Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
4 ÍNDICE DE CONTENIDOS
El problema de la verdad y de
los criterios de verdad
Página
80
n la tercera y última Unidad del bloque dedicado al conocimiento humano nos ocupamos
E del tema y problema de la verdad. Y lo hacemos desde un doble nivel de análisis en
torno a dos preguntas cruciales:
¿Qué es la verdad?
¿Es posible la verdad?
En el primer nivel, comenzamos por presentar los conceptos originarios de verdad en la cultura
occidental, el griego, el latino y el hebreo, y su decisiva influencia constituyente en el concepto
actual: bipolar, comprensivo, explicativo y valorativo. Seguimos con una exposición de los distintos
estados del pensamiento en presencia de la verdad: los positivos y los negativos, los psicológicos
y los lógicos. El concepto de verdad, con rigor, es una propiedad lógica (formal, informal, aplicada)
de los enunciados o proposiciones, no un estado mental de carácter psicológico.
En el segundo nivel, estudiamos, como punto de partida, las concepciones epistemológicas
generales en torno al problema del concepto de verdad: el dogmatismo, el escepticismo, el
subjetivismo, el relativismo y el criticismo.
Nos interesamos a continuación por algunos de los principales criterios de verdad históricos.
Partimos de la consideración de que cada pensador, cada sistema filosófico relevante, contiene
necesariamente un concepto de razón, que da nombre al sistema, un criterio de verdad y un método
propio. Aquí, aislando formalmente el problema, nos hemos centrado en el criterio de verdad de
diez de los grandes maestros pensadores.
A partir de los grandes criterios históricos de verdad es posible, desde una perspectiva más
sistemática, generalizar algunas de las teorías de la verdad más influyentes y extendidas. Cada una
de ellas reúne comprensivamente diversos criterios, análogos de algún modo, y autores, además
de profundizar de un modo crítico en el significado epistemológico de sus supuestos.
81
UNIDAD 4
EL PROBLEMA DE LA VERDAD Y DE LOS CRITERIOS DE VERDAD
1. ¿Qué es la verdad?
1.1. Conceptos históricos de verdad
Cuando alguien quiere hacer una discreta parodia de la Filosofía, se pregunta con
un tono retórico de mal disimulada ironía "¿Qué es la verdad?". La respuesta,
por supuesto, es que no hay respuesta, porque si la hubiera y la supiese, haría
mucho que el afortunado mortal no trabajaría las consabidas ocho horas diarias...
En efecto, el problema de la Filosofía –por qué el padre de Mafalda no es
capaz de explicarle a su inquieta hija ¿Qué es la Filosofía? por muchos diccionarios
que lea– es su falta de univocidad. Ni hay un único concepto de verdad ni una
sola concepción de la Filosofía. Cada concepto de verdad, cada concepción de
la Filosofía, precisa de un libro distinto y acaso inconmensurable con los demás
sobre lo mismo.
Sin duda, de los temas y problemas directa-
mente relacionados con el bloque constituyente
del conocimiento humano, el problema de la
verdad es uno de los más difíciles y controvertidos.
En primer lugar, el concepto de verdad no es
permanente ni único: a lo largo de la historia, la
verdad se ha concebido culturalmente de modo
diverso. Tampoco los distintos pensadores y
sistemas, incluso la propia ciencia, lo han
propuesto de idéntica manera.
Para la cultura griega el término alétheia
significa verdad como realidad. La verdad consiste
en poner de manifiesto lo que está oculto de la
z El pintor francés George Braque (Argenteuil-Sur-Seine, 1882-1963) en sus Pensamientos
realidad. La verdad es el desvelamiento de lo que
sobre el arte escribió la enigmática y sugerente frase: La verdad existe, sólo se inventa la está encubierto. La verdad es mostrar las cosas
mentira. tal y como son en sí mismas. Es una propiedad
que el pensamiento (lógos) descubre en las cosas.
Uno de los legados culturales más importantes de Grecia a Occidente fue la Filosofía
y el saber científico.
En la cultura latina, el término veritas significa verdad, veracidad, sinceridad,
se refiere más bien, en este caso, al pensar y decir completo y exacto. Pero no
tanto al pensar y decir riguroso y exacto de la proposición enunciativa, sino al
pensar intencional que busca "la verdad, toda la verdad y sólo la verdad". No
hay que olvidar que el legado cultural más decisivo de Roma a Occidente fue el
Derecho.
82
En la cultura hebrea, el término emunah significa fiabilidad, confianza. La
fiabilidad y la confianza de quien es fiable y fiel. Es, por tanto, una propiedad no
de la realidad, ni del pensamiento sino de la persona. De aquella persona que
cumple con su promesa de ser fiel a lo que se espera de él. Sin duda, el legado
más influyente de la Cultura hebrea a Occidente fue la Religión.
La cultura occidental construye el sentido plural de la verdad desde la
variada proyección histórica del significado de estas tres tradiciones, a las que un
pensador contracultural como Nietzsche tuvo siempre presente en su crítica
de la cultura occidental: la verdad como desvelamiento o descubrimiento del
ser de las cosas, la verdad como construcción racional y la verdad como compromiso
personal.
83
UNIDAD 4
EL PROBLEMA DE LA VERDAD Y DE LOS CRITERIOS DE VERDAD
Recuerda
El pensamiento mantiene distintos estados de consciencia respecto de la verdad: unos positivos (la verdad, la certeza, la opinión y la
duda) y otros negativos (la falsedad, el error, la ignorancia y la mentira). Unos de carácter lógico (verdad, falsedad) y los restantes de
carácter psicológico.
Actividades
84
2. ¿Es posible la verdad?
Si la primera pregunta que antes nos ocupaba era ¿Qué es la verdad?, en qué
consiste la verdad, la segunda pregunta en orden lógico debería ser ¿Es posible la
verdad? Este es, sin duda, el problema más radical que se presenta de entrada al
conocimiento humano.
Analizaremos, a continuación, las concepciones epistemológicas más relevantes
sobre el concepto general de verdad: el dogmatismo, el escepticismo, el
subjetivismo y el relativismo, y el criticismo. No haremos aquí un análisis
histórico-filosófico, sino meramente sistemático, de estas clásicas concepciones
epistemológicas.
z El dogmatismo. En realidad, para el dogmatismo (dogma, doctrina fijada)
todavía no existe el problema del conocimiento. En la postura dogmática
no se presiente siquiera el conocimiento como problema. El dogmatismo
epistemológico da por supuesta la posibilidad de un conocimiento verdadero,
completo y acabado de la realidad. El dogmatismo parte de una confianza
ilimitada en las facultades del conocimiento para conocer la verdad. Pero
esta confianza en la capacidad ilimitada de la razón humana es ingenua.
Se acepta sin más, como presupuesto incuestionable, y por tanto, sin z La siguiente afirmación pertenece
fundamento. No es lo mismo, por otra parte, el dogmatismo epistemológico Tractatus logico-philosophicus (1918)
del filósofo austríaco Ludwig Wittgenstein
como dogmatismo general que el dogmatismo metafísico como dogmatismo (1889-1951): Nosotros sentimos que
especial. A este último es al que se refirió Kant en la Crítica de la razón pura. incluso si todas las posibles cuestiones
científicas pudieran responderse, el
Se trata del pensamiento filosófico que se dedica a la Metafísica sin haber problema de nuestra vida no sería mejor
analizado previamente la posibilidad efectiva de la razón para hacerlo. conocido.
85
UNIDAD 4
EL PROBLEMA DE LA VERDAD Y DE LOS CRITERIOS DE VERDAD
Recuerda
Una pregunta es: ¿Qué es la verdad? Y otra distinta es: ¿Es posible la verdad? A esta última han dado repuesta las distintas posiciones
epistemológicas en torno al problema del conocimiento humano: el dogmatismo, el escepticismo, el subjetivismo y el relativismo, y el
criticismo.
Actividades
86
3. Criterios de verdad
3.1. Teorías filosóficas y criterio de
verdad
El problema del conocimiento humano tiene su punto de arranque en la distinción general
entre conocimiento objetivo o científico y conocimiento subjetivo o humanístico, como
ya sabemos por la Unidad 1. Especificidad del saber filosófico.
Como anunciábamos, una mirada más atenta al problema del conocimiento nos revela
que su fundamento siempre se sustenta (se trate del conocimiento objetivo o del subjetivo)
en tres pilares epistemológicos: el concepto de razón, el criterio de verdad y el método.
Es más, se puede afirmar, tanto para el saber científico como para el filosófico, que
a cada determinado concepto de razón le corresponde siempre un criterio significativo
de verdad y un método propio. En consecuencia, no se puede presentar aisladamente el
problema de los criterios de verdad. Es imprescindible mostrar la interdependencia de los
elementos constituyentes del problema: concepto de razón, criterio de verdad y método,
aunque por exigencias temáticas, nos centremos más en uno de ellos.
En las unidades anteriores del bloque dedicado al conocimiento, hemos tenido
oportunidad de referirnos al conocimiento objetivo o científico: su concepto de razón
es la racionalidad matemático-experimental propia de la ciencia moderna y contemporánea;
el criterio de verdad es la contrastación empírica o verdad material para las ciencias
experimentales y la coherencia y necesidad interna de la proposición o validez para las
ciencia formales. El método de las primeras es el hipotético-deductivo y el de las segundas
es el axiomático-deductivo. Es, sin duda, su criterio de verdad el que finalmente se ha
impuesto como dominante en la cultura occidental.
Pero hay otros conceptos de razón no científicos, que son los que aquí nos interesan.
Son los humanísticos. Y dentro de los humanísticos, los filosóficos. Dirijamos nuestra
mirada de la Ciencia a la Filosofía.
En la Unidad introductoria nos referíamos al tercer elemento compositivo de la Historia
de la Filosofía, los pensadores, corrientes y escuelas filosóficas. Decíamos allí que cada
pensador, cada sistema filosófico relevante, posee un concepto genérico de razón, que
da nombre o título al sistema, unos supuestos teóricos, criterio de verdad y método, y
unas construcciones ideacionales o teorías filosóficas acerca de los principales temas y
problemas vinculados a los grandes bloques constituyentes. Ahora nos centraremos
precisamente en los principales criterios de verdad sustentados por esos pensadores,
corrientes y escuelas.
El desarrollo y la profundización en los diversos criterios han dado lugar a las
correspondientes teorías filosóficas sobre la verdad. Vamos a analizar en este apartado
los criterios y en el siguiente algunas de las teorías filosóficas más relevantes.
87
UNIDAD 4
EL PROBLEMA DE LA VERDAD Y DE LOS CRITERIOS DE VERDAD
88
Para Aristóteles (384-322 a. de C.), el criterio de verdad es la correspondencia
entre lo propuesto en el pensamiento y lo puesto en la realidad. La adecuación inmediata
entre lo que se dice y lo que es. El problema de este criterio es la ingenuidad de la
postura realista que subyace. La analizamos más adelante en el punto "La verdad como
correspondencia o adecuación".
Para Tomás de Aquino (1224-1274), el criterio de verdad es la necesaria armonía
final entre las proposiciones teológicas demostradas por las facultades naturales del
hombre (sentidos y razón) y los dictados de la fe o conocimientos sobrenaturales
directamente revelados por Dios. El problema de este criterio es la supeditación de las
facultades naturales del conocimiento a los dogmas doctrinales de la fe. En última
instancia, la razón, tanto en sus planteamientos previos como en sus conclusiones
finales, está sometida a la inevitable función directiva y correctiva de la fe. Por más
que Tomás de Aquino proclamara la autonomía de la razón como fuente de conocimiento
en relación con la fe; por más que distinguiese entre conocimiento natural y sobrenatural,
en el fondo, no se trataba sino de una libertad de la razón estrechamente vigilada.
Para Descartes (1596-1650), el criterio de verdad es la evidencia. Todos aquellos
pensamientos que puedan ser concebidos por la mente con total claridad (certeza
inmediata o evidencia indubitable) y distinción (nítidamente separados o no mezclados
con otros), son necesariamente verdaderos. El problema de esta teoría es que se apoya
en la evidencia psicológica de las intuiciones. Una intuición es un conocimiento directo
e inmediato a la mente de la solución de un tema o problema. Es justamente lo contrario
del razonamiento, que es un conocimiento lógico, indirecto y mediato (momentos
deductivos y conclusión).
Ocurre, no obstante, que la certeza subjetiva por más evidente que nos resulte
no es un criterio fiable de verdad. Se podría decir, parafraseando el dicho y cambiando
lo que haya que cambiar, que de "intuiciones evidentes están los infiernos llenos".
Una intuición por sí misma es una forma de conocimiento inicial e incompleta, la
cual debe ser sometida posteriormente a procedimientos lógicos o metódicos más
estrictos y rigurosos. La doctrina cartesiana del método tiene su origen en la necesidad
de salvar esta insuficiencia inicial del pensamiento, aunque finalmente el método de
las reglas resulta inadecuado. Aceptar una intuición evidente por verdadera es detener
las etapas del proceso cognitivo (psicología) o del proceso metodológico (lógica) antes
de tiempo.
Para Hume (1711-1776), el criterio de verdad es la correspondencia entre
impresiones (conocimiento por medio de los sentidos) e ideas (representaciones o
copias de las impresiones). El empirismo de Hume no es realista –como Aristóteles–
sino psicologista. El problema de este criterio es que nuestra certeza sobre el mundo
exterior se basa en una mera creencia u opinión psicológica, no en una fundamentación
rigurosa de carácter lógico. De ahí que la correspondencia entre impresiones e ideas
sea un mero mecanismo mental.
89
UNIDAD 4
EL PROBLEMA DE LA VERDAD Y DE LOS CRITERIOS DE VERDAD
90
Para el investigador de las Ciencias del Espíritu lo verdaderamente importante son
los aspectos subjetivos que nos permiten comprender el sentido de la acción, el mundo
de la vida. Sólo podemos comprender e interpretar el sentido, lo individual del acto,
dentro de su estructura histórica determinante. Las condiciones mediadoras del sentido
dependen de factores psicológicos o subjetivos (vivencias, fines, intenciones), culturales
(normas, instituciones, técnicas) y sociales (formas organizativas y grupales)... En
definitiva, históricos. A cada época histórica, por tanto, corresponde una visión propia,
una concepción del mundo que confiere sentido a la acción humana y nos permite su
adecuada comprensión.
Comprender una acción humana, un hecho histórico, es comprender el sentido
de esa acción en la estructura histórica y la concepción del mundo en que se ha
producido. La hermeneútica es el método que nos permite comprender el sentido
histórico de las acciones humanas. Según Dilthey, las formas elementales de la
comprensión son tres: las expresiones lingüísticas, la acción y la interacción social y las
expresiones comunicativas no verbales de las vivencias. El método hermeneútico nos
permite revivir, reconstruir, la totalidad del sentido de la acción y sus productos a partir
de las formas elementales de la comprensión.
Para Nietzsche (1884-1900), la verdadera actividad del pensamiento consiste en
la infatigable elaboración de renovadas perspectivas sobre la realidad. No hay hechos
objetivos, ni conceptos definitivos, sino una infinita presencia de interpretaciones. El
pensamiento humano sólo puede verse a sí mismo en sus propias perspectivas. Nuestra
razón, nuestro ángulo visual, nos condena una y otra vez a lo mismo. La misma ciencia
positiva es una perspectiva más, una valoración y un compromiso ontológico entre
muchos, algunos mejores, otros peores. Para el hombre el mundo es sólo perspectiva.
La multiplicidad de visiones es una condición epistemológica del objeto conocido,
puesto que la realidad sólo se presenta como una constelación fluyente de nuevas y
distintas perspectivas. Unas, como el gran arte, son eternas afirmadoras de la vida;
otras, como la metafísica, son negadoras.
El problema de este criterio de verdad es que se aproxima en exceso a los supuestos
disolventes del subjetivismo y del relativismo. Y que la distinción entre perspectivas
afirmadoras y negadoras de la vida es antes que un problema epistemológico, un
fascinante problema ético y sobre todo estético.
Para Wittgenstein (1889-1951), el llamado "primer Wittgenstein" del Tractatus
Lógico-Philosophicus, el criterio de verdad es el método de verificación empírica de las
proposiciones. Una proposición es una representación, una figura (picture) de la
realidad. Una proposición es una figura del mundo construida según unas reglas de
formación sintáctica. Es una figura en cuanto tiene la misma estructura o forma que
el hecho figurado. Un hecho puede ser figurado por la proposición o enunciado
precisamente porque ésta tiene la misma estructura que aquél. La función proposicional
del lenguaje es figurar el mundo. La estructura lógica del lenguaje y la estructura
ontológica del mundo son isomorfas, es decir, tienen la misma forma. Una proposición
propone que algo es o no es el caso. De los muchos modos sintácticos de figurar el
mundo, simplemente unos son verdaderos y otros son falsos.
91
UNIDAD 4
EL PROBLEMA DE LA VERDAD Y DE LOS CRITERIOS DE VERDAD
92
Para Heidegger (1889-1976), la verdad (para el llamado Heidegger del segundo
período) es el desvelamiento, el "manifestarse del ser", en sentido griego (alétheia).
Los estudiosos de la Historia de la Filosofía han subrayado que la dirección de las
reflexiones de Heidegger sobre la verdad del ser cambiaron de rumbo cuando, a mediados
de los años treinta, pronunció una serie de conferencias sobre el origen de la obra de
arte y sobre la esencia de la poesía. El interés por el desvelamiento de la verdad, siempre
presente, se centra ahora en aquello que la obra de arte (no el ahí del ser, el Dasein)
nos muestra a través de su lenguaje, del cual el artista es un mero e inconsciente
depositario.
La verdad del ser se ha plasmado en la obra de arte, por lo que la emergencia de
la verdad consiste en permitir que nos hable a través del artista. La creación artística
consiste en la producción de aquel ente, la obra de arte, que se abre al sentido y pone
en juego la eterna cuestión de la presencia de la verdad al espíritu. Esa espiritualidad
que nos sobrevuela y de la cual la filosofía se nutre a través del don y del genio del
artista, ese intermediario, ese ser intermedio entre los dioses y los hombres. El
desbordamiento de la verdad en la obra, esa manifestación de lo que está oculto,
esa donación de sentido, se funda y se da, en primer lugar, en la poesía. La poesía
es la esencia del arte. La poesía es un nombrar del ser constituyente de las cosas del
mundo. La poesía es la luminosidad del ser. En la poesía, los dioses tomaron la palabra
y el mundo, a la vez, se hizo manifiesto...
Recuerda
Cada sistema filosófico relevante posee un concepto genérico de razón (que da nombre al sistema), unos supuestos teóricos (criterio
de verdad y método) y unas construcciones ideacionales o teorías filosóficas acerca de los principales temas y problemas vinculados
a los grandes bloques constituyentes. Aquí nos interesamos por algunos de los principales criterios de verdad sostenidos por los grandes
maestros pensadores: proceso, correspondencia, armonía, evidencia, "praxis", comprensión, perspectiva, verificación o desvelamiento.
Actividades
9. Define "Criterio de verdad". ¿Por qué no podemos presentar aisladamente el problema filosófico del
criterio de verdad?
10. ¿Por qué la evidencia, entendida en Descartes como certeza, es un criterio no fiable epistemológicamente?
11. ¿En que se diferencia el empirismo aristotélico del empirismo sostenido por Hume?
12. Aclara por qué un pensador especialmente crítico con el saber metafísico, como Wittgenstein, construyó
un teoría filosófica basada en principios metafísicos.
93
UNIDAD 4
EL PROBLEMA DE LA VERDAD Y DE LOS CRITERIOS DE VERDAD
4. Algunas teorías de la
verdad
Entendemos por teorías de la verdad los diversos intentos que se han extendido a lo
largo de la historia del pensamiento filosófico y científico para fijar y exponer
conceptualmente en qué consiste la verdad. Hay una evidente relación de mutua
copertenencia, de estrecha y necesaria relación, entre estas teorías y los distintos
criterios de verdad a que antes hemos aludido. Cada teoría de la verdad se basa, se
sustenta, en su mayor o menor afinidad con el entramado epistemológico de cada uno
de tales criterios, los cuales, por otra parte, siempre desarrolla de un modo crítico.
Cada una de las grandes teorías de la verdad abarca y relaciona una constelación de
autores, corrientes y escuelas, a los cuales finalmente subsume en sus principios y
supuestos teóricos.
Las teorías de la verdad más relevantes son las siguientes:
– La verdad como correspondencia o adecuación.
– Teoría semántica de la verdad.
– La verdad como proceso.
– Teoría pragmática de la verdad.
– Teoría perspectivista de la verdad.
z Para la teoría perspectivista, la verdad – Teoría consensual de la verdad.
es un prisma de infinitas caras, cada una
de las cuales desvela un aspecto nuevo y Pasamos a analizarlas con cierto detalle.
complementario de la realidad.
z La verdad como correspondencia. Al analizar las concepciones
epistemológicas clásicas, poníamos de manifiesto el carácter bipolar de la verdad
como la relación entre el pensamiento y la realidad: el pensar o decir y el ser. El
conocimiento aspira inequívocamente a la verdad. Y un modo de explicar en qué
consiste la verdad es afirmar que consiste en la correspondencia entre el pensar
y el ser: "Falso es decir que lo que no es es y que lo que es no es; mientras
que lo verdadero es decir que lo que es es, y que lo que no es no es" (Aristóteles,
Metafísica IV, 7).
A partir de la Filosofía Medieval los pensadores aristotélicos, especialmente
Tomás de Aquino, propusieron una definición de la verdad como adecuación:
veritas est adecuatio rei et intellectus (la verdad es la adecuación entre la cosa y
el entendimiento). Es decir, la correspondencia o adecuación entre el pensar y
el ser.
Para entender el significado preciso del término "pensar" hay que remontarse
a la lógica clásica: el pensamiento en sentido lógico se expresa en el concepto
o unidad de lo múltiple, los juicios o proposiciones que al menos constan de dos
conceptos, el concepto del sujeto y del predicado de la proposición y el
razonamiento o silogismo, en el cual intervienen varios juicios o proposiciones
94
en la forma de premisas y conclusión. La verdad y la falsedad se dan en el juicio
o proposición. La ciencia es un sistema deductivo de juicios o proposiciones
verdaderas (hasta aquí, no puede ser más actual la concepción clásica del saber
y de la verdad).
No obstante, la teoría clásica de la adecuación contiene un presupuesto
epistemológico implícito aunque no evidente, el realismo ingenuo: el pensamiento
representa especularmente, como un espejo, la realidad de las cosas tal y como
son en sí mismas. Del cual se siguen algunas consecuencias bastante
problemáticas:
1. Que el pensamiento es una tabula rasa, un continente vacío que se limita a
recibir pasivamente los contenidos de la realidad sin poner nada de su parte.
2. Que la relación, el ajuste entre proposición y cosa es algo que no necesita
ulterior justificación, que no hace falta aclarar cómo se adecuan el pensamiento
y la realidad, polos de la verdad por demás tan dispares.
3. Que algo es realmente, con independencia de nuestro pensamiento.
El denominado realismo crítico será un nuevo intento de justificación de la
teoría de la correspondencia o adecuación, con la pretensión de dar una respuesta
satisfactoria a las anteriores consecuencias.
1. Que tome en consideración el problema sujeto-objeto en el proceso del
conocimiento y ponga de manifiesto el papel activo y constructivo de las
facultades cognoscitivas del sujeto, como ya lo ha hecho experimentalmente
la Psicología cognitiva.
2. Que admita que la relación entre pensamiento y cosa no es obviamente
material, puesto que las cosas no están dentro de la proposición al ser
conocidas, sino formal o representacional. Lo que implica el desarrollo de una
teoría sintáctica de la verdad como una relación entre los hechos y la forma
o figura lingüística que los expresa (Wittgenstein, Carnap) o una teoría
semántica de la verdad (Tarski), que, como veremos a continuación, procure
elaborar una definición rigurosa de la verdad.
3. Que establezca una distinción constituyente, ontológica, entre las cualidades
primarias de los fenómenos, físico-matemáticas u objetivas (masa, peso,
densidad, volumen, fuerza o aceleración) y las cualidades secundarias,
perceptivas o subjetivas (color, olor, sabor o textura).
z Teoría semántica de la verdad. Formulada por el lógico Alfred Tarski
(1902-1983), se trata, como hemos señalado, de una revisión crítica de la teoría
de la correspondencia o adecuación, con la finalidad de establecer una definición
rigurosa del concepto de verdad y superar los problemas de la anterior teoría,
relacionados con los presupuestos del realismo ingenuo, sus contradicciones y
paradojas.
95
UNIDAD 4
EL PROBLEMA DE LA VERDAD Y DE LOS CRITERIOS DE VERDAD
96
z La verdad como proceso. A lo largo de la Historia de la Filosofía, diversos
pensadores han sido partidarios del denominado método dialéctico: Platón
(427-347 a. de C.), Hegel (1770-1831), Marx (1818-1883)...
Todos tienen en común una concepción procesual de la verdad. Esta concepción
sostiene dos supuestos teóricos esenciales:
1. La verdad no es concebida como resultado final y último sino como proceso.
Lo verdadero es la totalidad del desarrollo conceptual de la idea investigada,
con todos los momentos intermedios implicados en ese desenvolvimiento.
2. La verdad no es concebida como resultado acabado y completo sino como
apertura de carácter permanente. El conocimiento humano aprehende la
verdad como un avance continuo e ilimitado de la razón humana. En última
instancia, la verdad como absoluto sería el sistema intemporal e infinito de
las relaciones de todo con todo, el cual sólo podría ser conocido por la razón
de Dios.
z Teoría pragmática de la verdad. Para esta teoría la verdad o falsedad de
una proposición no es exclusivamente un problema teórico o lógico (lógica formal,
informal y aplicada) sino que sobre todo depende del establecimiento de la
adecuación o inadecuación de sus consecuencias prácticas.
La teoría pragmática se aparta de una concepción explicativa de la verdad para
centrarse en una concepción práctica y funcional. El conocimiento humano nunca
es algo puramente teórico o contemplativo: desinteresado. Esto es evidente para
el conocimiento científico, en tanto que saber de control y dominio, pero también
lo es para el saber filosófico, en tanto que aspira a una función formadora,
ideológica, intelectual, ética y política.
En todas sus actividades cognitivas, sean psicológicas (procesos cognitivos) o
lógicas, el ser humano tiene una dimensión esencialmente práctica. Es un ser
orientado a la acción, a la realización efectiva, a la actividad multidimensional.
El valor del conocimiento humano se sustenta en su utilidad para el individuo
y para la sociedad. La verdad de un conocimiento depende directamente de su
capacidad para servir a fines prácticos. Lo verdadero es útil o beneficioso.
Se trata, además, de una concepción contextual de la verdad. La referencia de
la verdad a sus consecuencias prácticas conlleva que tal verdad es siempre
provisional y revisable: lo útil o funcional en un determinado momento –personal
o histórico– no tiene por qué serlo en otro diferente, por lo que tal concepto de
verdad deberá ser reformulado y sustituido por otro nuevo.
Cada filosofía pragmatista de la verdad, la filosofía de la praxis de Marx
(1818-1883), el vitalismo de Nietzsche (1884-1900), el utilitarismo de Bentham
(1748-1832) o de Stuart Mill (1806-1873), el pragmatismo de William James
(1842-1910) o de Charles Peirce (1839-1914)... todos han reflexionado sobre
el sentido de lo que entendemos por utilidad, funcionalidad o beneficio individual
97
UNIDAD 4
EL PROBLEMA DE LA VERDAD Y DE LOS CRITERIOS DE VERDAD
98
2. Las limitaciones del consenso son prácticamente insalvables. Nos referimos
a la percepción global de la realidad (personal y cultural), a los diferentes
constructos personales y las incomparables intelecciones e interpretaciones
de los hechos, a la definición previa de los valores, metas y objetivos... ¿Puede
la lógica poner de acuerdo todos estos aspectos insoslayables del conocimiento
humano?
Filósofos contemporáneos como Jünger Habermas y Karl-Otto Apel piensan
que la teoría de la verdad como consenso es posible y a la larga inevitable, puesto
que el ser humano no tiene otra forma mejor de descubrir la verdad que ponerse
racionalmente de acuerdo con los demás. Después de todo, la utopía tiene su
origen en la crítica de la realidad existente, insatisfactoria, y su fundamento en
la necesidad del cambio y de la transformación social. Se debe entender la utopía,
entonces, no como el lugar inexistente de lo imposible, sino como el horizonte
de actualización de todas las posibilidades racionalmente pensables.
Recuerda
Los criterios fundados de verdad se contraponen epistemológicamente a los criterios erróneos. Cada uno de los criterios fundados
conlleva un determinado concepto de razón además de un método propio. Su fundamentación ha dado lugar a las principales teorías
o concepciones de la verdad. Son las siguientes: la verdad como correspondencia o adecuación, la teoría semántica de la verdad, la
verdad como proceso, la teoría pragmática de la verdad, la teoría perspectivista de la verdad y la teoría consensual de la verdad.
Actividades
13. ¿Por qué no se puede (en Historia de la Filosofía) presentar aisladamente el problema de la verdad?
14. ¿Cuál es el objetivo de la teoría semántica de la verdad?
15. ¿Qué es lo verdadero para la teoría pragmática de la verdad?
16. ¿Cuáles con los dos principales obstáculos de la teoría consensual?
99