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ANALISIS I

ORGANIZACIÓN PANAMERICANA DE LA SALUD - COLOMBIA

Estudio de la asociación entre la exposición a hidrocarburos aromáticos y los posibles riesgos en la salud de los
trabajadores

Introducción.-

En marzo de 1994, la oficina de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Colombia solicitó al Instituto Nacional
para la Seguridad y Salud Ocupacional (INSSO) su colaboración para desarrollar y ejecutar algunas partes del estudio Salud
Ocupacional en la Industria Petrolera. El propósito de esta parte del estudio fue investigar los efectos de la exposición a solventes
aromáticos y al ruido en la audición. Trabajadores de diferentes divisiones de la refinería fueron entrevistados con respecto a sus
antecedentes ocupacionales y clínicos y se les practicó una evaluación auditiva. Investigadores del INSSO midieron la exposición actual
del grupo a los solventes, la cual fue publicada como un Informe de Evaluación del Riesgo para la Salud (NIOSH, 1994). Además de lo
anterior, se reunieron datos retrospectivos sobre la exposición a los solventes y al ruido.

Ototoxicidad de los solventes industriales.-

En estos últimos años, es cada vez mayor el número de investigaciones sobre los efectos de las combinaciones de factores ambientales
y organizativos en la salud y bienestar de los trabajadores, motivadas por la demanda creciente de un método que refleje con más
exactitud las condiciones de trabajo. Entre estos estudios se encuentran iniciativas que investigan los efectos combinados de la
exposición ocupacional a los agentes químicos y físicos en los sistemas sensoriales. Concretamente, la interacción potencial entre el
ruido y los agentes químicos plantea un nuevo y importante desafío a los investigadores y a los profesionales ocupacionales, debido a
la ubicuidad del uso de estos agentes (Hétu, Phaneuf, Marien, 1987; Lindgren, 1987; NIOSH, 1988; Franks et al., 1989; Phaneuf y
Hétu, 1990; Haider et al., 1990; Lang, 1994; Morata, Dunn y Sieber, 1994; Morata, Franks y Dunn, 1994; Johnson, 1994; Sass-Kortsak
et al., 1995). A la luz de los resultados de las investigaciones que afirman que algunos agentes químicos industriales pueden afectar el
sistema auditivo, y debido a que los reglamentos internacionales solo consideran el ruido de alta intensidad como ototraumático, se
puede pensar que existe un gran número de trabajadores a quienes no se les está protegiendo de la pérdida.

Hasta ahora, ninguna publicación se ha enfocado específicamente en la pérdida auditiva ocupacional entre trabajadores de refinerías
petroleras, a pesar de que diferentes informes analizan el riesgo potencial que exposiciones al ruido y a los solventes presentan
(Nelson et al., 1985; McFarland, 1988; Runion, 1988; IARC, 1989).

Se han identificado propiedades ototóxicas en varios solventes (Johnson et al., 1988; Fechter, 1989; Haider et al., 1990; Rybak, 1992).
El indicio de que los agentes químicos ocupacionales podrían alterar la función auditiva por ototoxicidad, neurotoxicidad o una
combinación de ambos procesos, tiene serias consecuencias. Es admisible esperar que si estos agentes químicos se hallan en
concentraciones lo suficientemente elevadas, podrían afectar la audición a pesar de la falta de exposición ocupacional al ruido, como lo
indican diferentes informes (Morata et al., 1993; Jacobsen et al., 1993; ATSDR, 1993; Discalzi et al., 1993; Mizukoshi et al., 1989;
Schwartz y Otto, 1987; Bencko y Symon, 1977; Barregård y Axelsson, 1984; Szulc-Kuberska et al., 1976; Nikolov, 1974; Velásquez et
al., 1969; Morris, 1969; Kurland et al., 1960).

En ratas de laboratorio, existe una fuerte evidencia de que la exposición a solventes produce las mismas lesiones cocleares (Pryor et
al., 1984; Johnson et al., 1988; Sullivan et al., 1989; Johnson, 1994) que la exposición al ruido. Al identificar la disfunción auditiva
causada por la exposición al tolueno, algunos investigadores examinaron otros solventes que también pueden afectar la audición (Pryor
et al., 1987). Diferentes xilenos (orto; meta; y paraxileno) y el estireno se seleccionaron como posibles agentes ototóxicos, más que
todo por su similitud estructural al tolueno. Las ratas fueron expuestas a diferentes xilenos o al estireno. El xileno y el estireno
ocasionaron una notoria pérdida auditiva en los animales. Además, ambos solventes mostraron ser ototóxicos más potentes que el
tolueno.

Informes sobre la exposición ocupacional o la inhalación voluntaria de agentes químicos industriales revelaron una variedad de
síntomas que sugirieron un número de sitios posibles de lesión en el sistema auditivo y en algunos mecanismos subyacentes (Fechter,
1989). Gran parte de estos agentes químicos son reconocidos como neurotóxicos y podrían afectar la audición o el equilibrio, actuando
principalmente a nivel del tallo cerebral o el tracto auditivo central (Barregård y Axelsson, 1984; Möller et al, 1989).

La relación entre las lesiones auditivas autoevaluadas y la exposición ocupacional a distintos solventes se investigó en un diseño
transversal de 3,284 hombres (Jacobsen et al., 1993). La exposición a solventes durante cinco años o más resulto en un riesgo relativo
ajustado de lesiones auditivas de 1.4 en hombres no expuestos ocupacionalmente al ruido. Se examinó una submuestra de 51 hombres
mediante audiometría de tonos puros, y se descubrió que 20 de los 21 que manifestaron tener audición anormal también presentaban
lesión auditiva. La exposición ocupacional al ruido tuvo un efecto dos veces mayor que los solventes y, en el caso de las exposiciones
combinadas, predominaron los efectos del ruido.

En un estudio transversal sobre los efectos de la exposición ocupacional a los solventes y al ruido en la audición de trabajadores de
imprentas de rotograbado y de industrias fabricantes de pinturas, se examinó su función auditiva mediante audiometría de tonos puros,
audiometría de impedancia y prueba del reflejo del estapedio, incluido el umbral y la declinación del reflejo (Morata et al., 1993). Los
trabajadores que estuvieron expuestos al ruido (88-98 dBA) y al tolueno (100-365 ppm) se compararon con grupos de empleados
expuestos solamente al ruido (88-97 dBA), expuestos a una mezcla de solventes cuyo principal componente era el tolueno y no
expuestos a ninguno de estos agentes (n=190). Los cálculos del riesgo relativo ajustado para la pérdida auditiva fueron cuatro veces
superiores [95% de intervalo de confianza (CI) 1.4-12.2] para el grupo expuesto al ruido; cinco veces superior (95% CI 1.4-17.5) para
el grupo expuesto a la mezcla de solventes, y 11 veces superiores (95% CI 4.1-28.9) para el grupo expuesto al ruido y al tolueno. Los
resultados sugieren que la exposición a los solventes estudiados tuvo un efecto tóxico en el sistema auditivo y que hubo una
interacción entre el ruido y el tolueno. Los resultados sobre el reflejo acústico indicaron que la pérdidas auditivas observadas en el
grupo expuesto al ruido y al tolueno no solo predominaron más sino que también fueron diferentes a las pérdidas de audición
observadas en el grupo expuesto al ruido con relación al sitio probable de la lesión. Los resultados sugieren un sitio de lesión
predominantemente no coclear, puesto que el porcentaje de trabajadores con declinación del reflejo acústico fue mayor en el grupo
expuesto al ruido y al tolueno. Además, la declinación fue mayor para el estímulo contralateral, sugiriendo una lesión del tallo cerebral
inferior. Sin embargo, no se excluyó un componente periférico en la pérdida de audición observada (Morata et al., 1993).

Un estudio mas reciente en la industria grafica examino a 124 trabajadores expuestos a varios niveles de ruido y una mezcla de los
solventes organicos tolueno, acetato de etila y etanol. Se encontro que 49% de los trabajadores tenian perdida auditiva. De las muchas
variables que fueron analizadas en cuanto a su contribucion al desarrollo de la perdida auditiva, la edad y acido hipurico (el marcador
biologico de tolueno en la urina), fueron las unicas variables que resultaran significativas en la regresion logistica multiple (Morata et
al., 1997).

Estudios de las funciones auditivas y vestibulares de trabajadores expuestos a una mezcla de alcoholes no especificados, combustibles
para turbinas y solventes aromáticos fueran realizados en Escandinavia (Ödkvist et al., 1987; Möller et al., 1989). Los resultados de la
audiometría de tonos puros, la prueba del reflejo y la de discriminación sonora fueron esencialmente normales para la edad y los
antecedentes de exposición al ruido, sin indicación de lesión mensurable debida a la exposición a los solventes. No obstante, se
encontró una anormalidad significativa en las pruebas que evaluaron partes más centrales de los tractos auditivos.

Diseño del Estudio

Para investigar los efectos de la exposición ocupacional al ruido y a los solventes en la audición de los trabajadores, se entrevistaron
muestras de empleados de diferentes divisiones de la refinería, se examinó su audición y se evaluó su exposición a los dos agentes. Se
incluyeron solo hombres empleados por un mínimo de un año. Los participantes se dividieron en grupos, principalmente por divisiones
y secciones, de acuerdo a las recomendaciones de los investigadores de la Organización Panamericana de la Salud.

Población del Estudio

Para participar, se seleccionaron grupos de empleados de la planta de aromáticos, la planta de parafinas, el laboratorio de control de
calidad, mantenimiento, materiales, servicios de salud y el departamento de elementos externos. De los primeros 444 trabajadores que
se ofrecieron como participantes voluntarios, 438 cumplieron con los criterios de elegibilidad y fueron incluidos en el estudio. La
exposición a los solventes fue parte de una Evaluación del Riesgo para la Salud, realizada por higienistas industriales del Instituto
Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH, 1994). Durante ese estudio, se recogieron muestras del medio ambiente, con
el fin de medir las exposiciones personales y las concentraciones locales de benceno, tolueno, xileno, etil benceno y ciclohexano en
todas las divisiones, a excepción de la planta de parafinas, que no estaba en proceso de producción durante el período del estudio. La
exposición ocupacional de los participantes se resume en el Cuadro 1 y se describe más detalladamente a continuación. Debido a la
ubicación de la refinería, pocos empleados de cualquiera de las plantas habían trabajado antes en otra industria, por lo cual no tenían
antecedentes de exposición ocupacional a los agentes estudiados. Sin embargo, la mayoría de los empleados viven en el área de la
refinería, y existe la posibilidad de que esten expuestos a los agentes químicos a través de aire y/o agua contaminados.

Se seleccionaron trabajadores de materiales y de servicios de salud para que sirvieran como grupo de comparación no expuesto
(n=41), puesto que no estaban ocupacionalmente en contacto con ningún ototóxico conocido ni sospechado. Los niveles de ruido
reportados supuestamente no presentan un riesgo para la audición de los empleados (menos de 85 dBA). Los resultados de las
muestras personales y del área en estos lugares indicaron que las exposiciones variaron desde menos de la concentración mínima
detectable hasta 0.1 ppm, muy por debajo de los límites de exposición recomendados por el INSSO para cualquiera de los solventes
medidos.

Un segundo grupo incluyó trabajadores de las plantas de aromáticos y de parafinas (n=89), con rutinas y exposiciones comparables.
En la planta de aromáticos, el benceno, el tolueno, el xileno, el etilbenceno y el ciclohexano se refinaban a partir de la nafta. El proceso
fue monitoreado por operadores desde dentro de una sala de control, y algunos hacían varias rondas al día para monitorear los
parámetros, recoger muestras y inspeccionar el sistema. Distintos operadores eran responsables de diferentes partes de la planta. El
equipo de la planta de aromáticos consta de hornos, intercambiadores térmicos, bombas, tanques, columnas de fraccionamiento,
tubos, accesorios para tubos, y válvulas. Las exposiciones al tolueno, xileno, etil benceno y ciclohexano variaron desde la concentración
mínima detectable hasta 13.2 ppm (para el tolueno). Las exposiciones personales al benceno de los operadores de la planta de
aromáticos eran superiores al límite de 0.1 ppm recomendado por el INSSO y en pocos casos también por encima del límite de
exposición permisible (LEP) de 1 ppm establecido por la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional. La exposición media de los
trabajadores con turno completo, basada en 19 muestras de duración de tres a seis horas fue de 0.21 ppm. Su exposición media de
corta duración, basada en nueve muestras con 15 a 30 minutos de duración, fue de 0.66 ppm. Este valor es inferior al límite de
exposición de corta duración del INSSO; sin embargo, las exposiciones de dos de las muestras fueron superiores a este (4.2 y 2.3
ppm).

Como ya se mencionó, los trabajadores de las plantas de aromáticos y parafinas prestan la mayoría de su turno (alrededor de 6 horas
al día) en la sala de control. Con un promedio de dos horas haciendo rondas, los trabajadores de la planta de aromáticos estaban
expuestos a niveles de ruido de 78 a 101 dBA, un promedio de 87 dBA. En la planta de parafinas, los niveles de ruido eran de 71 a 98
dBA, un promedio de 88 dBA. Los niveles de ruido fueron suministrados por la compañía, que hizo las mediciones en junio de 1989.
Debido a que el proceso no ha cambiado significativamente desde entonces, se supuso que los niveles de ruido tampoco variaron. Al
tener en cuenta el informe según el cual las ocasiones durante las cuales los trabajadores estuvieron tres o más horas expuestos a
estos niveles de ruido fueron raras (un promedio de dos horas al día), y que el uso de protectores auditivos era obligatorio, las dosis de
ruido a las que estuvieron expuestos no deberian haber constituido un riesgo para su audición.

Un tercer grupo de trabajadores se seleccionó de la división de elementos externos (n=40). Personal de esta división supervisó el
traslado del producto terminado de los tanques de almacenamiento a lanchones y buques-cisterna, y monitoreó los niveles de los
tanques. Su exposición a solventes distintos al benceno siempre fue inferior a los límites recomendados, fluctuando entre menos del
límite mínimo detectable hasta 18.4 ppm (para el tolueno). Las exposiciones personales al benceno variaron. La exposición de un
trabajador a una muestra de dos horas obtenida del cargador del carrotanque fue de 0.12 ppm, pero su exposición a una muestra de
cuatro horas y media recogida al día siguiente solo fue de 0.02 ppm. La diferencia de niveles fue explicada por la diferencia en los
químicos que se trasladaron durante los dos días. Los registros de la compañía de 1994 indicaron que los niveles de ruido variaron de
82 a 104 dBa en puntos seleccionados en la división de elementos externos donde los operadores controlaban las bombas de
transriego de petróleo. Al tener en cuenta que según se informa los trabajadores permanecían hasta tres horas cada dos días en estas
exposiciones al ruido y que la protección auditiva era obligatoria, las dosis de ruido a las que estuvieron expuestos no deberian haber
significado un riesgo para su audición.

Un cuarto grupo incluyó trabajadores de una cuadrilla de mantenimiento asignada a la planta de aromáticos y alkilización (n=180). Las
exposiciones al benceno para el personal de mantenimiento varió desde menos de la concentración mínima detectable hasta 32 ppm.
La exposición media del personal de mantenimiento con turno completo fue de 6 ppm, superior al LER del INSSO de 0.1 ppm y
también por encima del límite de exposición permisible (LEP) de 1 ppm establecido por la Administración de Seguridad y Salud
Ocupacional. La exposición a solventes distintos al benceno siempre fue inferior a los límites recomendados, fluctuando entre menos
del nivel mínimo detectable hasta 11 ppm (para el tolueno). Los niveles de ruido en las divisiones donde se trabaja oscilaron entre 78 y
101 dBA, con un promedio de 89 dBA. La compañía, los trabajadores y los higienistas del INSSO informaron que estos empleados
permanecieron un promedio de 50% de su turno de ocho horas en las plantas, así que probablemente este grupo estaba expuesto a
niveles iguales o superiores al límite recomendado por el INSSO, un promedio de tiempo ponderado de 85 dBA.

Un quinto grupo estaba compuesto de personas que habían trabajado antes en la división de aromáticos y fueron trasladados a otras
divisiones (n=19). Desgraciadamente, la compañía no proporcionó la información sobre la exposición actual de estas personas para
esta parte de la investigación. Un sexto grupo de empleados se seleccionó del laboratorio de control de calidad (n=69). El personal
trabajaba con muestras recogidas de la planta de aromáticos y de otras plantas de producción, usando varios métodos analíticos para
verificar la calidad de los productos en proceso y los terminados. Este grupo no estaba ocupacionalmente expuesto a niveles de ruido
que hubieran podido representar un peligro para su audición. En el laboratorio se recogieron 14 muestras personales de la zona de
respiración y cinco del área. La exposición personal al benceno en el laboratorio fue inferior a los límites del INSSO, de 0.02 a 0.09
ppm. La excepción fue la muestra de una cámara de carbón que mostró 0.15 ppm de benceno. Sin embargo, el resultado de la
muestra correspondiente de Anasorb (tubo opcional que se utiliza porque su capacidad de absorción parece ser menos afectada por los
elevados niveles de humedad) fue inferior a la concentración mínima detectable. Una medición del área para el benceno realizada cerca
a las estaciones de trabajo en el centro de la sala fue de 0.87 ppm. La exposición al tolueno, el xileno, el etil benceno y el ciclohexano
varió desde la concentración mínima detectable hasta 0.4 ppm de tolueno.

ANALISIS II

Estudio de la asociación entre la exposición a hidrocarburos aromáticos y los posibles riesgos en la salud de los trabajadores

INTRODUCCION

Se ha elaborado el presente protocolo para el desarrollo de las actividades correspondientes para evaluar la Higiene, Seguridad y
Ergonomía Industrial con base a las visitas realizadas a las áreas en cuestión y el análisis de la información proporcionada por el CIB.

El Complejo Industrial de Barrancabermeja (CIB) y su planta de benceno, tolueno y xileno (BTX), concebida y en funcionamiento desde
1970, justificó la necesidad de conocer la situación actual de salud de sus trabajadores, con el fin de definir las intervenciones necesarias y
establecer la infraestructura para un sistema de vigilancia y prevención primaria en esta y otras plantas donde hay exposición a estos
productos químicos.

Como consecuencia de lo anterior se estableció en el año de 1992 un acuerdo entre el ministerio de Salud de Colombia, la Empresa
Colombiana de Petróleos, ECOPETROL, la Unión Sindical de Obreros (USO), la Organización Panamericana de la Salud, OPS, para la
cooperación técnica en temas de interés común en materia de salud ocupacional. En el año 1992 suscribieron un convenio específico para
la ejecución de un estudio de salud ocupacional sobre aromáticos en el CIB de ECOPETROL, incluyendo un estudio de Higiene, Seguridad
Industrial y Ergonomía en la Planta de Aromáticos, Planta de Parafinas, Planta de Tratamiento de Aguas, Grupos de Elementos Externos,
Laboratorio de Control y Grupos de Mantenimiento, con el propósito de cuantificar el grado de riesgo presente en los sitios de trabajo que
pudieran por exposición prolongada o por escapes, provocar un daño en la salud de los trabajadores por riesgos físicos, químicos y
ergonómicos en el Complejo Industrial de Barrancabermeja (CIB) en Barrancabermeja, Colombia.

La preocupación de ECOPETROL, USO y la creación de la Comisión de Aromáticos, culminaron con la decisión de promover el estudio de
salud ocupacional, lo que demuestra conscientización e interés por obtener un diagnóstico de la situación y definir futuras líneas de acción
preventiva, las cuales se espera servirán de modelo para este tipo de industria, en especial en América Latina.

Bajo tal circunstancia el Comité decidió continuar con el proyecto de referencia y para ello estableció la necesidad de obtener la totalidad de
la información que le permitiera tener una idea clara y específica de la magnitud de los riesgos con potencial a BTX (benceno, tolueno,
Xileno), MEK (metil etil cetona), Ciclohexano, Nafta, H2S, MEA, ruido, iluminación condiciones térmicas elevadas, radiaciónes ionizantes y
vibraciones, ergonomía, higiene y seguridad industrial, a través del correspondiente estudio ambiental de las zonas y puestos involucrados.

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA


La Industria Petrolera y en especial la Petroquímica constituyen para los países de América Latina productores y exportadores de aceite
crudo, refinados y petroquímicos, la columna vertebral de su economía, la mayor fuente de generación de riqueza y su mayor entrada de
divisas frescas. Sin embargo el trabajar con hidrocarburos representa una serie de riesgos, por sus propias características que ponen en
peligro la salud de los que prestan sus servicios en ella, para la comunidad y el medio ambiente.

Con el fin de evitar estos riesgos es necesario contar con una buena ingeniería en el diseño, construcción, operación y mantenimiento de
cada planta o instalación, la única forma de lograr altos niveles de Seguridad en estas tecnologías es aplicando periódicamente una
metodología de Análisis de Riesgos que revise todos los aspectos tecnológicos de una instalación para determinar los riesgos que se están
presentando para los factores humanos.

Por su parte los problemas del sistema músculo esquelético, por ejemplo, el síndrome de Túnel del Carpo cuya incidencia se observó alta
en los operadores de Ecopetrol, así como las alteraciones en la discriminación de colores, y en los niveles de atención y percepción
documentados en la FASE I (30), son resultantes de la actividad laboral. El dolor de espalda baja, las molestias de cuello y hombro, y las
llamadas lesiones por microtrauma que afectan principalmente la extremidad superior, ya están identificados como problemas de origen
ergonómico. Muchos de estos problemas están asociados con demandas excesivas de trabajo, tanto físico como mental, y son debidas
básicamente a un mal diseño del lugar de trabajo, de las herramientas usadas, a la organización del trabajo y, en general, a malos métodos
para llevar a cabo éste. La Empresa Colombiana de Petróleos (ECOPETROL) ha reconocido esta problemática en sus instalaciones (FASE
I del proyecto SOIP (30)) y ha iniciado acciones tendientes a disminuir los riesgos ergonómicos a los que sus trabajadores están expuestos
al iniciar la FASE II del proyecto SOIP con este estudio integrado de higiene, seguridad industrial y Ergonomía.

La literatura especializada en salud y seguridad ocupacional sugiere que se pueden aplicar principios ergonómicos, vgr. diseñar las
demandas del trabajo para adecuarse a las capacidades del trabajador, para reducir la incidencia de esos problemas de salud y seguridad.
La implementación de estos principios representa la puesta en marcha de un programa de ergonomía en la industria.

El objetivo principal de un programa de ergonomía en la industria es el de controlar la exposición a condiciones de trabajo y/o demandas del
trabajo que pudieran causar problemas o lesiones en el trabajador a mediano y largo plazo. La manera de implementar un programa de
ergonomía en la industria a través del análisis del trabajo, más específicamente, del análisis ergonómico del trabajo.

El análisis ergonómico del trabajo es una parte integral del programa de control, ya que proporciona los procedimientos y las herramientas
para identificar y evaluar las exposiciones a tensiones ergonómicos potencialmente dañinas. Cabe señalar que un programa de ergonomía
en la industria es un proceso de acciones continúas, tanto de control o intervención, como de evaluación de éstas, lo que fomentará, en la
industria, una cultura de mejora-evaluación-mejora permanente, buscando la constante adecuación de las condiciones de trabajo a los
trabajadores y así asegurar un ambiente laboral sano, seguro, confiable y agradable, en el cual el trabajador se sienta a gusto, motivado y
satisfecho de su participación en el proceso productivo.

Es por eso que el mantener medidas de Higiene, Seguridad y Ergonomía representan el garantizar una mejor calidad de la vida para los
trabajadores con niveles de productividad que la hagan competitiva a nivel internacional.

En esta actividad económica se han identificado diferentes factores de riesgo como Solventes Orgánicos, Ruido, Condiciones Ambientales
Extremas (calor) y áreas con deficiente Iluminación que de acuerdo con su concentración o nivel y su potencialidad pueden representar un
problema para los trabajadores expuestos, por lo cual se justifica el determinar las concentraciones y niveles de los factores de riesgo
anteriormente señalados.

Para cumplir con lo anterior es necesario implementar una metodología fundamentada en los aspectos teóricos y prácticos que exigen las
normas (NIOSH y OSHA) y procedimientos establecidos por asociaciones o grupos reconocidos mundialmente.

ANTECEDENTES

En el estudio Integral del Ambiente de Trabajo en su fase I Reconocimiento de los Riesgos de Exposición Ocupacional en la planta de
Aromáticos, Alteraciones Neurológicas en Trabajadores con Exposición Potencial a Hidrocarburos Aromáticos en Colombia, y los estudios
de medicina ocupacional: a) Estudio Clínico General y Laboratorio de Toxicología, y b) Alteraciones neurológicas, se establecen en sus
objetivos específicos:

 Evaluar las condiciones generales de trabajo en las plantas de Aromáticos y Parafinas, Laboratorio de Control, Grupo de
Elementos Externos y Grupo de Mantenimiento.
 Evaluar los factores de riesgo para la Salud y su posible asociación con las condiciones de Higiene y Seguridad Industrial, y
Ergonomía en las plantas y grupos anteriormente mencionados.
 Caracterizar, desde el punto de vista cuantitativo las exposiciones ambientales ocupacionales a hidrocarburos aromáticos y a
otros contaminantes químicos considerados relevantes.
 Caracterizar cuantitativamente las exposiciones ocupacionales a riesgos físicos en especial, ruido, iluminación y calor.
ANALISIS III

Impacto ambiental potencial de la reforestación

Los proyectos de plantaciones o reforestaciones y sus componentes que contemplan la siembra de árboles para producción, o para
proteger el medio ambiente tienen impactos ambientales positivos, y también negativos.
Los productos forestales de un proyecto de reforestación incluyen: madera, pulpa de celulosa, postes, fruta, fibras y combustibles, las
arboladas comunitarias y los árboles que siembran agricultores alrededor de sus viviendas o terrenos. Las actividades orientadas hacia la
protección incluyen los árboles sembrados a fin de estabilizar las pendientes, y fijar las dunas de arena, las fajas protectoras, los sistemas
de agro forestación, las cercas vivas y los árboles de sombra.
Impactos positivos
Las plantaciones y la reforestación de las tierras deterioradas, y los proyectos sociales de siembra de árboles, producen resultados
positivos, por los bienes que se producen, y por los servicios ambientales que prestan.

Reducción del uso de bosques naturales como fuente de combustible [editar]

Las plantaciones ofrecen la mejor alternativa a la explotación de los bosques naturales, para satisfacer la demanda de madera y otros
productos igníferos. Las plantaciones que se realizan para la producción de madera, generalmente emplean las especies de crecimiento
más rápido, y el acceso y la explotación son más fáciles que en el caso de los bosques naturales, pues dan productos más uniformes y
comercializables. Asimismo, las plantaciones comunitarias para la producción de leña y forraje, cerca de los poblados, facilita el acceso de
los usuarios a estos bienes, y, a la vez, ayuda a aliviar la presión sobre la vegetación local, que puede ser la causa del corte y pastoreo
excesivo. El pastoreo se establece, generalmente, en los terrenos marginales o inapropiados para la agricultura (p.ej. los terrenos forestales
existentes o las zonas deterioradas); y las plantaciones originan un uso beneficioso y productivo de la tierra, que no compite con los usos
más productivos.

Incremento de los servicios ambientales [editar]

La reforestación aporta una serie de beneficios y servicios ambientales. Al restablecer o incrementar la cobertura arbórea, se aumenta la
fertilidad del suelo, y se mejora su retención de humedad, estructura, y contenido de alimentos (reduciendo la lixiviación, proporcionando
abono verde, y agregando nitrógeno, en el caso de que las especies utilizadas sean de este tipo). Si la falta de leña obliga a que el estiércol
se utilice como combustible, en vez de abono para los campos agrícolas, la producción de leña ayudará, indirectamente, a mantener la
fertilidad del suelo. La siembra de árboles estabiliza los suelos, reduciendo la erosión hidráulica y eólica de las laderas, los campos
agrícolas cercanos, y los suelos no consolidados, como las dunas de arena.
Al establecer la cobertura arbórea en los terrenos desnudos o deteriorados, se ayuda a reducir el flujo rápido de las aguas lluvias,
regulando, de esta manera, el caudal de los ríos, y mejorando la calidad del agua, y reduciendo la entrada de sedimento a las aguas
superficiales. Debajo de los árboles, las temperaturas más frescas y los ciclos húmedos y secos moderados constituyen un microclima
favorable para los microorganismos y la fauna, y pueden ayudar a prevenir la lateralización del suelo. Las plantaciones tienen un efecto
moderador sobre los vientos y ayudan a asentar el polvo y las otras partículas del aire.
Al incorporar los árboles a los sistemas agrícolas, pueden mejorarse las cosechas, gracias a sus efectos positivos para la tierra y el clima.
Finalmente, la cobertura vegetal que se establece mediante el desarrollo de las plantaciones en gran escala y la siembra de árboles,
constituye un medio para la absorción de carbono, una respuesta a corto plazo al calentamiento mundial causado por la acumulación de
dióxido de carbono en la atmósfera.
La siembra de árboles, como parte de un programa forestal social, puede tener diferentes formas, incluyendo las arboledas comunitarias,
las plantaciones en el terreno gubernamental, o en las vías de pasaje autorizado, alrededor de los terrenos agrícolas, junto a los ríos y al
lado de las casas. Este tipo de plantación causa pocos impactos ambientales negativos. Los árboles dan productos útiles, y beneficios
ambientales y estéticos. Los problemas comunes que surgen de estas actividades son de naturaleza social.
Los árboles sembrados para protección, por ejemplo, como fajas protectoras, o guardabrisas, o para estabilizar las laderas, controlar la
erosión, facilitar el manejo de cuencas hidrográficas, proteger las orillas de los ríos, o fijar las dunas de arena, son beneficiosas por
naturaleza, y proveen protección y servicios ambientales. Si surgen problemas, muy probablemente, serán sociales (cuestiones de tenencia
de las tierras y los recursos).

Impactos negativos

Las grandes plantaciones comerciales tienen el potencial para causar efectos ambientales negativos de mucho alcance y magnitud. Los
peores impactos se sienten donde se han cortado los bosques naturales para establecer plantaciones.

Impactos de carácter temporal


Con la excepción de los proyectos que emplean siembras de enriquecimiento, o plantación debajo de los otros árboles, el terreno destinado
a este propósito se prepara, generalmente, limpiando la vegetación competitiva.
Los impactos negativos de la preparación del sitio incluyen, no sólo la pérdida de la vegetación existente y los valores ambientales,
económicos y sociales que ésta pueda tener, sino también los problemas ambientales relacionados con el desbroce de la tierra: la mayor
erosión, la interrupción del ciclo hidrológico, la compactación del suelo, la pérdida de alimentos, y la disminución consiguiente en la fertilidad
del suelo. Aunque perjudiciales, muchos de estos efectos pueden ser de corta duración; el sitio comienza a recuperarse una vez que se lo
replante y la vegetación se restablezca.

Impactos inherentes a la agricultura

Las plantaciones son bosques artificiales: los árboles se manejan, esencialmente, como cultivos agrícolas de ciclo largo. Como tales,
muchos de los impactos agrícolas negativos que son inherentes en la agricultura, ocurren también en la plantación forestal. La magnitud del
impacto depende, en gran parte, de las condiciones existentes en el sitio antes de plantarlo, las técnicas de preparación, las especies
sembradas, los tratamientos que se dan durante la rotación, la duración de la misma, y los métodos de explotación.

Impactos sobre ciclo hidrológico de la cuenca

Las actividades de reforestación y forestación en las regiones más áridas, especialmente, pueden agotar la humedad de la tierra, bajar el
nivel del agua freática, y afectar el flujo básico hacia los ríos.

Impactos sobre la estructura del suelo

Como cualquier otro cultivo agrícola, las plantaciones de árboles de crecimiento rápido y ciclo corto, pueden agotar los alimentos del suelo y
reducir la fertilidad del sitio, al eliminar, repetidamente, la biomasa y trastornar el suelo. Este es el caso, también para las rotaciones de ciclo
largo, pero los efectos son menos notorios. La compactación de la tierra y los daños que ocurren durante el desbroce del sitio (remoción de
la vegetación por medios físicos o quemado), la preparación mecánica y la cosecha. Puede ocurrir erosión en las plantaciones si la
cobertura es incompleta, o falta monte bajo. La acumulación de hojarasca debajo de las plantaciones aumenta el riesgo de incendio y
reduce la infiltración de las agua lluvias, y si predominan una o dos especies en la hojarasca, se puede cambiar las características químicas
y bioquímicas del suelo. Las hojas muertas de las plantaciones coníferas (pinos) pueden acidificar el suelo.

Conflicto de intereses con otros usuarios del agua para riego

Algunas especies son al alopáticas, y producen toxinas que inhiben la germinación de las semillas de las otras especies. Las plantaciones
con riego puede causar conflicto con los demás usuarios del agua, y causar otros impactos ambientales y sociales que son comunes en los
proyectos de riego.
Véase también:
 Impacto ambiental potencial de proyectos de riego y drenaje

El agua de retorno de las plantaciones con riego, ubicadas en las zonas semiáridas, puede ser salina, haciendo que sea menos útil para
otros usos y bajando la calidad de las aguas superficiales, pueden contaminar el agua superficial y freática, y representar un peligro directo
para la salud de todas las personas que las utilicen.

Impactos indirectos

Los impactos indirectos de las grandes plantaciones comerciales incluyen los resultados de la construcción de los caminos para transportar
la madera, y de las industrias que la procesan.
Véase también:
 Impacto ambiental potencial de caminos rurales
 Impacto ambiental potencial del procesamiento de pulpa, papel y madera

ANALISIS Caso 1

La industria maquiladora de Honduras procesa fundamentalmente prendas de vestir y casi en su totalidad los productos terminados tienen
como lugar de destino los Estados Unidos. De ahí que su surgimiento y desarrollo estén ligados estrechamente con la evolución de la
industria de la confección estadounidense y con las pautas que empresas y gobierno han seguido para recuperar su mercado interno.

El proceso productivo de las confecciones muestra una configuración definida y común en todas las latitudes, y se caracteriza por ser
divisible en dos etapas: la de diseño y corte de las prendas, que admite la introducción de adelantos tecnológicos ?utilización de sistemas
computarizados y maquinaria electrónica de alta definición? y el de ensamblaje y costura, donde predomina el uso intensivo de mano de
obra y de máquinas sencillas con bajo grado de automatización.

La fuerte competencia en el mercado mundial de confecciones en general, y en el de los Estados Unidos en particular, entre por una parte
los productores asiáticos ?inicialmente los "Tres Grandes" y posteriormente China? que ofrecen prendas baratas, a pesar de los
gravámenes, y por otra los productores locales que estaban siendo desplazados, obligaron a éstos a transferir el segundo tramo del
proceso productivo a países en desarrollo donde la oferta de trabajadores es amplia y sus remuneraciones reducidas. Por su parte, el
Estado, para proteger el mercado interno, puso trabas al ingreso de prendas de vestir mediante cuotas y aranceles.

La dispersión de la industria ha sido creciente y ha llegado a los países anfitriones en diferentes momentos. Inicialmente, los países
orientales fueron los elegidos, pero desde principios de los ochenta empezó a expandirse la ubicación de plantas maquiladoras en México y
en la Cuenca del Caribe. En el caso de Honduras, el ingreso de estas empresas se intensificó a fines de la década pasada.

El futuro de la maquila en la región en gran medida depende: de la pujanza de la demanda de confecciones en el mercado estadounidense;
la continuación del proceso de globalización de la industria, y la superación o permanencia de los escollos opuestos a la introducción de
prendas de vestir provenientes de las naciones asiáticas.

El principal tema, pero no el único, de los estudios contenidos en este libro versa sobre la maquila y el medio ambiente en la frontera norte
de México. Esta industria de ensamblaje ha presentado un dinamismo extraordinario y se ha constituido en el eslabón de integración más
directo entre las economías de México y Estados Unidos. El efecto de esta actividad sobre el medio ambiente se ha discutido bastante,
aunque ha sido poco estudiado hasta ahora, en parte a causa de la carencia de información idónea sistematizada. Los distintos capítulos
que conforman este volumen abordan la relación entre la maquila y el medio ambiente desde distintos ángulos, a veces contrapuestos, pero
que muestran el estado actual de la discusión.

ANALISIS Caso 2

En el primer capítulo el enfoque se centra en el uso no sustentable de recursos naturales en la zona urbana semiárida fronteriza del norte
de México y la presión que impone la maquila, sobre el frágil entorno ambiental en el que se establece. La gran escasez de agua, su mal
manejo, una pobre infraestructura que debe soportar un alto crecimiento de la población, son factores que tornan inviable un desarrollo del
sector en las condiciones actuales. En el segundo capítulo, que aborda la industria maquiladora automotriz y electrónica de la frontera
norte, se expresa una visión optimista en cuanto a la interacción entre esta actividad y el medio ambiente, ya que en él se afi rma la
existencia de un avance importante en el cuidado del ambiente por parte de las empresas a medida que éstas pasan de generaciones
tecnológicas más atrasadas hacia las más avanzadas. En el tercer capítulo, que se aboca a analizar la maquiladora electrónica en la
frontera norte, si bien se reconocen algunos avances de las empresas en el cuidado del medio ambiente, se indica que la estrategia
ambiental de la maquiladora electrónica está rezagándose considerablemente respecto de los estándares ambientales para esa industria en
el nivel internacional, con lo que se pierde la oportunidad de aprovechar nichos de mercado con mayor valor agregado, al tiempo que no se
atiende debidamente la protección de la salud de los trabajadores ni del medio ambiente. En el cuarto capítulo se propone un nuevo marco
teórico en el que se relaciona de manera simultánea el crecimiento económico con la generación de desechos peligrosos. En este caso, el
progreso tecnológico puede empeorar las condiciones ambientales de la maquila si no va acompañado de una estricta regulación
ambiental. En el quinto capítulo se desarrolla un marco teórico según el cual la excesiva regulación ambiental puede ser contraproducente
para que las empresas adopten medidas de protección al ambiente y se considera al desarrollo de capacidades para la innovación
tecnológica como la única opción para lograr un desempeño ambiental óptimo por parte de la empresa. A este propósito ayuda el hecho de
que las empresas tengan una adecuada percepción del riesgo ambiental. En el último capítulo se estima la contaminación generada por el
conjunto de la maquila y se llega a la conclusión de que ésta es provocada más por la expansión de la escala de producción que por una
tendencia a concentrarse en sectores particularmente contaminantes. Se recogen evidencias de innovaciones tecnológicas
anticontaminantes, varias de ellas avaladas por las certifi caciones ISO 14000 e "Industria limpia", así como una tendencia declinante del
coefi ciente de consumo de energía y combustible a valor agregado de la industria maquiladora.

ANALISIS Caso 3

El tema de los desastres es, claramente, un problema de desarrollo de los países. Primero, porque en los países en desarrollo algunos
fenómenos naturales, ya sean de origen hidrometereológico, geosísmico, vulcanológico o de otra naturaleza, suelen tener consecuencias
mayores que en los países desarrollados. Segundo, porque diversos factores asociados al bajo nivel de desarrollo, como después se verá,
son causa de la amplificación de tales consecuencias. Tercero, porque el impacto de los fenómenos naturales sobre las posibilidades de
desarrollo de largo plazo es sensiblemente mayor en los países menos desarrollados.

2. Si las consecuencias de los desastres naturales son un problema de desarrollo, enfrentarlos de manera sistemática y coherente ?en sus
causas, en la prevención, mitigación, reconstrucción y transformación para reducir la vulnerabilidad? debe ser objetivo explícito de las
estrategias de desarrollo de los países. No es una casualidad que 95% de las muertes por desastres naturales en 1998 se hayan producido
en países en desarrollo, ni que, para algunos de éstos, ciertos fenómenos naturales hayan resultado devastadores para el nivel de vida de
sus poblaciones y sus posibilidades de desarrollo, mientras que en los países desarrollados las consecuencias sobre el conjunto de la
actividad económica y la población son marginales.

3. Debido a la creciente importancia de los desastres, ha adquirido relevancia y actualidad el término vulnerabilidad. Desde el punto de vista
general, puede definirse como la probabilidad de que una comunidad, expuesta a una amenaza natural, según el grado de fragilidad de sus
elementos (infraestructura, vivienda, actividades productivas, grado de organización, sistemas de alerta, desarrollo político-institucional y
otros), pueda sufrir daños humanos y materiales. La magnitud de esos daños, a su vez, también está relacionada con el grado de
vulnerabilidad.
4. América Latina y el Caribe constituyen una región con una alta exposición a fenómenos naturales ?hidrometereológicos, sísmicos,
vulcanológicos y de otra naturaleza? con potencial destructivo. Esa alta exposición a fenómenos naturales con potencial destructivo,
combinada con acentuadas características de vulnerabilidad ?social, económica, física, ambiental y política-institucional? hace que la región
muestre una alta y creciente incidencia de desastres naturales.

5. Las causas de que la vulnerabilidad sea tan elevada en América Latina y el Caribe son variadas y complejas. Sin duda, el patrón de
desarrollo seguido por la mayoría de los países, con altos grados de pobreza, exclusión socioeconómica y deterioro del ambiente, es un
factor principal. Es preciso agregar que en los países, los pobres, y dentro de éstos las mujeres, niños y minorías étnicas, constituyen los
segmentos de población más frágiles y vulnerables. Los pobres viven en las zonas de mayor riesgo, usan técnicas de cultivo depredadoras
del ambiente o laboran en tierras marginales, tienen menos acceso a la información, a los servicios básicos y a la protección pre y post
desastre. Esta mayor vulnerabilidad de los segmentos pobres de la población también está asociada, en condiciones de limitación o
precariedad del sistema político democrático, a su escasa posibilidad de participar en las políticas públicas. De muchas formas, la pobreza
cierra y exacerba el círculo vicioso de los desastres.

6. La magnitud de los daños humanos y económicos provocados por los desastres naturales en América Latina y el Caribe es
estremecedora con arreglo a cualquier clase de medición. Algunas estimaciones hacen ascender a 150 millones la población afectada
(directa e indirectamente). Y según las cifras compiladas por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), solamente
entre 1972 y 1999 la cifra de muertos asciende a 108 000 y el total de damnificados directos supera los 12 millones.

7. El monto total de los daños resultantes de las evaluaciones que la CEPAL ha hecho entre 1972 y 1999 asciende a más de 50 000
millones de dólares. Dado que la CEPAL sólo ha hecho evaluación de daños a solicitud de los gobiernos, y que esas evaluaciones
únicamente cubren una parte limitada de los desastres que ha enfrentado la región, la cifra real de los daños humanos y materiales es
mucho mayor.

ANALISIS Caso 4

Alteraciones climáticas en Bolivia: impactos observados en el primer trimestre de 2007

El presente estudio se elaboró a solicitud del Ministerio de Planificación del Desarrollo de Bolivia formulada a la Secretaría Ejecutiva de la
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Los recursos para su realización fueron aportados por el BID en el marco de
la cooperación técnica no reembolsable ATN-OC-10296-BO (BO-T1063): “Ayuda ante la emergencia causada por la lluvias, inundaciones y
deslizamientos sucedidos entre diciembre de 2006 y febrero de 2007”. En este documento se presenta la evaluación y la valoración de los
daños sociales, económicos y ambientales causados por las alteraciones climáticas que azotaron a Bolivia en el primer trimestre de 2007,
en parte asociadas al ENOS de 2006-2007.

En la elaboración de este estudio contribuyeron el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Oficina para la
Reducción y Prevención de Crisis (BCPR, por sus siglas en inglés) del PNUD, y además formaron parte de la misión funcionarios del Banco
Interamericano de Desarrollo (BID) y de agencias de cooperación, y del Sistema de las Naciones Unidas.

Una misión interdisciplinaria visitó el país andino, a fin de acopiar información sectorial y global. Junto con contrapartes nacionales de
diversos ministerios, en coordinación con la Unidad de Análisis de Políticas Sociales y Económicas (UDAPE) y con el apoyo del
Viceministerio de Defensa Civil, se realizaron entrevistas en los departamentos afectados. En esas ocasiones se contactó a las autoridades
de las distintas prefecturas, municipios y entidades sectoriales tanto de jurisdicción pública como privada. Además, en dichas visitas se
contó con el apoyo de los funcionarios del Sistema de las Naciones Unidas en las localidades. En este documento se presenta una
evaluación pormenorizada de los daños ocasionados por las alteraciones climáticas de El Niño 2006-2007, observadas entre enero y marzo
de 2007. Mediante la aplicación de la metodología desarrollada por la CEPAL, se cuantificó la magnitud global de los daños y pérdidas, así
como los efectos globales de tipo macroeconómico; se realizó una valoración del perjuicio ambiental y se tomó como guía de análisis una
perspectiva de género. Dadas las diversas características de los eventos en los distintos departamentos, se procuró presentar una imagen
que mostrara los efectos por regiones para evidenciar de esta forma los factores preexistentes de vulnerabilidad en cada una de ellas.

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