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Este periodo de 70 años se coincidió con la época más dura de la pequeña Edad
de Hielo que azotó Europa y América del Norte durante gran parte de la edad media.
La ausencia de manchas solares implica una baja actividad solar, que afecta a la
cantidad de radiación que la Tierra recibe y por tanto tiene una importante
implicación directa en la vida.
Las manchas solares son regiones oscuras del Sol con una temperatura inferior a
la de los alrededores y que presentan una intensa actividad magnética. Estas
manchas, pueden llegar a medir casi el tamaño del planeta Tierra y si se agrupan
varias su tamaño en conjunto puede mucho mayor.
Desde la invención del telescopio en 1610 se han estudiado y catalogado las
manchas solares en profundidad. En 1843, un astrónomo autodidacta alemán
llamado Heinrich Samuel Schwabe descubrió tras años de observación que las
manchas sufrían variaciones periódicas en un intervalo aproximado de 11 años.
Hay periodos en que las manchas casi desaparecen completamente durante
algunos años. Luego aumentan progresivamente durante 3 ó 4 años y se mantienen
estacionarias durante 1 ó 2 años más, para posteriormente disminuir
progresivamente durante 6 años.
Hay muchos estudios que han detectado que la actividad solar ejerce una
importante influencia en el clima de nuestro planeta. Los periodos de baja actividad
solar enfrían el planeta y los periodos de alta actividad los calientan.
En los años del mínimo de Maunder la Tierra experimentó una pequeña Edad de
Hielo que enfrío el planeta considerablemente. Los especialmente duros inviernos
azotaron Europa y Norteamérica con glaciares ganando terreno y nieve y hielo en
lugares donde nunca antes había nevado. De esta época hay registros y pinturas
que muestran lo inusual que era el frío, que llegaba a helar completamente el río
Támesis en Londres, algo imposible de ver actualmente.
El carbono 14 que se encuentra en los anillos de los árboles está producido por los
rayos cósmicos en la atmósfera superior y su intensidad está definida por el ciclo de
actividad solar. Se piensa que cuando la actividad solar es intensa, el campo
magnético terrestre es más efectivo y dispersa más rayos cósmicos. Y todo el
contrario cuando la actividad solar es baja, ya que crece el flujo de rayos cósmicos
que el campo magnético terrestre no puede dispersar.
Sabiendo esto, se ha analizado el carbono 14 de anillos de árboles
correspondientes al periodo del mínimo de Maunder, encontrando cantidades
anormalmente elevadas de carbono 14, lo que confirma que el Sol tuvo muy baja
actividad en ese periodo.
Pero con esta técnica se ha logrado además encontrar otros periodos de baja
actividad solar de los que no se tenían constancia. Se han encontrado periodos
"fríos" alrededor de los años 2500, 2000, 1300, 700 y 400 a.C. y en los años 700 y
1500 d.C.
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