Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
MANHATTAN MEDEA
MANHATTAN MEDEA
Alle Rechte vorbehalten, insbesondere das der Aufführung durch Berufs- und Laienbühnen, des
öffentlichen Vortrags, der Verfilmung und Übertragung durch Rundfunk und Fernsehen. Das
Recht der Aufführung ist rechtmäßig zu erwerben vom:
All rights whatsoever in this play are strictly reserved. No performance may be given unless a
licence has been obtained. Application for performance etc., must be made before rehearsals
begin, to:
Verlag der Autoren GmbH, Schleusenstr. 15, 60327 Frankfurt/Main,
Postfach 111963, Frankfurt/Main, 069-23857420, Fax: 069-24277644,
E-mail: theater@verlag-der-autoren.de,
Präsentiert für Spanien durch/Represented for Spain by:
International Editors’ Co., Rambla Cataluña 63, 3" 1°, E - 08007 Barcelona, Tel.:++34
(0)3 2 15 88 12
Fax: ++34 (0)3 4 87 35 83
E-mail: ieco@inte rnationaleditors.com
LAS PERSONAS:
MEDEA
JASÓN
SWEATSHOP-BOSS, en silla de ruedas
VELÁZQUEZ, un portero de Fifth Avenue
DEAF DAISY, un travesti sordo
UN CHICO, aprox. 7 años, papel mudo
Manhattan, en el presente.
3
Una casa rica sobre Fifth Avenue. Velázquez, el portero, en la entrada. Medea,
esperando.
MEDEA Se lo impido.
VELÁZQUEZ Usted está parada en esta esquina hace tantas horas. Ayer de noche su
sombra apareció lentamente bajo la luz del farol. Hasta altas horas de la noche, todo lo
que vi, fue su figura oscura, inmóvil. Hasta que me dormí. Me merezco un castigo,
porque olvidé mis obligaciones. Ya la tendría que haber denunciado. A lo mejor, una
espía, un peligro para esta casa.
MEDEA Una ladrona, una vendedora de drogas. Quizá solamente una puta, nada
peligroso.
VELÁZQUEZ Cuando abrí los ojos al alba, creí ver un fantasma. Su silueta en el
mismo lugar. Será de carne y hueso. La puedo tocar.
VELÁZQUEZ Entonces, qué quiere usted de mí. O se trata de estas paredes, a las que
usted quiere atravesar con su mirada, aguda y brillosa después de una vigilia excesiva.
VELÁZQUEZ Ah sí, por supuesto. Pero mejor que no lo llame así delante de él. No
creo que le agrade. Para nosotros es Mr Sawyer, Mr Sawyer Sir.
VELÁZQUEZ Mi librea fue más cara de lo que mi deber le cuesta a mi patrón cada
mes.
VELÁZQUEZ Debo ahorrar mucho tiempo para la tela. Los colores. Los pinceles. Mi
nombre es Velázquez. El último pintor de cámara importante antes de la revolución. Yo
soy Velázquez. Cuando no estoy parado aquí para cumplir mi deber, pinto; en casa, en
mi cuchitril de Harlem, Calle 147 cerca del Bulevar Malcolm X. Ese sí que es un deber
superior. No se puede comprar. – Aprendo a través de la imitación. Todavía lo imito, al
otro Velázquez. Todavía me someto a cada detalle de sus cuadros estudiándolos
minuciosamente, pero en la actualidad mis copias ya son creaciones propias, que
miradas de cerca superan a mi antepasado. Soy el maestro de la copia. Y sin embargo –
cuando la firmo, la convierto en original. Una copia, que no lo es. Un Velázquez falso,
convertido en uno de verdad. – Pero el día, que realmente importe, yo seré el único
Velázquez. El único. –
VELÁZQUEZ Pero no. Mr Sawyer es un hombre feliz. Un hombre feliz, esto quiere
decir, una familia grande, comprende. Se podría decir que ha tenido mucha mala suerte.
Pero es un hombre valiente. Eso vale. Verdad, no. – Si, tiene cuatro hijas, todas casadas,
menos una. – Quiere que yo lo retrate. Pero dice que debería pintar “la verdad, no su
apariencia”. Lo estuve pensando. Y después le dije, Mr Sawyer Sir, creo que todavía no
he llegado a este punto.
VELÁZQUEZ Si, la más joven. A esa no la quisiera pintar. Uy, qué difícil. Un nido de
ratones se quedaría más quieto que ella. – Dígame, señora, en realidad usted no es de la
prensa, no – porque de lo contrario ya lo sabría.
Silencio.
VELÁZQUEZ La chica pescó un tipo por ahí; nadie lo conoce, nadie sabe algo sobre
su pasado. Por lo menos no acá, usted me entiende. Quién sabe, dónde tropezó con él.
Ella anda mucho por ahí, Lower Eastside y lugares así. Le parece chic. Ella lo llama
“escapar de su destino”. A veces se cruza conmigo de noche y me dice “Hola pintor,
hoy me escapo de mi destino...” y ya no está. Así que hace menos de tres semanas
conoce a ese hombre, y desde entonces los dos han sido inseparables, y eso todo el día...
como dos pájaros en celo –
MEDEA Dos pájaros en celo – me gustaría ver eso con mis propios ojos.
VELÁZQUEZ Si, y le voy a decir algo más, usted se lo merece. Se lo merece. Mire,
yo la he observado y, aunque por supuesto no podría jurarlo, me parece – ella nunca
tuvo un amigo antes, quiero decir de verdad, usted me entiende. El es su primer hombre,
si esto no es una razón, para descorchar una botella. Así son las cosas. Es tan joven.
Recién salida del nido. Y tan dulce, el pajarito, qué digo, un ángel. Inteligente y dulce.
MEDEA Realmente. Brillante como el oro. Preciosa como el mármol. Suave como el
terciopelo.
VELÁZQUEZ Sí, señora. Pausa. Frente a tanta suerte más de un hombre tendría
pesadillas. – Ahora debería volver a cumplir con mi deber, no. – Ah, si usted quiere
hacerse retratar alguna vez, soy de primer nivel. Recomendación de Mr Sawyer. Un
retrato para usted, qué le parece. Piénselo, un auténtico Velázquez; una oportunidad que
no se repite tán fácilmente –
MEDEA Cuando llegue a tener un poco de dinero – Pausa. Qué le parece, como pintor
usted conoce a los hombres, no se debería desconfiar de él.
6
VELÁZQUEZ De quién, del nuevo. Pausa. Ya es tarde. Sus bodas serán mañana.
MEDEA No. Solamente recibí una carta, en ella decía que – esto va demasiado rápido
–
VELÁZQUEZ Una invitación, entonces nos veremos de nuevo mañana. Será una
fiesta grande. El alcalde, los gobernadores. Tocará la Orquesta Filarmónica.
Pausa.
MEDEA Y –
MEDEA Sí.
VELÁZQUEZ Sin embargo, cuanto más lo mire, más atractivo le parecerá. Un hombre
lindo. Sin duda. Quizá debería hacer un retrato de él –
MEDEA Descríbamelo.
un traje hecho a medida, pero – no le queda bien. Me di cuenta que tiene que ver con
sus hombros. A veces, cuando cree estar solo, camina y se para como un viejo. Y aún
así, hay allí una fuerza.
VELÁZQUEZ Señora, no me pregunte esas cosas. Hay un rumor sobre él. Un rumor
de que dejó a su mujer por la hija del jefe Sawyer. Debe ser verdad. Por algo trajo ese
niño consigo, se supone que el chico tendrá una madre.
VELÁZQUEZ Alborota toda la casa. Está excitado. Todo nuevo. Niños. – Aun así,
siento pena por la mujer. Pero qué sabemos. De pronto ella era un peligro para él.
VELÁZQUEZ Quizás algo peor. – Tiene sombras alrededor de sus ojos. Quizá sean de
un dolor. O un deseo. Aunque tendrá que olvidarse de su vida anterior. – Y al parecer su
elección no es mala para él.
Silencio.
MEDEA Espere.
Le da otro billete de dólares.
Llámelo. Por favor.
Dígale –
Dígale a Jasón –
Yo estoy aquí.
Su mujer está aquí.
Pausa.
MEDEA No te sobreestimes.
Díme qué debo hacer.
Cuánto le podrás arrebatar a la palomita,
antes de mandarnos mudar.
JASÓN Fraude –
No estoy pensando en un fraude.
Tú malinterpretaste el mensaje.
Pausa.
JASÓN La miseria.
Silencio.
JASÓN JASON.
JASON.
El nombre, que me dio, es todo lo que me queda de mi madre.
JASON, decía, americano,
y la calle se burlaba de ella.
Tendría que ser médico, según su voluntad.
Tú ves, cómo me río.
Tus manos tan hábiles, decía ella.
Sí. Sirvieron para jugador de cartas,
para cocinero, camarero –
––
La ciudad, de donde llegué, ya estaba en ruinas;
huimos, mi madre y yo, en dirección al sur, en dirección al mar.
No nos dimos vuelta, tronaba a nuestras espaldas.
Ella estaba débil, yo la cargaba sobre mis hombros, mientras ella se resistía.
Lluvia, cuando corrimos hacia el río, lluvia.
La mujer sobre mis hombros me corta
la carne con su peso inmóvil,
sentada sobre mis huesos desollados.
Cuando llegamos al río, las aguas están altas,
demasiado altas para un hombre con esa carga;
la corriente se lleva la orilla consigo.
La mujer saca su brazo de mi cuello,
11
Silencio.
Ahora no me culpes a mí
de tu miedo y tu cobardía.
Silencio.
Silencio.
Silencio.
MEDEA Así
te ocupas ahora de un futuro
sin mí.
JASÓN De tu futuro
tu misma vas a ocuparte y
mejor estando sola.
Silencio.
15
JASÓN No lo sabrá.
Pausa.
Esto no tiene sentido, Medea.
Como tú misma dices, no tienes pruebas.
Acaso quieres quedar en ridículo como una mentirosa,
cuando ya eres histérica.
Pausa.
Silencio.
Silencio.
Silencio.
MEDEA Jasón.
Quédate conmigo –
Pausa.
Jasón.
Puedes olvidar nuestra lucha,
por una vida juntos.
Puedes olvidar,
lo que juramos una vez:
Todo por el otro.
MEDEA Jasón
Yo
JASÓN Se acabó.
Silencio.
17
MEDEA Ya no te acuerdas.
JASÓN No.
JASÓN No.
MEDEA Jasón.
MEDEA Sí.
Bruja.
Quizás.
De pronto soy una bruja.
Pero entonces –
qué eres tú,
por quien me convertí en lo que soy.
Para quien hice lo que hice.
Con estas manos,
y tú lo viste.
JASÓN Yo no te obligué.
MEDEA Acuérdate.
JASÓN Calla.
JASÓN Calla.
Pausa.
MEDEA Dila.
Di la palabra.
La has olvidado.
Pausa.
Larga pausa.
MEDEA Amor.
Pausa.
Pausa.
19
MEDEA Y esa
Otra.
Para ella la pronuncias.
JASÓN Sí.
Yo la amo.
Silencio.
Silencio.
JASÓN Medea.
Mañana serán las bodas.
Pausa.
Silencio.
Silencio.
JASÓN Y te maldigo –
Pausa.
JASÓN Yo te maldigo,
y quiero, que te quedes conmigo.
Pausa.
MEDEA Y –
JASÓN Y –
Ella es inocencia.
Silencio.
MEDEA Vé Jasón
a celebrar tus bodas.
Pausa.
MEDEA Vé.
Antes de que este cuchillo mate otra vez.
Silencio.
Pausa.
24
Jasón se va.
25
El halcón
un lirio en el pico
sobrevuela la nieve
DEAF DAISY Todos en esta ciudad les hablan a todos. Sin parar. Por qué usted sería
una excepción. Las palabras vuelan por todas partes. Es cierto algunas caen al piso en
seguida y se mueren, mariposas salidas del capullo antes de tiempo. Muchas en cambio
siguen flotando y llevan una vida ingrávida en el aire. La música de las calles – La oye
–
MEDEA No.
MEDEA No.
DEAF DAISY Yo nací allí, entre un barril vacío y un guardabarros. Esto describe la
poesía del lugar. Mi padre era una chaqueta entallada color marrón oxidado con cuello
de terciopelo, imitación, y un gemelo en la manga izquierda de la camisa. Mi madre casi
siempre una falda cruzada floreada color malva con calaveras como ribetes. Arriba no
llevaba nada. Yo desarrollé mi sentido de belleza, trabajosamente, en las calles. No me
traicione. Hoy piensan que las ganas de caminar con tacos altos vienen con los genes. Si
supieran, cuánto le duelen los pies a uno, hasta que lo aprende.
Pausa.
Por casualidad usted no vio ninguna ropa interesante tirada por ahí, sombreros
27
zapatos carteras. Uno pensaría que en esta calle la gente es generosa, aunque no
derrochadora, cuando tira su ropa. Es una paradoja muy decepcionante que no lo sean.
Yo debería mantenerme lejos de estas casas, pero un loco impulso optimista me obliga a
pensar que la ley del azar podría desmentir la ley de la experiencia. Además, hay
rumores que me traen aquí, rumores –
En qué anda usted –
MEDEA Buscar algo valioso entre los pedazos – no. Pausa. No nos conocemos de
vista. Cómo se llama usted.
DEAF DAISY No no, la sorda, Daisy la sorda. Sí. Yo soy Deaf Daisy. Yo soy la caja
de una afonía, que no es tal. Solamente ausencia de sonidos audibles. Yo no conozco mi
propia voz. Pero siento sus pulsaciones. Como todos los ruidos que oscilan y vibran sin
ruido dentro de mí. Llevo en mí el silencio del universo, oigo claramente el silencio que
precede a la muerte. Preste atención –
Silencio.
Silencio.
MEDEA Supe que en el Lower Eastside hay solamente una mujer, que baila con la
muerte, sin enmudecer. Sólo una mujer, que canta en los funerales.
MEDEA Necesito un vestido rojo. Debe ser ajustado, una segunda piel desde el cuello
hasta los tobillos y las muñecas.
Silencio.
DEAF DAISY Para la boda. Pausa. Quién se casa. – Quién eres tú.
Silencio.
MEDEA Te diré, dónde puedes encontrar, lo que yo busco. El vestido, en el que estoy
pensando, es de cuero. Abajo cerca del río están las fábricas y la curtiembre.
DEAF DAISY No deja de ser peligroso. Las fábricas pertenecen al Boss. Un ladrón en
su propiedad podría aparecer con los dedos quebrados y las orejas cortadas – No es que
me preocupe mucho por las orejas –
MEDEA Yo quiero que me consigas un vestido entre los desechos, basura para ser
eliminada; un vestido que estuvo demasiado tiempo en el baño ácido –
DEAF DAISY Los colores brillan sobre el cuero como los arcoiris el Día de la Calle
Christopher. Pero donde la curtiembre los bombea al río, se juntan para formar una
mezcla, tan ácida que el simple hecho de respirar te come la nariz y te deja los pulmones
deshechos. Quien se ponga un vestido de esa lejía, no verá la mañana.
Silencio.
MEDEA Yo espero.
29
MEDEA Qué –
MEDEA Medea.
SWEATSHOP-BOSS Por qué merodeas por aquí. Por qué no entras a la casa. No te
invitó el hombre, Jasón.
Pausa.
SWEATSHOP-BOSS Tú eres la mujer del hombre que se casa con mi hija, mañana.
Me enteré que dices ser su esposa, y él habla de ti como su mujer. No me importa, cómo
ustedes llaman su cohabitación. Mañana se concibe una pareja nueva ante la ley. Y la
vieja será como si jamás hubiese existido.
SWEATSHOP-BOSS Mira, Medea. Jasón me pide que te reciba. Qué siento en su voz:
compasión. Un rastro de culpa. El deber del padre. – Intenta esconder de mí sus razones
– y apela a mi sensibilidad humana. Esto me hace reír. O debería decir, desconfiado.
Qué sé yo. De pronto le motiva el deseo. Te querrá tener a mano. Mi hija significa un
casamiento por dinero, y no hay macho en la ciudad que no la desee. Ella lo sabe. Debe
de producir cierta satisfacción decidirse por un perro ordinario de Chinatown y rechazar
por él a los decadentes machos de raza cansados y sin aliento. No. Se siente más la
gratitud,
31
la devoción, y además – su piel tiene el aroma de la calle, eso la excita. Pero, ya verá,
ella cómo muerden estos perros. Eso será un baile. Lo espero con impaciencia. El fin
está aún sin decidir. – Pausa. Así que Jasón – pretende que te quedes en esta casa ,
instalar a la amante junto a la puerta de mi . Hasta ahí no llegan mis ganas de bailar,
instalar a la amante junto a la puerta de mi hija. Y, por qué debería yo hacer obras de
beneficiencia para ti. – Qué clase de criatura es ésa que merodea en torno a mi casa.
Medea.
SWEATSHOP-BOSS Este es otro punto. Este hijo. Por qué debería yo presenciar
como crece un bastardo en mi casa.
SWEATSHOP-BOSS Así lo veo yo también – qué extraño. Pero – ah, ella es joven, le
quiere hacer el gusto a Jasón. Sí. Comprendo perfectamente tu posición. – Por otro lado
– por qué deberíamos negarle una oportunidad al niño que no tendría otra mejor.
MEDEA Dinero.
SWEATSHOP-BOSS Un niño inteligente. Dice que no tiene nombre y que una noche
nació del agua.
MEDEA Fantasías.
SWEATSHOP-BOSS Otra palabra nada más. Llámalo como quieras. Esta ciudad vive
de mutaciones. Medea. Cuánto hace que estás aquí. Qué has hecho de ti. Has cambiado.
MEDEA Pero yo. Yo no le debo nada. Yo me encontré con usted por casualidad.
MEDEA No me iré sin mi hijo. Sí, me introduje clandestinamente con las manos
ensangrentadas. Yo quité una vida por otra. A mi hermano, que era como mi segunda
vida. Por un hombre, que no vale un cuchillo. Ahora importa el niño solamente. Y no
me quitarás esa vida, por la que he matado. Nadie lo hará jamás.
SWEATSHOP-BOSS Lo encontrarás.
MEDEA No –
No –
Cómo podría ser yo un peligro para esta casa, aún si me quedara. El solo hecho de dejar
al niño con una mujer extraña es castigo suficiente. Sí. Yo estoy en sus manos. Con
cada paso en falso que yo dé, la sombra de su poder me alcanzará. Pero no me expulse –
Silencio.
Silencio.
MEDEA Yo debo pagar por el placer de una extraña. – Cuánto tiempo llevará, hasta
que Claire eche al perro. Con una patada de vuelta a la calle.
Silencio.
Pausa.
El halcón
un lirio en el pico
sobrevuela la nieve
Nieve roja
36
DEAF DAISY En esta bolsa de desechos, hermana, se encuentran los tesoros del East
River. Manéjalos con cuidado, pueden explotar fácilmente.
DEAF DAISY Algunos entretenimientos se consiguen baratos, por eso nadie los
quiere, algunos son absolutamente impagables, eso los vuelve deseables. Una factura
para los clientes de los barrios distinguidos, arrodillados ante la ley de la plusvalía a tal
punto, que pondrían voluntariamente su nuca bajo el taco afilado de la bota para gozar
asi a fondo el placer del sometimiento, ya que son ellos, quienes pagan por los rigores
del mercado. Yo todavía no me he sub ido a ese tiovivo, sólo escucho esa melodía, que
se repite y salta como un disco rayado. Digamos, yo entrego esta bolsa de desechos a
cambio de un espectáculo. Será comedia, será tragedia, no importa, mientras sea un
espectáculo de verdad.
DEAF DAISY Belleza – esa mentira a los ojos del observador. Celebremos lo
imperfecto como bello.
DEAF DAISY Estarán muy tristes, cuando no se la pueda encontrar. Dónde podríamos
haberla olvidado. Con qué debemos llenar la urna. Una lata con polvo, no tiene sentido.
Por qué no rellenan su perrito faldero y lo colocan sobre la tumba. Por lo menos tendrá
una forma.
MEDEA Qué muerte tan cruel. Y sin embargo, más cruel es todavía mi dolor.
37
DEAF DAISY Fuegos artificiales – que convierten en cenizas a los ángeles de esta
ciudad, que hace mucho perdieron su alma. Sus caras pálidas se vuelven rojas, se
queman y se pierden, un polvo gris, en la nada. – Todavía a lo lejos se escucha, quizá, el
sonido suave de un violín. Y después silencio.
Silencio.
Qué pobres somos.
En el barco, que nos alberga en sus entrañas, pistones de motor que cabezean, caños de
cilindros que traspiran y vapor de válvulas abiertas, mi hermano, yo y Jasón. Nadie
salvo yo capaz de hablar la lengua extraña del país extraño. Nadie salvo yo con el
dinero efectivo suficiente para saldar la deuda con el capitán y pagar la travesía. La
segunda semana. Una noche. Yo digo hambre. Mi hermano dice Tu parte de nuestras
provisiones recién mañana de mañana. Jasón dice Come. Yo abro el bolso con el pan.
Mi hermano dice No. Jasón dice Come. Yo ablando el pan con el agua condensada que
gotea de los caños. Mi hermano dice Por qué Ella es diferente Esto se repite ya por
cuatro noches Una noche más y el bolso estará vacío. Jasón dice Nosotros no
comeremos por ella. Mi hermano dice Yo no pasaré hambre por nadie más desde que vi
la costa de mi país por última vez Este es mi juramento. El me arranca el pan de la
mano. Jasón dice cerdo Mi hermano No tienes ningún derecho Jasón Ella come por dos
Mi hermano Linda pareja Ahora me lo dicen Jasón No es asunto tuyo Mi hermano
Fuimos tres cuando subimos a este barco Seremos tres cuando bajemos de él Yo digo
cerdo Mi hermano No tenemos dinero suficiente para cuatro Yo Yo lo tengo Mi
hermano Eso no alcanza para un cuarto Apenas alcanza para nosotros Tú lo vas a matar
Yo digo No Mi hermano Lo tendrás que hacer bruja Yo digo Y aún si supiera cómo yo
no lo haría Mi carne Mi hermano Entonces yo lo haré Jasón dice No Mi carne conocerá
ese nuevo país Nuestro futuro Mi hermano No el mío Yo digo Quién eres Mi hermano
Un extraño El dice Entonces denme mi parte Yo digo No traidor Alguna vez te conocí
El hermano agarra un caño Yo voy a matar a golpes tu carne bruja Si tú no lo haces Yo
pongo la mano en el bolso de pan y siento el cuchillo Jasón ataca al hombre de atrás y
agarra sus brazos Mi mano lo apuñala
Jasón Nosotros envolvimos el cuerpo del hombre en trozos de plástico lo atamos para
mantener juntos sus miembros y de noche lo subimos a la cubierta cuidando que no nos
traicione la sangre ni una gota sobre las tablas, rodando lo pasamos por debajo de la
borda y él desapareció en la oscuridad fue muy simple no quedó rastro apenas el sonido
de las olas a lo lejos cuando el agua lo tragó nosotros escuchamos el negro abismo del
mar nocturno a nuestro alrededor. El barco seguía su curso y yo estaba sin lágrimas
Silencio.
39
JASÓN Tú renuncias.
MEDEA A todo.
El señor de esta casa no me deja otra opción.
Silencio.
Silencio.
MEDEA Vete.
Ponle el vestido. Y con cuidado. Esta piel es valiosa.
Jasón se va.
41
VELÁZQUEZ Me dicen que debo estar presente, cuando usted hable con el niño.
Como si no tuviera cosas más útiles que hacer que presenciar la desgracia de los demás.
Pausa.
Tome, yo lo copié para usted. No pretende ser un consuelo. Sólo para que usted sepa:
Mientras yo sea portero de esta casa, nadie le hará daño al niño. Y esto siempre lo
recordará.
Desenvuelve el cuadro 1 .
El niño sale de la casa.
VELÁZQUEZ No diga nada. Ningún agradecimiento. Yo sólo hice lo mejor que pude.
No me olvide. Y ahora me retiro. No soporto las despedidas.
Se va.
1
Diego Velázquez: El Infante Felipe Próspero. 1559
42
10
Silencio.
En el portón de la casa aparece una antorcha en llamas del tamaño de una persona. No
se oye ningún otro sonido. Ningún grito. Solamente silencio. El fuego alcanza al cuadro
de Velázquez. Mientras arde la antorcha, Deaf Daisy canta. Junto a su voz también el
fuego se muere. En el lugar del cuadro original aparece ahora ‘Las Meninas’ de
Picasso.
_________________________
Texto de una canción popular muy vieja de Macedonia. El texto original dice: