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Art. 769.-
El derecho de usufructo es un derecho real que consiste en la facultad de gozar de
una cosa con cargo de conservar su forma y substancia, y de restituirla a su dueño.
* preservar la forma y la sustancia del bien; en otras palabras, no dañarlo ni destruirlo, a menos
que se trate de bienes de consumo, tales como los terrenos a ser explotados. Para alcanzar dicho
objetivo, el usufructuario debe cumplir con las tareas de mantenimiento propias de la cosa
usufructuada;
* realizar el inventariado antes de comenzar a disfrutar de la cosa;
* entregar una fianza para garantizar al propietario que cumplirá con sus obligaciones. El
usufructo testamentario es el único caso en el cual este punto suele ser obviado;
* devolver el bien una vez finalizado el usufructo.
* fallece el usufructuario. Esto ocurre con el usufructo vitalicio, que establece que el o los
beneficiarios harán uso del bien mientras vivan;
* expira el plazo (tal como se da con el usufructo con término) o se cumple la condición de
resolución (como se establece en el usufructo condicional);
* el usufructo y la propiedad se consolidan bajo un solo titular;
* el usufructuario renuncia a sus derechos y obligaciones;
* se pierde o se extingue el bien, a excepción de los casos en los cuales el bien es reemplazado
por una indemnización o por otras cosas;
* se resuelve el derecho de la persona que crea y establece el usufructo;
* prescribe el trato, cuando el usufructuario no utiliza el bien durante el tiempo que haya sido
establecido por ley.
1º Por la ley, como el del padre o madre de familia, sobre ciertos bienes del hijo;
2º Por testamento;
3º Por donación, venta u otro acto entre vivos;
4º Se puede también adquirir un usufructo por prescripción.
El usufructo suele referirse a bienes materiales, y sobre todo a inmuebles, pero también puede
entregarse en relación a otros bienes. De todo ello dependerá si se realiza un testamento o no.
En el caso de firmar testamento, los bienes en usufructo pueden dejarse por un tiempo limitado -
pongamos 20 años- o durante toda la vida de quienes los recibe. Si se explicitan en un testamento,
se trata de usufructo voluntario.
Incluso puede dejarse dinero en usufructo. En este caso, el beneficiario tiene derecho a recibir los
intereses que ofrezcan. Y puede disponer de ellos, pero deberá devolverlos al finalizar el periodo.
Se trata de un derecho que recae sobre las cosas (bienes muebles e inmuebles) y que por lo
tanto establece una relación directa de persona titular con cosas materiales. Este derecho no
puede recaer sobre otro derecho personal, únicamente sobre otros derechos reales: la propiedad,
la servidumbre, o la hipoteca.
Son derechos denominados “Erga Omnes”, lo que quiere decir que pueden oponerse frente a
todos. No se trata de una relación bilateral o multilateral de la que se desprenden obligaciones
para con una o varias personas; esto serían derechos y obligaciones personales. En cambio, los
derechos reales permiten ir contra todo aquel que no respete este derecho del titular sobre la
cosa. Por ejemplo, el propietario de una finca, como titular del terreno, podrá impedir el paso por
el mismo. A no ser que exista alguna servidumbre sobre éste. Así mismo, podrá impedir que se
recojan los frutos que crezcan dentro del perímetro de su propiedad.
Por otro lado, el usufructo también puede limitarse en su constitución por una serie de elementos.
Por ejemplo, su extensión sobre la cosa puede ser parcial, así como el aprovechamiento de los
frutos. En todo caso deberán respetarse los porcentajes sobre el terreno o los frutos
aprovechables.
También en el tiempo está limitado este derecho, pudiendo extenderse por un periodo limitado,
así como someterse a alguna condición concreta. Lo normal suele ser que se extienda por el
periodo de vida del usufructuario, hasta su muerte. Pese a ello, nada obsta a que se prolongase
también a una segunda generación.
El usufructuario, puede aprovechar la cosa por sí mismo, pero también podrá arrendarla o
enajenar su derecho de usufructo a una tercera persona. No obstante este derecho se extinguirá
igualmente cuando se extinga el usufructo principal. El usufructuario responderá por los daños
que hayan podido causar aquellos a los que se haya arrendado o cedido.
Se trata de un derecho que recae sobre las cosas (bienes muebles e inmuebles) y que por lo
tanto establece una relación directa de persona titular con cosas materiales. Este derecho no
puede recaer sobre otro derecho personal, únicamente sobre otros derechos reales: la propiedad,
la servidumbre, o la hipoteca.
Son derechos denominados “Erga Omnes”, lo que quiere decir que pueden oponerse frente a
todos. No se trata de una relación bilateral o multilateral de la que se desprenden obligaciones
para con una o varias personas; esto serían derechos y obligaciones personales. En cambio, los
derechos reales permiten ir contra todo aquel que no respete este derecho del titular sobre la
cosa. Por ejemplo, el propietario de una finca, como titular del terreno, podrá impedir el paso por
el mismo. A no ser que exista alguna servidumbre sobre éste. Así mismo, podrá impedir que se
recojan los frutos que crezcan dentro del perímetro de su propiedad.
Por último, su condición de derechos reales hace posible su inscripción en el registro
mercantil. Esta inscripción será de vital importancia para llevar un control sobre los gravámenes
a los que están sometidos los bienes. A su vez la publicidad registral servirá de prueba frente a
terceros. Cualquiera podrá ver reflejada la existencia de este derecho en el registro y deberá
respetarlo. Esta inscripción no es constitutiva del derecho, salvo en el caso de la hipoteca, pero es
conveniente realizarla para que se desplieguen de manera efectiva los efectos erga omnes.
Por último, algunos otros casos son: la pérdida total de la cosa objeto del usufructo, la
resolución del derecho del constituyente o la prescripción.
Art. 769 C. C.
El derecho de usufructo es un derecho real que consite en la facultad de gozar de una cosa con cargo de
conservar su forma y substancia y de restituirla a su dueño.
Es decir por medio del derecho de usufructo el nudo propietario conserva la propiedad de la cosa y se
despoja de la posesión y de los frutos que de ella se persivan al usufructuario. es decir el nudo
propietario es el dueño y el usufructuario el que goza y posee la cosa
El usufructo se puede constituir según lo establecido en el Art. 771 C.C. por medio de la ley, por
testamento, por donación, venta u otro acto entre vivos; así mismo se puede adquirir por prescripción.
Es de hacer notar que la nuda propiedad puede tranferirse por cualquier título además se puede
transmitir por testamento. En el caso del usufructo este solo puede tranferirse por acto entre vivos y no
se puede transmitir por testamento o de forma abintestato. el usufructo puede ser constituido de por
vida o por un plazo determinado.