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Nueva Cátedra de Psicopatología I

Teórico: Lunes 18 de Abril de 2011

Prof. Dr. Fabián A. Naparstek

Tres tiempos en Freud

Bien, nos vamos a meter hoy sobre algunos conceptos ordenadores del psicoanálisis, tres tiempos

en Freud; es una clase con una perspectiva del recorrido de todo el año. ¿Qué quiere decir esto?,

que lo que hoy trabajemos, necesariamente, de una u otra manera, lo vamos a ir trabajando a lo

largo del año.

Es una manera también de ponernos de acuerdo sobre ciertos conceptos. Cuando digo ponernos

de acuerdo no quiere decir que vayamos a pensar todos lo mismo; sino que mas allá de lo que

podamos pensar sobre ciertos conceptos, al menos sepamos qué es lo que estamos diciendo. Es

decir, que cuando alguien diga “inconsciente”, sobre un texto por ejemplo de 1905, al menos

estén orientados de qué estamos diciendo con el concepto de

inconsciente en esa época. Como es algo que iremos viendo a lo largo del año, en lo que respecta

a hoy, simplemente vamos a desarrollar este cuadro de Freud de tres tiempos, y en clases

subsiguientes vamos a ir utilizando este cuadro de diferentes maneras.

El cuadro que les voy a proponer es muy simple, es de tres tiempos. Se podría haber armado otro

cuadro diferente; es una opción que uno toma en términos didácticos y que tiene su lógica en la

obra de Freud.

El primer corte es 1900, el segundo 1920. Esto divide la obra de Freud en tres, es decir: previo al

1900, entre 1900 y 1920 y de 1920 en adelante.


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Una vez dividido esto en tiempos, vamos a ubicar además tres ejes, que también podrían haber

sido otros. Uno toma una posición al respecto pero no es que no se pueda armar esto en otros

tiempos, simplemente, nos ordenamos de esta manera.

Épocas y ejes Fin de análisis Técnica Teoría

1er. Freud. .
Hasta 1900

2do. Freud
1900-a 1920.

3er. Freud
Desde 1920.

El primero que vamos a situar tiene que ver con el fin, ahora voy a explicar qué es esto; el

segundo tiene que ver con la técnica y el tercero con la teoría.

Cuando ubico fin como uno de los ejes, estoy pensando no solamente en cómo terminan los

tratamientos, sino también en cuál es la finalidad de los tratamientos, hacia dónde apuntan los

tratamientos. Eso a nosotros nos interesa de una manera sesgada, porque vengo insistiendo con

que estamos en una materia que no se dedica especialmente a la dirección de los tratamientos, lo

que si van a ver en clínica de adultos seguramente, y en alguna materia electiva o en alguna

práctica profesional. Pero no cabe duda de que cómo se piensa el fin tiene clara incidencia en la

manera de hacer un diagnostico, y cuál es la finalidad en un tratamiento está también ligado a una

concepción teórica. Vamos a ver respecto de qué, porque si uno cree que puede resolver por

ejemplo todos los síntomas, los tratamientos van a tener una finalidad que bien podría ser

resolver todos los síntomas. Ahora, si uno piensa que hay algo que no se puede resolver por

estructura, la finalidad va a ser otra.

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La idea que vamos a tratar de transmitir es cómo estos tres ejes están anudados entre sí. Es decir,

a una concepción teórica, vamos a tener una finalidad de la cura, y a esa misma concepción

teórica vamos a tener una técnica que se ajuste a esa finalidad y a esa concepción teórica. Ustedes

deben saber, o deben haber escuchado en psicoanálisis o en otras materias, que es muy habitual

cuando uno presenta un texto de Freud mencionar el año en que fue escrito. Cada uno lo

menciona por lo que sea, pero en lo que a nosotros respecta, este cuadro nos tiene que orientar, no

por una cuestión de erudición, sino para saber dónde estamos ubicados. Ciertos conceptos que en

Freud tienen el mismo nombre, no son lo mismo a lo largo de su obra. Este cuadro debería poder

orientarnos respecto de esto.

Bien, primer tiempo entonces, hasta el 1900 ¿por qué 1900? Es una fecha que Freud marca de

una manera muy fuerte. Primero porque se encuentran los tres textos princeps del psicoanálisis:

los sueños, el chiste y psicopatología de la vida cotidiana. Pero también Freud dice que,

estrictamente hablando, allí comienza el psicoanálisis. Lo cual no quiere decir que todo lo que

hizo previamente él lo deje de lado, ni que nosotros debamos desaprovecharlo.

Es más, vamos a ver que previo al 1900 hay toda una nosografía freudiana que nosotros vamos a

estudiar y que vamos a tener claramente en cuenta. Lo que sí queda marcado en 1900 es que hay

un antes y un después, vamos a tratar de situar esto. Y a la vez también vamos a tratar de situar,

es importante esto, por qué se da el cambio. No solamente nos interesa ubicar la diferencia entre

este primer tiempo y el segundo, entre el segundo y el tercero; sino qué pasa en esta línea que

divide, qué hace que se produzca un cambio.

¿Y por qué nos interesa esto? Porque es un hecho clínico. Fundamentalmente son los impasses de

la clínica lo que determinan los cambios en Freud, no es otra cosa.

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Primera cuestión, respecto de este primer tiempo y respecto de este cuadrante, primer tiempo en

la teoría. Freud todavía no tiene la idea firme de lo que va a ser luego el inconsciente. No quiere

decir que no esté mencionado previo al 1900, hay algunas menciones; pero él se maneja en toda

esta época con un aparato psíquico en el que hay dos grupos psíquicos, sin que aún tenga la

noción que va a tener a partir de 1900. ¿Qué significa esto? No solamente en Freud; sino también

en la historia del pensamiento, en la filosofía y dentro de la psicología también, hasta la

elaboración freudiana del inconsciente, este era definido por la negativa. Es decir, el inconciente

era lo no conciente. A partir 1900 el inconciente pasa a tener estatus propio. Esto significa que a

partir del 1900 el inconciente se define por sus propias reglas.

Es decir que hasta 1900 no tenemos claramente la noción de inconsciente tal cual Freud la

instaura a partir de los tres textos que mencioné antes, los tres textos princeps. Hasta ahí tenemos

la idea de dos grupos psíquicos y que aquel grupo psíquico del cual no somos concientes, del cual

no tenemos registro, tiene influencia en la vida anímica de la gente. Freud descubre, en su

experiencia francesa con Charcot, que hay cierta gente que puede contar en estado hipnoide las

experiencias olvidadas; y no solamente eso, sino que se le puede dar una indicación a alguien en

estado hipnoide y esa persona, una vez que despierta, ignora lo que sucedió y luego realiza la

indicación que se le dio en aquel momento. Así mismo, cuando uno le pregunta por qué hizo eso,

no tiene la menor idea. Por ejemplo, se le decía: “usted cuando salga de aquí va a abrir un

paraguas”, y no sabía porqué pero abría el paraguas; no tenía la menor idea pero lo hacía.

Entonces, primera cuestión: teoría de los dos grupos psíquicos. Otro aspecto teórico lo constituye

lo que llamamos comúnmente la “teoría energética”. Está claramente presentada al final de uno

de los textos que ustedes van a trabajar luego del parcial, cuando comencemos el desarrollo del

segundo bloque temático, “Nuevas aportaciones sobre las psiconeurosis de defensa”1. Al final,

van a encontrar desarrollado en un parrafito su teoría energética. En otros textos también lo


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encuentran pero allí está desarrollado muy claramente. Teoría que Freud extrae de la

termodinámica (leyes de la termodinámica que tienen que ver con la circulación y la

transformación de la energía) y que utiliza para dar cuenta del funcionamiento del aparato

psíquico. La idea de Freud es que la energía se desplaza por los cuerpos; tiene la posibilidad de

desplazarse y de transformarse. Ustedes enchufan una estufa eléctrica y la energía eléctrica se

desplaza de un lado al otro y se transforma de energía eléctrica en calórica en una estufa por

ejemplo; es tan simple como esto. Todo esto podría ser enunciado con mayor precisión, pero en

principio no necesitamos muchas más vueltas que estas. Freud piensa que el aparato psíquico

tiene una energía que se desplaza en lo que para Freud son los representantes. La energía se

desplaza de un representante a otro. Freud, de acuerdo al momento, la llama de diferentes

maneras, pero fundamentalmente, la llama afecto. El afecto puede desplazarse de un

representante a otro y también puede transformarse.

Van a ver que hay toda una definición nosográfica en Freud que está basada en esta

transformación de la energía, fundamentalmente cuando habla de las neurosis de angustia2. Freud

piensa que la energía sexual se transforma en angustia. En esto sigue la lógica que veíamos antes:

la energía eléctrica se transforma en calórica, la energía sexual se transforma en angustia.

A su vez, el desplazamiento le permite pensar a Freud lo que llama en esta época el mecanismo

psíquico. Él tiene la idea de que puede acontecer en el aparato (ahora decimos “puede” pero va a

acontecer claramente) que haya una representación intolerable. Esa representación intolerable

depende de la energía que tenga; y lo que el sujeto haga con esa representación intolerable va a

dar las diferentes estructuras, cuestión sobre la cual vamos a hablar en detalle más adelante. Pero

cualquier cosa que se haga necesita del desplazamiento de este afecto. En el caso de la histeria,

ustedes lo saben, el desplazamiento es hacia el cuerpo; en el caso de la neurosis obsesiva hacia

otro representante. Es lo que se llama la conversión y el falso enlace, cuestión sobre la cual
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vamos a volver. Entonces, tenemos el desplazamiento y la transformación, con el agregado la

definición de trauma sigue también esta noción energética. El aparato psíquico puede soportar

ciertas cantidades de energía, no más que un monto o cantidad de energía; tal cual como funciona

un fusible. Un fusible es un pequeño alambrecito por donde pasa la energía, y cuando viene

mucha energía el fusible, el alambrecito, se rompe e impide que esta pase; está para proteger los

aparatos. Es decir que el fusible soporta, de acuerdo al grosor del alambrecito, una cantidad de

energía equis. El aparato psíquico es como un fusible también, soporta una cantidad de energía,

no más y cuando hay una irrupción excesiva de energía acontece el trauma. Si esa cantidad de

energía no puede ser descargada por dos vías – la vía motriz y asociativamente -, esa energía se

transforma en un cuerpo extraño para el aparato; esto es equivalente al trauma. El aparato pone

todo el funcionamiento para lograr alguna descarga de lo que no ha sido, de lo que no ha podido

ser descargado en su momento. La idea de Freud del trauma, finalmente, está puesta en términos

económicos, en términos energéticos. Después veremos respecto de la escena traumática que no

es exactamente lo mismo que el trauma en tanto tal. Les doy una sola indicación, porque Freud

dice que ese cúmulo de energía no pudo ser descargado por vía motriz ni asociativa.

Asociativamente es con palabras. Lo que quiero indicarles es que cuando alguien viene y dice

“mi trauma es tal”, ya está haciendo un trabajo sobre el trauma, le está poniendo un nombre a su

trauma ¿se entiende lo que estoy planteando? Es decir, ya está elaborando algo sobre eso que,

para Freud, en términos estrictos no tiene nombre, no tiene palabras, no ha podido el individuo

ponerle palabras a eso que aconteció. Hay casos muy interesantes, que seguramente también

podremos charlar a lo largo del recorrido del año. Hay un ejemplo freudiano que siempre me

interesó mucho, me refiero a lo que sucede con los muchachos que fueron a la guerra; están en la

misma trinchera donde explotó la bomba, para uno hubo un trauma de guerra y para otro no.

Freud pesca que en algún caso quedó una cicatriz, una marca en el cuerpo, y esa marca sirvió
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para que no haya trauma. La cuestión es cómo esa marca en el cuerpo funciona a la manera de

catalizador para que no se produzca ese trauma. Volveremos a tomar esto más adelante. En

función de esto, cuando efectivamente se produce un trauma, la idea de Freud, primera idea del

síntoma en esta época, es que el síntoma es el intento de resolver la descarga energética que no

hubo en su momento; como una forma de descargar a partir del síntoma. Por eso en esta época,

teniendo en cuenta esta teoría – resumida así, porque estamos resumiendo mucho simplemente

para tener las nociones en las que está pensando Freud en esa época - la idea de Freud era hacer

volver al paciente al segundo grupo psíquico, donde anida ese cuerpo extraño, que no ha podido

ser descargado y ayudar a esa persona o a ese paciente a descargar lo que no pudo descargar en su

momento.

Entonces la técnica es vía la hipnosis; mediante esa técnica volver al segundo grupo psíquico y

hacerle descargar lo que no pudo descargar en su momento.

Una cuestión importante es que ya desde el comienzo en Freud, el trauma tiene connotaciones

estructurales. Es decir, el trauma no depende en un punto de la contingencia de la vida; en un

punto sí, en otro no. Porque ya en Freud está la idea, y ustedes deben haber escuchado hablar, de

las dos fases de la sexualidad, lo bifásico de la sexualidad. Freud, ya inicialmente presenta que

hay sexualidad en la infancia; cuestión que ahora todo el mundo acepta y todo el mundo acuerda

y conoce pero que en su época estaba planteado en otros términos.

Entonces, les decía que aquello que no puede ser descargado ni con palabras ni motrizmente, es

traumático. Así, la idea de Freud es que para los niños, cuando irrumpe la sexualidad no hay

manera de descargarla ni asociativamente ni motrizmente; no están en condiciones. Entonces, la

irrupción de la sexualidad, necesariamente tiene un efecto traumático, ¿se sigue la idea de Freud?

Después veremos que en los adultos tampoco hay palabras para la cuestión de la sexualidad, y

con la motricidad se encuentran serias dificultades. Es decir que el trauma tiene la contingencia
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de la vida de cada quien; pero a la vez, por ser seres humanos y tener esta característica de la

sexualidad en la infancia, necesariamente estamos todos traumatizados.

Entonces, teníamos la técnica de la hipnosis en esta época. Freud tenía dos alternativas: una es

propiamente la que les decía antes, la catarsis, descargar. Esto está muy incorporado hoy para

todo el mundo: que es bueno descargarse, sacarse las cosas de encima, a tal punto que en el

extremo hay gente que dice que hay que decirlo todo, etcétera. El psicoanálisis no recomienda

eso, hay cosas que es mejor no decirlas, que es mejor guardárselas, que le hacen bien a la salud

de la persona y a los que están alrededor de esa persona también… pero es de ahí que provienen

todas esas ideas que después andan dando vueltas por el mundo “psi”. Les decía, por un lado la

catarsis y por otro lado la sugestión; era algo que Freud utilizaba. La sugestión en este caso era

muy concreta, muy precisa: se hipnotizaba a alguien y se le daba la orden que cuando se

despierte, chau síntoma; usted se despierta y se olvida del síntoma.

La finalidad en esa época era eliminar los síntomas. Como los síntomas cumplían una función en

el aparato, que era tratar de descargar el cuerpo extraño, que era lo traumático para cada uno,

había que hacer algo con el trauma. Si se resolvía el trauma, se eliminaban los síntomas.

(Cuadro tiempo 1)

Épocas y ejes Fin de análisis Técnica Teoría

1er. Freud. Eliminar los síntomas. Hipnosis: a) catarsis Dos grupos psíquicos.
Hasta 1900
b) sugestión. Teoría energética y
traumática.

2do. Freud
1900-a 1920.

3er. Freud
Desde 1920.

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¿Por qué cambia Freud? Hay muchas respuestas que se pueden encontrar, a mí me interesan

algunas. Una que podrán encontrar por ahí, y que es verdad, Freud no era un buen hipnotizador.

Estaba media hora haciendo los pases mágicos, y la gente respondiendo: “estoy más despierto

que cuando llegué”. No había manera de que Freud lograse tener una buena técnica para

hipnotizar a la gente. Pero no creo que sea lo central, podría haberse conseguido un buen

ayudante que hipnotice a la gente o podría haber encontrado otras alternativas. El punto central es

algo que va a recorrer el psicoanálisis desde el comienzo hasta el final, y es que los síntomas

reaparecen. Se produce una descarga, y efectivamente el individuo se sentía aliviado y los

síntomas podían desaparecer un tiempo; pero al poco tiempo reaparecían. Reaparecían bajo la

misma forma, o reaparecían bajo una forma diferente. Esto también va a ser central, que los

síntomas pueden tener diversas formas de presentarse. Esto es una cuestión central hasta en la

actualidad ¿cómo demostramos la eficacia de un tratamiento? Después lo vamos a retomar. A su

vez, en este campo teórico, aparece un concepto que va a ser central para este cambio, que es el

concepto de resistencia. El concepto de resistencia, así como la teoría energética proviene de la

termodinámica, viene de la mecánica. Es importante ubicar de dónde provienen estos conceptos

porque aclaran un poco por qué Freud los utiliza. Porque efectivamente hoy también el concepto

de resistencia es usado por todo el mundo, y cualquiera que estudie o no psicología le puede decir

a otro “vos tenés resistencia a armar pareja”, o “vos tenés resistencia a tener éxito en tu trabajo”.

No tengo nada en contra de que se digan así las cosas pero no es así como la usa Freud. Freud

tiene una noción muy clara de la resistencia, extraída de la mecánica, y que tiene la siguiente

lógica: si hay un cuerpo, por ejemplo esta mesa, que está acá de esta manera, no ofrece ninguna

resistencia. Pero si yo la quiero empujar hacia delante, a partir de que quiero hacer ese

movimiento, me ofrece resistencia de acuerdo a su peso. Es decir que la resistencia sólo aparece

cuando se le quiere imprimir un movimiento hacia algún lugar. Doy otro ejemplo, alguien me
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podría decir a mí, que tengo resistencia a jugar al tenis. No juego al tenis, ni me interesa jugar al

tenis. Pero no es porque sea bueno o malo, no me interesa, no es algo que a mí me interese.

Entonces eso para mí no es ninguna resistencia. Es decir, tiene que haber algo que a mí me

empuje hacia eso y algo que me impida hacerlo. Que haya una fuerza contraria respecto del

movimiento que yo quiero hacer. Aparece entonces la resistencia porque Freud empieza a pensar

que la única manera de que los síntomas no retornen, no insistan, es que a eso que estaba en el

segundo grupo psíquico, a eso que era inconciente, había que pasarlo al otro grupo psíquico, que

es el famoso “hacer conciente lo inconsciente”. Hay que pasar lo que está en el campo del

inconsciente al campo de la conciencia; que en la primera época de Freud es equivalente a que

uno pueda tener sobre eso responsabilidad y decidir lo que hace, Que uno pueda decidir

voluntariamente.

Ahora bien, ¿por qué la resistencia? Porque una vez que se quiere pasar algo del inconsciente a la

conciencia, allí aparece la resistencia; en el pasaje de una instancia a la otra, no antes. Se supone

que si uno lo pasó a la conciencia, uno va a dominar eso. Ya no va a abrir el paraguas sin saber

por qué, sino que tomará su decisión, voluntariamente. Es decir, que la resistencia es claramente

un concepto interno al dispositivo analítico. Es porque forzamos que lo que está en el

inconsciente pase a la conciencia que hay una resistencia; si no se hace la fuerza, no hay ninguna

resistencia. Es más, con el primer tiempo de Freud, la técnica hipnoide favorecía a que no haya

resistencia, ¿se entiende por qué? Porque lo que estaba en el segundo grupo psíquico quedaba

ahí; la persona se podía despertar y sentir como que había descargado mucho, que estaba más

liberado, pero no tenía ni idea de lo que había pasado, eso quedaba ahí en el segundo grupo

psíquico. Es decir, cada cosa quedaba en su lugar. Es a partir de que uno quiere mover las cosas

de lugar que aparece la resistencia. Entonces, junto con el concepto de resistencia, como les

anticipé antes, Freud produce el concepto de inconsciente, con sus estatus propio, como las leyes
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de la condensación y el desplazamiento. Ustedes saben que en el inconsciente existe la

posibilidad de la contradicción, es decir que una cosa puede ser blanca y negra a la vez, se puede

amar y odiar a la misma persona. Es decir, leyes propias del inconsciente. Freud empieza a pensar

que entre el inconsciente, y lo que estrictamente habría que llamar preconciente, hay una

instancia de censura que es la que ofrece esa resistencia. Finalmente, otro concepto que aparece

en esta época y que va a tener sus variaciones a lo largo de la obra de Freud, es la transferencia.

Transferencia; así como la teoría energética proviene de la termodinámica, la resistencia de la

mecánica, la transferencia es un término que se extrae del discurso económico. Como cuando se

transfiere un monto de dinero de una cuenta a la otra. Freud plantea esto en La interpretación de

los sueños3, cuando habla del resto diurno. El resto diurno es una representación cualquiera, que

no tendría ninguna importancia, a la cual se le desplaza un monto de energía que tiene que ver,

según Freud, con el deseo inconsciente, y que conlleva efectivamente un monto de energía

grande. Es entonces, como cuando uno desplaza un monto, en este caso podría ser de energía, de

dinero, de una cuenta a la otra. Es interesante el ejemplo del monto dinero de una cuenta a la otra

porque finalmente las cuentas no son más que números, son puros representantes. Puede estar

llena o puede estar vacía, puede estar a medio camino, etcétera; pero finalmente, uno cuando

tiene una cuenta en el banco, uno se lo puede imaginar pero no es que están todos los billetes ahí

y dice “esos son míos”. Lo único que figura ahí es que ese número de cuenta tiene tal dinero.

Después veremos cómo esta noción de transferencia se enlaza con lo que comúnmente llamamos

la transferencia analítica, y que parte de esta concepción y tiene que ver con esto.

Conviene preservar esta noción porque además van a ver que más adelante, el concepto de

transferencia, va a ser central para dividir las nosografías. Quiero decir que más adelante verán

que Freud distingue las neurosis de transferencia y las neurosis narcisistas, es decir, aquellas que

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pueden establecer transferencia, y aquellas que no; aquellas que pueden desplazar esos montos de

energía y aquellas que no.

Entonces, a partir de esto, ya la técnica no puede ser la misma. Dijimos que la hipnosis favorecía

que no haya resistencia, el dejar todo en su lugar; entonces aparece la asociación libre como

técnica. ¿En pos de qué? En pos de un fin que está dividido en dos. Lo van a ver al comienzo del

historial de Dora4. Freud lo plantea con todas las letras. Dice que hay un fin científico, si ustedes

quieren epistémico, y un fin práctico. El primero es hacer conciente lo inconsciente, y el segundo

es eliminar los síntomas. La idea de Freud es que si hacemos conciente lo inconsciente, se pueden

eliminar los síntomas. La asociación libre, es verdaderamente un engaño; proponerle a cualquiera

que asocie libremente, ¿por qué es un engaño? Porque lo que cree Freud es que si se larga a

hablar sin muchas ataduras, lo que se va a reconocer en eso que dice, son las determinaciones del

inconsciente. Entonces libre, nada de libre; está totalmente determinado por el inconsciente. Es

decir que Freud busca, como él lo llamaba, vías regias de acceso al inconsciente, vías directas

hacia el inconsciente; sea el sueño, sean los fallidos, etcétera. Frente a esto, aparece entonces

dentro de la técnica, la interpretación; que es la acción del analista que posibilita el pasaje de una

instancia a la otra.

Entonces, del lado del paciente la asociación libre; del lado del analista, la interpretación, que es

la que debería posibilitar el pasaje del lo inconsciente a lo conciente.

Van a ver que en esta época tienen los casos clínicos freudianos, y hay una pregunta que vale la

pena hacerse: ¿por qué después de 1920 Freud no presentó ningún caso clínico más? Habría que

ver si algunos textos de Freud no son presentaciones de casos clínicos diferentes, por ejemplo:

Pegan a un niño. Pero en principio, los cinco casos clínicos están en esta época: Dora, El hombre

de las Ratas, El Hombre de los Lobos, Schreber, Juanito. Quizá es la época más clásica de Freud.

Hay que tener presente que Freud escribe La interpretación de los sueños en 1900. Un dato que
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me gusta dar para que tengan un panorama de lo que sucedía en esa época; cuando él decide ir a

dar esas conferencias a la universidad, 1916 y 1917, Freud entre otras cosas decide ir a la

universidad porque había hecho una edición de 200 ejemplares de la Interpretación de los sueños

y todavía quedaban ejemplares sin vender.

Eso muestra lo poco que se leía a Freud. Es decir, si Freud era conocido es porque era un especie

de brujo de la época, como el brujo o cura sanador al que iba esta pobre gente; era una especie de

cura sanador de la época a la cual iban todos aquellos por los que la medicina no había podido

hacer nada y se había hecho conocido porque lograba cosas que nadie lograba. Pero de ahí a

conocer lo que Freud decía… lo leía muy poca gente. Es una época en la que Freud está recluido

con un grupo. Bien, ¿con que se encuentra Freud en 1920? Con un problema muy parecido al que

se había encontrado en 1900: los síntomas persisten. Más allá de hacer conciente lo inconsciente,

hay algo que insiste, que no cede. Ya los análisis son mucho más largos, habían dejado de ser los

tres encuentros de hipnosis que eran antes; tampoco eran como pueden ser ahora un análisis, de

años, pero ya eran una punta de meses. Inclusive con algunos análisis bastante más largos, como

el del Hombre de los lobos por ejemplo, que duró cuatro años más o menos; y sin embargo Freud

seguía encontrándose en el horizonte con que hay algo del síntoma que insiste y permanece.

Freud empieza a plantear, a partir de allí, un nuevo principio. Lo que va a llamar el Más allá del

principio del placer. En un sentido es un cambio radical, en otro sentido es un cambio de énfasis;

y hay que aclararlo, el principio del placer no desaparece. Está el principio del placer pero

además está el más allá del principio del placer, que rige el aparato. Toda la cuestión es qué rige

el aparato. La idea de Freud es que existía un principio del placer que mantenía al aparato en un

nivel mínimo de energía, no en cero, porque para Freud el cero de energía es equivalente a la

muerte. El principio del placer, donde se muestra muy bien - lo vamos a trabajar cuando veamos

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el tema - es en la neurosis obsesiva. El neurótico obsesivo es alguien que puede instalarse muy

bien en el principio del placer.

No vayan a creer que en Freud el principio del placer es ¡oh qué lujuria! Para nada… el principio

de placer es: gano diez, gasto nueve y medio y me quedan cincuenta por las dudas; eso es el

principio de placer para Freud, no es ni más ni menos que eso. Es mantener las cuentas

equilibradas. Y, para que esto suceda no alcanza sólo con el principio del placer, sino que Freud

pone como contrapunto el principio de realidad; es lo que le hace de contrapunto al principio del

placer para que un neurótico obsesivo haga estas cuentas.

El principio del placer en la primera época era que uno quiere comer y sueña que come, se acabó.

Tiene este aspecto el principio del placer, que podría también llevar a la muerte si uno se quedara

solo en eso. Lo que equilibra el principio de placer siempre es el principio de realidad. El

principio de realidad es lo que hace que uno se despierte, por más que sueñe que está comiendo y

que la está pasando fantástico en ese sueño, se despierte y tenga que ir a la heladera además de

soñar, en el caso de que la heladera esté bien provista... Se ve allí que hay un contrapunto

entonces entre un principio y el otro, y cuando uno dice más allá del principio del placer podría

decir más allá de los principios, porque va uno agarrado del otro. Si en un primer momento la

división era entre el principio del placer y el principio de realidad, esto se mantiene, esto no

desaparece para Freud pero corre la división entre los principios y el más allá.

(Cuadro tiempo 2)

Épocas y ejes Fin de análisis Técnica Teoría

1er. Freud. Eliminar los Hipnosis: a) catarsis Dos grupos psíquicos.


Hasta 1900 síntomas.
b) sugestión. Teoría energética y traumática.

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2do. Freud Eliminar síntomas. Asociación libre. Concepto de inconsciente.


1900-a 1920. Aparato psíquico (Cc, Pcc e icc).
Hacer consciente lo Atención flotante, Transferencia y resistencia.
inconsciente. interpretación.

3er. Freud
Desde 1920.

¿Cómo aparece el más allá del principio del placer? esto sí es totalmente novedoso. Esto no

responde a ningún bienestar para el individuo, y es la idea que intento transmitir desde los

primeros teóricos; una idea muy freudiana que rompe con toda una historia del pensamiento y es

la de que la satisfacción y el bien del individuo no van juntos.

Lo que ustedes vieron es que el principio del placer es “tengo hambre, trato de comer”; se supone

que la satisfacción, la saciedad del hambre, va de acuerdo al bien del individuo. En cambio acá es

más bien del estilo “metí los dedos en el enchufe, eso me hace mal, y quiero más”; quiero más de

eso, quiero más de eso que me hace mal, y que no hace falta que nadie me explique que me hace

mal, lo sé perfectamente. No hace falta que venga nadie a darnos clase de que aspirarse un tarro

entero de cocaína en el cuerpo hace mal; el que se lo aspira lo sabe perfectamente. Sin embargo,

quiere más, quiere dos tarros, y después del segundo quiere un tercero. Eso es el más allá del

principio del placer.

Por supuesto los ejemplos freudianos no eran estos; es más, Freud tenía cierto gusto por la

cocaína, todo el mundo lo sabe. Es más, con la cocaína había tenido uno de sus más grandes

fracasos. Ustedes saben que Freud administraba cocaína, porque fue uno de los descubridores del

factor anestesiante de la cocaína, y él la consumía además para anestesiar su garganta cuando

tenía grandes dolores por su cáncer, pero también en el comienzo él la administraba para

operaciones, etcétera. Volviendo al punto, los ejemplos freudianos sobre el mas allá están más
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ligados al famoso ejemplo del fort-da, que ustedes deben tener presente. Un bebé que juega, un

infans que juega a que la madre se va. Freud se pregunta cómo puede ser, si eso le da

insatisfacción, que juegue a algo que le da insatisfacción. Otro ejemplo son los sueños

traumáticos. Freud tenía la idea, ustedes lo saben, que los sueños son una realización de deseo.

Todo el texto de interpretación de los sueños está escrito para demostrar esa tesis. Si alguien

quiere saber lo que es un trabajo de tesis para un doctorado o una maestría, es ese texto. Tiene

una tesis y la intenta demostrar desde el comienzo hasta el final; la tesis es: los sueños son una

realización de deseo, y es lo único que intenta demostrar a lo largo de todo ese texto. Por primera

vez Freud acepta, en el texto Mas allá del principio del placer, que hay sueños que no son una

realización de deseo, con una astucia fantástica, que es que la excepción hace a la regla. Es decir,

que hay algunos sueños que no son una realización de deseo, pero eso fortalece más su tesis.

Lean hasta qué punto Freud llevaba siempre las cosas.

Es recién al final de su obra, en un pequeño texto del segundo grupo de conferencias, en una

revisión sobre los sueños donde Freud contradice de alguna manera su propia tesis con una

pequeña variación; dice que los sueños son el intento de realización de deseo y que en ese intento

pueden pasar muchas cosas. Entre ellas, que no sea una realización de deseo, claramente. Pero el

sueño traumático que describe en El más allá del principio del placer, es paradojal, porque lo que

trae el sueño traumático es sistemáticamente la explosión de la bomba. Uno sueña una y otra vez,

sistemáticamente todas las noches, y se despierta porque la bomba le vuelve a explotar, es decir,

todas las noches volvemos a meter los dedos en el enchufe. Uno se va a dormir y vuelve a meter

los dedos en el enchufe, a tal punto que los individuos no quieren dormirse para no meter los

dedos en el enchufe. Entonces, padece de un insomnio con tal de no toparse con lo mismo. Hay

un aparato que lo lleva al individuo, vez tras vez, a ese mismo punto. Planteadas las cosas así, ya

el aparato psíquico es otra cosa, ya el sujeto es otro sujeto, ya no es lo mismo que era hasta ahora.
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Nueva Cátedra de Psicopatología I – Tres tiempos en Freud

Entonces aquí en la teoría tenemos el más allá, van a ver que hay textos, como por ejemplo “La

pérdida de la realidad en la neurosis y la psicosis”5 en los que va a tratar de diferenciar la neurosis

y la psicosis pero a partir de este planteo. Es decir, cómo vemos las cosas a partir de plantear

esto. Lo que había trabajado antes, una vez que planteó esto, cambia radicalmente. Entonces es

necesario barajar de nuevo.

Es decir, apareció el más allá del principio del placer y produce la segunda tópica: ello, superyó,

yo6, como nociones centrales de esta época y partir de ello hay un cambio en muchos aspectos.

Van a ver que Freud cambia su noción de la angustia7, su noción de la represión, el estatuto de la

represión cambia, cambian conceptos centrales en la obra de Freud. Alrededor de estos cambios

empiezan a aparecer nociones que marcan un Freud en un sentido mucho más… ¿cómo decirlo?

Mucho más humilde respecto de lo que se puede pretender del sujeto humano y de lo que se

puede pretender en una terapia analítica.

Se empieza a topar de diferentes maneras con puntos totalmente infranqueables; nombrado como

reacción terapéutica negativa o como beneficio primario del síntoma, cuestiones que vamos a ir

viendo. Pero, en todo caso, el beneficio primario del síntoma es lo que en literatura se llama un

oxímoron. Un oxímoron es una figura que se contradice a sí misma; es una figura retórica, por

ejemplo “la luz de la oscuridad”. En algún sentido, el beneficio primario del síntoma es casi

inentendible, porque lo que Freud describe ahí no tiene nada de beneficioso. Freud dice que hay

un beneficio secundario del síntoma. Van a ver en Dora, “porque tose…”, (invento, no es

exactamente así), “porque tose, no va a trabajar”, ya que esta se queda en la casa, entonces

tenemos ahí el beneficio secundario del síntoma; le saca un beneficio al síntoma. Ahora, el

beneficio primario del síntoma es totalmente económico, lo único que importa ahí es que la

pulsión se satisface en ese síntoma. Pero para el individuo no trae ningún beneficio de nada.

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Nueva Cátedra de Psicopatología I – Tres tiempos en Freud

Una cosa es que se satisfaga la pulsión, y otra cosa que eso tenga un beneficio para el individuo.

Lo digo en otros términos: chuparse el dedo para un bebé, ni hablar para un adulto, pero para un

bebé, no sirve para nada; esto es lo que describe Freud finalmente. Después podrán algunos

querer creer que por chuparse el dedo va a tener más práctica para agarrarse de la teta, de la

mamadera… Nada que ver una cosa con la otra.

Lo que Freud describe es que el niño se alimentó, está totalmente satisfecho y sin embargo quiere

algo más. Lo que muestra Freud es que si uno se queda todo el día chupándose el dedo eso lleva a

la muerte, es equivalente a meter los dedos en el enchufe… ustedes dirán ¡bueno pero no tiene

tanto sarandeo chuparse el dedo como meter los dedos en el enchufe! Pero, finalmente, van a

parar al mismo lugar. Es decir que eso, eso para Freud, es equivalente al beneficio primario del

síntoma, es como chuparse el dedo si ustedes quieren, porque no sirve para nada. Por eso digo

que es un oxímoron, porque no tiene nada de beneficioso, al menos para el individuo. En todo

caso, si es un beneficio, será un beneficio para la pulsión.

Bien, entonces respecto de la técnica, Freud continúa con la asociación libre y la interpretación,

pero van a ver (quizá esto no lo trabajemos nosotros simplemente lo señalo) que Freud se

encuentra en este tercer tiempo, con un límite a la interpretación también, e intenta encontrar

alternativas, entre ellas la construcción.

Respecto del fin de los análisis; Freud tiene un texto, a mi gusto fantástico, en donde pone en

cuestión toda su obra. Se trata de Análisis terminable e interminable8, donde la pregunta de Freud

es, en algún sentido, gráfica. La pregunta de Freud es qué diferencia hay entre alguien que se

analizó y alguien que nunca hizo un análisis. No dice alguien que terminó un análisis y alguien

que está en la mitad; se ve lo gráfico que es Freud. La diferencia es entre alguien que hizo un

análisis y alguien que nunca hizo, nunca empezó ni está por asomo de empezar. O sea, que pone

en cuestión toda su obra. Es la forma que Freud siempre ha tenido, esa honestidad intelectual
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Nueva Cátedra de Psicopatología I – Tres tiempos en Freud

desde el comienzo hasta el final. Con cierta idea, esto no lo vamos a desarrollar hoy, con cierta

idea clara a esta altura de que hay algo infranqueable. Algo que Freud llamó la roca de la

castración, y que hace que las cosas puedan llegar hasta ahí, que no se puedan estirar más que eso

en un análisis. Es por esto que para alguien que se dedica al psicoanálisis, si hizo un análisis,

conviene cada tanto retomarlo. Digamos que el psicoanálisis no da una vacuna anti-neurosis que

sirve para toda la vida, y con eso hay que arreglárselas cada vez.

(Cuadro tiempo 3)

Épocas y ejes Fin de análisis Técnica Teoría

1er. Freud. Eliminar los síntomas. Hipnosis: a) catarsis Dos grupos psíquicos.
Hasta 1900
b) sugestión. Teoría energética y
traumática.

2do. Freud Eliminar síntomas. Asociación libre. Concepto de inconsciente.


1900-a 1920. Aparato psíquico (Cc, Pcc
Hacer consciente lo Atención flotante, e icc). Transferencia y
inconsciente. interpretación. resistencia.

3er. Freud Eliminar síntomas. Asociación libre. Mas allá del principio del
Desde 1920. placer.
Hacer consciente lo Atención flotante,
inconsciente. interpretación. Segunda tópica (yo, ello y
superyo).
Reacción terapéutica Construcciones.
negativa. Roca de la castración.

Análisis terminable o
interminable.

Finalmente, para concluir con esto; tenemos mucho más pero vamos a ir retomándolo a lo largo

de la cursada; cada uno de estos tiempos responde a una nosografía diferente. Las llamaremos

simplemente “primera nosografía”, “segunda nosografía” y “tercer nosografía” freudianas. En

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cada uno de estos tiempos tendremos una manera de pensar la relación, no digo la diferencia, la

relación neurosis y psicosis de manera diferente.

Digo relación y no diferencia porque no es tan claro en Freud que la neurosis y la psicosis queden

totalmente separadas. Es algo que lo vamos a ir charlando y discutiendo, si Freud ha podido

finalmente separar la neurosis de la psicosis.

Claramente se ve en el cuadro, que a partir de estas nociones en una época se arma toda una

lógica nosográfica, en otra se arma otra lógica nosográfica y al final se arma otra nosografía con

otra lógica clínica. Para abordar eso hay que tener cierta idea de este esquema porque sino uno

puede quedar perdido en el mar de los conceptos freudianos.

Bueno, la vez que viene vamos a trabajar en relación con la función paterna. Si quieren, no figura

en el cronograma pero pueden leer para refrescar Tótem y Tabú9, fundamentalmente la parte del

texto que habla del mito de la horda primitiva.

Notas

1
Freud, S. (1896) Nuevas puntualizaciones sobre las neuropsicosis de defensa, Obras Completas, tomo III,
Amorrortu, Buenos Aires, 1986
2
Freud, S. (1895) Sobre la justificación de separar de la neurastenia un determinado síndrome en calidad de neurosis
de angustia, Obras Completas, tomo III, Op. Cit.
3
Freud, S. (1900) La interpretación de los sueños, Obras completas, tomo IV y V, Op. Cit.
4
Freud, S. (1905) Fragmento de análisis de un caso de histeria, Obras completas, tomo VII, Op. Cit.
5
Freud, S., (1924) La pérdida de la realidad en la neurosis y la psicosis, Obras Completas, tomo XIX, Op. Cit.
6
Freud, S. (1923) El yo y el ello, Obras Completas, tomo XIX, Op. Cit.
7
Freud, S. (1926) Inhibición síntoma y angustia, Obras Completas, tomo XX, Op. Cit.
8
Freud, S. (1937) Análisis terminable e interminable, Obras Completas, tomo XXIII, Op. Cit
9
Freud, S. (1913) Tótem y tabú, Obras Completas, tomo XIII, Op.Cit.

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