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Suelo: El suelo se define como el material mineral y orgánico, no consolidado, de

la capa superior de la tierra, el cual sirve como medio natural para el crecimiento
de plantas terrestres. Este material ha sido expuesto a factores ambientales como
el clima, los macro y micro organismos, que han actuado sobre la roca madre por
cierto periodo de tiempo, para producir un suelo con características propias en su
composición física, química, biológica y morfológica. (Ministerio de Agricultura) El
suelo está compuesto por minerales, materia orgánica, diminutos organismos
vegetales y animales, aire y agua. Es una capa delgada que se ha formado muy
lentamente, a través de los siglos, con la desintegración de las rocas superficiales
por la acción del agua, los cambios de temperatura y el viento. Las plantas y
animales que crecen y mueren dentro y sobre el suelo son descompuestos por los
microorganismos, transformados en materia orgánica y mezclados con el suelo.

El suelo es considerado como un recurso natural renovable, del cual dependen


grandemente las actividades humanas, como ser: minería, agricultura, ganadería,
jardinería, construc-ción, urbanismo, obras civiles y militares, forestaría, etc. El
suelo es muy importante, principalmente para los organismos vivos de la tierra, por
las circunstancias siguientes: - Sirve de hábitat o vivienda. - Nutre a las plantas, de
las cuales se obtienen cosechas. - Es fuente de materia prima para las actividades
de la humanidad (petróleo, gas, carbón, oro, plata, cobre, hierro, etc.). - Es un
depósito de agua. - Sirve de plataforma para las construcciones que realizan el
hombre y ciertos animales (casas, edificios, aeropuertos, carreteras, etc.).

COMPOSICIÓN: Se pueden clasificar en inorgánicos, como la arena, la arcilla, el


agua y el aire; y orgánicos, como los restos de plantas y animales. Uno de los
componentes orgánicos de los suelos es el humus. El humus se encuentra en las
capas superiores de los suelos y constituye el producto final de la descomposición
de los restos de plantas y animales, junto con algunos minerales; tiene un color de
amarillento a negro, y confiere un alto grado de fertilidad a los suelos.

Principales minerales del suelo MATERIA INORGANICA: La fracción pesada


constituye, generalmente el 1-2% de la fracción arena. Los minerales alterables
son silicatos de Fe, Mg, Ca (augita, hornablenda, moscovita, biotita), óxidos de Fe
(ilmenita, magnetita), carbonato cálcico (calcita), etc. Además, esta fracción está
también constituida por minerales no alterables, tales como zircón, turmalina, etc.,
que son de gran utilidad para hacer diagnósticos. Por tanto, las fracciones limo y
arena de la mayoría de los suelos, consta principalmente de minerales de color
claro, la mayor parte cuarzo y feldespatos y de muy pocos minerales de color
oscuro (de Fe y Mg). Las propiedades de esta importante fracción varían de un
suelo a otro, dependiendo de los porcentajes con que se presentan los diferentes
componentes, principalmente inorgánicos, cuya naturaleza y tamaño varían para
cada uno de ellos. En la mayor parte de los suelos, estos componentes minerales
están formados, principalmente, por silicatos alumínicos hidratados; sin embargo,
en suelos tropicales rojizos muy alterados, un porcentaje muy alto de esta fracción
arcilla está constituida por óxidos e hidróxidos (sesquióxidos), cristalinos y no
cristalinos, de hierro y aluminio. Para fines prácticos, se puede considerar que la
fracción arcilla es la fracción coloidal mineral. Las propiedades que dicha fracción
coloide confiere al suelo son: contracción, floculación y dispersión, plasticidad y
cohesión. Las arcillas

Tienen propiedades físico-químicas muy marcadas debidas al efecto combinado


de dos factores: la alta superficie específica y la carga eléctrica existente en la
estructura silicatada básica de los minerales de arcilla. Se define la superficie
específica como el área superficial por unidad de peso. Las partículas de arcilla se
caracterizan por la llamada capa doble iónica: la sólida, formada por partículas de
arcilla cargadas negativamente, está rodeada por una capa difusa, en fase líquida
de cationes cargados positivamente (Ca++ , Mg++ , Na+ , K+ , NH4 + , H+ , Al+++
). La capacidad de intercambio catiónico (CEC) de los suelos no varía solamente
con el tipo y porcentaje de arcilla, sino también con el contenido en humus, la
arcilla y el humus juntos constituyen el llamado complejo de cambio del suelos.
Conforme más se alteran las arcillas y se hacen más inertes, la capacidad de
adsorción catiónica disminuye, y aumenta la de adsorción aniónica (fosfatos, etc.).
El AIRE DEL SUELO: La cantidad y composición de aire en el suelo tiene
influencia en el comportamiento fisiológico y en el crecimiento de la planta, por
consiguiente es necesario conocerlo, así como los métodos de su renovación.
Composición de la atmosfera del suelo: El aire del suelo es una mezcla de N2, O2
y CO2 con cantidades variables de vapor de agua. Aireación del suelo: Las
condiciones de aireación del suelo dependen de la eficacia en cambio de gases
entre el suelo y la atmosfera. La presencia de oxigeno resulta imprescindible para
la respiración de las raíces y de los microorganismos aerobios que viven en el
suelo. Un suministro inadecuado de oxigeno se reflejara tanto en el coeficiente
respiratorio, como en la tasa de respiración. El oxígeno afecta al crecimiento al
incidir sobre la absorción de nutrientes y de agua en la mayoría de las plantas.

En condiciones de exceso de agua, únicamente pueden sobrevivir aquellos


organismos que estén adaptados a tales condiciones. Las raíces de las plantas y
la mayoría de los microorganismos del suelo utilizan oxígeno (O2) tomado del aire
del suelo y expulsan anhídrido carbónico (CO2), para este proceso respiratorio se
necesita un continuo aporte de oxígeno, particularmente en suelos de textura fina
en climas húmedos y en suelos bajo riego, un insuficiente aporte de oxígeno
limitaría el desarrollo de las plantas. La mejora de la aireación del suelo es uno de
los principales objetivos del drenaje. Existe una relación inversa entre suelo-aire y
suelo-agua. Una excesiva cantidad de agua implica una reducción de la cantidad
de aire en el suelo. Es de especial importancia el contenido de aire en el suelo uno
o dos días después de una fuerte lluvia o de un riego, cuando se ha eliminado la
mayor parte del agua de la gravedad. El espacio poroso lleno de aire en tales
condiciones recibe frecuentemente los nombres de porosidad de aireación,
capacidad de aireación o porosidad no capilar. Se puede definir por medio de la
tensión del agua en el suelo, tamaño del diámetro de los poros, o porcentaje en
volumen. Como regla general, se puede decir que un suelo está bien aireado si su
porosidad de aireación es del 10% en volumen. Manejo del aire del suelo:
Aireación adecuada puede definirse como una condición en la cual la velocidad de
la difusión del oxígeno es al menos 30x10-8 g/cm2 y la concentración del oxígeno
del aire del suelo sea al menos 10 por ciento en la profundidad del límite de la raíz
genética de la planta en referencia. Desde que la difusión es el principal agente de
la renovación del aire, el método del manejo del aire del suelo tiene que ser tal que
afecte la velocidad de difusión potencial. Estos son cambios en estructura,
contenido de humedad y temperatura. Una estructura más abierta, un contenido
de humedad más bajo y una temperatura alta incrementaran la velocidad de
difusión.(García, 1992) En el intercambio de gases entre el suelo y la atmósfera
entran en juego dos mecanismos diferentes, que son: Difusión y convección: Es
por medio de la difusión por donde la mayor parte del aire del suelo se mueve. En
este proceso, los gases individuales se mueven como respuesta a las diferencias
en su propia presión parcial, o gradientes. Debido a los procesos de respiración de
las raíces y microbios, la presión

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