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INTRODUCCION
En la actualidad las intervenciones arqueológicas han sufrido grandes transformaciones en
respuestas a planteamientos teóricos prácticos surgidos fuera de nuestro ámbito. En un momento
en el que la simulación y la virtualidad, se han convertido en principios esenciales de nuestro modo
de vida, no resulta extraño que la investigación acuse estas mismas influencias. Las computadoras
han venido a ser instrumentos básicos de nuestro trabajo, cuando no en verdaderos amos de
nuestro conocimiento. Así, para el estudio, catalogación, reconstrucción y análisis del impacto de
las comunidades del pasado sobre el territorio, los Sistemas de Información Geográfica han venido
a convertirse en una herramienta esencial.
En nuestro campo, la incorporación de este tipo de herramientas y modelos se ha visto
enormemente facilitada por el desarrollo previo de lo que se ha dado en llamar Nueva Arqueología,
corriente de la que se nutre la Arqueología Espacial. A partir de ahí, nuevos planteamientos
teóricos han venido a validar o cuestionar, según el caso, la forma y posibilidades que estas
herramientas y su aplicación tienen dentro de nuestros estudios.
El SIG funciona como una base de datos con información geográfica (datos alfanuméricos), que
se encuentra asociada por un identificador común a los objetos gráficos de un mapa digital. De
esta forma, señalando un objeto se conocen sus atributos e, inversamente, preguntando por un
registro de la base de datos se puede saber su localización en la cartografía.
La razón fundamental para utilizar un SIG, es la gestión de la información espacial. El sistema
permite separar la información en diferentes capas temáticas y las almacena
independientemente, permitiendo trabajar con ellas de manera rápida y sencilla, y facilitando al
profesional, la posibilidad de relacionar la información existente a través de la topología de los
objetos; con el fin de generar otra nueva que no podríamos obtener de otra forma.
Lo que más distingue un SIG de otros sistemas para dibujo, tratamiento de imágenes,
diseño cartográfico, atlas digitales, etc., son las operaciones de análisis de datos.
Para el desarrollo de nuestro trabajo usamos imágenes satélites de la cuenca del Pumahuanca –
Urubamba, cartas nacionales y hojas cartográficas actualizadas por el IGN del Perú.
Los SIG nos permiten identificar usos del suelo relacionados con la zona de estudio,
identificar amenazas y definir técnicas para la protección de los sitios al analizar
datos obtenidos de la interpretación de imágenes satelitales, datos de campo y bases de
datos relacionadas. Esta información obtenida nos permite la creación de una
geodatabase de la región, que nos permita además elaborar cartografía temática que
apoye con sus análisis la toma de decisiones en la región, en pro de la conservación del
patrimonio cultural.
Araneda menciona que los Sistemas de Información Geográficos (SIG) constituyen una
herramienta cuyos marcos conceptuales y metodológicos, en conjunto con una tecnología
apropiada, pueden potencialmente favorecer el estudio arqueológico sistemático de la
prehistoria. Aclara que el uso de una herramienta SIG no pretende agotar las
potencialidades de análisis locacional en arqueología, pero si acrecentar el conocimiento
en esta área. Araneda (2002)
“Los SIG han barrido en el ámbito de la gestión y tutela del Patrimonio Arqueológico,
adaptándose con gran flexibilidad a los conceptos de tratamiento y procesamiento de
datos ya existentes, desde que las primeras bases de datos de inventarios de yacimientos
fueran instrumentalizadas; pero al mismo tiempo, sugiriendo nuevos conceptos vías y
formas de trabajo Fernández y García”.( Sin año).
“Los SIG se han generalizado durante la década de los 1990, como entorno y plataforma
de trabajo para la tutela del Patrimonio Arqueológico (y ciertamente para el tratamiento
y análisis de datos arqueológicos espaciales en general) en una gran cantidad de países
europeos” Fernández y García.( Sin año).
La generación del Modelo Digital del Terreno facilita el conocimiento real del territorio a ordenar
y de la cota o altitud en cualquier posición dentro de la zona del área de estudio, lo que nos
permite seleccionar, mediante capas de observación, los puntos que interesan en la planificación
y definir las líneas de rotura como divisorias, cambios de pendiente y dirección.
METODOLOGÍA
Una vez seleccionadas las capas de trabajo (ríos, quebradas, coberturas, yacimientos,
y bosques), se agrega el Modelo Digital de Elevación (MDE), con datos del IGN del
Perú.