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Universidad Pedagógica Nacional

Facultad de humanidades
Licenciatura en ciencias sociales
Problemas contemporáneos del mundo
Profesor: Renán Vega Cantor
Estudiantes: Andrés González, Joan Díaz,
José Torres, Nicolás Torres

Título
Introducción

La perspectiva desde la que se parte en este escrito, es que el imperialismo


estadounidense se ha valido de diversos mecanismos de dominación, tanto bélicos
como propagandísticos, para asegurar su hegemonía económica, militar, política y
cultural en el planeta. De esta manera, puede afirmarse que la fecha estudiada no
representa otra cosa que la materialización de dichos mecanismos y se suma a la
larga lista de casos de manipulación que ha acumulado el imperialismo yanqui.

Para analizar esta fecha, es clave hacerlo desde una perspectiva histórica de larga
duración en la cual se tenga en cuenta los antecedentes del hecho. Así, se tendrá una
perspectiva más amplia que la que ha impuesto los medios de comunicación pro
imperialistas en los que la reproducción de una visión manipulada y elaborada desde
el presentismo y el engaño son la constante. De este modo, se hace menester
localizar las acciones de los Estados Unidos a través de la historia en pro de sus
intereses para poder ver la conexión entre ellas y los hechos de la fecha estudiada.
Así mismo analizar el discurso generado posterior al 11 de septiembre y la cadena de
acciones que ejecutó la nación criminal estadounidense, las cuales estuvieron
siempre en un marco de invasión de países con recursos naturales valiosísimos para
sostener el modelo capitalista y la nación más consumista y derrochadora del planeta.

Control geopolítico del mundo por parte de Estados Unidos

Estados Unidos para mantener su poder a nivel mundial implementa la guerra como su
recurso principal contra países que buscan salir de su sistema autoritario e implementan
nuevas formas de participación y expresiones populares partiendo desde la clase obrera
como sucedió hace 44 años en los sucesos que tuvieron lugar en la casa de la moneda
de Santiago de Chile cuando el general del ejército nacional Augusto Pinochet realizo
un exitoso golpe militar aniquilando y dando por finalizado el gobierno y la vida del
presidente elegido por voto popular Salvador Allende, suceso que fue el preámbulo a
un reinado de terror liderado por la derecha de ese país y que para mantener su
hegemonía en el poder recurrió a atroces e innumerables métodos que pasan por encima
de la más cruenta y sádica imaginación.
Con el pasar de los años se ha comprobado que todos estos métodos no fueron
auspiciados por intereses meramente de actores nacionales, pues, los Estados Unidos
en el contexto de la guerra fría no estaban interesados en confrontar gobiernos
socialistas en el continente y más en países con reservas de recursos naturales tan
importantes como lo es el cobre que es necesario para el funcionamiento de chips
electrónicos. Ante lo anterior, el gobierno norteamericano no lo pensó dos veces al
momento de financiar, entrenar y organizar a los partícipes de tan profunda mancha
de sangre que tiñó la historia del país.

Todo lo anterior por sólo nombrar unos pocos ejemplos pues así podríamos seguir
indefinidamente. En cuanto al siguiente caso, el del 9/11 del 2001, es importante
mencionar que los Estados Unidos ha tenido una crisis económica evidente en su
aparato productivo a finales de 1990 ante el fallido intento de la “nueva economía”.
Debido a ello, se ha desmejorado la calidad de vida de los estadounidenses con el
simple hecho del aumento del desempleo. Utilizando así la guerra como un
trampolín económico, permitiendo su rápida recuperación, inclusive esto se
evidencia mucho más atrás; a partir de la época de su expansión territorial donde se
arrasó con las comunidades indígenas que habitaban la tierra para dársela a grandes
terratenientes. Luego saqueando los cargamentos provenientes de Latinoamérica con
oro, café, azúcar entre otros, actos que muy bien pueden relacionarse al término de
terrorismo.

Lo anterior, es solo una pequeña parte de la manipulación y control geopolítico


realizado por los Estados Unidos para su conveniencia y se hace aún más pequeña
en comparación a todo el prontuario criminal de intervenciones imperialistas
perpetradas por el susodicho país terrorista. Por ende, se puede observar que Estados
Unidos a lo largo de su historia ha mostrado una tendencia a la manipulación y al
engaño para conquistar sus fines de saqueo y explotación, destruyendo todo aquello
que se oponga a la replicación del modelo capitalista y de sus propios intereses. Así
mismo, hace ver dichos intereses como los de todo el mundo a través de sus medios
de comunicación que han creado estrategias de manipulación muy bien elaboradas
para el control de las masas.

Al respecto también es notorio resaltar cómo oligarquías recalcitrantes y parasitarias


de muchos de los países dominados velan por los intereses del imperialismo yankee
(como el caso colombiano). De acuerdo con todo ello, se infiere que los Estados
Unidos no han sido un país promotor de la democracia, la libertad y la paz como lo
pretenden hacer ver, sino que por el contrario, su accionar ha sembrado la miseria, la
muerte y el odio en distintos lugares del globo.

Continuando con esta dinámica transgresora de autonomías y derechos, observamos


como ejemplo uno de los casos más trágicos y viles de este control geopolítico tras
haber sustentado la justificación de los Estados Unidos para poder incursionar en el
medio oriente y así mismo llevar a cabo el protagonismo en la guerra de Iraq, desde
su apropiación, incursión y desterritorización iraquí; decidieron derrocar las estatuas
del líder del gobierno Iraquí Saddam Hussein como símbolo del nuevo poder que se
comenzaría a ejecutar sobre dicha región. Sin embargo, Estados Unidos con su
propaganda y acompañado del poder visual de los medios de comunicación
representados por ellos mismos, mostraron este hecho como inconformidad y por
parte de la población de este país, siendo que fue claramente un intento de ellos para
poder ejercer un control territorial con la finalidad de poseer los recursos naturales
para convertirlos en mercancía y poderlos comercializar y a su vez quitarse el dolor de
cabeza que generaba Hussein frente a las posibilidades de dominio territorial que
deseaban ejercer.

Como se pudo evidenciar en estos documentos, la guerra es una forma de


crecimiento y desarrollo para el mercado estadounidense, pero con la caída de la
URSS ya no había una amenaza global a la cual atacar. Entonces desde el 11 de
septiembre aparece el nuevo enemigo a atacar de forma mundial, sería aquello que
entrara dentro del concepto de terrorismo, concepto utilizado desde los medios de
comunicación a cualquier organización que a partir de sus actos causara terror a la
población civil. Para esta nueva lucha Estados Unidos crea diferentes organismos los
cuales se encargan de legitimar la nueva causa, un gran ejemplo de ello es la
OTAN (principalmente utilizada como una institución diplomática) y la ONU (ésta
con la intención de tener ejércitos armados). Así aseguro la posibilidad de poder
intervenir en cualquier Estado en el momento en que lo necesite, tanto en forma
diplomática como militarmente. Poco a poco se observa cómo los distintos países
van acogiendo esta lucha contra aquello denominado como terrorismo, dentro de sus
territorios o inclusive de forma externa prestando hombres para continuar con la
guerra, la cual está vigente hoy en día.

Manipulación mediática, mentiras y propaganda

Estados Unidos hace alarde y es consciente de su poder y alcance que posee con los
medios de comunicación. Saben, a razón de su posición y dominio geopolítico que
puede manejar las situaciones a su antojo para crear más allá de imposiciones (natural
del imperialismo), consensos en su población para obtener así un respaldo hacia sus
versiones de los hechos. Quienes estén en contra de la versión emitida, es un terrible
aliado de la conspiración que busca deslegitimar la democracia americana. El caso del
11 de Septiembre no es una excepción a esta regla.

Lo ocurrido aquel día de 2011 puso los focos de manera casi prioritaria en las torres del
World Trade Center, la cobertura de los medios de comunicación se concentró allá,
transmitieron el derrumbe, las explosiones y a la gente corriendo, pero muy poco es lo
que se menciona acerca del otro ataque a la estructura del Pentágono por el choque de
un Boeing 757-200 donde lo que se observa es un daño a ras de suelo no tan profundo
como se espera con las dimensiones del avión y no de manera diagonal como debería
haber sido.

Esto es documentado por quien vendría siendo “el conspirador”, Thierry Meyssan,
periodista francés, fundador de la Red Voltaire, quien proporciona denuncias ante las
autoridades oficiales por construir un montaje de un atentado que abre las puertas a la
Guerra contra el Terrorismo con claras intenciones de control territorial en Medio
Oriente. También, de manera acertada arroja una crítica a las esferas de comunicación
porque han logrado la edificación de una política de miedo, donde el enemigo es
externo y nunca desde adentro, desde donde se siente el respaldo de la nación de los
Estados Unidos de América. Al respecto dice,

Porque es el miedo a reconocer que la Bestia pueda tener una cara tan familiar y
entrañable lo que nos deja paralizados, sin aliento, y nos persuade a aceptar
ansiosamente el calmante de la historia oficial (…) Quien tenga oídos para entender,
que entienda.1

Deja ver aquí que el tratamiento de la información tiene un tinte político que construye
modelos binarios configurados como víctimas y victimarios, buenos y malos,
demócratas y terroristas, católicos y extremistas religiosos, entre otros ejemplos que
avivan el conflicto desde una matriz política y cultural.

El 11-S podría catalogarse como un laboratorio donde se muestra la influencia del poder
mediático de Estados Unidos a escala planetaria en dos vías:

1) Recrear el atentado como el punto más trágico contra la humanidad en el último


siglo, minimizando así guerras igual o con mayor intensidad de violencia y muerte
como lo acaecido en Iraq, Centroamérica o Vietnam; que al no ser parte del principal
centro de poder político-económico del capitalismo pasan desapercibidas ante los ojos
del mundo, en especial donde ejercen dominio.

2) Edificar un prototipo del ciudadano occidental con el objetivo de iniciar una ‘cacería
de brujas’ a quien no encaje dentro de estos valores, modos de vida y que de alguna
manera se resistan al cobijo del capital, legitimando así persecución, retención y
eliminación del otro con miras a mantener un orden unipolar. Se considera entonces al
racismo, como parte constitutiva del orden imperial, de la mano del capitalismo y el
patriarcado. Este ejercicio de exclusión se vive no solo Medio Oriente con el calificativo
de ‘terroristas’, América Latina puede ser nombrada como ‘brutos’, ‘guerrilleros’,
‘incultos’, o en África fácilmente son ‘negros’ como expresión de inferioridad,
‘animales’ y ‘esclavos’. Todo esto, para mencionar finalmente que dentro del repertorio
de mecanismos del imperialismo ejercidos a través de los medios de comunicación, uno
de los más contundentes es el racismo, entendido como “un prejuicio construido
socialmente, con el fin de mantener la desigualdad y de perpetuar la injusticia que

1
Michael Berger, El 11 de septiembre o el despertar de un largo sueño, en Renán Vega Cantor, Un
mundo incierto, un mundo para aprender y enseñar, Universidad Pedagógica Nacional, Colombia, 2007,
p. 292
soportan los pobres, los mismos que son considerados siempre como racialmente
inferiores.”2

Bibliografía

Cronología: Intervenciones militares de Estados Unidos en América Latina,


Red Voltaire, disponible en www.redvoltaire.net/article5406.html.

Guerra en Iraq: el falso video del Pentágono. La historia de la soldado


Jessica Lynch, heroína de propaganda, Red Voltaire, 31 de marzo de 2005.

Michael Berger, Ningún avión se estrelló contra el Pentágono el 11 de septiembre, El


11 de septiembre o el despertar de un largo sueño, en
www.webislam.com/Cont/Cont_11S_Afganistan.htm

Renán Vega Cantor, Un mundo incierto, un mundo para aprender y enseñar,


Universidad Pedagógica Nacional, Colombia, 2007.

2
Renán Vega Cantor, Un mundo incierto, un mundo para aprender y enseñar, Universidad Pedagógica
Nacional, Colombia, 2007, p. 311.

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