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1.

El Juicio Ejecutivo
1.1. Antecedentes
La ley toledana de 1480 que, como se apuntó antes, fue la que extendió el juicio ejecutivo a todo el
territorio castellano, disputo lo que por título ejecutivo se debía entender.
Que muestren ante los alcaldes justicias de las ciudades y villas y lugares de nuestros reinos y
señoríos cartas y contratos públicos y recaudos ciertos de obligaciones que ellos tengan contra
cualesquiera personas.
Concepto que fue aplicado por leyes de 1534 y 1548, dadas en Madrid y Valladolid respectivamente,
recopiladas con el número 4 del título XXVIII del libro II de la Novísima recopilación en que se dice
así:
Porque son informados que a causa de que no ejecutar los conocimientos y reconocidos por las
partes y las confesiones que se hacen en juicio por ende ordenamos y mandamos que de aquí en
adelante los conocimientos reconocidos por las partes ante el juez que manda ejecutar o las
confesiones claras y fechas ante el juez competente, tratan de la justicia la ejecuten conforme a la
ley de Toledo, que falta sobre la ejecución de los contratos.
1.2. Características
Es el proceso especial que inicia con el embargo de bienes propiedad del demandado a efecto de
garantizar las resultas del juicio, para posteriormente oírlo en defensa y resolver la controversia con
fuerza vincularía para las partes, siendo indispensable para intentar la acción que se exhiba como
base un documento que tenga el carácter de título ejecutivo y que, por tanto, traiga aparejada
ejecución.
Es importante destacar que la SCJN ha establecido en su jurisprudencia que el juicio ejecutivo no
se dirige a declarar derechos dudosos o controvertidos sino llevar a efecto los que han sido
reconocidos en un acto con tal fuerza que constituye una presunción del legítimo derecho del actor
y de que está suficientemente probado, por lo que debe ser inmediatamente atendido, siendo
necesario que en el título se consigne la existencia de un crédito cierto, líquido y exigible, y
finalmente, que en él conste que el ejecutante es el acreedor, que el ejecutado es el deudor y que
la pretensión exigida es precisamente la debida.
1.3. Los Títulos Ejecutivos en Particular
Son aquellos documentos que expresando el nombre del acreedor y del deudor contienen en sí
mismos un crédito cierto, líquido y exigible derivado del acto jurídico en él contenido y a los cuales
la ley otorga el beneficio a la aparejada ejecución, pudiendo iniciarse la acción ejecutiva para que
sumariamente se embarguen y rematen bienes del obligado.
Los títulos ejecutivos en particular Las sentencias ejecutorias, es decir, aquellas que han quedado
firmes y en contra las cuales no existe ningún recurso ordinario. La confesión de la deuda hecha
ante juez competente por el deudor o por su representante con facultades para ello, debiendo
tomarse en cuenta que, si el actor promovió en la vía ordinaria civil y lo pide, se continuará en la vía
ejecutiva por la parte confesada y en cuanto al resto seguirá el juicio su curso. Los convenios
celebrados en juicio ante el juez, ya sea de las partes entre sí con terceros, a menos de que el
interesado intente la vía de apremio.
Los convenios y laudos arbitrales emitidos por la Procuraduría Federal del Consumidor, a menos
que el interesado prefiera intentar la vía de apremio. Los documentos privados después de ser
reconocidos ante el juez por quien los hizo o mandó extender, bastando que se reconozca la firma,
aunque se niegue la deuda. El primer testimonio de una escritura pública, expedida por el notario
público ante quien se otorgó. Las ulteriores copias de las escrituras notariales otorgadas por
mandato judicial, con citación de la persona a quien interesa. Los documentos públicos que
conforme a la ley hacen prueba plena, es decir, aquellos expedidos por las autoridades en ejercicio
de sus funciones, que no han sido objetados o impugnados expresamente en su autenticidad o
exactitud por la parte a quien perjudique.
Las pólizas originales de los contratos celebrados con la intervención de corredores públicos. El
dictamen uniforme de corredores públicos, si las partes ante el juez o en escritura pública los hubiere
aprobado o se hubieren sujetado a él. Los títulos que traen aparejada ejecución pueden contener
obligaciones de dos tipos: unilaterales o recíprocas. Unilaterales: una de las partes adquiere los
derechos y la otra las obligaciones. Recíprocas: todas las partes en la relación jurídica adquieren
derechos y a su vez obligaciones.
En este caso, la parte que solicita la ejecución, al presentar la demanda debe consignar las
prestaciones debidas al demandado o comprobar fehacientemente su cumplimiento. A su vez, tanto
las unilaterales como las recíprocas pueden contener obligaciones de dar (dinero, cosa determinada
o especie), de hacer, de cumplimiento liso o llano, sujeto a condición o sujeto a plazo.
1.4. Preparación de la Vía Ejecutiva
Con relación a los medios preparatorios del proceso, conviene señalar que el CPCDF distingue, por
una parte, los medios preparatorios del juicio en general y, por la otra, los medios preparatorios del
juicio ejecutivo.
En términos generales, la primera clase de medios preparatorios puede promoverse con el objeto
de lograr: la confesión del futuro demandado acerca de algún hecho relativo a su personalidad o a
la calidad de su posesión o tenencia, la exhibición de alguna cosa mueble o algún documento, o el
examen anticipado de testigos, “cuando éstos sean de edad avanzada o se hallen en peligro
inminente de perder la vida, o próximos a ausentarse a un lugar con el cual sean tardías o difíciles
las comunicaciones” y no pueda aún ejercerse la acción o bien la declaración de los citados testigos
sea necesaria “para probar alguna excepción”.
Al promoverse la medida preparatoria debe expresarse el motivo por el que se solicita y el litigio que
se trata de plantear o que se teme. Cerciorado el juez de estos extremos, debe decretar la medida
con audiencia de la contraparte. Una vez iniciado el proceso principal, el juez, a instancia de parte,
ordenará agregar a aquél las diligencias practicadas para que surtan sus efectos.
El juicio ejecutivo civil puede prepararse promoviendo la confesión judicial de deuda liquida y
exigible, el reconocimiento judicial o notarial de documento privado que contenga deuda líquida y
exigible o la liquidación, por medio de un incidente previo, de la cantidad hasta entonces ilíquida de
una deuda contenida en instrumento público o privado reconocido judicialmente. Por último, aparte
de los medios preparatorios del juicio en general y del juicio ejecutivo, el CPCDF también regula la
preparación del juicio arbitral fundamentalmente a través de la designación del árbitro en los casos
en que, existiendo el acuerdo de someter un litigio al arbitraje, no esté nombrada la persona que
vaya a fungir como árbitro o la que haya sido renuncie a serlo.
En estos dos supuestos, el nombramiento se lleva a cabo en una junta, en la que el juez exhorta a
las partes a nombrar de común acuerdo a la persona que deba desempeñar el cargo de árbitro y, a
falta de dicho acuerdo, el juez hace el nombramiento de entre las personas que anualmente son
listadas por el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal.
1.5. Procedimiento del Juicio Ejecutivo
El proceso se integra de dos secciones:
1.- Sección principal. Contiene la demanda, auto de ejecución (exequendo), contestación, pruebas,
desahogo de las mismas, alegatos y sentencia.
2.- Sección de ejecución. Se forma con copia cotejada de la demanda, copia simple del auto de
ejecución (exequendo), requerimiento y embargo de bienes, depositaria, avalúos y remate
(calificación de posturas, fincamiento y aprobación), posesión de los bienes adjudicados y
otorgamiento de escrituras. Es preciso observar que la demanda debe llenar los requisitos generales
y basarse en un título ejecutivo. La admisión se realizada dictando el auto de ejecución o de
exequendo, el cual debe ordenar que se requiera al deudor para que haga pago de su adeudo,
indicar el monto del crédito y apercibirlo para que en caso de no cubrirlo se le embarguen bienes de
su propiedad bastantes para cubrir el monto del crédito y las costas.
Es importante destacar que se considera consentida la vía ejecutiva si no es impugnada mediante
el recurso de apelación en contra del auto admisorio, el cual procederá en efecto devolutivo.
El requerimiento de pago se lleva a cabo en la sección de ejecución una vez que es admitida la
demanda, realizándose en forma personal y bajo los siguientes dos supuestos.
Si el deudor es localizable, el requerimiento se hará en su domicilio y si no es hallado después de
habérsele buscado por una sola vez, se le dejará citatorio para que dentro de las veinticuatro horas
siguientes espere al ejecutor y si no lo hace, se practicará la diligencia con cualquier persona que
se encuentre en la casa o a falta de ella, con el vecino inmediato. Si el deudor no es localizable por
no tener casa en el lugar y no saberse su paradero, el requerimiento se le hará durante tres días
consecutivos en el Boletín Judicial y se fijará cédula en los sitios públicos de costumbre (estrados
de la Tesorería del Distrito Federal), surtiendo sus efectos las notificaciones a los ocho días
siguientes.
Se debe llevar a cabo una vez que se ha verificado el requerimiento sin obtener el pago, siguiéndose
las reglas de cualquier secuestro judicial. El deudor puede evitar el embargo consignando la
cantidad reclamada a las resultas del juicio, en billete de depósito de Nacional Financiera y en este
caso, el juez decidirá su suerte en la sentencia definitiva. Si es procedente la acción se entregarán
las cantidades al actor y si no son suficientes para cubrir el adeudo y sus costas, se practicará el
embargo por lo que falte. Realizado el embargo se debe emplazar al deudor para que en un término
no mayor de nueve días pueda oponer las excepciones y defensas que tenga, siguiendo todos los
demás trámites del juicio ordinario y ventilándose conjuntamente, pero de manera independiente, la
sección de ejecución.
El remate se realiza una vez agotado el procedimiento en la sección principal, (si se considera
procedente la acción), y sobre los bienes embargados para que con su producto se haga pago al
acreedor.
1.6. El Juicio Rescisorio
La del iudicium rescissorium (juicio rescisorio), dirigida a obtener un nuevo fallo sobre el fondo del
asunto con las presencias del demandado rebelde. Tras la rescisión de la sentencia, se sustancia
una nueva audiencia gracias a la reapertura del anterior proceso en la que el demandado rebelde
puede realizar todos los actos procesales de defensa desde la contestación a la demanda.
1.7. Remate de Bienes
1.7.1. Concepto de Remate
Un remate es una licitación, subasta o puja, donde un cierto artículo es ofrecido a la venta con un
precio base (mínimo) y los interesados deben realizar sus ofertas. Aquel que ofrezca una mayor
cantidad de dinero por el producto, será quien gane el remate y pueda quedarse con lo ofrecido.
Los remates pueden desarrollarse de distinta forma. Por lo general, se trata de una competencia
pública donde los interesados expresan el precio que están dispuestos a pagar y pueden competir
entre sí, superando uno la oferta de otro. También hay remates de una única oferta, en los que cada
interesado hace su oferta en secreto y confía en haber ganado.
No podemos obviar tampoco en este sentido, que el remate viene a ser una especie de rebaja. Así,
muchas son las tiendas de productos de belleza, de juguetes o incluso de moda que, en
determinadas fechas del año, después de haber llevado a cabo un periodo de rebajas, presentan
en sus escaparates lo que denominan “remate final”. De esta manera, se da cuenta al comprador
de que los precios que tienen en ese momento son aún todavía más bajos.
Dentro del ámbito musical, tendríamos que exponer la existencia de un cantante que responde al
nombre de Remate. Es madrileño, se define como cantautor de tipo multi instrumentalista y apuesta
por un marcado estilo clásico. Ha lanzado al mercado un total de diez trabajos discográficos y entre
ellos destacan especialmente “Deconstructin´Mood” (2003), “Superflua. Por lo que tiene es
romántico” (2011) o “Una araña a punto de comerse una mosca” (2012).
En el campo de la tauromaquia también se emplea el término que ahora estamos analizando. En su
caso, la palabra remate se usa para definir al momento final de la embestida que lleva a cabo el toro
ante el torero.
Asimismo, a nivel coloquial, remate forma parte de distintas locuciones adverbiales y verbales entre
las que destaca, por ejemplo, “de remate”. Esta es una locución adverbial que tiene como claro
objetivo el intensificar determinados vocablos despectivos.
Un claro ejemplo de ello es cuando se dice “Pedro está loco de remate”, que viene a establecer el
grado máximo de locura que tiene aquel.
Dentro del ámbito arquitectónico, el remate es aquel elemento que permite finalizar o dar por
terminada una obra. Esto quiere decir que el remate sirve para decorar o concluir una construcción.
Un pináculo o un chapitel pueden ser remates escogidos por el arquitecto: “Mira el remate de ese
edificio: tiene una ornamentación gótica muy particular”.

1.7.2. Remate de Bienes Inmuebles. Su Procedimiento. Las Almonedas


De una interpretación sistemática de este ordinal, se infiere que el avalúo tendrá que realizarse
necesariamente por dos peritos, uno de cada parte y para el caso de ser discordantes entre sí, el
Tribunal designará un perito tercero. En la práctica, existen diversos criterios al respecto, pues hay
Juzgadores que en tratándose de la valuación de los bienes secuestrados, si la parte demanda no
designa perito de su parte, continúan el procedimiento de remate con el avalúo rendido por el perito
de la actora aplicando el artículo 1253 del Código de Comercio, luego entonces no cabría en este
supuesto la posibilidad de un perito tercero en discordia porque antes la omisión de la contraparte
a designar perito valuador, se le tendrá por conforme con el de su contrario y sobre este versará la
postura legal para remate, un segundo criterio es que solo tratándose de bienes inmuebles se
requiere de dos peritos y un tercero para el caso de discordia, en cambio para valuar bienes muebles
solo se hace necesario un avalúo, otros jueces determinan que, si la parte demandada no designa
perito valuador de su parte, lo hace el juez en su rebeldía y para el caso de discordia se designa un
perito tercero. Al respecto considero que la postura correcta es esta última porque cumple a
cabalidad con lo establecido por el artículo en comento.
Continuando con los avalúos para efecto de sacar a remate los bienes secuestrados, se tiene que,
cuando en la almoneda respectiva no comparecen postores ni solicita el ejecutante la adjudicación
de los bienes inmuebles secuestrados y transcurren más de 6 meses, incluso años, para que el
actor solicite se señale fecha para la segunda almoneda o la que corresponda, también existen dos
criterios, uno, acordar de conformidad la petición del actor y el segundo, que, previo a señalar fecha
para la siguiente almoneda se ordena actualizar los avalúos, tomando en consideración que con el
transcurso del tiempo los bienes raíces tienden a la alza en su valor, aunque al respecto no existe
dispositivo legal que así lo ordene pues el artículo 512 del Código Procesal Civil local y su correlativo
del federal solo hacen referencia a la valuación de los bienes cuando no lo hayan sido ya
anteriormente o si los interesados no hubieren convenido precio para el caso de remate y a su vez
el ordinal 514 contempla la actualización empero del certificado de los gravámenes que pesan sobre
el bien embargado.
En lo particular considero que en este supuesto es menester requerir a los peritos sobre la
actualización de los avalúos, porque efectivamente, contrario a los muebles, los bienes inmuebles
con el transcurso tienden al alza en su valor.
En cuanto a las adjudicaciones de bienes, es común que en tratándose de los remates, cuando no
existen postores, con posterioridad a la diligencia, la parte actora solicita la adjudicación directa en
postura legal, esto es en las dos terceras partes del valor fijado, al efecto el artículo 519 y 545 del
Código Procesal Civil Federal, prevén respectivamente que en cualquier almoneda en que no
hubiere postura legal, el ejecutante tiene derecho de pedir la adjudicación en la cuantía señalada
para la postura legal, lo cual se entiende que ello será exclusivamente en la diligencia de remate.
En cambio, e segundo dispositivo en comento dispone en su fracción II que, si la venta no se logra
sin deducción alguna del precio, los bienes podrán venderse o adjudicarse en cualquier momento,
esto sería entonces en el precio en que fueron valuados. Sin embargo, en la práctica comúnmente
y con posterioridad a la diligencia de remate, se puede la adjudicación en las dos terceras partes
del avalúo, lo que así se acuerda en algunos Juzgados, otros en cambio adjudican, pero en el precio
en que fueron valuados, siendo este último criterio con el cual comparto ideas, aunque con las
siguientes salvedades.
En las diligencias de remate y en la adjudicación de bienes cuando hay diversos gravámenes
preferentes al del ejecutante y el actor o ejecutante presenta posturas legales ofreciendo pagarla
con su crédito reconocido en sentencia ejecutoria en algunos Juzgados se califica de legal la postura
y se finca el remate en favor del ejecutante, en otros no, pues se exige que la exhibición de la postura
sea en efectivo o en cualquiera otra forma de las establecidas por los artículos 524, 525 y demás
relativos del Código Procesal Civil vigente en la Entidad y sus correlativos del Federal.
Entonces no puede hacerse pago alguno al ejecutante, sino después que se haya pagado a los
acreedores preferentes o reservada la cantidad necesaria en el caso de que todavía no haya
sentencia firme, por tanto, en este caso no debe calificarse de buena la postura que se haga en
estos términos por no ser legal la forma de pago propuesta, máxime que como consecuencia el
adjudicatario solicitara la cancelación de gravámenes que pesan sobre el bien rematado en términos
del artículo 1820 del Código Civil vigente en la Entidad y su correlativo del Federal, en donde se
establece que en las ventas judiciales los bienes inmuebles pasaran libres de gravámenes, lo cual
debe entenderse que ello opera solamente cuando se da la hipótesis prevista por el artículo 542 del
Código Procesal Civil, esto es, cuando los titulares de los gravámenes que pesan sobre los bienes
adjudicados han sido satisfechos en sus créditos, más aún porque el adjudicatario está obligado a
responder de ellos hasta donde alcance el valor del inmueble adjudicado que debe aplicarse primero
al pago de los créditos preferentes y después si hubiere remanente al crédito del adjudicatario.
Otra problemática común es que, habiendo créditos preferentes, el ejecutante solicita en la diligencia
de remate, con fundamento en el artículo 519 del Código Procesal Civil, que no habiendo posturas
legales, se le adjudique el bien a rematar en pago de su crédito, en algunos Tribunales se acuerda
de conformidad, en otros no porque se estaría en el supuesto del referido artículo 542, además el
artículo 520 de tal legislación establece que el acreedor a quien se adjudique la cosa, reconocerá a
los acreedores hipotecarios, anteriores a sus créditos, hasta donde baste a cubrir el precio de
adjudicación, para pagárselos al vencimiento de sus escrituras, luego entonces, el ejecutante que
pretenda la adjudicación debe reconocer expresamente a los acreedores preferentes que se
desprendan del certificado de gravámenes, y si dichos créditos están vencidos y son de cantidad
líquida donde alcance el precio de la adjudicación y si no lo están, o aun no son líquidos ni
determinados por sentencia ejecutoria, debe obligarse a pagarlos una vez vencidos, liquidados y
establecidos por sentencia ejecutoria, pues así se infiere de tales ordinales, ya que de admitir la
adjudicación, cuando hay acreedores preferentes, se está faltando al deber de pagar rimero a los
acreedores preferentes que prescriben los mencionados artículos 542 y 520 del Código procesal
Civil, por lo que en principio solo podría adjudicarse al ejecutante el bien sacado cuando no haya
acreedores preferentes y cuando los hay, no pueden adjudicarse, salvo que, el ejecutante o bien
pague dichos créditos hasta donde alcance el precio de la adjudicación o se obligue a pagarlos en
la misma proporción, cuando no estén vencidos o en las demás hipótesis señaladas con antelación.
Cuando el ejecutante que se adjudica el bien paga a los acreedores preferentes hasta donde
alcanza el importe del precio de la adjudicación, procede la cancelación de los gravámenes para
que el bien pase a su poder libre de todo gravamen.
Cuando reconozca loa adeudos y se obligue a pagarlos hasta donde alcanza el importe del precio
de la adjudicación, los gravámenes no podrán cancelarse hasta que cumpla con la obligación
contraída.
Debe entenderse siempre que los créditos preferentes deben acreditarse siempre mediante la
sentencia ejecutoria para que puedan hacerse efectivos.
Ahora bien, el ordinal 527 del Código Procesal Civil estatuye, cuando el ejecutante quiera hacer
postura, la garantía o la exhibición de contado, en su caso se limitará al exceso de la postura, sobre
el importe de lo sentenciado.
Debemos entender entonces que tal precepto solo es aplicable cuando no existan créditos
preferentes por pagar, en caso contrario se aplicará el artículo anterior, esto es el 542.
1.7.3. El Procedimiento de Bienes Muebles
En los casos en que los bienes motivo de remate son muebles, el artículo 441, fracción III, del Código
Procesal en consulta, dispone: “Cuando los bienes cuyo remate se haya decretado, fueran muebles,
se observará lo siguiente: Efectuada la venta, el corredor o casa de comercio entregará los bienes
al comprador, otorgándole la factura correspondiente que firmará el ejecutado o el tribunal en su
rebeldía.” Ahora bien, aplicadas por analogías, las disposiciones relativas al remate de bienes
inmuebles, por disposición del artículo 441, fracción VI, del Código adjetivo en consulta, se tiene
que en el caso, el último acto ejecución de dicho procedimiento de remate de bienes muebles, es
aquel en el cual, previa venta a través de corredor público o casa de comercio que expanda objetos
o mercancías similares al bien secuestrado, adjudicación y entrega de éste al comprador, el juzgador
requiere al ejecutado para que otorgue la factura correspondiente y lo apercibe que de no cumplir
con ello, lo hará en su rebeldía.
Los bienes Muebles se clasifican de acuerdo a su naturaleza, aprovechamiento, origen condiciones
físicas y situación legal.
POR SU NATURALEZA
Bienes Instrumentales: Son aquellos bienes Muebles, considerados como implementos o medios
para el desarrollo de las actividades que se realizan en el INIFED, que tienen una vida útil
prolongada y que pueden inventariarse y resguardarse individualmente, por lo que deberán ser
incorporados al patrimonio del INIFED, ejemplo: escritorios, microscopios, computadoras, etc. Estos
Bienes Muebles invariablemente son adquiridos con cargo al capítulo 5000 del Clasificador por
Objeto del Gasto.
Bienes de Consumo: Son aquellos bienes que por su utilización en el desarrollo de las actividades
que se realizan en el INIFED, tienen un desgaste parcial o total y tienen un periodo de vida corto y
además no pueden ser inventariados en forma individual. Estos bienes invariablemente son
adquiridos con cargo al capítulo 2000 del clasificador por Objeto del Gasto, ejemplo: Mouse,
licuadoras, calculadoras de bolsillo, cafeterías, engrapadoras simples, des engrapadoras, etc.
POR SU APROVECHAMIENTO
Mobiliario: Bienes que se utilizan en forma indirecta para el desarrollo de las actividades y no
requieren de algún dispositivo para su operación.
Equipo: Bienes que se utilizan en forma directa para el desarrollo de las actividades y requieren de
dispositivos para su operación.
Vehículo: Bienes que se utilizan para transportase y llevar a cabo sus actividades.
POR SU ORIGEN
Bienes propiedad de la Entidad: aquellos bienes que forman parte del patrimonio y que fueron
incorporados a través de su adquisición con recursos federales o con recursos de proyectos
externos, donados al INIFED, por terceros o producidos por la misma institución.
Bienes en comodato: Bienes de propiedad de un tercero que, a través de un contrato o convenio,
transitoriamente están a disposición del INIFED para su uso y aprovechamiento.
Bienes propiedad de particulares: Bienes de propiedad de los servidores públicos del INIFED para
su uso personal, y que el INIFED no adquiere ninguna responsabilidad sobre ellos.
POR SUS CONDICIONES FISICAS
Bien útil: Mobiliario y equipo que todavía permite su uso y operación con seguridad.
Bien Desgastado: Mobiliario y equipo que por su uso no presenta las medidas mínimas de seguridad
para su operación.
Bien Incosteable: Mobiliario y equipo deteriorado o descompuesto del que el costo para su
rehabilitación es mayor o casi igual que su valor de reposición y su mantenimiento es muy alto.
Bien destruido: Mobiliario y equipo que se encuentre en condiciones físicas prácticamente
deplorables y que ya no es posible su rehabilitación.
POR SU SITUACION LEGAL
Bien extraviado: Mobiliario y equipo del que el usuario desconoce su ubicación por extravío y cuya
causa puede ser imputable a él.
Bien robado: Mobiliario y equipo que le fue robado al usuario con o sin violencia.
Bien siniestrado: Mobiliario y equipo que sufrió un deterioro a causa de un accidente y que puede
ser reclamada su indemnización a la compañía de seguros.
Bien donado: Es aquel bien entregado a título gratuito de una persona llamada donante a otra
llamada donatario.
Bien arrendado: Es aquel que se da en alquiler a una persona física o moral para que puedan hacer
uso por el tiempo pactado en el contrato celebrado.

2. Juicio Hipotecario
2.1. Pretensiones que se Reclaman
2.2. Procedimiento del Juicio Hipotecario. La Anotación de la Demanda
Al escrito de demanda hay que acompañar el instrumento que contenga la garantía hipotecaria,
teniendo la obligación de ser precisos, indicando en los hechos si sucedieron ante testigos y
presentando todos los documentos pertinentes.
En el mismo escrito se deben ofrecer todas las pruebas, relacionándolas con los hechos y en caso
de que las mismas sean contrarias a la moral, al derecho y sobre hechos no controvertidos,
imposibles, notoriamente inverosímiles o que no se hubieren relacionado con los hechos, el juez las
desechará inmediatamente.
Si se presenta el caso, que la parte demandada se allana a la demanda, en este caso, el juez sin
más trámite citara para sentencia definitiva. Y en caso de que el demandado solicite un término de
gracia para el pago o cumplimiento de lo reclamado, el juez dará vista al actor por el término de tres
días para que manifieste lo que a su derecho convenga y resolverá lo conducente conforme a tales
proposiciones. Si reúne los requisitos indicados se le dará entrada y se ordenará la anotación de la
demanda en el Registro Público de la propiedad, mandando además de la demanda en el Registro
público de 90 días anteriores a la presentación de la demanda hipotecaria.
Si el título base de la acción de advierte que hay otros acreedores hipotecarios anteriores, el juez
debe notificarles la existencia del juicio para que manifiesten lo que a su derecho corresponda, y
puedan hacer uso de su derecho a contestarla dentro del término de 9 días y en su caso, oponer
las excepciones pertinentes.
A la contestación debe ser precisa, indicando si los hechos sucedieron ante testigos y presentando
todos los documentos pertinentes. En el mismo escrito se deben ofrecer todas las pruebas,
relacionándolas con los hechos y en caso de que las mismas sean contrarias a la moral, al derecho,
sobre hechos no controvertidos, imposibles, notoriamente inverosímiles o que no se hubieren
relacionado con los hechos, el juez las desechará de plano. Con este escrito se da por vista al actor
por tres días para que manifieste lo que crea conveniente con las excepciones opuestas.
Solo se pueden oponer las excepciones, que prevé el CPCDF, y las cuales son las siguientes:
La de falta de firma de documento base de la acción, alteración o falsedad del mismo, falta de
representación, poder bastante o facultades legales de quien haya suscrito a nombre del
demandado el contrato base de la acción y nulidad del contrato. Se admiten únicamente cuando se
fundan en prueba documental, el pago o compensación la remisión o quita, la oferta de no cobrar o
espera la novación del contrato y las demás que autoricen las leyes. Respecto de las excepciones
de litispendencia y conexidad solo son admisibles cuando con la contestación se exhibe las copias
selladas de la demanda y contestación de esta o las cedulas del emplazamiento del juicio pendiente
o conexo, o bien la documentación que acredite que se encuentra en trámite un procedimiento
arbitral.
El juez debe revisar escrupulosamente la contestación a la demanda y desechar de plano las
excepciones diferentes a las que la ley autoriza, o a las que no se acompañó prueba documental,
cuando es exigida a menos que manifieste que no las tiene a su disposición y acredite haberlas
solicitado del lugar donde se encuentran los originales.
La reconvención solo es procedente cuando su funda en el mismo documento base de la acción o
se refiere a su nulidad ya que en cualquier otro caso se desechará de plano. Asimismo, en la misma
y en su contestación, las partes deben ser precisas, indicando si los hechos sucedieron ante testigos
y presentando todos los documentos relacionados. Al igual que en la demanda y contestación se
deben ofrecer las pruebas respectivas, cumpliendo con los requisitos señalados por ello.
Con la reconvención se corre traslado a la actora en lo principio para que la conteste en el término
de 6 días y en el mismo proveído se le debe dar vista por 3 días para que manifieste lo que a su
derecho convenga en relación con las excepciones opuestas.
2.3. Secciones del Juicio
Sección principal: Contiene la demanda, auto de ejecución, contestación, pruebas, desahogo de las
mismas, alegatos y sentencia.
Sección de ejecución: se forma con copia cotejada de la demanda, copia simple del auto de
ejecución, depositaria, avalúos y remate, posesión de los bienes adjudicados y otorgamiento de
escrituras.
2.4. Sentencia de Remate
Conforme a la reforma al CPCDF publicando en el Diario Oficial de la Federación con fecha 24 de
mayo de 1996, se sustituyó la cédula hipotecaria por la simple anotación de la demanda en el
Registro Público de la Propiedad, y para el efecto, el actor debe exhibir un tanto más de dicha
demanda, documento base de la acción y en su caso, de aquellos con los que justifique su
representación, para que, previo cotejo con sus originales se certifiquen por el Secretario de
Acuerdos del juzgado, haciendo constar que se expiden para el efecto de que la parte interesada
haga las gestiones necesarias ante el Registro Público e inscriba la demanda dentro del término de
3 días, debiendo acreditar oportunamente al tribunal. Anotada la demanda en el Registro Público de
la Propiedad, no podrá verificarse en la finca hipotecada ningún embargo, toma de posesión
diligencia precautoria o cualquier otra que entorpezca el caso del juicio, sino en virtud de sentencia
ejecutoria relativa a la misma finca debidamente registrada y anterior en fecha a la inscripción de la
referida demanda o en razón de providencia precautoria solicitada ante el juez por acreedor con
mejor derecho y de fecha anterior a la citada inscripción de la demanda.
El juez debe procurar dictar la sentencia en la misma fecha de la audiencia, a menos de que se trate
de pruebas documentales voluminosas ya que en este caso el juez contara con un plazo de 8 días
para dictarla de mandarla notificar por el Boletín judicial.
Es preciso señalar que desde el día del emplazamiento el deudor se convierte en depositario judicial
del inmueble sujeto a hipoteca, así como de todos sus frutos y de aquellos objetos que conforme al
contrato y al Código Civil para la Ciudad de México en materia Común y para toda la Republica en
Materia Federal deban considerarse inmovilizados y si lo pide el acreedor se puede formar un
inventario para agregarlo a los autos, quedando obligado de desobediencia el juez podrá compelerlo
por los medios de apremio que autoriza la ley.
2.5. Su Ejecución
El artículo 349 del Código de Procedimientos Civiles de Estado de Veracruz previene que la
ejecución de sentencia que haya causado ejecutoria se hará por el Juez que hubiere conocido del
negocio en primera instancia y el artículo 501 del Código de Procedimientos Civiles del Distrito
Federal contiene una disposición semejante. Ahora bien, si en el caso de un juicio hipotecario de
donde emana un incidente de ejecución de sentencia que da origen a una competencia, dicho juicio
fue promovido ante un Juez del Estado mencionado, quien lo tramitó en todas sus partes y pronunció
el fallo relativo, de carácter condenatorio para la demandada, en atención a las citadas disposiciones
legales, debe fincarse la competencia en favor del Juez que conoció originalmente del juicio,
fundamentándose ello en lo dispuesto por la fracción III del artículo 121 de la Constitución General
de la República que establece: "Las sentencias pronunciadas por los tribunales de un Estado sobre
derechos reales o bienes inmuebles ubicados en otro Estado, sólo tendrán fuerza ejecutoria en éste,
cuando así lo dispongan sus propias leyes.
3. Controversias de Arrendamiento
3.1. Génesis de los Juzgados de Arrendamiento Inmobiliario
La rescisión por cambio de destino requiere una variación radical del uso de la localidad arrendada.
ARRENDAMIENTO, CAMBIO DE DESTINO DE LA LOCALIDAD ARRENDADA.
Para que haya contravención a lo contratado, respecto al uso de la cosa arrendada que dé acción
para la rescisión del contrato de arrendamiento, es necesario que el cambio del uso o destino de la
cosa sea diferente, de manera radical, pues de no ser así no se incurre en incumplimiento.
No es necesario el juicio liberatorio después de las diligencias de consignación.
ARRENDAMIENTO, CONSIGNACION DE RENTAS. JUICIO LIBERTARIO CORRESPONDIENTE.
No es necesario que el inquilino promueva el juicio de liberación después de las diligencias de
ofrecimiento y consignación de rentas, si se le demanda la rescisión del contrato por falta de pago
oportuno de aquellas, porque es en este último juicio donde debe estudiarse si operó la liberación
de su deuda, tomando en cuenta tanto la oportunidad de las consignaciones, como los motivos del
arrendador para negarse a recibir las rentas correspondientes.
La consignación de rentas debe hacerse en un término de diez días.
CONSIGNACIÓN DE RENTAS. TÉRMINO PARA HACERLA.
La Suprema Corte ha sostenido la tesis de que el arrendatario debe pagar la renta o hacer la
consignación de ella dentro de los diez días siguientes al vencimiento, lapso que racional y
prudentemente se ha fijado, para cumplir con dicha obligación. Por tanto, si el arrendatario hizo la
consignación respectiva dentro de dichos diez días, no incurrió en imputabilidad.
No nace el derecho del actor para obtener la desocupación de una localidad de arrendamiento
congelado sin el previo aviso necesario.
ARRENDAMIENTO, DECRETO DE PRÓRROGA INDEFINIDA. ANTES DE LA PRESENTACION
DE LA DEMANDA EL ARRENDADOR DEBE DAR AL INQUILINO EL AVISO A QUE SE REFIERE
EL ARTÍCULO 6° DEL DECRETO DE CONGELACIÓN DE RENTAS.
Para que el inquilino esté obligado a desocupar la localidad amparada por un contrato de
arrendamiento regido por el decreto, debe llenarse previamente, con 3 o 6 meses de anticipación,
según el caso, el requisito consistente en que, de modo fehaciente, se dé a conocer al propio
inquilino la circunstancia de que el arrendador tiene necesidad de ocuparla.
Del texto de la ley se deduce, sin duda, la conclusión de que la obligación del inquilino de desocupar
la localización arrendada, no nace sino después de transcurridos los plazos a que el artículo 6° se
refiere, plazos que deben forzosamente contarse a partir de la notificación fehaciente que según el
propio precepto debe hacer el arrendador, de acción para demandarle la desocupación del local
arrendado.
Consecuentemente, ese aviso, esa notificación, debe hacerse previamente al ejercicio de la acción,
pues de otra suerte, está se intentaría antes del nacimiento del derecho del actor y de la obligación
del reo, para que éste desocupe. Para que trascurra el plazo a que se refiere el artículo 6° del
decreto, es menester que se dé el aviso a que el propio precepto se refiere.
Si ese aviso no se da posterioridad a la demanda, sino que se estima que la notificación de ésta es
la que constituye el aviso de necesidad del arrendador de ocupar el local, es claro que el plazo en
cuestión no se ha cumplido cuando la demanda se presenta, esto es, cuando la acción se ejercita,
el repetido plazo no ha transcurrido y ello significa que no ha nacido aún la obligación del inquilino
de desocupar la localidad, porque no ha incurrido en mora, por lo que es forzoso concluir que. Por
haberse intentado antes de que jurídicamente pudiera tener existencia, la acción es improcedente.
El decreto que prorroga arrendamientos no es aplicable a contratos posteriores a su promulgación.
ARRENDAMIENTO, DECRETO DE PRÓRROGA INDEFINIDA. EL DECRETO DE 24 DICIEMBRE
DE 1948, NO ES APLICABLE A LOS CONTRATOS CELEBRADOS CON POSTERIORIDAD A LA
FECHA DE SU PROMULGACIÓN.
Solamente los contratos celebrados con anterioridad al primero de enero quedaron prorrogados por
el Decreto del 24 de diciembre de 1948, atendiendo a que no puede prorrogarse lo que aún no
existe, y a que en el Decreto el legislador expresa y concretamente se refirió a los arrendamientos
ya existentes, según se desprende de su texto y de la exposición de motivos relativos.
Las oficinas no están protegidas por el decreto de congelación de rentas.
ARRENDAMIENTO. LOS LOCALES DESTINADOS A OFICINAS NO ESTÁN PROTEGIDOS POR
EL DECRETO DE 24 DE DICIEMBRE DE 1948.
Como el Decreto que prorrogó en la Ciudad de México la vigencia de determinados contratos de
arrendamiento, contiene disposiciones que constituyen excepciones a las reglas generales
establecidas en el Código Civil, resulta evidente que aquellas no son aplicables acaso alguno que
no esté expresamente especificado en las mismas, conforma a los dispuesto en el artículo 11 del
Código Civil.
Por tanto, como el artículo 1° del Decreto de referencia, sólo prorrogó en su vigencia y congeló en
sus rentas, aquellos contratos de arrendamiento que se refieren a casas o locales destinados a
habitación del inquilino y sus familiares, los ocupados por trabajadores a domicilio y los destinados
a talleres y a comercios o industrias, indudablemente que quedan excluidos de la protección del
Decreto aquellos locales que están destinados a oficinas.
El decreto de congelación no protege a los arrendatarios que tienen desocupado el inmueble.
ARRENDAMIENTO SOLO PROTEGE A LOS ARRENDATARIOS QUE HABITAN EL INMUEBLE
ARRENDADO Y NO CUANDO ESTE SE ENCUENTRA DESOCUPADO.
Si el arrendatario tiene el inmueble sin habitar y en completo estado de abandono, debe admitirse
que el Decreto carece de aplicación, puesto que con él se persigue proteger a los inquilinos cuya
renta no exceda de 300 pesos, pero se les protege en atención a la necesidad de que conserven la
casa en que habitan. De suerte que, si no habita la casa, entonces el inquilino no puede invocar en
su favor la aplicabilidad del Decreto que protege, se insiste, sólo a los inquilinos que habitan la finca
materia del arrendamiento, sino que deben aplicarse las normas del Código Civil, conforme a las
cuales procede la rescisión del contrato, por falta de pago puntual de la renta.
El decreto protege también a los familiares del inquilino.
ARRENDAMIENTO DECRETO DE PRORROGA INDEFINIDA FAMILIARES PARA LOS EFECTOS
DE LA PRORROGA DEL CONTRATO.
El artículo 1° inciso a), del Decreto declara prorrogados los contratos de arrendamiento de las casas
y locales destinados a habitación que ocupen el inquilino y los miembros de su familia que viven con
él.
Dicha prorroga se estableció en beneficio no únicamente del titular del contrato, sino también del
grupo social que, hacia vida en común, que formaba un hogar y habitaba un mismo techo al entrar
en vigor la prórroga.
El decreto de prórroga indefinida al arrendamiento no permite el fraude a la ley.
ARRENDAMIENTO DECRETO DE PRORROGA INDEFINIDA FRAUDE A LA LEY.
Pueden cometer fraude a la ley tanto el arrendador con el propósito de descongelar las rentas y
evitar los efectos de la prorroga a que se refiere el Decreto de la congelación de rentas, como el
inquilino que traspasa el local arrendado a otras personas bajo las mismas condiciones de
congelación y prórroga, aunque estas sean parientes suyas, pero no habiten con él y en cada caso
debe hacerse el análisis específico para descubrir e impedir el fraude.
El decreto de congelación no protege los consultorios médicos
ARRENDAMEINTO DECRETO DE PRÓRROGA INDEFINIDA LOS CONSULTORIOS MEDICOS
NO ESTAN PROTEGIDOS.
E artículo 1° del Decreto debe aplicarse en forma limitativa y no extensiva, por lo que no será
aplicable el Decreto acaso alguno que no esté expresamente especificado en él. Por tanto, no puede
considerarse a los consultorios médicos protegidos por el Decreto, puesto que no se ejerce en ellos
una actividad industrial o mercantil.
El decreto de congelación de rentas no limita la propiedad solo la libertad contractual.
ARRENDAMIENTO DECRETO DE PRORROGA INDEFINIDA NO ENTRAÑA MODALIDADES A
LA PROPIEDAD.
Las leyes regulan la prórroga forzosa de los contratos de arrendamiento o que establecen otras
restricciones de los derechos del arrendador, no constituyen modalidades a la propiedad, sino que
importan solamente limitaciones a la libertad contractual.
Es nulo el pacto que modifique el término de duración o el importe de las rentas de un contrato
prorrogado por el decreto.
ARRENDAMIENTO DECRETO DE PRORROGA INDEFINIDA.
Cualquier pacto en virtud del cual se modifique el término de duración o el importe de las rentas de
algún contrato que por la fecha de su celebración estuviera regido por el decreto de prórroga, tendrá
que considerarse afectado de nulidad absoluta, la cual no puede convalidarse por la voluntad de las
partes.
En los contratos de prórroga indefinida el pago de más de 3 mensualidades adeudadas no extingue
la acción rescisoria.
ARRENDAMIENTO DECRETO DE PRORROGA INDEFINIDA, RESCISION DE LOS CONTRATOS
PRORROGADOS.
La fracción I del artículo 7° del Decreto de prórroga de contratos de arrendamiento en la Ciudad de
México constituye una excepción a lo dispuesto por el artículo 2489, fracción I del Código Civil, por
lo que la rescisión de los contratos prorrogados sólo procede cuando el inquilino ha dejado de pagar
tres mensualidades, más si solo adeuda tres y las paga, aun cuando sea extemporáneamente pero
antes de ser lanzado, desaparece la causa de rescisión.
Sin embargo, por tratarse de una norma de excepción, es de aplicación estricta, lo que significa que,
si la mora es más grave, o sea, comprende más de tres mensualidades, entonces el pago de las
rentas es ineficaz para extinguir la acción rescisoria.
Protección al grupo familiar, aunque el inquilino ya no viva en la localidad arrendada.
AREENDAMIENTO DECRETO DE PRÓRROGA INDEFINIDA. RESCISION POR SUBARRIENDO
O TRASPASO. CONTINUACION DEL GRUPO FAMILIAR.
No existe subarriendo o traspaso cuando en la localidad arrendada habitan los integrantes del
mismo grupo familiar que ha venido ocupándola desde la celebración del contrato, aunque aquel
que figure como inquilino haya dejado de vivir allí, porque la protección de la prórroga es para el
grupo familiar, y no en provecho exclusivo de quien aparezca como arrendatario.
Requisitos para terminar contrato de prórroga indefinida por ocupación del dueño.
ARRENDAMIENTO DECRETO DE PRÓRROGA INDEFINIDA TERMINACION DEL CONTRATO
PARA OCPUAR EL DUEÑO DE LA FINCA.
Para que pueda declararse terminado el contrato congelado por la causa de necesidad del
arrendador de habitar la casa arrendada, es preciso: que este en su demanda diga en que consiste
esa necesidad, que mediante las pruebas adecuadas la demuestre, y que la autoridad jurisdiccional
la estime justificada, para producir la terminación del contrato de arrendamiento.
Así se desprende de lo que dispone el artículo 2° fracción II in fine, del Decreto prorrogado en su
duración y congelado en su renta.
La justificación a juicio de los tribunales, de la razón aducida, como determinante de la necesidad
del arrendador de habitar la casa de su propiedad arrendada, tiene que ser precisada y calificada
según las circunstancias en cada caso concreto.
Si son varias localidades arrendadas el propietario tiene derecho a elegir el local a ocupar entre los
de prórroga indefinida.
ARRENDAMIENTO DECRETO DE PRORROGA INDEFINIDA TERMINACIÓN DERECHO DE
ELEGIR EL PROPIETARIO EL LOCAL DE DESEE OCUPAR CUANDO LA FINCA ES DE VARIOS
DEPARTAMENTOS.
Cuando el propietario ha justificado la necesidad de habitar en su casa arrendada y está se compone
de varios departamentos, tiene derecho a elegir en cuál de ellos ha de vivir, y no es al inquilino a
quien corresponde decidir cuál es el departamento que debe desocuparse.
Por cumplir voluntario se extingue la nulidad derivada de la falta de forma escrita en el contrato de
arrendamiento.
ARRENDAMIENTO FALTA DE FORMA DEL CONTRATO DE.
La forma escrita del contrato de arrendamiento exija por el artículo 2406 del Código Civil para la
Ciudad de México y Territorios Federales, no implica una solemnidad, sino una forma cuya falta
produce nulidad relativa o ineficacia, pero permite que el acto produzca provisionalmente sus
efectos, según el artículo 2227 y la acción de nulidad queda extinguida en términos del artículo 2234
del mismo ordenamiento cuando existe cumplimiento voluntario.
Procede la demanda de desocupación sin presentación del contrato si las partes han cumplido
voluntariamente con él.
ARREENDAMIENTO FORMALIDADES DEL.
La forma prescrita por el artículo 2406 del Código Civil de la Ciudad de México no es ad
solemnitatem, sino simplemente ad probationem y por lo mismo, y como a mayor abundamiento lo
disponen los artículos 489 y 490 del Código de Procedimientos Civiles de la Ciudad de México, no
es necesaria la presentación del contrato escrito para que proceda la demanda de desocupación,
sino que basta al respecto con demostrar que las partes han cumplido voluntariamente con él,
comportándose como arrendador y como arrendatario.
Continúan las obligaciones del fiador aún después de concluido el término forzoso del
arrendamiento.
ARRENDAMIENTO, FIADOR.
Si el fiador se obliga mancomunadamente con el arrendatario, en cuanto a la obligación principal,
sus obligaciones continúan vivas, aun después de concluido el término forzoso para la duración de
contrato, por haberse constituido como principal pagador de todas y cada una de las obligaciones
contraídas por el arrendatario.
Se violan garantías si no se comprueba la existencia del contrato de arrendamiento en un juicio de
desocupación
La base de juicio de desocupación es la existencia del contrato de arrendamiento del predio cuya
desocupación de pretender y cuando no se comprueba la existencia de ese contrato los
procedimientos respectivos importan una violación de garantías.
La modificación de la renta no es novación del contrato de arrendamiento.
La novación existe cuando las partes alteran sustancialmente el contrato sustituyendo una
obligación nueva a la antigua y la modificación en el precio del arrendamiento no es una alteración
sustancial del mismo.
El lanzamiento por falta de pago de rentas no constituye violación de garantías. El lanzamiento que
se decreta por virtud de haberse comprobado que el inquilino faltó al pago de sus rentas, en los
términos convenidos, no constituye una violación de garantías.
Es arrendamiento no son contradictorias las acciones de rescisión y de pago de rentas.
No puede decirse que la acción de rescisión del contrato de arrendamiento sea contraria a la de
pago de rentas, pues conforme a la ley y a la naturaleza del contrato, el actor puede pedir en
cualquier momento la rescisión y además tiene derecho a cobrar las rentas que se le estuvieren
adecuando.
No son contradictorias las acciones de rescisión y terminación del contrato de arrendamiento.
Las acciones de rescisión y terminación del contrato de arrendamiento no son contrarias ni
contradictorias, pues no existe entre ellas ninguna oposición de la que pudiera resultar que la
procedencia de una implique necesariamente la improcedencia de la otra, ni tampoco es el caso de
que ambas persigan fines que por ser opuestos se excluyan recíprocamente, sino que, por el
contrario, las dos persiguen el mismo fin: la desocupación y entrega del local arrendado.
El contrato de arrendamiento legítimo en juicio al arrendador
ARRENDAMIENTO LEGITIMACIÓN DEL ARRENDADOR
La calidad de arrendador dimana del contrato de arrendamiento, por lo que, quien se ostenta como
tal en un juicio, no necesita acompañar documento probatorio de la propiedad, ni de que el dueño
le ha conferido la facultad para arrendar; le basta con el contrato de arrendamiento, porque la acción
o defensa que del mismo se desprenden son de carácter personal y no real.
Se requiere constancia de cobro al inquilino para que éste incurra en mora, si el lugar de pago es el
domicilio del arrendatario
ARRENDAMIENTO LUGAR DE PAGO DE LAS RENTAS
Cuando la renta debe ser pagada en el domicilio del arrendamiento según lo establecido por el
artículo 2427 del Código Civil para la Ciudad de México y Territorios Federales, si no hay constancia
del cobro al arrendatario, éste no incurre en mora.
Se requiere constancia de cobro al inquilino para que éste incurra en mora si en el contrato no es
preciso el domicilio del arrendador.
Aun cuando en el contrato de arrendamiento se haya estipulado que el lugar de pago es el domicilio
del arrendador, si no se precisó la ubicación de ese domicilio ni se probó durante el juicio que fuera
conocido del arrendatario, debe estarse a lo establecido por el artículo 2427 del Código Civil para la
Ciudad de México y Territorios Federales, en cuyo caso, si no hay constancia del cobro a éste de
las rentas, el arrendatario no incurre en mora.
Sin notificación de cambio de propietario el inquilino no incurre en mora.
ARRENDAMIENTO MORA EN CASO DE CAMBIO DE PROPIEDAD DEL PREDIO ARRENDADO.
En nuevo del predio arrendado está obligado a notificar al arrendatario el cambio de propiedad, en
los términos del artículo 2409 del Código Civil para la Ciudad de México y Territorios Federales, sin
lo cual el inquilino no incurre en mora en el cumplimiento de sus obligaciones y al arrendador
subrogado, por tanto no corresponde, frente al inquilino a quien no se ha notificado, la titularidad de
las acciones de desahucio y de rescisión del contrato de arrendamiento y si el arrendatario para las
rentas al arrendador primitivo, queda liberado de la obligación correlativa.
Cualquiera de los presuntos herederos del inquilino tiene legitimación para comparecer a juicio en
defensa de los derechos del arrendatario.
El arrendamiento continúa a pesar de la muerte de los contratantes, porque ese hecho no está
previsto como causa de terminación del contrato en el artículo 2408 del Código Civil para la Ciudad
de México, ni es causa de rescisión según el artículo 2408 del mismo ordenamiento. Para precisar
a quien o a quienes corresponden los derechos derivados del contrato cuando muere el arrendatario
y se trata de rentas bajas que harían onerosa la tramitación del juicio sucesorio, la Suprema Corte,
con apoyo en el artículo 1288 del Código Civil, ha sostenido que desde el momento de la muerte
del arrendatario, los presuntos herederos, esposa, hijos, hermanos, que continúan poseyendo como
inquilinos son comuneros y cualquiera de ellos tiene legitimación activa y pasiva para comparecer a
juicio en defensa de los derechos del arrendatario aun cuando no exista testamento, ni albacea, ni
declaración de herederos, procedimiento sucesorio cuya iniciación no es condición de la titularidad
de los derechos hereditarios porque éstos transmiten al momento de la muerte del autor de la
sucesión.
El término de preaviso de terminación de arrendamiento es renunciable.
El término legal para el previo aviso que pone fin al arrendamiento por tiempo indefinido es
renunciable, por fijarlo una disposición supletoria y no de orden público.
La notificación de terminación del arrendamiento no convierte al contrato en relación por tiempo
determinado.
La notificación al arrendatario de ser voluntad del arrendador dar por concluido un arrendamiento
por tiempo indefinido, no tiene el efecto de crear la relación jurídica propia del contrato por tiempo
determinado, porque el plazo de dos meses a que laude el artículo 2478 del Código Civil de la
Ciudad de México, no es término de duración del contrato de arrendamiento, ni prórroga del mismo
sino lapso máximo para la desocupación y entrega del inmueble arrendado.
La prórroga de arrendamiento debe ejercitarse antes de que venza el contrato de arrendamiento.
El derecho concedido al arrendatario para pedir que se prorrogue el arrendamiento por el término
de un año, debe ejercitarse cuando todavía está en vigor el contrato, porque lo que no existe no
puede prorrogarse.
La prórroga del arrendamiento sólo puede ejercitarse respecto de contratos por tiempo determinado.
ARRENDAMIENTO PRÓRROGA DEL CONTRATO
El artículo 2485 del Código Civil de la Ciudad de México, que dispone que vencido un contrato de
arrendamiento tendrá derecho el inquilino, siempre que esté al corriente en el pago de las rentas a
que se le prorrogue por tiempo determinado.
Al inquilino le corresponde demostrar el pago de las rentas
El contrato de arrendamiento exhibido en un juicio sobre rescisión por falta de pago de las pensiones
adeudadas, es la prueba de la existencia de la obligación del inquilino, de pagar sus rentas, desde
la fecha del contrato, este en sí mismo, es la prueba fundamental del derecho para exigir las
pensiones pactadas y basta que el actor demuestre la existencia del contrato y que afirme la falta
de pago de las pensiones, para que proceda tramitar tanto la acción rescisoria, como la de pago de
todas las rentas, desde la fecha del contrato, y al inquilino incumbe demostrar que hizo los pagos,
puesto que exigir tal prueba al arrendador, equivaldría obligarlo a probar una negación y si el
inquilino sostiene que la ocupación no tuvo lugar por todo el tiempo cuyo pago se le exige, debe
comprobar tal hecho.
El pago efectuado en un juicio de desahucio, deja a este procedimiento sumario sin efecto, pero no
incapacita al arrendador para ejercitar la acción rescisoria fundada en la falta de pago de renta, en
el plazo estipulado, situación que no contemplan las disposiciones legales que rigen el juicio de
desahucio y que no son derogatorias de las que contienen los artículos 2489, fracción I y 2453 del
Código Civil de la Ciudad de México.
El subarriendo puede probarse presuncionalmente.
Para acreditar el subarriendo debe admitirse a prueba de presunciones porque la prueba directa
resulta muy difícil de obtener ya que cuando se efectúa el subarriendo lo celebran lo ocultan al
arrendador.
La responsabilidad que impone al arrendatario el artículo 2435 del Código Civil para la Ciudad de
México, debe entenderse en el sentido de que existe una presunción en contra de aquel como
consecuencia de una obligación que tiene de cuidar con diligencia la finca que tiene en
arrendamiento.
Por tanto, para exigir al arrendatario la responsabilidad por daños causados por incendio, basta
demostrar que se produjo el incendio en la localidad arrendada y que causó la destrucción o
deterioro de la cosa, sin necesidad de demostrar la culpa del arrendatario, quien para salvar su
responsabilidad debe probar plenamente el hecho que justifique el caso fortuito o la fuerza mayor y
consecuentemente que el incendio tuvo una causa que no le es imputable.
El subarrendatario es causahabiente del arrendatario y no es persona extraña al juicio
ARRENDAMIENTO SUBARRENDATARIO ES CAUSAHBIENTE DEL ARRENDATARIO.
El subarrendatario es causahabiente del arrendatario y, por tanto, aquel no puede ser considerado
como persona extraña al juicio seguido en contra de éste.
3.2. Competencia
Por otra parte, el Consejo de la Judicatura del Distrito Federal, atendiendo al trabajo y a las
necesidades de organización interna que presentan los Juzgados del Arrendamiento Inmobiliario ha
establecido estructuras organizacionales tipo, definiendo la integración mínima de servidores
públicos de un juzgado y la descripción esquemática de la organización de dichos órganos judiciales,
señalando la denominación de los puestos y niveles salariales y jerárquicos que los integran.
Conforme al Dictamen de Estructura Orgánica de los Juzgados del Tribunal Superior de Justicia del
Distrito Federal y a los Organigramas autorizados para Juzgados del Arrendamiento Inmobiliario,
emitidos por el Pleno del Consejo de la Judicatura del Distrito Federal en Acuerdo 14-39/2006, del
día cuatro de octubre de 2006, cada uno de dichos juzgados deberá estar integrado por un Juez;
dos Secretarios de Acuerdos de Juzgado, un Secretario Conciliador; dos Secretarios Proyectistas;
dos Secretarios Actuarios de Juzgado y dos Pasantes de Derecho.
El Objetivo de los Juzgados del arrendamiento inmobiliario es contribuir al logro de la paz social, a
través de un sistema de administración e impartición de justicia pronta, expedita, gratuita, completa,
imparcial, transparente y confiable, que garantice el estado de derecho, mediante la resolución de
las controversias generadas con motivo del arrendamiento dentro del Distrito Federal de inmuebles
destinados a habitación, comercio industria o cualquier otro uso, giro o destino permitido por la ley.
3.3. Controversias de Arrendamiento de Casa-Habitación
La existencia de tribunales especializados en nuestro país inicia con la publicación el 29 de enero
de 1969, de la Ley Orgánica de los Tribunales del Fuero Común del Distrito y Territorios Federales,
promulgada por el entonces Presidente de la República Gustavo Díaz Ordaz, en la que se
establecieron de manera separada a la Materia civil, juzgados especializados que conocerían
exclusivamente de asuntos del orden familiar, lo que representó un gran avance en la impartición
de justicia del Distrito Federal.
Dos décadas después, y atendiendo a las necesidades sociales y las crecientes cargas de trabajo
que enfrentaban los juzgados civiles, así como al creciente problema inquilina río que se vivía en el
Distrito Federal, el 26 de Febrero de 1985 entran en funciones los juzgados encargados de conocer
exclusivamente de todas las controversias generadas con motivo del arrendamiento dentro del
Distrito Federal de inmuebles destinados a habitación, comercio, industria o cualquier otro uso, giro
o destino permitido por la ley.
Actualmente, el Consejo de la Judicatura del Distrito Federal, como órgano de administración,
vigilancia y disciplina del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, en ejercicio de las
facultades que la Ley Orgánica del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, en sus artículos
49 y 63, ha dispuesto la existencia hasta hoy de diecisiete juzgados especializados en materia de
arrendamiento inmobiliario. Dichos órganos judiciales, en cuanto a su legal existencia y organización
se encuentran regulados en los artículos 2 fracción V, 48 fracción IV, 49, 53, 58, 60, 61, 62 y 63 de
la referida Ley Orgánica.
Lo regula, en su redacción anterior a la reforma, el Título Décimo Sexto bis del CPCDF, denominado:
De las controversias en materia de arrendamiento de fincas urbanas destinadas a habitación y que
establece un procedimiento expedito para la solución de estos conflictos, cuya lentitud había
desalentado la existencia de arrendamientos para vivienda, agravando el problema habitacional en
el Distrito Federal. En principio, el procedimiento se rige por las reglas generales de la vía ordinaria,
con excepción de aquellas que expresamente modifica este título y que a saber son: Agilidad. Al
juez se le otorgan amplias facultades para decidir en forma pronta y expedita lo más conveniente
para resolver el conflicto, siempre que esté apegado a Derecho.
Documento base de la acción. Para el ejercicio de la acción es necesario que el actor exhiba en el
momento de presentar la demanda el contrato de arrendamiento en caso de que se haya celebrado
por escrito y en caso de ser verbal, copia certificada de los medios preparatorios que acrediten su
existencia. Reducción del plazo para contestar la demanda y la reconvención. Que se acortan a
cinco días hábiles. Consecuencias de la rebeldía por no contestar la demanda o reconvención.
Hasta antes de la entrada en vigor la Reforma al CPCDF de 24 de mayo de 1996 se entendían
negados los hechos en que se basaba la demanda (negativa ficta), actualmente, se consideran
afirmados (confesión ficta). Audiencia de conciliación. Se lleva a cabo una vez contestada la
demanda y en su caso, la reconvención, conforme a las siguientes reglas: Se llevará a cabo dentro
de los cinco días hábiles siguientes, con o sin la asistencia de las partes.
Si asisten ambas partes el juez la iniciará examinando las constancias relativas a la legitimación
procesal, es decir, aquellas que acrediten que los contendientes están debidamente representados
en el juicio, si han acudido por conducto de sus apoderados y posteriormente, se procurará la
conciliación entre ellas por conducto de conciliador adscrito al juzgado quien deberá escuchar las
pretensiones de las partes y proponer alternativas de solución.
Si se obtiene acuerdo entre ellas, acto seguido se formalizará el convenio respectivo el cual, si llena
los requisitos legales, será aprobado por el juez y elevado a la categoría de cosa juzgada, dando
con ello por terminado el proceso. Si una parte o ambas no concurren sin causa justificada serán
sancionadas con una multa hasta de ciento veinte días de salario mínimo general vigente para el
Distrito Federal. En el caso de que las partes no hubieren llegado a un acuerdo o que se hubiere
abierto la audiencia sin asistencia de los contendientes o tan sólo con uno de ellos, el juez, con
amplias facultades de dirección procesal examinará, en su caso, las excepciones de conexidad,
litispendencia y cosa juzgada con el fin de depurar el procedimiento.
La resolución que tome el juez en esta audiencia serán apelables en efecto devolutivo. La audiencia
no se lleva a cabo si previamente se agotó la vía conciliatoria ante la Procuraduría Federal del
Consumidor. Ofrecimiento de pruebas. Se lleva a cabo una vez que ha concluido la audiencia de
conciliación durante un lapso de diez días comunes a las partes, los que comienzan a correr a partir
del día siguiente a que surta sus efectos o la notificación de dicho auto, debiendo tenerse en cuenta
que sólo se admiten las pruebas que se refieren a hechos controvertidos.
Audiencia de desahogo de pruebas, alegatos y sentencia, en ella se debe observar los lineamientos
siguientes: Se lleva a cabo dentro de los ocho días siguientes al vencimiento del periodo de
ofrecimiento de pruebas. Las pruebas se desahogan en la forma que el juez determine, atento a su
estado de preparación. Una vez desahogadas se oyen los alegatos de las partes. El juez debe
pronunciar la sentencia de manera breve, clara y concisa al final de la misma, o más tardar entro de
los ocho días siguientes. Incidentes.
Los cuales no suspenden el procedimiento. Apelaciones. La sentencia definitiva es apelable en
ambos efectos y las demás resoluciones en el efecto devolutivo. Tramitación para contrato de
arrendamiento con fines no habitacionales o para casa habitación celebrados después del 19 de
octubre de 1993. Para ellos se aplican las reformas al Título Décimo Sexto bis del CPCDF
denominado De las Controversias en Materia de Arrendamiento Inmobiliario, publicadas en el DOF
del 21 de julio de 1993.
Cabe indicar no solamente se utilizan disposiciones a controversias que existan entre el arrendador
y el arrendatario sobre el cumplimiento del contrato de arrendamiento, sino que se amplia a las
acciones que se ejercitan contra el fiador, terceros por controversias derivadas del arrendamiento y
las que intente el inquilino para exigir al arrendador el pago de daños y perjuicios por haberle
impedido el ejercicio del derecho de tanto para la celebración de un nuevo contrato de
arrendamiento o para la compra del inmueble arrendado, si se reunieron los requisitos previstos por
los Artículos 2447 y 248-J del Código Civil para el Distrito Federal en Materia Común y para toda la
República en Materia Federal. En principio, el procedimiento se rige por las reglas generales de la
vía ordinaria, para todo aquello que no se establezca una formalidad especial y que a saber son:
Agilidad. Al juez se le otorgan amplias facultades para decidir de manera pronta y expedita lo que
en derecho corresponda.
Documento base de la acción. Para el ejercicio de la acción es necesario que el actor exhiba con su
demanda el contrato de arrendamiento correspondiente en caso de que se hubiere celebrado por
escrito y si es verbal, copia certificada de los medios preparatorios que acrediten su existencia.
Documento base de la acción. Para el ejercicio de la acción es necesario que el actor exhiba con su
demanda el contrato de arrendamiento correspondiente en caso de que se hubiere celebrado por
escrito y si es verbal, copia certificada de los medios preparatorios que acrediten su existencia.
Demanda y ofrecimiento de pruebas. Deben realizarse conjuntamente en el escrito inicial,
exhibiendo todos los documentos que el actor tenga en su poder o el escrito sellado en donde conste
que los ha solicitado si existan en archivos oficiales con acceso al público.
Embargo precautorio. Se puede solicitar en el escrito de demanda si se reclama el pago de rentas
atrasadas por dos o más meses. En este caso, en el momento del emplazamiento la parte
demandada debe acreditar ante el C. ejecutor, con los recibos de renta correspondientes o escritos
de consignaciones debidamente sellados, que está al corriente en el pago de las rentas pactadas y
no haciéndolo, se le embargarán bienes de su propiedad suficientes para cubrir las rentas
adeudadas, teniéndose como domicilio legal del ejecutado el inmueble motivo del arrendamiento.
Auto admisorio.
En él se debe fijar la fecha para la celebración de la audiencia de ley, ordenando, además, que se
emplace y corra traslado al demandado y en caso de haberse solicitado, se lleve a cabo el embargo
precautorio de bienes propiedad del demandado, si no acredita en el acto de la diligencia estar al
corriente en el pago de las rentas pactadas. La contestación de la demanda debe realizarse dentro
de los cinco días siguientes a la fecha del emplazamiento. Oponiendo las excepciones que tuviere
o la reconvención contra el actor, si es procedente. Ofreciendo las pruebas que pretenda rendir y
exhibiendo los documentos que obren en su poder o la copia sellada de los escritos en los que
conste que los solicito, si se trata de documentos existentes en archivos oficiales con acceso al
público y en el que los particulares puedan obtener copias certificadas. La contestación a la
reconvención debe realizarse dentro de los cinco días siguientes a la notificación del auto que admita
la demanda reconvencional y en él se tienen que ofrecer las pruebas conducentes y exhibir los
documentos públicos que el reconvenido tenga en su poder o la copia sellada del escrito mediante
el cual acredite que los ha solicitado, si existen en archivos oficiales en el que los particulares puedan
obtener copias certificadas.
La admisión de las pruebas se realiza una vez contestada la demanda y en su caso, la reconvención
o transcurrido el plazo para ello, debiendo el juez aceptar sólo las pruebas que estén ofrecidas
conforme a las reglas ordinarias. La preparación de las pruebas queda a cargo de las partes, por lo
que deben presentar a sus testigos, peritos y exhibir los documentos públicos que hubieren
anticipado en las condiciones ya indicadas y sólo que el oferente demuestre la imposibilidad de
prepararlas directamente, el juez elaborará los oficios y cédulas de notificación poniéndolas a su
disposición para que prepare la prueba y pueda desahogarse a más tardar en la audiencia de ley.
Asimismo, el juez debe nombrar a los peritos en rebeldía de las partes y al tercero en discordia,
cuando proceda. Audiencia de desahogo de pruebas, alegatos y sentencia.
Se debe llevar a cabo conforme a las siguientes reglas: Inmediatez, ya que el juez debe estar
presente durante toda la audiencia, lo cual no sucede en la práctica aunque se asienta en el acta su
presencia. Conciliación, ya que el juez debe exhortar a las partes a concluir el litigio mediante una
amigable composición. Desahogo y deserción de pruebas, ya que si no se logra una conciliación el
juez deberá desahogar las pruebas admitidas y preparadas. Si llamado un testigo, perito o solicitado
un documento que haya sido admitido como prueba no se desahoga en la audiencia, por causas
imputables al oferente, se declarará desierta la prueba. Alegatos y sentencia, ya que desahogadas
las pruebas se abrirá el periodo de alegatos e inmediatamente después deberá dictarse la resolución
correspondiente. Incidentes.
No importando su naturaleza no suspenden el procedimiento y su resolución debe pronunciarse en
la audiencia del juicio, conjuntamente con la sentencia definitiva. Apelaciones. Se tramitan
observando los requisitos siguientes: Solo se admiten en el efecto devolutivo. Las interpuestas en
contra de los autos y decretos recurribles por este medio, se tramitan conjuntamente con la
apelación de la sentencia definitiva y si ésta no se recurre, se supone una conformidad con los
primeros. En ningún caso procede la apelación extraordinaria.
3.4. Últimas Reformas Procesales en estos Juicios
3.5. El juicio Especial de Desahucio. Casos de Procedencia
Lo podemos definir como el proceso especial en virtud del cual el tribunal, ejercitando su facultad
jurisdiccional, resuelve una controversia en la que el arrendador exige al inquilino el pago de rentas
adeudadas del inmueble objeto del contrato, estando obligado el arrendatario a ponerse al corriente
dentro de un breve lapso, ya que en caso contrario se procederá a su lanzamiento, pudiendo el actor
solicitar, desde su inicio, que en el momento de llevarse a cabo el requerimiento de pago y si no se
cubre el adeudo, se le embarguen al inquilino bienes de su propiedad suficientes para cubrir las
pensiones reclamadas.
Es importante destacar que, en principio, este juicio especial se derogó por decreto publicado en el
DOF del 21 de julio de 1993 que debió entrar en vigor el 19 de octubre del mismo año. Sin embargo,
por la gran cantidad de inconformidades expresadas por los arrendatarios con el nuevo
procedimiento de Controversias en Materia de Arrendamiento Inmobiliario, por decreto publicado en
el DOF el 23 de septiembre de 1993, se prorrogó su vigencia hasta el 19 de octubre de 1998 para
los contratos de arrendamiento destinados a fines habitacionales que se celebraron antes del 19 de
octubre de 1993. Por lo anterior, podemos concluir que a la fecha este procedimiento está derogado
sólo para los contratos de arrendamiento celebrados: Para uso distinto al habitacional (por ejemplo,
local comercial o industrial).
Para uso habitacional acordado con posterioridad al 19 de octubre de 1993. Este juicio se tramitaba
así: La demanda se debe fundar en la falta de pago de dos o más mensualidades de renta. Se debe
acompañar junto con el escrito de demanda, si el arrendamiento se celebró por escrito, ya que en
caso de ser verbal se debe justificar por medio de información testimonial, prueba documental o
cualquiera otra bastante como medio probatorio a juicio. Se ordena en el auto admisorio de la
demanda, para que se requiera al arrendatario que ante el ejecutor y en el acto de la diligencia
acredite estar al corriente en el pago de sus rentas y si no lo hace, se le prevenga para que desocupe
el inmueble arrendado, apercibido de ser lanzado a su costa si no lo efectúa dentro del término de:
Treinta días si la localidad se destina para fines habitacionales. Cuarenta días si la localidad se
destina a giro mercantil o industrial (inaplicable actualmente). Noventa días si la localidad se destina
a una finca rústica (inaplicable actualmente).
El embargo de bienes se puede realizar en dos momentos: Al realizar el requerimiento, si lo solicita
la parte actora en su escrito de demanda y en caso de que el inquilino en el acto de la diligencia no
pague o justifique estar al corriente en sus rentas. Al realizarse el lanzamiento, si lo solicita la parte
actora y en su caso de que el inquilino en el acto de la diligencia no pague sus rentas.
Se debe tener presente que hasta antes del remate el arrendatario puede liberar sus bienes
cubriendo las cantidades que adeuda. Terminación de la providencia de lanzamiento; sucede en
alguna de las siguientes siete hipótesis:
1.- Si en el acto del requerimiento de pago el inquilino cubre las rentas reclamadas.
2.- Si en el acto del requerimiento de pago el inquilino justifica con los recibos correspondiente que
ha cubierto las rentas reclamadas, en cuyo caso el ejecutor se lo informará al juez, quien dará vista
a la parte actora por el término de tres días, si no los objeta, dará por concluido el proceso y si lo
hace, citará a las partes para una audiencia de pruebas y alegatos.
3.- Si en el acto del requerimiento de pago el inquilino exhibe la copia sellada por la Dirección de
Consignaciones, por la Oficialía de Partes Común del Tribunal o por un juzgado de los escritos de
ofrecimiento en pago de las rentas y a los que se hubiere acompañado su monto en billete de
depósito expedido por Nacional Financiera, en cuyo caso el ejecutor deberá hacerlo del
conocimiento del juez, quien por oficio mandará pedir los certificados y una vez recibidos dará por
terminado el procedimiento y se los entregará al arrendador a cambio de los recibos de renta
correspondientes.
4.- Si dentro del plazo fijado para el lanzamiento o desahucio el inquilino paga las rentas adeudadas,
en cuyo caso no se condenará al demandado en costas.
5.- Si dentro del plazo fijado para el lanzamiento el inquilino exhibe los recibos de pago de las rentas
reclamadas, en cuyo caso el juez dará vista a la parte actora por el término de tres días, si no los
objeta, dará por concluido el proceso sin condenación en costas y si lo hace, citará a las partes para
una audiencia de pruebas y alegatos.
6.- Si fuera del plazo fijado para el lanzamiento o desahucio el inquilino paga las rentas adeudadas,
en cuyo caso se condenará al demandado en costas.
7.- Si fuera del plazo fijado para el lanzamiento el inquilino exhibe los recibos de pago de las rentas
reclamadas, en cuyo caso el juez dará vista a la parte actora por el término de tres días, si no los
objeta, dará por concluido el proceso condenando en costas y si lo hace, citará a las partes para
una audiencia de pruebas y alegatos.
Contestación de la demanda, excepciones y ofrecimiento de pruebas. Al momento de realizarse el
requerimiento de pago se debe emplazar al demandado para que dentro del término de nueve días
hábiles conteste la demanda, oponga las excepciones permisibles y en su caso, ofrezca pruebas,
debiendo tener en cuenta que el juez desechará de plano las excepciones que no se acompañen
de sus pruebas y que sean diversas a la de pago o a las que el Código Civil concede a los inquilinos
para dejar de cubrir las rentas, y que a saber son: - Cuando se priva al inquilino del uso del predio
en caso de evicción. - Cuando se priva al inquilino del uso total o parcial del predio por causa de
reparaciones, pudiendo solicitarse la reducción de la renta o la rescisión del contrato si la pérdida
dura más de dos meses. Admitidas las excepciones, el juez debe dar vista al actor por el término de
tres días para que pueda ofrecer las pruebas que estime oportunas. Asimismo, son improcedentes
la reconvención y la compensación y que si las partes no ofrecen pruebas se citará inmediatamente
para dictar la sentencia de lanzamiento. En la sentencia se analizarán las excepciones admitidas y
en caso de ser procedentes, se dará por terminada la providencia de lanzamiento, ya que en caso
contrario, debe señalarse el plazo para la desocupación, que será el faltante para cumplirse el
término a que se apercibió al demandado para la entrega voluntaria del inmueble.
La sentencia definitiva que decreta el desahucio es apelable en efecto devolutivo y la que lo niega
en ambos efectos. Lanzamiento. Se debe entender con el inquilino en su domicilio legal, que
conforme a la ley es la finca o departamento cuya desocupación se solicitó y en caso de que no se
encuentre, la diligencia se entenderá con un familiar, doméstico, empleado, portero, agente de la
policía o vecinos, pudiendo romperse las cerraduras de la puerta, si es necesario. Si no existe ningún
familiar del inquilino que recoja los muebles y objetos que se hubieren encontrado en el lugar o si
no existe ninguna persona autorizada para ello, los bienes se remitirán al local de la policía
correspondiente que designe la autoridad administrativa, debiendo quedar constancia en el
expediente de esta diligencia.
4. El Juicio Arbitral
4.1. Etapa Postulatoria
Consagra el artículo 609 del Código de Procedimientos Civiles para la Ciudad de México el derecho
de las partes al juicio arbitral.
Las partes tienen el derecho de sujetar sus diferencias al juicio arbitral. La posibilidad de acudir a
los árbitros, en sustitución de los jueces estatales, es una prerrogativa de quienes desean que se
dirima una controversia.
Eso significa que, sin su consentimiento acerca del arbitraje, no se les puede someter
obligatoriamente al juicio de las árbitras.
Una vez que el consentimiento ha sido emitido por los interesados, tienen el deber de someterse al
arbitraje convenido.
Por otra parte, ya pactado el arbitraje no se le puede desconocer el derecho de exigir que la
controversia se someta a la decisión del árbitro.
Ubicación temporal del arbitraje
Son tres los momentos en los que se puede emitir el consentimiento de las partes para llevar un
asunto controvertido al arbitraje.
Antes de juicio
Durante el juicio
Después de sentenciado el juicio
Sobre el particular dispone el artículo 610 del ordenamiento en consulta:
El compromiso puede celebrarse antes de que haya juicio, durante éste y después de sentenciado
sea cual fuere el estado en que se encuentre.
El compromiso posterior a la sentencia irrevocable solo tendrá lugar si los interesados la conocieron.
Forma para la validez del compromiso arbitral
La legislación procesal civil de la Ciudad de México es muy flexible en cuanto a forma pues basta la
constancia escrita en cualquiera de sus modalidades:
Artículo 611.- El compromiso puede celebrarse por escritura pública por escritura privada o en acta
ante el juez cualquiera que sea la cuantía.
Capacidad para comprometer en árbitros
En la legislación procesal se contienen normas que pudieran parecer sustantivas en cuanto a que
regulan la capacidad para celebrar el acto jurídico: compromiso en árbitros.
Son tres los preceptos que regulan esta capacidad:
Artículo 612.- Todo el que éste en el pleno ejercicio de sus derechos civiles puede comprometerse
en árbitros sus negocios.
Los tutores no pueden comprometer los negocios de los incapacitados ni nombrar árbitros sino con
aprobación judicial, salvo el caso en que dichos incapacitados fueren herederos de quien celebró el
compromiso o estableció cláusula compromisoria. Si no hubiere designación de árbitros, se hará
siempre con intervención judicial, como se previno en los medios preparatorios a juicio arbitral.
Artículo 613.- Los albaceas necesitan del consentimiento unánime de los herederos para
comprometer en árbitros salvo en su caso que se tratara de complementar el compromiso o cláusula
compromisoria pactados por el autor. En este caso, si no hubiere árbitro nombrado se hará
necesariamente con intervención judicial.
Artículo 614.- Los síndicos de los concursos sólo pueden comprometer en árbitros con unánime
consentimiento de los acreedores.
Respecto de la capacidad de los mandatarios para comprometer en el árbitro no hay disposición en
el Código de Procedimientos Civiles, pero si la hay en el Código Civil. Determina el artículo 2587
fracción III de este último ordenamiento.
El procurador no necesita poder o cláusula especial sino en los casos siguientes:
III. Para comprometer en árbitros.
Esta última disposición está en el capítulo del mandato judicial por lo que se trata de una regla
procesal contenida en el ordenamiento civil sustantivo.
Materias excluidas del arbitraje
La naturaleza propia de cierto tipo de asuntos en los que prevalece el interés general o los intereses
de menores, no permite que haya compromiso en árbitro. Al respecto preceptúa el artículo 615:
No se pueden comprometer en árbitros los siguientes negocios:
I. El derecho de recibir alimentos;
II. Los divorcios excepto en cuanto a la separación de bienes y a las demás diferencias puramente
pecuniarias.
III. Las acciones de nulidad de matrimonio;
IV. Los concernientes al estado civil de las personas con la excepción contenida en el artículo 339
del Código Civil;
V. Los demás en que lo prohíba expresamente la ley.
Contenido del compromiso arbitral
El compromiso arbitral tiene dos elementos que lo integran, uno de ellos necesario y el otro
contingente, aunque determinable con posterioridad.
Sobre el particular dispone el artículo 616:
El compromiso designará el negocio o negocios que se sujetan a juicio arbitral y el nombre de los
árbitros. Si falta el primer elemento, el compromiso es nulo de pleno derecho sin necesidad de previa
declaración judicial. Cuando no se hayan designado los árbitros se entiende que se reservan hacerlo
con intervención judicial como se previene en los medios preparatorios.
Preparación del juicio arbitral
En el Título del Código de Procedimientos Civiles, denominado “Actos Prejudiciales”, el Capítulo IV
se refiere a la preparación del juicio arbitral.
Es medio preparatorio al juicio arbitral requerir la intervención del juez para el nombramiento de
árbitro, frente a la omisión de los interesados en el compromiso arbitral. Así determina el artículo
220:
Cuando en escritura privada o pública sometieren los interesados las diferencias que surjan a la
decisión de un árbitro y no estando nombrado este, debe prepararse el juicio arbitral por el
nombramiento del mismo por el juez.
El procedimiento para la designación de árbitro está regulado por las fases previstas en los artículos
221 al 223 inclusive:
Artículo 221.- Al efecto, presentándose el documento con la cláusula compromisoria por cualquiera
de los interesados, citará el juez a una junta dentro del tercer día para que se presenten a elegir
árbitro, apercibiéndolos de que, en caso de no hacerlo, lo hará en su rebeldía.
Si la cláusula compromisoria forma parte de un documento privado, al emplazar a la otra parte a la
junta a que se refiere el artículo anterior, el actuario la requerirá previamente para que reconozca la
firma del documento y si se rehusare a contestar a la segunda interrogación, se tendrá por
reconocida.
Artículo 222. En la junta procurará el juez que elijan árbitro de común acuerdo los interesados, y en
caso de no conseguirlo, designará uno entre las personas que anualmente son listadas por el
Tribunal Superior, con tal objeto.
Los mimos se harán cuando el árbitro nombrado en el compromiso renunciare y no hubiere
sustituido designado.
Artículo 223.- Con el acta de la junta a que se refieren los artículos anteriores se iniciarán las labores
del árbitro emplazando a las partes como se determina en el título octavo.
Duración del juicio arbitral
Los árbitros están sujetos a una regla procesal que limita la duración del arbitraje pues de otro modo
podría ser indefinida o muy lenta la justicia arbitral:
Artículo 617.- El compromiso será válido, aunque no se fije término del juicio arbitral y en este caso
la misión de los árbitros durará 60 días.
El plazo se cuenta desde que se acepte el nombramiento.
Durante el plazo del arbitraje los árbitros no pueden ser revocados sino por el consentimiento
unánime de las partes.
Términos y formalidades en el juicio arbitral
La falta de señalamiento de términos y formalidades por los interesados en el desempeño de la
función arbitral para dirimir sus controversias da pábulo a la aplicación de la regla contenida en la
primera parte del artículo 619 del Código de Procedimientos Civiles.
Las partes y los árbitros seguirán en el procedimiento los plazos y las formas establecidos para los
tribunales si las partes no hubieren convenido otra cosa. Cualquiera que fuere el pacto en contrario,
los árbitros siempre están obligados a recibir pruebas y oír alegatos si cualquiera de las partes lo
pidiere.
4.1.1. La Demanda de Arbitraje
La solicitud de arbitraje deberá contener:
1. La identificación del demandante:
1.1. Nombre y copia del Documento Oficial de Identidad.
1.2. Dirección domiciliaria donde deberá ser notificado.
1.3. Número de Teléfono, Fax, Correo Electrónico.
1.4. Tratándose de personas jurídicas: nombre completo del representante y copia del documento
oficial de identidad; y copia legalizada o certificada del documento que acredite su poder de
representación.
2. La identificación del demandado:
2.1 Nombre o razón social completa
2.2 Dirección domiciliaria donde deberá ser notificado.
3. La copia del documento donde conste el convenio arbitral, o evidencia del compromiso escrito de
las partes de someter su(s) controversia(s) al arbitraje administrado por el Centro.
4. Un resumen de las eventuales controversias que podrán ser materia de la demanda, y el monto
involucrado o la cuantía en caso de ser aplicable.
5. El nombre del (o los) Árbitro(s) designado(s), o el procedimiento pactado para su designación, o
la solicitud para la designación por el Centro, y el número de Árbitros, según corresponda.
6. Indicación de la clase de arbitraje (Arbitraje de Conciencia o Arbitraje de Derecho).
7. La copia del recibo de pago de la tasa por concepto de solicitud de arbitraje al Centro, no
reembolsable, destinada a cubrir los gastos administrativos necesarios para dar inicio al proceso
arbitral.
8. Declaración de la aceptación y cumplimiento de las normas y reglamentos del CEAR CAL, y del
pago de los costos, gastos administrativos o multas que conforme a derecho o conciencia sean
fijados en el proceso arbitral, en la oportunidad que corresponda.
4.1.2. Clausula compromisoria o Acuerdo de Arbitraje
La cláusula compromisoria es aquella estipulación incluida en un contrato, ya sea como cláusula del
mismo o en escrito separado, mediante la cual las partes deciden que todas o algunas de las
controversias que de tal convenio puedan resultar en el futuro, sean sometidas a juicio arbitral.
Para Matthies, es un acuerdo de voluntades que se celebra casi siempre conjuntamente con uno o
varios negocios jurídicos y en donde las partes declaran de antemano su decisión de someter
cualesquiera controversias que pudieran resultar de la interpretación o ejecución de dichos
negocios, a la exclusiva jurisdicción de los árbitros. Se le da el nombre de cláusula porque
generalmente va inserta como una de muchas cláusulas de que consta el o los negocios que liga a
dos o más partes.
Podemos decir entonces, que, de las definiciones expuestas anteriormente, se desprende que la
cláusula compromisoria se pacta dentro de un contrato principal, pero puede existir separadamente,
pero haciendo expresa referencia al contrato principal. Con la estipulación de esta cláusula, las
partes se obligan, en el eventual caso de que exista un conflicto relacionado con el contrato principal,
a sustraerse de la intervención del poder judicial, y confiar en una decisión de uno o varios árbitros.
Existe una gran diferencia, al respecto, acerca del significado de cláusula compromisoria que va
muy ligada a lo que significa compromiso arbitral, que a parecer es importante mencionar, porque
de esta manera podemos diferenciar algunos aspectos con relación al tema.
El compromiso arbitral es el acto por el cual, en cumplimiento de una cláusula compromisoria de
una disposición de ley, o bien sin que exista obligación previa alguna, las partes someten a la
decisión arbitral las diferencias concretas y ya sugeridas que en él se determinan, nombrándose los
árbitros y fijándose las condiciones del laudo.
Para Carlos Cárdenas, el compromiso arbitral es definido como aquél mediante el cual dos o más
personas acuerden voluntariamente que una controversia determinada, existente entre ellas,
materia o no de un juicio, sea resuelta por uno o más terceros a los que designan, sometiéndose
expresamente a su jurisdicción y decisión.
A diferencia de la cláusula compromisoria o cláusula arbitral que es vista como un precontrato, el
compromiso arbitral es un contrato por el cual varias personas someten una controversia ya
determinada a uno o varios terceros, obligándose a la decisión que este o estos tomen, por ello es
que ambos deben tener un régimen diferente. De hecho, si bien el compromiso arbitral puede
otorgarse como consecuencia de haberse pactado previamente una cláusula compromisoria, puede
que aquel se realice aún a falta de ésta, pero eso sí, cuando ya ha surgido una controversia entre
las partes.
Es decir, existe en ese momento un conflicto concreto real, a diferencia de lo que sucede con la
cláusula compromisoria, la cual, como se dijo, se suscribe cuando todavía no existe controversia.
Para José Mariano Bermúdez Jiménez, el objeto de la cláusula compromisoria es el conflicto mismo,
el cual puede ser indeterminado mientras que en el compromiso debe estar identificado con claridad,
ya que es el tema sobre el que se substanciará la discusión.
Dicho de otro modo, el objeto en la cláusula arbitral o compromisoria se determina de manera
genérica, eso quiere decir simplemente, que el objeto será la materia bajo disputa que se tendrá
que someter a arbitraje.
4.1.3. Requisitos de la Demanda de Arbitraje
Para el arbitraje “ad hoc”, los códigos respectivos vienen a ser la frente principal. En el derecho
mexicano, por ejemplo, según el Código de Comercio, no existen más que directrices generales en
los artículos 1052 y 1053, que sin embargo son suficientes para dejar precisado lo que ha de
entenderse por las ideas esenciales, o conjunto de reglas que no pueden desconocerse sin incurrir
en violación de las normas constitucionales.
Cabe destacar, entonces, que conforme a la fracción II del 1052, las partes indispensables del
proceso son: la demanda, la contestación y los medios de confirmarlas cuando procesa. Hay que
advertir que, por un lado, la fracción VII de 1053 permite a algunos medios, lo que significa que cabe
limitar los testimonios, rechazar la confesión o los medios documentales, pero en cambio, la fracción
III del 1052 no permite los medios documentales, lo que implica que no son como los sueros de la
verdad y otros similares.
Directamente derivados de este arbitraje legal existen las normas de los códigos de procedimientos
civiles, aplicables supletoriamente.
Así, el artículo 519 dice: “las partes y los árbitros seguirán en el procedimiento los plazos y las
formas establecidas para los tribunales comunes, a menos que las partes convengan otra cosa.
Cualquiera que fuera el pacto en contrario, los árbitros siempre están obligados a recibir pruebas y
a oír alegatos si cualquiera de las partes lo pidiere.”
Si se mira el desarrollo del procedimiento Civil, se advierte una tendencia legislativa hacia el juicio
por audiencia.
El juicio ordinario es de lo más simple en la ley distrital pues presentada la demanda, con los
documentos y cosas prevenidos se correrá traslado a las personas contra quienes se proponga y
se indica que el juez mandará recibir lo pretendido a prueba en el caso de que los litigantes lo hayan
solicitado, o de que él lo estime necesario. Si el juez no decidiere sobre el particular, se entenderá
que se recibe a prueba corriendo el plazo para ofrecerlas. El artículo 290 indica 10 días fatales como
plazo para ofrecer los medios de confirmación, lapso que se cuenta desde la notificación del auto
que tuvo por contestada la demanda o por contestada la reconvención en su caso.
Conforme al artículo 298, al día siguiente de que termine el periodo de ofrecimiento de los medios
de confirmación, el juez determinará los que se admiten sobre cada hecho, pudiendo limitar los
testigos prudencialmente.
El 299 indica que al admitirse las pruebas ofrecidas el juez procederá a su recepción en forma oral,
en una audiencia a la que se citará a su recepción en forma oral, en una audiencia a la que se citará
en el auto de admisión, señalado el día y la hora, teniendo en cuenta el tiempo para su presentación,
pero deberá hacerse dentro de los 30 días siguientes a la admisión.
Antes de la celebración, dice el artículo 385, el medio de confirmación debe presentarse para que
las audiencias se reciban.
Esta audiencia debe presentarse para que en la audiencia se reciban. Esta audiencia se efectuará,
concurran o no las partes y estén o no presentes los testigos y los abogados, según el artículo 387
de manera que la audiencia habrá de celebrarse con los medios que estén presentados.
Contemplada la recepción de los medios de confirmación, el tribunal dispondrá que las partes
aleguen en dos ocasiones, por sí o por sus abogados o apoderados, primero el actor y luego el reo,
prohibiéndose el dictado de alegatos, pero aceptándose que se dejen por escrito.
En seguida, el tribunal dictará resolución, debiendo advertirse que de acuerdo con el artículo 87 hay
un plazo de 8 días para dictar la sentencia, a partir del momento en que se cita para oírla, lo cual
puede hacerse al terminar el alegato de las partes.
Se diría que además de la sencillez en el desarrollo del proceso hay una celeridad notable apoyada
en la forma oral que se emplea en la audiencia. Sin embargo, el legislador no menciona ni los
incidentes ni las eventualidades que inéditamente complican los juicios y los alargan
desesperadamente.
La ventaja del arbitraje es que puede ajustarse a estos lineamientos legales, evitando el mayor
número de complicaciones innecesarias.
El arbitraje, puede llevarse a cabo por audiencias, que seguirían en lo general el procedimiento
antes citado, a menos que haya reconvención.
4.1.4. Controversias Materia de Arbitraje
4.2. Composición del Panel de Arbitraje
El arbitraje es un proceso de resolución alternativa de conflictos en el que las partes en una
controversia de acuerdo en que el asunto decidido por árbitros imparciales de terceros. Un panel de
arbitraje se refiere a todos los árbitros designados, de manera colectiva, en su capacidad cuasi-
judicial, que han sido nombrados para conocer del asunto y tomará una decisión. La composición
de un panel arbitral y la forma en que se seleccionan los miembros del panel, normalmente
dependerá de las partes, la naturaleza de la controversia, y si una o ambas de las partes fue obligado
a arbitrar la disputa debido a una disposición de unión en un contrato comercial o del consumidor.

Si las partes no están obligadas por los términos de una cláusula de arbitraje contractual, son libres
de acordar voluntariamente para seleccionar mutuamente un panel de árbitros para escuchar su
caso. A menudo una cláusula de arbitraje en un contrato estipulará que el arbitraje se llevará a cabo
de conformidad con las normas de una determinada industria o foro sin fines de lucro. En ausencia
de una disposición contractual que designa un foro en particular, algunas cláusulas de arbitraje se
indicará expresamente la forma en que se seleccionará un panel de arbitraje.

En la mayoría de los casos, el foro en el que se escuchará el arbitraje ofrece a las partes una lista
de árbitros de la que puede seleccionar un panel completo. En otros casos, el foro seleccionará a
los miembros del panel, a reserva de cualquier recurso por cualquiera de las partes de la causa, o
si se le permite, de forma perentoria. Si las partes no se ponen de acuerdo sobre la composición de
un panel arbitral, el foro suele designar el panel, o los miembros restantes de las partes.

A fin de mantener la integridad e imparcialidad del proceso de arbitraje, los árbitros que están siendo
considerados para formar parte de un grupo especial son éticamente ligado a revelar a las partes
cualquier conflicto de intereses existentes o potenciales. Esta obligación continua, si durante la
audiencia, los conflictos adicionales se revelan. La mayoría de los foros de renombre requieren los
árbitros en su roster para proporcionar información detallada sobre sus antecedentes y experiencia
profesional.

Para algunas controversias arbitrables, las reglas del foro pueden dar a las partes un proceso
expedito, por lo que la controversia sea resuelta por un árbitro único. La mayoría de los arbitrajes
se realizan ante un panel de tres, ya veces cinco, árbitros. Las reglas particulares del foro designado
por lo general determinar si el tribunal arbitral estará compuesto por tres o cinco miembros.

Muchos foros seleccionarán uno de los árbitros designados para servir como presidente. Los
deberes del presidente incluyen el mantenimiento del orden y el decoro durante el procedimiento,
manteniendo una lista de todos los objetos expuestos ofrecidos como prueba, y pronunciarse sobre
las objeciones y cualquier otro asunto de procedimiento formuladas por una parte en la audiencia.
Un presidente típicamente también resolver cualquier problema antes de la audiencia que puedan
surgir.

Un panel de arbitraje es designado para conocer de una controversia y tomará una decisión.

4.2.1. Designación del Árbitro o Árbitros


Cabe distinguir entre la investidura de autoridad del árbitro y su carácter de autoridad responsable
para efectos del juicio de amparo en México. En cuanto al primer aspecto, resulta evidente que el
árbitro es una verdadera autoridad frente a las partes. En efecto, el concepto de autoridad en sentido
amplio implica el poder o la capacidad de un individuo para modificar válidamente alguna situación
jurídica de las demás, sin importar que sea o no funcionario público. Por tanto, los árbitros privados
necesariamente tienen el carácter de autoridad frente a las partes de la controversia.
En el arbitraje oficial debido a que los árbitros generalmente son funcionarios del Estado, en su
persona se conjuga el carácter de autoridad en sentido amplio y en sentido estricto al ser servidores
gubernamentales que comparten el poder público. En cuanto al segundo aspecto, en México aún
se continúa debatiendo si el árbitro tiene el carácter de autoridad responsable para efectos del juicio
de garantías ya que aunque es unánime la opinión de la doctrina y el Poder Judicial en el sentido
de que resulta improcedente el amparo contra las decisiones de los árbitros privados al no ser
funcionario del Estado, todavía discute si dicho proceso de control constitucional cabe en contra de
las determinaciones emitidas por los árbitros oficiales atento a su carácter de servidores públicos.
4.2.2. Impugnación del Árbitro o Árbitros
La persona a quien se comunique su posible nombramiento como árbitro debe revelar todas las
circunstancias que puedan dar lugar a dudas justificadas acerca de su imparcialidad o
independencia.
El árbitro, desde el momento de su nombramiento y durante todas las actuaciones arbitrales, debe
revelar sin demora tales circunstancias a las partes, a menos que ya les haya informado de ellas.
Un árbitro puede ser recusado si existen circunstancias que den lugar a dudas justificadas respecto
de su imparcialidad o independencia, o si no posee las cualidades convenidas por las partes.
Una parte solo puede recusar al árbitro nombrado por ella o en cuyo nombramiento haya participado
y por causas de las que haya tenido conocimiento después de efectuada la designación.
4.2.3. Organismos que Prestan el Servicio de Arbitraje
4.2.3.1. Organismos Nacionales
Centro de Arbitraje de México (LEVA)
Fundado en 1997, la CAM es la entidad líder responsable de la administración de un procedimiento
arbitral en México. Se encuentra ubicado en la Ciudad de México.
4.2.3.2. Organismos Internacionales
Asociación Americana de Arbitraje (AAA)
Fundado en 1926. La AAA es el órgano principal para la administración de los casos de arbitraje en
los EE.UU. y es la institución arbitral líder en América del norte. La AAA también maneja los casos
de arbitraje internacional a través de su Centro Internacional para la Resolución de Disputas.
Instituto de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Estocolmo (SCC)
Fundado en 1917, Instituto de Arbitraje de la SCC es la institución arbitral líder en Suecia, así como
los países escandinavos.
Asociación de Arbitraje Francés (AFA)
Fundado en 1975, la AFA es una organización con sede en Francia que administra ambos casos de
arbitraje nacional e internacional.
Centro Australiano de Arbitraje Comercial Internacional (ACICA)
Fundado en 1985, ACICA es el órgano principal en Australia, que gestiona ambos casos nacionales
e internacionales de arbitraje.
Comisión de Arbitraje de Pekín (ALC)
Establecido en 1996, BAC es una de las instituciones arbitrales más prominentes en China.
Centro Regional de EL Cairo para el Arbitraje Comercial Internacional.
Establecido en 1979, la CRCICA es la institución más prominente en Egipto.
Cámara de Arbitraje Nacional e Internacional de Milán
Fundado en 1985, la Cámara de Arbitraje de Milán es una subdivisión de la Cámara de Comercio
de Milán y es la Institución arbitral líder en Italia.
Comisión de Arbitraje Internacional Económico y Comercio (CIETAC)
Fundado en 1956, CIETAC, es la institución de arbitraje más antigua y más grande de China. Ya
que 2000, también se ha referido como la Corte de Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional
de China.
Tribunal Común de Justicia y Arbitraje (CCJA)
Con sede de Abidján, Costa de Marfil, Tribunal Común de Justicia y Arbitraje es una institución
arbitral líder para supervisar los conflictos regionales en los miembros de la zona OHADA, el cual
está compuesto principalmente de habla francesa Estados de África Occidental.
Corte de Arbitraje de la Cámara de Comercio Polaco
Fundado en 1950, el Tribunal de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Polonia es el principal
órgano de arbitraje en Polonia.
Tribunal de Arbitraje Comercial Internacional dependiente de la Cámara de Comercio e Industria de
Rumania (CICA)
Fundado en 1953 y remodelado en 2007, el CICA es la institución líder para la administración de
arbitrajes en Rumania.
Dubái Centro Internacional de Arbitraje (DIAC)
Fundado en 1994, el DIAC es el órgano arbitral líder en Dubái y se utiliza comúnmente para los
arbitrajes de construcción que incluyen el Medio Oriente.
Instituto Alemán de Arbitraje (DIS)
Fundado en 1992 tras la fusión de la Comisión de Arbitraje de Alemania y el Instituto de Arbitraje de
Alemania, la DIS es el órgano de arbitraje más prominente en Alemania.
4.3. Cómputos y Plazos
Notificación y cómputo de los plazos
Artículo 2
1. Toda notificación, inclusive una nota, comunicación o propuesta, podrá transmitirse por cualquier
medio de comunicación que prevea o que permita que quede constancia de su transmisión.
2. Si una parte ha designado específicamente una dirección para este fin, o si el tribunal arbitral la
ha autorizado, toda notificación deberá entregarse a esa parte en esa dirección y, si se entrega así,
se considerará recibida.
La entrega por medios electrónicos como el telefax o el correo electrónico solamente podrá
efectuarse en una dirección que haya sido designada o autorizada a tal efecto.
3. De no haberse designado o autorizado una dirección, toda notificación:
(a) Es recibida si se ha entregado personalmente al destinatario; o
(b) Se considerará recibida si se ha entregado al destinatario en su establecimiento, en su residencia
habitual o en su dirección postal.
4. Si, tras esfuerzos razonables, no puede efectuarse la entrega de conformidad con los párrafos 2
o 3, se considerará que la notificación ha sido recibida si se ha enviado al último establecimiento
conocido, a la última residencia habitual conocida o a la última dirección postal que se conozca
mediante correo certificado o por algún otro medio que deje constancia de su entrega o del intento
de entrega.
5. La notificación se considerará recibida el día que haya sido entregada de conformidad con los
párrafos 2, 3 o 4, o que se haya intentado entregar de conformidad con el párrafo 4.
La notificación transmitida por medios electrónicos se considerará que ha sido recibida el día en que
se envió, excepto si se trata de la notificación de arbitraje, en cuyo caso se considerará que ha sido
recibida únicamente el día que se recibe en la dirección electrónica del destinatario.
6. Para los fines del cómputo de un plazo establecido en el presente Reglamento, tal plazo
comenzará a correr desde el día siguiente a aquel en que se reciba una notificación. Si el último día
de ese plazo es feriado oficial o día no laborable en la residencia o establecimiento del destinatario,
el plazo se prorrogará hasta el primer día laborable siguiente.
Los demás feriados oficiales o días no laborables que ocurran durante el transcurso del plazo se
incluirán en el cómputo del plazo.
4.4. Sustanciación del Procedimiento Arbitral
La palabra arbitraje proviene del latín arbitrari, que significa “juzgar, decidir o enjuiciar una
diferencia”. Es el instrumento de solución de controversias alternativo al proceso, que se acuerda
por las partes en conflicto fundamentadas en la legislación que así lo autoriza, mediante el cual los
contendientes someten el conocimiento y la solución de algún conflicto específico o de cualquier
desavenencia surgida o que llegare a nacer entre ellas a la decisión de un tercero que no depende
del Poder Judicial, pero que por disposición expresa de la ley es investido con facultades
jurisdiccionales limitadas para actuar y dirimirlo con fuerza vinculativa para las partes, careciendo
de imperio para ejecutar su fallo y requiriendo la colaboración de la autoridad judicial para hacerlo,
así como para llevar a cabo actos que impliquen coacción o cualquier otro señalado por el acuerdo
arbitral o en la ley.
Los contendientes están facultados para establecer las normas del procedimiento respetando los
parámetros legales y el juez únicamente interviene para vigilar que el procedimiento se adecue a
los mismos, colaborando con los árbitros en lo que las partes o la ley señalan, compeliendo a los
primeros a cumplir con sus obligaciones y, en su caso, ejecutando coactivamente su fallo.
4.4.1. Notificaciones
Atiende los lineamientos siguientes, salvo acuerdo en contrario de las partes.
Se considerará recibida toda comunicación escrita que haya sido entregada personalmente al
destinatario o en su establecimiento, residencial habitual o domicilio.
En caso de que después de una búsqueda razonable no se obtenga la ubicación de alguno de los
lugares indicados con anterioridad, se considerará recibida toda comunicación que se envíe al último
establecimiento, residencia habitual o domicilio conocido por correo certificado o cualquier otro
medio que deje constancia del intento de entrega.
La comunicación se considerará recibida el día que se haya realizado la entrega.
Los plazos comenzarán a correr al día siguiente de haber recibido la comunicación, en el entendido
de que, si el último día de ese plazo es feriado o no laborable en el lugar de residencia o
establecimiento de los negocios del destinatario, se prorrogará hasta le primer día laborable.
4.4.2. Ofrecimiento y Desahogo de Pruebas
OFRECIMIENTO
Goldschmidt nos dice que ofrecimiento es la proposición de la prueba formulada por las partes del
conflicto a fin de probar un hecho concreto mediante determinado medio de prueba.
El ofrecimiento de las pruebas debe efectuarse por las partes contendientes en un conflicto
jurisdiccional, si la Junta de Conciliación y Arbitraje oficiosamente, sin solicitud de parte, ordena el
desahogo de una prueba, estaremos ante la presencia de una figura denominada ordenación, pero
lógicamente no de ofrecimiento de prueba.
El ofrecimiento de las pruebas deberá efectuarse por las partes en el juicio, inclusive, el demandado
en el supuesto de que no hubiese comparecido a la fase de demanda y excepciones dentro de la
primera audiencia, podrá ofrecer pruebas con el objeto de acreditar que el actor no era su trabajador,
que no existió el despido o que no eran ciertos los hechos narrados en la demanda.
El ofrecimiento de pruebas para producirse no requiere de formalidad alguna, es suficiente que se
haga una anotación en el escrito correspondiente o una afirmación en la exposición verbal en el
sentido de que se ofrecen las pruebas que posteriormente se consignan, para que tenga plena
validez el acto referido.
Se concluye afirmando que ofrecimiento es la proposición de la prueba por cualesquiera de las
partes ante la Junta de conciliación y Arbitraje, a fin de probar sus afirmaciones o negaciones dentro
de un conflicto laboral.
DESAHOGO
Para Couture, el desahogo de una prueba es el conjunto de actos procesales que es necesario
cumplir para incluir en el expediente los distintos elementos de convicción propuestos por las partes.
Las partes de un juicio después de haber ofrecido sus medios de convicción y después de que la
Junta de Conciliación y Arbitraje los admitió, lógicamente esperan que la propia autoridad laboral,
en cumplimiento de su función jurisdiccional, cumpla los actos necesarios para desahogar las
probanzas referidas, en el desahogo intervienen tanto las partes del juicio como la autoridad, a
diferencia de lo que sucede en el periodo de admisión, donde exclusivamente participa la autoridad,
en efecto, se observa que la Junta de Conciliación y Arbitraje señala la fecha para desahogar, por
ejemplo, una prueba pericial, pero es necesario que la parte oferente presente a su perito para que
esta prueba pueda ser objeto de desahogo, posteriormente, la Junta de Conciliación y Arbitraje
deberá levantar un acta donde se hagan constar las declaraciones del perito.
La junta de Conciliación y Arbitraje, abierta la audiencia, procederá a desahogar las pruebas,
procurando que sean primero las del actor y después las del demandado y una vez desahogadas
todas las pruebas, en la misma audiencia de desahogo, las partes pueden formular sus alegatos.
La Junta de Conciliación y Arbitraje no señala una sola audiencia para el desahogo de pruebas, sino
que normalmente señala diferentes horas y diferentes días para proceder al desahogo de los medios
de convicción admitidos, conducta que también regula la parte final del primero de los preceptos
mencionados.
Se concluye consignando que el desahogo de las pruebas es un acto procesal donde intervienen
tanto las partes como la Junta de Conciliación y Arbitraje y que tiene por objeto incluir en el
expediente los distintos elementos de convicción ofrecidos por las partes.
4.4.3. Desechamiento e Impugnación de Pruebas
4.4.4. Apreciación y Valoración de Pruebas
APRECIACION
En los ordenamientos procesales mexicanos los sistemas de apreciación probatoria han sido
acogidos de 4 formas distintas, a saber:
La mayor parte de los ordenamientos procesales se han inclinado por el sistema mixto de valoración
que combina la prueba tasada con la libre apreciación, aunque regularmente con un cierto
predominio de la primera.
En la posición intermedia entre el sistema mixto y la libre apreciación, algunos medios de prueba y
dejaba a la libre apreciación los demás, cuando se formará una convicción distinta a la que debía
de obtener siguiendo las reglas de la prueba tasada, aparte de estas y basarse exclusivamente en
su propia convicción, con el deber de motivar cuidadosamente su valoración personal.
VALORACION
En la valoración de las pruebas no intervienen las partes, como sucede en otras fases del
procedimiento probatorio, es decir, la valoración es una actividad exclusiva de las Juntas.
De esta manera, se puede afirmar que la valoración de las pruebas es una operación intelectual
practicada por la Junta de Conciliación y Arbitraje, a fin de verificar la concordancia entre el resultado
de las pruebas y las afirmaciones o negaciones vertidas por las partes.
Ordenaba que los laudos se dictarían a verdad sabida, sin necesidad de sujetarse a reglas sobre
estimación de las pruebas, sino apreciando los hechos según miembros de la Junta de Conciliación
y Arbitraje lo creyeran debido en conciencia, el precepto correlativo de aquel en la Ley con vigencia
actual y se pronuncia en términos semejantes, sin embargo, ordena que en la apreciación de los
hechos, aunque no sea necesario sujetarse a reglas o formalidades sobre la estimación de las
pruebas, deberán expresarse los motivos y fundamentos legales en que se apoya, precisamente en
el ordenamiento referido se ha fundado los tratadistas para considerar que en el procedimiento
laboral impera el principio de la libre apreciación de las pruebas.
Se concluye afirmando que la valoración de pruebas es una fase del procedimiento probatorio, que
ne la misma no intervienen las partes, sino intervienen exclusivamente las Juntas y que la valoración
es una operación intelectual que realizan éstas, a fin de verificar la concordancia entre el resultado
de las pruebas y las afirmaciones vertidas por las partes.
4.4.5. Estricto Derecho o Equidad
En el arbitraje con sujeción a derecho el árbitro decidirá la cuestión litigiosa, de acuerdo a las leyes
de lugar donde se instale el Tribunal Arbitral o a las que las partes hayan pactado. Los arbitrajes de
derecho, serán aquellos cuando el convenio arbitral señala de forma específica la aplicación de una
forma conforme a un caso concreto.
El arbitraje de equidad las partes deberán resolver de acuerdo a su saber y entender. Será aquel
basado exclusivamente en la experiencia de las partes, de igual manera conforme a un caso
concreto. En el caso que las partes no hayan optado expresamente por el arbitraje de derecho, los
árbitros deberán optar por el arbitraje de equidad.
La resolución de controversias mediante arbitraje requiere que las partes contractuales se pongan
de acuerdo sobre varios temas. Uno de esos temas es decidir respecto cuál debe ser el fundamento
que debe utilizar el tribunal arbitral para resolver la controversia.

La primera alternativa es que el arbitraje sea resuelto “en derecho”. Esto significa que el tribunal
arbitral se fundamentará en las leyes y reglamentos que aplican al contrato. Por ejemplo, en las
controversias relacionadas con contratos de arrendamiento de inmuebles, se aplicarían las normas
del Código Civil y de la Ley de Inquilinato y para los contratos comerciales de venta de maquinaria
aplicarían el Código de Comercio y el Código Civil.
En contraposición, las partes pueden acordar que la disputa se resuelva “en equidad”. En este tipo
de arbitraje, el tribunal arbitral no aplica ni leyes ni reglamentos para resolver la disputa sino su
entendimiento de lo que es justo y equitativo. A manera de ejemplo, en una disputa sobre
arrendamiento de inmueble, el tribunal arbitral no tomaría en cuenta ni la Ley de Inquilinato ni el
Código Civil, sino que estudiaría los hechos del caso y la manera cómo han actuado las partes para
encontrar una solución justa.

Es importante que quienes negocian las cláusulas arbitrales tomen en cuenta que la Ley de Arbitraje
y Mediación establece que si las partes no indican si el arbitraje se resolverá en equidad o en
derecho, el tribunal arbitral deberá resolver en equidad.

Dependiendo de las particularidades de cada contrato, los dos tipos de arbitraje pueden ser
recomendables. En cada caso particular, existen elementos específicos que le permiten al abogado
recomendar a su cliente si le conviene utilizar el arbitraje en derecho o el arbitraje en equidad.

4.4.6. Designación del Lugar de Arbitraje


Atiende a lo siguiente:
Las partes pueden elegir libremente el lugar del arbitraje y, a falta de acuerdo el tribunal arbitral
debe determinarlo, de conformidad con las circunstancias del caso y la conveniencia de las partes.
Sin perjuicio de lo anterior, el tribunal arbitral ahora puede salvo acuerdo en contrario de las partes,
reunirse en el lugar que estime apropiado para deliberar, escuchar a las mismas a los testigos y
peritos, o para examinar mercancías, bienes o documentos.
4.4.7. Idioma
Observa lo siguiente:
Las partes pueden elegir libremente el o los idiomas que van a utilizarse en las actuaciones.
A falta de acuerdo, el tribunal arbitral determinará el o los idiomas por usarse.
También a falta de acuerdo, el tribunal puede ordenar que cualquier prueba documental en idioma
extranjero se acompañe de su traducción al español, cuando lo considere conveniente.
4.5. El Laudo de Arbitraje Comercial
Debe reunir los requisitos siguientes:
Constar por escrito
Contener la firma del árbitro o de la mayoría de ellos, cuando el tribunal arbitral se integra por más
de uno y siempre que se deje constancia de la falta de una o más firmas.
Indicar el lugar y fecha en que se dicta, así como el lugar de sede del arbitraje.
Estar motivado a menos que las partes hubieren convenido otra cosa o se trate de un laudo en
conciencia.
Ser votado por la mayoría de los árbitros en los procedimientos arbitrales con más de un árbitro y
salvo acuerdo en contrario de las partes.
Resolver de acuerdo con las estipulaciones del convenio.
Emitir su decisión acorde con las normas de derecho elegidas por las partes, entendiéndose como
tal, salvo disposición en contrario al derecho sustantivo de ese país el fondo de litigio, el tribunal,
con base en las características y conexiones del caso, tendrá que determinar el derecho de fondo
aplicable.
Dictaminar como amigable componedor o en conciencia cuando las partes lo autorizan
expresamente.
Tener en cuenta los usos mercantiles aplicables, en todos los casos.
4.5.1. Requisitos de Fondo y de Forma
El laudo adquiere calidad de cosa juzgada, su ejecución se torna obligatoria, siendo el mecanismo
a seguir para llevarla a cabo el establecido en los procedimientos internos de cada Estado para las
sentencias judiciales a los que queda asimilado. En este procedimiento, las defensas admisibles
son generalmente muy limitadas, consecuencia de haber adquirido la decisión calidad de definitiva.
Es decir que, cuando la ejecución del laudo arbitral se procura en un país distinto del que fue dictado,
el trámite de exequátur previo al que se ve sometido, implicaría a fin de cuentas una nueva instancia
de control, sin que este control implique la revisión del fondo del laudo como si fuera un tribunal de
apelación o de casación.
4.5.2. Efectos Jurídicos del Laudo Arbitral
Debe reunir los siguientes requisitos:
Constar por escrito e incluir la firma de él o los árbitros. En actuaciones arbitrales con más de un
árbitro bastará las firmas de la mayoría de los miembros del Tribunal, dejándose constancia de la
falta de una o más firmas.
Expresar lugar y fecha
Votado por la mayoría de los árbitros. Si el Tribunal se constituye por más de uno, salvo acuerdo en
contrario de las partes. Cabe indicar que el árbitro presidente puede decidir cuestiones de
procedimiento si lo autorizan las partes o la totalidad de los miembros del Tribunal.
Estar motivado. A menos de que las partes hubieren convenido otra cosa o que se trate de un laudo
dictado en conciencia.
En principio las partes determinan las normas de derecho elegidas para decidir la controversia,
entendiéndose como tal y salvo disposición en contrario, al derecho sustantivo con exclusión de
normas conflictuales y sólo cuando las partes no realicen tal designación, el Tribunal tomando en
cuenta las características y conexiones del caso lo elegirá. Cabe señalar que el Tribunal podrá
decidir cómo amigable componedor únicamente cuando las partes expresamente lo autorizan,
debiendo tomarse en cuenta que en todos los casos se deberán observar los usos mercantiles
aplicables.
4.5.3. Mecanismos de Ejecución del Laudo Arbitral
A menos de que las partes hubieren solicitado su aclaración, cuando notificado el laudo la parte
condenada no cumple con sus resolutivos de manera voluntaria, sin necesidad de homologación se
debe turnar dicho laudo al juez ordinario para que proceda a su ejecución, ya que los árbitros no
pueden realizar actos coercitivos.
Contra la ejecución de un laudo, sólo son admisibles las excepciones siguientes:
Invalidez del acuerdo: una de las partes en el acuerdo de arbitraje estuvo afectada por alguna
incapacidad, o cuando dicho acuerdo no sea válido en virtud de la ley a la que se sometieron los
contendientes.
Indefensión: alguna parte no hubiere sido debidamente notificada de la designación del árbitro, de
las actuaciones arbitrales o no hubiere podido hacer valer sus derechos.
Controversia no sometida al arbitraje: si el laudo se refiere a una controversia no prevista en el
acuerdo de arbitraje o contiene decisiones que excedan sus términos.
Actuaciones contra reglas del procedimiento: la composición del Tribunal Arbitral o el procedimiento
seguido no se ajustó al acuerdo entre las partes, o en su defecto, a la ley del país donde se efectuó
el arbitraje.
Anulación, suspensión o falta de firmeza: el laudo aún no sea obligatorio o hubiese sido anulado o
suspendido por el juez competente del país en que fue dictado.
Materia inhabitable: de acuerdo con nuestra legislación, la controversia no sea susceptible de
someterse al arbitraje.
Lesión al orden público: la ejecución del laudo sea contraria a disposiciones fundamentales de la
organización jurídica nacional.
Solicitud de nulidad o suspensión: que sea tramitada ante un juez competente en el país donde se
dictó el laudo.
4.6. Medios de Impugnación en el Arbitraje Comercial
Un recurso es un medio de impugnación de actos administrativos o judiciales establecidos por una
disposición legal. Por tanto, podemos definir al recurso como un medio de impugnación de las
resoluciones judiciales que permite a quien se halla legitimado para interponerlo someter la cuestión
resuelta en éstas o determinados aspectos de ella, al mismo órgano jurisdiccional en grado dentro
de la jerarquía judicial, para que enmiende, si existe, el error o agravio que lo motiva.
Se entiende por impugnable lo que es susceptible de recurso, de impugnación o de discusión, es
decir un recurso de impugnación, procede cuando la naturaleza de la sentencia dictada por la
autoridad es susceptible de modificación por inconformidad de algunas de las partes.
El uso de estos medios impugnativos depende de las reglas de procedimiento que se hayan aplicado
atacando la ilegalidad o la injusticia de actos u omisiones realizados en el proceso arbitral.
El laudo puede ser objeto de recursos en un plano estatal, a pesar de que las partes hayan acordado
que la resolución emitida por el Tribunal Arbitral como definitiva en virtud del acuerdo arbitral, es
decir, a pesar de haber manifestado su voluntad de someterse y, por lo tanto, de acatar la resolución
dictada por este como definitiva.
Dentro de los medios impugnativos contra laudos d arbitraje en materia de comercio internacional,
están considerados los medios procesales que pretenden la corrección de actos y resoluciones
judiciales. Tenemos al recurso de apelación, del cual, actualmente el código de comercio no
menciona nada al respecto, enfocándonos específicamente a lo que son los laudos arbitrales, por lo
que las apelaciones contra las resoluciones arbitrales son desconocidas, tendiendo a desaparecer.
El recurso de nulidad, a diferencia del recurso de la apelación, es el que se perfila como el único
recurso admitido contra el laudo arbitral, constituyendo así la única vía de impugnación, debiéndose
fundamentar y motivar provocando, de esta forma, ciertos efectos como por ejemplo el
restablecimiento de la competencia del Poder Judicial o el reinicio del arbitraje en la etapa en que se
cometió la violación, el derecho de las partes de nombrar nuevos árbitros o la remisión nuevamente
del laudo al tribunal arbitral para lograr la mayoría requerida cuando no se obtuvo. Para que proceda
se debe establecer en el acuerdo arbitral.
El Juicio de Amparo, es también considerado como un medio de impugnación contra actos de
ejecución del laudo arbitral, es importante mencionar que además de la existencia de estos medios
de impugnación contra el laudo arbitral, existen ciertas causas para denegar el reconocimiento y la
ejecución de dicho laudo.
5. Controversias del Orden Familiar
5.1. Competencia de los Juzgados de lo Familiar
ARTICULO 5o. COMPETENCIA. Los jueces de familia conocen de conformidad con el
procedimiento señalado en la Ley, de los siguientes asuntos: En única instancia.
a. De la protección del nombre;
b. Modificado por la Ley 25 de 1992, artículo 7o., Así: B) Del Divorcio, cesación de efectos civiles y
separación de cuerpos, de mutuo acuerdo.
c. De la suspensión y restablecimiento de la vida en común de los cónyuges.
d. De la custodia y cuidado personal, visita y protección legal de los menores;
e. De la aprobación del desconocimiento de hijo de mujer casada, en los casos previstos en la Ley;
f. De la designación de curado ad hoc para la cancelación del patrimonio de familia inembargable.
g. De la citación judicial para el reconocimiento de hijo extramatrimonial, prevista en la Ley;
h. De los permisos a menores de edad para salir del país, cuando haya desacuerdo al respecto
entre sus representantes legales o entre éstos y quienes detenten la custodia y cuidado personal;
i. De los procesos de alimentos, de la ejecución de los mismos y de su oferta;
j. De los demás asuntos de familia que, por disposición legal para resolver el juez con conocimiento
de causa, o breve y sumariamente, o con prudente juicio o manera de árbitro.
PARAGRAFO 1o. En los asuntos a que se refieren los numerales anteriores, procederá la
acumulación de pretensiones y de procesos verbales, cuando fuere el caso, conforme a la Ley. En
primera instancia. 1o. Modificado por el artículo 7o. de la Ley 25 de 1992, así: El numeral primero
del artículo 5o. del Decreto 2272 de 1989, quedará así: "De la nulidad y divorcio de matrimonio civil
y de la cesación de efectos civiles de matrimonio religioso".
2o. De la investigación e impugnación de la paternidad y maternidad legítima o extramatrimoniales,
de la investigación de la paternidad y maternidad extramatrimoniales que regula la Ley 75 de 1968,
y de los demás asuntos referentes al estado civil de las personas.
3o. De la separación de cuerpos del matrimonio civil o canónico, cuando haya contención.
4o. De la separación de bienes y de la liquidación de sociedades conyugales por causa distinta de
la muerte de los cónyuges, sin perjuicio de la competencia atribuida por la Ley a los notarios.
5o. De la pérdida, suspensión y rehabilitación de la patria potestad y de la administración de los
bienes de los hijos.
6o. De la designación y remoción de guardador.
7o. De la aprobación de las cuentas rendidas por el guardador.
8o. De la interdicción del disipador, demente o sordomudo, y de su rehabilitación.
9o. De la rendición de cuentas sobre la administración de los bienes del pupilo.
10. De las diligencias de apertura y publicación de testamento cerrado y de la reducción a escrito
de testamento verbal.
11. De los procesos de sucesión de mayor cuantía, sin perjuicio de la competencia atribuida a los
notarios por la Ley.
12. De los procesos contenciosos sobre el régimen económico del matrimonio y derechos sucesor
ales.
13. De la licencia para enajenar o gravar bienes, en los casos exigidos por la Ley.
14. De la declaración de ausencia.
15. De la declaración de muerte por desaparecimiento.
16. De la adopción.
17. De la insinuación de donaciones entre vivos en cantidad superior a cincuenta (50) veces el
salario mínimo mensual, sin perjuicio de la competencia atribuida por la Ley a los notarios. Las
donaciones cuya cuantía sea igual o inferior a la indicada, no requieren insinuación. 18. De la
corrección, sustitución o adición de partidas del estado civil, cuando se requiera intervención judicial.
En segunda instancia De los recursos de apelación que se interpongan en los procesos atribuidos
por el artículo 7o. en primera instancia a los Jueces Municipales, y de los de queja.
PARAGRAFO 2o. Los Jueces Promiscuos de Familia conocerán de los asuntos contemplados en
el presente artículo y, además, en única instancia de las infracciones a la Ley penal en que incurran
los menores comprendidos entre los doce (12) y los dieciséis (16) años.
5.2. El Procedimiento ante los Juzgados de lo Familiar
Procedimiento: Recepción de Asuntos Nuevos
Objetivo: Recibir y registrar en el Juzgado de lo Familiar, los asuntos nuevos que son remitidos por
la Oficialía de Partes Común.
Políticas y Normas de Operación:
1. Los juzgados de lo familiar, tienen competencia para conocer de los escritos iniciales relacionados
con las atribuciones que les confiere el Artículo 52 de la Ley Orgánica del Tribunal Superior de
justicia de la Ciudad de México.
2. La Oficialía de Partes Común civil Menor, Oralidad, Familiar y Sección Salas del Tribunal Superior
de Justicia de la Ciudad de México, coordina la recepción de los escritos iniciales en dichas materias
recibidos en el Tribunal, que se distribuirán aleatoriamente a los órganos jurisdiccionales para su
conocimiento y trámite según sus respectivas competencias, debidamente relacionados en el
Reporte de Escritos Iniciales por Juzgado.
3. El Reporte de Escritos Iniciales y los documentos correspondientes ingresarán por la Oficialía de
Partes del Juzgado y se registrarán en el Libro de Gobierno, tanto manualmente como en el Sistema
de Control de Información y Registros Digitales con los siguientes rubros:
a) Número de expediente;
b) Secretaría;
c) Actor;
d) Demandado;
e) Juicio;
f) Fecha de ingreso; y
g) Observaciones.
4. Para la identificación de los expedientes en el Juzgado de lo Familiar, a cada asunto nuevo se le
identificará con su correspondiente Carátula de Expediente, la cual contiene los siguientes datos:
a) Secretaría;
b) Número de Expediente;
c) Número de Juzgado;
d) Nombre del Actor;
e) Nombre del Demandado;
f) Juicio o procedimiento que se substancia;
g) Cuaderno;
h) Nombre del juez;
i) Nombre del Secretario de Acuerdos; y
j) Fecha de inicio.
5. Los asuntos nuevos se registrarán en el Sistema Integral para Consulta de Resoluciones a fin de
generar de manera automatizada las correspondientes publicaciones de la Lista de Acuerdos y
Avisos en el Boletín Judicial del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, derivados de
su actividad procesal.
6. A todo escrito inicial deberá recaer un Acuerdo Judicial, para control de lo cual existe un registro
pormenorizado de los expedientes que son turnados para Acuerdo a cada Secretaría, denominado
Lista de Expedientes que pasan a Acuerdo, cuyo original conserva la Secretaría de Acuerdos
correspondiente y una copia el área de Archivo del Juzgado, la cual contiene los siguientes rubros:
a) Fecha en que pasa al Acuerdo;
b) Secretaría de Acuerdos correspondiente;
c) Número consecutivo (que se reinicia diariamente);
d) Número de expediente;
e) Nombre del Actor;
f) Nombre del Demandado;
g) Tipo de juicio;
h) Número de documentos anexos; y
i) Fecha y hora de presentación de la promoción.
No. Área Descripción de la Actividad Documentos y/o sistema de
apoyo
1 Oficialía de Partes del Recibe de la Oficialía de Partes Escritos Iniciales
Juzgado Común el Escrito Inicial y Anexos
documentos anexos separados y Reporte
relacionados en el Reporte de
Escritos Iniciales.
2 Verifica datos y documentación
entregada. Escritos Iniciales
Anexos
Reporte
Escrito Inicial
Registra en el Escrito Inicial por
3 medio del reloj checador del
Juzgado, la hora y la fecha en que
ingresa la documentación al
Juzgado.
Registra en el Libro de gobierno los
4 datos del Escrito Inicial. Libro de gobierno
Anota en el Escrito Inicial los Scird
5 documentos Anexos recibidos Escrito Inicial
Escrito inicial
Anexos
6 Secretaría de Ingresa al SICOR y registra los SICOR
Acuerdos (Personal datos requeridos para dar de alta Escrito Inicial
de Apoyo) un asunto nuevo.
7 Elabora la Carátula de Expediente Carátula
y anota los datos correspondientes.
8 Registra el asunto nuevo en la Lista Lista
de Expedientes que pasan al
Acuerdo.
9 Remite el Escrito Inicial con los Escrito Inicial
documentos anexos y la Carátula Anexos
de Expediente al Secretario de Carátula
Acuerdos.
1. El acuerdo que ordena la admisión y/o radicación de un asunto nuevo, implica que no existen
impedimentos para conocer de éste en el Juzgado de lo Familiar y darle el trámite procesal que
corresponda. En caso de no reunirse todos los requisitos legales o actualizarse supuestos de
incompetencia la admisión y/o radicación de un asunto nuevo podrá quedar sujeta a prevención, no
admitirse o declarase incompetencia.
2. El acuerdo que ordene la admisión y/o radicación de un asunto nuevo se firmará electrónicamente
por el Juez y el Secretario de Acuerdos en el Sistema Integral para Consulta de Resoluciones a fin
de procesar de manera automatizada su publicación en el Boletín Judicial del Tribunal Superior de
Justicia de la Ciudad de México, así como de manera autógrafa.
3. La Secretaría de Acuerdos guardará en el segundo del Juzgador los pliegos, escritos, documentos
y valores que considere pertinente o bien, cuando así lo disponga la Ley, por lo que llevará el control
de los mismos en la Libreta de Registro de Documentos anotando:
a) Número de expediente;
b) Fecha de recepción;
c) Nombre del actor;
d) Nombre del demandado; y
e) Descripción detallada de los documentos que se resguardan.
4. El turno es la designación que hace el Juez personal del Juzgador que se encarga de realizar
diversas tareas derivadas del sentido del acuerdo, tales como elaborar Oficios, Cédulas de
notificación, Exhortos, etc., en un expediente determinado, para lo cual anotará en la Libreta de
Control de Turno.
5. Una vez publicado el Acuerdo en el Boletín Judicial, el Administrativo Especializado del área de
Archivo, comprobará que la publicación esté correcta, cotejando con el Boletín Judicial y el
Expediente.
6. En caso de error en la publicación informará al Secretario de Acuerdos para que se realicen las
correcciones necesarias y se ingrese al SICOR para su nueva publicación el día siguiente. De ser
correcta, se requisitarán en el Acuerdo los datos de publicación en el Boletín Judicial.
5.3. Poderes del Juez en Controversias del Orden Familiar
Conforme a los artículos 940, 941, 942, 943 y 944 del Código de Procedimientos Civiles para el
Distrito Federal, las controversias inherentes a la familia se consideran de orden público; el Juez de
lo familiar estará facultado para intervenir de oficio en los asuntos que afecten a la familia, entre
otros supuestos, cuando se trate de alimentos, y los Jueces y tribunales estarán obligados a suplir
la deficiencia de las partes en sus planteamientos de derecho. En particular, debe destacarse que
en este tipo de controversias no se exigen formalidades especiales para acudir ante el Juez de lo
familiar cuando se solicite la declaración, preservación, restitución o constitución de un derecho o
se alegue su violación, o el desconocimiento de una obligación (carácter que tiene la de suministrar
alimentos). Ahora bien, si en un caso la demanda se formuló por comparecencia y en ella se deben
exponer los hechos en que se funde la acción "de manera breve y concisa", no puede atribuírsele
al actor la omisión de no haber expresado los hechos que justifiquen que el grado de estudios que
cursaba era acorde con su edad, si el actor no es perito en derecho, pues en todo caso el juicio de
reproche debería dirigirse contra el Juez, bajo cuya supervisión se elaboró el acta correspondiente,
pero no podría afectarle al demandante cualquier omisión o irregularidad que se presentara en
cuanto al cumplimiento de los requisitos enunciados en el artículo 255 del citado código, si la
demanda por comparecencia no está sujeta a las mismas exigencias procesales que las que atañen
a una demanda redactada en escrito formulado por la parte actora.
5.4. Cuestiones Incidentales de las Controversias del Orden Familiar
Son todos aquellos problemas inherentes a la familia, considerados del orden público por constituir
la base de la integración de la sociedad. Competencia y procedimiento de controversias del orden
familiar. En todos los asuntos del orden familiar los Jueces y Tribunales están obligados a suplir la
deficiencia de las partes en sus planteamientos de derecho.
El juez de lo familiar estará facultado para intervenir de oficio en los asuntos que afecten a la familia,
especialmente tratándose de menores y de alimentos, decretado las medidas que tiendan a
preservarla y a proteger a sus miembros.
Poder del juez en la controversia familiar.
El juez informará a las partes de sus derechos y obligaciones en materia familiar, y en los casos de
violencia familiar, además, informará a las víctimas de estas conductas sobre la importancia de
preservar las pruebas que se tengan respecto de la conducta de su agresor y de los derechos y los
servidores públicos o privados disponibles para la atención de su caso en particular y lo hará constar
en actuaciones. La omisión del Juez será causa de responsabilidad.
Para determinar la verdad real, puede ordenar cualquier prueba, aunque no la ofrezcan las partes.
En todos los asuntos del orden familiar los jueces y tribunales están obligados a suplir la deficiencia
de las partes en sus planteamientos de derecho. En los mismos asuntos, con la salvedad de las
prohibiciones legales relativas a alimentos, el juez deberá exhortar a los interesados a lograr un
avenimiento resolviendo sus diferencias mediante convenio, con el que pueda evitarse la
controversia o darse por terminado el procedimiento.
No se requerirán formalidades especiales para acudir ante el juez de lo familiar cuando se solicite
la declaración, preservación o constitución de un derecho o se alegue la violación del mismo o el
desconocimiento de una obligación, tratándose de alimentos de calificación de impedimentos de
matrimonio o de las diferencias que surjan entre marido y mujer sobre administración de bienes
comunes, educación de los hijos, oposición de maridos, padre y tutores y en general todas las
cuestiones familiares similares que reclamen la intervención judicial.
Podrá acudirse al juez de lo familiar por escrito o por comparecencia personal en los casos urgentes
a que se refiere el párrafo anterior, exponiendo de manera breve y concisa los hechos de que se
trate.
Con las copias respectivas de esa comparecencia y de los documentos que en su caso se presenten
se correrá traslado a la parte demandada, la que deberá comparecer en la misma forma dentro del
término de 9 días.
En tales comparecencias las partes deberán ofrecer las pruebas respectivas. Al ordenarse el
traslado, el juez deberá señalar día y hora para la celebración de la audiencia respectiva. Tratándose
de alimentos, ya sean provisionales o los que se deban por contrato, por testamento o por
disposición de la ley, el juez fijará a petición del acreedor, sin audiencia del deudor y mediante la
información que estime necesaria, una pensión alimenticia provisional, mientras se resuelve el juicio.
En la audiencia las partes aportarán las pruebas que así procedan y que hayan ofrecido sin más
limitaciones que no sean contrarias a la moran o estén prohibidas por la ley.
La audiencia se celebrará con o sin asistencia de las partes. El juez, para resolver el problema que
se le plantee, podrá cerciorarse personalmente o con el auxilio de trabajadores sociales, de la
veracidad de los hechos, quienes presentarán el trabajo que desarrollen en la audiencia, pudiendo
ser interrogados por el juez y por las partes.
Su intervención tendrá el valor de un testimonio de claridad. En el fallo se expresarán en todo caso
los medios y pruebas en los que se haya fundado el juez para dictarlo.
El juez y las partes podrán interrogar a los testigos con relación a los hechos controvertidos,
pudiéndoles hacer todas las preguntas que juzguen procedentes.
La audiencia se llevará a cabo dentro de los 30 días contados a partir del auto que ordene el traslado
en la inteligencia de que, la demanda inicial deberá ser proveída dentro del término de 3 días.
La sentencia se pronunciará de manera breve y concisa, en el mismo momento de la audiencia de
ser posible dentro de los 8 días siguientes, en su contra proceder el recurso de apelación.
Los autos que no fueren apelables y los decretos pueden ser revocados por el juez. Las resoluciones
sobre alimentos que fuesen apeladas se ejecutarán sin fianza. La recusación con o sin causa, no
podrá impedir que el juez adopte las medidas provisionales sobre depósitos de personas, alimentos
y menores.
Ninguna excepción dilatoria podrá impedir que se adopten las referidas medidas.
Cuestiones incidentales de las controversias de orden familiar.
El incidente se decidirá con un escrito de cada parte y sin suspensión del procedimiento, si se
promueve prueba, deberá ofrecerse en los escritos respectivos, fijados los puntos sobre que verse
y se citará dentro de 8 días para audiencia indiferibles, en que se reciba, se oigan brevemente las
alegaciones y se dicte la resolución dentro de los 3 días.
5.5. Instituciones que Intervienen en estas Controversias
6. Las Tercerías
6.1. Terceros en el Proceso Civil
Son la serie concatenada de actos de carácter especial, en donde el tribunal, ejercitando su facultad
jurisdiccional, resuelve el planteamiento realizado por uno o más terceros dentro de un juicio
preexistente del cual son ajenos, haciendo valer intereses propios y distintos, ya sean concordantes
o adversos a los del actor y el demandado con la finalidad, en el primer caso, de auxiliar al logro de
las pretensiones de alguna de las partes (tercería coadyuvante) u oponerse, en el segundo, a que
se ejecute la sentencia dictada o que en su oportunidad se emita con bienes que considera propios
(tercería excluyente de dominio) o sobre los cuales afirma tener mejor derecho (tercería excluyente
de preferencia). Aunque en éstas el tribunal ejercita su facultad jurisdiccional, no se puede
considerarlas como un verdadero proceso especial, ya que su procedencia está subordinada a la
existencia de un juicio en que los terceros son ajenos, pero sin el cual sus actuaciones no tendrían
razón de ser.
El código adjetivo civil para el Distrito Federal señala que el interés del tercero siempre debe ser
propio y distinto a los de las partes en enjuicio en que actúa. Clases. Las tercerías se pueden
clasificar desde diferentes puntos de vista: Atendiendo al momento en que se interponen: De nueva
intervención. Se interponen antes de haberse dictado la sentencia. De oposición. Tienen lugar
después de haberse emitido la sentencia. Atendiendo a la manera en que se actúa: Voluntarias. El
tercero acude a juicio de manera espontánea. Necesarias.
El tercero es obligado a comparecer al proceso, ya sea a petición de parte o por virtud de la ley.
Atendiendo a la finalidad que persigue: Coadyuvantes. El tercero auxilia a la procedencia de las
pretensiones aducidas por alguna de las partes en el juicio. Excluyentes.
El tercero se opone a que se ejecuten las pretensiones aducidas por alguna de las partes en el juicio
con parte o la totalidad de los bienes embargados o sobre los que se ejercitó la acción. Estas últimas
pueden ser de tres tipos: de dominio, cuando se funda en el dominio sobre los bienes embargados
o sobre los que se ejercitó la acción, de preferencia, cuando se funda en el mejor derecho del tercero
para que se le cubra su crédito con el producto de los bienes embargados o sobre los que se ejercitó
la acción; y de crédito hipotecario, que es un matiz de la de preferencia y se funda en el mejor
derecho del tercero sobre el inmueble embargado o que es base de la acción, derivado de la
existencia a su favor de una garantía real hipotecaria.
Respecto de las tercerías hay que tomar en cuenta lo siguiente: El juez competente para conocerlas
es aquél que conoce del juicio en el que se promueven, debiendo tener en cuenta que si se plantea
a un juez de paz y el interés de la tercería excede de la cuantía encomendada a estos funcionarios
judiciales, el expediente se tiene que remitir al juez de lo civil competente en turno. Se deben
sustanciar en la vía y forma en que se tramite el juicio donde se interponga. Debiéndose emplazar
a las partes del juicio principal. 6 No suspenden el negocio principal.
Teniendo en cuenta que si son excluyentes de dominio sólo interrumpen el remate y si son de
preferencia sólo aplazan el pago al acreedor, hasta que éstas se deciden. Si las partes se allanan a
la demanda del tercerista o incurren en rebeldía. Hay que tener en cuenta que, si la tercería es de
preferencia, el juez debe dictar la sentencia correspondiente y si es de dominio, ordenará la
cancelación de los embargos trabados sobre los bienes objeto de la misma. En caso de que el juicio
principal se haya seguido en rebeldía del demandado continuará con el mismo carácter en la
tercería. Si se conoce su domicilio se le emplazará de la demanda de tercería.
Las Tercerías Coadyuvantes.
En ellas se deben de tener en cuenta lo siguiente:
Se pueden oponer en cualquier juicio, no importando la acción que se hubiere ejercitado o el estado
en que el proceso se encuentre, siempre que no se haya pronunciado sentencia ejecutoria.
Al tercerista se le considerará asociado con la parte cuyo derecho coadyuva y puede:
- Salir a pleito en cualquier estado en que se encuentre el procedimiento, siempre que no se haya
pronunciado sentencia que cause ejecutoria.
- Hacer las gestiones que estime oportunas dentro del juicio.
- Salir a pleito en cualquier estado en que se encuentre el procedimiento, siempre que no se haya
pronunciado sentencia que cause ejecutoria.
- Hacer las gestiones que estime oportunas dentro del juicio. Siempre que no deduzca la misma
acción o excepción de alguna de las partes, a menos que haya sido designado como representante
común.
- Continuar la acción y defensa si el principal se desiste.
- Apelar e interponer los recursos procedentes.
Las Tercerías Excluyentes.
Son aquellas en que el interés del tercerista es adverso al de las partes del juicio principal y se
deben tener en cuenta: Que para que se dé entrada a este tipo de tercerías hay que tener en cuenta
que: Si es de dominio no puede ejercitarla aquél que consintió en la constitución del gravamen o del
derecho real sobre el mismo.
Si es de preferencia no pueden intentarla el acreedor que tiene hipoteca o derecho real sobre una
finca distinta a la embargada; el acreedor que sin tener derecho real no haya embargado el bien
objeto de la ejecución; y el acreedor a quien el deudor señale bienes suficientes para garantizar el
crédito. Si es de crédito hipotecario se puede solicitar que se inscriba la demanda en el Registro
Público y que el depósito se haga por cuenta del tercero.
Es necesario al promover la tercería que se presente el título en que se funde, sin el cual será
desechada de plano.
Pueden oponerse en toda clase de negocios cualquiera que sea su estado, siempre y cuando no
se hayan adjudicado los bienes rematados, si son de dominio o no se hubiere hecho el pago al
demandante, si son de preferencia. La interposición de este tipo de tercerías autoriza al demandante
para pedir que se mejore la ejecución en otros bienes del deudor. Si son varios los opositores, se
decidirá incidentalmente la controversia en unión del ejecutante y ejecutado, pero si la tercería es
sobre una parte de los bienes embargados el procedimiento se continuará hasta vender y hacer
pago a los acreedores con los bienes no comprendidos en la misma. Asimismo, es importante
destacar que cuando se presentan tres o más terceristas haciendo oposición de preferencia, si están
conformes, se seguirá un solo procedimiento y se resolverá en una misma sentencia la cual
graduará los créditos y en caso de oposición, se deberá seguir el juicio de concurso de acreedores.
6.2. Tercerías. Clasificación. Procedimiento
Pueden coexistir la tercería excluyente de dominio y de preferencia, la controversia no se refiere a
la posesión sino a la propiedad y a los derechos provenientes de un embargo, y en el amparo, el
punto de que se debate en las reclamaciones hechas por un tercero, es la posesión, no son
incompatibles la coexistencia del juicio de garantías y de una tercería de las ya mencionadas.
La exclusión de bienes sucesorios es una tercería excluyente de dominio. En una simple ejecutoria,
no es tesis jurisprudencial, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha establecido el siguiente
criterio:
Juicios sucesorios, exclusión de bienes: la exclusión de bienes en un juicio sucesorio, no es en
fondo sino una tercería excluyente de dominio y por lo mismo, puede coexistir con el amparo, sin
provocar la improcedencia de éste, de acuerdo con la fracción V del artículo 114 de la Ley Orgánica
de los Artículos 103 y 107 Constitucionales.
La acción de tercerista en una tercería excluyente de dominio es una acción real y su efecto es la
restitución del bien al tercerista.
Tercería excluyente de dominio: tratándose de una tercería excluyente de dominio, la acción que se
ejercita en contra de los demandados es de carácter real y tiende a que se reconozca la propiedad
del bien en favor del tercerista, ya sea que se encuentre en poder del ejecutante o del ejecutado,
que son los demandados en juicio de esta naturaleza y sus efectos una vez declarada la propiedad
en favor del tercerista, no pueden ser otros que los de que el bien pase a su poder, por lo que es
intrascendente que se le haya considerado reivindicatoria y en esta virtud aunque la declaración del
juez haya sido usando la palabra acción reivindicatoria debe entenderse que esa autoridad tuvo por
probada la propiedad del tercerista y el derecho para pedir la devolución del bien disputado.
Tercerías, valor de las facturas: presentadas en una tercería dos facturas diferentes,
correspondientes al mismo bien embargado, uno por el tercerista y otra por el ejecutante, debe
prevalecer aquella que aparece certificada por una aduana fronteriza en determinada fecha, lo que
le da fecha cierta, y acompañada por el pedimento de importación respectivo, si coinciden el precio
y la descripción de la mercancía, además del número de bultos, sobre otra en la que quien aparece
como dueño cede y tras para al tercerista con posterioridad a la fecha del secuestro practicando,
pero con la que dicho tercerista no exhibe documentación alguna que justifique la importación de
esa mercancía, ya que esta última factura no puede ser considerada como dotada de un valor
probatorio preferente solo porque la firma del vendedor está respaldada por un notario, autenticada
la firma de este por el cónsul mexicano y refrendada por la Secretaría de Relaciones Exteriores la
firma del funcionario consular.
Tercerías, confesión entre los demandados, imposibilidad de la existencia. Tratándose de la tercería
excluyente de dominio, hay entre el ejecutante y el ejecutado, una relación que tiene algunas de las
peculiaridades del litisconsorcio necesario pasivo, tales como la pluralidad de demandados, desde
el punto de vista material, no formal, la de imposibilidad jurídica de que el opositor ejercite la acción
de tercería en contra de uno solo de aquellos y el juez sentencie por separado, respecto de cada
demandado, pero la realidad indiscutible es que aunque en el juicio en el que surge la tercería,
ejecutante y ejecutado son contrarios entre sí, en la tercería no lo son, sino solo contrarios del tercer
opositor en cuya circunstancia, entre ellos, no puede haber prueba de confesión en la tercería, por
no controvertir acción ni excepción entre sí.
Tercerías excluyentes de dominio (objeto): es jurídicamente imposible que una tercería excluyente
de dominio pueda ser procedente entre una persona que se ostenta como propietaria y un mero
poseedor con pretensión de ser declarado propietario, toda vez que en la tercería de dominio lo que
se controvierte es la propiedad y no la posesión.
6.3. Oportunidad de su Planteamiento
El tercerista debe tener interés propio y distinto del actor o del demandado.
El carácter de tercero que le corresponde al tercerista esta delineado en el artículo 652 del Código
de Procedimientos Civiles para la Ciudad de México, en los siguientes términos:
En un juicio seguido por dos o más personas pueden venir uno o más terceros siempre que tengan
interés propio y distinto del actor o reo en la materia de juicio.
La tercería se debe presentar en la forma de una demanda. De manera expresa, el artículo 653 del
Código de Procedimientos Civiles establece que la forma de una tercería es la de una demanda.
Por tanto, deberá tener los requisitos que previene el artículo 255 del mismo ordenamiento.
Artículo 653.- La tercería deberá deducirse en los términos prescritos para formular una demanda
ante el juez que conoce el juicio.
La tercería se sujeta en su tramitación a las reglas de juicio tramitado
Aunque existe un capítulo único en el Código de Procedimientos Civiles dedicado a regular a las
tercerías, en cuanto al procedimiento rigen las disposiciones relativas al juicio tramitado, por así
establecerlo el artículo 654: “las tercerías que se deduzcan en el juicio, se substanciará en la vía y
forma en que se tramite el procedimiento en la que se interponga la tercería”.
Oportunidad procesal para interponer las tercerías coadyuvantes:
El momento oportuno para presentar una tercería coadyuvante es hasta antes de que se pronuncie
sentencia que cause ejecutoria. Así lo dispone el artículo 655 del Código de Procedimientos Civiles
y lo reitera la fracción I del artículo 656:
Artículo 655, Las tercerías coadyuvantes pueden oponerse en cualquier juicio, sea cual fuere la
acción que en él se ejercite cualquiera que sea el estado en que éste se encuentre con tal que aún
no se haya pronunciado sentencia que cause ejecutoria.
Artículo 656, Los terceros coadyuvantes se consideran asociados con la parte cuyo derecho
coadyuvan y en consecuencia, podrán:
Salir al pleito en cualquier estado en que se encuentre, con tal que no se haya pronunciado sentencia
que cause ejecutoria.
Prerrogativas de los terceros coadyuvantes:
Son prerrogativas de los terceros coadyuvantes las siguientes:
Salir de pleito en cualquier estado en que se encuentre siempre que no haya sentencia que cause
ejecutoria.
Hacer las gestiones que estimen oportunas, dentro del juicio, siempre que no deduciendo la misma
acción u oponiendo la misma excepción que actor o reo, respectivamente, no hubieren designado
representante común.
Continuar su acción y defensa aun cuando el principal destierre.
Apelar o interponer los recursos procedentes.
Denuncia del pleito al tercero obligado a la evicción: la situación del obligado a la evicción es un
tanto diferente la situación de cualquier tercero coadyuvante, según se desprende del texto de los
artículos 657 y 658 del Código de Procedimientos Civiles:
Artículo 657, El demandado debe denunciar el pleito al obligado a la evicción antes de la
contestación de la demanda solicitándole al juez, quien según las circunstancias ampliará el término
del emplazamiento para que el tercero pueda disfrutar del plazo completo. El tercero obligado a la
evicción, una vez salido al pleito, se convierte en principal.
Artículo 658, De la primera petición que haga el tercer coadyuvante cuando venga al juicio se correrá
traslado a los litigantes, con excepción del caso previsto en el artículo anterior.
Derecho del acreedor hipotecario a que se fije cédula hipotecaria: el artículo 663 da derecho al
acreedor hipotecario para pedir que se fije cédula hipotecaria:
El tercer excluyente de crédito hipotecario tiene derecho de pedir que se fije cédula hipotecaria y
que el depósito se haga por su cuenta sin acumularse las actuaciones.
Oportunidad procesal para oponer las tercerías excluyentes: las tercerías excluyentes de dominio
se pueden oponer en todo negocio con yal que no se haya dado posesión de los bienes al rematante
o al actor en su caso por vía de adjudicación.
Efectos de la tercería excluyente de dominio sobre el juicio en el que se interpone: sobre los efectos
de la tercería excluyente de dominio en relación con el juicio en que se hace valer, determina el
artículo 665:
Las tercerías excluyentes no suspenderán el curso del negocio en que se interponen. Si fueren de
dominio, el juicio principal seguirá sus trámites hasta antes del remate y desde entonces se
suspenderán sus procedimientos hasta que se decida la tercería.
Efectos de la tercería excluyente de preferencia sobre el juicio en el que se interpone: dispone sobre
el particular el artículo 666 del Código de Procedimientos Civiles: si la tercería fuere de preferencia,
se seguirán los procedimientos del juicio principal en que se interponga hasta la realización de los
bienes embargados, suspendiéndose el pago que se hará al acreedor que tenga mejor derecho
definida que quede la tercería. Entre tanto se decida ésta, se depositará a disposición del juez el
precio de la venta.
Situación del juicio en el que se interpone la tercería si actor y demandado se allanan a la demanda
de tercería excluyente
Es muy claro el artículo 667 al establecer los efectos de una tercería excluyente de dominio y dictará
sentencia si fuere de preferencia. Lo mismo hará cuando ambos dejaren de contestar a la demanda
de tercería. En los términos de este último párrafo, la rebeldía en tercerías equivale a un
allanamiento.
Se puede notificar la demanda de tercería al ejecutado rebelde si su domicilio es conocido.
Dispone el artículo 668 del Código de Procedimientos Civiles:
El ejecutado que haya sido declarado en rebeldía en el juicio principal seguirá con el mismo carácter
en el de tercería, pero si fuere conocido su domicilio se le notificará el traslado de la demanda.
Posibilidad de que se produzca concurso necesario frente a tres o más acreedores en tercería
excluyente de preferencia.
Establece sobre este particular el artículo 668 del Código de Procedimientos Civiles: cuando se
presenten tres o más acreedores que hicieren oposición, si estuvieren conformes se seguirá un solo
juicio, graduando en una sola sentencia sus créditos, pero si no lo estuvieren se seguirá el juicio de
concurso necesario de acreedores.
7. Concurso Mercantil
7.1. Sujetos Procesales
7.1.1. El Comerciante
A pesar de que el Código de Comercio, norma que es supletoria a la Ley de Concursos Mercantiles,
define quienes son comerciantes, el artículo 4°, fracción II de la LCM lo define como:
Comerciante, a la persona física o moral que tenga ese carácter conforme al Código de Comercio.
Este concepto comprende al patrimonio fideicomitido cuando afecte a la realización de actividades
empresariales. Igualmente, comprende a las sociedades mercantiles controladas a que se refiere el
artículo 15 de esta ley.
Por lo anterior, debemos recordar que el Código de Comercio reputa Comerciantes a las personas
capaces que hacen del comercio su ocupación ordinaria, a las sociedades constituidas conforme a
las leyes mercantiles y a las sociedades extranjeras que ejerzan el comercio en el territorio nacional.
Hago notar que en el derecho comparado podemos encontrar países que no hacen ninguna
diferencia entre Comerciantes y no Comerciantes, como la legislación concursal norteamericana
conocida como Chapter 11. Un caso similar es la Ley Concursal Española publicada en el Boletín
Oficial del Estado de España en 2003.
PEQUEÑO COMERCIANTE
El artículo 5° de la LCM establece uno de los más claros desacatos a la ciencia del derecho, que un
abogado en su vida profesional puede ver, además de tener una evidente falta de técnica jurídica
ya que, por un lado, regula a los pequeños Comerciantes y por otro a las empresas de participación
estatal. Mediante una supuesta bandera de protección social, se impuso este artículo de dudosa
constitucionalidad que lo único que logra es dejar en un estado de limbo legal al pequeño
Comerciante y a sus acreedores, situación que no beneficia ni a unos ni a otros y mucho menos a
la imagen del derecho mexicano en su conjunto.
El artículo 5° de la legislación concursal considera como pequeño Comerciante a los que sus
obligaciones vecindad y vigentes al momento de la solicitud o demanda de concurso no sea mayor
al equivalente de 400 000 udis. Asimismo, se regula que los pequeños Comerciantes solamente
pueden ser sujetos a la regulación concursal si aceptan someterse pueden ser sujetos a la
regulación concursal si aceptan someterse a la misma voluntariamente.
Lo primero que salta a la vista es que se viola el principio de interés público, ya que se sujeta la
aplicación de la ley a la voluntad de una de las partes. También se viola el principio de igualdad de
trato a los acreedores, ya que tendrá beneficios el primero que embargue al Comerciante por las
vías judiciales ordinarias, dejando en estado de indefensión y sin posibilidad de recuperar, aunque
sea parte del monto adeudado, a los demás acreedores.
Por otro lado, dentro de las características esenciales de cualquier ley encontramos que debe ser
general y abstracta. Es evidente que este artículo viola las características de generalidad y
abstracción ya que un Comerciante por el hecho de ser considerado pequeño no puede ser sujeto
a un procedimiento concursal.
Por si fuera poco, este penoso artículo 5° pudiera ser considerado como inconstitucional debido a
que existe una posible violación al artículo 13 constitucional que prohíbe las leyes especiales y los
fueros.
COMERCIANTES PERSONAS FISICAS
No hay impedimento legal para que los Comerciantes personas físicas sean declarados en concurso
mercantil, ya que la ley no hace distinciones entre físicas y morales. Hay de hecho, disposiciones
que sólo pueden ser aplicables a las personas físicas, como son el artículo 12 que regula el concurso
de la sucesión del Comerciante y el 187 que regula la presunción muciana mediante la cual, a
grandes rasgos, se presume que los bienes adquiridos por el cónyuge pertenecen a la Masa de la
quiebra.
Sin embargo, esta situación fue criticada al proyecto de la Ley concursal por el despacho Harta
Sánchez y Ramírez Ornelas, mediante un documento titulado Comentarios y opinión a la Ley de
Concursos Mercantiles, de fecha 5 de octubre de 1999, mediante el cual en la parte conducente
señaló: un error que se permita el concurso mercantil a la persona física ya que en la práctica no
existen Comerciantes personas físicas, sino avales, garantes, fiadores o segundas firmas de los
obligados principales, que se dan de alta en Hacienda y se ostentan como Comerciantes por haber
avalado operaciones de crédito.
7.1.2. Los Acreedores
Son aquellos que adquieren tal carácter por virtud de la sentencia de reconocimiento, graduación y
prelación de créditos.
Doctrinariamente se ha distinguido entre acreedores concursales y acreedores concurrentes. Se
entiende por acreedor concursal a aquel que tiene derecho a participar en la quiebra o concurso, es
decir, son todos los créditos anteriores a la declaración de concurso. En cambio, se llaman
acreedores concurrentes a aquellos de los concursales que adquieren el derecho efectivo a
participar del producto de la realización del activo, es decir, son aquellos que acuden al
procedimiento concursal a solicitar el reconocimiento de sus créditos.
7.1.3. Ministerio Público
Aunque no es propiamente un órgano, el Ministerio Público puede intervenir de manera definitiva en
el procedimiento actuando prácticamente como una parte. Estos procedimientos son de orden e
interés público, por lo que es imprescindible la intervención de la representación social. Este órgano
está facultado para realizar lo siguiente:
- Demandar el concurso mercantil.
- Presentar alegatos respecto al dictamen que realice el Visitador
- Apelar la sentencia de concurso mercantil
- Apelar la sentencia de reconocimiento, graduación y prelación de créditos.
- Apelar la sentencia de terminación de concurso.
7.1.4. IFECOM
El Instituto de Especialistas de Concursos Mercantiles, es otra de las grandes novedades de la
actual Ley. Se ha hablado mucho si era o no necesaria la información de este órgano. De laguna
manera el primer proyecto de la Ley Organizó dicho Instituto como un verdadero órgano burocrático
dependiente de la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial. Esto provocó una verdadera
marejada de críticas y a que permitía al Ejecutivo intervenir en asuntos meramente jurisdiccionales,
lo que era en principio inconstitucional ya que violaba la separación de poderes. Se pensó entonces
en solucionar el problema haciendo al IFECOM dependiente del Consejo de la Judicatura, para
evitar la inconstitucionalidad.
Algunos conocedores en la materia han hecho fuertes críticas a la formación del Instituto, las cuales
al día de hoy podrían sonar exageradas. Entre ellos encontramos a Justino Montes de Oca
Contreras, quien fungió como Juez Tercero Concursal. Considera que es un peligro la formación de
dicho Instituto ya que es una estructura costosa, burocrática y que decidirá qué empresa tendrá vida
y cuál no.
Tiene el monopolio de la designación de los síndicos, conciliadores y visitadores lo que sin duda
provocará corrupción. Realmente parece que será una instancia del Ejecutivo validada por el
Consejo de la Judicatura Federal. La gran cantidad de facultades que ostenta dicho órgano sin
vigilancia efectiva sobre él, provocará la formación sospechosa de fortunas. Por otra parte, se afirma
que es muy costoso el mantenimiento de dicho órgano.
Se ha sumado a la crítica de este órgano el despacho Harta Sánchez y Ramírez Ornelas, que
considera a los formatos que emite el Instituto como inconstitucionalidad ya que está imponiendo
formalidades al ejercicio de derecho, lo que provocará numerosas impugnaciones.
a) naturaleza
La naturaleza jurídica de dicho Instituto es la de órgano auxiliar del Consejo de la Judicatura Federal,
con autonomía técnica y operativa.
b) Organización
El órgano supremo del Instituto es la Junta Directiva y su estructura administrativa dependerá del
presupuesto autorizado.
7.1.5. El Juez de Concursos Mercantiles
Aun cuando la actual legislación no lo considera como órgano consideramos que sus facultades
tienen gran importancia ya que en realidad sigue siendo el órgano rector del procedimiento
concursal.
Asimismo, es importante señalar que la actual ley no hace una enumeración de sus facultades y
éstas están dispersas en todo el articulado.
Las facultades del juez se resumen en el artículo 7° de la Ley, que por su importancia reproducimos
a continuación:
Artículo 7°. El juez es el rector del procedimiento de concurso mercantil y tendrá las facultades
necesarias para dar cumplimiento a lo que esta Ley establece. Será causa de responsabilidad
imputable al juez o al Instituto la falta de cumplimiento de sus respectivas obligaciones en los plazos
previstos en esta Ley, salvo por causas de fuerza mayor o caso fortuito.
El artículo señalado nombra al juez como el rector del procedimiento y le da las facultades
necesarias para cumplir con lo que esta ley establece.
Se puede interpretar que el juez tendrá todas las facultades, inclusive las que no establezca la LCM
específicamente, siempre y cuando se tenga como fin el dar cumplimiento a lo establecido.
7.1.6. Los Interventores
De nueva cuenta la figura del interventor sigue siendo decorativa en nuestro derecho concursal. En
el anterior procedimiento nunca llegó a tener la fuerza que debería y en la actual sus facultades son
pocas. En gran medida la falta de facultades de este órgano en la anterior ley provocó que los
procedimientos se dilataran por la falta de presión por parte de la intervención.
Es criticable la limitación que se impuso a la intervención ya que la ley ordena que esta institución
no pueda examinar directamente los libros y documentos del concursado y esto lo debe solicitar al
Conciliador o Síndico.
La Ley faculta a los acreedores a nombrar a uno o varios interventores. Realmente es el único
órgano cuyas facultades encontramos en un capítulo específico, a pesar que encontramos algunas
otras facultades en toda la ley.
La facultad principal la encontramos en el artículo 65, en el cual se expresa que los interventores
representantes los intereses de los acreedores y tendrán a su cargo la vigilancia del Conciliador y
del Síndico, así como los actos del comerciante en la administración de la empresa.
Podemos deducir que el objetivo de la intervención es el cuidado y vigilancia de la Masa o bienes
del Comerciante para garantizar los créditos de los acreedores.
Los acreedores que representen el 10% del monto de los créditos a cargo del Comerciante conforme
a la lista provisional de créditos, tendrán derechos a solicitar al juez el nombramiento de un
interventor.
El nombramiento de los interventores no lo hacen los Acreedores Reconocidos, sólo basta con que
sean incluidos en la lista provisional de créditos para que éstos puedan nombrar a los interventores.
Esto tiene una razón lógica ya que el reconocimiento de créditos puede demorar meses. Entre las
facultades y obligaciones que tiene a la intervención están:
Que se le permita realizar sus facultades.
Podrá denunciar las omisiones o actos de los visitadores.
Vigilar al Conciliador y al Síndico.
Gestionar la notificación y publicación de la sentencia de concurso mercantil.
Solicitar al Conciliador o Síndico el examen de cualquier libro, así como otro medio de
almacenamiento de datos y solicitarles información por escrito sobre las cuestiones relativas a la
administración de la empresa.
Podrá dar opinión respecto a la resolución del Conciliador respecto los contratos pendientes.
Podrá solicitar al juez que se establezca una fecha retroacción mayor que la establecida ley.
Podrá apelar la sentencia de reconocimiento, graduación y prelación de créditos.
Podrá asistir a la diligencia de ocupación del Síndico
Podrá oponerse a la enajenación por parte del Síndico de bienes de la Masa.
Podrá objetar el procedimiento de enajenación propuesto por el Síndico.
7.2. Requisitos para Decretar el Concurso Mercantil
La Ley establece que podrán demandar la declaración de concurso mercantil:
a) El propio comerciante que considere que ha incurrido en el incumplimiento generalizado de
obligaciones;
b) Cualquier acreedor del comerciante, y
c) El Ministerio Público.
Además, también dispone que si un juez, durante la tramitación de un juicio mercantil, advierte que
un comerciante se encuentra en estado general de cesación de pagos procederá de oficio a hacerlo
del conocimiento de las autoridades fiscales competentes y del Ministerio Público para que, en su
caso, este último demande la declaración de concurso mercantil. Las autoridades fiscales sólo
procederán a demandar el concurso mercantil de un comerciante en su carácter de acreedores.
Los requisitos de la demanda son los mismos que, en términos generales, deben contener las
promociones iniciales de esta clase: a) autoridad a la que se dirige; b) nombre y domicilio del
actor; c) nombre y domicilio del demandado; d) los hechos que motiven la petición, narrados
brevemente con claridad y precisión; e) los fundamentos de derecho, y f) los puntos petitorios.
Sin embargo, estas demandas concursales varían en cuanto a los documentos que a ella debe
anexar el promovente.
De este modo, el comerciante debe exhibir:
a) Los estados financieros de los últimos tres años, los cuales deberán estar auditados cuando
exista esta obligación;
b) Una memoria en la que razone acerca de las causas que lo llevaron al estado de incumplimiento
en que se encuentra;
c) Una relación de sus acreedores y deudores que indique sus nombres y domicilios, la fecha de
vencimiento del crédito o créditos de cada uno de ellos, el grado con que estima se les debe
reconocer, indicando las características particulares de dichos créditos, así como de las garantías,
reales o personales, que haya otorgado para garantizar deudas propias y de terceros, y
d) Un inventario de todos sus bienes inmuebles y muebles, títulos valores, géneros de comercio y
derechos de cualquier otra especie.
En cambio, si la demanda la presenta un acreedor, deberá acompañarse de:
a) Prueba documental que demuestre que tiene tal calidad.
b) El documento en que conste de manera fehaciente que se ha otorgado la garantía del pago de
honorarios del visitador por un monto equivalente a mil quinientos días de salario mínimo vigente en
el Distrito Federal.
c) Los documentos originales o copias certificadas que el demandante tenga en su poder y que
hayan de servir como pruebas de su parte.
La demanda que promueva el Ministerio Público sólo deberá contener los elementos generales, sin
mayor requisito ni garantía alguna.
Admitida la demanda de concurso mercantil, el juez mandará citar al comerciante, concediéndole
un término de nueve días para contestar.
El comerciante deberá ofrecer, en el escrito de contestación, las pruebas que esta Ley le autoriza.
El juez, a solicitud del comerciante, o de oficio, dictará las providencias precautorias que considere
necesarias a fin de evitar que se ponga en riesgo la viabilidad de la empresa con motivo de la
demanda o de otras que se presenten durante la visita, o que se agrave dicho riesgo, para lograr
salvaguardar el interés público consistente en conservar la empresa y evitar que el incumplimiento
de obligaciones ponga en riesgo la viabilidad de la misma y de las demás con las que mantenga
una relación de negocios.
Al día siguiente de que el juez reciba la contestación dará vista de ella al demandante para que
dentro de un término de tres días manifieste lo que a su derecho convenga y, en su caso, adicione
su ofrecimiento de pruebas.
Al día siguiente de que venza el plazo del emplazamiento sin que el comerciante haya presentado
su contestación, el juez deberá certificar este hecho declarando prelucido el derecho del
comerciante para contestar y se continuará con el procedimiento. La falta de contestación en tiempo
hará presumir, salvo prueba en contrario, como ciertos los hechos contenidos en la demanda que
sean determinantes para la declaración de concurso mercantil. El juez deberá dictar sentencia
declarando el concurso mercantil dentro de los cinco días siguientes.
Con la contestación de la demanda, el comerciante podrá ofrecer las pruebas que directamente
puedan desvirtuar el supuesto del incumplimiento generalizado de obligaciones de pago, y el juez
podrá ordenar el desahogo de pruebas adicionales que estime convenientes, pero el desahogo de
todas ellas no podrá exceder de un término de treinta días.
El comerciante que haya solicitado su declaración de concurso mercantil o, en su caso, los
acreedores que lo hayan demandado, podrán desistir de su solicitud o demanda, siempre que exista
el consentimiento expreso de todos ellos.
7.3. Etapas del Juicio Concursal
En esta Ley que se declara de interés público, el concurso mercantil, consta de tres etapas
sucesivas:
 La inicial o de declaración de concurso mercantil.
 La conciliación, que tiene como finalidad lograr la conservación de la empresa del comerciante
mediante el convenio que suscriba con sus acreedores reconocidos; y
 La quiebra: cuya finalidad es la venta de la empresa del comerciante, de sus unidades productivas
o de los bienes que la integran para el pago a los acreedores.
7.3.1. Visita de Inspección
Una de las grandes novedades de la LCM es la visita de verificación. Para algunos conocedores de
la materia, consideraban que esta visita no era aplicable al caso concursal, ya que era tomada del
derecho fiscal. Se debe destacar que, al momento de realizar estas afirmaciones, estos dos
conocedores del derecho concursal las hacían en relación con un proyecto previo de la LCM, en el
cual en vez del IFECOM, se había propuesto la Comisión de Apoyo a los Concursos Mercantiles, la
cual dependía de la entonces Secretaría de Comercio y fomento Industrial. Debido a esta situación,
la visita de verificación adquiriría un carácter administrativo y de ahí su parecido a una auditoría de
carácter fiscal, y por otro lado, era inconstitucional, de conformidad con lo establecido en el artículo
16 de la Constitución, que dispone que la autoridad administrativa sólo puede ejercitar visitas
domiciliarias para verificar el cumplimiento de los reglamentos sanitarios, de policías y para los
efectos fiscales correspondientes.
Sin embargo, bajo la actual legislación la visita no tiene carácter administrativo, ya que la misma es
realizada por un particular, ajeno a la Secretaría de Estado e incluso ajeno al IFECOM y al Consejo
de la Judicatura Federal.
Esta visita se realiza antes de que se declare el concurso mercantil y su objetivo es que el Visitador
dictamine si el Comerciante se encuentra en los supuestos del artículo 10 de la ley, así como
determinar la fecha de vencimiento de los créditos relacionados con el cumplimiento generalizado
de las obligaciones. También deberá sugerir al juez las providencias precautorias que estime
necesarias para proteger a la Masa. Esta situación está regulada en el artículo 30 de la LCM. Sin
embargo, el Visitador también deberá analizar si el Comerciante está en los supuestos del artículo
11 de la LCM, debido a que estos artículos complementan al 10.
Una vez que se admita a trámite la demanda de concurso mercantil el juez remitirá copia de ésta al
IFECOM, ordenándose que designe al Visitador dentro de los siguientes 5 días a que reciba el oficio
respectivo.
Debido al interés público de estos procedimientos el juez también deberá hacer del conocimiento
de las autoridades fiscales la demanda correspondiente.
La orden de visita que dicte en su momento el juez contendrá el nombre del Visitador; el lugar o
lugares donde se deba realizar la visita; los libros, registros y demás documentos del Comerciante
sobre los cuales deberá versar la visita, y la orden del Comerciante para que permita la realización
de la visita.
El Visitador tendrá 5 días para presentarse en el domicilio del Comerciante, pasado ese tiempo el
juez de oficio o cualquier acreedor podrá solicitar al primero, para el efecto de que gire oficio al
IFECOM con la finalidad de que proceda a la designación de un Visitador sustituto.
Una vez que el IFECOM nombre al Visitador sustituto lo hará saber al juez para que modifique la
orden de visita respectiva.
El Comerciante y su personal están obligados a colaborar con el Visitador: el Visitador deberá
presentarse en el domicilio del Comerciante, y en caso que no estuviere él o sus representantes,
deberá dejar citatorio para que lo espere en ese domicilio en el día siguiente a una hora determinada.
El Comerciante está obligado a presentarse en dicha hora, ya que en caso de que obstruya la visita
o no proporcione la información requerida podrá apercibírsele de ser declarado en concurso
mercantil.
Sin embargo, se deberá tener en cuenta que la contabilidad del Comerciante es secreta y así lo
disponen los artículo 43 y 44 del Código de Comercio, en los cuales se establece claramente que
no podrá decretarse a instancia de parte, la comunicación entrega o reconocimiento general de los
libros, registros, comprobantes, cartas, cuentas y documentos de los Comerciantes sino en los
casos de sucesión universal, liquidación de compañía, dirección o gestión comercial por cuenta de
otro o de quiebra. Debemos recordar que una empresa en concurso mercantil no está en quiebra y
no resultan equivalentes las dos situaciones, es más son muy diferentes por lo que considero que
no podríamos aplicar la analogía. Sin embargo, se deberá tomar en cuenta que los tribunales
federales han defendido que el Comerciante sujeto a un procedimiento de concurso mercantil está
obligado a proporcionar toda la información requerida al Visitador, incluso en caso de que no
proporcione la misma puede ser declarado en concurso mercantil sin necesidad de que se actualicen
los supuestos de los artículos 9 y 10 de la LCM.
7.3.2. Declaración o Sentencia de Concurso Mercantil
Sin necesidad de citación, el juez dictará dentro de los cinco días siguientes al vencimiento del plazo
de alegatos, la sentencia que corresponda, tomando en cuenta lo manifestado y probado y en
especial el dictamen del visitador.
La sentencia de declaración de concurso mercantil contendrá:
a) La fecha en que se dicte; el nombre y domicilio del comerciante; la fundamentación de la
sentencia; la lista de los acreedores que el visitador hubiese identificado en la contabilidad del
comerciante, señalando el monto de los adeudos con cada uno de ellos;
b) La orden al Instituto para que designe al conciliador; la declaración de apertura de la etapa de
conciliación; la orden al comerciante de poner a disposición del conciliador libros, registros y demás
documentos de la empresa; mandamiento al comerciante para que permita al conciliador y a los
interventores la realización de las actividades propias de su cargo;
c) La determinación de que el comerciante tendrá las obligaciones de un depositario; disposiciones
al comerciante de suspender el pago de los adeudos contraídos con anterioridad a la fecha en que
surta efectos la sentencia; la orden de suspender durante la etapa de conciliación todo mandamiento
de embargo o ejecución contra bienes y derechos del comerciante.
d) La fecha de retroacción; la orden de publicación e inscripción de la sentencia en los registros
públicos correspondientes; la disposición de expedir copias de la sentencia a los interesados.
e) La orden al conciliador de iniciar el procedimiento de reconocimiento de créditos; el aviso a los
acreedores para que aquellos que así lo deseen soliciten el reconocimiento de sus créditos.
Al día siguiente de que se dicte sentencia que declare el concurso mercantil, el juez deberá
notificarla personalmente al comerciante, al Instituto, al visitador, a los acreedores cuyos domicilios
se conozcan y a las autoridades fiscales competentes, por correo certificado o por cualquier otro
medio establecido en las leyes aplicables. Al Ministerio Público se le notificará por oficio. Igualmente,
deberá notificarse por oficio al representante sindical y, en su defecto, al procurador de la Defensa
del Trabajo.
La sentencia que declare que no es procedente el concurso mercantil ordenará que las cosas
vuelvan al estado que tenían con anterioridad a la misma, y el levantamiento de las providencias
precautorias que se hubieren impuesto o la liberación de las garantías que se hayan constituido
para evitar su imposición. La sentencia deberá ser notificada personalmente al comerciante y, en su
caso, a los acreedores que lo hubieren demandado. Al Ministerio Público se le notificará por oficio.
7.3.3. Reconocimiento e Intervención de Acreedores
Los acreedores se clasifican en los grados siguientes, según la naturaleza de sus créditos:
Acreedores singularmente privilegiados;
Acreedores con garantía real;
Acreedores con privilegio especial, y
Acreedores comunes.
Son acreedores singularmente privilegiados, cuya prelación se determinará por el orden de
enumeración, los siguientes:
1. Los gastos de entierro del Comerciante, en caso de que la sentencia de concurso mercantil sea
posterior al fallecimiento, y
2. Los acreedores por el gasto de la enfermedad que haya causado la muerte del Comerciante en
caso de que la sentencia de concurso mercantil sea posterior al fallecimiento.
Los Acreedores con garantía real, siempre que sus garantías estén debidamente constituidas
conforme a las disposiciones que resulten aplicables, los siguientes:
1. Los hipotecarios, y
2. Los provistos de garantía prendaria.
Los acreedores con garantía real percibirán el pago de sus créditos del producto de los bienes
afectos a la garantía, con exclusión de los acreedores a los que hacen referencia las fracciones III
y IV del artículo 217 de esta Ley y con sujeción al orden que se determine con arreglo a las
disposiciones aplicables en relación a la fecha de registro.
Son acreedores con privilegio especial todos los que tengan un privilegio especial o un derecho de
retención.
Los acreedores con privilegio especial cobrarán en los mismos términos que los acreedores con
garantía real o de acuerdo con la fecha de su crédito, si no estuviere sujeto a inscripción, a no ser
que varios de ellos concurrieren sobre una cosa determinada, en cuyo caso se hará la distribución
a prorrata sin distinción de fechas, salvo que las leyes dispusieran lo contrario.
Son acreedores comunes todos aquellos que no estén considerados en los artículos 218 al 221, y
cobrarán prorrata sin distinción de fechas.
7.3.3.1. Graduación y Prelación de Créditos
Es desconcertante que el legislador haya regulado la graduación y prelación de créditos que se
refiere a la enajenación del activo derivado de la declaración de quiebra, cuando la graduación y
prelación de créditos afecta tanto a la etapa de quiebra como a la de conciliación y es un elemento
indispensable de la Sentencia de reconocimiento, graduación y prelación de créditos, misma que se
dictará, en la mayoría de los casos, en la etapa de conciliación.
Vale la pena tomar en cuenta que graduar se refiere a dar orden aquellos créditos que tienen una
determinada naturaleza, es decir, se determinará que un crédito contra la Masa se pague primero
que un crédito con privilegio especial.
Por otra parte, prelación se refiere a quién debe pagarse primero respecto a acreedores del mismo
grado, es decir, todos los acreedores deben ser tratados por igual, pero hay acreedores que son
más iguales que otros.
Resulta importante resaltar que no se puede pagar un grado inferior, si no se paga primero el
superior.
De conformidad con lo establecido en el artículo 217 de la LCM, existen 4 tipos de acreedores, sin
embargo, de la interpretación se desprende que existen en realidad 6 tipos de acreedores, los cuales
conforme al orden que debe realizarse el pago son:
a) Créditos contra masa
b) Acreedores singularmente privilegiados
c) Acreedores con garantía real
d) Otros créditos laborales y créditos fiscales
e) Acreedores con privilegio especial
f) Acreedores comunes o quirografarios
g) Acreedores fiduciarios y con prenda sin transmisión de la posesión.
7.3.4. Etapa de Conciliación
En principio, la etapa de conciliación tendrá una duración de ciento ochenta y cinco días naturales
contados a partir de la publicación de la sentencia de concurso mercantil en el Diario Oficial de la
Federación.
Sin embargo, este periodo es susceptible de prorrogarse por dos ocasiones consecutivas, mediante
la aprobación del juez.
Para que se apruebe la primera prórroga, que será por un periodo de 90 días adicionales,
necesitaremos que así lo decidan el Conciliador o los Acreedores Reconocidos que representen a
dos terceras partes del monto total de los créditos reconocidos.
La LCM establece que en ningún caso el periodo de conciliación podrá exceder de 365 días, sin
embargo, de acuerdo con el décimo primer informe legal debido, en algunas ocasiones, a cuestiones
laborales y amparos.
Debido a esta regulación, resulta importante para el Comerciante agilizar la sentencia de
Reconocimiento de Créditos ya que, en caso de no contar con la misma, será difícil que pueda tener
acceso a las prórrogas, ya que los Acreedores Reconocidos son los que pueden decidir al respecto.
7.3.4.1. El Convenio de Acreedores
El convenio es la finalidad de todo el procedimiento concursal y de la ley que lo regula. A éste
debemos aspirar en el inicio del concurso y ésta es la manera legal de dar cumplimiento al principio
de conservación de la empresa.
Para tal efecto, el Comerciante podrá celebrar convenios con los trabajadores, siempre y cuando no
se afecten los términos de los demás créditos. Podrá acudir ante las autoridades fiscales con la
intención de lograr acuerdo y condonaciones. Debe tomarse en cuenta que existen incentivos de
carácter fiscal para lograr el convenio.
7.3.5. Sentencia de Quiebra
Algunos autores, no sin razón, mencionaban que la quiebra era la insolvencia presumida por un
juez, es decir, no basta con que nos encontremos ante los supuestos de quiebra o de incumplimiento
generalizado de las obligaciones para que un Comerciante esté quebrado o en curso.
Así Rodríguez y Rodríguez nos indican que la quiebra descansa en un fenómeno económico que
sólo tiene relevancia jurídica cuando el juez competente declara su existencia. En el mismo sentido
Cervantes Ahumada señala que no existirá quiebra si no existe sentencia por medio de la cual se
constituya.
Ahora bien, la quiebra tiene como finalidad la venta de los activos del Comerciante para que el
producto sirva para pagar a los Acreedores Reconocidos.
La sentencia declarativa de quiebra goza de la misma naturaleza que la de concurso mercantil,
aunque se desprende de ésta, por lo tanto, tiene efectos declarativos y constitutivos.
La quiebra, a la luz de la LCM, es una etapa del concurso mercantil, es decir, para que exista una
sentencia de quiebra se requiere primero una de concurso mercantil, aunque en ésta se pueda
establecer que el proceso se inicia en la etapa de quiebra. Por lo anterior, si resulta procedente una
apelación en contra de la declaración de concurso mercantil, y en la misma se resuelve dejar sin
efectos dicha sentencia, también dejará sin efectos a la sentencia declarativa de quiebra.
Tal y como lo establece el artículo 167 de la LCM la sentencia de quiebra procede cuando:
a) Así lo solicite el Comerciante.
b) Transcurra el término de la conciliación y sus prórrogas en su caso, sin que se haya sometido
para su aprobación un convenio.
c) El conciliador haya solicitado la quiebra en los términos del artículo 150 de la LCM del
Comerciante y los acreedores a adoptar un convenio.
Se debe tomar en cuenta que únicamente el Conciliador y el Comerciante pueden solicitar la
quiebra. Solamente los acreedores podrán pedir que se dicte dicha sentencia cuando haya
terminado el término de conciliación, sin que se hay logrado un convenio.
La sentencia de quiebra deberá contar con los siguientes elementos de conformidad con lo ordenado
en el artículo 168 de la LCM:
a) Disposiciones declarativas: La declaración de que se suspende la capacidad de ejercicio del
Comerciante respecto a los bienes comprendidos en la Masa.
b) Disposiciones relativas a los órganos: La orden al IFECOM para que designe al Conciliador como
Síndico o en su caso nombre a un Síndico en un plazo de 5 días contados a partir de que surta
efectos la sentencia.
c) Disposiciones relativas a la administración y entrega de los bienes: La orden del Comerciante,
sus administradores, gerentes y dependientes para que entreguen al Síndico la posesión y
administración de todos los bienes y derechos que forman parte de la Masa, entre tanto se realiza
la entrega de la Masa, las personas que ejerzan la administración sobre dichos bienes se
considerarán depositarios, la orden a las personas que tenga en su poder bienes del Comerciante,
salvo aquellos que estén afectados en ejecución de sentencia, para que sean entregados al Síndico,
y la prohibición a los deudores del Comerciante de pagarle o entregarle bienes sin autorización del
Síndico, con apercibimiento de doble pago.
d) Disposiciones relativas a la publicidad: el Síndico deberá inscribir la sentencia en el Registro
Público de Comercio dentro de los 5 días siguientes a su designación y publicar un extracto de la
misma en el Diario Oficial de la Federación y en uno delos diarios de mayor circulación en la
localidad donde se siga el juicio. Asimismo, el Síndico está obligado a hacer del conocimiento de
los acreedores su nombramiento y señalar domicilio, dentro de la jurisdicción del juez que conozca
del asunto, esto lo deberá realizar dentro de los 3 días siguientes a que conozca su designación.
e) Otras disposiciones: Deberá contar con el nombre, denominación social y domicilio del
Comerciante, y en su caso el nombre completo y domicilio de los socios ilimitadamente
responsables.
El conciliador está obligado a prestar todo el apoyo que requiera el Síndico para que tome posesión
del cargo y le entregará toda la información que tenga del Comerciante que haya sido obtenida en
el ejercicio de sus funciones. Al igual que el Conciliador, el Síndico puede ser sustituido cuando:
a) Así lo decidan el Comerciante y los Acreedores Reconocidos que representen por lo menos el 50
% del monto total reconocido y así lo solicitare el juez, por aquella persona que ellos propongan
entre los registrados en el IFECOM.
b) Si así lo solicitan el Comerciante y un grupo de Acreedores Reconocidos que representen al
menos el 75% del monto total reconocido y designen de común acuerdo a una persona física o
moral, aun en el caso de que no se encuentren registradas en el IFECOM. En este supuesto el juez
lo hará del conocimiento del IFECOM al día siguiente y quedará sin efecto la designación realizada
por dicho Instituto.
La sentencia declarativa de quiebra puede ser apelada por el comerciante, cualquier Acreedor
Reconocido y el Conciliador en los mismos términos que puede ser apelada la sentencia declarativa
de concurso mercantil, sin embargo, si la sentencia se dictó porque así lo solicitó el Comerciante, o
en su caso el Conciliador, la apelación se admitirá en ambos efectos, en el supuesto de que la
sentencia se haya dictado debido a que transcurrió el tiempo para lograr un convenio en la etapa de
conciliación, la apelación se admitirá solamente en el efecto devolutivo, es decir, no se pueden
suspender provisionalmente sus efectos.
7.3.5.1. Requisitos de la Sentencia
La sentencia de declaración de quiebra deberá contener:
I. La declaración de que se suspende la capacidad de ejercicio del Comerciante sobre los bienes y
derechos que integran la Masa, salvo que esta suspensión se haya decretado con anterioridad;
II. La orden al Comerciante, sus administradores, gerentes y dependientes de entregar al síndico la
posesión y administración de los bienes y derechos que integran la Masa, con excepción de los
inalienables, inembargables e imprescriptibles;
III. La orden a las personas que tengan en su posesión bienes del Comerciante, salvo los que estén
afectos a ejecución de una sentencia ejecutoria para el cumplimiento de obligaciones anteriores al
concurso mercantil, de entregarlos al síndico;
IV. La prohibición a los deudores del Comerciante de pagarle o entregarle bienes sin autorización
del síndico, con apercibimiento de doble pago en caso de desobediencia, y
V. La orden al Instituto para que designe al conciliador como síndico, en un plazo de cinco días, o
en caso contrario designe síndico; entre tanto, quien se encuentre a cargo de la administración de
la empresa del Comerciante tendrá las obligaciones de los depositarios respecto de los bienes y
derechos que integran la Masa.
7.3.5.2. Diferencia entre Sentencia de Quiebra y Sentencia de Concurso
En la quiebra hay que observarlo siguiente:
El comerciante en concurso será declarado en estado de quiebra cuando: el propio comerciante lo
solicite, transcurra el término para la conciliación y sus prórrogas sin que se someta al juez, para su
aprobación, un convenio en los términos de ley, o el conciliador solicite la declaración de quiebra y
el juez la conceda.
La sentencia de declaración de quiebra debe contener: declaración de que se suspende la
capacidad de ejercicio del comerciante sobre los bienes y derechos que integran la masa, orden del
comerciante sus administradores, gerentes y dependientes de entregar al síndico la posesión y
administración de los bienes y derechos que integran la masa, con excepción de los inalienables,
inembargables e imprescriptibles, orden a las personas que tengan en su posesión bienes del
comerciante, de que se los entregue al síndico, prohibición a los adeudos del comerciante de pagarle
o entregarle bienes sin autorización del síndico, con apercibimiento de doble pago en caso de
desobediencia.
En el momento de declarase la quiebra el juez ordenará al Instituto Federal de Especialistas de
Concursos Mercantiles que, en un plazo de 5 días ratifique al conciliador como síndico o, en caso
contrario, lo designe.
El síndico debe inscribir la sentencia de quiebra y publicar un extracto de esta por dos veces
consecutivas en el Diario Oficial de la Federación y en uno de los diarios de mayor circulación de la
localidad donde se siga el juicio.
La sentencia que declare la quiebra implicará la remoción de plano, sin necesidad de mandamiento
judicial adicional, del comerciante en la administración de su empresa, y será sustituido por el
síndico.
El síndico a partir de su designación, debe tomar posesión de los bienes y locales que utilice el
comerciante e iniciar su administración. Para ello el juez ha de tomar las medidas pertinentes al
caso y dictar cuantas resoluciones sean necesarias para la inmediata ocupación de los libros,
papeles, documentos, medos electrónicos de almacenamiento, procesos de información y bienes
en posesión del comerciante.
En el desempeño de la administración de la empresa del comerciante el síndico deberá obrar
siempre como un administrador diligente en negocio propio, y es responsable de las pérdidas o
menoscabos que las empresas sufra por su culpa o negligencia.
Dentro de un plazo de 60 días a partir de a fecha en que el síndico tome posesión de la empresa
del comerciante, debe entregar al jue, dictamen sobre el estado de la contabilidad del comerciante,
inventario de la empresa del comerciante y balance, a la fecha en que asuma la administración de
la empresa.
Una vez que reciba el juez los documentos señalados, debe ponerlos a la vista de cualquier
interesado.
Declarada la quiebra, aun cuando no se hubiere concluido el reconocimiento de créditos, el síndico
procederá a la enajenación de los bienes y derechos que integran las masas, procurando obtener
el mayor producto posible por su enajenación.
Cuando la enajenación de la totalidad de los bienes y derechos que integran la masa permita
maximizar el producto de enajenación, el síndico debe considerar la convivencia de mantener la
empresa en operación.
La enajenación de los bienes ha de realizarse mediante subastas públicas, dentro de un plazo no
menor de 10 ni mayor a 90 días naturales, contados a partir de la fecha en que se publique por
primera vez la convocatoria.
Desde el día en que se haga la publicación de la subasta y hasta el día inmediato anterior a la fecha
de la misma, cualquier interesado en participar podrá presentar al juez, en sobre cerrado, su postura.
Al presentar las posturas al juez, los posteriores deben manifestar bajo protesta de decir verdad,
sus vínculos familiares o patrimoniales con el comerciante, sus administradores u otras personas
relacionadas directamente con la operación del mismo.
El juez en su caso, el secretario de acuerdos del juzgado presidirá la subasta en la fecha, hora y
lugar autorizados por el tribunal observándose lo siguiente: el acceso a la subasta será público a la
hora señalada para la subasta quien la presida la declaración iniciada y en seguida procederá a
abrir ante los presentes los sobres con las posturas recibidas que cumplan con los requisitos legales,
de no haberse recibido ninguna postura válida, se declara desierta la subasta quien presida la
subasta leerá en voz alta el monto de cada una de las posturas admitidas, haciendo mención
expresa de aquellas realizadas por personas que tengan un vínculo familiar o patrimonial con el
comerciante.
7.3.6. Ejecución de Sentencia y Enajenación de Bienes
Declarada la quiebra, aun cuando no se hubiere concluido el reconocimiento de créditos, el síndico
procederá a la enajenación de los bienes y derechos que integran la Masa, procurando obtener el
mayor producto posible por su enajenación. Para tal efecto, deberán buscarse las mejores
condiciones y plazos más cortos de recuperación de recursos.
Los procedimientos y términos generales en que se realice la enajenación de los bienes, deberán
atender a las características comerciales de las operaciones, las sanas prácticas y usos mercantiles
imperantes, las plazas en que se encuentran los bienes a enajenar, así como al momento y
condiciones tanto generales como particulares en que la operación se realice, considerando
inclusive, la reducción, en su caso, de los costos de administración.
Cuando la enajenación de la totalidad de los bienes y derechos de la Masa como unidad productiva,
permita maximizar el producto de la enajenación, el síndico deberá considerar la conveniencia de
mantener la empresa en operación. En caso de que no fuere posible mantener la empresa en
operación, la enajenación de los bienes podrá llevarse a cabo agrupándolos para formar paquetes
que permitan reducir los plazos de enajenación y maximizar razonablemente el valor de
recuperación, considerando sus características comerciales.
Deberán promoverse, en todos los casos, los elementos de publicidad y operatividad que garanticen
la objetividad y transparencia de los procedimientos correspondientes. Cuando dentro de los bienes
y derechos de la Masa se incluyan valores, la enajenación de los mismos se llevará a cabo conforme
a lo establecido en este capítulo, sin que sea aplicable la Ley del Mercado de Valores en lo relativo
a ofertas de valores. La enajenación de los bienes deberá realizarse a través del procedimiento de
subasta pública previsto en este capítulo, salvo por lo dispuesto en los artículos 205 y 208 de la
presente Ley.
La subasta deberá realizarse dentro de un plazo no menor a diez días naturales ni mayor de noventa
días naturales a partir de la fecha en que se publique por primera vez la convocatoria.
7.3.7. Pago de Acreedores
Deben observarse las reglas siguientes:
A partir de la fecha de la sentencia de quiebra y por lo menos cada dos meses, el síndico presentará
al juez un reporte de las enajenaciones realizadas y de la situación del activo remanente, y una lista
de los acreedores que serán pagados, así como la cuota concursal que les corresponda.
El juez pondrá a la vista de los acreedores reconcomidos y del comerciante el reporte y la lista
indicada, para que dentro del término de tres días manifesté lo que a su derecho corresponda.
Transcurrido ese término, el juez resolverá sobre la manera y los términos en que se procederá a
los repartos de los efectivos disponibles. Los repartos se continuarán haciendo mientras existan en
el activo bienes susceptibles de realización.
Los acreedores se clasificarán en los grados siguientes:
Según su naturaleza de sus créditos
Acorredores singularmente privilegiados
Acreedores con garantía real
Acreedores con privilegio especial
Acreedores comunes.
No se realizarán pagos a los acreedores de un grado sin que queden saldados del anterior, según
la prelación establecida para los mismos.
El juez declarará concluido el concurso mercantil cuando:
Se apruebe un convenio,
Se hubiere efectuado el pago íntegro a los acreedores reconocidos,
Se hubiere efectuado pago a los acreedores mediante cuota concursal de las obligaciones del
comerciante y no quedaran más bienes por realizarse.
La sentencia de terminación del concurso mercantil se notificará a través del Boletín Judicial o por
los estrados del concurso mercantil se notificará a través como por cualquier otro acreedor
reconocido.
7.4. Medios de Impugnación en el Concurso Mercantil
En la ley de quiebras y suspensión de pagos el medio de impugnación es contra la resolución de
declaración de quiebra procede la apelación en ambos efectos.
En la Iniciativa de ley de concursos mercantiles el medio de impugnación procede la apelación
contra la sentencia que niegue o declare el concurso mercantil y la sentencia de quiebra, en ambos
efectos si la niega y en efecto devolutivo si la declara.
8. Procedimientos Sucesorios
8.1. Sujetos Procesales que Intervienen en estos Juicios
8.1.1. Herederos y Legatarios
El auto que se dicte en juicio sucesorio para la entrega de los bienes hereditarios al albacea, no
puede producir el efecto de privar de la posesión de esos bienes a quien realmente la tiene, pues
esto sólo puede ser el resultado del juicio correspondiente, que debe seguirse de acuerdo con el
artículo 14 constitucional.
HEREDEROS AMPARO PROCEDENTE CONTRA EL RECONOCIMIENTO O
DESCONOCIMIENTO DE ELLOS.
Como las situaciones jurídicas de los que se concurren al juicio sucesorio, se alteran
fundamentalmente cuando se desconocen sus derechos y siendo indudable que el juez tiene la
facultad de juzgar la eficacia de los documentos presentados para demostrar el entroncamiento de
los aspirantes a la sucesión, es claro que la inexactitud en su apreciación es susceptible de
reclamarse en juicio de garantías, para el exclusivo efecto de definir si, en realidad, fue o no bastante
la prueba del entroncamiento presentada en el juicio sucesorio, objeto distinto del que persigue
pruebas diversas de aquellas que se estimaron por el juez del interesado, para probar contra los
documentos exhibidos como bastantes para la justificación del parentesco o demostrar el mejor
derecho de quien pretenda la exclusión del reconocimiento en el juicio.
HEREDEROS SU DERECHO A PEDIR AMPARO CONTRA LA DECLARACIÓN QUE NO LOS
RECONOCE
Las leyes del orden común no conceden recurso o medio legal de defensa dentro de procedimientos
sui generis que corresponde al juicio sucesorio, por los cuales se pueda propiamente hablando,
modificar, revocar, o nulificar la declaración del heredero legítimo en favor de una persona porque
si bien los presuntos herederos pueden instaurar juicio ordinario con el propósito de alcanzar al fin
una declaración judicial favorable para los derechos hereditarios que alegan, ese juicio ordinario
constituye indudablemente, un procedimiento destacado, de vida propia e independiente por tanto,
de la respectiva intesta mentaría y está muy distante de ser un recurso o medio legal de defensa, lo
cual hace que la demanda de amparo que se instaure contra la mencionada declaración de heredero
no sea improcedente.
8.1.2. El Albacea y el Interventor
Albaceas
La sociedad está interesada en la representación legal de las sucesiones por lo que es improcedente
conceder la suspensión que tuviera por efecto que dichos juicios permanecieran por algún tiempo
sin representación.
Para desistirse del amparo el albacea del amparo, requiere consentimiento de los herederos.
ALBACEAS DESISTIMIENTO DEL AMPARO
El albacea que es además único heredero de la sucesión puede desistirse del juicio de garantías.
Al albacea corresponde ejercitarse acciones y defender a la sucesión.
El albacea que es además único heredero de la sucesión puede desistirse de la herencia y tiene la
facultad de defender en juicio y fuera de él así la herencia como validez del testamento y conforme
a derecho estos actos son obligatorios para él. Ninguna disposición autoriza a los herederos a hacer
gestión alguna judicial o extrajudicial, en defensa de los bienes de la herencia.
Es pues, bien claro, que la defensa de la herencia corresponde al albacea, por lo cual es evidente
que el ejercicio de los recursos correspondientes inclusive el de garantías es atribución propia del
albacea.
ALBACEA REMOCION DE LOS POR HABER TERMINADO EL PLAZO LEGAL DE SU GESTIÓN.
Ya que se trate de la remoción de la cesación del albacea, en cualquiera de los dos casos, es
siempre necesaria la declaración expresa del juez para que el representante de la sucesión deje su
encargo, la diferencia radica en el procedimiento que se sigue en cada caso, es decir la cesación
de un albacea cuando expira el plazo concedido por el testador o por la ley puede ser declarada de
plano por el juez en vista de las constancias existentes en los autos, sin que por esto se lesionen
derechos de alguna especie, y cuando se trata de la remoción que obedece a faltas en el desempeño
del albaceazgo, precisa seguir un procedimiento judicial en el cual sea oído el interesado y pueda
defenderse de las imputaciones que se le hagan más en uno y otro casos, mientras no se compruebe
que por declaración judicial expresa ha dejado su encargo un albacea, ninguna autoridad puede
desconocer su carácter.
LABACEA SUSPENSION TRATANDOSE DE CAMBIO
Debe negarse la suspensión contra el fallo de segunda instancia que ordena el cambio de albacea
de una sucesión porque este acto no perjudica a la sucesión ya que sus bienes pasarán al cuidado
y administración del nuevo albacea, y en cuanto al removido tampoco sufrirá daño de difícil
reparación porque de obtener el amparo volverá al ejercicio de su encargo y en todo caso le serán
cubiertos los honorarios respectivos.
El cargo de albacea, acaba, entre otras causas por el término natural del mismo por lo cual, la
renuncia de quien lo desempeña fundándose en esa causa, es legal y no viola garantía alguna.
8.1.3. El Ministerio Público
Aunque no es propiamente un órgano, el Ministerio Público puede intervenir de manera definitiva en
el procedimiento actuando prácticamente como una parte. Estos procedimientos son de orden e
interés público, por lo que es imprescindible la intervención de la representación social. Este órgano
está facultado para realizar lo siguiente:
- Demandar el concurso mercantil
- Presentar alegatos respecto al dictamen que realice el Visitador
- Apelar la sentencia de concurso mercantil
- Apelar la sentencia de reconocimiento, graduación y prelación de créditos
- Apelar la sentencia de terminación de concurso.
Hago notar que el Ministerio Público no está facultado para apelar la sentencia declaratoria de
quiebra.
8.1.4. La Beneficencia Pública
La Beneficencia Pública es una institución creada en 1861, mediante Decreto del entonces
Presidente de la República Lic. Benito Juárez García, con la finalidad de generar y canalizar
recursos para la atención en salud de aquellas personas que viven en condiciones de pobreza
extrema.
La Beneficencia Pública se compone de un Patrimonio de carácter privado cuyos bienes son
administrados por la Secretaría de Salud Federal, a través de un órgano Desconcentrado
denominado Dirección General de la Administración del Patrimonio de la Beneficencia Pública
(APBP).
La Beneficencia Pública es una institución que desde su creación ayuda a mejorar las condiciones
de salud de las personas de escasos recursos que no tienen seguro social. Es decir, todos aquellos
mexicanos que por alguna razón no cuentan con los servicios que el IMSS y el ISSSTE, entre otros,
brindan.
Para lograrlo su objetivo de ayudar a los que menos tienen, a lo largo de más de 150 años, diversos
programas han sido implementados por los responsables de la administración del Patrimonio.
Hoy en día las ayudas que la Beneficencia Pública otorga se hacen a través de programas, entre
los que se encuentran los apoyos de forma directa a la gente, los de coinversión con las
organizaciones de la Sociedad Civil y los que hacemos a la investigación.
Las instituciones de beneficencia, pública y privada, que tengan por objeto el auxilio de los
necesitados, la investigación científica, la difusión de la enseñanza, la ayuda recíproca de los
asociados, o cualquier otro objeto lícito. No podrán adquirir más bienes raíces que los
indispensables para su objeto, inmediata o directamente destinados a él, con sujeción a lo que
determine la ley reglamentaria. Aplicar a la Asistencia Pública los fondos que le proporcionen la
Lotería Nacional y los Pronósticos Deportivos para la Asistencia Pública; y administrar el patrimonio
de la Beneficencia Pública en el Distrito Federal, en los términos de las disposiciones legales
aplicables, a fin de apoyar los programas de servicios de salud. Tener derecho a heredar por
sucesión legítima: A falta de los anteriores, la Beneficencia Pública.
Cuando sea heredera la Beneficencia Pública y entre lo que le corresponda existan bienes raíces
que no pueda adquirir conforme al artículo 27 de la Constitución, se venderán los bienes en pública
subasta, antes de hacerse la adjudicación, aplicándose a la Beneficencia Pública el precio que se
obtuviere. Si no se hubiere presentado ningún aspirante a la herencia antes o después de los edictos
o no fuere reconocido con derechos a ella ninguno de los pretendientes, se tendrá como heredera
a la Beneficencia Pública. Se autoriza a la Secretaría de Salud, a enajenar los bienes del Patrimonio
de la Beneficencia Pública que no sean de utilidad para el cumplimiento de sus fines.
8.2. Juicio Sucesorio Testamentario
8.2.1. Reconocimiento de los Derechos Sucesorios
En la que se observará lo siguiente:
Finalidad, que consiste en reconocer la validez del testamento a los herederos nombrados y dar a
conocer al albacea, en caso de que hubiere sido nombrado en el testamento o, en su defecto,
proceder a elegirlo.
Citación personal de los interesados, la cual debe hacerse cuando se conoce su domicilio.
Ha de realizarse por cédula correo certificado si el domicilio se encuentra ubicado dentro del lugar
del juicio, y en caso contrario, por exhorto.
Si los interesados son menores de edad o incapacitados debe citarse a su representante legal o a
su tutor, y en caso de no tener tutor el Tribunal procederá a nombrarles uno. Cuando el interesado
ha sido declarado ausente, tiene que citarse a su representante legítimo.
Publicación de edictos: que se realiza únicamente cuando se desconoce el paradero de los
interesados. En tal caso, los edictos deben mandarse publicar en los sitios públicos de costumbre
del lugar donde se radicó la testamentaria, en el último domicilio del de cujus y en el lugar de su
nacimiento.
Citación del Ministerio Público, actividad que se lleva a cabo en todos los casos, para que represente
a los herederos cuyo paradero se ignore y a los que habiendo quedado citados no se presenten: su
intervención cesa tan luego lo hagan.
Tiempo de realización: tiene que efectuarse dentro de los 8 días siguientes a que hayan sido citados
la mayoría de los herederos, si residen en el lugar del juicio y si no, en el plazo que se considere
prudente, atendiendo las circunstancias del caso.
Imposición del testamento, que consiste en el análisis del cumplimiento de las formalidades del
testamento y que se lleva a cabo al principio de la audiencia, tomando en cuenta la clase de
instrumento de última voluntad realizado por el testador, con base en los lineamientos siguientes:
1. Testamento público abierto, público simplificado, marítimo o militar, el juez sólo lo tendrá como
formalmente realizado, procediendo a hacer el reconocimiento de los herederos instituidos.
2. Testamento público cerrado en cuyo caso, los testigos y el notario público que firmaron el sobre
cerrado que lo contiene deben, por separado, reconocer su firma el pliego y la firma del testador o
de la persona por la cual hubieren firmado, si no pueden comparecer todos los testigos por muerte,
enfermedad o ausencia, bastará el reconocimiento de la mayor parte de ellos y del notario, si por
iguales circunstancias no puede comparecer el notario, la mayor parte de los testigos o ninguno de
ellos, el juez debe recibir información testimonial para precisar tal imposibilidad y de que dichas
personas se encontraban en el lugar el día del otorgamiento del testamento, no obstante, el Tribunal
puede cerciorarse de la legitimidad de las firmas, valiéndose de cualquier medio que marca la ley,
posteriormente abrirá el sobre, extraerá el testamento y lo leerá en presencia de los testigos y del
notario, en su caso, así como en la del Ministerio Público, primero para sí y posteriormente en voz
alta, omitiendo todo aquello que deba permanecer en secreto, en seguida, deben firmar al margen
del testamento las personas que intervinieron en la diligencia, el juez y el secretario de acuerdos,
poniendo posteriormente el sello del juzgado y asentado todo ello en un acta, acto continuo debe
reconocer como herederos a los nombrados en el mismo en los porcentajes fijados, por último, tiene
que ordenar la protocolización del testamento, prefiriendo a la notaría que elija el promovente entre
aquellas que se encuentren en el lugar donde el testamento fue abierto y si resultaron dos o más
testamentos públicos cerrados de una misma persona la protocolización debe realizarse en un
mismo acto.
3. Testamento ológrafo. En esta hipótesis el juez debe examinar la cubierta que lo contiene para
cerciorarme que no ha sido violada, posteriormente, los testigos de identidad en presencia del
Ministerio Público deben reconocer las firmas que en el momento de llevar a cabo su depósito
estamparon en el sobre, así como la firma del propio testador, acto seguido, el Tribunal deberá abrir
el sobre extraído el testamento, el Tribunal debe analizar si el autor en el acto de otorgarlo era mayor
de edad, si lo elaboró totalmente de puño y letra, y si se encuentra firmado por él con la expresión
de día, mes y año en que lo hizo.
En caso de que se cumplan los lineamientos citados, el juez procederá a decláralo como su formal
testamento y cuando el Tribunal lo considere necesario para la debida identificación de la firma del
de cujus, puede nombrar un perito que confronte la firma estampada con las indubitables y, hecho
lo anterior y tomando en cuenta su dictamen, deberá hacer la declaración correspondiente.
4. Testamento privado: en este caso, para analizar si el mismo cumplió con las formalidades que
exige la ley, el Tribunal debe ordenar que se desahogue la información testimonial de aquellas
personas que hayan concurrido al otorgamiento del testamento, debiendo asistir el representante
del Ministerio Público para cerciorarse de la veracidad de las declaraciones rendidas, los testigos
han de declarar circunstanciadamente sobre el lugar, día, hora y mes en que se otorgó el
testamento, si reconocieron, vieron y oyeron claramente al testador, el tenor de sus disposiciones,
si el testador lo realizó en cabal juicio y libre de cualquier coacción, el motivo por el que se otorgó el
testamento privado y si saben si el testador falleció o no de la enfermedad o el peligro en que se
hallaba, si los testigos son idóneos, el juez declarará que sus dichos son el formal testamento del
de cujus, la resolución que niegue su validez puede ser apelada por los interesados y la que lo
concede, por el representante del ministerio Público.
5. Testamento hecho en país extranjero. Hay que recordar que el mismo produce efecto en la Ciudad
de México únicamente cuando fue formulado de acuerdo con las leyes de la nación en que se otorgó
para lo cual el Tribunal tiene que allegarse del texto, contenido, sentido y alcance del derecho
extranjero. En caso de que el testamento cumpla con tal exigencia, en la junta el juez debe tenerlo
como formalmente realizado y proceder a reconocer a los herederos instituidos.
8.2.2. Inventario y Avalúo
Se practica sólo cuando existen herederos menores de edad o si tienen intereses en la sucesión
establecimientos de la Beneficencia Pública. En estos casos, el inventario se realizará por el actuario
del juzgado o por un notario nombrado por la mayoría de los herederos, con asistencia del juez, si
lo considera conveniente y debiéndose citar por correo al cónyuge que sobrevive, a los herederos,
acreedores y legatarios. El día señalado el escribano o el albacea procederá con los que concurran
a hacer una descripción de los bienes con toda claridad y precisión, y en el orden siguiente: dinero,
alhajas, efectos de comercio o industria, semovientes, frutos, muebles, raíces, créditos, documentos
y papeles de importancia y bienes ajenos que tenía en su poder el finado en comodato, depósito,
prenda, o bajo cualquier otro título. La diligencia debe ser firmada por todos los que concurran y en
ella ha de expresar cualquier inconformidad que se manifieste, designado los bienes sobre cuya
inclusión o exclusión recae.
Características de los avalúos:
El perito debe valuar todos los bienes inventariados, tomando en cuenta que:
Los títulos y las acciones que se coticen en la Bolsa de Valores pueden valuarse con la información
que proporcione el mercado bursátil.
No es necesario valuar los bienes cuyo precio conste en un instrumento público cuya fecha este
comprendida dentro del año anterior.
8.2.3. La Administración
En la sucesión testamentaria, el proceso sucesorio se compone de cuatro etapas o secciones: la
primera sección que se denomina sucesión, que es la etapa en donde se reconocen los derechos
sucesorios de cada heredero o legatario.
La segunda se denomina inventario en el que se realiza una lista y descripción de los bienes y se
realiza un avalúo de los mismos.
La tercera, de administración, en la que se conservan los bienes y se da cumplimiento a las
obligaciones que derivan de ello mientras se reparten.
La cuarta, de partición y aplicación de los bienes, que se refiere a la distribución de los bienes.
La administración de los bienes corresponde en principio al albacea, sin embargo, la administración
de los bienes de la sociedad conyugal corresponde al cónyuge que sobrevive. El albacea y el
cónyuge deben rendir un informe de su cargo mensual y anualmente.

Aprobada la cuenta de administración, el albacea presentará el proyecto de partición o se designará


a un partidor. Aprobado el proyecto, sin existir oposición, se entregarán los bienes a cada interesado
según hayan sido aplicados con los títulos de propiedad correspondientes.

Cuando el proceso se lleva ante notario, el notario publica dos veces la declaración de los herederos
que aceptan la herencia y se reconocen sus derechos hereditarios y el nombre del albacea que
realizará el inventario.

Practicado el inventario por el albacea, el notario deberá protocolizarlo. También protocolizará el


proyecto de partición de la herencia.

En este caso el notario deberá suspender su intervención siempre que exista oposición de algún
interesado.
8.2.4. La Partición
Se realiza observando los requisitos que se detallan a continuación:
El albacea debe presentarlo, dentro de los 15 días siguientes a la aprobación de la cuenta general
de administración. Si no lo pudiere hacer, debe manifestárselo al juez dentro de los 3 días siguientes
de haber sido aprobada la cuenta, a fin de que éste nombre un partidor, ya que en caso contrario
será removido de su cargo.
Puede realizarlo antes de la rendición de cuentas o se du aprobación, si así lo conviene la mayoría
de los herederos, en cuyo caso el juez convocará a los herederos y al cónyuge, aunque no sea
heredero, por medio de correo o cédula a una junta dentro de los tres días siguientes para que
hagan la elección de partidor y si no hay mayoría, el Tribunal lo nombrará entre los propuestos.
Elegido al partidor y para su elaboración, el juez tiene que poner a su disposición el expediente,
papeles y demás documentos relativos al caudal hereditario bajo inventario, señalándole un término
no mayor de 25 días para que presente el proyecto partitorio, apercibido de perder los honorarios
que devengue, ser separado del cargo y multarlo de 100 a mil pesos si no lo hace.
Concluido el mismo, ya sea por el albacea o por el partidor, debe ser entregado al juez, quien tiene
que ponerlo a la vista de los interesados por un término de 10 días.
Si existe alguna oposición, tiene que sustanciarse incidentalmente. Se debe tomar en cuenta que,
además de los herederos, pueden oponerse a la aprobación del proyecto los acreedores hereditarios
legalmente reconocidos mientras no sea pagados sus créditos vencidos y si no lo estuvieren, hasta
en tanto que no se les asegure debidamente el pago, y los legatarios de cantidad, de alimentos, de
educación y de pensiones, mientras que no se les pague o se les garantice su derecho.
Para dar curso a la oposición se procurará celebrar una audiencia común, si existen varias, a la
quien deberán acudir los interesados y el partidor para discutir las cuestiones controvertidas y recibir
las pruebas ofrecidas.
Si los interesados dejan de asistir a la audiencia, se les tendrá por desistidos de la oposición.
Su aprobación se realiza cuando no existe oposición, o una vez resuelta la misma al dictarse la
sentencia de adjudicación, la cual constituye una propiedad individualizada de los herederos y
legatarios sobre los bienes concretos de la masa hereditaria, ordenando que se les entregue
aquellos que se les hayan aplicado con sus títulos de propiedad, a los que el secretario de acuerdo
les pondrá una nota donde haga constar la adjudicación, a menos que se trate de bienes inmuebles
a los que se aplicarán las reglas indicadas en el apartado siguiente.
8.2.5. Distribución de los Productos
El proyecto de distribución provisional:
Los albaceas deben presentarlos dentro de los 15 días siguientes de haber sido aprobado el
inventario.
Si el producto de los bienes varía cada bimestre el juez lo pondrá a la vista de los interesados por 5
días y si están conformes lo aprobaran.
Proyecto de partición de bienes:
Debe presentarlo el albacea dentro de los 15 días siguientes de haberse aprobado la cuenta general
de administración.
Puede realizarse el proyecto antes de la rendición de cuentas de su probación, si así lo conviene la
mayoría de los herederos.
Elegido el partidor, el juez pondrá a su disposición el expediente, papeles y demás documentos
relativos al caudal hereditario bajo inventario.
Concluido el proyecto el albacea o partidor deben entregarlo al juez.
Si existe alguna oposición al proyecto, se debe sustanciar incidentalmente.
Aprobación del proyecto de partición.
8.2.6. Tramitación de la Sucesión ante Notario
La Ley del notariado para la Ciudad de México, establece en su artículo 167 que las sucesiones, en
las que no hubiere controversia alguna y cuyos herederos fueren mayores de edad, menores
emancipados o personas jurídicas, podrán tramitarse ante Notario.
Cuando se pretenda tramitar una sucesión ante Notario deberá acreditarse el fallecimiento de la
persona en cuestión mediante la correspondiente acta de defunción.
Acto seguido el notario deberá obtener del Archivo General de Notarías así como de la oficina
respectiva del último domicilio del autor de la sucesión, en caso de que hubiere sido fuera de la
Ciudad de México, los informes que acrediten que el de cujus otorgó testamento, o bien que el
testamento presentado ante él fue el último que otorgó el testador, lo anterior debido a que el último
testamento revoca los anteriores y por lo tanto, si en su otorgamiento se cumplieron todas las
formalidades de Ley, éste es el válido. Al respecto se dispone:
El testamento anterior queda revocado de pleno derecho por el posterior perfecto, si el testador no
expresa en este su voluntad de que aquel subsista en todo o en parte.
La revocación producirá su efecto, aunque el segundo testamento caduque por la incapacidad o
renuncia del heredero o de los legatarios nuevamente nombrados.
El testamento anterior recobrará, no obstante, su fuerza, si el testador, revocando el posterior,
declara ser su voluntad que el primero subsista.
Una vez que se haya confirmado que el autor de la sucesión no otorgó testamento o bien que el
testamento exhibido al Notario fue el último, se procederá a elaborar la escritura de aceptación de
herencia.
En la referida escritura se podrá hacer constar la aceptación del cargo de albacea, o en su caso, la
designación de albacea que hagan todos los herederos de común acuerdo, así como la constitución
de la caución o el relevo de esta obligación si así lo consideran.
Recordemos que son los herederos y no el testador quienes pueden relevar al albacea de garantizar
el desempeño de su función. Esto se debe a que el albacea administra bienes de los herederos y
no del de cujus, pues este último, al morir, dejó de ser propietario de sus cosas. Conforme al artículo
172, el notario podrá hacer constar la renuncia o repudio de derechos que haga alguno de os
herederos o legatarios, para ello deberán observar lo que dispone el artículo 102 fracción.
8.2.7. Transmisión Hereditaria del Patrimonio Familiar
El patrimonio familiar
Es la institución jurídica que tiende a proteger y garantizar un mínimo de solidez económica l grupo
familiar mediante la afectación de la habitación enseres domésticos y en ocasiones, su unidad
económica de explotación, con el fin de hacerlo inalienable, exento de embargo u otro gravamen y
transmisible únicamente a título de herencia.
El patrimonio familiar ha sido contemplado, entre otros ordenamientos, por el Fuero Viejo de Castilla,
que incluía en él la casa, la huerta y la era, la Constitución del 5 de febrero de 1917 lo prevé desde
su promulgación en su art. 123, apartado A, fracc. XVII, inciso g; la ley de Relaciones Familiares lo
reglamentó en su art. 284, donde se indica que en el mismo se comprendía la casa en que se
establecía la morada conyugal y los muebles existentes dentro de ella.
Nuestro actual Código Civil para la Ciudad de México, lo regula en su Libro Primero, Título
Duodécimo, denominado del patrimonio familiar, abarcando los art. 723 a 746.
Las disposiciones más importantes de este último ordenamiento son las siguientes:
Son objeto del patrimonio familiar, la casa habitación; el mobiliario de uso doméstico y cotidiano;
una parcela cultivable y los giros industriales y comerciales cuya explotación se haga entre los
miembros de la familia, así como los utensilios propios de su actividad.
Puede constituirlo cualquier persona para proteger jurídica y económicamente a su familia, quienes
tiene derecho utilizar los bienes afectos.
Los bienes que lo integran son inalienables, imprescriptibles y no están sujetos a embargo o
gravamen alguno.
Una vez constituido se tiene la obligación de habitar la casa, explotar el comercio, la industria y
cultivar la parcela, ya que se extingue si dejan de habitarla de cultivar la parcela o de explotar el
comercio o la industria, por más de un año, sin que exista autorización judicial para su arrendamiento
o aparcería.
Transmisión ad mortem
Se siguen las generales del juicio sucesorio, ya sea testamentario o Intentasmentario, y se deben
tomar en cuenta estas disposiciones especiales.
Denuncia: debe ser escrita, acompañando copia para el fisco y exhibiendo, además la certificación
de la defunción del autor de la herencia, los comprobantes de constitución del patrimonio de familia
y su registro. A excepción de este escrito de denuncia, todas las demás resoluciones deben constar
en actas, sin que sea necesario hacer peticiones escritas.
Inventarios y avalúos: tienen que realizarse por el cónyuge que sobreviva o el albacea, si existe
alguno designado, ya que en su defecto los practicará el heredero de más edad. El avalúo debe ser
firmado por un perito oficial o, en su defecto, por cualquier comerciante de honorabilidad reconocida.
Partición y adjudicación: para el efecto el juez debe convocar a los interesados a una junta y si
existen menores de edad o incapacitados en ella, primero les nombrará un tutor especial para que
los represente si sus intereses son opuestos a los de sus representantes legítimos, procurando,
posteriormente, ponerlos de acuerdo en la forma de llevar a cabo la partición. Si no lo logra,
nombrará un partidor entre los contadores oficiales a cargo del erario para que dentro del término
de 5 días presente el proyecto de partición, el cual se dará a conocer a los interesados en una nueva
junta a la que se les convocará por cédula o correo, y abierta, se les oirá se decidirán las oposiciones
que puedan existir y por último se realizará la adjudicación de bines. El acta en que se contenga
servirá el título de propiedad a los interesados y la misma más exenta de pago de contribuciones
fiscales cualquiera que sea su naturaleza.
8.3. Juicio Sucesorio Intentasmentario
8.3.1. La Demanda
8.3.2. Personas Facultadas para Demandar la Sucesión
Si una persona muere sin haber hecho un testamento, la ley establece quiénes heredarán sus
bienes, en primer lugar, sus hijos y esposo(a) o concubino(a), es decir, la persona con la que
comparte su vida aunque no estén casados (siempre y cuando ninguno de los dos este casado con
otra persona); después, sus padres, hasta llegar a tíos, primos y sobrinos hasta el cuarto grado.
Por supuesto, la ley establece que sean los familiares más próximos los que reciban la herencia,
excluyendo a los más lejanos (esto es si hay hijos y sobrinos, heredan sólo los primeros, etcétera),
estableciendo que los parientes del mismo grado heredarán por partes iguales.
Es importante señalar que el parentesco por afinidad (es decir, el que se establece entre un cónyuge
y los parientes consanguíneos del otro, por ejemplo, los cuñados y los suegros) no da derecho a
heredar.
No se puede disponer de los bienes de la sucesión antes de que exista un procedimiento sucesorio
(ya notarial, ya judicial), pues es necesario determinar quién será legalmente el dueño de estos.
La ley también prevé esta situación y considera que solamente en caso de que el fallecido no tuviera
parientes colaterales dentro del cuarto grado, su patrimonio se destinará a la beneficencia pública.
La institución que recibirá estos bienes está determinada por la ley en cada Estado de la República.
Por ejemplo, en el caso del Distrito Federal y el Estado de México, los bienes se trasmiten al Sistema
Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF).
8.3.3. Requisitos y Documentos que Acompañan la Demanda
La documentación necesaria para empezar un trámite de intestado se resumen en:
El acta de defunción
Acta matrimonio (si quien falleció, era casado)
Acta de nacimiento los hijos, o de las personas que deseen reclamar la herencia.
Más adelante, las escrituras o el documento que pruebe la titularidad de la casa.
8.3.4. Notificaciones y Plazos
Existen dos tiempos para proceder a realizar los inventarios y avalúos:
Designación del valuador. Debe hacerse dentro de los 10 días siguientes a aquel en el que el
albacea aceptó su cargo, para lo cual éste tiene que solicitar al Tribunal que dé aviso a los herederos
para que, por mayoría de votos, nombren a un perito valuador, apercibidos de que si no lo hacen o
no se ponen de acuerdo lo hará el juez.
Formación del inventario y presentación de los avalúos. Deben ser analizados por el albacea dentro
de los 60 días siguientes a la aceptación de su cargo.
8.3.4.1. Los Edictos
El edicto es el medio de comunicación procesal utilizando por la autoridad judicial para dar a conocer
a las partes en forma excepcional o a la colectividad, mediante publicaciones, un mandamiento
dictado en juicio o hechos que pueden afectar sus derechos dentro del proceso, con la finalidad de
que los interesados acudan al Tribunal a hacerlos valer.
En el caso que nos ocupa, su objeto es anunciar la muerte sin testar de una persona, los nombres
y grados de parentesco de los que han comparecido a reclamar la herencia y llamar a las personas
que se cran con igual o mejor derecho para que comparezcan al juzgado y le sea reconocido. Se
debe publicar en alguna de las hipótesis siguientes:
Si dentro del primer mes de haberse iniciado el juicio Intentasmentario no se presentan
descendientes, ascendientes, cónyuge, concubino o parientes colaterales dentro del cuarto grado.
Si animante han comparecido a reclamar la herencia parientes colaterales dentro del cuarto grado.
Los edictos convocatorios de herederos tienen que satisfacer los requisitos siguientes:
Publicarse después de recibir los justificantes de entroncamiento y la información testimonial.
Fijarse en los sitios públicos del lugar del juicio y en los lugares del fallecimiento y origen del finado.
Anunciarse en ellos la muerte sin testar del de cujus, los nombres y grados de parentesco de los
que reclamen la herencia y llamado a las personas que se crean con igual o mejor derecho a la
herencia para que comparezcan al juzgado a reclamar sus derechos hereditarios dentro de los 40
días siguientes.
El juez prudentemente podrá ampliar este plazo que existen parientes fuera de la república.
Insertarse en el periódico de circulación que indique el juez cuando el valor de los bienes exceda de
5 mil pesos.
Si trascurridos 40 días, contados desde el día siguiente de la última publicación, no comparece
ningún pariente, el juez dictará la declaratoria de herederos y si lo hace, le señalará un término no
mayor de 15 días para que, con audiencia del ministerio Público, justifique por escrito su
entroncamiento, expresando la documentación correspondiente y un árbol genealógico.
8.3.4.2. Notificaciones Personales
La notificación de la radicación de un juicio sucesorio es a través del actuario adscrito al juzgado de
lo familiar que conoce del asunto, esta se practica de manera personal en el domicilio del presunto
heredero diligencia en la cual se le hace entrega de las copias de traslado del escrito inicial de la
denuncia del juicio sucesorio.
También puede darse por notificado de manera personal acudiendo al juzgado solicitando el
expediente y asentando su razón en el mismo, hecho lo anterior, pase a la secretaria de acuerdos
y ante el secretario de acuerdos debe firmar el presunto heredero al calce.
NOTIFICACIONES PERSONALES. Aun cuando es verdad que el artículo 637 del Código de
Procedimientos Civiles, vigente en el Distrito Federal, dispone que en toda clase de juicios, cuando
se constituye en rebeldía un litigante no compareciendo en él, después de haber sido citado en
forma, no se volverá a practicar diligencia alguna en su busca, también debe tenerse en cuenta que
esta disposición, así como la contenida en el artículo 639 del propio ordenamiento, se refieren a los
juicios en rebeldía propiamente civiles, que tienen un procedimiento especial, estatuido en el título
noveno de dicho código, y que no es aplicable por ende, a los juicios mercantiles, porque estos
tienen tramitación y características propias conforme a las cuales deben sustanciarse; razón por la
cual no es aplicable supletoriamente la ley de procedimiento local; y aun cuando el artículo 637, en
su segundo párrafo dispone que de ahí en adelante todas las resoluciones que recaigan en el pleito,
o sea, cuando un litigante se constituye en rebeldía, no compareciendo en el juicio después de
citado en forma, las citaciones que deban hacérsele, se le notificaran por el boletín judicial y en
cédulas que se fijen en las puertas de los juzgados o tribunales, y se ejecutaran en los estrados de
los mismos, sin embargo, en su parte final, deja a salvo los casos en que otra cosa se prevenga, y
como la fracción III del artículo 114, previene, precisamente, que será notificada personalmente en
el domicilio de los litigantes, la primera resolución que se dicte cuando se dejare de actuar por más
de dos meses, por cualquier motivo, es claro que aun cuando aquella disposición legal fuera
aplicable, no cabe su aplicación cuando, aun subsistiendo esa condición procesal de rebeldía, se
ha dejado de actuar por más de dos meses, caso en el que, no obstante la rebeldía de la parte, la
resolución que entonces se dicte, debe ser notificada en forma personal, puesto que dicha
disposición, al dejar a salvo los casos en que otra cosa prevenga la ley, dejó indudablemente a salvo
aquellas notificaciones en que, por disposición imperativa de la misma, deben hacerse en forma
personal; y como el artículo 1069 del Código de Comercio, no distingue cuales notificaciones deben
hacerse personalmente y cuales no, es indudable que su deficiencia debe suplirse por las
disposiciones generales de la ley local respectiva, en lo que se refiere a la segunda y ulteriores
notificaciones; de todo lo cual se concluye que si en determinado juicio mercantil se deja de actuar
por más de dos meses, la notificación de la primera providencia que dicte la autoridad que conozca
del mismo, debe ser personal, atenta la disposición contenida en el artículo 114 del código procesal
civil, preinvocado, que precisa los casos en que debe notificarse personalmente a los litigantes, en
su domicilio, precepto que llena la ausencia que se observa en el código de comercio sobre el
particular; y sin que deba ocurrirse a otras reglas especiales de juicios de orden común, como son
las relativas a los procedimientos en rebeldía, estando ausente el rebelde, puesto que el juicio
ejecutivo mercantil tiene un procedimiento propio.
8.3.4.3. Plazos
Transcurrido el plazo de 15 días útiles contados desde el día siguiente del último aviso publicado,
el Notario extenderá un acta declarando la sucesión intestada del causante y como sus herederos
a quienes hayan acreditado su derecho.
Esta acta se protocolizará en el Registro de Escrituras públicas y se remitirán partes para si
inscripción en el Registro de Personas Naturales.
8.3.5. Reconocimiento de Herederos
HEREDEROS EN JUICIO INTESTAMENTARIO, PRUEBA DEL PARENTESCO DE LOS. Es cierto
que el artículo 369 del Código Civil para el Distrito Federal, en relación con el numeral 69 del
ordenamiento citado, establecen la forma en que debe hacerse el reconocimiento de un hijo nacido
fuera de matrimonio, en cuyos supuestos no se encuentra el denunciante del juicio Intestamentarios;
sin embargo, ello no es óbice para tener por acreditado el entroncamiento entre este último y el
autor de la herencia, ya que el reconocimiento de hijo nacido fuera de matrimonio a que se contraen
los preceptos citados, rige cuando se trata de demostrar la filiación para todos los efectos legales,
pero en cuanto hace al derecho de heredar por parte de los descendientes habidos fuera de
matrimonio, cobra plena aplicación la hipótesis normativa del artículo 801 del Código de
Procedimientos Civiles, que dispone que dicha filiación o parentesco se puede demostrar con la
prueba que legalmente sea posible.
8.3.6. Legados
Reconocen los autores que no es fácil definir el legado, al menos positivamente, llegando BARASSI
a decir que es indefinible de un modo apositivo, por lo que declara que es legado todo aquello que
es dejado en testamento y que no es institución de heredero.
Acerca de esta relimitación negativa se ha dicho, sin embargo, que es insuficiente para indicar qué
sea cada uno de tales tipos (herencia o legado), haciéndose notar que esta contraposición, cardinal
para el derecho sucesorio, no es entendida de manera única en la doctrina y que cuantas
variedades, históricas o teóricas, surgen en relación con el concepto de la herencia afectada, de
rechazo, al concepto de legado, por lo cual, para escoger como cierta una de las varias hipótesis,
es preciso referir el juicio a un derecho positivo, ya que el ordenamiento jurídico plasma en un criterio
peculiar.
Para VALVERDE los legados son disposiciones testamentarias por las cuales el testador manda
una cosa o porción de bienes a titulo singular a personal o personas determinadas, agregando que
en el fondo el legado es una especie de donación o donación singular, en la que no hace falta el
concurso de voluntades para ser perfecto, ya que basta para su efecto la voluntad unilateral del
testador.
ROJINA VILLEGAS ha definido al legado diciendo que es la “trasmisión gratuita y a título particular
hecha por el testador, de un bien determinado o susceptible de determinarse, a favor de una persona
y a cargo de la herencia, de un heredero o de otro legatario, cuyo dominio y posesión se trasmite
en el momento de la muerte de testador”.
El legado es según el Código Civil del Estado de México, la transmisión de uno o varios bienes
determinados o determinables, o la disposición de que se beneficiara con un hecho o servicio
determinado, que hace en su testamento el testador a favor de una persona o varias personas. Art.
6.1 párrafo tercero.
Ahora bien, deben considerarse como nulos los legados de cosas que estén fuera del comercio, es
decir de cosas que no son susceptibles de tráfico.
Los legados pueden quedar sujetos, por la voluntad del testador, a las modalidades y cargas que la
herencia. El legado, al contrario de lo establecido para la hérnica, es también susceptible de estar
sujeto a término, ya que sea suspensivo o resolutorio.
Los elementos del legado son de las clases siguientes: personales, reales y formales.
Los personales son el testador (legante), el gravado y el legatario.
Como el legado es solo posible dentro de la sucesión testamentaria, el testador es el sujeto que
lega, es decir, quien dispone de una porción de sus bienes para traspasarlos a otra persona a titulo
singular.
Gravado es el sujeto que queda obligado a entregar el legado.
El legatario es la persona que, en la sucesión, adquiere a titulo singular y que no tiene más carga
que la que expresamente le imponga el testador, sin perjuicio de su responsabilidad subsidiaria con
los herederos.
El legatario adquiere la consideración de heredero cuando toda la herencia se distribuye en legados,
pero sin perder si calidad de legatario.
Los elementos reales se encuentran constituidos por todas aquellas cosas o derechos que puedan
ser legados.
Los elementos formales están representados por el conjunto de formalidades a que está sujeto el
legado como acto de última voluntad.
La participación de los herederos y los legatarios normalmente tiene por objeto obtener la
adjudicación de la posición hereditaria o el legado que le corresponda respectivamente. Los
herederos o legatarios menores de edad o incapacitados deben ser representados en el juicio por
sus representantes legítimos y, a falta de estos, por los tutores que se designan para tal efecto.
8.3.7. Inventario y Avalúo
Deben ponerse de manifiesto en la secretaría del juzgado por el término de 5 días, para que los
interesados puedan examinarlos, citándolos para el efecto por cédula o correo.
Si dentro del término señalado existe oposición, la mima tiene que sustanciarse en forma incidental,
fijándose fecha para una audiencia común a la que deben asistir los interesados y el perito valuador,
para que con las pruebas rendidas se discuta la cuestión debatida.
Al llevarse a cabo la audiencia debe tenerse presente que, si no comparece, el perito pierde el
derecho para cobrar honorarios por los trabajos realizados.
Cada parte es responsable de la asistencia de los peritos que proponga y la audiencia no se
suspenderá por su ausencia. Si existen varias oposiciones idénticas, los promovente deben nombrar
un representante común y ellas se decidirán en una misma resolución. Para dar curso a la oposición
debe expresarse cuál es el valor que se atribuye a los bienes objetados y ofrecer las pruebas que
se estimen procedentes.
Se lleva a cabo cuando no existe oposición o si la hubo, está se resolvió. Trae como consecuencia
que los realizados no puedan modificarse salvo error o dolo, el cual debe ser declarado en sentencia
definitiva pronunciada en un juicio ordinario.
8.3.8. La Administración
La administración del patrimonio del de cujus la realiza el albacea, a excepción de los bienes
producto de la sociedad conyugal, los cuales tendrá en posesión y administración el cónyuge
supérstite, si lo pide, con intervención del albacea.
En estos casos, la intervención del albacea se debe limitar a vigilar la administración del cónyuge y
si observa alguna irregularidad informar al juez, quien citará a ambos a una audiencia dentro de los
3 días siguientes y resolverá en igual término. Ya sea que el albacea, el cónyuge o ambos
administren los bienes de la herencia, se deben observar las reglas siguientes:
Intentar, con autorización del Tribunal, las demandas o contestar aquellas promovidas en contra de
la sucesión, con el objeto de recobrar bienes y hacer efectivos los derechos del de cujus.
Recibir los bienes que integran el caudal hereditario, los libros, cuentas y papeles del difunto que
tengan relación con la masa hereditaria y que les entregue el juez o el interventor, debiendo
entregarlas a los herederos instituidos una vez hecha la partición y adjudicación. El poder Judicial
de la Federación considera que cuando el albacea solicita la entrega de la posesión material de los
bienes que integran el acervo hereditario para ejercer sus funciones y los mismos se encuentran en
posesión de los herederos, el juzgador debe ponderar si tal entrega resulta indispensable, ya que
conforme a la ley, a la muerte del autor de la sucesión los herederos adquieren derechos a la masa
hereditaria como patrimonio común mientras no se hace la división, por lo que tal entrega sólo se
justifica cuando se comprueba que los herederos dilapidan los bienes o impiden al albacea el
desempeño de su función; pues de otra manera se les privaría de su derecho a la posesión legítima,
en tanto se efectúa la partición hereditaria y se les adjudica la parte alícuota que les corresponda.
Abstenerse de enajenar los bienes de la herencia, al igual que los herederos a menos que sea
necesario para cubrir deudas mortuorias del de cujus, gastos de administración y conservación de
la herencia, créditos alimenticios y cualquiera otra deuda o gasto urgente, se trate de bienes que
puedan deteriorarse, sean bienes de difícil y costosas conservaciones, y se presenten condiciones,
ventajosas para la enajenación de frutos.
8.3.9. La Partición
Para el efecto el juez debe convocar a los interesados a una junta y si existen menores de edad o
incapacitados en ella, primero les nombrará un tutor especial para que los represente si sus
intereses son opuestos a los de sus representantes legítimos, procurando, posteriormente, ponerlos
de acuerdo en la forma de llevar a cabo la partición. Si no lo logra, nombrará un partidor entre los
contadores oficiales a cargo del erario para que dentro del término de 5 días presente el proyecto
de partición, el cual se dará a conocer a los interesados en una nueva junta a la que se les convocará
por cédula o correo y abierta, se les oirá, se decidirán las oposiciones que puedan existir y, por
último, se realizará la adjudicación de bienes. El acta en que se contenga servirá de título de
propiedad a los interesados y la misma está exenta del pago de contribuciones fiscales, cualquiera
que sea su naturaleza.
8.3.10. Distribución de los Productos
Debe cumplir con estos requisitos:
El albacea debe presentarlo dentro de los 15 días siguientes de haber sido aprobado el inventario,
señalando la cantidad que en efectivo o especie entregará cada bimestre a los herederos y
legatarios en la porción de sus haberes.
Si el producto de los bienes varía cada bimestre, el albacea debe presentar dicho proyecto dentro
de los 5 primeros días de cada bimestre.
Una vez presentado el proyecto correspondiente, el juez tiene que ponerlo a consideración de los
interesados por 5 días y si están conformes lo aprobará y mandará abonarles a cada uno de ellos
la porción que les corresponda, y si no lo están se sustanciará la inconformidad en forma incidental.
Si el albacea no presenta el proyecto general o los proyectos bimestrales de distribución o si durante
dos bimestres consecutivos no cubre a los herederos o legatarios los frutos correspondientes tiene
que ser removido inmediatamente.
8.3.11. Tramitación de la Sucesión ante Notario
Es posible iniciar el trámite de un juicio sucesorio Intentasmentario, de un testamentario o a partir
del nombramiento de albacea continuar con un Intentasmentario, de manera extrajudicial y ante un
notario público, de dos formas:
Procedimiento general
Procedimiento especial para los interesados
PROCEDIMIENTO GENERAL
Puede llevarse a cabo en las hipótesis siguientes:
Se acredite fehacientemente la muerte del de cujus.
Los herederos o legatarios hubieren sido instituidos en un testamento o reconocidos los derechos
de los primeros en un juicio Intentasmentario.
La totalidad de ellos sean mayores de edad, con plena capacidad de ejercicio.
Todos los interesados estén conformes en que se tramite o continúe el proceso ante un notario
público.
No exista controversia, ya que, si hay oposición de algún aspirante a la herencia o acreedor, el
fedatario debe suspender su intervención.
Se ajusta a los parámetros siguientes:
DENUNCIA Y RECONOCIMIENTO DE LOS DERECHOS HEREDITARIOS
Solo los juicios sucesorios testamentarios pueden ser denunciados ante un notario público, toda vez
que en las Intestamentarías es necesario que, ante el juez, se concluya la sección primera. Aclarado
lo anterior, es importante destacar que para denunciar ante notario público una sucesión
testamentaria es necesario que:
El albacea, en caso de que exista y los herederos instituidos exhiban la partida de defunción del
autor de la sucesión y un testimonio del testamento.
Los herederos manifiesten expresamente que aceptan la herencia y si existe designación de
albacea, que este último exteriorice su voluntad de aceptar el cargo.
Una vez hecho lo anterior, el fedatario procederá a reconocer los derechos hereditarios, dando a
conocer a su declaración por medio de dos publicaciones que ha de insertar, de 10 en 10 días, en
el periódico que considere conveniente el cual debe tener amplia circulación nacional.
INVENTARIO
A partir de este momento puede iniciarse la intervención del notario público en las Intestamentarías,
ya que en las testamentarias radicadas ante este tipo de fedatario se tiene que llevar a cabo el
inventario una vez que se ha publicado la declaratoria en la que se reconocen los derechos
hereditarios. En el inventario han de observarse los requisitos específicos siguientes:
Tiene que realizarlo el albacea
Con el mismo deben estar conformes todos los herederos.
El notario público debe protocolizarlo
PROYECTO DE PARTICIÓN Y ADJUDICACIÓN
Es necesario satisfacer los requisitos siguientes:
Tiene que realizarlo el albacea.
Con el mismo debe estar conformes todos los herederos.
El notario público debe protocolizarlo.
Una vez satisfechos los lineamientos indicados, el notario público debe adjudicar los bienes de la
herencia y en caso de ser procedente, elaborar la escritura de adjudicación.
PROCEDIMIENTO ESPECIAL PARA LOS INTESTADOS
Ya se ha analizado que es importante señalar que los juicios sucesorios Intestamentarios pueden
tramitarse ante un juez o ante un notario público, a elección de los promoventes y siempre que se
respeten los lineamientos que marca la ley.

9. Procedimientos No Contenciosos
9.1. Concepto de Jurisdicción Voluntaria
Son las actuaciones practicadas por la autoridad judicial a solicitud de persona interesada, ya sea
porque esta última motu proprio considere necesaria la intervención del Tribunal, o cuando la ley así
lo exige para que está verifique la existencia o el cumplimiento de ciertos hechos o actos y, una vez
satisfechos, produzcan el resultado previsto por la hipótesis normativa, sin que el juez ejercite su
facultad jurisdiccional debido a que no se plantea controversia alguna.
El Código adjetivo civil para la Ciudad de México señala que la jurisdicción voluntaria comprende
todos los actos en que por disposición en la ley o por solicitud de los interesados se requiere la
intervención del juez, sin que esté promovida ni se promueva cuestión alguna entre partes
determinadas.
Establece también que, en todas las diligencias de este tipo, relacionadas con menores o
incapacitados, es necesario que intervenga el Juez de lo Familiar.
GUILLERMO CABANELLAS en su diccionario dice: "Se consideran actos de jurisdicción voluntaria
todos aquellos en que sea necesaria o se solicite la intervención del juez sin promoverse cuestión
alguna entre partes conocidas y determinadas... En ellas son hábiles todos los días y horas... Sin
necesidad de solemnidades son admitidos los documentos que se presenten y las justificaciones
que se ofrezcan. Apenas se haga oposición por quien tenga interés en el asunto, se hará
contencioso el expediente, sin alterar la situación en que estuviesen, al tiempo de ser incoado, los
interesados y el objeto de aquél; y se sujetará a los trámites del juicio que corresponda. El juez
puede variar las providencias que dicta, sin sujeción a términos ni formas establecidas para la
jurisdicción contenciosa; salvo tratarse de autos definitivos o recurridos. Son materia de esta
jurisdicción, entre otras, la adopción, el nombramiento de tutores, los depósitos personales, la
protocolización de testamentos, las informaciones para dispensa de la ley y las de perpetua
memoria, la enajenación de bienes de menores e incapacitados, las medidas para administración
de los bienes del ausente, las subastas judiciales voluntarias... el deslinde y el alojamiento".
También se ha dado en llamar jurisdicción voluntaria al caso en que las partes por su propia voluntad
deciden someter a la competencia de un juez que normalmente no era competente. El proceso de
jurisdicción voluntaria tiene como objeto hacer constar hechos o realizar actos en que no esté
presente la controversia entre partes y hayan producido o deban producir efectos jurídicos, siempre
que no se provoque perjuicio para persona determinada.
9.2. Finalidad de la Jurisdicción Voluntaria
Los artículos 2944 a 2963 del Código Civil para el Distrito Federal regulan la figura de la transacción
a la que atribuyen el carácter de un contrato por el cual las partes haciéndose recíprocas
concesiones, terminan una controversia presente o previenen una futura y establecen ciertos casos
en que no hay lugar para transigir, como cuando se trata de los ascendientes y los tutores respecto
de las personas que tienen bajo su potestad o bajo su guarda, a no ser que sea necesaria o útil para
los intereses de los incapacitados y previa autorización judicial; tampoco se puede transigir sobre el
estado civil de las personas, ni sobre la validez del matrimonio; pero sí se puede sobre la acción
civil proveniente de un delito, aunque no por eso se extingue la acción pública para la imposición de
la pena, ni se da por probado el delito; es válida cuando recae sobre los derechos pecuniarios que
de la declaración del estado civil pudieran deducirse a favor de una persona, pero ello no importa la
adquisición del estado.
También será nula cuando verse sobre delito, dolo y culpa futuros; sobre la acción civil que nazca
de un delito o culpa futuros; sobre sucesión futura; sobre una herencia, antes de visto el testamento,
si lo hay; y, sobre el derecho de recibir alimentos, aunque la autoriza sobre las cantidades que ya
sean debidas por alimentos. En ese sentido, con las salvedades anotadas, la transacción tiene,
respecto de las partes, la misma eficacia y autoridad que la cosa juzgada; pero podrá pedirse la
nulidad o la rescisión de aquélla en los casos autorizados por la ley.
Es un instrumento útil para evitar o poner fin a dispendios o controversias que puede producir un
litigio presente o futuro. Para que exista la transacción judicial no es necesario que exista un juicio
iniciado, porque atento a su naturaleza, sirve para prevenir una controversia presente, o una futura,
de ahí que si en los medios preparatorios a juicio las partes determinan llegar a una transacción
sobre una cuestión que guarda relación con el juicio principal que se entablará, ya sea que se trate
del objeto principal o uno que esté vinculado con él, y es sancionado judicialmente con su
aprobación, ese acto jurídico tiene, respecto de las partes, la misma eficacia y autoridad que la cosa
juzgada; y, podrá solicitarse su ejecución en la vía de apremio.
Se parte de la base de que cuando las partes realizan una transacción para resolver un pleito
presente o evitar un conflicto futuro, se encuentran conformes con los términos presentados porque
existe certeza en el alcance, naturaleza, cuantía, validez y exigibilidad de derechos ya definidos en
esa transacción; sus efectos se consideran como cosa juzgada, razón por la cual no podrá ser
materia de modificación, y excepcionalmente, aunque esté aprobada judicialmente, podrá ser
rescindida y anulada de la misma manera que en un contrato, pero siempre deberá encontrarse
establecido en la ley o en el contrato de transacción.
La circunstancia de que las partes hayan realizado una transacción dentro de un procedimiento de
medios preparatorios a juicio, que tuvo por objeto prevenir la controversia futura que derivaría
posiblemente de ese juicio principal a instaurarse, no afecta su validez ni su vinculatoriedad para
las partes, porque tal eventualidad procesal no se encuentra prohibida en el procedimiento y sí está
reconocida por el orden jurídico como un medio a través del cual pueden resolverse las
controversias.
9.3. Sujetos y Objeto de los Actos de Jurisdicción Voluntaria
Jurisdicción voluntaria, al contrario de lo que ocurre en la jurisdicción contenciosa, en la que como
se ha dicho, hay controversia entre partes, en la jurisdicción voluntaria no existe esa controversia,
ni dualidad de partes. Se trata de actuaciones ante los jueces, para solemnidad de ciertos actos o
para el pronunciamiento de determinadas resoluciones que los tribunales deben dictar
Doctrinariamente se sostiene que también hay:
- Jurisdicción voluntaria de los árbitros en los juicios de compromiso.
- Jurisdicción voluntaria de los jueces ordinarios, cuando ejercitan su jurisdicción interponiendo su
autoridad en asuntos en que no hubiere contención de partes.
- Jurisdicción voluntaria en el caso de la jurisdicción prorrogada. Partiendo de lo que esencialmente
caracteriza a la jurisdicción voluntaria es la no contención de partes, apropiadamente puede
afirmarse que en el primero de los casos no estamos en presencia de este tipo de jurisdicción, pues,
en definitiva, los árbitros, a través del laudo arbitral, resolverán una controversia, la que
ordinariamente sería resuelta por un juez común, o sea, que sí, hay contención de partes. Este punto
de vista tiene más relevancia tratándose de los árbitros de derecho que proceden como los jueces
ordinarios y arreglan sus procedimientos, como sus decisiones, a las leyes vigentes en la materia.
Si este tipo de jurisdicción recibe el nombre de voluntaria ha sido calificada así tradicionalmente, es
porque las partes de mutuo propio, por su propia voluntad, deciden someter la controversia a
árbitros, a presente o a futuro.
Estos, en su nombramiento y ejercicio dependen exclusivamente de la voluntad y arbitrio de las
partes. Puede afirmarse que se trata de una jurisdicción contenciosa voluntaria, contenciosa por
haber controversia; voluntaria, porque las partes deliberadamente sacan su discordia del
conocimiento de los jueces ordinarios para someterla al conocimiento de árbitros. El segundo caso
de jurisdicción voluntaria a que se ha hecho mención, es el que se conoce como jurisdicción
voluntaria propiamente dicho. Existe un procedimiento judicial, conoce a un juez ordinario y hay una
resolución, sin que medie conflicto alguno; el juez ordinario ejercita su jurisdicción interponiendo su
autoridad en asuntos en que no hay contención de partes.
En este tipo de jurisdicción voluntaria se trata de actuaciones ante los jueces, para la solemnidad
de ciertos actos o para el pronunciamiento de determinadas resoluciones, lo de voluntaria
desaparece. Si el interesado, para beneficio propio o para la protección de sus intereses requiere
de esas solemnidades o 3 resoluciones, necesarias y obligadamente deberá ocurrir al juez, no
porque lo quiera o no quiera. Por las anteriores razones se ha dicho que la llamada jurisdicción
voluntaria, ni es jurisdicción ni es voluntaria. No es jurisdicción porque ésta lleva incluida la
contención de partes, ni es voluntaria porque en muchos casos la intervención del Juez se haya
impuesta por la ley. Así, por ejemplo, si el padre o madre por utilidad o necesidad desea vender
bienes raíces del hijo que se encuentra bajo su patria potestad, no pueden hacerlo libremente, sino
que deben obtener autorización judicial y la venta debe ser en pública subasta. Aquí el interesado
obligadamente debe ocurrir al juez para obtener esa autorización, no voluntariamente, pues si no lo
hace no podrá hacerse la venta.
Lo que caracteriza a la llamada Jurisdicción voluntaria es la no contención de partes, tampoco aquí
existe, pues media la controversia, y a la voluntariedad es respecto de la competencia, no respecto
de la jurisdicción propiamente dicho.
COUTURE: "Se dice habitualmente que la jurisdicción voluntaria cumple una función administrativa
y no jurisdiccional. Esta proposición tan importante debe ser analizada cuidadosamente... Se puede
definir el acto administrativo como aquel que, a petición de parte o ex oficio, expide un órgano del
poder público para reglamentar una ley, para promover a su mejor cumplimiento, para aplicarla a un
caso particular o para dirimir una controversia entre partes. Por su contenido propende al bienestar
general, al funcionamiento de los servicios públicos, a la aplicación de la ley a un caso concreto; por
su eficiencia, es siempre susceptible de revisión en vía jurisdiccional; pero su función es productiva
de derecho, contribuye al desenvolvimiento gradual y jerárquico del orden jurídico... Dentro de una
noción tan amplia, en la que hemos querido abarca lo general y lo particular, puede admitirse que
los procedimientos de jurisdicción voluntaria tienen naturaleza administrativa... No se dictan,
normalmente, de oficio, sino a petición de un interesado.
Procuran la aplicación de la ley a un caso particular, accediendo a una petición legítima. Propenden
a la efectividad de esa misma ley en su gradual desenvolvimiento jerárquico; y al no pasar en
autoridad de cosa juzgada, permiten siempre su revisión en sede jurisdiccional... Acaso la dificultad
de la cuestión provenga de este cometido coincide en buena parte con el de la jurisdicción. Pero la
ausencia del elemento cosa juzgada, sustancial para calificar el acto jurisdiccional impide incluir a
los actos judiciales no contenciosos entre los actos de jurisdicción."
9.4. Impugnación de los Actos de Jurisdicción Voluntaria
A diferencia de las actuaciones dictadas dentro del proceso, mal llamado por algunos autores y la
legislación como jurisdicción contenciosa, debido a que el ejercicio de la facultad jurisdiccional
implica necesariamente la existencia de conflicto entre las partes, en las diligencias no
jurisdiccionales el juez puede variar o modificar en todo tiempo sus providencias, sin sujetarse a los
términos o formas establecidas para las dictadas dentro del proceso, a excepción de los autos
definitivos en contra de los cuales no se ha interpuesto recurso alguno, a menos que se demuestren
que han cambiado las circunstancias que les dieron origen.
En las diligencias no jurisdiccionales se debe oír la opinión del Ministerio Público, cuando:
- Se afecte los intereses públicos de la sociedad.
- Se refieran a menores, incapacitados o ausentes.
- Cuando expresamente lo disponga la ley en las diligencias no jurisdiccionales típicas. En virtud de
que la principal característica de las diligencias no jurisdiccionales deriva de la no existencia de
ninguna controversia, si a ellas se opone algún interesado legítimamente, el juez las suspenderá y
continuará su intervención conforme al procedimiento contencioso, según sea el caso.
Ahora bien, las resoluciones definitivas dictadas en las diligencias no jurisdiccionales admiten el
recurso de apelación, con las características siguientes:
- En efecto suspensivo o ambos efectos, si la interpone quien promovió la diligencia.
- En efecto devolutivo o un solo efecto, si el recurrente es cualquiera otra persona, ya sea que haya
sido llamada por el juez o comparecido en forma voluntaria.
Por último, es importante destacar que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha señalado que
contra las determinaciones dictadas por las Salas del Tribunal Superior de Justicia del Distrito
Federal al conocer del recurso de apelación mediante el cual se impugnan los autos definitivos
dictados en las diligencias no jurisdiccionales, procede el juicio de amparo en la vía indirecta o
biinstancial (ante el Juez de Distrito y con facultad de interponer la revisión ante el Tribunal
Colegiado de Circuito), ya que dichos autos son considerados como determinaciones dictadas fuera
de juicio.
9.5. Materias de los Procedimientos No Contenciosos
Desde el punto de vista de la regulación legal de nuestra materia, cabe distinguir tres sistemas. El
primero es el de los países en que está codificada en su totalidad o en gran parte. El segundo está
representado por los países donde pese a que las disposiciones sobre procedimiento no
contencioso no están codificadas, la materia se encuentra regulada por el legislador, aun cuando
mediante disposiciones dispersas en numerosos textos legislativos. El tercer sistema, en fin, es el
de los países en que nuestra materia no se halla, en principio, regida por disposiciones legales, o
en que, al sumo, existen sólo preceptos escasos y fragmentarios, de tal modo que en ellos el papel
esencial a este propósito está representado por la jurisprudencia y la doctrina.
El primer sistema se encuentra, en grado más o menos alto, en la mayoría de los países, tanto
occidentales como socialistas. Una de las diferencias más esenciales que se advierte en las
opiniones sobre la substancia del procedimiento no contencioso y que repercute sobre diversos
problemas es la relativa a la apreciación del carácter de la actividad judicial en el ámbito de la
jurisdicción graciosa. Sabido es que para cierto número de autores esta cuestión es el criterio de
distinción entre la jurisdicción contenciosa y no contenciosa. Por otra parte, es necesario hacer
observar que las diferencias de opinión acerca de la substancia de jurisdicción no contenciosa,
desde luego, más bien de naturaleza doctrinal. El derecho positivo, no resuelve solo mediante el
análisis dela función del juzgador y del significado de sus decisiones en los diferentes casos, llega
la doctrina a apreciaciones generales del carácter de las decisiones no contenciosas.
Dos cuestiones se plantean a este respecto de que órganos judiciales tienen jurisdicción en materia
no contenciosa y si los órganos distintos de los tribunales son competentes en esta materia.
El procedimiento no contencioso es un procedimiento judicial y en todas partes los tribunales son la
jurisdicción en esta materia, ahí donde existan dos grados de jurisdicción de primera instancia, los
dos tipos de tribunales son competentes en materia no contenciosa. No es esencial saber cuál es
la competencia respectiva de los tribunales en nuestra materia.
9.6. Actos Jurídicos que se Tramitan en Vía de jurisdicción Voluntaria
Nuestra legislación de manera enumerativa pero no limitativa, prevé las siguientes:
- Nombramiento de tutores y curadores.
- Enajenación o transacción en los derechos respecto de los bienes de menores, incapacitados y
ausentes.
- Adopción.
- Información de dominio o ad perpertuam.
- Apeo y deslinde.
- Autorización judicial de menores emancipados por el matrimonio que deseen enajenar o grabar
bienes raíces o comparecer a juicio.
- Permiso de los cónyuges para celebrar contratos entre ellos o para obligarse solidariamente como
fiadores el uno del otro, en los asuntos que interesen a uno de ellos, a menos de que se trate de
obtener fianza para que el otro adquiera su libertad.
- Calificación de las excusas para ejercer la patria potestad, cuando se tenga más de sesenta años
cumplidos o cuando por su mal estado habitual de salud no pueda atender debidamente su
desempeño.
- Depósito de menores o incapacitados sujetos a patria potestad o tutela, ya sea porque son
maltratados por lo que la ejercen; reciban de ellos ejemplos perniciosos, a juicio del juez, o los
obliguen a cometer actos reprobados por las leyes.
- Depósito de huérfanos o de incapacitados abandonados.
- Suplencia del consentimiento de los que ejercen la patria potestad en caso de menores que deseen
contraer matrimonio.
9.7. El Divorcio por Mutuo Consentimiento en Vía Judicial
El divorcio voluntario o por mutuo consentimiento, también denominado divorcio por mutuo disenso,
tiene siempre en el fondo una causa que ha ocasionado la ruptura de la relación conyugal, pero que
los esposos no quieren expresar ni ventilar en público. Este divorcio sólo requiere de la
manifestación del mutuo acuerdo de los cónyuges para disolver el vínculo matrimonial, sin
necesidad de exponer la causa o razón que los mueve a hacerlo.
En términos generales, por divorcio voluntario deberemos entender:
La forma de disolución del vínculo matrimonial por la que pueden optar los esposos cuando, sin
aducir causa específica y reuniendo los requisitos de ley, hayan decidido poner fin al matrimonio.
VÍAS DE EJECUCION Y SUS REQUISITOS
Nuestro Código Civil ofrece dos vías para obtener el divorcio por mutuo consentimiento:
1. La administrativa
2. La judicial El divorcio es procedente por la vía administrativa cuando los cónyuges:
3. Sean mayores de edad;
4. No tengan hijos ni la mujer se encuentre en estado de gravidez;
5. Se hayan casado por separación de bienes o hayan liquidado la sociedad conyugal, si por este
segundo régimen se casaron; y
6. Tengan como mínimo un año de casados, a partir de la celebración del matrimonio.
Procedimiento por la vía judicial
Procede por la vía judicial cuando:
a) Se trate del matrimonio de menores, o alguno de los esposos lo sea;
b) Existan hijos;
c) No se haya disuelto la sociedad conyugal de común acuerdo;
d) Haya transcurrido un año desde la celebración del matrimonio; y
e) En general, cuando falte alguno de los requisitos previstos para el divorcio administrativo.
PROCEDIMIENTO POR LA VÍA JUDICIAL
El divorcio voluntario por la vía judicial se tramita ante el juez de lo Familiar del domicilio conyugal.
Para la tramitación:
1. Deberá presentarse la demanda respectiva, la cual sólo podrá ser cursada por los interesados y
acompañada del convenio correspondiente, en el que se fijará la situación de los cónyuges, hijos y
bienes, durante el procedimiento y después de decretado el divorcio;
2. El juez citará a los solicitantes para la celebración de dos reuniones de avenencia, a las cuales
deberán concurrir los esposos, sin asesores; en cada una de ellas el juez los exhortará a meditar
acerca del paso que pretenden dar, y procurará avenirlos para que desistan del divorcio;
3. El juez dictará sentencia en el caso de que los solicitantes insistan en divorciarse, y si el convenio
llena los requisitos legales;

4. Si a consecuencia de la exhortación del juez, o antes o después -en cualquier estado del juicio,
pero antes de la sentencia, los cónyuges deciden reconciliarse, el procedimiento queda sin efecto
por desistimiento de las partes, y como efecto de ello no podrán intentar un nuevo juicio de divorcio
voluntario sino hasta pasado un año desde su reconciliación.
El divorcio judicial o decretado por el Estado a través de un funcionario de su órgano judicial. Se
tiene que tramitar ante el Juez de lo Familiar y se subdivide en dos tipos mutuo consentimiento y el
contencioso o necesario.
Procede el divorcio voluntario por vía judicial cuando los cónyuges lo soliciten al Juez de lo Familiar,
siempre que haya transcurrido un año o más de celebrado el matrimonio y acompañen un convenio
Se recurre a este “tipo de divorcio”, cuando no se llenan por los divorciantes todos los requisitos del
divorcio Administrativo, siempre que haya transcurrido un año más de celebrado.
Consiste en que ambos cónyuges convengan en divorciarse y tengan más de un año de casados,
presentando al Juez un convenio en que se aborden aspectos como a quién serán confiados los
hijos, el modo de subvenir de los mismos, la casa que servirá a los cónyuges de habitación durante
el procedimiento, cantidad por concepto de alimentos, la liquidación de la sociedad.
Cualquier incomparecencia de uno de los cónyuges o la de ambos a la celebración de esa junta
ocasiona la terminación de la instancia y, por consiguiente, el archivo del expediente como asunto
totalmente concluido. De ahí que resulte inconducente que el Juez de primera instancia emita
citatorio con el apercibimiento de que de no comparecer a la celebración de la junta, se celebrará
aun sin su asistencia, pues ninguna disposición faculta al juzgador de primera instancia para actuar
de esa manera; ante todo cuando la característica que distingue al divorcio por mutuo
consentimiento del divorcio necesario es, precisamente, que los cónyuges acuden de común
acuerdo a tramitar en forma voluntaria la disolución del vínculo matrimonial. De tal suerte que, si en
la especie alguno de ellos no comparece a la celebración de la junta de avenimiento, entonces lo
procedente es dar por terminada la instancia, porque tácitamente ha externado su deseo de no
proseguir con la tramitación del divorcio en esa vía.
El transcurso de un año, contado a partir de la celebración del matrimonio es requisito común a los
dos tipos de divorcio por mutuo consentimiento, administrativo y judicial. Aquí respecto del divorcio
de mutuo consentimiento, se le considera por los autores como tipo de divorcio.
El divorcio de Mutuo consentimiento contemplado en la fracción XVIII del artículo 404 Código Civil
para el Estado de Jalisco como causal de divorcio, gesta su futura derogación, toda vez que ante
el congreso han existido varias propuestas de eliminar las causales de divorcio contempladas en
dicho precepto, resulta supremo rescatar la figura del divorcio voluntario judicial frente a la
tendencia surgida en el Distrito Federal; reconocerlo tipo de divorcio, dado que la práctica forense
así lo visualiza, pues no se demanda la causal como tal sino que se realiza un convenio entre las
partes, luego entonces la coherencia legal con la realidad es del todo imperativa evitando el enredo
y teniendo una lógica jurídica del divorcio. Adecuar el divorcio de Mutuo Consentimiento en el
Código Civil del Estado de Jalisco y reconocerlo como tipo de divorcio, es susceptible de gestarse
como varios autores así lo consideran.
En materia familiar desprendido del derecho civil, el divorcio ha sido motivo de modificaciones y de
nuevas propuestas, en el Estado de Jalisco desde hace cinco años a la fecha se encuentran varias
propuestas ante el congreso para incluir el divorcio in-causado implicando con ello la derogación
del artículo 404 del Código Civil del Estado de Jalisco, quedando como divorcios el in-causado y el
Administrativo, generando con ello la derogación del divorcio voluntario por mutuo consentimiento,
figura que es utilizada con mayor frecuencia en el Estado, dado que en estadísticas del INEGI se
infiere como el tipo de divorcio más solicitado.
El derogar una figura efectiva en el derecho, es un problema puesto que se deja de lado la voluntad
de las partes que es la ley suprema de toda relación contractual. Supeditando el divorcio a una
unilateralidad. Excluyendo el divorcio voluntario judicial hoy por hoy figura regular y efectiva ante la
problemática del divorcio, en la que los abogados del derecho familiar se han visto favorecidos, así
como las partes implicadas en el mismo.
En el Código Civil del Estado de Jalisco contempla la figura del divorcio dentro del Título Cuarto
“Del Matrimonio”, con el Capítulo XII del artículo 403 al 431, de los cuales el artículo 404 invoca las
causales de divorcio entre las que está en la fracción XVIII el Mutuo Consentimiento, todo este orden
legal esta fuera de lugar puesto que carece de congruencia con lo que se maneja en la práctica
forense, el Divorcio de Mutuo Consentimiento como tipo de divorcio, no como causal, ya que no
se demanda este tipo de divorcio sino que se realiza un convenio, como lo mencionan los artículos
406 y 407 luego entonces la necesidad de derogar la fracción XVIII del artículo 404, rescatando
un tipo de divorcio conveniente y práctico en la realidad, y que además frente a la tendencia del
divorcio in –causado se corre el riesgo de desaparecer cuando es efectivo y bilateral. Conforme a
los indicadores tales como el I.N.E.G.I., Procuraduría General del Estado, el Consejo Estatal de
Población, el D.I.F., la Secretaría de Salud, y el Consejo de Familia, se tienen índices que este tipo
de divorcio es el número uno en Jalisco, de cada 100 matrimonios en el año 2014 se gestan 7.9 %
divorcios de los cuales más de la mitad son por mutuo consentimiento.
Por tales factores es factible el replantear jurídicamente la causal en comento puesto que estamos
ante una deficiente normativa del divorcio dado que no se apega a la realidad y me refiero en
específico a la causal de divorcio de Mutuo consentimiento como tipo de divorcio y no como causal
rescatando con ello, frente a la tendencia del divorcio sin causa, un divorcio de mutuo
consentimiento que tendrá que adecuarse a la práctica.
9.8. El Procedimiento de la Inmatriculación Judicial
INMATRICULACIÓN. NO CONSTITUYE EL DERECHO DE PROPIEDAD, SOLAMENTE OTORGA
LA FACULTAD PARA INSCRIBIR LA POSESIÓN DE UN INMUEBLE QUE NO TIENE ASIENTO
REGISTRAL (ARTÍCULO 3046 DEL CÓDIGO CIVIL PARA EL DISTRITO FEDERAL).
Conforme al artículo 3046 del Código Civil para el Distrito Federal, la inmatriculación es la inscripción
de la propiedad o posesión de un bien inmueble en el Registro Público de la Propiedad y de
Comercio, que carece de antecedentes registrales.
Por lo que, para cualquiera de los procedimientos de inmatriculación (ya sea por resolución judicial
o por resolución administrativa), es requisito previo que el Registro Público emita un certificado que
acredite que el bien inmueble de que se trate no se encuentre inscrito, en la inteligencia de que por
la inmatriculación únicamente se inscribe la posesión de un bien inmueble que no tiene asiento
registral, pero no tiene como efecto constituir un derecho de propiedad, sino única y exclusivamente
dar efectos declarativos y publicitarios al acto jurídico.
Por tanto, las resoluciones que se dicten con motivo de la inmatriculación de un bien inmueble, no
constituyen un título de propiedad ni tienen valor para invocarse en un juicio contencioso en los que
se controvierte la propiedad de un bien inmueble, sino que aquélla es preferente para adquirir la
propiedad por prescripción positiva o usucapión a la luz de los preceptos legales 3055 y 3056 del
Código Civil para el Distrito Federal, los cuales determinan que quien haya obtenido judicial o
administrativamente la inscripción de la posesión de un bien inmueble, una vez que hayan
transcurrido cinco años, si la posesión es de buena fe, podrá ocurrir ante el director del Registro
Público de la Propiedad y de Comercio, para que éste ordene la inscripción de la propiedad adquirida
por prescripción positiva, quien la ordenará siempre y cuando el interesado acredite fehacientemente
haber continuado en la posesión del bien inmueble con las condiciones para prescribir, sin que exista
asiento alguno que contradiga la posesión inscrita.
Por lo que el efecto de la inmatriculación es reconocer a las personas que la soliciten, la calidad de
poseedores preferentes, con la opción de obtener la propiedad a través de la prescripción positiva
(acción de usucapión), surtiendo dicha inscripción como prueba plena de la inscripción del bien
inmueble.
10. Ejecución de Sentencias en Materia Civil
10.1. Presupuestos de la Ejecución de Sentencias
PRESUPUESTOS DE LA EJECUCIÓN

1.- Que la sentencia esté definitivamente firme, que contra ella no exista ningún otro recurso
ordinario ni extraordinario, que exista cosa juzgada.
2.- Que la ejecución sea solicitada por las partes, tal como lo prevé el artículo 524 del C.P.C.
Art. 524 C.P.C. Cuando la sentencia haya quedado definitivamente firme, el tribunal a petición de la
parte interesada, pondrá un decreto ordenando su ejecución. En dicho decreto el tribunal fijará un
lapso que no será menor de tres días ni mayor de diez, para que el deudor efectúe el cumplimiento
voluntario, y no podrá comenzarse la ejecución forzada hasta que haya transcurrido íntegramente
dicho lapso sin que se hubiera cumplido voluntariamente la sentencia.
3.- Que se trate de una sentencia condenatoria. En el caso de tratarse de una sentencia declarativa
esa no requiere de ejecución. El Tribunal Supremo de Justicia en sentencia de fecha 8 de marzo
del año 2001 estableció:” el artículo 16 de nuestra Ley Procesal se refiere a las llamadas acciones
mero declarativas o acciones de mera certeza, las cuales consisten en la activación de la función
jurisdiccional del Estado en la búsqueda de un pronunciamiento de Ley que permita despejar la
duda o incertidumbre acerca de si se está en presencia o no, de una relación jurídica determinada
o de un derecho. Expresamente señala la norma mencionada que dicha acción, no podrá
proponerse cuando el interesado pueda conseguir que su interés sea satisfecho
íntegramente mediante una vía distinta... En abundancia sobre este tema el tratadista Humberto La
Roche, en su texto Derecho Procesal Civil Tomo I nos ha explicado que: las características de la
sentencia declarativa a) no requiere ejecución, b) despeja la duda y la incertidumbre sobre ciertos
derechos subjetivos y aleja la amenaza y el peligro sobre situaciones jurídicas conflictivas(
sentencias interdictales de amparo o restitución) y c) produce retroacción al estado inicial que
declara existente o extinguido, así atribuye la paternidad, no desde la fecha del fallo, sino antes del
nacimiento, desconoce el hijo nacido durante el matrimonio en todos sus efectos anteriores...(
Jurisprudencia del Tribunal Supremo de Justicia. Oscar Pierre Tapia. 3 Año II. Marzo 2001Sala de
Casación Social).
4.- Puede tratarse también de actos que aparejan ejecución, es decir, o que tengan fuerza de tal, es
decir, convencimiento, desistimiento, conciliación o transacción.
5.- La existencia de un patrimonio ejecutable, dependiendo si se trata de la entrega de una cosa
mueble, inmueble o la condenatoria al pago de una suma de dinero. Según el Código Civil “Los
bienes del deudor son prenda común de los acreedores sino hay causas legítimas de preferencia
que son los privilegios y la hipoteca.
La ejecución de la sentencia o de cualquier otro acto que tenga fuerza de tal corresponde al tribunal
que haya conocido de la causa en primera instancia. Nuestra Legislación sigue el principio “judex
cognitionis et judex excecutionis” Si fue un tribunal de arbitramiento el que conoció de la causa la
ejecución corresponderá al tribunal natural que hubiese conocido del asunto sino hubiese habido
arbitramento.
10.2. Principios que Rigen la Ejecución de Sentencias
10.3. El Patrimonio Ejecutable
El proceso de ejecución en su forma común u ordinaria hace efectivos los derechos del acreedor a
través de la afectación del patrimonio del deudor.
La ejecución in personam solo existe en lo penal. En lo civil la ejecución se lleva a cabo in rem. Por
ello es que los ordenamientos civiles suelen estipular que el deudor responde de sus obligaciones
con todos sus bienes presentes y futuros y también por eso se afirma que sobre dicho patrimonio
existe una especie de prenda generada a favor de sus acreedores. Este principio general de la
legislación de que las obligaciones de una persona se garantizan con sus bienes presentes y futuros,
fue acogido por el artículo 2384 del Código civil del 77, sin embargo, el artículo 1329 del Código civil
vigente modifica en parte este principio, declarando que la obligación personal queda garantizada
con los bienes enajenables que posea el deudor al exigirse su cumplimiento. En algunos casos, esta
responsabilidad patrimonial genérica se transforma en una responsabilidad específica, lo cual
sucede cuando el deudor afecta singularmente determinados bienes, para el caso de
incumplimiento.
Así aparecen los llamados derechos reales de garantía como los son la prenda y a la hipoteca.
El acreedor que posee un título ejecutivo suficiente con el cual inicia un proceso de ejecución
persigue, la satisfacción de su crédito mediante el embargo de bienes suficientes tomados del
patrimonio del deudor, a fin de ser vendidos para satisfacer ese crédito con el producto que se
obtenga. La cuestión que se presenta, en primer término, se plantea sobre si la existencia de bienes
que serán objeto de la traba constituye un requisito esencial del proceso de ejecución, o si por el
contrario este puede concluir normalmente, sin que la presencia de bienes afecte su finalización. La
titularidad de un patrimonio es un concepto inherente a la personalidad humana. Puede ser que el
deudor en un momento dado resulte carente de bienes afecto a una ejecución.
Realmente no tiene objeto continuar los trámites de un proceso de ejecución si no se cuenta con
bienes embargados suficientes que puedan ser objeto de adjudicación judicial en pago, o bien en
venta forzosa.
10.4. Formas de Ejecución
10.4.1. Embargo
Por embargo se entiende que es la orden judicial que individualiza un bien determinado del deudor,
afectándolo al pago de crédito en razón del cual se ha trabado el embargo. Y entendido el Embargo
como Medida preventiva es aquella medida cautelar en cuya virtud se afecta e inmoviliza a uno o
varios bienes de quien es o ha de ser demandado en un proceso de conocimiento ordinario, sumario
y especialmente en un proceso de ejecución, a fin de asegurar la eficacia práctica de las sentencias
que en tales procesos se dictan.
Esta medida pretende limitar el poder de disposición del bien embargado, a diferencia de la
anotación de demanda procede sobre cualquiera clase de bienes registrables o no y el objeto es
que los valores de los mismos alcancen a cubrir el monto de las obligaciones. Su finalidad es el de
garantizar obligaciones dinerarias, pero según tiene como finalidad concreta la de limitar, en mayor
o menor grado las facultades de disposición del titular de la totalidad o de parte de un patrimonio, o
simplemente, la de determinados bienes, con el designio de que no se frustre el resultado de un
proceso de cognición o de ejecución.
Tiene también la particularidad de crear una nueva situación jurídica, modificando la anterior
situación del afectado, respecto de determinados bienes. Del embargo que aquí se trata es del
llamado embargo precautorio.
El artículo quinientos veintisiete del Código Procesal Civil y Mercantil (Decreto Ley Número 107)
establece el derecho a pedir el embargo precautorio, remitiendo al proceso de ejecución lo relativo
a la forma de practicar el embargo, con el objeto de no incurrir en repeticiones innecesarias. “Artículo
527. Embargo. Podrá decretarse precautoriamente el embargo de bienes que alcancen a cubrir el
valor de lo demandado, intereses y costas, para cuyo efecto son aplicables los artículos referentes
a esta materia establecidos para el proceso de ejecución.” Cuando la pretensión que se va a ejercitar
en el posterior proceso, la que se ejercita al mismo tiempo en la demanda o la que ya se ha ejercitado
se refiere a una obligación dineraria, la medida adecuada es el embargo llamado preventivo o
precautorio, para diferenciarlo del embargo ejecutivo que es el que se adopta en el proceso de
ejecución. Según el Código Procesal Civil y Mercantil (Decreto Ley Número 107) hace referencia
del Embargo específicamente en la Ejecución en la Vía de Apremio al mencionar que promovida la
Vía de Apremio, el juez calificara el título en que se funde y si lo considera suficiente, despachará
mandamiento de ejecución, ordenando el requerimiento del obligado y el embargo de bienes.
Únicamente se exceptúa del requerimiento y del embargo, la obligación que estuviere garantizada
con prenda o hipoteca, porque en estos casos solo se notifica la ejecución y se señala de una vez
el día y hora para el remate de los bienes dados en garantía. En todo caso, puede el ejecutante
solicitar las Medidas Cautelares que autoriza el Código Procesal Civil y Mercantil (artículo 297).
Cabe mencionar que el Código Procesal Civil y Mercantil (Decreto Ley número 107) identifica el
titulo con la obligación. Por tal motivo no puede tramitarse un proceso ejecutivo sin que se acompañe
el respectivo título. La existencia de esté no puede acreditarse en el curso del proceso. La obligación
debe estar pre constituida en forma documental. El requerimiento de pago y el Embargo, en su caso,
se hacen, desde luego sin notificación previa al deudor, pues son Medidas Cautelares, de tal modo
que el plazo para oponerse, empieza a partir de la fecha del requerimiento judicial. El Embargo es
una de las figuras más importantes en el proceso ejecutivo, su naturaleza jurídica ha sido bastante
discutida. Las investigaciones de Guas lo han llevado a decir al respecto “La verdadera naturaleza
jurídica del Embargo se deduce, sin dificultad, del concepto que acaba de exponerse: el Embargo
es un acto procesal y, más precisamente, un acto de construcción que se refiere a un proceso de
ejecución, dentro del que integra, en unión de la realización forzosa, la categoría de tales actos
introductorios. Constituye así el reflejo exacto de los actos de alegación del proceso de cognición,
pues mientras que este tiene por finalidad proporcionar al Juez datos de carácter lógico que le sirvan
para su fallo, aquellos que tratan de proporcionar al Juez bienes de carácter físico que le permitan
igualmente realizar su decisión”. Para llevar a cabo el requerimiento y el Embargo, el Juez puede
designar un Notario, si lo pide el ejecutante. Es esta una de las formas en que la legislación Procesal
Civil guatemalteca ha ampliado la función del campo notarial. En la práctica resulta útil, sobre todo
en aquellos casos urgentes, en que los tribunales no pueden actuar con prontitud por recargo de
trabajo. También puede el juez, y es lo usual, nombrar un ejecutor, que es uno de los empleados
del Tribunal, para hacer el requerimiento y el Embargo. El ejecutor requerirá de pago al deudor, lo
que hará constar por razón, sino se hiciere el pago en el acto, procederá a practicar el embargo.
10.4.2. Secuestro
Por medio de esta Medida Cautelar, se pretende desapoderar de manos del deudor el bien que se
debe para ser entregado a un depositario. Esta Medida procede únicamente cuando el bien es el
objeto de la pretensión y por ende el demandado se encuentra en obligación de entregarlo y no
cuando el bien es embargado y garantiza el cumplimiento de una obligación que no es la entrega
del bien mismo.
10.4.3. El Interventor
Con las características de un Embargo, esta mediad pretende limitar el poder de disposición sobre
el producto o frutos que produce los establecimientos o propiedades de naturaleza comercial,
industrial, agrícola, a través de un depositario llamado interventor, que tiene la facultad de dirigir las
operaciones del establecimiento.
BIBLIOGRAFIAS
“Concursos Mercantiles” Luis Fernando Sanromán Martínez, Editorial Porrúa México, 2010.
“Práctica forense civil y familiar”, Carlos Arellano García, Editorial Porrúa, México 2011.
“Juicio Oral Familiar y Divorcio Incausado”, Víctor Peña Oviedo, Editorial Flores, México 2012.
200993. VII.2o.C.24 C. Tribunales Colegiados de Circuito. Novena Época. Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta. Tomo IV, noviembre de 1996, Pág. 504.
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2003855. I.3o.C.103 C (10a.). Tribunales Colegiados de Circuito. Décima Época. Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta. Libro XXI, junio de 2013, Pág. 1266.
209747. I. 5o. C. 560 C. Tribunales Colegiados de Circuito. Octava Época. Semanario Judicial de la
Federación. Tomo XIV, diciembre de 1994, Pág. 385.
163191. I.14o.C.75 C. Tribunales Colegiados de Circuito. Novena Época. Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta. Tomo XXXIII, Enero de 2011, Pág. 3169.
356372. . Tercera Sala. Quinta Época. Semanario Judicial de la Federación. Tomo LVIII, Pág. 2558

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