reconocido el
ofrecimiento efectuado antes de mi renuncia y que consiste en el importe de
12 remuneraciones, monto el cual nunca se me abonó y que no puede
admitirse que dicho importe se encuentra incluido el subsidio por retiro, ya que
este concepto constituye un derecho muy distinto, el mismo que se me abonó
en mérito al convenio de empleados, lo que se aprecia que el Juez trata de
confundir el incentivo y el subsidio, dándole una interpretación equivocada al
considerar que estos conceptos son los mismos. En consecuencia; no resulta
correcto al sostener que no se prueba en autos que la emplazada haya
ofertado al recurrente para mi renuncia voluntaria, sin valorar el contenido de
la carta a que hago mención, es más sin existir en autos documentos de caja
que acredite el pago de las 12 remuneraciones como ofrecimiento para mi
renuncia. Si bien es cierto que la emplazada al remitir la carta aludida
reconoce la decisión de otorgar el importe de 12 remuneraciones como
incentivo para mi renuncia voluntaria, este concepto nunca se abonó al
recurrente, conforme se prueba de los documentos que obran en autos y que
los recibos de caja de fs. 11 al que hace mención la sentencia apelada
sólo acredita el pago de la CTS y subsidio por convenio de empleados,
pero no acredita el pago de las 12 remuneraciones, en consecuencia, el
monto de S/. 24,581.40 nuevos soles anonado al recurrente no puede
reflejar las doce remuneraciones, ya que esta afirmación no se encuentra
sustentada en documento de fecha cierta que obre en autos.

ERROR DE DERECHO :

1. El Juez, al referirse a las sentencias recaídas en los procesos laborales Nros.


2001-020 y 2001-019, ha incurrido en error de derecho al interpretar
erróneamente sus contenidos, considerando que son casos distintos al del
recurrente, debido a que los trabajadores demandantes en dichos
procesos habían ascendido a empleados con posterioridad al convenio
colectivo de trabajo de 1993, pero es el caso que las sentencias de vistas al
cual se alude en dicho considerando reconoce el pago del subsidio no sólo
por que le corresponde en mérito al convenio colectivo de trabajo de
1993, sino también en mérito del convenio colectivo de trabajo de 1985 y
de la carta GRI-91-326, considerando que en la fecha de su celebración
del convenio se desempeñaban los referidos demandantes como
obreros.
2. Que, el Juez de la Causa al dictar la sentencia apelada no ha observado que
EL CONVENIO COLECTIVO DE TRABAJO DE 1985, SE ENCONTRABA
VIGENTE BAJO EL IMPERIO DE LA CONSTITUCION POLITICA DE 1979,
que en su art. 54, establecía que “Las convenciones colectivas de trabajo
entre trabajadores y empleadores tienen fuerza de ley para las partes”, por lo
que dicho precepto legal ha mantenido su vigencia hasta la promulgación del
Decreto Ley No. 25593 que señala en el inciso c) del art. 42 el plazo de
duración de un año para las convenciones colectiva de trabajo, salvo en los
casos de que no hayan sido renovadas. lo que se desprende que durante el
plazo de duración del convenio colectivo de 1985 hasta antes de mi
promoción como empleado, el recurrente había adquirido el derecho al
subsidio, en consecuencia, dicho derecho tiene el carácter se ser
irrenunciable, por lo que el juez al emitir la sentencia cuestionada ha
contravenido los preceptos constitucionales que protegen al trabajador,
resultando ser una resolución ilegal e injusta no arreglada a ley, la misma
que debe ser revocada en todo sus extremos.
3. El Juez no ha tenido presente lo dispuesto por el art. II del Título Preliminar de
la Ley Procesal No. 26636 que regula el principio protector del Indubio Pro
Operario al establecer que en caso de duda insalvable sobre los diversos
sentidos de una norma o cuando existan varias normas aplicables a un caso
concreto deberá interpretar o aplicar la norma que favorezca al trabajador, y
como es de verse el Juez no ha interpretado la norma jurídica aplicable al caso
de autos, reflejándose un criterio parcializado al no valorar la carta remitida por
la emplazada con relación al ofrecimiento efectuado para mi renuncia
voluntaria, pese que la emplazada ha reconocido dicha oferta, dicho pago no
se ha acreditado en autos, lo que el Juez sólo ha interpretado en forma
unilateral más no en forma conjunta.

NATURALEZA DE AGRAVIO.

La apelada agravia al recurrente porque contraviene las disposiciones legales


vigentes que establecen el carácter IRRENUNCIABLE del derecho del trabajador,
sentencia al cual desprotege de todo derecho adquirido y vulnera las garantías
constitucionales del debido proceso, al haberse emitido resoluciones con
diferentes criterios con relación a otros procesos judiciales similares, y al haberse
interpretado en forma errónea y apresurada los medios probatorios sin ningún
criterio razonable y en forma conjunta, se aprecia que ha habido una valoración
de las pruebas en forma parcializada, teniendo en cuenta las pruebas sólo de la
emplazada.
Por lo que solicito tenga bien de admitir mi recurso y elevada al superior
Jerárquico para que con mejor criterio la revoque en todos sus extremos la
apelada.

FUNDAMENTACION JURIDICA:
Amparo mi recurso de apelación en lo dispuesto por los artículos 52, e Inciso 2)
del art. 53 de la Ley Procesal del Trabajo No. 26636, que establece el requisito de
procedencia y el plazo para interponer la apelación.

POR TANTO:
A Ud. señor Juez pido admitir mi recurso impugnatorio de apelación y concederme
con efecto suspensivo.
PRIMER OTROSI : Adjunto cédulas de notificación.
SEGUNDO OTROSI: Adjunto tasa judicial por concepto de apelación.

Nazca, 10 de Octubre de 2002.

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