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ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS

Queridos hermanos en Cristo, nos reunimos para esta celebración de


oración por la unidad. Damos gracias a Dios por nuestra herencia
cristiana y su acción salvadora y liberadora en la historia humana

- Jesús, manso y humilde de corazón,


- haz nuestro corazón semejante al vuestro.

 Invocación al Espíritu Santo

¡Ven, Espíritu Santo!


Enséñanos a orar.
¡Ven, Espíritu Santo!
Líbranos de la esclavitud del pecado.
¡Ven, Espíritu Santo!
Ayúdanos en nuestra debilidad.
¡Ven, Espíritu Santo!
Renuévanos como hijos tuyos.
¡Ven, Espíritu Santo!

 Canto de alabanza

 Peticiones de Perdón
 No habéis recibido un espíritu que os convierta en esclavos, de nuevo bajo el régimen del
miedo. Invoquemos la misericordia de Dios, confiando en el poder salvador de su diestra.
Señor, ten piedad.
 De las estructuras que socavan la dignidad humana e imponen nuevas formas de esclavitud,
líbranos, Señor.
Señor, ten piedad.
 De las decisiones y de las acciones que imponen pobreza, marginación y discriminación a
nuestros hermanos y hermanas, líbranos, Señor.
Señor, ten piedad.
 Del miedo y la sospecha que nos separan unos de otros y que ponen límites a la esperanza y a
la salvación, líbranos, Señor.
Señor, ten piedad.
 El Señor es mi fortaleza y mi refugio, él es nuestra salvación. Que el Señor, que nos ha
redimido, nos lleve a la morada de la santidad.
Amén.

 Proclamación de la Palabra de Dios

-Líbranos, Señor, de la opresión del ser humano,


-para que podamos guardar tus decretos.
-Que brille tu rostro sobre tus siervos,

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- y enséñanos tus normas.

Éxodo 15, 1-21


Entonces Moisés y los hijos de Israel cantaron este cántico a Yavé: «Cantaré a Yavé, que se ha cubierto
de gloria; caballos y carros ha arrojado en el mar.
¡Yavé, mi fortaleza!, a él le cantaré, él fue mi salvación, él es mi Dios y lo alabaré, el Dios de mi padre,
lo ensalzaré.
Yavé es un guerrero, Yavé es su nombre.
Los carros de Faraón y su ejército: ¡los precipitó en el mar! Los mejores de sus oficiales, ¡hundidos en el
Mar Rojo!
Las aguas profundas los han sepultado, 5 hasta el fondo cayeron como piedra.
Tu diestra, Yavé, de tremendo poder, tú diestra, Yavé, aplasta al enemigo.
Tu Gloria derriba a tus adversarios, desatas tu furor y los devora como paja.
Al soplo de tu nariz retroceden las aguas, las olas se paran como murallas; los torbellinos cuajan en
medio del mar.
Dijo el enemigo: «Los perseguiré y los alcanzaré, los tendré a merced, llevaré sus despojos; sacaré mi
espada y mi mano los matará.»
Mandaste tu soplo y el mar los cubrió, y se hundieron como plomo en las aguas majestuosas.
¿Quién como Tú, Yavé, entre los dioses? ¿Quién como Tú, glorioso y santo, terrible en tus hazañas, autor
de maravillas?
¡Extiendes tu mano y se los traga la tierra!
Guiaste con amor al pueblo que rescataste, lo llevaste con poder a tu santa morada.
Lo oyeron los pueblos y se turbaron, se asustaron los filisteos;
los jefes de Edom vacilan y los generales de Moab se asustan, se angustian los pobladores de Canaán:
¡pavor y espanto cayó sobre ellos! Tu golpe fatal los deja petrificados hasta que pase tu pueblo, Yavé,
hasta que pase el pueblo que compraste.
Tú lo llevarás y lo plantarás en el monte que es tuyo, el lugar en que habitas, oh Yavé; el Santuario del
Señor, obra de sus manos.
¡Que Yavé reine eternamente!»
Como Faraón entrara en el mar, con sus carros y sus caballos, Yavé hizo volver sobre ellos las aguas del
mar, mientras los israelitas pasaban en seco por medio del mar.
Entonces Miriam, la profetisa, hermana de Aarón, tomó su pandereta en la mano, y todas las mujeres
la seguían con tímpanos, danzando en coro.
Y Miriam les entonaba las palabras: «Cantemos a Yavé, que se ha cubierto de gloria; carros y caballos
ha arrojado en el mar.»

-Escuchad y seréis liberados.


-Damos gracias a Dios.

 Salmo 118, 5-7. 13-17. 19-24

R/ ¡Dad gracias al Señor por su bondad, porque es eterno su amor!

En la angustia invoqué al Señor


y el Señor me respondió dándome alivio.

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El Señor está conmigo, nada temo,
¿qué podrá hacerme el mortal?
El Señor está conmigo, es mi ayuda,
prevaleceré sobre mis enemigos. R/

Me empujaban intentando derribarme,


pero el Señor me ayudó.
Dios es mi fuerza y mi potencia,
él fue para mí la salvación.
Gritos de gozo y victoria
hay en las tiendas de los justos: R/

« La diestra del Señor realiza hazañas,


la diestra del Señor es poderosa,
la diestra del Señor realiza hazañas ».
No he de morir, viviré
para contar las proezas del Señor. R/

¡Abridme las puertas de la justicia!


Entraré por ellas dando gracias a Dios.
Esta es la puerta del Señor,
por ella entrarán los justos. R/

Te doy gracias pues me has escuchado,


tú fuiste para mí la salvación.
La piedra que desecharon los constructores,
es ahora la piedra angular.
Del Señor viene todo esto
y nos parece admirable.
Este es el día en que actuó el Señor,
alegrémonos, gocémonos en él. R/

 Romanos 8, 12-27

Hermanos, nosotros no somos deudores de la carne, para vivir de una manera carnal.
Si ustedes viven según la carne, morirán. Al contrario, si hacen morir las obras de la carne por medio
del Espíritu, entonces vivirán.
Todos los que son conducidos por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.
Y ustedes no han recibido un espíritu de esclavos para volver a caer en el temor, sino el espíritu de
hijos adoptivos, que nos hace llamar a Dios
El mismo espíritu se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios.
Si somos hijos, también somos herederos, herederos de Dios y coherederos de Cristo, porque
sufrimos con él para ser glorificados con el.
Yo considero que los sufrimientos del tiempo presente no pueden compararse con la gloria futura que
se revelará en nosotros.

3
En efecto, toda la creación espera ansiosamente esta revelación de los hijos de Dios.
Ella quedó sujeta a la vanidad, no voluntariamente, sino por causa de quien la sometió, pero
conservando una esperanza.
Porque también la creación será liberada de la esclavitud de la corrupción para participar de la
gloriosa libertad de los hijos de Dios.
Sabemos que la creación entera, hasta el presente, gime y sufre dolores de parto.
Y no sólo ella: también nosotros, que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos interiormente
anhelando que se realice la redención de nuestro cuerpo.
Porque solamente en esperanza estamos salvados. Ahora bien, cuando se ve lo que se espera, ya no
se espera más: ¿acaso se puede esperar lo que se ve?
En cambio, si esperamos lo que no vemos, lo esperamos con constancia.
Igualmente, el mismo Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad porque no sabemos orar como es
debido; pero es Espíritu intercede por nosotros con gemidos inefables.
Y el que sondea los corazones conoce el deseo del Espíritu y sabe que su intercesión en favor de los
santos está de acuerdo con la voluntad divina.

-Escuchad y seréis liberados.


-Damos gracias a Dios

 Un Aleluya adecuado puede ser cantado antes y después de la proclamación del Evangelio

 Marcos 5, 21-43
Jesús, entonces, atravesó el lago, y al volver a la otra orilla, una gran muchedumbre se juntó en la playa
en torno a él.
En eso llegó un oficial de la sinagoga, llamado Jairo, y al ver a Jesús, se postró a sus pies
suplicándole: «Mi hija está agonizando; ven e impón tus manos sobre ella para que se mejore y siga
viviendo.»
Jesús se fue con Jairo; estaban en medio de un gran gentío, que lo oprimía.
Se encontraba allí una mujer que padecía un derrame de sangre desde hacía doce años.
Había sufrido mucho en manos de muchos médicos y se había gastado todo lo que tenía, pero en lugar
de mejorar, estaba cada vez peor.
Como había oído lo que se decía de Jesús, se acercó por detrás entre la gente y le tocó el manto.
La mujer pensaba: «Si logro tocar, aunque sólo sea su ropa, sanaré.»
Al momento cesó su hemorragia y sintió en su cuerpo que estaba sana.
Pero Jesús se dio cuenta de que un poder había salido de él, y dándose vuelta en medio del gentío,
preguntó: «¿Quién me ha tocado la ropa?»
Sus discípulos le contestaron: «Ya ves cómo te oprime toda esta gente ¿y preguntas quién te tocó?»
Pero él seguía mirando a su alrededor para ver quién le había tocado.
Entonces la mujer, que sabía muy bien lo que le había pasado, asustada y temblando, se postró ante él
y le contó toda la verdad.
Jesús le dijo: «Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz y queda sana de tu enfermedad.»
Jesús estaba todavía hablando cuando llegaron algunos de la casa del oficial de la sinagoga para
informarle: «Tu hija ha muerto. ¿Para qué molestar ya al Maestro?»
Jesús se hizo el desentendido y dijo al oficial: «No tengas miedo, solamente ten fe.»
Pero no dejó que lo acompañaran más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago.

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Cuando llegaron a la casa del oficial, Jesús vio un gran alboroto: unos lloraban y otros gritaban.
Jesús entró y les dijo: «¿Por qué este alboroto y tanto llanto? La niña no está muerta, sino dormida.»
Y se burlaban de él. Pero Jesús los hizo salir a todos, tomó consigo al padre, a la madre y a los que
venían con él, y entró donde estaba la niña.
Tomándola de la mano, dijo a la niña: «Talitá kumi», que quiere decir: «Niña, te lo digo, ¡levántate!»
La jovencita se levantó al instante y empezó a caminar (tenía doce años). ¡Qué estupor más grande!
Quedaron fuera de sí.
Pero Jesús les pidió insistentemente que no lo contaran a nadie, y les dijo que dieran algo de comer a
la niña.

-Escuchad y seréis liberados.


-Damos gracias a Dios.

 Oración de los fieles


Dando gracias por nuestra liberación de la esclavitud del pecado, pongamos nuestras necesidades
ante el Señor pidiéndole que rompa las cadenas que nos esclavizan y que nos una, en cambio, con
lazos de amor y de comunión.

 Dios del Éxodo, que guiaste a tu pueblo a través de las aguas del mar Rojo y lo redimiste,
quédate con nosotros ahora y redímenos de toda clase de esclavitud y de todo lo que
oscurece la dignidad del ser humano.
Pon tu mano sobre nosotros, Señor, para que tengamos vida.
 Dios de la abundancia, que en tu bondad provees a nuestras necesidades, quédate con
nosotros ahora y ayúdanos a vencer nuestro egoísmo y nuestra codicia y danos el valor para
ser agentes de justicia en el mundo.
Pon tu mano sobre nosotros, Señor, para que tengamos vida.
 Dios de amor, que nos has hecho a tu imagen y nos has redimido en Cristo, quédate con
nosotros ahora y danos la fuerza para amar a nuestro prójimo y para acoger al extranjero.
Pon tu mano sobre nosotros, Señor, para que tengamos vida.
 Dios de paz, que te mantienes fiel a tu alianza, aunque nosotros nos alejemos de ti y en Cristo
nos reconcilias contigo, quédate con nosotros ahora y pon en nosotros un nuevo espíritu y un
nuevo corazón para que podamos rechazar la violencia y ser en cambio siervos de tu paz.
Pon tu mano sobre nosotros, Señor, para que tengamos vida.
 Dios de gloria, que eres todopoderoso y que en Cristo quisiste que tu hogar fuera una familia
humana y que en las aguas del bautismo nos has adoptado como hijos, quédate con nosotros
ahora y ayúdanos a mantenernos fieles a nuestros compromisos familiares y a nuestras
responsabilidades comunitarias y fortalece los lazos de comunión con nuestros hermanos y
hermanas en Cristo.
Pon tu mano sobre nosotros, Señor, para que tengamos vida.
 Dios uno y trino, que en Cristo nos has hecho uno contigo y con los demás, quédate con
nosotros ahora y por el poder y el consuelo del Espíritu Santo líbranos del egocentrismo, la
arrogancia y el miedo que nos impiden caminar hacia la plena unidad visible de tu Iglesia.
 Pon tu mano sobre nosotros, Señor, para que tengamos vida.

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La Oración del Señor
Unamos nuestras manos, atadas no por cadenas sino por el amor de Cristo que ha sido derramado en
nuestros corazones y oremos al Padre con las palabras que Jesús nos enseñó
Se puede cantar el Padre nuestro.
 Padre nuestro…
 Canto

Cristo te necesita para amar, para amar.


Cristo te necesita para amar./ (bis)

/No te importe la raza ni el color de la piel,


ama a todos como hermanos y haz el bien./ (bis)

/Al que sufre y al triste, dale amor, dale amor.


Al humilde y al pobre, dale amor./ (bis)

/Al que vive a tu lado, dale amor, dale amor.


Al que viene de lejos, dale amor./ (bis)

/Al que habla otra lengua, dale amor, dale amor.


Al que piensa distinto, dale amor./ (bis)

/Al amigo de siempre dale amor, dale amor.


Al que no te saluda, dale amor./ (bis)

Oremos
Redimidos por la diestra de Dios y unidos en el único Cuerpo de Cristo, vayamos con la fuerza del
Espíritu Santo.
A El Espíritu del Señor está sobre nosotros,
porque nos ha consagrado
para llevar a los pobres
la buena noticia de la salvación;
nos ha enviado a anunciar
la libertad a los presos
y a dar vista a los ciegos;
a liberar a los oprimidos
y a proclamar un año en el que
el Señor concederá su gracia.
¡Amén! ¡Aleluya!

Canto final: De que color es la piel de Dios,

Buenas noches dije a mi hijo pequeño, Dije negra, amarilla, roja y blanca es,
cuando cansado se acostó, entonces me dijo con todos son iguales a los ojos de Dios
clara voz, papá, de que color es la piel de Dios.
Con grandes ojos me miró, y asombrado
De que color es la piel de Dios, preguntó,
De que color es la piel de Dios, ¿Por qué luchar a causa del color?
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Si somos iguales ante el señor. Dije negra, amarilla, roja y blanca es,
todos son iguales a los ojos de Dios
De que color es la piel de Dios,
de que color es la piel de Dios, Dios nos ha dado otra oportunidad,
Dije negra, amarilla, roja y blanca es, de crear un mundo de fraternidad,
todos son iguales a los ojos de Dios las diferentes razas han de trabajar,
unidas con fuerza de mar a mar.
Hijo es parte de un pasado infeliz, De que color es la piel de Dios,
pero eso llegará a su fin, de que color es la piel de Dios,
debemos aprender para el porvenir, Dije negra, amarilla, roja y blanca es,
todos como hijos de Dios vivir. todos son iguales a los ojos de Dios
Todos son iguales a los ojos de Dios,
De que color es la piel de Dios, todos son iguales a los ojos de Dios.
de que color es la piel de Dios,

- Alabemos y demos gracias en cada instante y momento,


- al Santísimo y Divinísimo Sacramento.

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