El Tratado de Libre Comercio, un grillete para los trabajadores de américa del norte.

Uno de los principales temas de campaña en el proceso que llevó a Donald Tromp a la presidencia
de los Estados Unidos es la cuestión del TLC; en pocas palabras se trata de sacar a la Unión
Americana de dicho tratado, la razón que esgrime el magnate es que dicho tratado a creado un
déficit comercial muy grande, mucha pérdida de empleos y que en suma ha sido una de las causas
para el declive económico norteamericano.

Por supuesto es verdad que la decadencia estadounidense se ha profundizado los últimos 25 años,
En 1999, 5 años después del inicio del TLC estados unidos al rededor de 1 billón de dolares , en el
2016 año del triunfo de Tromp importaba 2 billones de euros, mientras tanto en ese lapso
exportaba .65 billones de euros mientras que para el 2016 exportaba apenas 1.3 billones. En suma
su déficit comercial mantuvo un constante crecimiento llegando a estas fechas a más de 700 mil
millones de euros

En suma, Estados unidos mantiene un ritmo de crecimiento de importaciones casi, pero sus
exportaciones están colapsando. Y no es desde el TLV para acá, la última vez que Estados Unidos
tuvo superávit comercial fue en 1975. ¡hace 43 años!

Si miramos el tamaño de las exportaciones norteamericanas respecto del PIB, estas apenas
representan un 7.5% , mirando a Canadá tenemos que exportar un equivalente al 25% del PIB
mientras que México lo hace en un 37%.

Por supuesto la caída es un hecho, pero también lo es que esta situación no supone algo
necesariamente bueno parta las demás economías capitalistas del mundo, Estados Unidos aún sigue
siendo la economía más grande, contribuye con el 24% de la economía mundial.

Estados Unidos cae, pero de muy arriba, aún tiene una fuerza considerable, especialmente si la
comparamos con México, el cual tiene una economía 17 veces más pequeña.

Esto por supuesto es conocido por los grandes capitalistas norteamericanos y están haciendo todo
lo posible por generar un nuevo tratado de libre comercio en situaciones aun más ventajosas que
las que ya existen.

Donald Tromp no va a romper el TLC, especialmente tomado en cuenta que una guerra comercial
abierta supondría el encarecimiento de las importaciones de las cuales Estados Unidos es cada vez
más dependiente.

De lo que trata en la negociaciones del TLC con Canadá y México es llevar al chantaje extremo a
ambos países para lograr posiciones aún más ventajosas para los Estados Unidos.

Un ejemplo de ello es el anuncio de la aplicación de un arancel al acero del 25%, de los cuales Canadá
y México Han quedado excluidos, aunado a la declaración de Tromp que “ de logara un buen
acuerdo comercial México y Canadá quedarán excluidos del impuesto”

Y es que en términos reales las economías de Estados Unidos y México están tan integradas que una
ruptura del TLC significaría el equivalente a cortar con cuchillo un cuerpo vivo.
Por supuesto, la comedia continua, el día 4 de marzo Jason Bernstein el negociador norteamericano
cerro abruptamente la séptima ronda de negociaciones al retirarse de manera unilateral de la
misma.

¿En realidad, no hay alternativa ´para México fuera del TLC?

Ese es un falso dilema, en 1994 para México entrar al TLC fue un error histórico, la industria fue
desmantelada y se creó un sector totalmente dedicado a satisfacer las demandas de bienes
intermedios y de consumo para los estados unidos, prácticamente el 30% del PIB mexicano está
dedicado a satisfacer las necesidades de la economía norteamericana y realmente no hay industria
importante en Norteamérica que no tenga un pie en México, dato importante es el caso de la
Industria automovilística donde se produjeron 3.7 millones de automóviles, 60% de los cuales
tuvieron como destino Estados Unidos, siendo los principales exportadores Ford, General Motors y
FCA ( Crysler).

México en 1994 hubiera podido tomar otro camino, el del desarrollo industrial propio,
aprovechando los precios del petróleo para crear una base industrial fuerte, especialmente en la
petroquímica y sectores afines, en lugar de ello y tal vez por acuerdos secretos derivados del TLC
desmantelo su sector industrial quedando totalmente supeditado a Norteamérica.

Por supuesto el sector financiero y la burguesía dependiente mexicana se han remodelado en

función de las necesidades norteamericanas, tienen un amo y se sienten bien con él, sobre esta base
deciden y definen el que y el cómo en México, por medio de organismos como El Consejo
Coordinador Empresarial, o grandes corporativos como el grupo Craso entre otros. Ellos no tienen
ningún problema en firmar un nuevo TLC aún más conveniente para sus amos norteamericanos y al
final lo harán.

Por el momento las cosas entraran en un periodo de relativa calma, el TLC actual continuará vigente
mientras no se defina uno nuevo y eso sólo será después de las elecciones mexicanas de este año.
No obstante una vez esto suceda comenzara la campaña de renovación del congreso
norteamericano en donde solo hay dos opciones: un nuevo triunfo de tromp llevaría a un nuevo
tratado aún más humillante para Mexico. La otra opción sería un triunfo demorcata , lo que llevará
a un empantanamiento del actual tratado hasta el fin del periodo de tromp.

La historia entre estados Ujidso esta hechada, las desiciones de la burguesía han determinado que
mexico sea una parte importante, auqnue no determinante, de la economía estadounidense, en el
futuro las contradicciones del capitalismo nortemaericano procovaran nuevos conflictos que
tendrán que trascender las fronteras, la política de los trabajadores de mabos lados de la frontera
deberá tener cada vez intereses más comunes y luchas conjuntas, como en el sector minero serán
más y más comunes.

Cuando producto de estos confloctos la revolución estalle no habrá frontera que la detenga, no es
descartable decir que el inicio de la revolución en Estados Unidos puede comenzar en México, pero
esta claro que el triunfo de la revolución en México dentra lugar con lña extensión de la misma al
vecino del norte.

Romper el TLC es impensable hoy en dia,. Mañana será impensable un futuro para los trabajadores
de ambos países sin la unidad frente a nuestro enemigo común: el imperialismo norteamericano.