Introduzca al/ a la pequeño/a en el mundo de las letras de forma natural. No
fuerces el aprendizaje cuando aún no esté preparado. Deja que el pequeño observe las letras, intente trazarlas y pregunte por ellas, pero no le presiones para su aprendizaje. Aprovecha la curiosidad natural e interés del niño y/o niña. Busca objetos, cosas, que interesen al pequeño y aprovecha para introducirle la lectura. Puedes emplear por ejemplo animales que le gusten, juguetes, coches, personajes, etc. Léale en voz alta. Es una forma de hacerle comprender lo que los escritos nos transmiten, le inculcara el gusto por la lectura y se involucrara con el/ella en el proceso Tenga paciencia con el pequeño; cuando escriba o lean si se equivoca no le haga traumática la situación de aprendizaje. No deje que abandonen pero emplea la paciencia y la comprensión. Es necesario encontrar actividades fuera de la escuela que ayudarán a su hijo/a a desarrollar una autoestima positiva. Mientras que un niño puede ser un mal lector, no hay ninguna razón por la que no pueda convertirse en un experto en gimnasia, montar a caballo, tocar la guitarra / piano, pintura, etc. Todo el mundo tiene que desarrollar un sentido de dominio y fortaleza! Su rol deber ser de guía: no resolver los problemas sino más bien darles las alternativas para que ellos puedan tomar sus propias decisiones. Divida la tarea en secciones y realice sólo un segmento a la vez Elija el mejor momento del día para realizar la tarea, según las características de su hijo. Asegurarse que el niño tenga oportunidad para jugar y no pasar toda la tarde y parte de la noche haciendo la tarea. Si el niño tiene un lapso de atención corto, conceda descansos cada 15 a 20 minutos. Deje que su hijo escriba tareas en una computadora Utilice calculadoras y otros materiales manipulativos/ concretos para el cálculo: fósforos, lentejas de chocolate, frejoles, etc. Trabaje un concepto a la vez. Ejemplo: Aprender la tabla del 2 a fondo antes de pasar a la tabla del 3 Tía Camila Rojas Alumna de Psicopedagogía